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La Alabanza Cristiana

es tiempo de alabar

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LA ALABANZA CRISTIANA, ESTUDIO BÍBLICO

El mundo y la alabanza cristiana están en lados opuestos según lo que dice el Salmo
148. Como todos bien sabemos el líder de la alabanza del cielo fue Lucifer desde el
comienzo de la creación (Ezequiel 28:12-15). A él lo siguieron un grupo de ángeles y
estos ángeles no guardaron su dignidad sino que abandonaron su propia morada (Judas
1:6), y esta expresión "dignidad de los ángeles", se está refiriendo a la posición, el
honor, la distinción que estos ángeles tenían.

(Te puede interesar: Dios es dueño de la música)


Lucifer se convirtió en el diablo, y esta palabra diablo quiere decir adversario, contrario
a la voluntad de Dios. Vemos claramente que hubo un complot en el cielo. El diablo,
nuestro adversario se opone a los designios de Dios. La gente hace todo lo contrario a
lo que dice el Salmo 148, la tierra está en graves problemas. El hombre que no conoce
al Dios nuestro sabe más de música que nosotros los cristianos y el diablo más que
todos ellos, ya que él administraba la alabanza en el cielo

Los que no conocen al Señor van a las universidades, conservatorios y escuelas


para estudiar música y de todo este conocimiento el mundo hace un gran derroche.
Ellos usan mucho la tecnología para afinar y mejorar sus músicos, sus cantantes,
además conocen la categoría en la que pueden integrar a los diferentes grupos de
personas; tales como: Salsa, Mambo, Merengue, Rock, Bachata, música para
ofrecer cultos a satanás y mucho más.

(También puedes leer: Falsa adoración y cómo ser un verdadero adorador)

Algunas de estas personas se ofrecen para enseñar a grupos cristianos. Cree usted
que si el mundo hace lo contrario a lo que la palabra de Dios manda, ¿Podrán
ellos enseñarnos música cristiana? Yo, personalmente, no lo creo, ya que cuando
ellos enseñan, hacen mezclas diferentes y hacen que los incautos traigan esta fragancia
contaminada a los altares del Señor en cada iglesia.

Nuestro Dios es original, él no quiere que traigamos copias del mundo musical a su
altar. La biblia dice en el evangelio de Lucas 9:25 "que ganará el hombre si ganare todo
el mundo y perdiere su alma?. Jóvenes y hermanos músicos, el mundo no tiene nada
bueno para ofrecernos; mucho menos puede darnos cosas dignas para que traigamos al
altar del Señor.

LA IGLESIA Y LA ALABANZA

Conozcamos nuestras raíces, la palabra de Dios nos dice en Jeremías 6:16 "Así dijo
Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por la sendas antiguas, cual sea el
buen camino, y andad por él..." ¿Qué tipo de cantos usamos en nuestras iglesias?.
Pensemos...¿Nos inspiran? ¿Nos animan? ¿Nos hacen reflexionar? ¿Nos hacen llegar
redimidos al altar? ¿Nos instan a hablarles a otros al Señor? ¿Nos ayudan a ministrar
mejor a los pecadores, a los enfermos, a los trites?. Desea usted una respuesta, crea
que las respuestas van a ser diferentes. ¿Sabe usted que en una iglesia las
circunstancias y las necesidades son diferentes a las suyas?.

(Podría interesarte: Adoración, emociones y música)

Hace algún tiempo, después de un servicio, saludé a un visitante y le pregunté a cerca


del culto, él me respondió que le había gustado el canto "Delante de tu trono", y la
esposa de él dijo: a mí me gustó más "yo me rindo a él". En esa misma noche, fui al
comedor de la iglesia y le pregunté a un hermano a cerca de la alabanza, la respuesta
de él fue: "Las iglesias del nombre no deben usar cantos queditos o lentos,
sino música alegre".

Podemos observar en esta situación a tres personas con diferentes enfoques y


necesidades en este campo. Muy poco o aún nada se nos enseña en cuanto
al ministerio de música en la iglesia. Veamos qué nos dice el músico compositor,
dulce cantor de Israel, David.

El joven, fue hijo de Isaí, era el menor de sus hermanos, trabajaba como pastor de
ovejas, era músico, pues tocaba el arpa. Más adelante fue el rey del pueblo de Israel (1
Samuel 16). El Salmo 148 fue escrito por él, donde él exhorta a toda la creación para
que alaben al Señor. En el cielo menciona a los ángeles, a todos sus ejércitos, el sol, la
luna, las estrellas y los cielos. Y en la tierra, se dirige a todos los animales, los montes,
los árboles, los reyes, los pueblos, los príncipes, a los jueces, los jóvenes y niños
a alabar el nombre del Señor, es decir, que incluye a todo el universo.

(Podría interesarte: Sed imitadores de mí como yo de Cristo)

Como podemos ver, el mundo está mal enfocado en cuanto a la música y lo que al
culto a Dio se refiere. ¿Qué tipo de canto usaba el pueblo de Israel?. Veamos
algunos: Canto de alabanza (Éxodo 15:1-18), canto de liberación (Jueces 5:1-
31), canto de victoria (Salmo 95:1-7), canto de súplica por restauración (Salmo
80), canto de acción de gracias (Isaías 12:1-6).

¿Sabe usted qué pasa en el cielo? ¿Qué sabe usted del sin número de eventos que se
celebra en el cielo cada día, y por qué?. En Isaías 66:1, Hechos 7:49, Apocalípsis 4:2 y
Apocalípsis 20:11, se nos dice que en el cielo está el trono de Dios. Éste es el por qué
de los evento en el cielo. Isaías 44:23 dice que los cielos cantan loores a Dios.

¿Qué sabe usted a cerca de la tierra?. Isaías 66:1 y Hechos 7:49 dice que la tierra es el
estrado de los pies de Dios. Si el Señor usa la tierra como el estrado de sus pies, esta es
una razón de mucho valor para cantar y tocar los instrumentos con singular belleza
para el creador y salvador de nuestras vidas.

¿No cree usted que el Señor es digno de lo mejor y lo excelente?. Isaías 53 nos relata
que el Señor dejó su trono de gloria, que se despojó del servicio de sus ángeles, que
sufrió angustias, que fue afligido, que fue desfigurado, su cuerpo fue destrozado, que
llevó nuestras enfermedades, que sufrió nuestros dolores y que la paga de nuestra paz
fue sobre él. Si el Señor no es digno de la mejor música cantada e
instrumental, entonces ¿Quién es digno?.

MINISTERIO DE LA MÚSICA A NIVEL


CONGREGACIONAL

Con todo respeto, para mí este es uno de los ministerios más difíciles ya que se ocupa
un cincuenta por ciento del tiempo en cánticos, en cada servicio; esto sin contar las
horas de práctica. Existen diferentes tipos de alabanza, es muy extenso hablar de los
diferentes géneros de alabanza, pero voy a hablar de uno muy importante: Cánticos
de pueblo de Dios, me refiero cuando la congregación canta junto con el grupo de
alabanza.

(También puedes ir a la sección de Sermones Escritos)

La iglesia aprende a afinar el oído y a templar sus cuerdas vocales, dependiendo


de la manera como el grupo de la alabanza lo desarrolle. Aunque no lo creamos, el
pueblo de Dios es muy receptivo, aunque esto tome algo de tiempo, el pueblo aprende
a cantar hermoso para Dios, también logrará distinguir el enfoque o necesidad del
momento según el servicio y lo que el Espíritu de Dios tenga para alguien o para
algunas personas en ese momento. Cuando la iglesia llega a este punto, significa que
tiene un grado más de madurez en este ministerio de la alabanza.

MÚSICA Y RITMO

Es una sucesión de sonidos agradables dentro de un sentido completo, además es el


único lenguaje universal. Esto tiene dos opciones: Lo ejecutamos bien o lo hacemos
mal, escojamos uno. Amós 5:23 dice: "Quita de mí la multitud de tus cantares, pues
no escucharé la salmodias de tus instrumentos", aquí podemos apreciar un grupo
de músicos y cantores que se esforzaron mucho para aprender a alabar a Dios con
belleza y destreza, eso es excelente, Dios apoya este trabajo. Entonces ¿Por qué Dios
no quería escucharles?, si leemos todo el capítulo 5 del libro de Amós, vemos que el
Señor estaba llamando al pueblo, a sus músicos y cantores al arrepentimiento.
(Puedes también visitar: Temasparajóvenescristianos)
Todos ellos estaban en pecado; querían pecar y servir a Dios a la vez. Esto quiere decir
que no debemos pretender cantar hermoso, tocar un instrumento o servir a Dios y
hacer o practicar el pecado. El Señor quiere de todos nosotros el cien por ciento, su
palabra dice en Éxodo 20:2 "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto,
de casa de servidumbre", si el Señor dejo su trono por amor a mí y me compró con su
sangre, yo no tengo por que volver a Egipto y pretender servir , aunque sea el mejor
músico, el mejor cantor o el mejor predicador, Dios no va a aceptar nada de mí, él es
santo. ¿Qué piensa usted a cerca de esto querido lector?, Gálatas 6:7 dice: No os
engañéis, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso
segará".

SELECCIONEMOS LO QUE TRAEMOS AL ALTAR

Invito a todos los músicos, cantantes y líderes a seleccionar todo lo que llevamos al
altar, traigamos lo mejor para Dios. Hermano, sé que ministrar en la música es un reto
difícil y que implica prepararnos día a día para tener una mejor relación con nuestro
padre celestial en un nivel espiritual más elevado, siendo humildes y sensibles al
llamado de nuestro Dios, porque nos espera un gran galardón por nuestro esfuerzo. 2
Timoteo 25:1 dice: "Tú pues hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús"
LA MÚSICA TIENE SU ORIGEN EN EL CIELO Y DIOS ES EL DUEÑO

Es muy importante tener en cuenta que la música, instrumentos y voces, todo esto en conjunto tiene un
origen. La Biblia nos cuenta que antes de que existieran los hombres ya había instrumentos de música y
voces de canto. ¿A donde? En el cielo. (Quizás te pueda interesar: Las Alabanzas son Consecuencias de la
Salvación)

En el libro del profeta Ezequiel 28:13 se nos dice claramente que entre las cosas que Dios creó: Creó la
alabanza, y que ésta estaba compuesta de instrumentos de música y de voces angelicales. Se nos dice
que el día de la creación del querubín protector, Dios tuvo toda una gran orquesta celestial amenizando
el recibimiento de aquel gran querubín.

Esto debe bastarnos para que nos demos cuenta de que la música y la alabanza tienen dueño y es Dios
mismo. Ningún hombre por bueno que sea en este talento podrá llenarse la boca diciendo que lo que
hace es suyo o de su propiedad. Hay un solo dueño de la música, Dios. El la creó y a él le pertenece.

En Ezequiel 28:17, la Biblia nos cuenta que cuando el querubín protector se enalteció a causa de su
hermosura, y se corrompió su sabiduría a causa de su esplendor; fue arrojado de las alturas. Apocalipsis
12:7 nos dice que "hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban ya no contra el
querubín cubridor; sino que nos dice que este querubín se “transformó” en un dragón.

También dice que el dragón y sus ángeles lucharon pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos
en el cielo. En la epístola de Judas versículo 6, se nos dice: "Que a los ángeles que no guardaron su
dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo prisiones de oscuridad, en
prisiones eternas para el juicio del gran día.

"Es claro y evidente que Satanás fue arrojado y con él vinieron todos los que participaron de la rebelión:
No se descarta que entre los ángeles caídos estén muchos de los de aquella gran orquesta que
estuvo tocando y cantando el día de la creación del querubín protector.

Estos espíritus extraños y malignos son los mismos que fueron echados junto con su líder promotor de
rebelión. Entre las cosas que robaron y trajeron consigo fue el don glorioso de la alabanza que era algo
exclusivo para adorar a Dios, y la pusieron en las mentes de los hombres impíos para que dieran gloria a
otros dioses y de esta forma alejarlos del conocimiento del Santísimo que es el único Dios merecedor de
alabanza.

Por eso, se hizo de los hombres (criaturas mortales) ídolos adorados por todos los fanáticos cegados por
la ignorancia y por el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia. Así los hombres influenciados por estos espíritus extraños y movidos por sus emociones,
idearon ritmos que incitan a la juventud y a todo aquel que caiga bajo la trampa de la inmundicia, la
lascivia y la disolución.

Esta música conduce al hombre al consumo de alcohol, de drogas alucinógenas, y a cometer toda
especie de suciedad sexual, expresando así su arrogancia, su soberbia, y su insubordinación a Dios. Para
nadie es un secreto que esas figuras se convierten en los dioses de las grandes masas y que en sus
conciertos arrastran con todo el mundo y hasta a muchos hermanos que andan debilitados en la fe.

Alguno dirá: bueno, yo tengo algunos álbumes, algunos CD´s, algunos casetes de mis cantantes
preferidos que tuve en mi vida pasada, pero los oigo solo de vez en cuando y especialmente cuando
estoy triste, y claro hermano, es que ya la música cristiana y la del mundo casi son iguales porque los
mensajes de los unos y de los otros no es mucho lo que cambia.

Sí, estimado lector, tristemente tengo que darle la razón: Hoy hay variedad de música; no para alabar y
adorar a Dios, sino para todos los gustos, y ¿sabe usted por qué? Porque en la Iglesia se ha hecho a un
lado la unción del Espíritu Santo y se ha entrado en la etapa del profesionalismo, y estos no aprenden del
Espíritu Santo, sino de aquellas figuras que están llenas de fama y dinero y que son dirigidos por el
mismo príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia, por eso no es
raro que a medida que los demonios vayan controlando la mente de los hombres impíos con nuevos
estilos, también en la Iglesia aparezca el mismo fenómeno.

Eso va como en una cadena, el Diablo primero impacta los suyos, después a los del evangelio diferente y
por último llega a los “profesionales” de la Iglesia que están aprendiendo lo espectacular y novedoso de
ellos.

En mi país (Colombia), se dice que el mensaje de salvación llegó aproximadamente por el año de 1937, y
por el año de 1977 cuando yo entré al Camino de Salvación un culto era una verdadera fiesta
celestial, los cánticos congregacionales se convertían en un puente entre la congregación y el cielo.

Yo me acuerdo que siendo un joven de 16 años, cuando comencé a ir a los cultos, algo que conmovió mis
entrañas fueron los cánticos de la Iglesia. Cuando tuve la oportunidad de escuchar por primera vez a los
cantantes cristianos entonando especiales, yo sin saber nada del Espíritu Santo tenía que reconocer que
estos hombres tenían algo majestuoso y celestial.

Hoy 68 años después ¡cómo han cambiado las cosas! Hay grandes templos, muchos predicadores, y
cantidad de músicos y cantantes. En la ciudad de Bogotá (que es la capital de mi país) donde hoy trabajo
como pastor, el mensaje del evangelio se ha extendido ampliamente y se reúnen cientos y hasta miles
para celebrar eventos especiales, pero hay algo notorio que se puede sentir y hasta medir con cifras
alarmantes: es el vacío y la ausencia del Espíritu Santo en los cultos.

Hay muchos cantantes y muy buenos por cierto, pero llenos del mismo fenómeno. Quieren ir al ritmo y
al ambiente del evangelio diferente.

Esta ciudad tiene 8 millones de habitantes y el evangelio diferente se la ha tomado por medio de
diferentes sutilezas que conllevan a lo mismo. Acá no es raro encontrar conciertos supuestamente
cristianos donde todos los aplausos son para los artistas.

En esos conciertos se baila y se presentan mujeres con atuendos inapropiados para una mujer que
predique a Cristo. En esas tarimas altas saltan, gritan, hacen todo tipo de histeria y espectáculo en
nombre de nuestro Señor y de su santo evangelio. Como si fuera poco ¡Existen las discotecas
“cristianas”! Ya se las imaginará usted.

Este tipo de música y de espíritu suplantador es el que se esta metiendo sutilmente dentro de la Iglesia.
Ya no se permite al Espíritu Santo obrar. Ahora es la euforia de los músicos y de los cantantes los que le
ponen el tinte al culto, y se tiende más a ir por lo espectacular que a lo Espiritual.

Al culto Espiritual se le tilda de anticuado, a la obra y manifestación del Espíritu Santo en los cultos de
desorden, a los hermanos que viven sujetos al Espíritu Santo y a la Palabra se les cataloga como
fanáticos, como diciendo: El evangelio hoy día tiene que ser moderno o de lo contrario no lo podemos
vivir.

(Podría interesarte: Sermones cristianos para predicar)

El Diablo ha logrado engañar a muchos llevándolos por el camino de la suplantación y de la imitación,


pero yo sigo creyendo que la Iglesia es genuina y no debe aprender nada que provenga de corrientes
extrañas impulsadas por el príncipe de la potestad del aire.

Hay que recordar, quien es el dueño único de la música y cómo es Dios, entonces lo que se debe hacer es
llenarnos de Dios y él se encargará de poner música y letras en nosotros que lo exalten y le den la gloria
debida a su nombre, sin necesidad de acudir a lo oculto y extraño que genera el príncipe de la potestad
del aire.

Si en su país y en su congregación todavía no ha llegado este fenómeno, no permita que llegue, y si ya


está, es tiempo de empezar a combatirlo antes de que produzca daños irreparables.
La adoración verdadera.

La adoración es una parte integrante de la santidad verdadera. A su vez, la santidad es un


ingrediente esencial de la adoración verdadera. La forma más verdadera de la adoración es la
obediencia, y no el sacrificio ni ofrendas (I Samuel 15:22).

(Te puede interesar: La alabanza en nuestro culto pentecostal)

Dios rechazará la adoración a menos que venga de una vida santa (véase Amós 5:21-27, Malaquías 1:10).
La clase de adoración que Dios acepta es la adoración que sale de un corazón sincero y es apoyada por
una vida entregada.

Debemos adorar a Dios en espíritu y en verdad.

Deseamos concentrarnos en cómo la gente de Dios lo adora con su expresión externa y con sus
emociones. Puesto que la música desempeña un papel tan importante en la adoración (tanto en la
Biblia así como hoy), incluiremos también una discusión de la música. Juntamente con nuestra
investigación de la música en la adoración nos ocuparemos también de la música mundana.

Las emociones y la expresión.

Una de las cosas más llamativas acerca de la adoración tal como está descrito en la Biblia es que afecta a
cada aspecto del ser humano. Dios requiere que le amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra
alma, con toda nuestra mente, y con todas nuestras fuerzas (Marcos 12:30). Esto cubre las áreas
emocionales, espirituales, intelectuales, y físicas del hombre.

(También puedes leer: Dios es el dueño de la música)

La adoración incluye definitivamente, pero no se limita, a las emociones, al intelecto, y a la expresión


física. En última instancia, es nuestra voluntad, no nuestras emociones o comprensión natural, que debe
dar el compromiso y la estabilidad a la adoración.
Algunos dicen que la emoción y la expresión física deben desempeñar un papel de menor importancia
en la adoración. Otros dicen que no son emocionales o demostrativos por naturaleza. Por supuesto, los
individuos tiene diversos temperamentos, pero creemos que la adoración verdadera incluye al todo de
una persona, incluyendo el componente emocional que existe en todos.

Dios es un Dios de emociones.

Dios a través de la Biblia él exhibe las emociones tales como el amor, la alegría, el dolor, y la cólera.
Cuando Dios apareció en carne, le encontramos llorando en la tumba de su amigo Lázaro (Juan 11:35) y
sobre la ciudad de Jerusalén (Lucas 19:41).

(Te puede interesar: Herejías líricas)

Somos creados a la imagen de Dios, y compartimos las mismas emociones (Génesis 1:27). Los que dicen
que no son emocionales en cuanto a la iglesia son los que se enfadan y gritan a los niños o patean al
perro con puntapiés. Gritan casi histéricamente en los juegos del balompié es decir fútbol. Con
vehemencia afirman sus derechos y discuten acerca de muchas cosas. Empujan y dan empujones para
entrar en un autobús o un taxi. Hacen una escena cuando no salen con la suya. Acarician y abrazan a sus
seres amados. Sin embargo, esta misma gente le dirá que la emoción no tiene ningún lugar en iglesia.
Insisten en el formalismo y el rito.

El hecho es que somos seres emocionales. La emoción juega un papel en cada aspecto de nuestras
vidas, entonces ¿Por qué no en la iglesia? Por supuesto, la emoción no es el único componente de la
adoración.

(También puedes visitar la sección de prédicas cristianas escritas)

Según lo que ya hemos indicado, la razón es importante también, y, sobre todo, nuestra voluntad debe
proporcionar el control mientras que es controlada alternadamente por la fe y por la voluntad de Dios.
No obstante, la emoción debe ser una parte de nuestra adoración.

La emoción conduce a la expresión física.


Es imposible sentir la emoción intensa sin expresarla. Por sí mismo, la expresión física es solamente una
parte pequeña de la adoración. De hecho, “porque el ejercicio corporal para poco es provechoso” (I
Timoteo 4:8). Pero, la demostración física es un resultado natural e inevitable de la emoción. Cuando
es motivada por un corazón sincero que ha sido tocado por Dios, la expresión física es una parte muy
importante de la adoración.

Para probar que la emoción y la expresión son elementos esenciales de la adoración externa, podemos ir
tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento. El libro de los Salmos está lleno de expresiones y de
ejemplos de la alabanza.

(Puedes ir a la sección de Estudios Bíblicos escritos)

El salmista dijo, “Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos”
(Salmo 111:1). ¿Cómo alababa a Dios en la congregación (la iglesia)? Aquí hay algunos ejemplos tomados
del libro de los Salmos:

Levantaba las manos (141:2), cantaba y tocaba los instrumentos musicales (33:2-3), aplaudía (47:1), y
bailaba (149:3). Para los que están poco dispuestos a alabar a Dios de esta manera, el salmista dice,
“Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya” (150:6).

Ejemplos de la adoración.

El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de la adoración, la oración, y la alabanza. En la dedicación


del templo, Salomón oró mientras estuvo parado y levantó sus manos, y también oró mientras estuvo
arrodillado (I Reyes 8:22, 54).

Cuando el arca de Dios volvió a Jerusalén, David estuvo tan loco de contento que se despojó de su ropa
real y bailó a la vista de todo Israel. La Biblia dice “Y David danzaba con toda su fuerza delante de
Jehová” y vino gritando y saltando. Su esposa, Mical, le despreció cuando vio esto, porque pensaba que
él estuvo degradándose delante de toda la gente.

Cuando Mical reprendió a David, él prometió actuar en una manera aún más “vil” y mas “baja.” Como
resultado de este incidente, Mical no tuvo ningún hijo hasta el día de su muerte. (Véase II Samuel 6:14-
23.) David era un rey oriental que tenía gran poder y dignidad, pero con todo él adoraba
libremente cuando el arca, simbólica de la presencia de Dios, volvió a Jerusalén. ¿Por qué no debemos
hacer igual cuando la presencia real de Dios viene a nuestro medio? (Véase también Nehemías 8:6-9,
9:3-5.)

Volviendo al Nuevo Testamento, encontramos el mismo tipo de adoración. Cuando los ciento veinte
creyentes recibieron el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, ellos se regocijaron e hicieron tanto ruido
que pronto una muchedumbre grande se juntó.

Los creyentes llenos del Espíritu estuvieron tan demostrativos que los espectadores pensaron que
estaban embriagados (Hechos 2:13). Todos saben cómo es un hombre borracho. Sin duda algunos de los
creyentes bailaron, algunos gritaron, algunos se rieron, algunos lloraron, algunos se tambalearon, y
algunos parecieron que se habían desmayado. Si hemos recibido el mismo Espíritu, ¿Por qué debe
nuestra experiencia ser diferente?

Este tipo de experiencia sigue ocurriendo. Cuando el hombre cojo fue sanado, entró en el templo
caminando, saltando, y alabando (Hechos 3:8). Cuando Juan vio al Señor en la isla de Patmos, se cayó
como muerto (Apocalipsis 1:17).

Pablo en el camino a Damasco y el carcelero en Filipos ambos temblaron literalmente bajo el poder de la
convicción de Dios (Hechos 9:6, 16:29-30). Cuando Pedro se arrepintió de su negación de Cristo, lloró
amargamente (Lucas 22:62).

El publicano golpeó violentamente su pecho en el arrepentimiento (Lucas 18:13), y una mujer


pecaminosa derramó lágrimas de arrepentimiento, de alegría, y de amor cuando encontró a Jesús
(Lucas 7:37- 47). Pablo lloró sobre las letras de reprensión que tuvo que enviar a las iglesias (II Corintios
2:4).

(También te puede interesar: La alabanza cristiana según las escrituras)

Cuando la iglesia primitiva se reunía, oraron todos juntos en voz alta y el edificio entero fue agitado por
el poder de Dios (Hechos 4:24- 31). En las epístolas, Pablo se refiere a gemir en el Espíritu (Romanos
8:26), orar y cantar en el Espíritu (I Corintios 14:15), y el levantarse las manos (I Timoteo 2:8). Note la
universalidad de este tipo de adoración en la última Escritura, y note su conexión con la santidad.
“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.”
Todos estos ejemplos (y más) demuestran que los adoradores sinceros de Dios expresan sus
emociones libremente. Por supuesto, no cada uno adorará o responderá exactamente de la misma
manera. Algunos demostrarán una emoción más externa, pero cada uno será afectado.

Hay lugar para la libertad y la diversidad de la adoración. Si usted está verdaderamente adorando a
Dios, se expresará cuando Dios le toca, y usted se abstendrá de la demostración excesiva cuando Dios no
está en ella. Si usted está verdaderamente apesadumbrado a causa de sus pecados, usted llorará. Si un
ministro tiene una verdadera carga por las almas perdidas, él verterá lágrimas sobre su ciudad.

Apagando al Espíritu.

No debemos apagar al Espíritu en nuestra adoración (I Tesalonicenses 5:19).

Esto se hace a menudo por la tradición y el formalismo no Bíblico. Algunos adoran libremente durante
cultos de avivamiento pero vuelven de nuevo al formalismo y a apagar al Espíritu el resto del tiempo,
especialmente los domingos en la mañana.

Muchos son limitados por ideas preconcebidas de cómo Dios debe moverse y por los patrones
del sistema de la adoración. Por otra parte, no debemos tratar de forzar un movimiento de Dios o de
conseguir una demostración. Si Dios está en control, todo será hecho para la edificación (I Corintios
14:26). No será hecho en confusión sino en paz, en decencia, y en orden (I Corintios 14:33, 40).

(Te puede interesar: El culto pentecostal)

Un papel del pastor como líder y pastor es de mantener orden en la iglesia y de evitar que la confusión
se presente. No hay lugar para la demostración carnal, la exaltación carnal, o la hipocresía en la
adoración.

La iglesia está designada como el lugar donde encontramos a Dios. Es incorrecto restringir de Dios
nuestras emociones cuando le encontramos. Si la iglesia es un lugar donde los creyentes están llorando,
adorando y alabando, entonces será un lugar donde la gente tendrá un encuentro con Dios y siempre
está recibiendo el Espíritu Santo. La gente raramente recibe las bendiciones o el Espíritu Santo en un
atmósfera fría y formal.
Todo lo que Dios requiere es que usted entregue todo su ser a él en la adoración. Él se encargará del
resto. Deje que el Espíritu en usted haga su voluntad. El Espíritu Santo le ayudará a orar, a llorar, y a
regocijarse. No debemos sentir vergüenza acerca de nuestras emociones— Dios las creó. Deje que Dios
las use.

La clave de entender la adoración en una iglesia llena del Espíritu es esto: “Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (II Corintios 3:17). El Espíritu da a cada uno
de nosotros la libertad de adorar y de responder a la presencia de Dios de nuestra propia manera.

La música en la adoración.

La música puede apartar las preocupaciones y los pensamientos malvados y puede traer la paz, el
ánimo y una proximidad a Dios. Según lo indicado en los Salmos, la música es un medio muy
importante de la adoración (De hecho, el libro fue escrito originalmente como un himnario para Israel.)

Venimos ante la presencia de Dios con regocijo, entramos por sus puertas con acción de gracias, y por
sus atrios con alabanza (Salmo 100). Muchos versículos en los Salmos nos amonestan a adorar con
cantos y con los instrumentos musicales.

El Salmo 150 enumera los siguientes instrumentos usados en la adoración: la trompeta, el salterio (un
instrumento de cuerdas), el arpa, el pandero (pandereta o tambor), el instrumento de cuerdas, el órgano
(un instrumento del viento), el címbalo resonante, y el címbalo de júbilo. Un estudio del Antiguo
Testamento demuestra cuán poderosa puede ser la música cantada y la música instrumental en ayudar
a la gente a adorar y a responder al Espíritu de Dios.

La música de David calmó al rey Saúl y alejó a los espíritus malos que le molestaban (I Samuel 16:23).
Después de que David llegó a ser el rey, él nombró a músicos a ministrar en la casa del Señor (I Crónicas
6:31- 47).

David nombró a los cantantes, músicos del salterio, arpistas, y músicos de los címbalos para alabar al
Señor delante del arca (I Crónicas 15:16). Había cuatro mil músicos incluyendo 288 que estaban
altamente preparados y expertos en el cantar (I Crónicas 23:5, 25:7).

También leemos que Jedutún profetizó con una arpa (I Crónicas 25:3). Más adelante, cuando Salomón
dedicó el templo, él arregló para que las trompetas y los cantantes levantaran sus voces en alabanzas y
acción de gracias, junto con los címbalos y otros instrumentos de música. Cuando hicieron esto todos a
una, la gloria de Dios llenó la casa. Su presencia se manifestó tan fuertemente que los sacerdotes no
podían permanecer parados para ministrar (II Crónicas 5:13-14).

Cuando el rey Josafat de Judá pidió que el profeta Eliseo declarara los consejos de Dios, Eliseo
primeramente pidió un tañedor. “Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano
de Jehová vino sobre Eliseo” (II Reyes 3:15). Entonces, Eliseo podía revelar el plan de Dios que dio la
victoria sobre los Moabitas. Note que primeramente se usó la música para preparar el corazón de
Eliseo y para hacer los preparativos para el movimiento del Espíritu de Dios.

Josafat mismo sabía cuán poderosas podrían ser la adoración y la música. Una vez, cuando él se
enfrentó en una batalla contra Amón y Moab, él nombró a cantantes al Señor para alabar la hermosura
de la santidad. Cuando ellos comenzaron a cantar, el Señor destruyó al enemigo (II Crónicas 20:21-
22). Dios comenzó a moverse cuando su pueblo comenzó a cantar y a adorar.

Volviendo al Nuevo Testamento, encontramos también allí un énfasis fuerte en la adoración


musical. Jesús y sus discípulos cantaron un himno en la última cena (Mateo 26:30). Cuando Pablo y
Silas fueron azotados y encarcelados en Filipos, oraron y cantaron alabanzas a la medianoche. ¿Cuál fue
la reacción de Dios? Él envió un terremoto que los libró y produjo una oportunidad de bautizar al
carcelero.

Pablo nos instruye en varios lugares acerca de cómo adorar a Dios con la música. “Hablando entre
vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones” (Efesios 5:19).

“Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”
(Colosenses 3:16). “Salmos” se refiere indudablemente a las canciones del libro de los Salmos, mientras
que “himnos y cánticos espirituales” se refieren a otras canciones evangélicas.

Para los que no creen en adorar a Dios con regocijo, batiendo las manos, levantando las manos,
danzando, y tocando los instrumentos musicales sería difícil cantar todos los Salmos que recomiendan
estas formas de adoración. Pablo no tenía ninguna duda puesto que su adoración era igual que aquella
descrita en los Salmos.

En otro lugar, Pablo endosa el cantar en el Espíritu (cantar en lenguas) y el cantar con el entendimiento
como parte de la devoción personal (I Corintios 14:15). El cantar debe ser una parte importante de
nuestros cultos y de nuestras vidas diarias (I Corintios 14:26, Santiago 5:13)
Puesto que la música puede ser un elemento tan poderoso de la adoración, debemos tener cuidado de
usarla como adoración y no como entretenimiento en los cultos de la iglesia. Muchos tienen una idea
falsa acerca de la música en la iglesia. Ellos piensan que la iglesia es un escenario, que la congregación es
la audiencia, que los músicos son los actores, y que Dios está entre bastidores dando señales.

Realmente, la congregación debe ser los actores (adoradores), con los músicos dando señales, siendo
Dios la audiencia. Los cantantes y los músicos en la iglesia deben tener dos metas en mente. Su meta
fundamental es de adorar a Dios del corazón, creando la música que a Él le gustará oír personalmente.

La otra función de los cantantes y músicos en la iglesia es la de crear una atmósfera de adoración que
anime a la congregación a adorar y haga fácil que ellos puedan sentir la presencia de Dios. Muchos han
consagrado sus vidas de nuevo y muchos han ido al altar a causa de los cantos ungidos.

Esto significa que los músicos, los cantantes, y los líderes de los cantos tienen una gran responsabilidad.
Pueden hacer que el culto sea bueno o que sea un fracaso. Deben ayunar y orar que Dios los use para
bendecir al culto. Tal como ellos practican y se preparan para presentar un canto hermoso, deben orar
de modo que Dios los unja y los use espiritualmente.

No tenemos necesidad de gente que apenas desea exhibir sus talentos, pero necesitamos a gente que
desea adorar a Dios y que desea inspirar a las audiencias a adorar. Hoy, muchos grupos parecen pulidos
y profesionales, y muchos grupos tienen equipo elaborado. Esto está bien. Sin embargo, si ponen el
entretenimiento encima de la adoración, entonces Dios no está contento.

Me da gusto oír a un grupo que tiene armonía e instrumentación hermosas, pero yo quiero poder
adorar y sentir a Dios mientras ellos cantan. De otro modo, su música puede ser excelente para un
concierto pero no para un culto de adoración de la iglesia donde están en juego las almas.

Los cantantes y los músicos deben ser buenos ejemplos del cristianismo.

Están siendo usados para fomentar la adoración y están puestos como ejemplos a la congregación, y sus
vidas deben reflejar esto. Deben vivir vidas santas de acuerdo con las enseñanzas bíblicas y pastorales.
La congregación debe poder sentir la sinceridad de los cantantes. No hay nada que pueda destruir la
adoración como saber que el cantante realmente no está adorando a Dios, sino está cantando para la
exaltación de sí mismo, o no está viviendo una vida santa.

Tener la oportunidad de cantar y tocar la música en la iglesia es un privilegio.

Si usted tiene talento, entonces debe utilizarlo para Dios. Esto es una manera por medio de la cual le
puede adorar y agradecerle. Por esta razón, los cantantes, los miembros del coro, y los músicos no
deben ser pagados por su iglesia local. Esto les roba su privilegio de adorar a Dios. Por supuesto, un
director que dedica todo o una parte de su tiempo a la música puede recibir un salario, puesto que eso
es su trabajo.

Los cantos congregacionales sí son una forma de la adoración.

Como tal, es una área en la cual debemos ser guiados por el Espíritu. Necesitamos a líderes de cantos
que sienten una carga por cada culto, que están sensibles a la dirección del Espíritu, y que tienen
un talento para dirigir los cantos.

Un momento excelente para la gente de recibir bendiciones es durante los cantos congregacionales. La
tarea del líder de los cantos es de inspirar la adoración, de ayudar a la gente a abrir sus corazones, y
de prepararlos para la predicación de la palabra de Dios.

El líder de los cantos debe sentirse libre para seguir la dirección del Espíritu—a cantar un coro repetidas
veces, a cambiar los cantos, y a cantar un canto que él no había considerado previamente. A veces Dios
usa un canto particular en un culto particular para alcanzar a un individuo o para abrir paso para el
movimiento del Espíritu Santo.

El líder de los cantos tiene que ser sensible para discernir cuando Dios desea hacer esto. Él debe ser
preparado para el culto, pero también debe estar listo a cambiar sus planes. Por supuesto, debe trabajar
de cerca con el pastor y bajo su dirección.

A menudo cantamos coros breves y simples. La razón es que son fáciles de entender y de aprender; y la
congregación puede concentrarse en Dios en vez de la lectura de un libro. Es útil tener una variedad de
tales cantos, porque pueden crear las atmósferas conducentes a diversos tipos de cultos. Es fácil evocar
la adoración verdadera con tales cantos.
Hay muchos diversos tipos de cantos que son apropiados para la adoración. Variarán dependiendo del
espíritu del culto, las necesidades de la congregación, y el fondo cultural de la congregación. Una
congregación que incluye a gente de varios fondos y culturas debe tener un programa musical que
resuelva las necesidades y los gustos de todos. Debe haber una variedad de estilos en tal caso.

Hay momentos de cantar un nuevo canto al Señor (Salmo 96:1). Debemos reconocer que algunos cantos
no tienen atractivo para nuestro gusto musical personal pero tienen atractivo para otros y son formas
válidas de la adoración.

Lo más importante para los ejecutantes es de adorar sinceramente y, para la congregación, es de sentir
el Espíritu de Dios. Algunos estilos de cantar son buenos para ciertos grupos culturales, pero otros que
los usan pueden parecerse insinceros, fuera de lugar, o aun absurdos.

Hay una excepción en permitir una variedad de estilos musicales en los cultos de adoración. No
debemos usar la música que tiene atractivo directa y primordialmente para la naturaleza sensual o
carnal del hombre. Al hacer esta declaración estamos refiriéndonos principalmente a la música “hard
rock.” No decimos esto simplemente porque es personalmente desagradable o porque es popular en el
mundo.

La mayoría de los cantos a través de la historia de la iglesia han seguido hasta cierto punto los estilos
musicales de los tiempos. Separamos a la música “rock” porque la música misma despierta tan fácil-
mente las emociones y los deseos que son incompatibles con la adoración y la alabanza.

La música moderna.

Aparte de la música como una forma de la adoración, ¿Qué dice la santidad acerca del tema de la
música en general? Ciertamente, un cristiano puede gozarse de los cantos y de la música que no está
orientada religiosamente.

Hay muchas diversas clases de música a escuchar y a tocar. A la vez, no toda la música es permisible si
un cristiano quiere mantener la santidad. De nuevo, aquí es donde debemos confiar en las convicciones
personales y en el poder de la convicción del Espíritu Santo. Somos templos del Espíritu Santo, y no
deseamos llenar nuestros oídos de basura.
Básicamente, una canción puede ser impía debido a las palabras o debido a la música
misma. Cualquier tipo de canción puede ser impía si las palabras son malas. Esto es un problema con
todos los tipos de la música moderna.

A menudo la música moderna es hermosa, pero las palabras son muy sugestivas. Muchas de las
canciones hablan mucho de los temas malsanos tales como el adulterio, la fornicación, el divorcio, y el
beber.

La música “rock” se conoce por su glorificación no tan sutil del sexo, de las drogas, de la rebelión, del
misticismo, y aun del satanismo. Aunque a usted le gustan algunos de estos estilos musicales, no puede
seguir siendo santo si escucha continuamente las canciones que tienen palabras impías.

Yo he visto a jóvenes a quienes les gustaba una melodía tanto que ellos escucharían o aún cantarían, un
canto que obviamente se trataba de la fornicación, del adulterio, o del uso de las drogas. Ellos estaban
actualmente glorificando y adorando a aquellas cosas aunque realmente no tenían la intención de
hacerlo.

Las palabras tendrán un efecto, aunque sea solamente subconscientemente. ¿Cuántas veces se ha
repetido una canción vez tras vez en su mente y parecía que no podía olvidarse de ella? Qué gran
bendición usted puede recibir si es un canto de alabanzas, pero cuán peligroso puede ser si el canto no
es bueno.

El mensaje está siendo arraigado en su mente y en su alma para surgir en épocas de debilidad y de
tentación. Si usted está escuchando la radio y una canción sale que glorifica el pecado, la opción segura y
santa de hacer es apagar la radio.

Una cierta música puede inspirar el mal, no solamente por medio de las palabras sino por medio de la
misma música. Tal es el caso con el “hard rock.” La música “rock” y de la discoteca causan cambios
fisiológicos en el cuerpo humano, afectando tanto las glándulas pituitarias como las glándulas sexuales.

El ritmo pesado agita las emociones, especialmente el impulso sexual. El efecto de la música “hard rock”
es de aumentar la tensión, la desorientación, y la pérdida del dominio propio. Para probar esto,
solamente observe las acciones de una audiencia en un concierto de la música “rock,” los movimientos
de los bailadores a la música “rock” o a la música de la discoteca, y la adulación loca de los jóvenes
aficionados de la música “rock.”
Compare el ritmo de la música “rock” al ritmo usado por los practicantes del vudú, los adoradores de
Satanás, y los idólatras en las partes alejadas del mundo. Hay una semejanza fuerte, que no es raro
puesto que todos son usados por Satanás. Si esto es así pues, ¿Cómo podemos usar la música “hard
rock” y de la discoteca para adorar a Dios? La gran mayoría de las veces, excitará a los oyentes
físicamente y psicológicamente, pero no de una manera piadosa.

En relación con este tema, un libro excelente de leer es El Día Que Se Murió La Música, por Bob
Larson quien era un músico profesional de la música “rock.” En el libro, el autor discute los varios efectos
físicos, mentales, y espirituales de la música “rock,” así como la influencia de las palabras y las formas de
vida de los ejecutantes. Él describe algunos de los grupos principales de la música “rock” y también tiene
un capítulo acerca del bailar.

Hemos visto que la música se puede usar para la adoración y para el placer personal. En cultos de la
iglesia, debemos tener cuidado de enfatizar su papel como adoración en vez del entretenimiento. En
nuestras vidas personales debemos protegernos contra la inmundicia del mundo que puede entrar por
medio de ciertas clases de música.

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