[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas19 páginas

Teoría Del Proceso

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas19 páginas

Teoría Del Proceso

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 19

Universidad Mariano Gálvez de Guatemala.

Centro Universitario San Juan Sacatepéquez.


Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Curso: Teoría general del proceso.
Lic. Mario Mayorga.

LA PRUEBA

Fecha de entrega: viernes 12 mayo de 2023.


Gabriela Lisseth Gómez Chitay.
7551-22-19616
INTRODUCCIÓN

La Prueba es un estado de cosas, susceptible de comprobación y contradicción, que tiene lugar


en el proceso de conformidad con la ley, para producir convencimiento, no solo en el juez, sino en
las partes y en el público, sobre la veracidad o falsedad de los hechos del proceso y,
consiguientemente, para sustentar las decisiones. Es la actividad necesaria que implica demostrar
la verdad de un hecho, su existencia o contenido según los medios establecidos por la ley recae
sobre quien alega algo, ya que el principio establece que quien pide debe probar.
LA PRUEBA

❖ DEFINICIÓN
Sentís Melendo nos enseña que prueba deriva del término latín probatio, probationis, que
a su vez procede del vocablo probus que significa bueno. Por tanto, lo que resulta probado
es bueno, se ajusta a la realidad, y probar consiste en verificar o demostrar la autenticidad
de una cosa.

La prueba, en Derecho, es la actividad necesaria que implica demostrar la verdad de un


hecho, su existencia o contenido según los medios establecidos por la ley recae sobre quien
alega algo, ya que el principio establece que quien pide debe probar. El que afirma algo
debe acreditarlo mediante un hecho positivo, si se trata de un hecho negativo el que afirma
deberá acreditarlo mediante un hecho positivo.

En síntesis, la obligación de probar dependerá de la situación adquirida por las partes en


un proceso. Cada una de ellas deberá probar los hechos sobre los que funda su defensa,
la prueba se podría definir como la actividad de las partes dentro de un proceso judicial o
procedimiento administrativo dirigida a convencer al juez o al administrador de la veracidad
de unos determinados hechos que se afirman existentes en la realidad.

Probar es una actividad que se desarrolla no solo en el contexto de un proceso judicial. En


efecto, en el día a día los seres humanos se ven ante la necesidad de probar sus
afirmaciones o negaciones. Es así como la palabra “prueba” es utilizada no solo en el
campo jurídico, sino en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Es un concepto que trasciende del Derecho, pues, como indica Serra Domínguez (1991),
la imperfección y limitaciones del ser humano hacen necesaria una continua comprobación
de las distintas afirmaciones que son sometidas a consideración del propio hombre.

En cuanto al uso del término en el lenguaje común (refiriéndose al que excede del campo
jurídico), es Carnelutti (1982) quien señala que “probar” significa demostrar la verdad de
una proposición afirmada, y que “prueba” se usa como comprobación de la verdad de esa
proposición.

En lo que respecta al ámbito jurídico, ha quedado previamente establecida la importancia


que la prueba tiene en el proceso. A partir de ello, resulta pertinente referirse al carácter
eminentemente procesal del Derecho probatorio, entendido como el conjunto de principios
y normas jurídicas que se ocupan de la prueba como actividad inmersa en la dinámica del
proceso, siendo precisamente en este, y no fuera de él, que aquella actividad cumple su
finalidad.

En tal sentido, explica Ramos Méndez (2008) que el legislador de finales del siglo XIX trató
de distinguir las reglas del procedimiento probatorio, comprendidas en la ley procesal, de
las reglas de valoración de la prueba, contenidas en leyes sustantivas; sin embargo, estas
últimas solo tenían razón de ser en un juicio. Lo lógico, por ende, era unificar el tratamiento
de la prueba en el campo donde cobran su verdadera razón de ser: el de los juicios,
debiendo recogerse su regulación, en concordancia con su naturaleza, en normas
procesales, como hasta el momento se ha intentado hacer.
la palabra prueba 'tiene en el mundo jurídico procesal, diferentes acepciones; y que
debemos conocerlas para poder utilizarlas adecuadamente:
- Elemento de prueba, es el dato objetivo que se incorpora legalmente al proceso, capaz
de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación
delictiva y de las circunstancias para la individualización de la pena.
- Objeto de prueba, es aquello que puede ser probado, aquello sobre lo cual debe o puede
recaer la prueba. El tema probatorio, aquello que se pretende conocer mediante un
medio de prueba, la materia sobre la cual recae la prueba; que, en el procedimiento,
debe tener una relación directa o indirecta con el objeto del proceso.
- Órgano de prueba es el sujeto que porta un elemento de prueba y lo transmite al
proceso.
- Medio de prueba es el procedimiento establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso
del elemento de prueba en el proceso.

 LA PRUEBA COMO ACTIVIDAD HUMANA: SU CARÁCTER METAJURÍDICO


Desde esta perspectiva algunos autores distinguen entre la denominada prueba social y la
prueba jurídica. En nuestra opinión, esta distinción sólo tendría validez si no implica, a su
vez, una diversidad en cuanto a la esencia o naturaleza de la prueba, que es siempre la
misma. Lo característico de la prueba jurídica es que en ella los procedimientos,
mecanismos y medios a través de los cuales se desarrolla la actividad probatoria, en el
seno de un proceso, vienen determinados y regulados por las leyes.
La prueba, por tanto, es algo distinto de la averiguación o investigación; para probar es
necesario previamente investigar, averiguar, indagar. La averiguación es siempre anterior
en el tiempo a la prueba; se investigan y averiguan unos hechos para poder realizar
afirmaciones en torno a los mismos, y una vez hechas tales afirmaciones es cuando tiene
lugar la prueba de estas, es decir, la verificación de su exactitud. Vemos como siendo
necesaria tal investigación, la misma no forma parte del fenómeno probatorio.

❖ IMPORTANCIA Y PROBLEMÁTICA DE LA PRUEBA


Debemos recordar que el proceso se ha constituido en el único instrumento por medio del cual
la jurisdicción se cumple. De esa cuenta es pertinente recordar que después de la etapa de
afirmaciones (demanda y contestación de la demanda), viene la etapa probatoria o de
confirmación, en la que las partes tienen la carga de acreditar sus proposiciones de hecho, ya
que con base en dichas acreditaciones el juez de la causa dictará sentencia. Es decir, que no
basta afirmar la necesidad de tutela jurisdiccional, sino que es indispensable incoar el
procedimiento correspondiente y en él, acreditar los extremos de la demanda. Es oportuno
consignar el viejo adagio de que tanto vale no tener un derecho, cuanto no poder probarlo, ya
que "la administración de justicia sería imposible sin la prueba, lo mismo que la prevención de
los litigios y de los ilícitos penales; no existiría orden Jurídico alguno" (Devis Echandía). De
donde se desprende · la importancia de la fase probatoria, sin la cual el juzgador no estaría en
condiciones de tutelar el derecho cuya violación o desconocimiento se reclama.
Al abordar el tema de la prueba, nos enfrentamos con los siguientes problemas: Qué es la
prueba, qué se prueba, quién prueba y cuál es el valor de la prueba. Y si queremos saber:
• Qué es la prueba, ello nos plantea el concepto de la prueba.
• Qué se prueba nos deriva al problema del objeto de la prueba. Quién prueba, nos conduce al
tema carga de la prueba. Cómo se prueba nos plantea el problema del procedimiento de prueba.
• Cuál es el valor de la prueba, nos deriva al. tema de valoración de la prueba. Lo anterior nos
pone en evidencia, la importancia de determinar, desde el punto de vista doctrinario, el concepto
de prueba, a fin de comprender de qué estamos hablando. En segundo lugar, delimitar los
conceptos de objeto de la prueba, y su división en objeto abstracto y objeto concreto o tema de
la prueba, así como su contenido y concretar sus diferencias; sin olvidar la determinación de a
quién le corresponde acreditar sus afirmaciones de hecho, y cuál es el procedimiento probatorio
y por último cómo se apreciarán las pruebas que han sido incorporadas al proceso. Lo anterior
sin olvidar la determinación del cómo enfocan el tema las legislaciones civil, penal, contencioso
administrativo y laboral de nuestro país. Temas que se abordarán a continuación.

❖ EL OBJETO DE LA PRUEBA

El objeto de la prueba, indica Devis Echandía (2002), tiene relación con aquello que puede ser
probado en general, noción abstracta y objetiva, sin limitarse a los problemas concretos de cada
proceso. El tema o necesidad de la prueba, por el contrario, es eso que en la causa específica
requiere ser probado, ese elemento fáctico en particular que constituye el presupuesto de la
vida real concebido en la norma, sin cuya constatación el juez no puede resolver en congruencia
con esta. También es, según el autor, una noción objetiva, pues no configura en sí el sujeto que
debe suministrar la prueba, pero es concreta, al recaer sobre unos determinados enunciados
de hecho.

En un primer acercamiento, se consideran como objeto de la prueba tan solo los elementos
fácticos alegados por las partes en el proceso, en tanto que el Derecho, en orden al principio
iura novit curia (el juez conoce el Derecho), no requiere de prueba, salvo en lo que concierne
al derecho extranjero, cuyo conocimiento no es obligatorio para los tribunales nacionales,
debiendo proponer, la parte que invoque su aplicación, la prueba pertinente sobre su contenido
y vigencia.

Ahora bien, señala Carnelutti (1982, p. 40), puntualmente, que el objeto de la prueba no son los
hechos, propiamente dichos, sino las afirmaciones, “las que no se conocen, pero se
comprueban, mientras que aquellos no se comprueban, pero se conocen”.
Los hechos, como fenómenos exteriores al hombre, según aclara Serra Domínguez (1969, p.
359), son de una forma solamente y, como tales, no requieren prueba; “lo que requiere ser
probado son las afirmaciones relacionadas con esos hechos”.

Un hecho existe o no, ha ocurrido o no, pero no es verdadero ni falso, no es exacto ni inexacto,
y una vez sucedido no puede probarse, pues resulta imposible, al ser parte del pasado,
reproducirlo, pudiendo tan solo reconstruirlo mentalmente a partir de la prueba incorporada al
proceso. De lo que cabe hablar, en todo caso, en términos de prueba, es de los enunciados, es
decir, de la afirmación o la negación del hecho.

Sobre estas ideas, la explicación que presenta Sentís Melendo (1979, p. 12) resulta
esclarecedora, al señalar: “[…] no es raro, y hasta es lo corriente, que se nos diga: se prueban
hechos. No. Los hechos no se prueban; los hechos existen. Lo que se prueba son afirmaciones,
que podrán referirse a hechos”.

Así, para Climent Durán (2005), la valoración probatoria consiste en la comparación entre las
afirmaciones básicas o iniciales, formuladas por las partes, y las afirmaciones instrumentales
obtenidas de los medios de prueba; el análisis permitirá al juez comprobar si las últimas
corroboran o no las primeras.

Por su parte, Serra Domínguez (1969) con suma claridad explica que corresponde a las partes
proporcionar al juez esas afirmaciones instrumentales, empleando los distintos medios de
prueba, sobre los hechos que fundan el conflicto, es decir, sobre las afirmaciones (o
enunciados) iniciales. El juzgador procede entonces a depurar las afirmaciones instrumentales,
que la mayoría de las veces adolecen de parcialidad, las valora críticamente y fija sobre ellas
sus propias afirmaciones. Se realiza así la labor de comparación entre las afirmaciones iniciales
y las instrumentales, de manera que en los puntos en que coincidan admitirá las primeras, con
el objeto de fijar el supuesto de hecho del fallo; y en caso de no coincidir, por tener las
afirmaciones instrumentales signo contrario a las iniciales, rechazará estas últimas.

En definitiva, objeto de la prueba son las afirmaciones o negaciones sobre los hechos, los
enunciados sobre estos, los que el juzgador habrá de comparar con esas otras afirmaciones
proporcionadas mediante la actividad probatoria practicada, para así formar su convicción
respecto de aquellas, concluyendo si acaecieron o no en la realidad.
❖ LA PRUEBA JUDICIAL
Actividad probatoria que lleva a cabo el juez, cuando para el esclarecimiento y apreciación de
los hechos lo estime necesario o conveniente, y que consiste en el examen por sí mismo de
algún lugar, objeto o persona. Para la realización de actividad probatoria, las partes, sus
procuradores y abogados podrán concurrir al reconocimiento judicial y hacer al tribunal, de
palabra, las observaciones que estimen oportunas.
❖ CLASES DE PRUEBA
Prueba ilegal
El término ilegal se define según Ossorio, como contrario a la ley. Prohibido por ella. Delictivo,
aunque el delito constituya, en realidad adaptación a la ley penal en la figura tipificada. Según
Miranda Estrampes por prueba ilegal debe entenderse aquella obtenida y/o practicada con
vulneración de derechos fundamentales. En concreto la ilegalidad de la prueba se refiere a la
violación de los derechos y principios constitucionales y tratados internacionales sobre los
Derechos Humanos, que ahora tienen mayor valor que la Constitución, lo mismo que tienen
como fin la defensa de la dignidad de las personas, que si lo vemos desde otro punto de vista
la prueba ilegal penal es la obtenida con violación de la dignidad humana.
Prueba irregular
El término irregular se define según Ossorio como contrario a regla, norma o principio. Según
Miranda Estrampes, prueba irregular: es aquellas en cuya obtención se ha infringido la legalidad
ordinaria, y/o se ha practicado sin las formalidades legalmente establecidas para la obtención
y práctica de la prueba, esto es aquella cuyo desarrollo no se ajusta a las previsiones o al
procedimiento previsto en la ley”. Pruebas obtenidas o practicadas con infracción de los
derechos fundamentales de las personas, como lo son las pruebas de carácter inconstitucional.
Dentro de este tipo de pruebas, Serra Domínguez, distingue entre aquellas pruebas cuya
realización es por sí mismo ilegal y aquellas pruebas obtenidas ilícitamente, pero incorporadas
al proceso en forma licita.
Prueba ilícita
Es aquella que atenta en contra de la dignidad humana, es necesario recordar que la
Constitución Política de la República de Guatemala, establece que el estado debe velar por la
dignidad de las personas, y los derechos individuales que sean inherentes como fundamento
del orden político y de la paz social. El autor Montón Redondo, define a la prueba ilícita, como
aquella que se encuentra afectada por una conducta dolosa en cuanto a la obtención, es decir,
aquella que ha sido obtenida de forma fraudulenta a través de una conducta ilícita Devis
Echandía, define las pruebas ilícitas diciendo que son aquellas que están expresa y tácitamente
prohibidas por la ley, que atentan contra la moral y las buenas costumbres del medio social, o
coartara la dignidad y libertad de las personas humanas, a tal extremo que violan sus derechos
fundamentales que la propia Constitución y la ley le amparan.
❖ DIFERENCIAS DEL OBJETO DE LA PRUEBA EN ABSTRACTO Y CONCRETO
La mayoría de los autores que han abordado dicha temática, dividen el objeto de la prueba
desde dos puntos de vista: del punto de vista abstracto (es decir referido a todos los procesos,
en general) y desde el punto de vista concreto, (es decir, referido a un proceso en particular).
El objeto de la prueba judicial es factible mirarlo desde dos puntos de vista:
A) Abstracto: Todo lo que puede probarse en términos generales en cualquier proceso (penal,
civil, laboral, etc.)
B) Concreto: es lo que puede y debe probarse en un proceso determinado, si lo que se desea
es un fallo favorable; por lo cual su ámbito es reducido y limitado a la cuestión litigiosa. También
se le denomina "tema de prueba" o "thema probandu'm".
Diferencias entre el objeto de la prueba en abstracto y en concreto
1. La doctrina está unificada en considerar que Objeto de la Prueba, es todo lo que es
susceptible de probarse. Y Objeto de la Prueba Judicial, todo lo que es susceptible de probarse
en un proceso.
2. Debemos entender por Objeto de la Prueba en abstracto, lo que puede probarse en todo
proceso. Así mismo, debemos entender como objeto de la prueba en sentido concreto o Tema
(necesidad) de la Prueba, lo que en cada proceso debe ser: materia de la actividad probatoria,
esto es, los hechos sobre los: cuales versa el debate o la cuestión voluntaria planteada y que
deben probarse.
3. Derivado de lo anterior, podemos indicar que el objeto de la prueba en abstracto responde a
¿qué puede probarse? referido a todo proceso. Y que el objeto de la prueba en concreto o
Tema (necesidad) de la prueba responde a ¿qué debe probarse? circunscrito a un proceso en
particular.
4. El objeto de la prueba, constituido, como hemos visto, por los hechos afirmados por las partes
(en los ramos civil y laboral) y el Ministerio Público, en su caso (en el orden penal) deben ser
oportunamente alegados en la demanda y en la contestación de la demanda, así como en la
acusación, respectivamente.
5. Los hechos para estar en la categoría de objeto de la prueba judicial, deben ser controvertidos
(es decir, afirmados por una parte y no aceptados por la otra), pues como hemos visto, los
aceptados por las partes no deben probarse.

❖ LOS HECHOS QUE CONSTITUYEN EL OBJETO DE LA PRUEBA O QUE


NECESITAN PROBARSE
Hechos afirmados y controvertidos
Conforme a nuestro Código Procesal Civil y Mercantil, en la demanda se deben fijar con claridad
y precisión los hechos en que se funde (art. 96), estableciéndose que la contestación de la
demanda debe llenar los mismos requisitos (art. 118); es decir que en ésta también deben
fijarse con claridad y precisión los hechos en que se funde.
El artículo 332 del Código de Trabajo nos refiere que toda demanda debe contener ... c) relación
de los hechos en que se funda la petición; ... y e) enumeración de los medios de prueba con
que acreditarán los hechos ... Por su parte el Código Procesal Penal, se refiere a hechos, en
las t:1ses de la acusación, de emisión del auto de apertura a juicio y en el debate. Veamos: El
artículo 332 bis, nos refiere que la Acusación cuando se formule debe contener:
1) La relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye y su
calificación jurídica. En el auto de apertura, si el juez decide admitir la acusación formulada por
el Ministerio Público y abrir el juicio, la resolución que así lo decida debe contener 2) Las
modificaciones: con que admite la acusación, indicando detalladamente las circunstancias de
hecho omitidas, que deben formar parte de ella. 3) La designación concreta de los hechos por
los que no se abre el juicio, cuando la acusación ha sido interpuesta por varios hechos y el juez
sólo la admite parcialmente .Por su parte, el artículo 370, al referirse a las declaraciones del
acusado en el debate propiamente dicho, prescribe que "Después de la apertura del debate o
resueltas las cuestiones incidentales, el presidente le explicará (al procesado) con palabras
claras y sencillas el hecho que se le atribuye ... "; y el artículo 373 del mismo cuerpo legal, al
referirse a la ampliación de la acusación prescribe que "Durante el debate, el Ministerio Público
podrá ampliar la acusación, por inclusión de un nuevo hecho o una nueva circunstancia que no
hubiere sido mencionada en la acusación o en el auto de apertura del juicio y que modificare la
calificación legal o la pena del mismo hecho objeto del debate o '"integrare la continuación
delictiva". De donde se desprende que nuestra legislación procesal se refiere a hechos y no a
afirmaciones. De lo regulado por nuestra legislación, podemos afirmar que estamos en
presencia de hechos alegados (los que fueron afirmados en los escritos constitutivos de
demanda, reconvención y sus contestaciones). Y controvertidos, es decir afirmados por · una
parte y negados o desconocidos por la otra, generalmente estos son objeto de prueba. En
principio, sólo los hechos afirmados por los litigantes pueden constituir objeto de prueba; pero
aquellos deben s.er, además:
a) controvertidos, o sea, afirmados por una de las partes y desconocidos o negados por la otra
(afirmación unilateral).
b) Conducentes para la decisión de la causa. Puede suceder en efecto que un hecho haya sido
afirmado, pero que carezca de relevancia para resolver las cuestiones sobre las cuales versa
la litis. Adicionalmente debe tomarse en cuenta que "No debe admitirse prueba de hechos que
no hayan sido articulados en la demanda y en la contestación de la demanda, porque eso
importaría modificar los términos de la litis en la relación procesal'' (Alsina).

❖ LA CARGA DE LA PRUEBA
Cuando se hace referencia a la carga de la prueba se trata de determinar a cuál de las partes
que actúan en el proceso (el actor o el demandado) le corresponde producir la prueba de los
hechos que han sido materia de debate. Al ser carga, es un imperativo del propio interés. De
esa cuenta, el demandante cuando plantea su demanda y el demandado cuando la contesta en
sentido negativo, deben tener claro qué hechos tienen que probar y por qué medios lo van a
lograr y las consecuencias de su falta de probanza. ¿Por qué es importante determinar a quién
corresponde la carga de probar sus afirmaciones de hecho? Sencillamente porque si la parte
que afirma ciertos hechos no acredita sus afirmaciones, la pretensión (actor) o excepción
(demandado) que ha planteado será desestimada. Recordemos que en el Derecho Romano
cuando el juez no tenía claro cómo habían sucedido los hechos: que .se sometían a su
consideración, por falta de pruebas, podía emitir un non lique, es decir absolver de la instancia,
sin pronunciarse sobre el fondo del asunto. Actualmente eso no es posible, juez a la luz del art.
15 de la LOJ, el juez tiene el deber de emitir sentencia sobre el fondo del asunto. De esa cuenta
la doctrina de la carga de la prueba, la mayoría de los autores que abordan el tema consideran
que en relación con los sujetos que participan en ella, produce dos efectos:
1. En relación con el juez, al momento de tener que dictar sentencia le indica a quién
correspondía probar determinado hecho y en consecuencia a quién debe perjudicar la ausencia
de prueba.
2. En relación con las partes, para que tengan conocimiento a quién corresponde acreditar
determinado hecho, pues de lo contrario sufrirán las consecuencias de su inacción. Derivado
de lo anterior se aprecia que la regla de' la carga de la prueba, se presenta en diferentes
momentos y con un doble enfoque: a priori para las partes, quienes tienen la carga de probar
sus afirmaciones. Es decir que el actor y el demandado analizan qué es lo que tienen que
probar, en su momento procesal (demanda y contestación de la demanda). A posteriori, le.
corresponde al juez, cuando va a pronunciar sentencia, analizar si los hechos afirmados fueron
acreditados; si dictará sentencia condenatoria, si no analizará a quién correspondía probar, sólo
ante ausencia insuficiencia de prueba.

❖ DEFINICIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA y CRITERIOS DE DISTRIBUCIÓN


DE LA CARGA DE LA PRUEBA.
En el orden penal, el art. 181 del CPP prescribe que "Salvo que la ley penal disponga lo
contrario, el Ministerio Público y los tribunales tienen el deber de procurar, por sí, la averiguación
de la verdad mediante los medios de prueba permitidos y de cumplir estrictamente con los
preceptos de este Código. Durante el juicio, los tribunales sólo podrán proceder de oficio a la
incorporación de prueba no ofrecida por las partes, en las oportunidades y bajo las condiciones
que fija la ley".
El art. 126 del CPCYM indica que "Las partes tienen la carga de demostrar sus respectivas
proposiciones de hecho. Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos de su
pretensión; quien contradice la pretensión del adversario, ha de probar; los hechos, extintivos
o las circunstancias impeditivas de esa pretensión. Sin perjuicio de la aplicación de las normas
precedentes, los jueces apreciarán de acuerdo con lo establecido en el artículo siguiente, las
omisiones o las deficiencias en la producción de la prueba".
La ley de Guatemala plantea una ecuación simple en cuanto a la carga de la prueba, pues
remite a cada parte a probar lo que pretende. Sin embargo, la doctrina establece la carga
dinámica de la prueba, acotando que la verdadera carga de la prueba surge al momento de que
no hubieren medios ni elementos suficientes para probar los extremos del litigio, pues cuando
llegado el momento de dictar sentencia, el juez debe valorar y encontrar los medios de prueba
que cada parte planteó y qué hechos le correspondía probar a cada una de ellas para evitarse
consecuencias desfavorables, entonces el juez decidirá conforme a qué debía probar cada
quien. Ahora bien, si las partes logran acreditar y lograr el convencimiento del juez, no surge el
problema de la carga de la prueba y determinar a qué parte le corresponde cada hecho.

❖ MEDIOS DE PRUEBA

Los medios de prueba varían según la legislación de cada país. En los países con libertad
probatoria amplia, las leyes permiten que se pueda probar cualquier hecho a través de cualquier
medio que esté a su alcance, en cuyos casos las leyes no enumeran exhaustivamente a los
medios de prueba, pudiendo las partes procesales probar los hechos de cualquier manera
posible e idónea, mientras que en los países con libertad probatoria restringida se permite que
se puedan probar los hechos solamente a través de los medios de prueba que están
expresamente establecidos en la ley.

En Ecuador y en la mayoría de los países de Latinoamérica, la ley procesal enumera


exhaustivamente a los medios de prueba, y son los siguientes:

MATERIA CIVIL

• Declaración de parte o confesión judicial: Consiste en la declaración que hace el actor o el


demandado a pedido de la otra parte. Forma parte de este medio de prueba el juramento
decisorio que es la declaración que hace el mismo requirente respecto de las preguntas
que hizo a la otra parte en la declaración de parte.
• Declaración de testigos: Consiste en la declaración que hace un tercero ajeno al litigio sobre
un hecho.
• Prueba documental: Los documentos pueden ser públicos cuando han sido emitidos o
autorizados por autoridad en uso de sus funciones, o privados cuando han sido suscritos
por particulares o autoridad pública que no haya estado en el uso de sus funciones.
• Inspección judicial: Consiste en la verificación personal que hace el juez del bien materia
de litigio.
• Dictamen de peritos: Consiste en la verificación de los hechos, objeto o circunstancias del
litigio realizado por un experto en el tema.
• Informes de traductores: Consiste en la traducción de un documento o de un testimonio.

MATERIA PENAL

 Declaración de testigos: Al igual que en materia civil, declarara un tercero ajeno al proceso.
Los familiares del procesado no pueden ser obligados a declarar en su contra.
 Declaración del procesado: Esta declaración debe ser voluntaria, espontánea y sin
juramento. El procesado no puede ser obligado a declarar en contra de sí mismo.
 Declaración de la víctima: Es la declaración que hace la víctima. Se debe evitar la
revictimización.
 Dictamen de peritos.
 Informes de traductores.
 Prueba documental: En este caso no puede obligarse al procesado a reconocer
documentos.

CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRUEBA.

a) Pruebas orales y escritas. Pruebas orales son aquellas que consisten en declaraciones
hechas ante el juez: por ejemplo, testigos, confesión judicial. Pruebas escritas son aquellas
que consisten en instrumentos que emanan de las partes o de terceros.

b) Pruebas preconstituidas y pruebas a posteriori o simples. Pruebas preconstituidas son


las que se crean de antemano, antes que haya litigio: escritura pública, por ejemplo. Teoría
de la Prueba – Juan Andrés Orrego Acuña 6 Pruebas a posteriori o simples, son las que
nacen durante el curso del juicio: por ejemplo, prueba testifical.

c) Prueba plena y prueba semiplena. Prueba plena es la que basta por si sola para
establecer la existencia de un hecho: escritura pública, confesión judicial de parte, por
ejemplo. Prueba semiplena es la que por sí sola no basta para establecer la existencia de
un hecho: por ejemplo, prueba testifical

❖ LA PRUEBA EN EL PROCEDIMIENTO INQUISITIVO


En lo penal los tratadistas indican que, si el procedimiento es inquisitivo, la doctrina de la carga
de la prueba no tiene aplicación, en virtud de que el juez tiene el deber de hacer acopio de los
medios de prueba, con lo cual libera a las partes de su parga procesal. "En un sistema que
admitiese la investigación de oficio de la verdad de los hechos, el reparto de la carga de la
prueba no tendría razón de ser". (Chiovenda).
Respecto al sistema acusatorio, Jairo Parra, considera que "Si el Código está informado por el
principio acusatorio, no podría afirmarse que la fiscalía resulte estimulada por la carga para
demostrar determinados hechos que, de no aparecer probados, le causarían perjuicio procesal
a esta parte. La actividad de mal o de descuidado probador, no la sufre la fiscalía, como sí la
parte en el proceso. Cuando en lo civil existe duda sobre la existencia de un hecho, el juez
recurre al sucedáneo de prueba: la carga; en cambio en materia penal, la duda la resuelve a
favor del reo ¿de dónde entonces, puede salir la aplicación de la carga de la prueba en materia
penal? Es mejor hablar de la presunción de inocencia y mientras en el proceso no se demuestre
la responsabilidad de la persona, ésta es inocente, sin que soporte ninguna carga, lo que no
impide que pueda colaborar para esclarecer los hechos".
Efectivamente, en un procedimiento penal inquisitivo la institución de la carga de la prueba no
es aplicable, pues el deber, de búsqueda de la verdad es un deber del juez, que a la vez acusa,
investiga y juzga. Sin embargo, en un sistema acusatorio, como el nuestro, en donde la función
de acusar corresponde al Ministerio Público, por supuesto que tiene la carga de demostrar los
hechos constitutivos de la acusación. Obviamente la carga de la prueba se encuentra bastante
limitada, pues el acusado está.
Beneficiado por los principios de inocencia, en caso de que el Ministerio Público o el querellante
adhesivo no hayan aportado pruebas concluyentes en su contra. Sin embargo, el acusado sí
tiene la carga de la prueba de las circunstancias que eximen de responsabilidad penal (causas
de inimputabilidad, de justificación, de inculpabilidad y circunstancias atenuantes). Debemos
observar que hay autores que cuestionan la carga de la prueba en el proceso penal indicando
que la función del Ministerio Público no constituye una carga procesal, sino que es un deber.
En abono a esta posición podría argumentarse que el art. 181 del CPP indica que es deber del
Ministerio Público el de procurar, por sí, la averiguación de la verdad mediante los medios de
prueba permitidos.
❖ INVERSIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA
Montero Aroca nos dice que una de las expresiones más usadas en la doctrina es la de la
inversión de la carga de la prueba, si bien, de momento la misma carece de precisión técnica.
Normalmente se afirma que al actor corresponde probar los hechos constitutivos que alega y al
demandado los hechos impeditivos, extintivos y excluyentes que opone a la pretensión
formulada en su contra. Y estaríamos en presencia de la inversión de la carga de la prueba
cuando el principio antes citado es trastocado; es decir, que existe una norma que establece
una distribución de la carga de la prueba diferente a la norma antes citada, y que dice que le
corresponde probar a la parte a la que normalmente no le corresponde hacerlo, sino a la que
no está afirmando hechos constitutivos.
En el derecho laboral todos los autores inexorablemente tablan de la inversión de la carga de
la prueba, la cual, según Mario López Larrabe "encuentra su fundamento en dos razones que
guardan entre sí mucha relación: por un lado, el principio tutelar de los trabajadores que informa
a la disciplina y por. el otro, el principio cada vez más generalizado en la teoría procesal,
consistente en que la carga de la prueba debe atribuírsele a la parte que esté en mejores
condiciones para rendirla". A falta en nuestro Código de Trabajo de disposiciones generales
que regulen la prueba, en aplicación de lo dispuesto por el art. 326, debe aplicarse lo dispuesto
por el 126 CPCYM. En ese sentido: Las partes tienen la carga de demostrar sus respectivas
proposiciones de hecho. Quien pretende algo- ha de probar los hechos constitutivos de su
pretensión. Quien contradice la pretensión del adversario ha de probar los hechos extintivos o
las circunstancias impeditivas de esa pretensión.
❖ NUEVAS DOCTRINAS DE LA CARGA DE LA PRUEBA
La doctrina de las cargas probatorias dinámicas consiste en imponer el peso de la prueba en
cabeza de aquella parte que por su situación se halla en mejores condiciones de acercar prueba
a la causa, sin importar si es actor o demandado.

La superioridad técnica, la situación de prevalencia, o la mejor aptitud probatoria de una de las


partes o la índole o complejidad del hecho a acreditar en la litis, generan el traslado de la carga
probatoria hacía quien se halla en mejores condiciones de probar.

En la Jurisprudencia Argentina las ideas tradicionales de onus probandi han ido cediendo paso a
estas nuevas posiciones.

La colaboración de las partes con el tribunal es un principio valioso y útil, pero existe cierta reserva
sobre la utilización práctica del instituto. El autor no se opone a que se aplique la idea respecto de
la culpa médica, en la acción de simulación o en casos donde la desigualdad entre los
contendientes es manifiesta.

❖ PRINCIPIOS QUE RIGEN LA PRUEBA

Dada la naturaleza de los procesos constitucionales, los principios generales de la prueba en


los procesos ordinarios sufren algunas adaptaciones que conviene reseñar. En general, los
principios que orientan la aplicación de la prueba en los procesos constitucionales son los
siguientes:

1. Principio de eficacia jurídica: postula que, si la prueba es necesaria para el proceso, en


consecuencia, debe tener eficacia jurídica, de manera que lleve al juez constitucional al
conocimiento real de los hechos en que se funda la pretensión del actor.

2. Principio de unidad de la prueba: el conjunto probatorio forma una unidad, por lo que debe
ser analizada por el juez constitucional para confrontar las diversas pruebas, establecer sus
concordancias o discordancias y concluir sobre el convencimiento que de ellas se forme.

3. Principio de comunidad de la prueba: este principio determina la inadmisibilidad de renunciar


o desistir de la prueba ya practicada, dado que quien aporte una pruebe al proceso deberá
aceptar su resultado, le sea beneficio o perjudicial. Este principio está íntimamente relacionado
con el de lealtad y probidad de la prueba.
4. Principio de interés público de la función de la prueba: Es evidente que existe un interés
público manifiesto en la función que desempeñan las pruebas en el proceso a pesar de que
cada parte persigue su propio beneficio. No obstante que son los particulares los que ponen en
movimiento los procesos constitucionales, es claro que existe paralelamente un interés público
en su resolución, por las consecuencias jurídicas y de otra índole que una eventual sentencia
estimatoria podría significar para la Administración recurrida.

5. Principio de lealtad y probidad o veracidad de la prueba: Consecuencia de los principios


anteriores, ya que, si la prueba tiene unidad y función de interés general, no debe utilizarse para
ocultar o deformar la realidad con el fin de inducir al juez a engaño, sino con lealtad y probidad
o veracidad, sea que provenga de la iniciativa de las partes o de la actividad del mismo juez.

Como decía Couture “Las leyes del debate judicial no son sólo de habilidad sino también de
lealtad y probidad, de respeto a la justicia”. En consecuencia, este principio rige tanto para las
partes en los procesos constitucionales como para los eventuales testigos, peritos y
funcionarios que tengan relación con la evacuación de la prueba.

6. Principio de contradicción de la prueba: Consecuencia lógica del anterior principio, la parte


contra quien se ofrece una prueba debe gozar de la oportunidad procesal para conocerla y
discutirla, incluido su derecho de ofrecer y evacuar la respectiva contraprueba.

7. Principio de publicidad de la prueba: significa que debe permitirse a las partes conocerlas e
intervenir en su práctica.

8. Principio de legitimación para la prueba: este principio exige que la prueba provenga de un
sujeto legitimado para solicitarla, es decir, las partes o el juez constitucional.

9. Principio de la preclusión de la prueba: se trata de una formalidad y oportunidad para la


práctica de la prueba y se relaciona con los principios de contradicción y lealtad, persiguiéndose
impedir que se sorprenda a la otra parte con pruebas de último momento.

10. Principio de libertad de prueba: es indispensable otorgar libertad de la prueba para que ésta
cumpla su fin de lograr la convicción del juez constitucional sobre la existencia o inexistencia
de los hechos que interesan al proceso. Sin embargo, se admite como limitación la de aquellas
que la ley no permite investigar o que resultan inútiles por existir presunción legal que las hace
innecesarias.

11. Principio de pertinencia, idoneidad y utilidad de la prueba: este principio implica una
limitación de la libertad, pero su presencia es necesaria ya que el tiempo y el trabajo de los
tribunales constitucionales y de las partes no debe perderse por la evacuación de prueba que
por sí misma o por su contenido, no sirve para la averiguación de los hechos base del proceso.
De esta manera se contribuye a la concentración y a la eficacia procesal de la prueba.

12. Principio de la carga de la prueba: postula que quien afirma un hecho en el proceso debe
probarlo. No basta, en consecuencia, con que le funcionario recurrido rinda declaración bajo fe
del juramento para tener por acreditada la verdad de su dicho. Se trata, en este caso,
simplemente de una presunción iuris tantum que puede ser dejada sin efecto por prueba en
contrario del recurrente o por la aplicación de las reglas de la sana crítica por parte del juez
constitucional.

❖ LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA
En el contexto general la prueba en materia jurídica, es de suma importancia para el desarrollo
del derecho, ya que no existe proceso judicial que no dependa estrictamente de la prueba, ni
mucho menos una sentencia que establezca el derecho de las partes que no se sustente en
prueba conocida y debatida dentro proceso, porque no puede existir una sentencia en materia
penal o civil que no fundamente sus considerandos en lo que es objetivamente veraz y a todas
luces capaz de convencer sobre la inocencia o responsabilidad de un acusado o bien que el
actor acredito sus pretensiones.
Así entonces desde todos los tiempos la prueba tiene una gran importancia en la vida jurídica
tal como nos lo hace saber la doctrina, así Davis Echandía sostenía que: “No se concebía una
administración de justicia sin el soporte de una prueba”. Entonces, sin la prueba el Juez no
podría tener un contacto con la realidad extraprocesal. Y, por ello la forma mediata de
comprobar que la persona a la cual se le causa de haber cometido un hecho punible es culpable
o es inocente; en tratándose de Derecho Penal, solamente se puede llegar a esta conclusión
agotando todos los medios de la prueba legales.
❖ SISTEMAS DE VALORACIÓN
tres sistemas han consagrado la teoría general de la prueba, para la valoración de estas:
1.- El sistema de libre apreciación de la prueba.
2.- El sistema de la prueba legal o tasada.
3.-El sistema de prueba mixta.
En el sistema de libre apreciación de la prueba existe determinada o cierta desconfianza a las
normas a-priori que fijan el valor a cada medio de prueba y se sustituye con la fe o confianza
que se tiene a la autoridad judicial; este sistema se conoció desde la época romana. En el
sistema de prueba legal o tasada fue introducido en el derecho canónico, como un freno, un
obstáculo, a los ilimitados poderes que tenía el juez, que ejercía absoluto dominio sobre el
acusado y que frecuentemente se traducía en arbitrariedades.
En este sistema se suprime el poder absolutista del Juez, ya que no son los jueces los que
según el dictado de su conciencia debe juzgar el hecho determinado, sino que sus fallos han
de ajustarse a la pauta de la norma jurídica; ya no es solo su convicción la que prevalece, sino
que sus resoluciones deben dictarse apreciando la prueba de acuerdo con las normas
procésales. Por tanto, el sistema de la prueba tasada es aquel que consistía en el
establecimiento de ciertas reglas a que de manera rígida asignaba un determinado resultado a
los medios de prueba en sentido formal que se utilizaban en el proceso, y que no se dirigían a
formar el conocimiento del juzgador sino a la obtención de un resultado absoluto, en un principio
y más tarde sustituido por normas que obligaban al juzgador a formar un criterio según el
contenido de éstas.
❖ LAS REGLAS DE LA SANA CRÍTICA RAZONADA
Es el arte de juzgar atendiendo a la bondad y verdad de los hechos, sin vicios ni error; mediante
la lógica, la dialéctica, la experiencia, la equidad y las ciencias y artes afines y auxiliares y la moral,
para alcanzar y establecer, con expresión motivada, la certeza sobre la prueba que se produce en
el proceso. Si bien los procesos de enjuiciamientos civil y penal son ciencia en base a la cual se
juzga la conducta de hombres y mujeres que infringen las reglas de convivencia social; los proceso
de enjuiciamiento civil y penal, entendidos como la ciencia que en efecto son, se explica en el
conjunto de normas reguladoras de las fases y momentos procésales, dentro de los cuales,
también, se manifiesta la determinación de decisiones sobre la situación jurídica de las personas
y los bienes, y la responsabilidad o culpabilidad del procesado (Juicio, propiamente), y todo ello
en base al análisis de la prueba. No obstante, ello no impide entender que juzgar, con base al
sistema de la “sana crítica” es, también, un arte, por cuanto que debemos partir del entendimiento
que, igualmente, el hombre o la mujer que juzga debe tener la virtud o disposición de valerse del
conjunto de principio, preceptos y reglas necesarias para juzgar bien; porque al tratarse de una
actividad humana que tiene como propósito hacer el bien o por lo menos lo correcto, debe tener,
también, una finalidad ética: por lo que debemos atender a las virtudes y no a las des virtudes; a
la disposición para hacer el bien o por lo menos lo correcto y no a la predisposición para hacer el
mal o lo incorrecto

❖ LOS PRINCIPIOS DE LA PRUEBA JUDICIAL

1.- Principio de la necesidad de la prueba y de la prohibición del juez de aplicar el conocimiento


privado sobre los hechos del proceso

La prueba es necesaria si existen hechos controvertidos, salvo los hechos que no es necesario
probar (presumidos, etcétera).

En todo caso, lo que trata de resaltar este principio es que, como una de las principales
garantías del debido proceso, las pruebas deben surgir del expediente («lo que no está en el
expediente no está en el mundo»), y no puede provenir de otras piezas, salvo que se incorporen
al proceso (prueba trasladada que estudiamos más adelante). Asimismo, no pueden provenir,
entre otras fuentes, del conocimiento privado del juez.

Si así no fuera, de nada valdrían los principios de la necesidad de la audiencia, de igualdad,


contradicción y otros más.

2.- Principio de unidad

En un proceso, dice Parra Quijano que «no se aporta una sola prueba sino varias, inclusive de
la misma especie, pero en todos los casos la necesidad de estudiar la prueba como un todo
salta a la vista».

Efectivamente, la prueba, compuesta de diversas piezas, como referimos, es una sola y, sobre
todo, debe ser apreciada en su conjunto.
De otra manera, ha dicho la Corte Suprema de Colombia, también citada por Parra Quijano, el
tribunal encuentra dificultad para formar la premisa menor del silogismo jurídico que constituye
la sentencia, o sea, la determinación ficticia concreta a la que habrá que aplicar la norma
jurídica.

En nuestro derecho, la norma de valoración de la prueba (artículo 140) establece la apreciación


de ella en su conjunto.

3.- Principio de la adquisición procesal o de la comunidad

Este principio, también llamado de la comunidad de la prueba, sostiene que ésta no pertenece
a la parte que la solicita ni aun al propio juez, sino al proceso. Y se funda, también, en los
principios de lealtad y buena fe.

Es decir, que una vez incorporada a aquél, ha sido adquirida para el mismo, la haya pedido
cualquiera de las partes o dispuesto el juez de oficio.

Ahora bien, el problema a resolver es el de cuándo se considera adquirida una prueba para el
proceso. No cabe duda de que una vez incorporada como tal (realizada la pericia, interrogado
al testigo, o agregado el documento o recibido el informe) la parte solicitante pierde el dominio
del medio que solicitara oportunamente y no se puede desistir del mismo (12) .

En cambio, parece existir opinión mayoritaria en la doctrina y jurisprudencia en cuanto a que, si


aún no se ha diligenciado la prueba, cabe el desistimiento, como lo sostenemos al estudiar la
prueba testimonial (artículo 159). Sólo una parte de la muy avanzada doctrina sostiene que la
adquisición se produce cuando la prueba se solicita y admite por el juzgado y ya no puede
desistirse de ella.

También se ha sostenido que el juez podría hacer suya la prueba solicitada por la parte y de la
cual se desiste, en cuyo caso aparecerá como prueba del oficio. Y esta facultad llegaría hasta
la etapa de las diligencias para mejor proveer.

4.- Principio de la naturalidad, espontaneidad y licitud de la prueba y del respeto a la persona


humana

Este principio, expuesto así por Devis Echandía, expresa en esta transcripción su contenido:

Se refiere, en especial, al rechazo de la prueba ilícita, que sería la prohibida por la ley, en
especial, porque viola los derechos de la persona humana. Y se podría agregar, aunque
interfiere con otros principios (de ambos grupos), la que viola las garantías del debido proceso
legal y de la defensa en juicio.

5.- Principio de la evaluación o aplicación conforme con las reglas de la sana crítica

El sistema ha sido relacionado por los autores con la reforma del proceso y la adopción del
sistema de la oralidad, a partir del maestro Mauro Cappelletti.
Este sistema es el que rige de principio (frente a los otros, el de la tarifa leal y el de libre
apreciación por el juez) y es el más adecuado al proceso oral y por audiencia, lo que se
establece, salvo normas expresas en contrario. Lo comentaremos al anotar el artículo 140.

Es decir que, siguiendo las opiniones vertidas, el Código Modelo y el Código uruguayo de 1989
han establecido, para el juicio oral (por audiencias), el sistema de libre valoración racional o de
la sana crítica (que tomamos como similares) para la apreciación de las pruebas judiciales,
salvo norma expresa, como vimos.

CONCLUSION
En el ámbito que a futuro nos veremos involucrados es necesario abarcar este tipo de temas ya
que en un debido proceso debemos ser precavidos dependiendo el caso realizar cada paso cómo
corresponde además de estudiar y verificar a fondo cada paso que demos. El tema de la prueba
se enfoca en cuanto a un proceso, cómo, cuándo, tipos de esta.

RECOMENDACIÓN
Auto evaluarnos, leer más acerca de todos estos temas que a futuro practicaremos diario.

BIBLIOGRAFÍA
 principios_generales_de_la_prueba.pdf

 https://dpej.rae.es/lema/prueba-de-reconocimiento-judicial

 http://www.tribunalmmm.gob.mx/publicaciones/Debate/a1numero1/prue
ba_parte.htm

 https://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_(derecho)

 https://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_(derecho)

 file:///C:/Users/gabig/AppData/Local/Microsoft/Windows/INetCache/IE/U
KMQAA3D/Introducción_al_Estudio_de_la_Teoría_General_del_Proces
o_-_Eri

También podría gustarte