Teoría Del Proceso
Teoría Del Proceso
LA PRUEBA
❖ DEFINICIÓN
    Sentís Melendo nos enseña que prueba deriva del término latín probatio, probationis, que
    a su vez procede del vocablo probus que significa bueno. Por tanto, lo que resulta probado
    es bueno, se ajusta a la realidad, y probar consiste en verificar o demostrar la autenticidad
    de una cosa.
    Es un concepto que trasciende del Derecho, pues, como indica Serra Domínguez (1991),
    la imperfección y limitaciones del ser humano hacen necesaria una continua comprobación
    de las distintas afirmaciones que son sometidas a consideración del propio hombre.
    En cuanto al uso del término en el lenguaje común (refiriéndose al que excede del campo
    jurídico), es Carnelutti (1982) quien señala que “probar” significa demostrar la verdad de
    una proposición afirmada, y que “prueba” se usa como comprobación de la verdad de esa
    proposición.
    En tal sentido, explica Ramos Méndez (2008) que el legislador de finales del siglo XIX trató
    de distinguir las reglas del procedimiento probatorio, comprendidas en la ley procesal, de
    las reglas de valoración de la prueba, contenidas en leyes sustantivas; sin embargo, estas
    últimas solo tenían razón de ser en un juicio. Lo lógico, por ende, era unificar el tratamiento
     de la prueba en el campo donde cobran su verdadera razón de ser: el de los juicios,
     debiendo recogerse su regulación, en concordancia con su naturaleza, en normas
     procesales, como hasta el momento se ha intentado hacer.
     la palabra prueba 'tiene en el mundo jurídico procesal, diferentes acepciones; y que
     debemos conocerlas para poder utilizarlas adecuadamente:
     -   Elemento de prueba, es el dato objetivo que se incorpora legalmente al proceso, capaz
         de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación
         delictiva y de las circunstancias para la individualización de la pena.
     -   Objeto de prueba, es aquello que puede ser probado, aquello sobre lo cual debe o puede
         recaer la prueba. El tema probatorio, aquello que se pretende conocer mediante un
         medio de prueba, la materia sobre la cual recae la prueba; que, en el procedimiento,
         debe tener una relación directa o indirecta con el objeto del proceso.
     -   Órgano de prueba es el sujeto que porta un elemento de prueba y lo transmite al
         proceso.
     -   Medio de prueba es el procedimiento establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso
         del elemento de prueba en el proceso.
❖ EL OBJETO DE LA PRUEBA
 El objeto de la prueba, indica Devis Echandía (2002), tiene relación con aquello que puede ser
 probado en general, noción abstracta y objetiva, sin limitarse a los problemas concretos de cada
 proceso. El tema o necesidad de la prueba, por el contrario, es eso que en la causa específica
 requiere ser probado, ese elemento fáctico en particular que constituye el presupuesto de la
 vida real concebido en la norma, sin cuya constatación el juez no puede resolver en congruencia
 con esta. También es, según el autor, una noción objetiva, pues no configura en sí el sujeto que
 debe suministrar la prueba, pero es concreta, al recaer sobre unos determinados enunciados
 de hecho.
 En un primer acercamiento, se consideran como objeto de la prueba tan solo los elementos
 fácticos alegados por las partes en el proceso, en tanto que el Derecho, en orden al principio
 iura novit curia (el juez conoce el Derecho), no requiere de prueba, salvo en lo que concierne
 al derecho extranjero, cuyo conocimiento no es obligatorio para los tribunales nacionales,
 debiendo proponer, la parte que invoque su aplicación, la prueba pertinente sobre su contenido
 y vigencia.
 Ahora bien, señala Carnelutti (1982, p. 40), puntualmente, que el objeto de la prueba no son los
 hechos, propiamente dichos, sino las afirmaciones, “las que no se conocen, pero se
 comprueban, mientras que aquellos no se comprueban, pero se conocen”.
 Los hechos, como fenómenos exteriores al hombre, según aclara Serra Domínguez (1969, p.
 359), son de una forma solamente y, como tales, no requieren prueba; “lo que requiere ser
 probado son las afirmaciones relacionadas con esos hechos”.
 Un hecho existe o no, ha ocurrido o no, pero no es verdadero ni falso, no es exacto ni inexacto,
 y una vez sucedido no puede probarse, pues resulta imposible, al ser parte del pasado,
 reproducirlo, pudiendo tan solo reconstruirlo mentalmente a partir de la prueba incorporada al
 proceso. De lo que cabe hablar, en todo caso, en términos de prueba, es de los enunciados, es
 decir, de la afirmación o la negación del hecho.
 Sobre estas ideas, la explicación que presenta Sentís Melendo (1979, p. 12) resulta
 esclarecedora, al señalar: “[…] no es raro, y hasta es lo corriente, que se nos diga: se prueban
 hechos. No. Los hechos no se prueban; los hechos existen. Lo que se prueba son afirmaciones,
 que podrán referirse a hechos”.
 Así, para Climent Durán (2005), la valoración probatoria consiste en la comparación entre las
 afirmaciones básicas o iniciales, formuladas por las partes, y las afirmaciones instrumentales
 obtenidas de los medios de prueba; el análisis permitirá al juez comprobar si las últimas
 corroboran o no las primeras.
 Por su parte, Serra Domínguez (1969) con suma claridad explica que corresponde a las partes
 proporcionar al juez esas afirmaciones instrumentales, empleando los distintos medios de
 prueba, sobre los hechos que fundan el conflicto, es decir, sobre las afirmaciones (o
 enunciados) iniciales. El juzgador procede entonces a depurar las afirmaciones instrumentales,
 que la mayoría de las veces adolecen de parcialidad, las valora críticamente y fija sobre ellas
 sus propias afirmaciones. Se realiza así la labor de comparación entre las afirmaciones iniciales
 y las instrumentales, de manera que en los puntos en que coincidan admitirá las primeras, con
 el objeto de fijar el supuesto de hecho del fallo; y en caso de no coincidir, por tener las
 afirmaciones instrumentales signo contrario a las iniciales, rechazará estas últimas.
 En definitiva, objeto de la prueba son las afirmaciones o negaciones sobre los hechos, los
 enunciados sobre estos, los que el juzgador habrá de comparar con esas otras afirmaciones
 proporcionadas mediante la actividad probatoria practicada, para así formar su convicción
 respecto de aquellas, concluyendo si acaecieron o no en la realidad.
❖ LA PRUEBA JUDICIAL
 Actividad probatoria que lleva a cabo el juez, cuando para el esclarecimiento y apreciación de
 los hechos lo estime necesario o conveniente, y que consiste en el examen por sí mismo de
 algún lugar, objeto o persona. Para la realización de actividad probatoria, las partes, sus
 procuradores y abogados podrán concurrir al reconocimiento judicial y hacer al tribunal, de
 palabra, las observaciones que estimen oportunas.
❖ CLASES DE PRUEBA
 Prueba ilegal
 El término ilegal se define según Ossorio, como contrario a la ley. Prohibido por ella. Delictivo,
 aunque el delito constituya, en realidad adaptación a la ley penal en la figura tipificada. Según
 Miranda Estrampes por prueba ilegal debe entenderse aquella obtenida y/o practicada con
 vulneración de derechos fundamentales. En concreto la ilegalidad de la prueba se refiere a la
 violación de los derechos y principios constitucionales y tratados internacionales sobre los
 Derechos Humanos, que ahora tienen mayor valor que la Constitución, lo mismo que tienen
 como fin la defensa de la dignidad de las personas, que si lo vemos desde otro punto de vista
 la prueba ilegal penal es la obtenida con violación de la dignidad humana.
 Prueba irregular
 El término irregular se define según Ossorio como contrario a regla, norma o principio. Según
 Miranda Estrampes, prueba irregular: es aquellas en cuya obtención se ha infringido la legalidad
 ordinaria, y/o se ha practicado sin las formalidades legalmente establecidas para la obtención
 y práctica de la prueba, esto es aquella cuyo desarrollo no se ajusta a las previsiones o al
 procedimiento previsto en la ley”. Pruebas obtenidas o practicadas con infracción de los
 derechos fundamentales de las personas, como lo son las pruebas de carácter inconstitucional.
 Dentro de este tipo de pruebas, Serra Domínguez, distingue entre aquellas pruebas cuya
 realización es por sí mismo ilegal y aquellas pruebas obtenidas ilícitamente, pero incorporadas
 al proceso en forma licita.
 Prueba ilícita
 Es aquella que atenta en contra de la dignidad humana, es necesario recordar que la
 Constitución Política de la República de Guatemala, establece que el estado debe velar por la
 dignidad de las personas, y los derechos individuales que sean inherentes como fundamento
 del orden político y de la paz social. El autor Montón Redondo, define a la prueba ilícita, como
 aquella que se encuentra afectada por una conducta dolosa en cuanto a la obtención, es decir,
 aquella que ha sido obtenida de forma fraudulenta a través de una conducta ilícita Devis
 Echandía, define las pruebas ilícitas diciendo que son aquellas que están expresa y tácitamente
 prohibidas por la ley, que atentan contra la moral y las buenas costumbres del medio social, o
 coartara la dignidad y libertad de las personas humanas, a tal extremo que violan sus derechos
 fundamentales que la propia Constitución y la ley le amparan.
❖ DIFERENCIAS DEL OBJETO DE LA PRUEBA EN ABSTRACTO Y CONCRETO
 La mayoría de los autores que han abordado dicha temática, dividen el objeto de la prueba
 desde dos puntos de vista: del punto de vista abstracto (es decir referido a todos los procesos,
 en general) y desde el punto de vista concreto, (es decir, referido a un proceso en particular).
 El objeto de la prueba judicial es factible mirarlo desde dos puntos de vista:
 A) Abstracto: Todo lo que puede probarse en términos generales en cualquier proceso (penal,
 civil, laboral, etc.)
 B) Concreto: es lo que puede y debe probarse en un proceso determinado, si lo que se desea
 es un fallo favorable; por lo cual su ámbito es reducido y limitado a la cuestión litigiosa. También
 se le denomina "tema de prueba" o "thema probandu'm".
 Diferencias entre el objeto de la prueba en abstracto y en concreto
 1. La doctrina está unificada en considerar que Objeto de la Prueba, es todo lo que es
 susceptible de probarse. Y Objeto de la Prueba Judicial, todo lo que es susceptible de probarse
 en un proceso.
 2. Debemos entender por Objeto de la Prueba en abstracto, lo que puede probarse en todo
 proceso. Así mismo, debemos entender como objeto de la prueba en sentido concreto o Tema
 (necesidad) de la Prueba, lo que en cada proceso debe ser: materia de la actividad probatoria,
 esto es, los hechos sobre los: cuales versa el debate o la cuestión voluntaria planteada y que
 deben probarse.
 3. Derivado de lo anterior, podemos indicar que el objeto de la prueba en abstracto responde a
 ¿qué puede probarse? referido a todo proceso. Y que el objeto de la prueba en concreto o
 Tema (necesidad) de la prueba responde a ¿qué debe probarse? circunscrito a un proceso en
 particular.
 4. El objeto de la prueba, constituido, como hemos visto, por los hechos afirmados por las partes
 (en los ramos civil y laboral) y el Ministerio Público, en su caso (en el orden penal) deben ser
 oportunamente alegados en la demanda y en la contestación de la demanda, así como en la
 acusación, respectivamente.
 5. Los hechos para estar en la categoría de objeto de la prueba judicial, deben ser controvertidos
 (es decir, afirmados por una parte y no aceptados por la otra), pues como hemos visto, los
 aceptados por las partes no deben probarse.
❖ LA CARGA DE LA PRUEBA
 Cuando se hace referencia a la carga de la prueba se trata de determinar a cuál de las partes
 que actúan en el proceso (el actor o el demandado) le corresponde producir la prueba de los
 hechos que han sido materia de debate. Al ser carga, es un imperativo del propio interés. De
 esa cuenta, el demandante cuando plantea su demanda y el demandado cuando la contesta en
 sentido negativo, deben tener claro qué hechos tienen que probar y por qué medios lo van a
 lograr y las consecuencias de su falta de probanza. ¿Por qué es importante determinar a quién
 corresponde la carga de probar sus afirmaciones de hecho? Sencillamente porque si la parte
 que afirma ciertos hechos no acredita sus afirmaciones, la pretensión (actor) o excepción
 (demandado) que ha planteado será desestimada. Recordemos que en el Derecho Romano
 cuando el juez no tenía claro cómo habían sucedido los hechos: que .se sometían a su
 consideración, por falta de pruebas, podía emitir un non lique, es decir absolver de la instancia,
 sin pronunciarse sobre el fondo del asunto. Actualmente eso no es posible, juez a la luz del art.
 15 de la LOJ, el juez tiene el deber de emitir sentencia sobre el fondo del asunto. De esa cuenta
 la doctrina de la carga de la prueba, la mayoría de los autores que abordan el tema consideran
 que en relación con los sujetos que participan en ella, produce dos efectos:
 1. En relación con el juez, al momento de tener que dictar sentencia le indica a quién
 correspondía probar determinado hecho y en consecuencia a quién debe perjudicar la ausencia
 de prueba.
 2. En relación con las partes, para que tengan conocimiento a quién corresponde acreditar
 determinado hecho, pues de lo contrario sufrirán las consecuencias de su inacción. Derivado
 de lo anterior se aprecia que la regla de' la carga de la prueba, se presenta en diferentes
 momentos y con un doble enfoque: a priori para las partes, quienes tienen la carga de probar
 sus afirmaciones. Es decir que el actor y el demandado analizan qué es lo que tienen que
 probar, en su momento procesal (demanda y contestación de la demanda). A posteriori, le.
 corresponde al juez, cuando va a pronunciar sentencia, analizar si los hechos afirmados fueron
 acreditados; si dictará sentencia condenatoria, si no analizará a quién correspondía probar, sólo
 ante ausencia insuficiencia de prueba.
❖ MEDIOS DE PRUEBA
 Los medios de prueba varían según la legislación de cada país. En los países con libertad
 probatoria amplia, las leyes permiten que se pueda probar cualquier hecho a través de cualquier
 medio que esté a su alcance, en cuyos casos las leyes no enumeran exhaustivamente a los
 medios de prueba, pudiendo las partes procesales probar los hechos de cualquier manera
 posible e idónea, mientras que en los países con libertad probatoria restringida se permite que
 se puedan probar los hechos solamente a través de los medios de prueba que están
 expresamente establecidos en la ley.
MATERIA CIVIL
MATERIA PENAL
     Declaración de testigos: Al igual que en materia civil, declarara un tercero ajeno al proceso.
      Los familiares del procesado no pueden ser obligados a declarar en su contra.
     Declaración del procesado: Esta declaración debe ser voluntaria, espontánea y sin
      juramento. El procesado no puede ser obligado a declarar en contra de sí mismo.
     Declaración de la víctima: Es la declaración que hace la víctima. Se debe evitar la
      revictimización.
     Dictamen de peritos.
     Informes de traductores.
     Prueba documental: En este caso no puede obligarse al procesado a reconocer
      documentos.
      a) Pruebas orales y escritas. Pruebas orales son aquellas que consisten en declaraciones
      hechas ante el juez: por ejemplo, testigos, confesión judicial. Pruebas escritas son aquellas
      que consisten en instrumentos que emanan de las partes o de terceros.
      c) Prueba plena y prueba semiplena. Prueba plena es la que basta por si sola para
      establecer la existencia de un hecho: escritura pública, confesión judicial de parte, por
      ejemplo. Prueba semiplena es la que por sí sola no basta para establecer la existencia de
      un hecho: por ejemplo, prueba testifical
En la Jurisprudencia Argentina las ideas tradicionales de onus probandi han ido cediendo paso a
estas nuevas posiciones.
La colaboración de las partes con el tribunal es un principio valioso y útil, pero existe cierta reserva
sobre la utilización práctica del instituto. El autor no se opone a que se aplique la idea respecto de
la culpa médica, en la acción de simulación o en casos donde la desigualdad entre los
contendientes es manifiesta.
  2. Principio de unidad de la prueba: el conjunto probatorio forma una unidad, por lo que debe
  ser analizada por el juez constitucional para confrontar las diversas pruebas, establecer sus
  concordancias o discordancias y concluir sobre el convencimiento que de ellas se forme.
Como decía Couture “Las leyes del debate judicial no son sólo de habilidad sino también de
lealtad y probidad, de respeto a la justicia”. En consecuencia, este principio rige tanto para las
partes en los procesos constitucionales como para los eventuales testigos, peritos y
funcionarios que tengan relación con la evacuación de la prueba.
7. Principio de publicidad de la prueba: significa que debe permitirse a las partes conocerlas e
intervenir en su práctica.
8. Principio de legitimación para la prueba: este principio exige que la prueba provenga de un
sujeto legitimado para solicitarla, es decir, las partes o el juez constitucional.
10. Principio de libertad de prueba: es indispensable otorgar libertad de la prueba para que ésta
cumpla su fin de lograr la convicción del juez constitucional sobre la existencia o inexistencia
de los hechos que interesan al proceso. Sin embargo, se admite como limitación la de aquellas
que la ley no permite investigar o que resultan inútiles por existir presunción legal que las hace
innecesarias.
11. Principio de pertinencia, idoneidad y utilidad de la prueba: este principio implica una
limitación de la libertad, pero su presencia es necesaria ya que el tiempo y el trabajo de los
tribunales constitucionales y de las partes no debe perderse por la evacuación de prueba que
por sí misma o por su contenido, no sirve para la averiguación de los hechos base del proceso.
De esta manera se contribuye a la concentración y a la eficacia procesal de la prueba.
12. Principio de la carga de la prueba: postula que quien afirma un hecho en el proceso debe
probarlo. No basta, en consecuencia, con que le funcionario recurrido rinda declaración bajo fe
del juramento para tener por acreditada la verdad de su dicho. Se trata, en este caso,
simplemente de una presunción iuris tantum que puede ser dejada sin efecto por prueba en
 contrario del recurrente o por la aplicación de las reglas de la sana crítica por parte del juez
 constitucional.
❖ LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA
 En el contexto general la prueba en materia jurídica, es de suma importancia para el desarrollo
 del derecho, ya que no existe proceso judicial que no dependa estrictamente de la prueba, ni
 mucho menos una sentencia que establezca el derecho de las partes que no se sustente en
 prueba conocida y debatida dentro proceso, porque no puede existir una sentencia en materia
 penal o civil que no fundamente sus considerandos en lo que es objetivamente veraz y a todas
 luces capaz de convencer sobre la inocencia o responsabilidad de un acusado o bien que el
 actor acredito sus pretensiones.
 Así entonces desde todos los tiempos la prueba tiene una gran importancia en la vida jurídica
 tal como nos lo hace saber la doctrina, así Davis Echandía sostenía que: “No se concebía una
 administración de justicia sin el soporte de una prueba”. Entonces, sin la prueba el Juez no
 podría tener un contacto con la realidad extraprocesal. Y, por ello la forma mediata de
 comprobar que la persona a la cual se le causa de haber cometido un hecho punible es culpable
 o es inocente; en tratándose de Derecho Penal, solamente se puede llegar a esta conclusión
 agotando todos los medios de la prueba legales.
❖ SISTEMAS DE VALORACIÓN
 tres sistemas han consagrado la teoría general de la prueba, para la valoración de estas:
 1.- El sistema de libre apreciación de la prueba.
 2.- El sistema de la prueba legal o tasada.
 3.-El sistema de prueba mixta.
 En el sistema de libre apreciación de la prueba existe determinada o cierta desconfianza a las
 normas a-priori que fijan el valor a cada medio de prueba y se sustituye con la fe o confianza
 que se tiene a la autoridad judicial; este sistema se conoció desde la época romana. En el
 sistema de prueba legal o tasada fue introducido en el derecho canónico, como un freno, un
 obstáculo, a los ilimitados poderes que tenía el juez, que ejercía absoluto dominio sobre el
 acusado y que frecuentemente se traducía en arbitrariedades.
 En este sistema se suprime el poder absolutista del Juez, ya que no son los jueces los que
 según el dictado de su conciencia debe juzgar el hecho determinado, sino que sus fallos han
 de ajustarse a la pauta de la norma jurídica; ya no es solo su convicción la que prevalece, sino
 que sus resoluciones deben dictarse apreciando la prueba de acuerdo con las normas
 procésales. Por tanto, el sistema de la prueba tasada es aquel que consistía en el
 establecimiento de ciertas reglas a que de manera rígida asignaba un determinado resultado a
 los medios de prueba en sentido formal que se utilizaban en el proceso, y que no se dirigían a
 formar el conocimiento del juzgador sino a la obtención de un resultado absoluto, en un principio
 y más tarde sustituido por normas que obligaban al juzgador a formar un criterio según el
 contenido de éstas.
❖ LAS REGLAS DE LA SANA CRÍTICA RAZONADA
Es el arte de juzgar atendiendo a la bondad y verdad de los hechos, sin vicios ni error; mediante
la lógica, la dialéctica, la experiencia, la equidad y las ciencias y artes afines y auxiliares y la moral,
para alcanzar y establecer, con expresión motivada, la certeza sobre la prueba que se produce en
el proceso. Si bien los procesos de enjuiciamientos civil y penal son ciencia en base a la cual se
juzga la conducta de hombres y mujeres que infringen las reglas de convivencia social; los proceso
de enjuiciamiento civil y penal, entendidos como la ciencia que en efecto son, se explica en el
conjunto de normas reguladoras de las fases y momentos procésales, dentro de los cuales,
también, se manifiesta la determinación de decisiones sobre la situación jurídica de las personas
y los bienes, y la responsabilidad o culpabilidad del procesado (Juicio, propiamente), y todo ello
en base al análisis de la prueba. No obstante, ello no impide entender que juzgar, con base al
sistema de la “sana crítica” es, también, un arte, por cuanto que debemos partir del entendimiento
que, igualmente, el hombre o la mujer que juzga debe tener la virtud o disposición de valerse del
conjunto de principio, preceptos y reglas necesarias para juzgar bien; porque al tratarse de una
actividad humana que tiene como propósito hacer el bien o por lo menos lo correcto, debe tener,
también, una finalidad ética: por lo que debemos atender a las virtudes y no a las des virtudes; a
la disposición para hacer el bien o por lo menos lo correcto y no a la predisposición para hacer el
mal o lo incorrecto
  La prueba es necesaria si existen hechos controvertidos, salvo los hechos que no es necesario
  probar (presumidos, etcétera).
  En todo caso, lo que trata de resaltar este principio es que, como una de las principales
  garantías del debido proceso, las pruebas deben surgir del expediente («lo que no está en el
  expediente no está en el mundo»), y no puede provenir de otras piezas, salvo que se incorporen
  al proceso (prueba trasladada que estudiamos más adelante). Asimismo, no pueden provenir,
  entre otras fuentes, del conocimiento privado del juez.
  En un proceso, dice Parra Quijano que «no se aporta una sola prueba sino varias, inclusive de
  la misma especie, pero en todos los casos la necesidad de estudiar la prueba como un todo
  salta a la vista».
  Efectivamente, la prueba, compuesta de diversas piezas, como referimos, es una sola y, sobre
  todo, debe ser apreciada en su conjunto.
De otra manera, ha dicho la Corte Suprema de Colombia, también citada por Parra Quijano, el
tribunal encuentra dificultad para formar la premisa menor del silogismo jurídico que constituye
la sentencia, o sea, la determinación ficticia concreta a la que habrá que aplicar la norma
jurídica.
Este principio, también llamado de la comunidad de la prueba, sostiene que ésta no pertenece
a la parte que la solicita ni aun al propio juez, sino al proceso. Y se funda, también, en los
principios de lealtad y buena fe.
Es decir, que una vez incorporada a aquél, ha sido adquirida para el mismo, la haya pedido
cualquiera de las partes o dispuesto el juez de oficio.
Ahora bien, el problema a resolver es el de cuándo se considera adquirida una prueba para el
proceso. No cabe duda de que una vez incorporada como tal (realizada la pericia, interrogado
al testigo, o agregado el documento o recibido el informe) la parte solicitante pierde el dominio
del medio que solicitara oportunamente y no se puede desistir del mismo (12) .
También se ha sostenido que el juez podría hacer suya la prueba solicitada por la parte y de la
cual se desiste, en cuyo caso aparecerá como prueba del oficio. Y esta facultad llegaría hasta
la etapa de las diligencias para mejor proveer.
Este principio, expuesto así por Devis Echandía, expresa en esta transcripción su contenido:
Se refiere, en especial, al rechazo de la prueba ilícita, que sería la prohibida por la ley, en
especial, porque viola los derechos de la persona humana. Y se podría agregar, aunque
interfiere con otros principios (de ambos grupos), la que viola las garantías del debido proceso
legal y de la defensa en juicio.
5.- Principio de la evaluación o aplicación conforme con las reglas de la sana crítica
El sistema ha sido relacionado por los autores con la reforma del proceso y la adopción del
sistema de la oralidad, a partir del maestro Mauro Cappelletti.
  Este sistema es el que rige de principio (frente a los otros, el de la tarifa leal y el de libre
  apreciación por el juez) y es el más adecuado al proceso oral y por audiencia, lo que se
  establece, salvo normas expresas en contrario. Lo comentaremos al anotar el artículo 140.
  Es decir que, siguiendo las opiniones vertidas, el Código Modelo y el Código uruguayo de 1989
  han establecido, para el juicio oral (por audiencias), el sistema de libre valoración racional o de
  la sana crítica (que tomamos como similares) para la apreciación de las pruebas judiciales,
  salvo norma expresa, como vimos.
                                        CONCLUSION
En el ámbito que a futuro nos veremos involucrados es necesario abarcar este tipo de temas ya
que en un debido proceso debemos ser precavidos dependiendo el caso realizar cada paso cómo
corresponde además de estudiar y verificar a fondo cada paso que demos. El tema de la prueba
se enfoca en cuanto a un proceso, cómo, cuándo, tipos de esta.
                                     RECOMENDACIÓN
Auto evaluarnos, leer más acerca de todos estos temas que a futuro practicaremos diario.
                                        BIBLIOGRAFÍA
 principios_generales_de_la_prueba.pdf
 https://dpej.rae.es/lema/prueba-de-reconocimiento-judicial
 http://www.tribunalmmm.gob.mx/publicaciones/Debate/a1numero1/prue
  ba_parte.htm
 https://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_(derecho)
 https://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_(derecho)
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  KMQAA3D/Introducción_al_Estudio_de_la_Teoría_General_del_Proces
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