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Parabola de La Oveja Perdida

Enseñanza

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INTRODUCCIÓN

Esta parábola nos enseña que mostremos preocupación y búsqueda por quienes no conocen a Dios. Debemos
gozarnos cuando una persona perdida viene a formar parte del pueblo de Dios o cuando alguien que ha
abandonado los caminos divinos regresa a la comunidad de fe. Esta parábola se encuentra en Lucas 15: 1-7 y
en Mateo 18:10-14.

Algunos de los puntos principales son:

 El valor que Dios da a una persona perdida Lucas 15:4


 El gozo que siente Jesús al encontrarla Lucas!5:5-6
 El gozo en el cielo lucas15:7

LUCAS 15.1-7
Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban,
diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.3 Entonces él les refirió esta parábola,
diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus
hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he
encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

HISTORIA
Una de las experiencias más grandes en la vida cristiana es saber que somos amados por Dios, nuestro Padre
eterno. La parábola de hoy nos muestra que somos muy valiosos para Dios, nadie busca lo que no tiene valor
y si el Señor nos busca es que somos muy valiosos. ¿Qué hizo la oveja para que el pastor la buscara? No era la
mejor oveja, ni la más gorda, ni la más valiosa. Solamente estaba perdida. Jesucristo, el Buen Pastor, nos
busca cuando estamos perdidos. Al mismo tiempo el amor de Dios nos motiva a amar a otros y aún a aquellos
que no conocen a Dios.

Jesús tenía una preocupación muy especial por aquellas personas que la sociedad marginaba y dejaba de lado
por considerarlas menos importantes que otras. Los recaudadores de impuestos eran considerados personas
deshonestas e inmorales y los fariseos los tildaban de pecadores y no querían ni juntarse con ellos. Esta
parábola nos enseña que cuando las personas están viviendo mal, tristes y rechazadas, Dios las busca y
cuando las encuentra, él se regocija con mucha alegría. Era muy común encontrar incluso hoy, en el campo,
un rebaño con 100 ovejas y por lo general de noche se las contaban para ver si faltaba alguna. En esta
comparación se destaca que Jesús, el buen pastor, busca a su oveja perdida, es decir a toda la gente. Esta
búsqueda nos muestra cómo Dios nos ama y Él mismo se ocupa de buscarnos con compasión para que
cambiemos nuestro estilo de vida y nos volvamos a Él.

REFLEXIÓN
Esta parábola hace parte de un grupo de tres, ubicadas en el capítulo 15 de Lucas, su paralelo en Mateo
18:10-14, se desarrolla en otro momento con sus discípulos. Los fariseos y escribas criticaban a Jesús, por
haber recibido a los cobradores de impuestos y pecadores, inmediatamente les relata la parábola de la oveja
perdida, y lo hace en forma de pregunta, «¿, Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de
ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la
encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; esa persona que encuentra a la oveja perdida se llena de gozo,
pues las novena y nueve, aunque no se encontraban perdidas, las deja y va por aquella que se había
extraviado. Después celebra gozoso con sus allegados, la dicha de encontrarla. Los fariseos y escribas se
jactaban de su justicia, no la buscaban por medio de la fe, sino por las obras de la ley, eso precisamente hacia
que cuando estaban delante de Jesús no se sintieran como pecadores que necesitaban ser perdonados, el
arrepentimiento no llegaba a sus corazones. Dios quiere que vayamos a él con corazones contritos y
humillados, cuando nos acercamos a su presencia. Jesús no está buscando “los justos”, sino a pecadores para
que lleguen a ser justificados por creer en Jesucristo, su persona y su obra. Hay gozo en el cielo por un
pecador arrepentido, como también lo vemos en Mateo 18:10-14

Dios tiene paciencia con la humanidad, y aunque llegará un momento del juicio, está enviando a cada
mensajero de Dios para que predique el evangelio de Jesucristo, y así más persona pueda venir al
arrepentimiento y hacer parte de su reino. Dios no tarda en cumplir su promesa, como algunos piensan (2
Pedro 2:9).

Una de las experiencias más grandes en la vida cristiana es saber que somos amados por Dios, nuestro Padre
eterno. La parábola de hoy nos muestra que somos muy valiosos para Dios, nadie busca lo que no tiene valor
y si el Señor nos busca es que somos muy valiosos. ¿Qué hizo la oveja para que el pastor la buscara? No era la
mejor oveja, ni la más gorda, ni la más valiosa. Solamente estaba perdida. Jesucristo, el Buen Pastor, nos
busca cuando estamos perdidos. Al mismo tiempo el amor de Dios nos motiva a amar a otros y aún a aquellos
que no conocen a Dios.

ACTIVIDAD CON LOS NIÑOS


Invitar a los chicos a jugar a que son ovejas y representar la parábola. Jugar con ellos pidiendo que se
escondan y buscarlos como el pastor lo hizo con la oveja. Al encontrarlos darles un beso y un abrazo.

Decir que así, de la misma manera Dios se pone contento cuando nos encuentra, Cuando nos sentimos mal
porque pensamos que nadie nos quiere, y nos sentimos perdidos, podemos estar seguros de que Dios nos
quiere y nos está buscando. Y hasta cuando a veces hacemos cosas que están mal (pegar, no compartir,
mentir) él nos busca, nos perdona y nos enseña a buscar la vida en la comunidad de su amor, como la ovejita
que se había separado de las demás

ORAR.- dando gracias porque Dios nos ama y nos cuida siempre.
Hacer máscaras para cada chico.
Cortar una máscara en papel grueso con forma de oveja. Hacer un orificio bastante grande para el rostro de
cada uno, es decir, la máscara será sólo el contorno de su cara.

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