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DEUTERONOMIO

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Libro quinto de Moisés Moisés, de acuerdo con la tradición

Aproximadamente 1400 a.C.


DEUTERONOMI La obediencia trae bendición; la
desobediencia maldición
Palabras clave: Pacto,
O obediencia,
bendición,
maldición
Autor Deuteronomio identifica a Moisés como autor del libro:
«Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel» (1.1).
«Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes» (31.9),
puede que también sea una indicación de que éste redactó
todo el libro. El nombre de Moisés aparece cerca de cuarenta
veces en este texto, que refleja muy de cerca la personalidad
de esa gran figura. Asimismo, el uso continuo de la primera
persona a lo largo del libro sustenta la autoría de Moisés.
Tanto la tradición judía como la samaritana identifican
unánimemente a Moisés como el autor de Deuteronomio.
Cristo también lo hace expresamente, al igual que Pedro y
Esteban (Mt 19.7, 8; Mc 10.3, 4; Hch 3.22; 7.37).
El último capítulo, que contiene el relato de la muerte de
Moisés, probablemente fue escrito por su allegado más
cercano, Josué.
Fecha Moisés y los israelitas comenzaron el éxodo desde Egipto
alrededor del año 1440 a.C. Arribaron a los campos de Moab,
donde probablemente se redactó Deuteronomio, alrededor del
año 1400 a.C., en ocasión de comunicar su contenido al
pueblo «en el mes undécimo, el primero del mes» del año
cuarenta de su peregrinación por el desierto (1.3). Esto fue
exactamente antes de la muerte de Moisés y antes de la
entrada de los israelitas a Canaán bajo la dirección de Josué.
Por lo tanto, el libro de Deuteronomio cubre un período de
menos de dos meses, el cual incluye los treinta días de duelo
por la muerte de Moisés.
Trasfondo Moisés tenía en ese momento 120 años de edad y la tierra
prometida estaba a la vista. Había guiado a los israelitas fuera
del cautiverio en Egipto y a través del desierto hasta el monte
Sinaí, donde recibieron la Ley de Dios. A causa de la
renuencia de Israel a entrar en la tierra de Canaán, que Dios
le había prometido, peregrinaron sin dirección por el desierto
durante treinta y ocho años. Ahora estaban acampados en los
límites orientales de Canaán, en las alturas de Moab, frente a
Jericó y la llanura del Jordán. Mientras los israelitas se
preparaban para penetrar en la tierra prometida, encaraban un
momento crucial de su historia; nuevos peligros, nuevas
tentaciones y un nuevo liderazgo. Moisés convocó al pueblo
para recordarles la fidelidad del Señor a sus promesas y hacer
un llamado a ser fieles y obedientes a Dios, mientras tomaban
posesión de la tierra prometida.
Contenido Deuteronomio contiene una serie de mensajes de despedida
dirigidos por Moisés a los israelitas, mientras aquél se
preparaba a morir y éstos se disponían a entrar a la tierra
prometida. Aunque Dios le había prohibido entrar a Canaán,
Moisés experimentaba una sensación de ansiedad en vísperas
de aquel acontecimiento. Lo que el Señor había prometido a
Abraham, Isaac y Jacob siglos antes estaba a punto de
convertirse en realidad. Deuteronomio representaba la
proclamación de una segunda oportunidad para Israel, que
por falta de fe y deslealtad había estorbado la conquista de
Canaán en una ocasión anterior. La mayoría de las personas
que se hallaban junto a Moisés frente a la tierra prometida no
habían participado en los acontecimientos del Sinaí; habían
nacido y se habían criado en el desierto. De ahí que Moisés
les exhorte treinta y cinco veces a «ir y poseer» la tierra.
Treinta y cuatro veces les recuerda que ésta es la tierra que
Dios les ofrece.
Mientras esta generación de israelitas se dispone a
penetrar en la tierra prometida, Moisés les recuerda la
fidelidad de su Dios a través de la historia y del pacto
especial que a Él los une. Moisés se da cuenta que la mayor
tentación de los israelitas en la tierra prometida será la de
olvidar a Dios y entregarse al culto de los ídolos cananeos.
De ahí su preocupación por mantener las relaciones
establecidas por el pacto. A fin de preparar al pueblo para la
vida en la nueva tierra, Moisés expone los mandamientos y
estatutos dados por Dios en su pacto. La obediencia a Dios se
equipara a la vida, las bendiciones, la salud y la prosperidad,
en tanto que la desobediencia equivale a la muerte, la
maldición, la enfermedad y la pobreza. El pacto mostró a los
hijos de Dios el camino para vivir en compañerismo con Él y
con los demás. Tan poderoso es el mensaje de Deuteronomio,
que se le cita más de ochenta veces en el Nuevo Testamento.
Aplicación personal Deuteronomio se caracteriza por un fuerte sentido de
urgencia. El desafío parece decisivo aun para el lector
contemporáneo: «Os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que
vivas tú y tu descendencia». La decisión es nuestra.
Deuteronomio enseña que la relación entre Dios y su
pueblo va más allá de la Ley. La condición indispensable
para mantener nuestra relación con Dios, según el pacto, son
la obediencia y la lealtad. Nuestro amor, afecto y devoción
por el Señor deben ser el verdadero fundamento de nuestras
acciones. La lealtad a Dios constituye la esencia de la
verdadera piedad y santidad. El éxito, la victoria, la
prosperidad y la felicidad, todo ello depende de nuestra
obediencia a la voluntad del Padre. El libro nos llama a
obedecer a Dios sobre la base de dos motivaciones: el amor y
el temor. «¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a
Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo
ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con
toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus
estatutos...?» (10.12, 13).
Cristo revelado Moisés fue el primero en profetizar la venida del Mesías, un
profeta como el mismo Moisés (18.15). Notablemente,
Moisés es la única figura con que Cristo se compara a sí
mismo. «Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí,
porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos,
¿cómo creeréis a mis palabras?» (Jn 5.46, 47). Jesús citó el
Deuteronomio a menudo. Cuando se le pidió que nombrara el
mandamiento más importante, respondió citando
Deuteronomio 6.5. Cuando Satanás lo confrontó con sus
tentaciones, citó exclusivamente el libro de Deuteronomio
(8.3; 6.16; 6.13; 10.20). Fue muy significativo que Cristo,
quien era perfectamente obediente al Padre, aun en presencia
de la muerte usara este libro dedicado a la obediencia a Dios,
para demostrar su sumisión a la voluntad del Padre.
El Espíritu Santo en La actividad redentora de Dios es el tema que recorre toda la
acción Biblia. El libro de Deuteronomio recuerda a la gente que el
Espíritu de Dios ha estado con su pueblo desde los tiempos
de la liberación del cautiverio egipcio hasta el presente, y que
continuará guiándolo y protegiéndolo si obedece las
estipulaciones del pacto.
En 2 Pedro 1.21 se alude a Moisés como uno de los
«santos hombres de Dios» que «hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo». Como mensajero de Dios, Moisés
daba testimonio de la presencia del Espíritu Santo mientras
profetizaba ante el pueblo. Varias de sus más importantes
profecías anunciaron la venida del Mesías (18.15), la
dispersión de Israel (30.1), el arrepentimiento (30.2) y la
restauración de Israel (30.5), su futuro establecimiento como
nación (30.5, 6), así como la prosperidad que le aguardaba
(30.9).
Bosquejo del contenido
I. Primer mensaje de Moisés 1.1-4.43
A. Introducción 1.1-5
B. Recuento del pasado 1.6-3.29
C. Llamado a la obediencia 4.1-40
D. Designación de las ciudades de refugio 4.41-43
II. Segundo mensaje de Moisés 4.44-26.19
A. Exposición de los Diez Mandamientos 4.44-11.32
B. Exposición de las leyes ceremoniales 12.1-16.17
C. Exposición de la ley civil 16.18-18.22
D. Exposición de las leyes criminales 19.1-21.9
E. Exposición de las leyes sociales 21.10-26.19
III. Tercer mensaje de Moisés 27.1-30.20
A. Ceremonia de ratificación 27.1-26
B. Sanciones del pacto 28.1-68
C. Juramento del pacto 29.1-30.20
IV. Palabras finales y muerte de Moisés 31.1-34.12
A. Perpetuación del pacto 31.1-29
B. El cántico del testimonio 31.30-32.47
C. La bendición de Moisés para Israel 32.48-33.29
D. Muerte y sucesores de Moisés 34.1-12

Capítulo 1
1.1 Habló Moisés a todo Israel: Deuteronomio está dirigido fundamentalmente a los
laicos, de la misma manera que Levítico era un manual para uso de los sacerdotes y levitas
esencialmente. El Arabá es el valle que se extiende al norte y al sur del Mar Muerto.
RIQUEZA LITERARIA
1.1 palabras, davar; Strong #1697: Una palabra,
un discurso; una cosa o un asunto; un
mandamiento, un reporte, un mensaje. Este
multifacético sustantivo podría ser traducido por
docenas de palabras en español. En el Antiguo
Testamento frecuentemente se usa la frase «la
palabra [davar] de Jehová», particularmente en
Jeremías y Ezequiel. El primer versículo de
Deuteronomio explicita el contenido del libro:
«Estas son las palabras que habló Moisés a todo
Israel...» El título hebreo de este libro, devarim o
palabras, proviene de la primera oración. Nótese
el parecido entre el hebreo davar y el griego logos
(la Palabra de Jn 1.1). Jesús es la davar del
Antiguo Testamento y el logos del Nuevo
Testamento. El Señor es el mensaje de toda la
Biblia.
1.2 Once jornadas: A Israel le tomó 38 años hacer este recorrido y toda una generación de
israelitas ya había muerto. Horeb designa en todo el libro de Deuteronomio (excepto en
33.2) al Sinaí. El nombre aparece 12 veces en el Pentateuco, 9 de ellas en Deuteronomio.
1.5 Resolvió Moisés declarar esta ley: Indica que Deuteronomio es una exposición de la
Ley, no una repetición literal de las palabras de Dios.
1.6 Jehová nuestro Dios: «Jehová» es el nombre del Dios de Israel. «Nuestro Dios» es una
frase que alude una estrecha relación entre Dios e Israel.
1.22 En Números 13.1, 2, Dios le dijo a Moisés que enviara a los observadores. Este
versículo da a entender que la iniciativa partió del pueblo. La terminología hebrea dice:
«Manda en tu nombre», lo que los judíos rabinos interpretan como: «Si deseas mandar
observadores, hazlo». De manera que Dios no lo ordenó, pero lo permitió.
1.28 Amuralladas hasta el cielo: Esto es una hipérbole. Las ciudades estaban edificadas
sobre colinas y parecían más elevadas de lo que eran. Las murallas de las ciudades
cananeas tenían entre 10 y 15 metros de alto.
1.36-39 Una manifestación de la misericordia de Dios queda demostrada con la promesa
dada a Caleb, a Josué y a la segunda generación israelita, que entrarían en Canaán. Ello
constituía un nuevo comienzo, una segunda oportunidad, cuyo cumplimiento se hace
realidad con el pacto deuteronómico.
1.41-46 Es característico del ser humano no apreciar el bien hasta que éste se pierde. A
pesar de sus esfuerzos por corregir sus errores, los israelitas continuaron rebelándose contra
Dios. En un vano intento de burlar el mandato de Dios, son desastrosamente derrotados y
empujados a Horma, que quiere decir «destrucción». El pueblo de Dios debe actuar cuando
Él lo dispone.
1.42 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
1.44 En Números 14.45 se dice que tanto los amalecitas como los cananeos participaron en
esta contienda. Los dos términos se usan a veces indistintamente.
Capítulo 2
2.6,7 El Señor bendijo e hizo prosperar a los israelitas aun en sus peregrinaciones por el
desierto. Prosperaron lo suficiente como para poder comprar la comida y el agua; nada les
faltaba.
2.11,20 Los hijos de Anac también eran conocidos como Refaím, el término hebreo para
«gigantes».
2.14 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
2.19 Entre los israelitas y los amonitas existieron antiguas monarquías (Gn 19.36–38).
2.23 Caftoreos designa a los filisteos; Caftor es Creta.
2.30 Nótese aquí el paralelo con Faraón en Éxodo 4.21.
2.34, 35 De acuerdo con 20.10–18, un aspecto de la guerra santa era la total destrucción del
enemigo y de todas sus posesiones, incluyendo a las mujeres y a los niños. Esta ley era
llamada herem. Según la ley de herem (7.1–5), Israel debía destruir por completo las
ciudades del área conquistada para prevenir que se mantuvieran sus falsas religiones y para
actuar como instrumento de Dios castigando a los cananeos por sus pecados.
Capítulo 3
3.1–3 Una repetición de Números 21.33–35.
3.17 Cineret: Ciudad en las riberas del mar de Cineret, o de Galilea. El Mar Salado es el
Mar Muerto.
3.18–22 Más adelante, Josué cita este pasaje ante los rubenitas, los gaditas y la media tribu
de Manasés, a fin de recordarles sus responsabilidades a las tribus situadas al oeste del
Jordán, las que diligentemente obedecieron (Jos 1.12–18).
3.21, 22 Véase la sección 7 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
Capítulo 4
4.1 Estatutos y decretos: Como se emplean en este versículo son sinónimos, y definen el
carácter de todas las leyes contenidas en los caps. 5–26.
4.1, 2 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
4.3 Baal significa «señor». Cada localidad cananea tenía su propio dios.
4.6–8 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
4.9–14 Moisés recuerda la experiencia de Israel en el monte Sinaí que se recoge en Éxodo
19.16–19. Sus advertencias en v. 9 presuponen las dificultades que el pueblo enfrentaba en
tierra de Canaán para mantenerse fiel a Jehová.
4.10 Temerme: Alude a la sagrada reverencia que se debe a Dios. Se reconoce que una
actitud reverente constituye la adecuada reacción del ser humano ante Dios. Ésta se expresa
en adoración y obediencia. El temor de Dios es uno de los temas del AT.
4.15-31 La revelación de Dios no debe corromperse con idolatría. Este pasaje es un
comentario del segundo mandamiento y hace énfasis en que Dios es Espíritu.
4.23,24 Celoso: Indica un activo celo en favor de la justicia que proviene de la santidad de
Dios. De ahí que Dios no pueda tolerar ningún tipo de idolatría.
4.29 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
4.29 Véase Jeremías 29.12–14.
4.34 Hechos aterradores: Alude a grandes demostraciones del poder divino. Nótese que
de las tres palabras griegas utilizadas en el NT para designar los milagros, dos se emplean
aquí, según la traducción de la Septuaginta: semeion para «señal», y teras para «prodigio».
4.41–43 Véase la nota a 19.11–13.
Capítulo 5
5.6–21 Un recuento de los Diez Mandamientos (dados originalmente en Éx 20.2–17)
mientras Moisés explica la nueva situación que enfrenta el pueblo en Canaán. Esta es una
exposición resumida de la Ley y no una versión literal, palabra por palabra, del texto
original.
5.8,9 Estos dos versículos deben ser considerados juntos. No son una prohibición de
modelar estatuas, sino de hacerlas para el culto.
5.23–28 Los líderes de Israel querían que Moisés actuara como un intermediario entre ellos
y Dios. Como tal, Moisés anticipaba el papel de «un solo mediador entre Dios y los
hombres» que le correspondió a Jesucristo (1 Ti 2.5).
Capítulo 6
6.3 La tierra que fluye leche y miel: Expresión antigua que denota la riqueza de un país.
6.4–9 Estos versículos siempre han sido conocidos en la tradición judía como «el Shema»,
que encierra las verdades fundamentales de la religión de Israel. Se les recita como oración
cotidiana junto con 11.13–21 y Números 15.37–41.
RIQUEZA LITERARIA
6.4 uno, ˒echad; Strong #259: Uno, una unidad.
˒Echad viene de la raíz ˒achad, «juntar, unificar;
reunir los pensamientos». ˒Echad significa lo
mismo que «uno» en español, tanto en sentido
estrecho (uno y sólo uno como en Eclesiastés
9.18, «un pecador destruye mucho bien») como
en el más amplio de los sentidos (uno compuesto
de muchos, como en Génesis 2.24, donde una
mujer y un hombre se convierten «en una sola
carne»). Deuteronomio 6.4–6 es el texto más
importante del Antiguo Testamento. Jesús lo
llamó el más grande mandamiento de la Biblia y
aún se mantiene como la principal confesión de
fe entre los judíos. La verdad fundamental para la
redención del mundo es que hay sólo un Dios
que crea y redime. Pero el Nuevo Testamento
muestra que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Compárese la unidad de Dios con la unidad del
ser humano hecho a su imagen: el ser humano
se compone de alma, cuerpo y espíritu (1 Ts
5.23). El ser humano no es tres «seres» sino «un
solo ser» con elementos físicos, espirituales y
emocionales.
6.4, 5 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
6.4 Este es el credo del judaísmo. Jehová es la castellanización del hebreo Yahweh. Los
judíos decían Adonai (mi Señor) cuando leían Yahweh, pues consideraban el nombre de
Dios demasiado sagrado para ser pronunciado. La palabra Dios se usa en el texto hebreo en
su forma plural. De manera que la frase nuestro Dios, Jehová uno es, constituye una
aproximación a la doctrina cristiana de la Trinidad, tres personas de la misma sustancia en
un solo Dios; aunque ello no era aún evidente para el pueblo de Dios en el AT.
6.5 La obediencia de Israel debía surgir de una relación basada en el amor. Este versículo
fue considerado por Jesús como el primero y mayor mandamiento. El corazón era
considerado el asiento de la mente y la voluntad. Cuando Jesús citó este pasaje en Marcos
12.30 y Lucas 10.27, añadió la palabra «mente», probablemente para destacar lo
«consciente» de esa actitud.
6.8, 9 En algún momento los hebreos comenzaron a poner este pasaje junto a 11.13–21,
Éxodo 13.1–10 y Éxodo 13.11–13, en estuches o bandas de cuero (filacterias) que se las
ataban en la mano izquierda y en la frente durante las oraciones matutinas. También
colocaban estas escrituras en pequeñas cajas de metal o cristal y las fijaban al lado derecho
de las puertas de las casas como una manifestación que eran el pueblo de Dios.
6.16 En Masah (Éx 17.1–7) los israelitas buscaron poner a Dios a prueba, imponiéndole
demandas que supuestamente servirían para demostrar su poder en los términos que ellos
proponían. Exigieron a Dios que les proporcionara agua de beber como una señal de que el
Señor estaba entre ellos y como una condición para seguir siéndole leales. Jesús rehusó en
sus días ofrecer tales señales a los escribas y fariseos.
Capítulo 7
7.1 Esta relación de naciones es algo común, y con algunas variaciones aparece
frecuentemente en el AT. A Israel le estaba prohibido hacer tratos de ningún tipo con ellas.
Cada uno de estos siete estados era relativamente pequeño, pero tomados en conjunto
superaban en población y recursos a Israel.
7.2, 3 Las destruirás: Verbo derivado del hebreo herem (véase la nota a 2.34, 35). Estas
disposiciones buscaban impedir que Israel pusiera en peligro su relación especial con Dios.
7.5 La destrucción total de estos objetos del culto pagano alejaba el peligro de que Israel
cayera en la tentación de adoptar aquellos falsos dioses como suyos y se entregara a
prácticas idólatras.
7.6 Santo: Pueblo separado. Israel era un pueblo santo debido a sus relaciones con Dios.
Estas relaciones fueron resultado de la voluntad divina, cuyos propósitos son aún
inescrutables.
7.12-16 El bienestar, la prosperidad y el éxito de Israel se basaban en el mantenimiento del
pacto que unía al pueblo con Dios.
7.16,17 El éxito será un fruto del apoyo que Dios les ofrezca. La acción militar debía
desarrollarse hasta el final, porque conciliarse con el enemigo sería abrir la puerta a la
idolatría en el futuro. Aquí se ofrece un ejemplo del papel de Israel como instrumento del
juicio divino (que te da Jehová tu Dios). Aunque Dios es amor, también es justo y debe
condenar a los que le rechazan a Él y a su pacto.
7.22 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
7.22 La conquista inicial de la tierra prometida sería rápida, pero su poblamiento y
completa pacificación se desarrollarían como un proceso gradual. Esto permitiría a los
israelitas multiplicarse y tomar posesión de la tierra de manera ordenada, sin que la región
retornara a formas primitivas de vida (que las fieras del campo no se aumenten contra
ti).
7.25, 26 Bajo la ley de herem (véase la nota a 2.34, 35) los israelitas no podían tomar las
posesiones de los idólatras a quienes derrotaran, las cuales eran consideradas anatema
(véanse las notas a Jos 7.1, 10–12).
Capítulo 8
8.2 En este capítulo Moisés hace énfasis en que el pueblo debe recordar la fidelidad de
Dios. El propósito de la experiencia del desierto era disciplinarlo; ellos no debían olvidar
lo que se les había enseñado. El corazón: Alude a la actitud del pueblo hacia Dios y sus
mandamientos. Para conocerla había que someterlo a prueba.
RIQUEZA LITERARIA
8.1 poseáis, yarash; Strong #3423: Heredar,
poseer, ocupar, apoderarse de. Este verbo
aparece más de 250 veces en el Antiguo
Testamento. Su gran importancia se muestra en
las promesas de Dios a Abraham, Isaac y Jacob.
En repetidas ocasiones, en Génesis, Dios se
compromete a darle la tierra de Canaán a los
descendientes de Abraham como posesión
eterna.
8.3, 4 La experiencia del maná permitió a los israelitas darse cuenta de que Dios era su
sustento en la vida. En los momentos en que era tentado, Jesús citó el v. 3 (Mt 4.4; Lc 4.4).
DINÁMICA DEL REINO
8.3 La Palabra de Dios y la alimentación del
alma, LA PALABRA DE DIOS. Jesús citó este
texto en Mateo 4.4, cuando confrontó las
tentaciones de Satanás en el desierto. El
mensaje obvio de este pasaje es que el alma no
puede sobrevivir sin la diaria Palabra de Dios. El
hecho de que se establezca un paralelo con el
maná que sirvió de alimento a Israel en el
desierto, pone en evidencia que el creyente debe
procurar una porción regular de la Palabra de
Dios y alimentarse de ella.
Esto no es una cuestión de deber legal, o sea
el determinar la salvación personal, sino un
asunto de responsabilidad personal que decide
nuestra incorporación a la senda del discipulado.
Sin embargo, que nadie suponga que se puede
sobrevivir espiritualmente sin alimentarse de la
Palabra de Dios. En 1 Pedro 2.2 se declara que
la Palabra de Dios es tan esencial para el
creyente como la leche para un infante. Pero así
como resulta imperativo que aceptemos su
Palabra para nuestra supervivencia, también
debemos reconocer que Dios la ha provisto de
dulzura a fin de que sea fuente de regocijo en
nuestras vidas (Sal 19.10).
(Sal 119.89–91/119.105) J.W.H.
8.10–20 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
Capítulo 9
9.4-6 Tres veces se le recuerda al pueblo que no recibía la tierra prometida a causa de su
rectitud, sino debido a la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob.
RIQUEZA LITERARIA
8.18 poder, koach; Strong #3581: Vigor, fuerza,
capacidad, poder, riqueza, medios o sustento.
Generalmente la palabra significa «capacidad» o
«habilidad», ya sea física, mental o espiritual.
Aquí Moisés le informa a Israel que es Dios quien
les da la «capacidad» (el poder, los medios, la
perseverancia, la habilidad) para obtener
riquezas, porque las bendiciones materiales se
incluyen en las promesas a los patriarcas y a sus
descendientes. Moisés advierte a Israel en el v.
17 que no considere la capacidad para el éxito
como un talento innato, sino que reconozca
humildemente que se trata de un don divino.
DINÁMICA DEL REINO
8.18 Prosperados para bendecir,
PROSPERIDAD DE DIOS. Este texto nos dice
que la riqueza existe para verificar el pacto, y no
debe ser malgastada egoístamente. Obviamente,
Dios desea que nuestras necesidades sean
satisfechas y quiere saciar los deseos de nuestro
corazón, pero una vez satisfechas nuestras
necesidades y saciado nuestro corazón, ¿qué
debemos hacer con el excedente de sus
bendiciones? ¿Puedes vivir en más de una casa
a la vez? Dios quiere que usemos nuestra
abundancia para bendecir a otros.
Dios quiere que tengamos riquezas, pero el
dinero es sólo una parte de ellas. Una persona
puede tener millones y aún ser pobre en salud,
paz y amistades. La riqueza es más que dinero y
posesiones. Necesitamos la sabiduría: 1) para
recibir el pacto de prosperidad de Dios; (recibir
fortuna sin que ella nos controle), y 2) para
apreciar su alcance y propósito en nuestras
vidas: que la salud, las riquezas, la paz y la
amistad nos ayuden a servir a otros. La
prosperidad prometida por Dios en su pacto
siempre es un medio para alcanzar un fin y no un
fin en sí misma.
(Flp 4.12, 13/Jn 10.10) F.P.
9.6, 13 Duro de cerviz puede traducirse como «testarudo». En vv. 7–14 Moisés utiliza la
experiencia del monte Sinaí para ilustrar la historia de la desobediencia de Israel y el hecho
de que no era digno de recibir el regalo de la tierra prometida. Cualquier alegato de justicia
por parte de los israelitas era falso.
9.7,8 La ira connota castigo.
9.9,25 Se refiere al mismo período de oración y ayuno.
9.20 La intercesión de Moisés en favor de Aarón no aparece en Éxodo. Si el sumo
sacerdote de Israel, quien era culpable de la confección del becerro fundido, necesitaba ser
salvado del castigo de Dios, ¿cuánto no dependería de la misericordia divina el resto del
pueblo?
9.22 En Tabera el pueblo se quejó de sus dificultades e infortunios (Nm 11.1–3); Kibrot-
hataava («tumbas de codiciosos»): Lugar donde Dios envió las codornices, así como una
gran plaga en castigo «por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso» (Nm 11.31–35).
Sobre Masah véase la nota a 6.16.
Capítulo 10
10.6 Aquí se dice que Aarón murió en Mosera. De acuerdo con Números 20.28 y 33.38,
murió en la cumbre del monte Hor. Esto no es una contradicción debido a que Mosera era
el nombre de la zona donde estaba localizado el monte Hor.
10.12, 13 Qué pide Jehová tu Dios de ti: Presenta los requerimientos de Dios por medio
de verbos activos que hacen referencia a varias actitudes: temas... andes... ames... sirvas...
guardes. Los verbos denotan fidelidad a Dios y se explican en 10.14–11.32.
10.16 Un corazón incircunciso es uno que está cerrado a Dios, que no ha comprometido su
lealtad al Señor. Si separan aquello que lo aleja de Dios, entonces el corazón se dejará guiar
por la palabra divina. Sin la circuncisión del corazón no puede haber verdadera reverencia o
amor por Dios.
10.17 Estos notables títulos dados a Dios son una enfática afirmación de monoteísmo.
10.19 Aunque no se formula de manera explícita en Deuteronomio, el mandato «amarás a
tu prójimo como a ti mismo» está presente como un principio.
10.20 A Jehová tu Dios... seguirás: Indica una íntima relación con Dios. Este es el mismo
verbo que se usa para describir el vínculo entre marido y mujer.
10.21 Solamente Dios debe ser objeto de alabanza para Israel. El culto a Jehová forma
parte vital de los requerimientos del pacto. Al rendir culto de adoración, el ser humano
ofrece una respuesta a Dios desde lo más íntimo de su ser, y pone de manifiesto ante todos
el vínculo que lo une a Él.
Capítulo 11
11.1 Moisés llama al pueblo a observar los dos mandamientos principales: Amarás a Dios
y guardarás... sus mandamientos.
11.6 Moisés recordó la rebelión de Datán y Abiram (Nm 16) para destacar la falta de
Israel y el castigo de Dios. Estos hombres se rebelaron contra la autoridad del líder
escogido por Dios, Moisés, y fueron destruidos. Al rebelarse, Datán y Abiram acusaron a
Moisés de haberlos sacado de la tierra que manaba leche y miel (Egipto) para llevarlos a la
desolación del desierto.
11.9-12 Estos versículos comparan la tierra prometida con Egipto.
11.14,15 Abruptamente, Moisés comienza a utilizar las palabras que Dios había empleado
cuando habló con él: Yo (Dios) daré la lluvia... hierba en tu campo.
11.18–21 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
11.26–32 Estos versículos concluyen lo que Moisés comenzó a decir en 5.1. Los israelitas
han sido invitados a tomar una decisión al colocar Moisés delante de ellos una bendición o
una maldición condicionadas a la actitud que asuman ante Dios y su Ley. Aquella
oposición entre bendición y maldición era tan importante para el futuro de Israel que dos
montañas de Canaán se convertirían en perpetuo recordatorio de esta encrucijada a que se
enfrentaban los israelitas.
RIQUEZA LITERARIA
11.25 pisareis, darach; Strong #1869: Caminar,
marchar, pisar, pisotear. Esta palabra aparece
más de 60 veces en el Antiguo Testamento y
sugiere una actividad más intensa que el mero
andar. «Marchar» o «pisar» representarían mejor
el significado de darach. De este verbo proviene
el sustantivo derech, que significa «camino»,
«sendero» o «vía»; ya sea esta una calle o el
sendero que sigamos en la vida.
11.30 La localidad que aquí se describe es probablemente Siquem, la cual se halla entre los
montes Gerizim y Ebal (v. 29).
Capítulo 12
12.2-4 Los lugares donde se realizaban prácticas idólatras debían ser totalmente destruidos
para despojarlos de toda apariencia de santidad. Este acto de destrucción se consideraba un
símbolo del rechazo de las deidades paganas por parte de los israelitas. Así se eliminaba
cualquier tentación de rendirles tributo en el futuro y se evitaba que estas localidades
mantuvieran su asociación con los antiguos dioses.
12.4 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
12.6 Vuestros holocaustos: Véase la nota a Levítico 1.3, 4. Los sacrificios consistían de
ofrenda elevada... votos... ofrendas voluntarias, todos los cuales eran distintas clases de
«ofrendas de paz» (véase Lv 3.1). Las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas
se refiere a los primogénitos durante la edad fértil de los animales. Estos serían utilizados
en numerosos sacrificios, incluyendo los votos.
12.8 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
12.12 El levita recibía su sustento de los sacrificios de la gente.
12.13 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
12.16 La sangre simbolizaba la vida que Dios otorgaba a toda criatura; de ahí que se la
debía tratar con respeto al ser derramada sobre la tierra, como si fuese agua.
12.23-25 La única prohibición sobre el consumo de carne era el mandato de no ingerir la
sangre del animal.
12.25 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
12.28 Véase las sección 3 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
12.31 La práctica de los sacrificios infantiles era cosa abominable y se la consideraba un
crimen capital entre los israelitas (Lv 18.21; 20.2–5).
12.32 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
Capítulo 13
13.1–3 La profecía y los sueños eran los medios normales que Dios empleaba para hablar
con su pueblo, pero de ambos dones se podía abusar. Los verdaderos profetas tenían poder
para ofrecer señales y hacer prodigios, pero también otras personas podían realizar tales
cosas (véase Éx 7.10–12). Los dones y poderes de una persona no eran lo único que
probaba su condición de verdadero profeta; por lo tanto, si alguien quería desviar la lealtad
del pueblo de Dios hacia dioses ajenos, era un falso profeta.
13.1–5 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
13.5, 9, 15 Dios rechaza de tal manera el culto de los falsos dioses que ordenó destruir
completamente cualquier ciudad israelita culpable de tal práctica. Según su mandato,
debían ser destruidos los falsos profetas (v. 5), los familiares (v. 9), o los habitantes de las
ciudades (v. 12) que intentaran arrastrar a los israelitas hacia la idolatría.
Capítulo 14
14.1 Estas prohibiciones están dirigidas contra costumbres asociadas al culto pagano de los
muertos.
14.3–21 En el AT no hay una explicación clara del principio en que se apoyaba la selección
de animales limpios e inmundos o detestables. Algunos especialistas piensan que era una
cuestión de higiene; otros creen que las religiones cananeas consideraban sagrados a los
animales inmundos. Las enseñanzas de Jesús que purificaron todas las comidas (Mc 7.19) y
el mandato de Dios a Pedro de «mata y come», en alusión a esos animales (Hch 10.13),
inclinan la balanza a favor del segundo punto de vista.
14.21 Esto parece un claro indicador de que las reglas dietéticas presentadas en este
capítulo no tenían un objetivo exclusivamente higiénico, sino que su existencia se debía a
que el pueblo escogido por Dios debía distinguirse de los demás habitantes de Canaán. Por
ejemplo, la ley que prohibía cocer al cabrito en la leche de su madre (dada también en Éx
23.19; 34.26) tuvo su origen en el rechazo de un rito religioso cananeo, posiblemente
asociado al culto de la fertilidad.
14.22–27 La presentación del diezmo (la «décima parte») era un acto por medio del cual se
rendía culto al Dios que proveía la cosecha. La entrega regular del diezmo enseñaba a la
gente a reconocer y recordar que su prosperidad no se debía a su propio quehacer. Lo
característico de este diezmo es que, en comparación con los más detallados principios de
Números 18.21–32 y Levítico 27.30–33, adorna la celebración de las provisiones divinas
por medio de una alegre comida familiar.
14.24-26 Esta recomendación especial se aplicaba a aquellos que por vivir a una gran
distancia del santuario les era prácticamente imposible transportar un diezmo de grandes
proporciones.
14.29 A través de la Biblia, los intereses de los pobres y necesitados están vinculados a los
intereses de Dios. La razón para cuidar de los menos privilegiados era que Dios impartiría
su bendición al dador.
Capítulo 15
15.4, 5, 11 La frase de Moisés: «para que así no haya en medio de ti mendigo» (v. 4) está
condicionada por lo que se dice en el v. 5: «guardar y cumplir todos estos
mandamientos». De ahí que una obediencia perfecta a los mandamientos de Dios haría
posible una sociedad en la que por medio de la bendición divina sería eliminada toda
pobreza. Como era probable que Israel no cumpliera enteramente con estos requisitos,
Moisés siguió diciendo, ahora de manera más realista: «porque no faltarán menesterosos
en medio de la tierra» (v. 11).
Capítulo 16
16.1 El mes de Abib: Llamado más tarde Nisan, correspondía aproximadamente al período
de primavera de marzo o abril. Éxodo 12.18 dice que la celebración de la pascua debía
realizarse el día catorce de Abib, y la de los Panes sin Levadura en los siete días siguientes.
De ahí que la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura fueran dos partes de un solo
festival mayor. En Éxodo 12, Levítico 23.5–8 y Números 28.16–25, se ofrece una
regulación detallada de este festival. La Pascua recordaba la liberación de los israelitas de
Egipto, y por lo tanto era una fiesta de la liberación del pueblo y del establecimiento de la
comunidad del pacto.
16.2 La pascua: Aquí se indica el animal sacrificado durante la Pascua, el pesah. Esta es la
misma palabra utilizada en el v. 1 para designar la celebración. La Pascua había sido
celebrada en Egipto en el seno de la familia y dentro de las casas. Ahora, después que Israel
tomó posesión de la tierra prometida, Dios la convocaba para que su celebración tuviese
lugar en un sitio determinado, en el lugar que Jehová escogiere para su santuario. De
manera que el pueblo de Dios debía reunirse en un lugar, como una sola familia, bajo la
dirección de un solo Dios.
RIQUEZA LITERARIA
16.2 sacrificarás, zabach; Strong #2076: Matar,
hacer pedazos o sacrificar. El sustantivo zebach,
«un sacrificio», proviene de este verbo. Mientras
en la mayoría de los idiomas occidentales la
palabra sacrificio meramente sugiere una
inconveniencia o la entrega de un regalo costoso,
en el idioma hebreo encierra la idea de ofrendar
una vida. De zabach también viene la palabra
mizbeach, «altar», que literalmente significa lugar
para sacrificios.

EL CALENDARIO JUDÍO (16.1)


Los judíos usaban dos tipos de calendario:
El calendario civil, para los acontecimientos de carácter oficial, familiar y comercial.
El calendario sagrado, para celebrar las fiestas religiosas.
Nombre de los Corresponde No. dedías Mes del año civil Mes del año
meses a: sagrado
TISRI sep-oct 30 días primero séptimo
MARCHESVAN oct-nov 29 ó 30 segundo octavo
QUISLEU nov-dic 29 ó 30 tercero noveno
TEBET dic-ene 29 cuarto décimo
SEBAT ene-feb 30 quinto undécimo
ADAR feb-mar 29 ó 30 sexto duodécimo
NISÁN mar-abr 30 séptimo primero
IYAR abr-may 29 octavo segundo
SIVÁN may-jun 30 noveno tercero
TAMMUZ jun-jul 29 décimo cuarto
AB jul-ago 30 undécimo quinto
*ELUL ago-sep 29 duodécimo sexto
*Los meses de 30 días alternan con los de 29 en el calendario hebreo. Más corto que el
nuestro, su año tiene 354 días. Por lo tanto, cada tres años (7 veces en 19 años) se
añadía un mes extra, ADAR SHERI, entre ADAR y NISÁN.

16.3 El pan de aflicción: El pan sin levadura constituía un símbolo de las penalidades
sufridas en Egipto y la opresión de Faraón. Este pan les recordaba la premura de la huida de
ese país, en la que no hubo tiempo siquiera para preparar la masa con levadura (Éx 12.34).
16.4 La prohibición de la levadura y el total consumo de la carne simbolizaban el énfasis en
la pureza de esta celebración.
16.10 La fiesta solemne de las semanas: El segundo festival anual por la cosecha que se
celebraba en Israel. Se le llama en Éxodo 23.16 la Fiesta de la Siega; en Números 28.26, el
Día de las Primicias; y Pentecostés (basado en la traducción griega de «cincuenta días») en
Levítico 23.16. Se ofrecen detalles sobre estas fiestas en Éxodo 23.16; 34.22, Levítico
23.15–21 y Números 28.26–31. La celebración estaba dedicada a la providencia de Dios en
la cosecha.
16.13 La fiesta solemne de los tabernáculos: Este festival agrario ocurría en el otoño,
cuando se recolectaban todos los productos. En Éxodo 23.16 y 34.22 se le llama la Fiesta
de la Cosecha. Detalles de cómo se observaba esta festividad aparecen en Levítico 23.33–
43 y Números 29.12–38. Cada año de reposo se leía a todo Israel la Ley durante esta fiesta
(31.9–13).
16.18; 17.8 Se establecerían tribunales locales en todas sus ciudades. Las sentencias de
estos tribunales de primera instancia podían ser apeladas ante el alto tribunal radicado en el
santuario principal, cuyo veredicto era definitivo (17.10, 11).
Capítulo 17
17.7 Se requería de los testigos iniciar la aplicación de la sentencia lanzando las primeras
piedras, pero el falso testimonio era castigado con el mismo rigor que el presunto delito
(19.15–21).
17.14 Este es el único pasaje del Pentateuco que menciona la idea de una monarquía. Israel
era un estado teocrático, con Dios como su único Rey. Pero aquí Moisés predice que
eventualmente Israel pedirá un rey. Los reyes israelitas debían distinguirse de los monarcas
de los pueblos vecinos por las normas de conducta dictadas en la Ley. Esto anticipó el
establecimiento del trono davídico y el reinado de Cristo.
17.16,17 Se puede decir con tristeza que las subsecuentes monarquías de Israel violaron
estas tres prohibiciones.
Capítulo 18
18.1-8 Esta sección contiene una detallada legislación sobre la provisión de comida y telas
para confeccionar las vestimentas de los levitas.
18.9-14 Las prohibiciones de aceptar como legítimas figuras religiosas del tipo de los
agoreros y adivinos, y de adoptar sus prácticas, se debía a que Israel era el pueblo escogido
y tenía que ser perfecto... delante de Jehová.
RIQUEZA LITERARIA
18.5 nombre, shem; Strong #8034: Nombre,
renombre, fama, memorial, carácter. Es posible
que shem proceda de una raíz que sugiere
«marcar» o «herrar» (en el sentido de marcar con
un tizón encendido). De ahí que a una persona
se la nombraba por algo que la señalaba, ya
fuese alguna característica física, algún logro
alcanzado o que se esperaba alcanzara. Shem
aparece más de 800 veces en el Antiguo
Testamento y su uso más importante ocurre en la
frase «el nombre de Jehová», en ocasiones
abreviada en ha-shem («el nombre», es decir
Jehov̆). Véase Levítico 24.11, donde un hombre
blasfemó «el nombre», lo cual indica que
blasfemó al Señor. Por lo tanto, en la tradición
judía se le llama a menudo a Jehov̆ Dios
simplemente hashem.
18.15 Moisés fue seguido por muchos profetas genuinos, pero su profecía de que algún día
se levantaría un profeta como él, sólo se cumplió con la venida de Jesucristo. En su sermón
de Hechos 3.22, 23, Pedro cita esta profecía como consumada en la persona de Cristo.
18.16 Horeb: Véanse las notas a 5.23–28.
18.21, 22 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
DINÁMICA DEL REINO
18.18, 19 Jesús el profeta de un mejor pacto,
LA VENIDA DEL MESÍAS. Para los judíos
religiosos del tiempo de Jesús nadie era mayor
que Moisés. Por medio de él Dios había dado la
Ley; fue la persona que Dios utilizó para trasmitir
todo el sistema religioso israelita. Estaban
conscientes también de que Dios había dicho
que vendría otro profeta como Moisés. Cuando
los fariseos le preguntaron a Juan el Bautista si él
era «el profeta» (Jn 1.21), se estaban refiriendo a
este pasaje de la Escritura.
Así como Moisés dio el antiguo pacto, Jesús
vino a traer el nuevo. Juan dice: «Pues la ley por
medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo» (Jn
1.17). El escritor de Hebreos nos dice que Cristo
fue el mediador de un mejor pacto (Heb 8.6).
Jesús, como profeta, vino a cumplir los requisitos
del antiguo pacto, para que el nuevo pacto
pudiera ser establecido entre Dios y la
humanidad.
(Gn 3.15/Is 9.6) J.H.
Capítulo 19
19.2 En 4.41–43 Moisés dispuso que se establecieran tres ciudades de refugio al este del río
Jordán. Aquí instruye a los israelitas para que creen tres ciudades como éstas del lado
oeste, una vez que tomen posesión de la tierra. Estas ciudades reemplazaban al altar (véase
Éx 21.12–14) como refugio para el homicida, a causa de que el altar estaría demasiado lejos
para la mayoría de las personas.
19.3,4 El homicida es aquel que mata sin premeditación (sin intención).
19.6 El vengador de la sangre: El más cercano pariente masculino de la víctima. Era su
responsabilidad traer al homicida ante el tribunal de su lugar de residencia para que fuera
sometido a juicio. El riesgo que existía era que el pariente, enfurecido, matase al culpable
en lugar de presentarlo al tribunal.
19.11-13 El crimen premeditado demandaba un severo castigo porque constituía una
violación de la santidad de la vida y contaminaba la tierra donde moraba Dios junto a su
pueblo.
19.21 Véase la nota a Levítico 24.20
Capítulo 20
20.1–20 Este capítulo, junto a 21.10–14, 23.9–14 y 25.17–19, ofrece importantes
instrucciones sobre la conducta a seguir en las guerras santas. Israel está conquistando la
tierra prometida; la presencia de Dios a su lado le dará la seguridad de la victoria, pero ésta
sólo se mantendrá si el pueblo obedece a las normas establecidas por Él.
20.5-9 El tema de este pasaje son las leyes que exceptúan a la gente del servicio militar. Al
pueblo: Se refiere al ejército.
20.10-18 Estos versículos contienen las instrucciones de Dios a la hora de hacer frente a las
ciudades enemigas.
20.19,20 A diferencia de otros ejércitos, que arrasaban la tierra, el israelita debía saber
actuar con mesura para no dañar innecesariamente la tierra que Dios había creado y donde
su pueblo iba a habitar.
Capítulo 21
21.1-9 El crimen anónimo echaba una mancha de sangre sobre toda la comunidad; se
requería, por lo tanto, una acto de expiación comunitaria. El procedimiento legal y religioso
debía ser llevado a cabo por los ancianos y los jueces miembros del tribunal central, los
ancianos de la ciudad que asumían esa responsabilidad, y los sacerdotes. La cerviz de una
becerra era quebrada como señal del castigo que el crimen merecía.
21.10–14 Dios permitía a los israelitas tomar mujeres cautivas en ciudades distantes
(20.13–15), pero debían abandonar el paganismo y aceptar el judaísmo antes de casarse (vv.
12, 13). No se explica la razón por la cual Dios permitía el divorcio si después la mujer no
le agradaba al esposo (v. 14).
21.18–21 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
21.18–21 Estos versículos demuestran la importancia del quinto mandamiento (Éx 20.12).
21.22, 23 La horca no era un método utilizado para ejecutar la pena de muerte por los
israelitas. De acuerdo con esta secuencia, el hombre era muerto y después colgado a un
árbol, como una advertencia a la gente de que violar la Ley de Dios costaba caro. Maldito
por Dios es el colgado: El apóstol Pablo utilizó esta frase en Gálatas 3.13 para presentar
una analogía con Cristo. Al igual que el cuerpo del criminal era maldecido por Dios, así
Cristo, colgado de la cruz, llevaba sobre sí el castigo divino, la misma vergüenza que todo
criminal condenado. Al tomar sobre sí la maldición de la Ley, Jesucristo nos redimía de
ella.
Capítulo 22
22.1-4 Un individuo no debe ignorar lo que ve cuando descubre que el animal de su vecino
se ha extraviado. Por el contrario, debe recogerlo y devolverlo a su dueño. Este estatuto es
contrario a la tendencia humana de no involucrarse en dificultades ajenas.
22.5 El principio básico que aquí se presenta es que el hombre y la mujer deben honrar la
dignidad de su propio sexo y no intentar adoptar la apariencia y el papel que al otro le
corresponde.
22.6,7 Esta ley enseñó a Israel un principio básico para la protección de los recursos
naturales.
22.8 La recomendación de construir un pretil (un muro o pared protectora) en los techos de
las casas demuestra la preocupación por el valor de la vida humana y la necesidad de
protegerla.
22.9-11 Este grupo de leyes pone de manifiesto la importancia de mantener la disciplina y
el orden.
22.12 Flecos: Designa las bandas trenzadas que se prenden a las vestimentas (véase la nota
a Nm 15.38).
22.13–30 Estas variadas disposiciones tienen que ver con la virginidad (vv. 13–21) y las
penas por las conductas sexuales ilegítimas (vv. 22–30). La última sección constituye una
elaboración del séptimo mandamiento (Éx 20.14).
22.13–21 Véase la sección 6 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
22.22 Véase la sección 6 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
22.30 Ni profanará el lecho de su padre: Significa que nadie debe usurpar los derechos
maritales de su padre.
Capítulo 23
23.1-9 Estos versículos se ocupan de la admisión de alguien a la congregación, en este
caso a Israel como una comunidad de creyentes. El equivalente griego es eklesia, la palabra
utilizada en el NT para designar a la congregación local de creyentes. Las razones exactas
para estas prohibiciones no son ya comprensibles.
23.7 De acuerdo con la tradición hebrea, los edomitas eran descendientes de Esaú (Gn
36.1–19).
23.9-14 Durante la guerra, las reglas de higiene debían ser mantenidas como un símbolo de
pureza, un prerrequisito para conservar la presencia de Dios.
23.17 Los hombres y las mujeres de Israel no podían prostituirse participando en los cultos
paganos a la fertilidad.
23.18 Se identifica a la prostituta como una ramera, y al varón que se prostituye como un
perro. La legislación israelita prohibía que el dinero obtenido por medios pecaminosos
sirviese para pagar un voto a Dios.
Capítulo 24
24.1–4 Este pasaje no dispone sanción divina alguna por el divorcio; por el contrario,
simplemente reconoce que ésta era una práctica común entre los israelitas. Si la mujer
recibía una carta de divorcio quedaban anulados todos los derechos del marido a la dote
que ella había traído al matrimonio.
Cuando Jesús discutió sobre este pasaje con los fariseos, declaró que Moisés permitía el
divorcio a causa de la dureza del corazón humano, por lo que Dios nunca favoreció el
divorcio (véase la nota a Mt 5.31, 32).
24.6 Todo israelita poseía una pequeña máquina de moler a fin de preparar cada día la
harina para el pan. Se prohibía tomarla como garantía de un préstamo, debido a que el
molino podía ser confiscado en caso de falta de pago y ello dejaría al deudor sin medios de
vida.
24.7 Hurtado: Aquí se refiere al secuestro de un israelita por otro para maltratarlo o
venderlo como esclavo.
24.10-13 Esta legislación estaba destinada a proteger a los pobres, quienes a veces tenían
que pedir prestado.
24.16 Pecado: Se refiere aquí al castigo por crímenes que merecían la pena capital. No
debe confundirse con las consecuencias espirituales del pecado de que se habla en 5.9.
24.19-22 Esta provisión para alimentar a los menos privilegiados se ejemplifica de forma
muy bella en el libro de Rut.

Capítulo 25
25.1–3 Este mismo problema de líderes religiosos en pleito legal con creyentes es
enjuiciado por Pablo en 1 Corintios 6.1–8.
25.4 No pondrás bozal al buey cuando trillare: Ello prevenía que comiese mientras
trabajaba en favor del hombre. Pablo cita este versículo en 1 Timoteo 5.18 para ilustrar el
principio de que «digno es el obrero de su salario».
25.9 Quitarle el calzado indicaba que el hermano había abandonado sus responsabilidades y
por lo tanto merecía pasar la vergüenza de ser escupido en el rostro.
25.13-16 Los negocios deben ser conducidos de acuerdo con los más elevados principios
éticos.
Capítulo 26
26.1-15 Esta sección versa sobre la actitud que nos lleva a ofrendar las primicias del fruto
y el diezmo. Enseña que ambos deben ser ofrecidos alegremente, como un reconocimiento
de las provisiones y la salvación recibidas de Dios.
26.5 Un arameo: Inusual referencia a Jacob, apelativo que parece derivar de su matrimonio
con Lea y Raquel, ambas de origen arameo. Con pocos hombres alude a las 70 personas de
la familia de Jacob que entraron a Egipto (Gn 46.8–27).
26.12 La ceremonia del diezmo debía comenzar al tercer año de establecidos los israelitas
en Canaán. La presentación de las primicias (vv. 1–11) comenzó durante el primer año.
Capítulo 27
27.1–10 El mensaje conjunto de Moisés, con los ancianos, era algo poco común, ya que
aquél acostumbraba a dirigirse al pueblo independientemente. Sin embargo, como Moisés
no cruzaría el Jordán, sus palabras parecen destinadas a poner de relieve las futuras
responsabilidades de los ancianos como líderes del pueblo. La responsabilidad específica de
que aquí se habla consiste en la renovación del pacto sobre el monte Ebal, en la tierra
prometida. Este acontecimiento se describe en Josué 8.30–35.
RIQUEZA LITERARIA
26.18 exclusiva posesión, segullah; Strong
#5459: Posesión, propiedad personal, tesoro
especial. Este sustantivo aparece 80 veces en el
Antiguo Testamento: Cinco de ellas se refieren a
Israel como el tesoro especial de Dios y dos
hablan de las preciadas posesiones de monarcas
o «tesoros reales». Una importante referencia la
encontramos en Malaquías 3.17, donde se habla
de la gente que Dios considerará como su
«especial tesoro». Los tesoros humanos son
objetos materiales, pero a través de toda la
Escritura el tesoro de Dios son los seres
humanos.
27.4 El monte Ebal era una localidad insignificante, situada a 48 km al norte de Jerusalén.
Fue allí donde Abraham construyó un altar y escuchó de la promesa que en tiempos de los
patriarcas hizo Dios sobre lo que más tarde sería la tierra prometida.
27.9 Hoy has venido a ser el pueblo de Jehová tu Dios: Esta ceremonia serviría de
recordatorio a Israel de su privilegio especial como pueblo escogido por Dios.
27.11–26 Este segundo ceremonial reforzaría las dos alternativas a que se enfrentaba Israel
en su nueva residencia (véase la nota a 11.26–32).
27.14 Los levitas son aquí los que tienen la obligación específica de atender el arca. No es
toda la tribu de Leví, sino aquellos que en el monte Gerizím ocuparon su lugar para recibir
la bendición (v. 12).
27.26 Pablo cita este versículo en Gálatas 3.10 como parte de su argumento de que Cristo
retiró la maldición de la Ley y, por lo tanto, no debemos confiar en nuestra justicia u obras
para alcanzar la salvación, sino en la gracia de Dios.
Capítulo 28
28.1–68 Este capítulo contiene otra lista de bendiciones y maldiciones que dio el mismo
Moisés durante una ceremonia de renovación de un pacto en la llanura de Moab (29.1).
Esta ceremonia fue anticipo de otra que realizaría más tarde en el monte Ebal (cap. 27).
DINÁMICA DEL REINO
28.1 Los propósitos de las profecías
predictivas, PROFECÍA. En la Biblia abundan
las promesas y la profecía. Dios aseguró que
estaba presto a bendecir y a menudo habla de
cosas que se propone hacer en el futuro. En
ambos casos siempre hay condiciones: el
llamado de Dios a ajustarse a su voluntad para
que su promesa pueda bendecir al obediente. El
capítulo 28 constituye un ejemplo clásico, tanto
de las promesas como de las profecías de Dios.
Compárense los vv. 1, 2 y 58, 59 para apreciar
las bendiciones prometidas al obediente y los
juicios que se predicen para el desobediente.
Esto es ejemplo del propósito de la profecía
predictiva en la Biblia, la cual sirve para advertir y
enseñar obediencia y una vida fructífera. Nunca
se pronuncia para satisfacer, suscitar curiosidad
o promover la adivinación. En Mateo 24 Jesús
pronuncia varias profecías sobre las cosas que
vendrán, pero solamente propone a los
discípulos una norma práctica: velad (v. 42), no
tratar de adivinar el posible curso de los
acontecimientos por venir (v. 36).
En otro lugar, nuestro Señor indicó que las
profecías predictivas también son dadas para
apoyar nuestra confianza en la soberanía y en la
omnisciencia de Dios, quien tiene el control de
los acontecimientos y conoce el fin desde el
principio. Nótense sus palabras en Juan 13.19;
14.20 y 16.4, donde se enfatiza en tres ocasiones
el propósito de su predicción: «para que cuando
suceda, creáis que yo soy» (es decir, el Hijo de
Dios, el Mesías).
(Hch 11.27–30/1 Jn 2.18) J.W.H.
28.9 Quizás la bendición más importante de todo el libro de Deuteronomio sea la de te
confirmará Jehová por pueblo santo suyo... cuando guardares los mandamientos.
28.15–68 El mejor comentario sobre esta larga serie de maldiciones son las palabras de
Pablo en Romanos 1.18: «Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda
impiedad e injusticia de los hombres». La inevitabilidad de estas maldiciones pendería
sobre los creyentes hoy en día si no las hubiera quitado Jesús, aquel que «nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición» (Gl 3.13).
28.32 Serán entregados a otro pueblo: Se refiere a que sus hijos serían vendidos como
esclavos por un pueblo extranjero. Desafortunadamente ello sucedió debido a la
desobediencia de Israel: El reino del norte que cayó en manos de Asiria en el año 721 a.C. y
Judá fue conquistada por Babilonia en el año 587 a.C.
28.58 Moisés afirma enérgicamente el propósito de la Ley; que Israel temiese este nombre
glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS.
Capítulo 29
29.1–29 Este capítulo contiene un resumen de las acciones de Dios desde el éxodo hasta la
llegada de Israel a los campos de Moab. Es seguido por una nueva reafirmación del
significado del pacto entre el pueblo escogido y su Dios (vv. 9–15), y nuevas advertencias
sobre las consecuencias que enfrentarían en Canaán aquellos cuyo corazón se aparte hoy
de Jehová nuestro Dios (vv. 16–29).
29.1 La ceremonia de renovación del pacto en Moab reiteró el significado de la celebrada
antes en Horeb (5.2).
29.11 Desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua: Se refiere a una clase de
residentes extranjeros que estaban asignados a labores domésticas (véase Jos 9.21–27).
29.15 Con los que no están aquí hoy con nosotros: Se refiere a las generaciones que aún
no habían nacido. Sin duda una afirmación impresionante, porque no sólo el futuro de los
israelitas que estaban presentes, sino el de sus sucesores, dependía de su obediencia a la
voluntad de Dios.
29.18 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
29.23 Los detalles de aquella hipotética situación que aquí se describe se relacionan con la
forma como los hebreos representaban la ira de Dios; el fuego (azufre), arrasar (sal) y
abrasar. Adma y Zeboim estaban cerca del extremo sur del Mar Muerto, cerca de Sodoma
y Gomorra.
Capítulo 30
30.1–10 Este pasaje contiene una predicción: Prevé un futuro período de cautividad a causa
de la desobediencia del pueblo, y uno de arrepentimiento y restauración. Las etapas de la
restauración incluirían: el recuerdo de que están cautivos como consecuencia inevitable de
no haber cumplido con las estipulaciones del pacto (v. 1); el arrepentimiento (v. 2), y un
serio compromiso de obedecer a su voz (v. 2). Dios los sacaría entonces de la cautividad (v.
3), tendría misericordia de Israel (v. 3), lo haría volver... a la tierra que sus padres
heredaron (v. 5), y circuncidará su corazón (v. 6), una referencia al pacto mesiánico,
cuando Dios solucionará los problemas espirituales del ser humano por medio de una
transformación de su ser íntimo.
30.11–14 Véase la sección 7 de «Verdad en acción» a final de Deuteronomio.
30.11-14 Refiriéndose a la ceremonia en Moab, Moisés les recuerda que el mandamiento
no impone condiciones a las personas que éstas no puedan comprender o cumplir. Se
trataba de algo realista y práctico, por lo que nadie tenía excusas para desobedecer.
30.15–20 Véase las sección 3 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
30.15-20 El capítulo termina con un llamado a escoger el camino de la vida.
Capítulo 31
31.1-34.12 Estos capítulos se refieren a los detalles de la próxima muerte y funeral de
Moisés.
31.2 No puedo más salir ni entrar: Expresa la incapacidad de Moisés de seguir
desempeñando sus obligaciones. Ello se debe a su avanzada edad y al mandato de Dios de
no pasar el Jordán.
31.3–6 Pronto los israelitas cruzarán el Jordán e iniciarán la conquista de la tierra
prometida. Moisés les recuerda que Dios estará junto a ellos en la batalla, lo mismo que
cuando se enfrentaron en el desierto a Sehón y Og (2.26–37; 3.1–11), cuya tierra ocupan
ahora.
31.5–8 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
31.7–13 Moisés entrega el liderazgo de los israelitas a Josué, quien ya ha sido designado
para asumir esa responsabilidad (1.38; Nm 27.23). También asigna a los sacerdotes levitas
y a todos los ancianos (los jefes civiles y religiosos de Israel) la responsabilidad de enseñar
la ley y hacerla cumplir.
31.14–23 Lo que sucedió en esta ceremonia privada debe ser considerado como una
confirmación de la comisión entregada a Josué ante el propio Jehová. Esta responsabilidad
se le había confiado en una ocasión anterior (Nm 27.22, 23).
RIQUEZA LITERARIA
31.9 escribió, chatab; Strong #3789: Escribir,
inscribir, tallar; documentar en forma escrita.
Chatab se refiere a la inscripción de palabras en
algún tipo de material (como piel o arcilla), lo cual
sirve para documentar y preservar las cosas
escritas. Aquí Moisés escribió esta Ley y la
entregó a los levitas para que la guardaran. Ello
dio inicio a la tradición de los escribas que han
preservado las Escrituras por más de 3.000 años.
Debido a la naturaleza de la Ley, y de toda la
Palabra de Dios, era esencial que las palabras se
preservaran en forma escrita, y no
exclusivamente en las canciones y los relatos
tribales. En Juan 5.46–47 Jesús declara:
«[Moisés] de mí escribió... Pero si no creéis a sus
escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?» Jesús
enojó a Satanás al apelar al registro escrito de
Dios: «¡Escrito está!».

31.16 La futura apostasía de los israelitas es anunciada en presencia de Josué para que éste
tome conciencia del peligro que se avecina y trate en su momento de conjurarlo. Josué
cumple fielmente esta encomienda (Jos 24.31); pero en su última y larga despedida (Jos
23.15, 16) repite la misma advertencia al pueblo de Israel.
31.20 Vale la pena notar que la prosperidad que Dios traería a los israelitas contribuiría a
darles una sensación de triunfo y seguridad que los haría olvidar a quien la debían.
31.28-30 El mandato central de este capítulo es que se lea regularmente el pacto, se escriba
el cántico del testimonio, sea enseñado a Israel, y se sitúen fuera del arca los documentos
del pacto. Todo ello implicaba la preocupación de que Israel olvidara su pacto con Dios y
lo rompiera.
31.29 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
Capítulo 32
32.1-47 Esta canción poética debía ser memorizada y repetida por los israelitas como un
testimonio permanente de su fidelidad al pacto.
32.4 El Señor es designado cinco veces en este cántico como la Roca, el símbolo de la
estabilidad y la firmeza (vv. 4, 15, 18, 30, 31). Este título tan gráfico destaca la naturaleza
eterna e invariable del Dios del pacto.
32.9 Israel es llamado aquí Jacob, un sinónimo poético de uso común entre los israelitas.
32.11, 12 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Deuteronomio.
32.15 Jesurún: Nombre poético para Israel. La ingratitud de Israel hacia Dios se revela en
el hecho de que engordó gracias a la provisión divina y tiró coces, rechazando su amor y
su autoridad. Israel abandonó al autor de la creación y desdeñó el fundamento de su
salvación.
32.17 La idolatría del mundo pagano era algo más que una simple superstición; sometía a
quienes la practicaban a los poderes demoníacos (véanse también Lv 17.7; 2 Cr. 11.15; Sal
106.37).
32.49 Abarim significa «montaña de las fronteras»; una cadena montañosa donde el Nebo
era la montaña más elevada.
RIQUEZA LITERARIA
32.36 juzgará, din; Strong #1777: Gobernar,
regir, legislar, juzgar, luchar, alegar la causa de
alguien; contender con alguien o por algo. El
sustantivo que se deriva de juzgará se traduce
como «juicio», «causa» o «alegato». Dayan es
otro derivado que significa «un juez». En fin, de
din proviene medinah, que significa «estado»,
«provincia» o «gobierno»; literalmente, «un lugar
de juicio o justicia».
Capítulo 33
33.1–29 Moisés pide bendiciones para cada una de las tribus de Israel, con la excepción de
la de Simeón, la cual sería pronto absorbida por Judá (Jos 19.2–9). En contraste con el resto
del capítulo, este pasaje sobresale por el tono positivo y el gozo que lo recorre. Aquí no hay
reproches ni advertencias. Mientras el cántico del cap. 32 habla de las calamidades que la
justicia de Dios hará descender sobre Israel por su deslealtad, las bendiciones del cap. 33
describen la gloria y la grandeza que coronarán su fidelidad al Señor. De ahí que el cántico
del cap. 32 y las bendiciones del cap. 33 se complementen. El fundamento de estas
bendiciones es la inconmovible confianza en el Dios único de Israel, quien cabalga sobre
los cielos para ayudar al pueblo escogido. Jehová es el eterno Dios cuyos brazos eternos
nunca se cansan de ofrecer refugio y seguridad.
Capítulo 34
34.1–8 La tierra que se le permitió divisar a Moisés desde el monte Nebo era aquella que
Dios prometió a los patriarcas. La frase hebrea verla con tus ojos aludía a la adquisición
legal de una propiedad por quien la observaba (Gn 13.14, 15). De ahí que Moisés estaba en
aquel momento tomando posesión, en nombre de todo el pueblo, de la tierra prometida por
Dios.
RIQUEZA LITERARIA
33.12 confiado, betach; Strong #983: Seguridad,
confianza, en paz, confiado; el estado de
confianza y seguridad que pertenece a aquellos
que confían y descansan en el Señor. Betach
aparece más de 40 veces en el Antiguo
Testamento y generalmente se traduce como
«confiado», «seguro» o «confiadamente». De
betach viene bittachon, que significa «confianza»
o «esperanza».
RIQUEZA LITERARIA
33.23 favores, ratson; Strong #7522: Placer,
deseo, deleite, favor. El sustantivo ratson viene
del verbo ratsa, que significa «estar complacido
con» o «favorecer algo». Ratson se refiere
especialmente a lo que es agradable y placentero
para Dios. Aquí la idea es que Neftalí debe
satisfacerse con el deleite, el placer y el favor de
Dios.
34.1 La cumbre de Pisga: Referencia al punto más elevado de una cadena de montañas.
34.9-12 El epitafio de Moisés pone de manifiesto el íntimo conocimiento que Dios tenía de
él.

Pasos para conocer 2.14 Conoce que Dios hará que te enfrentes de
a Dios y sus nuevo a cualquier aspecto del desarrollo
caminos El tema espiritual que pretendas pasar por alto.
central de 7.22 No menosprecies los pequeños avances. El
Deuteronomio es proceso hacia la madurez espiritual consta casi
cómo Dios hace siempre de pequeños pasos, no de grandes
madurar saltos.
espiritualmente a su
32.11, 12 Descansa en el cuidado con que Dios te
pueblo. El Señor no
nutre.Conoce que el Señor se preocupa por ti,
permitirá que
te guía y te conduce a la madurez espiritual
pasemos por alto
ninguno de los
pasos de este
proceso y se
ocupará de que
lleguemos hasta el
final.
Pasos hacia la 1.42 Busca y depende de Dios. Sin eso la victoria
devoción no sólo es improbable sino imposible.
dinámicaDeuteron
4.1, 2, 6–8 Estudia la Palabra de Dios asiduamente.
omio añade mucho
Aplícala a todo lo que pienses y hagas. Dios
a nuestro
mostrará su bondad y grandeza.
conocimiento de lo
que es estar 4.29; 6.4, 5 Busca el rostro de Dios constantemente.
consagrado a Dios Noolvides orar y meditar sobre la Escritura.
con todo nuestro
corazón y toda
nuestra alma. Hace
énfasis en la
necesidad de una
entrega completa y
llama a su pueblo a
seguirlo con todas
sus fuerzas.
Pasos hacia la 11.18–21 Practica memorizar pasajes de la Escritura y
santidadLa meditar sobre ella, para que fijes en tu mente la
santidad significa Palabra de Dios y le permitas orientar tu
ser separados del conducta.
mundo y
12.25, 28, 32 Busca en las Escrituras los caminos que
distinguirse de él.
Diosquiere que recorras en tu vida, y transita
El libro de
por ellos de manera que le agrade.
Deuteronomio
ofrece mucha luz 30.15–20 Comprende que al elegir cualquier vía de
sobre la manera de acción también escoges sus consecuencias.
edificar vidas Dios no puede bendecir y hacer prosperar la
completamente desobediencia o la infidelidad.
dedicadas a Dios.
Orientaciones para 8.10–20 Cuídate del orgullo cuando seas bendecido
crecer en por Dios. Conoce que la prosperidad a menudo
piedadDeuteronom da lugar a la arrogancia, y hace que olvidemos
io le presta mucha que el Señor es la fuente de todas las
atención a las cosas bendiciones.
que te ayudarían a
12.4, 8, 13 Examina regularmente tus actitudes a la luz de
vivir siempre
la Palabra de Dios.
consciente de la
presencia de Dios, 13.1–5 Somete a prueba todo ministerio por medio
abriendo cada día de la Palabra de Dios.
más espacio para el 18.21, 22 Rechaza cualquier ministerio que no esté a la
Señor en tu vida. altura de la Palabra de Dios.
La gente piadosa se
preocupa por 21.18–21 Préstale atención a cómo disciplinas a tus
mantener una hijos. Los hijos rebeldes avergüenzan a sus
actitud adecuada y padres y no honran al Señor.
disciplinada en sus
relaciones con los
demás.
Deuteronomio
también aborda el
tema de cómo
respetar la
autoridad que Dios
tiene sobre la vida
y la conducta de los
seres humanos.
Pasos para 29.18 Cuídate de la amargura en tu propio corazón y
enfrentarse al ante el pueblo de Dios. Muchas veces ese
pecadoEs sentimiento aleja a la gente de Dios.
importante
31.5–8 Dale la espalda al miedo, la hostilidad y el
enfrentarse a los
desaliento. Toda falta de fe es pecado. Confía
pecados del
en la presencia de Dios. El Señor promete estar
corazón y la actitud
siempre junto a ti y guardarte de todo temor.
antes que se
arraiguen y den 31.29 Manténte consciente de tu propensión al
lugar a conductas pecado y a olvidarte de Dios. Reconoce y
odiosas. descansa en el poder y la provisión del Señor.
Claves para 22.13–21 Valora la virginidad; no te avergüences de
alcanzar la pureza ella. Rechaza la irresponsable actitud ante el
moralDeuteronomi sexo que hoy prevalece. Comprende que Dios
o reitera que la da un gran valor a la pureza sexual.
pureza moral y
22.22 Huye del adulterio y detéstalo; honra la
sexual son
fidelidad conyugal. Comprende que Dios
esenciales para
rechaza el adulterio y siempre lo juzga
mantenerse leales
severamente
al Dios del pacto. Las
normas de Dios no
admiten compromiso
con las del mundo, y
por lo general
contrastan
Orientaciones para 3.21, 22 Recuerda que la batalla es del Señor. Piensa
obtener la victoria en que combates por Él y descansa en su
Muchos pasajes de victoria. Dios luchará por ti.
las Escrituras nos
30.11–14 Confía en que Dios te proporcionará las
inducen a
energías que necesitas para cumplir sus
involucrarnos en
demandas. Comprende que nuestra vida en
una lucha activa, en
Cristo es una vida de fe. Depende de su
la que tenemos que
constante provisión.
conducirnos como
buenos soldados.
No asombra
entonces que sea
tan importante
aprender a obtener
la victoria en esta
batalla.

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