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Terapia familiar

Michael White
David Epston

Últimos títulos publicados: Medios narrativos


48. S. Rosen - Mi voz irá contigo
49.
50.
51.
A Campanini y F. Luppi - Servicio social y modelo sistémico
B. P. Keeney - La improvisación en psicoterapia
P. Caillé - Uno más uno son tres, ha pareja revelada a sí misma
para fines
52. J. Carpenter y A. Treacher - Problemas y soluciones en terapia familiar
y de pareja
53. M. Zappella - No veo, no oigo, no hablo. El autismo infantil
terapéuticos
54. J. Navarro Góngora - Técnicas y programas en terapia familiar
55. C. Madanes - Sexo, amor y violencia. Estrategias de transformación
56. M. White y D. Epston - Medios narrativos para fines terapéuticos
57. W. R. Beavers y R. B. Hampson - familias exitosas
58. L. Segal - Soñar la realidad
59. S. Grillo - El cambio en los contextos no terapéuticos
60. S. Minuchin - La recuperación de la familia
61. D. A. Bagarozzi y S. A. Anderson - Mitos personales, matrimoniales y
familiares
62. J. Navarro Góngora y M. Beyebach - Avances en terapia familiar sistémica
63. B. Cade y W. H. O'Hanlon - Guía breve de terapia breve
64. B. Camdessus y otros - Crisis familiares y ancianidad
65. J. L. Linares - Identidad y narrativa
66. L. Boscolo y P. Bertrando - Los tiempos del tiempo
67. W. Santi (comp.) - Herramientas para psicoterapeutas
68. M. Elkaim (comp.) - La terapia familiar en transformación
69. J. L. Framo - Familia de origen y psicoterapia
70. J. M. Droeven (comp.) - Más allá de pactos y traiciones
71. M. C. Ravazzola - Historias infames: los maltratos en las relaciones
72. M. Coletti y J. L. Linares - La intervención sistémica en los servicios sociales ante
familia multiproblemática
73. R. Perrone y M. Nanmini - Violencia y abusos sexuales en la familia
74. J. Barudy - El dolor invisible de la infancia
75. S. Minuchin y otros - El arte de la terapia familiar
76. M. Selvini Palazzoli y otros - Muchachas anoréxicas y bulímicas
77. S. Cirillo y otros - La familia del toxicodependiente
78. P. Watzlawick y G. Nardone (comps.) - Terapia breve estratégica
79. M. Malacrea - Trauma y reparación
80. J. Navarro Góngora y J. Pereira Miragaia (comps.) - Parejas en situaciones
especiales
81. J. L. Linares y C. Campo - Tras la honorable fachada
82. V. Ugazio - Historias permitidas, historias prohibidas
83. B. O'Hanlon y B. Bertalino (comps.) - Desarrollar posibilidades
84. R. Ramos - Narrativas contadas, narraciones vividas
SUMARIO
Título original: Narrative means to therapeutic ends
Publicado en inglés por W. W. Norton and Co., Nueva York-Londres

Traducción de Ofelia Castillo (cap. 1)


Mark Beyebach y Cristina Sánchez (caps. 2, 3 y 4)

Cubierta de Eskenazi & Asociados

Prefacio, por Karl Tomm 9


Agradecimientos 15
Introducción 17

1. Relato, conocimiento y poder 19


Analogía 22
La analogía del texto 26
La analogía del texto y la terapia 30
La narración dominante como conocimiento d o m i n a n t e
y unidad de poder 34
Relatos alternativos y discursos culturalmente disponi-
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «copyright», bajo las bles 42
sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier método o
procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de
Tradiciones orales y escritas: u n a distinción 48
ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Conclusión 52

© 1980 by Dulwich Centre, Adelaida, Australia 2. La externalización del problema 53


© 1993 de todas las ediciones en castellano, Preguntas de influencia relativa 56
Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Cómo definir el problema que se debe externalizar . . . 62
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona Acontecimientos extraordinarios 69
y Editorial Paidós, SAICF, La revisión de la relación de las personas
Defensa, 599 - Buenos Aires con los problemas 76
http://www.paidos.com Responsabilidad 77
El contexto cultural 78
ISBN: 84-7509-925-4 El panóptico 79
Depósito legal: B-21.653/2002 Algunas reflexiones finales 86

Impreso en Novagráfik, S. L. 3. Una terapia relatada 89


Vivaldi, 5 - 08110 Monteada i Reixac (Barcelona) Distinciones entre el pensamiento lógico-científico .
y el narrativo 91
Impreso en España - Printed in Spain
PREFACIO
Cartas de invitación 95
Cartas de despido 101
Cartas de predicción 104
Cartas de contraderivación 106
Cartas de recomendación 107
Cartas para ocasiones especiales 112
Cartas breves 115
Las cartas como narrativa 130
Historias propias 162

4. Contradocumentos 185
Certificados 188
Declaraciones 198
Autocertificados 207 Abrir caminos es una labor importante en cualquier campo. Ha-
Conclusión 211 cerlo en varias direcciones a la vez y descubrir así nuevos territorios
constituye un tour de force. En mi opinión, Michael White y David
Bibliografía 213 Epston se han comprometido precisamente con este tipo de inicia-
Indice analítico 217 tiva pionera en el ámbito de la terapia familiar. Este sustancioso li-
bro supone la condensación de algunos de sus logros más destaca-
dos. Recoge una serie de pasos atrevidos en su exploración de los
problemas humanos y delimita algunas contribuciones terapéuticas
originales.
Tanto White como Epston son especialistas de gran talento, cada
uno con su propio estilo, pero con mucho en común. Su colabora-
ción sinérgica a lo largo de los últimos años ha sido excepcional-
mente productiva, generando un amplio abanico de ideas y nuevos
métodos. Ya han tenido un importante impacto sobre la práctica clí-
nica de muchos profesionales en sus respectivos países, Australia y
Nueva Zelanda, y ahora puede apreciarse también su influencia en
la escena internacional de la terapia familiar. Desde mi primer con-
tacto con su trabajo, hace tres años, mis propios métodos terapéuti-
cos han cambiado muchísimo. Gracias al «nuevo sendero» que han
abierto, he podido entrar en campos enteramente nuevos. No hace
falta decir que esto ha sido muy gratificante para mí, tanto profe-
sional como personalmente. Muchos de mis amigos y colegas están
teniendo la misma experiencia. En otras palabras, Epston y White
no sólo están extendiendo sus conocimientos clínicos y su habilidad
terapéutica a nuevas áreas, sino que están posibilitando que otros
terapeutas también lo hagan.
¿Pero cuáles son estos nuevos territorios que Epston y White
han explorado y a los que nos invitan a entrar? En mi opinión, el
campo más importante que White ha abierto es el de la «externali-
PREFACIO 11
10 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
pueden dárselo a los problemas. Cuando pueden identificarse estas
zación del problema». Cuando puede separarse claramente la técnicas encubiertas (como imponer descripciones problemáticas a
distinción del problema de la distinción de la persona, se hace posi- las personas), se hace mucho más fácil externalizar los problemas y
ble examinar cuidadosamente la dinámica y la dirección de la inte- ayudar a la persona a escapar de ellos.
racción entre personas y problemas. Entonces puede abordarse una El segundo gran territorio que Epston y White exploran para no-
pregunta crucial: ¿está consiguiendo el problema más influencia so- sotros en este libro es la variedad de formas en que podemos usar te-
bre la persona, o está la persona consiguiendo una mayor influencia rapéuticamente la palabra escrita. Éste es el campo de los Medios
sobre el problema? La exploración teórica profunda de esta cuestión narrativos con fines terapéuticos, y constituye el contenido del resto
ha llevado a White a revelar no sólo los efectos opresivos que tiene del libro. White y Epston ofrecen una muestra increíblemente rica y
la forma en que habitualmente describimos los problemas, sino diversa de iniciativas terapéuticas «en blanco y negro». Utilizando
también los efectos constitutivos y subyugadores del propio conoci- breves viñetas clínicas, proporcionan numerosos y estimulantes
miento descriptivo. Ha entrado así en el vasto terreno de la ontolo- ejemplos de cartas, invitaciones, cartas de referencia, certificados,
gía y la epistemología. Aunque este aspecto de nuestras vidas nos predicciones, declaraciones, etc., usados como medios terapéuticos.
pueda resultar a algunos muy remoto y tal vez un tanto intimidan- El lector puede elegir entre gran variedad de nuevas intervenciones
te, implícitamente estamos siempre basándonos en él. Por ejemplo, (cosechando los frutos de un nuevo terreno que ya ha sido cuidado-
nuestra identidad personal está constituida por lo que «sabemos» de samente arado, regado y sembrado para nosotros). Los muchos (nu-
nosotros mismos y por cómo nos describimos como personas. Pero merosos) ejemplos merecen releerse y estudiarse con atención para
lo que sabemos de nosotros mismos está constituido en su mayor recoger toda la cosecha. De hecho, sospecho que muchos lectores se
parte por las prácticas culturales (de descripción, etiquetado, clasi- verán atraídos una y otra vez a este campo a medida que vayan des-
ficación, evaluación, segregación, exclusión, etc.) en las que nos mo- cubriendo lo fértil que puede llegar a ser para su propio trabajo clínico.
vemos. Como seres humanos, en el lenguaje estamos, de hecho, so- David Epston, en especial, subraya el potencial terapéutico de
juzgados por «controles» sociales invisibles basados en prácticas las cartas que resumen habitualmente cada sesión. Se ha impuesto
lingüísticas presuposicionales y patrones socioculturales implícitos la disciplina de escribir una carta al cliente o a la familia tras casi
de coordinación. En otras palabras, cuando los miembros de una fa- cualquier entrevista. La copia de la carta constituye normalmente el
milia, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo o los pro- único registro de la sesión. De esta forma, la «historia clínica» es
fesionales piensan que una persona «tiene» una cierta característi- prácticamente compartida por familia y terapeuta. Esta conducta
ca o un problema determinado, están ejerciendo un «poder» sobre supone una significativa incursión en una relación más igualitaria
él al «representar» este conocimiento respecto a esa persona. Por entre profesionales y cliente.
tanto, en el terreno de lo social, conocimiento y poder están inextri- Lo que más intriga de las cartas de Epston y White es su fasci-
cablemente unidos. nante contenido y estilo. Están muy lejos de ser simples descripcio-
Al explorar y explicar estos complicados temas, White se apoya nes «objetivas». El contenido es seleccionado cuidadosamente para
en gran medida en el análisis filosófico de la historia moderna rea- generar distinciones que puedan resultar heurísticas, para conectar
lizado por Foucault. En realidad, una de las contribuciones origina- determinadas experiencias y acontecimientos que prometen crear
les más importantes de este libro es el análisis que hace White de la recursos, y para promover aquellos «relatos» con potencial curativo.
perspectiva de Foucault y de su relevancia para la terapia. Este aná- En cuanto al estilo, tienden a usar el subjuntivo y el lenguaje vulgar.
lisis se ofrece en el primer capítulo, que constituye, de hecho, una Utilizan frases y palabras corrientes de forma no habitual. Esto da
importante toma de postura teórica sobre una serie de áreas rele- lugar a una atractiva novedad que estimula la imaginación del lec-
vantes. La más importante de ellas es la discusión del «conocimien- tor y su participación en el texto. Por ejemplo, una frase como «Una
to como poder», un vasto territorio que los terapeutas familiares vida dominada por la culpa es una sentencia a cadena perpetua»
apenas están empezando a explorar. En esta exposición White está, puede ser llamativa, mientras que la yuxtaposición de frases en con-
en esencia, ampliando su trabajo pionero sobre la externalización traste como «Meterse más en líos y estar más afectado... o salir de
de problemas, poniendo al descubierto de qué manera las «técnicas los líos y tener menos problemas» puede suscitar la experiencia de
de conocimiento» restan inadvertidamente poder a las personas y
PREFACIO 13
12 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
disposición a unirnos a ellos en esta exploración y a dotarnos de ha-
la elección. Este estilo de escritura resulta excepcionalmente absor- bilidades en el uso de medios literarios para reanimar la vida de
bente, incluso para un lector «de fuera», cuya vida no está directa- nuestros clientes y de sus familias?
mente implicada en la cuestión.
Para proporcionar un marco conceptual a su exploración de los KARL TOMM,
recursos narrativos, Epston y White acuden a la noción de «textos Universidad de Calgary,
narrativos». Proponen la analogía de la terapia como un proceso de Facultad de Medicina.
«contar» y/o «volver a contar» las vidas y las experiencias de las per-
sonas que se presentan con problemas. En otras palabras, al docu-
mentar «en blanco y negro» eventos y significados seleccionados,
las cartas y los certificados terapéuticos contribuyen de forma muy
concreta a la cocreación de narraciones nuevas y liberadoras. Esta
analogía tiene intuitivamente un gran atractivo y ayuda a añadir rea-
lismo y dramatismo a las vidas de las personas incluidas en la na-
rración.
La analogía del texto sirve también como un puente de fácil ac-
ceso entre el territorio de los medios narrativos y el del conoci-
miento como poder. Nosotros, como humanos, no sólo damos sig-
nificado a nuestra experiencia al «narrar» nuestras vidas, sino que
también tenemos el poder de «representar» nuestros relatos gracias
al conocimiento que tenemos de ellos. Las historias pueden, por su-
puesto, ser tanto negativas como positivas. Por ejemplo, la mayoría
de nosotros disponemos de múltiples relatos acerca de nosotros
mismos, de los demás y de nuestras relaciones. Algunos de ellos pro-
mueven la competencia y el bienestar. Otros sirven para constreñir,
trivializar, descalificar o patologizarnos de alguna u otra manera a
nosotros mismos, a los demás o a nuestras relaciones. Y otras his-
torias pueden dar confianza, animar, liberar, revitalizar o curar. El
relato que prevalezca a la hora de asignar significado a los sucesos
de nuestra vida determinará, en gran medida, la naturaleza de nues-
tras vivencias y nuestras acciones. Si predomina una historia satu-
rada de problemas, se nos invita una y otra vez a la desilusión y la
tristeza. Debido a la tendencia conservadora natural a la que todos
estamos sujetos, se nos hace cada vez más difícil evitar representar
de modo habitual la misma, vieja y problemática historia. Es esta
dominación por parte del conocimiento problemático y el tenaz pre-
dominio de los relatos patologizantes lo que hace tan relevante la ex-
ploración del «conocimiento como poder».
Epston y White nos invitan a preguntarnos: ¿cómo podemos ha-
cer posible la escritura de relatos personales y colectivos que liberen
y curen, cuando los relatos dominantes están tan saturados de pro-
blemas? Al publicar este libro, están compartiendo algunos de sus
descubrimientos en relación con este interrogante. ¿Cuál es nuestra
INTRODUCCIÓN

La idea de reunir el material de este libro fue de David Epston.


Fue él quien inicialmente sugirió que Dulwich Centre Publications
publicara un número de la Dulwich Centre Review dedicado al uso
de cartas en la terapia. El entusiasmo de Cheryl White ante la idea
nos animó a plantearnos seriamente el proyecto y a dedicar un tiem-
po a organizar el contenido. El resultado es este libro.
Aunque David y yo nos habíamos escrito algunas veces, en reali-
dad no descubrí su trabajo hasta 1981, en el transcurso del Segun-
do Congreso de Terapia Familiar Australiana en Adelaida. Yo no es-
taba inscrito en su taller y llegué media hora después de que hubiera
empezado, atraído por los comentarios entusiastas de algunos de
los miembros del comité científico. Me intrigó inmediatamente lo
que oí, así como la forma en que se estaba presentando el material.
También creí reconocer una cierta correspondencia entre nuestras
respectivas ideas y nuestras prácticas. Hablamos después del taller,
y ése fue el comienzo de nuestra amistad y de nuestra asociación
profesional.
Desde entonces, David ha seguido maravillando con sus histo-
rias a los asistentes a sus seminarios en Australia y Nueva Zelanda,
y ha animado a toda una generación de terapeutas a extender la tra-
dición de contar historias. De esta forma ha realizado una contri-
bución central a lo que constituye un estilo de terapia excepcional.
Muchas personas se han familiarizado con esta tradición y este es-
tilo gracias a la sección «Story Corner» del Australian and New Zea-
land Journal of Family Therapy. David la ha coordinado desde su crea-
ción, y sigue siendo la sección fija más popular de esta revista.
David ha aplicado constantemente nuevas formas de la analogía
del relato a una amplia gama de problemas presentados. Los deta-
lles pueden consultarse en varias de sus publicaciones (por ejemplo,
18 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

Epston, 1983, 1984a, 1985a, 1985b, 1986a, 1986b, 1986c; Epston y 1. RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER
Whitney, 1988; Barlow y otros, 1987).
Sin duda, la fascinante infancia de David (Epston, 1984b) y su
carrera de antropólogo han sido una preparación ideal para el uso
que hace de los relatos. De hecho, reflexionando sobre su particular
posición en el mundo de la terapia, veo que no se ha apartado en ab-
soluto de la antropología. Hay quien define el título de antropólogo
como una «licencia para la piratería intelectual»: una buena des-
cripción del tipo de credenciales que David se tomaría más en serio.
Recoge en todas partes ideas para sus historias y muestra una pro-
funda falta de respeto por los límites «interdisciplinarios» a la hora
de buscar metáforas útiles para interpretar lo que sucede en los sis-
temas sociales. En este capítulo, yo (Michael White), presento un resumen de
David me animó mucho a estudiar la analogía del relato, así algunos de los más recientes avances en teoría social —que a David
como Cheryl White, cuyo entusiasmo por ella procede de sus lectu- Epston y a mí nos parecieron de gran interés— y también algunas
de las consecuencias que, en nuestra opinión, esas ideas tienen para
ras feministas. Respondiendo a su estímulo, me encontré con que la
la terapia.
analogía del relato o, en un sentido más general, la analogía del tex-
La exposición teórica incluye algunos aspectos del pensamiento
to, encajaba con las nociones que yo había extraído de la epistemo- de Michel Foucault sobre el poder y el conocimiento. Michel Fou-
logía del antropólogo Gregory Bateson, por cuya obra había estado cault fue un intelectual francés que se describió a sí mismo como un
interesado durante un tiempo. «historiador de los sistemas de pensamiento», y cuya obra conside-
David y yo hemos estado experimentando con los recursos escri- ramos de gran importancia.
tos en nuestro trabajo terapéutico durante un tiempo considerable. Tal vez los lectores estén familiarizados con el debate sobre el po-
Hemos aceptado la proposición de que el lenguaje hablado y el es- der que se suscitó en la literatura sobre terapia familiar en los últi-
crito tienen diferentes dominios de existencia, aunque reconocemos mos años. Me permitiré resumir aquí, aun a riesgo de simplificarlas,
que también comparten un terreno común. Pensamos que lo escri- las posiciones adoptadas en ese debate. Algunos han sostenido que
to añade una nueva dimensión a nuestro trabajo con personas que en realidad el poder no existe, que es algo que se construye en el len-
experimentan problemas que les preocupan. El feedback que hemos guaje. Y que quienes experimentan sus efectos han contribuido a
recibido de ellas ha reforzado nuestros esfuerzos. Seguiremos revi- «producirlo». La otra posición sostiene que el poder existe realmen-
sando y explorando formas de ampliar el uso que hacemos de los re- te y que es ejercido por algunas personas con el propósito de opri-
cursos narrativos y escritos. mir a otras. La polémica parece haber llegado a un punto muerto y
Puesto que David y yo estamos separados por varios miles de ki- ello no ha contribuido a hacer avanzar nuestra reflexión sobre el po-
lómetros (él vive en Auckland, Nueva Zelanda, y yo en Adelaida, der y su funcionamiento.
Australia del sur), la mayoría de lo expuesto en este libro ha sido ela- Creemos que Foucault proporciona una vía para abandonar este
borado por separado. Sin embargo, nos hemos influido mucho mu- callejón sin salida. No obstante, para los que no están familiarizados
tuamente leyendo nuestras publicaciones, trabajando juntos de vez con sus ideas y su estilo, su lectura suele resultar difícil. En este tra-
en cuando, intercambiando ideas por carta e impartiendo semina- bajo he hecho todo lo posible por presentar algunas de sus ideas en
una forma que, espero, las haga razonablemente accesibles. No sé
rios conjuntos. Estoy seguro de que el lector observará muchas coin-
hasta qué punto lo he logrado: esto sólo puede decidirlo el lector.
cidencias al comparar los medios que empleamos David y yo, y que
Quizás algunos lectores prefieran pasar por alto este capítulo,
apreciará en qué medida nuestra asociación ha sido enriquecedora
MICHAEL WHITE leer los capítulos 2, 3 y 4 y después volver al primero, ya en busca de
para ambos.
RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 21
20 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
narración tiene algunas ventajas sobre el de mapa, ya que requiere
respuestas a las preguntas que se habrán formulado acerca del con- la localización de los acontecimientos en pautas transtemporales.
texto teórico y político de nuestros métodos de trabajo. La narración incorpora la dimensión temporal. Para citar a Edward
Fue a través de los escritos de Bateson (1972, 1979) como llegué Bruner:
a conocer el «método interpretativo». No me estoy refiriendo a un
método interpretativo en el sentido psicoanalítico del término. Los Quiero terminar señalando que la estructura narrativa tiene una ven-
taja sobre otros' conceptos afines, como la metáfora o el paradigma,
expertos en ciencias sociales se refieren al método interpretativo porque destaca,el orden y la secuencia, en un sentido formal, y es más
cuando estudian los procesos por los que desciframos el mundo. adecuada para el estudio del cambio, el ciclo vital y cualquier otro
Dado que no podemos conocer la realidad objetiva, todo conoci- proceso de desarrollo. El relato como modelo tiene un interesante as-
miento requiere un acto de interpretación. pecto dual: es tanto lineal como instantáneo (1986a, pág. 153).
Al cuestionar que las nociones lineales de causalidad (derivadas
principalmente de la física newtoniana) fuesen adecuadas para ex- Con respecto a la terapia familiar —que es nuestra área de interés
plicar los hechos en los «sistemas vivos», Bateson argumentaba que especial— el método interpretativo, en vez de proponer que cierta es-
para nosotros no es posible conocer la realidad objetiva. Refirién- tructura subyacente o disfunción de la familia determina el compor-
dose a la máxima de Korzybski que afirma que «el mapa no es el te- tamiento y las interacciones de sus miembros, sostendría que es el
rritorio», Bateson afirma que la comprensión que tenemos de un significado que los miembros atribuyen a los hechos lo que determi-
na su comportamiento. Así, desde hace algún tiempo me intereso por
hecho, o el significado que le atribuimos, está determinada y res-
cómo las personas organizan sus vidas alrededor de ciertos significa-
tringida por su contexto receptor; es decir, por la red de premisas y
dos y cómo, al hacerlo, contribuyen inadvertidamente a la «supervi-
supuestos que constituyen nuestros mapas del mundo. Comparan- vencia» y a la «carrera» del problema. Y, a diferencia de ciertos teóri-
do estos mapas con pautas, argumentó que la interpretación de todo cos de la terapia familiar, en vez de considerar que el problema es de
acontecimiento está determinada por la forma en que éste encaja algún modo requerido por las personas o por el «sistema», me intere-
dentro de pautas conocidas, y llamó al proceso «codificación de la so por las exigencias del problema para su supervivencia, y por el efec-
parte a partir del todo» (Bateson, 1972). to que tienen esas exigencias sobre las vidas y las relaciones de las per-
No sólo sostuvo que la interpretación de un evento está determina- sonas. He propuesto que las respuestas de los miembros de la familia
da por su contexto receptor sino también que aquellos acontecimien- a las exigencias del problema, tomadas en su conjunto, constituyen
tos que no pueden «pautarse» no son seleccionados para la supervi- inadvertidamente el sistema de apoyo a la vida del problema (White,
vencia; para nosotros, tales acontecimientos no existen como hechos. 1986a).
La obra de Bateson me llevó también a prestar atención a una En publicaciones anteriores me he referido a la forma en que pue-
dimensión que en general no tiene demasiado eco en la terapia: den situarse los problemas en el contexto de «tendencias» —con lo
la dimensión temporal. Al afirmar que toda información es necesa- que parecen tener una vida propia en la que con el tiempo llegan a
riamente la «noticia de una diferencia», y que es la percepción de la ejercer más influencia— y a cómo los miembros de la familia parecen
diferencia lo que desencadena todas las nuevas respuestas en los sis- no advertir la índole progresiva y direccional de su coevolución alre-
temas vivos, demostró que situar los eventos en el tiempo es esencial dedor de las definiciones del problemas: Además, he propuesto la ex-
para la percepción de la diferencia, para la detección del cambio. ternalización del problema como un mecanismo para ayudar a los
Los órganos de los sentidos del ser humano sólo pueden recibir dife- miembros de la familia a apartarse de las descripciones «saturadas
por el problema» de sus vidas y relaciones (White, 1984, 1986a,
rencias, y las diferencias deben codificarse en forma de aconteci-
1986b, 1986c, 1987).1
mientos en el tiempo (es decir, en cambios) para que sean percepti-
La analogía del texto me proporcionó una segunda descripción de
bles.
la manera en que las personas organizan sus vidas alrededor de de-
(Bateson, 1979, pág. 79)
Al estudiar la analogía del texto, percibí una cierta semejanza en- 1. Puede consultarse un amplio resumen de estas ideas en Munro (1987).
tre la noción de mapa y la de narración. No obstante, el concepto de
RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 23
MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
22
Mi tabla de analogías (que, en alguna medida, está inspirada en
terminados problemas. A través de esta analogía, se puede conside- la representación de Geertz del desarrollo de las ciencias sociales)
rar que esta organización refleja la interacción de «lectores» y «es- refleja el intento de considerar las construcciones unidas a algunas
critores» en torno a ciertos relatos o narraciones. La carrera o el es- de las analogías adoptadas por las ciencias sociales en su relativa-
tilo de vida del problema se convierte en la narración del problema. mente breve historia. La analogía está especificada en la primera co-
Esta descripción me abrió nuevas áreas de indagación, incluyendo lumna; la manera en que la analogía construye la organización so-
una exploración de aquellos mecanismos que hacen que ciertos tex- cial en la segunda; la probable interpretación de los hechos
tos tengan mérito literario, y me animó a proponer una «terapia de presentados como problemáticos, en la tercera; y en la cuarta, las
mérito literario» (White, 1988). soluciones características ante los hechos problemáticos generados
por la analogía. Esta tabla no presenta, en modo alguno, todas las ana-
logías que han sido empleadas en la historia de las ciencias sociales.
ANALOGÍA ¿Cómo seleccionamos o determinamos las analogías que adop-
En los inicios de las ciencias sociales, los estudiosos de este cam- tamos? Nuestras preferencias por ciertas analogías vienen determi-
po, en un esfuerzo por justificar su empeño, lograr credibilidad y re- nadas por múltiples factores, incluyendo los ideológicos y las prác-
clamar legitimidad, buscaron en las ciencias físicas positivistas ma- ticas culturales imperantes. Al preferir una analogía sobre otra, no
pas sobre los que basar su interpretación de los acontecimientos en podemos recurrir a criterios tales como su corrección o exactitud,
los sistemas sociales. Cuando el positivismo —la idea de que es po- dado que estos atributos no se pueden establecer para cualquier
sible tener un conocimiento directo del mundo— empezó a ser ob- analogía. Pero podemos, al menos en alguna medida, investigar las
jeto de conocimiento, los expertos en ciencias sociales se dieron analogías a través de las que vivimos, situando nuestras propias
cuenta de que otros científicos procedían por analogía. Observaron, prácticas dentro de la historia del pensamiento social, y examinan-
además, que las analogías de las que ellos estaban apropiándose ya do y criticando los efectos de esas prácticas.
habían sido adaptadas a partir de otros campos por las ciencias fí- La significación de las distinciones entre diferentes analogías, tal
sicas —que «la ciencia le debe más a la máquina de vapor que la y como aparecen en la tabla, y los efectos de las interpretaciones rea-
máquina de vapor a la ciencia» (Geertz, 1983, pág. 22)— y se sintie- lizadas por medio de estas analogías pueden ilustrarse con un par
ron libres para buscar en otra parte las metáforas de las que habrí- de ejemplos. Si bien éstos son generales e hipotéticos, se aproximan
an de derivar sus teorías. Geertz explica este desplazamiento como mucho a las circunstancias y prácticas reales que hemos presenciado.
la «reformulación del pensamiento social».
Así, se ha hecho evidente para los expertos en ciencias sociales que no Ejemplo 1
necesitan ser falsos físicos ni humanistas de salón, ni tampoco in-
ventar un nuevo dominio del ser como objeto de sus investigaciones. Si una persona que sufre alguna forma de crisis aguda acude a
Pueden seguir su vocación, tratando de descubrir un cierto orden en una «clínica» donde se trabaja según analogías tomadas de la tradi-
la vida colectiva.... (1983, pág. 21.) ción de la ciencia positivista, es muy probable que la crisis sea in-
Actualmente se acepta que toda formulación que postule signifi- terpretada como un colapso y una regresión. Se intentará convertir
cado es interpretativa: que estas formulaciones son el resultado de la experiencia de la persona en un diagnóstico preciso, según cier-
una indagación determinada por nuestros mapas o analogías o, tos sistemas de clasificación, y se formularán preguntas dirigidas a
como dice Goffman (1974), por «nuestros marcos interpretativos». Por identificar una causa del «colapso» que sea coherente con el mode-
lo tanto, las analogías que empleamos determinan nuestro examen del lo. Luego, los expertos aplicarán diversos procedimientos: entre
mundo: las preguntas que formulamos acerca de los hechos, las reali- otros, la investigación de la historia de la afección y la revisión del
dades que construimos y los efectos «reales» experimentados por pasado ateniéndose a los principios del modelo. El objetivo sería re-
quienes participan en la indagación. Las analogías que usamos deter- cuperar a la persona y reconstruirla, devolviéndola así a un nivel de
minan incluso las propias distinciones que «extrae-mos» del mundo. funcionamiento « aceptable ».
24 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER
25
Pero si el contexto receptor de esta misma crisis es el proceso ri-
tual que se conoce como «rito de pasaje» (Van Gennep, 1960; Tur-
ner, 1969)2 se impondrá una construcción diferente del problema y
se formularán preguntas distintas. La crisis será interpretada en su
relación con ciertos aspectos de una transición o rito de pasaje en la
vida de la persona, y se introducirán interrogantes que permitan si-
tuar a la crisis en relación con:

1. La fase de separación: separación, quizá, de cierto status, aspec-


to de la identidad o rol que ya no se considere viable para la per-
sona en cuestión;
2. La fase liminal o fronteriza, caracterizada por cierto malestar,
confusión y desorganización, y también por mayores expectati-
vas para el futuro; y
3. La fase de reincorporación, caracterizada por el acceso a un nue-
vo status, que especifica nuevas responsabilidades y privilegios
para la persona en cuestión.

Así, la analogía del rito de pasaje podría servir para generar pre-
guntas que inviten a las personas a determinar a) lo que la crisis po-
dría estar diciéndoles acerca de aquello de lo que tal vez se estén se-
parando y que ya no es viable para ellas: quizá ciertas actitudes
negativas que tienen hacia sí mismas o que los otros tienen hacia
ellas, o bien expectativas y mandatos para su vida y sus relaciones
que experimentan como empobrecedoras; b) qué claves les da la cri-
sis acerca de las nuevas situaciones y roles a que podrían acceder; y
c) cuándo, cómo y en qué circunstancias estos nuevos roles podrían
realizarse.
De este modo, un contexto receptor establecido por esta analo-
gía de rito de pasaje puede interpretar la crisis en términos de pro-
greso y no de regresión, sin negar sus aspectos perturbadores.

Ejemplo 2

A veces acuden en demanda de terapia, a causa de sus proble-


mas, parejas cuya relación fue en un comienzo relativamente agra-
dable y mutuamente satisfactoria. Si el contexto que recibe esta pre-
sentación está influido por analogías tomadas de las ciencias

2. David Epston ha popularizado esta analogía en Australia y Nueva Zelanda.


Con su apoyo, otros la han recogido y aplicado en una amplia gama de contextos.
Puede consultarse un excelente análisis de la aplicación de esta analogía en contex-
tos residenciales en Menses y Durrant (1986).
26 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 27

biológicas, lo más probable es que a la fase inicial no problemática esta adscripción de significado lo que llamó la atención de los in-
se le asigne la etiqueta de «fase de la luna de miel» y se la considere vestigadores que, en su esfuerzo por entenderla, apelaron a la ana-
un reflejo inexacto de la relación; al mismo tiempo se supondrá que logía del texto. Esto permitió considerar la interacción de las perso-
la fase problemática posterior es un fiel reflejo del estado de cosas nas como la interacción de los lectores respecto de ciertos textos.
en la relación, estado de cosas que estuvo siempre presente y al ace- Esta analogía hizo también posible concebir la evolución de las vi-
cho bajo la superficie, pero se vio desfigurado y encubierto por la das y las relaciones en términos de lectura y escritura de textos, en
fase de la luna de miel. Se supondrá también que los problemas en la medida en que cada nueva lectura de un texto es una nueva in-
cuestión reflejan procesos aún más profundos de disfunción y psi- terpretación de éste, y por lo tanto, una nueva forma de escribirlo.
copatología asociada, a los cuales se atribuirá la condición de reali- Los expertos en ciencias sociales llegaron a la conclusión de que
dad objetiva o «verdad». Los expertos emprenderán operaciones no podemos tener un conocimiento directo del mundo, y que todo
destinadas a identificar esos niveles más profundos de realidad ob- lo que las personas saben de la vida lo saben a través de la «expe-
jetiva, rastreando la historia de la disfunción y la psicopatología, riencia vivida». Esta propuesta llevó a la formulación de nuevos in-
terrogantes: ¿Cómo organizan las personas su bagaje de experien-
quizás hasta las familias de origen de ambas partes y en las relacio-
cias vividas? ¿Qué hacen con esta experiencia para darle un
nes de sus respectivos padres. Se trata de una interpretación típica
significado y explicar así sus vidas? ¿Cómo se da expresión a la ex-
de la psicología profunda que está saturando la cultura occidental.
periencia vivida? Los investigadores que adoptaron la analogía del
Sin embargo, si el contexto receptor de las experiencias de la pa- texto respondieron argumentando que, para entender nuestras vi-
reja viene dado por la analogía del texto, lo que para el modelo bio- das y expresarnos a nosotros mismos, la experiencia debe «relatar-
lógico son niveles pueden considerarse relatos alternativos que se», y que es precisamente el hecho de relatar lo que determina el
compiten entre sí. Entonces puede determinarse cuál de esos rela- significado que se atribuirá a la experiencia.
tos resulta más atractivo para la pareja. En estas circunstancias, el
relato preferido es siempre el de la fase inicial libre de problemas. En su esfuerzo de dar un sentido a su vida, las personas se en-
Se examinará ese relato para establecer qué información puede pro- frentan con la tarea de organizar su experiencia de los aconteci-
porcionar a los cónyuges sobre su capacidad de resolver problemas mientos en secuencias temporales, a fin de obtener un relato cohe-
y se rastreará la historia de esa capacidad en sus familias de origen. rente de sí mismas y del mundo que las rodea. Las experiencias
La pareja podrá entonces hacer planes para reproducir, poner en específicas de sucesos del pasado y del presente, y aquellas que se
práctica y perfeccionar esas habilidades en los momentos difíciles prevé ocurrirán en el futuro, deben estar conectadas entre sí en una
de su relación. secuencia lineal, para que la narración pueda desarrollarse. Se pue-
de decir que esta narración es un relato, o una autonarración (véa-
se Gergen y Gergen, 1984). El éxito de esta narración de la expe-
riencia da a las personas un sentido de continuidad y significado en
LA ANALOGÍA DEL TEXTO sus vidas, y se apoyan en ella para ordenar la cotidianeidad e inter-
Tenemos una marcada preferencia por las analogías que apare- pretar las experiencias posteriores. Puesto que todos los relatos tie-
cen en la parte inferior de la tabla, por aquellas relacionadas con los nen un comienzo (o historia), un medio (o presente) y un fin (o fu-
avances más recientes de las ciencias sociales, libres de realidades turo), la interpretación de los eventos actuales está tan determinada
objetivas. En esta exposición se prestará especial atención a la ana- por el pasado como moldeada por el futuro. Para ilustrar este pun-
logía del texto, que ha dado lugar a lo que Geertz denomina «la más to, me referiré a algunos aspectos del trabajo de campo de Edward
amplia y reciente reformulación del pensamiento social». Bruner (1986a) con indígenas norteamericanos.
Los investigadores en ciencias sociales se interesaron por la ana- Al exponer su estudio de los relatos etnográficos de los indígenas
logía textual después de observar que, si bien una manifestación del norteamericanos, Bruner demuestra cómo la interpretación de sus
comportamiento se produce en el tiempo, de modo tal que cuando actuales circunstancias vitales cambió radicalmente con la genera-
se le presta atención ya no se está dando, el significado que se ción de un nuevo relato, que propondría una historia y un futuro al-
adscribe a ese comportamiento se prolonga en el tiempo. Fue ternativos. En las décadas de los 30 y los 40, el relato dominante
28 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 29

acerca de los indígenas norteamericanos interpretaba el pasado sentimientos y experiencias vividas que el relato dominante no puede
como glorioso y el futuro como asimilación. Al atribuir significado a abarcar (E. Bruner, 1986a, pág. 143).
las actuales circunstancias dentro del contexto de este relato, tanto
los antropólogos como los indígenas norteamericanos interpretaban La estructuración de u n a narración requiere la utilización de un
los «hechos» de la vida cotidiana de los nativos como la expresión de proceso de selección por medio del cual dejamos de lado, de entre el
un proceso de ruptura y desorganización, como un estado de transi- conjunto de los hechos de nuestra experiencia, aquellos que no en-
ción en el camino de la gloria a la asimilación. Esta interpretación te- cajan en los relatos dominantes que nosotros y los demás desarro-
nía efectos reales. Por ejemplo, justificaba ciertas intervenciones de llamos acerca de nosotros mismos. Así, a lo largo del tiempo y por
la cultura dominante, como la apropiación de ciertos territorios. necesidad, gran parte de nuestro bagaje de experiencias vividas que-
En la década de los 50 surgió un nuevo relato, que explicaba el da sin relatar y nunca es «contado» o expresado. Permanece amor-
pasado como explotación y el futuro como resurgimiento. Si bien se fo, sin organización y sin forma:
podía suponer que los «hechos» de la existencia cotidiana de los na-
tivos norteamericanos no habían cambiado significativamente du- Algunas experiencias son rudimentarias, en el sentido de que simple-
rante este período, con un contexto receptor expresado en este nue- mente no entendemos lo que estamos experimentando, o bien porque
esas experiencias no son narrables, o bien porque carecemos de los
vo relato, surgió u n a nueva interpretación de estos hechos. 3 Se pasó recursos representativos y narrativos, o porque nos falta vocabulario
entonces a considerarlos u n a expresión de resistencia y no de de- (E. Bruner, 1986b, págs. 6-7).
sorganización. Esta nueva interpretación tuvo también sus efectos
reales, incluyendo el nacimiento de un movimiento que enfrentó a Si aceptamos que las personas organizan su experiencia y le dan
la cultura dominante con la cuestión del derecho a la tierra. Bruner sentido por medio del relato, y que en la construcción de estos relatos
llega a la siguiente conclusión: expresan aspectos escogidos de su experiencia vivida, se deduce que
En mi opinión, empezamos con una narración que ya contiene un co- estos relatos son constitutivos: modelan las vidas y las relaciones:
mienzo y un fin, que enmarcan el presente y nos permiten interpretar-
lo. No se trata de que tengamos inicialmente un conjunto de datos, los Es en la ejecución de una expresión donde reexperimentamos, revivi-
hechos, y que debamos luego construir un relato o una teoría para ex- mos, recreamos, relatamos, reconstruimos y reactualizamos nuestra
plicarlos. Por el contrario... las estructuras narrativas que construimos cultura. La ejecución no libera un significado preexistente, que yacía
no son narraciones secundarias acerca de los datos sino narraciones dormido en el texto... Por el contrario, la ejecución misma es consti-
primarias que establecen lo que habrá de considerarse como datos. Las tutiva (E. Bruner, 1986, pág. 11).
nuevas narraciones producen nuevo vocabulario, nueva sintaxis y un
nuevo significado en nuestros relatos etnográficos; ellas definen lo que De todo esto se desprende que la analogía del texto propone la
constituye los datos de esos relatos (1986a, pág. 143). idea de que los relatos o narraciones que viven las personas deter-
m i n a n su interacción y su organización, y que la evolución de las vi-
Es evidente que el sentido de significado y continuidad que se lo- das y de las relaciones se produce a partir de la representación de ta-
gra a través de la narración de las experiencias tiene un precio. Una les relatos o narraciones. De m o d o que la analogía del texto es
narración no puede abarcar j a m á s toda la riqueza de nuestra expe- diferente de aquellas analogías que propondrían, en las familias y
riencia vivida: las personas, u n a estructura o patología subyacente, constitutiva o
modeladora de sus vidas y relaciones.
... la experiencia vital es más rica que el discurso. Las estructuras na- La evolución de las vidas y relaciones a través de la representa-
rrativas organizan la experiencia y le dan sentido, pero siempre hay
ción de relatos se vincula con la «relativa indeterminación» de todos
los textos. La presencia del significado implícito, de las diversas
3. Además de permitir una reinterpretación de estos hechos, el segundo relato perspectivas de los diferentes «lectores» de determinados aconteci-
también permitió a los aborígenes norteamericanos representar significados alrede-
dor de muchos aspectos de su experiencia vivida que no eran visibles en las «lectu-
mientos, y de u n a amplia gama de metáforas disponibles para la
ras» del primer relato. descripción de tales eventos, confiere a todos los textos un cierto
3O MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 31
grado de ambigüedad. Y, en el sentido en que lo toma Iser (1978), driamos asumir que la experiencia de una persona es problemática
esta indeterminación o ambigüedad exige que las personas se com- para ella, por ejemplo, porque se la sitúa en relatos que otros tienen
prometan en «la generación de significado, bajo la guía del texto». acerca de ella y de sus relaciones, y que estos relatos son dominan-
Al estudiar textos de cierto mérito literario, Jerome Bruner afirma: tes en la medida en que no dejan espacio suficiente para la repre-
sentación de los relatos preferidos por la persona. O podríamos tam-
Es esta «relativa indeterminación de un texto» lo que «permite un es- bién suponer que la persona en cuestión participa activamente en la
pectro de actualizaciones». Y así, «los textos literarios dan comienzo representación de unos relatos que encuentra inútiles, insatisfacto-
a "representaciones" del significado, en vez de formularlo» (J. Bru- rios y cerrados, y que estos relatos no incluyen suficientemente la
ner, 1986, pág. 25). experiencia vivida de la persona, o se hallan en contradicción con
Para Geertz, la indeterminación de los textos y el aspecto cons- aspectos importantes de esa experiencia vivida.
titutivo de su representación son motivo de satisfacción: Es posible, sin duda, explorar muchas otras especulaciones. Po-
dríamos asumir, por ejemplo, que la experiencia de determinados
Lionel Trilling cita en alguna parte la pregunta dolorosa, amarga y es- problemas y su presentación en la terapia forma parte de la repre-
céptica que formula un esteta del siglo XVIII. «¿Cómo es que todos em- sentación de un relato que se ha hecho popular en la sociedad occi-
pezamos siendo originales y terminamos siendo copias?». Esa pre- dental en los últimos años. No obstante, y para los fines de este
gunta tiene una respuesta sorprendentemente alentadora: es el hecho análisis, adoptamos el supuesto general de que las personas experi-
de copiar lo que permite inventar (1986, pág. 380). mentan problemas, para los que a menudo acuden a terapia, cuan-
Los relatos están llenos de lagunas que las personas deben llenar do las narraciones dentro de las que «relatan» su experiencia —y/o
para que sea posible representarlos. Estas lagunas ponen en marcha dentro de las que su experiencia es «relatada» por otros— no repre-
la experiencia vivida y la imaginación de las personas. Con cada sentan suficientemente sus vivencias. Y por tanto, suponemos tam-
nueva versión, las personas reescriben sus vidas. La evolución vital bién que en estas circunstancias, habrá aspectos significativos de su
es similar al proceso de reescribir, por el que las personas entran en experiencia vivida que contradigan estas narraciones dominantes.
los relatos, se apoderan de ellos y los hacen suyos. ¿Cuáles son las implicaciones de estas suposiciones para la acti-
Así, la analogía textual nos introduce en un mundo intertextual, vidad que llamamos terapia? Si aceptamos que los supuestos son ra-
y ello en dos sentidos. En el primero, afirma que las vidas de las per- zonables, entonces podremos también dar por sentado que, cuando
sonas están situadas en textos dentro de textos. En el segundo sen- alguien acude a terapia, un resultado aceptable para él podría ser la
identificación o generación de relatos alternativos que le permitan
tido, cada vez que se cuenta o se vuelve a contar un relato, a través
representar nuevos significados, aportando con ellos posibilidades
de su realización, surge un nuevo relato, que incluye al anterior y lo más deseables, nuevos significados, que las personas experimenta-
amplía. rán como más útiles, satisfactorios y con final abierto.

LA ANALOGÍA DEL TEXTO Y LA TERAPIA


miento de enfermedad, desorden, defecto, etc., por medio de medicinas o procesos
Hemos examinado hasta aquí la idea de que las personas dan curativos». En nuestro trabajo, no entendemos los problemas en términos de enfer-
sentido a sus vidas y relaciones relatando su experiencia y que, al in- medad, y no creemos hacer nada que pueda relacionarse con una «curación».
teractuar con otros en la representación de estos relatos, modelan Recientemente ha habido intentos de afrontar preocupaciones de esta índole, y
sus propias vidas y relaciones. Si aceptamos esta propuesta, ¿cómo en ciertos trabajos se ha propuesto la idea de «conversación terapéutica» (por ejem-
plo), Anderson y Goolishian, 1988). Esta descripción es atractiva, quizá, porque, en
explicamos entonces la experiencia que una persona tiene de sus parte, los términos «terapia» y «conversación» son contradictorios por definición; y
problemas y la presentación de éstos para la terapia? 4 «conversación» cuestiona en cierto modo las realidades construidas y las mistifica-
En este sentido podrían hacerse una serie de suposiciones. Po- ciones introducidas por el término «terapia». No obstante, no estamos enteramente
de acuerdo con el hecho de que el término «conversación» se considere suficiente
4. Creemos que «terapia» es un término inadecuado para describir el trabajo que como descripción de un enfoque basado en el re-relato de la experiencia, o con que
este término represente adecuadamente el singular proceso que describimos.
aquí se examina. El Penguin Macquarie Dictionary describe la terapia como «trata
32 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 33
La experiencia vivida y los relatos alternativos res condiciones para identificar los acontecimientos extraordinarios.
Esta externalización ayuda también a interrumpir la lectura y la
Se ha insistido en la idea de que las personas son ricas en expe- representación habituales de estos relatos. Cuando las personas se
riencia vivida, que sólo una fracción de esta experiencia puede rela- separan de sus relatos, pueden experimentar un sentimiento de
tarse y expresarse en un determinado momento, y en que una gran agencia personal; y a medida que se apartan de la representación de
parte de la experiencia vivida queda inevitablemente fuera del rela- sus relatos, se sienten capaces de intervenir en sus vidas y en sus re-
to dominante acerca de las vidas y las relaciones de las personas. Es- laciones. El descubrimiento de acontecimientos extraordinarios, y
tos aspectos de la experiencia vivida que quedan fuera del relato do- la externalización del problema, pueden fortalecerse después ins-
minante constituyen una fuente, llena de riqueza y fertilidad, para tando a las personas a describir su influencia, y la influencia de sus
la generación, o regeneración de relatos alternativos.
relaciones con los otros, sobre la «vida» del problema. En el capítu-
Siguiendo a Goffman (1961), he llamado a aquellos aspectos de lo 2 se expone detalladamente este enfoque (White, 1986a, 1988).
la experiencia vivida que caen fuera del relato dominante, «aconte- Una vez identificados los acontecimientos extraordinarios, se
cimientos extraordinarios». Al definir los acontecimientos extraor- puede invitar a las personas a atribuirles significados. Para que esta
dinarios, Goffman afirma que en la estructuración de la experiencia asignación de significado pueda realizarse, es necesario que los acon-
en «el entramado social del desarrollo de una persona a lo largo de
tecimientos extraordinarios se organicen en un relato alternativo. Y
la vida... los acontecimientos extraordinarios son ignorados en favor
en este proceso, como reconoce Víctor Turner (1986), «el imaginar»
de aquellos cambios en el tiempo que son básicos y comunes para
los miembros de una categoría social, aunque sucedan indepen- desempeña un papel muy importante. Se pueden introducir diversas
dientemente para cada uno de ellos» (pág. 127).5 Las nociones de preguntas que ayuden a comprometer a las personas en esta adscrip-
Goffman de «entramado social» y «categoría social» pueden equi- ción de nuevos significados, preguntas que las involucren activamen-
pararse al «relato dominante» y al grupo de personas de determina- te en —para usar la expresión de Myerhoff (1982)— la «reescritura»
da identidad cuyas vidas están situadas en este relato. de sus vidas y de sus relaciones. Estas preguntas pueden, por ejem-
Si bien no es posible predecir la existencia de estos aconteci- plo, invitar a las personas a explicar los acontecimientos extraordi-
mientos extraordinarios a partir de una lectura del «entramado so- narios (por ejemplo: «¿Cómo pudo usted resistirse a la influencia del
cial» o del relato dominante de la vida de una persona, están siem- problema en esta ocasión?»); o bien invitarlas a redescribirse a sí mis-
pre presentes. Incluyen toda la gama de sucesos, sentimientos, mas y a redescribir a los otros y sus relaciones con ellos según lo que
intenciones, pensamientos, acciones, etc., que tienen una localiza- se refleja en los acontecimientos extraordinarios (por ejemplo: «Us-
ción histórica, presente o futura, y que el relato dominante no puede ted logró resistirse al problema, ¿qué le dice eso de usted como per-
incorporar. La identificación de los acontecimientos singulares pue- sona?»); o finalmente, invitarlas a reflexionar acerca de algunas de
de facilitarse mediante la externalización de la descripción domi- las nuevas posibilidades que abren los acontecimientos extraordina-
nante, «saturada de problemas», de la vida y de las relaciones de una rios (por ejemplo: «¿Cómo cree usted que esta información sobre us-
persona. La externalización del relato saturado de problemas puede ted mismo afectará a sus próximos movimientos?»).6 Al considerar la
iniciarse fomentando primero la externalización del problema y ras- terapia como un contexto para la reescritura de las vidas y las rela-
treando después la influencia del problema en la vida y las relacio- ciones, he propuesto una «terapia de mérito literario» (White, 1988).
nes de la persona. Se empieza por preguntar a las personas cómo ha A medida que los relatos alternativos se prestan a ser represen-
estado el problema afectando a sus vidas y sus relaciones. Al lograr tados, es posible expresar y difundir otros aspectos, «amables» pero
separarse de la descripción de la vida saturada por el problema, de anteriormente negados, de la experiencia de la persona. Invitar a las
la lectura habitual del relato dominante, las personas están en mejo- personas a convertirse en espectadores de su propia representación
de estos relatos alternativos favorece la supervivencia de los relatos
y el sentido de agencia personal. Esto puede facilitarse alentando a
5. Para mí, esta idea puede identificarse con la noción de Bateson del proceso las personas a identificar aquellas expresiones de aspectos de la ex-
estocástico: «Si una secuencia de hechos combina un componente aleatorio con un
proceso selectivo, de modo que sólo ciertos resultados del azar puedan perdurar, se
dice que esa secuencia es estocástica» (1979, pág. 253). 6. Consúltense otros ejemplos de estas preguntas en White (1988).
34 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 35

periencia vivida que previamente habrían quedado sin relatar, y a América múltiple. Desde luego, es discutible hasta qué punto se ha
revisar los verdaderos efectos de estas expresiones sobre sus vidas y impuesto este segundo relato.
sus relaciones. Al igual que los relatos de los aborígenes norteamericanos, tam-
La resistencia de los nuevos relatos y su elaboración pueden bién los relatos de las personas que acuden a terapia están enmar-
también favorecerse reclutando un público «externo». Este proceso cados en un contexto más amplio. La analogía del texto no sólo nos
tiene una doble vertiente. En primer lugar, con el hecho de asistir a proporciona un marco que nos permite tener en cuenta el contexto
la representación de un nuevo relato, el público contribuye a la es- sociopolítico de las personas cuyas vidas están situadas en muchos
critura de nuevos significados; esto tiene efectos reales sobre la in- textos, sino que nos permite también estudiar la acción y los efectos
teracción de la audiencia con el sujeto del relato. En segundo lugar, del poder sobre las vidas y las relaciones. Esta posibilidad es impor-
cuando el sujeto del relato «lee» la experiencia que la audiencia tie- tante, porque la perspectiva del poder se ha pasado frecuentemente
ne de la nueva representación, ya sea a través de la reflexión sobre por alto en la literatura terapéutica en general, y sobre todo en la be-
estas experiencias, ya sea por una identificación más directa, se em- névola visión que solemos tener de nuestras propias prácticas.
barca en revisiones y extensiones del nuevo relato. Los análisis del poder que han aparecido en la literatura tera-
Como ya se expuso anteriormente, en una terapia de tradición péutica lo han representado, tradicionalmente, en términos indivi-
oral la recuperación de las vidas y relaciones se logra principal, aun- duales: como un fenómeno biológico que afecta a la psique del
que no exclusivamente, haciendo preguntas. En una terapia que in- individuo; o como una patología individual que es el resultado ine-
corpora la tradición narrativa, esto se logra también recurriendo a vitable de experiencias personales tempranas y traumáticas; o en
diversos documentos escritos. Más adelante se presentan diferentes términos marxistas, como un fenómeno de clase. Más recientemen-
formas de tales documentos. te, ciertos análisis feministas del poder lo han enmarcado como un
En conclusión, la re-narración de la experiencia necesita del fenómeno represivo específicamente vinculado a la diferencia entre
los sexos. Ello sensibilizó a muchos terapeutas respecto de las expe¬
compromiso activo de las personas con la reorganización de su ex-
riencias de malos tratos, explotación y opresión relacionadas con el
periencia, «con la libre recombinación de los factores naturales en
sexo.
todas las pautas posibles» (Turner, 1974, pág. 255). Y es esto, junto
con las invitaciones a ser conscientes de un proceso en el que son si- Si bien no dejamos de reconocer los efectos liberadores del análi-
multáneamente actores y público de su propia representación, y en sis del poder en cuanto mecanismo represivo vinculado al sexo, cree-
el que cada uno produce sus propias producciones, lo que propor- mos que es importante también considerar el espectro más general
ciona un contexto de reflexividad (véase Tomm, 1987). Este contex- del poder, no sólo sus aspectos represivos sino al mismo tiempo sus
aspectos constitutivos. En este sentido es importante la obra de Mi-
to aporta nuevas posibilidades a las personas respecto de la pose-
chel Foucault. La siguiente exposición de la contribución de Fou-
sión de sí mismas, de los otros y de sus relaciones.
cault al análisis del poder no es en modo alguno exhaustiva; por el
contrario, sólo se presentan algunos de sus conceptos. Además, los
LA NARRACIÓN DOMINANTE COMO CONOCIMIENTO DOMINANTE Y UNIDAD DE lectores advertirán una cierta e inevitable superposición de ideas en-
PODER tre los diferentes apartados.

Un aspecto útil de la analogía del texto es que nos ayuda a anali-


zar los relatos que proporciona el contexto sociopolítico de la expe- El conocimiento y el poder como constitutivos
riencia de la persona. El primer relato acerca de los nativos nortea-
mericanos estaba enmarcado por la ideología dominante en cierta Por lo general se afirma que el poder es represivo en su acción y
época en los Estados Unidos: el sueño del crisol donde se forjaría en sus efectos, y negativo en fuerza y carácter. Se dice del poder que
«una sola América». El segundo relato estaba enmarcado por idea- descalifica, limita, niega y contiene. Sin embargo, Foucault sostiene
les diferentes, vinculados al naciente conocimiento del multicultu- que nosotros experimentamos sobre todo los efectos positivos y
ralismo y la identificación y valoración de muchas Américas, de la constitutivos del poder, que estamos sujetos al poder por medio de
RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 37
36 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
cia popular que afirma que, durante el régimen Victoriano, el sexo y
«verdades» normalizadoras que configuran nuestras vidas y nues- el poder estaban vinculados a través de u n a relación represiva. Ar-
tras relaciones. Estas «verdades», a su vez, se construyen o produ- guye, por el contrario, que esta época asistió a u n a proliferación de
cen en el funcionamiento del poder (Foucault, 1979, 1980, 1984a).
discursos referidos al sexo, y a u n a creciente «incitación» a hablar
Así, al examinar los efectos positivos del poder, Foucault no hace
de él. Al indagar los detalles de este «gran sermón sexual», des-
referencia a lo «positivo» en el sentido usual, es decir, a lo positivo
cribe someramente los cambios en las prácticas confesionales du-
como algo deseable o beneficioso. Se refiere m á s bien a que el po-
rante el siglo XVII y los desarrollos en las formas de controlar la se-
der es constitutivo o determinante de las vidas de las personas. La
sexualidad de los niños.
idea de un poder cuyos efectos son negativos aporta u n a teoría de la
El énfasis en las prácticas confesionales se desplazó para incor-
represión, mientras que la idea de un poder cuyos efectos son posi-
porar no sólo los actos, sino también todos aquellos pensamientos,
tivos conduce a u n a teoría acerca de su papel en la «construcción»
sentimientos, fantasías, sueños, etc., que pudieran tener la más leve
de las vidas de las personas. Y al discutir las «verdades», Foucault
relación con el deseo sexual. Con el propósito de detectar todas las
no a s u m e la creencia de que existen hechos objetivos o intrínsecos
posibilidades, se introdujeron métodos para vigilar las palabras que
respecto de la naturaleza de las personas, sino m á s bien ideas cons-
las personas usaban y los movimientos corporales que hacían. Tam-
truidas a las que se asigna un status de verdad. Estas verdades son
«normalizadoras» en el sentido de que construyen n o r m a s en torno bién se idearon procedimientos para escuchar todas las formulacio-
a las cuales se incita a las personas a moldear o constituir sus vidas. nes del deseo sexual y p a r a registrar y difundir las diversas observa-
Se trata, por lo tanto, de «verdades» que especifican realmente las ciones y descubrimientos de estas actividades. En resumen, en esta
época se produjo la transformación del deseo en discurso, j u n t o con
vidas de las personas. la construcción de u n a «verdad» normativa acerca de la sexualidad.
Según Foucault, un efecto primario de este poder a través de la Con respecto a la «peligrosa» sexualidad de los niños, surgió
«verdad» y de esta «verdad» a través del poder es la especificación todo un c a m p o de opinión dedicado a su explicitación y reglamen-
de u n a forma de individualidad, u n a individualidad que es, a su vez, tación. Aparecieron numerosos manuales que fomentaban, en pa-
un «vehículo» de poder. En vez de afirmar que esta forma de poder ---- y tutores, u n a preocupación por el desarrollo sexual de los ni-
reprime, Foucault sostiene que subyuga. Forja a las personas como ños y por las n u m e r o s a s posibles complicaciones de tal proceso.
«cuerpos dóciles» y las hace participar en actividades que apoyan la Estos manuales daban meticulosas instrucciones sobre los métodos
proliferación de conocimientos «globales» y «unitarios», así como correctos p a r a supervisar la sexualidad infantil:
también las técnicas del poder. No obstante, al referirse a conoci-
Alrededor del escolar y su sexualidad proliferó una literatura de pre-
mientos «globales» y «unitarios» Foucault no sugiere que haya co-
ceptos. Opiniones, observaciones, consejos médicos, casos clínicos,
nocimientos universalmente aceptados. Se refiere, en cambio, a esbozos de reformas y planes para la creación de instituciones idea-
aquellos conocimientos que pretenden constituir verdades unitarias les (1984a, pág. 28).
y globales: los conocimientos de la «realidad objetiva» de las mo-
dernas disciplinas científicas. Como sujetos de este poder, a través Así, según Foucault, la idea de u n a represión sexual histórica y
del conocimiento, somos: una liberación sexual m o d e r n a es u n a «estratagema» que disfraza lo
...juzgados, condenados, clasificados, determinados en nuestras deci- que ha sucedido realmente: u n a incitación al discurso sobre el de-
siones, destinadas a un cierto modo de vivir y de morir, en función de seo sexual, la construcción del conocimiento sobre la sexualidad, y
los verdaderos discursos que son los agentes de los efectos específicos la especificación de formas de sexualidad acordes a estas «verda-
del poder (1980, pág. 94). des». Las vidas de las personas se constituyen a través de estas es-
pecificaciones y por medio de las técnicas para la continua produc-
Los efectos constitutivos del poder que se ejerce por medio de las ción y proliferación de discursos de «verdad» sobre el deseo sexual:
verdades normalizadoras puede ejemplificarse a través de la des-
En realidad, lo que es singular en las sociedades modernas no es que
cripción que hace Foucault (1984a) de la historia del deseo sexual.
hayan condenado al sexo a una existencia en la sombra, sino que
Al rastrear la historia de la sexualidad, Foucault cuestiona la creen-
38 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 39

se hayan dedicado a hablar de él ad infinitum, al tiempo que lo ex- ejercicio del poder, ni que unos no sufran m á s que otros sus efectos
plotaban como el secreto (1984a, pág. 35). de dominación.

Por lo tanto, no nos preguntamos por qué ciertas personas quieren


Poder/conocimiento dominar, qué buscan, cuál es su estrategia general. Preguntémonos,
en cambio, cómo funcionan las cosas en el nivel del sojuzgamiento
Al considerar la dimensión constitutiva del poder, Foucault llega cotidiano, en el nivel de los procesos continuos e ininterrumpidos que
a la conclusión de que poder y conocimiento son inseparables, has- sujetan nuestros cuerpos, gobiernan nuestros gestos, dictan nuestros
ta tal p u n t o que prefiere colocar ambos términos juntos: poder/co- comportamientos, etc. En otras palabras... deberíamos tratar de des-
cubrir por qué los sujetos se constituyen gradual, progresiva, real y
nocimiento o conocimiento/poder. Al estudiar la historia de los sis-
materialmente a través de una multiplicidad de organismos, fuerzas,
temas de pensamiento, deduce que el surgimiento y el éxito energías, materiales, deseos, pensamientos, etc. Deberíamos tratar de
espectacular de las «disciplinas» de vida, trabajo y lenguaje a partir captar el sometimiento en su instancia material, como una constitu-
del siglo XVII, dependieron de las técnicas de poder y que, a su vez, ción de los sujetos (1980, pág. 97).
la cualidad expansiva del poder moderno dependió del progreso en
la construcción de aquellos conocimientos que proponen la «ver- La concepción de Foucault de la inseparabilidad de poder y co-
dad». Así, es evidente que un dominio de conocimiento es un domi- nocimiento se refleja en su discrepancia con quienes sostienen el
nio de poder, y un dominio de poder es un dominio de conocimiento: predomiinio de unos conocimientos sobre otros. Pregunta ¿qué co-
nocimientos alternativos quedarían descalificados y qué personas o
No puede haber ejercicio posible del poder sin una cierta economía grupos de personas se verían disminuidos por este predominio?
de discursos de verdad, economía ésta que actúa mediante y sobre la Foucault sostiene que es el aislamiento en que se encuentran de-
base de esta asociación. Estamos sujetos a la producción de verdad a
terminados conocimientos respecto de los conocimientos disconti-
través del poder y no podemos ejercitar el poder si no es a través de
la producción de verdad (1980, pág. 93). nuos que circulan a su alrededor lo que inviste a sus discursos con
el efecto del poder. Este aislamiento se logra fundamentalmente por
Al situar juntos de este m o d o conocimiento y poder, Foucault se medio del desarrollo de discursos de «realidad objetiva» que permi-
opone a u n a concepción del poder y el conocimiento que sugiere ten a estos conocimientos ocupar un lugar en la jerarquía de los co-
que el conocimiento sólo se hace problemático cuando es ejercido nocimientos científicos. Foucault rastreó la historia de los conoci-
mientos científicos a los que se otorgó ese status, investigando sus
por aquellos que tienen poder para alcanzar sus propios fines. Sos-
efectos, sus limitaciones y sus peligros.
tiene, en cambio, que todos nosotros actuamos coherentemente
dentro y a través de un determinado c a m p o de poder/conocimiento
y que, aunque estos actos tienen sus efectos reales, no pueden iden- La cuestión central de la filosofía y del pensamiento crítico desde el
siglo XVIII ha sido siempre: ¿qué razón es la que usamos? ¿Cuáles son
tificarse con motivos especiales. Aquí Foucault no habla de todas las sus efectos históricos? ¿Cuáles son sus límites y cuáles sus peligros?
formas de poder, sino de u n a forma de poder particularmente mo- (1984b, pág. 249).
derna e insidiosa.
De este modo, Foucault nos libera de la preocupación por el
«punto de vista interno» cuando se trata de explicar la acción del po-
Análisis del poder ascendente versus descendente
der, cuestionando las preocupaciones que p o d a m o s tener con res-
pecto a quién planifica sus efectos y a las decisiones que se tomen
sobre su ejercicio. Ya que todos estamos presos en u n a red o tela de Foucault defiende un análisis del poder ascendente, no descen-
a r a ñ a de poder/conocimiento, no es posible actuar fuera de este do- dente. En vez de p r o p o n e r que las técnicas del poder son activadas
minio, y todos sufrimos simultáneamente los efectos del poder y desde arriba p a r a t r a n s f o r m a r a los que están abajo, él p r o p o n e
ejercitamos este poder en relación a los otros. Sin embargo, esto no que el origen de estas técnicas se p r o d u c e en el nivel local. De he-
indica en m o d o alguno que todas las personas sean iguales en el cho, su disponibilidad fue un prerrequisito indispensable p a r a el
40 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 41
éxito de la expansión de los conocimientos unitarios y globales a ción un conocimiento, o más bien, ciertos aparatos de conocimiento,
partir del siglo XVII, así c o m o t a m b i é n p a r a el surgimiento del ca- que no son constructos ideológicos (1980, pág. 102).
pitalismo.
Estas técnicas fueron esencialmente técnicas de control social, Foucault argumenta también que, así como estas técnicas fue-
de «sometimiento», dirigidas a la «objetivización» o «cosificación» ron desarrolladas en el nivel local, es también en este nivel donde el
de las personas, y a la objetivización de sus cuerpos. Se trataba, en- ejercicio del poder está menos oculto y, por lo tanto, es m á s accesi-
tre otras, de técnicas para la organización y distribución de las per- ble a la crítica. Promueve el estudio de la historia del poder y de sus
sonas en el espacio, a fin de obtener la mayor eficiencia y economía; efectos en los «extremos» de la sociedad, como en clínicas, organi-
para el registro y la clasificación de las personas; para la exclusión zaciones locales, la familia, etcétera.
de grupos de gente y para la asignación de identidad a esos grupos;
técnicas para el aislamiento de las personas y para el desarrollo de
medios eficaces de observación (vigilancia) y evaluación. Conocimientos subyugados
Foulcault detalló también la tecnología elaborada para reclutar
personas que participaran activamente en su propio sometimiento. Foucault no sólo ofrece un análisis de las teorías «totalitarias
Cuando se establecen las condiciones necesarias para que las perso- globales» sino que revisa también otros conocimientos, los que 11a-
nas experimenten u n a evaluación continua según determinadas ma «conocimientos subyugados». Propone, así, dos clases de cono-
«normas» institucionalizadas, cuando no se puede escapar a estas cimientos subyugados. Una está constituida p o r los conocimientos
«eruditos» previamente establecidos, que h a n sido excluidos por la
condiciones, y cuando se puede aislar a las personas en su expe-
revisión de la historia llevada a cabo a partir de la aparición de un
riencia de tales condiciones, esas personas se convierten en sus pro-
conocimiento m á s global y unitario. Según Foucault, estos conoci-
pios guardianes. En estas circunstancias, los individuos evaluarán
mientos eruditos h a n estado enterrados, ocultos y disfrazados «en
perpetuamente su propio comportamiento y actuarán sobre ellos
una coherencia funcional de sistematizaciones formales», que está
mismos para convertirse en «cuerpos dóciles». 7 Según Foucault, vi-
destinada a «enmascarar los efectos de ruptura del conflicto y la lu-
vimos en u n a sociedad en que la evaluación, o juicio normalizador,
cha. Sólo se pueden resucitar estos conocimientos por medio de u n a
ha reemplazado a la acción judicial y a la tortura como mecanismo erudición cuidadosa y meticulosa; y en esta resurrección se hace vi-
primario de control social: la nuestra es la sociedad de la «mirada» sible una vez m á s la historia de la lucha, y se cuestionan las preten-
omnipresente. 8 siones de verdad unitaria. 9
Así, la preocupación de Foucault va m á s allá de la ideología y sus
efectos. Se ocupa de las técnicas mismas de poder necesarias p a r a La segunda clase de conocimientos subyugados está constituida
por aquellos que Foulcault denomina conocimientos «populares lo-
el desarrollo del conocimiento:
cales» o «indígenas», es decir, los conocimientos «regionales» que
Es al mismo tiempo mucho más y mucho menos que la ideología. Es la están actualmente en circulación, pero a los que se niega el espacio
producción de instrumentos eficaces para la formación y acumula- en el que podrían representarse adecuadamente. Se trata de conoci-
ción de conocimiento: métodos de observación, técnicas de registro, mientos que sobreviven en los márgenes de la sociedad y que se con-
procedimientos para la investigación, aparatos de control. Todo esto sideran de bajo rango, insuficientes y exiliados del dominio legíti-
significa que el poder, cuando es ejercido por medio de estos sutiles mo de los conocimientos formales y las ciencias aceptadas. Son los
mecanismos, necesariamente desarrolla, organiza y pone en circula- «conocimientos ingenuos, ubicados m u y abajo en la jerarquía, p o r
debajo del nivel exigido de cognición o cientificidad» (Foucault,
7. La anorexia nerviosa y la bulimia constituyen probablemente la máxima ex- 1980).
presión de esta forma de poder.
8. Según Foucault (1979), el panóptico de Jeremy Bentham fue propuesto como Foucault señala que, a través de la recuperación de los detalles
un modelo ideal para esta forma de control social. Este modelo se examina más ex- de estos conocimientos autónomos y descalificados (en la «unión
plícitamente en el capítulo 2. Puede argumentarse que, en las relaciones entre los se-
xos, este modelo es parcial: es más frecuente que los hombres sean los instrumentos 9. Como ejemplo de un intento de resucitar el conocimiento erudito sometido,
de la mirada normalizadora y las mujeres su objeto. véase: Dale Spender, Women of Ideas: And What Men Have Done to Them (1983).
42 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 43

del conocimiento erudito y los recuerdos locales») podemos redes- aspectos del pensamiento de Foucault vinculados al poder y el
cubrir la historia de las luchas y los conflictos. Y, al proporcionar un conocimiento. ¿ Cuáles son las implicaciones prácticas para la terapia?
espacio adecuado en el que estos conocimientos p u e d a n realizarse, En la exposición de la analogía del texto se ha sostenido que el
podemos desarrollar u n a crítica efectiva de los conocimientos do- significado se consigue a través de la estructuración de la experien-
minantes, u n a crítica «cuya validez no dependa de la aprobación de cia en relatos, y que la representación de esos relatos es constitutiva
los regímenes de pensamiento establecidos». de las vidas y las relaciones. Como esta narración de la experiencia
depende del lenguaje, al aceptar esta premisa estamos también pro-
Creo que es a través del resurgimiento de estos conocimientos de poniendo la idea de que asignamos significado a nuestra experien-
bajo rango, estos conocimientos no cualificados, incluso directa- cia y constituimos nuestras vidas y relaciones a través del lenguaje.
mente descualificados... y que implican lo que yo llamaría un cono- Al usar el lenguaje no estamos comprometiéndonos en u n a activi-
cimiento popular... que es a través de la reaparición de este conoci- dad neutral. Existe u n a reserva de discursos culturalmente asequi-
miento, de estos conocimientos populares locales, de estos bles que se consideran apropiados y relevantes para la expresión o
conocimientos descualificados, que la crítica realiza su obra (1980, representación de determinados aspectos de la experiencia. Así,
pág. 82). nuestra comprensión de nuestra experiencia vivida, incluida la que
conocemos como «autocomprensión», está mediatizada por el len-
Así, es evidente que Foucault no propone ideología alternativa guaje. Y es de suponer que esos discursos «de verdad» de los cono-
alguna, ningún otro conocimiento unitario ideal alrededor del cual cimientos unitarios y globales contribuyen significativamente a esta
p o d a m o s organizar nuestras vidas. Y tampoco sugiere que sea posi- mediación de la comprensión y a la constitución de las personas y
ble «negar» el conocimiento, es decir, experimentar el m u n d o y ac- de las relaciones.
tuar, fuera de los efectos mediadores del conocimiento y de las prác- Ahora bien, ¿cómo modifica esto nuestra visión general de la ex-
ticas discursivas. Ni tampoco defiende un retorno a u n a versión del periencia que u n a persona tiene de un problema? Según esa visión
positivismo que intente establecer prácticas basadas en la idea de general las personas experimentan problemas —que con frecuencia
«una experiencia inmediata que escape al confinamiento en el co- llevan a la terapia— cuando las narraciones en las que cuentan su
nocimiento». Defiende, en cambio, la «insurrección» de los conoci- experiencia y/o en las que su experiencia es n a r r a d a por otros, no re-
mientos subyugados contra las «instituciones y contra los efectos -----ntan suficientemente su experiencia vivida y, en estas circuns-
del conocimiento y del poder que invisten al discurso científico», la tancias, habrá aspectos significativos de sus vivencias que contradi-
insurrección de los conocimientos: gan esta narración dominante. En primer lugar, a la luz del análisis
de Foucault, podríamos suponer además que aquellas narraciones
...que se oponen principalmente no a los contenidos, métodos o con- que no representan suficientemente las experiencias vividas de u n a
ceptos de una ciencia, sino a los efectos de los poderes centralizado- persona o entran en contradicción con aspectos vitales de esa expe-
res que están vinculados a la institución y al funcionamiento de un riencia, están significativamente influidas por los discursos «de ver-
discurso científico organizado dentro de una sociedad, como la nues- dad» de los conocimientos unitarios. En segundo lugar, podríamos
tra (1980, pág. 84). suponer que las personas son incitadas a realizar acciones, a través
de las técnicas de poder, que afectan a sus vidas y a sus relaciones, a
fin de someterse y someter a otros a las especificaciones referentes
RELATOS ALTERNATIVOS Y DISCURSOS CULTURALMENTE DISPONIBLES a la condición y las relaciones personales contenidas en estos dis-
cursos «de verdad».
He sostenido que la analogía del texto proporciona un m a r c o A continuación expongo algunas ideas sobre u n a orientación te-
que nos permite considerar el contexto sociopolítico m á s amplio de rapéutica muy influida por el pensamiento de Foucault. Seguirá
las vidas y relaciones de las personas, y que el análisis de Foucault luego una discusión de ciertas prácticas terapéuticas basadas en el su-
del poder/conocimiento puede proporcionarnos ciertos detalles de puesto, ya mencionado, acerca de cómo las personas experimentan los
ese contexto m á s amplio. También he presentado un r e s u m e n de problemas, a la luz del análisis de Foucault del poder/conocimiento.
MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 45
44
pura cuestionar estas prácticas, debemos aceptar también que esta-
Orientación terapéutica
mos inevitablemente comprometidos en una actividad política. (Y
Al aceptar el análisis de Foucault acerca del surgimiento de co- por otra parte, tendríamos asimismo que reconocer que, si no nos
nocimientos globales y unitarios (es decir, los conocimientos cientí- unimos con otras personas para cuestionar estas técnicas de poder,
ficos con pretensiones globales y unitarias de verdad), debemos también estamos comprometiéndonos en una actividad política.)
mostrarnos cautos a la hora de situar nuestras prácticas en los dis- No se trata de una actividad política que implique la propuesta de
cursos «de verdad» de las disciplinas profesionales, aquellos discur- una ideología alternativa, sino de una actividad política que cues-
tiona las técnicas por medio de las cuales se somete a las personas a
sos que proponen y defienden explicaciones de realidad objetiva res-
una ideología dominante.
pecto de la condición humana. Y dado que es el aislamiento de estos
conocimientos de los conocimientos en general, así como también
su establecimiento en la jerarquía de la cientificidad, lo que los dota
de poder, debemos cuestionar el aislamiento de los conocimientos Apartarse de los conocimientos unitarios
de las disciplinas profesionales respecto al campo de los conoci-
mientos discontinuos. Además debemos cuestionar también el cien- La externalización del problema ayuda a las personas a identifi-
tificismo de las ciencias humanas. car los conocimientos unitarios y los discursos «de verdad» que las
Si aceptamos que poder y conocimiento son inseparables —que están sometiendo, y a liberarse de ellos. Al describir la influencia del
un ámbito de conocimiento es un ámbito de poder, y un ámbito de problema en la vida y las relaciones de la persona, estos conoci-
poder es un ámbito de conocimiento— y si aceptamos que simultá- mientos unitarios pueden ponerse en evidencia alentando a las per-
sonas a identificar ciertas creencias acerca de ellas mismas, los
neamente soportamos los efectos del poder y ejercemos poder sobre
otros y sus relaciones, que se refuerzan y confirman continuamente
otros, entonces no podemos contemplar con aquiescencia nuestras
debido a la presencia del problema. Por lo general estas creencias
prácticas. Ni tampoco podemos dar simplemente por sentado que
están vinculadas a una sensación de fracaso a la hora de lograr cier-
nuestras prácticas están fundamentalmente determinadas por nues- tas expectativas, cumplir ciertas especificaciones y satisfacer deter-
tras propias motivaciones o que podemos evitar toda participación minadas normas. Estas expectativas, especificaciones y normas
en el campo del poder/conocimiento a través de un examen de tales pueden dar detalles sobre las «verdades» de los conocimientos uni-
motivos personales. tarios. Entonces será posible explorar la historia del efecto de estas
Deberíamos suponer, por el contrario, que estamos siempre par- «verdades» en la constitución de la vida y las relaciones de esas per-
ticipando simultáneamente en ámbitos de poder y de conocimiento. sonas. A través de este proceso de externalización, las personas
Así, deberíamos esforzarnos por establecer condiciones que nos adoptan una perspectiva reflexiva respecto de sus vidas, y pueden
ayuden a criticar nuestras prácticas formadas en ese ámbito. Debe- considerar nuevas opciones para cuestionar las «verdades» que ex-
ríamos trabajar para identificar el contexto de las ideas en las que perimentan como definidoras y especificadoras de ellas mismas y de
nuestras prácticas están situadas, y explorar la historia de esas ideas. sus relaciones. Esto les ayudará a negarse a la «cosificación» de sus
Esto nos permitiría identificar más rápidamente los efectos, peli- personas y sus cuerpos a través del conocimiento.
gros y limitaciones de estas ideas y de nuestras propias prácticas. Y
en vez de pensar que la terapia nada tiene que ver con el control so-
cial, supondríamos que esa posibilidad está siempre muy presente.
Cuestionamiento de las técnicas de poder
Por lo tanto, trataríamos de identificar y criticar aquellos aspectos
de nuestro trabajo que podrían vincularse con las técnicas de con-
Tal como sucede con los conocimientos unitarios, las técnicas de
trol social.
poder que «incitan» a las personas a constituir sus vidas a través de
Si aceptamos la propuesta de Foucault de que las técnicas de po-
la «verdad» pueden cuestionarse recurriendo a la externalización
der que «incitan» a las personas a constituir sus vidas a través de la
del problema. Como se mencionó anteriormente, estas técnicas in-
«verdad» se desarrollan y perfeccionan en el nivel local y se adoptan
cluyen: las de organización de las personas en el espacio, las de re-
luego en niveles más amplios, entonces, al unirnos a otras personas
46 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 47

gistro y clasificación de las personas, las de exclusión de grupos de marse que la identificación y provisión del espacio para la repre-
personas y las de asignación de identidad a estos grupos, así como sentación de estos conocimientos es un aspecto central del esfuerzo
también las técnicas para el aislamiento de las personas y para ase- terapéutico.
gurar medios eficaces de vigilancia y evaluación. Como hemos visto, la externalización del problema puede utili-
A medida que indagamos los efectos del problema sobre las vi- zarse para identificar y externalizar el conocimiento unitario. Esto
das y las relaciones de las personas, es posible identificar las es útil porque ayuda a las personas a cuestionar las «verdades» que
exigencias necesarias para la supervivencia del problema. Estas exi- especifican sus vidas, es decir, a no dejarse subyugar por los conoci-
gencias incluyen la organización específica de las personas, mientos unitarios. Además, al ayudar a las personas a apartarse de
así como también determinadas relaciones consigo mismas y con estos conocimientos unitarios, la externalización abre un espacio
los demás; y pueden identificarse explorando la manera en que el para la identificación y la circulación de conocimientos alternativos
problema parece obligar a las personas a tratar a los demás y a sí o subyugados.
mismas. Así, se revelan los detalles de las técnicas de poder a que las En la anterior exposición acerca de analogía textual y terapia, se
personas están sujetas, sometiéndose ellas mismas y sometiendo a propuso la idea de que es posible generar y regenerar relatos alter-
los demás. nativos a través de la representación de significado alrededor de
Una vez identificadas estas técnicas, es posible localizar aconte- acontecimientos extraordinarios. Esta representación puede tam-
cimientos extraordinarios por medio de una investigación de aque- bién proporcionar una base para la identificación de los conoci-
llas ocasiones en que la persona podría haberse sometido a estas téc- mientos subyugados y para la apertura de espacios en los que pue-
nicas pero se negó a hacerlo. Entonces se puede invitar a la persona dan circular estos conocimientos. Y también en este caso la
identificación de estos acontecimientos extraordinarios puede verse
a generar significados alrededor de estos acontecimientos extraor-
facilitada por la externalización del problema.
dinarios. Con este propósito se pueden formular preguntas respec-
to al modo en que la negativa de la persona a proceder según las exi- Después de la externalización de los conocimientos unitarios, se
gencias del problema podría haberle ayudado a combatir ese pueden localizar acontecimientos extraordinarios investigando
problema y, por ende, las ideas que lo refuerzan y de las que depen- aquellos aspectos de la vida de la persona (y de las cualidades que
de para su supervivencia. Después se pueden identificar y vincular experimenta en relación con los otros) que es capaz de valorar, pero
entre sí otros ejemplos de desafío con el fin de presentar un relato que no encajan con lo que especifican estos conocimientos unita-
rios, es decir, que no se adaptan a las normas y expectativas pro-
histórico de resistencia. Se puede invitar a reflexionar sobre otras
puestas por estos conocimientos. Luego se puede alentar a las
posibles oportunidades de extender este relato de resistencia y sobre
personas a descubrir las importantes implicaciones que estos acon-
los probables efectos sobre la vida y las relaciones de la persona, en
tecimientos extraordinarios tienen para ellas mismas y sus relacio-
caso de que la resistencia tenga éxito. Al identificar estos aconteci- nes, y a identificar aquellos «conocimientos extraordinarios» que po-
mientos extraordinarios, será posible cuestionar eficazmente el so- drían incorporar estas nuevas comprensiones. De este modo se hace
metimiento a las técnicas de «juicio normalizador», o sea, a la eva- posible la representación de conocimientos locales, populares o in-
luación y clasificación de las personas y sus relaciones según las dígenas.
«verdades» dominantes. Los «cuerpos dóciles» se convierten así en
«espíritus animados». También pueden identificarse conocimientos eruditos por me-
dio de trabajos «arqueológicos». Se puede pedir a las personas que
investiguen los archivos de su familia y su comunidad, así como
Resurrección de los conocimientos subyugados aquellos documentos históricos que podrían tener relación con los
ámbitos específicos de sus prácticas vitales, en un intento de locali-
En la medida en que el desenlace deseable de la terapia es la ge- zar conocimientos previamente establecidos que concuerden con
neración de historias alternativas que incorporen aspectos vitales y los acontecimientos y los conocimientos extraordinarios. Al estable-
anteriormente negados de la experiencia vivida, y en la medida en cer estos relatos históricos de conocimientos subyugados, y al invi-
que estos relatos incorporan conocimientos alternativos, puede afir- tar a la reflexión acerca de cómo se podría abrir un espacio para la
48 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 49

futura representación y circulación de estos conocimientos, las per- «Sólo lo creeré si lo oigo de su propia boca». Pese a ello, en nuestra
sonas pueden apreciar su singular historia de lucha y asumir m á s cultura prevalece un mecanismo general que refuerza la importan-
explícitamente estos conocimientos en la constitución de sus pro- cia de u n a dimensión escrita p a r a nuestro trabajo. En m u c h a s cir-
pias vidas y relaciones. En terapia, cuando las personas a s u m e n es- cunstancias, lo escrito adquiere u n a insuperable autoridad, por el
tos conocimientos extraordinarios asistimos, como dice Foucault, a hecho de que no se oye sino que se ve. En el m u n d o occidental hay
la «insurrección de los conocimientos subyugados». una antigua tradición que privilegia a la vista sobre los otros senti-
dos, u n a tradición de «oculocentrismo». 1 0
Es u n a práctica cultural habitual depositar u n a extraordinaria
confianza y u n a gran fe en lo que puede «verse» con los ojos. Esto
TRADICIONES ORALES Y ESCRITAS: UNA DISTINCIÓN
queda reflejado en la abundancia de adjetivos que existen para atri-
buir capacidad de conocimiento a las personas y exactitud a las ideas.
Este capítulo se ha centrado en ciertos avances recientes de la teo-
Esos adjetivos son predominantemente oculares. Por ejemplo, de
ría social, con particular referencia a la analogía del texto, a la his-
las personas que supuestamente poseen un conocimiento legítimo
toria de los sistemas de pensamiento de Foucault y, en términos
de algo se dice que son «visionarias», «perceptivas», «clarividentes».
generales, a la relevancia de estas nociones p a r a esa actividad co-
Por el contrario, si se considera que u n a persona carece de esas cua-
m ú n m e n t e d e n o m i n a d a terapia. Aunque en nuestra cultura occi-
lidades, se la llama «ciega», «corta de miras». Y de ideas elevadas se
dental los medios de las terapias institucionalizadas son fundamen-
dice que son «iluminadoras», «esclarecedoras».
tal y p r e d o m i n a n t e m e n t e orales, en este libro destacamos sobre
todo la tradición escrita. Permítaseme distinguirla brevemente de la
tradición oral. La tradición escrita
Evidentemente, habla y escritura son diferentes. Si bien puede
afirmarse que la palabra hablada precedió a la palabra escrita en un Stubbs (1980), al reseñar la contribución de los sistemas de escri-
sentido histórico, y que la escritura se basó en el habla, también se tura, afirma que una sociedad que los posee tiene «nuevos recur-
puede establecer que, en las sociedades que leen y escriben, a m b a s sos intelectuales que facilitan enormemente el pensamiento», porque:
tradiciones h a n evolucionado como formas independientes. Refi-
riéndose a las diferencias entre el lenguaje oral y el escrito, Stubbs
(1980) afirma: «El lenguaje escrito no representa directamente al 1. «Cada generación no tiene ya que empezar desde el principio o
desde lo que la generación anterior recuerda y transmite.»
lenguaje oral. Se desprende de ciertos hechos la evidencia de que los
2. La escritura permite la «acumulación de sabiduría registrada».
dos sistemas son, al menos parcialmente, autónomos» (pág. 41). Des-
3. La escritura permite que los descubrimientos sean registrados en
pués de pasar revista a algunas de las diferentes formas del lenguaje u n a forma que «hace m á s fácil estudiarlos y considerarlos críti-
escrito y sus relaciones con la lengua hablada, Sutbbs sostiene que: camente, y ello a su vez conduce a m á s descubrimientos».
4. «El nivel de información de la lengua escrita es m á s elevado y
...tenemos que aceptar, que en las comunidades con un elevado desa- menos predecible.»
rrollo de la lectura y la escritura, al menos para cierta gente, el vín- 5. La escritura transforma drásticamente la relación maestro-alum-
culo entre lenguaje hablado y escrito está claramente debilitado, y no, y favorece la independencia de pensamiento, ya que «puede
que las formas escritas suelen perder algo de su carácter secundario h a b e r conocimiento sin conocedor, conocimiento que exista in-
y adquirir un carácter primario e independiente (pág. 41). dependientemente en los libros» (pág. 107).

El status de «verdad» asignado al lenguaje oral y al escrito, así


como su éxito relativo, dependen, en cierta medida, de su c a m p o de 10. Muchos autores, particularmente del mundo intelectual francés, han identifi-
cado la proliferación de la «razón» con la tradición de «oculocentrismo», y la han cri-
actividad. Sin duda, en m u c h o s de los ámbitos oficiales de nuestra ticado con dureza. Unos, como Irigaray (1974), han propuesto privilegiar otros sen-
sociedad, poner algo «por escrito» es m á s prestigioso. Pero en otros tidos. Otros, como Foucault, se han limitado a criticarlas prácticas oculocentristas,
medios prevalece la idea que tan bien expresa esta frase popular: como la «mirada normalízadora» y sus efectos de sometimiento.
50 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER
51
Se puede argumentar que estas supuestas ventajas son al mismo Organización de la información
tiempo relativas y dependientes de la cultura. Por ejemplo, se ha de-
mostrado que en determinadas culturas puede existir un pensa- Al establecer distinciones entre lenguaje escrito y hablado,
miento independiente transmitido por otros medios, incluyendo la en función de las limitaciones impuestas por la conciencia focal,
narración oral, el canto y la danza. Éste es el caso de muchos de los Chafe (1985) introduce la noción de «unidades de idea». Las uni-
conocimientos de los aborígenes australianos, que existían en la le- dades de idea representan la capacidad de memoria a corto plazo
tra de ciertas canciones, con las que «creaban el mundo cantando», de una persona, una capacidad que fija y limita la cantidad de in-
a lo largo de las generaciones (Chatwin, 1988). formación que podemos recibir en determinado momento en el
Sin embargo, si bien aceptamos que las conclusiones de Stubbs tiempo:
adolecen, en alguna medida, de cierto etnocentrismo, consideramos
también que apoyan la proposición de que, en nuestra cultura, el ...una unidad de idea expresa lo que se retiene en la memoria a corto
uso de la tradición escrita en terapia promueve la formalización, le- plazo en determinado momento; que la memoria a corto plazo con-
gitimación y continuidad de los conocimientos populares locales, la tiene aproximadamente la cantidad de información que puede expre-
autoridad independiente de las personas y la creación de un contex- sarse cómodamente con unas siete palabras en inglés; y que el conte-
to para el surgimiento de nuevos descubrimientos y posibilidades. nido de la memoria a corto plazo cambia aproximadamente cada dos
segundos... (pág. 106).

La tradición escrita y el tiempo Según Chafe, la lengua escrita no sólo libera a las personas de las
restricciones impuestas por la «limitada capacidad temporal e in-
Para percibir el cambio en su vida —para experimentar que su formacional de la conciencia focal» —en el sentido de que «tenemos
vida progresa— y para percibir que está cambiando, una persona tiempo para dejar vagar nuestra atención por una gran cantidad de
necesita mecanismos que le ayuden a organizar los eventos de su información y dedicarla a una organización más deliberada de los
vida en el contexto de secuencias coherentes en el tiempo, a través recursos lingüísticos»— sino que proporciona también el mecanis-
del pasado, el presente y el futuro. Dicho de otro modo, la detección mo mediante el cual puede incrementarse significativamente el con-
del cambio es vital para la representación de significados y para ex- tenido informacional de las unidades de idea, y a través del cual es-
perimentar agencia personal en la propia vida; y esta detección del las unidades pueden reorganizarse en diferentes «relaciones de
cambio es engendrada por la introducción de una concepción li- dependencia».
neal del tiempo. Pese a ello, la dimensión temporal ha sido frecuen- Así, siguiendo la línea de Chafe, podemos defender la introduc-
temente ignorada en el mundo de la terapia. ción de la tradición escrita en terapia, basándonos en el hecho de
Como el «concepto de que el tiempo es lineal requiere la capa- que permite aumentar la cantidad de información que puede proce-
cidad de registrar secuencias de hechos» (Stubbs, 1980), y como la sarse en nuestra memoria a corto plazo en un momento dado. Ade-
escritura es el instrumento ideal para proporcionar tal registro, más, la tradición escrita permite la «organización más deliberada
podría parecer que la tradición escrita fuera un importante meca- de» los recursos lingüísticos» y la reorganización de «unidades
nismo para la introducción de la concepción lineal del tiempo y, de idea» en diferentes «relaciones de dependencia». Es decir, puede
por ende, para la generación de significado en nuestras vidas. Las sostenerse que la escritura proporciona un mecanismo por el cual
personas que acuden a terapia suelen sentirse incapaces de inter- las personas pueden participar más activamente en la determi-
venir en una vida que se les aparece como inmutable; están blo- nación de la organización de la información y la experiencia, así
queadas en su búsqueda de nuevas posibilidades y significados al- como en la producción de diferentes relatos de los eventos y las ex-
ternativos. En consecuencia, es posible que la tradición escrita, en periencias.
la medida en que permite reflejar la experiencia sobre la dimen- Estos comentarios referentes a la utilidad de la escritura tienen
sión temporal, tenga mucho que ofrecer en las actividades defini- tanta importancia para el lector como para el escritor, y tanta impor-
das como terapia. tancia para el terapeuta como para la persona que acude a terapia.
52 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

CONCLUSIÓN 2. LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA1


He presentado hasta aquí un resumen de algunos avances re-
cientes de la teoría social, prestando especial atención a la analogía
del texto y al pensamiento de Foucault: he explicado diversas pro-
puestas referentes a las características de una terapia que se ajusta
a estas ideas; y he defendido la incorporación de los medios escritos
a la terapia. Esta última propuesta no es nueva en absoluto. Hay ya
bibliografía sobre el tema que aborda este aspecto. No intentaré
aquí resumir esa bibliografía; los lectores que deseen consultarla
pueden comenzar con el texto de Burton, «The Use of Written Pro-
ductions in Psychotherapy» (1965).
Con respecto a las tradiciones oral y escrita, si bien David Eps-
ton y yo no asignamos mayor jerarquía a una que a otra, ambos pri- La «extemalización» es un abordaje terapéutico que insta a las
vilegiamos la tradición oral en nuestro trabajo. Conversamos con la personas a cosificar y, a veces, a personificar, los problemas que las
mayoría de las personas que buscan nuestra ayuda, pero no les es- oprimen. En este proceso, el problema se convierte en una entidad
cribimos a todas, ni participamos con todas en la co-construcción separada, externa por tanto a la persona o a la relación a la que se
de versiones escritas de nuevas historias.11 atribuía. Los problemas considerados inherentes y las cualidades
Con frecuencia, la falta de tiempo limita nuestra utilización de la relativamente fijas que se atribuyen a personas o relaciones se ha-
tradición escrita. Sin embargo, al revisar las ventajas de esta tradi- cen así menos constantes y restrictivos.
ción, mientras escribíamos este libro, nos hemos visto obligados a Yo [M.W.] inicié mis intentos sistemáticos en este sentido hace
cuestionar la conveniencia de organizar nuestra actividad en torno aproximadamente 10 años. Estas primeras aproximaciones tuvie-
al tiempo como factor determinante. ron lugar predominantemente en el contexto del trabajo con fami-
lias que acudían a terapia por problemas identificados en los hijos.
Algunos aspectos de este trabajo han sido ya presentados anterior-
mente (por ejemplo, White, 1984, 1985, 1986a, c).
La extemalización de los problemas de los niños resultaba muy
atractiva para estas familias. A pesar de que habitualmente el pro-
blema se definía como algo interno al niño, todos los miembros de
la familia se veían afectados por él, y a menudo se sentían desbor-
dados, desanimados y derrotados. Consideraban la persistencia del
problema y sus fracasados intentos de resolverlo como un descrédi-
to para ellos mismos y/o para sus relaciones. La persistencia del pro-
blema y el fracaso de las medidas correctivas servían para confir-
mar, a los ojos de los miembros de la familia, la existencia de
diversas características personales y relacionales negativas. Así, era
frecuente que cuando los miembros de estas familias explicaban los
problemas por los que solicitaban terapia, presentaran lo que yo de-
nomino una «descripción saturada por el problema» de su vida fa-
11. Esto no siempre es así. Muchas veces hemos trabajado valiéndonos de medios
literarios con personas que buscan nuestra ayuda pero se niegan a hablar con nadie, 1. Este capítulo apareció originalmente en el Dulwich Center Newsletter, verano
y también con aquellas que no quieren ver a persona alguna. de 1988-1989.
54 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 55
miliar. En otro lugar, apoyándome en la analogía del relato o del tex- ven el problema. Es el problema lo que es el problema, y por tanto
to, he planteado esta «descripción saturada por el problema» como la relación de la persona con él se convierte en el problema.
un «relato dominante de la vida familiar» (White, 1988, 1989). Como hemos visto en el capítulo 1, los relatos que las personas
Al ayudar a los miembros de la familia a separarse y separar sus realizan acerca de sus vidas no sólo determinan el significado que
relaciones del problema, la externalización abría la posibilidad de atribuyen a sus vivencias, sino que también determinan qué aspec-
que se describieran a sí mismos y a sus relaciones desde una pers- tos de la experiencia vivida seleccionan para asignarles un signifi-
pectiva nueva, no saturada por el problema; permitía el desarrollo cado. Como sostiene Bruner (1986a), no es posible que estas narra-
de una historia alternativa de la vida familiar, más atractiva para los ciones abarquen toda la riqueza de nuestra experiencia.
miembros de esa familia. Desde esta nueva perspectiva, las personas
eran capaces de descubrir «hechos» acerca de sus vidas y relaciones
(...) la experiencia vital es más rica que el discurso. Las estructuras
que anteriormente, desde el relato saturado por el problema, no es- narrativas organizan y dan significado a la experiencia, pero siempre
taban en condiciones de percibir, ni siquiera vagamente; «hechos» hay sentimientos y experiencias vividas que el relato dominante no
que contradecían este relato y proporcionaban los núcleos para la abarca del todo (pág. 143).
generación de nuevas historias. E, invariablemente, en este proceso
se resolvía el problema del niño.
Puesto que las historias que crean las personas sobre sus vidas
Las respuestas altamente positivas a estos primeros intentos sis- determinan tanto la atribución de significado a sus vivencias como
temáticos de que las familias externalizaran sus problemas me llevó la selección de los aspectos de la experiencia que van a expresarse,
a ampliar esta práctica a una amplia gama de problemas presenta- se sigue que estos relatos son constitutivos o moldeadores de la vida
dos. A lo largo de mis trabajos posteriores con este enfoque, he ob- de las personas. Las vidas y relaciones de las personas se desarrollan
servado que la externalización de los problemas ayuda a las perso- a medida que vivimos o representamos estas historias.
nas en su lucha contra los mismos, y he llegado a la conclusión de A partir de la analogía del texto pueden postularse varios presu-
que, entre estas cosas, este abordaje: puestos acerca de la experiencia que las personas tienen de los pro-
blemas. Aquí partiré del presupuesto general de que cuando las per-
1. Hace disminuir los conflictos personales más estériles inclu- sonas experimentan problemas por los que van a terapia, a) las
yendo las disputas en torno a quién es responsable del pro- narraciones con las que están relatando su vivencia y/o en las que
blema. otros están contando su experiencia no representan suficientemen-
2. Combate la sensación de fracaso que aparece en muchas le su experiencia vivida, y b) en este caso habrá aspectos significati-
personas ante la persistencia del problema pese a sus inten- vos y vitales de su experiencia que contradigan estas narraciones do-
tos de resolverlo. minantes.
3. Allana el camino para que las personas cooperen entre sí, se La externalización del problema permite a las personas separar-
unan en una lucha común contra el problema y logren sus- se de los relatos dominantes que han estado dando forma a sus vi-
traerse a su influencia. das y sus relaciones. Al hacerlo, recuperan la capacidad de identifi-
4. Abre nuevas posibilidades de que las personas actúen para car aspectos previamente ignorados, pero cruciales, de la expe-
apartar sus vidas y relaciones de la influencia del problema. riencia vivida, aspectos ignorados que no podrían haberse predicho
5. Permite a las personas afrontar de un modo más desenfada- a partir de la lectura del relato dominante. Por tanto, siguiendo a
do, más eficaz y menos tenso problemas que parecían «te- Goffman (1961), he llamado a estos aspectos de la experiencia
rriblemente serios». "acontecimientos extraordinarios» (White, 1987, 1988).
6. Ofrece opciones de diálogo, y no de monólogo, sobre el pro- Cuando se identifican acontecimientos extraordinarios, puede
blema. estimularse a las personas a que desarrollen nuevos significados en
relación con ellos. Esto requiere que los acontecimientos extraordi-
En el contexto de las prácticas asociadas a la externalización de narios pasen a formar parte de una historia alternativa de la vida de
problemas, no son la persona ni la relación las que constitu- la persona. He denominado «relato extraordinario» a esta historia
56 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 57

alternativa y he elaborado un modo de plantear preguntas que alien- Las preguntas de influencia relativa se componen de dos conjun-
te a las personas a localizar, generar o resucitar historias alternati- tos de preguntas. El primero anima a las personas a trazar el mapa
vas que «expliquen» los acontecimientos extraordinarios. Otras pre- de la influencia del problema sobre sus vidas y relaciones. El segun-
guntas llevan a las personas a investigar qué indican estos nuevos do las insta a describir su propia influencia sobre la «vida» del pro-
datos acerca de los atributos y cualidades de ellas mismas y de sus blema. Al invitar a las personas a revisar los efectos que el problema
relaciones. Al tomar en consideración estas preguntas y responder- tiene sobre sus vidas y relaciones, las preguntas de influencia relativa
las, las personas obtienen «redescripciones extraordinarias» y nue- les ayudan a tomar conciencia de su relación con el problema y a des-
vas de sí mismas y de sus relaciones (White, 1988). Las preguntas de cribirlo. Esto las arranca de un mundo fijo y estático, un mundo en
redescripción pueden también ayudar a las personas a revisar su re- el que los problemas son intrínsecos a las personas y las relaciones, y
lación consigo mismas (por ejemplo: «¿Cómo crees que estos nue- las introduce en un universo de experiencia, en un mundo de fluc-
vos descubrimientos podrían afectar a tu actitud hacia ti mismo?»), tuaciones. En él, las personas encuentran nuevas posibilidades de ac-
a revisar su relación con otras personas (por ejemplo: «¿Cómo po- ción afirmativa y nuevas oportunidades para actuar con flexibilidad.
dría este descubrimiento afectar a tu relación con...?»), y a revisar
su relación con los problemas (por ejemplo: «Al negarte a colaborar
de esta forma con el problema, ¿lo estás haciendo aumentar o dis- Describir la influencia del problema
minuir?»).
Entonces se pueden introducir preguntas que inviten a las per- Se introducen preguntas que animan a las personas a rastrear la
sonas a profundizar en la aplicación de estas historias alternativas. influencia del problema sobre sus vidas y relaciones. Estas pregun-
Estas preguntas llevan a investigar algunas de las «posibilidades ex- tas ayudan a identificar la esfera de influencia del problema, que
traordinarias» y nuevas que suelen acompañar a las relatos extraor- puede abarcar el ámbito conductual, emocional, físico, interaccio-
dinarios y a las redescripciones extraordinarias de las personas y sus nal y actitudinal.
relaciones (White, 1988). Se puede ampliar aún más el alcance de Así se identifica la descripción saturada por el problema de la
estas historias alternativas planteando preguntas que inviten a las vida familiar, una descripción mucho más extensa que la que se
personas a identificar y reunir a un público ante el que crear nuevos ofrece habitualmente del problema «en sí», en vez de restringir la in-
significados vitales. He llamado a estas preguntas «preguntas de di- vestigación de los efectos del problema en varias áreas de intersec-
fusión extraordinaria» (White, 1989). ción: entre el problema y diversas personas, y entre el problema y di-
Creo que la terapia inspirada en la externalización de problemas ferentes relaciones. Esto abre un campo muy amplio para la
facilita la «re-escritura» (Myerhoff, 1986) de vidas y relaciones. A posterior búsqueda de acontecimientos extraordinarios y para las
continuación se describen algunas de las prácticas asociadas a la ex- posibilidades de una acción afirmativa. Se pueden emprender ac-
ternalización de problemas. Si bien los detalles aparecen bajo dife- ciones positivas en cualquiera de estos planos. Esto ofrece a todas
rentes encabezamientos, el lector podrá advertir que muchos de las personas relacionadas con el problema la posibilidad de experi-
ellos aparecen simultáneamente en distintos apartados. mentar una nueva sensación de agencia personal.
Para ilustrar cómo «describir la influencia del problema» he ele-
gido un caso de encopresis. Creo que es un ejemplo adecuado, por
PREGUNTAS DE INFLUENCIA RELATIVA cuanto muchas de las prácticas que presento en este artículo han te-
nido su origen en mi trabajo con familias en las que algún niño te-
He constatado que el proceso de entrevista que denomino «pre- nía una historia de encopresis persistente e incesante.
guntas de influencia relativa» (White, 1986a) es especialmente efi-
caz a la hora de ayudar a las personas a externalizar su problema. Nick, de seis años, vino acompañado de sus padres, Sue y Ron.2
Este proceso se pone en marcha al inicio de la primera entrevista, Tenía una larga historia de encopresis que se había resistido a todos
consiguiendo que las personas se involucren inmediatamente en la
tarea de separarse del problema. 2. Para preservar la intimidad de las personas, todos los nombres son ficticios.
58 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 59
los intentos de ponerle fin, incluyendo los que habían llevado a cabo ciones de la familia. Por ejemplo, se había interpuesto como
diversos terapeutas. Raro era el día sin un «accidente» o «incidente», un muro entre Nick y sus padres. La relación entre él y su ma-
lo que habitualmente significaba que Nick se lo «hacía todo» en los dre se había vuelto bastante tensa, y había perdido buena par-
calzoncillos. te de su alegría. Y la relación entre Nick y Ron se había resen-
Para empeorar aún más las cosas, Nick había intimado con la tido considerablemente a causa de la tiranía de la caca.
«caca». La caca se había convertido en su compañero de juegos. «Pin- Además, como la frustración que sentían con respecto a los
taba» con ella en las paredes, embadurnaba los cajones, hacía bolitas problemas de su hijo pasaba siempre al primer plano en las
y las metía en tazas y armarios, e incluso había llegado a pegarla de- conversaciones entre Roy y Sue, la caca tenía una gran reper-
bajo de la mesa de la cocina. Además, no era raro que Ron y Sue en- cusión en su relación de pareja, dificultando que se prestaran
contraran ropa sucia escondida en diferentes sitios de la casa, o que atención el uno al otro.
apareciera caca en diversos rincones, o metida en los desagües de la
ducha y del fregadero. La caca incluso se había acostumbrado a acom-
pañar a Nick a la bañera. Describir la influencia de las personas
En respuesta a mis preguntas sobre la influencia que la caca tenía
sobre las vidas y relaciones de los miembros de la familia, descubrimos Una vez que se ha obtenido una descripción de la esfera de in-
que: fluencia del problema, puede plantearse un segundo conjunto de
preguntas, preguntas que invitan a los clientes a describir su propia
1. La caca estaba arruinando la vida de Nick, ya que le aislaba de influencia, así como la influencia de sus relaciones, sobre la «vida»
otros niños e interfería en sus actividades escolares. Al llenar del problema. Estas preguntas generan información que contradice
su vida, la caca ensombrecía su futuro e impedía que tanto él la descripción saturada por el problema de la vida familiar, y ayuda
como los demás supieran el tipo de persona que era realmente. a las personas a identificar su competencia y sus recursos ante la ad-
Por ejemplo, su capa de caca empañaba su imagen, y hacía di- versidad.
fícil que otros vieran lo inteligente e interesante que era. Normalmente, a las personas les cuesta encontrar ejemplos de su
2. La caca estaba hundiendo a Sue en la desdicha, haciéndole du- propio influjo sobre la vida del problema. Esto sucede sobre todo
dar de su capacidad como madre y de su aptitud general como cuando han sufrido durante mucho tiempo un problema aparente-
persona. Le abrumaba de tal forma que se sentía desesperada mente intratable que ha interferido en sus vidas y sus relaciones. Sin
y a punto de «darse por vencida». Su futuro como madre esta- embargo, a estas alturas, la identificación de la influencia del pro-
ba ensombrecido por la desesperanza. blema ha preparado el terreno para la identificación de la influen-
3. La intransigencia de la caca avergonzaba profundamente a cia de las personas. Al externalizar el problema, el primer conjunto
Ron. Esta vergüenza ejercía el efecto de aislarle de amigos y fa- de preguntas ha ayudado a las personas a separarse del problema, y
miliares. No era el tipo de problemas que se sintiera capaz de a revisar su relación con él. Por tanto, están menos paralizadas por
comentar con sus compañeros de trabajo. Además, la familia el problema y menos limitadas en su percepción de los eventos que
vivía en una comunidad de granjeros relativamente aislada y lo rodean. Esto facilita el descubrimiento de acontecimientos extra-
pequeña, con lo que las visitas de amigos y parientes exigía ha- ordinarios.
bitualmente que hicieran noche en la casa. Esto se había con- Y, tal y como he señalado antes, el hecho de rastrear los efectos
vertido en una tradición. Puesto que resultaba muy probable del problema en diferentes planos —entre el problema y las diversas
que durante estas visitas se produjeran «accidentes» e «inci- personas, y entre el problema y las distintas relaciones— abre un
dentes», a Ron le resultaba embarazoso seguir esta tradición. campo enorme para la búsqueda e identificación de acontecimien-
Por otra parte, siempre se había considerado una persona tos extraordinarios. Por consiguiente, al describir su influencia so-
abierta, y le era difícil hablar con otras personas y ala vez man- bre la vida del problema, los clientes no se ven obligados a centrar-
tener el «terrible» secreto. se tan sólo en la relación entre el problema y la persona, o en la
4. La caca estaba afectando de diversas formas a todas las rela- relación en la que se considera que se basa el problema.
60 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 61
Para que la nueva información sobre los «hechos» hasta enton- relación con Nick, y que Nick opinaba que la Caca Traicionera
ces ignorados contradiga de forma eficaz la descripción saturada no había destruido todo el amor que había entre él y sus padres.
por el problema, esta información debe ser relevante para las per-
sonas implicadas. Sólo si es significativa constituirá un aconteci- Tras identificar la influencia de Nick, Sue y Ron sobre la vida de la
miento extraordinario para ellas. La descripción previa de cómo re- Caca Traicionera, introduje ciertas preguntas para que construyeran
percute el problema facilita la atribución de esta relevancia. significados en tomo a estos ejemplos, de forma que pudieran «re-es-
Cualquier información nueva sobre la influencia de las personas cribir» sus vidas y sus relaciones.
contrastará claramente con la descripción previa. Por ejemplo, sólo ¿Cómo habían conseguido enfrentarse eficazmente al problema?
después de haber descrito la influencia de la anorexia nerviosa so- ¿Qué indicaba esto acerca de sus cualidades como personas y acerca
bre su vida y sus relaciones, pudo una joven apreciar la gran impor- de las relaciones existentes entre ellos? ¿En qué cualidades se estaban
tancia que tenía el hecho de que no hubiera permitido que el pro- apoyando para conseguir estos logros? ¿Les transmitían estos éxitos
blema la aislara de sus amigos. alguna idea acerca de los pasos que podían dar para rescatar sus vidas
Cuando investigamos la influencia que los miembros de la fami- de las garras del problema? ¿De qué forma iba a repercutir en su rela-
lia ejercían sobre lo que habíamos llamado la «Caca Traicionera» ción con el problema saber lo que sabían ahora?
descubrimos que: Respondiendo a estas preguntas, Nick llegó a la conclusión de que
estaba dispuesto a evitar que la Caca Traicionera siguiera siendo más
1. Aunque la Caca Traicionera siempre intentaba engañar a Nick lista que él, y que ya no se dejaría engañar para jugar con ella. Sue tuvo
para que jugara con ella, el niño podía recordar varias ocasio- algunas nuevas ideas sobre cómo negarse a que la Caca Traicionera le
nes en las que no había permitido que la Caca Traicionera le amargara la vida, y Ron dijo que estaba dispuesto a correr el riesgo de
«engatusara». En esas ocasiones, Nick podía haberse prestado hablarle a un colega de sus problemas con la Caca Traicionera.
a «embadurnar», «pintar» o «pegar», pero se había negado. No Volví a ver a esta familia dos semanas más tarde. Durante ese perío-
se había dejado engañar. do, Nick sólo había tenido un accidente de poca importancia, que des-
2. En cierta ocasión, hacía muy poco tiempo, la Caca Traicione- cribieron como una pequeña mancha. Tras nueve días, la Caca Traicio-
ra pudo haber desesperado aún más a Sue, pero ésta se había nera había tratado de volver a ganarse su confianza, pero Nick se había
resistido y había puesto música en vez de dejarse llevar. Ade- mantenido firme. Le había dado una lección a la Caca Traicionera: no iba
más, se había negado a poner en duda su valía como madre y a permitir que volviera a echar a perder su vida. Describió cómo había
como persona. evitado que la Caca Traicionera le engañara para volver a jugar con ella y
3. Ron no pudo recordar ninguna ocasión en la que hubiera evi- dijo que creía que la caca ya no llenaba su vida y que ya se contemplaba
tado que la vergüenza que le producía la Caca Traicionera le a sí mismo tal y como era. Estaba muy locuaz, se sentía más feliz y más
aislara de los demás. Sin embargo, una vez que se identificó lo fuerte y era más activo. La Caca Traicionera había sido una mala com-
que la Caca Traicionera exigía de él, pareció interesado en de- pañía y Nick había hecho bien en recuperar su vida para sí mismo.
safiarla. Ante mi curiosidad por saber cómo podría rebelarse Sue y Ron también se habían hecho fuertes en su decisión de no
ante las demandas de la Caca Traicionera, dijo que podría in- prestarse a las exigencias de la Caca Traicionera. Sue había empezado
tentar revelarle el «terrible» secreto a un compañero de traba- a ir sola al servicio más a menudo, especialmente cuando la Caca Trai-
jo. (Esta intención constituye un acontecimiento extraordina- cionera le ponía las cosas difíciles, y se «había puesto dura» para de-
rio, por cuanto no se podía predecir a partir de la lectura de la mostrarle que ya no iba a poder con ella tan fácilmente.
historia, saturada de problemas, de la vida familiar.) Ron se había arriesgado, rebelándose contra el aislamiento que le
4. Hubo ciertas dificultades para identificar de qué forma reper- imponía la Caca Traicionera. Había hablado con un par de colegas so-
cutían las relaciones familiares sobre la Caca Traicionera. Sin bre su problema. Le habían escuchado respetuosamente, y habían
embargo, tras comentarlo algo más, quedó claro que había as- ofrecido algunas ideas. Una hora más tarde, uno de ellos había vuelto
pectos de la relación entre Sue y Nick que ella pensaba que po- y le había confesado que había tenido un problema parecido con uno
día seguir disfrutando, que Ron seguía intentando mantener su de sus hijos. Tuvieron una larga conversación, que aumentó su amis-
62 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 63

tad. Y sin esa «mancha» sobre la vida de Nick, Ron había descubierto Las definiciones del problema que ofrecen los clientes pueden
que «se podía hablar» con su hijo. ser bastante específicas y conductuales (por ejemplo: «Tiene rabietas
Invité a la familia a reflexionar y especular sobre qué les decían es- cuando...») o más bien generales (por ejemplo «Tenemos un problema
tos sucesos acerca de sus cualidades y acerca de las relaciones existen- de comunicación»). En otros casos, los clientes pueden tener
tes entre ellos. También les animé a plantearse qué sugerían estos hechos dificultades para concretar una definición del problema que se ajuste a
sobre su relación actual con la Caca Traicionera. Durante esta conver- la vivencia que tienen de él. En estas ocasiones puede ser útil que la
sación, los miembros de la familia identificaron nuevas medidas que terapeuta* ofrezca varias posibles definiciones del problema y luego
podían tomar para rechazar las provocaciones de la Caca Traicionera. compruebe con el cliente si algunas de ellas recogen adecuadamente su
Volvimos a vernos una tercera vez tres semanas más tarde, y des- experiencia.
cubrí que todos habían dado nuevos pasos para dejar atrás a la Caca Tal y como sucede en cualquier enfoque terapéutico, es importante
Traicionera, para asegurarse de que la pondrían en su sitio. Nick había que los terapeutas no hagan generalizaciones acerca de las situaciones,
hecho nuevas amistades y se había puesto al día en la escuela, y la sino que tengan en cuenta las características específicas de cada
familia había pernoctado varias veces en casa de amigos. Sue estaba circunstancia y prevean las consecuencias más probables de una
superando bien sus sentimientos de culpabilidad. Esto se había visto determinada línea de acción. Esto exige un cierto grado de "conciencia»
facilitado en cierta medida por el hecho de que ella y Ron habían ha- por parte del terapeuta, y para no contribuir sin querer a la opresión
blado mucho con otros padres sobre las dificultades y tribulaciones que que padece la persona, esa conciencia requiere valorar adecuadamente
conlleva tener hijos. De este modo, habían comprobado que no eran los la situación, es decir, valorarla en el nivel de las relaciones. Esa
únicos que tenían dudas sobre sus aptitudes como padres. conciencia conduce a que la terapeuta no plantee externalizar
Diseñamos entonces algunos planes para el caso de que la Caca problemas como la violencia y el abuso sexual. Cuando se identifican
Traicionera intentara volver y engañar de nuevo a Nick. Un mes más problemas de este tipo, el terapeuta tenderá más bien a fomentar la
tarde entrevisté de nuevo a la familia para hacer una revisión. En el se- externalización de las actitudes y creencias que parecen imponer la
guimiento a los seis meses, Nick iba muy bien. Sólo había manchado violencia, así como las estrategias que mantienen subyugadas a las
algo sus calzoncillos en una o dos ocasiones. Tenía más confianza en sí personas, por ejemplo, la imposición del secreto y del aislamiento.
mismo y las cosas iban aún mejor con los amigos y en el colegio. Todo
el mundo estaba encantado con sus progresos.
Fluidez y evolución de la definición

CÓMO DEFINIR EL PROBLEMA QUE SE DEBE EXTERNALIZAR Aunque la definición externa del problema puede mantenerse
constante a lo largo de la terapia, es más común que sea fluida y evo-
En las prácticas asociadas a la externalización del problema se da lucione a lo largo del tiempo. Esto sucede especialmente cuando a los
especial importancia a la descripción que los clientes hacen del mismo y clientes les ha costado encontrar términos descriptivos que representen
de sus efectos sobre sus vidas y relaciones. Una vez descrito el adecuadamente su vivencia del problema. La evolución de la definición
problema, su externalización se desprende de forma «natural» de esta del problema puede verse considerablemente facilitada por las
descripción de sus repercusiones. Esta externalización se ve luego preguntas de influencia relativa. A continuación se ofrece un ejemplo
reforzada al investigar la influencia de las personas sobre la vida del de cómo esta forma de hacer preguntas contribuye a que evolucione la
problema. definición externalizada del problema.
A menudo, las personas dan definiciones comunes y generales de los
problemas que les preocupan. Sin embargo, los detalles acerca de los Marjorie, una madre sola con dos hijos de diez y once años, vino a
efectos del problema o de cómo los vive cada persona son siempre terapia por lo que denominó «rabietas en la familia». Cuando se le pi-
únicos. Por tanto, a no ser que se realice en términos muy generales, no
es posible predecir los efectos del problema antes de hablar con las * En la traducción se emplean al azar el género masculino y el femenino. [T.]
personas afectadas.
64 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 65
dió que aclarara esta definición, afirmó que pensaba que todos, inclu- resultando agotador. Habían hecho intentos exhaustivos para so-
yéndola a ella misma, manifestaban sus frustraciones en forma de ra- ------arlo, sin tener «ni pizca» de éxito. Estos intentos incluían
bietas. consultar libros, solicitar ayuda profesional y asistir a una escuela de
Ante la pregunta de cuáles eran los efectos de esas rabietas sobre su padres.
vida, Marjorie contestó que la hacían evitar los conflictos con sus hi- Rachel y James habían comprobado que la única forma viable de
jos. Preguntada por el efecto que tenía la evitación de conflictos sobre controlar la situación era que uno de ellos se sentara junto a Mary y le
la relación con sus hijos, se dio cuenta de repente de que ello la estaba diera seguridad cogiéndola de la mano hasta que se durmiese. A me-
obligando a renunciar a sus derechos. ¿Significaba esto que a menu- nudo este proceso duraba más de hora y media, y a veces hasta dos ho-
do sentía que no la tomaban en serio? «¡Sí!», exclamó. ras y media. Rachel y James ya no sabían qué hacer.
Cuando se le preguntó qué era lo que la convertía en vulnerable a Puesto que ni Rachel, ni James ni Mary pudieron recordar ningu-
las invitaciones de los demás a portarse como una persona a la que no na ocasión en la que ésta se hubiera dormido sola, parecía improbable
se toma en serio, la «culpa» apareció como el candidato más probable. que hubiera ejemplos significativos de su influencia en el restringido
Entonces se exploró más a fondo el efecto de la culpa sobre su vida. De campo acotado por esta definición tan limitada y concreta del proble-
esto modo, la culpa se había convertido en una nueva definición exter- ma Por eso introduje preguntas que fomentaran la definición de un
na del problema, una definición que tenía sentido para ella y abarca- problema externo más general y la identificación del campo más am-
ba aspectos vitales de su experiencia. plio de influencia del problema.
A continuación se identificaron diversos aspectos de la influencia Puesto que el problema de sueño hacía que Mary dependiera de sus
que ejercía Marjorie sobre la vida de la culpa. Se la animó a que cons- padres para que le dieran seguridad, ¿qué efecto pensaban Rachel y Ja-
truyera significados nuevos respecto a estos acontecimientos extraor- mes que esto estaba ejerciendo sobre la vida de Mary en general? Tras
dinarios, y Marjorie empezó a dar pasos para aumentar su propia in- un poco de discusión, la «inseguridad» apareció como una definición
fluencia rebelándose contra los efectos de la culpa y anunciando que externa más general del problema. ¿Aparte del problema del sueño, qué
renunciaba a ella. En cuanto a los hijos, se descubrió que la culpa con- otros efectos estaba ejerciendo la inseguridad en la vida de Mary? Ra-
seguía que muchas veces no tomaran en serio a su madre. Sin embar- chel comentó que la inseguridad impedía que Mary se enfrentara di-
go, se identificaron varias ocasiones en las que los chicos habían re- rectamente a cualquier conflicto que pudiera tener con otros niños. En
chazado esta posibilidad. La familia volvió rápidamente a adueñarse caso de conflicto, corría hacia el adulto más próximo, visiblemente an-
de sus vidas y relaciones. gustiada y con necesidad de que la tranquilizaran y le dieran confian-
za. Esto tendía a suceder más a menudo cuando Rachel y James esta-
ban presentes. Al investigar los efectos de esta «inseguridad» sobre la
De lo específico a lo general vida de Rachel y James y sobre su relación con Mary, se descubrió que
les obligaba a intervenir en estas disputas a favor de Mary.
A veces, cuando los clientes dan una definición muy concreta del Al revisar la influencia de los miembros de la familia sobre la insegu-
problema, puede ser útil animarles a construir una definición exter- ridad, pregunté si alguien podía recordar alguna ocasión en la que Mary
na más general. De esta forma se amplía el campo para la identifi- pudiera haber dejado que la inseguridad la llevara a pedir ayuda a sus pa-
cación de la influencia del problema y para el descubrimiento de dres y en la que, sin embargo, se hubiera valido por sí misma. Inmedia¬
acontecimientos extraordinarios. tamente, Rachel se acordó de un ejemplo reciente en el que había obser-
El siguiente caso ilustra algunos de los beneficiosos resultados
que se obtienen al convertir en más generales las definiciones exter- 3 Aunque se identificó rápidamente un ejemplo de la influencia de Mary en la
nas de los problemas. vida de la inseguridad, este ejemplo no era esencial para el progreso de la terapia. Al-
ternativamente, se podía haber identificado un ejemplo de la influencia de los padres
La familia Smith vino a mi consulta para tratar de su hija de sie- sobre la vida de la inseguridad. Recientemente, trabajando con otra familia en la que
una hija tenía problemas similares, no se pudo encontrar inmediatamente ningún
te años, Mary, que tenía desde hacía mucho tiempo un «problema ejemplo de la influencia de la muchacha en la vida de la inseguridad, pero sí eviden-
para dormirse». Para los padres, James y Rachel, el problema estaba cias de la negativa de los padres a cooperar con las órdenes de la inseguridad. En esa
66 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 67
vado cómo Mary resolvía sus problemas con otro niño por su cuenta en Con frecuencia es importante estimular a los clientes para que
vez de correr hacia su madre para que le sacara las castañas del fuego.1 instruyan definiciones alternativas de los problemas; definiciones más
Esto abrió la puerta a la introducción de preguntas que estimula- relevantes para su experiencia y que les permitan abordar de forma más
ran la generación de nuevos significados. ¿También había observado adecuada sus preocupaciones inmediatas. El siguiente ejemplo muestra
esto Mary? No lo había observado. ¿Cómo pensaba que lo había he- cómo se llegó a una definición externa del problema que resultó
cho? ¿De qué manera se había preparado para semejante cambio? relevante para la vivencia de los miembros de la familia afectados.
¿Cómo se sentía sabiendo que ahora era una auténtica «solucionado-
ra» de problemas? ¿Qué quería decir eso acerca de sus aptitudes? Tam- Jim vino acompañado de sus preocupados padres. Unos siete años
bién pedí la opinión de los padres sobre estas cuestiones, y las res- antes se le había diagnosticado «esquizofrenia». El señor y la señora
puestas crearon una nueva descripción de la competencia de Mary y Brown estaban cada vez más preocupados por el grado en que Jim de-
de su capacidad para darse seguridad a sí misma. pendía de ellos. Estaba totalmente aislado y mostraba poco interés
Mary estaba segura de preferir este «nuevo retrato» de sí misma porcambiar la vida que llevaba. A las preguntas de sus padres de por
como persona antes que el «retrato antiguo». ¿Qué indicaba esto acer- qué no hacía algo con su vida solía responder: «Es la esquizofrenia».
ca de su disposición a dar nuevos pasos que alejaran su vida de la in- Pregunté a Jim si tenía algún tipo de preocupaciones respecto a
seguridad? ¿Y de qué forma iban estos nuevos conocimientos sobre la cómo le iban las cosas, y dijo que no. Preguntado sobre lo que pensa-
capacidad de su hija a ayudar a Rachel y a James a desafiar a los efec- ba acerca de su situación actual, dijo que tenía «esquizofrenia, y eso es
tos que ejercía la inseguridad sobre sus relaciones con la niña? Se co- todo».
mentaron diversas posibilidades en respuesta a estas preguntas, y du- Entonces pedí al señor y a la señora Brown que describieran el
rante las seis semanas siguientes, la capacidad de Mary para auto- efecto de la esquizofrenia sobre las vidas y las relaciones de los
tranquilizarse evolucionó hasta el punto de que empezó a insistir en miembros de la familia. En cuanto a la vida de Jim, pensaban que la
irse a dormir sola. esquizofrenia le estaba haciendo adoptar malos hábitos. Les pedí que
me explicaran estas costumbres y después que me dieran algunos
ejemplos sobre sus efectos. Resumí diciendo: «Así que estos hábitos
De definiciones «expertas» a definiciones «populares» que la esquizofrenia está enseñando a Jim le están convirtiendo en un
simple prisionero de su propia vida». Me dirigí a Jim y le pregunté si
A veces, las personas definen su problema en términos basados en el pensaba que esto era cierto. Me dijo que no lo sabía. Entonces le
«conocimiento experto». Esto sucede cuando se las ha animado a pregunté: «Si fuera verdad que estos hábitos te están convirtiendo en
emplear «clasificaciones científicas» para describir sus preocupaciones. un simple prisionero y que te impiden controlar tu propia vida, ¿te
Estas retranscripciones de las definiciones de los problemas los preocuparía esto?». «Sí, me preocuparía" contestó. «¿Por qué te
descontextualizan y, por lo tanto, disminuyen las opciones de que preocuparía?» repliqué. Al responder a esta pregunta y a las siguientes,
disponen las personas para intervenir en la «vida» de estos problemas. Jim empezó a identificar y clarificar sus propias preocupaciones y
No proporcionan definiciones desde las que puedan revisar su relación cómo vivía diversos problemas. También empezó a desafiar los efectos
con el problema, ni dejan lugar para definiciones que permitan empobrecedores que estos problemas ejercían sobre su vida.
identificar acontecimientos extraordinarios. Por consiguiente, estas
retranscripciones a menudo disminuyen las posibilidades de que las
personas experimenten una sensación de agencia personal.
Facilitar una definición mutuamente aceptable del problema
ocasión, habían exigido a su hija que confiara en sí misma. Se ayudó a la familia a
generar significados en relación con este acontecimiento extraordinario, y antes del final En ocasiones, cuando las familias o parejas van a terapia, sus
de la sesión la muchacha se mostró contenta de que en esa ocasión los padres se miembros están en desacuerdo en cuanto a la definición del problema.
hubieran puesto de su parte y en contra de la inseguridad. Estas disputas hacen que les resulte difícil cooperar en cual-
68 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 69

quier intento de desafiar los efectos que los problemas ejercen sobre ACONTECIMIENTOS EXTRAORDINARIOS
ellos. En estas circunstancias, la externalización puede establecer
una definición mutuamente aceptable del problema, facilitando la En el caso de la familia cuyos miembros estaban organizados en
creación de condiciones en las que las personas pueden trabajar jun- torno a la Caca Traicionera, se identificaron acontecimientos ex-
tas de forma eficaz para resolver sus dificultades. En otro lugar he traordinarios en la mayoría de las relaciones entre el problema y las
proporcionado diversos ejemplos de esta potencialidad propia de la relaciones entre los miembros de la familia. Sin embargo, a menu-
externalización de problemas (por ejemplo, White, 1984, 1986c). do es difícil identificar acontecimientos extraordinarios en todas es-
Esta faceta de la externalización del problema es especialmente tas intersecciones y, aunque es útil, no es imprescindible conseguir-
importante cuando se trabaja con parejas en conflicto y con familias lo. Sólo es necesario identificar un acontecimiento extraordinario
de adolescentes rebeldes. para iniciar la construcción de nuevos significados.*
Y, aunque resulta útil que todas las personas que mantienen una
John y Wendy concertaron una cita con la intención de abordar las relación con el problema participen activamente en esta generación
preocupaciones que les producía la «irresponsabilidad» de su hijo. de nuevos significados, no es tampoco una condición necesaria. Si
Joe, de 16 años, había obedecido, con cierta resistencia, a sus deseos hay una persona que participa activamente en este proceso, y si esta
de que les acompañara. Sin embargo, no estaba de acuerdo en el he- persona es capaz de rechazar todas las invitaciones que, sin darse
cho de que sus padres tuvieran razones para preocuparse por él. En cuenta, le hacen los demás para que coopere con ellos en el mante-
realidad, la decisión de John y Wendy de concertar la cita había con- nimiento del problema, entonces el problema quedará significativa-
firmado lo que para él era el único problema: que sus padres le «rega- mente mitigado.
ñaban» y le «agobiaban» demasiado. Una vez que se han establecido los efectos del problema, resul-
Tratando de obviar esta discusión improductiva acerca de cómo de- ta más fácil que los clientes especifiquen su propia influencia sobre
bía definirse el problema, pregunté a John y Wendy qué creían que po- él. En el ejemplo citado más arriba, se averiguó que la Caca Trai-
dría pasar si las cosas no cambiaban. Respondieron explicando lo an- cionera estaba hundiendo a Sue en la desesperación. Después se in-
siosos que se sentían por el futuro de Joe. Les pregunté entonces de qué vestigó qué significaba esa desesperación para Sue. Más tarde,
forma esta ansiedad organizaba su relación con Joe. Les llevaba a vigi- cuando introduje preguntas que incitaban a los miembros de la fa-
larle más de cerca y de diversas maneras hacía que centraran sus vidas milia a describir su propia influencia, Sue fue capaz de identificar
en la de él. «¿Qué efecto tenía esta ansiedad sobre la vida de Joe?» una ocasión en la que la Caca Traicionera no había ejercido ese
Joe se unió pronto al espíritu de esta investigación. Señaló que efecto sobre ella. Los detalles acerca de las repercusiones del pro-
esta ansiedad respecto a su futuro le estaba presionando y le dificul- blema ayudan a la terapeuta a ser concreta en la formulación de es-
taba vivir su propia vida. ¿Era esto un problema para él? Sí, lo era. tas preguntas.
¿No le gustaba que le vigilaran? No. ¿Le interesaría unirse a sus
padres contra esa ansiedad y los efectos que ejercía sobre su rela-
ción? Sí. Acontecimientos extraordinarios pasados
Establecer una definición mutuamente aceptable de un problema
externo había sentado las bases de un trabajo en común. Wendy, John Los acontecimientos extraordinarios pueden identificarse me-
y Joe colaboraron para acabar de identificar el efecto de la ansiedad so- diante una revisión histórica de la influencia de las personas sobre
bre sus vidas y relaciones, y al describir su influencia sobre la ansie-
dad, descubrieron varios acontecimientos extraordinarios. Uno de Esta idea está en consonancia con el presupuesto fundamental de la terapia
ellos era una iniciativa que Joe había tomado hacía poco para reducir breve, acerca de que es suficiente un pequeño cambio para iniciar transformaciones
la inseguridad de sus padres acerca de su futuro. Se inició la cons- mayores en el resto del sistema. En el caso de los «acontecimientos extraordinarios»,
trucción de significados en torno a los acontecimientos extraordina- un único «hecho» (significado) de este tipo puede ser suficiente para hacer que sé
resquebraje la visión monolítica que los clientes suelen tener de su situación («Nun-
rios, y Joe, John y Wendy empezaron a explorar nuevas opciones para ca consigo... «Siempre estoy...»), permitiendo así que aparezcan «fisuras» en las que
intervenir en sus vidas y en sus relaciones. se puede ir construyendo una realidad alternativa. [T.]
70 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 71
el problema. Se les puede pedir que recuerden «hechos» o sucesos La identificación de este acontecimiento extraordinario situado en
que contradigan los efectos que el problema tiene sobre sus vidas y su historia pasada constituyó un punto de inflexión para Katherine y
relaciones. Aunque estos eventos son experimentados por las perso- Joan en el presente, tres años después del suceso. A partir de ahí pudi-
nas afectadas en el momento en el que ocurren, los relatos satura- mos acceder a otros acontecimientos extraordinarios, entre ellos cier-
dos de problemas de sus vidas suelen impedir la atribución de nue- tas ocasiones en las que Joan se había negado a dramatizar su dolor.
vos significados a estas vivencias. Estos acontecimientos ex- A lo largo de varios meses, Katherine intentó aumentar su influencia
traordinarios pasados pueden facilitar la creación de nuevos signi- y poner a prueba sus conocimientos recién redescubiertos, ganando
ficados en el presente, significados que permiten a las personas vol- así muchos amigos y desarrollando enormes deseos de vivir. Y Joan
ver atrás y revisar su historia personal y la de sus relaciones. empezó a atender más a sus propias necesidades.

Katherine, de 26 años de edad, se había lesionado gravemente la es- Una subcategoría de estos acontecimientos extraordinarios his-
palda cuando tenía 13. Aparte de las limitaciones físicas que le impo- tóricos la constituyen los que se producen entre sesiones, o los que
nía, esta lesión había dado lugar a un dolor intenso y persistente. Este se pueden encuadrar dentro del relato de la terapia. Proporcionan
dolor no había respondido a las muchas investigaciones posteriores ni un filón capaz de generar nuevos significados e historias.
a los diversos tratamientos aplicados. Su vida se había deteriorado
mucho desde el accidente, y cuando llegó a terapia sufría considera- A Gail le habían diagnosticado esquizofrenia algunos años antes de
blemente de ansiedad y depresión. mi primer contacto con ella. Pese a haberse sometido a numerosos tra-
Katherine vino acompañada a la primera entrevista por su madre, tamientos, se había visto limitada a un estilo de vida «en un rincón»,
Joan. Les pedí que describieran cómo repercutía el dolor en sus vidas con alucinaciones auditivas que constituían un gran problema para
y relaciones. Una de las muchas complicaciones que el dolor había su- ella. Llamaba a estas alucinaciones sus «voces», y se quejaba de que la
puesto para Katherine es que le había impedido conocer gente nueva. molestaban constantemente.
Cuando animé a Katherine y a Joan a que describieran su propia in- En nuestra primera entrevista, Gail identificó pruebas de su com-
fluencia sobre el dolor, pregunté a la primera si podía recordar alguna petencia ante este hostigamiento, y empezó a dar pasos para ampliar
ocasión en la que el dolor pudiera haberle impedido mantener contac- su propia influencia, retando a las voces de diversas formas y convir-
to con otra persona y en la que, sin embargo, ella se hubiera negado a tiéndolas, en su mayor parte, en pensamientos silenciosos.
ceder a estas demandas. Tras una investigación que duró unos veinte Gail me había informado de que las voces se oponían a sus en-
minutos. Katherine recordó un incidente que había ocurrido tres años cuentros conmigo. Le hacían la vida imposible antes de nuestras en-
antes. Había ido a dar un pequeño paseo, y, no muy lejos de su casa, trevistas, e intentaban hacerla volver con ellas. En un par de ocasio-
había visto a un extraño que se le acercaba caminando en sentido con- nes habían estado a punto de conseguirlo. Para ayudarme a entender
trario. El extraño tenía un aspecto amable, y Katherine pensó que tal este fenómeno, Gail sugirió que las voces se veían amenazadas por
vez la saludara. Cuando se cruzaron, ella le saludó con un gesto de la nuestros encuentros y dispuestas a evitarlos a cualquier precio.
cabeza y le dijo «Hola». Aunque esto era algo que ella no hubiera po- Antes de una de nuestras entrevistas, cuando Gail se había enfrenta-
dido predecir antes de hacerlo, no le había dado ninguna importancia do muy claramente a las voces, éstas intentaron volver e intensificaron
en aquel momento. sus ataques. Ante esto Gail se había angustiado mucho, temiendo que
Animé a madre e hija a crear significados en torno a ese incidente. las voces la estuvieran reclamando de nuevo. Viendo que la nueva his-
¿Cómo había controlado Katherine su ansiedad a medida que se acer- toria de Gail estaba amenazada por las sombras de la antigua, introdu-
caba el extraño? ¿Cómo consiguió evitar que la hiciera dar media vuel- je de inmediato preguntas que yo esperaba le permitieran recuperar la
ta? ¿Qué había hecho para prepararse? Si hubiera entendido entonces historia nueva. Algunas de estas preguntas se basaban en lo que sabía de
el significado de aquel encuentro, ¿qué le hubiera indicado acerca de la lucha que Gail había entablado con las voces a lo largo de la terapia.
sus progresos? ¿Qué le hubiera indicado acerca de ella misma? ¿Qué ¿Cómo había conseguido desafiar la influencia de las voces en esa
hubiera supuesto el hecho de haber sido más consciente de la impor- reciente ocasión y venir a la entrevista? Les había dicho que se calla-
tancia de ese logro? ran. Pregunte: «No hace mucho tiempo, cuando las voces te lo hacían
72 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 73
pasar mal a causa de estas entrevistas, ¿qué efecto tenían sobre ti?».
respecto al dominio de estas ideas y técnicas de poder, e impliqué a
«Me hacían llorar», replicó Gail. «¿Te han hecho llorar hoy?» «No»
Keith y Bette en la creación de nuevos significados.
«¿Qué diferencia hay entonces?» «¡Soy más competente ahora!»
Hacia la mitad de nuestra segunda entrevista, Bette se arriesgó y
«¿Por qué no se lo dices a las voces?» «De acuerdo...»
expresó una opinión que sabía era opuesta a la de Keith. Pasaron va-
Gail se recuperó de los altibajos de las semanas anteriores y redu-
rios segundos, y aunque Keith estaba obviamente luchando consigo
jo rápidamente las voces a pensamientos silenciosos. En la siguiente
mismo, no reaccionó. Le pregunté: «¿Cómo lo has hecho? No me lo es-
sesión, dos semanas más tarde, Gail me dijo que estaba cada vez más peraba en este momento». «¿Cómo he hecho qué?», replicó Keith.
fuerte y que no había permitido que las voces la molestaran de nuevo. «¿Cómo has conseguido no reaccionar y no tratar de controlar lo que
Éste fue otro punto de inflexión en la vida de Gail. estaba diciendo Bette?» «No lo sé.» «¿No te sorprende esto?» «Bueno,
supongo que... ¡Sí, me sorprende!» «¿Qué significado crees que tiene
esto?» «Bueno, eh...» Exploramos el significado de este acontecimien-
Acontecimientos extraordinarios actuales to extraordinario durante el resto de la sesión. Y en este proceso se de-
sarrolló una nueva descripción de Keith como persona.
Son aquellos que se presentan en el transcurso de la sesión. Ge-
neralmente, las personas se fijan en ellos gracias a la curiosidad del
terapeuta, y porque éste les invita a que los hagan más perceptibles.
La inmediatez de estos acontecimientos extraordinarios actuales les Acontecimientos extraordinarios futuros
da mucha fuerza, y están directamente disponibles para que la per-
sona genere significados nuevos a partir de ellos. Los acontecimientos extraordinarios pueden situarse en el futu-
ro. Pueden identificarse revisando las intenciones o planes que tie-
Bette había logrado convencer a Keith de que la acompañara a te- ne la persona para escapar de la influencia del problema, o investi-
rapia, con la excusa de que ella tenía algunos problemas que quería gando sus esperanzas de liberarse de ciertos problemas.
tratar, y de que le gustaría que la terapeuta tuviera oportunidad de co-
nocer también las ideas y opiniones de Keith al respecto. Sin embargo, Aunque a Nathan le resultó difícil identificar su influencia sobre la
pronto quedó claro que el problema principal eran la constante agresi- vida del problema, quedó desconcertado al descubrir en qué medida el
vidad de Keith y su violencia ocasional. Investigando los efectos que la problema influía en su vida. De hecho, quedó tan sorprendido que
agresividad y la violencia tenían sobre Bette y su relación, quedó claro tomó la firme determinación de hacer algo para salir del rincón en el
para ambos miembros de la pareja que habría que dar prioridad a este que le había acorralado el problema.
tema. Tras discutir el asunto, Keith accedió a participar. En respuesta a ello le planteé algunas preguntas. «Parece que estás
Se elaboró un plan de escape, que se activaría cada vez que Bette se resuelto a hacer algo al respecto.» Estaba decidido. «¿Qué podrías ha-
sintiera amenazada y creyera que corría el riesgo de ser atacada. La cer para salvar tu vida?» Tenía ya unas cuantas ideas. «¿De dónde has
puesta en marcha de este plan de escape implicaría activamente a sacado estas ideas?» «Si te vieras a ti mismo llevándolas a la práctica,
Keith. Se le exigiría que, con la suficiente antelación, se reuniera con ¿te sentirías mejor?» Mucho. «Si llegaras a sentirte así, ¿qué cosas te
todos los amigos y familiares que pudiera encontrar, de forma que, al resultaría más fácil hacer en tu vida?» Nathan pensó diversas posibi-
romper el silencio respecto de la violencia, estuviera realizando una lidades.
contribución importante a la resolución de este problema. (Este sería A medida que Nathan fue reflexionando sobre estas preguntas, se
un acontecimiento extraordinario.) dio cuenta de que existía una descripción alternativa y más gratifi-
Tras una larga discusión, Keith respondió afirmativamente a esta cante de él como persona, y siguió dando pasos concretos para hacer
idea. Mediante una serie de preguntas, se situaron las agresiones de realidad esta nueva descripción.
Keith en el contexto de las concepciones dominantes acerca de las re-
laciones entre hombres y mujeres, y de las técnicas de poder que acom-
pañan a estas ideas. Se identificaron acontecimientos extraordinarios Aunque estos acontecimientos extraordinarios futuros constitu-
yen una anticipación de cosas aún por suceder, son también algo
74 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 75

presente y pueden llevar a identificar acontecimientos extraordinarios Al final de la primera entrevista, Bruce pensaba que estaba listo
pasados. La existencia de estas intenciones y esperanzas puede consi- para incrementar su propia influencia. Planeaba llamar por teléfono al
derarse un gesto presente de desafío al problema, y puede llevar tam- coordinador de un grupo de encuentros y concertar una cita. Se le ha-
bién a investigar aquellas experiencias pasadas que conducen a la per- bía facilitado el número de teléfono de este coordinador en repetidas
sona a pensar que las cosas pueden ser diferentes en el futuro; aquello ocasiones, pero nunca se había sentido capaz de hacer la llamada. Lle-
que tal vez ha entrevisto y que ha mantenido viva su esperanza. vaba cinco años sin atender al teléfono, y por supuesto sin hacer nin-
guna llamada. Involucré a Bruce y a sus padres en un debate acerca de
si estaba o no listo para telefonear, y me pregunté en voz alta si no se-
Acontecimientos extraordinarios e imaginación ría más inteligente que diera antes algunos pasos previos que le pre-
pararan para dar este paso. Sin embargo, Bruce estaba convencido de
La imaginación desempeña un papel crucial en las prácticas que estaba preparado para hacer la llamada.
asociadas a la externalización de problemas, tanto para el terapeu- Cuando la familia volvió a la siguiente entrevista, pedía sus miem-
ta como para las personas que han solicitado terapia. Es especial- bros que me pusieran al día de lo que había pasado. Al parecer no ha-
mente importante para crear las condiciones en las que identificar bía sucedido nada. Las cosas estaban «igual». Sólo mediada la sesión
los acontecimientos extraordinarios, y para la generación de signifi- recordé la decisión de Bruce de llamar al coordinador del grupo. ¿Ha-
cados en torno a ellos. bía hecho la llamada? «Sí», dijo, y pasó a hablar de otro tema. Eché
Es importante que la terapeuta imagine qué podría ser significa- un vistazo a mi alrededor. Todos parecían estar pensando en otras co-
tivo para la persona que busca ayuda, y que no se deje cegar por sus sas, estar en mundos diferentes. Era comprensible que no esperaran
propios criterios respecto a cuáles han de ser los nuevos avances en que pudiera ocurrir nada diferente.
su vida y en sus relaciones. Por ejemplo, saludar a una persona que «Espera, espera», dije, «¿He oído lo que creo haber oído?» «¿El
visita a la familia puede no tener ninguna relevancia en la vida per- qué?», dijo Bruce. «Tal vez la esquizofrenia sea contagiosa y estoy
sonal de la terapeuta, pero para algunas personas esto constituye oyendo voces.» Había conseguido captar la atención de Bruce.
una hazaña de considerable envergadura, equivalente tal vez a lo «¿Qué?», preguntó, perplejo. «Bueno, por un momento he pensado
que para el terapeuta podría significar, por ejemplo, andar sobre que habías dicho que habías llevado a cabo esa llamada.» «No estás
una cuerda floja. Se pueden considerar todos estos logros como algo oyendo voces; eso es lo que he dicho», dijo Bruce para tranquilizarme.
verdaderamente espectacular. Lo que cuenta no es el tamaño del «¡Entonces dímelo otra vez, pero un poco más alto, para que pueda
paso que da la persona, sino su dirección. asimilar esta novedad!» Y eso fue lo que hizo. Me disculpé, diciendo
A medida que el terapeuta conoce las reacciones habituales y que realmente no esperaba ese avance, y luego le pregunté si le impor-
predecibles de la persona ante los eventos que rodean al problema taba volver a darme la noticia. Eso hizo, y entonces simulé caerme de
podrá imaginar qué tipo de respuestas podrían constituir un acon- la silla ante semejante novedad.
tecimiento extraordinario e inesperado. Esto hace aumentar A Bruce esto le hizo mucha gracia. Ahora todo el mundo estaba
la receptividad del terapeuta ante las «señales de una diferencia», y atento a los progresos de la vida de Bruce. «¿Quién más de los aquí
a su vez le ayuda a movilizar la imaginación de las personas que presentes no estaba preparado para esta novedad?» «¿Alguien más se
están en terapia. ha sorprendido de esto?» Richard reflexionó sobre estas preguntas, v
se dirigió a Mim: «Pensándolo un poco, es bastante sorprendente,
Bruce, al que se le había diagnosticado una esquizofrenia unos 8 ¿no?». Mim se unió enseguida a aquel espíritu de estupor y empezó a
años atrás, vino a mi consulta con sus padres, Richard y Mim. Tam- preguntar a Bruce sobre las circunstancias que habían rodeado esa
bién asistió a la sesión la hermana menor de Bruce, Eileen. Mim conducta inesperada. Durante los siguientes 30 minutos, empujados
y Richard estaban preocupados por el rumbo que estaba tomando la por nuestra curiosidad, hicimos preguntas a Bruce y especulamos so-
vida de su hijo. Aunque su estado era estable, se había aislado bre la importancia de ese logro. Yo recogí las preguntas, las respuestas
completamente. Rara vez salía de su dormitorio, y se escondía de las y las especulaciones que habíamos realizado, y le mandé a la familia
visitas. un resumen en forma de carta.
76 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 77

En nuestra siguiente sesión, un mes más tarde, me informaron nada pectacular. Aprovechaba la menor oportunidad para, por ejemplo, co-
más empezar que Bruce había sorprendido a Mim en dos ocasiones. Pues- merse un tarro entero de café, consumir un tubo de dentífrico o be-
to que sólo disponíamos de una hora para esta entrevista, no pasamos a berse una botella de salsa de soja de un solo trago. Hace poco había sa-
investigar en profundidad los sucesos que habían dado lugar a estas dos boteado una evaluación psicológica comiéndose el material del test.
sorpresas ni todo su significado. A lo largo de las entrevistas subsiguien- Aaron tenía una larga historia de problemas de aprendizaje, y esta-
tes, todos seguimos yendo «por detrás» de los avances de Bruce, pese a ba en una clase de educación especial. Además, se le había diagnosti-
nuestros esfuerzos por mantenernos al día respecto a sus progresos. cado hiperactividad a una edad muy temprana. A diferencia de Aaron,
sus hermanas mayores parecían jovencitas relativamente normales.
Ni siquiera sus costumbres alimenticias se salían de lo común.
LA REVISIÓN DE LA RELACIÓN DE LAS PERSONAS CON LOS PROBLEMAS Cuando rastreamos la influencia de los miembros de la familia so-
bre la vida del problema, el acontecimiento extraordinario más recien-
El problema y sus efectos están ligados por una relación de de- te y espectacular que identificamos fue que la señora Harrison había
pendencia. Por consiguiente, centrándonos en una mitad de esta re- «desconectado» durante una de las rabietas de Aaron, en vez de unir-
lación, podría afirmarse que el problema depende, para sobrevivir, se a ella. Construyendo significados en relación a este acontecimiento,
de sus efectos. En otra parte he sugerido que estos efectos constitu- pregunté qué quería decir esto respecto a la relación de la señora Ha-
yen el sistema que mantiene con vida al problema; que se puede con- rrison con las rabietas. Al negarse de este modo a someterse a los efec-
siderar que estos efectos representan las condiciones de superviven- tos del problema, ¿estaba accediendo a las demandas del problema o
cia del problema (White, 1986a). desafiándolas? ¿Cuál de estas relaciones con el problema la atraía
La identificación de acontecimientos extraordinarios y la crea- más? ¿Debilitaría el problema o lo reforzaría, esta relación de coope-
ción de significados en torno a ellos ayudan a los clientes a identifi- ración? ¿Qué más podía hacer para ponerse de parte de esta nueva re-
car su resistencia a los efectos del problema o a sus exigencias. Te- lación con el problema y no mantener la anterior? ¿Era ahora ella
niendo en cuenta la relación de dependencia entre el problema y sus quien mandaba en esta nueva relación?
efectos, se sigue que si las personas se niegan a cooperar con las exi- En unas cuantas sesiones, la señora Harrison transformó su rela-
gencias del problema, lo están debilitando; no someterse a los efec- ción con el problema. Otros miembros de la familia siguieron su ejem-
tos del problema hace que éste sea menos eficaz. Por tanto, en el plo y pronto las rabietas se quedaron sin el sistema que las mantenía.
proceso de construir nuevos significados para los acontecimientos El comportamiento de Aaron mejoró sustancialmente, su aprendizaje
extraordinarios, las personas revisan su relación con el problema. se aceleró de forma espectacular y su capacidad de concentración au-
La descripción de esta relación revisada es muy distinta de la des- mentó de forma importante. Para satisfacción mía, la señora Harrison
cripción que se había obtenido anteriormente acerca de la influen- se convirtió en una «consultora» para los demás padres que tenían hi-
cia del problema. La exploración de nuevas posibilidades en la vida jos en la clase de Aaron, y les ayudó a revisar su relación con los di-
de las personas se ve potenciada cuando se las anima a hacerse más versos problemas que les preocupaban.
conscientes y a formular más explícitamente este cambio en su re-
lación con el problema.
RESPONSABILIDAD
Los Harrison vinieron a terapia a causa de su hijo Aaron, de ocho
años. Sus constantes rabietas constituían un problema apremiante, Aunque la externalización de problemas, tal y como se ha esbo-
así como su costumbre de huir de casa en plena madrugada. Todos es- zado aquí, permite a las personas separarse de estos problemas, esta
taban convencidos de que, según se iba haciendo mayor, se hacía cada práctica no las releva de su responsabilidad en el mantenimiento de
vez más incontrolable. los mismos. De hecho, en la medida en que estas prácticas ayudan a
También existían otras preocupaciones, entre ellas los hábitos ali- las personas a hacerse conscientes de y describir su relación con el
menticios de Aaron, su falta de cooperación y su conducta alborota- problema, les permite asumir una responsabilidad con respec-
dora en el colegio. La conducta alimenticia de Aaron era realmente es- to al problema que antes no estaba a su alcance.
78 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 79

Las prácticas asociadas a la externalización de problemas tam- (Foucault, 1973). Foucault se dedica a investigar la evolución de es-
bién: a) liberan a las personas de las descripciones saturadas de pro- tas prácticas de división, que aparecieron por p r i m e r a vez a gran
blemas de sus vidas y relaciones, b) fomentan la generación o resu- escala en el siglo VXII, simbolizadas por la apertura del Hospital Ge-
rrección de relatos alternativos y m á s gratificantes, y c) ayudan a las neral de París en 1656. Estas prácticas permitían la exclusión de
personas a identificar y desarrollar u n a nueva relación con el pro- personas y de grupos de personas, y su cosificación a través de la
blema. En este sentido, estas prácticas fomentan u n a nueva sensa- adscripción de u n a identidad personal y social. Así, bajo las prácti-
ción de agencia personal y, con ella, las personas son capaces de asu- cas de clasificación científica, el cuerpo llegó a construirse como
mir su responsabilidad en la investigación de nuevas opciones en su u n a cosa.
vida y en el seguimiento de nuevas posibilidades. En este proceso, Estas prácticas prescribían cómo debía ser la identidad de las
las personas experimentan u n a nueva capacidad de intervenir sobre personas. Y la definición de personas que introdujeron era comple-
su m u n d o . tamente individual, a favor de la «autoposesión» y la «autoconten-
ción». Foucault no es el único que observa este énfasis creciente so-
bre la determinación individual de la persona en la historia reciente
EL CONTEXTO CULTURAL de la cultura occidental. Por ejemplo, Geertz (1976) hace hincapié
en un p u n t o similar:
Cuando las personas aprenden a separarse de sus problemas,
pueden llegar a desafiar otras prácticas, de origen cultural, que «co- La concepción occidental de la persona como universo cognitivo úni-
sifican» y convierten en «objetos» a las personas y a sus cuerpos. co y circunscrito, como centro dinámico de conciencia, emoción, jui-
Mediante estas prácticas, las personas son construidas como obje- cio y acción organizado en forma de un todo diferenciado es, pese a
tos, y se las incita a relacionare consigo mismas, con sus cuerpos y lo obvia que pueda parecemos, una idea más bien peculiar dentro de
con otras personas, como tales objetos. Se trata de fijar y formalizar las culturas universales (pág. 225).
a las personas. Estas prácticas de cosificación están m u y extendidas
en las sociedades occidentales. Foucault a r g u m e n t a que este desarrollo está inextricablemente
Las prácticas relacionadas con la externalización de problemas u n i d o a la forma en que opera el poder en el Estado moderno; al go-
pueden considerarse contraprácticas que comprometen a las perso- bierno de las personas y de los cuerpos de las personas; a la «sub-
nas en la «descosificación» de sí mismas, de sus cuerpos y de los de- yugación» de las personas y a la construcción de personas entendi-
más. Invariablemente, estas contraprácticas resultan m u y atracti- das como «cuerpos dóciles». Rabinow, resumiendo la postura de
vas para las personas. Las adoptan con entusiasmo y las encuentran Foucault, escribe:
liberadoras. En los seguimientos, al comentar con los clientes su ex-
El poder del Estado para crear una red de control cada vez más to-
periencia de la externalización del problema, m u c h o s h a n señalado
talizadora está unido a y depende de su capacidad de dar lugar a
que les había gustado desde el principio y que había tenido el efec- una especificación cada vez mayor de la individualidad (1984,
to de «liberarles» para actuar independientemente del problema. pág. 22).
Michel Foucault, un intelectual francés que se consideraba a sí
m i s m o un «historiador de los sistemas del pensamiento», rastreó la Por lo tanto, revisar las prácticas culturales que convierten a las
historia de estas prácticas culturales de cosificación y «subyuga- personas y sus cuerpos en objetos nos lleva a considerar el funcio-
ción» de las personas (Foucault, 1965, 1973, 1979). Según él, en la namiento de u n a forma especialmente m o d e r n a de poder. Creo que
historia reciente, la sociedad occidental se ha apoyado cada vez u n a revisión de esta forma de poder puede ser muy útil para no per-
m á s en las prácticas de cosificación de las personas y de sus cuer- der de vista el contexto m á s amplio en el que se inscribe la subyu-
pos a fin de mejorar y extender el control social. La historia mo- gación de las personas. Esta revisión también puede ser de utilidad
derna de la cosificación de las personas y de sus cuerpos coincide para la generación de «terapias» de contraprácticas. Como forma de
con la proliferación de lo que pueden denominarse «prácticas de proporcionar esta revisión discutiré el análisis que realiza Foucault
división» (Foucault, 1965) y prácticas de «clasificación científica» (1979) del panóptico de Jeremy Bentham.
80 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 81

EL PANÓPTICO tor está solo, perfectamente individualizado y constantemente visi-


ble» (Foucault, 1979, pág. 200).
Estructura Sin embargo, aunque las personas, en estos espacios, eran cons-
tantemente visibles para los guardianes de la torre, éstos no podían
El panóptico es una forma arquitectónica inventada por Jeremy ser vistos por las personas que se encontraban en las estancias indi-
Bentham en el siglo XVIII. Bentham la propuso como un modelo viduales. La torre estaba diseñada de tal manera que, mediante
«ideal» para la organización o distribución de personas en el espa- una cuidadosa disposición de ventanas y puertas, las personas de
cio de forma tal que las convirtiera en «cuerpos dóciles», en cuerpos las habitaciones no pudieran ver a las de la torre. Las personas que
que pudieran utilizarse y transformarse con mayor facilidad. La estaban en los espacios individuales no podían saber nunca si las es-
consideraba ideal en el sentido de que aumentaría la eficacia de las taban observando en un momento dado. No les quedaba más remedio
personas a la vez que reduciría al mínimo los esfuerzos necesarios que asumir que podían ser vistos por los guardias en cualquier mo-
para supervisarlas. Por tanto, el panóptico se consideraba como un mento. De este modo, se sentían objetos de una mirada omnipresente.
modelo para una forma muy económica de poder. Este mecanismo de poder tenía el efecto de «incitar» a las personas a
La tecnología de poder en la cual se inscribía el panóptico no era actuar como si estuvieran siendo observadas en todo momento.
del todo nueva, sino que recogía y refínaba las técnicas de control Este debía ser un sistema de vigilancia muy efectivo y muy eco-
que se habían desarrollado en el nivel local: en campamentos mili- nómico, puesto que hacían falta relativamente pocos guardias para
tares, monasterios, escuelas, etc. Como forma arquitectónica, el pa- su funcionamiento.
nóptico constituía un edificio circular con un patio en el centro, o «Es el hecho de ser visto constantemente, de que siempre se pue-
una serie de edificios en torno a un patio central. El edificio podía de ser visto, el que mantiene sometido al individuo disciplinado»
tener varios niveles, cada uno de ellos con la altura de una sola ha- (Foucault, 1979, pág. 187).
bitación. Cada nivel estaba dividido en espacios pequeños, y cada
uno de ellos tenía una ventana trasera que dejaba entrar la luz na-
tural y una amplia abertura delantera que daba al patio. No había La evaluación y fijación de las vidas humanas
ventanas laterales, entre las diversas habitaciones, de forma que sus
ocupantes no pudieran tener contacto directo entre ellos. Estos es- La disposición de las personas en el espacio propuesta por el pa-
pacios podían ser «celdas», «habitaciones de trabajo», etc., según la nóptico facilitaba las condiciones bajo las cuales estas personas po-
naturaleza y el propósito de la organización. dían, según las normas dictadas por la organización, ser clasifica-
das, cualificadas, medidas, comparadas, diferenciadas y juzgadas.
Esto permitía concebirlas como casos individuales. Además, esta
La mirada disposición espacial establecía condiciones ideales para el entrena-
miento de las personas y para su evaluación según estas normas.
Cada uno de estos espacios individuales daba a una torre de ob- Así, la mirada omnipresente que sentían los ocupantes de las es-
servación situada en el centro del patio. En ella estaban los guar- tancias individuales era en efecto una «mirada normalizadora».
dianes, y sus niveles se correspondían exactamente a los del edificio Esas personas se sentirían constantemente evaluadas según las re-
circular. Desde ella los guardianes de la organización podían obser- glas y normas determinadas por la organización. Esta mirada nor-
var ininterrumpidamente todas las actividades que tuvieran lugar malizadora sometería a las personas a «toda una regulación de su
en los espacios individuales. La visión de los guardianes se veía fa- tiempo, sus actividades, su conducta, su habla, su cuerpo y su se-
cilitada por la iluminación posterior de las habitaciones, lo que ha- xualidad» (1979, pág. 178).
cía destacar con nitidez las acciones de las personas que se encon- La documentación acerca de las vidas humanas que se consiguió
traban en ellas. Nada podía escapar a la vigilancia. Las personas que a partir de la invención de los archivos reforzó las prácticas de nor-
se encontraban en las habitaciones eran objeto de observación per- malización y la individualización de las personas. Esto permitió que
petua. Estos espacios eran: «...pequeños teatros en los que cada ac- los individuos fueran «captados y fijados por escrito», y facilitó la
82 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 83

confección de estadísticas y el establecimiento de normas, es decir, Autosometimiento


la construcción de conocimientos globales y unitarios sobre las per-
sonas. Siguiendo a Foucault, la descripción de las personas, «la con- Este moderno sistema de poder no sólo convierte a las personas y
versión de vidas reales en escritos», pasó a ser un mecanismo im- sus cuerpos en objetos, sino que también conduce a las personas a
portante dentro de esta nueva forma de control social. desempeñar un papel activo en su propia subyugación, a participar
activamente en el proceso de adaptar sus vidas a las normas o espe-
Así como las religiones exigían antaño el sacrificio de los cuerpos, el co- cificaciones de la organización.
nocimiento pide ahora que experimentemos en nosotros mismos, nos Tal y como hemos señalado más arriba, al no conocer nunca el
exige que sacrifiquemos el sujeto del conocimiento (1984c, pág. 96). momento del examen, las personas sólo pueden sentirse seguras
asumiendo que son objeto de una vigilancia perpetua. En estas con-
Al facilitar el registro y la «cosificación y subjetificación» de las diciones, vigilan constantemente su propio comportamiento, eva-
personas, el archivo se convirtió en algo indispensable para la «for- luando todas las acciones y gestos en relación con las normas esti-
mación del individuo». puladas por la organización. Y en cuanto identifican cualquier
anomalía o aberración en su propia conducta, se ven inducidas a re-
lacionarse con sus propios cuerpos como objetos, a iniciar acciones
Juicio normalizador disciplinarias y correctivas para domesticarlos. De esta forma se
El panóptico fue un modelo destinado a lograr el sometimiento convierten en sus propios guardianes. Vigilan sus propias acciones.
completo y eficiente de las personas. Además de que cada individuo se Y se convierten en objetos de su propio examen.
sentía sometido a examen en todo momento respecto a las reglas y nor- Aquel que se encuentra en un punto de mira y lo sabe, asume res-
mas de la organización, cada uno de ellos estaba aislado de los demás ponsabilidades por las limitaciones que impone el poder; las aplica
en su vivencia de ser controlado, en su sometimiento al «juicio norma- espontáneamente a sí mismo; se inscribe en una relación de poder en
lizador». Puesto que las personas situadas en los espacios individuales la que desempeña simultáneamente ambos papeles; se convierte en el
no podían tener contacto directo con las demás, no era posible que principio de su propia subyugación (1979, pág. 202).
compararan sus experiencias, generaran conocimientos alternativos, o
establecieran coaliciones que les permitieran protestar contra esta sub-
yugación. En este sistema de observación estrictamente jerárquico, en Una forma positiva de poder
esta «pirámide individualizadora», no podían tener lugar la lucha y la
resistencia que acompañan habitualmente a la «multiplicidad». De Foucault argumenta que el panóptico proporciona un modelo de
esta forma, cualquier contrapoder quedaba eficazmente neutralizado. poder cuya naturaleza y efectos son positivos y no negativos. Al ha-
El panóptico proporciona un modelo para un sistema de poder blar del carácter positivo del poder, Foucault no se refiere a «positi-
particularmente moderno que se apoya en la técnica del «juicio nor- vo» en el sentido habitual, es decir, como algo deseable o beneficio-
malizador». Éste no conduce a un sistema de control social en el que so. Se refiere más bien a una forma de poder que es positiva en tanto
las personas sean juzgadas según un valor basado en criterios mo- en cuanto da forma o moldea la vida de las personas. Esta noción de
rales, o en el que las consecuencias se determinen según el «mal un poder de efectos positivos se opone a las concepciones habitua-
comportamiento» de alguien. Por el contrario, es característico de les del poder que proponen que el poder es represivo en cuanto a su
un sistema de control social en el que se juzga a las personas a par- funcionamiento y a sus efectos, que ante todo descalifica, limita,
tir de cierta norma o descripción pormenorizada de la conducta que niega y reprime; que su fuerza y naturaleza son negativas.
deben seguir. El examen meticuloso sustituye al juicio moral. Las Foucault argumenta que en las sociedades occidentales no esta-
consecuencias se determinan según el nivel de ejecución de la per- mos sometidos primordialmente a los efectos de un poder negativo
sona. Aquí, no es delito «obrar mal» sino «no alcanzar el nivel exi- o represivo, sino a los efectos de un poder positivo que da forma a
gido, o fracasar en el cumplimiento de la tarea». Cualquier desvia- la vida de las personas. A través de este poder, las personas se so-
ción de la norma y de la regla es susceptible de ser castigada. meten a «verdades» normalizadoras que prefijan sus vidas y sus re-
84 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 85

laciones. Estas «verdades» son, a su vez, construidas o producidas p u n t o de contacto, y proporciona u n a forma de control social muy
en la aplicación del poder. económica y eficaz.
Debemos dejar, de una vez y para siempre, de describir los efectos del po- En pocas palabras, sustituir un poder que se manifiesta a través de la
der en términos negativos: «excluye», «reprime», «censura», «abstrae», brillantez de quienes lo ejercen por un poder que de forma insidiosa
«enmascara», «oculta». En realidad, el poder crea. Genera realidades, objetiva a aquellos a quienes se aplica; formar un corpus de conoci-
crea dominios de objetos y rituales de verdad. El individuo y el conoci- miento sobre estos individuos en vez de desplegar los ostentosos sig-
miento que se pueda obtener de él son productos suyos (1979, pág. 194). nos de la soberanía (1979, pág. 220).
Cuando habla de «verdades», Foucault no suscribe la idea de que
El panóptico constituye también un modelo de un mecanismo
existan hechos objetivos o intrínsecos acerca de la naturaleza de las
de poder que se automantiene y cuyo funcionamiento es extrema-
personas, sino que se refiere a ideas construidas a las que se conce-
damente a u t ó n o m o . Los propios guardias del panóptico están suje-
de el status de verdaderas. Estas «verdades» son «normalizadoras en
tos a este poder. No pueden saber quiénes de las m u c h a s personas
el sentido de que construyen n o r m a s en torno a las cuales se incita
que visitan la torre son en realidad supervisores. Por lo tanto, se
a las personas a dar forma o construir sus vidas. Por consiguiente,
sienten sometidos a la continua evaluación de personas a las que no
se trata de «verdades» que en realidad prescriben cómo ha de ser la
pueden ver, y se ven impulsados también a actuar según las n o r m a s
vida de las personas.
establecidas p a r a su comportamiento. Por tanto, el panóptico pro-
porciona un mecanismo en el que todos son simultáneamente obje-
to e instrumento o vehículo del poder. 4
Poder soberano versus poder moderno

Foucault también contrasta esta forma m o d e r n a de poder que Éste es precisamente el aspecto diabólico de la idea y de aquí derivan
todas sus aplicaciones. No se trata aquí de un poder que esté total-
inspiró el desarrollo del panóptico con u n a forma anterior de poder,
mente en manos de una persona que lo ejercita en solitario y de for-
el «poder soberano». La eficacia de esta forma anterior de poder de- ma absoluta sobre los demás. Es una máquina en la que están atra-
pendía en b u e n a medida de hasta qué p u n t o el soberano era visible pados todos, tanto los que ejercitan el poder como aquellos sobre
para el populacho; las personas sentían el poder del Estado sobre quienes se ejerce (1980, pág. 156).
todo a través de la visibilidad del soberano. Se utilizaban diversos
mecanismos p a r a dirigir «los focos» hacia él, para inculcar el poder
del Estado al pueblo, entre ellos la ceremonia y el espectáculo. Por Discusión
lo tanto, el poder era m á s intenso en su p u n t o de origen.
Bajo el reinado del soberano, las personas objeto del poder eran El panóptico, como forma arquitectónica, nunca alcanzó la po-
invisibles. Quienes sufrían este poder m á s directamente eran aque- pularidad que B e n t h a m esperaba. Se aplicó de forma limitada, prin-
llos que estaban encerrados en las m a z m o r r a s , fuera de la vista de cipalmente en hospitales y prisiones. Y resultó no ser tan perfecto
los demás. La capacidad de desterrar era u n a medida de la eficacia p a r a el sometimiento de las personas como se había dicho.
de esta forma de poder. El poder soberano demostró ser u n a forma Sin embargo, según Foucault, sobrevivió la idea de que era po-
de control social m u y costosa y relativamente ineficaz. sible y deseable conseguir el control social mediante la activación
Por el contrario, el éxito del mecanismo de poder representado a n ó n i m a y automática del poder. La tecnología del poder para la
en el panóptico depende en gran medida de que la fuente del poder cosificación de personas y cuerpos, tal y c o m o se había formu-
no sea visible para quienes lo padecen. Y, en esta forma de poder, lado en el panóptico, fue globalmente adoptada al servicio de la
son los sujetos quienes están bajo la luz de los focos. La efectividad economía. «Para el despegue económico de Occidente fue necesa-
de esta forma de control social se mide según el grado en que los su-
jetos llegan a ser siempre visibles. Por lo tanto, esta modalidad de 4. Esto no equivale a afirmar que todos experimentaran por igual los efectos de
poder no es m á s intensa en el p u n t o en el que se origina, sino en su este poder.
86 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS
LA EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA 87
rio administrar la acumulación de hombres, a fin de a c u m u l a r ca-
Al describir prácticas que han sido consideradas útiles por perso-
pital» (1979, pág. 168). Esta tecnología, así c o m o las diversas disci-
nas que han solicitado terapia para resolver sus problemas, no estoy
plinas de las ciencias h u m a n a s , hicieron posible el surgimiento del proponiendo que se recurra a ellas en todos los casos, en todas las si-
capitalismo. tuaciones ni en todos los momentos. Por ejemplo, hay quienes acuden
a terapia en relación con crisis diversas, pero a partir de unas vidas y
...las ciencias describen, clasifican, especializan; distribuyen a
partir de escalas y respecto a una norma, establecen jerarquías relaciones que no están paralizadas por relatos dominados por un
entre individuos y, si es necesario, descalifican e invalidan (1979, problema. En estas circunstancias, podría ser apropiado que el tera-
pág. 223). peuta ayudara a la persona a abordar diversos aspectos de su expe-
riencia de la crisis, y a revisar su forma de afrontarla.
Foucault argumenta que hemos entrado en la «era del examen También están aquellos que acuden a terapia con unos relatos vi-
eterno y de la cosificación compulsiva»; que vivimos en u n a «socie- tales que no están saturados de problemas, a los que ellos mismos
d a d de la normalización» en la que la evaluación ha reemplazado a consideran m á s bien vulgares. En estos casos puede ser adecuado
la tortura y se ha impuesto en la administración de justicia, en te- que el terapeuta anime a la persona a identificar los «hechos desta-
m a s de control social, en el control de cuerpos, de grupos y del co- cados» de su vida, incluyendo los relacionados con diversos puntos
nocimiento. Es ésta u n a forma de poder que está «por debajo» de la de inflexión y cambio, e invite a generar significados en torno a
ley, que se ha infiltrado en los procesos judiciales. Foucault se refie- ellos. Esto tendría el efecto de definir estos «hechos» como más sig-
re a la normalización de la ley: «la referencia a medidas estadísticas nificativos, y ayudaría a la persona a que la descripción de su vida
y a juicios sobre lo que es normal en vez de sobre lo que está bien o fuera m á s extraordinaria.
mal», «el aislamiento de las anomalías y su normalización median- Y hay personas que se esfuerzan por construir su vida según de-
te medidas correctivas». terminadas historias y que siguen sus propias ideas, pero que tienen
dificultades en este empeño debido a los relatos dominantes y des-
calificadores que otras personas mantienen sobre ellos y sus relacio-
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES nes. En estas circunstancias, podría ser apropiado que el terapeuta
animara a la persona en cuestión a contar y apreciar cabalmente su
Este texto describe algunas prácticas asociadas a la externaliza- historia de lucha, así como a explorar conjuntamente qué posibili-
ción de problemas. Estas prácticas h a n sido adoptadas por otros te- dades existen de establecer las condiciones que faciliten la represen-
rapeutas, y aplicadas de forma creativa a u n a amplia gama de pro- tación y difusión de sus relatos y conocimientos preferidos.
blemas presentados en contextos diversos (por ejemplo, Durrant,
1985, 1989; Epston, 1989).
He defendido que las prácticas asociadas a la externalización de
problemas se consideren contraprácticas en contraposición a las
prácticas culturales que convierten en objetos a las personas y a sus
cuerpos. Estas contraprácticas abren espacios en los que las personas
pueden reescribirse o reconstituirse a sí mismas, a los demás y a sus
relaciones, según guiones y conocimientos alternativos. En este sen-
tido, creo que estas prácticas ofrecen u n a base a partir de la cual lle-
var a cabo la propuesta de Foucault de que iniciemos acciones para:

...liberarnos tanto del Estado como del tipo de individualización liga-


da al Estado. Debemos promover nuevas formas de subjetividad re-
chazando este tipo de individualidad que se nos ha impuesto duran-
te siglos (1982, pág. 216).

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