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La Dientona. Obra de Teatro

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La Dientona. Mercedes Franco. Leyenda Venezolana.

Narrador: En Tovar, población del Estado Mérida, nadie sale de noche. Temen encontrarse con “La
Dientona”. Por su aspecto, no parece capaz de hacer daño a nadie: dicen quien la ha visto que
posee un rostro angelical y larga cabellera rubia. Cuentan los ancianos, que tres jóvenes del
pueblo, René, José Jesús y Fernando, poetas y serenateros, andaban una noche de parranda
cuando vieron a una linda muchacha rubia. Les dijo que era poeta y les pidió a los jóvenes que la
acompañaran, pues ya era de madrugada.

René: Puede ser: “La Dientona"

José Jesús: Claro que no tonto, No ves lo linda que es?

Fernando: Así la describen compadrito… dicen que es una mujer muy linda y con los dientes un
poco grande… Vámonos.

La Dientona: Bueno protesto la joven. Secretos en reunión es mala educación.

René: A dónde va?

José Jesús: Nosotros la acompañamos con mucho gusto.

Fernando: No compadritos… yo no voy.

René: Vamos muchachos… es cerca.

José Jesús: Si, si vamos a acompañarla ya es muy tarde.

La Dientona: y Ustedes de dónde vienen?

René, José J y Fernando: De beber… cantar y parrandear (Ríen)

La Dientona: Vamos a mi casa… es cerca.

José Jesús: Claro, claro nosotros la acompañamos…

Fernando: Hay compadrito… (Les hace señas que no)

René: Cómo va a andar sola una mujer tan linda y tan tarde en la noche?

La Dientona: De dónde yo vengo, nadie quiso acompañarme…

José Jesús: Que tontos… compadritos vamos…

Narrador: Echaron a andar, cada uno al lado de ella. Ambos rivalizaban (René y José Jesús) por
despertar su interés. Mientras que Fernando iba un poco atrás receloso. Llegaron al fin a la casita
justo al lado del cementerio… La rubia los invitó a pasar, diciéndoles a José Jesús y a Fernando que
se quedaran en el jardín para escribir poemas bajo la luna.

Fernando: Compadres, ya la trajimos… ahora nosotros vámonos.

José Jesús: Vámonos René.

Rene: Déjenme un rato (les susurro a sus amigos). No ven que quiere que me quede.
Fernando: Por eso le digo René… es mejor que nos vamos. Esto me da mala espina.

La Dientona: Tómense un traguito de miche… mientras esperan… (Sonríe)

Mientras René entra a la casa con la linda rubia, los parranderos esperaron a su amigo durante
una hora… cuando deciden irse fueron a despedirse, llamaron y nadie respondió. Sólo se podía oír
un extraño sonido, como el ruido que hacen los perros al masticar huesos…

José Jesús, se acercó a un rosal florecido y vio a la bella rubia comiéndose tranquilamente a su
amigo. Los poetas escaparon invocando a la Virgen de la Candelaria.

Los gritos de los parranderos se oían por las calles, despertando a todos los del pueblo.

Salieron a socorrerlo la Sra. Carmela y su hija Faustina.

Carmela: José Jesús, que te pasa… porque gritan?

José Jesús: Dios mío! Virgencita de la Candelaria!

Fernando: Sra. Carmela… vimos a la mismita Dientona…

Faustina: Cuéntennos… que les pasó?

Carmela: Bueno pues, que fue lo que vieron muchachos?

José Jesús: A René… mi compadrito, se lo comió! Lo vi con mis propios ojos…

Carmela y Faustina: Qué? A quien se comió?

Fernando: A René, la Dientona se comió a René.

Faustina: Voy por el Sr. Comisario. Ya vengo!

Carmela: Si, búscalo, a ver que puede hacer!

Entre llantos…

José Jesús: Se lo comió… Sra. Carmela, mi compadrito.

Llega Faustina, con el Sr. Comisario y Doña Lola (su esposa)

Fernando: Sr. Comisario… la Dientona se comió a Rene.

Doña Lola: Dios Santo! Cómo pudo pasar?

Sr. Comisario: Díganme, donde está Rene?

José Jesús: Al final de la calle… en la casita blanca, donde están los rosales.

Faustina: Al lado del cementerio?

Fernando: Si, hay mismo es…

Narrador: Se van el Sr. Comisario, Doña Lola y Faustina hasta la casa donde José Jesús les dijo.
Al llegar allá, encontraron un montón de huesos apilados y al lado la ropa de René. La joven no
estaba.

Sr. Comisario: Es la Dientona. A muchachos soquetes estos… tantos años escuchando la historia de
la Dientona.

Doña Lola: Cómo estos muchachos van a caer con la Dientona? Todos aquí en el pueblo saben su
historia.

Faustina: Pobre René! Iré a avisarle a su familia.

Comisario: Haré todos los papeles necesarios…

Enseñanza:

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