Galván Vittone
Galván Vittone
2
Agradecimientos
Este trabajo va dedicado a nuestras familias, por su apoyo incondicional.
A nuestras compañeras, gracias por estar siempre presentes en este camino.
Nuestra tutora de prácticas Maria Eugenia, pilar de nuestra formación.
Y a nuestros directores Francisco y Pablo, por permitirnos finalizar este proceso junto a
ellos, aprendiendo de nuestros errores y reflexionando sobre lo escrito.
3
Índice
Introducción ................................................................................................................. 7
Aspectos metodológicos ............................................................................................... 9
1. Fundamentación ............................................................................................... 9
2. Tema ................................................................................................................. 9
3. Problema........................................................................................................... 9
5. Objetivos específicos...................................................................................... 10
6. Antecedentes .................................................................................................. 10
8. Contexto ......................................................................................................... 12
9. Hipótesis ......................................................................................................... 13
4
2.3.1.2. Juzgados de Ejecución Penal .............................................................. 37
5
5.3.3. Descripción del problema .......................................................................... 71
5.6.2. Evaluación.................................................................................................. 77
Conclusiones ............................................................................................................... 81
Bibliografía ................................................................................................................. 83
6
Introducción
La elección del tema que se desarrollará en este Trabajo Integrador Final se fundamenta
en nuestro recorrido académico y formación en las prácticas profesionales de la Licenciatura de
Trabajo Social. Debido a que los dos primeros años de las mismas los realizamos en unidades
penitenciarias pertenecientes al sur de la provincia de Santa Fe; y el tercer y último año las
llevamos a cabo en el Programa Nueva Oportunidad, anclado en el Barrio Toba de Zona Oeste
de la ciudad de Rosario.
La propuesta del siguiente trabajo es realizar un análisis que permita conocer cuáles son
las políticas sociales que se implementan en la Unidad Penitenciaria N° III de la Provincia de
Santa Fe, la distancia entre lo reglamentado formalmente y su real aplicación, cuáles son los
obstáculos que se presentan, y cómo son percibidas éstas por los/as distintos/as actores de la
unidad.
Dentro de las unidades penitenciarias de Santa Fe, las políticas sociales se encuentran
subsumidas a la lógica punitiva que tienen este tipo de instituciones, también denominadas
instituciones totales. Sin embargo, este enfoque punitivo no es único de estos establecimientos,
sino que se encuentra presente en los últimos años en las calles y en distintos aspectos que
permean la vida social, y creciendo cada vez más a pasos agigantados. Las instituciones estatales
de la provincia se especializan cada vez más en desarrollar funciones de control y vigilancia
sobre la población que atienden, con una fuerte impronta burocrática, que regula los tiempos,
los ingresos de personas a las instituciones, y quienes son aquellas que cumplen con los
requisitos para acceder a los bienes y/o servicios que prestan.
La burocracia, es la forma moderna de organización humana, donde se busca la
eficiencia y la eficacia en las tareas a desarrollar en las distintas instituciones; pero en esta
búsqueda por su óptima realización, se deshumaniza la tarea, provocando, por un lado, que el
poder se encuentre en manos de unos pocos y, por otro lado, que se actúe según lo estipulado,
de manera mecánica, sin problematizar ni contemplar las singularidades que presentan los
sujetos.
En nuestra experiencia de prácticas, visualizamos cómo esta filosofía punitiva, a través
de la burocracia es efectiva provocando una sobrecriminalización y estigmatización de los
sectores populares, que trae consigo una sobrepoblación carcelaria, un aumento en el
presupuesto destinado a políticas represivas y un recorte en el plano social- asistencial.
Por ello, a lo largo del siguiente trabajo, enfatizaremos la importancia de un abordaje de
las políticas sociales en la Unidad Penitenciaria N° III a partir de un enfoque de Derechos
7
Humanos, dirigidas a garantizar el acceso de los internos a los derechos de los cuales son
titulares. A sí mismo, resaltaremos lo esencial de una formación profesional que contemple
conocimientos en materia penal y política, del rol de la profesión dentro de instituciones totales,
desde un enfoque de derechos y conscientes de la constante lucha de poder, de imponer su lógica
entre distintos agentes dentro de estas instituciones. Una profesión que sea crítica, que no
implemente las reglas de forma administrativa, sino que se problematice sobre su accionar en
la institución, que reflexione sobre el cotidiano, sobre el porqué de la norma para su posterior
acción. Un/a profesional que quiera realmente implementar una política progresista para que se
cumplan los derechos de los internos efectivamente.
8
Aspectos metodológicos
1. Fundamentación
Elegimos la modalidad de Trabajo Integrador Final Grupal, ya que como dupla
compartimos los cinco años de experiencias académica, realizando los trabajos prácticos,
exámenes finales, asistiendo a los mismos centros de práctica, lo que nos consolidó como
compañeras de estudio.
Ante el nuevo reglamento de tesinas, decidimos realizar este trabajo en conjunto ya que
por todo lo compartido en el transcurso de la carrera hemos generado espacios de discusión,
reflexión y debate, aprendiendo juntas en el camino, problematizando a la par los espacios de
práctica, planteándonos interrogantes sobre la intervención en contextos de encierro y políticas
sociales. A partir de nuestra experiencia surgió la situación problemática, la necesidad de
reflexionar la lógica punitiva y la mirada sobre la persona, como interno de una unidad
penitenciaria, y como sujeto en situación de posencierro.
Este trabajo se propone contribuir a la comunidad académica de la Licenciatura de
Trabajo Social con relación a la implementación de políticas sociales en contextos de encierro,
particularmente en la Unidad N° III de la Provincia de Santa Fe. Además, a los/as profesionales
y los/as estudiantes en el marco de las prácticas profesionales, el comprender cómo estas se
implementan, su formalidad y real aplicación, y los obstáculos para llevarlas a cabo en este tipo
de instituciones les permitirá un mejor abordaje de las distintas situaciones que se presenten
para vislumbrarlas en su complejidad.
2. Tema
A lo largo de este trabajo se desarrollará como se implementan las políticas sociales
dentro de la Unidad Penitenciaria N° III de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
3. Problema
A partir del marco teórico construido en el proceso de formación académica, y la
experiencia de las prácticas profesionales, pudimos reconocer como situación problemática la
ejecución de las políticas sociales en la Unidad Penitenciaria N° III de Santa Fe, teniendo en
cuenta que estas son de suma importancia por permitir el ejercicio de derechos de los internos
alojados allí adentro, y contribuir, tanto al bienestar personal, como a la progresividad del
régimen de libertad.
Por lo mencionado anteriormente, a lo largo del desarrollo de este trabajo nos
proponemos responder los siguientes interrogantes:
9
1. ¿Qué se entiende por política social? ¿Cuáles son las políticas sociales actuales dentro
de la Unidad Penitenciaria N° III de la provincia de Santa Fe?
2. ¿Cómo se implementan las políticas sociales dentro de la Unidad Penitenciaria N° III de
la Provincia de Santa Fe? ¿Qué obstáculos externos e internos encuentran las políticas
sociales en su puesta en práctica en dicha institución?
3. ¿Cuáles son los/as diferentes actores dentro de la Unidad Nº III y cuáles son las
características predominantes de la población alojada allí dentro? ¿Cómo conciben
los/as diferentes actores las políticas sociales dentro de la Unidad?
4. ¿Qué rol juegan los/as trabajadores/as sociales de la Unidad Penitenciaria N° III en la
ejecución de dichas políticas? ¿Cómo se relacionan estos/as profesionales con las otras
disciplinas desempeñadas allí dentro?
4. Objetivo general
Conocer y describir cómo se implementan las políticas sociales en la Unidad
Penitenciaria N° III de la Provincia de Santa Fe para poder desarrollar una propuesta disciplinar
sobre políticas sociales, instituciones y ciudadanía con los internos de la institución que se
encuentren próximos a cumplir su condena, tener salidas transitorias o libertad condicional.
5. Objetivos específicos
• Conceptualizar política social y especificar qué políticas se llevan a cabo en la Unidad
Penitenciaria N° III de la provincia de Santa Fe.
• Establecer cuáles son las principales características de los/as actores dentro de la
Unidad y la postura de los mismos ante la ejecución de políticas sociales allí adentro.
• Caracterizar el rol de los/as trabajadores/as sociales en estas políticas dentro de la
Unidad Penitenciaria N° III.
• Desarrollar una planificación estratégica de un programa de capacitaciones para
internos que se encuentren próximos a cumplir su condena, tener salidas transitorias o libertad
condicional sobre políticas sociales, instituciones y ciudadanía.
6. Antecedentes
Reconociendo la vasta bibliografía existente sobre el tema a trabajar, tomaremos como
antecedentes los siguientes libros y artículos:
- En el año 1921, es publicado el famoso libro “Economía y sociedad” de Weber que
nos ayuda a reflexionar la burocratización que sufren las instituciones estatales provinciales.
- En el año 1963, Goffman en “Internados”, expone como son las instituciones totales,
concepto fundamental para caracterizar la Unidad Penitenciaria N° III.
10
- En el año 1986, se publica el libro “Criminología crítica y crítica del derecho penal”
de A. Baratta. Este libro postula un nuevo paradigma para pensar la cuestión penal y una nueva
mirada sobre el sujeto que delinque.
- Para llevar a cabo nuestra propuesta, tomaremos como referencia a Rovere (1992) en
“Planificación Estratégica de Recursos Humanos en Salud”.
- En el año 1997, Iamamoto publica su libro “El servicio Social en la contemporaneidad:
trabajo y formación profesional”. Allí plantea la noción del trabajador o trabajadora social como
profesional asalariado; aportes fundamentales para analizar el accionar de los y las profesionales
en las distintas instituciones.
- En el año 2000, Teresa Montagut pública “Política Social: Una introducción”.
Rescataremos sus aportes para definir que es Política Social.
- En el mismo año, Vasconcelos pública “Servicio Social e Interdisciplinariedad”
Indagaremos en este trabajo y rescataremos los aportes más significativos para abordar la
interdisciplina entre las diferentes profesiones en unidades penitenciarias.
- En 2003, Niremberg, Braverman y Ruiz en su libro “Programación y Evaluación de
Proyectos Sociales” nos proporcionan herramientas y metodología para elaborar una
planificación estratégica que contemple los obstáculos, limitaciones, condicionantes,
posibilidades, recursos e intereses que surjan a la hora de llevar a cabo la propuesta.
- En el año 2007, Karsz pública “Problematizar el Trabajo Social: Definición, figuras,
clínica”. El autor realiza un estudio del proceso de trabajo del o de la profesional y las
condiciones en que éste es llevado adelante. Utilizaremos este material para analizar el rol de
los y las trabajadoras sociales.
- En el año 2010, se publica el libro “Castigar a los pobres” de Loic Wacquant, el cual
lleva adelante un análisis del reduccionismo del Estado caritativo por el auge del Estado penal.
Contempla las distintas transformaciones que sufrieron las políticas sociales en Estados Unidos
y la red penitenciaria, así como también, el aumento de población carcelaria. Este libro será
utilizado para abordar la relación de las políticas asistenciales con las penales.
7. Bases teóricas
Nos posicionamos desde el enfoque de Derechos Humanos para reflexionar sobre la
implementación de políticas sociales en la Unidad N° III localizada en Rosario; esto nos
permitirá analizar las características que adquieren allí dentro como también poder comprender
la necesidad de su aplicación y ejecución en este tipo de instituciones.
Como herramienta analítica utilizaremos las categorías sujeto de derechos, internos,
actores sociales, política social e institución total.
11
Las instituciones estatales cumplen la función de mediadoras de las relaciones sociales
que se generan entre el Estado y la sociedad civil. Para hablar de la Unidad Penitenciaria Nº III
como institución, utilizaremos a Erving Goffman y sus aportes en su libro “Internados”, donde
habla de instituciones totales, y ubica a las cárceles dentro de esta categoría. Este autor nos
ayudara a interpelar la vida cotidiana allí dentro.
Luego, emplearemos los escritos de Teresa Montagut para definir que es política social;
y lo planteado por Loic Wacquant en “Castigar a los pobres” para hablar de las transformaciones
que sufren las políticas sociales tanto asistenciales como penales en los últimos años que,
aunque son procesos conflictivos, no se encuentran disociados uno del otro ni se oponen entre
sí. Este proceso implica el recrudecimiento de medidas orientadas a abordar la cuestión social,
que trae consigo un aumento nunca visto de las cárceles como contenedoras de los desórdenes
sociales.
Al ser la lógica premio-castigo un pilar sobre el que funciona la vida cotidiana en la
cárcel, es necesario conocer la perspectiva de los/as distintos/as actores pertinentes a la
institución con relación a la implementación de políticas allí dentro y los derechos del interno.
El/la trabajador/a social de la cárcel es el/la actor/a sobre el que más nos enfocaremos,
reflexionando en su accionar ya que consideramos que es una pieza central para que los internos
puedan ejercer sus derechos.
Para poder analizar la intervención profesional de los y las trabajadores/as sociales en
las instituciones penitenciarias, recurriremos a autores/as como Marilda Iamamoto y Saúl Karsz;
ambos problematizan y ubican al trabajo social en la división social del trabajo, dándole
centralidad a la/el profesional como trabajador/a asalariado/a. También plantean que los y las
trabajadores/as sociales en sus intervenciones no son neutrales, debido a que siempre ya sea
consciente o inconscientemente la ideología se hace presente. Además, utilizaremos a
Vasconcelos para problematizar la interdisciplina al interior de las instituciones penitenciarias
del sur de Santa Fe ya que, los y las trabajadores/as sociales trabajan en equipo con otros/as
profesionales de disciplinas pertenecientes a Terapia Ocupacional y Psicología Social.
Para llevar a cabo nuestra propuesta, tomaremos como referencia nuestros cuadernos de
campo/experiencias de prácticas durante el transcurso de nuestra carrera y libros de Niremberg
y Rovere. Ello nos permitirá elaborar una planificación estratégica que contemple los
obstáculos, limitaciones, condicionantes, posibilidades, recursos e intereses que surjan a la hora
de llevar a cabo la propuesta.
8. Contexto
Unidad Penitenciaria N° III
12
La Unidad III que se encuentra situada entre las calles Richieri, Suipacha, Montevideo
y Zeballos; está en el macrocentro de la ciudad de Rosario.
Historia
Fue construida en el año 1867 para el funcionamiento de un cuartel de bomberos y
caballeriza y hace aproximadamente 80 años que funciona como una cárcel. Si bien se mantiene
la estructura edilicia, al empezar a ser utilizada para la convivencia de personas se edificaron
los pabellones y celdas. El edificio tiene sus paredes rotas, despintadas y escritas, sus ventanas
tienen barrotes y en muchos casos están sin vidrios, todas están tapadas hasta la mitad con
cemento y/o ladrillos. La totalidad del edificio se encuentra deteriorado debido a la antigüedad
del mismo y a la falta de mantenimiento.
Características de la población
Es una cárcel de mínima seguridad que aloja a hombres entre 18 y 70 años, tanto
procesados como condenados; el rango etario mayoritario es el que abarca a jóvenes de sectores
populares, vulnerables, entre 18 y 27 años, siendo el delito más común el de robo calificado. En
general, quienes superan esa edad han cometido otro tipo de delitos, tales como homicidio. Más
de la mitad de los internos son reincidentes y sólo en casos excepcionales superan la educación
primaria. Son aproximadamente 300 internos.
9. Hipótesis
Las políticas sociales que se implementan en la Unidad Penitenciaria N° III están
planteadas formalmente desde una perspectiva de derechos, pero es su implementación dentro
de la institución no se dan desde esta perspectiva, sino más bien desde la lógica premio-castigo
que es habitual en las instituciones totales. Es así como surgen contradicciones entre la Ley de
Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad N° 24.660 que establece que los internos alojados
en una institución penitenciaria podrán ejercer todos los derechos no afectados por la condena
o por la ley y la realidad de la vida cotidiana de los mismos en donde sus derechos se encuentran
vulnerados por el mal funcionamiento de estas políticas o el funcionamiento condicionado por
la lógica carcelaria. Esto implica, por un lado, que no todas las personas alojadas en la
institución estén en las mismas condiciones para acceder a ellas, y por otro que, en última
instancia, el acceso a las políticas sociales este subsumido a los intereses y los grados de poder
de los/as distintos/as actores involucrados.
10. Metodología
En el siguiente trabajo utilizaremos una metodología de carácter cualitativo, explicativa
para analizar y describir la implementación de políticas sociales en la Unidad Penitenciaria Nº
III de la Provincia de Santa Fe. Retomando a Sautu (2005) las metodologías cualitativas son
13
apropiadas cuando el/la investigador/a se propone estudiar la construcción social de
significados, las perspectivas de los/as actores sociales, los condicionantes de la vida cotidiana
o brindar una descripción detallada de la realidad; en este enfoque, la explicitación de los
supuestos epistemológicos generales juega un papel extremadamente importante.
Será una investigación de Campo donde la recolección de datos se hará directamente
desde la realidad donde ocurren los hechos, sin manipular o controlar variable alguna. Para ello
realizaremos una entrevista semiestructurada, con preguntas abiertas para que adquiera un
carácter de conversación a distintos/as actores pertinentes en el cotidiano de la institución.
Como dicen Marradi, Archenti y Piovani “En las ciencias sociales la entrevista se refiere a una
forma especial de encuentro: una conversación a la que se recurre con el fin de recolectar
determinado tipo de informaciones en el marco de una investigación” (2010: 101).
La entrevista se utiliza en general cuando se busca acceder a la perspectiva de los/as
actores sociales, con el fin de conocer cómo ellos/as interpretan sus experiencias en sus propios
términos. No posee una única manera de hacerse, sino que cada investigador/a desarrolla sus
capacidades creativas a la hora de elaborar la guía, entendiendo por ésta “un esquema, en el que
se anticipen los modos de abordar el tema central y las cuestiones secundarias” (Marradi y ots,
2010: 105).
Por otra parte, el trabajo también poseerá una índole documental ya que la obtención de
información y recolección de datos será por medio de consulta de material bibliográfico; se
recurrirá a la lectura de libros, artículos periodísticos, de revistas y documentales televisivos. Se
clasificará los conceptos más relevantes planteados por los/as autores/as, haciendo una síntesis
de los principales planteos que proponen.
Por último, se recurrirá a material teórico sobre Planificación Estratégica y se utilizaran
para realizar un proyecto de intervención. La planificación y formulación del mismo requiere
de la utilización de metodologías, técnicas y otras herramientas que permitan el reconocimiento
de la situación problemática y de los/as actores que tienen influencia en la misma, sus intereses
y posicionamientos, su colaboración o confrontación al futuro accionar, para poder pensar en
estrategias de acción conjunta o que supere los posibles conflictos, que esté preparada y sea
flexible a los escenarios que se puedan presentar.
11. Propuesta
Creemos que una vez que están en libertad los internos deberían sostener el ejercicio de
sus derechos, el contacto con las políticas sociales. Si bien la Dirección de Control y Asistencia
Pos Penitenciaria realiza un trabajo con aquellos internos que están próximos a cumplir su
14
condena y salir en libertad ambulatoria, éste no es suficiente para que estas personas puedan
empoderarse y ganar autonomía.
Por ello, proponemos que se realicen capacitaciones dentro de la Unidad Penitenciaria
N° III para los internos con el perfil anteriormente descrito con los fines, por un lado, de
cambiar la visión que tienen los internos sobre sí mismos, es decir, no como sujetos que
delinquen sino como sujetos con derechos y, por otro que estos, una vez finalizada su condena,
tengan conocimiento sobre las instituciones públicas a las que pueden acudir y de los derechos
de los que son titulares, tanto ellos como sus familiares. Estas capacitaciones las llevarán
adelante estudiantes de la carrera de Trabajo Social, que realicen sus Prácticas Profesionales
teniendo como tutor/a al o a la trabajador/a social de la institución y supervisados por la cátedra
de Práctica Profesional y la Secretaría de Extensión de la Facultad.
15
Capítulo 1: Política Social e instituciones sociales en Argentina
1.1. ¿Qué se entiende por política social?
Las políticas sociales, según Marshall, son estrategias de gobierno dirigidas a los/as
ciudadanos/as con el fin de obtener un impacto directo en su bienestar proporcionando bienes y
servicios. (Montagut, 2000) Siguiendo a Montagut, estas políticas se encargan del “desarrollo y
dirección de los servicios específicos del Estado y de las autoridades locales, en aspectos tales
como salud, educación, trabajo, vivienda, asistencia y servicios sociales” (2000: 20). Las
políticas sociales son entonces, todas aquellas intervenciones públicas que regulan las formas
en que la población se reproduce y socializa, protegiendo a los individuos de las situaciones que
ponen en riesgo estos procesos. (Andrenacci y Soldano, 2006)
Para ampliar esta mirada, es necesario reconocer que en cada contexto histórico y en
cada territorio, los/as ciudadanos/as le demandan al Estado, además de las necesidades
materiales básicas, necesidades emocionales y culturales. Estas necesidades están relacionadas
a un determinado nivel de desarrollo social, a una determinada concepción de valores y a la
relación entre los individuos y la sociedad, dicha relación estará condicionada según el grupo
etario y el género.
En los diferentes periodos históricos, las políticas sociales fueron objeto de disputa entre
el Estado y los/as ciudadanos/as que las reclamaban. La implementación de políticas es el
resultado de orientaciones, perspectivas, intereses y valores de diversos/as actores sociales y de
las condiciones que les impone el Estado nacional, provincial y municipal en la construcción de
las mismas. El Estado debe ser el principal actor y articulador de las políticas sociales, con la
participación activa de la ciudadanía.
Estas políticas no solo moldean la distribución de bienes y servicios, sino que gestionan
la represión y la funcionalización de la pobreza y de grupos que representan riesgos o amenazas
al sistema. Estas son las políticas de seguridad, propiamente dichas, “que efectivizan el control
a través de normas e instituciones, tienen un espacio dentro del campo de las políticas sociales
y construyen modelos de ciudadanía a partir de la operativización de prácticas que regulan el
disfrute de derechos.” (PiPP, 2010)
16
1.2. Política social Argentina en los últimos 40 años
Para administrar y regular la pobreza, y con ello mantener un determinado orden social,
los distintos gobiernos desde siempre han aplicado políticas sociales que pertenecen a las dos
“manos” del Estado, la mano izquierda o social del Estado, que involucra a las políticas
asistenciales destinadas a proteger y/o ampliar las oportunidades de vida, y la mano derecha o
punitiva, que contempla políticas represivas de seguridad destinadas a socavar los conflictos
que perturben el orden social.
Lo novedoso desde finales de la década del ‘70 con el advenimiento del neoliberalismo
es la predominancia del brazo punitivo del Estado sobre el socio-asistencial, se producen
transformaciones en las políticas sociales y penales que, como plantea Loic Wacquant (2010),
son procesos conflictivos, pero no se encuentran disociados uno del otro ni se oponen entre sí.
Este fenómeno es también denominado expansionismo penal. (Cesano, 2008)
En cuanto al brazo penal, Wacquant (2007) lo define como el aparato penal expansivo,
intrusivo y proactivo que penetra en los sectores populares para contener y abordar la
conflictividad promovida por el aumento de las desigualdades, la polarización social y los
efectos de la fragmentación y la violencia que ha generado la inseguridad social. Respecto al
brazo social del Estado, el autor caracteriza la asistencia como retributiva, de contraprestación,
ya que establece obligaciones y pautas de conducta como condición para recibirla en forma
continua. La misma tiene como beneficiarios/as del sector popular a clientes/as o sujetos
responsables de su destino, no ciudadanos/as.
1.2.1. Neoliberalismo en Argentina
El neoliberalismo, que se afianza fuertemente en las décadas del ‘80 y ‘90, bajo la
ideología de libre albedrío y responsabilidad individual, reconocía una desigualdad natural entre
los sujetos haciéndolos responsables de su propio destino. Debido a que, por ser seres humanos
libres y racionales, son capaces de tomar sus propias decisiones, en base a sus deseos,
aspiraciones y capacidades.
El Estado argentino se transforma de un Estado interventor y regulador de la economía
a un Estado mínimo, que se rige por las leyes de mercado, el cual tiene una apertura económica,
para dejar actuar la libre competencia. De este modo, el mercado pasa a ser el principal regulador
de las relaciones entre los individuos y los grupos. Con un discurso basado en los objetivos de
“eficiencia”, “competitividad”, “eficacia” y “modernización” que conllevaba: a una mínima
interferencia estatal; a un recorte del gasto público, que deja entrar a la esfera de las políticas
sociales actores privados, organizaciones multilaterales y comunitarias; a una privatización de
servicios y empresas de la órbita pública; y una descentralización de las políticas de salud y
17
educación, las mismas quedan en manos de las delegaciones provinciales y municipales,
contribuyendo a la diferenciación y fragmentación socio espacial, lo que constituyó su
precariedad y deterioro en los distintos territorios.
Además, en nombre de la libertad individual el Estado no promovía programas sociales
que provean bienes y servicios, ya que estos inhibían la actividad y llevaban a niveles
indeseables de burocracia. Lo mismo sucede con la seguridad social, la universalización lleva a
una falta de libertad sobre la disponibilidad salarial y sobre la elección del fondo para asegurar
el mismo, es por ello, que se privatiza con la creación de Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones.
Asimismo, la época neoliberal es conocida por los efectos negativos que trajo en las
relaciones de trabajo, donde muchos/as trabajadores/as asalariados/as perdieron sus empleos y
con ello su cobertura social, muchos/as jóvenes no han podido ingresar al mercado laboral, y
aquellos/as que se encontraban en éste, en su mayoría poseían empleos precarios y mal
remunerados. Complementándose con esto, el Estado ya no regulaba los contratos de trabajo, la
desestandarización del mismo implicó una “individualización de las tareas que impone la
movilidad, la adaptabilidad, la disponibilidad de los operadores [...] las propias trayectorias
profesionales se vuelven móviles” (Castel, 2004: 58-59) e inciertas, y la alianza con los
sindicatos deja de existir, perdiendo poder de representación, haciendo que el/la trabajador/a se
encuentre sobreexpuesto/a y en condición vulnerable porque ya no está sostenido/a por el
sistema de regulaciones colectivas.
De modo que “La intervención social del Estado viro en casi todas partes hacia la
búsqueda de formas de reinsertar sujetos que habían perdido su calidad de asalariados”
(Andrenacci y Soldano, 2006: 71). Pero, esta se produce sólo como auxilio a la pobreza
perdiendo el estatus de trabajadores/as. Es así cómo se constituye un nuevo fenómeno social,
los llamados “nuevos pobres”, es decir, sujetos de clase media y trabajadora que siendo capaces
de trabajar y teniendo recursos para hacerlo, quedaron desempleados/as y se convierten en
población objetivo de los programas sociales de emergencia focalizados en la pobreza junto a
los viejos pobres. La pobreza, durante esta época, es considerada como producto de la falta de
capacidades de los sujetos y esta visión va a impregnar la lógica de la política social.
Estos programas son orientados hacia la gestión de necesidades básicas insatisfechas,
es decir, las prestaciones pasan a tener una modalidad más bien asistencialista, de contención
de la pobreza en planes sociales y de asistencia alimentaria. De modo que las políticas sociales
asistenciales, tal como han sido planteadas, a pesar de convertirse en un elemento central de la
18
política pública, resultaron en un conjunto de acciones aisladas, sin una proyección de inclusión
integral de los sectores más vulnerados.
De acuerdo con lo planteado por la Trabajadora Social María Eugenia García Cabrera
en la entrevista que le hemos realizado, las políticas asistenciales sin proyección destinadas
aisladamente a los/as pobres son solo:
“...parches, son importantes, no niego su función, pero realmente que dependa del
gobierno de turno la asignación, sacar, poner, es insostenible en el tiempo. Eso es lo
que yo llamo una ciudadanía restringida.
Las políticas sociales (asistenciales) son importantísimas, pero existen porque
fallan cosas en el medio, porque se plantean en cuestión a la pobreza ciertas cosas. [...]
Son necesarias, pero porque no hay otra cosa, no hay algo superador. [...] vienen a eso,
a cubrir lo que debería cubrir el trabajo, el acceso al trabajo, la previsión, la obra social,
es así.” (M.E. García Cabrera, comunicación personal, 8 de julio de 2019)
Este paso del Estado Social al Punitivo se observa en el control y la vigilancia de los/as
usuarios/as de políticas sociales por medio de los formularios, registros y requisitos solicitados
para ser beneficiarios/as de una prestación o servicio social. Este fenómeno se intensificó en
esta época y perdura en la actualidad. Retomando nuevamente a Wacquant, podemos decir que
se consolida un Estado Liberal Paternalista
“…en la medida en que es tan liberal y permisivo en un extremo, con respecto a las
empresas y la clase alta, como paternalista y autoritario en el otro, con respecto a los
que se hallan atrapados entre la restructuración del mercado laboral y la disminución
de la protección social o su transformación en un instrumento de vigilancia y
disciplina.” (2010: 34).
19
Por lo tanto, el Estado, a pesar de su postura no intervencionista, es un actor fundamental
en el tratamiento de la pobreza, utilizando la focalización como su principal herramienta
estratégica, con un sesgo fuertemente responsabilizador, que sobreculpabiliza a los sectores
populares, ya sea para la política social asistencial, como para la política de seguridad. Esto
implicó el fortalecimiento y la expansión de políticas policiales y penales localizadas en los
márgenes de las ciudades para abordar los problemas sociales, cuestión que lleva a una
sobrecriminalización y estigmatización de los sectores populares y territorios de las ciudades.
Además, en este periodo el Estado se apoya en la Gendarmería Nacional Argentina para
la represión del conflicto; se convirtió en una fuerza ambulante con capacidad para intervenir
cuando surgían protestas que amenazaban el orden social y ponían en crisis la gobernabilidad.
A sí mismo, se le encargó el combate al tráfico de drogas, ya que la guerra contra el narcotráfico
empezaba a arraigarse en Argentina. (Rodríguez, 2012)
El consumo de drogas por parte de los/as jóvenes de sectores populares era considerado
como una de las principales causas que llevan a acciones delictivas y comportamientos ilegales.
La intervención de Gendarmería en este asunto fue represiva, persiguiendo a los/as
consumidores/as de estupefacientes, localizando las acciones de control y vigilancia en los
barrios marginales y atacando de manera directa el narcomenudeo sin intervenir el núcleo de
esta economía informal. (Sain, 2009)
En 1999, sumado al crecimiento exponencial del narcotráfico en Argentina, el país se
encontraba marcado por los problemas de una economía estancada, déficit fiscal y
sobreendeudamiento, mientras sostenía un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)
que se apoyaba en el fenómeno de la convertibilidad impulsado unos pocos años atrás por Carlos
Menem y sostenido posteriormente por la Alianza UCR-Frepaso. La convertibilidad o también
conocida paridad uno a uno del peso con el dólar terminó siendo insostenible dado que la
Argentina necesitaba de la entrada de dólares y para ello debió recurrir de manera
indiscriminada a un endeudamiento externo, cuyos fondos eran propiciados por el FMI. Las
condiciones impuestas por el FMI para blindar la economía argentina perjudicaban directamente
a la sociedad en su conjunto.
Este modelo llevó a principios del nuevo milenio a una crisis nacional, económica,
social, política, institucional y moral, debido a que el país estaba con un nivel exorbitante de
desempleo y pobreza que desencadenó en revueltas sociales, huelgas, saqueos, tomas de
fábricas, piquetes, la creación del club del trueque y otras alternativas en búsqueda de una salida
o una “sobrevivencia” a la situación que se estaba atravesando. Estos fenómenos no surgieron
de un partido político en específico, sino que la sociedad civil se organizó.
20
1.2.2. El nuevo milenio
A partir del 2001, la Argentina sufrió una de las crisis económicas y políticas más
profundas de su historia. Una de las respuestas estatales más claras ante esta situación fue la
represión y criminalización de la protesta y el encierro del conflicto social. Estas características
punitivas se sostuvieron en el tiempo, con algunas modificaciones, independientemente del ciclo
de crecimiento económico posterior y de la normalización político-institucional.
El país comienza a retomar estabilidad política con el gobierno de Duhalde quién
decretó, primero, la emergencia en materia social y económica y luego la emergencia
ocupacional. En este contexto, se creó el Programa Jefes del Hogar (2002) orientado transferir
recursos a los sectores más pobres a partir de un subsidio a desocupados. (Trujillo, 2017)
En el año 2003, junto a la asunción de la presidencia de Néstor Kirchner, se produce un
crecimiento económico. Este gobierno comienza un proceso de reestatización de los servicios e
instituciones, continúa con medidas que rompen con la convertibilidad y se generan retenciones
sobre las exportaciones agropecuarias. Pero, sobre todo, genera un cambio de paradigma con
respecto a las políticas sociales, en donde no se verá más a la población a la que está dirigida
como beneficiarios/as, sino como ciudadanos/as con derecho.
La política social del trabajo toma un giro a la de los años ‘90, se fomenta la creación de
empleo y formalización del mismo, impulsando de nuevo la alianza entre gobierno y sindicatos
por medio de negociaciones colectivas. Empieza, de esta manera, un proceso lento de mejora
de la calidad de los empleos asalariados.
En lo que concierne a la educación, la misma retoma un papel protagónico. Se impulsa
la enseñanza universitaria aumentando los presupuestos para las universidades nacionales y los
institutos de investigación. La educación primaria y secundaria sigue dependiendo
principalmente de las provincias, pero se crean leyes que extienden la obligatoriedad de la
escolarización hasta finalizado el nivel secundario comprometiendo al Estado Nacional a
garantizar un financiamiento mínimo.
Con relación al sistema de salud pública, el mismo depende principalmente de los
gobiernos provinciales y municipales. “Los gobiernos provinciales son responsables de la
gestión de cerca de dos tercios del gasto público social, pero con enorme disparidad de
situaciones socioeconómicas y capacidades estatales” (Falappa y Andrenacci, 2009: 95).
Dentro de la sucesión de reestatizaciones se presenta una de suma importancia para la
política social, el sistema previsional no solo se reestatiza, sino que también se unifica. Esto
implicó la universalización de la previsión social.
21
En cuanto a las políticas asistenciales, estas buscan romper la lógica de programas
focalizados predominante en la década anterior. La misma es pensada con enfoques que superan
la visión de la pobreza, las personas que reciben asistencia dejan de considerarse pobres para
convertirse en ciudadanos/as con derechos en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, no se
muestran grandes cambios, hay una continuidad de políticas focalizadas a poblaciones que no
se encuentran en el mercado laboral. Un claro ejemplo de ello es la asignación modelo de esta
época: la Asignación Universal por Hijo (2009), que, aunque la misma sea una gran conquista
de derechos para la mujer y el hecho de que al/la niño/a se lo/la considere sujeto de derecho, no
deja de ser una asignación no contributiva.
Por último, las políticas de seguridad sostienen un crecimiento en las medidas de
expansión policial en los territorios y en el recrudecimiento de las penas, esto se observa en el
aumento de las detenciones policiales, que alcanzan una masa de personas que son
aprehendidas, detenidas, perseguidas y capturadas por la policía, sobre todo haciendo foco en
los jóvenes varones de sectores populares.
A su vez, a principios del nuevo milenio emergen con fuerza, actores como el Dr.
Zaffaroni que impulsaron discursos progresistas en torno a la cuestión penal, orientados a la
defensa y el ejercicio de los derechos de las personas privadas de su libertad. Estos discursos
moldearon las reformas legislativas al interior de algunas provincias como Santa Fe, pero no
penetraron en la Ley Nacional de Ejecución Penal N° 24.660, que hasta la actualidad sigue
manteniendo, sin modificaciones, una fuerte influencia positivista. Como plantea Máximo
Sozzo, en los primeros años del Kirchnerismo
22
“…se pasó de una serie de discursos e iniciativas que iban en la dirección de desplegar
un rostro “progresista” en el campo del control del delito –tanto en el terreno policial
como de la justicia penal y en particular, en relación a la cuestión de los crímenes del
Estado durante la última dictadura militar– a apoyar –aun cuando no siempre y por
parte de todos sus actores, pero sustancialmente– una nueva ola de populismo penal
“desde abajo” que se estructuró a partir de fuertes movilizaciones sociales en el nombre
de la víctima [...]se produjeron cambios legales en materia penal y procesal penal
claramente orientados hacia el incremento de la severidad penal y de ese modo, se
contribuyó al sostenimiento de la tendencia creciente de la punitividad que se venía
observando en el pasado reciente.” (2016: 254-255)
Para finales de diciembre del 2010 se crea el Ministerio de Seguridad Nacional a partir
de una serie de escándalos públicos en los que estuvo fuertemente involucrada la Policía Federal
Argentina. (Sozzo, 2014) Una de las finalidades del mismo era regular el accionar policial a
causa de las denuncias de abuso de poder de estos/as actores. Otra de las novedades consistió
en otorgarle a la Gendarmería la función de prevenir el delito, vigilando a la pobreza y
controlando a los/as jóvenes de los barrios marginales.
“La creación del Ministerio significó el fortalecimiento de un cuerpo administrativo y
político dedicado a esta temática (la seguridad)” (Sozzo, 2014: 5). La burocratización del
accionar de las fuerzas tuvo un alcance limitado para dar una respuesta integral a causa de la
imposibilidad de romper de forma total con la autonomía de éstas, lo que implicó intervenciones
focalizadas en áreas.
Esta autonomía implicaba la responsabilidad de las provincias para proveer
primariamente la seguridad pública a la ciudadanía en sus territorios. En estos años, se evidenció
el fracaso de los gobiernos provinciales para gestionar la seguridad pública, lo que implicó que
el Gobierno nacional y los gobiernos locales asuman responsabilidades en seguridad pública.
“Desde la última década, el Gobierno Nacional ha intentado contrarrestar la carencia de
efectivos policiales en áreas urbanas con la presencia de gendarmes [...] dando lugar a una suerte
de militarización sin militares de la seguridad pública.” (Salles Kobilanski, 2012: 14-15)
En la provincia de Santa Fe, a partir de la deslegitimación de la policía desembarca
Gendarmería bajo la órbita de lucha contra el narcotráfico y por la demanda de la población de
seguridad a causa del incremento de la tasa de robos y homicidios. De este modo, esta fuerza se
localizó en los barrios marginales instalando paradas fijas y rutinas de patrullaje, intensificando
el control de vehículos y personas, especialmente, de jóvenes varones pobres y destruyendo
bunkers de drogas.
23
En el 2015, con la finalización de los gobiernos Kirchneristas comienza una nueva era
con una lógica similar a la de los años 90, que reduce el gasto público y recurre nuevamente al
FMI, lo que conlleva a graves consecuencias en materia socioeconómica. Sin embargo, hay una
constante desde hace tres décadas en la ejecución de las políticas sociales: estas son territoriales
con base en los municipios, distritos y barrios, de manera localizada, contemplando las
características de cada espacio social; son intersectoriales y transversales; son gestionadas por
otros/as actores además de las instituciones del Estado, como las organizaciones sociales; y de
carácter participativo, que involucra en su formulación, diseño, gestión y evaluación a la
comunidad.
En cuanto a lo penal-asistencial, se siguen combinando ambos brazos del Estado para
intervenir sobre la sociedad, principalmente sobre los sectores marginales con una fuerte
predominancia del aparato penal sobre el social. La policía es el actor por excelencia en el que
se apoya el gobierno para canalizar los conflictos que surgen en la órbita pública, concediendo
a las fuerzas de seguridad más poder de intervención; se lanza un nuevo protocolo que habilita
el uso de armas de fuego ante un hecho delictivo en defensa propia, para impedir la comisión
de un delito, para proceder a la detención o para impedir una fuga; este fenómeno también
denominado gatillo fácil, está dirigido a todo aquel que represente algún tipo de amenaza pero
los principales afectados por el mismo son los jóvenes varones.
Con un fuerte rasgo represivo/punitivo, el Estado realiza recortes en materia asistencial,
mientras en cuestiones de seguridad tanto a nivel nacional como provincial ha aumentado su
intervención, lo cual se evidencia en el presupuesto destinado a construir y agrandar
infraestructura penitenciaria, tanto a nivel nacional como provincial. Además, se declara de
manera pública nuevamente la guerra al narcotráfico impulsando el programa “Argentina Sin
Narcotráfico”, el cual plantea que las
24
mismo objetivo. Es decir, se continuó con esta lucha de manera represiva y punitiva, saliendo
perjudicados/as los/as habitantes de los barrios populares.
La “guerra” contra el narcotráfico es uno de los factores que explica el aumento de la
tasa de encarcelamiento nacional. El gobierno nacional utilizó y sigue utilizando al aumento de
las detenciones por drogas como indicador de una política eficaz contra el narcotráfico. Esto
muestra que el trabajo policial en las calles es el centro de su estrategia. El Estado, incentiva la
persecución policial de consumidores y consumidoras y enormes recursos policiales se
dilapidan en estas acciones, sin atacar el núcleo o lo que realmente lo causa. (CELS, 40 AÑOS,
La guerra contra el narcotráfico)
Sin embargo, se habla del fracaso de esta guerra debido a que, si bien para las agencias
penales argentinas la persecución de consumidores/as y vendedores/as de sustancias es
prioritario, éstas se abocan principalmente a desarrollar estrategias para el abordaje de la
marihuana, al mismo tiempo que la persecución policial a los/as usuarios/as no está generando
una disminución en los niveles de consumo. A pesar de los años de políticas punitivas y aumento
del encarcelamiento, “la encuestas de Sedronar muestran que entre 2008 y 2017 el consumo de
drogas aumentó en todas las franjas etarias y para todas las sustancias” (CELS, 40 AÑOS, La
guerra contra el narcotráfico)
“la gran mayoría de las y los encarcelados son pobres, vendedores o vendedoras
minoristas, personas usadas como correos o microtraficantes. Todos/as ellos/as son
reemplazables de manera muy sencilla en el circuito de la comercialización de drogas. El
impacto que tiene la privación de libertad en la desarticulación del negocio es muy
dudoso.” (CELS, 40 AÑOS, La guerra contra el narcotráfico)
25
“No están mal las políticas de seguridad, porque lo cierto es que la delincuencia
existe. Pero cuando las políticas de seguridad se enfocan en la creación de más módulos
en Piñero o abrir más cárceles o sacar más policías a la calle, entonces vamos por el
camino equivocado. O sea, es como lo más inmediato, pero en realidad ¿qué es lo que
hay que hacer? políticas de niñez, políticas en los barrios, de acceso. No digo que no
existan porque la delincuencia es un hecho, porque hay cosas que todavía no se saben
bien porque suceden, pero las cuestiones básicas del pibito del barrio que roba porque
pertenece al grupo y se involucra en circuitos delictivos del mismo barrio para
pertenecer, eso es lo que hay que atacar, con accesibilidad, de antes. Garantizar,
asegurar y sostener a ese pibito en las instituciones barriales es el punto. Cuando los
jóvenes de los barrios tienen contacto primero con la policía antes que un docente,
entonces estamos haciendo las cosas mal.” (M.E. García Cabrera, comunicación
personal, 8 de julio de 2019)
1.3. Instituciones
Resulta necesario realizar un análisis de las instituciones debido que, en los distintos
gobiernos nacionales, el Estado apoya su acción en éstas para gestionar las políticas sociales
que acciona con relación a sus intereses. Las instituciones adquieren diferentes características y
funciones de acuerdo con el gobierno de turno. “El Estado no es un agente externo a la trama
social sobre la cual interviene” (Andrenacci y Soldano, 2006: 45), sino que organiza su poder
entre diferentes instituciones estatales que administran los recursos que provee de manera
burocrática.
26
Debido a que los problemas sociales que aparecen como demandas a estas instituciones
no son aislados, sino que son complejos cuyas causas y consecuencias se superponen y
complementan entre sí, las distintas instituciones del Estado deben conectarse y realizar un
trabajo en red con el fin de abordar todas las dimensiones que presenten las situaciones
problemáticas. Este trabajo en red implica consenso entre los/as actores de las distintas
instituciones implicadas, participación activa de estas, reparto de tareas, optimización de
recursos, entre otras cosas.
Las instituciones estatales se convierten en los pilares de la organización de la vida en
sociedad, determinando aquella población a la que va a atender, los requerimientos necesarios
para poder acceder a ellas, las modalidades de gestión y administración, guiadas siempre por
una lógica burocrática, avasallante que se impone sobre todas las formas de organización.
Retomando a De Paula Faleiros,
Este control es posible gracias a la lógica burocrática que moldea el accionar diario de
las mismas; ya que esta forma de organización humana de orden jerárquico, que va desde la
cima hacia abajo, busca la eficiencia y la eficacia en las tareas a desarrollar en las distintas
instituciones por medio de la planificación y programación para la óptima realización de la tarea.
Pero en este proceso se deshumaniza la tarea, provocando, por un lado, que el poder se encuentre
en manos de unos pocos y, por otro lado, que se actúe según lo estipulado, de manera mecánica,
sin problematizar ni contemplar las singularidades que presentan los sujetos (Weber, 2014).
Retomando a Bourdieu, la burocracia “se impone a la ley, la sumisión a lo universal, al interés
general, [...] por encima de los conflictos, al servicio del interés público, de la racionalidad (o
de la racionalización)” y con apariencia neutral. (1997: 99)
Por lo tanto, las instituciones se convierten en un instrumento del Estado para mantener
determinado orden social, de acuerdo con el contexto económico, social y político del momento.
Para ello separan en categorías a la población a partir del problema que presentan. Cuando una
categoría, un grupo o una clase social representa un tipo de amenaza a este orden se crean
instituciones para el control, la circunscripción y la disminución del problema, como es el caso
27
de las prisiones, donde “se confunde la desaparición de los problemas con la exclusión de las
personas de su medio social” (De Paula Faleiros, 1992: 12).
1.3.1. Cárcel como institución
Consideramos a la cárcel como una institución total, según lo que plantea Goffman en
su libro “Internados”, que la define como “un lugar de residencia y trabajo, donde un gran
número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de
tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente” (2001: 13).
El autor identifica cinco grupos de instituciones totales, entre las cuales se encuentran
las prisiones, que cumplen con la función de “proteger a la comunidad contra quienes
constituyen intencionalmente un peligro para ella, no se propone como finalidad inmediata el
bienestar de los reclusos” (Goffman, 2001: 18). Estas instituciones se caracterizan por: que
todos los aspectos de la vida de los internos se desarrollan en el mismo lugar y bajo la misma
autoridad única, acompañados por un gran número de otros que están en la misma situación,
todas las actividades están programadas estrictamente, tienen un sistema de normas formales y
un cuerpo de funcionarios, y todas las actividades están planificadas para cumplir únicamente
los objetivos propios de la institución. (Goffman, 2001)
La vida cotidiana para quienes se encuentran alojados/as allí aparece como un transcurrir
repetitivo, como si fuese algo natural que no es necesario preguntar, ni interpretar; en este tipo
de instituciones se juntan las diferentes esferas de la vida en un mismo espacio. “Lo cotidiano
se transforma en un dispositivo en sí mismo, al formar parte de un orden, en este caso artificial,
que confiere, establece y construye diferentes jerarquías que se organizan de acuerdo con los
mandatos institucionales e históricos” (Carballeda, 2008: 92). La rutina en este tipo de
instituciones viene ya programada desde arriba, son las autoridades quienes se la imponen a
los/las internos/as y romper con ella implica un acto de rebeldía que conlleva a un
castigo/represión.
En esta cotidianidad se expresan las lógicas que estigmatizan y construyen una identidad
que en el afuera no poseían. Es decir, sujeto peligroso, delincuente, preso/a, ladrón/a, choro/a,
violador, ratero/a, reo, recluso/a, entre otras. Como plantea Waqcuant al retomar a Engels y
Durkheim “La cárcel simboliza las divisiones materiales y materializa relaciones de poder
simbólicas; su efecto aúna inequidad e identidad, dominación y significación, y agrupa las
pasiones y los intereses que entrecruzan y perturban a la sociedad” (2010: 19).
Cada grupo social, cada sociedad políticamente organizada, impone penas a quienes
violan sus reglas, entendidas como propiedades esenciales de la defensa social y la estabilidad,
y toda amenaza en contra de ellas o toda violación de las mismas se considera un daño que debe
28
ser abordado a través de la pena. La sanción no es solo utilizada con el fin de restablecer la
obediencia sino, además, para defensa del cuerpo social contra aquellos individuos que violan
sus leyes. (Rusche y Kirchheimer, 1984)
Por lo tanto, la cárcel es una institución funcional al Estado, es decir que sus objetivos
variarán según el gobierno de turno y la demanda al mismo de la sociedad civil. Sin embargo,
ésta posibilita siempre al Estado el ejercicio de un doble control: a través del encierro de un
grupo minoritario (los detenidos), condiciona, mediante un sometimiento cada vez más
riguroso, el comportamiento del resto de la población, que en general es ajena a la
criminalización.
Es por ello, que en los últimos años ha aumentado la población carcelaria a causa del
desplazamiento del Estado Social por un Estado Penal/Punitivo que despliega una estrategia de
penalización de los sectores populares con el fin de invisibilizar los problemas sociales que no
puede, quiere o busca tratar. En los últimos años, a pesar de las nuevas lecturas y teorías más
progresistas sobre la pena, que postula a la cárcel como una institución que busca garantizar el
ejercicio de todos los derechos (a excepción de la libertad ambulatoria) de los y las internos/as,
no hubo grandes cambios que den un giro en el funcionamiento que tiene la misma y la política
de seguridad, sino, por el contrario, un crecimiento y afianzamiento de su lógica. Los derechos
traducidos en políticas sociales no llegan a todos/as por igual y no suelen ser procesos sostenidos
en el tiempo, tanto al interior de la institución como una vez cumplida la condena.
29
Capítulo 2: Sistema Penitenciario y actores involucrados en la Unidad
Penitenciaria N° III
2.1. Selectividad del proceso penal
En nuestro país, el proceso penal tiene una marcada selectividad sobre la población,
dirigida a castigar a los sectores más vulnerables, a los excluidos de la sociedad, operando como
un mecanismo de control social y “reproduciendo más allá del catálogo de conductas
establecidas en la ley penal una cierta imagen acerca de lo que el delito efectivamente es”
(Documento Básico, 2008). El perfil de los individuos que son objeto de las políticas represivas
del Estado, abordados por la policía y encerrados en las instituciones penitenciarias es de
jóvenes varones pobres, con escaso (a veces nulo) paso por el sistema educativo, desempleados,
en la mayoría de las situaciones no han ingresado (aunque sea de manera transitoria) al mercado
de trabajo formal, y con causas judiciales relacionadas a delitos contra la propiedad y otros
relacionados a conflictos entre bandas barriales, y narcomenudeo.
Estos jóvenes considerados la cara negativa de la juventud, son vistos por parte de la
mayoría de la sociedad como seres desviados, inseguros de sí mismos, en transición, como seres
incompletos, no productivos y sin deseo, con objetivos poco claros y convirtiéndolos a su vez
en sujetos peligrosos. Peligrosos por la posibilidad de “irse por el mal camino”, no cuidarse,
traer problemas a sus familias; molestar, agredir, violentar a otros/as ciudadanos/as; no respetar
las normas. (Chaves, 2005)
Históricamente, la juventud ha sido considerada como un proceso de transición del
individuo en el que para llegar a la adultez se deben completar determinados “hitos vitales”, los
cuales son: finalización del ciclo educativo, inserción en el mercado laboral, conformación de
un hogar propio y el nacimiento del primer hijo. Este mito se derriba al constatar que en
Argentina el 76,2% de los/as jóvenes termina la escuela en situaciones dispares (según el
Anuario Estadístico Educativo 2017, Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología),
en cuanto al nivel y asistencia escolar. Con respecto al mercado laboral su inserción en ella es
heterogénea, flexible, precaria, inestable e informal. Además, la conformación de un hogar
propio es cada vez más inaccesible, trayendo como consecuencia la convivencia de varias
familias en un mismo espacio. Y, por último, el nacimiento del o la primer/a hijo/a se da
mayormente en los sectores de menos ingresos en la adolescencia temprana, cuando aún no se
han llevado a cabo ninguno de los hitos anteriores; afectando a las mujeres en el cuidado de las
y los hijas/os. Estas características se visualizan de manera frecuente en los varones que ingresan
a las instituciones penitenciarias.
30
La selectividad del sistema penal, que no solo es una característica de nuestro país, sino
que se da también en el resto del mundo, con una fuerte práctica en toda Latinoamérica, trae
consigo la prisión preventiva como principal estrategia para encerrar a presuntos sospechosos
peligrosos. La misma
31
art. N°6) El mismo consta de cuatro periodos: de observación, de tratamiento, de prueba y de
libertad condicional. (Ley Nacional N° 24.660, 1996, art. N°12)
En el primer periodo, se realiza una carpeta criminológica, que contiene un estudio
médico, psicológico y social e información sobre la situación legal de la persona. La carpeta
permanece de forma permanente con constantes actualizaciones. El segundo período de
tratamiento es fraccionado en fases, que “atañen una paulatina atenuación de las restricciones
inherentes a la pena” (Ley Nacional N° 24.660, 1996, art. N°14).
El período de prueba incluye sucesivamente, la incorporación del o la condenado/a a
establecimientos abiertos, que se basen en el principio de autodisciplina, la posibilidad de
obtener salidas transitorias y la incorporación al régimen de semilibertad. Para obtener las
salidas transitorias es necesario haber cumplido con determinado tiempo de ejecución de la
pena, establecido por la ley. Las salidas pueden ser desde doce hasta setenta y dos horas
semanales, y pueden pedirse por diferentes motivos como, por ejemplo, afianzar y mejorar los
lazos familiares y sociales. A diferencia de las salidas transitorias, la semilibertad permite al
condenado trabajar fuera del establecimiento en trabajos diurnos y en días hábiles, pero en
iguales condiciones a las de la vida libre. La libertad condicional, es lograda si cumple los
requisitos que el Código Penal exige, y si los informes elaborados por los y las profesionales y
el Consejo Correccional concuerdan en avalar esta medida. La supervisión del o la liberado/a
condicional en la Provincia de Santa Fe queda a cargo de la “Dirección Provincial de Control y
Asistencia Pos penitenciaria”.
Los y las internos/as serán calificados/as en Concepto y Conducta. La incorporación a
los diferentes periodos y fases de progresividad y su sostenimiento en estas, se verá
condicionado por la evaluación del concepto. La calificación de conducta tendrá valor y efectos
para determinar la frecuencia de las visitas, la participación en actividades recreativas y otras
que los reglamentos establezcan.
“Se entenderá por conducta la observancia de las normas reglamentarias que rigen el
orden, la disciplina y la convivencia dentro del establecimiento” (Ley Nacional N° 24.660,
1996, art. N° 100). Y por concepto, “la ponderación de su evolución personal de la que sea
deducible su mayor o menor posibilidad de adecuada reinserción social” (Ley Nacional N°
24.660, 1996, art. N° 101).
Esta clasificación del concepto y de la conducta se realiza trimestralmente y se ordena
en: a) Ejemplar, b) Muy buena, c) Buena, d) Regular, e) Mala, f) Pésima. En cuanto a esta
calificación, se tienen en cuenta la existencia de infracciones disciplinares, las cuales restan
puntos y pueden ser leves (un punto), medias (dos puntos) y graves (tres puntos); las faltas
32
graves están contempladas en el artículo N° 85° de dicha Ley. El Director del establecimiento,
con los informes coincidentes de los y las profesionales y del Consejo Correccional de la
institución, podrá retrotraer a cualquiera de los periodos anteriores, hasta el inicio del proceso
si lo considera necesario, al o la interno/a sancionado/a por una falta grave o reiterada; pero si
el/la interno/a quiere ascender en categorías asciende de a una, de este modo, tienen que esperar
varias etapas de evaluación para poder retomar su conducta anterior.
Además, la estructura del Servicio Penitenciario se organiza administrativamente en: el
Sistema Penitenciario Federal, el Sistema Penitenciario Bonaerense y los Servicios
Penitenciarios Provinciales. Si bien están enmarcados bajo la legislación nacional, cada uno de
ellos tiene una autonomía relativa sobre las formas de organización y ejecución. Esta división
se realiza a partir de un orden de los delitos que abordará cada nivel
“…existe por un lado una Justicia Federal con competencia en todo el país que atiende
en materia de estupefacientes, contrabando, evasión fiscal, lavado de dinero, y otros
delitos que afectan a la renta y a la seguridad de la Nación. Por otro lado, cada una de
las provincias argentinas cuenta con una Justicia Provincial que entiende el tratamiento
de los delitos comunes (también denominada justicia ordinaria), con sus propios
órganos judiciales y legislación procesal.” (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
Presidencia de la Nación, s.f.)
33
toma de decisiones por parte de las autoridades involucradas recoja estas perspectivas y
construya consensos negociados.” (Documento Básico, 2008: 41).
● Reducir los daños busca “tratar de desmontar en la mayor medida posible los
mecanismos que generan sufrimiento y degradación en las personas privadas de su
libertad, asumiendo que su total extirpación resultará imposible mientras siga existiendo
la prisión como forma de castigo legal.” (Documento Básico, 2008: 39).
● Abrir la prisión involucra “incrementar sustancialmente la participación de actores
“externos” en la cotidianeidad de la vida en la prisión, para que su ingreso en el espacio
penitenciario porte consigo nuevas lógicas y dinámicas, promoviendo este acercamiento
entre prisión y sociedad.” (Documento Básico, 2008: 40).
● La promoción y el aseguramiento de derechos “partirá de reconocer que las personas
afectadas por la prisión poseen “derechos” establecidos constitucional y legalmente que
no pueden estar sometidos a suspensiones o revocaciones por parte de una autoridad
administrativa [...] reivindicando su dignidad como personas y su estatuto de
ciudadanos” (Documento Básico, 2008: 42).
● La reintegración social de las personas privadas de su libertad a pesar de la prisión
implica reconocer los efectos negativos de ésta sobre las personas y por ende “la
reintegración social del condenado no puede perseguirse a través de ella, sino que debe
perseguirse a pesar de ella o sea buscando hacer menos negativas las condiciones de la
vida en la cárcel.” (Documento Básico, 2008: 44).
El Sistema Penal Santafesino se presenta formalmente como un organismo que lleva
adelante una política pública progresista, con el fin imponer su lógica en las distintas
instituciones penitenciarias que funcionan en la provincia. Esta política nunca fue llevada
adelante tal cual está planteada en el Documento Básico ya que persiste la lógica punitiva-
represiva en las distintas ramas del Estado. En la actualidad, hay una falta de movilización de
recursos para mejorar las infraestructuras de las cárceles ya existentes y transformar las
condiciones de hacinamiento dentro de estos espacios, pero se visualiza el incremento del
presupuesto para construir nuevas unidades penitenciarias, expandiendo el sistema penal. En
otro aspecto en donde podemos ver que no se ancla una política progresista es la vigencia de la
Ley Orgánica sancionada durante la Dictadura Militar, con una lógica jerárquica, que establece
normas que degradan las condiciones laborales de los/as empleados/as de estas instituciones.
En la provincia hay 10 Institutos Penitenciarios y un Instituto de Rehabilitación para
menores, los mismos son:
● Instituto Correccional Modelo de Coronda - Unidad I
34
● Instituto de Detención La Capital - Unidad II
● Instituto de Detención de Rosario - Unidad III
● Unidad Penitenciaria de Mujeres Santa Fe - Unidad IV
● Unidad Penitenciaria de Mujeres Rosario - Unidad V
● Instituto Penitenciario de Rosario - Unidad VI
● Colonia Penal de Recreo - Unidad IX
● Unidad Penal de Santa Felicia - Unidad X
● Complejo Penitenciario de Piñero - Unidad XI
● Unidad Penal de Rosario - Unidad XVI
● Instituto para la Recuperación del Adolescente -IRAR- (Ministerio de Justicia y DDHH)
En la provincia de Santa Fe, las cárceles de acuerdo a su estructura y funcionamiento
institucional alojan a distintos perfiles de detenidos: existen cárceles de máxima seguridad como
la Unidad N° I de Coronda y la Unidad N° XI de Piñero, donde conviven internos caratulados
como los más peligrosos, conflictivos, con mala conducta; y cárceles de mínima seguridad como
la Unidad N° III de Rosario, con internos que poseen buena conducta y/o en su mayoría están
próximos a salir en libertad.
2.3. Unidad Penitenciaria N° III
La Unidad Penitenciaria N° III se encuentra situada en el macrocentro de la ciudad de
Rosario entre las calles Richieri, Suipacha, Montevideo y Zeballos. Fue construida en el año
1867 para el funcionamiento de un cuartel de bomberos y caballeriza, y hace aproximadamente
80 años que funciona como una cárcel. Si bien se mantiene la estructura edilicia, al empezar a
ser utilizada para la convivencia de personas se edificaron los pabellones y celdas. Actualmente,
el edificio tiene sus paredes rotas, despintadas y escritas, sus ventanas tienen barrotes y en
muchos casos están sin vidrios, todas están tapadas hasta la mitad con cemento y/o ladrillos; la
totalidad del edificio se encuentra deteriorado debido a la antigüedad del mismo y a la falta de
mantenimiento.
Es una cárcel de hombres, con capacidad para 275 internos (SNEEP, 2017), aunque en
los últimos años se encuentra constantemente sobrepoblada provocando malas condiciones de
vida. El rango etario predominante es el que abarca a jóvenes de sectores populares, vulnerables
de 18 a 27 años; siendo el delito más común el de robo calificado (58% en diciembre de 2018
según Datos Abiertos del Gobierno Abierto de Santa Fe). En general, quienes superan esa edad
han cometido otro tipo de delitos, tal como homicidio (17% en diciembre de 2018 según Datos
Abiertos del Gobierno Abierto de Santa Fe); hay un gran número de reincidentes entre los
condenados, suele ser un quinto de la población (en los últimos seis años, consultados en SNEEP
35
y Datos Abiertos). Desde el año 2017, por decreto provincial no se encuentran alojados en la
institución aquellos internos con condenas caratulados como ofensores sexuales (casos de
violación, acoso, femicidio), siendo trasladados a la Unidad Penitenciaria Nº XI de Piñero.
El establecimiento posee 8 pabellones en donde se distribuyen los diferentes internos.
Los pabellones de ingreso o también conocidos como celulares A y B, tienen celdas
compartidas, son los más conflictivos, la mayoría de las veces se encuentran sobrepoblados y
con las peores condiciones de hacinamiento. Los presos que se encuentran localizados en estos
pabellones pasan largos meses allí hasta que son aceptados por otros pabellones como los de
buena conducta y religiosos. La incorporación a un nuevo pabellón se da por medio de la figura
del interno delegado, la cual
“...es muy importante porque lo lleva, le hace la entrevista al interno que ingresa
y le pregunta todo y le pregunta a la población del pabellón a ver si hay lo conocen, si
tienen conflicto con él, y a partir de ahí toman la decisión de recibirlos o no en el
pabellón… Antes, la figura del delegado no existía, ingresaban y no sabían si tenían
problemas con alguno que estaba ahí adentro. porque normalmente ellos se manejan por
apodos, no por nombre y apellido.” (Jefe de Correccional UPIII, comunicación personal,
12 de septiembre de 2019)
Los pabellones 1 y 2 son evangélicos y los internos que se encuentran allí deben
adaptarse al reglamento interno, el cual entre otras cosas comprende la adhesión a dicho culto y
el pago de un diezmo. Los pabellones 4, 5 y 8 son pabellones de prueba, se encuentran aquellos
que tienen buena conducta. Estos pabellones son colectivos, es decir que no existen celdas y se
comparten áreas de convivencia.
En el pabellón N° 7 se encontraban los condenados y procesados por delitos sexuales,
fue el último en construirse a finales del año 2003, consta de 14 celdas con capacidad para dos
personas cada una y patio común. Actualmente está siendo habitado por internos en periodo de
prueba y fase II.
2.3.1. Actores que inciden en la institución
La institución involucra diferentes actores sociales tanto internos/as como externos/as
que inciden en su funcionamiento. Cuando hablamos de actor social, nos referimos a aquel
“sujeto individual o colectivo que controla recursos de poder suficientes como para influir en
forma significativa en los acontecimientos que conforman una situación.” (Rovere, 1993: 130)
A continuación, realizaremos una breve descripción de aquellos/as actores relevantes a nuestro
36
parecer, haciendo foco en los y las profesionales dentro de la unidad, específicamente las
profesionales de Trabajo Social.
2.3.1.1. Ministerio de Seguridad
Los Juzgados de Ejecución Penal son los encargados de la ejecución de las sentencias,
brindar o no los beneficios de reducción de tiempo de condena, salidas transitorias, libertad
condicional/asistida, y por ello toman relevancia. Estos beneficios serán otorgados por el/la
juez/a según la conducta y las actividades de desarrollo personal que realicen los internos en su
encierro. Asimismo, tendrán a su cargo el control del cumplimiento de los procesos penales, y
la defensa de los derechos de los condenados. El posicionamiento ideológico de los mismos
variará según cada juez/a, sin embargo, todos se apegan al cumplimiento de la Ley.
2.3.1.3. Director
37
funciones ejecutivas y subordinadas al lugar que ocupa dentro del escalafón. (Ley Orgánica del
Servicio Penitenciario N° 8.183, 1978, art. N° 16-17)
Los agentes penitenciarios son los encargados, entre otras cosas, de trasladar a los
internos desde el pabellón a la sala donde se lleva a cabo los talleres, la escuela, la oficina del
EARS y el servicio de salud. Los internos están condicionados por el interjuego de poder que
implica el hecho de que el agente penitenciario sea quien tiene la autoridad de trasladarlos o no,
por ende, si el agente no quiere trasladarlo el interno no podrá realizar lo que quería o necesitaba
hacer.
2.3.1.5. Internos
Los internos son un actor fundamental, son personas que están en conflicto con la ley
penal, y por lo tanto se encuentran privados de su libertad ambulatoria. Como lo mencionamos
anteriormente, la mayoría de los internos que se encuentran allí alojados no logran cumplir con
las etapas que establece el mito de la juventud. En Santa Fe, un gran número de internos e
internas no se encuentran casados/as, tomando la decisión allí dentro, y en su gran mayoría son
padres y madres de 2 o más hijos/as.
Con relación a la educación, un 46,2 % de las personas privadas de su libertad ingresan
a una institución de encierro con la escuela primaria incompleta, el 35,8 % con primaria
completa, un 8,6 con secundario incompleto y solo un 3% con secundario completo que, en la
mayoría de las ocasiones, han ido completando los niveles de enseñanza por haber estado
previamente alojados/as en instituciones penitenciarias. En cuanto al trabajo, el 71% de los/as
internos/as que ingresan se encontraban en libertad desocupadas/os, el 27% tenía un trabajo
precario de tiempo parcial y sólo un 2% trabajaba tiempo completo. (SNEEP, 2017).
Los/as internos/as a su llegada reciben un peculio estímulo destinado a adquirir los
elementos de higiene personal, con el paso del tiempo y según la conducta, pueden ocupar
diversos destinos laborales como, por ejemplo, cuartelero de pabellón, limpiar espacios de
talleres, cocina, panadería; entre otros, donde el sueldo varía dependiendo de la ocupación. Con
esta tarjeta hacen sus compras en el día de cantina, que es una especie de almacén donde pueden
acceder a alimentos y demás.
“Es mensual y nos descuentan el cable, un fondo común y una merienda que es
para los chicos los fines de semana y esas cosas sistemáticas de acá.” (Interno Daniel,
comunicación personal, 12 de septiembre de 2019)
38
2.3.1.6. Familia
Otro actor relevante es la familia del interno, ya que son personas en relación directa con
la mayoría de ellos, que necesariamente entran en contacto con la institución y el resto de los/as
actores. La ley hace hincapié en facilitar y estimular la vinculación familiar; sin embargo,
creemos, retomando a Foucault, que en la cárcel “hay un tipo de coerción que es completamente
extrafamiliar, ya que nada hace pensar en la organización del sistema familiar [...] por lo tanto
la entrada a la prisión, la vida en ésta implica necesariamente una ruptura con la familia.” (2007:
124-132)
La mayoría de estas familias, se localizan en los barrios más bajos de la ciudad, en
condiciones de alta vulnerabilidad social, con situaciones de empleo precarias, baja
escolarización, beneficiarias de políticas asistenciales, especialmente no contributivas como la
AUH, y muchas de ellas ya se han relacionado anteriormente con alguna institución
penitenciaria con otro/a miembro o por la reincidencia del mismo/a. En nuestra experiencia de
prácticas, visualizamos como los internos vienen de estructuras familiares que rompen con la
imagen de familia nuclear, tradicional, impuesta socialmente.
Un gran número de internos, convivían en una casa con abuelos/as, tíos/as, sobrinos/as,
hermanos/as, cuñados/as y primos/as conformando “familias extensas”; otros tienen a sus
padres separados desde chicos, y/o quizás no convivieron nunca con alguno de sus progenitores
por diversos motivos; y otros han formado “familias ensambladas o mixtas” con una pareja que
tiene hijos/as de parejas anteriores. En todo caso, cuando un interno que tiene pareja e hijos/as
ingresa a la cárcel, en su hogar se constituye un nuevo modelo de familia, el “monoparental”,
con jefatura femenina y que, en la mayoría de las ocasiones resulta en una sobrecarga de trabajo,
de demanda de dinero y tiempo para la mujer, debiendo recurrir a otros/as familiares con el fin
de alivianar la situación.
2.3.1.7. Iglesia Evangélica
39
acatar las normas internas impuestas por el culto, entre ellas, no fumar, no beber, no drogarse,
no responder con violencia ante situaciones y personas, etc. Siguiendo a Manchado
40
capacitador/a y de su manera de trabajar. Además, se propone garantizar que los internos tengan
acceso a la enseñanza superior.
Tal como lo establece el Protocolo de Intervención de los Equipos de Acompañamiento
para la Reintegración Social de la provincia,
41
las situaciones son singulares y ninguna es igual a otra, presentan características legales,
sociales, sanitarias y psicológicas que es necesario abordar con el interno con el fin de lograr la
“reinserción social” de éstos, tal como lo establece la Ley.
Defensores/as Públicos y Abogados/as particulares
Los internos son representados legalmente por abogados/as particulares (contratados por
ellos) o en la mayoría de las situaciones por Defensores/as Penales que facilita El Servicio
Público Provincial de Defensa Penal. Éste es
“…una institución creada por Ley Provincial N° 13.014, con autonomía funcional y
administrativa y autarquía financiera dentro del Poder Judicial de la Provincia de Santa
Fe, que brinda servicios gratuitos de defensa penal a toda persona acusada de haber
cometido un delito, o que se encuentre cumpliendo una pena por haber cometido uno,
que se niegue a designar un abogado particular de su confianza o no pueda contratarlo
por carecer de recursos económicos suficientes, y promueve la vigencia efectiva de los
Derechos Humanos para generar un entorno de plena vigencia del Estado de Derecho.”
(Servicio Público Provincial de Defensa Penal, s.f.)
42
(instrumental, medicamentos, personal médico) que no están disponible en la Unidad, las
personas privadas de su libertad son derivadas a los hospitales públicos de la zona, generalmente
al Hospital Centenario y el Hospital Provincial.
DIS
Por otro lado, participa en la unidad el dispositivo Interdisciplinario de Salud (DIS), que
43
El EARS tiene a su cargo como una de sus tareas fundamentales la producción de
informes y dictámenes que soliciten tanto las autoridades penitenciarias como extra-
penitenciarias sobre diversos aspectos de la trayectoria de los internos. También, se encargan
de realizar la incorporación en puestos de trabajo, la inscripción a cursos, talleres, capacitaciones
o escuela por solicitud, solicitud de estímulo educativo, trámite de pensiones, subsidios y turnos,
regulación de documentación de los internos (realización del DNI), pedidos al servicio de salud,
entre otras. Para las funciones que debe desarrollar el equipo, la entrevista se convierte en la
estrategia principal para la recolección de datos, en su mayoría éstas son abiertas y cualitativas,
donde se plantean ejes orientadores basados en la trayectoria institucional del interno, pero así
mismo, dando lugar a que éste pueda explayarse abiertamente.
Los y las profesionales del equipo diseñan e implementan Actividades de Desarrollo
Personal y supervisan la asistencia y desempeño en las mismas de cada interno. Establecen
contacto con efectores interinstitucionales gubernamentales, no gubernamentales, agrupaciones
sindicales, religiosas, sociales, para coordinar la implementación de programas de desarrollo
personal, especialmente talleres de autogestión. El EARS integra la Comisión Evaluadora de
Espacios Ocupacionales, coordina y supervisa estos espacios, como también fomenta la
creación de nuevos.
Entre otras ocupaciones, el EARS ejecuta un sistema de turnos para intervención
psicológica en casos de crisis subjetivas. Por otro lado, los/as trabajadores/as sociales del equipo
deberán realizar guardias pasivas. Previos al ingreso de un interno a una fase nueva de
progresividad el área de Terapia Ocupacional y Jurídica debe tener informes realizados.
Además, el EARS busca mantener el contacto con la familia y los referentes de
contención de los internos. Para ello se realizan intervenciones profesionales de acercamiento
familiar, como por ejemplo la incorporación a régimen de visitas especiales, con el fin de
revincular o fortalecer las relaciones entre éstos. Las trabajadoras sociales son las profesionales
que entran en contacto directo con los familiares de las personas privadas de su libertad
ambulatoria, ya sea por constataciones de muerte, enfermedad y nacimiento, trámites para
casamientos y reconocimiento legal de los internos a sus hijos/as.
Desde mediados del 2017, se produce por decreto provincial una reestructuración de las
actividades de los EARS de todas las penitenciarías de Santa Fe a partir de la creación de los
Organismos Técnicos Criminológicos (OTC). Estos son equipos de profesionales conformados
por diferentes disciplinas que se encargan de la producción de informes criminológicos
referentes a la progresividad del régimen del interno. Vale destacar que los/as profesionales que
pasaron a constituir los OTC no fueron una nueva incorporación al sistema, sino que se
44
dividieron a los/as profesionales que ya ejercían funciones en los EARS, reduciendo el número
de integrantes de estos equipos dentro de las unidades.
El objetivo de esta reforma es separar la función de dictamen de la función de asistencia,
en el marco de la actuación profesional. Las oficinas de los OTC se encuentran localizadas por
fuera de las instituciones de encierro y los/as profesionales que trabajan en este organismo, no
pueden ni deben tener contacto con las personas privadas de su libertad. De esta manera, los/as
profesionales de los OTC que realizan dictámenes, tendrán la distancia necesaria para poder
actuar con objetividad y, los/as profesionales de los EARS, que a partir de ese momento
cumplen netamente funciones de asistencia y acompañamiento, no verán perjudicada la relación
de relativa confianza con el interno, por el hecho de tener que emitir una opinión sobre el mismo.
El trabajo de los EARS se articula con los OTC que están conformados por las mismas
disciplinas.
Los OTC se dedican principalmente a la producción de informar y dictaminar sobre
aquellas etapas y períodos por los que el interno condenado debe transitar durante el régimen
penitenciario. Este organismo para cumplir su objetivo debe realizar entrevistas, inspecciones,
informes ambientales, entre otras actividades y trámites. Además, debe tener un intercambio
permanente con los EARS, el personal de Correccional, Penal y Judicial de las unidades.
Se distribuirán las tareas en las distintas áreas según disciplina en Psicología, Trabajo
Social, Terapia Ocupacional y Equipos Técnicos. Cada disciplina realiza informes parciales de
su área y luego ponen en común lo producido y se confeccionará el informe técnico-
criminológico con los aportes y debates que surjan de las distintas miradas profesionales.
En el caso particular de los/as profesionales con los que nosotras interactuamos, notamos
la intención de trabajar junto a los internos para generar cambios positivos en las trayectorias
institucionales y generar la mayor cantidad posible de espacios para lograr un intercambio entre
el afuera y el adentro.
2.3.1.10. Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria
45
para supervisar el cumplimiento de las reglas de conducta impuestas y tareas comunitarias, y
por otro, para realizar un abordaje temprano del o la tutelado/a que fue aprisionado/a y de su
familia previo al regreso al medio libre, generando autoconfianza y autonomía en los/as
liberados/as acercando al o la futuro/a liberado/a herramientas de inclusión social.
2.3.1.11. Otros/as actores
Por último, se encuentran actores públicos como los medios de comunicación que son
actores externos al funcionamiento cotidiano de la institución, pero al transmitir información de
los acontecimientos sociales y reportar las noticias recientes sobre las penitenciarías y su
población, generan una determinada opinión acerca de estas instituciones y las personas que
están alojadas allí. Vale aclarar que los distintos medios de comunicación, especialmente los
más consumidos por la sociedad, se encuentran en manos de otros/as actores, con un claro
interés en los contenidos que se notifican.
La tendencia de los últimos años y que se mantiene actualmente suele mostrar a las
personas privadas de su libertad como sujetos peligrosos y no personas con derechos. Identifican
las posibles amenazas de estos sujetos y los territorios “más peligrosos de la sociedad”
estigmatizando los barrios marginales de la ciudad. A su vez, aplican presión sobre los/as
jueces/zas y los/as legisladores/as para que sean más duros con la pena y la progresividad en el
régimen. Por lo tanto, el imaginario social de los últimos años está anclado en la creencia de
que, para una sociedad mejor, el poder judicial debe actuar en pos de “cuanto más tiempo pasen
encerrados los delincuentes, mejor”.
46
Capítulo III: Unidad Penitenciaria N° III y Políticas Sociales
3.1. Premios y castigos
La ley es una de las estrategias de control y de disciplina social que tiene el Estado para
ejercer el poder, bajo el lema de que el “orden social” y la “paz” logren ser garantizadas. Por
medio de la Ley N° 24.660 y el Documento Básico del año 2008 de la Provincia de Santa Fe, el
Estado establece de manera formal los derechos de las personas privadas de su libertad
ambulatoria con el fin de que sean respetados. Estos derechos desembocan en políticas sociales
destinadas a garantizar el ejercicio de los mismos.
Sin embargo, dentro de la Unidad Penitenciaria N° III de Santa Fe, hay una gran
distancia entre lo establecido formalmente y su real aplicación. Esto se debe a que los intereses
de los/as actores con la autoridad y capacidad para garantizar el efectivo cumplimiento de la ley
y de los derechos de los internos, se interponen. Sumando la influencia que ejercen otros/as
actores externos sobre la materia. Por lo tanto, los servicios e instalaciones que deberían estar a
disposición de los internos por las políticas sociales existentes dentro de la Unidad no van a ser
garantizados como derechos, sino más bien como beneficios por su conducta y posición, en una
lógica de premio y castigo.
Debemos reconocer la particularidad de esta Unidad, que por estar localizada en el
macrocentro de Rosario y ser de mínima seguridad, es una institución “accesible y cómoda”
para gran parte de los/as actores externos. Por ello, podemos decir que se encuentra en una
situación privilegiada cuando se trata de las intervenciones sociales que se realizan enmarcadas
en el sistema penitenciario del sur de la provincia. Por otro lado, al estar los internos de esta
Unidad próximos a salir en libertad, se produce una discontinuidad en la participación de las
políticas sociales implementadas, quedando inconclusos estos procesos.
“…la Unidad III es una unidad muy particular, lo que pasa en la UIII no pasa
en Piñero o en la Unidad XVI o en la VI. En Piñero, sobre todo, y esto también es por
el tipo de cárcel; hay diferentes tipos de cárcel, piñero es una cárcel de máxima
seguridad y la UIII de mínima, entonces desde ahí el ajuste de las rejas influye también
en el acceso a las políticas sociales más o menos, y a los derechos. No debería, pero es
lo que pasa.” (M.E. García Cabrera, comunicación personal, 8 de julio de 2019)
47
A lo largo de este capítulo lo que intentaremos desarrollar es cómo estas políticas
sociales que se implementan con el fin de garantizar los derechos que la ley establece, llegan a
los internos por medio de la lógica premio - castigo. Retomando a Goffman los premios y los
castigos “son modos de organización inherentes a las instituciones totales. [...] En la institución
total los privilegios no equivalen a prerrogativas, franquicias o valores, sino simplemente a la
ausencia de privaciones” (2001: 60-61). “Aquello que no está escrito, pero está reglamentado
por los modos de hacer de dicha institución [...] que constantemente le imprime un modo de
hacer informal” (Chiponi, 2016: 170). Se les hace comprender de alguna forma a los internos
que el hecho de que tengan escuela, talleres y otras actividades es un privilegio y no un derecho,
al igual que el traslado a estos espacios, les hacen entender que solo se los puede trasladar en
caso de habérselo ganado, por conducta o posición.
Esta lógica que define históricamente el funcionamiento de una institución penal, y sigue
en vigencia en su rutina cotidiana está marcada por la informalidad, que se expresa en el
depender del guardia de turno; de las relaciones del día; del “clima” institucional; de las
relaciones entre los guardias y los internos, de las posiciones de los internos en la cárcel, etc.
como en lo formal, debido a que las mismas leyes establecen sanciones para aquellos que
irrumpen el orden, al igual que una valoración de la conducta, la cual repercute en beneficios,
como dice la Ley: “Los actos del interno que demuestren buena conducta, espíritu de trabajo,
voluntad en el aprendizaje y sentido de responsabilidad en el comportamiento personal y en las
48
actividades organizadas del establecimiento, serán estimulados mediante un sistema de
recompensas reglamentariamente determinado.” (Ley 24.660, 1996, Art. 105)
La lógica premio - castigo no solo afecta de manera directa a los internos, sino que los
diversos/as actores participantes en la institución que gestionan políticas sociales allí dentro se
encuentran atravesados/as por la misma, ya que también van a depender de las decisiones que
tome el guardia de turno en un determinado día y horario, con respecto a determinados sujetos,
para poder desarrollar las actividades previstas en su programa de trabajo. Es una lógica que
imprime “violencias que se traducen en ejercicios selectivos y discrecionales sobre qué hacer,
cuánto tiempo para hacer, quiénes hacen, cómo hacer y sobre todo para qué hacer” (Daroqui,
López y García, 2012:173).
49
que deben cumplirse los derechos de los/as internos/as en su encierro excepto el de su libertad
ambulatoria.
A continuación, realizaremos un análisis de las políticas sociales que se gestionan en la
institución y para ello seguiremos utilizando las entrevistas que le realizamos a Mauricio
Machado, el jefe de correccional y los internos de la unidad. Vale aclarar, que los internos
entrevistados actualmente se encuentran próximos a salir en libertad y cumplir su condena,
condición que los coloca en una posición privilegiada para el acceso a estas políticas.
Retomando la entrevista realizada a uno de estos internos
“No es fácil (acceder a los espacios y servicios), para mi si es muy fácil por la
buena relación que tengo, porque ya estoy por irme y todo eso. Pero hay a algunos que
se les complica. Todo en base a la personalidad que tiene uno. Hay chicos que son
complicados, hay chicos que son rebeldes, tratan mal, te insultan. esos chicos que están
en el fondo en los pabellones de ingreso por ahí les cuesta llegar. No es fácil, no es fácil
para cualquiera obtener eso.
Al principio me costó poder estar en la situación que estoy ahora. Pero se trata
de adaptarse a como es el sistema acá, también se basa mucho en lo que es el respetar a
otro. Yo creo que cuando vos le caes bien a una persona, cuando sos una persona
respetuosa... Y a la gente que no es así se le complica porque ya el mismo celador que lo
tiene que traer dice no, déjalo ahí porque este me va a hacer renegar en el camino, porque
este se va a enganchar. De todas formas, es parte de lo que es la personalidad de cada
uno. Para aquellas personas con personalidad así mala viste no se les hace fácil venir no
sé al médico que por ahí lo necesitan, pero bueno, eso forma parte de la vida dentro de
estos lugares”. (Interno Leandro, comunicación personal, 12 de septiembre de 2019)
Los internos deberán tener acceso pleno a la educación en todos sus niveles y
modalidades y completar la escolaridad obligatoria fijada en la ley. Cualquier restricción a su
50
acceso por parte de la institución y/o personal penitenciario está prohibida. (Ley 24.660, 1996,
Art. 134- 135)
El Ministerio de Educación acordará y coordinará todas las acciones, estrategias y
mecanismos necesarios para llevar a cabo esta obligación. Entre otras acciones, deberán proveer
de ámbitos apropiados para la educación, tanto para los internos como para el personal docente
y penitenciario, adoptar las previsiones presupuestarias y reglamentarias pertinentes, remover
todo obstáculo que limite los derechos de las personas. (Ley 24.660, 1996, Art. 138)
La finalización de años y ciclos educativos tendrán como recompensa el avance a través
de las distintas fases y períodos de la progresividad, hasta 20 meses, siendo éste el máximo.
(Ley 24.660, 1996, Art. 140). La educación se convierte así, además de ser un derecho, en un
beneficio para la progresividad del régimen ya que “puede ser un medio para acortar la duración
de la pena” (Goffman, 2001: 61)
“En la cárcel termine la primaria, y ahora sigo 1er año de la secundaria que lo
vengo repitiendo como 10 veces. Qué bueno, este año me puse las pilas, pero antes ponele
que iba medio año y dejaba porque no me interesaba.” (Interno Daniel, comunicación
personal, 12 de septiembre de 2019)
51
Además, hay un taller de experiencia socioeducativa” (M. Manchado,
comunicación personal, 15 de julio de 2019)
La Ley Nacional establece que “se invitará al interno a formarse en oficios, los cuales
buscarán que sean concordantes con las condiciones personales del interno y con sus posibles
actividades futuras en el medio libre.” (Ley 24.660, 1996, Art. 114)
“Yo conocí acá lo que era un taller de teatro... filosofía me encanta, y lo conocí
acá. Me abrió la cabeza un montón. Yo apenas caí detenido tenía 18 años, salí a los 19,
seguí mal en la calle, caí a los 21; y hasta ahora que voy a cumplir 28 yo nunca deje de
ser extrovertido. Yo para salir del pabellón me metí en los talleres, porque en un principio
52
te metías para poder salir del pabellón. Después, me termine dando cuenta que estaba
bueno, que me gustaba. Y yo fui descubriendo eso, fui descubriendo que me gustaba.
Así que sí, es muy importante. A los pibes les abre mucho la cabeza y funciona
como una manera de descolgarse de todo este sistema, que funciona con el fin de la cárcel.
Bueno, ya entramos con ese tema que es mucho más complicado, pero de alguna manera
te acerca a eso de la resocialización o por lo menos conmigo lo hizo, los talleres lo
hicieron, la gente del taller lo hicieron conmigo. Fue una pata muy importante.” (Interno
Mauricio, comunicación personal, 12 de septiembre de 2019)
“...sirve de mucho porque adquirís herramientas que por ahí afuera no tenés las
posibilidades. Le das a la persona herramientas como para que pueda desenvolverse en
su vida y poder hacer cosas buenas. sirve siempre, acá y donde sea” (Interno Daniel,
comunicación personal, 12 de septiembre de 2019)
Estos espacios funcionan en un contexto donde diversos/as sujetos con grados de poder
distintos influyen en el accionar cotidiano y se hace necesario, para aquellos/as que llevan
adelante esta política, crear estrategias para habilitar a prácticas de posibilidad. “Las estrategias
son micropolíticas, pequeñas, apenas perceptibles ante las lógicas naturalizadas en esta
institución de encierro.” (Chiponi, 2016:172)
53
3.2.3. Trabajo
“El trabajo constituye un derecho y un deber del interno. Es una de las bases del
tratamiento y tiene positiva incidencia en su formación” (Ley 24.660, 1996, Art. 106). El mismo
será remunerado, salvo las prestaciones personales para labores generales del establecimiento o
comisiones que se le encomienden de acuerdo con los reglamentos. Cuando se trabaje para el
Estado el salario del interno no será inferior a las tres cuartas partes del salario mínimo vital
móvil y cuando la organización del trabajo esté a cargo de una empresa mixta o privada la
remuneración será correspondiente a la categoría profesional de qué se trate. (Ley 24.660, 1996,
Art. 120 y 111) Podemos evidenciar que los internos acceden a puestos de trabajo que por lo
general tienen escasa duración, por lo que algunos, cuando les dan la oportunidad, recurren a
otras estrategias, otros trabajos para poder obtener mayores ingresos.
Los sueldos de los internos varían según los puestos de trabajo que ocupen, van desde
los $200 a los $1300; a su vez estos puestos no pueden ser disputados por todos debido a que,
por un lado, para acceder a determinados empleos hay que necesariamente estar en determinada
progresividad de la condena. Estos son los llamados puestos extramuros, que son los más
remunerados dentro de la institución y requieren como requisito que el interno tenga mitad de
condena cumplida y permiso de salidas transitorias. Por otro lado, la unidad N° III es una cárcel
muy chiquita que no dispone del espacio suficiente para poder brindarles a todos los internos
un puesto de trabajo, cuestión que lleva a que solo algunos internos, con las mejores
clasificaciones de conducta y concepto puedan acceder.
“Las grandes unidades si tienen lugares, tienen trabajo; como por ejemplo
Coronda tiene el taller de IAPI, que ahí trabajan hacen mimbre, panadería. son unidades
que tienen más estructura física para poder proyectar algo de otro tipo de trabajo a
comparación de esta unidad que es muy chica y los lugares o destinos son muy pocos,
por eso mucho también la demanda de los internos que buscan destinos laborales porque
54
realmente es una ayuda para las familias, porque lo que la mayoría de ellos tienen hoy no
es un sueldo, es un peculio que es una ayuda económica que se les da por el simple
incentivo de decir haces algo y nosotros te vamos a compensar ese algo que estás
haciendo.” (Jefe de correccional UPIII, comunicación personal, 12 de septiembre de
2019)
Según los datos que pudimos obtener a partir de una entrevista con la terapista
ocupacional de la unidad, en el mes de agosto del 2019: 45 internos recibían un peculio estimulo
de $200; 165 internos cobraban $500; 5 de ellos $700; 19 internos accedían al peculio de $1300;
21 internos al de $1500; y solo 18 personas alcanzaron a recibir $1900. Esto demuestra que, del
total de la población de 273 internos, un 76% recibe menos de $500, lo que es insuficiente para
cubrir sus necesidades básicas y ayudar a sus familias.
3.2.4. Salud
La concepción salud integral implica ir más allá de la barrera física del organismo, para
abarcar el estado de bienestar físico, mental y social y no solo la mera ausencia de la
enfermedad. Se deben considerar los aspectos psíquicos/psicológicos del interno, como así
también el entorno donde se encuentra, la realización de actividad física, acceso a
los alimentos, educación, capacitación y oportunidades de empleo. Todos estos y otros factores
le permitirán al individuo obtener bienestar.
Al ingreso o reingreso de un interno a la unidad se le realiza un examen médico del que
se dejará constancia en la historia clínica. La misma se completará con la incorporación de los
estudios psicológico y social realizados durante el período de observación y sus actualizaciones.
Además, se hará una copia para constituir la historia criminológica. (Ley 24.660, 1996, Art.
144-145) En esta primera intervención se determinará quien tiene alguna condición para tratarla
en su particularidad y se harán requerimientos necesarios a otros organismos, como es la cocina
para el menú especial para personas con HIV, tuberculosis, diabetes y celiaquía.
Asimismo, se podrá trasladar al interno cuando la naturaleza del caso lo aconseje a un
centro de atención afuera se requerirá previa autorización del juez de ejecución o juez
55
competente, salvo razones de urgencia. De todos modos, se deberá comunicar al magistrado la
decisión que se tome al respecto. (Ley 24.660, 1996, Art. 147)
Además del servicio médico de la unidad, allí dentro se encuentra también el DIS
(Dispositivo Interdisciplinario de Salud), actor externo, que recurre en determinados días y
horarios y se encuentra conformado por profesionales de diversas disciplinas con el fin de poder
trabajar la salud de los internos en su concepción integral.
“En el DIS también que hay psicólogos y me ayudan, son más que nada amigos
antes que psicólogos, voy siempre cuando puedo y coincido con los días que ellos están.”
(Interno Mauricio, comunicación personal, 12 de septiembre de 2019)
Se busca promover, estimular y facilitar las relaciones del interno con su familia en y
otros vínculos útiles con personas u organismos, que puedan favorecer sus posibilidades de
reinserción social. (Ley 24.660, 1996, Art. 168) Y se autorizará en caso de enfermedad o
accidente grave o fallecimiento de familiares o allegados la salida para visitar o concurrir a los
eventos correspondientes a lo ocurrido.
“Me afilié a IAPOS estando detenido, por una cuestión de una granja de
rehabilitación cuando caí detenido y para no generar gastos, me afilio a esta obra social,
mi abuela es de la obra social y por medio de la ayuda de mi familia y del EARS de esta
unidad hace un par de años atrás lo hice.” (Interno Mauricio, comunicación personal, 12
de septiembre de 2019)
56
a hacer todos los papeles que me pedían (Interno Daniel, comunicación personal, 12 de
septiembre de 2019)
57
Capítulo 4: El rol del Trabajo Social en la institución
4.1. La profesión dentro de la división social del Trabajo
En la actualidad, los/as profesionales de Trabajo Social se encuentran divididos/as
dentro del Sistema Penitenciario santafesino en dos organismos para realizar sus funciones: los
EARS y los OTC. Estos tienen protocolos específicos que moldean las acciones laborales que
realizan los/las profesionales cotidianamente.
Desde siempre, el/la Trabajador/a Social se sostiene socialmente como un trabajador/a
asalariado/a cuya inserción en el mercado de trabajo pasa por una relación de compra y venta
de su fuerza de trabajo especializada con los organismos empleadores estatales o privados.
Siendo los/as trabajadores/as sociales propietarios/as de su fuerza de trabajo calificada, sin
embargo, no disponen de todos los medios y condiciones necesarios para realizar su trabajo,
parte de los cuales son brindados por la entidad empleadora (Iamamoto, 1998). Esta condición
de trabajador/a asalariado/a que implica la dependencia del salario para vivir inscribe a los/as
trabajadores de esta disciplina a seguir la organización del trabajo que la institución determina.
La profesión es un “componente de los aparatos ideológicos del Estado (Althusser) y los
trabajadores sociales son asalariados que, como los demás, tienen derechos y, sobre todo,
múltiples deberes” (Karz, 2007: 69). Esta pertenencia es una condición objetiva, requisito sine
qua non de existencia y de funcionamiento de toda intervención social. Por ello, su
funcionamiento supone la puesta en acto de una política social y una determinada relación con
la ley, ya que el ejercicio profesional estará delimitado por las normas vigentes que el/la
profesional acata debido a su condición de asalariado/a. (Karz, 2007) “las condiciones de trabajo
influyen muchísimo en la capacidad de garantizar otros derechos, si quizás los tuyos no los
tengas garantizados.” (M.E. García Cabrera, comunicación personal, 8 de julio de 2019)
En cuanto a las condiciones de trabajo éstas están reglamentadas formalmente en la Ley
Orgánica del Servicio Penitenciario de Santa Fe, la cual fue sancionada durante la última
dictadura militar que sufrió Argentina, y no tuvo modificaciones. La Ley Orgánica está
desactualizada a tal nivel que ni siquiera contempla los cambios que vivió la profesión, al
convertirse en una carrera de Grado con un título habilitante de Licenciatura. Además, adquirió
un nuevo nombre que rompe con la vieja visión de la misma, para plantearse como una
disciplina que “se inscribe en el campo de la defensa y/o realización de los derechos sociales de
la ciudadanía, en la gestión de la cosa pública” (Iamamoto, 1998:37). Estos/as profesionales
siguen estando clasificados legalmente como asistentes sociales, dentro del escalafón
profesional. Se incorporan como subadjuntores ayudantes, lo que implica un grado menos en la
58
jerarquía con respecto a las profesiones agrupadas en Criminología, Sanidad y Jurídico, las
cuales ingresan como subadjutores. Se describe a la profesión como “Servicio Social: que
comprende a los asistentes sociales afectados a los servicios de asistencia penitenciaria y
pospenitenciaria” (Ley Orgánica del Servicio Penitenciario N° 8.183, 1978, art. N° 17). La Ley,
nos cuenta María Eugenia, establece que
“…tiene cuestiones así como: las mujeres por ser mujeres no pueden acceder a cargos
jerárquicos superiores, solamente llegan los varones a Prefecto, nosotras llegamos hasta
subprefecto porque somos mujeres; los trabajadores sociales entran con una jerarquía
menos que el resto de los profesionales, no sé porque, en su momento no era una carrera
universitaria y pensamos tiene que ver con eso, pero la Terapia Ocupacional tampoco
y de hecho hoy en día no te piden la Licenciatura en Terapia Ocupacional, vos podes
ser terapista ocupacional o Licenciada en eso y de todas maneras accedes, entonces
bueno, no sé por qué. También te pueden subir la jornada laboral, subirte en horas y
pagarte lo mismo, o sea un día te pueden decir a partir de mañana trabajamos 7 horas,
que nos pasó en todo este transcurso, o trabajamos 6 o 5, y no te podes agremiar, o sea
que no tenemos representación. De hecho, las paritarias, cuando hay que exigir
derechos, te acompañan a los docentes por ejemplo y tomas el porcentaje ese. Eso
supuestamente hay un proyecto de Ley para modificar la ley orgánica que está hace
muchos años y no se sabe que paso con eso.” (M.E. García Cabrera, comunicación
personal, 8 de julio de 2019)
Además de las condiciones que se administran formalmente por medio de las leyes,
los/as profesionales en el cotidiano de su accionar se encuentran con condiciones informales
que organizan el funcionamiento de la institución empleadora. Esta no es un condicionante
externo para el ejercicio profesional, sino que organiza el proceso de trabajo. (Iamamoto, 1998)
Esta autonomía relativa implica que el/la profesional no dispone con todos los medios
de trabajo necesarios para desempeñarse ya sean técnicos, humanos, edilicios, financieros,
59
materiales, legales, etc.; debido a que estos son provistos por la entidad empleadora. Sin
embargo, controla los medios teóricos y la forma de conducir sus acciones junto a los individuos
y/o grupos con los que trabaja, “nunca se sabe con certeza qué sucede en el despacho donde
tienen lugar las entrevistas, menos aún en las visitas a domicilios o los encuentros en la vía
pública.” (Karsz, 2007: 40-41).
Estos medios no son herramientas neutras, responden a una teoría e ideología, es decir,
toda intervención social va a estar cargada de “normas, valores, modelizaciones, ideales,
realizados en ritos y rituales, en gestos y actitudes en pensamientos y afectos, en configuraciones
institucionales, en prácticas materiales. Son discursos tanto como prácticas, maneras de hablar
y maneras de callar.” (Karsz, 2007: 50). Los/las profesionales que desempeñen esta disciplina
dentro de la Unidad cargan con una ideología y teoría singulares que pueden o no coincidir con
la de los otros/as actores de la institución.
Según los medios teóricos que utilice el/la profesional y el estatus de la práctica teórica
se podrán descifrar las problemáticas de los individuos y de los grupos. Los métodos utilizados
por este/a profesional son teorías en acto, estas teorías actuadas abren posibilidades y obturan
otras. (Karsz, 2007) “Las teorías son puntos de vista argumentados, rigurosos, puestos a prueba,
organizados, con arreglo a preposiciones ordenadas y a definiciones relativamente precisas.”
(Karsz, 2007: 64)
“El trabajo teórico es un proceso pautado por la formación inicial y la formación
permanente.” (Karsz, 2007: 62) Esto permite realizar una crítica regular de los conceptos,
argumentos, demostraciones; la cual es necesaria para reflexionar sobre los modos, acciones,
resultados y motivaciones de la intervención profesional.
Podemos observar el poco dominio sobre las herramientas y procesos necesarios para el
desempeño profesional en la Unidad III, en las condiciones edilicias de la Unidad, las cuales no
afectan solo la convivencia de los internos en los pabellones, sino también a los profesionales,
ya que las oficinas son frías, con pocas sillas; los espacios para atender a los internos tienen
poca privacidad; y el baño, el único lugar con total privacidad del ambiente de trabajo, es
compartido por todos/as los/as profesionales. Por otro lado, a la hora de trasladarse por la
Unidad se encuentra la restricción para el profesional para transitar ciertos lugares del edificio
y necesita que un guardia le abra la puerta para ir al casino comedor, a Correccional y otros
lugares, también, para salir del edificio debe solicitar permiso, aunque sea para ir a una farmacia
o quiosco. Además, estos trabajadores/as requieren que los agentes con el rol de “Disponible”
le acerquen a la oficina a aquel interno que quieren entrevistar, lo que conlleva que sin esta
figura no se pueda llevar a cabo la tarea planeada.
60
Otras condiciones que tienen los/as profesionales del Servicio Penitenciario es que si
deben realizar informes deben tener autorizada la salida para realizarlo y disponer de la
movilidad; ésta última no ocurre con frecuencia, sino que deben compartirla con otros
trabajadores/as de la institución, y casi nunca es suficiente, para la cantidad de trabajo y los
plazos requeridos de entrega.
Cuando en el espacio en el que se desarrolla la acción profesional hay malas condiciones
que afectan de forma directa a la/el profesional, ese ‘otro’ con el que trabaja, (aquel que acude
por asistencia), se convierte en un espejo en el que se ve reflejada/o: precarizada/o, angustiada/o,
encerrada/o, y desesperanzada/o; lo que incorpora un plus subjetivo a la práctica que ya es de
por sí dificultosa. (Cazzaniga, 2002)
4.2. Rol del Trabajo Social en el Sistema Penitenciario
Como ya hemos mencionado, las tareas que realizan los EARS y los OTC están
determinadas por un protocolo de intervención para las unidades penitenciarias de la provincia
de Santa Fe dictado desde la Secretaría de Asuntos Penitenciarios. Él mismo establece que estos
equipos tendrán como una de sus tareas fundamentales la producción de informes y dictámenes
sobre diversos aspectos de la trayectoria de los individuos privados de su libertad; y remarca
que los mismos se referirán siempre a lo que las personas privadas de su libertad hacen y no
acerca de lo que son. Estos informes y dictámenes describirán los lugares de alojamiento por
los que el interno ha transitado, como se ha desenvuelto en los mismos en materia de
convivencia, que actividades ha desarrollado y desarrolla con respecto a la educación, al trabajo,
actividades culturales y recreativas; y qué tipo de vínculos sociales mantiene durante su
permanencia en la unidad penitenciaria. Se buscará en todo momento mantener la objetividad y
evitar el uso de valoraciones subjetivas. No se puede diagnosticar o hacer un pronóstico con
respecto a rasgos de la subjetividad de la persona privada de su libertad. (Gobierno de la
Provincia de Santa Fe, 2008)
“Lo que hay que pensar siempre que uno informa es el objetivo que tiene ese
informe, por ejemplo, no es lo mismo armar un informe de salidas transitorias que un
informe de libertad condicional o asistida. Los objetivos son distintos.” (M.E. García
Cabrera, comunicación personal, 8 de julio de 2019)
61
“…acompañar a los presos en la tarea de enfrentar sus necesidades y problemas de
diverso tipo, tanto aquellos generados en sus trayectorias vitales “fuera” de la prisión
como aquellos nacidos de la peculiar situación de encierro en la que se encuentran.”
(Gobierno de la Provincia de Santa Fe, 2008: 5 - 6).
Entre los mecanismos de acompañamiento con los que cuenta se encuentra la atención
del interno, la misma se da por pedido explícito de cualquiera de las partes ya sea cuando el
interno la demande, o el/la profesional. La demanda debe tener una justificación, como, por
ejemplo, por pedido de resguardo o necesidad de un dato para realizar un informe; la realización
de la entrevista de ingreso etc., para poder ser tomada en cuenta por el disponible a cargo del
traslado de los internos y poder concretar dicho encuentro. Además, el/la trabajador/a social
tiene la obligación de llevar un registro de estas intervenciones por escrito, que serán archivadas
en la carpeta criminológica del interno.
Consideramos una pieza esencial en el accionar del/la profesional en la cárcel la
entrevista de ingreso por ser el primer contacto con la persona detenida; ésta implica una
relación social a través de la cual se obtienen enunciados y verbalizaciones es, además, una
instancia de observación; al material discursivo debe agregarse la información acerca del
contexto del entrevistado, sobre su lenguaje no verbal y su predisposición para entablar dicha
relación. (Cazzaniga, 2009) Es una técnica con la que se profundiza en el conocimiento de una
situación, con un mirar intencionado sobre la misma, pero al ser un diálogo, se constituye en
una interacción. Es por ello por lo que en toda entrevista se produce una transmisión mutua de
información y de confianzas (Cazzaniga, 2009). Como plantea Susana Cazzaniga
En cuanto al/la profesional del OTC, es esencial, entre todos los informes que realiza
para la progresividad del régimen, el informe socio ambiental. El mismo es un medio de trabajo
que da cuenta de un para qué, su finalidad, y un cuándo de la realización del informe; debe
constarse en su contenido: una presentación de la situación, es decir, un relato descriptivo, donde
ubicamos la situación (objeto de la acción profesional), su contexto y origen, un análisis e
interpretación de la entrevista que se realizó. La realización de un informe socioambiental
62
implica que anteriormente la/el trabajador/a social acudió al domicilio propuesto por el interno
para poder interactuar con la familia por medio de una entrevista.
Como regla general, el/la trabajador/a social ejerce su función en nombre del Estado, en
nombre del mismo se dirige a los públicos que le son asignados y redacta los informes
destinados al aparato judicial. Sin embargo, cuando estos profesionales hablan, escuchan,
observan, lo hace en su propio nombre, según su formación, sus valores, intereses y postura
ideológica. (Karsz, 2007). Aunque la entrevista tenga como finalidad recolectar los datos
requeridos por la institución y el poder judicial, la manera de llevarla a cabo, cuál será la
estrategia por utilizar para recorrer la trayectoria del interno y la profundidad con la que se
abordará cada tema, corresponderá a los intereses del/la trabajador/a social que responden a su
relativa autonomía. “Cada situación en particular dará los contenidos de los aspectos a indagar.
Una entrevista, tendrá para el trabajo social un doble valor: conocer la trayectoria del sujeto,
pero a la vez producir la autorreflexión de ese sujeto sobre su vida.” (Cazzaniga, 1997:4)
Las acciones realizadas por el/la profesional siempre serán pensadas estratégicamente
para poder explorar, descubrir y entender las interrelaciones e interconexiones de los problemas.
Pensar estratégicamente implica reconocer la existencia de otros/as actores sociales que ejercen
alguna influencia a la hora de intervenir, cuáles son los grados de poder de los mismos, los
intereses en base a su marco ético- ideológico, para que, a la hora de planificar una intervención,
se tomen en cuenta los diferentes aspectos que hacen a la situación, reconsiderando
obstáculos/resistencias, alternativas, decisiones, cursos de acción, con el fin de lograr el
resultado esperado.
Esta modalidad de trabajo implementada desde el 2017 que divide a los/as profesionales
de las distintas disciplinas que se desarrollan en el sistema penitenciario de la Provincia de Santa
Fe para lograr mayor objetividad y eficacia en el trabajo, trae como obstáculos para los/as
Trabajadores/as Sociales por un lado, que aquellos/as que se encuentran dentro de la cárcel en
la mayoría de las situaciones no tomen nunca contacto con los familiares de los internos,
conociendo solo la mirada de este actor para planear un proceso de intervención y por otro, para
aquellos/as que se encuentran por fuera de la unidad, perteneciendo a los OTC, no conozcan al
interno objeto del/los informe/s a realizar, más allá de su carpeta criminológica. Todo esto se
resume a que, en ambas dimensiones, se produce un desconocimiento total de la situación a
abordar.
“Esto se pensó para que haya una buena calidad de informes, porque había
mucha diferencia en los distintos informes, en qué informar, en cómo informar, no es
63
fácil armar un informe[...] ¿Por qué nos sacan de los penales? Para lograr objetividad.
Lo que ellos dicen es que estando en convivencia con los internos podemos llegar a no
ser objetivos, porque vos generas empatía, porque conoces. Las trabajadoras sociales,
acá somos todas mujeres, no tenemos contacto con los internos, no hablamos con ellos
de a dónde vamos a ir, de quién es la casa que ellos nos proponen, todo nos llega por
escrito en un archivo, en un expediente. En cambio, los psicólogos van a entrevistarlos,
solamente eso. Los archivos se arman en las unidades. Son expedientes que vienen con
toda la información, el testimonio de sentencia, un técnico legal, la dirección, el registro
de visita, la conducta, dónde está trabajando y una entrevista que dice toda la historia
del interno. Me costó muchísimo adaptarme a eso porque es meramente administrativo,
está bien, tenés contacto con la familia… pero a veces hay que ubicar a la familia
diciéndole no lo conozco, no sé cómo es, no vuelvo a decirle nada.
Nosotros estamos trabajando vinculados a los EARS porque ellos son nuestra
información y nosotras somos las que podemos responder a la progresividad que están
esperando allí dentro.” (M.E. García Cabrera, comunicación personal, 8 de julio de
2019)
Por otro lado, la Ley establece que el trabajo de los/as profesionales debe ser
interdisciplinario, con el objetivo de combinar las diferentes disciplinas para interconectarlas y
ampliar de este modo las ventajas que cada una ofrece.
En nuestra experiencia observamos que el trabajo allí no se da así sino de manera
multidisciplinar, en donde los/las profesionales trabajan de manera aislada realizando sus
intervenciones en base a los objetivos dispuestos en las Guías para la Actuación Profesional. A
pesar de que cuentan con una coordinación en común, esta queda relegada a un plano
administrativo, ya que la modalidad de trabajo no integra las diferentes disciplinas que
conforman los equipos, sino que cada una conserva sus métodos y suposiciones ético- políticas
sin intercambio de las otras disciplinas.
También, consideramos que existe trabajo en red entre las/os profesionales del E.A.R.S
y otras instituciones, lo que implica la derivación de un lugar de la red a otro, para la
optimización máxima de los recursos; se busca de esta manera, que haya un contacto directo
entre los/as diferentes actores. Se establecen formas de cooperación y/o alianzas entre sí con
capacidad de generar estrategias de intervención que se adapten a los acontecimientos y las
circunstancias que puedan surgir. Las redes de trabajo son dinámicas, con actores diversos, por
lo que resulta necesario reconocer la complejidad de las interacciones y vínculos entre las
64
instituciones. Las principales instituciones con las que se trabaja son hospitales, registro civil,
casas funerarias, cementerios y la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.
4.3. Un quehacer profesional distinto dentro de la Unidad N° III
Para la construcción e implementación de nuevas estrategias de intervención que
impriman una nueva dirección social a la planificación y ejecución de las acciones demandadas
al Trabajo Social, es necesario romper con el rol tradicionalmente asumido de tutela y control
de los internos. Como plantea Iamamoto es necesario romper con la imagen de
Esta imagen dentro de la Unidad se refleja debido a que, en una institución cerrada en
donde el/la profesional depende en todo momento de otros para realizar alguna acción más allá
de su oficina, rutinariamente el/la trabajador/a social pasa gran parte de su jornada laboral
realizando trámites o frente a una computadora realizando los informes que le son solicitados.
Sin embargo, esta labor tiene un gran potencial estratégico, el cual dependerá de que el/la
profesional se problematice, reflexione sobre su accionar, sobre lo que está informando y cómo
lo está haciendo, pensando en todo momento a quién va dirigido. Además, cuando se realizan
gestiones administrativas, se debe reconocer el grado de importancia que tiene en la trayectoria
personal del interno.
De modo que la profesión debe responder a demandas que están concretizadas en la
política institucional, en los programas de trabajo y que no pueden ser eliminadas. Pero para ir
más allá, resulta imprescindible fundar la legitimidad de la acción profesional más allá del
Estado y las instituciones, pero reconociendo la intermediación ejercida por organismos
empleadores en el mercado de trabajo. Para ello, se deberá sobrepasar la mera demanda
institucional ampliando el espacio ocupacional con propuestas de trabajo creativas y críticas que
potencialicen las intervenciones a través de una articulación de teoría y práctica, dentro de los
límites socialmente establecidos a la profesión. (Iamamoto, 1992)
En cuanto a la interdisciplina como modalidad de trabajo, esta se convierte en un desafío
a construir en el cotidiano, más allá de lo considerado formalmente. Implica trascender las
parcialidades de cada profesión para buscar otros modos de pensar y hacer de manera
complementaria, sin dejar de reconocer las especificidades que tiene cada una. Constituye una
65
herramienta necesaria para intervenir en las problemáticas sociales. No es desde la soledad
profesional que se pueda dar respuestas a la multiplicidad de demandas y la complejidad que
presentan, como tampoco es posible mantener una posición subalterna dentro de los equipos de
trabajo. (Cazzaniga, 2002)
Por último, creemos necesario que los/las profesionales de la institución actualicen de
manera permanente sus conocimientos, no solo profesionales sino también acerca de las
relaciones y los grados de poder de los/as actores que tienen influencia en la institución, ya sean
externos y/o internos, para comprenderlos y reflexionar sobre ellos con el fin de formar alianzas
de trabajo que posibiliten reorientar las políticas institucionales sensibilizándolas para las
demandas reales y potenciales de los internos. Esto exige recursos teóricos, técnicos, jurídicos,
materiales y un horizonte político para descifrar la dinámica institucional (Iamamoto, 1998).
El/la trabajador/a social “es un intelectual que contribuye, junto con otros innúmeros
protagonistas, para la creación de consensos” (Iamamoto, 1998: 89). Por lo que es de
fundamental importancia el posicionamiento ético-político que se toma en cualquier espacio de
trabajo.
Retomando lo planteado por Mauricio Manchado, integrante del colectivo de “La
Bemba del Sur” y del “Programa Educación en Cárceles”, el/la trabajador/a social en la
institución es un/a profesional de suma importancia que se convierte en un/a actor/a
estratégico/a y clave para la transformación de la vida cotidiana allí dentro, con el fin de realizar
y/o garantizar derechos de las personas privadas de su libertad.
66
coordinación de esos espacios, como son las trayectorias laborales, educativas, etcétera,
tienen un montón para decir y para hacer. Muchos estudiantes, trabajadores sociales
están hoy vinculados a nuestro proyecto, ya sea relevando la situación socioeducativa,
coordinando espacios, acompañando dentro del Programa Nueva Oportunidad. Puede
observar, mirar, terminar, reflexionar y determinar la cuestión sobre ese otro” (M.
Manchado, comunicación personal, 15 de julio de 2019).
Pero, además, reconoce, surgen dificultades para poder trabajar con ese otro de ese
modo
“El trabajador social está siempre ‘cintureando’, como dicen los profesionales
ahí. Uno puede querer impregnar otra lógica, pero si el juez te manda a hacer diez
ambientales, no llegás. Es siempre un juego entre lo que querés, lo que debés y lo que
podés. Tal vez querés abrir nuevos espacios, pero debés hacer informes y, ni hablar de
lo que podés hacer, es muy poco porque te ponen un montón de trabas.” (M. Manchado,
comunicación personal, 15 de julio de 2019).
67
Capítulo 5: Propuesta disciplinar, capacitaciones sobre enfoque de Derechos
y ciudadanía en la Unidad Penitenciaria N° III de la Provincia de Santa Fe.
Para la siguiente propuesta realizamos una reflexión crítica sobre la cotidianeidad que
se vive en la institución. Utilizaremos algunos de los autores propuestos por las cátedras de
Planificación Social I y II; estos son: Rovere, Gallo, Matus y Niremberg.
Esta propuesta estará planificada estratégicamente, lo que implica que en su formulación
se reconozcan los intereses y posicionamiento de los/as distintos actores que influyen en la
situación. Esto permitirá comprender que hay niveles de conflicto y consenso entre los/as
actores participantes, haciendo que se construyan diferentes escenarios de acción y a su vez, la
planificación sea flexible y pueda cambiar según los acontecimientos que surjan.
5.1. Posicionamiento
En el 2017, realizamos nuestras prácticas como estudiantes de Trabajo Social en la
Unidad Penitenciaria N° III, ubicada en Rosario, Santa Fe. En ese espacio nuestro rol era de
observadoras participantes del trabajo de los/as profesionales del EARS, con una imposibilidad
de intervenir más allá de la supervisión de nuestra tutora, pero permitiéndonos incluir nuestro
punto de vista en sus acciones. Nos posicionamos a partir de esta experiencia de prácticas desde
un enfoque de Derechos Humanos con el fin de lograr que la trayectoria de las personas privadas
de su libertad sea lo menos dañina posible, a pesar de su condición de encierro, exclusión,
circunstancias de consumo problemático y teniendo en cuenta que todo forma parte de una
problemática social más amplia que los condiciona por su contexto socio-económico y cultural.
El enmarcarnos desde un enfoque de Derechos implica reconocer la existencia de la Ley
de Ejecución Penal N° 24.660, la cual tiene por objetivo la reintegración social de aquellos
individuos que pasan por la institución penal. Antes de cumplir la condena cuando la persona
encerrada está próxima a salir en libertad, la ley establece con el fin de dar solución a los
problemas que puedan ser causa de desorientación, desubicación o desamparo, que ésta gozará
de protección y asistencia social, moral y material pospenitenciaria a cargo de un patronato de
liberados o de una institución de asistencia pospenitenciaria. Se atenderá a su ubicación social
y a su alojamiento, a la obtención de trabajo, a la provisión de vestimenta adecuada y de recursos
suficientes, si no los tuviere, para solventar la crisis del egreso y de pasaje para trasladarse al
lugar de la República donde fije su residencia. (Ley 24.660, 1996, Arts. 172- 173)
De esta ley deducimos que los internos deben gozar del pleno ejercicio de sus derechos
a excepción del de la libertad ambulatoria. Pero, de acuerdo a lo observado en el cotidiano de
la persona que se aloja en la institución, creemos que el ejercicio de los mismos va a estar
68
condicionado por la lógica premio - castigo imperante de la prisión. A sí mismo, podemos
evidenciar que cuando las personas que se encontraban alojadas en la unidad obtienen su libertad
la gran mayoría, abandona procesos iniciados durante su encierro sin continuarlos en el afuera,
debido a que este es un lugar que no los incluye, esto se debe, en cierta medida, a la visión que
tiene una amplia parte de la sociedad sobre las personas en conflicto con la ley penal.
El salir en libertad implica la búsqueda de trabajo sin obtener respuesta del mercado de
trabajo formal, ya que son portadores de antecedentes, de un certificado de conducta que
describe el pasaje por la cárcel, de marcas físicas y psicológicas. A veces, logran encontrar en
la informalidad trabajos temporarios, como son las “changas”, las cuales tienen muy baja
remuneración en comparación al esfuerzo que requieren, además de no ser una entrada fija y
regular, sino cuando se tiene demanda. Esto provoca un nuevo comienzo en la ilegalidad, que
empieza con un trabajo en negro, en las peores condiciones y desemboca en la delincuencia, la
cual los atrae en la búsqueda por satisfacer las necesidades inmediatas. Este proceso va
acompañado por una trayectoria marcada por el no acceso, o el acceso precario (material y
simbólicamente), al ejercicio efectivo de derechos como la salud, la vivienda, la educación, la
cultura, al trabajo y la justicia. (Chiponi, 2016)
Con relación a esta problemática, reconocemos como actor fundamental a la Dirección
de Control y Asistencia Pos Penitenciaria ya que es el organismo público encargado de la
inclusión social de aquellos internos recién salidos en libertad. La misma busca lograr su
reintegración en el medio libre, a través de la tramitación del DNI en caso de no tenerlo, el
incentivo a retomar procesos educativos y la inscripción en cursos de capacitación laboral. Sin
embargo, podemos observar que esta área y sus programas siguen la lógica de la unidad
penitenciaria en donde los internos ven sus servicios como un simple otorgamiento de la
institución por estar presos y no se perciben a sí mismos como sujetos de derechos. Además,
creemos que este trabajo es insuficiente para alcanzar sus objetivos ya que “generar la
autoconfianza y autonomía de los liberados” requiere de un trabajo de acompañamiento
prolongado en el tiempo y de concientización sobre los derechos y obligaciones de los que son
titulares.
Nuestra intención, es acompañar a los internos en el proceso de búsqueda de la
percepción de sí mismos de otra manera de lo que la percibe la mayoría de la sociedad y
que muchas veces ellos mismos terminan incorporando, es decir, no como sujetos que delinquen
sino como sujetos con derechos y obligaciones y que, una vez finalizada su condena, tengan
conocimiento sobre las instituciones públicas a las que pueden acudir y de los derechos de los
69
que son titulares, tanto ellos como sus familiares. El empoderamiento y la autonomía de estas
personas es el objetivo general que buscamos concretar a partir del siguiente proyecto.
Este posicionamiento e intencionalidad fue consolidada a través del análisis
intersubjetivo e histórico realizado durante el desarrollo del capítulo número 1 y 2. Hemos
llegado a la conclusión de que el punto en común entre todos los/as actores es el reconocimiento,
enmarcamiento y sostenimiento, aunque sea formal, de la Ley 24.660.
5.2. Temática
Ubicamos como temática general el ejercicio de los derechos de las personas privadas
de su libertad una vez cumplida la condena.
5.3. Situación problemática
El acceso a las instituciones públicas en los barrios de las personas privadas de su
libertad ambulatoria en la Unidad Penitenciaria N° III una vez cumplida su condena.
5.3.1 Elección del problema
La elección de la problemática a abordar fue realizada por medio de la Matriz GUT, que
combina criterios de Gravedad, Urgencia y Tendencia, a través de un listado de problemas para
identificar el más importante de acuerdo con nuestros intereses. Tomaremos siempre como
sujeto a los internos de la Unidad Penitenciaria N° III.
Lista de problemas
● Escaso acceso a las instituciones públicas en los barrios que proveen políticas sociales
en pos de garantizar derechos cuando salen en libertad.
● Poco interés de las personas privadas de su libertad para involucrarse en los procesos de
gestión de políticas sociales.
● Ciudadanía restringida o pasiva
● Abandono de los procesos educativos, culturales y de salud comenzados en la institución
● Aumento de políticas de seguridad represivas
N° Problema G U T GxUxT
1 Escaso acceso a las instituciones públicas en los barrios que proveen 5 5 5 125
políticas sociales en pos de garantizar derechos cuando salen en libertad.
70
4 Abandono de los procesos educativos, culturales y de salud comenzados en 4 3 3 36
la institución
71
que no sean conscientes de que son sujetos titulares de derechos y no meros beneficiarios de los
servicios penitenciarios.
5.4. Antecedentes
Reconocemos como antecedentes para elaborar nuestra propuesta al programa de
“Educación en Cárceles” llevado adelante por la Secretaría de Extensión Universitaria de la
Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR en conjunto con la Bemba
Del Sur. Debido a que en su desarrollo incluye a estudiantes de la Licenciatura de Trabajo Social
72
de dicha facultad que se encontraban realizando sus prácticas profesionales en instituciones
penitenciarias con el fin de tener otra vinculación con la misma.
5.5. Visión
La visión que direccionara nuestra propuesta es la de garantizar el ejercicio de los
derechos de los que son titulares todas las personas detenidas en la Unidad Penitenciaria N° III
por medio de la participación en instituciones públicas presentes en sus barrios.
Para elaborar la propuesta tomamos del árbol del problema la causa: desconocimiento
por parte de los internos de los derechos de los que son titulares y las instituciones públicas a
las que pueden acudir. Es por ello, que proponemos la realización de capacitaciones dentro de
la Unidad Penitenciaria N° III de la Provincia de Santa Fe sobre Derechos Humanos, ciudadanía,
Instituciones públicas y políticas sociales vigentes, con internos próximos a cumplir su condena,
tener salidas transitorias o libertad condicional.
5.5.1. Objetivos generales
● Posibilitar el acceso a los internos próximos a salir en libertad pertenecientes a la Unidad
N° III de Rosario a distintas instituciones del Estado con el fin de contribuir al ejercicio,
ampliación y restitución de los derechos que son titulares.
● Interpelar el rol de la Universidad Pública en contextos de encierro, con fines de
potenciar sus intervenciones en estos espacios.
5.5.2. Objetivos específicos
● Concientización de las personas que fueron privadas de su libertad sobre la titularidad
de sus derechos y obligaciones, las instituciones a las que pueden recurrir y las políticas
sociales que se encuentran en funcionamiento y pueden serles de utilidad.
● Ampliar la cantidad de capacitaciones dentro de la institución penitenciaria.
● Ampliar el espacio de prácticas profesionales de los y las estudiantes de Trabajo Social
de la UNR.
5.6. Modalidad de operación
Las capacitaciones van a ser llevadas a adelante por estudiantes de Trabajo Social, ya
que esta carrera tiene una formación en Derechos Humanos y una práctica profesional que
interviene en situaciones de vida. Además, se caracterizan por un trato cara a cara con las
personas con las que trabajan. Consideramos que cuenta con el conocimiento y las capacidades
necesarias para realizar tal abordaje, que la experiencia los nutrirá profesional y personalmente,
y los internos puedan construir con ellos un vínculo que los ayude en su tránsito dentro de la
institución. Los y las estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Rosario
estarán insertos en este proyecto a través de sus Prácticas Profesionales que realizan dentro de
73
la institución; lo proponemos como una actividad dentro de la carga horaria curricular
establecida por la Facultad.
La modalidad de trabajo será de taller, considerándola la mejor alternativa debido a que,
por un lado, rompe con el tipo de educación bancaria que probablemente recibieron en la
escuela, y por el otro, esta forma de trabajo permitirá a los internos sentirse cómodos para hablar,
expresarse, no tener timidez o miedo, sobre todo teniendo en cuenta que a los y las estudiantes
los van a percibir como “los de afuera”. Nos propusimos armarlos en base a los ejes: derechos,
ciudadanía, Instituciones públicas y políticas sociales; además de estos ejes se trabajarán otros
contenidos de manera flexible en base a las necesidades, intereses y demandas de los internos.
5.6.1. Matriz de Marco Lógico
La siguiente Matriz de marco lógico de la CEPAL (Ortegón, E; Pacheco, J. F.; Prieto,
A., 2005) brinda un resumen de la propuesta a implementar.
Fin
Lograr que todas las
personas detenidas en la
Unidad Penitenciaria N° III
por medio de la participación
en instituciones públicas
presentes en sus barrios.
74
coordinado por estudiantes ✔ Planilla de ✔ Que los
Universitarios asistencia. internos tengan una
presencia regular en
las capacitaciones para
que éstos se sostengan
en el tiempo.
✔ Que la
Facultad de Ciencia
Política y RRII se
involucre en el
programa de
capacitación.
75
Actividades ✔ En el transcurso de ✔ Convenio con la ✔ Las
✔ Concreción de 4 los meses que van de junio a UNR - Facultad de autoridades de la
talleres basados en el eje de noviembre se realizan 1 vez Ciencia Política y RRII Unidad N° III permitan
Derechos Humanos. por semana dentro de la ✔ Supervisión de el desarrollo de dicho
✔ Concreción de 4 unidad talleres con una los estudiantes por parte proyecto dentro de la
talleres basados en el eje de duración aproximada de 2 hs. de la Cátedra de Práctica institución
ciudadanía. cada uno. Profesional de la ✔ La cátedra de
✔ Concreción de 4 ✔ Cada taller cuenta Licenciatura. Práctica Profesional de
talleres basados en el eje de con la participación de 20 ✔ Observaciones la Licenciatura se
Políticas Sociales. internos que se encuentran del/la Trabajador/a Social involucre en el
76
Insumos ✔ Funcionamiento de ✔ Recorrido ✔ La Unidad N°
El proyecto tiene como los talleres en espacios espacial de la Unidad. III no ponga
enfoque utilizar los recursos destinados de la unidad con ✔ Planilla de obstáculos en el uso de
ya disponibles en la Unidad herramientas audiovisuales. pedidos de la Unidad para herramientas
Penitenciaria N° III que ✔ Entrega a los utilizar las herramientas audiovisuales.
serían la institución (con participantes de un manual audiovisuales. ✔ La Facultad
todos sus costos relacionados instructivo (fotocopias) al ✔ Recibo de de Ciencia Política y
agua, luz, etc.), los/as comienzo del programa de compra y ubicación de los RRII junto a la Unidad
estudiantes de la Lic. en capacitación, valuado en un nuevos materiales N° III faciliten
Trabajo Social que
se costo de $1300. adquiridos. conseguir los recursos
incorporan a estos espacios ✔ Entrega de materiales que no se
en el marco de sus Prácticas anotadores y lapiceras a los encuentran
Profesionales, los recursos participantes de los talleres, disponibles.
materiales (computadora, valuado en un costo de $1000. ✔ La Unidad N°
proyector, parlantes). III permita el ingreso
Los gastos extra, de todos los recursos
generados de la propuesta en necesarios para la
recursos no disponibles puesta en acto de los
estarán destinados a adquirir talleres.
material de estudio.
✔ Los internos
no pierdan las
herramientas de
trabajo-estudio que se
les entregue.
5.6.2. Evaluación
Para evaluar en qué medida se va cumpliendo el programa de capacitación de acuerdo
con la propuesta inicial, es decir si se orienta según la direccionalidad deseable, se realizará una
evaluación durante la puesta en marcha del mismo también conocida como monitoreo. Será de
carácter interno ya que será llevada a cabo por personas y entidades pertenecientes al proyecto,
pero no involucrados directamente en su ejecución, como ser el Departamento de Práctica
Profesional de la Escuela de Trabajo Social y la o el Trabajador/a Social de la Unidad N° III.
Además, adquirirá un carácter autoevaluativo debido a que se les pedirá a los y las
estudiantes al frente de las capacitaciones, junto a su supervisora de prácticas que la lleven a
cabo y así tener un seguimiento de la orientación del proyecto según el propósito planteado.
Llevar adelante este proceso permitirá reconocer cuales son los errores, omisiones y aciertos de
las acciones para mejorar tanto el funcionamiento actual, así como a futuro.
77
A continuación, realizaremos una síntesis del modelo evaluativo propuesto para la
siguiente propuesta.
Dimensiones sustantivas
VARIABLES/
DIMENSIONES TÉCNICAS/FUENTES PREGUNTAS ORIENTADORAS
INDICADORES
Dimensiones instrumentales
VARIABLES/
DIMENSIONES TÉCNICAS/FUENTES PREGUNTAS ORIENTADORAS
INDICADORES
Estilo de la - Modalidad de trabajo - Entrevistas pautadas con ¿Cómo son desarrollados los ejes
coordinación del - Roles y funciones de los/as quienes llevan adelante propuestos por el programa de
programa de estudiantes a cargo de las estos espacios capacitación? ¿cómo es la dinámica
capacitación capacitaciones. - Entrevistas pautadas a de trabajo? ¿Se cumplen los tiempos
internos participantes. previstos para las actividades? ¿Las
78
- Identificación en las - Observación de los actividades realizadas responden a
temáticas trabajadas espacios de capacitaciones los ejes planteados en el programa de
- Participación de los por parte del o la capacitación? ¿Se sienten
internos en las actividades trabajador/a social de la identificados con los temas que se
realizadas Unidad N° III tratan en el taller? ¿Participan
activamente los internos en las
actividades?
Equipamiento de - Uso de herramientas - Planilla de pedidos de la ¿Se realizaron las compras de las
recursos/bienes audiovisuales Unidad para utilizar las herramientas de trabajo de acuerdo
materiales - Compras de anotadores y herramientas con lo programado?
lapiceras. audiovisuales. ¿La unidad cumple con su
- Entrega de manual - Recibo de compra y compromiso de brindar las
instructivo (fotocopias) ubicación de los nuevos herramientas audiovisuales para
materiales adquiridos. llevar adelante los encuentros?
¿Existen obstáculos para su uso?
Dimensiones estratégicas
VARIABLES/
DIMENSIONES TÉCNICAS/FUENTES PREGUNTAS ORIENTADORAS
INDICADORES
Carácter - Tipo de participación de - Revisión de planilla de ¿Qué modalidad adquiere el
participativo los internos próximos a asistencia programa de capacitación? ¿es
cumplir su condena, tener - Entrevistas pautadas con participativa? ¿quiénes y cómo
salidas transitorias libertad quienes llevan adelante participan? ¿Participa siempre los
condicional (intervención estos espacios mismos internos? ¿Se encuentran
en actividades, en - Observación de los presentes en todos los talleres? ¿Se
formulación de propuestas, espacios de talleres realizan actividades en donde se
en la toma de decisiones) - Revisión de la incentive a interactuar con otros?
- Asistencia sostenida en el planificación de las
tiempo por parte de los actividades.
internos a los talleres
- Realización de actividades
comunicacionales para
fortalecer vínculos.
79
Carácter integral - Desarrollo de acciones - Observación de los ¿Las acciones realizadas toman en
orientadas a los diferentes encuentros. cuenta todos los factores vinculados
factores relacionados con la - Entrevistas pautadas con al problema o solo algunos? ¿El
problemática los/as involucrados/as en la enfoque en las actividades realizadas
- Enfoque inclusivo entre el propuesta contempla la futura salida en libertad
contexto de encierro y la - Registro del Proyecto de los internos? ¿Existen instancias
futura libertad formales para la articulación de
- Articulación entre la ambas instituciones?
Facultad de Ciencia Política
y RRII- UNR- y la Unidad
N° III
80
Conclusiones
A lo largo de estas páginas hemos ido desarrollando el funcionamiento de la Unidad
Penitenciaria N° III de Rosario, focalizándonos en el desarrollo de las políticas sociales y la
diversidad de actores con diferentes grados de poder que involucra dicha institución.
Reflexionando sobre lo trabajado, consideramos que el sistema penitenciario no debe
ser analizado pura y simplemente como un aparato de prohibición y represión, sino que
involucra necesariamente otras dimensiones como ser políticas, ideológicas, económicas,
sociales y culturales. Esto se debe a que la cárcel, entendida esta como una institución total
según lo planteado por Goffman, es una institución de alojamiento y trabajo, que involucra para
su funcionamiento a distintos/as actores, ya sea externos como internos, con diferentes
jerarquías y cuotas de poder, donde cada uno cumple una función determinada.
Pensándola en su funcionamiento político, la prisión es una institución funcional al
Estado, que va a responder a los intereses político- ideológicos del gobierno de turno. Le permite
ejercer un doble control a través de la sanción de los actos que elige penalizar, por un lado,
encerrando a aquellos sujetos que considera peligrosos, y por otro, advirtiendo y generando
miedo al resto de la población sobre lo que sucede al no seguir las normas.
Además, debe ser analizada desde lo laboral como institución empleadora, donde
diverso/as profesionales y agentes policiales, participan en ella por medio de un contrato de
trabajo que les impone determinadas condiciones laborales, las cuales se ven obligados/as a
respetar si quieren seguir desarrollándose como trabajadores/as asalariado/as. Estas condiciones
que se encuentran enmarcadas en la Ley Provincial N° 8.183 no han sido modificadas desde
que se decretó la misma durante la última dictadura militar, lo que conlleva a una precarización
laboral.
En este marco entendemos que el Trabajo Social no es un mero reproductor de la
ideología dominante del sistema penitenciario, sino que tiene un potencial transformador a pesar
de que se encuentra con demasiados condicionantes para poder ser una profesión exclusiva de
lograrlo. Por ello, consideramos necesario que se profundice la práctica interdisciplinar en la
institución, donde cada profesión, a pesar de su postura ideológica, pueda acordar un punto de
vista en común, con el fin de trabajar las situaciones que se presenten de manera conjunta para
intentar abordarlas lo mejor posible en su complejidad. Pese a la importancia que le otorgamos
al trabajo interdisciplinario, sabemos que, aun así, las prácticas profesionales seguirán
condicionadas por otros/as actores, lo que implica que las transformaciones que puedan realizar
81
van a estar atravesadas por una lucha de poder, y con la posibilidad de que sean solo parciales,
o no sostenidas en el tiempo.
Por último, al momento de elaborar la propuesta de intervención tuvimos en cuenta que
todas estas dimensiones atraviesan fuertemente la vida cotidiana de los internos de la Unidad.
Ellos se encuentran vivenciando en un mismo espacio las diferentes esferas de la vida, a partir
de una rutina que les es ajena, impuesta desde arriba por otros/as actores, y que deben respetar
si no quieren tener conflictos.
Vivir allí dentro implica la puesta en funcionamiento de políticas sociales destinadas a
garantizar el efectivo ejercicio de los derechos de las personas privadas de su libertad. El
problema surge cuando estas políticas son otorgadas por otros/as actores en una lógica de premio
y castigo, provocando, por un lado, que no todos los internos accedan a ellas por igual y, por
otro lado, que esta lógica invisibiliza el enfoque de derechos que permea estas políticas,
haciendo que los internos desconozcan la totalidad de sus derechos y obligaciones.
Sostenemos que la puesta en marcha de las “Capacitaciones sobre enfoque de derechos
y ciudadanía” en la Unidad Penitenciaria N° III de la provincia de Santa Fe, produciría una
tensión-problematización por parte de los internos de la lógica premio-castigo que organiza el
accionar diario del establecimiento y a su vez, les brindaría las herramientas necesarias para
reclamar sus derechos tanto dentro de la institución, como una vez salidos en libertad.
82
Bibliografía
Andersen, M.J. (2014) “La penalidad neoliberal en el siglo XXI: la tercerización del gobierno carcelario
a través de la ´gestión evangelista penitenciaria´ en las cárceles bonaerenses” Buenos Aires:
Universidad Nacional de Mar del Plata. Universitat de Barcelona.
Andrenacci, L. y Soldano, D. (2006) “Aproximación a las teorías de la política social a partir del caso
argentino” En Problemas de la política social en la Argentina contemporánea. Buenos
Aires: Prometeo.
Appiolaza, M. (2010) "Prevención social de la violencia y el delito en la Argentina". Publicado en la
Plataforma de información para políticas públicas de la Universidad Nacional de Cuyo. URL:
http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/prevencion-social-de-la-violencia-y-
el-delito-en-la-argentina . Fecha de consulta: 27/05/2019
Arias, F. (1999) “El proyecto de investigación: guía para su elaboración” (3ra edición). Caracas: Oria
ediciones.
Baratta, A. (1986) “Criminología crítica y critica del derecho penal”. México: Siglo XXI.
Bourdieu, P. (1997) “Razones Prácticas: sobre la teoría de la acción”. Barcelona: Anagrama.
Carballeda. A (2008) “Los cuerpos fragmentados. La intervención en lo social en los escenarios de la
exclusión y el desencanto” Cap III. Buenos Aires: Paidós tramas Sociales.
Castel, R. (2004) “La inseguridad social: ¿Qué es estar protegido?” Buenos Aires: Manantial.
Cazzaniga, S. y Otros. (2009) “Trabajo Social y la cuestión metodológica”. Paraná: UNER.
Cazzaniga, S. (1997) “El abordaje desde la singularidad”. Desde el Fondo, cuadernillo Universidad
Nacional de La Plata, Facultad de Trabajo Social. Mimeo.
Cazzaniga, S. (septiembre a diciembre de 2002) Trabajo Social e interdisciplina: la cuestión de los
equipos de salud. Revista Margen. (27)
CELS, "La guerra contra el narcotráfico". Consultado el 20 de septiembre de 2019 en
https://cels.org.ar/drogas/index.html.
Cesano, J.D. (2008) “La política criminal argentina ¿Últimas imágenes del naufragio?” Consultado
el 21 mayo de 2019 en http://www.acaderc.org.ar/doctrina/articulos/.
Chaves, M. (2005) "Juventud negada y negativizada: Representaciones y formaciones discursivas
vigentes en la Argentina contemporánea." ÚLTIMA DÉCADA 23, pp. 9-32.
Chiponi, M.S. (julio a diciembre 2016). Sujetos de lo posible. El acontecimiento de las prácticas
culturales en la Unidad Penitenciaria N°3 de Rosario. La Trama de la Comunicación, Volumen
20 (2), pp 163 a 176.
83
Daroqui A., López A., García C. (2012). Sujeto de Castigo: hacia una sociología de la penalidad juvenil.
Rosario: Homo Sapiens Ediciones.
Datos Abiertos. Gobierno Abierto de Santa Fe. Internos por Unidad Penitenciaria. Consultado el 29 de
mayo de 2019 en https://www.santafe.gob.ar/datosabiertos/dataset/poblaci%C3%B3n-
penitenciaria/resource/b35b6f3c-17b6-444a-96a0-c72b257914b6#{}
De Paula Faleiros, V. (1992) “Trabajo Social e Instituciones”. Cap. I y II. Edit. Humanitas.
Decreto N° 4.127. Boletín Oficial, Santa Fe, Argentina, 16 de diciembre de 2016.
Dispositivos de Salud en Cárceles. (s.f.) Gobierno de Santa Fe. Justicia y Derechos Humanos.
Recuperado de
https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/view/full/199503/(subtema)/93812
Documento Básico (2008) “Hacia una política penitenciaria progresista en la Provincia de Santa Fe”.
Santa Fe: Secretaría de Asuntos Penitenciarios.
Falappa, F. y Andrenacci, L. (2009) “La política social de la Argentina democrática (1983- 2008)”. Los
Polvorines: UNGS.
Foucault, M. (2007) “El poder psiquiátrico”. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Gallo, E. (S.F.) “Planificación en la práctica. Una guía para movimientos y organizaciones sociales.”
Traducción de Raúl Alfredo Linares. Brasil: Fundación Oswaldo Cruz y Escuela Nacional de
Salud Pública.
Gigli, J.M. (1999) “Neoliberalismo y Ajuste Estructural en América Latina” en Revista del Centro de
Estudios Internacionales para el Desarrollo. (1). Buenos Aires.
Gobierno de la Provincia de Santa Fe. Ministerio de Seguridad. Secretaría de Asuntos Penitenciarios.
“Protocolo de Intervención Equipos de Acompañamiento para la Reintegración Social Unidades
Penitenciarias – Provincia de Santa Fe”. Diciembre 2008.
Goffman, E. (2001) “Internados”. Buenos Aires: Amorrortu.
Grassi, E. (2003) “Políticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal”. Cap. 1. Buenos Aires:
Espacio. Disponible en http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.532/te.532.pdf .
Iamamoto, M. (1992). “Servicio Social y División del Trabajo”. Editorial Cortez. (págs.183-214)
Iamamoto, M. (1997) “El servicio Social en la contemporaneidad: trabajo y formación profesional”.
San Pablo: Cortez Editora.
Karsz, S. (2007) “Problematizar el Trabajo Social: Definición, figuras, clínica”. Barcelona: Gedisa.
Ley N° 11.661. Boletín Oficial, Santa Fe, Argentina, 19 de noviembre de 1998.
Ley N° 24.660. “Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad”, Boletín Oficial, Buenos Aires,
Argentina, 16 de julio de 1996.
84
Ley N° 8.183. “Ley Orgánica del Servicio Penitenciario”, Boletín Oficial, Santa Fe, Argentina, 20 de
enero de 1978.
Manchado, M. (2017). “Las Prosperidades Restauradoras: el Papel de las Narrativas Pentecostales en
las Estrategias de Gobierno del Sistema Carcelario Argentino”. Rosario: Dados. Recuperado en
https://dx.doi.org/10.1590/001152582017118
Marradi, A.; Archenti N.; Piovani, J.P. (2010) La entrevista en profundidad. En “Metodología de las
ciencias sociales”. Buenos Aires: Cengage Learning Argentina.
Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación. (2018) “Anuario
Estadístico Educativo 2017”. Recuperado en
https://www.argentina.gob.ar/educacion/planeamiento/info-estadistica/educativa .
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Presidencia de la Nación. (s.f.) "La justicia argentina".
Administración de la justicia. Recuperado en http://www.jus.gob.ar/la-justicia-
argentina/administracion-de-justicia.aspx .
Ministerio de Seguridad. Presidencia de la Nación. (2018) "Argentina sin narcotráfico. El objetivo que
nos une a todos". Recuperado en
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/seguridad_argentina_sin_narcotrafico.pdf .
Montagut, T. (2000) “Política Social. Una introducción”. Barcelona: Ariel, S. A.
Niremberg, O.; Braverman, J.; Ruiz, V. (2003) “La lógica de la programación en la formulación de
proyectos sociales” en Programación y Evaluación de Proyectos Sociales. México DF:
Editorial Paidos Tramas Sociales.
Olivera, M.C. (2006) "Las políticas penitenciarias y la realidad carcelaria bonaerense en un marco
social de alta conflictividad. 2000-2005." [En línea] Trabajo final de grado. Universidad
Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Recuperado en
Ortegón, E; Pacheco, J. F.; Prieto, A., (2005) “Metodología del marco lógico para la planificación, el
seguimiento y la evaluación de proyectos y programas”. CEPAL - SERIE Manual N° 42.
Resolución N° 956. Ministerio de Seguridad, Bueno Aires, Argentina, 27 de Noviembre de 2018.
Recuperado en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/315000-
319999/316948/norma.htm
Resolución Nº 1.670. “Protocolo de Intervención de los Equipos de Acompañamiento para la
Reintegración Social”. Dirección General del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa
Fe, 23 de diciembre de 2008.
Rodriguez, E. (noviembre de 2012). El uso progresista de la Gendarmería, Crisis (15).
Rovere, M. (1993) “Planificación Estratégica de Recursos Humanos en Salud”. Washington DC:
Oficina Sanitaria Panamericana.
85
Rusche, G. y Kirchheimer, O. (1984). “Pena y Estructura Social”. Bogotá: Editorial Temis.
Sain, M.F. (Julio - Agosto 2009). El fracaso del control de las drogas ilegales en Argentina. Nueva
Sociedad 222. Disponible en: https://nuso.org/articulo/el-fracaso-del-control-de-las-drogas-
ilegales-en-argentina/
Salles Kobilanski, F. (Diciembre de 2012). ¿Militarización sin militares? Los gendarmes en las calles
argentinas durante los gobiernos kirchneristas (2003-2012). URVIO, Revista Latinoamericana
de Seguridad Ciudadana (13-24).
Sautu, R. (2005) “Todo es teoría”. Buenos Aires: Lumiere.
Servicio Público Provincial de Defensa Penal. (s.f.) Poder Judicial de la Provincia de la Santa Fe.
Servicio Público. Recuperado de http://www.defensasantafe.gob.ar/institucional/ministerio-
publico
SNEEP 2017 (2017) “Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena”.
argentina.gob.ar. Recuperado en https://www.argentina.gob.ar/justicia/afianzar/sneep2017 .
Sozzo, M. E. (2014) Delito común, inseguridad y respuestas estatales: Inercia e innovación durante la
década kirchnerista a nivel nacional en Argentina (En línea). Cuestiones de Sociología, (10).
Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.6330/pr.6330.pdf
Sozzo, M. E. (2016) “Postneoliberalismo y penalidad en América del Sur” Buenos Aires: Colección
Grupos de Trabajo, CLACSO.
Trujillo, L. (2017) “La Argentina kirchnerista: Alcances y límites de una experiencia democrática sobre
la distribución del ingreso (2003-2015)”, Polis [En línea], n°46, consultado el 21 mayo 2019.
URL: http://journals.openedition.org/polis/12289
Vasconcelos, E. (2000) “Servicio Social e interdisciplinariedad”, San Pablo: Cortez.
Wacquant, L. (2007) “Los condenados de la ciudad. Gueto, periferias y Estado.” Buenos Aires: Siglo
XXI.
Wacquant, L. (2010) “Castigar a los pobres”. Barcelona: Gedisa.
Weber, M. (2014) Los tipos de dominación, cap. 3, pág. 1070 a 1190 en “Economía y
sociedad”. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Zaffaroni, E. R. (2006) "El enemigo en el derecho penal" Buenos Aires: Ediar.
86