UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON
FACULTAD DE ENFERMERÍA
CATETER VENOSO CENTRAL
I. DEFINICION: Dispositivo IV que sitúa su extremo distal en la vena cava superior ó inferior,
justo antes de la entrada en la aurícula derecha. Estos catéteres pueden estar implantados
durante largo tiempo y, teóricamente, van a presentar menor incidencia de complicaciones y de
lesiones de la pared vascular.
II. Tipos de Catéter Venoso Central Características principales y manejo de los tres CVC de
larga duración más comunes.
1. Reservorio
2. Hickman
3. PICC
1. CATÉTER RESERVORIO: Es un catéter central interno,
insertado con técnica tunelizada. Preferentemente, su
implantación es torácica, situando el reservorio sobre el
plano muscular. El acceso venoso se realiza a través de las
venas yugular o subclavia. Su implantación es un
procedimiento médico-quirúrgico. Se requiere una pequeña
incisión para introducir el reservorio debajo de la piel, en
la fosa infraclavicular derecha (sobre la tercera o cuarta
costilla). A veces, por imposibilidad o agotamiento del
capital venoso del paciente, se tienen que utilizar zonas
anatómicas menos habituales, como la inguinal o la abdominal. También puede ser colocado en
extremidades utilizando la vía cubital.
Los catéteres tipo Reservorio constan de:
a) Catéter: es radiopaco y está fabricado en silicona o poliuretano.
b) Reservorio o puerto: radiopaco y fabricado en titanio (generalmente) o acero inoxidable
y polietileno. En su base posee orificios para su fijación al tejido celular subcutáneo.
En el reservorio podemos distinguir:
• Membrana de silicona autosellante.
• Portal o cámara. Puede ser única o doble (estos últimos permiten la administración
simultánea de fármacos incompatibles entre sí).
• Conexión. A través de ella, se inserta el catéter en el portal o reservorio.
Para puncionar el reservorio es necesario utilizar agujas especificas TIPO GRIPPER O
HUBER. Hay varios modelos, algunos con sistema de seguridad para evitar pinchazos
accidentales
Cuidados de la zona de implantación
o Curar los puntos de sutura de la zona de implantación.
o Vigilar la presencia de signos de infección de la herida quirúrgica.
o Retirarlos cuando se tenga la completa seguridad de que la herida quirúrgica está
totalmente cicatrizada (habitualmente 10-12 días).
o Dejar la zona al aire.
o Cuando el reservorio se esté utilizando de forma continua, se realizará cura estéril una
vez a la semana, o antes si el apósito se despega, está mojado o visiblemente sucio. •
o Registrar la cura de la herida en la historia.
Cuidados del reservorio
o Una vez implantado, ya se puede utilizar.
o Mantener las máximas condiciones de asepsia y utilizar material estéril en toda
manipulación del reservorio.
o En las diferentes técnicas a realizar, no utilizar jeringas de menos de 10 ml. (generan
mayor presión y pueden separar el catéter de la cámara).
o Manipular la alargadera por debajo del nivel de la aurícula del paciente para evitar la
entrada de aire en caso de desconexión accidental.
o SI el reservorio tiene conectada una perfusión continua, se recomienda cambiar la aguja
cada 7 días.
o Cuando el reservorio no se utiliza, el único cuidado que se requiere es mantener la zona
limpia y seca, preservándola de golpes.
o En caso de que se usen sistemas de doble cámara, los cuidados se aplicarán a cada una
de ellas.
o Preferentemente, utilizar bombas de infusión.
o Lavar el sistema con suero entre distintas medicaciones, evitando desconexiones
proximales al catéter. Evitar también las continuas desconexiones al cambiar el sistema
para cada medicación (es preferible lavar el sistema ya existente y poner la medicación
en el mismo).
o Colocar tapón antireflujo.
o Retirar las llaves de tres vías cuando no sean necesarias. Cambiar las conexiones y los
sistemas de perfusión cada 72 h.
o Registrar los procedimientos realizados en la historia de enfermería.
Administración de tratamiento: Quimioterapia, antibioterapia, derivados sanguíneos y
plasmáticos o sueroterapia
o Debe realizarse mediante técnica estéril.
o Conectamos jeringa de 10 cc. Y aspiramos suavemente hasta desechar 5 ml.
o Lavamos con el suero salino cargado en la jeringa de 20 cc.
o A partir de este momento, administramos el tratamiento prescrito (en bolus o en
perfusión continua) y, una vez finalizado, lavar con 20 cc. de suero salino.
Complicaciones potenciales del reservorio
a. SE PUEDE INFUNDIR, PERO NO SALE SANGRE
b. OBSTRUCCIÓN
c. INFECCIÓN
d. EXTRAVASACIÓN
e. NECROSIS
2- CATÉTER HICKMAN: Es un catéter central externo de
silicona, insertado con técnica tunelizada percutánea. Parte del
catéter se sitúa entre la vena canalizada (subclavia o yugular) y
la salida subcutánea. El resto del catéter será visible en la piel
sobre el punto de inserción del mismo generalmente el tronco.
Pueden tener una, dos o tres luces. Esta indicado para tratamientos limitados en tiempo y en
pacientes con mal acceso vascular periférico. Su implantación es un procedimiento médico-
quirúrgico.
CATÉTER HICKMAN TUNELIZADO DE DOS LUCES
a) Catéter: Es de silicona, polietileno o polipropileno y radiopaco.
b) Manguito de Dacron. Ubicado justo por encima del punto de salida del catéter en la piel y
tiene 2 funciones:
• Fijar el catéter al tejido subcutáneo.
• Actuar de barrera antibacteriana
c) Camps y vainas de protección.
d) Conexiones Luer (hembra) de las distintas luces (pueden ser una, dos o tres). Tienen la
misma terminación vascular y son de distintos colores:
• Roja: es la de mayor calibre, se utiliza para extracción de sangre y para infusión de
hemoderivados.
• Blanco y azul: son de menor calibre. Se recomienda su utilización indistintamente a menos
que el paciente tenga alimentación parenteral, en cuyo caso se utilizará una luz exclusivamente
para ella mientras se mantenga la nutrición.
Registrar en la historia de enfermería la fecha del implante, tipo de catéter y lugar de
inserción.
CUIDADOS DEL PUNTO DE INSERCIÓN
o No retirar los puntos de sutura, se desprenden solos. A los 20-40 días tras la
implantación el tejido se engrosa alrededor del manguito de Dacron y el catéter queda
sujeto.
o Realizar cura estéril y cubrir con apósito una vez a la semana o antes si se despega, si
está mojado o visiblemente sucio.
o Mantener el punto de inserción del catéter y las luces de éste limpios y secos en todo
momento.
o Vigilar siempre a la presencia de signos de infección, para lo que será de gran ayuda el
apósito transparente que permitirá ver la zona inserción del catéter y los puntos de sutura
sin necesidad de retirar el apósito
o Registrar los procedimientos realizados en la historia
Cuidados del catéter, las luces y las conexiones:
o Utilizar material estéril y extremar las medidas de asepsia en toda manipulación del
catéter.
o En las diferentes técnicas a realizar, emplear jeringas de 10 o 20 ml., evitando generar
excesiva presión.
o Cuando sea necesario desconectar el catéter, procurar hacerlo siempre por debajo de la
altura del corazón previo clampado de las luces (para evitar el embolismo aéreo).
o Evitar la infusión de soluciones por gravedad. Utilizar bombas de infusión.
o Lavar el sistema con suero salino entre distintas medicaciones (para evitar precipitados),
evitando continuas desconexiones proximales al catéter. Es preferible lavar el sistema ya
existente y poner la medicación en el mismo.
o Cambiar los tapones de cada luz cada 72 h. y en cada desconexión. Retirar las llaves de
tres vías cuando no sean necesarias.
o Cambiar las conexiones y los equipos de perfusión cada 72 h.
o Heparinizar aquellas luces del catéter que no se estén utilizando.
o Registrar los procedimientos realizados en la historia de enfermería.
Administración de tratamiento: Quimioterapia, Nutrición parenteral, Antibioterapia,
Derivados sanguíneos y Plasmáticos
o Deben realizarse mediante técnica estéril.
o Conectamos jeringa de 10 cc. Y aspiramos suavemente hasta desechar 5 ml.
o Lavamos con el suero salino cargado en la jeringa de 20 cc.
o A partir de este momento, administramos el tratamiento prescrito (en bolus o en
perfusión continua) y una vez finalizado lavar con 20 cc. de suero salino. Para la
nutrición parenteral recordar que se debe de utilizar una luz exclusivamente para ella.
o Si se rompe el catéter, pinzarlo inmediatamente por encima de la rotura.
Complicaciones:
o SE PUEDE INFUNDIR, PERO NO SALE SANGRE
o OBSTRUCCIÓN: Es la complicación más frecuente. Se manifiesta como:
Resistencia al aspirar y/ o empujar el embolo. Indicar al paciente que cambie
de posición, si es posible acostarlo con los pies elevados y girar la cabeza.
No es posible infundir líquidos ni extraer sangre si después de todas las
maniobras anteriormente descritas, el catéter no está permeable, se debe realizar
una Rx de tórax para descartar rotura, o bucle del catéter. Si no existe ninguna
de estas causas, será necesario recurrir a desobstruirlo, mediante un fibrinolítico
previa prescripción facultativa. Existe un protocolo de actuación para el uso de
fibrinolíticos en cada servicio donde el uso de estos catéteres es frecuente.
HEMATOMA DEL TÚNEL SUBCUTÁNEO: Frío local y curas frecuentes
(valorar cremas antitrombóticas).
INFECCIÓN DEL SITIO DE INSERCIÓN: Avisar al médico. Tomar el
cultivo del punto de inserción
INFECCIÓN DEL TÚNEL SUBCUTÁNEO Y/ O CATÉTER
ROTURA DEL CATÉTER INTERNO/EXTERNO
o Prevención de las complicaciones:
Tener en cuenta la compatibilidad de los fármacos a infundir.
Heparinizar el catéter después de cada uso, cuando no se va a utilizar, y
periódicamente cada 7 días.
Uso de técnica aséptica en toda la manipulación del catéter y la zona de
inserción: lavados de manos, y correcta aplicación de técnica estéril.
3- CATÉTER PICC: Es un catéter central de
inserción periférica, no tunelizado, que se utiliza en
pacientes con buen acceso venoso periférico y para
tratamientos limitados en tiempo. La colocación de
este catéter es una técnica realizada por
enfermeros/as. se coloca en vena cava superior, a
través de la punción de una vena periférica,
preferentemente la basílica antecubital.
o Tipos de PICC: El PICC será central cuando el catéter está alojado en vena cava superior (si el
abordaje se ha realizado desde miembros superiores) o vena cava inferior si el abordaje se
efectúa desde miembros inferiores.
PICC de poliuretano, grado 3, de 1 o 2 luces. (Duración intermedia).
PICC de silicona, de 1 o 2 luces. (Larga duración).
o Procedimiento de implantación
o Proporcionar un entorno adecuado.
o Informar al paciente de la técnica de implantación.
o Seleccionar el lugar de inserción. Miembros superiores: venas basílica, cefálica
o y/o medial radial.
o Se evitarán las venas que presenten flebitis y se elegirá, preferentemente, en
o extremidades superiores evitando las zonas de flexión. No se canalizarán venas
varicosas ó trombosadas.
o Se utilizarán preferentemente los catéteres del menor calibre necesario.
o No se empleará el miembro superior al que se le haya practicado una extirpación
ganglionar axilar.
o Contemplar si el paciente es zurdo o diestro.
o Administrar en la zona de inserción un anestésico local tópico, aproximadamente
20 minutos antes de la inserción del catéter.
o Según prescripción médica: administración de sedación una hora antes (diazepan o
cloracepato).
o Cuidados del catéter y punto de inserción:
o La técnica será rigurosamente estéril. En cada manipulación, tanto en la administración
de medicamentos como en la extracción de muestras sanguíneas.
o Informar y adiestrar al paciente y la familia sobre los cuidados del catéter.
o Instruir al paciente y familia para identificar los signos y síntomas de las
complicaciones, así como su autocuidado.
o Realizar la primera cura: al día siguiente de su implantación, eliminando todos los
restos hematológicos para evitar posibles infecciones.
o Las curas posteriores dependerán del estado de la punción. Comprobar la longitud
externa del catéter para valorar un posible desplazamiento.
o Cambiar el apósito de gasa tradicional cada 72 horas y cada 7 días los apósitos
transparentes, y siempre que esté húmedo o sucio.
o Limitar las manipulaciones del sistema infusor en lo posible.
Limitar el número de llaves de tres pasos y retirarlas cuando no exista la necesidad.
o Cambiar el equipo completo de infusión cada 72 horas.
o Dejar siempre puestos tapones.
o Valorar la movilización de la parte externa del catéter, para evitar úlceras por decúbito.
o Deberá de heparinizares el catéter después de cada uso como se describe más adelante.
o Si no se presentan complicaciones, el catéter tipo PICC si no presenta se puede
mantener hasta un año.
o Dejar registrado en la historia de enfermería:
• El día de implantación.
• Localización.
• Longitud del catéter.
• Grosor del catéter.
BIBLIOGRAFIA
o Ana Mª Alonso Noval, Esther Fernández Fernández, Ángeles González Fernández, Eulalia
Gutiérrez García, SERVICIODE SALUD- GUIA PARA ENFERMERAS - Dirección de
Servicios Sanitarios. SESPA- 2012
https://www.ammtac.org/docs/articulos/GUIA%20DE%20CUIDADO%20DE%20CATETER
%20VENOSO%20CENTRAL.pdf
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OXIGENOTERAPIA
El oxígeno es un gas incoloro, inodoro, insípido y poco soluble en agua. No es un gas
inflamable, pero sí es comburente (puede acelerar rápidamente la combustión). Constituye
aproximadamente el 21% del aire y se obtiene por destilación fraccionada del mismo.
La oxigenoterapia es la administración de oxígeno (O2) con fines terapéuticos, en concentraciones
más elevadas que la existente en la mezcla de gases del ambiente. El oxígeno debe ser considerado
un fármaco porque:
• Posee indicaciones precisas.
• Debe ser utilizado en dosis y tiempo adecuados.
• Posee efectos adversos.
• Requiere criterios clínicos y de laboratorio para su evaluación.
DEFINICIONES:
•
FiO2: Fracción inspirada de oxígeno, expresada en concentración y se mide en porcentaje.
En el caso del aire ambiental la FiO2 es del 21%.
•
Hipoxia: déficit de O2 en los tejidos, existiendo cuatro posibilidades diferentes:
La hipoxia hipoxémica, generada por una deficiente oxigenación de la sangre arterial
secundaria a disminución de O2 en el aire inspirado (mal de altura), hipoventilación
alveolar, desequilibrio V/Q, alteración de la difusión o efecto Shunt; en estos casos, el
O2 corrige la disfunción.
La hipoxia circulatoria, debida a una insuficiente perfusión tisular (shock,
insuficiencia cardíaca, hipotensión), con defecto en el aporte de oxígeno para el
metabolismo anaerobio.
La hipoxia anémica, que consiste en un trastorno de la capacidad de la sangre para
transportar O2, por disminución de la hemoglobina o alteración de la misma
(metahemo-‐globinemias, intoxicación por CO); en estas situaciones el O2 no logra
saturar más la Hb, pero sí se incrementa el O2 disuelto en plasma.
La hipoxia histotóxica (envenenamiento por cianuro), donde el O2 no puede ser
captado por los tejidos.
•
Hipoxemia: disminución de la PaO2 por debajo de 60 mmHG, que se corresponde con
saturaciones de O2 del 90%; los valores cercanos a estos parámetros deben ser considerados de
riesgo, ya que pequeños cambios en la PaO2 se corresponden con descensos importantes en la
saturación de la hemoglobina, con el consecuente riesgo de hipoxia tisular. El diagnóstico
clínico de hipoxemia es difícil si ésta no es muy importante y aparecen signos de cianosis y
dificultad respiratoria.
•
PaO2: presión arterial de oxígeno.
•
PaCO2: presión arterial de dióxido de carbono.
•
Relación ventilación/perfusión (V/Q): relación entre la ventilación del alvéolo y el trasporte de
sangre por las arteriolas que lo irrigan. Cuando existe ocupación del espacio alveolar (neumonía,
edema agudo de pulmón, distrés respiratorio) u obstrucción de la vía aérea (asma, EPOC),
tendremos una disminución de la ventilación con un bajo índice de V/Q; en cambio cuando hay
un descenso de la perfusión en áreas bien ventiladas (enfisema, TEP) el índice V/Q será elevado.
•
Insuficiencia respiratoria: incapacidad de mantener niveles adecuados de oxígeno y dióxido de
carbono. Es el estado final de muchas enfermedades. El patrón de gases arteriales en la
insuficiencia respiratoria es: PaO2 menor de 60 mm de Hg y/o PaCO2 mayor de 50mm de Hg
(hipoxemia + hipercapnia).
•
Flujo: cantidad de gas administrado, medido en litros por minuto (lpm)
MATERIAL NECESARIO
Para poder administrar el oxígeno adecuadamente debemos disponer de los siguientes
elementos:
•
Fuente de suministro de oxígeno.
•
Manómetro y manorreductor.
•
Flujómetro o caudalímetro.
•
Humidificador.
Fuente de suministro de oxígeno
Es el lugar en el que se almacena el oxígeno y a partir del cual se distribuye. El O2 se almacena
comprimido con el fin de que quepa la mayor cantidad posible en los recipientes. Esta gran presión a
la que está sometido el gas ha de ser disminuida antes de administrarlo, ya que si no dañaría el
aparato respiratorio. Las fuentes de O2 pueden ser:
• Central de oxígeno: se emplea en los hospitales, donde el gas se encuentra en un depósito
central (tanque) que está localizado fuera de la edificación hospitalaria. Desde el tanque parte
un sistema de tuberías que distribuye el oxígeno hasta las diferentes dependencias hospitalarias
(toma de O2 central).
• Cilindro de presión: es la fuente empleada en atención primaria, aunque también está
presente en los hospitales (en las zonas donde no haya toma de O2 central o por si ésta fallara).
Son recipientes metálicos alargados de mayor o menor capacidad (balas y bombonas
respectivamente).
Manómetro y manorreductor
Al cilindro de presión se le acopla siempre un manómetro y un manorreductor. Con el manómetro se
puede medir la presión a la que se encuentra el oxígeno dentro del cilindro, lo cual se indica
mediante una aguja sobre una escala graduada. Con el manorreductor se regula la presión a la que
sale el O2 del cilindro.
En los hospitales, el oxígeno que procede del tanque ya llega a la toma de O2 con la presión
reducida, por lo que no son necesarios ni el manómetro ni el manorreductor.
Flujómetro o caudalímetro
Es un dispositivo que normalmente se acopla al manorreductor y que permite controlar la cantidad
de litros por minuto (flujo) que salen de la fuente de suministro de oxígeno. El flujo puede venir
indicado mediante una aguja sobre una escala graduada o mediante una “bolita”, que sube o baja
por un cilindro que también posee una escala graduada.
Humidificador
El oxígeno se guarda comprimido y para ello hay que licuarlo, enfriarlo y secarlo. Antes de
administrar el O2 hay que humidificarlo para que no reseque las vías aéreas. Ello se consigue con
un humidificador, que es un recipiente al cual se le introduce agua destilada estéril hasta
aproximadamente 2/3 de su capacidad.
SISTEMAS DE ADMINISTRACIÓN DE OXÍGENO
Es imperativo conocer el mecanismo fisiopatológico de una determinada situación de hipoxia antes de
iniciar el tratamiento, así como ser conscientes de que existe una respuesta individualizada de cada
sujeto. Además, se debe insistir en el empleo racional y protocolizado de este tipo de terapia en
pacientes crónicos.
Mediante los sistemas de administración de oxÍgeno se consigue introducir el gas en la vía aérea. En
el mercado existen varios de ellos, distinguiéndose según su complejidad, coste y precisión en el
aporte de O2. En general se dividen en dos grandes grupos:
•Sistemas de bajo flujo (cánulas o gafas nasales y mascaras simples y con reservorio).
•Sistemas de alto flujo (tipo Venturi).
La diferencia estriba en la posibilidad de garantizar una fracción de oxígeno inspirada constante en
cada una de las respiraciones del paciente.
1.Sistemas de bajo flujo
Características:
•No proporcionan el requerimiento inspiratorio total del paciente.
•La FiO2 que se alcanza en las vías aéreas es variable y depende del patrón ventilatorio del paciente
y del flujo de oxígeno.
A. Gafas nasales
Dispositivo confortable para el paciente que le
permite comer, beber y hablar sin necesidad de ser
retirado. No nos permite conocer con exactitud la
concentración de oxígeno en el aire inspirado, ya
que depende de la demanda inspiratoria máxima del
paciente (cada L/m aumenta un 2-4% la FiO2). Se
debe limitar el flujo a través del sistema a menos de 5
L/min., ya que flujos mayores secan la mucosa
nasal, provocan irritaciones y no consiguen
aumentar la FiO2.
B Mascarilla facial simple
Este dispositivo carece de válvulas y de reservorio, sólo
dispone de unos agujeros laterales para permitir la salida
del aire espirado al ambiente. Permiten liberar
concentraciones de O2 de hasta el 40% con flujos bajos
(5-6 l/m). Interfieren para expectorar y comer. Con este
sistema resulta difícil el aporte de bajas concentraciones
de oxígeno inspirado, y, por tanto, la prevención de la
retención de carbónico.
C Mascarilla con reservorio
La colocación de una bolsa reservorio en el circuito de entrada de
la mezcla gaseosa, permite el aporte de FiO2 mayores del 60%.
La bolsa reservorio se debe mantener inflada para impedir su
colapso (generalmente con flujos de 8 a 15 L/m). Presenta tres
válvulas que impiden la recirculación del gas espirado: una
ubicada entre el reservorio y la mascarilla, que permite que pase
O2 desde el reservorio durante la inspiración, pero impide que
el gas espirado se mezcle con el O2 del reservorio en la espiración;
las otras dos, localizadas a cada lado de la mascarilla, permiten la salida del gas exhalado al
ambiente durante la espiración, a la vez
que impiden que entre aire ambiental en la inspiración que podría reducir la FIO2.
Estas mascarillas se emplean en la insuficiencia respiratoria hipoxémica porque permiten el
aporte de altas concentraciones de O2, pero son claramente inapropiadas en pacientes
hipercápnicos que se agravan con la administración excesiva de O2.
2. Sistemas de alto flujo
Características:
• Proporcionan el requerimiento inspiratorio total del paciente.
• La FiO2 es independiente del patrón ventilatorio del paciente y se mantiene constante.
a. Mascarilla tipo Venturi:
Sistema que permite la administración de una concentración
exacta de oxígeno, proporcionando niveles de FiO2 entre
24-‐60%, con independencia del patrón ventilatorio del
paciente. Estas máscaras contienen válvulas de Venturi
que utilizan el principio de Ver noulli: cuando el oxígeno
pasa por un orificio estrecho se produce una corriente de alta
velocidad que arrastra una proporción prefijada de aire
ambiente. La entrada de aire depende de la velocidad del chorro
del aire (flujo) y el tamaño de apertura de la válvula.
La respiración de aire espirado no constituye un problema
porque las altas tasas de flujo permiten la renovación del aire en la máscara
EN TODOS LOS CASOS EN QUE SE SUMINISTRA OXIGENOTERAPIA SE DEBE
CONTROLAR, PERIÓDICAMENTE, AL PACIENTE Y AL EQUIPO, Y MANTENER LA
HIGIENE DE LOS DISPOSITIVOS EMPLEADOS
3. Otros sistemas
a. Oxigenación hiperbárica
El oxígeno hiperbárico es oxígeno al 100% a dos o tres veces la presión atmosférica a nivel del
mar, indicado en la intoxicación por monóxido de carbono, siendo el método más rápido para
revertir los efectos de dicha intoxicación.
b. Presión continua positiva en la vía aérea. CPAP y BIPAP
En situaciones de hipoxemia, es utilizado para pacientes conscientes
y colaboradores y hemodinámicamente estables. La CPAP se aplica a
través de una mascarilla ajustada herméticamente y equipada con
válvulas limitadoras de la presión.
PELIGROS DEL OXÍGENO
La oxigenoterapia es, por lo general, bien tolerada, pero hay ciertos peligros asociados con la
misma:
• Toxicidad por Oxígeno. Como resultado del proceso del metabolismo del oxígeno, se
producen radicales libres con gran capacidad para reaccionar químicamente con el tejido
pulmonar. Estos radicales son tóxicos para las células del árbol traqueobronquial, así como
también el alvéolo pulmonar.
• Retención de CO2. Esto puede suceder en pacientes que tienen un mecanismo defectuoso de la
respuesta del ritmo respiratorio a los niveles de CO2 en términos de ventilación. Tratar a estos
pacientes con oxígeno puede deprimir su respuesta a la hipoxia; esto a su vez puede empeorar la
hipercapnia y llevar a una acidosis respiratoria con narcosis por retención de CO2. Esta
situación no ocurre cuando se usa oxigenoterapia con flujo limitado. En este caso, se mantiene
el oxígeno a bajos niveles de manera que la presión parcial de oxígeno esté entre 60-‐65 mm de
mercurio.
• Accidentes. Pueden ocurrir accidentes cuando se maneja o se guarda el oxígeno. Afortunadamente,
esto sucede rara vez y puede prevenirse con un poco de sentido común. Los pacientes, sus
familiares u otras personas que cuiden del paciente deben ser advertidas que no pueden fumar,
porque este es el mayor peligro para provocar fuego o una explosión.
• Sequedad de mucosas e irritación. Se evita mediante la humidificación adecuada del
oxígeno antes de su llegada a las vías respiratorias.
• MONITORIZACIÓN DE LA OXIGENOTERAPIA
• La pulsioximetría es la medición no invasiva del oxígeno trasportado por la hemoglobina en el
interior de los vasos sanguíneos. Se realiza con un aparato llamado pulsioxímetro o saturómetro.
El pulsioxímetro mide la saturación de oxígeno en los tejidos, tiene un transductor con dos piezas,
un
emisor de luz y un fotodetector, generalmente en forma de pinza y
que se suele colocar en el dedo, después se espera recibir la
información en la pantalla: la saturación de oxígeno, frecuencia
cardíaca y curva de pulso (en caso de monitorización:
pletismografía).
• El pulsioxímetro emite un foco de luz y capta la que pasa a través
del lecho ungueal o el lóbulo de la oreja, de manera que, según
sean las longitudes de onda absorbidas, es posible conocer el porcentaje de oxígeno que contiene la
hemoglobina.
• Este tipo de aparatos no reemplazan a los análisis de la gasometría arterial, pero constituyen una
alternativa muy extendida, pues además de no ser invasivos, los pulsioxímetros son menos
costosos y más convenientes que los análisis de gasometría arterial, y bastante más exactos que la
valoración visual. Los aparatos disponibles en la actualidad son muy fiables para valores entre el
80 y el 100%, pero su fiabilidad disminuye por debajo de estas cifras.
CUIDADOS DE ENFERMERIA
Monitorizar signos vitales
Evaluar la capacidad de oxigenación del paciente por el color de piel , grado de dificultad
respiratoria
Mantener al paciente en una posición cómoda
Garantizar la permeabilidad de las vías respiratorias.
Valorar ruidos respiratorios
Vigilar frecuencia, ritmo, profundidad y esfuerzo respiratorio.
Vigilar movimiento torácico, simetría, utilización de músculos accesorios.
Vigilancia de RAM
Colocar al paciente en la postura más confortable
Comprobar la permeabilidad de la vía aérea.
Ajustar la concentración de O2 prescrito.
Comprobar el correcto funcionamiento del equipo.
Informar si el tratamiento reseca las vías respiratorias.
Vigilar nivel de conciencia, somnolencia, confusión mental.
Vigilar al paciente durante las primeras horas (sobre todo cuando se
administran
concentraciones elevadas de oxígeno por riesgo de depresión cardiorespiratoria).
Vigilar que la mascarilla o sonda estén siempre puestas y que no se produzcan lesiones y
acodamientos a lo largo del tubo.
Mantener el nivel adecuado de agua en el humidificador.
Vigilar los puntos de apoyo de la sonda o mascarilla, para evitar lesiones
BIBLIOGRAFIA
María José Gomes Lcda. en Enfermería, OXIGENOTERAPIA-2018
http://@enfermeriaparatodos
Universidad de Cantabria- Oxigenoterapia 19 Octubre, 2016
https://cuidateplus.marca.com/belleza-y-piel/diccionario/oxigenoterapia.html