La administración científica
La administración científica es una corriente de pensamiento que surgió a
principios del siglo XX, con el objetivo de mejorar la eficiencia y
productividad de las empresas. Fue desarrollada por Frederick Winslow
Taylor, quien aplicó métodos científicos para analizar y mejorar los procesos
productivos.
Los métodos y aportes de la administración científica han permitido a las
empresas mejorar su eficiencia, reducir costos (desperdicios y perdidas) y
aumentar la productividad.
Su primer enfoque se basa en la importancia que se le atribuye a la racionalización en las
tareas.
Esta teoría se basa en la idea de que los trabajadores son meros instrumentos
de producción y que su rendimiento puede ser maximizado mediante la
aplicación de técnicas de gestión científica.
La obra de Taylor
En esa época imperaba el sistema de pago a destajo (tipo de empleo en donde el trabajado
recibe una remuneración fija por completar una tarea, independientemente del tiempo
invertido) por pieza o por tarea. Los patrones trataban de ganar el máximo cuando establecían
el precio de la tarea, mientras que los obreros reducían el ritmo de producción para equilibrar
el pago por pieza establecido por sus empleadores. Esto llevó a Taylor a estudiar el problema
de la producción para intentar dar una solución que dejara contentos a ambas partes de la
relación laboral.
Aplicación de la Teoría Clásica de Taylor
La Teoría Clásica de Taylor se ha aplicado en numerosas empresas y
organizaciones de todo el mundo. Algunas de las técnicas y principios
propuestos por esta teoría que se han utilizado con éxito son:
1. Análisis de tiempos y movimientos: Esta técnica consiste en analizar cada
tarea para determinar el tiempo que se necesita para realizarla y los
movimientos necesarios para llevarla a cabo. De esta forma, se pueden
optimizar los procesos productivos y mejorar la eficiencia.
2. Establecimiento de estándares de producción: Según la Teoría Clásica
de Taylor, se deben establecer estándares precisos para cada tarea, de forma
que se pueda medir la eficiencia de los trabajadores y detectar posibles fallas
en los procesos productivos.
3. Adopción de la división del trabajo: La Teoría Clásica de Taylor propone
la especialización de los trabajadores en tareas específicas, lo que permite
aumentar la eficiencia y la productividad.
4. Jerarquización del personal: La Teoría Clásica de Taylor propone la
creación de una estructura jerárquica en la empresa, de forma que se
establezcan claramente las responsabilidades y las funciones de cada
trabajador.
Aunque ha sido criticada por algunos por su enfoque mecanicista y por
considerar a los trabajadores como meros instrumentos de producción, lo
cierto es que ha demostrado ser efectiva en la optimización de los procesos
productivos y en el aumento de la eficiencia y la productividad de las
empresas.
La administración como ciencia
Para Taylor, la organización y la administración deben ser estudiadas y tratadas de forma
científica, La improvisación debe ceder su lugar a la planeación. El hecho de haber sido el
primero en hacer un análisis completo del trabajo, inclusive los tiempos y los movimientos, en
establecer patrones de ejecución, en capacitar a los obreros y en especializar al personal, son
todos hechos que elevan a Taylor a una altura poco común en el campo de la teoría
organizacional
El principal objetivo de la administración es asegurar la prosperidad máxima para la empresa,
pero también para el trabajador. De esta manera, la prosperidad máxima para el patrón y
también para el empleado deben ser los fines principales de la administración.
4 teorías de Taylor:
La teoría clásica de Taylor es una de las más influyentes en la gestión
empresarial. En ella, Frederick Taylor propone una serie de principios y
técnicas para mejorar la eficiencia y la productividad en el trabajo.
1. Principios de la administración científica
Taylor propone que la administración científica es la mejor forma de
aumentar la productividad en una organización. Los principios básicos de esta
teoría son:
Estudio de tiempos y movimientos: Se analizan los tiempos
necesarios para realizar cada tarea y se identifican los
movimientos más eficientes.
División del trabajo: Se divide el trabajo en tareas simples y
repetitivas para que el trabajador pueda especializarse en ellas.
Supervisión directa: Se supervisa el trabajo de cerca para
garantizar que se cumplan los objetivos.
Incentivos y premios: Se ofrecen incentivos a los trabajadores
para aumentar su motivación y su productividad.
2. Selección y entrenamiento de los
trabajadores
Taylor propone que los trabajadores deben ser seleccionados cuidadosamente
y debidamente entrenados para realizar su trabajo de la forma más eficiente
posible. Esto incluye la identificación de las habilidades y capacidades de los
trabajadores y la formación en las técnicas más adecuadas.
3. Diseño de la organización y la estructura
empresarial
Según Taylor, es necesario diseñar la organización y la estructura empresarial
de forma que se fomente la eficiencia y la productividad. Esto incluye la
creación de una jerarquía clara y definida, la asignación de responsabilidades
y la definición de los procesos y procedimientos.
4. Establecimiento de estándares de producción
Finalmente, Taylor propone que es necesario establecer estándares de
producción claros y medibles para poder evaluar el desempeño de los
trabajadores y la eficiencia de la organización. Estos estándares deben ser
objetivos, realistas y alcanzables, y deben ser revisados y actualizados
regularmente.
Principales aportes de Frederick Taylor
Estudio de tiempos y movimientos: Taylor fue uno de los
primeros en analizar y medir el tiempo que se necesitaba para
realizar una tarea específica. Esto le permitió identificar cuáles
eran los movimientos más eficientes para realizar dicha tarea y,
de esta forma, mejorar la productividad.
Estandarización de procesos: A través del estudio de tiempos
y movimientos, Taylor también desarrolló estándares para la
realización de cada tarea. Esto permitió una mayor uniformidad
en la forma en que se realizaban las tareas y, por ende, una
mayor eficiencia.
División del trabajo: Taylor propuso que las tareas deberían
ser divididas en unidades más pequeñas y específicas, de
manera que cada trabajador se especializara en una tarea
específica. Esto permitía una mayor eficiencia en la
producción.
Entrenamiento y capacitación: Para Taylor, era fundamental
que los trabajadores recibieran un entrenamiento específico
para realizar su tarea de la forma más eficiente posible. De esta
forma, podrían alcanzar los estándares establecidos y mejorar
la productividad.
Estos aportes de Taylor, además de otros conceptos desarrollados por él, como
la selección científica del personal y la supervisión funcional, son
fundamentales en la teoría clásica de la administración y siguen siendo
aplicados en la actualidad.
Conclusiones
Frederick Taylor fue uno de los principales exponentes de la teoría clásica de
la administración y sus aportes siguen siendo relevantes en la actualidad. El
estudio de tiempos y movimientos, la estandarización de procesos, la división
del trabajo y el entrenamiento y capacitación de los trabajadores son algunos
de los conceptos más importantes que Taylor desarrolló. Estos aportes
permitieron una mayor eficiencia en la producción y son fundamentales para
entender la evolución de la administración empresarial.
La Administración Científica es importante en las organizaciones
porque permite optimizar los procesos de trabajo y aumentar la
productividad. Al aplicar los principios de esta teoría, las empresas
pueden reducir costos, mejorar la calidad de los productos y servicios,
y lograr una mayor eficiencia en general.