Decir “adiós muchas veces nos causa tristeza….
como cuando se va el
abuelo que vino a visitarnos en las vacaciones o cuando tenemos que
despedir a un amigo que se va a vivir a otra ciudad; pero decir “ hasta
mañana” o “hasta pronto” suena distinto en nuestros oídos , como a la
noche cuando mamá y papá nos despiden con un cuento, con un beso y
…. ¡ a la cama!
Por eso, para que ésta no sea una despedida triste, no les voy a decir
“adiós” sino que nos despediremos con un “hasta pronto”, y seria lindo
hacerlo llevando en las mochilas todos los hermosos recuerdos que la
primaria nos dejó; las pruebas de matemáticas que los maestros
nos colocaban. Para nosotros, los temas de las asignaturas que a veces
nos dieron tanto trabajo, nuestros juegos en la cancha, los chistes que
decíamos y que tanto nos hacían reír, nuestras competencias deportivas,
los honores a la bandera los lunes, el relajo que armábamos en el salón
cuando el maestro salía, las salidas entre nosotros y podemos seguir
nombrando muchas cosas mas lindas de las que vivimos en la primaria y
en una mochila no nos alcanzaría.…
Pero esta carga tan, tan grande no la vamos a dejar guardada, la vamos
a llevar en el corazón, ese corazoncito que nos va a guiar por el camino
de las grandes personas. No me quedan dudas de que ese será nuestro
destino porque ustedes son seres excepcionales, únicos, irremplazables,
son mis compañeros y lo digo con muchísimo orgullo. Les puedo asegurar
que en mi corazón van a quedar grabados para siempre los rostros de
todos ustedes.
LES DESEO MAÑANAS LLENAS DE SOL, MUCHOS AMIGOS EN LA
SECUNDARIA, MUCHA FUERZA PARA SEGUIR ADELANTE, AUNQUE
A VECES TENGAN QUE TRANSITAR ALGUNOS TRAMOS DIFICILES, Y
SOBRE TODO QUE NUNCA OLVIDEN A NUESTRA LINDA ESCUELA
QUE SIEMPRE NOS RECORDARA. FELICIDADES NOS DESEA A
TODOS LA ESCUELA : “ELI MUÑOZ LARA”
PALABRAS DE DESPEDIDA
El año ha concluido queridos estudiantes, ahora se van a separar
de sus maestros y de sus compañeros, y tengo que darles una triste
noticia. La separación no durará sólo tres o cuatro meses, sino
para siempre. Tendrán que entrar a una nueva escuela, la
Secundaria, pero estoy seguro que quedrán a su antigua escuela,
donde durante 6 años han experimentado la alegría de haber
trabajado; donde han encontrado tantos buenos camaradas, en donde
cada palabra que han oído tenía por objeto su bien, y no han
experimentado un disgusto que no les haya sido útil. Lleven este
afecto con ustedes y den un adiós de corazón a todos sus
compañeros.
Despídanse de todos afectuosamente; dejen un poco de cariño en esa
gran familia en la cual han entrado de niños y has salido casi
hecho unos jóvenes, y que sus papás y mamás aman tanto, porque
cada uno ha sido muy querido. El Instituto Buckingham es una
madre, en el cual llegan apenas hablando, y ahora los devuelve
grandes, fuertes, inteligentes, buenos y aplicados.
¡Bendito sea, y nunca lo olviden! ¿O es posible que lo olviden?,
Se harán hombres y mujeres de provecho, recorrerán el mundo, verán
ciudades inmensas, monumentos maravillosos y acaso se olviden de
algunos de éstos; pero de aquel modesto castillo, con aquellos
muros, aquellas persianas cerradas y aquel pequeño jardín donde se
abrió la primera flor de su inteligencia, ténganlo presente hasta
el último día de sus vidas, como también nosotros sus maestros
quienes los quieren, los aprecian y los recordarán por siempre.
Esperamos que en un futuro no muy lejano nos visiten y nos
platiquen sobre sus experiencias, nos compartan sus logros y
éxitos.
PALABRAS LINDAS!!
Les deseo la mayor de la suerte en este nuevo viaje de su vida, no
olviden que para lograr nuestras metas y sueños es necesario el
esfuerzo diario y nunca de luchar y de creer en nosotros mismos.
Llevan las herramientas necesarias para emprender su camino. No
olviden los valores y hábitos inculcados.
Recuerden que en el camino siempre habrá obstáculos que vencer pero
el triunfo consiste en no darse por vencidos y aprender de los errores.
De ante mano ya son unos triunfadores, me siento muy orgullosa de
ustedes y les agradezco las enseñanzas que cada uno de ustedes me
brindo.
Me llevo la sonrisa de cada uno de ustedes en mi corazón.
Los quiero mucho.”
PALABRAS DE DESPEDIDA A LOS ALUMNOS DE 6° GRADO
Durante la vida habrá varios motivos que nos pondrán tristes y nos harán llorar, uno de
ellos suele ser dar una despedida; sin embargo, la despedida que hoy damos a los alumnos
que terminan su educación primaria no es motivo para la melancolía ni el dolor: es causa
justa de felicidad porque es el momento que da fin a todo el trabajo y el esfuerzo que
empeñaron en sus estudios elementales.
Los maestros sienten una enorme satisfacción porque sus esperanzas eran ciertas: el
sembrador ve como germinan las semillas que ha plantado. Alumnos que hoy dejan esta
escuela primaria, sus profesores han puesto empeño en grabar en sus mentes los
conocimientos básicos y necesarios para emprender nuevas etapas, el valor de la educación
y la idea de lo que es ser un ciudadano mexicano.
De la escuela no sólo se llevarán lo anterior: conservaran en su memoria las horas de
alegría que vivieron en esta escuela, porque no sólo disfrutaron de aprender, también
conocieron a nuevos amigos, sus compañeros de estudios y juegos, con ellos se formaron
planes para el futuro, adelante pues con la educación recibida, los nuevos amigos y los
sueños.
Alumnos, nunca olviden que en su escuela primaria recibieron la enseñanza cuya luz fue el
faro que los guió a este puerto donde felices los recibimos sus maestros y padres.
A pesar de la estar embargados por la emoción de este acto solemne, deseamos
aconsejarles sobre su certificado de estudios primarios, con él no termina una etapa sino
que sea sólo el comienzo de otras más, saben bien que el hombre preparado nunca tendrá
miedo ante la dureza y los obstáculos que le presente la vida.
Este certificado es la suma de la labor del maestro y el esfuerzo de cada alumno para
lograrlo, porque ambos han llegado a una mutua comprensión para alcanzar una meta
común: el aprendizaje ha sido posible cuando nuestras ansias, energías y voluntades se
pusieron de acuerdo en alcanzar ese fin.
Todavía queda algo más que recordar y que no deben olvidar es que algunos de sus
profesores lograron entablar una amistad sincera con ustedes, ya sea por prodigarse en el
desempeño de sus actividades diarias o bien durante la convivencia que tuvieron en un
mismo recinto a lo largos de los últimos seis años.
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Esta escuela, recinto de saber por varias generaciones, sólo tiene algo más que agregar en
este adiós: ¡vayan!, ¡luchen!, ¡venzan!