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MEDITACION Y CONSCIENCIA

EL DESPERTAR SENSITIVO

Daniel Palomares Gastaldo

1
MEDITACIÓN

CONSCIENCIA

2
3
Si te sientes solo es porque no sabes estar contigo mismo

La soledad no existe.

4
A mi querida y amada compañera Mati

A mis hijos Ivan y Lavinia, Gemma y Pablo

Y a mis nietos Oscar, Roser y Alba

Y por supuesto a mí, por haber cumplido conmigo


mismo.

A todas y todos aquellos que influyeron en mí y


animaron de una manera u otra para llevar a
cabo este trabajo; Eva, Marta, Carmen, Carlos,
Javier, Paqui, Emilio, José Antonio, Maite,
Amparo, Jorge, Elena, Teresa, Miguel, José Luis,
Sabina.

Gracias Carlos por tu aportación científica.

5
6
INDICE

Prólogo

Introducción

Pensamientos iniciales

Situaciones personales

¿Qué es la felicidad?

¿Qué es la meditación?

-Proceso ancestral

-¿Qué No es Meditación?

-Formas de meditación

- La Meditación Verbal

- Meditación No Verbal

1. Meditación Auditiva

Música y meditación

2. Meditación Visual

3. Meditación Táctil y Sensorial

7
4. Meditación Kinestésica

¿Qué se logra con la meditación?

Efectos Psicológicos

Otros efectos

Meditación: Efectos físicos y psicofisiológicos

Meditación y el dolor

Meditación y sistema inmune

¿Qué sucede en el cerebro cuando se medita?

Mejoras en el estilo cognitivo

¿Por qué la meditación debería ser condición natural para el humano?

Consejos para meditadores principiantes

El despertar de la consciencia a través de la meditación

Conciencia y Consciencia.
La felicidad en la meditación

Meditación Oriental

Consciencia
8
Control de las emociones

Despertar y meditación

-Despertar a través de la consciencia plena

-La meditación de consciencia plena

La meditación como modelo de una nueva vida

-Efectos cerebrales de la meditación

-En el cerebro del meditador

-Consciencia testigo, como eje de meditación y transformación

Pensamiento positivo

Estados de conciencia

-Consciencia corporal

-Estados de consciencia, de percepción interior, exterior y de


nuestro entorno incluyéndonos en él

-Estados cognitivos

-Estados afectivos

-Estados somáticos

9
La consciencia podría estar relacionada con la luz

Pensamiento final

10
PROLOGO

Vivimos en un mundo demasiado acelerado, sujetos


siempre a itinerarios que nos van marcando las horas del
trabajo, del colegio, de las comidas, de las actividades. Cada
vez nos cuesta más disfrutar de esos pequeños momentos
agradables que surgen a lo largo del día; parece que no hay
suficiente tiempo para tantas gestiones y obligaciones.
Tenemos la mente ocupada con tantos asuntos que no podemos
dejar de pensar; poco a poco el ruido mental se va apoderando
de nosotros sin darnos cuenta de que esta situación trae consigo
una gran necesidad; un momento de paz para observarnos a
nosotros mismos y reflexionar para darnos cuenta en qué estado
nos encontramos.

Todos anhelamos la felicidad, pero no sabemos cómo


encontrarla o si ella nos encontrará a nosotros en cualquier
momento inesperado para una mejor calidad de vida y sentirnos
más satisfechos. No apreciamos lo que tenemos o no sabemos
darle valor y la buscamos en el exterior: un trabajo, una pareja
incluso un hábito de hacer, de observar, que forma parte de
manera natural de nuestra vida. Ser feliz se ha convertido en

11
una exigencia social, se ha frivolizado hasta el punto de parecer
una obligación, en cuanto debería complementar de manera
natural nuestra sociedad.

Asumamos que venimos a esta vida a ser feliz, no a


complacer a nadie sino a sí mismo, hagámonos la vida
armoniosa, fácil, real y todo nuestro entorno también
compartirá esa felicidad.

Nos cuesta aceptar quienes somos, a veces rechazamos


solo pensarlo. No nos queremos reconocer con franqueza,
comprender que en la vida hay momentos alegres y otros
tristes, reír / llorar. Todo es aceptable, vivir el aquí y ahora, el
presente sin creernos esos supuestos estados de felicidad para
evadirnos de la cruda realidad. La felicidad irreal, obligada, es
consecuencia de las distracciones mentales impuestas para no
permitirnos tomar conciencia de lo que nos está afectando, para
no despertar. Esta situación nos lleva a vivir las emociones, tal
y como quieren que las vivamos, podemos atrevernos a decir
que ni siquiera nos dejan que nos afecten porque obviamente a
partir de ese momento podemos pensar. Nos venden la felicidad
que no comprometa sus objetivos.

12
Si todos los días ponemos en orden la casa, las agendas y
hacemos todo lo necesario para poder funcionar
saludablemente, ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestra
mente y revisamos todo lo que nos mantiene alterados y
desconectamos de aquellos pensamientos que transforman
nuestros sentimientos?

La meditación puede ser una práctica que nos ayude en


este proceso de entrenamiento y cultivo de la paz, la armonía,
el amor, el equilibrio y la sinceridad con nosotros mismos hasta
un elemento, un aspecto natural, habitual en nuestra vida
coherente con lo que somos realmente.

Liberando nuestra mente de todo lo superficial y que no


deberíamos darle importancia y querer ver las cosas de otro
color, adentrarse en el aprendizaje de la meditación, este libro
es una herramienta de fácil comprensión para iniciar un camino
hacia la luz y descubrir que existen otras visiones, alegres, por
la senda de la meditación. Aquí observarás que las diversas
técnicas de meditación, argumentadas por grandes autores, de
cuan beneficiosa, favorables efectos y positivos encontrarás
realizando esta práctica, con buenos consejos iniciales, mucha
humanidad, despertando varios sentimientos, descubriendo
espacios íntimos en tu interior. Comenzarás a ver las muchas

13
posibilidades armoniosas que poseemos y que no sabíamos por
no detenernos simplemente a observarnos. Detectar la armonía,
la aceptación y el perdón nos ayuda a evolucionar como
individuo.

El perdón llega cuando reconoces que nunca hubo nada


que perdonar, sino que había algo que comprender, asimilar,
aceptar y entender. La verdad no la vas a saber, la vas a sentir,
y ese sentir es el que despertará tus opiniones para llevarte a la
luz con tus propias conclusiones.

Pienso que aquí el objetivo no es influir en las creencias de


nadie, ni en sus visiones del mundo, ni en su pensamiento, ni en sus
emociones, ni herir su sensibilidad, pero sí de exponer experiencias,
información, herramientas para que cada ser pueda al menos pensar
por sí mismo, en sí mismo, observarse, meditar para alcanzar la
verdad real. Descubrir al fin, al ser que llevamos dentro y el arte de ser
feliz que consiste en estar siempre agradecido con lo que tienes y con
lo que puedas compartir y ayudar.

Diferenciar consciencia de conciencia es nuestra base intrínseca


para valorar y evaluar nuestra capacidad de percepción y adquirir
nuestro firme compromiso y convencimiento, para evolucionar hacia
la luz, hacia el despertar del amor que hemos consentido que nos

14
arrebaten, con el que nacemos para controlar las emociones como el
miedo; manipulación de nuestra mente como resultado de un obligado
aprendizaje. Debemos aceptar el amor en todo su sentido en nuestro
interior, para iniciar a través de la meditación, el desaprendizaje del
miedo en un viaje espiritual para demostrar que no hay fuerza más
poderosa que tú, cuando decides creer en ti mismo. decía Gandhi “La
fuerza no viene de la capacidad corporal sino de la voluntad del
alma, según trates a los demás en tu vida espiritual”.

Si mejoramos nuestro presente, será una demostración de


nuestra capacidad para aceptar que las dificultades, errores, preparan a
las personas comunes para destinos extraordinarios, y aunque te duela,
la persona que te dice las cosas como son, te ama mucho más que
aquella que te dice lo que tú quieres escuchar.

Este libro es el fruto de muchas experiencias para compartir,


ayudar para facilitar el camino hacia la luz, la verdad, el despertar.

Isabel Allende decía, todos llevamos dentro una insospechada


fuerza que emerge cuando la vida nos pone a prueba.

Despertar es reflexionar hoy para no repetir los errores de ayer


para hacer realidad la verdad interior, basta con no mentirte cuando te
escuches, no te conviertas en un fracaso si empiezas a culpar a los
demás de tus propios errores.

15
Estoy infinitamente agradecido, porque en esta etapa tan
oscilante, tan variable del camino de la vida por el que he transitado,
este libro me ha incitado a tener una mirada más amable y
comprensiva conmigo y con los demás.

16
MEDITACIÓN Y CONSCIENCIA

INTRODUCCIÓN

Deberíamos dejarnos llevar por nosotros mismos, profundizar


en nuestra naturaleza para conectar con nuestra conciencia, todo lo
natural es conciencia; con simplemente abrazar los árboles, tumbarse
en la misma tierra y veréis como todo cambia, nuestra vida se
transforma en algo realmente interior y digno.

Quiero aclarar a mis queridos lectores, que en este trabajo no


hablaré en absoluto del pasado, sino como simple referente emocional
para el presente. La vida no vuelve atrás y como dijo un poeta: “La
memoria y los recuerdos son los surcos de las lágrimas”. Todo lo que
tiene que ver con el pasado, lleva la impronta del sufrimiento. No
podemos volver a empezar, no podemos renacer y decir que no ha
pasado nada. Es muy difícil evocar un recuerdo sin que la emoción
nos invada, pero nunca algo vuelve a ser lo que era, todo es
irrepetible, no debemos ser como esa porcelana hecha añicos que
pretendemos reconstruir, porque nunca jamás tendrá la pureza y la
belleza inicial.

La filosofía estoica se fundamenta en la capacidad o la fuerza


de voluntad de un individuo para controlar sus sentimientos o
emociones. Alguien estoico, por lo tanto, se mantiene firme ante la

17
adversidad: ¿Estaríamos hablando de tomar conciencia en una
situación determinada de cómo debemos actuar?, como por ejemplo
cuando enfermas, cuidas tu cuerpo, le das medicina y te alimentas
mejor; buscas recobrar tu estado de salud óptima. Sin embargo,
cuando tu alma o espíritu está enferma; llena de sentimientos
negativos y tristeza, un alto porcentaje de personas no la cuida ni la
atiende de la misma manera, simplemente la ignora. ¿Dónde está esa
firmeza ante la adversidad? ¿Entonces qué medicina le podríamos dar
al alma, al espíritu?, ¿Serían convenientes unas reflexiones sobre los
modos de conocer, sobre cómo es el mundo, sobre qué lugar ocupa el
humano en su seno,,, sobre el modo de pensar y actuar? Porque si
aprendemos a identificarnos con el mundo, seremos virtuosos y por lo
tanto felices. ¿Podríamos considerar la Meditación como la medicina
idónea para el alma, el espíritu y la mente? Es una forma de hacerse
una representación de lo que nos sucede, de aprender que vivir el día
a día es el modo natural de vivir, de entender y comprender que no es
necesario, como acostumbramos a hacer, añadir un dolor o ansiedad,
sino aceptar aquello que nos pueda suceder sin preocuparnos del
resultado, aceptarlo porque la sabiduría es aprender a vivir según la
naturaleza y encontrar la libertad en la aceptación de lo que suceda.
Por eso, lo importante es practicar unas máximas de comportamiento
que hagan referencia a nuestros modos de conocer, de ser, de vivir y
todo eso lo hallamos en la Meditación, una práctica que te permite
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cuidar espíritu y mente, a través de la consciencia plena capaz de
percibir tu entorno.

Aunque la felicidad no se define en términos de sentimiento o


estado de ánimo, pensamos que alguien que es feliz, también es
alguien que experimenta emociones positivas como la alegría y lo
hace de manera consistente, lo que no depende de circunstancias
externas. Debemos aceptar y asumir que somos una diminuta parte de
un universo sagrado para comprender lo que nos sucede y de donde
nos viene, que es necesario y que debemos luchar contra nuestras
propias fantasías que nos hacen sufrir innecesariamente. La felicidad
consiste en alcanzar la verdad, la virtud viviendo de un modo natural,
conforme a la naturaleza, aceptando aquello que no depende de
nosotros y viviendo en el instante.

PENSAMIENTOS INICIALES

Consideramos que la meditación es un regalo que da vida,


alegría, felicidad, necesario para que todo ser viviente aprenda a
agradecer, a adquirir ese sentimiento de gratitud de manera natural.
Pedir supone un estado de deseo que crea dependencia, arrastrándonos
a un sufrimiento si no se consigue lo deseado. En el caso de que se
consiga, entramos en un círculo vicioso que nos lleva a desear más y

19
más. Nuestra vida se transforma en una preocupación constante de
deseos porque creemos que en ello va nuestra felicidad, pero nos
olvidamos agradecer. Vivir agradeciendo, debería ser un aspecto
natural en nuestra vivencia cotidiana y no una práctica puntual para
los momentos en los cuales creemos que agradecer nos atenuará el
comportamiento de unos hechos, de unos pensamientos que nos
afligen, como por ejemplo en los momentos de soledad no concientes,
es decir en esos momentos en los cuales, por alguna razón no
deseamos estar solos. La gratitud debería ser nuestra opción básica
para complementarnos interiormente y recuperar la energía que hemos
malgastado en todo lo superfluo de nuestra vida. Este sería el camino
correcto para no sentirnos vacios, para observar nuestro interior, para
saber quién somos, para ayudarnos a vencer el miedo de enfrentarnos
a nosotros mismos. Sin la gratitud, sin el agradecimiento, la búsqueda
de aquello, de ese algo que siempre nos falta para sentirnos, carece de
sentido. La gratitud y el agradecimiento van estrechamente conectados
al mundo emocional, por lo tanto no podemos profundizar en nuestro
interior sin dar gracias por lo que ya tenemos como regalo, la vida,
como dice la canción de Violeta Parra” Gracias a la vida que me ha
dado tanto…”

¿Qué ocurre cuando pensamos que no entendemos este


mundo, cuando pensamos que no entendemos a sus gentes? Quizás

20
deberíamos empezar por nuestra propia introspección, entendernos y
comprendernos a nosotros mismos para darnos una respuesta. ¿Cómo
puede el ser humano establecer unos paradigmas, unos límites
negando evidencias tales como que la naturaleza, el sol, el agua no
pertenecen a todas las personas de esta gran casa? Es como negar la
vida, negar el derecho a la existencia armoniosa y feliz, es como si ser
feliz estuviese prohibido o es que no nos creemos que por un
momento ha surgido un estado alegre, feliz. Quizás no nos creamos tal
estado y no nos deja progresar por nosotros mismos, porque no nos
hemos planteado seriamente alcanzarlo. Obviamente necesitamos
herramientas que nos permitan evolucionar hacia lo que es por su
naturaleza, lícito; el saber. Enseñar, formar, informar, es en cierta
manera, ayudar a ser feliz. Poder descifrar y por ende comprender,
puede transformar la realidad, tu realidad. A preguntas como, ¿Qué
hago aquí? ¿Cuál es mi destino? ¿Adónde voy? De dónde
vengo?¿Para qué sirve mi paso por la vida si me están dirigiendo, si el
aire que respiro es nocivo, si mis pensamientos llenos de falsas
creencias, son en su mayoría impuestas?; nos conduce todo esto a
preguntarnos;¿ sirve para algo saber? Ciertamente sí que sirve saber,
adquirir sabiduría permite pensar y dar respuesta a dichas preguntas
desde una visión verdadera y real. Aunque el de “dónde vienes” es ya
pasado y nos puede al menos interesar como base identificativa para
profundizar en el presente. Del futuro, pienso que no nos debemos
21
preocupar porque, al menos en esta dimensión nos falta capacidad
consciente para discernir, lo cual no quiere decir que con las
herramientas necesarias, podamos llegar a percibirlo algún día.

Nos vemos fuertes por fuera, pero una vez conseguido aquello
que creemos que nos hace felices, qué más podemos pedir. Los
momentos de soledad nos invaden porque nos falta solamente un
aspecto fundamental; lo tenemos todo y no tenemos nada que nos
llene interiormente, no hallamos nada que nos complemente porque
nos somos capaces o no sabemos cómo integrarlo en nuestra vida.
Saber recuperar la energía malgastada en todo lo superfluo de nuestra
vida, nos ayudaría a llenar ese vacío interior, a mirar y observar
nuestro interior y nos ayudaría a sentirnos, a saber quiénes somos. El
gasto energético sin sentido puede conducirnos a un importante
planteamiento personal, tenemos miedo de enfrentarnos a nosotros
mismos. Los más atrevidos llegan a plantearse esa cuestión, de que me
sirve todo lo que tengo si interiormente estoy vacio y comienzan a
buscar aquello que les falta. Poco a poco se van dando cuenta que la
búsqueda no les sirve, no les ayuda en nada si no se miran a sí
mismos, si no se reconocen ante un espejo. Reconocerse ante un
espejo es aceptarse como somos realmente y con sinceridad, admitirse
tanto en lo bueno como en lo malo. Así y solo así podremos
profundizar en el mundo emocional. ¿Qué ocurre para no entender

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este mundo, para no entender a sus gentes. ¿Cómo puede el ser
humano establecer unos paradigmas, unos límites negando evidencias
tales como que la naturaleza, el sol, el agua no pertenecen a todas las
personas de esta gran casa? Es como negar la vida, negar el derecho a
la existencia armoniosa y feliz, es como si ser feliz estuviese
prohibido. Obviamente, saber te permite compartir conocimientos que
despertaran interés, abrirán la mente para ver el mundo de tu entorno
de otro color, comprender que gran parte de la felicidad radica en si
mimo. Es el inicio de la transformación de tu realidad para que se
haga la transmutación de un mundo irreal que nos han fabricado,
falsead. Entonces surgen preguntas como, ¿qué hago aquí? ¿Cuál es
mi destino? ¿Adónde voy? De dónde vengo? ¿para qué sirve mi paso
por la vida si me están dirigiendo, si el aire que respiro es nocivo, mis
pensamientos llenos de falsas creencias, en su mayoría impuestas, no
me sirven para saber algo más sobre nosotros mismos y entonces te
preguntas;¿ sirve para algo saber? Aunque el de dónde vienes es ya
pasado y ya no nos importa tanto sino como una base identificativa
para profundizar en el presente, del futuro no nos preocupemos porque
no lo conocemos por mucho que lo intentemos al menos en nuestra
dimensión. ¿Qué es el saber sino unos conocimientos limitados dentro
de un círculo con prohibición de salirse de él? ¿Para quién sirven los
saberes?

23
A propósito del “saber”, en este caso el “saber se convierte en
un elemento manipulador y citaré a Robespierre, líder de la revolución
francesa que decía a finales del siglo 18: “Il est facile à guider les
hommes par les mots”. No había descubierto nada nuevo; desde hacía
1789 años las palabras han sido la mayor confusión premeditada
establecida, y hoy seguimos igual, lamentable.

Si yo supiera definir esta palabra en todo su sentido: saber, si


supiera distinguir saber confuso, saber dialectico, saber erróneo, saber
aparente, seguramente me llevaría a saber realmente quien soy y que hago
aquí. No perdería el tiempo investigando sobre los cambios de humor
repentinos, es decir saber porque ocurren esas cosas, una vez más saber,
saber y saber, hasta que llega un día, un momento en el que se produce la
metamorfosis: el saber se ha convertido en una obsesión y cuando te das
cuenta de esa conversión, es posible que ya no te interesa saber tanto, sino
intentar olvidar tanta sabiduría y volverte un niño ignorante para vivir
feliz y en armonía contigo mismo.
Es tarde, son las 03 horas de la madrugada y llevo pensando,
escribiendo unas cuantas horas, ya no me quedan ideas, en cuanto
vuelva la inspiración continuaré. Considero que es una de las tareas
que me he encomendado o me han encomendado y que debo cumplir
porque pienso que es una de las maneras de conocerse, de transmitir el
despertar de las emociones.

24
Imaginemos por un momento que “saber” puede conducirnos
a sentir miedo. ¿Esa sensación sería una señal de algún problema
emocional?,¿ O es que la mente tiene capacidad para componer
pensamientos, imaginarios? dando un falso sentido a algún hecho,
fuera de una emoción entendible, convirtiéndose en desventura. Pero
también nos puede transformar en un defensor de la fuerza
renovadora, con una sinceridad comunicativa con valores, porque todo
consiste en un despertar a todos los niveles. A partir de aquí, el saber
activa la prudencia personal y con la energía del espíritu, se empieza a
combatir el miedo. Tenemos tendencia a saturarnos de informaciones,
que pensamos que nos van a ayudar a descifrar ese efecto negativo
que nos está afligiendo. Pero las informaciones que rápidamente
buscamos para que quede claramente justificado ese efecto, sólo nos
sirve para atemperar ese temor, con la esperanza de que se
desvanezcan muchas sensaciones temidas. La gente no debe tener
miedo a saber, no podemos pasar desapercibidos porque el saber va
con la vida misma. Satisfacer nuestra sabiduría, puede significar
tranquilizarnos emocionalmente. Ponderemos pues la esperanza y el
miedo, y siempre que el resultado sea dudoso, inclinémonos a lo más
favorable. A aquello que prefieras. Si el temor tiene mayores
probabilidades, a pesar de todo, inclínate a favor tuyo y abandona la
preocupación para no atormentarte. Si no actuamos así, el círculo se
hace cada vez más grande y poco a poco quedas atrapado en él. Nos
25
inventamos realidades para satisfacernos con aquello que queremos,
creando una burbuja en la que nos encontramos bien acomodados, es
nuestra zona de confort. No queremos salir de ahí, porque el miedo a
enfrentarnos a la insensatez de nuestra invención, de nuestras
creencias, es mayor que las soluciones que podemos dar en ese
momento: es una clara demostración de las carencias emocionales que
arrastramos a lo largo de la vida. Entonces es cuando te das cuenta que
algo no funciona bien, que no te gustas, que no te amas, ¿Girara todo,
alrededor de tu visión de las cosas? ¿Cuestionaras tu existencia? Y
piensas; tú que creías que con tanto saber acumulado lo tenias todo,
necesitas ayuda para superar la falta de luz y comenzar tu
transmutación hacia la positividad, alguien que guie tus pasos para
crecer y enderezar tu vida sin miedos, con seguridad, sin limitaciones,
superando cualquier obstáculo.

Debemos conseguir preservar y aumentar las fuerzas, mediante


una asidua labor, con el fin de que la bondad del alma sea igual a la
del deseo. La esperanza no es suficiente, es necesario reflexionar para
llegar a la autoconfianza, observándonos en todas nuestras facetas.
Ante todo, debemos plantearnos si queremos progresar en el sentido
de la vida o en la práctica de la vida, es decir que nuestra actitud no
consista en palabras sino en hechos. Nuestra actuación debe ser
constante, tomando conciencia de lo que estamos haciendo, no

26
podemos permanecer impasibles ante un mínimo síntoma físico-
emocional, que nos está produciendo angustia, desequilibrio, mareo.
Esta situación da pie al crecimiento del miedo. En ese preciso
momento es cuando debemos reflexionar;¿qué me está pasando? Es el
instante adecuado para asegurar nuestra confianza en nosotros mismos
y inclinarnos por la despreocupación de aquello que nos intoxica.
Entonces surge la pregunta: ¿Cómo puedo controlar esta situación que
desequilibra mi estado? ¿Cómo puedo erradicar el medicamento
tranquilizador que me crea esa dependencia atroz? Resuelves la
cuestión pensando; deberé tomar conciencia que esos estados ansiosos
tienen una causa, un origen o simplemente es un reclamo voluntario y
particular para atraer la atención porque necesitas sentirte valorado.
Concluyes, que si de eso se trata, son invenciones falsas, invenciones
que quitan el sueño y a veces las ganas de vivir. Son momentos
difíciles, en los cuales te conviertes en algo así como una marioneta
de tus pensamientos, a partir de los cuales se derrumba la perfección
una parte de tu sabiduría, de tu entendimiento. Quizás ese estado
guarde relación con andar por el camino que habías elegido, porque
pensabas que era el correcto, camino irreal que habías hecho realidad.
Camino de falsas creencias, de falsas vivencias que creías que eran las
correctas. Obviamente todas las personas no somos iguales, como
tampoco tenemos el mismo problema. Esta cuestión es la que me lleva
a plantearme la búsqueda de la ayuda necesaria para alcanzar ese
27
autocontrol, esa fuerza, esa energía que me ayudará a conocerme, a
entenderme y entender mi entorno, sé que no será fácil y también sé
que existe la posibilidad de que por miedo al enfrentamiento
individual y particular conmigo mismo, abandone en adquirir los
conocimientos concretos, pero también sé que la recompensa del
esfuerzo puede ser extraordinaria para descubrir un nuevo mundo,
nuevas personas y verme a mí mismo de otro color, con una visión
distinta del entorno.

La ayuda para el autocontrol, depende inicialmente en gran


medida de la experiencia del terapeuta, del grado de confianza que yo
pueda depositar en él, y sobre todo de su profesionalidad sincera;
¿Quiero realmente salir de esta situación por mí mismo? Sé que tendré
que luchar con aquellos obstáculos que nunca me pasaron por la
mente, pero también sé que con quien más tendré que luchar es con mi
yo, porque soy yo mismo el que me creo y creo las circunstancias
negativas. No sé muy bien lo que quiero, habré de verificar donde se
encuentra la rectitud de lo que persigo, quizás ahí resida la felicidad,
pero no tengo el valor suficiente para llegar a ella: ¿será porque no
tengo la seguridad de poder alcanzarla? Desde el momento en que
decida aspirar a ella, me enfrentaré al primer gran obstáculo, caer en
las mismísimas tinieblas porque puede que me asuste la luz de la vida.
Al mismo tiempo pienso que sería un error y una negación conciente

28
darme la oportunidad de experimentar otra vivencia, experimentar
otra visión de la vida que significaría crecer, ascender en todos los
niveles, emocional, espiritual, sentimental etc. Significaría también
pasar de un solo resplandor a la plena luz y brillar con luz propia. La
decisión de romper hábitos es solamente mía, es la ruptura completa
hacia una transmutación. La transformación, el cambio, lo difícil y a la
vez emocionante, es hacer fácil lo difícil y agradable la posibilidad de
conseguir una vida armoniosa: el despertar para sentir aquello que
quedó oculto.

La decisión está tomada, necesito un cambio y ese cambio es


necesario, debo convertirme en un ser diferente de lo que era por mi
mismo. Es necesario saber y aprender, para procurarme una seguridad
suficiente, pues no existe nadie que se encuentre más seguro que
consigo mismo. Será un viaje muy largo y hasta que no me desprenda
de los vicios, de la tristeza y libere mi corazón atormentado y afligido,
la falta de luz me seguirá vaya donde vaya. Algo, por no decir todo,
va a cambiar en mí, quizás sea la visión del mundo, el concepto de las
personas etc. Todo eso desde el interior, desde mi alma, porque si no
hay cambio, todo será en vano. El camino no será de rosas, encontraré
muchas espinas dolorosas, aún así daré el paso. Muchos años de
dependencia, apegos, miedos que al final sólo es uno con sus
ramificaciones, convertirán mis anhelos en una necesidad imperiosa

29
para reencontrarme. Desprenderme de todo aquello que sin darme
cuenta me ha transformado en un ser inseguro, pero no carente de
decisiones que a pesar de todo me han llevado hasta aquí, será un
hecho clave para mi presente, mi aquí y ahora

30
SITUACIONES PERSONALES

El tiempo te modifica la manera de sentir por las cosas, por las


personas, por los pensamientos, hacia una nueva visión y análisis de
situaciones. Palabras, hechos, lo que en años anteriores era prioritario
para mí como era el bienestar de mi familia pasó en cierta manera a un
plano segundario, una vez conseguida la seguridad y estabilidad
familiar. Satisfecho de ello, empecé una nueva vida para mí, una vida
que nada tenía que ver con la anterior; mis pensamientos se hacían
cada vez más intensos, la vida, mi preocupación por la vida en sí,
comenzó a tener más fuerza. Mi ser empezó a ocupar en primer lugar
mis pensamientos, ya no se trataba de interpretar diversos mundos, dar
diversas versiones de mundos sino de transformar realmente mi
mundo, mi visión del mundo. Se trataba de que mi preocupación
central fuese, que la sabiduría que pudiese adquirir, encarnara en
formas concretas mi existencia, en definitiva en un nuevo sentido de la
existencia, que me llevara a concluir que la finalidad de la vida es una
manera de obrar, no una manera de ser y que en función de mis
acciones sería feliz o no. De lo citado, se deduce que el hombre sabio
no es el que almacena conocimientos, que es lo que yo hacía, sino el
que sabe convertirlos en claridad interior y en acción exterior, en una
existencia plena y virtuosa, en una relación de equilibrio con la
naturaleza. Ella nos orienta como llevar una vida sana enriqueciendo

31
el cultivo de la amistad, como aprender a vivir, a amar y a morir, tres
fuerzas que mueven nuestra existencia desde la cuna hasta la
sepultura.

Mi ansia de saber tomó un camino distinto. Mi sensibilidad por


las personas, por las cosas que a menudo pasaban desapercibidas,
tomaron otra dimensión, otra fuerza, otro interés y se convirtieron en
mi mayor atención. De esta manera, las confusiones se hicieron
patentes por mi negativa a aceptar la evidencia palpable cotidiana.
Las cosas no pasan por casualidad: aquel principio de casualidad que
yo alardeaba años antes, referente a sucesos que algunos trataban de
milagros y que yo consideraba como hecho casual, hecho ocurrido de
manera espontánea y que otros, aún predicando un dogma que ni ellos
comparten, atrajo de lleno mi atención, comenzando así una nueva
andadura, esta vez correcta.

Todos tenemos o hemos tenido amigos o conocidos que te


sorprenden con sus intervenciones en alguna tertulia, conferencia, a la
que te han invitado sin saber muy bien de qué se va a hablar. Sí, que
te suena algo como que quienes somos, cual es nuestra misión aquí.
Acudes para poner orden en tus pensamientos y descubrir cosas
nuevas.

32
Quizás sería más interesante centrarse en el aquí y ahora; el
futuro es otra fase, mejor lo dejamos para otro momento dependiendo
de la realidad del presente, es cuestión de preferencias. Lo que sí
sabes, es que la respuesta a esas `preguntas, va en función del interés
que pueda tener un científico en los resultados y efectos que pueda
experimentar una persona tratado con terapias alternativas.

Me interesó mucho la temática sobre el amor en una charla-


coloquio a la cual fui invitado. Algunos eruditos, pensadores o simples
personas de la calle definen el amor como algo fundamental, como si
de un contrato se tratara para la existencia y convivencia, pero qué
entendemos por amor. El amor es algo con lo que nacemos. ¿Alguien
puede explicar, o decirnos si se trata de una carencia emocional o una
emoción sentimental, o es la respuesta a lo que sentimos cuando
conseguimos llenar ese vacío emocional? ¿Podríamos aventurarnos a
decir que es la forma más sincera de acercarnos a nuestros semejantes
prestándoles atención o aprendiendo a escuchar. Sé que escuchar en
silencio es difícil, pero no se trata de eso, sino de saber escuchar. No
se trata de establecer un dialogo, sino de dejar hablar, de dejar hablar
el corazón, empatizando con aquello en que podamos ayudar. Pienso
que la empatía es una herramienta conveniente para descubrir, entre
otras muchas cosas, con quién estamos hablando, porque cabe la
posibilidad de intoxicarnos. Algo tan simple como escuchar puede

33
sanar; escuchar es sanar, es amar, es la mayor entrega que el ser
humano puede ofrecer.

Nos dicen que del amor depende todo; felicidad, dicha, poder
etc…sin embargo pienso que la felicidad depende del enfoque que le
das a tu vida, puede que se difumine al cabo de un tiempo, o puede
que no ¿Debemos entender que el amor es fugaz? Otros proponen y
garantizan que la dicha es el amor duradero, entonces qué diferencia
hay entre felicidad y dicha, podría no haber diferencia; el amor es
siempre amor. El amor es la emoción que nos hace sensibles, que nos
mantiene vivos, receptivos de la sensibilidad que nos manda la madre
tierra. Pienso que lo importante es que el amor sea correspondido, dar
y recibir.

Otro aspecto importante que debemos considerar, es


exteriorizar aquello que sentimos. Pienso que es una manera de crecer
como persona, incluso pienso que expresar nuestros sentimientos nos
libera de las ataduras; el ser cuando percibe que necesita energía que
a veces nos falta por una razón cualquiera, la halla simplemente
escuchando, produciéndose una interconexión energética necesaria
que regenera una elevación de las vibraciones. Quizás sea esta
situación la que nos lleva a la atracción, quizás estemos hablando de
atracción energética en movimiento, la que nos lleva a confundirla
con el amor, o quizás estemos hablando de un mismo sentimiento.

34
¿Sería amor lo que nos mueve a ese nivel? En este caso, ¿Podríamos
definir el amor como un trabajo por y para los demás, sin esperar nada
a cambio, con lo cual desde la emoción personal y particular nos
sentiríamos amados?

La falta de amor produce en los seres, bajas vibraciones; estas


bajas vibraciones serían entonces la falta de energía, que derivan en
malestar general, enfermedades, depresiones, desorden mental que nos
puede llevar a una rebelión personal con un final fatal. Hablar de
amor, equivaldría a un intercambio de sentimientos que generalmente
las personas intentamos ocultar y que sólo nos sinceramos cuando
realmente necesitamos liberarnos de ellos; a)el llanto, durante tantos
años educados para demostrar una aparente fortaleza mental, basada
en unas creencias falsas, impuestas por etapas históricas, importantes
en su momento para unos, no tanto para otros, o por una
b)discriminación personal, racial o religiosa, aunque siempre haya
estado presente en cualquier civilización de una manera u otra.
Cualquier adoración religiosa está basada en el amor a algo que
algunos llaman fe y que actúa según nuestro comportamiento basado
según dicen algunos, en “nuestras vidas anteriores”. Vidas anteriores
que según su enfoque repercutirá en nosotros de una manera u otra, en
la luz o en la falta de luz. Comportamiento que podríamos considerar
según iremos descubriendo por nosotros mismos, que no se trata de

35
una imposición sino de un despertar emocional, difuminando así la
oscuridad que nos impusieron desde siempre y que siempre han
disfrazado y amenazado, fomentando la incultura y el miedo.

A partir de aquí, surgen preguntas, cuestiones que nos llevan a


pensamientos dispares en sentido positivo unos y otros negativos: nos
dicen que para resolver los negativos solo debemos dejarlos fluir,
dejarlos marchar, sin preocuparse en darles o hallarles una explicación
para quedarnos satisfechos, o al menos entender mejor, aquello que
nos preocupa. Otros apuntan que actuando de esta manera, sólo nos
lleva a seguir las directrices del ego, porque nos asusta salir de lo
conocido, no nos atrevemos a querer profundizar sobre algo que
desconocemos o que pensamos desconocer para no afrontar lo que
verdaderamente es: nuestro ser como un todo. El problema lo
tendríamos solucionado si poseyéramos las herramientas adecuadas y
supiéramos utilizarlas.

Cabe pensar que la ignorancia es el único mal de la humanidad,


pero sobre todo cuando es voluntaria. Es una manera de no querer
saber qué ocurre, qué sucede, ¿Porqué compromete saber?, porque
crea una dignidad consigo mismo. La integridad se pone en
funcionamiento para unir esas partes de nosotros que durante tanto
tiempo, han estado separadas por falsas creencias de generaciones
pasadas y que llevamos a cuestas. Los hechos, las partes que han

36
marcado para siempre el ser, necesitan adherirse para que uno se
conozca a sí mismo, analizando la educación transmitida, filtrando
mentalmente de una etapa a otra, aquello que ha dejado huella
importante en el inconsciente de cada uno de nosotros/as, sea bueno o
no tan bueno. Seguramente con el tiempo aprenderemos que la
ignorancia no era tal, sino que nuestra responsabilidad no era aceptada
por falta de valor, quizás por estar perdidos en nuestro mundo irreal.
La ignorancia, es un punto de partida hacia la sabiduría, hacia el
conocimiento de la verdad de uno mismo y de los demás, siempre y
cuando quiera despertar. La verdad no la vas a saber, la vas a sentir,
cuando llega el perdón, cuando reconoces que nunca hubo nada que
perdonar, sino que había algo que comprender, asimilar, aceptar,
entender y perdonar.

Los lugares también tienen su actividad, para ayudar a superar


situaciones que nos afligen, causan pánico y dolor, lugares en la
naturaleza como Sirio, Eslida, cargados de energía positiva. Su ayuda
en primer lugar es vivir el momento presente, el aquí y ahora para no
perder nuestra cita con la vida. Siguiendo el camino correcto, el que
nos hace la vida más fácil, y sin buscar nada, surge una imagen, una
palabra, un hecho, que te ilumina y sientes la necesidad de hacer un
alto en tu camino y preguntarte: ¿qué me está pasando?¿por qué he
tenido este o aquel pensamiento? Te quedas sorprendido porque no te

37
había ocurrido antes, y comienzas a preocuparte: Es el inicio del
camino de la observación, de buscar quien te puede ayudar, quien
puede orientarte. Aparecen nuevos pensamientos, surge una nueva
situación emocional y empiezas a querer saber, saber y saber y cada
vez vas ordenando más y más el aprendizaje para esclarecer
confusiones y darle sentido a los nuevos conocimientos. Pero aún así,
haces lo que no debes hacer como principiante; darte las explicaciones
que te convienen y que quieres oír: falsas porque no controlas las
emociones, no dominas las herramientas, las técnicas para comprender
y sobre todo entender que está sucediendo.

Esa situación es el punto de partida para iniciarte en un mundo


nuevo, del cual esperas sobre todo ayuda, luz, comprensión y
entendimiento de tus semejantes, es el momento crucial que debía
llegar a su tiempo y de donde se establece una decisión: seguir
adelante con los cursos, constelaciones, registros akáshicos,
canalizaciones espirituales, etc. No sé cómo ni de qué manera me
afectará o no, o si por el contrario será un acierto, profundizar en un
mundo nuevo, en unos nuevos conocimientos, hasta hoy sin sentido
para mí. Precisamente la falta de conocimientos, me podía hacer
desistir, o por el contrario darme fuerza para continuar y no dejar
pasar la oportunidad de comprenderme. En mi caso no lo dudé ni un
instante, decidí profundizar porque sabía que algo siempre aprendería

38
y siempre podría dejarlo en caso de no percibir aquello, por lo que iba
a invertir tiempo y energía. Después aprendí y asimilé que lo que me
estaba ocurriendo, era que había comenzado a despertar.

Mi visión de todo del entorno, de la gente, del mundo, de los


pensamientos, de los sentimientos, de hechos insospechables que tenía
al alcance de la mano era sinónimo de cambio, de transformación.
Dichas observaciones me llevaron a deducciones como por ejemplo:
la profunda sensibilidad que llevaba en mi interior y que me habían
castrado, con aquello de que los hombres no lloran, surgió en la
primera sesión de constelaciones familiares o en el seminario de un
curso de milagros. Para mí fue, una iluminación, un resurgir, empezar
una nueva vivencia de la cual yo concluí: los llantos me invadieron, y
comprendí que era reconfortante llorar, salí con más fuerza, me sentía
liberado y me dije: No voy a reprimir nunca más el llanto liberador de
emociones, veía ante mí un campo liberador que me permitía un gran
paso existencial. Entonces empecé a preguntarme; ¿Porqué tengo esos
momentos puntuales en los cuales el llanto es mi vía de escape, no de
huida sino de liberación interior? La reflexión me ayudó muchísimo,
no podía ser casual ¿Qué es casual? ¿Qué es la casualidad? Si como
dije antes que me ocurría en momentos circunstanciales, no era casual,
era obvio que la casualidad no tenía razón de ser, no existía.

39
Las asistencias a cursos de terapia emocional, a conferencias
sobre consciencia, decisiones correctas etc. me daban la oportunidad
de que mis preguntas se hicieran cada vez más intensas y más
convincentes. Iniciarme en el mundo emocional, sentimental, de
reflexión, de observación, de introspección, hasta ese momento
desconocido para mí, se convirtió en una necesidad natural y
cotidiana. El saber y la insistencia en profundizar en aquello nuevo,
llegaba a un nivel de atracción insospechado. Conforme se ampliaba
la relación con más y más personas, las preguntas se hacían cada vez
más concretas y las respuestas más definidas y más influyentes.
Conceptos como conciencia, consciencia, oportunidad, visión,
introspección, emoción, falsas creencias, seres de luz, arcángeles,
padre, despertar, meditación etc…empezaron a resonar en mi cabeza;
debía familiarizarme, entender y comprender, asimilar en todo su
sentido, debía entender y comprender su significado primero para
poder acostumbrarme a relacionarlos con esto o aquello, cuando los
oía o los utilizaba. Mi visión del entorno, tanto exterior como interior,
se ampliaba e iba tomando matices nuevos y mi vida se re-creaba,
empezaba a tener un sentido, un sentido nuevo. La meditación, esa era
la clave, es a la conclusión que llegué al cabo de un tiempo, leyendo,
escuchando a maestros de registros, terapeutas practicando hipnosis,
asistiendo a conferencias sobre recuperación de la conciencia,
impartiendo cursos de reiki etc..
40
Cuando alguien se siente casi desnudo de lo material, se
encuentra a sí mismo en una situación completamente nueva, donde la
reacción es muy importante para identificar en que nivel dónde nos
encontramos realmente. Entonces surge la gran pregunta, necesitada
de una respuesta que me urgía saber: ¿En qué consistía la meditación
y sobre todo qué significaba meditar? Conforme iba avanzando en la
acumulación de conocimientos, me daba cuenta que no todas las
meditaciones debían ser dirigidas por un “terapeuta” o “meditador”
experimentado y esa práctica me llamó la atención. Había oído este
concepto muchas veces. Sabía, según me orientaron que su principio
básico radicaba en la respiración; inhalación/exhalación, pero
necesitaba saber algo más para entender y entenderme a mí mismo, y
descubrí que existía una diferencia entre la meditación oriental y
occidental. ¿Para qué sirve y como se utiliza la meditación desde su
origen? Sí, sabía que era una ayuda para relajarse y dejarse llevar por
el pensamiento o fijarnos en aquello que nos preocupa, pero quería
profundizar para un mayor conocimiento diferencial. Debía dar
explicación o hallar algún indicio al menos que me iluminara y que
me ayudara a descubrir la respuesta.

A partir de esta modesta concepción inicial de la meditación,


empecé a anotar cualquier indicio relacionado con; dejar la mente en
blanco, respirar 3 veces, posición cómoda, dejar fluir pensamientos

41
etc…Pero siempre surgía una pregunta, ¿Porqué se plantea la
meditación generalmente basada en un objetivo previamente
dispuesto? No entiendo porque tienen que dirigir mi meditación sobre
una cuestión determinada, si probablemente no es servible o
conveniente para todo el grupo? Otro planteamiento es que se
organice una meditación grupal con un fin bien determinado, como
por ejemplo para la sanación de la madre Tierra. Es obvio que cada
ser es libre de decidir la forma de meditación que mejor le convenga,
dirigida o no y su objetivo. Pienso que las meditaciones dirigidas
limitan el espacio emocional, a la vez que reducen la capacidad de
pensamiento personal y particular del ser, en el viaje transformativo
individual. Los humanos son libres de elegir el método meditativo,
pero esa libertad puede ser arriesgada porque, cabe la posibilidad que
no hayas elegido el método adecuado, y porque tú eres el responsable
de la elección. Meditación dirigida siguiendo unos parámetros
establecidos para un fin, o meditación libre con intención para el bien
de otros con gratitud. Meditar para llegar a un autocontrol y una auto-
realización por sí mismo y de sí mismo que te llene interiormente,
sentirse feliz para meditar. De este modo podemos entender que la
felicidad se da cuando encajas en tu vida, cuando encajas tan
armoniosamente que hagas lo que hagas, te proporcione alegría.
Entonces te das cuenta, que la meditación libre va contigo siempre y
observas que en ningún momento, necesitas programarte los objetivos
42
específicos de las meditaciones, salvo en casos excepcionales como
situaciones depresivas o en casos de luto. Pienso que de esta manera
una persona que ama su trabajo, si ama su modo de vida; es una
persona de meditación, nada la desorienta, nada la distrae. Sin
embargo las personas que se distraen o se dejan distraer fácilmente no
serán meditativas, al menos inicialmente.

Ciertos seres han distraído a los humanos, y lo siguen haciendo


con nuestro permiso, con preocupaciones nada naturales: dinero,
prestigio, poder material etc.Con esa finalidad desvían nuestra razón
de ser, nuestra preocupación por todo lo natural; escuchar a los pájaros
no te proporcionara dinero, ni prestigio, ni poder. Contemplar una
mariposa no te va a ayudar ni económica ni política ni socialmente.

Esas cosas no son lucrativas, pero esas cosas nos hacen felices.
El ser humano obtiene el valor para seguir adelante con todo aquello
que le hace feliz, eligiendo el camino que le hace feliz; los pájaros, las
mariposas y las flores. No podemos olvidarnos de los valores
intrínsecos de nuestra vida en cuanto vemos poder, porque en cuanto
vemos respetabilidad, dejamos de ser nosotros mismos, nos olvidamos
de ser nosotros mismos, ganamos lo exterior y perdemos lo interior. Si
no salimos de esa zona, perdemos nuestro tesoro interior, y para que
eso no ocurra debemos aprender algo muy importante; debemos estar
alerta, aprender a ser conscientes de nuestras motivaciones internas, de

43
las observaciones de nuestro interior. Podría deducir que este sería el
punto de partida para ser feliz, dejarnos llevar sin más nos conduciría
a la infelicidad, a la desdicha, entonces cual sería el camino correcto,
¿qué podría hacer ante esta situación? Dejarme influenciar, hacerme
meditativo para recobrar la felicidad o ser primero feliz y después
vendrá la meditación para mantener viva la felicidad. Pienso que la
felicidad es la condición fundamental. Pienso que el primer paso de
nuestra andadura debe ser la meditación para eliminar las causas de
la infelicidad. Lograr que la vida tenga sentido, tenga efectos positivos
en nuestro interior, será nuestra mayor objetivo porque sino
eliminamos aquello que nos perjudica, como los miedos, todo habrá
sido en vano, no nos servirá de nada y para nada, no se producirá la
transformación deseada y volveremos a ser como antes, infelices. Para
que eso no ocurra, la meditación es la herramienta más adecuada para
seguir siempre el mismo camino para llegar al lugar de destino: la
felicidad.

Para llegar a nuestro destino, estaremos en constante estado de


alerta para que la meditación forme parte de manera natural de nuestra
manera de vivir, de nuestro comportamiento natural ante la vida.

Buscar refugio en la meditación, se convierte en una medicina


necesaria. Sabido es, que al enfermo se le administra la medicina que
se adapte a su condición, a su estado.

44
Es la situación que va a iluminar tú decisión correcta por la
felicidad. En cuanto tú decides que vas a ser feliz, lo serás por ti
mismo y sólo por ti mismo, con tu meditación será suficiente. La
meditación surge por sí misma y se vuelve inconsciente, es un efecto
natural que se produce sin desgaste energético, no necesitas que te
dirijan, es tú propia decisión; tienes la firme convicción de ser feliz,
esa es la realidad.

En definitiva pienso que de lo que se trata realmente, es llegar


a humanizarnos mediante la meditación, ampliando así el campo
sensitivo según la sicología oriental. Dicha sicología, según mi propia
deducción, lo que pretende con sus técnicas de relajación y poniendo
en práctica la sabiduría oriental, es conseguir alcanzar inicialmente el
desapego emocional, representado por el conjunto de creencias que se
esconde detrás del ego. El ser humano es un laboratorio viviente y
como tal laboratorio debemos trabajar, mirando, observando su
interior para descubrirnos. Para llegar a este estado de conciencia,
debemos desarrollar nuestra consciencia para auto-realizarnos, para
llegar a tener la capacidad de percepción de nuestro entorno, tanto
exterior como interior. El ser es un individuo en evolución constante,
tiene un potencial tan grande, que nos ha de llevar por la senda de
nuestro interior a conocernos mediante el autoconocimiento, la auto-
realización que ya he citado y la auto-observación para, mediante el

45
testigo de la conciencia, saber quien somos. Meditar se convierte
entonces en un despertar armonioso y no en un continuo letargo;
debemos escuchar desde nuestro sentido activo y no pasivo. Con esta
actitud lo que se consigue, es rellenar los agujeros síquicos,
convirtiéndose en realidad todo lo adquirido; conocimiento y paz
interior vendrán a llenar el vacío existencial, que a veces sentimos.
Mediante las técnicas de transformación interior, nos llenamos de
nosotros mismos, esta es para mí, la más completa definición de la
meditación, porque a través de la observación llegamos a conocernos
para que se produzca la auto-realización de la transformación.

La auto-realización de la transformación no se podrá realizar si


no eliminamos las causas básicas de la infelicidad, como ya hemos
indicado más arriba, puedes meditar pero no te ayudará mucho si las
causas básicas siguen ahí. Digamos que realmente lo que se produce y
ocurre, es que esas causas básicas; bienestar económico y social, se
han aceptado, porque nos resistimos a vivir sin ese bienestar que
según algunos “tanto les ha costado alcanzar”.

Estas personas no se dan cuenta que todo en la vida es fuente


de riqueza personal y sólo acuden al terapeuta, cuando consideran que
son infelices, porque única y exclusivamente no se cumplen sus
objetivos materiales y perspectivas. Quieren y piden una meditación
que les permita sanar sin abandonar sus objetivos materiales, sin darse

46
cuenta que su problema no es el material, sino que es un claro enfoque
negativo de su vida por un camino incorrecto, sin entendimiento
interior, afectando a su estado emocional. Tampoco se dan cuenta que
el crecimiento individual se hace con el día a día, con la experiencia
cotidiana; la vida, desde que nacemos, es el viaje más importante, más
apasionante, a veces el más doloroso pero también el que produce
mayor placer. Cada uno tiene la vida que él mismo crea, no sólo
somos dueños de nuestra vida, sino que somos co-creadores de la
misma. No obstante tendemos a repetir patrones, todo es más de lo
mismo. Aquí debemos diferenciar el factor hereditario que algunos
preconizan a los cuatro vientos, con la repetición de patrones y formas
de plantearnos la vida de generación en generación; las enfermedades
no son hereditarias, son el resultado de un mismo patrón de vida que
conduce a un mismo final y por la misma causa.

A propósito de la meditación, los orientales dicen: El hombre


es ayunar, orar y meditar. Quizás en occidente ayunar sea utópico,
pero el ayuno laboral en occidente nos puede ayudar a estar relajados.
Orar va siendo también algo personal de cada uno, pero la meditación
o la reflexión, es indispensable. ¿Qué es meditar o reflexionar sobre sí
mismo y su vida? Es una reflexión seria y profunda sobre qué le pide
cada uno a su vida y qué espera de ella.¡ Cuantas veces una persona
teme enfrentarse a su propia realidad y busca sucedáneos para hacer

47
más llevadera su existencia! No es una transformación, se trata de
proponerse cambiar la forma de vida y estar dispuestos a ser
temerario, a arriesgarlo todo, porque en realidad no hay nada que
arriesgar, solo la infelicidad, para obtener la felicidad, la dicha.
Debemos anteponer a todo, la felicidad, la alegría, si realmente
queremos entrar en una actitud festiva, armoniosa, adoptar una nueva
filosofía de la vida para disfrutar de lo que tienes aquí y ahora. Si
comprendes que eres desgraciado, siguiendo tu forma de vida y todas
las tradiciones y creencias falsas, podríamos pensar que tú estás
equivocado, es como decir que lo equivocado, el camino no correcto,
es tu forma de vida. Tú no estás equivocado; lo equivocado es tu
forma de vida, la manera de vivir que has aprendido. Las
motivaciones que has aprendido y aceptado como tuyas, no son tuyas;
no cumplen tu destino. Van contra tu destino, y todo esto crea una
crisis existencial que debemos transformar con actividades nuevas. Es
importante salir de ella, de esa crisis que nos corroe, reforzados por
un proceso de cristalización que nos ayudará a vivir, superando los
deseos de los demás. Una de las claves para superar dicha situación, es
dejar de creer que somos aquello que no somos, no somos máquinas,
de hecho recuerda siempre que nadie puede decidir por ti, porque
todos sus mandamientos, toda su moralidad solo sirven para
inutilizarte. Tienes que decidir por tí mismo, tienes que tomar tu

48
propia vida en tus manos. Si no actúas así, la vida llamará a tu puerta
y tú no estarás allí, siempre estarás en otra parte.

Buda decía; Mente clara, corazón tierno. Entendemos que lo


que quería decir, era que se debe meditar hacia nuestro interior y
desde el corazón, desde una mente abierta, con un claro entendimiento
del proceso. Algunos estudiosos de la meditación oriental, dicen que
la diferencia entre Oriente y Occidente, radica que en Oriente los
maestros meditadores, son los humanos transformados mediante la
preparación que consiste en:

-Entrenamiento de la mente para un desarrollo.

-Iluminar la oscuridad mental; aportar luz a la mente, para


limpiarla y reorganizar nuestro inconsciente, porque cuando hablamos
de oscuridad, nos referimos a la falta de luz mental

-Pasar del ego al ser para enfrentarnos a nosotros mismos, para


sentirnos.

-Estar atentos es fundamental porque aporta luz, lo contrario es


falta de luz.

-En Oriente la meditación es una técnica de vida.

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Por último diremos que el aspecto esencial de la meditación
oriental es caminar ayudando. Por lo tanto deducimos que en Oriente,
los maestros de la meditación son preparadores para la transformación
en un plano superior al de Occidente, donde se practica una
transformación interesada en resultados sicológicos, más que en la
esencia espiritual meditativa Oriental. La diferencia básica se halla en
que en Occidente se medita para hallar la felicidad y en Oriente se
debe ser feliz primero para que la meditación fluya por sí sola.

A partir de estas premisas orientales, podemos deducir que a


menos que encuentres tu espontaneidad, a menos que encuentres tu
elemento, es decir mientras no te encuentres a tí mismo, no puedes ser
feliz y por consiguiente no puedes ser meditativo. Debemos hacer una
aclaración; no es igual tener capacidad para meditar, capacidad que
tenemos la gran mayoría de las personas, que ser meditativo.

Es importante preguntarse ¿Por qué surge en la mente de las


personas la idea de que la meditación da la felicidad? En realidad
siempre que han encontrado a una persona en un entorno hermoso,
aunque cualquier entorno puede ser hermoso, un espacio que
entendemos puede ser adecuado para meditar, siempre han visto que
esa persona era inmensamente feliz, rebosante de dicha. Lo que
sucede es que asocian persona y entorno con meditación y obviamente
se piensa que la meditación da la felicidad, “quizás sea feliz por un

50
espacio de tiempo diminuto si lo comparamos con toda una vida”.
Pienso que es completamente al revés: la meditación llega cuando se
es feliz. Pero ser feliz resulta difícil. Ser feliz supone un cambio
drástico en tu modo de vida, un cambio brusco en tu estilo de vida.
Supone una ruptura con el pasado, una ruptura iniciadora de una
nueva vida con la cual iras descubriendo la verdad humana, tu verdad
como ser.

El Poder, el Estado, La sociedad, establecieron desde


generaciones anteriores a la nuestra, formas de ser que no se han
correspondido nunca a lo que realmente hemos sido, seres con poder
mental: la famosa caza de las brujas de la edad media era en realidad
una caza cruel contra las personas que tenían poder de curación.
Establecieron una distracción global sin precedentes, como el miedo,
la tortura, la inquisición, pero consentimos, nos dejamos engañar y
consiguieron llevarnos por el camino no correcto.

No perdamos la calma, las vibraciones son cada vez más


positivas y se observa que se está produciendo una iluminación, un
mayor despertar, se observa una preocupación emocional cada vez
más responsable para tomar conciencia de la consciencia, de nuestra
capacidad de percepción. Para superar nuestro estado actual tenemos
que abandonar todos los modelos que nos han impuesto y sobre todo

51
encontrar nuestra llama interior, así y solo así lograremos hallar la
felicidad y transformarnos plenamente.

. ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?

Jean Paul Sartre dijo que la felicidad no es hacer lo que uno


quiere sino querer lo que uno hace.

Hay quien la califica como el divino arte de ser feliz, es como


estar siempre agradecido con lo que tienes y con lo que puedas
compartir y ayudar a tus semejantes.

¿Es aprender algo contra los males, contra la falta de luz?


Obviamente sí. Es procurarse exhortaciones, armarse de igualdad de
espíritu contra los males inevitables, porque el bien de la vida no
radica en su extensión, sino en su uso y aprender que la palabra de la
verdad, es simple y no es necesario complicarla; se trata de iluminar el
despertar del espíritu, de las tinieblas de la comprensión y del
entendimiento. La felicidad está relacionada con la conciencia y
consciencia, no con tu carácter. No tiene nada que ver con el triunfo ni
con la ambición. Tampoco tiene que ver con el dinero o con el
prestigio o el poder material. Tengo el convencimiento de que la
felicidad depende de uno mismo, del estado en que te encuentras, si
estas despierto o dormido. Dependerá de dónde estés en tu
consciencia, en que plano de consciencia te situas, teniendo en cuenta

52
que el cuerpo existe en el mundo de la dualidad, alegría-dolor, día-
noche, bien-mal etc…Este estado nos lleva a no estar tranquilos
nunca, por miedo a perder un estado de placer. Por lo tanto, podemos
resumir diciendo que lo que entendemos por “felicidad”, depende de
la persona; para la persona dormida, (aquella que vive para las
pequeñas emociones y lleva una vida superficial), que no profundiza
en su interior, su vida no tiene calidad, no medita nunca, duerme y
sueña, vive en el mundo de la cantidad. Sin embargo la persona
despierta, es la que reconoce sus errores y defectos pero procura
corregirlos observándose para comprenderse. Empieza a meditar y a
alejarse del sueño para dirigirse al despertar interior en un estado
inicialmente transitorio. Entonces la felicidad para esta persona tiene
un sentido de más calidad y menos cantidad. Quien medita goza de las
cosas; música, poesía, lectura, halla satisfacción cuando crea algo,
disfruta de la naturaleza, de su belleza, vive la alegría de lo que nunca
había disfrutado antes. Este cambio es muy enriquecedor y mucho
más duradero que los placeres cambiantes de la persona dormida.

Reconocer nuestros defectos y transformarlos, hará que nuestro


despertar nos permita ver y profundizar más en nuestro interior. La
luz ocupará el espacio tóxico de la densidad, liberándote de todas las
tensiones, angustias, ansias que crea el miedo. Vives en el presente, ya
se acabaron;

53
a)-el pasado que te tenía atado por todas las falsas creencias
que llevas a cuesta desde que naciste y

b)-el futuro queda como algo abstracto, como algo


impredecible. No valen los tarots ni los visionarios, no sabemos cómo
será de momento o a excepción de algún posible iluminado.

Lo que sí sabemos es que el tiempo que nos quede por vivir en


esta vida, dependerá de nosotros, del presente porque todo lo que
sientas, hagas o pienses, será lo que marque tu futuro. La felicidad es
un derecho inalienable, debemos elevarnos a otra dimensión para no
seguir perdidos en la jungla de los placeres. Necesitamos hacer una
parada en nuestra vida y reorganizar nuestra mente para ir en su
búsqueda (aunque un día u otro nos la encontraremos sin buscarla) y
romper las ataduras que no nos dejen avanzar en nuestro proceso
emocional. Encontrar la libertad absoluta, liberar emociones
reprimidas para volar y ser participe de la luz convirtiéndote en
alegría, esa es la verdad del ser. No permitamos que nuestro placer
nos lo organicen los que nos atan y esforcémonos sin descanso para
ser nosotros mismos. Vamos a diferenciar el placer y la alegría; el
placer es efímero, pasajero, una impresión alegre del espíritu, la
alegría debe ser permanente, es importante que la alegría nunca cese
para que no se revuelva contra nosotros. No dejemos que nos pierda
la inconstancia y la vanagloria, vamos a ser naturaleza pura para

54
conseguir llegar más allá de la felicidad, a la dicha. Captar con el
corazón abierto las verdades de nuestros errores, o quizás sería mejor
decir los errores verdaderos, porque tan esencial es reconocerlos como
aceptarlos y asimilarlos, pienso que de una manera u otra no dejan de
ser errores, pero una cosa es reconocer verdades, a veces vergonzosas
y otra reconocer errores suele ser más fácil, se reconocen sin más y ya
está.

Cierto filósofo decía: “Existe el placer y existe la dicha.


Renuncia a lo primero para poseer lo segundo”. Este es el gran
obstáculo de la sociedad, porque gran parte de ella, no va a renunciar
al placer fácil. Desde generaciones atrás nos vienen educando para
ello, para el placer fácil. Ellos saben que hallar la dicha, significa
que nosotros podemos controlar nuestras emociones, con lo cual ya no
pueden manipularnos a su antojo y no pueden desorganizarnos la vida
ni distraernos mentalmente. Debemos ser capaces de comprender las
palabras como, placer, felicidad, alegría, dicha y reflexionar sobre
ellas lo más profundamente posible. Aprendamos también a
diferenciar conceptos engañosos como: ofrecer una vida mejor si
hacemos esto o lo otro, si nuestro comportamiento social es el
adecuado, si aceptamos unas reglas turbias, etc. La Meditación nos
puede ayudar mucho en este aspecto. Contiene tres verdades
fundamentales, que dependerán mucho de nosotros; mirar, observar,

55
entender y comprender, porqué miramos hacia una dirección o punto
determinado. Se trata de tomar conciencia de todo aquello que
vayamos descubriendo para ir adaptándonos, abrazando una nueva
vida que sin duda será más iluminada y verdadera.

El primer gran obstáculo real al cual nos deberemos enfrentar,


será cuando concluyamos que pasamos gran parte de nuestra vida,
intentando ser quien no somos. Puede que sea porque nos han hecho
asimilar que no somos suficientemente buenas personas, y entonces
nos imponen normas, leyes, camufladas bajo una cierta “democracia”
para convencernos que seríamos mejores personas cuanto más nos
pareciéramos a los demás, es decir: que tendríamos que cambiar como
somos porque no es socialmente adecuado. Intentan por todos los
medios confundirnos hasta que llegamos a preguntarnos: ¿Quién soy
yo? ¿Quiénes somos? En un primer momento nos creemos que han
conseguido su objetivo, todos esos mensajes falsos nos han hecho
tanto daño, nos han alejado tanto de nosotros mismos, de nuestra
esencia, hasta hacernos diferentes y únicos, a su conveniencia, lo
conseguirán si no despertamos y lo consentimos.

Debemos ser capaces de enfrentarnos a esa situación si


queremos ver la luz conscientemente, definir qué estrategia nos
conviene o elegir el camino correcto para ir empoderándonos,
recuperando energía. Desde mi punto de vista, sería un gran acierto

56
ejercitarnos intencionadamente concientes en aquello que vaya
haciéndonos cada vez más felices; volver a nosotros mismos, porque
quien se supone que debes ser, esa falsa ilusión te hace daño; esa
suposición es inseguridad, produce miedo; el miedo es la
manipulación de nuestra mente, haciéndonos creer que es algo que
hemos aprendido aquí, ciertamente lo es, pero enseñado por los
interesados, creando la duda para avanzar, para evolucionar, en cuanto
sólo se trata de SER. Pienso que la felicidad es el camino, la vía que
nos puede ayudar a llegar a Ser, que fluya por sí sola la meditación
como herramienta, para que cada persona encuentre por sí mismo su
camino y se libere de los condicionamientos sociales. Los sistemas de
creencias y los prejuicios que limitan nuestra capacidad de
experimentar la vida en toda su plenitud, deben desaparecer. En
definitiva de lo que se trata fundamentalmente, es conseguir que
nuestra capacidad de integrar la sabiduría, se demuestre día a día para
nuestro bienestar emocional. No permitamos más obstáculos, que
nadie ni nada nos impida avanzar, que no nos califiquen de buenos,
prudentes o virtuosos para confiarnos, son solo elogios falsos para
contentarnos, son elogios contrarios a lo que queremos llegar a ser; a
sentir e interiorizar. Debemos llegar a ser sabios, porque el sabio es un
ser humilde, lleno de alegría, sonriente y sereno y sobre todo
inamovible porque su percepción del mundo, es un reflejo de su
estado de consciencia. No podemos esperar a que otros nos den
57
aquello que nos pertenece como SER; la felicidad humana no se da, la
hacemos nuestra porque es nuestra y no hay fuerza más poderosa que
la nuestra cuando decidimos creer en nosotros mismos. Gandhi decía;
“la fuerza no viene de la capacidad corporal, sino de la voluntad del
alma” Paralelamente, Isabel Allende ratificaba;”Todos llevamos
dentro una insospechada fuerza que emerge cuando la vida nos pone
a prueba” ¿Será aquí y ahora la emergencia de esa fuerza y la
voluntad del alma?

Conforme voy avanzando e integrando conocimientos, se van


sucediendo pensamientos, preguntas, respuestas. Me voy dando cuenta
de algo muy importante como por ejemplo; que todo gira alrededor de
nuestro interior. Siempre buscamos en el exterior y no nos damos
cuenta que buscamos en el lugar erróneo, equivocado, aquello que
llevamos dentro. Buscamos placer por doquier pero concluyes que en
gran parte depende de otra persona, equivocadamente te atas a ella y
surge el apego. Dependencia y apego van a la par, si el apego y la
dependencia ya son una carga que llevamos a cuestas desde un pasado
muy lejano, ¿Cómo podemos resolver la dependencia y el apego?
Entonces te planteas: ¿Es el placer el camino de una felicidad
“pasajera”, ¿Cual es el camino correcto? La respuesta no se puede
encontrar en el exterior porque no está allí.

58
El placer no nos hace más felices, sino más astutos pero no nos
proporciona sabiduría, te hace cada día mes esclavo apartándote de tu
ser. La astucia se convertirá en tu única manera de utilizar a las
personas como medios, para ocultar tu verdadero yo, a la sazón es lo
que hace la gente. Lo que posees en este mundo lo posees a costa de
los demás, no hay otra manera. Si de verdad no deseas enemistarte con
nadie, abandona la idea de posesión. Utiliza lo que tengas a tu lado en
el momento, pero no seas posesivo. No intentes reclamar que es tuyo.
No hay nada que sea tuyo; todo pertenece a nuestra existencia. La
felicidad empieza por ahí, sin destruir la de los otros, ayudándoles a
ser felices. A esa forma de proceder la llamaremos, santidad, bondad y
significará que nuestra forma de ver el mundo ha cambiado:
empezamos a sentir un poco de alegría. ¿Podríamos dar por hecho que
esta mínima sensación, sería un paso hacía la verdadera felicidad?

Surgen entonces algunas preguntas como: ¿Existe la verdadera


felicidad? ¿Qué es? ¿La podemos alcanzar? ¿O es la vida sólo un
sueño o existe algo sustancial en ella que no acaba con la muerte? ¿O
existe algo que trasciende más allá para que la felicidad no sea algo
momentáneo, algo fugaz? Para contestar a estas preguntas, diremos
que a la humanidad siempre se la educado con la idea de que se puede
practicar la bondad, que se puede aprender a ser feliz, que se puede
llegar a ser feliz, que está a tu alcance crear cierto comportamiento

59
social que te traerá felicidad. Pienso que no se puede educar con ideas
sino con hechos para un fin. Lo primero que debemos comprender, es
que la felicidad no se puede practicar, la bondad no se practica, se
lleva consigo mismo, no se crea. Se trata de aprovechar las virtudes
que todos tenemos sin permitir que tu ego entre en juego, porque se
puede producir un caos mental que te puede llevar a la pérdida de
parte de ellas. Aprovechamos la energía universal para alimentar
nuestro poder virtual, recibiéndola como un regalo, como un don.
Entendemos que la verdadera felicidad, sólo se dará en un estado de
dejarse llevar, omitiendo todo intento de justificación de nuestra
actitud, pero explicando aquello que sentimos en un momento dado.
Por lo tanto si vamos en busca de la felicidad, seguramente no la
vamos a encontrar, porque teniendo en cuenta lo dicho no es la
consecuencia directa de una búsqueda sino un derivado de aquella
educación que nos dieron. ¿Podríamos deducir, ahora, que de ese
derivado, de estar o ser feliz depende del éxito verdadero de nuestra
propia vida, que ese sentido seria el motivo y la razón suficiente para
adentrarnos en nuestro interior para hallarnos verdaderamente?
¿Reflexionar, sería la respuesta adecuada por el efecto de la sabiduría,
convirtiéndose en alegría permanente, donde siempre reina la
serenidad? Esta alegría solo puede nacer de la toma de conciencia de
las propias virtudes.

60
Este derivado alegre, solo indicaría una felicidad momentánea,
de corta duración, un momento en el cual veríamos, que algo ha
cambiado en nosotros dándonos alegría de vivir. Sin embargo, ser
feliz es para nosotros algo más profundo, más duradero, es haber
conseguido aquello que por fin se ha arraigado en nuestro interior, por
un cambio conciente de consciencia. Percibir, es hacernos conscientes,
tener la capacidad de; no enfadarse, de la ambición cambiamos a la no
ambición, de la avaricia cambiamos a la no avaricia, la envidia ya no
existe, el sentimiento de posesión, la ira desaparecen, se transforman
inicialmente en felicidad para después llegar a la dicha. A partir de ese
momento nada del exterior nos puede influenciar ni hacernos cambiar
porque todo se ve, se analiza desde el interior conscientemente, el gran
salto ya se ha dado, accedemos a esa energía que nos convierte en un
campo magnético y receptivo: todo se convierte en pura vida,
verdadera felicidad. A su vez el estado de felicidad al que has llegado
desde tu interior, se transmuta en un estado de felicidad relativo, que
sólo se va convirtiendo poco a poco en felicidad absoluta, sin relación
con nadie más porque es tuya, es interior; se convierte en lo que los
Budas llaman, dicha consciente, única y exclusivamente tuya, porque
viene de tu interior particular y personal, una vez se ha llegado desde
la consciencia a la meditación profunda.

61
Desde esta capacidad de percepción de la felicidad, podemos
advertir y preguntarnos si sería fácil hallarla o más bien sería absurdo
buscarla.

Pensamos que nadie la encontrará sino es a través de un estado


meditativo profundo, porque la felicidad es un derivado de ese estado
de alegría y no el resultado directo de una búsqueda. Surge como si
saliera de la nada, sensación pasajera que todos hemos experimentado
alguna vez y que no hemos sabido ni podido explicar, sin
precisamente meditar. Esas sensaciones inexplicables son las que
dejan huella en tu interior, las que dan pié a profundizar en ellas
despertándote de tu letargo. Es en ese momento cuando tu vida
empieza a brillar, te transformas en otra persona, las cosas se ven de
otro color, todo fluye en la mente, tu estado anímico se altera hacia la
alegría de vivir y piensas: ¿esas sensaciones inexplicables son el inicio
de un estado feliz que me ha llegado sin buscarlo, ha venido sólo, me
ha encontrado o me he encontrado a mi mismo? ¿Por qué sería
absurdo buscarla? Digamos que aquí el hecho de buscar tendría o
pensamos que guardaría cierta relación con lo que dijo Jesucristo:
“Busca y hallará”. Si anteriormente hemos dicho, que nadie puede
encontrarla sino es en un estado meditativo profundo donde todo
fluye, no nos sirve el pensamiento de Jesucristo, porque buscar supone
un esfuerzo mental y no un estado de relajación. La felicidad es el

62
resultado de un estado de relajación conseguido por la meditación.
Desde esta premisa podemos pensar que nunca estamos solos, la
felicidad nos acompaña. Es un estado de despreocupación, de
relajación de tu ser con la existencia; la felicidad siempre está ahí
donde tu estés, quizás nos sentiríamos más libres, más felices si
tuviéramos la preocupación de saber vivir acompañados de estos dos
pilares fundamentales. No nos atormentaría la necesidad de cruzar el
océano de la existencia en busca de aquello, que muchos de nosotros
no ven y que llevamos en nuestro interior: la verdad que al igual que
la felicidad surge sin darnos cuenta, nos da miedo enfrentarnos a ella,
por desconocimiento conciente, en lugar de aprovechar el momento
para dilucidar nuestros temores, simplemente pasando a un estado de
espera meditativa consciente, de donde nacería un acontecimiento
llamado felicidad plena, una vez vencido el miedo.

Nuestra existencia es un continuo dualismo, un continuo dar y


recibir, una continua dicotomía; día/noche, luz/oscuridad, vida/muerte,
blanco/negro, alegre/triste, felicidad/infelicidad no iba ser menos. Por
lo tanto debemos tomar conciencia de que no podemos ser felices
siempre, sin que nos llegue en cualquier momento una o varias etapas
de infelicidad, porque como ya hemos comentado, la felicidad
depende de nosotros mismos o de otra persona, porque no nos gusta
como somos, aquello que realmente somos y no queremos aceptar, el

63
sí pero, condicionante que imponemos o nos imponemos. ¿Entonces
qué ocurre cuando dejamos de ser felices? ¿Desaparecen las
satisfacciones del deseo, cometemos el gran error de esperar a ver qué
sucede y que pase el sufrimiento? o simplemente hemos dejado de
valorar la vida. Después de varias lecturas sobre diferentes enfoques
espirituales, mentales, asistencia a varias charlas, conferencias sobre
meditaciones, visualizaciones, energía, amor etc… podemos concluir
que hay algo fundamental que debemos comprender; el ser humano
desea la felicidad y precisamente por ese deseo, ese desgaste
energético y mental, esa búsqueda errónea de la felicidad, solo halla la
infelicidad o la desdicha. Pensamos que en ese aspecto, radica la
diferencia en cuanto al resultado de las investigaciones de algunos
psicoanalistas; si el ser humano quiere y desea ser feliz, deberá
abandonar la obsesión del “deseo” de la felicidad que es el causante
directo del sufrimiento.

Desde el mismo momento que deseas la felicidad, te alejas del


presente, de lo existencial, te trasladas al futuro que no está en
ninguna parte. Tu deseo de felicidad es un sueño, y el sueño es irreal.
Nosotros discrepamos de este pensamiento y decimos que: Los sueños
son la vida real, tal y como querríamos que fuese. No son distorsiones
o visiones de lo que vivimos, o deseos frustrados de cómo querríamos
vivir, sino que son la tarjeta de presentación de nuestra vida real

64
basada en las falsas creencias concientes, transmutadas por el
inconsciente. Los sueños son la rebelión inconsciente de la vida
conciente, cotidiana, que nos privan forzosamente.

Volviendo a la felicidad, diremos que se encuentra donde tú


estés, a tu alrededor, donde quiera que vayas, no es algo que se crea; la
felicidad es algo que se ve, la consideramos como un fenómeno
natural por ser materia universal misma, igual que la alegría; en
cualquier momento puedes ser tremendamente feliz, surge y ya está.

Antes de continuar, queremos indicar que todo es un proceso


con pautas y etapas que respetaremos con una puntualidad de reloj, si
queremos profundizar y llegar a sentirnos felices, alegres, si queremos
cambiar nuestra manera de pensar, de ver las cosas a través de la
meditación, debemos ir interiorizando el proceso paso a paso.

Todos sabemos que enfrentarnos a nosotros mismos, mirarnos


al espejo y aceptarnos como somos, no resulta fácil. Estamos más
pendientes de la inseguridad que pueda provocarnos, el miedo que sin
duda, algunos sentimos, o sentiremos, al iniciar el proceso hacia un
nuevo estado emocional. Nos supone un esfuerzo, un sufrimiento que
nos saca de nuestra zona de confort, confuso al principio, hacia un
camino cuyo final es indeterminado pero que vale la pena aventurarse
o al menos mostrar valentía. Entrar en nuestro ser, en nuestro interior

65
como primer paso, es básico y fundamental. Obviamente cada uno de
nosotros deberá previamente entrenar la mente, prepararse
mentalmente de la manera que crea conveniente; sesiones de registros
akáshicos, meditaciones, compartir sentimientos, cursos de iniciación
a la participación emocional, seminarios en la naturaleza, asistir a
charlas temáticas etc. Podríamos interpretar todas estas etapas de
entrenamientos mentales como dificultades preparadas a propósito,
efectivamente lo son para cualquier persona a quien le espera destinos
extraordinarios, porque “quien sabe lo que siembra, no le teme a la
cosecha”.

Dicho esto, pensamos que uno de los pasos importantes a dar


en primer lugar es, Comprender. Comprender el dolor, comprender la
angustia, el sufrimiento. Aquí no se trata de una comprensión
superficial, sino de profundizar en la razón, el motivo de sentir dolor,
angustia, miedo y todo lo que nos produce inseguridad, infelicidad,
desgracia. Profundizar sobre las causas, preguntarnos si he creado
esas causas, y en caso afirmativo, porqué me siento de tal o cual
manera. Dichos estados emocionales son la consecuencia directa de
comportamientos personales y particulares que llevamos a cuesta y
que obviamente nos influyen. Si queremos realmente liberarnos de
toda esa carga emocional negativa, debemos ser capaces de
Comprendernos y tomar la firme decisión de mirar hacia adentro;

66
mirar hacia fuera es evadir nuestro propio problema. Todo lo que
proyectamos sobre los demás son nuestros propios temores, nuestras
propias insatisfacciones. Acusamos a los demás, ellos son los
causantes de mi desgracia, esa es nuestra conclusión para ocultar,
aunque sinceramente sepamos que somos nosotros los causantes,
intentamos de cualquier modo retrasar el inevitable enfrentamiento
con nosotros mismos.

Comprender es asimilar, dar explicación a aquello que nos


produce sufrimiento, ¿porqué sufro?, reflexionar sobre las causas del
sufrimiento. Una vez comprendida la causa, quedas liberado de ese
sufrimiento para siempre y que queda en su lugar: la iluminación que
te va a proporcionar satisfacción, alegría, dicha, en ese orden y a partir
de ese momento, conocerás la verdadera y armoniosa realidad.
Conforme la iluminación te vaya permitiendo ver más y más lo real, te
darás cuenta que los placeres, la felicidad que creías tener no eran
reales y que el inconsciente, en tus sueños te avisaba de la irrealidad
de ello, que tú hacías conciente. Podemos concluir diciendo que lo
real es una satisfacción que cuando llega, no se va, se queda para
siempre en nuestra mente: todo lo que viene y permanece, es real
porque la comprensión es nuestra forma de meditación. Una
meditación que cada vez ilumina más y más tu camino, te libera de
toda carga, reduciendo a la nada la oscuridad, porque la oscuridad no

67
es más que una falta de luz; ya se encargan algunos que dicen: y se
hizo la luz, pero también piensan que no se haga tanto, no nos vaya a
deslumbrar…Cierto es que la verdad nos hace libres, más aún cuando
hayas aprendido a enfrentarte a la desdicha, empezarás a sentirte
alegre y comienza a desaparecer todo aquello que te impedía la
integración en la alegría. Mientras tu mente está trabajando la verdad,
no puedes pensar en nada más, te estás empoderando, adquiriendo la
energía necesaria para elevar tus vibraciones. En ese proceso de
empoderamiento ya ves la desdicha como algo distinto, como algo
ajeno a ti, la desdicha no era tal, solo era una identificación ilusoria en
la que habías caído. Ahora ya sabes que no eres eso, no eres una
simple ilusión, de eso ya se encargan algunos en fomentar una
realidad falsa. Tú ya estas fuera de ese círculo porque has tenido la
valentía de enfrentarte a ti mismo y has conseguido una explosión de
alegría como recompensa a tu esfuerzo, te auto-convences que poder
es querer. A partir de este paso, has de tener muy en cuenta que la
libertad que has recuperado, te lleva hacia nuevos horizontes, lo
pasado ya es historia, no vale la pena ni recordarla, no caigas en la
regresión que te hizo daño, que te tenia atrapado, que te impedía
evolucionar. No dejes que te intoxiquen, aléjate de las personas que te
produzcan sensaciones extrañas, que te incomoden o que te produzcan
malestar cuando se te acerquen. Medita cuando sientas la necesidad,
háblate en el espejo con toda sinceridad, mirándote, te sorprenderás de
68
lo que eres capaz de decirte y te emocionarás hasta las lágrimas, te
harán sentirte aliviado y más confiado. Es tu decisión; ¿prefieres
continuar esclavo de ti mismo o por tu esfuerzo, por tu enfrentamiento
hasta el duro sufrimiento, sentirte libre, alegre? La segunda opción te
enseña a cuidar lo que escuchas, la gente no te habla, te inyecta
vibraciones y estas vibraciones son las que te van a hacer sentir
energía, alegría, toda tu vida se verá transformada y por fin empezarás
a aprender a amarte de verdad, a sentir el amor interior que ni siquiera
recordabas. Brotará con toda su fuerza y energía porque en definitiva
no se trata de amar, sino de amarse primero para superar cualquier
adversidad, la persona que se ama tiene mucho ganado a su favor, ya
no proyecta sobre los demás sus problemas, sino que se enfrenta a
ellos, comprende su causa y sabe que solo los crea ella por el motivo
que sea; desdicha, miedo, inseguridad etc… Se convierte en una
persona libre y poderosa, ha aprendido a valorarse positivamente, !qué
gran paso¡

Una persona libre y emocionalmente poderosa vive en extásis,


el gozo en su máximo nivel, la felicidad y la dicha superior, de ahí que
una persona extática es necesariamente libre; los niños nacen
extáticos, es algo natural, pero después la sociedad neurótica los va
transformando poco a poco, porque no puede consentir que vivan en
ella las personas extáticas; la ponen en peligro o las llaman

69
negacionistas (últimamente está de moda ese concepto). Debemos
comprender el mecanismo, más fácil nos resultaran las cosas, puesto
que a la persona extática no se la puede controlar, no se la puede
reducir a la esclavitud; extásis es libertad. Por si alguien tiene alguna
duda, no debemos confundir los términos, revolucionario y rebelde. El
revolucionario es aquel que quiere cambiar una sociedad, pero
también sustituirla por otra, con lo cual no hemos evolucionado nada.
Muy diferente es el objetivo del rebelde que quiere vivir como
individuo, sin estructuras sociales rígidas, éste no pretende sustituir
sociedades por otras sino vivir libre, sin gobierno, como la naturaleza,
pues ésta no necesita gobierno alguno, se gobierna a sí misma.
Observamos una dualidad paralela entre rebelde y naturaleza, el
rebelde cree en la naturaleza, no en las estructuras creadas por el
hombre para un fin, es quien cree que si se dejara en paz a la
naturaleza y se respetara la libertad del hombre en todo su sentido,
todo sería maravilloso como la vida del rebelde. La paz es un síntoma
de buena salud, una conciencia limpia, es el remedio a muchas
enfermedades. La paz como hábito en el silencio, es la medicina del
alma. No existe mayor perdón que una conciencia en paz. Por eso
desde la infancia nos adoctrinan en la necesidad de un gobierno,
¿político? Obviamente que sí, porque los gobernantes son personas
débiles, y seguramente con algún tipo de complejo, de inferioridad por
ejemplo, con miedo a que les exploten, se dedican a explotar primero,
70
a ser explotados. Por esta razón y algunas más, procuran por todos los
medios que el niño no llegue a conocer la libertad, porque jamás
formaría parte de ninguna sociedad, de ninguna iglesia o institución
que le prive de su derecho a ser libre. No debemos permitir que nos
exijan vivir en una vergonzosa oscuridad que guie nuestra vida;
debemos vivir alcanzando la sabiduría para conseguir el hito más
grande y darnos las gracias a nosotros mismos. Seguir siendo un
individuo libre, ese debe ser nuestro objetivo principal para que
provoque pulsaciones de libertad a su alrededor.

Debemos comprender este estado de cosas, por qué existe y


sobre todo cómo salir de él. Es necesario y tenemos la obligación de
comprender como funciona el mecanismo, el condicionamiento
impuesto, comprender el estado hipnótico en el que vivimos y salir de
él a toda costa. Comprender que nuestra vida no es solo una
esperanza, comprender que nadie vendrá a rescatarnos, sino que hay
una realidad que debemos demostrarnos y vivirla aquí y ahora.
Apartemos de nuestra mente esa neurosis que llamamos civilización
que nos está dirigiendo, educando en la ambición para anular la
rebeldía, porque la ambición te ata a unas directrices premeditadas,
para vivir constantemente en el mañana y olvidarnos del aquí y ahora,
porque el único tiempo en el que eres, existes, es el ahora y aquí.

71
La felicidad no tiene nada que ver con la ambición de los que
piensan, que la felicidad con dinero conlleva más amor, porque el
amor no necesita dinero; puedes amar tal y como eres, es tu naturaleza
misma. Es fundamental comprender, diferenciar la felicidad que da la
ambición a la felicidad natural que todos llevamos en nuestro interior
y que debemos descubrir nosotros y solo nosotros. La meditación no
guiada, sino natural, es la que nos aportará esa ayuda. La felicidad
conseguida con dinero te transforma en algo simbólico, en algo vacio
interiormente. Para que cambie esta situación interior, deberíamos
liberarnos de lo simbólico, en definitiva liberarnos de las imposiciones
de la sociedad, para volver a ser o continuar siendo un individuo
extático, si es que ya lo eres y si no lo eres, comprender que debes
volver a serlo; Libres como lo somos al nacer. Una actitud necesaria
para liberarnos de lo simbólico, es la valentía de introducirnos en la
realidad, de manera consciente porque solo lo real es real, lo
simbólico no es real. Entonces nos preguntamos ¿Que es lo simbólico
y para qué sirve a unos y es negado por otros desde el punto de vista
emocional y consciente? Es obvio que todo lo simbólico, es una
representación falsa de todo lo que nos quieren mantener oculto, como
por ejemplo, la felicidad que es tan evidente, tan fácil porque no se
puede simbolizar, pero sí que se puede transformar en sentimientos de
dolor (Jesús Cristo crucificado). Decíamos que no se puede simbolizar
la felicidad, porque la llevamos en nuestro interior, debemos darle la
72
oportunidad de salir a la luz, de aflorar, de florecer. Se trata de una
cuestión de sentimiento, no de pensamiento, recordando en el
momento mismo, que en el plano superior de la felicidad hallamos el
extásis, la libertad, que no nos priven de los sentimientos, que no nos
aíslen de los sentimientos, sin ellos solo somos simples marionetas
manipuladas, que no nos simbolicen a su antojo, por la censura del
pensamiento que de momento no pueden manipular y espero que
nunca lo puedan, porque el pensamiento es libre, como lo ratificó
alguien, que no recuerdo quien fue, que dijo desde la carcel; podeis
retener mi cuerpo, pero nunca mi mente, porque mi mente es libre. La
libertad mental es la que realmente importa, no necesita ningún guía
para marginar los pensamientos en el inconsciente, en el sótano de tu
ser creyendo que se van a olvidar. No se marginaran aquellos que nos
hallan impactado en nuestra vida o vidas. El inconsciente no olvida
nada, tarde o temprano nos dará alguna sorpresa. Cuando decimos, me
siento feliz, obsérvalo, analízalo y medítalo si es preciso y te darás
cuenta, que esa felicidad es solo en el aquí y ahora, me siento feliz es
el presente, mañana cabe la posibilidad que no lo seamos. Por eso la
positividad es más de corazón que de cabeza ya que ésta es solamente
una parte de ti. El corazón en el sentido que debemos darle es todo tu
ser, es tu totalidad, de modo que cuando funcionas en tu totalidad,
funcionas con el sentimiento después de pasar la criba del
pensamiento. De este modo la sociedad no podrá controlarte dando
73
paso a la alegría que no tiene fin, no se somete a ningún control, es
libre y es salvaje en el sentido de libertad. Para llegar a este estado
profundo, debemos pasar un largo proceso, debemos emprender el
camino sin condiciones. La naturaleza ha dado al hombre mucho
poder mental, debemos aprender a usarlo, si recogemos nuestras
energías y las dirigimos a luchar por nosotros, o, por lo menos no
contra nosotros, podremos aprovechar la posibilidad que nos brinda la
meditación, siguiendo la vía natural sin apartarnos nunca de ella.

Una vez emprendido el camino, descubrimos por la meditación


libre, sin nadie que nos dirija, que el cuerpo y alma no son dos, sino
uno, absolutamente uno, es la manifestación de la unidad, cuerpo y
alma al unísono; el cuerpo no es sino el alma visible y el alma no es
sino el cuerpo invisible, no hay, no existe cuerpo sin alma ni vice-
versa. No existe la dualidad. Una reflexión sobre el origen de las
palabras divino y diablo, nos demuestra que no existe dualidad entre
estos dos conceptos; las dos proceden de la misma raíz del sanscrito
“diva” que significa divino y por derivación “deva” que significa,
siempre en sanscrito, diablo, por lo tanto divino y diablo son uno en sí
mismo; como nosotros, conscientes e inconscientes, ego y el yo
interior en un mismo cuerpo. Por eso el ego no puede permitirse ser
feliz, porque si eres feliz, el ego deja de existir. Ese es una de las
tantas razones por la cual algunos ya se encargan de que no podamos

74
conseguir ser libres y felices, manipulando nuestro ego, hacen uso de
sus herramientas maquiavélicas. Su preocupación constante es hallar
la forma y manera para tergiversar el ego, obstaculizando el camino
hacia la felicidad. Nuestro despertar les supone un obstáculo para no
poder manipularnos porque dejamos de ser infelices. Cuando eres
realmente feliz, tu ego desaparece y sientes una profunda unidad con
el todo, sientes la libertad absoluta.

Que la gente medite, ya es un hecho hermoso, en el silencio y


la soledad solo escuchamos lo esencial, o se asume, o te consume, y es
bien cierto, que una soledad bien comprendida es capaz de curar. A
casi todo el mundo le vendría bien meditar en silencio todos los días,
veinte o cuarenta minutos como mínimo o el tiempo que considere
necesario. No obstante, cuando hablo de meditación no me refiero a lo
que hacemos cuando nos sentamos formalmente. La meditación tiene
que ver con la vida y la forma de vivir, es un estilo de vida. Las
palabras pueden satisfacer tu mente, pero el silencio de la meditación
satisface tu alma y ese es el aspecto fundamental; el silencio es el
lenguaje meditativo universal, que nos lleva a una nueva oportunidad
para conectarnos con todo lo divino que existe en nuestro interior.
Todo lo demás es una meditación superficial que nos puede servir o
no. Pienso que no hay mayor conexión meditativa que la que hacemos
hacia nuestro interior.

75
Debemos aprender a meditar en cualquier posición, sentados,
en posición horizontal, la `posición no debe influirnos, siempre y
cuando no nos suponga un esfuerzo posicional, no cómodo. De esta
manera, entrenamos el cuerpo a asumir la posición en cualquier lugar,
sea en casa, en la naturaleza o espacio no habitual, siempre y cuando
meditemos en el silencio que nos envuelve, sin distraernos.

La meditación auténtica es algo que vive realmente en


nosotros; es permitir que todo sea tal y como es, sin distorsionar la
realidad. Debemos ver la meditación como algo que va más allá de la
reflexión, como algo que nos va a ayudar a superarnos en todos los
aspectos emocionales, a sanar todo aquello que no nos deja vivir en
paz y sobre todo a despertar nuestros sentidos. No permitamos que la
espiritualidad y nuestra vida cotidiana se conviertan en dos cosas
distintas; no debemos engañarnos fundamentalmente en creer que
existe algo llamado “mi vida espiritual” y otra cosa “mi vida
cotidiana”. Cuando despertamos a la realidad, descubrimos que todo
es igual; todo es la expresión ininterrumpida del espíritu, es decir
tomar conciencia de la consciencia. De esta manera llegamos a la
meditación Auténtica, a una meditación muy activa y muy
comprometida; ¿Qué sucede cuando me permito ser completamente lo
que soy? ¿Qué ocurre? ¿Cómo nos implicamos? ¿Qué cambia? ¿Qué
pasaría si tu vida, querido lector, y no solo durante el tiempo que

76
pasas meditando, se basase en permitir que todo fuese “lo que es”?. En
primer lugar significaría que por fin me he reconocido a mí mismo. En
segundo lugar supondría una revolución en la vida de casi todo el
mundo…En tercer lugar implicaría una aceptación, un reconocimiento
de la evolución interior que se ha producido, de lo que fue a lo que es
ahora, es decir, comprender lo que realmente ha cambiado y porqué.
No tergiversar lo que realmente fue y es ahora; obviamente se ha
producido un aprendizaje mental conciente. Hemos aprendido a
diferenciar el pasado del presente, cambiar de patrones de vida que
nos llevara a sentar las bases de otra vida más sensata, más reflexiva,
basada precisamente en el pasado. El pasado solo nos sirve para no
volver a repetir errores que nos perjudicaron. De lo que podría ser el
mañana, de momento no nos interesa ni pienso que nos interese nunca
porque no podemos ni siquiera evaluar una ilusión no verdadera.
Nuestra vida podría volverse muy interesante permitiendo que todo
fuese lo que es, pues la meditación es segura y empezamos a dejar de
resistirnos a la experiencia y empezamos a descubrir algo muy potente
y poderoso. Comenzamos a descubrir lo esencial, la verdad de nuestro
ser. Empezamos a descubrir que nuestra naturaleza esencial, la
Conciencia, siempre permite que todo sea “lo que es”. Si estas
teniendo un día horrible, tu verdadera naturaleza no se pone en medio
como un obstáculo. Permite que sea lo que es, aunque esa sea su base,
la Conciencia va más allá.
77
Una de las claves para ser verdaderamente libre, es vivir igual
que medito, permitiendo que todo sea realmente lo que es: Aunque te
duela, la persona que te dice las cosas como son y por su nombre, te
ama mucho más que aquella que te dice lo que tú quieres que te diga y
quieres escuchar. Cuando nos permitimos esta atmósfera interior, esa
actitud de no aferrarnos a nada, ese espacio resulta muy fértil; es un
estado de consciencia muy potente. Esos momentos de entrega te
darán la oportunidad de recibir algo creativo. Es el espacio en el que
surge la visión, la revelación. Desde esta actitud podrán suceder
muchas cosas. En ese espacio surgirá la sabiduría. En ese espacio
recibiremos el regalo de lo que necesitamos ver; Es el espacio en el
que surgirá la totalidad de la Conciencia y podrá informarnos. Es el
espacio en el que nos daremos cuenta de que somos Conciencia,
somos concientes de nuestra consciencia, el material no manifestado
del Ser.

¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN¿

Deja de pensar en la vida y empieza a vivirla.

A través de la meditación, llegamos a conclusiones como las


siguientes;

-El primero en pedir perdón es el más valiente.

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-El primero en perdonar, es el más fuerte.

-El primero en olvidar es el más feliz.

Es una práctica muy usual en Oriente, distante para los


occidentales, de tal y como se práctica allá, aunque últimamente se
aprecia una aproximación captando más su sentido espiritual, incluso
desde la ciencia. Es un proceso mediante el cual entrenamos nuestra
mente o inducimos la conciencia a un determinado estado de
concentración, lo que beneficia el organismo en general y nuestra
propia interacción con el mundo.

Meditar es un acto puramente individual. La persona establece


una relación interna consigo mismo, sin la interferencia de ningún
elemento externo; aunque se pueden invocar cánticos o usar objetos de
la realidad exterior como punto de focalización. Es muy frecuente que
se empleen velas, inciensos, aunque se comenta que los aceites
aromatizantes para los inciensos y el material que se usa son de origen
animal, a cada cual su opinión.

Las técnicas de meditación han sido clasificadas en dos


categorías principales de acuerdo a su enfoque: la meditación de
concentración y la de plena conciencia. La primera enfoca la
respiración, un determinado objeto o un sonido, de este modo se

79
estabiliza el ritmo del organismo; la segunda, enfoca un campo de
percepción o experiencia de nuestra vida, lo que consigue que el
individuo no se implique en un proceso racional de pensamiento.

Desde tiempos ancestrales, numerosas culturas han llevado a


cabo esta práctica de modos muy disímiles y con finalidades
específicas. Séneca hablaba del cultivo del espíritu y del cuerpo como
base fundamental para lograr una vida plena, vivir plenamente
depende de nosotros. No debemos permitir que la carga del pasado y
la expectación del futuro, arruinen nuestras vivencias del presente.
Podemos decir que en cierta manera, la meditación es una filosofía de
la vida, un estilo de vida, un medio para alcanzar la felicidad mediante
la sabiduría, como arte de la vida ejercida con plenitud, porque sólo la
sabiduría proporciona el gozo permanente. Pero no basta con que
sepamos dónde hallar la felicidad, es preciso llegar a ella. La
lograremos cuando no estemos afligidos, cuando las esperanzas no
perturben nuestra alma, cuando alcancemos la serenidad y para eso la
meditación debe ser un aspecto, un comportamiento natural que
complete nuestra vida, teniendo en cuenta que debemos modelar
nuestra alma, antes que los vicios la endurezcan; imponiéndonos que
la virtud es conforme a la naturaleza y los vicios y falsas creencias le
son contrarios. A veces con un sentido religioso, como ocurría en los
monasterios europeos. Otras, con un sentido más espiritual: es el caso

80
del Budismo y filosofías similares, en cuyas filas participaban―y
continúan haciéndolo―personas de toda procedencia, creyentes y no
creyentes.

En la actualidad, la filosofía meditativa es cada vez más


aceptada como una vía terapéutica alternativa. Los estados de
relajación profunda que se alcanzan en muchos casos, permiten
regular la presión sanguínea, mejorar los problemas del corazón y del
sueño, controlar los episodios asmáticos, regular desórdenes mentales,
e incluso fortalecer el sistema inmunológico.

Sin embargo, la meditación no sólo alivia el sufrimiento físico,


sino que también, desde una perspectiva psicológica, provee de
herramientas emocionales y mentales a sus practicantes, que conducen
a un equilibrio espiritual.

Quienes suelen realizar estas prácticas, experimentan una


reducción importante del estrés, un mejoramiento de su autoestima, la
pérdida paulatina de miedos, depresiones e irritabilidades. Este
balance puede ser muy importante para desarrollarnos como seres
humanos y mejorar la relación con nuestros semejantes.

Afortunadamente, cada vez son más las personas que se


sienten interesadas por saber qué es la meditación. Probablemente,
este interés tenga que ver con el hecho de que estamos viviendo un

81
cambio de paradigma a todos los niveles y, para poder adaptarnos a
los nuevos tiempos, todos necesitamos hacer una pausa. Estamos
llegando o hemos llegado a comprender que el fin de los deseos,
significa el fin de los temores: si terminas de esperar, terminarás
también de temer: los deseos crean dependencia que suele terminar en
sufrimiento si no se consiguen y si se consiguen, vuelta a empezar
con otros deseos. La causa principal de este sentimiento es que no
sabemos acomodarnos a las circunstancias presentes, sino que
remitimos el pensamiento hacia adelante, a la idea de un futuro
remoto. Nos atormentamos por el pasado y el futuro, nos olvidamos
del presente y precisamente no hay nadie que sea desgraciado sólo por
las cosas y causas del presente.

En la vida que llevamos, son más numerosas las cosas que nos
asustan que las que verdaderamente nos atormentan, pues a menudo
nos hace sufrir más la aprensión que la realidad. No nos debemos
hacer desgraciados antes de tiempo, ya que tal vez no lleguen nunca
aquellos males que hemos tenido por inminentes. La realidad es que
aún no han llegado, pero que pueden llegar en cualquier momento.
Hay cosas que nos angustian sin absolutamente ninguna razón, o nos
exageramos el dolor, o nos lo forjamos o nos lo anticipamos. Y esto
ocurre porque nunca sometemos a examen, nunca reflexionamos
profundamente cualquiera de estas cuestiones, nunca ponemos a

82
discusión las cosas que nos inspiran temor, no hacemos sino temblar y
huir de nosotros mismos, llenos de pánico por una falsa alarma de
origen desconocido. Puede que todo lo que viene de lo incierto quede
a merced de conjeturas y fantasías del alma atemorizada.

Sin embargo, el hecho de meditar, nos hace reflexionar e


investigar la causa probable de tal o cual situación, ganando con ello
que el peligro más próximo, el más inminente se detenga o cese y las
imágenes falsas que se había forjado la mente se caigan al vacio sin
más. Más allá de lo que puedan creer las personas que no lo conocen,
no se trata de alcanzar estados hipnóticos o de transportar nuestra
mente a otras realidades. Tampoco se requiere que nos sumerjamos en
profundos mundos silenciosos o que aspiremos a llegar a levitar. La
meditación es algo mucho más sencilla que todo eso.

La Meditación es una práctica de autocontrol destinada a


regular el cuerpo y la mente hacia un estado de profunda relajación.
Por esta razón es capaz de provocar estados alterados de conciencia,
un proceso por el cual se llega a un estado acrítico de auto-
observación pasiva. Es un estado de conciencia en el que se observa el
pensamiento, pero sin pensar; el sentimiento, sin involucrarse en él; y
cualquier contenido cognoscitivo, sensorial, emocional, fisiológico o
conductual, de manera pasiva, sólo permitiéndola, sin responder.
Aunque suele hacerse referencia a la Meditación como una técnica, en

83
realidad la Meditación no se refiere al procedimiento o a la técnica
utilizada, sino al estado de conciencia que se alcanza al dejar de
pensar. Puede considerarse una técnica, mientras el meditador no haya
logrado el estado de conciencia meditativo. Sin embargo, cuando lo
alcanza y conoce, puede inducirse a voluntad y la técnica deja de ser
necesaria.

Proceso ancestral

La Meditación se ha utilizado como una técnica por muchas


personas en el mundo oriental y se practica, cada vez más, en
occidente. Es, en realidad, un proceso inherente al ser humano, que
permite la regulación física, emocional que consiste en aprender a no
pensar. También es un procedimiento que permite estar en paz
consigo mismo y alcanzar, ocasionalmente, estados alterados de
conciencia, bajando los ritmos electroencefalográficos a niveles
cercanos a los del sueño, en estados de vigilia. Puede definirse como
un estado de observación acrítica de los contenidos cognoscitivos. Es
un medio de desapego y de no condicionamiento, por lo que los
orientales la conocen como el camino hacia la liberación o a la
iluminación (Osho, 1996).

84
El término Meditación suele prestarse a confusión, pues se
emplea para describir diversos fenómenos cognoscitivos, por lo que,
algunos estudiosos establecieron la necesidad de diferenciarlo.

¿Qué No es Meditación?

Al menos en un sentido científico-técnico, la Meditación no es:


introspección, reflexión, pensamiento, análisis, concentración, ni
visualización, pues meditar no excluye toda forma de pensamiento
consciente, toda capacidad de percepción;

1. Introspección. La Meditación no es una forma de autoanálisis, puesto


que no sólo omite toda forma de pensamiento intencional y
consciente, sino que no busca explorar nada, ni llegar a una
conclusión en particular.

2. Reflexión. La reflexión implica centrarse en un tema de manera


consciente para pensarlo, analizarlo, aclararlo o aplicarlo.

3. Pensamiento. Meditar no es pensar; al contrario: no pensar es un


requisito para meditar. Cuando se dice “lo voy a meditar” como
sinónimo de “lo voy a pensar”, no se está hablando de Meditación,
sino de un proceso lógico, racional y activo. La Meditación no es
racional ni activa.

85
4. Análisis y discriminación. Éstos son procesos cognoscitivos que
requieren de observación y pensamiento activos. Meditación es un
proceso de observación pasiva.

5. Concentración. La concentración implica atención sostenida de


manera intencional, lo cual es diametralmente opuesto a la
Meditación, que consiste en fluir y dejar ser.

6. Visualización e imaginería. Cuando se habla de éstas usualmente se


hace referencia a las llamadas Meditaciones guiadas, que son en
realidad inducciones seudo-hipnóticas narradas, en las que se evocan
estados de tranquilidad, relajación física y emocional.

La visualización por el hecho de ser guiada, dirigida, inducida y


visualizada, representa algo distinto a la Meditación, que justamente
se caracteriza por la falta de guía racional, lógica y secuencial.

Formas de Meditación

La Meditación es un procedimiento sencillo, los complicados


somos los humanos. En teoría, debería ser fácil dejar de pensar, pero
la mente es muy rebelde. Osho (1996) ofrecía un ejemplo ilustrativo:
Si le digo al lector que “Por favor, no piense en un elefante… ¿qué es
lo primero que se le viene a la mente? ¡Por supuesto que un elefante!
La instrucción fue NO en un elefante”. Pero es rara la persona que
ejerce un verdadero autocontrol sobre sus operaciones cognoscitivas.

86
Si decimos no, inmediatamente surge el opuesto, el sí. De manera que
si la instrucción para meditar es: “No piense”, lo más probable es que
tengamos a continuación un verdadero desborde de pensamientos,
ideas, recuerdos y sentimientos. Para lograr no pensar y meditar, es
necesario engañar a la mente, distraerla o bien controlarla de alguna
manera que permita la reorientación de las funciones cognoscitivas. Es
por ello que se han desarrollado numerosas técnicas y escuelas de
Meditación, buscando una mejor forma de lograrlo.

Cada escuela de Meditación afirma ser la única y verdadera, lo


cual posiblemente refleja que sus seguidores utilizan un canal
predominante para procesar la información, que les resulta útil (y que
probaron antes, otras que no les sirvieron). Los seres humanos somos
muy variados y variables, tenemos diferentes formas para procesar la
información.

Se han desarrollado diferentes formas y técnicas de


Meditación, para que cada persona encuentre el modo más cómodo
que le ayude a dejar de pensar. Así, y sin pretender ser exhaustivos,
hay formas de Meditación basadas en diferentes funciones: Verbales,
no verbales, cognoscitivas, auditivas, visuales, táctiles y kinestésicas.

87
La Meditación Verbal

La oración estructurada repetitiva es posiblemente la forma de


Meditación verbal más común, aun cuando ésta no sea la forma en
que muchas personas conceptualicen los rezos. Al recitar y repetir de
memoria una oración, más que prestar atención cuidadosa al contenido
de lo que están diciendo, la mayoría de oradores se “vacían”, se
relajan en el murmullo de sus rezos. La oración es entrar en un estado
alterado de conciencia. Es un momento destinado a Dios y a sí
mismos, en el que repiten oraciones estandarizadas sin prestar
demasiada atención a cada palabra y frase que recita. Es más, la
oración se convierte en un murmullo colectivo que distrae la atención,
con lo que se deja de pensar de manera activa. Se pasan las cuencas,
que sirven básicamente para saber en qué momento se terminó la
oración.

Al terminar un rezo, se experimenta lo mismo que con


cualquier forma de Meditación: a) paz, una sensación de profunda
tranquilidad; b) un estado ligeramente alterado de conciencia similar
al de la irrealidad; c) una percepción visual y auditiva diferentes en la
cual, los colores se ven más intensos y los sonidos se escuchan con
mayor claridad.

88
No significa eso que la persona se haya o no comunicado con
Dios, eso es un asunto y una posición personal. Sólo implica, que
estuvo en un estado fisiológico y cognitivo de relajación profunda, al
que técnicamente se denomina Meditación. Y lo mismo sucede con
cualquier modalidad de oración estructurada y repetitiva.

Meditación No Verbal

Las formas de Meditación no verbales son aquellas en las que


no hay mediación de palabras con significado. Una modalidad
cognoscitiva, por ejemplo, es la que utilizan ciertas escuelas de
brahamanes hindúes, que enseñan a meditar directamente suprimiendo
el pensamiento. Puede tomar varios meses, o incluso años, de extensas
prácticas diarias. Es por estas razones que no es un procedimiento
popular en occidente;

1. Meditación Auditiva

Las formas auditivas de Meditación suelen ser las más


utilizadas, porque permiten al meditador cerrar los ojos y concentrarse
en estímulos externos. Posiblemente la más conocida sea el canto del
OM (AOUM). Al cantar (o recitar) oms repetidamente y dejarse llevar
por la experiencia, por atender a un sólo estímulo, el meditador

89
eventualmente deja de pensar y se deja llevar por la experiencia
meditativa de flujo.

Algunas escuelas de Meditación, como la Meditación


Trascendental, suelen proporcionar al meditador novato un tono (a
veces una sola palabra con sentido místico) en una secreta y
misteriosa sesión iniciática. Se le pide memorizar ese tono o palabra y
utilizarla repetidamente durante sus sesiones de Meditación. Lo que
sucede a continuación es muy similar a lo descrito con relación a los
oms; prestar atención sostenida sobre un estímulo único y repetitivo,
bloquea el resto de pensamientos que, aunque se asomen a la
conciencia, no tienen lugar ni cabida. Lo mismo sucede con ritos
grupales, como iglesias en donde se cantan alabanzas; o grupos como
los Hare Krisna que cantan alabanzas a lo largo de todo el día,
experimentando el éxtasis de los estados alterados de conciencia, junto
a la sensación de plenitud y de paz, asociándolas con un estado de
gracia e iluminación.

Música y meditación

La música no es un requisito para meditar, pero muchas veces


ayuda en el proceso, ya sea proveyendo un ambiente audible

90
estructurado, induciendo ritmos cerebrales específicos, a través del
sonido o simplemente bloqueando ruidos y distractores del ambiente.

La música para meditar no puede ser melódica. Tiene que ser


muy tranquila, profunda, idealmente repetitiva y un tanto monótona,
sin sorpresas, de forma que permita bajar los ritmos cerebrales. No
sirve la mayoría de la música clásica por ser usualmente demasiado
emotiva o variable, salvo el canto gregoriano u obras como el Adagio
de Samuel Barber, o los Vespers de Rachmaninoff.

Dicho sea de paso, aunque sea sólo a título informativo que


compositores de música electrónica han diseñado música inductora de
estados alterados de conciencia: Beyond Body & Mind (Karunesh,
1993) o las obras de Tamas Laboratorium (como Living Structures,
1990.

La naturaleza ofrece múltiples posibilidades para la


Meditación auditiva. Al escuchar estímulos repetitivos tan relajantes
como las olas del mar, la corriente de un río, cataratas, la lluvia, los
cantos de pájaros en un bosque, los grillos de la noche, entre otros.
También ofrece innumerables ocasiones para meditar, si se saben
apreciar y utilizar, paisajes, vistas y puestas de sol. Diversos estímulos
pueden ser aprovechados para la Meditación: sentir el viento, la

91
temperatura o cualquier otro estímulo o condición ambiental o
climática.

2. Meditación Visual

La Contemplación. Las Meditaciones visuales se denominan


contemplación y se encuentran en las escuelas que se basan en el uso
de mándalas. Un mándala es una figura geométrica, concéntrica y
estática, como las que tienen las alfombras persas, o las que se
obtienen con un caleidoscopio. El meditador, después de observar
atentamente la figura, deposita gradualmente la vista en el punto
central de esta. De forma progresiva, los pensamientos desaparecen
como consecuencia de la sobre-estimulación visual y permiten el
proceso Meditativo.

Se dice que originalmente las alfombras persas fueron


diseñadas con el fin de meditar y se colocaban en las paredes, no en el
suelo.

Otra forma de contemplación utiliza la llama de una vela, o


una fogata. El sólo hecho de observar los movimientos y juegos de la
llama, sus colores y formas, de manera acrítica y pasiva por tiempo
suficiente, genera profundos estados de Meditación. Es posible que el
lector haya tenido ya esa experiencia sin proponérselo.

92
3. Meditación Táctil y Sensorial

La Meditación táctil se refiere a experimentar, sentir (no


pensar) y dejarse llevar por la circunstancia de tener un objeto en las
manos, sintiendo su textura, contornos, temperatura y demás
propiedades físicas. Puede hacerse con una piedra, una hoja, sentado
en la arena, sintiéndola, con una fruta o un cuarzo. En la medida que la
percepción se convierte en el canal de atención primario, desaparece el
pensamiento y se produce el estado meditativo.

4. Meditación Kinestésica

Ésta se refiere a una forma de Meditación mediante el


movimiento. Posiblemente el ejemplo más sobresaliente sean los
incesantes bailes circulares de los Derviches, de los Hare Krisna, y de
muchos creyentes evangélicos. Osho (1996) un conocido maestro de
Meditación hindú, editó varios discos de música destinada al baile
libre y desenfrenado, cuya única regla era “cada uno en lo suyo y
nadie distrae ni entorpece a nadie”. La lógica de su técnica era
interesante: Ponía a sus discípulos a bailar literalmente por horas,
inicialmente para cansar el cuerpo. Pero luego, los practicantes caían
agotados y allí iniciaban la Meditación de observación pasiva de
pensamientos. Por supuesto, muchos de ellos ya habían entrado en
éxtasis meditativos durante el baile.

93
Otro ejemplo de Meditación con base kinestésica se encuentra
en las prácticas judías, en ellas se enseña a mecerse durante la oración
para mantenerse más centrados y focalizados.

94
¿QUÉ SE LOGRA CON LA MEDITACIÓN?

Efectos Psicológicos

A continuación, expondremos la importancia reconocida a nivel


científico y clínico de la meditación con estudios realizados en
Occidente, y sus aportaciones a la neurología y sistema emocional,
aunque no nos extenderemos sobre dicho aspecto científico pero que
merece la pena enunciarlo.

Los efectos clínicos de la Meditación están bien documentados


en la literatura. Por ejemplo, se ha encontrado que disminuye la
ansiedad y el estrés de manera tan efectiva como la relajación y otras
técnicas cognitivo-conductuales (Benson, 1976; Carlson, Speca, patel
y Goody, 2003, 2004; Clay, 1997, Deberry, Davis y Reinhard, 1989;
Delmonte, 1986a; Fling, Thomas y Gallear, 1981; Grant y Rainville,
2009) etc.

La meditación también reduce la frecuencia e intensidad de los


pensamientos negativos, reduce el enojo (Dua y Swinden, 1992);
contribuye al desarrollo de valores positivos (Gerderloos, Goddard,
Ahlstrom y Jacoby, 1987), de la autoestima y a la autorrealización
para combatir el insomnio así como la depresión (Delmonte, 1984 y
Kenny, 1985).

95
Otros efectos

Se ha demostrado también que la Meditación ayuda a una


mejor adaptación al trabajo (Kuna, 1975) y a reducir la fatiga
(Benson, 1976). Varni (1983) recomendó el uso de la respiración
meditativa para lograr la reducción del dolor crónico. Benson,
Klemchuk y Gram (1974) usaron la Meditación trascendental
(Consiste en la repetición de mantras sin ningún esfuerzo mental)
como una forma de aliviar la migraña.

Se ha señalado también que la práctica regular de la


Meditación aumenta la memoria y la absorción de la información
(Pagano y Warrenburg, 1983).

Meditación: Efectos físicos y psicofisiológicos

Se han reportado constantemente cambios psicofisiológicos


como resultado de la Meditación. Así por ejemplo, se han encontrado
decrementos significativos en la activación psicofisiológica en
general:

 (Delmonte, 1984b, c, d) en la hipertensión arterial.

 (Benson, 1976; Delmonte, 1985a, 1986a); en los ritmos cerebrales


alpha.

96
 (Goleman, 1971, Kasamatusi, Akira y Iría, 1969; Kasamatsu y Hiraí,
1969) y el estado de alerta.

 (Benson, 1976), en la temperatura periférica.

 (Delmonte, 1985a), en la tensión muscular y el ritmo respiratorio.

 (Delmonte, 1984); los meditadores parecen tener una menor reacción


ante el estrés y una más rápida recuperación que los grupos de control.

 En la misma línea Pace y cols. (2009) encontraron que los sujetos que
se involucraron en un programa de Meditación de compasión (que
genera un sentimiento de empatía y de ayuda a otras personas que lo
necesitan) fortalecían su sistema inmunitario y reducían respuestas
físicas y conductuales de estrés.

Igualmente, la Meditación se ha utilizado para prevenir múltiples


enfermedades, como la hipertensión arterial, el endurecimiento de las
arterias, los infartos cardíacos y otras afecciones cardíacas (Ditto y
Cols, 2006).

Meditación y el dolor

La Meditación se ha usado también para la disminución del


dolor crónico. Weissbecker y cols. (2002), por ejemplo, encontraron
que la Meditación reducía significativamente el grado de dolor en
pacientes mujeres con fibromialgia.

97
Speca, Carlson, Goodey y Angen (2000) y Otto, Norris y
Bauer-Wu (2006) también encontraron que en pacientes con diferentes
tipos de cáncer, al practicar la Meditación, observaron mejorías en los
niveles de funcionamiento psicológico, reducción en los síntomas de
estrés, un mejor manejo de su situación y condición y en su nivel
general de bienestar.

También en investigaciones de Keefer y Blanchard (2002) se


encontraron reducciones significativas en dolor abdominal en
pacientes con colon irritable, inclusive en pruebas de seguimiento
después de un año de haber aprendido técnicas de Meditación.

Benson (1976) llamó: respuesta de relajación a estos cambios


fisiológicos colectivos, deduciendo que se trata de una respuesta
integrada de la mente y el cuerpo, que incluye la reducción en el
consumo de oxígeno, el decremento de la frecuencia cardiaca y
respiratoria, presión sanguínea y reducción de los niveles de ácido
láctico, aumento de la resistencia de la piel y alteraciones en el
torrente sanguíneo.

Meditación y sistema inmune

Davidson y Cols, (2003) estudiaron los efectos de la Meditación sobre


respuestas del sistema inmunitario, y encontraron un incremento

98
significativo en el grupo de meditadores en la actividad frontal
izquierda (patrón asociado con afecto positivo) en comparación con el
de control.

Kuna (1975) encontró que la Meditación disminuye la


ansiedad, aumenta los niveles de atención y el proceso de
discriminación para la toma de decisiones; da mayor resistencia al
estrés ambiental y aumenta tanto la eficiencia del aprendizaje como de
la actividad del sistema nervioso.

¿Qué sucede en el cerebro cuando se medita?

Según dice la ciencia, los efectos fisiológicos periféricos


constituyen una evidencia fuerte, aunque indirecta, de las alteraciones
del cerebro durante la Meditación, ya que las respuestas periféricas
son coordinadas por centros importantes del cerebro.

La Meditación es un proceso cognoscitivo de atención


selectiva, es una técnica de relajación profunda y generalizada, que
lleva la atención de un input externo hacia un input interno y genera
consistencia (Boals, 1978). Se ha reportado que el contenido de la
imaginación en la Meditación, contribuye al despertar de sistema
nervioso autónomo (Di Gusto, Eros y Wundt, 1979), aunque, al igual
que otros procesos cognitivos, parece estar influida por diferencias
99
individuales en el tipo de atención (Di Nardo y Raymond, 1979). La
Meditación ayuda a aprender a discriminar los pensamientos y
sentimientos de otros eventos internos. Tanto es así que la habilidad
de discriminar, permite al individuo mayor libertad de elección acerca
de dónde permanecer en su pensamiento, o retornar al aquí y ahora
(Hendricks, 1975), lo cual es relevante para el manejo de la ansiedad y
la depresión, contribuye al descubrimiento de recuerdos y de
emociones traumáticas (Millar, 1993).

Mejoras en el estilo cognitivo

La práctica de la Meditación contribuye al incremento de la


efectividad de habilidades y estilo cognitivo. Dentro de este marco,
Moore y Malinowsky (2009) compararon meditadores reales con un
grupo control de Meditación placebo, encontrando que los primeros
tuvieron mejores medidas en todas las pruebas de atención y
flexibilidad cognitiva.

Meditar es una práctica de atención y concentración. Se trata,


sobre todo al principio, de un ejercicio de paciencia y constancia.
Meditar es, fundamentalmente, la no distracción, estar presente y ser
capaces de observar la paz interior de forma natural. Meditar, nos
ayuda a aprender a estar en calma y a alejarnos de la excitación
habitual de nuestra mente. Consigue también separarnos de todos los
100
estímulos sensoriales que nos rodean haciendo que nuestra mente se
disperse continuamente. También nos ayuda a sentirnos cómodos, a
conocer nuestra mente y ser capaces de observar sus distintos estados.
Así mismo, nos permite crear un remanso de paz donde la mente
pueda descansar de su continuo ir y venir.

En definitiva, podríamos decir que la meditación es una


práctica que estabiliza nuestra mente y cuerpo. Esa estabilidad, logra
que la mente no esté continuamente viajando del pasado al futuro y
deje de tomar decisiones por sí misma, como solía hacerlo antes de
iniciar el camino de la meditación.

El verdadero y último significado de la meditación es,


conseguir estar siempre en presencia de lo que es y ser consciente de
las distracciones. De esta forma podemos disfrutar de la paz, descanso
y tranquilidad de la mente.

101
102
¿PORQUE LA MEDITACIÓN DEBERÍA SER CONDICIÓN
NATURAL PARA EL HUMANO?

Los beneficios que se han podido comprobar en personas que


practican la meditación son muy numerosos. Por ejemplo, se ha
observado que las personas que meditan habitualmente, presentan un
envejecimiento más lento en su cerebro. También se ha podido ver
que la meditación puede entre otras posibilidades, reducir los síntomas
de la depresión y la ansiedad y mejorar la concentración. Así mismo,
está demostrado que consigue cambiar la vida; nuestro trabajo irá en
otra dirección, sin entrar en la estructura biológica del cerebro, las
estructuras y relaciones científicas, aunque alguna relación existe entre
mente y poder interior.

De igual modo, se ha comprobado que las personas que


meditan, tienen un sistema inmunológico más activo, y que la tensión
arterial se normaliza. También la memoria y la calidad de sueño
mejoran en gran medida. Después de leer algunos de los muchos
beneficios que la meditación proporciona, estás deseando comenzar a
meditar, a cambiar el estilo de vida, a tener otra visión de las cosas y
por supuesto otra visión de sí mismo. Descubrir el poder mental y la
visualización que podemos adquirir de manera natural, después de
iniciarnos en esta nueva etapa de nuestra vida.

103
Consejos para meditadores principiantes

Ante todo, comienza con tranquilidad, no te agobies. Meditar es


mucho más fácil de lo que puedas imaginar. En principio, lo
importante es que tengas claro que quieres hacerlo y decidas que
mereces hacer ese pequeño esfuerzo cada día. Piensa que la
meditación puede ser un estupendo regalo que te hagas a ti mismo.

1) Comienza poco a poco: de la misma manera que a nadie se le


ocurre empezar a ir al gimnasio y realizar rutinas tan largas, como las
que llevan a cabo los culturistas más experimentados. No podemos
empezar queriendo meditar más de cinco o diez minutos al principio.

La primera semana de práctica ponte una alarma que te marque como


mucho diez minutos. El hecho de quedarte con ganas de más, te
ayudará a disfrutar más de tu práctica.

2) Que tu boca sonría ligeramente: aquellas partes de nuestro cerebro


que están implicadas en el bienestar, se ven afectadas positivamente
cuando sonreímos. Si mantienes una ligera sonrisa durante tu
meditación, la práctica será mucho más placentera.

3) Medita sin sueño y sin demasiada hambre: lo ideal es meditar


cuando no tengas demasiado sueño y con el estómago vacío, pero

104
nunca tanto como para que sientas hambre, ya que esto conseguiría
distraerte.

4) Encuentra tu momento y tu lugar: procura que tu meditación sea


siempre a la misma hora y en el mismo sitio, si es posible. Será más
fácil que no abandones si consigues crear una rutina.

5) Cierra los ojos y respira: una vez sentado, o en la posición que te


encuentres más cómodo, con la espalda recta, en tu sitio preferido y
alejado de ruidos y estímulos, comienza a observar tu respiración.
Inhala despacio por la nariz y suelta el aire, también despacio, por la
boca. Repite esta respiración varias veces, de forma consciente,
percibiéndola, hasta que vayas sintiendo que comienzas a relajarte.

6) Observa tu mente: una vez tranquilo, comienza a observar los


pensamientos que llegan a tu mente. Al mismo tiempo, mantén la
atención en tu respiración. Podrás observar que a tu mente llegan todo
tipo de pensamientos, no te aferres a ninguno de ellos. Imagina que
estás mirando al cielo y que los pensamientos son las nubes que tú
observas sin más. No te subas en ninguna de ellas.

Después de un rato observando los pensamientos, puedes


comenzar a poner tu atención en los espacios que hay entre ellos. Una
vez hecho esto, podrás comprobar cómo, si no te dejas llevar por los
pensamientos y solo los observas, cada vez aparecerán en tu mente

105
con menor frecuencia. Esto te proporcionará una sensación de calma y
claridad que en el estado normal de la mente, es imposible percibir. Si
algún día no tienes demasiado tiempo, no dejes de hacerlo. Es mejor
acortarlo que no hacerlo. El hecho de meditar cinco minutos es mejor
que nada, te lo aseguro.

No obstante, además de dedicar uno o dos momentos fijos del


día a meditar, también puedes realizar pequeñas meditaciones entre las
fijas que te servirán para relacionarlas y sacar conclusiones
sorprendentes. Esta práctica la puedes llevar a cabo todo el tiempo
que te apetezca. Te puedo asegurar que, aunque al principio cueste
concentrarte, una vez asimilada la práctica, es muy fácil porque ya
forma parte de manera natural de tu estilo de vida y sin darte cuenta lo
iras practicando dando sentido a tus emociones; la observación de tu
interior se convertirá en tu principal objetivo.

En conclusión, meditar cada día te permitirá, experimentar de


primera mano los beneficios de llevar una vida consciente. También te
enseñará las bases para llevar una vida activa, mejorando tu bienestar
y en definitiva, ser más feliz.

106
EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA A TRAVÉS DE LA
MEDITACIÓN

La conciencia es por naturaleza autoconsciente, al igual que el sol es


por naturaleza auto-luminoso.

Conciencia y Consciencia

Es frecuente observar cómo estos dos conceptos se utilizan


indistintamente. Si son vocablos diferentes ortográficamente, como se
no se les utiliza con distinto significado. Para nosotros es obvio que
su significado también es distinto.
Hay un libro que se llama; La Luz de la Conciencia, un viaje
por nuestra realidad espiritual de Lucas Cervetti, bastante interesante
del cual podemos comentar algunos aspectos que aclaren dichos
conceptos y no confundan a los lectores, dice así;

-“Para vivir con plenitud debemos poner el ego al servicio del


corazón y del alma, escuchar nuestro interior: éste es el camino de la
evolución. La luz de la conciencia nos enseña a recorrerlo, a llegar
hasta nuestro corazón y nuestra alma, a liberarnos de las ataduras de

107
las creencias inconscientes para que nos reconozcamos como únicos
creadores de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Y es
que, si fluimos sinceramente con nuestro sentir, siempre conectados
con el aquí y el ahora, podemos confiar en que lo que nos depara el
Universo, por sincronía, llegará a nuestra vida en el momento
preciso. Cuanto nos sucede, nos ayuda a avanzar, en el Universo no
existe la casualidad: todo es causalidad. Nuestra vida exterior es un
reflejo de nuestro interior, y sólo si interactuamos con aquélla,
pasándola por el filtro del corazón, seremos capaces de aprender y
alcanzar el equilibrio de cuerpo, alma y mente”.

Pensamos que en primer lugar debemos saber que es vivir en


plenitud. ¿Cómo se alcanza la plenitud y cómo podemos poner el ego
al servicio del corazón y del alma? Si el ego es precisamente el primer
obstáculo que debemos sobrepasar, para mirar hacia el interior,
escucharnos y observarnos. Estar atentos a nuestro comportamiento
para verificar si es nuestra realidad o es la actuación del ego, la que
impide nuestro camino hacia la evolución. Nuestra segunda
observación hace referencia a la luz de la conciencia, y nos
preguntamos si en lugar de conciencia, deberíamos hablar de
consciencia; capacidad de captar la sensibilidad de la existencia de
nuestro entorno, tanto exterior como interior y no de conciencia como
convencimiento firme de una afirmación que queramos llevar a cabo.

108
Esa capacidad de la consciencia para llegar a nuestro corazón y alma,
podría liberarnos de las “falsas” creencias que nos inculcaron, de las
falsas ataduras que nos obligaron a asimilar y a cumplir. No somos
creadores de nuestro pasado, sino el yo resultante de tanta falsedad, de
tanto miedo, pero sí que somos artífices del presente, de nuestro
presente. Quizás de esta manera, observándonos en el día a día, y ser
protagonistas del aquí y ahora, el despertar del largo letargo impuesto
y que hemos aceptado, se multiplique indefinidamente. Ojalá sirva
este modesto trabajo para que haya muchos, muchísimos más
despertares sinceros con el sentir y desde luego conectados como dice
Cervetti, con el aquí y ahora. Desde luego que nuestra vida exterior es
un reflejo de nuestro interior, y sólo si la pasamos por el filtro de la
consciencia a través de la meditación, nos llegará el despertar y
alcanzaremos el equilibrio triangular que exponemos a continuación;

109
ALMA

CUERPO MENTE

Triángulo que otros lo componen con

AMOR

SABIDURÍA PODER

Cada uno de nosotros podrá interpretar, con sus conocimientos


cual de los dos triángulos le sería el más idóneo para transmutarlo a la
meditación, en el segundo triángulo debemos entender Poder, como el
Poder de la mente derivado a su vez de la sabiduría y que se

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corresponde al concepto Mente del primer triángulo. Es el poder que
algunos intentan manipular y si pueden, anular, porque saben que los
que llegan a adquirir e interpretar para una buena causa el poder
mental que todos poseemos, estaríamos ante un despertar preocupante
para ellos, más importante del que ya existe.

En la acción de meditar, la meditación se convierte en


referente a un tipo de ejercicio mental que las personas hacen sobre
algo en particular, bien sea espiritual o físico. Es una actividad que
puede ser realizada por cualquier persona.

La meditación incita a poner en práctica la relajación, de


esta manera las personas podrán analizar y obtener una visión más
clara de todo aquello que experimentan, y que puede estar generando
incertidumbre o descontento internamente. Desde el punto de vista
religioso, la meditación se refiere al tiempo que un individuo dedica
para realizar una oración, rezo o contemplación espiritual que variará
y se diferenciará según la zona geográfica donde las personas se
encuentren. Es decir, quienes viven y siguen las tradiciones religiosas
de Occidente, tienen una visión y práctica diferente de la meditación
de aquellos que viven y la practican desde las costumbres culturales y
religiosas de Oriente, en las cuales esta tiene un gran valor e
importancia, convirtiéndose en una manera natural de vivir y convivir.

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La meditación, desde una visión y práctica oriental, se
convierte en una actividad espiritual dirigida a una contemplación
interna del ser y de todo lo que nos rodea, con el fin de reconocer y
comprender mejor quienes somos, obtener sabiduría y minimizar el
sufrimiento por la gratitud y la humildad de una persona que se refleja
en sus actos no en sus palabras.

Pensamos que de cualquier manera, según el tipo de


meditación que sea, religiosa o terapéutica, su objetivo principal, es
alcanzar un punto de concentración y relajación mental con el fin de
sentir paz interior. Dicho objetivo se logra a través de la constancia,
disfrutando sus beneficios según se va avanzando cada día de manera
natural en la técnica meditativa. Podemos plantearnos la elección de
una técnica más provechosa para cada uno de nosotros, ya que
existen diversas, como veremos más adelante. Las más conocidas y
practicadas son las que surgieron en la India y que destacan por ser las
más antiguas. Sin embargo, han surgido otras nuevas que también se
han puesto de moda, en especial en los países occidentales, que a mi
modesto entender se alejan mucho de la meditación oriental, que
podríamos considerar como libre. De todas maneras, pensamos que es
importante destacar que aunque haya diferentes técnicas y métodos,
todas parten de un mismo principio y tienen una misma finalidad:
observar y analizar nuestros pensamientos desde una postura de

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silencio, quietud y concentración para que el despertar sea cada vez
más lúcido y hacernos más conscientes. Es muy importante, estar más
alertas para llegar a la conclusión de que no existe la oscuridad, sino
una falta de luz y por eso debemos iluminarnos por cualquier método
o técnica meditativa, aunque dicho sea de paso, no hay ni mejor ni
peor técnica, no hay ni peor ni mejor método, sólo la técnica y el
método en el cual nos sintamos a gusto. Llegar a un estado de
completa relajación, requiere un entrenamiento de la mente hasta
convertirlo como algo natural en nuestra vida cotidiana. No debe ser
una obligación convertida en un desgaste energético, dificultando la
llegada de nuestra mente a un estado en blanco y poder así contemplar
nuestras emociones y sentimientos. A partir de ahí, podremos ser más
conscientes de aquello que experimentamos.

Para llegar a ese estado de completa relajación y


obviando que la mejor técnica y método es la que mejor le convenga a
cada uno de nosotros, podemos exponer algunas técnicas a título
informativo;

-Según nuestro criterio, una de las técnicas básicas sería la de dirigir la


atención hacía la respiración, técnica que podemos sustituir por una
visualización de una imagen armoniosa, alegre, bonita como por
ejemplo un paisaje, con respiración natural según la meditación
oriental.

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-Otra técnica sería la que llamamos la del barrido corporal que
consiste en la observación conciente de todo nuestro cuerpo; sentir
vivir cada uno de los órganos que conforman nuestro cuerpo, sentir su
existencia.

-Mindfulnes nos habla además de la primera técnica enunciada, de


poner atención a nuestros pensamientos; me permitiréis discrepar de
esta técnica porque supone un desgaste energético que nos desvía de
la relajación que buscamos.

-Algunos terapeutas son partidarios de la técnica de la compasión, que


consiste en generar un sentimiento y auto-introducirnos en él, para
determinar una emoción que desarrolle nuevos pensamientos
positivos, anulando la compasión para con los demás transmutándola
en amor. No debemos confundir la compasión materialista de la
espiritual; ser compasivo sitúa al humano en un pedestal, se considera
superior, se siente poderoso por su estatus social. La compasión es
sinónimo de poder egoísta ocultando lo que realmente somos; seres
oscuros y con necesidad de mucha luz, ser compasivo no implica
ayudar y compartir amor para con los demás, al contrario es una
muestra de soberbia como factor negativo. La compasión es una falsa
creencia enmascarando la realidad humana: ¿Es compasivo el que
hace donación de cierta cantidad de dinero, con el pretexto de ayudar?
Sin embargo practicar la meditación compasiva consiste como ya

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hemos explicado antes en aportar ayuda espiritual y empática a la
persona que la necesite. Merece una reflexión.

-Otros abogan por la técnica del mantra, que se basa en la creación de


un sonido grave, agudo o conseguir un sonido armónico, penetrante y
al mismo tiempo vibrante, en el cual fijaremos nuestra atención y sólo
escucharemos ese sonido, borrando de nuestra mente cualquier
pensamiento que pueda desviarnos de nuestra concentración.

La meditación es una práctica que el ser humano lleva


ejercitando durante cientos de años. Por lo tanto, entendemos de los
numerosos efectos positivos que tiene en aquellos que la practican, de
hecho, hasta la ciencia ha podido demostrar hasta qué punto puede
llegar a ayudarnos, como lo indica y demuestra Mathieu Ricard en su
libro “En defensa de la Felicidad”. En él dice que las personas que
practican la meditación, son en general más felices, padecen menos
enfermedades y viven durante más tiempo, o son más longevos, a
pesar de los obstáculos que te pone la vida, pero no nos olvidemos que
los límites los ponemos nosotros.

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¿LA FELICIDAD EN LA MEDITACIÓN?

Para mejor entendimiento de este apartado y sin entrar


en extensas explicaciones puesto que no es nuestro tema diremos que;
Las observaciones de Mathieu Ricard sobre la meditación, son
particularmente interesantes para mayor comprensión del concepto.
Afirma que es una de las prácticas fundamentales que permiten hallar
la paz interior y la felicidad plena; cuando una persona perfecciona la
técnica, consigue inducir a su cerebro en un estado que le permite
generar ondas Alpha, Theta y Delta. Las ondas Alpha se dan en
procesos de relajación profunda y favorecen la conexión con nuestro
interior. Las ondas Theta se asocian a una mayor creatividad,
autocuración y a la asimilación del aprendizaje de las experiencias
vividas. Las ondas Delta son las que se emiten en una frecuencia
menor. Cuando el cerebro las produce, el cuerpo se sumerge en un
estado de regeneración profunda y libera hormonas de crecimiento
capaces de revertir problemas de salud relacionados con la edad. El
doctor Carlos Cuesta acepta y ratifica esta generación de ondas porque
según su criterio generan la coherencia necesaria para interconectar la
glándula pineal y con la meditación plena, conducirnos al no pensar o
llegar a la mente en blanco, es decir a la iluminación meditativa, hacia
la luz y control de las emociones. Piensa que uno de los mayores

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beneficios de la meditación es que a través de su práctica continuada,
se logra desarrollar la capacidad de controlar la mente, para evitar que
pase la mayor parte del tiempo divagando; el conocido pensamiento
de mono que va saltando de una cosa a otra, del pasado al futuro, de lo
que sucedió a lo que sucederá.

Un ejemplo de la importancia de la meditación en


general y en oriente en particular, es que se convirtió en una práctica
muy extendida que continúa hoy en día. Sin lugar a dudas los templos
orientales son lugares ideales para conectar con el verdadero yo. La
tranquilidad que reina entre sus paredes en combinación con el
agradable olor a “incienso” que flota en el ambiente los convierte en
un remanso de paz, lugares que en occidente intentamos reproducir en
nuestra propia vivienda, en la que poniendo un poco de nuestra parte,
no es muy difícil calmar el espíritu y alcanzar una mayor armonía
interior. Conseguir la armonía interior mediante la meditación debe
ser una prioridad, sabemos que no es fácil, que no se va a alcanzar de
un día para otro, porque llevamos muchos años actuando sin control,
sin la menor observación personal y de nuestro entorno. Pero no hay
nada que con perseverancia no se pueda conseguir para hacer de
nuestra vida, una vida fácil, alegre, llena de luz, donde no cabe ni el
menor ápice de negatividad. Recordemos que el amor es luz y

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debemos esforzarnos, con la técnica que mejor nos convenga y
adaptemos, apaciguar la mente.

No podemos llegar a la consciencia en una meditación dirigida,


porque nos limita el campo del pensamiento, llegaremos a la
consciencia sin duda alguna, a través de una meditación libre, así
podemos decir que ser conscientes es, el acto de captar nuestro
entorno incluyéndonos en él. Darse cuenta de las cosas que ocurren
dentro y fuera de nosotros, a medida que van aconteciendo, sean
agradables, desagradables o neutras. Hay que aprender a vivirlo todo,
a habitarlo todo, porque ahí está el aprendizaje y la sabiduría de la
vida. Es la única manera de poder vivirla, de poder disfrutarla.
Aprender a despertar la conciencia que somos par ser conscientes, es
ya una prioridad, una de las herramientas que tenemos a nuestro
alcance para desarrollarla, es la meditación basada en la atención
plena, es decir; fijar sólo nuestra mente en ella, sin permitir que los
pensamientos negativos interrumpan el momento, dejándolos fluir sin
más.

La meditación en sí, no deja de ser un entrenamiento de la


atención, que es el aspecto dinámico de la conciencia. Si no prestamos
atención, no podemos ser conscientes. Sabemos memorizar, resolver
problemas, pero no sabemos atender cuando lo necesitamos. La

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atención es como un musculo y hay que ejercitarla. Tenemos dos tipos
de prácticas:

- Práctica formal o meditación: se practica en quietud, sentados o


tumbados, atendiendo a la respiración y al cuerpo como base, pero
también a los sentidos, emociones y pensamientos.

- Práctica informal: convertir rutinas de nuestro día a día en “rituales


de atención plena”, atendiendo al cuerpo y a sus sensaciones.

Trabajar la atención plena desde la meditación, es convertirnos


en exploradores, es sentarnos a ver qué sentimos, que sensaciones
atraen nuestra atención, con curiosidad, con amabilidad, sin juzgar…
si quieres saber cómo estás, siéntate y observa, si quieres saber cómo
va tu vida, siéntate y observa… El problema es que nunca nos
detenemos. Cada vez hay más ansiedad, más stress, depresión. Nos
sentimos insatisfechos, inadecuados y muchas veces solos. Quedáis
invitados a despertar, a aprender a cultivar el arte de estar presentes,
porque es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos y
a los demás: Amar, es sobre todo estar presente. Si no estás presente
¿cómo puedes amar? Estar presente es el arte de la meditación, es
estar presente en todo momento. Pero la pregunta es: ¿tengo tiempo
para amar, es decir, estar presente? Obviamente lo tenemos, porque
¿qué es el tiempo? Para cada uno de nosotros tendrá un significado

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distinto, pero si pensamos un poco y profundizamos, enseguida
veremos que hay algo en común para cada uno de nosotros; es la
duración de la vida, según la visión que cada uno pueda tener, en base
a la filosofía emocional que profese y que nos da la felicidad por y
para existir; por lo tanto el tiempo para amar y estar presente no tiene
límite. Partiendo de esta premisa, podemos establecer unas bases de
meditación libre. Así tendremos que la meditación de consciencia
plena; ser consciente de las propias sensaciones, emociones y
sentimientos en un momento dado, actitud preconizada por el
pensamiento oriental, favorece un estado mental que puede prevenir
situaciones depresivas o actitudes personales distorsionadas por el
stress. En síntesis podemos indicar que la meditación de consciencia
plena consiste en concentrarse en las propias sensaciones y
percepciones internas. Se trata de una práctica capaz de influir de
manera positiva en la salud, en especial en la reducción de la ansiedad.

Detenerse, cerrar los ojos, observar lo que sucede dentro de


nosotros (la propia respiración, las sensaciones corporales, el flujo
incesante de pensamientos) y a nuestro alrededor (sonidos, olores,
etc…) constituye la base de la meditación; simplemente observar, sin
emitir juicio alguno, sin esperar ningún tipo de suceso, sin rechazar
nada que nos venga a la mente pero sin aferrarse a lo que está
pasando, son los pilares del momento meditativo. Así de sencilla es la

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meditación de conciencia plena, mucho más eficaz de lo que pueda
parecer a mentes apresuradas y deseosas de controlarse. Consciencia
plena, es la calidad de consciencia que emerge cuando concentramos
la mente de forma deliberada en el momento actual, en el momento
dado, concreto y presente. Se dirige la atención a la experiencia que se
vive y se sufre, sin filtro alguno (se acepta tal como es) pero sin
formular juicio alguno, bueno o malo, deseable o no, es decir dejar
fluir sin esperar nada en concreto a cambio.

Pensamos que ha llegado el momento de diferenciar los


conceptos “Consciencia” y “Conciencia”: entendemos por
Consciencia: la capacidad del ser humano para percibir la realidad y
reconocerse en ella, mientras que Conciencia es el conocimiento
moral de lo que está bien y lo que está mal, es el convencimiento, la
firmeza con la cual nos comprometemos para realizar cualquier acción
o llevar a cabo cualquier pensamiento positivo, digamos de paso que
los dos términos derivan de la misma raíz etimológica del latín
“conscientia”.

Para ampliar el significado y diferenciarlos en su uso, diremos


que por conciencia se define el conocimiento que un individuo tiene
de sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos. La conciencia es la
capacidad propia de los seres humanos de reconocerse a sí mismos, de
tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su

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entorno. La conciencia está asociada a la actividad mental que implica
un dominio por parte del propio individuo, sobre sus sentidos,
diferenciándose de la persona consciente, que tiene conocimiento de
lo que ocurre consigo y en su entorno, mientras que la inconsciente
supone que la persona no es capaz de percibir lo que le sucede ni lo
que pasa a su alrededor. Por otro lado, conciencia también tiene una
connotación en cuanto a sentido del deber, como reflexión sobre la
conducta y sobre los propios actos, manifestando también un carácter
ético. Permite distinguir al individuo a la hora de obrar, tener una
conducta o un comportamiento acorde a sus valores morales. La
consciencia se refiere a la capacidad del ser humano para reconocerse
y percibir la realidad que le rodea; para relacionarse con ella,
reconocerse dentro de ella y reflexionar sobre ella. Es también el acto
psíquico por el cual, el individuo se reconoce a sí mismo formando
parte de un mundo. Entenderemos que se da un paso más profundo en
nuestra mente: percibirnos desde nuestro interior y nuestro exterior
supone una capacidad, que va más allá de distinguir lo bueno de lo
malo. Supone que a través de la meditación plena, unos conocimientos
perceptivos nos llegan por medio de un entrenamiento mental, sin
esfuerzo alguno, que radican en el empoderamiento energético de
nuestro ser. Supone también sentir empatía, (hemos de estar alerta con
la empatía porque a veces ponernos en lugar de otro, puede ser
contraproducente y quedar atrapados en la falta de luz) hacia los
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demás, simplemente por la fluidez de nuestra mente. Solo retener
aquello que nos pueda permitir, ayudar a ampliar nuestras
percepciones interiores y exteriores a través de la observación, es lo
que nos va ayudar a reencontrarnos. No debemos dejar de observarnos
en ningún momento, tanto interior como exteriormente, hasta que la
observación se convierta en un fenómeno tan natural, que no nos
cueste ningún desgaste energético.

Implicarnos en tener una actitud más meditativa, nos conduce


a despertar, evolucionar hacia una consciencia más verdadera y real,
a estar más alerta, porque cuando eres consciente, cuando estás alerta,
vives la realidad, verdadera y presente; la consciencia no sabe del
pasado ni del futuro, solo tiene un tiempo verbal, el presente. Dicha
implicación lleva una connotación muy significativa; de la conducta
de cada uno depende el destino de todos. Por lo tanto vivir en presente
y en el presente, es el enfoque que debemos darle a nuestra existencia.
Dicho método nos llevará a liberarnos del pasado y probar por primera
vez, la libertad, haciendo caso omiso del futuro. De esta manera y
experimentando la asimilación de la libertad, nos volvemos más sanos
y todas las heridas pasadas, cicatrizan definitivamente. Empiezas a
sentir el bienestar que surge de tu interior, es el comienzo de la
transformación, aparece el amor con fuerza, con energía, que dicho
sea, ya tiene otro sentido; el amor es el trabajo que realizas para los

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demás, para la felicidad de los demás sin incluirte en él, pero que sin
embargo compartes, sientes como emana de tu corazón; tu felicidad es
la de los demás. En definitiva se trata de abrir puertas para que esa
felicidad, ese amor emane con dulzura e impregne a su paso llenando
de hermosura, todo aquello que se cruce en su andadura. Déjala que
fluya, es tan natural como el amor de una madre o de un padre, o de
los dos, que dieron a esa bella criatura, nacida de la unión de
corazones a la que la naturaleza desnuda, dio vida.

Que siga el curso del nacimiento de esa agua pura que recorre
las colinas, los valles y las llanuras. Dale rienda suelta a la llama que
prende en el corazón, porque la vida es hoy, debemos vivirla hoy, no
ayer ni mañana, sintámonos vivos hoy. Pacifica la vida, hazla que sea
sentida en la expresión del alma que en ti andaba cautiva, para que
exprese la gracia de vivirla con la siembra de la bondad. Que siga la
dicha que vibra y contagia cualquier nostalgia que haya escondida,
para que sea conducida a la luz, en amor y con amor, porque en
definitiva el amor es el que nos hará ver la luz en la tierra.

Después de meditar y reflexionar profundamente, hemos de


llegar a disipar todas las brumas, comenzar a ver y a sentir con mayor
claridad: la confusión ya no tiene sentido porque la luz del amor va
ganando fuerza, interactuando con nuestros corazones que se conectan

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con dimensiones superiores. Las batallas ahora ya no tienen sentido, la
luz está llegando a los rincones más oscuros y la claridad va ganando
espacio. Ahora depende de cada persona elegir su camino, sin presión,
sin ningún intento de convencimiento, no debemos insistir en cual es
el camino que nos conviene, ya nos será indicado en cualquier
momento inesperado. No es el momento de salvar a nadie, ni de tirar
con fuerza ni de empujar. Cada persona tiene que dar esos pasos
últimos, de forma autónoma, sin exigencias. Ha de ir a su ritmo,
sintiendo su interior, su entorno, por ella misma. Cada persona debe
descubrir el misterio y gozo de las realidades superiores, como la
iluminación que no es algo que haya que alcanzar, sino vivir como un
hecho al que hemos llegado por nosotros mismos, sencillamente por
nuestra constancia meditativa libre.

Cuando digo que yo he alcanzado la iluminación, simplemente


quiero decir que decidí vivirla, es tomar la decisión de que ya no
queremos, concientemente, crearnos más problemas; nada más, es la
decisión de acabar con la creación de problemas, para encontrar
soluciones y dejar de jugar consigo mismo; yo creo problemas y busco
soluciones. Una vez tomada la decisión, ya no creo más conflictos, ya
no más tensión, para volver a mi naturaleza más intima, porque
nacemos perfectos, no nos hagamos la vida difícil e imperfecta. De lo
que realmente se trata es de comprender que yo soy estupendo creando

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problemas; comprenderlo, es la solución fundamental para que de
repente desaparezcan; la observación es la base de la comprensión.

Debemos llegar a asimilar y comprender que el ego solo existe


en el conflicto que hemos creado, no es una identidad, sino una
tensión. Siempre que se produce un conflicto creado, surge la tensión
y el ego entra en escena, si comprendemos esta situación, no habrá
conflicto, ni tensión, ni ego. Conseguida la comprensión, ya no hay
problema que resolver, solo existe el vacio a tu alrededor, en eso
consiste la iluminación; en comprender hasta lo más profundo que no
existe ningún problema; te has transformado y entonces empezarás a
vivir inmediatamente. Empieza a vivir este momento y verás que
cuanto más lo vivas menos problemas tendrás, o ninguno, porque
ahora que tu vacio ha empezado a florecer, a estar vivo, ya no los
necesitas.

No debemos malgastar nuestra energía de manera superflua, en


algo que no debería tener sentido pero que se lo damos, creándonos
conflictos, porque la vida es una y está en constante movimiento. Te
llega, entra y sale de ti, es un ir y venir en sus múltiples delicias, o
decepciones. En cuanto comprendamos y asimilemos esto, ésta será la
única ley por la que nos rijamos¿Cómo podemos llegar a comprender,
asimilar y llegar a la iluminación? Tomando conciencia a través de la
meditación para alcanzar el verdadero estado de consciencia, la luz

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llenara todo el vacio que habrá dejado la negatividad, ganando así el
gozo de la libertad, para respetar nuestra vida y poder gritar muy alto:
¡Es mi vida y tengo que vivirla. Si hago algo mal, sufriré por ello;
aceptaré las consecuencias de mis actos sin quejarme! Porque aceptar
es comprender lo que pueda suceder y por eso debemos buscar la luz
en nuestro interior a través de la meditación. Así pues, comprensión,
aceptación y asimilación, son los tres pilares básicos, que deben
conformar la toma de conciencia de nuestra vida, sin depender de los
demás que nos llevara a la luz de la consciencia, a la percepción de
nuestro entorno y de nuestro interior. No debemos olvidar que dado
este paso, ya hemos aprendido que tenemos una consciencia tan
universal, tan grande como la de cualquier Buda, Cristo etc…que
simplemente no habíamos descubierto, porque no la habíamos
buscado, o quizás porque no sabíamos que la teníamos, hasta que
hemos empezado a despertar, despertando a su vez nuestro potencial
espiritual. Nos habían enseñado e inculcado a buscar en los demás lo
que llevamos en nuestro interior, ejemplarizando un tipo de vida
opuesto al que realmente necesitamos; armonioso, iluminado. Para los
creyentes en la necesidad de que te dirijan, la clave está en la creación
de alguien que te salve, distrayéndote en la NO verificación de tu yo
interior, que nos lleva a comprender que este reino es enteramente
nuestro y no necesitamos dirigentes. Debemos comprender que se
trata de uno de los principios fundamentales, conformado por: la
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dignidad, la libertad y la responsabilidad, para llegar a la conclusión
de que en este mundo, solo existe una clase de felicidad que consiste
en ser tú mismo, bajo tu responsabilidad, tu dignidad y tu libertad.
Esta decisión y esta declaración de libertad, de liberarse de la
manipulación, de todas las ataduras, da lugar a tu ser natural, a tu ser
individual, entonces podrás ser tu mismo, diferente de cómo eras, sólo
hay que iniciar el proceso y comprobarlo.

De lo que se trata realmente, asimilando la trascendencia de


nuestro ser, es de poner nuestra vida en orden, con una nueva forma
de vivir mediante la meditación. Interiorizar la actitud de meditar, de
consciencia, no tiene ambiciones, debemos considerar dicha actitud
como un comportamiento natural, habitual, que forma parte de nuestra
vida cotidiana de manera sencilla. Podemos decir que esa nueva forma
de vida, basada en la meditación, que consiste en no malgastarla, es
conforme al principio del secreto, y añadir que cuando se ama la vida
y nos amamos a nosotros mismos, se consigue todo porque el amor es
luz y donde hay luz, no cabe la oscuridad. Digamos que la meditación
nos ayudará a suplir esa falta de luz, por la iluminación que
recibiremos de ella y que nos transmutara a la consciencia plena y ser
conciente de ello. Esta actitud nos ayudará a comprender que no
debemos negar nada de sí mismo, sino aceptarlo; la parte negada nos
creará problemas y deberemos darles solución, entrando en el círculo

129
vicioso de creación de problemas y búsqueda de soluciones, en
consecuencia la evolución se detiene, arrastrándonos a vivir en la
contradicción permanente.

Si comprendemos este fenómeno, es como comprender que un


dolor de cabeza nos hace concientes del cuerpo, como una enfermedad
del alma nos hace concientes del yo; una alma sana no tiene yo, el yo
no existe, estamos tan armoniosos que no necesitamos recordarlo.
Debemos iluminar nuestra mente para ver y comprender todo, para
que la luz llegue a nuestra consciencia, y nos permita percibir nuestro
entorno tanto exterior como el yo interior; es tomar conciencia de la
observación de nuestro interior para que crezca nuestra consciencia
absoluta, sin ninguna dificultad, para que surja el amor y liberarnos así
de toda atadura y sufrimiento. Lo que surge realmente es un amor que
no está dirigido a otro ni a nosotros mismos, es un amor sin
destinatario, lo que surge de verdad es la dicha. Pero no tardaremos en
encontrar destinatario, primero en nosotros mismos y después en
alguien más, el yo irreal no nos dejará mucho tiempo libres, porque
surge la necesidad de socialización, de otras irrealidades; lo que
realmente importa es amarnos a nosotros mismos. El otro alguien es
un constante ir y venir; enamorarse/ desenamorarse, es un fenómeno
curioso que les pasa a mucha gente sin preocuparles el porqué: ¿será
cuestión de libertad o de la necesidad de apoyo o miedo a la libertad?

130
Deducimos de lo citado, que cuando no necesitas a alguien,
puedes expandir amor por doquier, éste no te traerá sufrimiento, como
el amor hacia nosotros mismos, por ejemplo. Al traspasar las
necesidades, las exigencias, el amor se convierte en un deseo de
compartir, en un entendimiento, porque la meditación ayuda a
manifestar todo lo que estaba oculto y te mantiene en un estado
receptivo, abierto, accesible para tener derecho a todos los milagros
posibles. Cuando te comprendes a ti mismo, comprendes a la
humanidad, entonces nadie puede hacerte sufrir porque tu amor te
permitirá ayudar a la persona que amas, a liberarse de la
incomprensión y ayudarte a ti mismo, como regalo de un don.

131
132
MEDITACIÓN ORIENTAL:

Perdonando y amando logramos vencernos a nosotros


mismos, así pues, sé inteligente, perdona y olvida y serás feliz.

Lo fácil es hablar, lo difícil es escuchar. Si escuchamos


el silencio, aprenderemos a distinguir el sonido interior del ser
humano, como una voz que nos habla sin palabras.

El alma libre es rara, pero la identificas cuando la ves;


básicamente porque te sientes a gusto, muy a gusto cuando
estas con ella.

Es posible, que lo primero que tienda a decir un occidental


sobre los distintos métodos de meditación oriental, sería algo así
como; es una identidad entre yo y el mundo, la no dualidad de la
identidad iluminada, es que no se trata de una meta posible de
alcanzar. Más aún, que tampoco es algo deseable, no entendemos por
qué. En occidente se entiende la práctica de la meditación, como una
forma de cultivar el equilibrio mental, buscando un bienestar, sin
profundizar en el interior corporal, separando mente y cuerpo, a
diferencia de la oriental que no concibe esa separación puesto que
forman parte de un todo. Dicho esto, observamos que se genera una

133
controversia en la aplicación de las técnicas meditativas, sencillamente
porque en occidente se busca qué efectos científicos se producen
durante la meditación, sin tener en cuenta las reacciones del cuerpo y
su estado resultante. Otra de las lagunas, se centra básicamente en la
comprensión de los mecanismos a través de los cuales, la meditación
mejora la salud y qué cambios se dan en el mantenimiento de la
continuada práctica meditativa y su estabilidad temporal. Es clave por
lo tanto, establecer unas bases sólidas entre occidente y oriente,
cimentadas entre conocimientos psicológicos occidentales y la
sabiduría atesorada por las tradiciones orientales meditativas a través
de meditadores expertos; una persona que percibe la totalidad (Cuerpo
y Mente) está meditando, no reza porque nada desea, dando lugar a
estados de consciencia durante la práctica meditativa, cuyos únicos
objetivos, son la reflexión y la comunicación subjetiva, basada en la
introspección del ser desde las fuentes de información. Es obvio
comprender y entender que la práctica continuada de la meditación,
trae consigo procesos de transformación del yo, trae también consigo
procesos de construcción, en los que aparecen como señas de
identidad, además de la reflexión, comunicación, la compasión
(aunque en este caso habría que valorar en su justa medida a que grado
de compasión podemos referirnos, o que entendemos por compasión y
desde que perspectiva podemos hablar de compasión), el
empoderamiento vibracional, el amor como control emocional, etc.
134
Queremos incidir que la práctica NO continuada de la
meditación señala un retroceso o un estancamiento de la misma,
repercutiendo en el proceso de evolución hacia la verdad, hacia el
reconocimiento del poder que poseemos. El proceso continuado “
bien conocido en el mundo oriental” necesita un tiempo para
entenderlo bien y sobre todo experimentarlo, para alertar a los que
publican sobre la materia, sobre el proceso de adaptación de estas
técnicas en el mundo occidental, que no es del todo fiel a las prácticas
de origen, con los consiguientes riesgos de des-contextualización, en
lo que algunos ven como una manera de americanizar la meditación,
por lo tanto podemos subrayar que:

-La investigación científica, responsable sobre la iluminación,


solo puede realizarse a partir de la comprensión rigurosa de
estados experimentales y rasgos de comportamiento, como
parte integrante de un sistema de valores. Dentro de una
determinada tradición integradora en los modelos que emplea
esa tradición particular, debemos comprender cómo funciona la
mente y como progresamos hacia el despertar.

Podemos destacar dos perspectivas sobre la práctica meditativa:

-La tradicional y la clínica.

135
La primera se refiere a la meditación practicada siguiendo la filosofía
y los fines perseguidos por las tradiciones de origen. La segunda, la
clínica basada en formatos de tradición de origen pero en la que se
incluyen y diseñan programas y objetivos predeterminados, no es de
nuestro interés porque se aproxima mucho al interés mental
manipulado y experimental. Trazaremos una línea de separación de lo
que pretendemos demostrar en este libro, sobre el poder de la
meditación según las tradiciones de origen, porque el conocimiento de
lo real, de la verdad no se puede lograr por medio de la instrucción, ni
por la inteligencia, ni por medio de la transmisión oral: el
conocimiento revela su propia naturaleza a quien debe obtenerlo y a
quien elige. La doctrina de la mente que se controla a sí misma y la
benevolencia que protege a los demás, es la semilla de un fruto que se
recogerá en esta vida o en las próximas, según las convicciones de
cada uno.

En las milenarias tradiciones de origen, las técnicas meditativas


fueron originalmente concebidas dentro de un contexto espiritual.
Cada tradición propone un conjunto de instrucciones, cuyo
perfeccionamiento es entendido como una condición necesaria para
que el practicante despierte: todas las tradiciones proporcionan vías
para la evolución del ser humano, en las cuales la práctica es
entendida como una vía a seguir toda la vida, dentro de un proceso de

136
transformación, que pasa por romper estructuras, aproximándose a la
quietud teresiana de la que habla Sta. Teresa de Jesús o a la oración
contemplativa sanjuanista de San Juan de la Cruz en la tradición
cristiana: “En esta desnudez, el espíritu, quietud y descanso, porque
como nada la codicia, nada le impele, impulsa hacia arriba en su afán
de superación y nada le oprime hacia abajo, porque está en el centro
de su humildad (Juan de la Cruz: Monte de perfección).

Lo que más ha caracterizado profundamente y es propio de la


mentalidad occidental y la caracteriza, es, por un lado, su convicción
de la imposibilidad consustancial a lo humano, de superar el dualismo
cognoscitivo y lingüístico entre pensamiento y ser. Lenguaje y cosa,
como el dualismo moral, entre ser y deber ser. Y por otro lado y como
consecuencia de lo dicho, lo que nos caracteriza también, es nuestra
alta valoración y estima del yo personal, de la conciencia, de su
capacidad de consciencia, de percepción interior y exterior individual,
como el fundamento más elevado de todo lo positivo que el hombre
tiene: de su razón, de su libertad, de sus valores e ideales morales, ¿de
si ciencia sin cons-ciencia? El occidental acepta, pues, y valora como
positivo hasta cierto punto, el hecho de que el individuo sea un ser
diferente y separado como por un abismo insalvable de la totalidad del
mundo. Esa es la razón de su impulso de conocimiento y de su
voluntad moral, ya que nunca se llega de manera efectiva ni a un

137
conocimiento definitivo de la verdad absoluta, ni a una realización
moral de la perfección absoluta. Siempre se está en camino hacia su
búsqueda, y esto es lo que estimula y fundamenta a los hombres en el
desarrollo de su libertad, de su autonomía, de su creatividad y de su
conciencia. Sin embargo, ¿que se nos puede decir de la física
cuántica? Una ciencia que admite y reconoce que las emociones son
causa de las enfermedades, como también admite que su curación,
mediante la descodificación de las causas de dichas emociones,
depende del desarrollo continuo de nuestra consciencia, con todo
aquello que se halla guardado en el inconsciente y que aparece en
momentos inesperados, por alguna razón de conciencia.

Desde esta premisa, los occidentales no podemos valorar la


identidad del yo con superficialidad, considerando cualquier
coincidencia del yo, como una metáfora, desde una visión perdida en
la realidad de lo que veo o percibo, y menos, como han dicho algunos,
considerar esa visión consciente como una realidad de ebriedad,
sugestión o como locura. Por eso hay muchos más ebrios, sugestivos y
desequilibrados en occidente que en oriente. Digamos de paso, que
nadie tiene la verdad absoluta, pero al menos, una visión distinta como
la occidental se merece como mínimo un respeto.

138
Las prácticas, se enmarcan en un proceso que requiere unas
directrices y disciplina que podríamos considerar, comunes a las dos
visiones meditativas y que a continuación exponemos:

1-Dirigir la atención hacia el interior y en el momento presente,


al entender que el retraimiento del mundo de los sentidos externos,
ayuda en la práctica.

2- Reducir los contenidos mentales, entendiendo que también


son distracciones sin enfrentarnos a ellos, pero sí dejándolos fluir y
solo reteniendo aquellos que nos puedan ayudar en el control de las
emociones.

3-La importancia inicial del control/atención a la respiración,


mal considerada como fluctuación de la mente, debería ser
considerada del cuerpo y por esa razón hablaríamos de unidad de un
todo, para el cual no sería necesario ningún control pero sí una
observación respiratoria natural consciente. Otro factor importante
sería, percibir el ritmo respiratorio en correlación con la mente.

4-Debemos considerar la relevancia del cuerpo, al entender que


la mente está íntimamente relacionada con la consciencia corporal y
que la atención al cuerpo, siempre se mantiene en el momento
presente.

139
5-Obviamente para iniciar el despertar espiritual, debemos
contar con una relación indispensable, maestro-discípulo, para
mantener el equilibrio del aprendizaje. Es necesaria la presencia de un
guía, un maestro con experiencia, capaz de percibir que el alumno esta
concientemente preparado para su iniciación a la meditación, maestro
que conforme vayamos progresando, ira siendo menos imprescindible,
hasta llegar a prescindir de su ayuda inicial.

Las prácticas, se enmarcan por tanto en un proceso que requiere


un ejercicio disciplinado y continuo del practicante, a pesar de las
tentaciones y peligros del mundo para desviarle del camino, basado en
una estabilidad emocional, mental y corporal porque el todo se
entiende como dualidad cuerpo-mente, maestro-discípulo, relación
clave en el mundo oriental, difícil de entender desde una mentalidad
occidental consumista. La idea subyacente a la práctica de cualquier
técnica, es que debe pasar a formar parte de la vida cotidiana durante
nuestra existencia, de forma natural, sin esfuerzo ni desgaste de
energía. Entonces nos preguntamos ¿En qué consiste realmente la
meditación? Es la única actividad humana que se conoce que sólo
intenta llegar a profundizar en las percepciones de donde ya estamos,
es decir en el presente, en la realidad, en la verdad del Yo en el
momento. En realidad debemos entender que se trata del momento de
la observación natural, en ambos sentidos, exterior - interior.

140
No debemos usar las llamadas sabidurías orientales como
técnicas de meditación, aunque se las denomine sapienciales, como
una moda occidental de uso utilitario de técnicas y doctrinas,
pensando que se medita al estilo oriental, ni se hace Tai Chi porque
nos serena. Son malentendidos interculturales reducidos única y
exclusivamente a un valor instrumental: el instrumentalismo es
reducionismo e inculto. Dicho esto, debemos aclarar que nuestro
objetivo en este trabajo no es afianzar una clasificación de las técnicas
“métodos” meditativas. Precisamente nos sorprende que la literatura
occidental no haya alcanzado aún criterios consensuados para
clasificar dichas técnicas. Para nosotros, desde la libertad meditativa,
no hay mejor técnica que la que se adapte a cada ser.

Sin embargo, sí que nos interesa el método de atención


focalizada, llamada también concentrativa; se trata de mantener un
control de la atención sobre un objeto, sobre algo determinado como
la respiración, una zona del cuerpo o un sonido, (se trata de dejarlos
aparecer y desaparecer sin prestarles atención). Sólo prestar atención a
los pensamientos que experimentamos para darnos explicaciones, del
motivo de tal o cual pensamiento. También nos interesa la técnica de
monitoreo abierto, llamada de “atención plena” que trata de tomar
consciencia, de percibir el flujo de experiencias momento a momento
sin reaccionar frente a ellas, fundamentalmente para tomar conciencia,

141
para tener el convencimiento firme de la naturaleza de los patrones
emocionales y cognitivos internos. Esta técnica mantiene la atención
en un estado de “percepción abierta”, en una toma de conciencia sin
juicio y sin apego al continuo cambio del campo de pensamientos. El
ser como sujeto, mantiene este tipo de atención, tanto sobre los
estímulos internos; sensaciones corporales, percepciones y emociones,
como externas; sonidos, conforme van surgiendo como en la
meditación Zen o el Vipassana budista. La práctica de Mindfulness:

-Atención / consciencia plena, se suele incluir en esta categoría


y se basa en la toma de conciencia no enjuiciadora de las experiencias
mentales o sensoriales, que se transformaría en la capacidad de
percibirlas en cada momento.

El meditador se entrena para no engancharse con las


experiencias ni tampoco rechazarlas; se trata de aceptarlas y
observarlas con actitud abierta. Veamos ahora que ocurre, que sucede
durante la meditación, recordemos que estamos valorando la
meditación oriental. ¿Cuáles son los estados de consciencia, cuales
son los grados de percepción durante la práctica meditativa? Para una
práctica meditativa plena y completa, debemos tener en cuenta que en
el lugar elegido, deben desaparecer todas las voces y ruidos, todos los
sonidos y debe haber una tranquilidad pura y un silencio callado para
que se produzca una quietud y un recogimiento del alma. La finalidad

142
es sentir la satisfacción, el gran sosiego que producen las energías de
la paz interior; digamos que no deberíamos ni respirar para que no se
escape el más mínimo bien emocional, que nos llevará a distinguir
estados de consciencia como el inducido por las prácticas meditativas,
estados meditativos avanzados, estados mejorados, proviniendo de los
significados populares de tradición original, coincidiendo con las
conclusiones llevadas a cabo por los investigadores occidentales en
tres puntos comunes:

-Un estado de concentración donde la consciencia se focaliza


en un solo objeto.

-Un estado de relajación beneficioso, disociado, donde puede


haber un fenómeno de trance que puede favorecernos,

- Un estado místico donde se experimenten realidades


superiores o religiosas.

El factor común de estos significados, es que todos son estados


alterados de conciencia: el meditador hace algo para apartarse de su
estado habitual, cotidiano, produciéndose una alteración voluntaria de
un estado de consciencia, entendamos por alteración, estados que
difieren del estado de conciencia cotidiana para alcanzar el estado de
consciencia, entendiendo estado de percepción. El objetivo de este
estado de consciencia, es seleccionar aquellos pensamientos que

143
podemos canalizar y utilizarlos en beneficio propio, teniendo como
objeto, restablecer la conciencia de la realidad y reconocer y aceptar
con firmeza la verdad que todos llevamos en nuestro interior. Verdad
que se basa en el reconocimiento de que la falta de luz (la oscuridad),
no puede ocultar; este es el gran paso que debemos dar y que nos
causa desequilibrio, desorientación, miedo. Conseguir este paso, nos
produce la liberación del miedo que nos llega por el reconocimiento
de que no hay nada que ocultar.

Este estado de liberación, es al que los meditadores expertos


consideran “estado expandido de consciencia” que una vez
experimentado, puede tener lugar fuera o dentro de un contexto de
meditación, es decir; se experimentaría en un marco natural de vida,
diferenciándose del estado de relajación profunda, como rasgo
meditativo sobre la meditación y sus beneficios.

Desde la perspectiva de las tradiciones de origen, la meditación


es conocimiento de uno mismo y sin ese conocimiento no hay
meditación. Si no nos damos cuenta en todo momento de nuestras
reacciones, si no somos plenamente conscientes, el mero hecho de
encerrarnos en una habitación, sentarnos frente al maestro a meditar es
una escapatoria. No hay un verdadero pensar, carece de sentido por
muy nobles que sean nuestras intenciones, porque las necesidades
meditativas surgen únicamente cuando tú, te privas a tí mismo. Actúas

144
con el orden particular de necesidades que tú mismo te impones y
estableces; esto a su vez depende de la percepción que tienes de lo que
eres, la solución pasa por No negar el poder mental, porque sería
negar el poder mismo. De esta manera nos acercamos al conjunto de
los aspectos tendenciales personales, siendo éste, esencialmente una
liberación del miedo, porque el hecho de que lo tengas hace que la
mente sea vulnerable a crear falsamente. Todos los remedios
materiales que aceptas como medicamento para los males corporales,
son reafirmaciones de principios mágicos; este es el primer paso que
nos conduce a las falsas creencias, como que el cuerpo es el causante
de nuestras propias enfermedades, el segundo paso en falso es tratar
de curarlo por medio de agentes no creativos como reparar una falta,
cuando en realidad se trata de una mentalidad NO recta, la causante de
la enfermedad; el miedo. Miedo que debemos llevarlo al viaje
espiritual, tratándolo como desaprendizaje meditativo a favor de la
aceptación del amor en nuestro interior. La cuestión es, sustituir el
miedo por el amor conducido con una mentalidad recta, como un
componente energético indispensable para el que cree firmemente en
el poder de la mente para curarse. Debemos estrechar la relación con
la capacidad perceptiva y corporal o con los componentes espirituales
como complementariedad emocional de la meditación, como el yoga o
cualquier otra práctica semejante. Solo con estas herramientas,
podemos ratificar que la meditación debe ser en primer lugar, una
145
percepción de los pensamientos contrarios, negativos. Sólo al salir de
lo negativo, reconocido con lucidez y los pensamientos vividos
dolorosamente, es cuando la nueva consciencia perceptiva, se
convierte en experiencia fecunda para poder iniciar la transmutación
de la regulación emocional.

Se produce una investigación en los procesos internos,


mediante la atención plena para reconocer les hábitos mentales y
afectivos. Esta herramienta nos va a permitir, descubrir los rasgos
perceptuales y cognitivos que fuimos incapaces de ver de forma
precisa, pero que nos permitieron darnos cuenta que esos hábitos,
constituyeron las raíces de pensamientos enfermizos relacionados
entre uno mismo y el mundo. Por lo tanto, desde el principio, no
debemos dejarnos atrapar por todo aquello; pensamientos,
sentimientos, sensaciones o deseos, que nos puedan lleva a la
dependencia y al sufrimiento: no debemos, bajo ningún concepto
apegarnos ni identificarnos con esos pensamientos, etc. Lo que sí
debemos hacer por encima de todo, es incluir en nuestra vida y de
forma natural, el cultivo de una quietud mental, cultivo que puede
llegar desde el destino, poniendo muchas personas en tu vida pero que
sólo permanecerán en ella, las mejores para siempre y que según las
trates, serán el reflejo de tu vida espiritual. Otro aspecto importante
que debemos incluir en nuestra vida es un estado de observación

146
desapegada y una alerta en reposo, de dónde surgirá el observador de
su propia experiencia, interna-externa y convertirse en testigo de ella.

En definitiva, lo importante y básico es distanciarnos y no


identificarnos con lo negativo y tóxico que puede suceder en nuestro
entorno, desarrollando la capacidad para observar la experiencia del
presente: lo que permite responder con más consciencia y más
flexibilidad somática, cognitiva y emocional, al inicio de una
autorregulación emocional, considerada como un mecanismo real y
presente en todo momento.

En resumen, para un occidental, no es posible ni deseable


imaginar ningún estado espiritual con capacidad de percepción
consciente, que no esté referido claramente a un sujeto, o sea, a un yo
personal. ¿Porque no es deseable imaginar ningún estado espiritual,
cuando la iglesia occidental nos habla de espíritu santo? ¿O es que
estamos cerca de la divinidad, del ese yo iluminado por el espíritu de
nuestro yo? Por lo tanto el yo siempre estará saturado pero nunca
anulado. Este hecho no significa que se produzca una caída en el
inconsciente como refugio de todo, de lo que queremos olvidar,
aunque siempre esté latente. Desde esa premisa, ¿Qué papel ocupa el
inconsciente en las personas y en las personas meditativas?, habría
que preguntarle a Freud o a Lacan. En cambio para un oriental, está
muy claro que sí es posible una consciencia y una mente con un yo

147
espiritual y que la consciencia puede llegar a ser capaz, mediante el
uso de métodos como la meditación,-que no tiene nada de inducción a
la locura-, de trascender el estado del yo, elevándolo a un nivel de
consciencia superior.

Pensamos que el occidental no tiene muy claro o no diferencia


consciencia de conciencia, se tiene conciencia de todo y consciencia
de un todo, por lo tanto, la diferencia existente es conceptual entre el
sujeto y su entorno exterior e interior. Por eso el occidental no
entiende de la posibilidad de una conciencia pura como superación
mediante la meditación, como superación consciente, perceptiva
personal e individual, a la que se llega cuando alcanzamos el nivel
iluminado. El inconsciente acumula todo, porque forma parte de la
mente y de la transformación universal, surgiendo en momentos
inesperados, como si de un aviso se tratara. No logramos comprender
como el occidental, no pueda compartir que elevar el nivel de
consciencia mediante la meditación, es el resultado del estado más
alto de realización del ser; le es completamente ajena la idea y extraña
la idea de una consciencia pura, que permite percibir como se logra de
manera natural en Oriente, no puede entender, o al menos eso dicen
algunos, como un ser se puede auto-iluminar precisamente por el
Pensamiento, Espíritu, etc…formando parte del todo universal.
Pienso que establecer un conflicto en decidir cual de los dos tipos de

148
meditación, si el occidental o el oriental es mejor y tratar de encontrar
la solución que incline la balanza hacia el primero o el segundo, sería
al menos arbitrario y un sinsentido. Sin embargo sí que se pueden dar
algunas razones que producen este desacuerdo, al menos dos; la
primera se refiere a la diferencia existente en el concepto mismo de
meditación que tienen el oriental y el occidental. La segunda es la
actitud diferente que ambos tienen en lo que se refiere al cuerpo.

En Occidente, la verdad se desvela al pensamiento siempre y


únicamente a través del lenguaje. Siempre se ha pensado que la verdad
residía en el lenguaje, es el lugar que contiene la verdad; cuando se
creía que la verdad procedía de una revelación divina, se situaba en las
escrituras sagradas adquiriendo así la palabra de Dios, ¿palabra escrita
por el hombre por inspiración de Dios? Cuando ya no se cree en eso o
al menos es de dudosa creencia, da lugar a una divergencia social en
dejar de creer en algo divino, si hemos leído algo sobre el libro de
Enoc, y en la sagrada palabra. ¿Somos libres o no, pensar si la palabra,
como componente del lenguaje está manipulada, tergiversada o
simplemente confusa y ambigua por conveniencia de algunos?
¿Estarán las palabras de las sagradas escrituras enfocadas en esa
dirección, o realmente contienen algún código? Lo que sí entendemos
como verdad, es la creencia en nuestro propio lenguaje que va
evolucionando según lo hacemos nosotros, elevando nuestro nivel

149
mental y espiritual. La verdad sigue situándose en el lenguaje, cuando
digo; “No es necesario mostrar bellezas a ciegos, ni decir verdades a
sordos; basta con no mentir al que te escucha, ni decepcionar al que
confió en ti” o cuando me analizo sinceramente hablándome así; “
Algunos me aman por ser como soy y otros me odian por la misma
razón, pero yo vine a esta vida a ser feliz, no a complacer a nadie”.
Estoy situando la verdad en el lenguaje sin confundir, sin tergiversar,
sin ambigüidad alguna y sin salir del sentido espiritual y sensitivo de
la meditación. ¿Quizás el lenguaje sagrado debería ser más verdadero
y menos confuso, no? Si la verdad va siempre unida a una dualidad
nunca superable entre hombre y Dios como es que Dios nos hizo a su
imagen y semejanza. ¿Quizás tengamos el mismo poder que Dios, y
sólo lo empezamos a descubrir cuando iniciamos el camino de la
meditación? Si para un occidental la verdad se desvela al pensamiento
únicamente a través del lenguaje, ¿Por qué se le considera sagrado y
lo convierten en sagradas escrituras? ¿Cómo explicamos esa imagen y
semejanza a Dios? ¿Alguien puede explicar cómo se convierte en
sagrada escritura o debemos entenderla como un lenguaje distrayente?
Si debemos entenderla como un lenguaje distrayente, recordaremos
que el sistema quiere que pienses que lo que es legal es lo correcto.
Seguimos preguntando: ¿Fue legal la esclavitud? ¿o fue correcta?
¿Fue legal el holocausto? ¿o fue correcto? Pensamos que el lenguaje
forma parte de esa legalidad incorrecta y no es, en muchos casos la
150
expresión de la verdad, solo es una cuestión de poder, no de justicia.
¿Es el lenguaje de las sagradas escrituras legal y correcto…..?

Aquí surge la gran diferencia con Oriente, para nosotros más


profunda y acertada. En Oriente, la palabra, el discurso sobre la
verdad, viene como una descripción de una verdad previa y sin
palabras, sin lenguaje, que debe experimentarse antes. Digamos que
para poder ser dicha y explicada con palabras, la verdad tiene que ser
vivida en una experiencia, de ahí que meditar, para un oriental, no es
reflexionar ni discurrir con conceptos, ni contemplar ideas; para el
oriental, las palabras, los conceptos y las ideas son algo distinto de las
cosas y de la realidad.

La verdad no se puede experimentar por el lenguaje que


simplemente la expresa, sino superándolo y yendo más allá por la
meditación. De esta manera, el oriental no se deja convencer de que la
verdad esté en el lenguaje, ni en las teorías, que son puros entramados
de conceptos y de términos abstractos. Insiste en que la verdad tiene
que ser vista primero, escuchada y espiritualmente sentida como
imagen concreta y llena de significado. Esta es la razón por la cual en
la meditación oriental, los conceptos y las palabras son sustituidos por
visiones, intuiciones, sensaciones, por símbolos que se manifiestan a
través de figuras y de imágenes. A diferencia de Occidente, en Oriente
no se razona con conceptos esquemáticos porque estaríamos hablando

151
de ciencia, puras abstracciones intelectuales sin ningún contenido
concreto, sino que se experimenta con símbolos y a través de
símbolos.

Otro aspecto que debemos diferenciar es la actitud que ambas


mentalidades, adoptan respecto al cuerpo, punto importante de cada
una de las dos visiones. Para el oriental, hay dos cosas que te definen;
a) tu actitud cuando no tienes nada, b) tu humildad cuando lo tienes
todo,(A.de Saint Exupéry).

Es impensable una meditación en la que no esté absolutamente


involucrada la totalidad del cuerpo. Sin embargo el pensamiento
occidental prescinde totalmente y de un modo incluso premeditado, de
cualquier implicación del cuerpo, de las sensaciones, de las imágenes,
de los sentidos, del pensamiento. Lo que se pretende es que el
pensamiento de la verdad, esté única y exclusivamente en los
conceptos abstractos del lenguaje, quedando el cuerpo reprimido,
rechazado. Podríamos pensar, como si el inconsciente obstaculizara y
amenazara el puro discurso de la razón; en occidente, hablar de la
razón, es alejarse de la mente y por ende del espíritu, es oponerse
frontalmente al discurso religioso. Todos sabemos que el discurso
religioso, se basa en la fe, es decir en la referencia espiritual separada
del cuerpo. Frente a esta concepción, la meditación oriental se

152
caracteriza por contener e implicar tanto el pensamiento como el
cuerpo en un todo, en el cual interactúan.

El que practica la meditación oriental, debe en primer lugar,


adoptar una determinada postura con el cuerpo (cruzar las piernas,
enderezar la espalda, fijar la mirada en un solo punto, cerrar los ojos,
etc…). Debe acompasar su respiración con los latidos del corazón,
para alcanzar un ritmo determinado; en una meditación libre, esta
actitud no sería necesaria, pero sí dominar el arte de la visualización
de imágenes, eliminar las distracciones dejándolas fluir sin prestarles
atención alguna, así como no intentar interpretar todo pensamiento
que nos pase por la mente. En definitiva se trata de conjugar un
estado de cuerpo-mente en un todo, no como dualidad en el que una
determinada experiencia global hace su aparición y únicamente se
logra bajo esas condiciones.

Cuando ya hemos logrado este estado, y llegado a un nivel


superior, la participación del cuerpo como elemento activo en el
conocimiento de la verdad de nuestro yo, todo detalle es importante:
acompasamiento de la respiración, porque la esencia del individuo es
aire, es prana, energía vital, chi, y eso mismo es universo, llevando a
cabo una acción cósmica. Concentrándose en la respiración y en su
ritmo, el individuo experimenta su coparticipación esencial como su
unidad última con el cosmos. Esa actitud, junto con las posturas

153
corporales y el control mental, crean las disposiciones espirituales,
que hacen posibles las intuiciones trascendentes, para la capacidad de
percepción de los entornos exterior y interior; estamos hablando de
conciencia y consciencia, firmeza en las decisiones y capacidad
interpretativa, intuitiva o perceptiva. Podemos deducir que la verdad
sobre nuestro verdadero yo, no depende sólo de la parte intelectual y
racional pura del individuo, sino que concierne también de un modo
igualmente importante a toda su realidad corporal. Implica tanto a la
mente como al cuerpo, esto es lo que significa la idea básica oriental;
para alcanzar el estado de no dualidad, el pensamiento tiene que
salirse del lenguaje - que es el reino propiamente humano de la
dualidad- y hacerse pensamiento del cuerpo-mente en su totalidad.

En conclusión, no hay por qué reducir la meditación oriental a


una inmersión en lo inconsciente, a una caída en la locura, como lo es
para algunos occidentales, sino que debemos entenderla como una
atribución al cuerpo, de un papel esencial en la realización del
pensamiento y además perceptivo e intuitivo. Eso, y no cualquier otra
cosa extraña, es lo que hay tras la devaluación oriental del lenguaje
abstracto y de la conciencia (pensamiento y decisión firme) puramente
intelectual. Para Oriente el inconsciente se incluye en la consciencia
de ese Uno-Todo, en esa totalidad de lo que existe, se funde y se une
todo lo diverso con la capacidad del verdadero yo, de la verdad.

154
CONSCIENCIA

De toda la información recopilada referente a la consciencia,


hemos concluido que para nosotros, la consciencia es en su forma
más sencilla, captar la sensibilidad de la existencia de nuestro
entorno, es la capacidad de reconocerse. Constatarse propiamente
ante el entorno mediante la percepción emocional: la principal
característica del concepto es la reflexión. De las dos clases que
hemos hallado: la representativa (de objetos) y la reflexiva (sobre
uno mismo), nos interesa particularmente esta última, como
fenómeno puramente humano, con sentido pleno de conciencia para
la consciencia. Por la tanto tendremos unas reflexiones básicas de la
consciencia que son: la reflexión, la intencionalidad y la identidad
como representación meditativa del conocimiento exterior e
interior. Podemos también definirla como un estado mental muy
especial, íntimo y personal en el cual, sólo podemos sentir la propia
conciencia y nunca la de los demás, o podemos focalizar ese estado
de la mente que nos permite percibir nuestra propia existencia.
Pensamos que en definitiva, la consciencia es el resultado del
procesamiento de la información que recibimos. Es algo así como
una pantalla mental, donde se plasma continuamente la
información que necesitamos conocer, en cada momento, para guiar

155
el comportamiento y por ende la percepción. Pero eso no significa
que toda la información que procesamos, acabe produciendo un
resultado consciente, perceptivo y conciente. Pienso que sería
interesante intentar establecer una relación o inter-relación entre, a)
la dinámica del estado de consciencia, b) concretar qué es la
consciencia y estar en consciencia, a través de la meditación.

Debemos añadir que no tenemos varias consciencias; para los


sonidos, otra para las imágenes, otra para los olores, otra para las
emociones, etc…, pues todas ellas van juntas e integradas en la
percepción consciente y única de cada momento. Eso sí, tenemos
una enorme capacidad para cambiar los contenidos de la
consciencia; lo que los filósofos llaman qualia, concepto filosófico
derivado del latín “qualis” que significa “como es” y designa los
contenidos vivenciales subjetivos de la experiencia mental.

Una de las características más especiales de la consciencia


humana es, la de ser conciente de ella misma, es decir, no sólo somos
conscientes de la capacidad de percepción que poseemos, sino que
además somos concientes de que somos conscientes. Convencernos
que tenemos la capacidad de pensar. A eso lo llamamos
metaconsciencia o autoconsciencia, una capacidad que no sabemos si
la tienen también otras especies animales. La metaconsciencia;
meditar sobre la capacidad de percepción misma, potencia

156
extraordinariamente nuestra capacidad consciente, haciendo que
podamos razonar en profundidad para conocernos mejor, resolver
problemas y tomar las decisiones correctas. Pensar en nuestro propio
pensamiento, puede también potenciar nuestras emociones y
sentimientos, haciéndolos más intensos y poderosos para controlar
nuestra conducta.

Entre todas las percepciones conscientes que tenemos, destaca


la que nos permite sentir nuestra propia existencia y, con ella, la de
que nuestra mente es algo inseparable de nuestro cuerpo, pues la
sentimos como encerrada en él, desplazándose con él adonde quiera
que va en cada momento, en cada movimiento.

Gracias a la consciencia como capacidad de percepción,


pensamos, valoramos las cosas, resolvemos problemas, tomamos
decisiones, tomamos conciencia de lo que tenemos que hacer o
realizar. La consciencia aporta mucha flexibilidad al comportamiento
humano.

Con todo, lo más intrigante y difícil de explicar es, cómo la


actividad de la consciencia puede generar imaginación, subjetividad,
intuición y percepción, es decir, cómo la materia objetiva se convierte
en imaginación subjetiva, o como el cuerpo, la materia, se convierte
en pensamiento. La verdad es que no lo sabemos, es como decir que

157
no sabemos qué es la imaginación, qué es la subjetividad, qué es, en
definitiva, la consciencia. Algunos científicos creen que la consciencia
no es más que un epifenómeno, algo que ocurre como consecuencia
del funcionamiento del cerebro, pero que no sirve para nada, como el
humo de un fuego o el ruido del motor de un coche. Otros creen que
conocer su naturaleza, es sólo una cuestión de tiempo, y que, para ello
hay que esperar hasta que las técnicas y la neurociencia avancen más.
Sin embargo algunos terapeutas, físicos, piensan que la consciencia es
una consecuencia del poder de la mente y que solo es cuestión de
ejercitarla mediante la meditación. Es posible que por educaciones,
enseñanzas erróneas o contradictorias premeditadas o reprimidas
intencionadamente, el humano no haya podido evolucionar lo
suficiente para entender cómo la materia se convierte en imaginación,
intuición, etc.. Entonces estaríamos en presencia de una falsa
evolución dirigida y nos preguntamos:¿Qué hubiera pasado si el
humano hubiera evolucionado libremente si no se hubiese ralentizado
artificialmente su progreso, su evolución natural? Porque una cosa es
imaginar, otra pensar, otra intuir y otra tener capacidad natural para
percibir el entorno, sentir nuestro interior y reconocer nuestro yo
verdadero.

Hay quien cuestiona y pone en tela de juicio que aunque


supiésemos lo que es la imaginación, ese conocimiento serviría para

158
poco más que para satisfacer nuestra curiosidad científica. Sería de
muy poca utilidad y quizá por eso los mecanismos evolutivos no han
hecho posible un desarrollo cerebral suficiente para lograr la
comprensión de la consciencia. Si tomamos al revés nuestra opinión
anterior, es decir si aceptáramos nuestra capacidad de percepción en
primer lugar, esta situación nos llevaría a intuir, seguidamente pensar
y finalmente a imaginar, pudiendo verificar nuestra verdad desde
cualquier de los sentidos citados. Todo se desarrolla desde el poder
mental particular e individual de cada uno de nosotros y a eso, se le
llama empoderamiento del yo, basado en un solo punto; la meditación
libre, y el libre pensamiento. Siguiendo esa vía, está asegurada la
evolución de la vida humana y obviamente nuestro cerebro
proporcionará otras capacidades; entendiendo dimensiones,
elevaciones mentales. Las visualizaciones que nos llevan a la luz, nos
llevarían aún más a la comprensión y entendimiento de nuestro ser
existencial, porque todo iniciado, acepta su misión en su vida,
sabiendo que le resultará más fácil, conectar con los seres de luz.

Dicho esto, no entiendo como algunos se atreven a dudar de la


capacidad humana para asimilar, que el ser puede por su poder mental,
llegar a intuir hechos que se cumplen. Obviamente cuanto más
evolucione el humano, mejor entenderá su supervivencia y qué medios
necesitara para ella, como tampoco tendrá ningún problema en

159
solucionar, incluso en otras dimensiones. Estos nuevos seres
evolucionados, serán los que en definitiva tendrán el privilegio de
desvelar el misterio de la consciencia, de manera natural.

Se trata de saber cómo se crean y se gobiernan los procesos


mentales que hacen posible el conocimiento y la inteligencia. Quién
soy, qué es la consciencia, cómo percibimos el mundo, emoción
versus razón, por qué olvidamos, aunque ya sabemos que sólo
olvidamos aquello que no queremos recordar, aún existente en el
inconsciente. Nuestra pregunta es: ¿Podría ser el cerebro, el que crea
y gobierna los procesos mentales que hacen posible el conocimiento y
la inteligencia? o ¿Será la consecuencia de nuestro poder mental,
espiritual? ¿Será el poder de la meditación profunda y natural que
permite una mayor y mejor conexión en nuestro interior, que dará
paso a la consciencia? ¿Si no fuese así, que entenderíamos por
inteligencia como proceso mental cognitivo y cual sería su finalidad
en el ser? ¿Sería esta?: tu mente crea todo lo que le dices. Háblale de
abundancia, de integridad, de riqueza, de amor, de fe, y sobre todo del
poder que tienes en tu interior, porque la vida no suele darnos lo que
queremos, sino lo que necesitamos para aprender. Sería conveniente,
confiar de vez en cuando en nuestra capacidad de superación en
tiempos difíciles, recordar que es importante reconectarnos con
nuestra propia fuerza, valor y felicidad. Este comportamiento se

160
convertirá en el mejor ritual para confirmarnos, que somos los
creadores de nuestra propia realidad. Si está en tu mente, también lo
está en tu vida, sea bueno o malo. El universo te lo dará o concederá:
quizás la consciencia está en confiar en nosotros y en el gran poder
que poseemos, porque no se nos puede olvidar o pasar por alto que la
consciencia en su forma más sencilla, es sensibilidad, tomando
conciencia de la existencia interna o externa que se puede resumir,
diciendo, que es la capacidad de reconocerse en el acto. Constatarse
propiamente ante el entorno mediante la percepción, nos lleva a
establecer las principales características de lo emocional; la reflexión
y la observación.

Para algunos iluminados, explicar que es la Consciencia, tiene


como punto de partida, saber que es la vida y se preguntan, si tiene
sentido calificar a la vida como materia animada con capacidad de
llevar a cabo acciones, y yo me pregunto; ¿no sería más sensato
pensar que la vida es materia viviente con capacidad para captar
cualquier tipo de información, emocional, espiritual, meditativa, desde
nuestro interior. Desde esta premisa se evidencia una Entidad que
llamaremos “individuo”, que posee un cuerpo material y forma parte
de un medio en el cual se hace efectiva la acción de pensar,
desarrollada por el poder de la mente. La mente es la que captura la
información y la transforma para que el individuo comprenda su

161
significado en un proceso que va a interaccionar con la experiencia de
la vida. Dicha información ya con significado, es susceptible de ser
almacenada por el individuo par utilizarla en un momento dado.

La captura de información, transmitida al individuo por la


mente es un hecho que se desarrolla en el momento presente, por lo
tanto la materia solo existe en el presente y las acciones del individuo,
solo tienen cabida en el presente como consecuencia del pasado, de las
cargas que arrastramos del pasado, sean nuestras o de nuestros
familiares o de cualquiera del entorno que hayamos tenido. No
podemos equiparar el pasado al futuro, ni tan siquiera a un eventual
futuro, porque para nosotros el futuro desde la perspectiva meditativa
oriental, es el presente de hoy. El futuro es abstracto, no se puede
predecir. No nos sirve como fuente de inspiración espiritual, sino para
vernos cumpliendo de manera hipotética, aquello que desearíamos.
Pensamos que en el afán de vivir, está el propósito de estar vivo más
allá del presente en el que se habita y ahí precisamente esta el error,
querer vivir más allá del presente sin darnos cuenta que el futuro, es el
resultado del enfoque presente de nuestra vida. Por eso debemos
convencernos, que vivir hoy es condición irrefutable para evolucionar.
La evolución de la vida humana, es una sucesión de experiencias que
ve ampliada y va creciendo por conocimientos, iluminando mentes.
Despertares emocionales que ayudan a saber elegir el camino correcto,

162
la decisión correcta que aportaran al individuo tres elementos básicos;
Amor, Sabiduría, Poder (mental). Estos tres pilares son los que
transmutaran las mentes hacía una iluminación cada vez más
poderosa, por el camino correcto, hacia un conocimiento más
profundo de su entorno y de su interior, haciéndole la vida más fácil,
aportándole sabiduría y observación a través de la consciencia. La
información con significado se irá introduciendo en nuestra vida
cotidiana de una manera cada vez más natural. Entonces entenderemos
que nuestra evolución sí que tiene sentido y propósito, que no es otro
que el de hacer de nuestra existencia una vida armoniosa, feliz,
dichosa, apreciando el regalo cotidiano de la vida entre otras cosas.

Cierto es que la evolución transita de lo simple a lo complejo,


por la sencilla razón que conforme evoluciona nuestra mente,
evolucionamos con ella, de cualquier forma, espiritual, emocional, de
manera natural y se va potenciando nuestra capacidad resolutiva. En
relación a nuestra forma de vida, paralelamente al volumen de
información con significado que vamos adquiriendo, por la formación
meditativa que hemos recibido, por haber conseguido abrir nuestra
mente a otra alternativa, se establece un proceso de conscienciación
del significado en el presente que llegará desde un emisor a un
receptor también en presente.

163
¿Qué deberemos entender por lenguaje meditativo? Todo tipo
de lenguaje: informativo, coloquial, de transición, informático,
periodístico, técnico, meditativo etc. todos tienen un punto de partida
común, la comunicación. El meditativo es por su génesis, el lenguaje
intrínseco que nos hace explorar nuestro interior, que nos permite
explicar las emociones. Darnos explicaciones de todo aquello que nos
pueda empoderar, que nos lleve a perfilar nuestro yo, dando sentido al
lenguaje capturado tanto conciente como inconcientemente. El que
nos ayudará en la percepción tanto exterior como interior,
desarrollando nuestros conocimientos. Este sería en definitiva el
sentido del lenguaje meditativo; En tal caso la consciencia se referiría
a la acción del ser como entidad, para poder llevar a cabo acciones en
la atemporalidad e inmaterialidad. Dicho esto, deducimos que la
Consciencia no es una entidad, sino consecuencia de una profunda
meditación con capacidad de percepción. ¿El ser que nos habita es
realmente el ser que somos, el que nos escucha o es el que establece la
relación de un todo en uno, estableciendo una total fusión entre el ser
que somos y el que nos habita, transfiriendo experiencia de vida.
incrementando nuestro potencial mental. ¿Podríamos sentirnos
observados, quizás por el ser que somos o por el que nos habita? ¿El
que somos sería nuestro espíritu encarnado? Y el que nos habita
¿Sería el Ego?

164
El Ser surge del “como me ven” mis semejantes. En tal sentido
es un hijo del Afecto. Los humanos, como consecuencia del Ser que
habita en nuestro interior, precisa, en grado superlativo, ser
reconocido y valorado. Todo estará en relación con la información que
nos transmita el lenguaje, susceptible de adquirir algún significado
para el receptor, cuyo término lleva implícito un alguien. Un alguien
que pueda ser calificado como individuo evolutivo y como tal, es
sujeto de evolución desde el punto de vista espiritual y meditativo
hacia nuestro interior del cual dependemos universalmente.
Entendemos que cuando un receptor es calificado como individuo
evolutivo desde el punto de vista meditativo, es que ha adquirido ese
poder de percepción, de comprenderse y comprender su entorno y su
interior. Consideramos que obviamente, tiene la capacidad de
controlar sus emociones o al menos intentar tenerlas bajo control de
manera natural, sin ningún desgaste energético suplementario.

165
166
CONTROL DE LAS EMOCIONES

Vivir el aquí y ahora, que es el presente, no es una tarea fácil


porque es la única posibilidad de futuro que el mundo de hoy nos
depara. No podemos regresar y cambiar las cosas, pero podemos
avanzar y no volver a mirar hacia atrás.

Incluso las personas más positivas tienen pensamientos


negativos, la clave es no alimentarlos.

Las emociones nos hacen sensibles, receptivos y la sensibilidad


da honor a los humanos, como por ejemplo; Renunciar a un buen
llanto, es perder un mundo emocional extraordinario, aunque
encontremos aquello que nos conmueve. Esta experiencia nos hace
sentir más libres, más vivos. Comprobar que la sensibilidad es un
tesoro que nos transporta a mundos insospechados donde existe una
calidad de sentimientos, de emociones, de afectos, significa que: La
belleza habita en las emociones y estas nos hacen sentir la belleza.

¡Que nos presidan siempre las emociones como el mayor tesoro de la


humanidad!

167
Entendemos que el control de las emociones, se basa en una
regulación de los sentimientos que no solo favorece una convivencia
plácida, sino que también aporta bienestar y salud. Algunos
psicólogos, terapeutas, establecen 5 fases para la regulación emocional
de los sentimientos:

-Elección de la situación

-Influencia en ella

-control de la atención

-reinterpretación cognitiva

-expresión

Nosotros, desde nuestra visión meditativa, discrepamos en el


primer punto, porque pensamos que la situación no se elige. Las
emociones surgen en cualquier momento y lugar con lo cual la
elección de la situación es irrelevante. Podemos pensar que quizás la
elección de la situación puede no ser la adecuada, según el tipo de
emoción, pudiendo influir en la resolución de la emoción. Sin
embargo, puede que la atención fijada en la resolución, sea la correcta
para poder expresar con certeza aquello que verdaderamente queremos
comunicar, sin dar lugar a una reinterpretación cognitiva errónea o

168
confusa. Estas serían en líneas generales nuestra interpretación de las
5 fases añadiendo que los procesos subyacentes, aquello que nos
pueda desviar de nuestra atención consciente, no nos lleve a la
distracción, sino tranquilizarnos de manera conciente. Entonces no
podemos hablar de estrategias de control emocional, simplemente
porque las emociones surgen, no están programadas. Lo que sí
tenemos que saber es que cuando surgen, como las vamos a
transmutar de manera más favorable. Para esta fase, tenemos que tener
presente que dicha situación depende entre otros factores, de la
persona, de la situación surgida inesperadamente y sobre todo y muy
importante del estado emocional en que nos encontremos o que nos
vaya a crear esta nueva situación. De nuestro estado emocional
dependerá cómo vamos a considerar la relación entre pensamiento y
sentimiento, si opuesta como la consideraba el filósofo Emmanuel
Kant a finales del siglo 18 cuando decía y postulaba que: “ser dueño
de uno mismo significa reprimir los afectos y dominar las pasiones”.
Entendemos que las emociones son precisamente el resultado de la
relación mental entre pensamiento y sentimiento. No puede estar de
ninguna manera opuesta. Por lo tanto las emociones no interfieren en
absoluto en el pensamiento sino que son precisamente, su resultado,
prevaleciendo el sentimiento, como conclusión emocional de un hecho
o de una situación dada que habremos descubierto en una meditación
consciente. Desde este punto de visto, podemos decir que sentir y
169
pensar, mejor pensar y sentir, guardan una estrecha relación y
persiguen a menudo un mismo fin: llegar a través de la meditación
consciente, perceptiva, al lado cognitivo de las emociones puesto que
influyen directamente en la valoración mental de una situación dada,
sea de manera inmediata o a posteriori. No nos debemos considerar
esclavos de sentimientos, sino dosificarlos y manejarlos para controlar
las emociones, para que nuestro inconsciente no agrave los conflictos
inútilmente. Como ejemplo, podemos citar que irritarnos porque tal o
cual persona nos pone nerviosos, nos podría llevar a una situación
desesperada sin el control del enfado, de ahí la importancia de la
meditación conciente y por supuesto adaptada a la consciencia: es
decir que la meditación sea firme porque queremos hacerla y
consciente para desarrollar nuestra capacidad de percepción
adelantándonos a la irritación. De esta manera, reprimiremos nuestra
emoción negativa, resultando mejor experimentarla.

Así por ejemplo, y para dejar claro este apartado, podemos


decir que el miedo nos puede proteger de correr riesgos innecesarios.
Expresar el descontento que sentimos hacía vecinos o amigos, nos
puede resultar beneficioso y como consecuencia final, dejar que los
sentimientos sean una carga inútil, para convertirse en una guía
valiosa para la vida. Pensamos que en este proceso, aumentaría
nuestro campo de visión hacia una humanización, basada en la auto-

170
realización, apoyándonos en la sabiduría oriental comparada a un
laboratorio viviente con sus técnicas de relajación que nos servirán,
para visionar y conseguir el desapego que se escuda detrás del ego.
Consideramos que este es el camino correcto que nos ayudara en la
interpretación y sentará las bases de una capacidad para entender
nuestro entorno, bases fundamentales para la observación interior,
porque somos individuos en evolución, con un crecimiento en
potencia para el autoconocimiento, la auto-realización, la auto-
observación. Mediante la conciencia testigo nos veremos iluminados
en la meditación para despertar, para creer en sí mismo, con
afirmaciones positivas, formulándolas en presente y con palabras
concretas y sobre todo creer en lo que afirmamos.

171
172
DESPERTAR Y MEDITACIÓN.

El despertar comienza por aceptarse, amarse y perdonarse.


Aceptarse, unirse a lo que uno es y en lo que se ha convertido y
entonces uno se ama y perdona. Lo que mucha gente ignora es que
podemos mejorar, somos capaces, pero ya somos, en esencia, lo que
debemos ser y sobre eso dice el Zen:”No pretendas ser lo que ya
eres”

Ser conscientes es, el “acto de percibir las cosas que ocurren


dentro y fuera de nosotros, momento a momento, a medida que van
aconteciendo, sean agradables, desagradables o neutras”. Hay que
aprender a vivirlo todo, a “habitarlo” todo, porque ahí está el
aprendizaje y la sabiduría de la vida. Es la única manera de poder
vivirla, de poder disfrutarla.

Nos dicen los estudiosos, que nos encontramos en el momento


de mayor desconexión de la historia y esto no ha hecho más que
empezar. Sin embargo, otros dicen que estamos en un despertar
masivo, a nivel planetario. La tecnología, con tanta información y
tantos estímulos, intenta sacarnos una y otra vez del presente; la

173
distracción es su mejor proceder para distorsionar la mente. Estar
distraídos se ha convertido en un HÁBITO y sabemos que es en esos
momentos de desconexión cuando más infelices somos. Damos por
sentada la vida, la familia, el trabajo, los amigos,…. nosotros,
subestimamos el presente y es lo más valioso que tenemos.

Aprender a despertar la consciencia, es ya una prioridad y una


de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para desarrollarla,
es la meditación basada en la atención plena. La meditación en sí, no
deja de ser un entrenamiento de la atención, que es el aspecto
dinámico de la conciencia. Si no prestamos atención, no podemos ser
conscientes. Prestar atención debería ser tan natural como respirar
pero nunca nos lo han enseñado. Sabemos memorizar, sabemos
resolver problemas, pero quien nos ha enseñado a prestar atención
sino más bien a distraernos. La atención es como un músculo y hay
que ejercitarla. Tenemos dos tipos de prácticas:

Práctica formal o meditación: se practica en quietud, sentados o


tumbados, atendiendo a la respiración y al cuerpo como base, pero
también a los sentidos, emociones y pensamientos.

Práctica informal: convertir rutinas de nuestro día a día en “rituales


de atención plena”, atendiendo al cuerpo y a las sensaciones en el
cuerpo.

174
Trabajar la atención plena desde la meditación es convertirnos en
exploradores, es sentarnos a ver qué hay, con curiosidad, con
amabilidad, sin juzgar… si quieres saber cómo estás, siéntate y
observa, si quieres saber cómo va tu vida, siéntate y observa… el
problema es que nunca nos detenemos porque no lo consideramos lo
suficientemente importante para vivir. Nos hemos vuelto adictos a la
velocidad y a estar ocupados y nos está pasando factura. Cada vez hay
más ansiedad, más estrés, depresión, nos sentimos insatisfechos,
inadecuados y muchas veces solos. Os invito a despertar y aprender a
cultivar el arte de estar presentes, porque el mejor regalo que podemos
hacernos a nosotros mismos y a los demás es:

“Amar, es sobre todo estar presente. Si no estás presente, ¿cómo


puedes amar? Estar presente es todo un arte, el arte de la meditación,
es estar presente a cada momento. Pero la pregunta que surge es:
¿tengo tiempo para amar? “, y que mejor manera de despertar y
aprender sino a través de la meditación de la consciencia plena.

Despertar a través de la consciencia plena

La meditación de consciencia plena, es una forma relajante y


tranquila de meditar y ser más consciente del mundo que te rodea y tu
lugar en él. Respira profundamente y prepárate para un viaje tranquilo

175
y pacífico en la relajación y la conciencia. Hemos estimado 9 pasos
para practicar la meditación en Consciencia Plena;

1. Siéntate, ya sea en una silla cómoda o con las piernas cruzadas en


el suelo con una almohada o una toalla enrollada debajo. Sentarse
en una posición de loto suele ser bastante agradecido para tus
piernas. Para mayor comodidad, también puedes probar la
posición de Birmania, esto es, sentarse con las piernas cruzadas
buscando la posición en la que te sientas más cómodo. También
puedes intentar la meditación caminando: se puede mantener la
conciencia, centrándote en cada paso. Esto es útil si te sientes
cansado o somnoliento o si tu cuerpo se siente incómodo sentado.
2. Configura un temporizador de 10 a 20 minutos. Es importante que
la alarma sea una melodía tranquila, una música relajante…
3. Relaja las manos. Coloca las palmas hacia arriba manteniéndolas
apoyadas encima de las rodillas.
4. Respira un poco más profundo de lo normal.
5. Hazte conciente de tu respiración. Siente cómo el aire entra por la
nariz llenando los pulmones y el vientre hasta que lo expulsas por
la boca.
6. Si en algún momento te das cuenta de que estás pensando,
reconoce cuál es ese pensamiento y, a continuación, intenta que se
desvanezca de tu mente mediante la conciencia de la respiración.

176
7. A medida que tu respiración se vuelve relajada y regular, es
posible que des comienzo a la repetición de un mantra. Lo único
en lo que tienes que pensar es en susurrarlo o decirlo en voz alta.
Puedes utilizar una palabra o frase significativa como “paz”,
“sentir calma”, etc… Mantente en este paso durante todo el
tiempo que quieras.
8. Cuando llegue el momento en el que suena la alarma, abre
lentamente lo ojos e intenta volver a la realidad lentamente. Siente
el silencio y disfruta del entorno. Luego, a medida que avanza el
día, intenta mantener tus pensamientos y sentimientos en paz
contigo mismo.
9. Haz esto una o dos veces al día.

La meditación de consciencia plena

Consiste en ser plenamente conciente de las propias


sensaciones, emociones y pensamientos en el instante presente, en el
momento en que las sientes. Esta actitud, preconizada por el
pensamiento oriental, suscita el interés de neurocientíficos y
psicólogos por cuanto favorece un estado mental que previene el
estrés y la depresión. La meditación de consciencia plena consiste en
concentrarse en el mismo momento, en las propias sensaciones y
percepciones internas. Se trata de una práctica capaz de influir de

177
manera positiva en la salud, en especial en la reducción de la ansiedad
emocional.

Tao Te King decía; “Crea en ti la perfecta vacuidad (vacio que


no tiene consistencia) detenerse y observar, guardar la más completa
calma, solo así puede surgir todo y contemplar tu propio cambio.
Cerrados los ojos, lo que sucede dentro de nosotros vuelve a su raíz, a
su origen, recuperando así la conciencia (la propia respiración, las
sensaciones corporales, el flujo incesante de pensamientos) y a nuestro
alrededor (sonidos, olores, etcétera…)”. Simplemente observar. Sin
emitir juicio alguno, sin esperar ningún tipo de suceso, sin rechazar
nada que nos venga a la mente, pero sin aferrarse a lo que está
pasando. Eso es todo. Así de sencillo. La meditación de conciencia
plena, se considera mucho más eficaz de lo que pueda parecer a
mentes apresuradas y deseosas de «controlar» ese regreso a la raíz, a
su origen, para devolvernos la calma.

Conciencia plena, es la calidad de la capacidad de percepción


que emerge cuando concentramos la mente de forma deliberada en el
momento presente, es el camino del No ser que lleva a contemplar la
maravillosa esencia, el camino del ser que nos lleva a contemplar los
espacios limitados. Debemos tener en cuenta que originalmente los
dos son uno, su única diferencia radica en el nombre, dirigiendo la

178
atención a la experiencia que se vive y se sufre, sin filtro alguno (se
acepta tal como es), sin formular juicio (bueno o malo, deseable o no),
sin esperar nada en concreto. La unidad de ambos, es el misterio cuyo
enigma más profundo es la puerta por donde entran todas las
maravillas, todo aquello que nos produce armonía, felicidad y
sabiduría. Distinguiremos tres actitudes fundamentales;

-Autocontrol, el secreto para triunfar: Capacidad de controlar las


emociones, los deseos y sobre todo, capacidad para sobrellevar las
adversidades, capacidad para controlar los impulsos con el objetivo de
resolver los problemas personales, entender las raíces de los mismos y
como aumentar el poder para que se esfume lo negativo de manera
natural, de forma y manera que nuestra autoestima se vea reforzada.

-Meditar para mantener la calma: Las personas resilientes (personas


con capacidad para afrontar la adversidad porque poseen mayor
equilibrio emocional y soportan mejor la presión ante situaciones
críticas), como cualquier ser humano, experimentan preocupaciones y
necesidades, pero con una diferencia importante, manejan estas
situaciones de forma saludable. La meditación de conciencia plena
ayuda a ello: se trata básicamente de concentrarse en la respiración y
aceptar las cosas como son, olvidando los pensamientos del pasado
dejando de hacer juicios de valores. En esta segunda actitud (el olvido

179
de los pensamientos del pasado sin hacer juicios de valores),
añadiremos algunos aspectos que se derivan de ella; como que la
meditación refuerza la mente, mejorando la concentración y la
atención, además modifica las redes de la percepción y el control
emocional, por último, diremos que los ejercicios de meditación
fortalecen la empatía, con la que tendremos especial atención, y la
compasión;

-Metacognición, el poder de la reflexión: Esta tercera actitud se define


como la facultad de formular juicios sobre nuestros pensamientos,
valorar si la decisión que hemos tomado es acertada. Diversas
estrategias pueden reforzar la metacognición, entre ellas los descansos
durante el estudio para reflexionar sobre el propio aprendizaje, o la
misma meditación. Podemos comparar la meta-cognición, como la
existencia en nuestro interior, de un tribunal que falla sobre el acierto
de nuestras representaciones mentales, como evocar un recuerdo o
formular una opinión. Se trata de una facultad esencial para sobrevivir
y detectar nuestros puntos débiles y compensarlos.

180
LA MEDITACIÓN COMO MODELO DE UNA NUEVA VIDA

No hables mal de alguien cuya carga no hayas llevado a


cuestas.

El secreto del genio es llevar el espíritu del niño a la vejez, lo


que significa no perder nunca el entusiasmo (Aldous Huxley).

La meditación sencillamente supone, momentos en los que no


funcionas con la mente, llevando la consciencia a los hechos de la
existencia, es la mejor manera de empoderarse. Bajo el concepto de
meditación se engloban ejercicios y modos de vida, cultivados y
perfeccionados durante siglos en Asia. Dentro de esa variedad
espiritual, la tradición budista entre otras, aparece como la más
popular, por lo que la ciencia occidental se ha interesado por ella,
sobre todo porque gran parte de su sabiduría es fácilmente
comprensible. Puesto que muchos monjes budistas se interesan por
las cuestiones prácticas de la vida, aceptan colaborar con los
científicos occidentales, siendo, una vía de entrada de la cultura
asiática, espiritual, emocional, meditativas al mundo occidental,
aportando todo un bagaje de gran valor.

181
Podemos indicar que según datos científicos, proporcionados
una vez más por el doctor Carlos Cuesta, la investigación en torno a la
meditación se ha concentrado hasta ahora en dos ámbitos principales,
a saber, a)la atención y b) el manejo de las emociones. Así, aunque no
sea el objetivo de este trabajo, enunciaremos algunos resultados de esa
investigación:

Efectos cerebrales de la meditación

La práctica a largo plazo de técnicas de concentración mental,


modifica el funcionamiento del cerebro, además de expandir y calmar
la mente.

Se puede comunicar el conocimiento, más no la sabiduría. Podemos


hallarla, vivirla, obrar maravillas por su medio, pero no comunicarla
ni enseñarla.

Respirar de forma conciente, lleva a la consciencia a pensar con


claridad.

La respiración ejerce efectos sobre el funcionamiento de


nuestro cerebro, sorprendentes. Ello podría explicar por qué el yoga y
la meditación ayudan a que nos concentremos. El ritmo de la
respiración no solo sincroniza la actividad neuronal en el bulbo
olfativo y la corteza olfativa, como se pensaba hasta ahora, sino que
182
desde allí llega a toda la corteza cerebral. Al menos, en las regiones
que se han investigado hasta ahora. La respiración influye en las
capacidades cognitivas superiores, entre ellas, la de representación
espacial y la de atención. Es probable que el ritmo de la respiración
desempeñe también un papel en la memoria. En el hipocampo de
ratones aparecen las llamadas «ondas agudas» entre inspiración y
exhalación. Estas son esenciales para transferir lo aprendido a la
memoria a largo plazo.

En el cerebro del meditador

La meditación constituye una actividad antigua, que de alguna


manera, forma parte de casi todas las religiones del mundo. Su
práctica, derivada de varias ramas del budismo, se ha abierto camino
en el mundo secular durante los últimos años, como un modo de
promover la calma y el bienestar general. Tres formas de meditación
comunes (atención focalizada, consciencia plena y compasión) se
practican ahora en todas partes, desde hospitales hasta colegios; cada
vez más, se han ido sometiendo al escrutinio científico en laboratorios
de todo el mundo. La meditación produce cambios fisiológicos en el
cerebro, como en el volumen tisular de determinadas áreas. Quienes la
practican también experimentan efectos psicológicos beneficiosos:

183
reaccionan más rápido a los estímulos y son menos propensos a sufrir
estrés.

Consciencia testigo, como eje de meditación y transformación

La relación directa entre las actitudes mentales, nuestra salud,


y cómo podemos influir en ésta a través de la “consciencia testigo”,
conforman la base fundamental de la práctica en la vida cotidiana.

Posiblemente mientras inicias esta lectura, estés cómodamente


sentado disfrutando un estado de cierta tranquilidad. Pero quizás sea
una tranquilidad muy frágil… Imagina que ahora mismo te comentase
una mala noticia o un suceso violento y desagradable. En tal caso es
probable que tu tranquilidad se esfumara de inmediato y comenzaras a
sentirte incómodo y tenso. Esto indicaría que tu estabilidad mental es
más bien superficial y que está a merced de cualquier acontecimiento
que se presente. ¿Por qué sucede esto? Sucede porque no hay un
estado suficiente de alerta y la mente se identifica con el suceso. Esto
provoca una respuesta emocional de incomodidad y tensión.

Para que el equilibrio se convierta en nuestra naturaleza


habitual y deje de ser un estado intermitente que depende de los
acontecimientos, es necesario que nuestra práctica deje de ser una
simple práctica, y se transforme en un estilo de vida. Ello conlleva un

184
profundo desarrollo de la atención, en todos los momentos de nuestra
existencia. Un vivir consciente de instante en instante. No podemos
hacer planes para una larga vida porque no somos dueños del mañana.
El ser humano está dormido y debe despertar para vivir el día a día
con plenitud. El temor al futuro, a lo desconocido implica hacer
planes, lo que conlleva a una falta de tiempo constante y al afán por
alcanzarlo, nos roe el alma. La duda de cómo acabaran las cosas agita
nuestra inquieta alma con inacabables y constantes terrores. Debemos
tomar conciencia para que nuestra consciencia no quede en suspenso,
porque si el futuro mantiene indeciso nuestro ser, es porque nuestro
presente es inútil. El futuro no nos debe perturbar el alma, si nos
sentimos firmes contra las cosas inseguras.

Para controlar esa inseguridad, solo cabe vivir y tener cada día
por todo una vida. Quien se halle con este ánimo y dispuesto a esta
suerte, quien cada día viva toda su vida, se sentirá seguro; los que
vivan de esperanzas, ven caer el tiempo, y les invade el temor de no
poder llegar nunca a cumplir sus planes de futuro; nace así el
sentimiento de desesperación y representa la mayor desventura, en
esta situación, ¿vale la pena respirar para expirar, o es el momento
exacto para iniciar un cambio en nuestra vida?

185
Las escuelas del autoconocimiento y el desarrollo del potencial
humano, consideran que el hombre, en general, está dormido. Padece
una actividad mental caótica y sin rumbo. Está perdido en largas
divagaciones, consumido por un diálogo interno que muchas veces es
obsesivo y no tiene sentido. Vive inmerso en historias y pensamientos
mecánicos, en un estado de distracción casi continua. Esta suele ser la
primera causa de todo tipo de accidentes.

Este estado de ausencia de atención, en el que prevalece la


inercia de los pensamientos involuntarios y no dirigidos, tiene
enormes y devastadoras consecuencias. Por una parte, está el olvido
de sí mismo; El individuo no se da cuenta de que existe mientras vive,
piensa o actúa. Ha perdido la conexión con su centro, con su esencia,
con su Ser. Por otro lado, la repercusión de los pensamientos
negativos pasa una gran factura a su salud física y mental. La raíz de
la enfermedad, no se halla en el cuerpo, aunque este sea el recipiente
donde generalmente se manifiestan las dolencias y sus síntomas. La
raíz del problema está en la mente. En concreto, en los patrones
mentales reactivos de “apego-aversión” y en las fluctuaciones
incontroladas de los pensamientos que generan un tremendo caos
mental. La mejor forma de liberarnos del efecto negativo que tienen
en nuestra salud física y mental, los pensamientos involuntarios o
espontáneos y el diálogo interno, es lo que en el Yoga se define como

186
el desarrollo de la “Consciencia Testigo”. Una actitud de aceptación y
observación imparcial ante nuestras emociones, pensamientos y
sensaciones. Tal actitud nos permite ser conscientes de que no somos
esos eventos pasajeros y de la independencia que existe entre nuestro
Ser o Yo esencial y lo que sucede en nuestra periferia. De este modo
no nos afectan ni contaminan los acontecimientos internos o externos.
Conservamos la libertad y la espontaneidad. Dejamos de reaccionar
mecánicamente y nuestra respuesta a todas las situaciones de la vida,
se convierte en plena acción consciente. Da lo mismo donde vivamos,
da lo mismo lo que hagamos, las terapias que realicemos, las técnicas
que practiquemos. Todo ello está muy bien, pero mientras no
tengamos la firme determinación, de ser conscientes en todo momento
de nuestro diálogo interno, de nuestro pensamiento involuntario,
seguiremos sumidos en el sueño. El diálogo interno nos suele
acompañar durante todo el día y es más constante en nuestra vida que
cualquier actitud, práctica o método que realicemos.

El despertar y la transformación profunda solo suceden cuando


actualizamos la Consciencia Testigo y nos desidentificamos y
deshipnotizamos del mecánico diálogo interno. Llevar a cabo este
despertar, esta consciencia testigo, no es solo cuestión de practicar
técnicas, sino de cultivar una actitud de alerta que impregne toda
nuestra vida. Las técnicas nos ayudaran mucho, nos ayudarán a ir

187
poco a poco, para finalmente establecernos en la actitud de ser
consciente en todo momento de no confundir la verdad con la opinión
de la mayoría (Jean Cocteau), ya que la verdad es hija del tiempo, no
de la autoridad (Francis Bacon).

PENSAMIENTO POSITIVO

Se dice, que lo que pensamos tiene consecuencias y que la


respuesta del sistema inmunológico, está condicionada por los
pensamientos. El pensamiento positivo potencia el funcionamiento del
sistema inmunitario y el pensamiento negativo lo debilita. Ahora
podemos entender que la raíz de muchas dolencias, desequilibrios y
enfermedades está en una determinada manera (negativa) de pensar
que altera, obstaculizando, el trabajo del sistema inmunológico.

Desde esta perspectiva, podría dar la impresión de que el


pensamiento es el “malo de la película”. En absoluto. En realidad, el
problema no son los pensamientos en sí, sino la relación que
establecemos con ellos, la identificación y la consiguiente reacción. Si
el que piensa es cazado por el pensamiento, es porque el pensador se
olvida que su verdadera identidad es independiente, diferente de
dichos pensamientos, a los que deberemos dejar fluir sin más.

188
ESTADOS DE CONSCIENCIA

-Consciencia corporal

Algunos autores, describen un desarrollo muy evolucionado


que se manifiesta como una perspectiva testimonial, complementada
con una actitud observadora en concepto de autotrascendencia,
entendido como un rasgo con capacidad de identificarse con el
universo. Otros hablan de una transformación hacia una experiencia
expandida del yo, que no esta centrada en el esquema corporal y los
contenidos mentales del individuo. El mecanismo de transformación
del yo, es otra teoria considerada como la etapa previa al surgimiento
de la sabiduria.

En la consciencia corporal, se debe establecer por igual que las


tres partes del cuerpo: cabeza, cuello y el pecho sean mantenidas
rectas durante la meditación: entendemos que dicha posición no es
imprescindible, como tampoco son necesarios los tres movimientos
respiratorios, en occidente obligatorios, con riesgo de mareos o
malestar general del cuerpo, no debemos alterar los movimientos
respiratorios, porque pensamos que en esa alteración se produce
precisamente la descordinación del cuerpo-mente, otro aspecto más,
diferenciador de oriente. Podemos deducir que el cuerpo y la mente, sí
189
que estan coordinados porque mientras el cuerpo mantiene una
postura recta, la mente esta ocupada por pensamientos, incluso en
esos breves instantes entre pensamiento y pensamiento, recuerda lo
que esta haciendo, como un torrente incesante de acontecimientos
mentales. Técnicas procedentes de las tradiciones orientales, que
entienden al ser humano desde una perspectiva holistica y perceptiva,
en la que se establece una relación cuerpo-mente explicita. Otra
diferencia que en occidente se podría interpretar como una serie de
ejercicios corporales, destinados a una mayor toma de conciencia, a
diferencia de la oriental que pone toda su atención en las sensaciones
corporales para sentir de donde se desprende lo que sentimos.
Obviamente el cuerpo y la mente deben estar relacionados y
coordinados. En las prácticas meditativas, dicen algunos, que sentir el
cuerpo es la clave; sentir el movimiento de la respiración, centrar las
sensaciones en una zona determinada…Así se pretende utilizar la
atención somática, como una alarma para detectar cuando la mente se
ha ido del ejercicio. Prestar atención a la sensación corporal,
contribuye a estar en el presente, es obvio, no podemos prestar
atención en el pasado porque ya pasó ni en el futuro porque no se
puede valorar. La sensación que nos ofrece el presente, no puede estar
de ninguna manera, separada de la sensación mental que es la que nos
hace sentir el pensamiento en ese momento, sin salir de la reflexión y
observación de nuestro ser interior, desarrollándo una mayor
190
sensibilidad del comportamiento, aportando en un grado mayor la
consciencia corporal, poniendo de relieve una mayor evidencia del
papel cuerpo-mente.

-Estados de consciencia, de percepción interior, exterior y de nuestro


entorno incluyendonos en él.

-Estados cognitivos: relacionados con la atención, siendo la


distracción la mayor adversidad: mantener la atención sin distraerme
para entender y comprender en una charla-coloquio, es prioritario. Si
caemos en la distracción, estamos distorsionando realidades,
percibimos asociaciones falsas que nunca se haran realidad y creemos
en lo que inventamos. Se trata, de identificar origenes y no falsas
creencias. El conocimiento que ilumina, no sólo te libera sin que
tambien te muestre claramente que eres libre; el objetivo de este
estado de consciencia es distinguir entre la verdad que soy yo, y el
error de las falsas creencias inducidas por intereses emocionales
contrarios a la verdad del yo. En un principio no hay grados de
dificultad en el objetivo, en la búsqueda de este estado, todo es querer,
y querer es poder. Debemos buscar en segundo lugar la paz interior, la
salud mental, alternándola con la busqueda exterior, omitiendo la
negatividad enfermiza.

191
-Estados afectivos; que tienen que ver con la aparición de emociones
durante la recuperación de la consciencia, cuando nos sentimos
emocionalmente inestables, como por ejmplo cuando tenemos miedo,
estamos admitiendo que él tiene el poder de hacernos daño; hay que
creer en algo valioso para evitar el miedo y el daño. Toda forma de
mentalidad NO recta, es el resultado de negarte a aceptar tu poder
interior para tí. Si lo aceptas, estas en una posición desde la que
podrías reconocer que los que tienen necesidad de superarse, son
simplemente aquellos que aún no han percibido que la mentalidad
recta y meditativa es en sí, la superación que necesitan y que aún no
ven o no quieren ver. Superación necesaria para despertar, sino la
quieren ver y aceptar es que tienen miedo a despertar, miedo a ser
libres. Aceptar la superación, es reconocer que la mente es el único
nivel creativo que puede sanar sus errores, aceptándolos y
aprendiendo de ellos.

-Estados somáticos son las experiencias en relación a la percepción


corporal tanto exteriror como interior; si digo; era plenamente
conciente de mis sensaciones corporales, debo entender sin ninguna
duda que siento firmeza, convencimiento y aceptación, de manera
definitiva, afirmando en mi interior esas sensaciones. Si tengo miedo
es que estoy equivocado con respecto a lo que es valioso, porque si
otorgo el mismo valor a todo, estoy destruyendo la paz, dando más

192
valor conciente al miedo del que debiera. La paz debe superar todo
razonamiento, llevar todos los errores ante la luz y puesto que el error
es una falta de luz, no oscuridad, esta corrige todos los errores
automaticamente. Debemos asimilar desde el inicio del despertar que
negar el error es una sólida defensa a favor de la verdad, pero negar la
verdad da lugar a creaciones falsas, que tan sólo son las proyecciones
del ego. Cuando la voluntad es cognitiva, afectiva y somática, se
transmuta en voluntad realmente libre, no puede crear falsamente
porque sólo la verdad muestra verdad. En este contexto, deducimos
que si atacas falsamente a tu hermano, lo conviertes en extraño y si le
tienes miedo es porque lo has convertido en extraño: que no se nos
olvide nunca la transcendencia de la práctica, para no caer en un vacío
en el cual no veíamos los pensamientos y las emociones, sólo faltaba
percibirlos, asimilarlos,en su justa medida y en su justa interpretación,
porque sí que estaban y existían. Asi, la imperiosa necesidad de dar un
vuelco, una transformación interna a la vivencia de la humanidad, sólo
tiene sentido realista, si se comienza por la reflexión aplicada a la
propia transformación individual. Cuando con más firmeza actuemos
cada uno de nosotros, más convencidos estaremos, de que el hombre,
el ser, llegará a su verdadero “sí mismo”, a su interior, a su verdadero
yo.

193
A título informativo diremos que aquí en occidente, nos llama
la atención el hecho de que ya hay quien habla de “repensar el
mindfulness en la relación terapéutica” de conceptos como la
“presencia del terapeuta” o de ser “plenamente concientes” de la
aplicación de técnicas de mindfulness en la practica meditativa. Otros
hablan del “silencio compasivo” derivado de la práctica contemplativa
que permite, una comunicación entre el terapeuta que promueve la
curación y el paciente. Si en la práctica contemplativa interviene un
“terapeuta” que va a dirigir la curación, ¿Qué lugar ocupo yo? ¿El de
paciente? Si es así, ¿ De que me sirve el aprendizaje, el esfuerzo que
estoy haciendo para sanar por mí mismo? No dudo que a algunos les
pueda servir la ayuda del terapeuta con esta técnica. Nosotros
entendemos que se trata de sanación emocional mediante la capacidad
consciente, desarrollada en la transformación del paciente por sí
mismo, por la práctica diaria meditativa, convirtiéndose el paciente en
su propio terapeuta, estableciendo la comunicación entre su ego y su
verdadero yo. Otros, como dice Vicente Simon; creo que ya podemos
afirmar que nos encontramos ante la eclosión de un fenómeno que va
a modificar sustancialmente la manera de enfocar muchas actividades
humanas entre ellas la psicoterapia, y nos preguntamos ¿qué es la
psicoterapia? Sino la terapia de psique, que no es otra cosa que la
terapia de la mente, y que mejor terapia para la mente que la
meditación con las técnicas tradicionales originales orientales. En este
194
proceso retomamos la cita de Jose Maria Prieto en la cual
vislumbramos cierto acercamiento al proceso oriental meditativo, y
cito: Cabe señalar que suele haber un antes y un despues entre
psicólogos y psicólogas (que no terapeutas cuya formación e
información puede ser diferente) que se sientan a meditar ( no es
obligatorio sentarse sino es por comodidad) y descubren o rechazan
unas órbitas sorprendentes (por la falta de práctica) en la psique
humana. Es obvio porque no dejan fluir los pensamientos negativos o
retener aquellos que les puedan interesar para desgastar energía en
su justa medida, cuyas explicaciones pueden ser en verdad un
resultado falso que promueve el ego, alimentando así las falsas
verdades dando por positivos los errores confusos por falta de luz. De
esta manera y durante el proceso, se desvirtualizan las prácticas
meditativas, produciéndose un malentendido por quien las imparte,
contribuyendo así a estimularlas erroneamente en lugar de entender y
comprender como han sido concebidas y emerja el potencial mental,
para que se produzca la transformación y no se conviertan, en
definitiva, en un producto más del “materialismo espiritual”.

Quizás la cita de Jose Maria Prieto guarde relación con el


pensador y filósofo francés Blaise Pascal, quien decia: “Le coeur a ses
raisons que la raison ne connaît pas”. Cabría interpretar y relacionar
esta cita con la dualidad que establece el ser humano, ratificando en

195
efecto que no puede haber meditación sin pensamiento dual cuerpo-
mente y que debemos considerarlo como un todo, para sentir
sensaciones tanto exteriores como interiores. El mundo moderno está
conformado por dos almas; una es la razón encargada de que cada
individuo ocupe su lugar exacto en el sistema, rigiéndonos por el
despertar para saber cual es el nuestro. La otra no es sino un corazón
que late en libertad, que relacionariamos con Blaise Pascal, ¿será el
sentimiento que producen las razones del corazón, que la razón no
conoce?. Cada uno ve lo suyo y rechaza lo demás, obviamente
estamos exponiendo que, esta situación se produce cuando se llega a
un alto nivel meditativo de aceptación, cuando hemos superado el
miedo del enfrentamiento con nosotros mismos, cuando somos
conscientes de nuestra capacidad de percepción tanto exterior como
interior, de nuestra capacidad de observación de nuestro entorno dual.
Al mundo en el que vivimos le falta corazón, conocer las razones
emocionales para una existencia armoniosa y feliz. Sin él, nunca
saldrá del laberinto en que entró con la modernidad, pero; ¿de qué
modernidad estaríamos hablando?¿De una modernidad feliz
manipulada o de una felicidad real que llega cuando disfrutamos de lo
que tenemos y no la falseamos cuando conseguimos lo que
deseamos?, porque recordemos lo que entendemos por deseo. El
“famoso” psiquiatra aleman, un tal Baumgarten, dicía que la mayor y
verdadera felicidad alcanzada por el humano, es el momento del
196
climax sexual, sencillamente porque no piensas en nada que pueda
interrumpir el momento¿Tendrá razón? ¿Será igual para toda la
humanidad, sea occidental u oriental?

Pensamos que el final de este embrollo occidental-oriental,


científico-espiritual, llegará cuando se descubra que el ser humano,
constituido en el amor, es el mismo centro de su unidad psico-física,
es una singular concentración de amor. El camino para ese
descubrimiento, para algunos espiritualistas ya descubierto, representa
un singular y decisivo conocimiento no del hombre sino del ser con
todo su poder mental libre. Ratificamos que el hombre como
“distraido esencial”, tiene reducido el horizonte de su libertad a favor
de los que le prescriben la distracción, no la que él elige, convirtiendo
lo que debería ser descanso, en una absorción de lo mejor de su
existencia; la verdadera realización de su ser. Una mente distraida es
una mente infeliz, sobre todo en occidente donde parece ser que la
actividad mental funciona por defecto, sin que nos percatemos de ello
por una simple razón; nos crean y creemos en falsas ilusiones, nos
fabrican una zona de confort que aceptamos sin preguntar ni
plantearnos nada, para frenar, o al menos ralentizar, nuestro potencial
meditativo. Por eso ya no reflexionamos durante el tiempo que
debieramos, ni observamos nuestro entorno, ni nos observamos, ni
miramos nuestro interior incluyéndonos en él. Lamentablemente la

197
distracción campea a sus anchas, en un mundo marcado por doquier
de una creciente aversión a todo lo emocional, por la falta de la
práctica natural meditativa, ejerciendo un estado de conciencia
permanente sobre nuestras continuas inestabilidades cotidianas.
Lamentable no captar esta ceguera para sí mismo, como la clave para
el cultivo de la presencia plena y la verdad del ser.

En ciertos estados sensitivos de mayor apertura y recepción, es


cuando volvemos a la presencia plena, donde lo cognitivo trasciende
hasta tener la experiencia que el pensamiento nos transmite por el
entendimiento. El viaje interior que proponen las prácticas
meditativas, comienza con la firme determinación del viajero que
inicia un Camino en el que cada paso, cada avance, se da desde el
presente de cada paso, de cada instante, de cada movimiento
respiratorio. El Caminante se ejercita en la práctica de una técnica
meditativa, para preparar las condiciones adecuadas para que pueda
llegar su transformación. La práctica continuada permite que los
ruidos, entendamos distorsiones, mentales cesen; pensamientos,
distracciones que introduce el ego para que el caminante, no escuche
el “mensaje interior” que surge desde el silencio mental para que
desde esta estabilidad emocional, pueda tambien percibir el mundo
que le rodea y pueda intuir hacia donde va a dirigir el siguiente paso.

198
Dicen aquellos con maestria en la práctica meditativa, que a partir de
cierto punto, se trascienden caminante, camino y caminar.

Los pies que caminan y se detienen para descansar, echan


raices y pierden todo lo andado. Debemos caminar sin prisa pero sin
pausa para despertar y para que nos respeten.

El camino empieza por lo que piensas de ti mismo y lo que


piensas comienza a suceder. Creas tu mundo con tus pensamientos,
creas tu mundo con tus deseos. Si insistes en algo, ocurrirá. La
realidad no deja de colaborar contigo. Espera al momento adecuado, al
día en el que tú empieces a colaborar con ella y entonces también
colaborará contigo.

199
200
LA CONSCIENCIA PODRÍA ESTAR RELACIONADA CON LA LUZ

Sobre este punto, no profundizaremos, no es el objetivo de este


libro y no entraremos en los efectos cuánticos, que podrían estar
implicados en el funcionamiento del cerebro y su relación con la
inteligencia y la consciencia.

Cierto es que la luz es el resultado de toda meditación


profunda, transmitiendo a la consciencia el poder energético. La
cuestión en este nivel, sería averiguar si los procesos cuánticos están
también implicados en alguna forma de consciencia, entendida como
la capacidad de reconocer la realidad y de percibirse en ella, como ya
indicamos más arriba.

201
202
PENSAMIENTO FINAL

A modo de conclusión, nosotros lo que sí pensamos, es que la


capacidad de percibir nos viene dada por nosotros mismos, porque
tenemos la obligación de despertar, para reencontrarnos. Esa ha de ser
nuestra decisión. Nuestra capacidad depende de un proceso mental, a
la que podremos llegar a través de una concienciación profunda, por la
senda de la meditación, involucrando los procesos de observación,
reflexionando sobre imágenes mentales cuya propiedad emergente no
es otra que la consciencia. Para finalizar este trabajo, debemos
recordar que la luz de la consciencia es la clave para vivir con
plenitud, aceptar que quien no ama la soledad tampoco ama la libertad
y que la muerte solo puede causar pavor a quien no sabe llenar el
tiempo que le es dado para vivir (Victor Frankl). Debemos poner el
ego al servicio del corazón y del alma, escuchar nuestro interior: éste
es el camino de la evolución. La luz de la conciencia nos enseña a re-
correrlo, a llegar hasta nuestro corazón y nuestra alma, a liberarnos de
las ataduras de las creencias conscientes, almacenadas en un rincón
del inconsciente, para que nos reconozcamos como únicos creadores
de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro “futuro” que dejaremos

203
por definir de momento. Si fluimos sinceramente con nuestro sentir,
siempre conectados con el aquí y el ahora, podemos confiar en que lo
que nos depara el Universo, por sincronía, llegará, sin duda alguna.

No debemos permitir que los temores a creencias falsas nos


distraigan de la realización de la vida. No nos desviemos del camino
que nos hemos trazado hacia la luz, hacia la verdad de nuestro ser. No
nos dejemos influenciar, por procesos tóxicos que vayan a ocupar un
espacio negativo en nuestro inconsciente que nos impida avanzar, para
comprender que ciertas cosas son menos terribles de lo que realmente
implican. Nadie puede gozar de una vida segura si se preocupa
demasiado de un futuro desconocido y temeroso. Para una existencia
sin preocupaciones, debemos construirnos una vida agradable,
abandonando toda inquietud que nos debilitaría frente a la evolución
natural que necesitamos, para despertar nuestra conciencia y hacer
posible y positiva nuestra capacidad de percepción.

Aprendamos de la naturaleza, nuestro ser es un componente


más de su estructura y función. Basándonos en ella, todo lo que a
nosotros viene sin buscarlo, es asequible, fácil de entender y
comprender para hallar la verdad y nuestra razón de vivir. A veces
buscamos cosas superfluas y solo hallamos fatigas, afanes, en cuanto
lo suficiente está al alcance de la mano; meditación para
reencontrarnos con nosotros mismos, conciencia para reafirmar el

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convencimiento de lo que queremos y consciencia para desplegar
nuestro potencial mental, que nos llevará al empoderamiento y
superación, transmutando la negatividad al positivismo. La
comprensión y el entendimiento de todo aquello que conlleva este
proceso de evolución, es fundamental, porque tan insensato es el que
teme lo que no ha de padecer, como el que teme lo que no ha de
sentir; ¿Quien puede imaginar que vaya a sucedernos algo cuando no
somos capaces de sentirnos en nuestro interior? Quizás gran parte del
problema humano radique en esa exagerada imaginación y esa
incapacidad de sentirnos.

La alegría del espíritu sólo puede ocurrir cuando se produce el


despertar emocional que consiste en la expansión del alma en los
propios y verdaderos sentimientos, porque no depende del mundo
exterior, sino de nuestra actitud: el efecto del despertar conlleva;
sabiduría, poder, seguridad. Dicho efecto, se convierte en una alegría
constante, permanente, porque aquello que hemos descubierto en
nuestro interior, no nos ha sido dado por la fortuna sino que es un bien
propio y nadie nos lo puede arrebatar. Todos buscan la felicidad
permanente, pero ignoran como dar el primer paso, la mayoría
equivocan el camino, se conforman con momentos de placer efímeros
que consideran felicidad, en realidad su interior está vacío. La
felicidad solo puede nacer de la conciencia de las propias virtudes;

205
solo el que ha despertado puede vivir feliz, siendo justo consigo
mismo.

El discurso de la verdad debe ser sencillo y sin adornos.


Lamentablemente el que gusta a la mayoría de la humanidad no tiene
nada de verdadero, de momento. ¿No pensáis que ya es hora de que
los humanos tomemos las riendas de nuestro propio conocimiento, de
nuestro ser y tener conciencia de nuestra consciencia? ¿Pensáis que el
perdón, sentir el perdón, sentirse perdonado y a la vez perdonar nos
haría más honestos, más sinceros con nosotros mismos? ¿Sería una
forma de volver a casa, felices?

Por mi parte, pienso que el perdón es uno de los pilares básicos


del ser. Mi conciencia está en paz con mi consciencia, porque en
realidad no estoy solo y me embriaga una realidad llena de amor y de
una existencia protectora, que cuida de mí en todo momento; así lo
deseo a toda la humanidad. Por esta razón puedo ratificar que me
embarga la emoción de no estar solo, estamos rodeados de un amor
eterno, que cuida de nosotros en todo momento con la paz, paz de la
conciencia, paz del alma que nos ayuda a comportarnos y ser mejor
cada día, pero no creernos el mejor. No siempre se calla para guardar
silencio, se calla para conservar la paz, es mejor que tener razón.

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Consiento y acepto dejar la puerta abierta a toda crítica siempre
que sea constructiva, la destructiva no sirve o solo sirve para mostrar
el rencor o animadversión que sentimos hacia determinadas personas,
olvidándose que la armonía emocional está constituida por tres
elementos: aceptar, perdonar, olvidar.

Una cosa más querría dejar en el aire y que cada uno piense
según su capacidad: ¿La situación de la humanidad en estos momentos
de “pandemia” tiene un doble sentido? ¿Es posible que sirva para que
los humanos despierten en masa? ¿Puede que esta situación estuviera
prevista desde el universo como ayuda para el despertar emocional y
poner a cada cual en su lugar?

¿Pensáis que el niño interior guarda relación con el ego? Gracias.

Terminaré con una cita de Julio Cortázar que dice así;

El truco es volverse fuerte del corazón sin perder la ternura del alma.

Gracias, Gracias, Gracias

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