Dedicación de la casa y encendido de velas ng:

Dedicamos este hogar al amor y la comprensión. Que se compartan sus alegrías y tristezas y
se aprecie la individualidad de cada persona que vive y visita aquí. Encendemos una vela para
amar. (Encienda una vela). Dedicamos esta casa al trabajo, al descanso y al juego. Que
nuestro hogar tenga alegría y gran compañerismo, con bondad en sus voces y risas corriendo
entre sus paredes. Encendemos una vela a la alegría. (Encienda una vela). Dedicamos este
hogar a la vida amigable. Que sus puertas se abran con hospitalidad y sus ventanas miren con
bondad hacia otros hogares. Encendemos una vela a la amistad. (Encienda una vela).
Dedicamos esta casa a la cooperación. Que sus deberes se realicen con amor, que sus
muebles den testimonio de que el trabajo de los demás ministra nuestro consuelo, y que su
mesa nos recuerde que Dios trabaja con nosotros para satisfacer las necesidades diarias.
Encendemos una vela a la cooperación. (Encienda una vela). Dedicamos este hogar a la
apreciación de todas las cosas buenas y verdaderas. Que los libros traigan sabiduría, las
imágenes simbolicen cosas hermosas y la música traiga alegría e inspiración. Encendemos
una vela para agradecer. (Encienda una vela). Dedicamos el tiempo y el talento de quienes
viven aquí para ayudar a construir un mundo en el que cada familia pueda tener un hogar de
consuelo y compañerismo. Encendemos una vela al servicio cristiano. (Encienda una vela.)
Dedicamos este hogar como una unidad de la Iglesia universal, un instrumento del Reino de
Dios, un lugar de culto y formación cristiana y un umbral hacia la vida eterna. Encendemos
una vela al enriquecimiento espiritual. (Encienda una vela). A medida que las llamas apuntan
hacia arriba, nuestros pensamientos se elevan en gratitud a Dios por este hogar y en oración
por las bendiciones de Dios sobre él.

Escrituras y reflexiones sobre los hogares y el cuidado de Dios:

(Ofrecido por amigos y por el Pastor) 1. La Biblia nos enseña que un hogar es mucho más
que un edificio físico. Proverbios 24:3-4 (RV) Con sabiduría se construye una casa, y con
inteligencia se afirma; mediante el conocimiento las habitaciones se llenan de todas las
riquezas preciosas y placenteras. 2. Necesitamos la presencia, el poder y la dirección de Dios
para que nuestras vidas y hogares sean fructíferos.

Salmos 127:1 (RV) Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si el
Señor no guarda la ciudad, en vano vela el centinela. 3. La Biblia indica que es importante
dedicar nuestros hogares a Dios. ¡Antes de ir a la batalla, a los hombres de la Biblia se les
advirtió que dedicaran sus hogares! Deuteronomio 20:5 (RV) Entonces los alguaciles
hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién es el que ha edificado casa nueva y no la ha dedicado?
Que vuelva a su casa, no sea que muera en la batalla y otro hombre la dedique. 4. Dios le dijo
a su pueblo que escribiera su palabra en los postes de sus casas. Muchos judíos hoy en día
colocan una porción de la Palabra de Dios en un rollo de pergamino dentro de un recipiente
en los postes de las puertas de sus casas. Tocan el rollo cada vez que entran o salen para
recordarles que sus hogares pertenecen a Dios y que lo que suceda allí debe estar dirigido por
la Palabra de Dios. Deuteronomio 6:6-9 (RV) Y estas palabras que yo os mando hoy estarán
sobre vuestro corazón; y las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando
estés en tu casa, y cuando andes por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes. Y
los atarás como una señal en tu mano, y serán como frontales entre tus ojos. Y las escribirás
en los postes de tu casa y en tus puertas. 5. Cuando una persona dedica su casa a Dios,
confiamos en que Dios responde a su compromiso. Cuando Salomón dedicó el templo, Dios
respondió hablándole. 2 Crónicas 7:15 (RV) Ahora estarán mis ojos abiertos [dice el Señor] y
mis oídos atentos a la oración que se hace en este lugar. Por ahora he elegido y consagrado
esta casa para que mi nombre esté allí para siempre; mis ojos y mi corazón estarán ahí para
siempre. 6. Cuando las personas del movimiento cristiano primitivo se reunían para enseñar y
predicar acerca de Jesús y para orar en el poder del Espíritu, a menudo se reunían en los
hogares. Hechos 5:42 (RV) Y todos los días en el templo y en las casas no cesaban de
enseñar y predicar a Jesús como el Cristo. Hechos 28:30,31 (RV) [Pablo] permaneció dos
años completos en su propia habitación alquilada, y recibía a todos los que venían a él,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo... 7. Jesús puede usar
nuestros hogares para ministrarnos y con nosotros si le damos la bienvenida. Apocalipsis 3:20
(RV) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él
y comeré con él, y él conmigo. 8. En sus enseñanzas, Jesús presentó la vida hogareña como
modelo de lo que significa vivir una vida en la presencia y el amor de Dios. Juan 14:1-3 (RV)
"No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre
muchas habitaciones hay; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos lugar? Y
cuando vaya y os prepare lugar, vendré otra vez y os tomaré conmigo, para que donde yo
esté, vosotros también estéis. 9. El salmista vio el cuidado de Dios de manera similar. Salmos
91:1-2 (RV) El que habita al amparo del Altísimo, el que habita a la sombra del
Todopoderoso, dirá al SEÑOR: Mi refugio y mi fortaleza; Dios mío, en quien confío. " 10.
¿Cómo usaremos las casas que Dios nos ha prestado? Dedicar nuestros hogares a Dios no es
un acto de una sola vez. ¡Es un ministerio continuo! Hebreos 13:2 (RV) No os olvidéis de la
hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. 11. Somos
responsables ante Dios por el uso de nuestros hogares y nuestra hospitalidad. Dios honra a
quienes consagran el uso de sus hogares para bendecir a otros necesitados. Mateo 25:31-46
seleccionado (RV) "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con
él, entonces se sentará en su trono de gloria. Delante de él serán reunidas todas las naciones, y
él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de los cabritos... Entonces el Rey
dirá a los que están a su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado
para vosotros desde la fundación del mundo; porque yo era... forastero y me recibiste...'
Entonces los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos... forastero y te recibimos...? Y
el Rey les responderá: 'En verdad os digo que cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mí lo hicisteis'.

Oración de Bendición:

L: Nuestro auxilio es en el Nombre del Señor TODOS: LOS QUE HICIERON EL CIELO Y
LA TIERRA. L: El Señor está contigo. TODOS: Y TAMBIÉN CON USTEDES. L: Oremos
Dios Padre Todopoderoso, te damos gracias por los anhelos de esta familia, que todo lo que
aquí tienen y hacen esté de acuerdo con tus planes divinos, que este hogar y sus habitantes
estén verdadera y completamente dedicados a ti. , y a servir a tu reino. Les pedimos que los
fortalezcan en este compromiso. Te rogamos, oh Dios, por este hogar, sus ocupantes y sus
bienes, para que los bendigas y santifiques, enriqueciéndolos con tu bondad en todo lo
posible. Derrama sobre ellos, oh Señor, el rocío celestial en buena medida, así como
abundancia de las necesidades terrenas. Escucha misericordiosamente sus oraciones y
concede que sus necesidades sean satisfechas. Mientras nos inclinamos ante ti, bendice este
hogar y cada aspecto del mismo, limpiando cualquier fechoría del pasado y dejándolo puro,
fresco y santo. Bendice esta casa, como bendijiste las casas de Abraham y Sara, de Isaac y
Rebeca, de Jacob y Raquel. Dentro de estos muros, deja que tus ángeles de luz presidan y
vigilen a los que aquí viven, por Jesucristo nuestro Señor. Respuesta: ¡AMÉN!