El Discurso Escatologico Sobre El Cuerpo
El Discurso Escatologico Sobre El Cuerpo
i n t r o d u c c i ó n
                                                                                                       16 7
       griego escasi idéntico en ambos casos, y lo excrementicio         menciones escatológicas en poesía escrita
       puede fácilmente vincularse con «loúltimo» (enla primera
       acepción de escatología).1 La segunda anotación tiene que
       ver conlavaloración queseñalael diccionario:loexcrementicio      La etapaque hemos definido como la primera de la poesía
       hacereferencia asustancias desagradables, repugnantes, lo        de Eielson, que vade Moradas y visiones del amor enteroa
       «sucio». Es necesario, al respecto, recordar con Bataille (y     Primera muertedeMaría, secaracterizapor el «predominio
       con él aFreud, aunque no lo mencione) que larepugnancia          deun lenguajelujoso y brillante —en el queunaadjetivación
       frentealascosas esaprendida: «Hemos olvidado rápidamente         muy cuidadosacumple un papel primordial—, en consonancia
       el esfuerzo que nos cuesta comunicar a nuestrosniños las         con larecreación —desdeuna visión claramente moderna—
       aversiones que nos constituyen, que hicieron de nosotros         de las mitologías clásica y cristiana y con unasensación de
       seres humanos. Nuestros niños no comparten de por sí             mundoen ruinas y de muerte».5 Ellafue la que comenzó a
       nuestras reacciones»(Bataille, 1992: 84). Freud, por su parte,   definir laimportancia, en el panoramadelapoesía peruana,
       anota que«en laprimera infanciano existe ninguna huella          de JorgeEduardo Eielson y laque permitióque se le ubicara
       de vergüenza hacia las funciones excretoras, ni ningún           como poseedor de un lenguaje propio, sólido y altamente
       desagrado hacialos excrementos, por los cuales los niños         renovador. En estamismaetapade deslumbrantey riquísima
       pequeños muestran un gran interés, así como hacia todas          factura, sin embargo, encontramos también las primeras
       las secreciones del cuerpo» (Freud, 1975: 8).                    muestrasde unaclaracríticaasu lenguaje y a laretóricade
           Los estudiosliterarios nohan atendido,casi, alas manifes-    sus textos.
       tacionesescatológicasennuestros másimportantes escritores.           Bacanal, poemade 1946, en estesentido, hasido señalado
       Sin embargo en lenguacastellanano son casos extraños los         por lacríticacomoun clarohito deeste autocuestionamiento.
       depoetas onarradores quehan abordadoen sustextos estas           JoséMiguel Oviedodice, al respecto, que«El temadeBacanal
       preocupaciones por las excreciones del cuerpo humano y           no es la poesía, sino el poeta, visto ahora como una figura
       sus significados simbólicos. Octavio Paz, uno de los que sí      irrisoria y banal, en medio de un decorado en decadencia
       han tomadoen serio un tematan fácilmente censurable, se          que es quizá unaalusión asu propiovirtuosismo retórico»
       refiere —en su lamentablemente poco leído Conjunciones           (Oviedo, 1985: 194).Lacríticacomentadasebasaenlapresencia
       y disyunciones— a Francisco de Quevedo como «el poeta            de términos y construcciones que amenazan labelleza del
       excremental» y cita del español el famoso verso que dice:        discursoy nos aproximan aloconsideradosucioy repelente,
       «La vida empieza en lágrimas y caca» (Paz, 1969: 27-40 ).2       en relación con un personaje vinculado al mundo de las
       Entreel Perú, más alládel casoque estudiaremos en nuestro        imprentas:
       trabajo, podemos recordar, como emblemático, el famoso
       «Trilce I », cuyaalusión al acto deladefecación es inequívoca          ¿Conocéis la imprenta del bruto que reina, come y
       (Vallejo, 1988: 111).                                                             caga enjoyado
                                                                              en su trono de hierro y papiro?
           La poesía de Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924) repre-             Desde el alba, entre rayos y trompetas,
       senta,apesar deloqueen un primer momentopodríaparecer                  pintadas prostitutas a caballo lo asisten,
       debido a la usual asociación del poeta a la corriente de la            empolvan y pulen sus uñas con limas de lata y
       poesía pura de la llamada generación del cincuenta, 3 un               frascos rotos (Eielson, 1998: 103 )
       campo privilegiado paranuestra aproximación. Eielson no
       solopresentaen su poesíaal cuerpocomo unejeestructurador,           Palabras como«bruto», «caga», «prostitutas», «sobacos»
       sinoque, apartir deeste, desarrollaunaseriedeexploraciones       «venéreo»,«ramera», al ladodeotrascomo«trono», «sagrado»,
       dediversas manifestacionesy modalidadesdel cuerpo, 4 que         «dios», «rey», «paraíso» —para solo citar algunas de las
       requieren pronta investigación.                                  primeras estrofas del poema— nos sitúan anteun escenario
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complejo, resultado de la reiterada presencia de figuras
antitéticas y términos que refier en lo desagr adable y
                                                                mor adas y visiones
nauseabundo. Eielson logracon estos procedimientos (que
exceden su condición deresonancias del influjo vanguardista
                                                                del amor enter o
de aproximar términos lejanos, descubriendo de ese modo
las ocultas relaciones que los vinculan, que, por lo demás,
son posibles de observar desde sus primeros libros) no solo
                                                                                                  Quedó lamuerte
                                                                                                             erte aniquilada
alterar algunos de los cimientos de su lenguaje poético,                                            y convertidaen
                                                                                                              dae victoria.
sino, en palabras de Ricardo Silva-Santisteban, «obtener                                                       Marcos, VI, 3
                                                                                                               M
unanuevabellezadentro delo horribley lorepulsivo» (Silva-
Santisteban, 1976: 21).
    Horribles y repulsivasson también,dentrodelavaloración      ¡Oh Amor, pasto invisible
socialmente aceptada, las alusiones a lo escatológico que       De mi corazón, qué lejos
encontramos en el poema:                                        A tus calladas posadas con hambre
                                                                De amanecer me llego,
      ¿Conocéis la imprenta del bruto que reina, come y         Primera faz del gozo,
                caga enjoyado                                   Consuelo abierto
      en su trono de hierro y papiro?
                                                                Entredormidos pétalos,
                                                                Qué blancotu martirio,
   y más adelante:                                              Tu eternidad —tu edad—
                                                                Tus últimos ojos abiertos
      Padre mío fulgurante que te orinas en el cielo            De quien te asila esplendor!
      y tornas a tu cueva con las uñas en pantalla              Señor en un níveorosal transfigurado
                                                                De ti quedan las rosas,
    Si bien son solodos frenteaun poemadecuatro páginas,        El blanco de los días que te exclama.
son importantes paraestablecer la lógica del poema (laaso-
ciación del poder con el exceso, con lasatisfacción inmediata   ¿En qué nuevos hilos tu luz
de las necesidades y con la transgresión de principios y de     Descenderá, y rodeándote
espacios) y para dibujar al personaje que atraviesa sus         El interior de la tierra
versos. La bacanal que se representa en el poema juega          A adorarte acudirá?
con las imágenes de un sagrado degradado, bajo laformade        Ved estasombraesperanzada,
un dios, rey y señor de la noche que no deja claro si su        Estos brazos levantados
formaes humanao animal.                                         Y el afanoso vivir que los sepulta:
    En esta medida, es apropiado relacionar el poema y el       ¡Oh amargurade existir,
cuerpo de su personajecon lo que Mijaíl Bajtíncalificacomo      De soñar tan sólo acostumbrado!
grotesco; pero no al grotesco carnavalesco que el estudioso     ¡El incendio —estoy en llamas puras—
ruso define como regenerador, comonexo entre lamuerte           De tu imagen en mi pensamiento!
y laviday quequedaclaramenteexplicadobajola figuración          Nada aquejaya tu cielo
de un cuerpo que «no está separado del resto del mundo,         Tu reinado las tardes esparcen.
no estáaislado oacabado ni es perfecto, sino quesale fuera      ¡El sol de tus brazos abiertos!
de sí, franquea sus propios límites» (Bajtín, 1974: 29-30),     Y espuma blanca es tu perfil
                                                                                                                               16 9
       sino a un grotesco en el que también es fundamental la                Sobre los pur os valles, eléctricos sotos,
       atención «por todo lo que sale, hace brotar, desborda el              Tras las ciudades que un ángel diluye
                                                                             En el cielo, cargado de heces sombrías y santas,
       cuerpo, todo loque buscaescapar deél […]; las excrecencias            El joven oscuro defiende a la joven.
       y ramificaciones adquieren un valor particular; todo lo que,          Contemplan allí al verde, arcaico Señor
       en suma, prolonga el cuerpo, uniéndoloa los otros cuerpos             De los cedros, reinar furtivo en sus telas,
       o al mundo no corporal» (Bajtín, 1974: 285); pero en el que           Guiar la nube esmeralda y sonora del mar
       estaatención haperdido comocontextoel sentido regenerador             Por el bosque, o besar los abetos de Dios,
       del grotesco de laculturapopular y ladimensión de mundo               Orinados por los ángeles, la luna y las estrellas:
                                                                             Manzanas de amor en la yedra de muerte
       invertido, y se limita solo a ser expresión de vida inferi or         Ve el joven, solemnes y áureos cubiertos
       (Bajtín, 1974: 40-41).                                                En la fronda maldita, que un ciervo de vidrio estremece.
           El valor de lo escatológico, entonces, en Bacanal, se             La joven, que nada es ya en el polvo sombrío,
       inscribe en los marcos de este grotesco limitado, dismi-              Sino un cielo pur o y lejano, recuerda su tumba,
       nuido, que se erige más como crítica social aciertos usos             Llueve e irrumpe en los brazos del joven
                                                                             En un rayomuy suave de santao paloma (Eielson, 1998: 47)8
       (abusos) del poder,6 que como reconocimiento de los valores
       de esa vidadesbordante del cuerpo.
           En este sentido, por ejemplo, la mención deliberada-            Lasmenciones, comoen el casode Bacanal,corresponden
       mente ambigua del «bruto que reina» (y las menciones al         aladefecación y alaorina. El significadodeestas,sin embargo,
       hocico, ala pelambre, así como las asociaciones a diversos      es absolutamente distinto. No se busca, aquí, evidenciar lo
       animales) no es utilizada para establecer la borrosa franja     que animaliza al hombre ni se pretende mostrar su «baja»
       —y la cercanía, en esamedida— queexisteentreel hombre           condición. Por el contrario, el poema ni siquierapresentalo
       y el animal irracional 7 (como lo podemos ver, por ejemplo,     escatológicocon relación alos personajes humanos (el joven,
       en Nocheoscuradel cuerpo), sinoparaexpresar ladegradación       la joven muerta, el Señor de los cedros) sino vinculado con
       de lavidahumanaen ciertas circunstancias. En estamedida,        los ángeleso los personajes celestiales.
       los fragmentos de discurso escatológi coque aparecen en el          EduardoUrdaniviaencuentra, como propuestade lectura,
       poema sellan l a animali dad del personaje: defecar casi        que el poemaconstruyeun escenarioque representael Anti-
       simultáneamente al comer, y sin cambiar de espacio o            Paraíso (el bosque en el que vive el Señor de los cedros)
       preocuparse por la privacidad, o atreverse a orinar en el       (Urdanivia, 1981: 71-79); en su planteamiento loscielos están
       cielo, transgrediendo todanorma, radicalizan la condición       cargados de heces y el ángel orina para intensificar la
       animal de este profano dios del poema que, contra lo que        naturaleza arcaica y sombría del bosque custodiado por el
       pensaba Oviedo, parece alejarse de la figura del poeta,         emisario de ese Dios lejano y cruel queprovoca el miedo y
       aunque sí es claro el cuestionamientodel lenguaje.              la huida de los jóvenes. Lo escatológico, en este sentido,
           L as menci ones escatológicas en l a poesía de Jorge        aparecería, junto con otros elementos, como símbolo de
       Eduardo Eielson, sin embargo, no se i nician con Bacanal.       unadimensión invertidade losagrado. Entendiendoel poema
       En realidad, casi desde sus primeros momentos podemos           de esta manera, o tomándolo, más bien —dentro de la
       rastrear en su obr a ciertas referenci as que, aunque con       atmósferade muerte del conjunto y, en realidad, de toda la
       si gno difer ente, pueden ubicarse como registros de ese        etapa de la poesía de Jorge Eduardo Eielson en la que se
       mundo escatológico que no es ajeno alas pr eocupaci ones        inscribeReinos—, comolafiguraciónde un mundo intermedio
       del poeta.                                                      entre la tierra y el cielo (una suerte de purgatorio) que
           En Reinos, libro emblemático de estaprimeraetapa de         debe ser atravesado por lajoven muerta (por lo que el joven
       Eielson y de su brillante lenguaje, publicadoen 1945, leemos,   la ayuda a cruzar o, desconociendo su muerte, intenta
       por ejemplo, en «Reino primero»:                                rescatarla), lo que sí es indiscutible es el hecho de que las
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heces, en otra de las magistrales figuras antitéticas de         Entre las rocas.
Eielson, aparecencomosombríasy santas.«Heces sombrías»,          Masquién pudieraunanoche
más allá de lo inhabitual de la mención de las heces en un       Robarse tu muerte divina
poema y lo más inhabitual aún de calificarlas, es semán-         Hablarte cuando todos callan
ticamente aceptable: las heces pueden concebirse, sin            Rodearte¡oh mortal maravilla!
dificultad, como parte del mundo de lo «oscuro», «inferior»;     En polvo, cuando todos hablan.
son las «heces santas» las que se enfrentan radicalmente a       Y cual los escombros queaguardan caer
nuestra percepción habitual de lo escatológico. Los excre-       Desde sus sombras inertes,
mentos, que provocan aversión en los seres humanos               Dejados por su curso de astro plebe,
(hemos visto que luego dela niñez y nonaturalmente, sino         Hacer de ti un castillo inútil
por enseñanza,) y se relacionan con el mundode lo bajo (lo       Habitado por un pensamiento.
«bajocorporal», lodesechable, loque debeocultarse, incluso
lo pecaminoso), emergen en el poema parasantificarse; al         Nocturnamenteel corazón
ser las heces calificadasde santas —o, igualmente, al hablar     De tus labriegos brilla, Señor;
delaorinade losángeles— seproduce un quiebresemántico            Y cuando llueve, intactas aguas;
y se explora un terreno poco comentado y aceptado, pero          Cuando hablas, quedaluz
universalmente difundido: laposible dimensión sagrada de         De voces en el aire desvelado:
lo excrementicio, sobre la que la investigación de John G.       Escuchan loque callas,
Bourke no dejadudas (Bourke, 1975).                              Lamúsica mejor, lo transparente,
     Es cier to que el poema establece el contraste entre el     El paso de los días de alegría,
ci elo cargado de heces del inicio y el ci elo puro en que la    La dichaenmudecida por los años,
joven se convierte; pero l o es también que ambos son            El sordo, atroz redoble
calificados de santos, sin que en ninguno de los casos se        De tus maderos cruzados
pueda presentir una intención paródica que invierta su           Ante tus brazos abiertos.
sentido. Quizá —para profundizar en la explicación— el           Entonces, cuando nos dejes,
cielo de la joven es puro y lejano justamente debido a su        No habrá remedio en laluz ni en el aire
reciente transformación.                                         Pequeño de nuestro respiro,
     Otro aspecto que supone una exploración más en el           Ni en las grandes cenizas,
terreno delas relaciones entre lo escatológico y lo sagrado      Ni en la falta de dolor.
es el hecho de que el Señor de los cedros besa«los abetos        (Pero cuando tus manos
de Dios, orinados por los ángeles». Esto nos remite auna         De las mías sabias y tus pies
serie derituales y prácticas tanto ancestrales como todavía      De mis pasos se cansen,
existentes en las llamadas culturas primitivas, de carácter      Cuando solo, cenital, desordenado,
mágico, chamánicoo medicinal. Al respecto, Bourke reseña         El mineral de mis gestos ceda,
unadanza delos indios zuñi de Nuevo Méxicoque concluía           Qué suave y seguro tu regreso,
con la bebidade orinapor parte de los danzarines (Bourke,        Tu rostro de perla sobre el mío,
1975: 26-33 ) y recuerda que «la saliva, los excrementos, la     Pañuelo pálido y divino).
orina, el flujo catamenial, lasangre, bilis, cálculos, huesos,
cráneos constituían todas ellas sustancias misteriosas y, por    Te ven mis ojos, Señor,
tanto, «medicinales», especialmentesi proveían de un santo       Te ven mis manos y mis pies,
o de un Lama» (Bourke, 1975: 299). No debemos olvidar,           A cada instante mío, mis actos
                                                                                                           17 1
       con relación a esto, el interés de Eielson por las prácticas          También en Antígonaleemos:
       chamánicas, que se evidencia, por ejemplo, en su serie de
                                                                                XI II
       cuadros «Cabezas de Chamán» o en opiniones como «Una                     Cucarachas solares t reparán en túmulo de Polinices,
       ceremoniaque se vale tantode laintrospección chamánica                   lampreas de esmeralda en su vendaje egipcio, de género
       como del análisis freudiano» (Canfield, 1993: 175), refirién-            blanco. Y donde lahortalizaloca y lafrutal ofrendayacen,
       dose asu libro Nocheoscura del cuerpo.                                   junto a su tumba labrada, de ónix y cera, nada sino un
                                                                                hediondo saxofón ha de quedar, soplando eternamente
          En el mismo libro, en «Genitales bajo el vino», leemos:               hasta sacarlo de su tumba, desolado. (Eielson, 1998: 74)
17 2
        Las cabras, como grandes estrellas de cuerno,              De nieve son, chispazos de oro puro,
        con el pellejo seco, caldearon su corazón,                 Pues en mí ya estás, todo en llamas,
        durmiendo sobre él, meándose y defecando sobre su
                             blanco cuerpo (Eielson, 1998: 81)
                                                                   En las casas hundidas de sol
                                                                   Repartido atus pastores
        Cuando pudo levantarse, al día celeste, Palas lo recibió   A los sagrados bosques donde habita
        con una estrella de mármol en el establo. Él bramó de      Tu antigua, azul paciencia.
        dolor. Los músculos del estómago abriéronsele en gajos     Quién como tú pudiera, lejos
        de naranja. Laescupió salvajemente y learrojó lalechuza
                                                                   Desde su quieto retiro
        hierática a la cara. (Eielson, 1998: 82)
                                                                   Desdesu moradade astros
                                                                   A los oscuros corazones acercarse,
   Y:                                                              Convidar sus faenas al destello. ¡Oh reposo,
                                                                   De tantas horas y de nunca,
        En la oscuridad tendido en la gran meada dorada, evocó     Los azules auxilios perdidos
        la ciudad, las calles puras de Atenas, los frontispicios   Cual laespumaen el océano,
        augustos, cargados de pámpanos a la altura del cielo.      La quietud del misterio paralelo
        (Eielson, 1998: 85)
                                                                   A tus dos brazos!
                                                                                                                  17 3
       y es dorada, de oro, brillante, admirable; en esa medida,            Mujer vestida de iguana, arrodillarte y decirle:
       justamente, permite al personajerecordar su mundo perdido            Bendito seas, amor mío, por luminoso y por imbécil,
                                                                            Por desordenado y triste, porque te comes las uñas
       en el que «todo era sabio y nítido». El contraste entre              Y los piojos y los lirios de tu santa axila,
       nuestraapreciación común de un gran charco de orinay la              Y amaneces como un loco sentado en una copa.
       «gran meada dorada» del poema, permite establecer una                Bendito seas, amor mío, que nunca has llorado,
       relación con la orina de los ángeles y las heces santas de           Bello rostro agusanado y borrado antes del beso,
       Reinos, se confirma, así, laexploración por parte de Eielson         Después del poema, el canto y la pura blasfemia.
       de una dimensión sacra de lo escatológico, que quiebra,              Bendito seas, amor mío, por tener huesos y sangre,
                                                                            Y una cabeza pálida y soberbia, part ida por el rayo.
       nuevamente, nuestro usos y percepciones cotidianas.                  Y por no estar jamás ni en triunfo ni en derrota,
            Las referencias escatológicas en En La Mancha y El              Sino amarrado como un tigre a mis cabellos y mis uñas.
       ci rco (ambos poemas de 1946) se alejan de estosrodeos ala           Bendito seas por gruñón, por delicado y estúpido,
       esfera de lo sagrado escatológico que se puede apreciar en           Por no tener infierno ni cielo conocido, ni muerte
       los conjuntos recién reseñados, para aproximarse a las               Ni vida, ni hambre ni comida, ni salud ni lepra;
                                                                            Medusa de tristes orgías, de penas jubilosas,
       coordenadas que poseían en Bacanal , libro inmediatamente            De torpes esmeraldas en la frente, y bosques
       posterior. Sin embargo, ciertarelación con locómico popular,         De cabellos devorados por el viento.
       sobre todo en el caso de El ci rco, permiten que hablemos            Vacío de sesos, de corazón, de intestinos y de sexo,
       de los grotesco, pero ahorasí dentro delalógicadelo carna-           Bendito seas, amor mío, por todo esto y por nada,
       valesco. El circopuede ser, como sabemos, unasimbolización           Por miserable y divino, por vivir entre las rosas
       paródicadel mundo.                                                   Y atisbar por el ojo de la cerradura cuando alguien
                                                                                        se desnuda.
            Luego de Bacanal, Eielson escribe Doble Diamante                Viva sombra destructora de mejillas y de espejos,
       (1947 ). Además de algunas menciones escatológicas en el             Ladrón de uvas, rapazuelo, dios de los naipes y la
       poemaquele danombre al conjunto o en el «Soneto de agua                          ropa sucia.
       de mar», llama laatención, sobretodo, el poema«Serenata».            Dulce Caco de celestes dedos y cuernos de hierro,
       Se tratade un extraño textoque se aproxima al lenguaje de            Señor del vino que me matas con dagas de heliotropo.
                                                                            Bendito seas, labios de gusano, cascada de avena,
       Bacanal y de otros textos anteriores que buscan esarelación          Por poderoso e idiota, por no tener hijos ni padres,
       entre lo sublime y lo horrendo. Aquí, sin embargo, a pesar           Ni barbas ni senos, ni pies ni cabeza, ni hocico ni corola,
       del uso de ciertos calificativos como «imbécil», «labios de          Sino un ramo triste de botones sobre el pecho.
       gusano» o «mi serable» —siempre al lado de tér minos                 Bendito seas, amor mío, por todo esto y por nada,
       antitéticos que atenúan la fuerza de estos insultos para             Bendito seas, amor, yo me arrodillo, bendito seas
       alejarlos de la función denigratoria—, el poema parece               (Eielson, 1998: 110-111).
       expresar sincero afecto por el personaje, Caco, cuya figura
       construye:                                                        El poema, de intensa belleza, aparece en primer lugar
             El dulce Caco clama entre sus joyas, sus amores          como un juego lingüístico: Eielson se propone, al parecer,
                        y sus heces.                                  enfrentar al lenguaje a sus extremos para vaciarlo de sus
             Quieto animal de hastío: cubridlo de rocío.              habituales connotaciones, sin por eso afectar una lectura
             Mansa mujer que atravesáis su cuerpo dormido:            consistente. Más que un personaje real, el Caco del poema
             Tended vuestro armiño, vuestro cabello, apaciguad        esunacreación verbal, inclusodentro delatramadel poema.
                        su sangre.
             Dormido así, su vida es solo baba y olvido,
                                                                      La clave de esta lectura la tenemos en los últimos versos:
             Y viento que abriga y perdona, económico y dulce,        una serie de figuras antitéticas («de celestes dedos […] ni
             Y un saxofón perdido, como una ola de oro,               hocico ni corola») de la que resulta que el personaje es
             Salpica su corazón sin despertarlo. Deber tuyo es,       infernal y celestial, dulce y asesino, poderoso e idiota, y
17 4
que no es animal ni humano, ni hombre ni mujer, ni animal      Con su semblante de oro,
ni flor; es, como dice uno de los versos, alguien que —en      Con su seguro, atroz metal!
sentido literal y en la connotación cotidiana— no tiene «ni
piesni cabeza». ¿Quiénes, entonces?Nadie, seríalarespuesta     En lanoche,
más apropiada. No se trata de un ser contradictorio que        Señor de los ciervos escondidos,
encierra en sí laposibilidad de ser él mismo y su contrario,   Corazón sin pasoentre esplendores,
como sí ocurre en Nocheoscura del cuerpo. En «Serenata»        Quien olvidado en sus instantes
es fundamentalmente un juego verbal que anticipa los           Sus pastoraleshoras mata
próximos juegos y metamorfosis lingüísticas como los que       Sólo en su calma
aparecerán en Temay vari aciones.                              Indestructible soledad
    En este contexto, el personaje Caco, tanto un fantoche     Su vidaha de entregar
como un semidiós, poderosoy ridículo, mezcla inverosímil       Su vida—sombra buena—
del audaz ladrón mitológico con el hombre tímido, cobarde      De tu brillanteespejo armada.
e irresoluto que da la segunda acepción del diccionario,       En lanoche, Señor,
representaesaposibilidad del lenguaje de extenderse hasta      Más acá de lo que dura y del amor
lo máximo sin quebrarse, sin dejar de poder transmitir         Librado a tu servicio,
sensaciones y emociones.                                       En las algas rendidas y los peces,
    Planteado el poema de esta manera, las menciones           En la delgadagreda inculta,
escatológicas (como los oxímoros y las contraposiciones)       O el sabio pasado durmiente,
se convierten en parte de ese juego. El poetabusca, como       Rutilando en miserable tornasol,
dice Ricardo Silva-Santisteban, «producir bellezadentro de     En tiernaguerra caigo. Y aún a veces
lo repulsivo» y, en estesentido, neutralizar la repugnancia    Cuando hasta el bien desciende
de palabras como «heces», que puede convivir con pleno         En menesteres de lanza,
derechojuntoa«joyas»y «amores», oempujarnosaobservar           ¿En qué búsquedatenaz, terrestre,
al «dulce Caco», con cierta extraña y cómplice ternura,        Corazón perdido en rayos
comiéndose «las uñas / Y los piojos y los lirios de su santa   De luz celeste, en crudo río
axila». El poema da una nueva muestra —dentro de una           De culpas me aventuro y muero?
atmósfera de irrealidad en este caso, aunque sin perder su     ¿Por qué, Señor, tan solo,
intensidad poética—, de la posibilidad del lenguaje para       Blanco amor y autor de mi sombra,
desprenderse de ciertas connotaciones tan ligadas a los        Náufrago natural me dejas
términos escatológicos y lucir nuevamente preparado para       Entre islas de sombras y fuego?
usos y simbolizaciones ajenas a lapercepción cotidiana.        ¿O acaso, cual cantar en silencio urdido,
    Esto precisamentepuedeobservarse en Primeramuerte          Cual la ligeraaraña o el gozo,
deMaría (1949), poemaen el que el barrio pobrey pestilente     Secretamente, desde tus cielos,
en el que vivía María, al serle devuelta su cercanía luego     Tocado dehumilde apariencia
de unasúplica, laconduce aun «planetade oro: la felicidad».    Bajas parasiempre hastami amor,
Vemoscómolahediondez (si bien nose especificasu origen,        Hastami luz, divino inanimado,
podríaconsiderarsetambién, por lo menos, humano) puede         En otra luz?
ser considerada «perfume adorado» y posibilitaimágenes
de consuelo, como ocurría con el «hediondo saxofón» de
Antígona, o la«gran meadadorada» de Ájax en el infierno.                                            Lima, 1942
                                                                                                                 17 5
           La otra referencia escatológica de Primera muerte…            Relacionado con lo anterior, evidentemente, estáel de-
       corresponde aladescripción de María; dice el verso «María      seo demostrar lavidadesnuda, descarnada; estose vincula
       erafea, su salivasagrada». Aquí se produce un doble juego      con la vivenciade la soledad en el poemario, la conciencia
       de contraposiciones: primero, la fealdad de lamujer frente     de ser un cuerpo dirigido inevitablemente haciala muerte
       a su carácter sagrado. En segundo lugar, lacondición sacra     y con el uso de un lenguaje sin adornos, directo, punzante,
       de la saliva, imagen nos remite a heces santas de «Reino       que sepuede asociar a lavoz deun predicador callejero que
       primero».                                                      exhortay estremecea sus interlocutores. Ladesnudez del
           En Habitación en Roma(1952), lavoz confesional y directa   lenguaje y la desnudez de la soledad agudizan la mirada
       que enuncia los poemas menciona lo escatológico con            sobre los cuerpos y sobre su físico discurrir (sonreír, cami-
       múltiple propósito. En primer lugar, busca enfatizar la        nar, dormir, comer, beber, amar, bailar, despertar, fumar),
       miseria (moral y material) de la injusta sociedad edificada    entre los que se cuentan también las deyecciones.
       sobre la base de la modernidad capitalista, que ha acabado
       con lo auténtico (Fer nández, 1996) y que hunde a sus                pero luchar luchar luchar
       habitantes en la más extrema soledad. En esa medida, las             todas las noches con un tigre
                                                                            hasta convertirlo en una magnolia
       referencias ahecesu orines enlas callesromanas intensifican          y despert arse
       el distorsionado funcionamiento del aparato social: a ello           despertarse todavía y no sentirse
       se deben las calles hedientas, los borrachos orinando en             aún cansado y rehacer aún
       ellas, las heces regadas, así como las paredes sucias, la            raya por raya el mismo tigre odiado
       prostitutas, la violencia, los pordioseros, etc.                     sin olvidar los ojos los intestinos
                                                                            ni la respiración hedionda
                                                                            todo eso para mí
             sin embargo
                                                                            es mucho más fácil mucho más suave
             avanzo siempre siempre
                                                                            créame usted
             donde se orina el sol
                                                                            que arrastrar todos los días
             se orina la luna llena
             se orinan los borrachos                                        el peso de un corazón desolado (Eielson, 1998: 177)
             vocifera la mierda
             aúlla la soledad (Eielson, 1998: 164)                        Finalmente, en contextos comolos descritosen Habitación
                                                                      en Roma, el hablantepoético sesientellamado areconocer
             como puedo yo escribir
                                                                      que «Junto al T íber l a putrefacci ón emi te destellos
             y escribir tranquilamente
             y ala sombra                                             gloriosos».9 Lo excrementicio, entonces, resulta lo más
             de una cúpula impasible                                  puro, lo más auténtico y real; la miseria material de los
             de una estatua                                           pobres y marginales, la abismadasoledad en la que viven,
             que sonríe                                               es la que redime. El hablante, entonces, cuestionaincluso
             y no salir gritando                                      su escritura («cómo puedo yo escribir») y presiente que
             por los barrios horrendos
             de roma                                                  «lamer las llagas de un borracho» y «dormir […] / sobre los
             y lamer las llagas de un borracho                        excrementos tibios / de unaputao un pordiosero», es decir,
             desfigurarme la cara                                     aproximarse a la descaranada realidad directa y concreta-
             con botellas rotas                                       mente es lo que le ofrece lasalvación. Nuevamente, como
             y dormir luego en la acera                               en Ájax en el i nfierno, losexcrementos secaracterizan como
             sobre los excrementos tibios                             tibios y, apesar del desamparo querepresentan, protectores.
             de una puta o un pordiosero (Eielson, 1998: 193)
                                                                      Eielson denuncialadeshumanización de la vidaque, entre
                                                                      otras cosas, se manifiestaen la marginalidad innegable de
17 6
los excrementos que pueblan las calles (donde «vocifera la     y el acto originaunaplacidez incalculable, ala que el poema
mierda»); pero, al mismo tiempo, anunciaque es allí, donde     otorgacaracterísticas cósmicas. Freud señala, al respecto,
se encuentran algunos de los pocos «destellos gloriosos»       «que el niño consideralos excrementoscomo unaparte de
que aún existen.                                               su cuerpo y les da la significación de «primer regalo», con
    Luego de Habitación en Roma y Mutatis mutandis(1954)       el cual puede mostrar su docilidad a las personas que lo
Eielson comienzaaescribir (en 1955) Nocheoscuradel cuerpo,     rodean o su negativa a complacerlas» (Freud, 1972: 1203).
que recién publicaíntegramente en 1989.10 En este libro el     Eielson, que ha mencionado la utili zación del análi sis
cuerpo es gravitante, tanto, que incluso el título que para-   freudiano en la composición de Noche oscura del cuerpo
frasea a San Juan de la Cruz expresa su importancia. Se        (Canfield, 1993: 175 ), concibe la defecación, justamente,
trata de un recorrido ritual por el cuerpo del hombre, que     comosello delareconciliación con el mundo y como regreso
atraviesamomentos de dolor, mutilaciones, etapas de extre-     simbólico al mundo de la infancia («En donde yacen los
ma soledad, etc., que conducen a una reconciliación del        caballos / Y el tambor de nuestra infancia»).
hombre —al comprender y aceptar su esencia múltiple,               Laimagen del anillo de oro, figuraque se propone como
contradi ctoria— consigo mismo, con la especie humana y        símbolodelaeternidady quecierracircularmenteel conjunto,
con el cosmos como totalidad. En Nocheoscura del cuerpo,       al vincularsecon el primer poema—que aludíaal tiempo de
además de tres menciones escatológicas que apuntan a           laprocreación yal pasadoinmemorial—, nospermite entender
reforzar la fisicidad del conjunto (al no desconocer las       loescatológico, aquí, bajoun signo queapenas aparecíaen la
funciones orgánicas primarias), encontramos un poema que       poesíaanterior deJorge EduardoEielson: nose exploraen el
resulta fundamental para tener una idea completa de las        poema la dimensión sagrada de las deyecciones, sino, más
figuraciones de lo escatológico en Eielson. Se trata de        bien, la r itualidad que permite establecer una relación
«Último cuerpo», poema que cierrael libro:                     reconfortanteentreel hombrey el mundo o,más ampliamente,
                                                               ente el hombre y el cosmos. Las heces suponen un puente
      Cuando el momento llega y llega                          entre hombre y tierra, entre espacio cósmico y especie
      Cada día el momento de sentarse humildemente             humana, entre el hombre queabandona «unaparte inútil de
      A defecar y una parte inútil de nosotros
      Vuelve a la tierra
                                                               nosotros», que será, sin embargo, de sumautilidad para la
      Todo parece más sencillo y más cercano                   regeneración y la prolongación de la vida humana. El
      Y hasta la misma luz de la luna                          excrementocomofertilizante del suelo del cual saldrálavida.
      Es un anillo de oro                                          Luego de varios conjuntos entre los que es importante
      Que atraviesa el comedor y la cocina                     mencionar, paranuestro tema, Ceremoni asolitaria, libroen el
      Las estrellas se reúnen en el vientre                    quelasmenciones escatológicas retoman lapreocupación por
      Y ya no duelen sino brillan simplemente
      Los intestinos vuelven al abismo azul
                                                               acentuar la dimensión física del hombre en su cotidiano
      En donde yacen los caballos                              enfrentamientocon el absurdo y lasoledadque cubrenlavida
      Y el tambor de nuestra infancia (Eielson, 1998: 230)     con su manto, Eielson escribe Ptyx, último conjunto que el
                                                               autor hadado aconocer, y que rindehomenaje, desdeel título
   El poema aborda el significado y el simboli smo del         al célebre«Sonetoen ix» deMallarmé. Ptyxpresentaun gran
momentode ladefecación. El hecho de ser el poema final,        desplieguesimbólico: apartir delafiguradelacaracolaevocada
que cierra circularmente el conjunto y que completa el         por el título, el poemaseubicaen un espacioque es,al mismo
sentido de esa búsqueda ritual a través del cuerpo, nos        tiempo, laberinto, casay cuerpo.
permite afirmar lacentralidad del simbolismo escatológico          En Ptyx las menciones escatológicas aparecen muy
que maneja. Como parte de lareconciliación con el mundo        vinculadas con otro aspecto que también se aborda en el
que hemos mencionado, lamateria fecal regresa ala tierra       conjunto:la dimensión erótica y sexual de los personajes.11
                                                                                                                              17 7
       Así, frente a un mundo de prohibiciones y de miedos, la       alejado de l as restr icciones a su sexualidad y al juego
       sexualidad y la satisfacción ritualizada y pública de las     excrementicio que le imponen luego los adultos. A pro-
       necesidades fisiológicas se levantan como símbolo de la       pósito, en una nota a pie de página, Freud i ndica que
       libertad conseguida:                                          «sostiene Lou Andreas-Salomé que laprimera prohibición
                                                                     que se alza ante el niño, la de procurarse un placer por
             XV                                                      medio de la actividad anal y de sus productos, ejerce una
             La Risa Clara del Payaso                                influencia determinante sobre todo su desarrollo ulterior.
             Despedazó nuestra Costumbre
             Y el Mundo nos pareció fresco e intacto
                                                                     La criatura comienza a darse cuenta en esta ocasión de la
             Como acabado de hacer (Eielson, 1998: 347)              existencia de un mundo exterior hostil a sus impulsos, y
                                                                     aprende, adiferenciar su propia personade aquellas otras
             XXVII                                                   quele rodean y adesarrollar laprimera «represión» de sus
             Por esta razón                                          posibilidades de placer. Lo «anal» pasa a constituir, desde
             Nadie jamás te había dado un instante de Ternura
                                                                     estepunto, el símbolo detodo lo prohibido, de todo aquello
             Nadie jamás había puesto en tus manos
             Un solo Pedazo de Pan                                   que nos es preciso rechazar y apartar de nuestro camino»
             Solo el Mayordomo recogía tus Augustas Heces            (Freud, 1972: 1203). En este sentido, liberarse de tal
             Y las devoraba con euforia (Eielson, 1998: 359)         prohibición, es decir sentirse en lalibertad de defecar libre
                                                                     y placenteramente, por ausencia o eliminación del ente
             XXXV                                                    repr esor o contr ol ador, supone como paso inmediato
             Nunca orinábamos en el W.C.
                                                                     (obviamente esto no como parte de algo factible en la
             Sino contra las paredes del Corredor Frío y Oscuro
             Formando un Zócalo Transparente que recorría la Casa    realidad o en la teoríapsicoanalítica, sino dentro del juego
             De un extremo a otro (Eielson, 1998: 367)               de simbolizaciones del poema) el desarrollo de la vida en
                                                                     plenalibertad, en laque impulsos e instintos se satisfacen.
                                                                         En un sentido semejante se puede leer la referencia
           En el poema XV quedaclaraesarelación entrelo erótico,     escatológica del poema XXXV . Pero en este, además, la
       lo escatológico y los sueños, en el contexto de la libertad   orina forma un «Zócalo Transparente», una especie de
       lograda poemas antes a raíz de la muerte de la Señora. El     caminoen clave, de recorridoceremonial quepermite andar
       mundo«acabado de hacer» puede, muy bien,vincularse con        a gusto por el «Corredor Frío y Oscuro». Lo escatológico,
       el sentido de regressus ad uterum que Eielson le da al        como en algunos de los textos de los libros anteriores,
       conjunto: «Setrata deun regressusad uterum, porque vuelvo     supone seguridad y pureza.
       alo que era antes, a lo que hasido, alo que quería ser y no       El poema XXVII abor da otro aspecto, que se había
       fue, pero al mismo tiempo es un retorno placentero,           insinuado en Reinos: la escatofagia o coprofagia. El DRAE ,
       justamente, como un regressus ad uterum, que se cumple        escuetamente, refiere bajoestas palabrael «hábitode comer
       estando, al mismo tiempo, distante de todo eso, distante      excrementos» y la «ingestión de excrementos». En «Reino
       en el tiempo y en el espacio. El texto es un laberinto que,   primero» presenciábamos al Señor de los cedros «besar los
       tratando deconducirme ala salida, alaluz, no me conduce       abetos de Dios / Orinados por los ángeles»; este poema de
       a ninguna parte. Pero en ese recorrido, renazco, no solo      Ptyx nos presenta, por su parte, al Mayordomo, —ambiguo
       literariamente,sino alaverdaderavida; esunaresurrección       personajequerepresenta, en ciertomodo, laautoridaddela
       que se realiza con ayuda de la escritura».12 El retorno al    Señoray que tiene algún trato con lo oscuro y misterioso—
       útero supone libertad, la misma que en parte —y solo en       devorando con euforia las heces del amante del Yo poético.
       parte— se prolonga durante los primeros años de la vida       Es interesante relacionar esto con actos como los que
       que son, justamente, los tiempos en que el niñoestá todavía   Bourke ubica en ritos y ceremonias mágico-religiosas y
17 8
vincula, también, con personas atacadas por enfermedades            lo escatológico vivificante : M uy r elacionado con la
mentales.                                                       dimensión sagrada de lo escatológico. Es el discurso más
                                                                pr esente a tr avés de Poesía escr ita. Son muestras el
                                                                «hediondo saxofón» de Antígona, el dormir de Ájax sobre
  di scur so escat ol ógi co del cuer po                        la orina y las heces de la vacas, o el del Yo poético de
            en poesí a escr i t a                               Habitaci ón en Roma sobre «losexcrementos deuna puta»,
                                                                el «perfumeadorado» de PrimeramuertedeMaría, e incluso
                                                                el «Zócalo Transparente» de Ptyx.
Luego de esterecorrido a través de las menciones escato-            la escatofagia: También muy vinculado con losanteriores.
lógicas por la poesíade Jorge Eduardo Eielson, cabe hacer       Son los casos de Reinos(discretamente) y de Ptyx (de modo
lapregunta de si es posible plantear, en laobra del poeta, la   muchomás abierto).
existencia de un discursoescatológico sobreel cuerpo.13 Hay         énfasisde la realidad física del individuo: En Habitación
que decir, en primer lugar, que no se pretende con esta         en Romaesto esevidente. También en las menciones iniciales
pregunta, revisar la centralidad de lo excrementicio en         de Nocheoscura del cuerpoy la de Ceremonia solitaria. Este
Poesía escrita. Sugerir siquieraesto comounade las claves       discurso sedamásclaramente en los conjuntosen losque la
de lecturasería mucho más que un exceso. Loque sí esin-         cor poral idad, la dimensión física del cuerpo tiene una
discutible esque el cuerpo sí es ejefundamental en lapoesía     importanciagravitante.
del peruano y que requiere, en esta medida, ser estudiada           énfasis en lo degradado y miserable : Lo vemos más
su presencia con más atención y profundidad. En este            claramente en Bacanal («el bruto que reina, come y caga /
sentido, acercarse a los componentes de esa constante           enjoyado») y en Habitaci ón en Roma («vocifera la mier-
referencia corporal —que no son siempre los mismos ni           da»). Hay un propósito marcado de crítica ala civilización
tienen el mismo signo alo largo de todo Poesía escrita— se      occidental.
presenta como una necesidad. De ella desprendemos la                lo escatológico como puente reintegrador : El regressus
importancia —teniendo claramente en consideración que           ad uterum que Eielson menciona. Lo vemos en los libros
se trata de uno, y solo uno, de los aspectos que competen a     más recientes, en los que de algún modo se propone una
la aparición del cuerpo en Poesía escrita— deesta revisión      reconciliación del hombre con el mundo y laidea dela feli-
y dil ucidación de los si gni ficados de las referencias        cidad: Nocheoscura del cuerpo, cuya publicación definitiva
escatológicas a través de los poemas de Eielson.                es de 1989) y Ptyx.
    Podemos, entonces, volver alapregunta: ¿las menciones           Se debe notar que cada uno de estos fragmentos de
escatológicas consti tuyen algo que podemos ll amar un          discurso nocorresponde aun solomomento delaproducción
discurso escatológi co?Creemos, por la revisión hecha, que      poéticade Eielson, sinoamomentos distintos. Puede ocurrir,
nohay unaunidad, através deesacasi permanente mención           como vemos, que en un mismo libro se expresen dos o
de los excrementicio, que nos permita hablar de un único        hasta tres de los fragmentos discursivos identificados. O
discurso. Más bien se pueden observar hastaseis discursos       queun fragmento, desarrollado en un momento, se retome
diferentes o fragmentos de un discurso escatológico, para       posteriormente, incluso matizado. Todo esto nos lleva a
usar unaparáfrasis deRoland Barthes.                            percibir lacomplejidadde laobradeun autor tan importante
    Sintetizandonuestras observaciones, podemos apuntar:        como Eielson, cuya obraes imposiblede clasificar de modo
    relación de lo escatológico con lo sagrado: Menciones       certero bajo un rótulo definido, no solo por su constante
como «heces santas», «saliva sagrada» o «gran meada             experimentación con los lenguajes, por su naturaleza trans-
dorada», en Reinos, Ájax en el infierno oPrimera muertede       gresiva o porque refleja, de muchos modos, a la persona
María.                                                          que escribe y sus modos —también cambiantes como
                                                                                                                                17 9
       cambiante es el ser humano— de ver y entender la vida y                           elementos de ese texto mayor que es el configurado por
       el mundo en el que vive.                                                          las menciones, alusiones y simbolizaciones del cuerpo en
           Creemos, finalmente, que el texto polimorfo, multi-                           la Poesía escri ta de Jorge Eduardo Eielson. Un texto defi-
       vocal, que estos fragmentos deun discursoescatológicosobre                        nitivamente indispensable paraunaapreciación cabal de su
       el cuerpo construyen, nos permite tener en claro uno de los                       obra.
b i b l i o g r a f í a
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       1                                                                                 6
          Hace falta un estudio lexicográfico más exhaustivo sobre larelación entre         Pareciera, por las constantes refer encias al mundo editorial, aludir al
       ambos términos, y un mayor desarrollo de su etimología.                           poder desaforadode la prensa, especialmenteal oscuro mundo dela prensa
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          El mismoversoes citado, también, por el DiccionariodeAutoridades, en el        amarilla.
                                                                                         7
       capítulo correspondiente a «excremento».                                             Recordemos que «brut o» es necio, incapaz, vicioso, torpe, rudo, pero
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          Sobre la fácil y equívoca asociación de Eielson a esta corriente y a la        también animal irracional.
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       generación del 50 ver «La esencial inclasificabilidad del poeta. Ubicación           Hemos restituido en el verso quinto la contracción «al» (que aparece en
       de Jorge Eduardo Eielson», segundo capítulo de nuestra tesis de licen-            la edición de Reinos de La Clepsidra, 1973, y en la edición del INC de la
       ciaturaLaaproximación deloscontrariosen Noche oscuradel cuerpo deJorge            Poesía escrita de Eielson, 1976), en lugar del artículo «el» que aparece en la
       Eduardo Eielson. Lima: PUC, 1999.                                                 edición colombiana, de la que citamos.
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          Nota provisional: Estas modalidades serán estudiadas en nuestra tesis de          Título de uno de los poemas; pp. 192-194.
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       maestría, uno de cuyos capítulos es el trabajoque presentamos ahora. Para            Sobre los avatares editoriales de este libro, ver el capítulo 4 de nuestra
       entender mejor la complejidad de la presencia del cuerpo en la poesía de          tesis de licenciatura: «Ubicación de Noche oscura del cuerpo».
                                                                                         11
       Jorge Eduardo Eielson, hemos identificado cinco discursos sobre el cuerpo            La dimensión erótico-sexual ha sido poco tocada por la poesía de Jorge
       que son posibles de rastrear, y que no corresponden, necesariamente, a            Eduardo Eielson. Eros/iones, un conjunto incluido en la edición de Poesía
       etapas separadas de su poesía, sinoque es posible, por lo menos en algunos        escr i ta del INC, compuesto por intensos poemas de doble lect ura que
       casos y con relación a algunos de los discursos, identificar su convivencia       abordabanestos territorios, nohasido reimpresoen las ediciones siguientes
       enun mismotextoolibro. Estos discursos son,provisionalmente: a.Discurso           de la poesía reunida del autor.
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       escatológico del cuerpo. b. Discurso erótico del cuerpo. c. Discurso del             Eielson en unaentrevistacon MarthaL. Canfield, en larevista colombiana
       cuerpofinito.d. Discursomísticodel cuerpo. e. Discursodel cuerpolacerado.         Gradiva en 1990. Citado por Renato Sandoval (1994: 279).
        5                                                                                13
          Ver capítulo tres denuestra tesis de licenciatur a: «Las etapas de la Poesía      El realidad bastaría con decir «discurso escatológico», puesto que lo que
       escrita de Eielson».                                                              atañe a este campo está siempre vinculado, necesariamente, con el cuerpo.
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