[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
192 vistas6 páginas

Matrimonios para La Gloria de Dios

amor

Cargado por

laura.cerbris
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
192 vistas6 páginas

Matrimonios para La Gloria de Dios

amor

Cargado por

laura.cerbris
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 6

Temporada: Matrimonio y Familia para la Gloria de Dios (T. & J.

Ellif)

Invierte en el futuro de tu familia (y de todas tus Generaciones).

Si tienes un pacto con tu esposo y con Dios, puedes ir a Dios y decirle,


«Dios, yo no entiendo por qué él actúa así. Ayúdame. Ayúdame a saber
qué hacer». Si tienes a Cristo y él tiene a Cristo, Él les mostrará cómo
resolverlo.
FORTALECEMOS LO QUE NOS UNE Y CONFRONTAMOS LO QUE NOS
SEPARA, con amor…

Puedes ir a un consejero matrimonial y tratar de arreglar un matrimonio


que se está desmoronando. O puedes comenzar desde el principio a
colocar algunas cosas en su lugar y practicar algunos principios bíblicos
que te ayudarán a que tu matrimonio perdure, que te ayudarán a que tu
matrimonio sea lo que Dios quiere que sea, con todo y sus retos.
La Escritura tiene tanto que ofrecer que hará una diferencia en tu
matrimonio; puede hacer que tu matrimonio glorifique a Dios…hasta que
sean, incluso, una pareja que está comprometida con la suficiencia y la
autoridad de las Escrituras en cuanto al tema del matrimonio, ministrar
a otros matrimonios a través de los años, en consejería y enseñando la
Palabra de Dios; compartir sus experiencias y algunas cosas que dios les
enseñe acerca de la relación matrimonial para la gloria de Dios, y de la
Familia.
Es tan bonito el matrimonio, hermanas! Imagínate, vivir para siempre
con el amor de tu vida…aquel que tanto se esforzaron al inicio para
conquistarse el uno al otro.
Y esto no solo es para los recién casados o que tienen tan poquitos años
de casados; sino aun para aquellos matrimonios que estan en la época
donde sus hijos han crecido, o ya tienes a tus nietos, pero que ahora
puden juntos servir al Señor…viajar juntos, y disfrutar. Y si no has
llegado ahí todavía, no te preocupes…el tiempo pasa muy rápido. Ya
llegará el día.
Sabes, a veces pudieras ver otros matrimonios y pensar «este es el tipo
de matrimonio que me gustaría tener». ¡Pero tú no puedes cambiar a tu
pareja! No la puedes cambiar, pero les estamos hablando a muchas
esposas que quieren tener un matrimonio que agrade a Dios. Quieren ser
la clase de esposa que traiga gloria a Dios; quieren ser una bendición
para sus esposos. Algunas están viviendo con parejas difíciles,
situaciones difíciles, con cargas del pasado. Y Dios les ha dado a
ustedes algunas cosas, algunos principios que pueden ayudar cuando
son aplicados dentro del matrimonio, que pueden ayudar a que ese
matrimonio glorifique a Dios.
Podemos movernos a través de situaciones difíciles cuando hacemos
elecciones específicas. Lo podemos hacer por la gracia de Dios, las
cosas pueden mejorar. Estoy hablando aun para aquella mujer que se
está preguntando si acaso su esposo volverá hoy del trabajo para decirle
que piensa dejarla, y se está preguntando qué haría ella.

En todo momento hay decisiones correctas que se pueden tomar, y si no


creciste en un hogar piadoso, y si no tienes un hogar piadoso, todo
comienza con una elección. Por ejemplo, al confiar nuestra vida al Señor
Jesucristo como nuestro Salvador, esa es una decisión que tomamos, lo
cual, desde luego, es supremo; así también, hay otras decisiones que
debemos tomar

HAY ESPERANZA PARA TI. Vemos cada día el poder de Cristo, el poder
de Su Palabra, el poder que tiene el evangelio de transformar situaciones
sin esperanza, día tras día, y desde luego tú has visto esto a través de
los años.
La gracia de Dios es realmente una cosa increíble. Cuando la consideras
en medio de una situación donde no hay esperanza…

1)primer reto

Lo primero es que cada uno debe estar seguro de que tiene una relación
genuina, una experiencia vital que está realmente transformando su vida
hoy; es decir, una experiencia con Cristo. No solo ser una buena
cristiana… Tú necesitas saber que has sido limpiado, que has sido
perdonado y que te has arrepentido y has confiado en Cristo, no solo que
vas a la iglesia, no que simplemente estás confiando en tus obras para
ser salvo.

Recuerdo una señora que me dijo una vez: «La única cosa que puede
pasar para cambiar a mi marido», (su matrimonio estaba a la deriva,
claro) «es que él pueda caminar a la puerta y encontrar a Jesús allí».

Y yo le dije: «Bueno, él podría».

Y ella me contestó dudosa: «Sí, seguro».

Yo dije: «Bueno, ¿vive Él en tu corazón?» Y le dije: «¿Por qué no podría


él entrar a la casa y encontrar a Jesús en y a través de ti? ¿No es eso de
lo que se trata la vida cristiana?» En la medida en que comenzamos a
hablar, ella finalmente admitió haber tenido la misma clase de
experiencia que Jeannie tuvo y que ella nunca se había arrepentido ni
había confiado en Cristo.
Nosotras iniciamos hace 3 años este Grupo Devocional, buscando el
mover de Dios en nuestras vidas… y nos dimos cuenta de que una de las
razones por las que muchas iglesias están luchando para poder lograr un
avivamiento es porque están tratando con una congregación que es
predominantemente no regenerada, de manera que no es avivamiento lo
que necesitan. Lo que se necesita es conversión. Esto es cierto también
en el matrimonio.

Los cambios que estamos tratando de ver que se produzcan en el


matrimonio son imposibles fuera de la base de la presencia de Cristo en
tu vida.

Hay algunas personas que son codependientes de su pasado porque


siempre están usando el pasado para explicar o para justificar dónde
están ellos hoy en día. Bueno, esto termina cuando llegas a conocer a
Jesucristo como tu Salvador. Ahora, el entender ciertas cosas te puede
ayudar, pero cuando llegas a conocer a Cristo genuinamente como
Salvador y Señor, las cosas viejas pasan, todo se hace nuevo.

Tú eres una nueva criatura en Cristo Jesús, así que no minimices esa
obra de conversión… esa conversión es capaz de hacer maravillas. Y si
obra maravillas en ti, imagínate lo que hará en tu pareja y en tus
hijos. Si tratas de producir el fruto del Espíritu y tú no tienes el Espíritu
de Cristo en ti, va a ser una lucha cuesta arriba, una imposible…

…para el resto de tu vida, hasta que «Cristo en ti» pueda producir ese
fruto.

>arrepentimiento

>dejar de fingir

>dejar el orgullo

>reconocer la necesidad del Salvador

>confiar en Cristo

>apetito voraz x las escrituras

>y un gran deseo de llevar a las personas a Cristo.

Y es muy importante conocer a Cristo para establecer un buen


matrimonio…
Es uno de los prerrequisitos para contraer matrimonio, que ambos
individuos tengan una misma mente, y que ambos conozcan al Señor
como Su Salvador. Muchas veces vienen parejas donde solo uno de ellos
es cristiano. Generalmente la jovencita, y el otro no profesa ser un
creyente. La idea en su corazón es a menudo: «Bueno, me voy a casar y
lo cambiaré». Pero, ¿y qué si se casan y él termina por cambiarla a ella?,
que es generalmente lo que ocurre la mayor parte de las veces.
Imagínate si la cosa toma esa dirección sin el milagro de la gracia de
Dios.

Así que, solo aférrate a lo mejor desde el principio. Aunque sé que


seguramente estamos hablando en su mayoría a personas casadas
ahora… Pero tenemos padres que están preparando a sus hijos para el
matrimonio.

Dile a tus hijos desde el principio: «Es imperativo que esa persona con la
que tú te cases conozca a Jesucristo como su Salvador y Señor».Y que
tenga una fe viva.

El matrimonio es idea de Dios, y la idea de que pudieras hacerlo bien,


sin conocer a su autor…no tiene sentido. Ni siquiera se supone. ¿Cómo
lograrlo sin conocer a Aquel que lo ideó? …no tiene sentido.

El matrimonio es un pacto, y no es solo un pacto entre dos personas. Es


un pacto entre dos personas y Dios. Y si no son creyentes en Cristo,
¿cómo puedes hacerlo?

Su pacto con nosotros fue hecho posible por el derramamiento de Su


sangre y es lo que nos da vida eterna y esperanza, pero el pacto es una
importante palabra en el contexto del matrimonio también.

Un pacto es diferente a un contrato. Por ejemplo, un contrato, quizás


muchas personas probablemente tienen un contrato en algún archivo de
su casa, quizás el contrato de su casa o un acuerdo de préstamo. Tiene
muchas páginas, y la razón por la que tiene muchas páginas es porque el
contrato está basado en la desconfianza mutua. Todas esas páginas son
tus opciones en caso de que una de las partes falle. Tú puedes recurrir a
este documento.

Pero un pacto está basado en la mutua confianza.

(La palabra pacto, berith, significa cortar. En los días del Antiguo
Testamento, cuando un pacto se realizaba entre dos personas,
literalmente, cortaban un animal de la nariz a la cola en mitades, y
después de caminar en medio de esas mitades, se paraban en el medio e
intercambiaban capas, cinturones y espadas.
La capa simbolizaba: «Te estoy dando mi identidad y estoy tomando tu
identidad». Los cinturones, te estoy dando mi fuerza y estoy tomando tu
fuerza. Las espadas, mis enemigos son ahora los tuyos, y los tuyos son
míos. Luego miraban esas dos mitades del animal y decían: «Que Dios
nos haga esto y más si rompemos ese pacto». Esto nos da una imagen…
estos eran símbolos.

Es una imagen de nuestra relación con Cristo. Podemos hacer todas las
cosas a través de Cristo, quien nos fortalece. Estamos en Cristo.
Tenemos Su identidad. Sus enemigos son nuestros, los nuestros suyos, y
encima de todo esto tenemos otros símbolos.

Desde luego, hoy usamos anillos de bodas. Ya no usamos capas, ni


cinturones, ni espadas y mucho menos animales cortados en dos,
aunque esto pudiera atraer una multitud a una boda, pero usamos el
anillo. El anillo es el símbolo ¿de qué? Es un símbolo, el ministro lo dice,
de la relación de pacto. Es un pacto, no solo de dos personas, sino de
dos personas y Dios. ¡El que alguien pueda lograr esto sin conocer a
Cristo como su Salvador se escapa a mi entendimiento!).

Una vez este pacto ha sido hecho entre una pareja y Dios, ¿cómo ayuda
este pacto, el reconocimiento de ese pacto, cuando el matrimonio está
bajo presión o bajo ataque? Cuando un matrimonio está pasando por un
mal tiempo, en la parte de…«mal», «para bien o para mal», de los votos
o cuando está en la parte de, «pobreza»…en la parte de «en riqueza o en
pobreza», ¿cómo es que ese concepto de pacto mantiene al matrimonio
unido?

Cuando la palabra divorcio nunca pasó por tu mente y creces con el


conocimiento de que uno debía permanecer unido al otro; y ahora que
estás en un pacto con tu esposo y con Dios, puedes ir a Dios y decirle:
«Dios, yo no entiendo por qué él actúa así pero ayúdame a entender qué
hacer». Si tú tienes a Cristo y él tiene a Cristo, Él te enseñará cómo
resolver el problema durante los tiempos malos, los tiempos más pobres
que todo matrimonio tiene que atravesar… Todos pasamos por tiempos
difíciles o malos. Y el Señor te enseña qué hacer. PERO dejar el
matrimonio no es una opción. Dasi nunca.

Hay mujeres describiendo situaciones horrendas donde están


batallando, y ellas sienten: «Esta es mi única opción. Estoy tan dolida,
tan dañada, tan herida por esta relación, por el bien de mis hijos, por mi
propio bien, debo salir de aquí».

Pero no creo que nadie en su sano juicio pudiera animar a alguien a


permanecer, especialmente en una situación de abuso. Hay otros
recursos aparte del divorcio. En más de una ocasión les he dicho a
individuos: «por tu propio bien y por tu seguridad, quiero animarte a
separarte. Necesitas separarte en este punto porque tu vida puede estar
en peligro», por algunas de las cosas que están pasando. Aunque
algunos piensan que separarse es lo mismo que divorciarse, no es así.
La separación dice “estoy esperando una respuesta”. Aun hay
esperanza.

Nosotros creemos que Dios es un Dios que obra milagros y que debemos
esperar por ese milagro. Es importante que entendamos que no estamos
diciendo que en el matrimonio no hay lugar para el sentido común, pero
Dios siempre tiene un siguiente paso que nos puede traer esperanza.

¿Has visto al Señor rescatar…? ¿y redimir algunas situaciones sin


esperanza?

Ella se propuso hacer que su matrimonio funcionara. Su esposo cambió


totalmente. Ellos están maravillosamente ahora. Tienen un hogar
precioso. Que bendición verle a ella ante el altar de Dios derramando su
corazón y orándole al Señor que de alguna manera alcanzara a su
esposo.

Hay esperanza para los matrimonios y las familias. Nuestro mundo


necesita familias fuertes, y cuando aprendes a amar a tu esposo e hijos
a la manera de Dios, Él recibe gran gloria y tú lo disfrutas!!

También podría gustarte