Una sucesión es una función cuyo dominio son los números naturales
f : N→R Hay que destacar que la imagen no tiene ninguna restricción, por lo que per-
tenece al conjunto de los Reales. Podría suceder que, también, perteneciera a los
números Naturales, dado que este conjunto está contenido en los Reales; pero esto
sería un caso particular.
7.1.1. Notación En las sucesiones - a diferencia de las funciones - tendremos un primer elemento
(el que surja de reemplazar con 1 en la fórmula), un segundo (al reemplazar con 2),
etcétera. Teniendo en cuenta esto, la notación, en lugar de indicarla como en las
funciones, por ejemplo f (1) que indicaría el primer elemento, f (2) que indicaría
el segundo, se indica con subíndices: f1 , f2 , f3 ... . Además, para las fórmulas, con
la nalidad de distinguir una sucesión de una función, se usan las letras a, b, c en
lugar de la f y para los valores del dominio, la letra n (de naturales) en lugar de
la x.
Algunos ejemplos:
a(n) = an = n2 − 1 3 b(n) = bn = n+5
También, nos podemos encontrar con que una sucesión está indicada mediante los
primeros términos que la de nen. En nuestros ejemplos quedarían de esta forma:
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an = 0, 3, 8, 15...
bn = 21 , 37 , 38 , 31 ...
Encontrarnos con sucesiones dadas de esta manera nos traen dos problemas:
1. No es fácil identi car cuál es el término siguiente. Por ejemplo, en an si
quisiéramos saber cuál es el término a5 no nos daríamos cuenta, a simple
vista, no sabemos cuál es la fórmula que genera esa sucesión.
2. Un problema mayor es que podríamos (y seguro se cumple) tener diferentes
fórmulas para una misma sucesión. Por ejemplo:
cn = 1, 2, 4...
En esta sucesión, si quisiéramos saber cuál es el cuarto término (pensemoslo
unos segundos antes de seguir leyendo...)
Alguien podría decir que el cuarto término es 8. Otro, podría decir que es 7.
Y, efectivamente, los dos podrían tener razón.
La primera persona estaría pensando en esta fórmula: cn = 2n−1 . En realidad,
esta persona no pensaría exactamente en esta fórmula, sino que lo estaría
pensando en forma recursiva (cosa que veremos enseguida), viendo que la
relación con el término anterior es del doble. Es decir, 2 es el doble de 1; 4
lo es de 2; por lo tanto, el doble de 4 será 8.
En cambio, el pensamiento de la otra persona se ajustaría a la siguiente
n(n−1) fórmula: cn = 2 + 1. Nuevamente, esta persona de seguro no habría
pensado en esta fórmula, habría observado que el segundo término es 1 más
que el primero, y el tercero es 2 más que el segundo, por lo tanto, el cuarto
será 3 más que el tercero, etcétera.
Por lo visto, una sucesión está bien de nida con la fórmula.
7.1.2. De nición recursiva
Muchas veces nos será más cómodo de nir una sucesión de forma recursiva. En
lugar de tener una fórmula o mostrar varios términos, la de nimos en función de
algún término anterior. Por ejemplo:
an = 2n−1 de nición con la fórmula
an = 1, 2, 4, 8, 16... mostrando los cinco primeros términos
an = 2an−1 ; a1 = 1 de nición recursiva
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En la de nición recursiva estamos diciendo que cualquier término es el doble
del anterior. Por ejemplo a7 = 2a6 y a6 = 2a5 y así, de manera recursiva, llegamos
hasta el primer término. Nótese que hay que de nir este primer término aparte.
Por ejemplo, si miramos la sucesión bn = 3, 6, 12, 24, 48... , cada término es el doble del anterior. Sin embargo, no es la misma que an . ¾Qué cambia? El primer término,
en lugar de ser 1 es 3.
En algunos casos, utilizaremos más de un término anterior. Por ejemplo, en
la sucesión de Fibonacci, donde fn = fn−1 + fn−2 . En esta sucesión estamos
diciendo que cada término es igual a la suma de los dos términos anteriores. En
este caso deberemos de nir los dos primeros términos, ya que al hacer f3 nos indica que es igual a f1 + f2 y ya no podríamos seguir retrocediendo. Por lo tanto, hay
que de nir estos dos primeros términos: f1 = f2 = 1
7.2. Comparación entre una sucesión y una función
¾Cuáles son las diferencias más importantes al comparar una sucesión con una
función?
Veamos un ejemplo:
En la imagen, en la línea azul tenemos la función f (x) = x2 − 3, en puntos
2 rojos tenemos la sucesión an = n − 3. Viendo nuevamente el grá co pero, esta
vez, sin el grá co de la función:
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Vemos que la sucesión son puntos que estarían sobre la grá ca de la función
que es continua.
Otra forma de representar las sucesiones es en la misma recta de los reales, en
un solo eje, como vemos en la siguiente gura:
Es decir, en este eje horizontal, estamos representando los valores de la imagen,
indicando, arriba de cada punto, a qué término pertenece.
7.2.1. Límites aplicados a sucesiones
Como vimos en los grá cos, la representación de las sucesiones son puntos
aislados (aunque puedan acumularse en alguna zona). Por lo que no tendría sentido
hablar de cosas como límite en un punto, rectas tangentes, derivadas, etcétera. Es
decir, no podremos derivar una sucesión.
Nos va a interesar el límite de la sucesión cuando el valor de n sea muy grande.
¾A qué tiende esa sucesión?
Continuando con el mismo ejemplo de la sucesión anterior:
n2 − 3 = +∞
lim n→+∞
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En general podremos utilizar todo lo visto y aplicado en las funciones, con algunos
cuidados. Por ejemplo, si quisiéramos calcular este límite
2n + 3 lim n→+∞ n − 1
En donde tenemos una indeterminación de tipo in nito sobre in nito, podría-
mos sacar n factor común en el numerador y en el denominador y, luego de simpli-
car, indicar que el límite es 2. Sin embargo, si alguien quisiera aplicar L'Hopital
no podríamos. ¾Por qué?
Por lo comentado anteriormente, no podremos derivar algo que es discreto (son
puntos). Por supuesto que podríamos argumentar que la sucesión tendrá el mismo
comportamiento en el in nito que una función con la misma fórmula pero con
dominio en los reales (exceptuando alguno que anule el denominador). Es más, la
sucesión serán puntos que pertenecen a la función. Por lo tanto, podríamos armar
una función de esta forma:
2x + 3 f (x) = x−1 Y, luego, hacer: 2x + 3 L0 H 2 lim = lim = 2 n→+∞ x − 1 n→+∞ 1
De esta forma aplicamos L'Hopital, derivamos numerador y denominador y
concluimos que el límite de la función es 2, por lo que el límite de la sucesión será
el mismo valor. Por supuesto que el resultado es el mismo pero, conceptualmente,
no podemos derivar una sucesión ya que carece de sentido.
7.3. Algunas cuestiones más
Lo que nos faltaría agregar es que las sucesiones, como las funciones, podrían
no estar de nidas para ciertos valores de n. En el ejemplo anterior, la sucesión no
estaba de nida para n = 1. Por lo tanto podríamos decir que la sucesión comienza a partir del n = 2. También, a veces, nos interesará agregar el valor 0. Por lo tanto, el dominio
serán los naturales más el cero. Muchas veces, en este caso, el primer término se
indica como a0 en lugar de a1 .
Por otro lado, también podríamos tener sucesiones de nidas en forma partida,
como lo hacíamos con las funciones. Por ejemplo:
n + 1 si n ≤ 5 an = 3 n−5 si n ≥ 6
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Por supuesto que en el ejemplo anterior, la función que está en la primera línea no
nos interesará cuando veamos el límite al in nito.
