Corazon P-Rojas
Corazon P-Rojas
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T. 07
– 36 –
LA SAGRADA ESCRITURA ENCICLICA «DIVES IN MISERICORDIA»
PALABRA DE DIOS
«En ningún momento y en ningún periodo his-
tórico, especialmente en una época tan crítica
«Dios misericordioso y clemente, como la nuestra, la Iglesia puede olvidar la ora-
tardo a la cólera y rico en amor y fide- ción, que es un grito a la Misericordia de Dios ante
lidad, que mantiene su amor por mil las múltiples formas de mal que pesan sobre la
generaciones, que perdona la iniqui- humanidad y la amenazan. Cuanto más se aleja
dad, la rebeldía y el pecado...» (Exodo la humanidad de Dios y más pierde el sentido
34,5-7). del significado mismo de la palabra misericordia,
l tanto más la Iglesia tiene el derecho y el deber
de recurrir al Dios de la Misericordia con pode-
«Aunque fueran vuestros pecados rosos clamores» (Dives in Misericordia, 15).
como la grana, cual nieve blanquea- ll
rán. Aún cuando fueran rojos como el «La Iglesia profesa de manera particular la
carmesí, cual lana blanca quedarán» Misericordia de Dios y la venera dirigiéndose al
(lsaias 1,18).
Corazón de Cristo. En efecto, precisamente el
l acercarnos a Cristo en el misterio de su Corazón
nos permite detenernos en este punto de la reve-
«Por tu inmensa ternura borra mi lación del Amor misericordioso del Padre, que ha
delito. Lávame a fondo de mi culpa y constituido el núcleo central de la misión mesiáni-
purifícame de mi pecado. Rocíame
ca del Hijo del Hombre» (Dives in Misericordia, 13).
con hisopo y seré limpio, lávame y
ll
quedaré más blanco que la nieve»
(Salmo 51,3.4.9). La Misericordia es, ante todo, una propiedad
divina: «el supremo atributo de Dios» (S. Th. I, 21,4).
l
Para Juan Pablo II es «el atributo más estupendo
«No necesitan médico los sanos, del Creador y del Redentor» (Dives in Misericordia, 13),
sino los enfermos. Porque no he veni- aunque no en sí, sino por su relación con el hom-
do a llamar a justos, sino a pecado- bre. Por existir el pecado, Dios-Amor sólo
res» (Mateo, 9,10ss.). puede revelarse como Misericordia.
ll
l
«La Iglesia vive una vida auténtica, cuando
«Si vosotros perdonáis a los hom- profesa y proclama la Misericordia y cuando
bres sus ofensas, os perdonará tam- acerca a los hombres a las fuentes de la
bién a vosotros vuestro Padre celes- Misericordia del Salvador, de las que es deposi-
tial; pero si no perdonáis a los hom- taria y dispensadora. Y sobre todo la participación
bres, tampoco vuestro Padre perdo- consciente y madura en la Eucaristía y en el
nará vuestras ofensas» (Mateo, 6, 14s; y cf. Sacramento de la Penitencia» (Dives in Misericordia, 13).
las parábolas de Mateo 18,23-25 y Lucas 10,29-37).
–2– – 35 –
en Dios, como el matiz femenino de «rahamîm».
Por eso, su Corazón de Madre es el lugar ade-
cuado para comprender la Misericordia divina y
recibirla.
Toda la Iglesia invoca hoy esa Misericordia
divina, por María y con Ella:
* * *
En los albores del Nuevo Testamento, María
canta y proclama la Misericordia divina, que se
extiende «de generación en generación» (Lucas
1,50.54). La practica como la primera y mejor discí-
pula de Jesús. Como Madre y Asociada a la obra
de la Redención, participa de la Misericordia de su
hijo. La que estuvo al pie de la Cruz sabe muy
bien qué precio tiene.
– 30 – –7–
atributos divinos: eternidad, infinitud, omnipoten- 3.º NuESTRA RESPuESTA
cia, etc. Sin embargo, hay otros que no sospe-
charíamos si El mismo no los revelara. Uno de
ellos es la Misericordia. Las Religiones naturales
presentan dioses poderosos, justos, etc. ¡pero
nunca pacientes, mansos, humildes y misericor-
diosos! Por lo tanto, el único camino es partir de la
revelación que Dios hace de Sí mismo. Así evita-
mos el peligro de meras hipótesis o elucubracio-
nes humanas.
Ni Judas ni ningún condenado podrán nunca «en tierra desierta, en el rugiente caos del
reprochar a Dios no haber tenido con ellos sufi- desierto. Y le envuelve, le sustenta, le
ciente Misericordia. ha sido su orgullo y obstina- cuida como a la niña de sus ojos. Como
ción los que habrán rechazado la bondadosa y un águila incita a su nidada y revolotea
apremiante invitación de Dios a su amistad. Ese sobre sus polluelos, así El despliega sus
estado de rechazo queda como petrificado en el alas, le toma y lleva sobre su plumaje...»
momento de la muerte, sufriendo eternamente las (Deuterónomio 32,10s.).
consecuencias de no haber querido aceptar a
tiempo el perdón misericordioso de Dios. El calificativo de «misericordioso» es el que
más veces se atribuye a Dios en el Antiguo
En la tierra, el amor de Dios se revela como Testamento: más de 300 veces. En la Biblia
Misericordia. En el cumplimiento escatológico se hebrea este término contiene una enorme riqueza
revelará la Justicia para los que aquí rechacen su de matices de amor:
Misericordia; para los que se acojan a ella, se
revelará como Amor gozoso. A. MISERICORDIA ES PERDÓN.
Ante la cruz comprendemos cómo la El rey David había pecado gravemente (adul-
Misericordia prevalece sobre al Justicia. «La terio y homicidio), pero, ciego por la pasión, no lo
Misericordia está sobre el Juicio» (Santiago 2,13b). había reconocido. El profeta Natán se lo hace ver
La Justicia brota de la Misericordia y tiende a ella. y David llora su culpa (2 Sam 11-12). Probablemente
es en esta ocasión cuando escribe la maravillosa
Dios, al indicar la realidad de su Justicia pre- oración que es el Salmo 51. En él todo hombre
senta la «proporción» entre ésta y su Misericordia: sincero clama a Dios con David:
«castigo la iniquidad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que «Por tu inmensa ternura borra mi delito.
me odian, y tengo misericordia por mil genera- Lávame a fondo mi culpa y purifícame de
ciones con los que me aman» (Exodo 20,5s.). Este mi pecado. Rocíame con hisopo y seré
texto, que ha de interpretarse a la luz de Ezequiel limpio, lávame y quedaré más blanco que
18,20-32, muestra la Justicia divina, pero abre la nieve» (Salmo 51,3.4.9.).
una perspectiva mucho más amplia de su
Misericordia. Dios escucha toda oración, pero una humilde
y confiada súplica de perdón alcanza lo más sen-
La creación del universo es fruto del Amor de sible de su Misericordia y le mueve a responder.
Dios, no de su Justicia. Y de un Amor inmenso,
porque Dios podía haber creado al hombre en un «Aunque fueran vuestros pecados como
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la grana, cual nieve blanquearán. Aún de Dios, de la libertad humana y de la enorme
cuando fueran rojos como el carmesí, potencia destructora del pecado mortal, que ani-
cual lana blanca quedarán» (Isaias 1,18). quila todos los méritos adquiridos y hace que el
que lo comete sea merecedor de condena eterna:
Dios aparece como el gran perdonador. Antes
nos cansamos nosotros de pedir perdón que El de «Si el justo se aparta de su justicia y
concederlo (cf. Gn 18). Da la impresión de que dis- comete el mal, imitando todas las abomi-
fruta perdonando. Su perdón es infinitamente naciones que comete el malvado ¿acaso
mayor y más completo que el nuestro: cuando El vivirá? No, no quedará ya recuerdo de
perdona, no sólo olvida nuestra culpa, sino que la ninguna de las obras justas que había
borra, la hace desaparecer: practicado sino que, a causa de la infide-
lidad a la cual se ha entregado y del peca-
«Tú borras nuestras rebeldías» (Salmo 65,4). do que ha cometido, morirá» (Ezequiel 18,24).
«Has quitado la culpa de tu pueblo, has No es novedad original el que algunos, por
cubierto todos sus pecados» (Salmo 85,3). falta de Fe o visión sobrenatural, tengan dificultad
para comprenderlo, no logren armonizar la
Justicia con la Misericordia y se subleven ante la
B. MISERICORDIA ES FIDELIDAD.
realidad de un castigo eterno para quien muera en
Uno de los términos más usados en la Biblia pecado grave. Ya hace veintiséis siglos les res-
hebrea para designar la misericordia es «hésed». ponde Dios:
Podemos traducirlo como «fidelidad en el amor».
Entre dos hombres, «hésed» indica que ambos «vosotros me decís: «’’No es justo el pro-
son mutuamente bondadosos en virtud a la fideli- ceder del Señor’’. Escuchad, pues, Casa
dad de un compromiso. «hésed» se traduce tam- de Israel: ¿que no es justo mi proceder?
bién como «gracia» o «amor», basándose en ¿No es más bien vuestro proceder el que
dicha fidelidad. no es justo? Si el justo se aparta de su
justicia, comete el mal y muere, muere
Cuando en el Antiguo Testamento se emplea por causa del mal que ha cometido. Pero
este término referido a Dios es siempre en rela- si el malvado se convierte de todos los
ción a la Alianza que hizo con Israel como don gra- pecados que ha cometido, observa todos
tuito y benévolo. El se comprometía a guardarla mis preceptos y practica el derecho y la
por su bondad y fidelidad (hésed). Cuando Israel justicia, se le recordará más; vivirá a
rompe la Alianza, el mutuo compromiso entre Dios causa de la justicia que ha practicado».
e Israel, deja propiamente de obligar. Pero Dios no
rompe con su pueblo, sino que le sigue amando y Y Dios expone su deseo en la frase clave del
ayudando, porque su actuación bondadosa no pasaje:
depende tanto de la conducta de su pueblo, sino
que brota de la fidelidad a Sí mismo, de su propio «¿Acaso me complazco Yo en la muerte
amor inmutable: «No lo hago por vosotros, Casa del malvado, y no más bien, en que se
de Israel, sino por el honor de mi nombre» convierta de su conducta y viva?
(Ezequiel 36,22). Entonces, el «hésed» manifiesta su Convertíos y vivid». (Cf. Ezequiel 18 y 33,10-20).
aspecto más profundo: Dios actúa con bondad, no
por obligación jurídica externa, sino por su amor Tras nuestras caídas, Dios nos invita siempre
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minante. Su cuerpo roto y su Corazón traspasado fiel, más fuerte que la traición o el pecado. Esta
nos muestran un Amor más fuerte que la muerte, idea se refuerza en hebreo con el recurso fre-
y que no se detiene ante el sacrificio más extraor- cuente del binomio «hésed we emet»: gracia y
dinario. fidelidad (Exodo 34,6; Miqueas 7,20; etc.).
«Cuando nos damos cuenta de que el amor Cuando Israel (y cada uno de nosotros) ha
que Dios tiene por nosotros no se para ante nues- pecado, no tiene derecho a recurrir al «hésed» de
tro pecado, no se echa atrás ante nuestras ofen- Dios por justicia legal, pues ha roto el compromi-
sas, sino que se hace más solícito y generoso; so. Pero sí puede y debe confiar en obtener el
cuando somos conscientes de que este Amor ha perdón y la restauración de la gracia y Alianza,
llegado incluso a causar la Pasión y muerte del basándose en la Misericordia de Dios, que es
Verbo hecho carne, que ha aceptado redimirnos fidelidad inquebrante a su propia esencia de amor
pagando con su Sangre, entonces prorrumpimos y bondad. Israel lo canta en el himno pascual:
en un acto de reconocimiento: «Si, el Señor es
rico en misericordia», y decimos también: «El «¡Alabad a Yahveh todas las naciones,
Señor es Misericordia» (Reconciliación y celebradle todos los pueblos! Porque es
Penitencia, 22). fuerte su amor (hésed) hacia nosotros, la
fidelidad (emet) de Yahveh dura por siem-
Del Corazón abierto de Cristo «salió sangre y pre» (Salmo 117).
agua» (Juan 19,34). Al ver así cumplirse la profecía
de Zacarías «mirarán al que traspasaron»: (cf. Juan La revelación del amor fiel de Dios llegará a su
19,37), recordamos con San Juan que en esta plenitud al enviar a su propio hijo al mundo (Juan
misma profecía se anunciaba que Dios derrama- 3,16). Así lo profetiza e interpreta Zacarías en el
ría «un espíritu de gracia y de misericordia» «Benedictus», utilizando la palabra «misericor-
(Zacarias 12,10). Así, pues, el Corazón de Jesús queda dia» con el significado de «hésed»: «Haciendo
como fuente inagotable del torrente de la misericordia a nuestros padres,... recordando
Misericordia divina (cf. Juan 7,37-39; Apocalipsis 22,1ss.; su santa alianza y el juramento que juró a
Ezequiel 47,1-12). nuestro padre Abraham» (Lucas 1,72s.); este texto
tiene como transfondo Deuteronómio 7,9.12; Salmo 106,45;
uNA DIFICuLTAD etc.). También la Virgen lo utiliza con este sentido
en el «Magníficat»: (Lucas 1,50.54).
Pero, ¿cómo se relaciona la Justicia de Dios
con su Misericordia?
C. MISERICORDIA ES TERNuRA.
Evidentemente, Dios es justo, infinitamente
justo. Es una perfección que posee en plenitud. Si La palabra «misericordia», tanto en castellano
no, no sería Dios. No podemos olvidar el dato como en etimología latina, recalca la relación con
revelado y dogmático de la existencia de un pre- la miseria: piedad, perdón. Pero, gracias a Dios,
mio eterno para los que cumplen sus mandatos y su Misericordia no consiste sólo en perdonar.
de un infierno para los pecadores que rehusan el Sería descorazonador saber que a lo más que
arrepentimiento. Pretender negar o escamotear el podemos aspirar es a que no se tengan en cuen-
castigo con otras teorías, no explica mejor la ta los pecados, pasando la vida en una continua
Misericordia de Dios, sino que la diluye, y falsifica petición de perdón. Ser perdonados es poco para
su mismo ser, llamándole mentiroso al negar lo nosotros... y perdonar es poco para Dios. Una
que El ha revelado. Supondría desconocimiento madre no se limita a «perdonar» a su hijo por
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estar enfermo; todo lo contrario; le atiende más, vibrar con el débil (Lucas 16,19ss.). Le duele que no
aumenta su cariño, su cuidado, hasta que le pone reciban su amor: «Jerusalén, Jerusalén... ¡cuan-
más fuerte que antes. tas veces he querido reunir a tus hijos como
una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no
Existe en hebrero otro vocablo que expresa la habéis querido!» (Lucas 13,34).
misericordia: «rahamím». El sustantivo «réhem»
significa primariamente seno o regazo materno. De Dios, «rico en misericordia» (Efesios 2,4),
En virtud de la unidad biológica que liga a la brotó la creación, el perdón tras la caída, la conti-
madre con el niño en gestación, brota un instinto nua invitación a lo largo de los siglos:
para con él, de afecto y de ternura, que también «Convertíos y vivid». El que es «misericordio-
se llama «réhem», por su origen. Es evidente que so y Dios de todo consuelo» (2 Cor 1,3) se encar-
este amor no es por los méritos del niño, sino fruto na en Jesús, cuyo Corazón nos revela la intimidad
de una necesidad interior de la madre: una exi- perdonadora, tierna, sensible, cariñosa de Dios.
gencia del corazón. El Amor impulsa a Jesús a instruir el Sacramento
de la Penitencia, en el que nos lava con su
Así como el vocablo «hésed» recalcaba mati- Sangre; a quedarse con nosotros en la Eucaristía;
ces de responsabilidad a la fidelidad hacia sí a darnos a su Madre como Madre nuestra; a morir
mismo, que de alguna manera pueden conside- por nosotros en la cruz; a abrir su pecho con la
rarse caracteres masculinos, «rahamím» tiene un lanzada, mostrándonos a través del costado la
matiz semántico diferente: detona el amor de la riqueza infinita de su Corazón.
madre, delicadeza femenina.
«La Iglesia profesa de manera particular la
En las culturas contemporáneas al primitivo Misericordia de Dios y la venera dirigiéndose al
Israel se utilizaba también este vocablo. En Ugarit Corazón de Cristo. En efecto, precisamente el
se aplica a las mujeres; en el «Código de acercarnos a Cristo en el misterio de su Corazón
hammurabi» nunca se aplica al amor del padre o nos permite detenernos en este punto de la reve-
de los dioses, sino al amor de las diosas. lación del Amor misericordioso del Padre, que ha
construido el núcleo central de la misión mesiáni-
Por el contrario, Dios se revela en muchas ca del Hijo del Hombre» (Dives in Misericordia, 13)
ocasiones en el Antiguo Testamento como
«rahúm» (que tiene «réhem», entrañas materna- A un mundo cerrado y materialista, que no
les). La primera es cuando se define a sí mismo conoce la Misericordia de Dios, Jesús quiere mos-
ante Moisés como «Dios misericordioso» (Exodo trar su Corazón humano en toda su sensibilidad,
34,6s.). Para recalcar este aspecto se usa la endía- para que crean en su Amor, lo esperen todo de su
dis «el Señor es clemente y misericordioso» bondad y no duden nunca de su perdón. Su
(rahúm we henún), que abunda extraordinaria- Misericordia es inagotable para los pecadores;
mente en la Biblia (Salmo 86,15; 103,8; 111,4; 112,4; 116,5; para las almas tibias es fuego que abrasa; para
Jonas 4,2; Nehemias 9,17.31; Joel 2,13; etc.). los fervorosos es ímpetu de santidad.
«¡Crea en mí un corazón puro!» (Salmo 51,12). Llegada la «plenitud de los tiempos» (Gálatas
la Misericordia divina se encarna en Jesús. La
4,4),
Dios responde con una promesa, empeñando ternura infinita de Dios se manifiesta en su
su palabra: Corazón sensible. «La revelación del Amor y de la
Misericordia tiene en la historia del hombre una
«Os rociaré con un agua pura y quedaréis forma y un nombre: se llama Jesucristo» (Rh 9).
purificados: de todas vuestras manchas El es la encarnación y personificación de la deli-
y de todos vuestros ídolos os purificaré, cadeza, lealtad, nobleza, fidelidad, finura y cariño
y os daré un corazón nuevo; infundiré en de Dios. El mismo es, en cierto sentido, la
vosotros un espíritu nuevo; quitaré de Misericordia.
vuestra carne el corazón de piedra y os
daré un corazón de carne» (Ezequiel 36,25ss.; cf. PROGRAMA DE JESÚS
11,19).
Al comienzo de su vida pública, Jesús hace en
La promesa divina supera la petición humana. Nazaret una declaración programática de su
Da más de lo que se le pide. Dios no busca sólo misión, con el siguiente pasaje de Isaías:
reparar, establecer como antes: quiere una nueva
creación (lsaias 62), un hombre nuevo, una nueva «El Espíritu del Señor está sobre mí, por-
amistad de intimidad, una nueva santidad. que me ungió para evangelizar a los
pobres; me envió para predicar la libertad
Estas perspectivas se harán realidad en el a los cautivos; a los ciegos, la recupera-
Nuevo Testamento, cuando se dé un espíritu ción de la vista; para dar libertad a los
nuevo –el Espíritu Santo– y un nuevo corazón – el oprimidos y proclamar un año de gracia
Corazón de Jesús–, como comienzo de un nuevo del Señor» (Lucas 4,18s.; cf. Is 61,1-2).
mundo, de una nueva vida.
Poco más tarde, cuando los discípulos del
«Infundiré mi espíritu en vosotros y vivi- Bautista le preguntan, si El es el Mesías espera-
réis;... y sabréis que Yo, Yahveh, lo digo y lo do, les responde: «Id y contad a Juan lo que
hago» (Ezequiel 37,1-14). habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan limpios, los sor-
dos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a
* * * los pobres el Evangelio» (Lucas 7,19ss).
– 18 – – 19 –
Dios pone su infinito Poder y su infinita 2.º LA MISERICORDIA,
Sabiduría al servicio de su Misericordia. Son más
grandes las obras de la Misericordia divina que las
REvELADA EN JESÚS
de la creación del universo: «Sus misericordias,
por encima de todas sus obras» (Salmo 145,9).
«¡Crea en mí un corazón puro!» (Salmo 51,12). Llegada la «plenitud de los tiempos» (Gálatas
la Misericordia divina se encarna en Jesús. La
4,4),
Dios responde con una promesa, empeñando ternura infinita de Dios se manifiesta en su
su palabra: Corazón sensible. «La revelación del Amor y de la
Misericordia tiene en la historia del hombre una
«Os rociaré con un agua pura y quedaréis forma y un nombre: se llama Jesucristo» (Rh 9).
purificados: de todas vuestras manchas El es la encarnación y personificación de la deli-
y de todos vuestros ídolos os purificaré, cadeza, lealtad, nobleza, fidelidad, finura y cariño
y os daré un corazón nuevo; infundiré en de Dios. El mismo es, en cierto sentido, la
vosotros un espíritu nuevo; quitaré de Misericordia.
vuestra carne el corazón de piedra y os
daré un corazón de carne» (Ezequiel 36,25ss.; cf. PROGRAMA DE JESÚS
11,19).
Al comienzo de su vida pública, Jesús hace en
La promesa divina supera la petición humana. Nazaret una declaración programática de su
Da más de lo que se le pide. Dios no busca sólo misión, con el siguiente pasaje de Isaías:
reparar, establecer como antes: quiere una nueva
creación (lsaias 62), un hombre nuevo, una nueva «El Espíritu del Señor está sobre mí, por-
amistad de intimidad, una nueva santidad. que me ungió para evangelizar a los
pobres; me envió para predicar la libertad
Estas perspectivas se harán realidad en el a los cautivos; a los ciegos, la recupera-
Nuevo Testamento, cuando se dé un espíritu ción de la vista; para dar libertad a los
nuevo –el Espíritu Santo– y un nuevo corazón – el oprimidos y proclamar un año de gracia
Corazón de Jesús–, como comienzo de un nuevo del Señor» (Lucas 4,18s.; cf. Is 61,1-2).
mundo, de una nueva vida.
Poco más tarde, cuando los discípulos del
«Infundiré mi espíritu en vosotros y vivi- Bautista le preguntan, si El es el Mesías espera-
réis;... y sabréis que Yo, Yahveh, lo digo y lo do, les responde: «Id y contad a Juan lo que
hago» (Ezequiel 37,1-14). habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan limpios, los sor-
dos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a
* * * los pobres el Evangelio» (Lucas 7,19ss).
– 18 – – 19 –
Ambos episodios nos indican que en la con- El Salmo 103 es clara muestra:
ciencia de Jesús la prueba fundamental de su
misión mesiánica es hacer presente el Amor y la «Dios perdona todas las culpas, cura
Misericordia de Dios, especialmente con los todas las dolencias, rescata tu vida de la
pobres, enfermos, débiles y pecadores. fosa, te corona de amor y de ternura»
(hésed we rahamîm).
La confirma en otras ocasiones. En un ban-
quete los fariseos se escandalizan de que Jesús «Dios es clemente y compasivo (rahûm
trate con pecadores. El les explica la causa: «No we henûn), lento a la cólera y lleno de
necesitan médico los sanos, sino los enfer- amor (hésed). No nos trata según nues-
mos. Id a aprender qué significa aquello de tros pecados, ni nos paga conforme a
«misericordia (hésed) quiero, que no sacrifi- nuestras culpas».
cio» (Oseas 6,6). Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores» (Mateo 9,10ss.). «Como se alzan los cielos por encima de
la tierra, así de grande en su amor (hésed)
para quienes le temen. Cual la ternura
TEMA DE PREDICACIÓN: EL HIJO PRÓDIGO.
(réhem) de un padre para con sus hijos,
El núcleo de la predicación de Jesús es des- así de tierno (réhem) es Dios para quienes
cribir la Misericordia de Dios. Pone en ello todo su le temen».
cuidado y busca las imágenes más bellas.
La Misericordia es cumbre de la
En la parábola del hijo pródigo (Lucas 15,11.32), Omnipotencia de Dios. Dios muestra su infinito
esa perla literaria que ha sido llamada «la reina de poder precisamente en su ternura infinita, y
las parábolas», pone en contraste la actitud del haciendo las mejores maravillas con los peores
padre y la de sus dos hijos. Los dos hermanos tie- materiales. «Te compadeces de todos, porque
nen un corazón pequeño: el uno abandona su todo lo puedes, y disimulas los pecados de los
casa, hundiéndose en la deshonra y degradación hombres, para que se arrepientan. Amas a
personal; el otro trabaja en casa, pero sin amor. todos los seres, y nada de los que hiciste abo-
En ellos nos vemos reflejados todos: en el pri- rreces. Tú todo lo perdonas, porque todo es
mero, los pecadores; en el segundo, quienes se tuyo, Señor que amas la vida» (Sabiduria 11,23-26).
tienen por justos. Pero el verdadero protagonista Así lo proclama la Iglesia: «Oh, Dios, que mani-
de la parábola es el padre, que espera al hijo fiestas especialmente tu omnipotencia con el per-
menor, corre conmovido a su encuentro, le abra- dón y la misericordia...» (Oración del Domingo 26
za con ternura y le besa efusivamente, le perdona del año litúrgico).
y le devuelve su filiación perdida. Al hijo mayor le
invita a abrir su corazón al amor fraterno. Y a La misericordia es también cumbre de su infi-
ambos los reúne en torno a su mesa, en la alegría nita Sabiduría. Dios pone toda su ciencia e ima-
de la fiesta de la reconciliación, imagen del ban- ginación (¡adorable imaginación divina, siempre
quete eterno en el Amor de Dios. nueva!) en hacer nuevos planes, cada vez que
nosotros los rompemos una y otra vez con el
Al describir al padre, Jesús está describiendo pecado; en hacer nuevos santos, en actuar siem-
el Corazón misericordioso de Dios, que nos pre con nueva ternura y matices de amor nunca
busca, nos abraza con cariño y nos invita a la ter- repetidos.
nura de su intimidad de amor.
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ran, Yahveh me acogerá» (Salmo 27,10). ACTuACIÓN DE JESÚS
En la Encarnación se manifestará plenamente Los Evangelios nos describen cómo Jesús
esta Misericordia divina. Así lo interpreta busca incansablemente a los pecadores, enfer-
Zacarías: «...por las entrañas de misericordia mos, pequeños, pobres y débiles. Se hace el
de nuestro Dios nos visitará una luz de lo alto» encontradizo con la Samaritana para saciar su
(Lucas 1,78). En la expresión «entrañas de misericor- sed de agua viva (Juan 4). Se convida en casa de
dia» subyace el término hebrero «rahamím», con Zaqueo, porque «el Hijo del Hombre ha venido
el sentido de amor materno. a buscar y salvar lo que estaba perdido»
(Lucas19,1ss.). Tras las negaciones de Pedro, toda la
Esta Misericordia de Dios se hizo visible en Misericordia de su Corazón se expresa en sus
Jesús. Quienes le trataron la pudieron experimen- ojos: «miró a Pedro» (Lucas 22,61); ¡qué habría en
tar: «El Señor es compasivo y misericordioso» aquella mirada, que el apóstol rompe a llorar con
(polusplanjnós kai oiktírmos) (Santiago 5,11). Santiago lágrimas de arrepentimiento y amor!.
utiliza una palabra que ha compuesto él mismo,
de dos términos griegos (polús y splánjnos), y que El mismo Jesús que transformó el corazón de
literalmente significa que Dios tiene «muchas la Samaritana, de Zaqueo, de Pedro, hoy quiere
entrañas de madre», es decir, que la ternura divi- realizar similares conversiones. Murmura en cada
na, manifestada en Jesús, supera a la ternura de una de nuestras almas: «Dame tu corazón»
todas las madres de la tierra. (Proverbios 23,26): ¡Yo lo purificaré!, ¡Yo lo orientaré!,
¡Yo lo fortaleceré!».
D. MISERICORDIA ES EL MáxIMO ATRIBuTO DE DIOS.
El pecador arrepentido se encuentra a gusto
La Misericordia es, ante todo, una propiedad con Jesús. Este acoge y perdona a la adúltera
divina: «el supremo atributo de Dios» (Santo Tomás (Juan 8,2-11). Las lágrimas sinceras de la Magdalena
I,21,4). Para Juan Pablo II es «el atributo más estu-
estremecen su Corazón misericordioso, y no sólo
pendo del Creador y del Redentor» (Dives in la perdona, sino que la defiende en público (Lucas
Misericordia, 13) aunque no en sí, sino por su relación
7,36 ss.) y la transforma en santa. Ante la menor
con el hombre. Por existir el pecado, Dios-Amor muestra de arrepentimiento del buen ladrón, pare-
sólo puede revelarse como Misericordia, que es el ce que Jesús se precipita a perdonarlo: «Yo te
sello característico de Dios auténtico: «Porque aseguro que hoy estarás conmigo en el
soy Dios, no hombre» (Oseas 11,9). La Misericordia Paraíso» (Lucas 23,29ss.).
es la cumbre de su Amor.
En un gesto inimaginable, Jesús institucionali-
Toda la historia de la salvación es una cons- zó el perdón, dejándolo a la Iglesia perpetuamen-
tante revelación de la Misericordia de Dios. Es el te en el Sacramento de la paz, reconciliación, ale-
atributo divino más subrayado en el Antiguo gría, reencuentro, abrazo amistoso, regalo pas-
Testamento. Cuando los salmistas quieren cantar cual. En este signo expresivo de la Misericordia
las alabanzas más sublimes de Dios, entonan de Dios se pone, la Omnipotencia creadora, a las
himnos a su amor, ternura y misericordia. Es sig- órdenes de la Misericordia perdonadora: es como
nificativo el hecho de que al menos dos terceras el acto creador, pero a la inversa, borrando el
partes de los Salmos –oraciones inspiradas por pecado totalmente y aniquilando todo lo malo;
Dios– giren en torno a su misericordia. devuelve los méritos perdidos; vuelve a proyectar
un nuevo plan, una nueva creación mejor que la
– 16 – – 21 –
anterior, que hace exclamar a la Iglesia el Sábado Dios en el Antiguo Testamento con expresiones
Santo: «¡Feliz culpa!». aún más evocadoras y dulces; ternura, bondad,
cariño, fidelidad, delicadeza maternal. Todo esto
«Gracias al Amor y Misericordia de Dios, no queda comprendido en el vocablo «misericordia».
hay pecado por grande que sea que no pueda ser El Papa Juan Pablo I exclamaba: «Dios es Padre,
perdonado; no hay pecador que sea rechazado. pero, sobre todo, es Madre». Para quien logra
Toda persona que se arrepienta será recibida por comprenderlo y experimentarlo vivencialmente, la
Jesucristo con perdón y amor inmenso». (Juan Pablo Religión adquiere un matiz más íntimo y entraña-
II, 29-IX-1979). ble, y la vida espiritual se convierte en algo atra-
yente y cordial.
JESÚS TIENE uN CORAZÓN MISERICORDIOSO.
La Biblia expresa con imágenes delicadísimas
Dios se manifestó a Moisés como «clemente y cómo la ternura divina supera todo amor de la tie-
misericordioso». También Jesús revela su intimi- rra. El amor que Dios nos tiene a cada uno de
dad: «venid a Mí los que estáis fatigados y nosotros es mayor, e infinitamente más tierno, que
agobiados, y Yo os aliviaré. Yo soy manso y el de todos los padres y madres juntos. Aunque
humilde de corazón» (Mateo 11,28ss.). Se presenta éstos fallaran, el amor de Dios continuará:
como «el Buen Pastor» (Juan 10,11) que viene a
buscar la oveja perdida (Mateo 18,12-14), imagen deli- «¿Acaso olvida una mujer a su niño de
cada que refleja muy bien su persona y su obra. pecho, sin compadecerse del hijo de sus
entrañas (réhem)? Pues aunque ésas lle-
A modo de anécdota, uno de los primeros gasen a olvidar, Yo no te olvido» (Isaias
Padres subapostólicos narra un dato que indicaría 49,15).
la delicadeza de la Misericordia de Dios transpa- «¡Oh, Dios, qué precioso es tu amor
rentada en Cristo: un anochecer frío de Palestina, (hésed)! ¡Por eso los hombres se cobijan
al acostarse Jesús y los discípulos para dormir, a la sombra de tus alas! (Salmo 36,8).
alguno vio cómo se levantaba Jesús a media
noche, y pasaba junto a cada uno para atender a «Cual la ternura (réhem) de un padre para
los que se habían desarropado: «y los tapaba». con sus hijos, así de tierno (réhem) es
Dios para quienes le aman» (Salmo 103,13).
Los Evangelios nos describen un corazón sen-
sible, tierno, afectivo, accesible, sencillo, ante las «Cuando Israel era niño, Yo lo amé. Yo
muchedumbres que se olvidan de comer por oírle, enseñé a Efraim a caminar, tomándolo en
y que están «como ovejas sin pastor», se con- mis brazos. Con cuerdas humanas los
mueve, cura a sus enfermos y les da de comer atraía, con lazos de amor. Y era para ellos
multiplicando los panes y los peces (Mateo 14,14; 15,32; como quien alza a un niño contra su meji-
Mc 5,34). Al ver el dolor de la viuda de Naím por la lla, me inclinaba hacia él para darle de
muerte de su hijo único, se compadece y, sin que comer» (Oseas 11,1ss.).
nadie se lo pida, resucita al joven (Lucas 7,11ss.). En
la muerte de Lázaro, ante el dolor de las herma- «Se han conmovido mis entrañas (réhem)
nas de éste, Juan indica repetidamente que Jesús por él (Efraím); ternura hacia él no ha de
se conmueve, se emociona y llora (Juan 11,33.38). En faltarme» (Jeremias 31,20).
la parábola del rico egoísta y del pobre Lázaro
sentimos que la preferencia de Jesús le hace «Si mi padre y mi madre me abandona-
– 22 – – 15 –
estar enfermo; todo lo contrario; le atiende más, vibrar con el débil (Lucas 16,19ss.). Le duele que no
aumenta su cariño, su cuidado, hasta que le pone reciban su amor: «Jerusalén, Jerusalén... ¡cuan-
más fuerte que antes. tas veces he querido reunir a tus hijos como
una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no
Existe en hebrero otro vocablo que expresa la habéis querido!» (Lucas 13,34).
misericordia: «rahamím». El sustantivo «réhem»
significa primariamente seno o regazo materno. De Dios, «rico en misericordia» (Efesios 2,4),
En virtud de la unidad biológica que liga a la brotó la creación, el perdón tras la caída, la conti-
madre con el niño en gestación, brota un instinto nua invitación a lo largo de los siglos:
para con él, de afecto y de ternura, que también «Convertíos y vivid». El que es «misericordio-
se llama «réhem», por su origen. Es evidente que so y Dios de todo consuelo» (2 Cor 1,3) se encar-
este amor no es por los méritos del niño, sino fruto na en Jesús, cuyo Corazón nos revela la intimidad
de una necesidad interior de la madre: una exi- perdonadora, tierna, sensible, cariñosa de Dios.
gencia del corazón. El Amor impulsa a Jesús a instruir el Sacramento
de la Penitencia, en el que nos lava con su
Así como el vocablo «hésed» recalcaba mati- Sangre; a quedarse con nosotros en la Eucaristía;
ces de responsabilidad a la fidelidad hacia sí a darnos a su Madre como Madre nuestra; a morir
mismo, que de alguna manera pueden conside- por nosotros en la cruz; a abrir su pecho con la
rarse caracteres masculinos, «rahamím» tiene un lanzada, mostrándonos a través del costado la
matiz semántico diferente: detona el amor de la riqueza infinita de su Corazón.
madre, delicadeza femenina.
«La Iglesia profesa de manera particular la
En las culturas contemporáneas al primitivo Misericordia de Dios y la venera dirigiéndose al
Israel se utilizaba también este vocablo. En Ugarit Corazón de Cristo. En efecto, precisamente el
se aplica a las mujeres; en el «Código de acercarnos a Cristo en el misterio de su Corazón
hammurabi» nunca se aplica al amor del padre o nos permite detenernos en este punto de la reve-
de los dioses, sino al amor de las diosas. lación del Amor misericordioso del Padre, que ha
construido el núcleo central de la misión mesiáni-
Por el contrario, Dios se revela en muchas ca del Hijo del Hombre» (Dives in Misericordia, 13)
ocasiones en el Antiguo Testamento como
«rahúm» (que tiene «réhem», entrañas materna- A un mundo cerrado y materialista, que no
les). La primera es cuando se define a sí mismo conoce la Misericordia de Dios, Jesús quiere mos-
ante Moisés como «Dios misericordioso» (Exodo trar su Corazón humano en toda su sensibilidad,
34,6s.). Para recalcar este aspecto se usa la endía- para que crean en su Amor, lo esperen todo de su
dis «el Señor es clemente y misericordioso» bondad y no duden nunca de su perdón. Su
(rahúm we henún), que abunda extraordinaria- Misericordia es inagotable para los pecadores;
mente en la Biblia (Salmo 86,15; 103,8; 111,4; 112,4; 116,5; para las almas tibias es fuego que abrasa; para
Jonas 4,2; Nehemias 9,17.31; Joel 2,13; etc.). los fervorosos es ímpetu de santidad.
«Cuando nos damos cuenta de que el amor Cuando Israel (y cada uno de nosotros) ha
que Dios tiene por nosotros no se para ante nues- pecado, no tiene derecho a recurrir al «hésed» de
tro pecado, no se echa atrás ante nuestras ofen- Dios por justicia legal, pues ha roto el compromi-
sas, sino que se hace más solícito y generoso; so. Pero sí puede y debe confiar en obtener el
cuando somos conscientes de que este Amor ha perdón y la restauración de la gracia y Alianza,
llegado incluso a causar la Pasión y muerte del basándose en la Misericordia de Dios, que es
Verbo hecho carne, que ha aceptado redimirnos fidelidad inquebrante a su propia esencia de amor
pagando con su Sangre, entonces prorrumpimos y bondad. Israel lo canta en el himno pascual:
en un acto de reconocimiento: «Si, el Señor es
rico en misericordia», y decimos también: «El «¡Alabad a Yahveh todas las naciones,
Señor es Misericordia» (Reconciliación y celebradle todos los pueblos! Porque es
Penitencia, 22). fuerte su amor (hésed) hacia nosotros, la
fidelidad (emet) de Yahveh dura por siem-
Del Corazón abierto de Cristo «salió sangre y pre» (Salmo 117).
agua» (Juan 19,34). Al ver así cumplirse la profecía
de Zacarías «mirarán al que traspasaron»: (cf. Juan La revelación del amor fiel de Dios llegará a su
19,37), recordamos con San Juan que en esta plenitud al enviar a su propio hijo al mundo (Juan
misma profecía se anunciaba que Dios derrama- 3,16). Así lo profetiza e interpreta Zacarías en el
ría «un espíritu de gracia y de misericordia» «Benedictus», utilizando la palabra «misericor-
(Zacarias 12,10). Así, pues, el Corazón de Jesús queda dia» con el significado de «hésed»: «Haciendo
como fuente inagotable del torrente de la misericordia a nuestros padres,... recordando
Misericordia divina (cf. Juan 7,37-39; Apocalipsis 22,1ss.; su santa alianza y el juramento que juró a
Ezequiel 47,1-12). nuestro padre Abraham» (Lucas 1,72s.); este texto
tiene como transfondo Deuteronómio 7,9.12; Salmo 106,45;
uNA DIFICuLTAD etc.). También la Virgen lo utiliza con este sentido
en el «Magníficat»: (Lucas 1,50.54).
Pero, ¿cómo se relaciona la Justicia de Dios
con su Misericordia?
C. MISERICORDIA ES TERNuRA.
Evidentemente, Dios es justo, infinitamente
justo. Es una perfección que posee en plenitud. Si La palabra «misericordia», tanto en castellano
no, no sería Dios. No podemos olvidar el dato como en etimología latina, recalca la relación con
revelado y dogmático de la existencia de un pre- la miseria: piedad, perdón. Pero, gracias a Dios,
mio eterno para los que cumplen sus mandatos y su Misericordia no consiste sólo en perdonar.
de un infierno para los pecadores que rehusan el Sería descorazonador saber que a lo más que
arrepentimiento. Pretender negar o escamotear el podemos aspirar es a que no se tengan en cuen-
castigo con otras teorías, no explica mejor la ta los pecados, pasando la vida en una continua
Misericordia de Dios, sino que la diluye, y falsifica petición de perdón. Ser perdonados es poco para
su mismo ser, llamándole mentiroso al negar lo nosotros... y perdonar es poco para Dios. Una
que El ha revelado. Supondría desconocimiento madre no se limita a «perdonar» a su hijo por
– 24 – – 13 –
la grana, cual nieve blanquearán. Aún de Dios, de la libertad humana y de la enorme
cuando fueran rojos como el carmesí, potencia destructora del pecado mortal, que ani-
cual lana blanca quedarán» (Isaias 1,18). quila todos los méritos adquiridos y hace que el
que lo comete sea merecedor de condena eterna:
Dios aparece como el gran perdonador. Antes
nos cansamos nosotros de pedir perdón que El de «Si el justo se aparta de su justicia y
concederlo (cf. Gn 18). Da la impresión de que dis- comete el mal, imitando todas las abomi-
fruta perdonando. Su perdón es infinitamente naciones que comete el malvado ¿acaso
mayor y más completo que el nuestro: cuando El vivirá? No, no quedará ya recuerdo de
perdona, no sólo olvida nuestra culpa, sino que la ninguna de las obras justas que había
borra, la hace desaparecer: practicado sino que, a causa de la infide-
lidad a la cual se ha entregado y del peca-
«Tú borras nuestras rebeldías» (Salmo 65,4). do que ha cometido, morirá» (Ezequiel 18,24).
«Has quitado la culpa de tu pueblo, has No es novedad original el que algunos, por
cubierto todos sus pecados» (Salmo 85,3). falta de Fe o visión sobrenatural, tengan dificultad
para comprenderlo, no logren armonizar la
Justicia con la Misericordia y se subleven ante la
B. MISERICORDIA ES FIDELIDAD.
realidad de un castigo eterno para quien muera en
Uno de los términos más usados en la Biblia pecado grave. Ya hace veintiséis siglos les res-
hebrea para designar la misericordia es «hésed». ponde Dios:
Podemos traducirlo como «fidelidad en el amor».
Entre dos hombres, «hésed» indica que ambos «vosotros me decís: «’’No es justo el pro-
son mutuamente bondadosos en virtud a la fideli- ceder del Señor’’. Escuchad, pues, Casa
dad de un compromiso. «hésed» se traduce tam- de Israel: ¿que no es justo mi proceder?
bién como «gracia» o «amor», basándose en ¿No es más bien vuestro proceder el que
dicha fidelidad. no es justo? Si el justo se aparta de su
justicia, comete el mal y muere, muere
Cuando en el Antiguo Testamento se emplea por causa del mal que ha cometido. Pero
este término referido a Dios es siempre en rela- si el malvado se convierte de todos los
ción a la Alianza que hizo con Israel como don gra- pecados que ha cometido, observa todos
tuito y benévolo. El se comprometía a guardarla mis preceptos y practica el derecho y la
por su bondad y fidelidad (hésed). Cuando Israel justicia, se le recordará más; vivirá a
rompe la Alianza, el mutuo compromiso entre Dios causa de la justicia que ha practicado».
e Israel, deja propiamente de obligar. Pero Dios no
rompe con su pueblo, sino que le sigue amando y Y Dios expone su deseo en la frase clave del
ayudando, porque su actuación bondadosa no pasaje:
depende tanto de la conducta de su pueblo, sino
que brota de la fidelidad a Sí mismo, de su propio «¿Acaso me complazco Yo en la muerte
amor inmutable: «No lo hago por vosotros, Casa del malvado, y no más bien, en que se
de Israel, sino por el honor de mi nombre» convierta de su conducta y viva?
(Ezequiel 36,22). Entonces, el «hésed» manifiesta su Convertíos y vivid». (Cf. Ezequiel 18 y 33,10-20).
aspecto más profundo: Dios actúa con bondad, no
por obligación jurídica externa, sino por su amor Tras nuestras caídas, Dios nos invita siempre
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a la conversión y el arrepentimiento. A Pedro, tras se olvidará de la alianza» (Deuteronómio 4,31).
la negación, le invita con la mirada. El se arre-
piente y hoy es santo. Judas huye de la mirada Poco antes de morir, ya ante la Tierra
misericordiosa de Jesús; de otro modo, no se Prometida, Moisés reúne al pueblo y entona un
hubiera desesperado, y hoy sería San Judas. himno a la Misericordia divina. Destacan las notas
Cuando el culpable se obstina en rechazar la vibrantes y acentos líricos, algunos de los cuales
llamada al arrepentimiento, no es la Misericordia utilizaría posteriormente Jesús (Mateo 23,37). Moisés
la que se retira de él, sino él de la Misericordia. describe cómo Dios encuentra a su pueblo:
Ni Judas ni ningún condenado podrán nunca «en tierra desierta, en el rugiente caos del
reprochar a Dios no haber tenido con ellos sufi- desierto. Y le envuelve, le sustenta, le
ciente Misericordia. ha sido su orgullo y obstina- cuida como a la niña de sus ojos. Como
ción los que habrán rechazado la bondadosa y un águila incita a su nidada y revolotea
apremiante invitación de Dios a su amistad. Ese sobre sus polluelos, así El despliega sus
estado de rechazo queda como petrificado en el alas, le toma y lleva sobre su plumaje...»
momento de la muerte, sufriendo eternamente las (Deuterónomio 32,10s.).
consecuencias de no haber querido aceptar a
tiempo el perdón misericordioso de Dios. El calificativo de «misericordioso» es el que
más veces se atribuye a Dios en el Antiguo
En la tierra, el amor de Dios se revela como Testamento: más de 300 veces. En la Biblia
Misericordia. En el cumplimiento escatológico se hebrea este término contiene una enorme riqueza
revelará la Justicia para los que aquí rechacen su de matices de amor:
Misericordia; para los que se acojan a ella, se
revelará como Amor gozoso. A. MISERICORDIA ES PERDÓN.
Ante la cruz comprendemos cómo la El rey David había pecado gravemente (adul-
Misericordia prevalece sobre al Justicia. «La terio y homicidio), pero, ciego por la pasión, no lo
Misericordia está sobre el Juicio» (Santiago 2,13b). había reconocido. El profeta Natán se lo hace ver
La Justicia brota de la Misericordia y tiende a ella. y David llora su culpa (2 Sam 11-12). Probablemente
es en esta ocasión cuando escribe la maravillosa
Dios, al indicar la realidad de su Justicia pre- oración que es el Salmo 51. En él todo hombre
senta la «proporción» entre ésta y su Misericordia: sincero clama a Dios con David:
«castigo la iniquidad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que «Por tu inmensa ternura borra mi delito.
me odian, y tengo misericordia por mil genera- Lávame a fondo mi culpa y purifícame de
ciones con los que me aman» (Exodo 20,5s.). Este mi pecado. Rocíame con hisopo y seré
texto, que ha de interpretarse a la luz de Ezequiel limpio, lávame y quedaré más blanco que
18,20-32, muestra la Justicia divina, pero abre la nieve» (Salmo 51,3.4.9.).
una perspectiva mucho más amplia de su
Misericordia. Dios escucha toda oración, pero una humilde
y confiada súplica de perdón alcanza lo más sen-
La creación del universo es fruto del Amor de sible de su Misericordia y le mueve a responder.
Dios, no de su Justicia. Y de un Amor inmenso,
porque Dios podía haber creado al hombre en un «Aunque fueran vuestros pecados como
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El nacimiento del Pueblo de Israel suele nivel pluralmente natural, con un alma espiritual e
situarse en la liberación de la esclavitud en inmortal, pero sin la vida de la Gracia. Su Amor es
Egipto, paso del Mar Rojo y peregrinación hacia la el que le hace darnos la gracia santificante, que
Tierra Prometida. Es un tiempo de continua mani- es participación de su misma vida divina, principio
festación de la Misericordia divina, incesantemen- de adopción filial en Cristo y de todos los méritos
te contrastada con la rebelde obstinación de los sobrenaturales. Todo esto es fruto de su Amor
israelitas. Esos cuarenta años pueden resumirse gratuito, de su Misericordia, no de su Justicia,
en una frase del himno que cantan tras atravesar pues nosotros no habíamos merecido nada.
el Mar Rojo: «En tu Misericordia te has hecho
guía del pueblo que has liberado, y con tu Ateniéndose meramente a la Justicia, tras el
poder lo has conducido a tu santa morada» pecado original nos hubiera dejado en ese esta-
(Exodo 15,13). do, con todas sus consecuencias, pero su
Misericordia le impulsa a perdonarnos, y sobrea-
hay un pasaje que considero importantísimo bundantemente.
en la Revelación, y quiero destacarlo. Moisés pide
ver a Dios. Este le responde: «Yo haré pasar ¿Cómo conciliarlo con la reparación exigida
ante tu vista toda mi bondad, y pronunciaré por su Justicia? Su infinita Sabiduría, movida por
delante de ti el nombre de Yahveh (es decir: un amor también infinito, encuentra la solución:
me mostraré a ti)» (Exodo 33,18s.). El dato que quie- nos da a su propio hijo para reparar nuestro peca-
ro resaltar consiste en que es Dios mismo quien do. De esta forma, «en la Pasión y muerte de
se va a definir revelando su propia intimidad. Dios Cristo se expresa la Justicia absoluta, porque
exclama, pasando ante Moisés: Cristo sufre la Pasión y la cruz a causa de los
pecados de la humanidad» (Dives in Misericordia, 7). Y
«Yahveh es Yahveh, Dios misericordioso como Jesús es Dios, hay incluso una «’’sobrea-
y clemente, tardo a la cólera y rico en bundancia’’ de la Justicia, ya que los pecados del
amor y fidelidad, que mantiene su amor hombre son ’’compensados’’ por el sacrificio del
por mil generaciones, que perdona la ini- Hombre-Dios. Pero tal justicia, que es propiamen-
quidad, la rebeldía y el pecado...» (Exodo te justicia ’’a medida de Dios’’, nace toda ella del
34,5-7). Amor, y se completa en el Amor, generando frutos
de Salvación» (ibídem).
Es el mismo Señor quien se manifiesta solem-
nemente a Moisés como Dios de ternura, gracia y De esta manera, el Misterio Pascual, que es
misericordia, haciendo así su autorretrato (cf. Dives in fruto de la Justicia, pero sobre todo la Misericordia
Misericordia, 4). Otra concepción diferente (Dios del de Dios, no solamente hace «justicia del pecado,
temor) difiere de la realidad revelada. sino que restituye al amor su fuerza creadora en
el interior del hombre, gracias a la cual tiene acce-
Nos interesa mucho el testimonio de Moisés, so de nuevo a la plenitud de vida y santidad» (ibí-
el predilecto de Dios, el que hablaba con Dios dem). La justicia no restablece la dignidad humana;
cara a cara «como un hombre amigo» (Exodo 33.11) sólo el Amor misericordioso puede restituir al
y gozó de la intimidad divina (cf. Números 12,6-8; hombre a sí mismo.
Deuteronómio 34,10; Eclo 45,1-5):
La última palabra de la Misericordia no la dice
«Yahveh, tu Dios, es un Dios misericordio- la Cruz, sino la Resurrección. Es el triunfo del
so: no te abandonará ni te destruirá, y no Amor, vencedor sobre todas las fuerzas del mal,
– 10 – – 27 –
del pecado y de la muerte. La grandeza de la 1.º LA MISERICORDIA,
Redención, don del Amor de Dios, excede a la EN EL ANTIGuO TESTAMENTO
magnitud del mal como los cielos se elevan sobre
la tierra, porque el Amor misericordioso de Dios
prevalece sobre todo mal. Si la fuerza del pecado
es grande, mayor es la de la gracia conseguida
por Cristo (cf. Romanos 5,15-21).
– 30 – –7–
precio a los derechos más fundamentales de la mismo Dios.
persona, como la libertad y la vida (con ese terro-
rismo legalizado llamado aborto); discriminación Pero hay más. Como Jesús expuso el progra-
racial, cultural, religiosa; violencia; tortura; campos ma de su misión mesiánica al comienzo de su
de concentración; persecución religiosa (abierta y vida pública, basándolo en la misericordia con los
encubierta); inmoralidad en revistas, espectácu- enfermos, pobres, débiles y pecadores, El pre-
los, televisión, costumbres; lavado colectivo de senta como programa para todo cristiano el ejer-
cerebro a través de los medios de comunicación cicio de la misericordia para con el prójimo. No es
social hábilmente manipulados; drogadicción en un consejo o virtud «recomendada»; es necesaria
aumento; ruptura familiar; contraste escalofriante para salvarse. Al final de nuestra vida, en la esce-
entre zonas ricas y zonas pobres; carrera de na definitiva dará sentido a nuestra existencia, se
armamentos, con la consiguiente amenaza de nos examinará sobre la misericordia. Quien no la
destrucción. Psicológicamente, el avance técnico haya practicado no alcanzará la Misericordia divi-
produce vacío, tedio, angustia, desilusión y falta na en el día del Juicio (Mateo 25,31-46).
de ideales. En el nivel religioso se constata un pro-
gresivo enfriamiento, disminución en el cumpli- Llama la atención cómo insiste Jesús en el
miento con Dios, alarmante alejamiento de la Evangelio en que tratemos a los demás con mise-
juventud, mediocridad y cobarde prudencia en ricordia, porque Dios nos tratará como nosotros lo
quienes deberían ser líderes. hayamos hecho con los demas. «No juzguéis y
no seréis juzgados; no condenéis y no seréis
Cuando el hombre actual contempla este condenados; perdonad y seréis perdonados...
panorama, o cuando entra en sí mismo y com- Porque con la medida con que midáis se os
prueba su vacío interior, sus pecados, su miseria, medirá a vosotros» (Lucas 6,37s.). «Bienaventura-
tiene peligro de pasar de una engreída autosufi- dos los misericordiosos, porque ellos alcanza-
ciencia a un estado depresivo y sin salida. A este rán misericordia» (Mateo 5,7). «Perdónanos nues-
hombre le urge conocer la infinita Misericordia de tras deudas así como nosotros perdonamos a
Dios, que no nos trata como merecen nuestros nuestros deudores» (Mateo 6,12).
pecados, sino según su Amor.
¿Nos damos cuenta de lo que pedimos a Dios
La raíz de tanto desorden está en el corazón en el Padre nuestro? Si no perdonamos abierta y
humano, desequilibrado por el pecado (cf. GS 10). sinceramente, ¡le pedimos a Dios que no nos per-
Por eso el Papa Juan Pablo II dedicó su apre- done! «Que si vosotros perdonáis a los hom-
miante Exhortación «Reconciliación y Penitencia» bres sus ofensas, os perdonará también a
(2 de diciembre de 1984) a proponer la conversión vosotros vuestro Padre celestial; pero si no
como la única solución para «un mundo en peda- perdonáis a los hombres, tampoco vuestro
zos». Padre perdonará vuestras ofensas» (Mateo 6,14s.; y
cf. las parábolas de Mateo 18,23-25 y Lucas 10,29-37).
Claramente lo dijo en Zaragoza: «No caigáis
en el error de pensar que se puede cambiar la En síntesis, nuestra misericordia debe ser
sociedad cambiando sólo las estructuras externas prioritaria, universal, constante, dinámica, sacrifi-
o buscando en primer lugar la satisfacción de las cada y teologal. Conviene examinar frecuente-
necesidades materiales. Hay que empezar por mente cómo cumplimos las catorce «obras de
cambiarse a sí mismo, convirtiendo de verdad misericordia». Nos tiene cuenta especializarnos
nuestros corazones al Dios vivo, renovándose en ella, para que Dios la tenga con nosotros... Se
–6– – 31 –
trata de tener un corazón como el de Jesús,
bueno, grande, abierto, manso, humilde, tierno,
CORAZÓN MISERICORDIOSO
delicado, sencillo, cariñoso y fiel. Esta es la esen-
cia del Cristianismo.
Angel M.ª Rojas, S. J.
C) CONFIAR EN LA MISERICORDIA DIvINA.
* * *
En los albores del Nuevo Testamento, María
canta y proclama la Misericordia divina, que se
extiende «de generación en generación» (Lucas
1,50.54). La practica como la primera y mejor discí-
pula de Jesús. Como Madre y Asociada a la obra
de la Redención, participa de la Misericordia de su
hijo. La que estuvo al pie de la Cruz sabe muy
bien qué precio tiene.
–2– – 35 –
PALABRAS DE JUAN PABLO II Corazón Misericordioso
Tras el atentado del 13 de mayo de 1981, en
el Santuario del Amor Misericordioso, de
Angel M.ª Rojas, S. J.
Collevallenza, dijo: «Desde el comienzo de mi
pontificado he considerado este mensaje –de la
Misericordia de Dios– como mi cometido espe-
cial. La Providencia me lo ha asignado» (22-11-1981).
«Gracias al Amor y Misericordia de Dios,
no hay pecado por grande que sea que no
pueda ser perdonado; no hay pecador que sea
rechazado. Toda persona que se arrepienta
será recibida por Jesucristo con perdón y
amor inmenso» (29-9-1979).
Al beatificar a Sor Faustina Kowalska, dijo:
«Te saludo Sor Faustina, fuiste elegida por Cristo
para recordar a los hombres el gran misterio de
la Misericordia Divina!. En verdad, es maravillo-
so el modo cómo la devoción a Jesús miseri-
cordioso progresa en el mundo contemporá-
neo y conquista tantos corazones» (18-4-1993).
Al canonizar a la Beata Faustina dijo: «Con
esta canonización quiero transmitir al nuevo
milenio y a todos los hombres el mensaje de que
aprendan a conocer cada vez mejor el verdade-
ro rostro de Dios y el verdadero rostro de los her-
manos. En efecto el amor a Dios y el amor a
los hermanos son inseparables» (30-4-2000).
* * *
Con Licencia Eclesiástica
Depósito Legal: BU - 243 - 1999
* * *
PEDIDOS Y DONATIVOS VOLUNTARIOS PARA GASTOS
(imprenta, correos, etc.) DIRIGIRSE A:
– Religiosas Salesas - Barrantes, 4 - Tf. 947 20 13 35 - 09003 Burgos (España).
– Monasterio de la Visitación - Calle 74, nº11-56 Tel. 2 49 43 83 - Bogotá D.C (Colombia)
– Monasterio de la Visitación- Calle 60 A Sur,nº 87-77.Tel.7 75 00 68 Bogotá D.C.(Colombia)
– Monasterio de la Visitación - Marinilla- Departamento de Antioquía (Colombia).
– Monasterio de la Visitación - Carrera 32 No. 16 B-57 - Pasto (Colombia)
– Monasterio de la Visitación - huérfanos, 2341 Santiago (Chile) «JESÚS, CONFÍO EN TI»
– Monasterio de la Visitación - Apartado 912 - Ctra. Central, Km 18 - Bernardo Balaguer,
s/n, Lima 100 (Perú) ICONO ORIENTAL
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