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Rolla 1954 FolkloreRitosYCostumbresDelPuebloGuarani

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..

EDITORIAL POSEIDON
,
E TODOS LOS PUEBLOS AMERICANOS,
·.
D acaso el más interesante es el gua-
raní, que -aparte de los america-
nistas a quienes preocupa la cultura au-
t


tóctona del Nuevo M undcr- es descono- ..
cido del gran público, que sabe de los
incas, los aztecas y los chibchas e inclu-
so posee ideas correctas de su civilización,
pero, en general, ignora lo que se refiere
a los guaraníes.
Y, sin embargo, estos nativos de Amé-
rica tienen U.l"-a tradición· digna de ser es-
tudiada porque de ella arranca la cultu-
ra de quienes habitaron la amplia área
comprendida entre el mar Caribe y el río
de la Plata, ocupando la cuenca del Ama- FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES
zonas y las márgenes del Paraná, Para-
guay y Uruguay, en cuyas riberas levan- DEL PUEBLO GUARANt
tó ciudades que eran verdaderas fortale-
zas integradas por cuarenta o cincueñta
familias, con vida política independiente,
sin nexo con ningún poder central pre-
sididas por un jefe elegido en asamblea,
en la que tenían voto tanto los hombres
como las mujeres.
El idioma guaraní -que todavía ha-
blan los campesinos paraguayos y los ar-
gentinos de la provincia de Corrientes-
es de una riqueza asombrosa, apta para
expresar los más sutiles matices de pen-
samiento; la agricultura, algunas de cu-
yas prácticas subsisten todavía; la far-
macopea, que la Ciencia actual reconoce ..
y acepta; las industrias y las artes, espe-
cialmente la alfarería, la cerámica, el hi-
lado y el tejido, y hasta la cosmogonía,
cuyo simbolismo se presta a profundas re-
flexiones, son otros tantos temas admira-
blemente tratados en este ensayo, cuyo
autor, el notable escritor argentino José
Cruz Rolla, vivió su infancia y su moce-
dad en contacto directo con los guaraníes.
Nadie, por tanto, más autorizado que
él para transmitir a los lectores de la
BIBLIOTECA DE BREVES ESTUDIOS la emo-
ción de sus recuerdos decantados por el
tiempo, y para escribir el fruto de sus
investigaciones sobre la civilización, los
ritos, los usos y costumbres del pueblo
guaraní, sin olvidar tampoco la fauna y
la flora que enriquecieron con nuevas
especies la Zoología y la Botánica de la
vieja Europa.

EDITORIAL POSEIDON
Perú 9 7 3 Bueno• Airea
Biblioteca Digital Curt Nimuendajú - Coleção Nicolai ..
www.etnolinguistica.org
\ 1

José Cruz Rolla


. FOLKLORE, RITOS -y
COSTUMBRES . DEL,.
.. ..
.
•. ' i
J· PUEB .1 ARANI

t ••

' '

Biblioteca
de
Estudios Breves

\
Editorial Poseidon Buenos Aires
• •

'

Adquiridos los de?"echos exclusivos para la edición en ...


castellano. Queda hecho el depósito que previene la
ley argentina N'I 11.123. Copyright 1954 bl/ Editorial
Poseidon., S.RL., Perú 973, Buenos Aires, Rep. Argentina.

IMPRESO EN LA REPUBLICA ARGENTINA

ADVERTENCIA
,.

En la escritura de las palabras guaraníes hemos


, empleado la siguiente ortografía:
I) La i final de sílaba y palabra tiene la fo-
nación gutural como en: i, agua; iví, tierra;
. .,
1v1t1, montana.
-
2) En todos los casos empleamos la v labiodeqtal,
y la b labial solamente en la combinación
de mb.
3) La s substituye en todos los casos a la z.
4) La k reemplaza a la e y a la q.
5) La letra b, en todos los casos tiene sonido as-
pirado.
6) La r, al principio o en medio de palabra, suena
siempre suave como ere.

Se terminó de imprimir este libro el día 15 de octubre de 1954 en


los Teneres Gráficos J. Hays Bell, Campichuelo 553, Buenos Aires.

'
,

...
A MANERA DE PRóLOGO

I INFA.NCIA, más pobre que traviesa, por montes de


M arasá y de espinillos, por lagunas y riberas, por baña-
dos, tajamares y esteros; en las luminosas tardes de la prima-
vera, en las templadas del otoño, o en las tibias mañanas del
invierno, se saturó de sol, fragancia y viento; se empapó en
los rocíos mañaneros; se envolvió en los tules crepusculares;
se emponchó con las ·sombras de la noche y, en largas horas
de ensueños, con anzuelos, mojarreros y espineles, sentado en
una piedra junto a la orilla del río, mirando las aguas del
Paraná rumoroso, boga que boga, bogando se. fueron mis
quince años del cuarto grado aplazad;0.
Con mis· enmarañados cabellos al viento, vagando por las
riberas, esteros, lagunas, arroyos y entre pajonales de kapií-
kisé; descalzo, hundiendo los pi~s en la' crujiente arena de la
playa <> trepando los coposos ivapoi, en procura de sus frutos
llamados "coquito de San fuan"; en las tardes soledosas que
mis recuerdos añoran, aprendí a descifrar el monocorde cantar
de la chicharra, campana ant-1nciadora de calores fuertes; el mo-
nótono croar del kururú, grave rezongo que emerge de la char-
ca pidiendo agua; la risa burlona del aguará, el murmullo del
kapií. notas de cristal que se quiebran con el roce de la brisa;
el lenguafe de los iguapé, mecidos por las aguas; y también a '
interpretar el significado de las "hechurías" del kuarasí-yara
con su largo látigo de vidrio, como asimismo el encantador
silbo del yasi-yateré, enano misterioso, con gran sombrero unas
veces, y otras hermosa doncella cuyos encantos pierden a los
hombres que se atreven a perseguirl,a.

\
,
8 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES A MANERA DE PROLOGO
9
Con la gomera de horqueta de naranjo y los balines de misas. siete que las espinas dibujan en mis andanzas mon-
tuyutÍ metidos en una bolsita de lona que llevaba en bande- tunas, fueron quedando mis veinte años, hermanados con mis
rola, deambl4lé de una isleta en otra; de un takural a un primeros madrigales simples y sencillos, como el agreste per-
palmar; de un guayabal a un naranjal y, cautivo de los mis- fume de margaritas y lirios; y en los montes y paisajes se
terios del monte, en su espesura escuché el chistido inespe- perdieron para siempre, cándidos y conmovidos, mis ensueños,
rado del suindá, el grito agudo del karayá, los mugidos sordos mis esperanzas y mis anhelos de mozo campariño.
del yakaré, la parlera algazara de las cotorras, el grito destem- Como en mi mocedad, hoy, al recordar a mi pago, con sus-
plado de los pilinchos, el alerta de los cbajá, el alboroto de piros de querer y no querer, sigo sin saber qué es lo que
los teteu, y allá, en Ja coronita de. un arrogante kurupikai, los quiero, mientras la añoranza me trae un mensaje de remotos
cantares entremezclados del cardenal y el aviá. horizontes, Es esa inquietud espiritual lo que ha movido la
En las mañanas radiosas, con los primeros albores, junté publicación de estas deshilvanadas páginas.
en mis brazos las "bochas" húmedas del blanco mandiyú . y !. · C. R.
las doradas espigas del avatí. Entre rezongos, gritos y silbido's

fuí en busca del caballo "baldero"; ·campeé al remolón pe-
tizo de los mandados,· arrimé las lecheras al corral,· aparté la
tcrnerada . ... Bajo el tinglado de paja, tocada la cabeza con
un gran pañuelo blanco, está mi madre, ordeñando diligente
y afanosa.
En las riberas y los montes, en las lagunas y las cañadas
de mi pueblito natal quedaron escondidas mis anhelosas es-
peranzas de muchacho campiriño y, como arrastradas por los
vientos, se perdieron en los pajonales, con suspiros de querer
y no querer, sin saber lo que quería.
Mi mocedad, prisionera del paisaje, vagó entre yuyales, .
ahuyentando los apereá, despertando los tet,u-teros, sorpren-
diendo a las iguanas, persig11iendo a •los teyú, alborotando las
kava-ch11i. Anduvo y desanduvo por las barrancas del viejo
Paraná y por l"1s hondas lagunas poblada\ de yakaré, suirirí,
pollonas, karau y tuyuyú.
:Andando de chacra en chacra· gusté las rojas sandías y, en
las orillas de los arroyos, los dulces ñangapirí, los negros
guapurú, los sabrosos mbokayá, y las carnosas tunas, q11e tanto
apreciaba mi madre. Y andando de chacra en chacra, de ran-
cho en rancho, por la naturaleza agreste de mi pueblo, fuí
recogiendo las notas que forman estas páginas.
Y en riberas y lagunas, en esteros y bañados. en chacras y
montes, en los corredores del rancho donde cosía mi madre
los "sietes" de mis bombachas cortonas y de mis raídas ca-

<
, ..
I

EL FOLKLORE GUARAN!

,TA voz folklore, vocablo inglés, significa saber o ciencia


.l...J
del pueblo (folk , pueblo~ y lore, ciencia, saber). Actual-
tnente esa palabra ha tomado carta de naturaleza universal,
no obstante haberse propuesto substituirla por otros sinónimos, ~ ~
tales como: volskunde, demología, volskleher, demopsicología, f<..._,.,
volkerpsychología, demopedia, demosofía y demítica. Estos sinó-
nimos no se vulgarizaron, pero lo cierto es que la ciencia folkló-
' rica trata del saber popular, manifestado mediante la expresión
de tres fundamentales elementos diferenciados: las costumbres,
los ritos y las creencias, que en conjunto forma_n la tradición.
Por definición y contenido substancial, el folklore trata
Única y exclusivamente de la vida popul~r, por lo cual recoge
y estudia las manifestaciones colectivas y anónimas transmi-
tidas por intermedio de la leyenda, el cuento, el dicho, el
refrán, el canto, la copla, etc., fuentes todas donde, como en
manantial inagotable, el pueblo abreva la sed de sµ inven-
tiva o afina la ' propensión al comentario de hechos o aconte-
cimientos casi siempre desfigurados, aunque con algo o mucho
de verdad, para luego hacerlos rodar por los caminos de la
vida, pasando de boca en boca, hasta adquirir prosapia ve-
tusta, que se repite de generación en generación, se cuenta
o se relata como visto, escuchado o sucedido, dándole el
carácter de costumbre, rito o creencia.
Según opinión generalizada,, el folklore que sólo se ocupa
de la vida popular puede definirse como el estudio de lo que
..
12 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES

piensa, siente y hace el pueblo, y en ningún caso debe con-


1J ,
f~n~irse con lo que él sabe; tampoco interesan para esta dis-
c1phna las obras firmadas e individualizadas.
La misión del folklore en nuestro medio, y lo mismo en
todo el m~ndo,. consiste en demostrar que la hasta hace poco
menospreciada literatura popular no es solamente una actividad
útil, sino también necesaria, pues conserva nuestra estructura
social, por cuanto determina una íntima relación con otras
activi~a~es que co~~igura~ ,nuestra fisonomía ~acional_; por eso
CAPÍTULO 11
la actividad folklonca dejo de ser una manifestacion mera-
mente artística y caprichosa, una distracción de estudiosos,
para convertirse en una ciencia, capaz de revelar un pasado LA CIVILIZACióN GUARAN1
oculto por el polvo de los siglos, pues al actualizar esas
voces y hechos lejanos encontramos que poseen un acento,
una fuerza y una virtud que dan realidad a nuestro presente.
AL REFERIRNOS a los maravillosos panoramas de la civiliza-
_t\_ ción guaraní tomamos la denominación genérica de gua-
El folklore es una especie de inventario de lo que resta en la
raní en función de unidad superior, y no haremos nada más
actualidad de I~ vida de tiempos ya idos, y comprende no
que complementar, particularizando, investigaciones realiza-
solamente la vida mental de un pueblo, sino también sus
das por inteligentes guaranistas y versados americanistas en
art:S y oficios. Alguien ha afirmado, con mucho acierto, que
los campos de la ciencia, las artes y la literatura de esa raza.
es incontestable que una colección de cuentos, canciones, mú-
Al dar a la publicidad estos datos, creemos prestar con
sica, refranes, adivinanzas, etc., vale tanto como una vitrina
ello alg{m servicio a los americanistas que han vuelto las
con objetos de la edad del reno, y que, más cercana a nos-
espaldas a la cultura europea y trabajan ahora en favor de la
otros, esa producción más viva, más alada, contiene en mayor
cultura autóctona americana, jerarquizándola en la medida
proporción el misterio del alma popular.
de su valimiento.
Hemos de ocuparnos aquí del folklore del pueblo guaraní,
En estos apuntes no abundaremos respecto a la importancia,
y P?~ tal tenemos al conjunto de tribus que poblaron la
v~loración, armonía y unidad de la raza guaraní; tampoco
Amenca del Sur desde el mar de los Caribes hasta el río
estudiaremos los múltiples aspectos de su civilización, por
de la Plata, y desde los contrafuertes orientales de los Andes
cuanto en.muchas obras importantes se ha estudia.do el desarro-
hasta las cercanías del Atlántico, aunque circunscribiendo
llo mental, físico y social de estos pueblos, desarrollo que
nuestro estudio, en cierto modo, a la provincia de Corrientes,
uno de los asientos de esa raza. interesó e interesa a la historia, la literatura, la filología, la
sociología, la botánica y la zoología; pero para dar un fun-
Mediante este trabajo iremos por los senderos que ellos
damento concreto a este trabajo, nos referiremos a su realidad
trazaron en épocas remotas, dejando como herencia un enorme
precolon1bina.
caudal de hechosl sennnuentos y nociones que contribuye-
1on en gran forma a dar realidad, contenido y substancia CIUDADES Y GOBiliRNO
a las tradiciones de dicha provincia argentina, proveyendo al
par un magnífico y abundante material al folklore de esa El tronco étnico de la raza guaraní se asentó, desde épocas
región y, por ende, al folklore nacional. rem-0tas, en las regiones comprendidas entre el mar Caribe
,
J 4 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
LA CIVll.IZACIÓN GUARANÍ
y ~l río de la Plat;i, ocupan~o la cuenca del Amazonas y las
La elección del mburuvichá era un acto de carácter popular,
~argenes de los nos Parana, Paraguay y Uruguay, en cuyas
nberas le~~ntó sus ciudades, siendo las más importantes:
y en el candidato se consideraban las condiciones de buen
orador y gran conocedor de la región, sus cualidades de es-
en . ~a reg10~ del Car~~e, "Veraguá" y "Siguaré", y en la
reg10n del Guambare , en las proximidades de la actual tratego, la ecuanimidad y justicia de sus determinaciones
ciudad de Asunción, "Tava-guasú" (pueblo grande). privadas, y su sagacidad y valentía.
La taua de los guaraníes era una ciudad-fortaleza y estaba Constituían el amandayé (asamblea de la tribu) los jefes
constituída por cuatro, siete o más oga, grandes casas co- de cada familia, elegidos por los varones y mujeres adultos de
munes, edificadas alrededor de una plaza cuadrangular ( ocar~) , la misma. Sus deliberaciones se realizaban todos los días a la
e~ la que. se desarrol.laba la vida religiosa y social; pero exis- caída de la tarde, tratándose en esas reuniones los asuntos de
1
tian tamb1en las tapyt, que eran habitaciones aisladas para cada interés general, tales como la producción de sus kokué (cha-
familia. ' cras) la creación y distribución de los nuevos rozados, la
El oga, vivienda común, que albergaba de cincuenta a dos- falta de pesca o frutas silvestres, la conveniencia del tra~lado
cientas personas, estaba construído con troncos de árboles y de la tribu, las declaraciones de guerra, los convenios de paz,
techo de palmeras. Hamacas y catres eran sus camas. Vestían la elección o destitución de mburuvichá, la actuación del
las m~!eres el t!P°!• y los hombres, la tanga; usaban diversos payé (médico de la tribu) en casos de peste, y las relaciones
utensilios domesttcos, tales como vasijas, jarros, fuentes y amistosas con tribus comarcanas.
platos, que fabricaban con fruto de la calabaza amarga. En caso de guerra general se confederaban, y los mburu-
. Una empali~ada hecha con troncos de palmeras (yatai) vichá, previa deliberación de sus respectivos amandayé, se
circundaba la ciudad, y dentro de esta empalizada se levantaba reunían en asambleas magnas (ñeemonoongava), en las que
una muralla construída con gruesos troncos de árboles de ma- designaban un jefe común.
pera dura. Asentaban las ciudades en las márgenes de los
ríos, arroyos o lagunas, próximas a lugares boscosos, donde EL IDIOMA
establecían sus chacras, procurando aunar las condicione:> de
Estudiando las raíces elementales de un idioma es posible
paisajes, estrategia guerrera y práctica agrícola.
reconstntir las lenguas extinguidas en el transcurso de los
Los, primero~ c~onistas españoles admiraron y elogiaron las
siglos, formar vocabularios utilizables en las investigaciones
magníficas ub1cac1ones de las ciudades guaraníticas, y tanto
lingüísticas, así como establecer los recíprocos entroncamientos
es así que los propios conquistadores las tomaron como asiento
que les dieron origen, y conocer la realidad de los pueblos
para sus fundaciones, adoptando la práctica de la empalizada
prehistóricos en los diversos estadios de su ev~lución.
para su ~e.fensa. Esto lo testimonian las crónicas de la época
y. lo cert1f1ca el hec~o de que las misiones jesuÍticas hayan Esta afirmación se funda, entre otras razones, en las mismas
dispuesto sus reducciones en la misma forma de las tavas virtudes que se asignan a los vocablos de la toponimia, cuya
guaran1es.' estructura material encierra una vida activa, un alma sensible,
La ciudad . fortaleza de los guaraníes estaba integrada por un sentido preciso, y que no obstante su condición de pa-
cuarenta o cmcuenta familias, con vida política social inde- labra muerta, a poco que se la estudie entrega su secreto.
p~ndientc, sin sujeción a ninguna autoridad central; pero cada En la toponimia, cada nombre representa un concepto, una
tribu obed;cía a un jefe (mburuvichá), elegido en asa1ublea idea, un sentir,. un pensar, un vivir; dice de su origen, habla
( am.andaye). <le sus vicisitudes, indica el aspecto físico de las cosas y, al
' 'i '~ ..
... r · ·!\ .. !~ .. !.!' !
mismo tiempo que señala las disposiciones de lugares, de-
x6 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA CIVILIZACIÓN GUARANÍ 17
termina los accidentes naturales, la ubicación de los pueblos, Nos hemos referido a la toponimia como aporte a nuestro
las migraciones de las razas, su extinción o desalojo. aserto, con lo cual entendemos haber demostrado la imp.>r-
Al hacer hablar a las montañas, a las lagunas, a los ríos, a tancia de los idiomas antiguos, y, en consecuencia, del idioma
los montes, a las praderas, a los árboles y a los pájaros Ja de los guaraní-tupíes, que era el avañé' é.
toponimia reanima el pasado y no puede s~ de otra manera, Gomo todas las lenguas antiguas, el avañé'é presenta ciertas
porque cada pueblo denomina con palabras de su propio idioma condiciones que facilitan los estudios históricos, lingüísticos,
las montañas que le circundan, los animales que le sirven, los geográficos, etc., y las posibilidades que brinda para la ex-
montes que le defienden, los campos donde cultiva, los lugares . presión, por su condición polisintética y onomatopéyica, son
donde asienta sus ciudades. Es así mediante la toponimia, de una riqueza incomparable por su fluidez, suavidad, giros,
como se comprueba la existencia de pueblos americanos an- y las imágenes que encierra, a veces, en una sola expresión.
teriores a la conquista, y es así también como podemos cono- Cada palabra es una completa descripción, un concepto ca-
cer las concepciones de los hombres de la precolombia, su bal, una determinada definición subordinada, directa o indi-
evolución mental, su capacidad de observación y sus condi- rectamente, a la onomatopéyica.
ciones intelectivas. Sus voces expresan el roce de las hojas,. el choque de las
· Una rápida mirada al mapa de América es suficiente para ramas, el golpe de la piedra, el susurro de la brisa entre la
convencemos de que, no obstante haber desaparecido millones fronda; el paso del hombre sobre la arena, el deslizarse de
de hombres americanos y haber desaparecido aparentemente las aguas en forma rápida o suave, el estampido del trueno,
su religión, costumbre, vestido, forma de alimentación y el reventar de las yemas, el quebrarse de los gajos, el ruido
organización política, perduran sin embargo la mayoría de de los objetos. . .
Jos nombres de la toponimia, tales como Andes, lguasú., Uru-. Veamos cómo .registra . los ruidos más simples de la Natu-
guay, Perú, Paraná, Paraguay, Chaco; Yucatán, Chile, etc., • raleza, acondicionándolos eri forma gradual, de donde resulta
que, enraizados en el pasado, tienen una realidad presente, una verdadera escala.
algo así como una reafirmación del espíritu de América. . .. Para expresar el ruido que produce el pie al quebrar las
He aquí explicado, como ejemplo, algunos nombres topo- hojas y los pequeños tallos que alfombran el monte recurre
' .
n11rucos: a la palabra: pirirí; cuando el ruido es grave, como el pro-
Del araucano: Angol, corrupción de ancolm, que significa ducido por un árbol que cae, ya sea por el impulso del vien-
"en escalones". Antes de ser nombre de ciudad lo fué de to o la mano del hombre, emplea la expresión: pururú; cuan-
un cerro cuya falda tenía forma de gradas. Arauco, corrupción do el niido tiene característica de campanilleo: tininÍ; cuando
de rauco, que significa "agua gredosa". Mapocho, que signi- se refiere a un ruido continuado y repetido: pupú; cuando el
fica "gente de la tierra". Cokhagua, que significa "lugar de ruido indica deslizamiento suave: siriri; cuando el deslizamien-
renacuajos". Chillehué, que significa "lugar de las gaviotas". to es rápido: sirÍ; cuando el ruido es grave, insólito, inespe-
Del quichua: Catamarca, que significa "ciudad de la rado, rápido: pú; cuando es seco~ estentóreo: sunú; cuando
ladera". lntÍ-Huasi, que significa "casa del Sol". lnca-Huasi, · se prolonga en eco: kororó; cuando tiene la levedad de las
que significa "casa del Inca". Tiahuanaco (voz diaguita que gotas de agua al caer entre las hojas: tikí; cuando indica el
denuncia aymara), que significa "de Dios es esto". ruido de algo que se rasga: soró; cuando indica el ruido que
Del guaraní: Paraná, que significa "pariente del mar". hace el objeto o cosa que se rompe con la mano: mondoró,
Uruguay, que sWiifica "agua de los pájaros". Paraguay, que reká; cuando indica la condición de reventar por sí mismo:
significa "agua del mar". mbú; y por fin d ruido, según la característica del objeto que
LA CIVILIZACIÓN GUARANÍ
18 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES

Así tenemos: puká, risa; sapukai, grito; purahei, canto,


lú produce, se expresa diciendo: parará, pororó, pereré, pirirÍ,
I cantar; pu, reventar; pupú, hervir; pereré> ruido del golpe
pururu.
que quiebra al achatar; parará, ruido que produce al chocar
Veremos ahora cómo comienza el día con el amanecer, que
dos objetos de constitución compacta; pirirí, ruido que pro-
en guaraní se dice: koé, amanecer; mbotá, seguidamente, pró-
duce el tintineo; p11rurú, el reventar violento de cosas blan-
ximamente; lo que equivale decir: por amanecer.
das; pororó, el reventar violento de cosas duras; mbopú, hacer
Entre las sombras de la noche que agoniza y la luz del
sonar un instrumento; sirÍ, ruido que produce la correntada;
alba que pugna por abrirse paso hay un instante impreciso,
sirirÍ, ruido que produce el deslizamiento; sunú, ruid<? fuerte;
vagoroso, indeterminado, que se denomina:koé-yú, amanecer
sununú, ruido fuerte, repetido; tininí, campanilleo; tikí, ruido
amarillo, pálido; cuando el alba se colorea de arrebol se de-
espaciado que producen las gotas de agua al caer de hoja en
nomina: koépintángá, amanecer . rosado; cuando en el alba hoja; tatá, golpes .repetidos.
predomina el color blanco del día se dice: koetí, amanecer El ruido que produce el roce, el deslizamiento y el fluir
blanco; cuando ya las sombras han huído definitivamente y está representado por consonantes líquidas, recurriendo a la n o
la luz esplende radiosa, se dice: koésoró, rompiente del día, lo la m para el acento nasal.
que equivale a expresar que la luz rompió los tules de las Se puede afirmar, después de lo dicho, que el avañé' é con-
sombras nocturnales; y cuando el sol proyecta francamente tiene en sus expresiones una plasticidad de excelencia poética,
sus rayos, se indica el advenimiento del día con la expresión pero su verdadera riqueza expresiva se valora en la reticencia
concluyente de: koé mbama, amanecer definitivo. t •
de una malicia, en la agudeza de una ironía, en lo exquisito
La mañana, es decir, el tiempo comprendido entre el ama- de una espiritualidad, en lo exacto de una sentencia, en lo
necer y el mediodía, se denomina: koero, koeramó, recién amargo de un juramento, en lo hiriente de un insulto, en el
amanecido; algo ascendido en ese espacio de tiempo: kopibavé, gracejo de una comparación risueña, en lo agraviante de una
esta mañana; el tiempo comprendido entre el mediodía y la comparación -sarcástica; y resulta incomparable en la expre-
tarde, es decir, la hora de la siesta, se éxpresa diciendo: asayé; sión de un sentimiento amoroso, tal como expresan estos
asayé ambité es mediodía; asayé-pité, después de ~a siesta, la versos:
tarde, es decir, el tiempo comprendido entre la med1atarde y el
crepúsculo, se denomina kaarú, kaarú pintú al crepúsculo; Tikí che resá-i nde popitepe,
cuando se hace referencia al día, sin determinación horaria, che ánga yepé hasé, nde rovaikepe.
es decir, cuando se refiere al día~ se dice: ára; a la hora si- Amaé mombiri, mombiri itepe ...
guiente al (crepúsculo se la denomina: pibaté, a la sombra de ¡Pitú mante ahechá ku che pihape.1
la alta noche: pitú, sombra intensa, oscuridad.
Estos vocablos no son sinónimos, y si bien es cierto que LA AGRICULTURA
llevan implícita la idea de ruido y amanecer, cada expresión
indica un momento distinto, bien definido. Los cultivos que proporcionaron a los guaraníes sus prin-
Cada voz significa una idea y est~ completada en su com- cipales alimentos fueron el avatí (maíz), el kumandá (poroto) ,
prensión por la onomatopéyica, que determina las caracterís- la mandió (mandioca), el yetí (batata), el manduví (maní)
.
ticas de los ruidos. 1 Gotas de mi llanto caen en el hueco de tu mano,
La radical p expresa la idea de ruido violento; la radical s, mi alma también llora junto a tu oído;
la idea de ruido leve, deslizamiento; la radical t, la ideé\ de y miro lejos, muy lejos •••
¡Sombra solamente veo en mi interior!
golpe.

..
20 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA CIVILIZACIÓN GUARANÍ 21

y el andaí (zapallo), habiendo conseguido producir la sandía años, y después de ese tiempo se preparaban otros que eran
y el zapallo sin semillas. destinados a las familias, en relación con el número de per-
Cultivaron también el amandiyú (algodón), que hilaban sonas que. las componían.
y tejían, y con el cual confeccionaban sus vestidos y otras En las actividades de la siembra participaban las mujeres,
prendas. que usaban una azada de madera, y en la época de la reco-
Cosechaban dos veces al año ei maíz, y en su técnica agrí- lección empleaban como cesta;; ( ayaká) la cáscara de una
cola usaban el cultivo extensivo. calabaza de gran tamaño (porongos), que portaban sobre la
La preparación del terreno despejado, para sembrar en él, cabeza. En el Paraguay se baila una danza en que la mujer
se realizaba mediante el procedimiento llamado del "rozado" mantiene sobre la cabeza una botella en perfecto equilibrio;
que se emplea aún en algunas regiones. Y consiste en lo si- también se la baila en el Perú, pero en vez de una botella
guiente: En un lugar elegido, dentro de un monte, derribaban llevan porongos pequeños, lo que hace suponer que sean una
los árboles con hachas de piedra y quemaban luego los rai- reminiscencia de alguna danza ritual en honor de dioses de
gones. Este procedimiento les proporcionaba tierra libre y la agricultura.
fértil, y, a la vez que defendían sus sementeras de los vientos,
conseguían conservar la humedad necesaria,. teniendo en los LOS FRUTALES
montes circundantes frutas y alimentos al alcance de su mano.
Los guaraníes no cultivaron árboles frutales, pero cuidaron
De esta práctica da cuenta el P. Nicolás Mastrillo Durán
y apreciaron los árboles silvestres que daban frutas, como el
en la $iguiente forma: "i porque no usan los indios s~mbrar
arasá (guayaba), el ivapurú (fruta parecida a la uva) , el
en campo descubierto, por estar la tierra más gastada, i así
ñangaripí (parecida a la frutilla) , el mamón (papaya), el iva-
no se logran las sementeras, peto como en los montes está
viyú (parecida a la guayaba), el pacová (banana), el ivahai
la tierra defendida oon los árboles, que son mui coposos, se
(pequeña fruta ácida), el arachichú (parecida a un durazno) ,
conserva más humeda, i pingüe, i vuelve muy colmados frutos.
el mbokayá (coco), el ivapoi (coquito de San Juan), etcétera.
Para esto pues arrasan gran pedazo de monte conforme al
número de las familias, a cada una de las quales se las señala
LA MEDICINA
distinto pedazo para sus sembrados, i despues de 5 ó 6 años
la dejan por cansada e inutil i desmontan de nuevo otro Li flora de la región ocupada por los guaraníes cuenta con
tanto, por lo qual es necesario que donde se funda algun gran número de plantas medicinales que los nativos emplearon
pueblo, aya mocho montes cercanos. I?ara derribar estos en ,s u terapéutica y que, por cierto, tenían innegables virtudes
árboles, lo que es más para cavar sus canoas, como no saben curativas; las había estornutatorias, eméticas, vermífugas, in-
el uso del yerro, usan de cuñas de piedra que es cosa que " sectífugas, vulnerarias y afrodisíacas. Entre otras, usaban el
pone admiración, corten con ellas quanto an menester con añapoape, el ambai, el arasápe, el arachicú, el aguapé-puruhá,
grande facilidad" 1 el kaatái, el kaaporopí, el kurupikai~ el karaguatá-ayú, el
En estos espacios libres se cultivaba durante cinco o seis iviraró, el tipichatá, el takuarí, el yakaratiá, el tuyá-rendivá,
el kaaré, etcétera.
1 Duodécima carta del P. Nicolás Mastrillo Durán, en la que se Anotemos también que entre los guaraní-tupíes era fre-
relaciona lo acaecido en la provincia en el año 1626. Ct1trtas Anuas cuente el uso de las ventosas, que aplicaban para curar con-
áe la Provincia áel P11raguay (1615-1637), Facultad de Filosofía y
Letras; Instituto de investigaciones hist6ricas, Documentos para la gestiones, infecciones purulentas, mordeduras de víboras y pi-
Historia Argentina, tomo XX, pá¡. 368. caduras de animales venenosos, para lo cual, empleaban una
?..2 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
LA CIVILIZACIÓN GUARANÍ 23
calabaza (yeruá) adornada con signos mágicos o dibujos
zoomorfos y antropomorfos coloreados. Para producir el vacío Sus elementos de caza, pesca y guerra eran: el hui (flecha),
succionaban con la boca por un pequeño orificio practicado que fabricaban de cañas delgadas, con puntas de madera dura o
en el lado opuesto al sitio que aplicaban sobre la parte afec- huesos, con arponcillos o sin ellos; el miká (lancilla), para
tada del enfermo, con una abertura de mayor diámetro, y pescar y cazar; el iviravavá (garrote con porra en un extremo)
una . ;ez logrado el vacío cubrían con barro el agujero de y el guirapá (arco). ,
succ10n. Fueron andariegos y expertos conocedores de ríos, esteros
Uno de los métodos para eliminar los tóxicos era el uso de v lagunas, cuyas aguas surcaban en embarcaciones de diverso
los vomitivos, como la ipekakuana, y para restituir las fuer- ~an1año, construídas con troncos de árboles, y consiguieron
zas del organismo empleaban narcóticos violentos, como el ser consumados nautas y diestros nadadores. Sus embarca-
obtenido de la yuca, usaban con frecuencia sudoríficos como ciones consistían en la igá (almadía, canoa), la piragua (árbol
el !avorandí, y co~o neutralizante del veneno, un líquido ex- ahuecado que flota) y el igareté (embarcación mayor).
traido de la mandioca y una planta conocida con el nombre Su vida artÍstica está representada por la pintura, siempre
de kaa-pi-katí-pavé. geométrica, de su alfarería, con bailes y con canciones. Entre
La farmacopea guaraní, que la ciencia actual acepta y reco- sus instrun1entos músicos se contaban la flauta, el ovoide y
noce, era aplicada por el payé (médico) de la tribu, gran la maraká. Las flautas las fabricaban con caña tak~ara, y la
conocedo~ de las propiedades de las plantas que empleaba en maraká con la calabaza amarga (yeruá),
las curaciones, lo que importa decir que el payé estudiaba Los adornos de kuarepotí (plata) y de kuarepotiyú (oro)
en el gran libro de la Naturaleza, realizando de esa suerte que usaban las mujeres, indican que tenían un concepto artís-
medicina empírica. tico bien definido. Por otra parte, si esto no bastara, sus
predisposiciones se pusieron de manifiesto en los traba jos
LAS INDUSTRIAS Y LAS ARTES <le tallado que pueden observarse en puertas, columnas, din-
teles, umbrales y altares de las ruinas de las que fueron las
Las industrias y las artes consistían en la alfarería, la cerá- misiones jesuíticas. T aliaron en madera los tipos de la primera
mica, el hilado y el tejido. Hilaban y tejían, como hemos dicho, imprenta de nuestro país, que sirvieron para impresión de
el amandiyú (algodón), las fibras del kaáporopí (planta ras- libros en las misiones.
trera), del karandai (palmera) y del karaguatá (cardo). Reseñada en breves síntesis lo que podríamos decir la vida
En la alfarería, arte en el cual adquirieron suma habilidad, material de los guaraní-tupíes, nos resta habla~ ahora de sus
se destacaron fabricand.o urnas funerarias, platos, ollas, pipas concepciones religiosas, es decir, su vida espiritual, i+ma que
para f~mar, grandes recipientes destinados a la preparación tratamos en el capítulo que sigue. Para ello nos .valdremos de
de bebidas fermentadas, vasos y vasijas, utensilios que decora- la filología, basándonos más en los hechos que en la lógica,
ban con líneas de color rojo o negro sobre fondo blanco, re- lo que importa declarar que no seguiremos la escuela de Mak
cubiertos, parcial o totalmente, de relieves producidos por 1tfüller y Adalberto Kuhn.
presión rítmica de las yemas de los dedos pulgares. No menos
maestría demostraron en la fabricación de las ayaká (cestas),
p~r~ lo. cual empleaba~ hojas de yataí (palmera) y tallos de
1s1po (liana). Con la fibra del karaguatá (cardo) tejían redes
y hamacas.
f

' '
,
LA TRADICION 2--
-'
En la mocedad cantan:
Papeles son papeles,
cartas son cartas;
se alejan por el sendero
,
mis esperanzas.

Cuando madres, entre afligidas y alegres, tararean:


Duérmete mi niño,
CAPÍTULO 111 duérmete mi sol¡

duérmete pedazo
LA TRADICióN de mi corazón.

La tradición es, pues, el conjunto de creencias, dichos,


de la tierra y se adueña del corazón estren1e-
S E LEVANTA
cido un vaho caliente que madura la emoción: es la voz
distante y remota de los recuerdos que acuden en tropel y
cantares, cuentos~ chascarrillos, adivinanzas; en fin, ese mon-
tón de dones que una edad entrega a la que le sucede, para
que ésta, a su vez, la confíe a la que le sigue; y de esa suerte
conmueven el alma del hombre, haciéndose presentes en la pasa de una a otra edad, por los siglos de los siglos.
conseja, la canción, el cuento, la advertencia, el silbo, la Este dar, este dejar, esta herencia que se transmite de una
tonada, en la voz de la madre; en los afanes paternos; en <reneración a otra, se llama tradición, y es, antes que nada,
la voz del hogar, voz que revive nuestra niñez y nuestra mo- t>
"lllemoro 11 b. , ''conmemoro,, , vo1-
, es decir, recordar, y tam ten
cedad.
ver a la memoria un hecho, rememorar; y ello importa con-
La tradición, con los relatos junto al fogón, en la cocina ho- tinuidad en el tiempo. Nada de lo que crea voluntariamente
gareña o en el patio familiar, nos habla de cosas añejas y el hombre sea arte, ciencia, o técnica, desaparece, y pasa a
empapa los ojos de nostálgica añoranza.
constituir los cimientos del núcleo social venidero. El futuro
1La tradición vive en el subconsciente de .los cantares, en los se asienta en lo presente, y éste en lo pasado,
romances, los cuentos, los dichos, las leyendas; en los casos Tradición es la voz) es la actitud, es la creación de lo!
y sucedidos; en las historias de ·duendes y, aparecidos; en 'las pueblos; ellas perviven en eada generación y se pr~longan
fábulas de animales, cuya moraleja las mujeres se complacen· como un eco, sucediéndose como las aguas de un no, que
en recitar o cantar: cuando niñas, para acompañar sus juegos; .llegan y pasan, pero que fecundan la playa o la ribera que
cuando mozas, para alegrar sus trabajos; cuando madres. para
bañan.
adormecer y entretener al hijo.
La tradición es el alma de cada raza; es fuerza honda,
En la niñez recitan: oculta pero cierta, que amalgama el carácter de los pueblos.
Es un eco telúrico con resonancia secular, que al aden-
¡Leru, leru, la! trarse en el corazón crea la emoción de patria, alimenta el
Allá está la luna, orgullo de la nacionalidad, lo fermenta el .sentimiento .del
la luna lironda hombre para las concepciones de los grandes ideales del bien,
jugando una ronda. de la sabiduría y de la ética.

26 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES

LA TRADICIÓN
.La memoria,. el recuerdo, el ':conme~o;o" fecundo, que
alienta a la sociedad humana, esta constituido por ritos, cos- subyugante; cómo se estrecha en desmayada gracia, casi siem-
tumbres, ~reencias, indumentarias, trabajos, cantos, danzas, jue- pre semeja una cintura femenina y es entonces delicada,
gos, comidas, que en conjunto forman el substracto tradicio- frágil, cimbreante, airosa, fina, sutil, atractiva, elocuente; leve,
nal, inconmovible pilar sobre el cual se levantan los pueblos, flexible; suavemente sinuosa, delicadamente tentadora: es
con la certeza de perdurar. vibrante como el zumbido de una flecha; elástica como la
No hay núcleo social, sea pueblo, ciudad, clan o tribu, . cuerda de un arco; ondulosa como la superficie de las aguas;
que no cuente en su ayer con gestas de sus abuelos, con impecable en la perfección del ritmo; armoniosa como el
g~err~s de sus antepasados, con dolores, con alegrías, con canto de la aurora; breve como un suspiro ...
~1ct~nas, con derrotas, con éxodos, con tragedias, con sen- He ahí lo que dice la tradición de una vasija indígena,
tt.?11entos y levantamientos con heroicas hazañas. No hay concreción del alma, afán y vida de la humana creación. Pero
nucleo de hombres que no tenga sus muertos, sus héroes, sus nlás elocuente aún que su artesanía son los idiomas autóctonos,
santos, sus mártires, y hasta sus rivalidades, odios, amores, que perduran en la toponimia, ostentando una real prosapia
venganzas. Todo es esencia humana y nutre a los pueblos ,.v una verdadera realidad, abonada por hechos y circunstancias
desde los remotos meandros de los siglos. que confirman un pasado, enaltecen un presente y aseguran
La tradición argentina está hecha de bosques milenarios un porvenir.
de río~ ~n~hurosos y pe~ueños, de montañas seculares, de pra~ La tradición se asienta en las costumbres, los ritos y las
deras ilimitadas, de animales y plantas, cuyas características creencias, que generan, como hemos dicho, el folklore.
determinaron el asiento de sus habitantes. Cada uno de estos
aspectos aportó al acenro tradicional el rico tesoro de sus aye- LAS COSTUMBRES
,j res, que es como decir su vida anterior, hecha de selva,
llanura, montaña, río y ficción. Costumbre 1 es la práctica popular que tiené como funda-
•'
l. L~ tradición ar~entina, además, está alimentada por dos mento el hecho de una observancia constante, sin estar: vin-
c~rnentes : la realtdad indígena, llena de estoicismo, genero- culada a ritos religiosos ni creencias sobrenaturales, y cuya
sidad y grandeza moral, y la proveniente de España, aportada
por l~ conquist~ ~ la colonización en los siglos xv y xv1. 1 La voz costumbre posee en su acepción el verdadero sentido de
La primera, la 1ndigena> la nuestra, la que nutre el corazón su significado, y explicando su etimología comprenderemos su defini-
ción, que es a la vez definición de una parte del término ~olklore,
milenario de América, puede traducirse en la siguiente má- cuyos elementos, como dijimos, son tres: la costumbre, el rito Y la
xima: "La impaciencia es propia de los espíritus codiciosos". creencia.
La segunda, la proveniente de allende los mares, puede con- Etimológicamente proviene del latín consuetudinem, nominativo con-
s:ietudo, hábito, uso, modo ordinario, práctica. Fué abreviado en cos-
cretarse
. ,, así: "Nada importan los medios con tal de llegar tudinem; luego se cambió en costumbre. En las lenguas neolatinas este
al f in •
vocablo suele manifestarse como masculino y femenino. El género fe-
La tradición tiene, pues, un hondo, un profundo sentido menino viene directamente de cons-t#dinem; el género masculino des-
hu~ano, por lo cual conocerla en su a~pecto parcial o total ciende de const-umen, por medio del sufijo umen. Consue-tudo es
derivado de consue-tus-11-um, acostumbrado, usado, frecuente, familiar;
es 1r a las raíces de nuestra civilización. Para confirmar nues-
participio del verbo con-s11e-sc-ere, acostumbrar, acostumbrarse, habi-
tro aserto basta observar una vasija modelada por un alfa- tuarse; a la vez deriva del primitivo con-su-ere, por medio del verbo
rero nativo; podrá verse en ella cómo la línea surge esplen- . su-ere, para su raíz y aplicaciones. Hábito adquirido por la repetición
dente, delicada, armoniosa; cómo se encurva tentadora y de actos de la misma especie; por eso dice Quevedo que: "más abriga
al pobre la costumbre (repetición de actos de la misma. especie) .de ~?
tener abrigo y de padecer la helada que al poderoso las pieles de fieras •

..
'
;

..
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA TRADICIÓN

realización presenta aspectos perfectamente definidos ~eo-Ún eso pierde su nombre, en razón de su onge;n, que es la cos-
. ' o
que se ref ieran a la persona, a la familia, al lugar o a la raza. tumbre.
Alguien definió así la ley y la costumbre: Ley es lo que Como hemos visto, tal como en el Derecho Romano, en
hace el rey; costumbre, lo que hace la muchedumbre. el Código de Comercio argentino, la costum~re. tiene ª!'1~oridad
Ulpiano define a la costumbre como "el consentimiento de ley, y esa autoridad resulta del cons~ntimiento taot~ del
tácito del pueblo, inveterado por un largo uso". pueblo, quien expresa su voluntad ;tend1en~o a la ~on de
En las Partidas se establece un distingo entre uso y cos- un largo uso popular, sea de caracter regional, nacional o
tumbre, considerando al primero (uso) como generador de universal.
la segunda (costumbre), y define el primero diciendo: "de- El hábito, o sea el uso continuado, hace la costumbre, y
recho o fuero que non es escrito, del cual han usado los ésta adquiere fuerza de ley, por lo cual e~ fr~cuente que para
homes luengo tien1po, ayudándose de él en las cosas e en muchas situaciones se apele a lo de: regirse por la cos-
las razones sobre que lo usaron,,. En las mismas Partidas ,.
tumb re •
· entiéndese por uso la pr~ctica repetida y constante de algún El uso hace, pues, la costumbre, y la costumbre, tradició~;
hecho que "nace de aquellas cosas que el home dice 0 face e por lo cual entendemos que. hay dos element?s por consi-
q~e sig~e continuadamente por gran tiem.po e sin embargo derar: primero, el acto repetido; segundo, el tiempo. En el
ninguno'.
acto repetido hay mucho de psicología, temperamento, cua-
• El Código de Comercio argentino, tÍtulo preliminar JI, refi.
1 lidad, condición; es lo que podríamos llamar fa.ctor indi.vid~al
nendose a la costumbre, dice: "En las materias en que las y, por extensión, facto~ c?l~ctivo. El factor tiempo~ s1. ~1en
convenciones particulares pueden derogar la ley, la naturaleza no es ajeno al factor 1nd1vidual, no pertenece al mdtVI~uo
de los actos autoriza al juez a indagar si es de la esencia del v tiene relación con el medio físico; hoy se lo denomina
acto referirse a la costumbre, para dar a los contratos y a los
geopolítica.
hechos el efecto que deben tener, según la voluntad presunta
Uso viene del latÍn usus, e importa acción y efecto de usar;
de las partes", y en el título preliminar V establece: "Las cos-
equivale al ejercicio o práctica, modo deter~inado de, ob~r que
tumbre.s mercantiles pueden servir de regla para determinar
tiene una persona, un pueblo, un~ nac1on. En, s~tes1s: es
el se~tido de las palabras o frases técnicas del comercio,. y
la regla o modo de obrar introducido por la practica.
para interpretar los actos o convenciones mercantiles".
Del uso nace el tiempo, ,Y del tiempo la costumbre, por lo Un ejemplo típico de costumbre: En el campo correntino
cual el uso da lugar a la costumbre; resultando entonces que el es común que se dejen al pie de la cruz, en las .sepulturas, al~­
us~ e~ la causa,. ~.la cos~umbre el efecto; el uso es, . pues, la nas fn1tas como naranjas, sandías, melones, para que ~l ,canu-
practica o repet1c1on continuada de actos de una misma clase, nante sediento pueda apagar su sed, y en recompensa, este rece
y la costumbre es derecho introducido por esa repetición o un padrenuestro por el eterno descanso del alma del difunto.
práctica. Así lo establece dicho Código, como hemos dejado
establecido. LOS RITOS
Ulpiano divide el derecho en derecho escrito (jus scriptum) Las ceremonias religiosas de los guaraníes estaban sinteti-
y derecho no escrito (jus non scriptum). El primero tiene zadas en el culto de los astros, especialmente de la Luna y
un ~~t,or c~erto; el s~gundo se ha forma~o por el uso, por la el Sol, culto común a casi todas las religiones primitivas de
tradicion, sin autor cierto; es de autor anonimo. Poco importa los pueblos de la Tierra.
que este último haya sido consignado en un texto; no por La tradición guaraní cuenta que fueron seis hombres los
,.
I

LA TRADICIÓN 31
JO FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
cósmica. Los elementos componentes de la palabra que la
primeros pobladores de la Tierra, y que ante el peligro de ina dicen que es la "fruta madre": Ya, igual a ihá,
denom .. , l
ver perecer la especie, por falta de mujeres, resolvieron que . S'1 madre· Madre fruta que ong1no a raza.
f ruta, , · d · l
uno de ellos se trasladara a la Luna (yasí), aonde vivía una La ¡ de Si (madre), indica ,el hecho ~e n~cer, e surgir .e
mujer. Hacia allá marchó el más audaz, y fué a esa morada .. la raíz s indica la accion de surgir; 51 es hacer surgir,
l11JO; Y . . d
transportado en alas de las aves, y una vez allí pudo seducir ' desde luego, quien hace surgir es la !11ª re:, .
a la mujer, compañera de yasí (luna); pero descubierto y La Luna les servía de calendario. Ca1a periódicamente a la
por ésta los arrojó de su lado, y así caídos llegaron a formar Tierra, siendo en todo los casos reemplazada por ,una nu~va.
la familia guaraní. Dividieron el año en dos estaciones: kuaras1-ara (tiempo
De la unión del hombre terrestre con la mujer lunar del sol) y amá-ara (tiempo de la lluvia). Conocían }as cuatr~
nacieron dos hijos; uno de ellos, poseedor de un arma, mató fases de la luna: yasí-piahú (luna nueva), yas1-~orotÍh~
a su hermano indefenso. (cuarto creciente), yasí-guasú (luna llena) y yasi-yearo~a
El simbolismo es evidente, y su interpretación, simple y (cuarto menguante). Cada lunación, que era un mes, tenia
clara: la muerte del hermano indefenso no puede ser otra Llamaban a las estrellas yasí-tatá (fuego de la
un no robre· ., l }
cosa que la definición sexual; macho-hembra eran, y por luna); supcnían, pues, que la Luna transln1tia su uz a as
razones evolutivas se convierten en macho y hembra, cosa estrellas. . . · · d
que importa la definición de los sexos, perfectamente dife- El gran ~accrdote, paí-avaré, que tuvo noticias ant1c1pa. ~s
renciados; de donde tenemos, entonces, repetida entre los ·t . e· ')
d e1 D i uv10 iporu
fué Tamanduaré
. · , Éste y , su ,fam1l1a,
guaraníes la expulsión de Adán y Eva del Pa.raÍso y la le- sobrevivieron a la catástrofe que destruyo a mbae-vera-guasu
yen~a de Caín y Abel; semejanza que entraña una verdadera (la ciudad de los techos resplande~iente~) trepand~ a u~
teogonía parecida a las teogonías comunes a todos los pueblos. alto yataí (ya, igual a ihá, fruta; ta, apocope de ata, duro,
Explicada así someramente la cosmogonía guaraní, dedu- i chico: Pequeña fruta dura). . .
cimos que la fuente de su teogonía puede concretarse en: ' A este respecto, la leyenda más difundida es la s1gu1ente:
Ara (cielo, día) , T upá (dios) , T enondeté (el primero) , Kua- "Fué hace tiempo, hace mucho tiempo. Las . aguas cayeron
rasí (Sol) y Y así (Luna). y cubrieron toda la Tierra. Los hombres subieron a lo a~to
Ara, cielo, día, tiempo, luz; es la imagen del cosmos (para de las montañas; uno solo se quedó en el valle, con su mu1er.
ellos, el cielo era eterno) , simbolizada por T enondeté, cuyo "Era T amanduaré (T amandaré), fuerte entre los fuertes;
mito alegórico es Yaguarú (Ya, igual a ihá, fruta; guá, del; Sabía más que todos; conversaba durante la noche con !upa
rú, padre: Padre de la fruta) . (·gnóstico?) y enseñaba a los hombres, durante ~l d1a, lo
T upá es el Dios supremo; tenía por morada al Sol (kuarasí). q~e aprendía del cielo. Era, sin duela, arandú. (sabio, 1ente~­
Kuarasí (el Sol), conceptualmente, sigriificaba fuente de luz, dido. Escuchador del cielo. Astrónomo. Ara, cielo; ndu, apo-
lenguaje luminoso de la madre (Tupá-sí). Tal nos dicen los cope de hendú, oír)· .. , .. .
elementos componentes de la palabra kuarasí: Sí, madre; Ara, "Cuando todos subieron a las montanas, T amar;iduare d110 ·
cielo, día, tiempo, luz; kuá, agujero, cueva: Morada de la "Pe pitá, eyapó ayapoba. Pe heyá to guahé i". (Quédense.
madre luz o morada de la madre cielo. Hagan lo que yo hago: Dejen que ll~guen / las agua~).
Yasí (la luna), a la que llamaban "Yasí, ñandé sí"· (madre "Los otros no lo escucharon. Tamanduare tomo a su mu1er
luna), creadora de la raza, es morada de Ara-Sí (madre cielo) , en brazos y subió a un yataí (palmera) , de cuyas frutas se
de quien se decían descendientes directos, por ser Ara-sí el alimentaron.
vínculo relacionador entre el Avá (el ser humano) y la ley
I

32 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES


LA TRADICIÓN
33
"El agua tocó el cielo. La corriente cavó la tierra y arrancó
el yataí, que al flotar subió arriba del valle, arriba de los bos-
LAS CREENCIAS
q!Jes, arriba de la montaña. Cuando las aguas bajaron y
se volvió a ver la tierra, T amanduaré y su mujer descen- Hemos dicho ya que el folklore es la ciencia que trata de la
dieron, después de escuchar el batir de las alas del mainombi tradición, y que ésta es generada por las cosrumbres, los
(picaflor) , la avecilla del cielo. La pareja vivió muchos años, ritos y las creencias del pueblo de una nación. De estos ele-
tuvieron hijos y, con éstos, poblaron la Tierra." mentos hemos tratado ya !os tres primeros, por lo que nos
La leyenda acerca de T amanduaré implica evidentemente resta hablar de las creencias.
un simbolismo, y su interpretación sería: salvador del hom- Las creencias presentan diversas características+ pues los in-
bre, salvador de la especie humana, por lo cual tenía carácter dividuost e igualmente las colectividades, conservan, tanto
de héroe. e~ el sentido como en la forma, creencias que profesan indi-
Por T umé, Thom.é, Zumé, Chumé, Thomé marangatú, vidualmente y q4e muchas veces se extienden a la familia
Avaré Chumé marangatú, indistintamente, conocen los gua- '
sin ser ellas de aceptación general.
raníes a un gran reformador, familiar a Manco Kápac, Vira- Una de las formas como se transmiten las creencias tal
. cocha, Pachacámac, Bochica y Quetzal-Coatl, ,jel Perú, Co-
vez la más importante, es el cuento popular, rama del' fol-
lombia y México respectivamente. Como ellos, usaba barba,
klore ta~ difundida por todo el mundo, y que en la provincia
tenía piel blanca y su fin era el mismo; terminada su misión
de Corrientes presenta un riquísimo caudal.
de transformador desaparecía misteriosamente, con la promesa
Los cuentos populares, especialmente los que se refieren
de que volvería algún día.
a la región guaraní - incluímos en ellos a todos los guaraní-
T umé, que había venido de lejos, proporcionó al pueblo
hablantes- están hechos con los mitos de unidad étnica, y
guaraní sus recursos económicos, que consistieron en la agri-
es eso lo que los particulariza y distingue.
cultura, la caza, la pesca, la recolección de frutas silvestres y
Los mitos, en general, y en este caso los mitos guaraníes,
la cría de algunos animales y les enseñó cómo obtener el
fuego, cuya voz onomatopéyica, ¡ta! ¡ta!, indica el golpe de son relatos de fenómenos explicados de acuerdo con una
mentalidad rudimentaria, un primitivo conocimiento y una
un objeto duro contra otro, la piedra contra la piedra, de
donde salta la chispa productora del fuego. Especialmente les obsei:vación sin el~1?1entos de juicio, y. desde- luego, una de-
terminada concepc1on~ y ya es sabido que todo esto es muy
enseñó a cultivar la mandioca y el avatí (maíz). Como home-
mutable. ·
naje hacia Tumé, los guaraníes llamaron avatí al maíz, que
quiere decir hombre blanco ( .{\vá, hombre; tí; blanco). En la región guaraní, los . mitos explican el origen ' del
Con esto no terminó T umé su misión reformadora; hizo homb~e, ~e la fam:ilia (dicen descender de la Luna y tienen
1
n1ás: les enseñó la alfarería, el hilado, la tejeduría y el arte un D1luv10), del Sol (su nombre en guaraní lo explica),
de navegar, consiguiendo hacer de los guaraníes expertos de la Luna, del cielo, de la Tierra, de la fauna y de la flora,
canoeros. lo cual supcne, para la creación de estos elementos, o sea
Cumplida su misión desapareció, retirándose hasta unas la Naturaleza, un poder superior al hombre (el avá). El
serranías (ivití), después de prometer, como dijimos, que relato o cuento dentro del cual está insertado el mito, no es
, cuento para los creyentes del mito, y toma la ·forma perso-
1egresana.
nal, porque es la única manera en que puede explicarse el
pensamiento; se apoya en lo tradicional y vive de la tra-
dición a causa de su carácter originario; tal los siete mitos
LA TRADICIÓN
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES 35
34
el estrato más hondo de su vida, vida de donde proviene su
conocidos entre los guaraníes, que son: el moñai, el kua- credulidad. En lo íntimo> en lo profundo, en lo más hondo
rasí-yara, el yasí-yateré, el lovi$Ón (mito universal) , el ya- de su yo> el hombre es crédulo. Cree por su cuenta, por sí,
guarú y el mboi-tuí. En el capítulo V nos ocupamos ~on ante sí y para sí, y cree sin que nadie ni nada le haya
mayor detalle de estos mitos, de los que damos una explica- inculcado creencia alguna en forma directa, porque, en rigor
ción poética, de acuerdo con la manera romántica de ser de verdad, Ja creencia es algo innato en él, viene de muy

de los guaraníes. . . lejos, puesto que todo lo que el hombre posee para afrontar
• Todas las investigaciones acerca de los mitos confirman la existencia lo debe al pasado, y es innegable que está pre-
el criterio de que con éstos, los pueblos primitivos sólo tra- sente en su legado de tradiciones y costumbres; por eso,
taban de reverenciar los fenómenos cuyo origen no compren- olvidar el pasado importa tanto como traicionarse a sí mismo.
dían, pero .q ue les afectaban prof~ndamente~ .
Situémonos frente a las creencias del pueblo correntino, e
Los mitos Q'Uaraníes como los gnegos, los latinos y de otras
D } • inmediatamente descubriremos lo que es herencia del pa-
razas, no surgieron de la nada,. y por o mi~~º'. , no son re-
sado y lo que pertenece al presente. ¿Que no existe el pora
latos ficticios, y si se los examina en su defin1ci~n y en su
(fantasma, aparecido) para el paisano correntino? Su presen-
realidad conceptual, se puede decir que es algo as1 como una
cia ,y su realidad están vivas en los cuentos, en los relatos,
envoltura que recubre una verdad, a veces muy oculta, pero
en los dichos,. en los refranes, en la copla y en los sucedidos.
otras no tan honda, como sucede en los mitos guaraníes cu~a
¿Que es pura fantasía el kuarasí-yara? Niéguelo el paisano
explicación la encontramos sin mucho trabajo en el pi opto
correntino que lo vió andar y desandar en las siestas soledosas.
idioma. ,. ¿Que el yasí-yateré (enano rubio) no existe? Dígalo el paisa-
El relato 0 cuento tiene en su interior una trama m1t.1;a
nc correntino que, en el silencio del monte, escuchó su silbo
sostenida por la creencia, a la que da fuerza .l~ conce~c1on
de hechicero. ¿Que no existen los pora (los fantasmas, los
heredada de lo primitivo, o por lo menos adqu1nda en epoca
aparecidos)? ... Primero desmientan la realidad de sus creen-
anterior a la presente. cias; destrocen en lo hondo de su personalidad a su cre-
La creencia es el alma, el nervio dd cuento o relato; y ;l <lulidad.
cuento 0 relato es, como dejamos dicho, una de las mas
importantes partes del folklore; y, tal como la tradición y la ¿No tuvieron creencias los griegos, y sobre ellas asentaron
costumbre, viene de un remoto pasado, el que se cuenta su moral y su filosofía? La creencia del pueblo correntino
por tiempos, años y lunas, cuando no por edades que duraban tiene igual origen, igual ascendencia; está en la propia raíz
.::le su raza.
eternidades. . ,
Creer es el conocimiento que está en uno mismo, . sin El conjunto de creeres forja la creencia, y creencia ha de
previo aprendizaje directo y sin un ?irecto pensar o med1.tar; ser, entonces, el conjunto de conocimientos que se. poseen
es conocimiento que vive en los .repheg_ues de. l~ .:ubc~nsc1~­ sobre hechos y cosas acerca de los cuales no se tiene explica-
cia, sin llegar a concretars~ en idea, sin ~efin1c1on nt expli- ción ni definición alguna, pero que dan la realidad de un
cación, pero sí con la realidad de que existe. verdadero saber que viene de muy lejos en el tiempo, del
La creencia está en el hombre ya antes de tener cono- propio origen de la raza.
cimiento de la realidad que le circunda, y pervive en su i~­ La c~eencia en ciertos hechos y cosas se funda en la tradi-
rerior como una realidad íntima, muchas veces en contraposi- ción y la costumbre, por el mero hecho de ser tales; y es
ción, diríamos, con los conocimientos que adquiere med~ante más: es la prolongación o continuidad de otra u otras creencias
el pensar; por lo cual podríamos afirmar que la creenoa es
,

36 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES

anteriores, cuyo conúenzo se halla en las remotas edades de


los tiempos, en las oscuras noches de la creación.
La creencia popular correntina presenta una característica :
una mezcla de creencias religiosas y paganas. Junto con la
fe católica, por · ejemplo, coexisten creencias que se dió en
llamar superstición o superchería, pero eso no abroga la
realidad de la creencia popular, que le viene de lo más hondo
de la raza. Esto es cosa fácil comprobar: es común el hecho
de que el aldeano rinda culto fervoroso a la imagen de su
predilección, como la Virgen de. ltatÍ, pero no deja por eso, CAPÍTULO IV
de llevar en el cinto, o en cualquier lugar oculto, su kurundú,
<' mal llamado payé (talismán). LA COSMOGONfA GUARANt

, .
e OMO LLAVE aurea para tratar este tema recurriremos
al idioma avañé'é, porque creemos haber encontrado
en él los elementos reveladores de los temas de este ensayo;
y lo tomamos como fuente por considerar que las lenguas
antiguas son más expresivas que las modernas y que todo
idioma concreta la ciencia, las artes, la técnica y las cos-
tumbres del pueblo que lo habla.
Las raíces, el distingo gradual de la significación de los
sonidos y el conjunto de las formas gramaticales que forman
el avañé'é son una tarea de larga y paciente gestación.
Cada vocablo de avañé'é, a más de encerrar un concepto
cabal, constituye un símbolo ideográfico, siendo a la vez una
polisíntesis, pues cada sílaba representa una idea.
' El concepto cabal de cada vocablo, el simbolismo ideográ-
fico, el mecanismo de la polisíntesis y la precedencia de la
idea a la creación de la palabra importa un proceso mental,
y este proceso mental, al cual acomodó una ordenación, esta-
blece que los guaraníes (más propiamente el avá), para
construir su idioma, tuvieron que precisar la idea antes de
concretarla en la palabra. Confirma esto la circunstancia de
los muchos apelativos, tales como: avá, persona, hombre;
kuñá, mujer; urú, pájaro; ivirá, árbol; como también los
nombres que expresan la naturaleza, esencia o ~ubstancia de
una cosa según el aspecto que más la caracteriza; y es en

.
38 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA COSMOGONÍA GUARANÍ 39
esto, precisamente, donde radica la fuerza expresiva del avañé' é que no era otra cosa que la periodicidad, a cuya ley no se
como puede observarse en: ivirá-hú, árbol negro; iuirá-pintá, sustraía el propio kuarasí (el sol), no obstante ser él el re-
árbol colorado; takuara, muchas cosas que quieren ser agu- gula~or de ~l armonía; esto h~ce suponer que los guaraníes
jeros; itusaingó, agua colgante, cascada, etc., etc. estuvieron mas cerca de la teona solar que de la geocéntrica.
Cada nombre. es el signo de la cosa concebida mentalmente, Siendo el cielo eterno, cabe interpretar que la dinámica
y por consiguiente, de la cosa en sí; y siendo los nombres del cielo creó la Tierra, donde apareció el animal como esbozo
signos de la cosa, tenía por fuerza que saber qué significaban. del hombre, cuya evolución primera se debió a los espíritus
Las raíces de esta lengua se remontan quizás a la edad lunares que se encamaron en dicho animal.
terciana, por la expre~ión de sensaciones gustativas que se
El tránsito de los espíritus lunares a la Tierra se produjo
encuentran en la estructura de las palabras. Ningún lengua je
cuand? ~l animal terrestre era todavía hermafrodita;- pero en
más apropiado, pues, para nuestro propósito. cumpluruento de una etapa evolutiva superior aparecieron los
Según los guaraníes, el cielo es eterno, y solamente la tierra
espíritus solares que, al encarnarse a su vez en el ser refe·
y el agua son creados; consideraban las fuerzas cósmicas
rido, aceleraron su evolución, pues le proporcionaron inteli-
como seres inteligentes y causales que, de conformidad con la
gencia y conciencia; siendo guaikurú el símbolo del espíritu
ley de periodicidad, han creado el universo.
solar al asumir la representación de la procreación, es decir,
Para ellos, la justicia es la suma de la inteligencia creadora,
la representación de la materia, como también la representa~
de modo que la justicia sería la conciencia del universo.
ción de la inteligencia. Como representación de la materia
De estas concepciones proviene su temor a los truenos, a
e~a llamado i, agua, y como representación de la inteligen-
los relámpagos, a los temblores de tierra, a los eclipses y a
cia, ku, lengua (productora de los sonidos y las articulaciones,
toda manifestación contraria al ritmo regular, pues las con-
formadoras de la palabra) ; de donde la palabra resulta el
sidera notas disonantes en la .orquestal armonía cósmica.
as~~to material ~e la idea, y de esa manera la idea, que es
A esto se dió en llamar superstición del nativo, sin con-
esp1ntu puro, esta condenada a vivir en la materia, sin poder
siderar que eran el producto de sus concepciones · cósmicas,
evadirse, y he ahí el simbolismo mítico de g~aikurú, que:
traducidas en respeto hacia la ley de periodicidad, concretada
expresado en forma poética se traduce así:
en la acción creadora y manifestada como la conciencia del
universo, siempre justa,. equilibrada, armónica y exacta.
De la fauna era entonces, el hombre,
Los diluvios, las tormentas, los eclipses, los ciclones, las
el que menos defensa tenía.
brisas, los rayos, los truenos habían llevado, desde muchísi-
Carecía de fuertes colmillos;
mo tiempo, a los guaraníes hacia el culto de las fuerzas mis-
no igualaba al guasú en ligereza;
teriosas de los astros, sintetizados en iuá (cielo), productora
reptar como el mboi no sabía.
del ara, día; luz, tiempo.
No tenía las garras del tigre,
La naturaleza de las alturas era presentida, temida y ve-
ni las ágiles alas del ave.
nerada; por eso sus creencias, costumbres, artes y ciencias,
Caminaba en dos patas, erguido,
tal como los astros, no sufrían mutaciones, y es por ello que
sin poder disfrazar su presencia;
hicieron su religión relacionando al auá (el hombre) con el
a las mil asechanzas expuesto.
universo, sin perder de vista que la tierra dependía del cielo,
y siendo la tierra quien lo sustentaba, era ella quien le daba Guaikuní vió en el hombre su imagen;
vida; pero, a su vez, al cielo le daba vida el espíritu universo,. de saberlo indefenso se apena,

\
..

.
LA COSMOGONÍA GUARANÍ 41
40 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES
por todas las mitologías. Los dioses solares son asexuales, es
y decide prestarle su ayuda, decir, engendrados sin el concurso sexual; los dioses lunares
en sus labios poniendo el sonido, son sexuales por su origen y condición.
que en palabra se troca al instante. La caída de los espíritus lunares y solares a la Tierra se
D esde entonces, el hombre, tocado produjo, posiblemente, como consecuencia de un catadismo
por la luz poderosa del verbo, cósmico, confirmándose así la relación existente entre la evo-
pasó a ser el señor de la selva. lución social y la evolución cósmica, a la que estaban supe-
ditados, como lo están - ¿por qué no?- las sociedades actuales.
Al poner en los labios del hombre La obra formativa de los espíritus solares y lunares la
el divino sonido del verbo, completó Tupán, que modeló con tuyuti (barro blanco, gre-
Guaikurú se inmoló para siempre, da) al hombre, dándole caracteres de hermafrodita '(macho-
pues T upá condenó su osadía, hembra) y llamándole indistintamente Rupave y Sipave, pa-
y en castigo le impuso el martirio dre y madre de todos, respectivamente.
de vagar sin descanso por aguas, Como vemos, T upá simboliza al universo; y siendo Espí-
en rumor traduciendo su angustia, ritu Universo, es decir, Dios, convirtió en hombre, mediante·
sin poder detenerse en las playas. la ley evolutiva, al animal terrestre, creó al hombre; pero
T enondeté ( tenondé-eté) , que significa el verdade.ro primero,.
El avá comprendió la tragedia,
equivalente al principio de todas las cosas, creó la Naturaleza,.
la tremenda tragedia del héroe>
lo que importa decir que también se trata del símbolo del
que por _darle la luz hecha verbo,
universo; pero el hecho de que T upá haya creado al hombre
aceptó de T upá la condena.
y Tenondeté a Ja Naturaleza no significa que el hombre deje
Para él, guaikurú representa
de formar parte de la Naturaleza.
el idioma del padre del agua.
T upá es el hacedor del avá, de la persona física; para ello
Este simbolismo se refiere al agua y al fuego; las mani- recurre al barro, al tuyutí, a la materia, para darle forma
festaciones de las primeras potencias cósmicas, asimiladas a material, donde vivirá aprisionado el espíritu. T upá es un
la mente y al sonido (onomatopéyica) o verbo creador, eran demiurgo; por lo tanto es acción y no pensamiento puro.
los fenómenos primordiales del universo para un ciclo activo. Tupá, que es el Universo, es el padre de todos: Tu, Ru.,
Los indios kainhuá, del ParagJJay, poseen una leyenda indistintamente, padre; pa, ap6cope de pavé, de todos.
según la cual, al secarse las aguas del Diluvio, una urraca Sin otro objeto que el de Uan1ar la atención del lector,
trajo a los hombres el fuego del .cielo, es decir, la inteligencia anotamos al pasar que también para los fenicios Tu-Pan era
del Sol. Como es sabido, la urraca es un pájaro que emite el dios de la Creación, y para los griegos, Pan significa:
sonidos parecidos a las palabras. ''todo."
Las entidades mitológicas de los guaraníes son de dos clases: Tanto los espíritus lunares como los solares, al ser causales \
generales y particulares. Las primeras son fuerzas cósmicas de la evolución humana, eran dioses; por eso si se observa
prinwrdiales, que organizan el Universo, sin referirse a un el contenido de los mitos, se descubre que los cultos solares
mundo determinado. Las segundas, atingentes a nuestro sis- y lunares se disputaban la supremacía, representando dos
tema solar, son los dioses, propiamente dicho. cosmogonías, dos teologías, dos religiones y dos organiza.cío-
Hay dioses solares y dioses lunares. clasificación aceptada
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA COSMOGONÍA GUARANÍ ! 43
nes sociales (matriarcado y patriarcado) acentuadamente lo ascendido con capacidad para gestar; por eso se dice:·
opuestas. ivá, lo alto, el cielo, el árbol; lo que se eleva; y se dice:
Las severas leyes de los cultos solares se contraponían a , iví, lo bajo, la tierra, lo que se hunde, lo que está debajo.
!os ritos, voluptuosos, de los cultos lunares, que reinaban en Tanto en uno como en otro caso su sentido es lo líquido, lo
las selvas, los valles profundos y las orillas de los grandes ríos. fluyente; dando uno y construyendo el otro; es inseparable
Los espíritus solares y lunares aceleraron el desarrollo del en su significado de fluyente, pero distinto en sus funciones
animal terrestre al imprimirle sus características cósmicas, lo denominativas, como puede observarse en: tesá-i, lágrimas;
espiritual; pero no obstante. ya convertido en hombre por kambi, leche; ivaté i, lo ascendido, lo elevado, lo alto; va,
T upá, conservó, por un tiempo al menos, la condición pe- lo que suele ser; té, apócope de eté, verdadero); lo verda-
culiar que presentaba al ser encarnado por los espíritus lunares deramente alto.
y solares; es decir, conservó su condición hermafrodita, con El avañé 'é nomina con p~labra la idea claramente discer-
acentuada influencia solar, que fué la que despertó su inte- nida anteriormente y atendiendo a este proceso, es fácil com-
ligencia, dándole primeramente el habla y determinando prender que la palabra o sonido i representa los dos sexos
después la separación sexual; así se convirtió en macho el reunidos en un solo individuo (macho-hembra), el herma-
individuo en quien preponderó el espíritu solar, y en hernbra frodita, individuo primitivo de la raza, cuya evolución na-
el individuo en quien prevaleció el espíritu lunar. tural no ofrece ninguna alteración brusca, como podría ser
Los guaraníes decían que el estado líquido determinaba la el transformismo darwiniano. Como vemos, la filología nos ,.
1

primera posibilidad de vida orgánica (varios de sus mitos son lleva a conjeturar, por lo menos, sobre lo que aparentemen-
anfibios: mboi-tuí (víbora-loro), teyú-yaguá (lagarto-perro), te es un misterio respecto al período originario y posterior
mboi-tatá (víbora-fuego), mboi-yaguá (víbora-perro) , pues del avá.
servía como vehículo de vida todo lo que fluye, como el El avá es para los guaraníes el hombre primitivo, de donde
agua, la sangre, la leche, la savia, el semen (interprétese sus tenemos que el avañé 'é (avá, hombre primitivo; ñeé, hablar)
mitos), y es por eso que el sexo femenino estaba represen- es el habla del hombre primitivo, tronco de donde deriva el
tado por el agua, que importa la pasividad, al tener por guaraní; confinna el hecho de que no decimos guaraní-ñeé,
condición de estática el nivel que determina la línea hori-
. , _, ,
nt tup1-nee,etc. j

En el peno . , e1 avane
, do de su f ormac1on .. ,,e,, creo, voces para,
zontal y ser, además, el sexo constructor, que forma el barro,
elemen~o plástico (Tupá lo empleó); pero, a la vez, era las ideas que hacen suponer una vida sencilla, aunque con-
también considerado como sexo masculino, porque todo lo teniendo los gérmenes de todas las formas. del lenguaje; es.
,que fluye tiene propensión a elevarse. Los mitos presentan decir, más que idioma creó un sistema idiomático.
este dualismo y todos son proteicos. La vocal a tiene en guaraní el significado de existencia,
Este concepto dual lo encontramos en la palabra ; -sonido es · ser, y nomina al sustantivo absoluto, convirtiéndose en
peculiarísimo del avañé 'é-, palabra monolítera que se en- el verbo ser.
cuentra en gran número de vocablos y conserva los valores La vocal a es el nombre universal mediante el cual se no-
léxicos que, aun diferenciados, están unidos más que en la mina a la Naturaleza toda y, en consecuencia, a cada una
expresión en el sentido; y que señala el período de la crea- de las entidades naturales, pasando a constituir el símbolo
ción del lenguaje. de T enondeté al relacionar la persona con los otros elemen-
La ; significa agua, lo femenino, lo que construye, lo que tos que le rodean, considerando que el avá es la medida de
gesta; y también significa lo que emerge, lo que se levanta, relación y vínculo relacionador de la Naturaleza con el Uni-
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
44 LA COSMOGONÍA GUARANÍ
45
verso; de ahí que sus mitos, creación del avá, representen Hemos visto que la a era el sonido inicial y de unidad
la dinámica de la Naturaleza con cualidades proteicas. del avañé'é, y es la letra décimotercera del alfabeto etíope,
Para los guaraníes, el avá es la persona, el ser vivo, dife- cuya significación general es la de "hombre como jefe de la
renciado de los otros elementos naturales, sin dejar de ser creación". La a es símbolo usado en la iglesia desde el siglo IV,
Naturaleza. Las partes componentes de la palabra significa: como representación de la divinidad y eternidad del verbo
a, ser; existencia; cosa concreta; vá, idea generalizadora, in- encarnado. La a denota por lo común lo primitivo; el prin-
dica lo que suele ser; pero en realidad, en sentido amplio, cipio y el fin, primero y último; el alfa y la omega. Entre
significa toda cosa; de donde, si T upá simboliza la idea uni- los gnósticos a es la idea del Creador, al que se ha represen-
verso en forma abstracta, la a simboliza la idea Naturaleza tado también en forma de: aaa.
en forma concreta, es la realidad limitada por la posibilidad La álef, primer signo de la lengua hebrea, tiene la signi-
del conocimiento humano. ficad6n ideográfica de prioridad, creación, jefatura; y así
La vocal a, además de ser el primero, es el elemento em- tenemos, hab, que significa jefe de la casa, porque ha es
brionario del idioma, no solamente para el avañé'é, sino tam- padre, y b, casa; y entre los judíos, la fórmula av, a(avá)
bién para el sánscrito, el griego, el latÍn, etc., lo que hace es la empleada, en forma cariñosa y respetuosa, para llamar
suponer, fundadamente, que los idiomas tienen un origen al padre.
común, y si existe tal comunidad, no nos debe extrañar la En la literatura muzárabe, la a figura a la cabeza de ciertas
semejanza de las concepciones cosmogónicas, teogónicas y oraciones, como expresión de la idea de principio y fin, y
mitológicas que existen entre los guaraníes y los egipcios, en las traducciones de la liturgia hebrea realizadas por judíos
pre-egipcios, he~reos, fenicios, latinos,. aztecas, toltecas, pre- portugueses, la a se toma a veces por Adonai o, meJOr
toltecas, etc., etc. por Jehová.
La importancia atribuída a los sonidos fundamentales del
avañé'é no es superchería, sino un hecho físico e intelectual
de importantia, por cuanto la evolución fundamental radica
en la multiplicidad analítica del sonido de la a, que engendra
a las demás vocales, y que es por sí sola palabra, produciendo
variaciones esenciales en las pronunciaciones y en la síntesis,
y cuyo mecanismo de declinación, conjugación y acentua-
ción depende directa y substancialmente del juego de las
vocales.
La pronunciación del sonido primitivo a, tuvo, si aprecia-
mos sus consecuencias, importancia verdaderamente marav1-
.
llosa, y representaba racionalmente al número uno (peteí),
sonido inicial o unidad del avañé'é.
Y a propó~ito del número uno, vale la pena referirse al
sistema numeral de los guaraníes, que sólo cuenta hasta cinco:
peteí, mokoiÍ, mbohapí, irundí, po; de cinco en adelante se
combina, basándose en los primeros cinco. La palabra contar,
en griego quería decir "disponer de cinco en cinco".
LOS MITOS GUARANÍES 47
Entre os mitos de menos jerarquía, dependientes directos
de los a eriores, algo así como delegados, se contaban : el
abuela de la yerba mate), el Kaauí-pora (el es-
píritu del sque), el Kaá-ruuichá (el amo de las hierbas),
el 1-pora (el píritu del agua), el lví-pora (el espíritu de la
tierra), y el Í\rá-nu (monstruo del agua).
Las ciudades mÍticas tenían representación simbólica; así:
Y así-retá (tierra de luna), síntesis de todas las moradas; Si-
gua-ré (lugar que fué de la madre), ciudad que era síntesis
. , y tam b.1en Mbae-vera-guasu-
d e venerac1on. I , , , ouera, y V era-gua,
, ,
CAPÍTULO V
que representaban la síntesis de todo lo brillante (Sol, Luna,
estrellas, cielo, día).
LOS MITOS GUARANfES A continuación hablaremos de los mitos de mayor jerar-
quía y daremos su interpretación alegórica. Pero antes con-

e REEMOS HABER dejado explicadas la cosmogonía y la


teogonía guaraníes fuente de su mitología, que no es
otra cosa que el simbolismo de la acción constructora del
viene advertir que la Conquista no sólo desprecio totalmente
los sentimientos y concepciones de los "salvajes" guaraníes,
sino que quitó a los mitos su carácter religioso y los consi-
·deró una grosera superchería o caprichosa fantasía.
Universo manifestada en fenómenos naturales, a los cuales,
~ediante personificaciones ategóricas, que forman los mitos, Existe bastante analogía entre los mitos chinos, hebreos,
rendía culto religioso el auá. griegos, fenicios, los quiché del Yucatán y los de los guaraní-
El simbolismo que encierran los mitos tiene mucho de tupíes, hoy dispersos por la gran selva americana. Los mitos
espiritual, por lo que estudiarlos equivale a penetrar en lo son los mismos, y muchas veces pasta emplean las mismas
más recóndito de las civilizaciones y, a la vez, experimentar palabras.
la satisfacción de un resurgir consciente del pasado, realizando Analizaremos seguidamente los siete mitos principales de
el más noble de los esfuerzos al reintegrar la continuidad los guaraníes, de los cuales daremos sus características en
mental de culturas prohijadas por un mismo pensamiento. prosa, y luego los explicaren1os en , poesía, tal como estimamos
Todas las mitologías están animadas por un sentimiento: Jo exige el alma de esa raza y su musical idioma.
la fe, de donde proviene su populari4ad; es el elemento que
aparece como más importante en el folklore, constituyendo EL MITO DEL YAGUARú
el vivero de todas las ideas. No es ella un producto de la Este mito personifica el tiempo. Cuenta con cinco ojos;
imaginación, como tampoco lo es la invención de símbolos dos se abren al salir el sol, mientras los otros dos, que vel~­
que representan fenómenos naturales. ron durante la noche, se cierran. El quinto ojo lo lleva en la
Expresado así, en forma prieta, nuestro pensamiento acerca nuca, y permanece abierto mirando hacia el pasado.
de la mitología,
, , trataremos en particular la mitología de los
Siendo la misión de Yaguarú vigilar la actividad de la Na-
guaran1-tup1cs.
turaleza, está dotado de poderosa visión y de no menos po-
Las personificaciones alegóricas de éstos, es decir, los mitos
derosa sensibilidad auditiva. Reúne en sí las tres principales
más importantes, eran: el Yaguarú, el Mboi-tuí, el Yasí-
cualidades del tiempo y de la suerte: teje el hilo de la vida
yateré, el lobisón, el Kuarasí-yara, el kurupí, y el Moñai.
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LOS MITOS GUARANÍES 49
cantando el presente; establece la duración de la vida
el pasado, y acorta la vida cantando el porvenir, en EL MITO DEL MBOI TUI
acompaña con sus voces la armonía de las esferas
Este o personifica a la humedad, al agua, uno de los
En la hosquedad de cueva misteriosa elementos rindpales para la vegetación; en consecuencia, su
que en paciente horadar cavara el a acción es múltiple y vasta. Como víbora-loro, animal que
el temido señor de las cavernas repta y vuela, la primera parte podría simbolizar el agua de
asentó su morada solitaria. los ríos y sus meandros, y la segunda, el agua que portan
Que es el padre del lobo indica el nombre; las nubes. Es la interpretación qúe corresponde a su apa-
en cuatro patas anda sigiloso, riencia. Sus caracteres simbólicos son muy semejantes a al-
y los blancos colmillos afilados, gunos mitos de otras mitologías.
en las recias quijadas babeantes,
reluce con fiereza despiadada Instaló su guardia, el mboi-tuí, 1
presto siempre a las fuertes dentelladas. en el ventrudo tronco carcomido
Muestra su deformada cabezota de un samuú 2 ramoso y centenario
cinco ojos de pupilas encendidas; del Paraná enclavado en la ribera.
dos de ellos el presente miran fijos, Su cabeza de loro muestra un pico
siempre tejiendo el hilo de la vida; en afilados bordes terminado.
los otros dos vigilan el mañana, El cuerpo de vestiglo que horroriza,
sin piedad a la vida limitando; se mueve con flexible ondulación.
y el único ojo que en la nuca lleva, Horrible es su presencia; sin embargo,
dispensando la suerte a los mortales, es el padre de todos los anfibios,
mirando hacia el pasado nunca duerme. y generoso sus cuidados brinda
En la elegida gruta vive alerta, al relente, las flores y el rocío,
pues el destino que marcado tiene, a quienes les da fuerza con su aliento
le obliga a vigilar el Kaaví.1 y con blandas caricias les da vida.
Es inmensa la selva a su cuidado; El convierte las aguas de los tíos
de la fruta también es protector. .en fecundante y fértil humedad.
No obstante la extensión y la maraña,
el pombero 2 llamado yaguarú,s EL MITO DEL KUARASf-YARA
sus dominios vigila muy atento,
con despiertos oídos de ñandú.• Es el más importante de los mitos, pues personifica al Sol,
como dueño de la luz solar, es d~ir, su productor; esto nos
1 Kttavl, monte, bosque.
exime de mayores explicaciones, máxime si se considera que
2 Pombero, fantasma, aparecido. en América el Sol tenía categoría de dios, no como concepto
3 Y t1gU11rú, padre del lobo. El vocablo yaguá no se refiere al perro,
abstracto, sino como concepción concreta. Este mito reconoce
sino al lobo grande, que se parece al perro, y su etimología podría ser:
Ya, igual a ihá, fruta; guá, del; rú, padre; es decir: Padre de la fruta. 1 Mboi, víbora; t1d, loro: Víbora-loro.
• Ñ11ntlú, avestruz. En este caso significa tener oído muy fino. 2 &.•••• palo borracho.


I

,
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES
LOS MITOS GUARANÍES 51
en él al máximo fecundador, rector y guía de la creació , pero
no obstante lo subordina a la armonía general del El buen kuarasí-yara, 1 dadivoso,
implacable castiga a los malvados
Alto, delgado, sombra en el camino. que destrozan los frutos y los nidos
Un pájaro parlero sobre el hombro, y matan sin razón los animales.
y en la diestra robusta, larga y fuerte, Esgrime un largo látigo de vidrio
un restallante látigo de vidrio.· contra el hombre perverso y sanguinario
Pasea sin descanso todo el día; que inútilmente, sin piedad, destroza
ágil trepa las cimas de los árboles, lo que Natura con paciencia teje.
encendiendo en rubor los dulces frutos;
ágil baja la cuesta del barranco, EL MITO DEL YASf-YATERÉ
dorando el tuyutí 1 con que modela El Yasí-yateré representa la belleza físic~, los poderes de
el nativo sus . urnas funerarias. atracción, que se acentúan con los mágicos poderes del kaaru-
Tiñe en sangre las flores de los seibos uicbá, que importa encantamiento, resultando entonces Yasí-
y generoso su oro desparrama yateré el venerador de los órganos sexuales, o fuente de la vida.
dando fuerza de acero a los quebrachos, Es un mito de todos los guaraníes del Continente, con múl-
ubérrimas promesas en las siembras, tiples variantes de detalle, pero con un mismo concepto y fun-
.<t.,
encendidas pasiones en los machos ción que se relaciona con la Luna y la fecundación. Es sin
y lánguidas ternezas en las hembras. duda un elemento solar, por cuya razón fué expulsado de la
Llamamiento amoroso en los mugidos Luna y en su caída llevó consigo cualidades lunares, y de
del fiero yakaré rugoso y feo; aquí su nombre; Yasí-Yateré, fragmento de (luna menguan-
tremante invitación en los silbidos te) , aunque filológicamente podría ser: fruta sin cuerpo. de
del manso y flavo nadador carpincho. la luna; pero es real que su simbolismo es el expresado.
Puntual, en todas partes se presenta: , ,
EL YASI-YATERE
en la rama, en el fruto y en la espina;
en el cogollo humilde que florece Se levanta tres palmos del suelo,
abrazado al tronco de· otra planta. tiene aspecto de hermoso chiquillo,
Teje ensueño con sueño de espejismos • y sus largos cabellos dorados
madurando el cantar de la chicharra. en sus hombros descansan en rizos.
A la pobre semilla le da fuerza, Un gracioso mohín que subyuga,
y al torpe yakaré calor le presta sugerente misterio provoca;
calentando la playa donde duerme tiene luz de la luna en los ojos
junto al nido de paló, espina y ramas. y sonrisa de sol en la boca.
Sus rayos alzan aguas hasta las nubes Su pequeña estatura de enano
para volcar después, sobre los campos, no desmedra sus músculos fuertes,
. ,
en pertinaz garua penetrante, ni aminora sus ágiles pasos,
o en lluvia torrencial y rebosante. ~ ni su osada arrogancia desmiente.
1 Kuart1sí-yar11, traducido literalmente, significa dueño del sol. Para
1 Tuyulí, barro blanco, greda.
ser más exacto, dueño de la luz solar.


,
52 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LOS MITOS GUARANIES 53
Diligente visita los montes personifica también a la tierra como madre generadora de otros
en las tórridas siestas de enero elementos naturales, siendo los vientos y los pájaros medios de
que los dardos del sol agudizan; transpone mediante los cuales pueden fecundarse los campos. De
en el blando arenal de la playa, esta dinámica de Moñai se infiere su condición de hermafrodita.
y en el largo camino pelado
que en zigzag la hormiguita trazara, EL MOÑAI
o el tatú 1 caprichoso lo hiciera.
El andariego Moñai,1
En constante trajín vigilante,
cuidadoso recorre las frondas por los campos soleados
1
anda y desanda caminos,
frecuentando las ramas floridas
cruza y descruza senderos.
que un panal suspendido ya encurva.
Alegre tiene los ojos,
En rumor bullicioso de enjambre,
risueña la cara franca.
muchedumbre de abejas _lo siguen. .
Viste por todo indumento
De la abeja industriosa es el amo.
aludo y blanco sombrero.
De las siestas, el único dueño.
Nota de música pone
Él conoce una mágica hierba
del pájaro en la garganta,
que le presta poderes de mago:
es la verde kaaruvichá; 2 y en alas del viento lleva
infalible payé 3 del enano, a los campos su canción.
Es el taitá 2 de las aves
que en empresa de amores la emplea.
y domador de los vientos;
Con sus dones de yerba hechicera
razón por la cual él sabe
se conviene en humilde chicharra 1

en mitú 4 verdirrojo y huidizo, cuando las brisas ligeras


de la dulce primavera
es esbelta cigüeña bizarra
se trocan en vendavales,
o en apuesto galán arrogante.
¡Es temido raptor de doncellas!
y cuándo los vientos fríos,
de los días otoñales,
EL MITO DEL M01'1AI emponchados en garúas
' presagian inviernos crudos.
Este .'!1ito p~rsonifica al campo como llanura y horizonte,
Es un alegre pillastre,
y tambien al. viento que libr~mente corretea por la extensión.
juguetón, dicharachero;
Las a~es le sirven como medio de transporte. Es evidente que
amigo de travesuras
l?s m.iros son ~uscepti~les, ~e diversas interpretaciones, como .....
y, como pocos, risueno.
s1ntes1s de un sistema filosofico que pretende expli~ar el origen
de los seres y las cosas; por ello debe interpretarse que 1.foñai De los pájaros y el campo,
1
como también de los vientos,
T atú, armadillo.
2 Kaaruvichá, yerba hechicera. La traducción literal sería: jefe de es Moñai único dueño.
las yerbas.
3 Payé, talismán. 1 Moñá, perseguir; ;, despacio, chico, suavemente. •
4 Mitú, pava del monte. 2 T aitá, padre•

.
54 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
:¡ LOS MITOS GUARANÍES

y la palabra empapada
y, como todo lo. útil,
con los silencios del río.
es simple, sencillo y bueno.
-- Poderes de encantamiento /
tienen sus ojos de fuego. '
EL MITO DEL KURUPf Su cálida voz de bronce,
de arrobadores acentos,
Este mito se refiere a la función genésica en constante
aprendió canciones dulces
a~ción de vi?~ y muerte.. E~ la selva tropical, fecunda y pró- del murmullo de los montes.
diga, personificando l.a lu1una y la embriaguez. Elemento que
Incansable en sus afanes,
procrea para perpetuidad de la especie, y también elemento
sujeta los corazones
femenino. Este, como otros mitos, tiene carácter de herma-
con lazadas de isipó 1
frodita. Es el polen y, en síntesis, el falo y también el órgano
y abrazos de ramazones.
sexual femenino.
De verde morada sale
, ' . y, por senderos de vientos
EL KURUPI
, ¡ o por caminos de aguas,
El kurupí, 1 cuyo sino vuelve a su verde morada,
es amar y fecundar, cementerio putrefacto
vive apartado y muy solo ;; con frescura de humedad,
bajo la bóveda verde poblado de ruidos vagos:
de copas estremecidas reventar de yemas nuevas,
y caprichosos follajes. ayes de negras semillas,
En afán de enamorar llantos de tallos quebrados,
procura mujeres bellas hojas que ruedan gimiendo
de pequeños senos duros en la penumbra enfermiza,
y de cintura juncal. donde muere y resucita
Sobre un irupé 2 navega . . el árbol, la flor, el fruto.
convertido en picaflor, •' Sus pupilas lujuriosas
en simple paloma blanca tienen. embrujos de selvas,
o en mamangá 3 rondador. blanda atracción de la luna,
En carreta ligera y loca, tórridos fueF:os de soles.
sobre las alas del viento Con una sola mirada
' desgarra la. doncellez
viaja en los meses de estío
llevando amor en la boca. de la moza apetecida,
Tibio calor que amodorra y en la carne virgen deja
tiene su aliento de selva deseos que fecundizan
cuando toma o cuando besa,
1 Kurupí, kurú, rugoso; pi, piel; es decir: Piel rugosa. cuando acaricia o suspira.
2 lNlpé, Victoria regia, maíz del agua.
3 MamangJ, moscardón. 1 Isipó, liana o bejuco.

,
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
.. /
, /
LOS MITOS GUARANÍES 57
EL MITO DEL LOBISóN mostrando el amarillo y negro tinte
de su pelambre fétida y rayada,
Ya hemos dicho que se trata de un mito universal. El lo- con elásticos pasos se desplaza.
bisón actúa durante la noche, por lo cual simboliza la Habita una caverna solitaria
sombra. Personifica la muerte, en contraposición con la luz en la que, entristecido y taciturno,
del día, que es la vida. Como los otros mitos representa vive su humana vida con el día
las fuerzas naturales. Se considera lobisón a todo séptimo hijo
y vida mitológica en la noche.
varón, siempre que también los seis primeros hayan sido del
sexo masculino Aun hoy el vulgo cree que estas personas,
al dar la medianoche, se transforman en la bestia a que se
refiere el mito y concurre a los cementerios, donde realizaría
tareas macabras y repugnantes.
El Yaguareté-auá (el hombre-tigre) se parece al lobisón y
tiene carácter más regional, pero, tomando en cuenta la uni-
versa1idad del lobisón, hemos preferido referirnos a este úl-
timo.

EL LOBISÓN

En las obscuras noches tormentosas


y también en los claros plenilunios,
escondido en las sombras tenebrosas
de un apartado y viejo cementerio
agazapado ronda el lobisón.
Un ululante grito malagüero,
en el hondo silencio de la hora,
conmueve con angustia de misterio
la serena quietud del Campo Santo.
El feroz lobisón, con lentos pasos,
gruñendo sordamente va en procura
de su macabra presa favorita.
Le cubren la cabeza, grande y sucia,
gn1esos cabellos de color ceniza.
La pelambrosa frente abovedada
resguarda sus dos órbitas hundidas,
y en sus ojos de inmóviles pupilas
se refleja una luz de luna muerta.
Su cuerpo, de felina contextura,
EL CUENTO POPULAR 59
reunido, legendario y religioso, se derivaron nuevas manifes-
taciones que originaron diversas variedades, tales como la no-
vela caballeresca, sentimental, pastoril, picaresca, histórica, etc.,
que adquirió fuerza en el siglo de oro, para quedar aletar-
gada en el siglo (época neoclásica) y reflorecer en el siglo
(época romántica) .
De la épica popular nace el cuento, sobre cuya definición
los preceptistas no están de acuerdo, ya que unos lo conside-
ran novela corta, leyenda o conseja, definiéndolo otros como
CAPÍTULO VI sinónimo de alegoría, fábula, apólogo o parábola, circunstan-
cia que nos hizo pensar en la necesidad de establecer las
EL CUENTO POPULAR condiciones y cualidades de cada uno de estos géneros, para
luego definir o explicar el valor y particularidades del cuento
como narración popular.
A HEMOS dicho que el cuento es una de las formas como La novelt1~ Es una acción narrada, en la cual los hechos,
Y se transmiten las creencias, y tal vez la más importante.
En el folklore correntino, el cuento es una de las manifesta-
reales o imaginados, se urden para sacar de ellos alguna en-
señanza o para divertir con su mera exposición, sin intentar
ciones. más repr~sentativas de la sabiduría popular; es una probanza alguna y solamente procurar el deleite al lector,
1
e~pres1on. espo~r;inea, en la que campean el ingenio, la gra- llamándosele e..t'ltonces novela novelesca.
cia y la 1ntenc1on del hombre común. Pero antes de tratar Se refiere en prosa lo que aconteció o acontece a los entes
el tema en sí procuraremos, por el carácter narrativo del que la imaginación del escritor ha forjado, dándole al asunto
cuento, darle su ubicación en el género épico, y para ello un valor preponderante, y formando un todo armónico con
recordaremos que la obra poética, si nos atenemos a su fi- otro elemento: el ambiente o escenario, donde se desarrolla
na~i?ad, puede dividirse en tres géneros: lírico, épico y dra- la acción, y con los personajes, que sirven para promoverla
mattco. y humanizarla.
El género lírico se emplea para expresar los sentimientos La novela es una manifestación tan amplia que abarca todo
~·.por lo misn10, siempre es de carácter subjetivo; el género el campo de la imaginación. Claro está que se refiere a una
ep1co, que narra sucesos y acontecimientos, tiene siempre ca- historia fingida, sin descuidar la intervención de la poesía
rácter objetivo, y, finalmente, el género dramático pinta los que debe existir en toda buena novela, así como también la
sucesos; de ahí que el hombre, por razones especiales, exprese intensa yivacidad emotiva, lo extraordinario, lo ideal, lo raro
su sentir mediante la obra lírica. Valiéndose de la obra épica y lo peregrino, que contribuyen a cautivar al lector.
narra los hechos que ha visto u observado, y corresponde a la La novela es una narración de sucesos diversos, no siempre
obra dramática lo relativo a la representación, tratando de ser creíble, que tiene el valor de la invención, el mérito de un
fiel intérprete de la obra lírica y de la épica. enlace gradual, la belleza de una ajustada descripción, el ins-
pirado vuelo de una pintura fiel y la lógica de un desenlace.
De estos géneros nos corresponde tratar solamente el épico,
La fábultt. Es un suceso falso, que atrae fácilmente al oyen-
por ser de índole narrativa, y especialmente la épica popular
te, de origen anónimo. Casi siempre nace de la malignidad
( me~ter de juglaría), que s~ inició paralelamente con la épica
y la envidia, y por eso se llama fábula a la hablilla o
erudita (mester de clerec1a), pues del abundante material
' I

60 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES EL CUENTO POPULAR 61


chisme, pero corresponde también a las artificiosas ficciones la que surge una enseñanza moral. A lo grato, amable y
con que se disfraza cualquier enseñanza provechosa. En este bello que tiene el relato se agrega la curiosidad o sorpresa
caso, la fábula es una narración bajo cuya envoltura se nos que despierta la parte emblemática o comparativa, que infunde
hace agradable la verdad. Los protagonistas o interlocutores son en el ánimo del oyente o lector ideas o máximas morales.
animales o cosas inanimadas, que generalmente se expresan Este género narrativo se encuentra en los más antiguos
en verso, y mediante una ficción y la representación de per- monumentos de todas las literaturas, y especialmente en los
sonas humanas o la personificación de seres irracionales, inani- pueblos orientales, pues el genio de esos pueblos está mara-
mados o abstractos, se procura una enseñanza útil 0 moral. villosamente organizado para la parábola, la fábula, el mito,
La fábula en prosa se conoce como cuento de animales. la alegoría y el cuento, formas narrativas que se parecen,
El apólogo. Decimos comúnmente fábula de Esopo, de Fe- aunque sin confundirse.
dro, de la Fontaine, cuando en realidad corresponde llamar- La conseja. Es una narración que tiene algo de alegoría, de
las apólogos, puesto que la utilidad de éste es generalmente apólogo, de parábola y de s6ntencia; puede definirse como
reconocida. cuento, fábula, relato de mentira, hechos apócrifos mezclados
El apólogo es una especie de fábula en que, bajo el velo con verdades.
de la ficción, se enseña una verdad moral. Es más extenso Nos hemos referido, así, someramente, a los diversos gé-
que la fábula y también más erudito, y en él intervienen neros narrativos más comúnmente usados por el pueblo, para
animales, dioses, hombres, cosas insensibles, seres abstractos establecer, por comparación, la importancia y valor del cuento.
y metafísicos. El apólogo puede considerarse un género, y la El cuento. En éste encuentra el pueblo la manera más elo-
fábula, una especie, y aunque se usan estos términos in- cuente de exteriorizar su saber y su sentir, pues es la forma
distintamente, es evidente que son palabras que significan más fácil y sencilla de volcar su innata propensión a la. crítica:
conceptos diferentes. a la sátira, al entretenimiento, a veces a la moraleja, casi
La alegoría. Es la figura que consiste en recurrir a la me- siempre a la c<;>mparación, al cuento verde y al certero mote,
táfora para dar a entender una cosa expresando otra diferente; para lo cual el idioma guaraní se presta admirablemente.. ,
se distingue del apólogo en que oculta el sentido moral hasta Tenemos, como definición, que el cuento es la narrac1on
el instante mismo de la conclusión, que se llama moralidad de un hecho, de un acontecimiento o un suceso fingido en
o adfabulatio (¿moraleja?). su totalidad o en parte, por lo regular verosímil, cuyo ori-
La principal cualidad de la alegoría es la claridad, por lo ginal fué tomado de la vida diaria, con su personaje principal
que se la comprende sin mucho esfuerzo intelectual del lector imaginado y los otros copiados de la realidad. · .
u oyente; pero la relación entre el sentido recto y el figurado Podemos decir que el cuento es una novela .e n la que, todos
no debe ser rebuscado ni muchas veces repetido. . sus elementos están reducidos proporcionalmente, tanto en
La alegoría no es solamente una figura retórica, pues puede dimensión como en profundidad. Si bien es cierto qu~ tie~e
considerársela como un modo general de expresión, y como menos vuelo, posee en cambio mayor fuerza en la smtes1s;
tal se encuentra principalmente entre los pueblos primitivos, su acción es más rápida; el ambiente o escenario está pin-
donde se puede observar que las imágenes reemplazan a las tado en sus principales rasgos, y los personajes sólo hoce-
ideas abstractas. Los orientales encuentran en ella un medio tados.
para expresar el pensamiento oprimido por el despotismo. Como trasunto de la vida, el cuento es múltiple, y, por lo
La parábola. Es la narración alegórica de un cuento poético, mismo, es expresión regocijada de la alegría de vivir, por lo
que encierra una sentencia y establece una comparación, de cual a veces resulta irreverente, de bajo contenido; profunda-
\

62 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES I


EL CUENTO POPULAR

mente cómico y trágico, siempre refiere caracteres humanos


El cuento inmoral, sin otro fin que entretener o divertir
de extraordinaria diversidad, en donde se ponen de manifiesto
a los oyentes o lectores, se llama milesia.
las condiciones más viles o abyectas, o las más abnegadas y
generosas del hombre, con peripecias risueñas o dramáticas y Cervantes, en el capÍtulo 47 del Quijote, dice: "Y según a
pormenores de las costumbres. mí me parece, este género de escritura y composición cae
debajo de aquel de las fábulas que llaman milesias."
El cuento es, pues, una narración fingida, de corta exten-
sión, ingenua y fác~l, y~ cómica, ~a fantástica, ya trágica, .El cuento popular, tan difundido en todo el mundo, cuyo
de la cual se puede infenr una ensenanza, una moraleja, una origen, alcance, importancia y significado fué y es motivo
de estudio, colección y controversia, es una de las ramas más
act~tu~; generalmente es una narración jocosa, de puro entre-
ten~m1ento, pero casi siempre su intención es ridiculizar, za-
importantes del folklore.
herir, molestar. El cuento popular que posee elementos de un primitivo
Con10 vemos, esta explicación o definición no se aleja mu- conocimiento y observación, enraíza en los mitos de una uni-
cho de la que corresponde a la definición de la fábula, el dad étnica y es la narración que la ciencia · de las edades
apólogo, la parábola, la alegoría y la conseja, pero no olvi- anteriores a la científica hace de los fenómenos que no podía
demos que estas narraciones, como todas las formas y varian- explicarse.
tes de la épica, llevan un símbolo didáctico confundido en la Se ajusta a los cánones de la: preceptiva en cuanto a la
forma, exposición y contenido, teniendo en esto relativa im-
envoltura de una narración simple y sencilla, que en sus
portancia con relación al folklore; pero en lo que atañe a Ja
orígenes presenta algún carácter mítico y trascendental, que
con el transcurso del tiempo se desnaturaliza, quedando en- función folklórica, su capital interés reside en su dinámica
tonces Únicamente la envoltura poética. funcional, pues establece enlace de una edad con otra, de un
pueblo con otro, de una generación con otra, de una raza
Pero tal vez lo más importante del cuento no sea su valor
I •
con otra, por lo cual se ha podido decir que "las instituciones
como genero narrativo o, mejor, no tenga el significado que separan y las tradiciones enlazan".
la definición le da como manifestación expresada; entende-
Como hemos dicho, el cuento, en sus múltiples formas y
mos que su verdadera importancia, su verdadero valor, ra-
variantes, casi siempre involucra un símbolo envuelto p<>r Ja
dica en lo que significa como manifestación latente de re-
narración, y en su origen ofrece un carácter mÍtico que, con
beldía; casi diríamos que la intención rebelde se manifiesta
el correr del tiempo, con el rodar por los caminos de los
en el cuento. Cuando el pueblo no puede, 1por diversas ra-
pueblos, con el andar de boca en boca, se desnaturaliza en
zones, criticar, protestar o declarar abiertamente su disconfor-
su esencia, quedando como elemento visible la envoltura que
midad, cualquiera sea ésta, apela al cuento para manifestar
recoge la preceptiva; pero su meollo o carozo~ desaparecido
su protesta, para expresar su queja; es, entonces, una válvula
o casi desaparecido, es la substancia material que interesa al
de escape, por donde fluye la presión anímica de una re-
folklore. De esto puede inferirse que el cuento tiene un origen
beldía latente, que el pueblo convierte en sarcasmo, en sátira,
antiquísimo, tal vez protohistórico, y en todo caso precieo-
en blasfemia, en cuento verde o en carcajada burlona.
tífico, de donde surge el carácter de la universalidad del cuento
El cuento popular (¡mester de juglaría!) es la narración papular.
que emplea el saber popular como desahogo de su yo íntimo.
Los cuentos más antiguos que se conocen, y que datan de
En cuanto al cuento literario ( mester de clerecía), es tema
los siglos xn1 o XIV antes de Ja era cristiana, son los atribwdos
que no hemos querido abordar por no pertenecer al folklore.
a los egipcios, y en ellos intervienen en gran parte la fanta-
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FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES EL CUENTO POPULAR

sía, pues hacen hablar a las momias y actúan hechiceros, ma- de las otras manifestaciones narrativas, en que es un relato
gos y otros personajes misteriosos. de .~echos maravillosos sin lugar localizado y sin individuali-
Cuentos de proezas guerreras, viajes, naufragios y algun0s zaaon de personajes; que responde a una concepción infantil
que se refieren a costumbres, tueron recogidos por Herodoto, pero con una finalidad cierta, como es la de dictar normas'
Luciano y Hcliodoro, por lo cual se puede establecer que el describir costumbres, etc., y que su antigüedad remonta a u~
cuento es un desecho de la Historia y, casi siempre, la se- siglo an:~s de _Cristo. El célebre geógrafo griego Estrabón,
milla de la epopeya. que nacto el ano 60 antes de Jesucristo, nos da una versión
En general, los autores encuentran que el origen del cuento del zapatito de la Cenicienta. Herodoto refiere el cuento del '
popular puede ser: mitológico,. antropológico, de interpreta- ladrón que~ habiéndose introducido en el tesoro del reir , in-
venta diversas estratagemas para no ser sorprendido. ~
1
ción histórica. También le dan como origen la transmisión, ·
pero entendemos que ésta no puede ser considerada como La Odisea no es otra cosa que un conjunto de cuentos
origen y sí como lo que hemos llamado dinámica funcional, populares, y las aventuras que en ella se refieren figuran des-
por cuanto para transmitir es necesario tener o saber. El pués e~ ,La.s. mil y un~ noches y en otros libros que fueron
cuento, cualquiera sea su origen, se mueve, anda, se deforma y segu1ran siendo. deleite de muchas generaciones.
en cuanto a su envoltura, se transforina, vive y muere. Algunos autores opinan que el mito es lo primitivo de la
La ubicación de los orígenes del cuento no es absoluta, forma narrativa; que la posterior deformación del mito dió
puesto que un origen no excluye otro, y aun los tres orí- lugar a la leyenda, y por último que una deformación de la
genes pueden intervenir en forma ecléctica; pero ello no im- leyenda dió origen al cuento.
pide, ni mucho menos, reconocer estos orígenes como ver- En la región guaraní el cuento, conjuntamente con el mito
daderos, y hasta podríamos decir que para el recolector de y la leyenda, tienen jerarquía popular, y con la fábula la
cuentos populares, la antedicha clasificación simplifica la tarea. parábola, el apólogo, la conseja, la alegoría y los compue~tos
Entre el cuento popular y el cuento literario existe mucha s~, nutre la imaginación del pueblo; por eso en toda narra-
1
diferencia, y consiste en lo siguiente: el cuento popular es c1on guaran1 son elementos primordiales el dueño del sol, la
anónimo y transmitido por la tradición o la historia en forma h~~a, la luz mala, el diablo (pocas veces mandinga), d es-
oral o escrita; el cuento literario es producto de la imagina- p1ntu del agua, el espíritu del monte, etc., todos con mucho
ción y de autor cierto. Se comprende, entonces, la razón por de leyenda y mito.
la cual el cuento popular tiene particular inte~és para el
folklore.
·En toda América, y especialmente en la región guaraní, el
cuento popular es una frondosa selva aun inexplorada en
muchos de sus aspectos. Los cronistas y los historiadores del
Nuevo Mundo de los siglos xv1 y xvn, han recogido algunos
de los abundantes y curiosos elementos de este acervo de
gran interés para el mitógrafo, el historiador, el literato, el
sociólogo y, especialmente, el folklorista. Es un interesante y
rico material el que guardan las tradiciones y los mitos pri- ..
mitivos de las razas aborígenes americanas.
Digamos, para terminar, que el cuento popular se diferencia
,
I f

LA FAUNA DE LA REGIÓN GUARANÍ

cuentan el yakaré, el karayá, el yaguareté, el mbarakayá, el


koatí, el kiyá, el aguará-guazú, el aguará-pintá, el aguará-
popé, el aguará-chaí, el hurón, el anguyá, el apereá, el tatú,
el kuré, el guasuvirá, el teyú, la gama, la comadreja, la
tortuga, la iguana, víboras de cascabel, de la cruz, yarará,
ñacaniná; arañas, sapas, ranas, escuerzos; peces como el do-
rado, el doradillo, bagre, armado, boga, pakú, sábalo, palo-
meta, raya, suruví, pejerrey; entre los insectos, los mosquitos,
jejenes, mbarigúí, pique, marandová, pulgas, pulgones, piojos,
chinches, mamoretá, mariposas, mamangá, avispas, langostas;
CAPÍTULO VII entre los moluscos, el uruguá (caracol), conchas, conchillas;
'
entl'e las aves, el carancho, el gavilán,, el caranchillo, la le-
LA FAUNA DE LA REGióN OCUPADA chuza, el ñakurutú, el kaburé, el cuervo, el idvú, el hornero,
POR LOS GUARANtES 'e1 alonso, el picaflor, las palomas, tordos, cardenales, zor-
zales, loros, cotorras, patos, perdices~ pakaá, pollonas, pavas
del monte, garzas, chajaes, cigüeñas, aguapé-a-só, tuyuyú,
L CONJUNTO de especies animales que forman la fauna teros, karau, gaviotas, mbiguá, maká.
E de Corrientes, uno de los asientos de los guaraníes, se
debe a su dima, orografía, geología, y también a la influen- EL YAKARÉ
cia del hombre.
No obstante las posibilidades de trasladarse los animales Reverbera el sol fingiendo fantasma de luz que adquieren
de un lugar a otro, o de una a otra región -cercana o a la distancia formas de monstruos vaporosos en el vecino
distante-, la fauna posee los caracteres que le imprime el palmar. El sonsonete gris del ñakirá (chicharra) hiere con
ambiente, pues a él se adapta; de ahí su estrecha vinculación su monocorde chirriar la quietud de la siesta. Una mudez
con el medio y su directa dependencia de la flora. hosca se agudiza en la abrupta soledad. Nada turba el pai-
I La fauna correntina se particulariza por la riqueza de la saje, a no ser . algún mbarakayá-guasú (gato grande) que
forma, la variedad del tamaño, la ~lambre y la coloración, baja a beber, asusta~do al carpincho o al kiyá que, prestos,
y si bien es cierto no son muy ~ariad<;>s, vistosos ni tan se zambullen en las aguas salvadoras del do.
, grandes como los de la zona amazónica, son sin embargo Vuelve a reinar la quietud que, abrazada al silencio, se
dignos de ser considerados como pertenecientes a una de las ahonda en el monte próximo y se prolonga a través del río
faunas subtropicales más importantes de Sudamérica. de una a otra orilla. En la playa arenosa, tomando el sol,
Los montes, los campos, las lagunas y los ríos correntinos es~ inmóviles y amodorrados, se advierte la presencia de una vein-
tán· poblados de múltiples especies, que proveen abundante caza tena de yakarés que, turbados en su somnolencia por cual-
y pesca de todo género, y no menos impcrtante es la utilidad quier leve ruido, entreabren los brillantes ojillos y bostezan,
que prestan a la industria, que tiene en la fauna regional un mostrando su enorme ·boca roja, de mandíbula armada de
vasto campo de explotación, siempre que se proceda racional- filosos dientes y caninos huecos y largos, que imponen respeto
mente. y temor. Luego vuelven a su adormilada actitud, sin cambiar de
La fauna correntina está formada pcr un sinnúmero de sitio, confiados en la invulnerabilidad de su rugosa coraza. Aquí
animales pequeños, medianos y grandes, entre los que se
68 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FAUNA DE LA REGIÓN GUARANÍ

y allá y más allá parecen rajas de leñas tiradas en la playa. da; las patas son cortas, por Jo cual al andar se arrastra. Existen
No obstante su fiereza, el yakaré huye del hombre, y al cinco especies: el trigonatus, com.Únmente lla~ado "ñato"; el
solo amago de un ruido sospechoso se refugia en el agua. pttlpebrosus, de párpados gruesos; el níger, comúnmente llama-
En tierra sus movimientos son torpes, lo que confirma el do "hú", negro; el latirrostris, llamado "yakaré serrucho", y el
dicho popular: "¡Oh, destino!, dice el yakaré cuando está sclerops, llamado "yakaré pintá", colorado, el más feroz.
en tierra atado con soga." La lucha que se libra entre ellos por la posesión de una
En el agua su destreza y vigor son notables, aun cuando hembra en la época de celo, o cuando disputan un trozo de
el Óseo caparazón que cubre su espinazo le resta flexibilidad; carne,. suele ser de una ferocidad bn1tal.
por eso cuando nada lo hace en línea recta y, tanto en En las orillas de un estero de la isla Karayá pude presen-
tierra como en el agua, si es atacado se defiende con sus ciar un combate entre yakarés.
paderosas mandíbulas y potentes coletazos.
~n compañía de un islero amigo cazamos un carpincho, al
En las aguas quietas de la laguna, la cabeza del y~karé que sacamos las vísceras, y mi amigo, que me prometió un
sobrenada, apenas visible, circunstancia que le valió su nom-
espectáculo nunca visto por mí, las arrojó en medio de cinco
bre guaraní: y, igual a i, agua; aká, cabeza; ré, nada más;
yakarés que dormitaban fuera de las aguas pantanosas del
cuya traducción sería: cabeza que sobrenada en el agua. El estero. El primero que atrapó las menudencias arrojadas, ape-
escritor Saturnino Muniagurria, docto e!l el idioma guaraní, nas había tenido tiempo de cerrar las mandíbulas cuando
dice: El nombre de este saurio debe provenir de yacá, arroyo, recibió un tarascón que le arrancó una mano. Desde ese ins-
y ré (apóéope de rehé), que significa: del arroyo. tante la lucha se generalizó, en· tal forma y con tal ferocidad
Yakaré, Lacerta alligator, es el nombre guaraní del caimán, que pronto adquirió proporciones que me achicaron el ánimo
y kaimán es, a su vez, voz del dialecto galibí del Brasil: caí, y arrugaron el corazón de angustia.
moverse; mán, no; es decir: no moverse o que no se mueve.
Eran inexorables en su furor; se mordían entre sí, sin soltar
Habita en las orillas de los ríos, lagunas, esteros, bañados
la parte alcanzada hasta desgarrarla, no dándose tregua ni
y maloyales, en los que busca lugares pantanosos para pasar
aun con la cabeza destrozada.
su sueño invernal, pero antes, en los meses de abril y mayo,
la hembra excava su nido en la arena y deposita en él entre Pronto los contendores fueron una masa informe que ro-
veinte y treinta huevos, dejando que el sol los empolle, daba dando roncos bufidos y tremendos coletazos; resoplando,
constituyéndose en constante y celosa guardiana, hasta el na- se atacaban furiosamente con sus poderosas mandíbulas, y
cimiento , de los pequeñuelos, que inmediatamente son 'con- los más fuertes daban vuelta · sobre, sí con su víctima, sin
ducidos hasta el agua por la madre.
'
soltarla. Se oían estertores , y ruidos qe hu.esos .rotos, que
Tienen los sentidos auditivo y olfativo muy desarrollados, crujían bajo la presión de los terribles y afilados dientes.
y en la oscuridad de la noche, el de la visión. Dos de ellos, buscando su defensa eh el barrial, peleaban
Cuando hace mal tiempo lanza un mugido semejante a en la orilla, y el barro, chirle, saltaba teñido por la sangre
un trueno lejano, y es creencia general que llora después de que manaba de las heridas de los combatientes.
devorar a su presa, de donde proviene el dicho popular: Los cinco yakarés presentaban tremendas lastimaduras. Uno
"lágrimas de yakaré", que importa decir: llora después de dejó de moverse. Estaba muerto. Tres tenían las mandíbulas
haber cometido un daño. • rotas. pues es la parte preferida para dañarse, y además les
Su tamaño varía entre ochenta centímetros y dos metros, des- colgaban, retorcidos y deformes, pendiendo de la gruesa piel,
de la cabeza al extremo de la cola, que es delgada y aserrucha- sus miembros desgarrados. El que se consideró vencedor, con
...

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70 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES
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LA FAUNA DE LA REGION GUARAN!
la cola amputada, se internó hasta alcanzar un lugar con
agua, y desde allí se dirigió a una laguna próxima. Melanio. sin replicar, levantó los remos y dejó que la ca-
En el lugar del combate el saldo era impresionante y el noa se desplazara impulsada por la corriente, y cuando es-
espectáculo desolador; los vencidos, prácticamente mutilados, tuvimos a unos veinte metros de los bichos, dejó caer los
arrastrándose uno tras otro, siguieron las huellas del primero, remos con cierta violencia. El ruido de éstos, al chocar con
dejando tras sí un reguero de sangre. las aguas, asustó a los animales que, con grititos ronco~, en-
-¿Volverán a pelear en la laguna? -interrogué entre cu- filaron resueltamente hacia la pr6xima orilla, barrancosa, donde
rioso y apenado a mi amigo. Éste me respondió: desaparecieron metiéndose en una cueva, cuya boca de entra-
--En el agua jamás pelean, porque la membrana que les da, de forma circular, tenía entre cincuenta y sesenta cen-
cubre los ojos les impide ver cuando están sumergidos, y tímetros de diámetro.
también porque solamente abren sus fauces fuera del agua. -Me hubiera gustado cazarlo -dije como reconviniéndo-
Su cuero -yakaré-piré, en guaraní- la parte del abdomen, le; pero mi compañero, sonriendo, me respondi6:
es utilizado por diversas industrias con excelente resultado, -Esperá, chamigo; si tenés paciencia te darás el gusto. A
por lo cual se cuida la conservación de esta especie. mí también me gustaría cazarlos, porque no se encuentra
La grasa se tiené en alta estima por la gente del pueblo, fácilmente una cueva de kiyá ..•
que le atribuye propiedades curativas; se emplea en fric- Embicó la canoa y la amarró, mediante una larga cadena,
ciones para dolores reumáticos y también en otras dolencias. al tronco de un sauce, y después de saéar del pañol de popa
De ciertas partes del cuerpo del yakaré se obtiene una dos bolsas me indicó que esperase junto a la cueva. Entre-
substancia odorífera parecida al almizcle que se emplea en tanto, él caminó primero en una direcci6n y luego en otra,
medicina y perfumería. poniendo toda su atención en la búsqueda de algo que yo
, ignoraba; por fin halló lo buscado: eran las salidas de la
EL KIYÁ
. cueva, en cada una de las cuales reunió algunas ramas y
Ocurrió en paraje solitario del río Paraná~ mientras la canoa prendió fuego, de manera que el humo penetrara en ella.
avanzaba lentamente al impulso acompasado de los remos. Terminada la operación volvi6 junto a mí y, tomando las bol-
Ya pasada la mediatarde, pisando los umbrales del crepúsculo, sas, se ubicó frente a la boca de la cueva que daba sobre el río.
mi amigo Melanio me indicó, con un movimiento de cabeza, Había pasado un largo rato cuando aparecieron los bichos, I

la presencia, como a doscientos metros de la proa, de unos mareados por el humo, y a medida que salían iban cayendo
animalitos de cabeza . algo triangular, orejas cortas y ojos pe- en la bolsa. Los que intentaban huir fueron castigados con
queños, que emergen y se sumergen ágilmente. Fijé mi aten- la otra bolsa. '
'
ción y, de primer intento, exclamé: Nuestra caza resultó magnífica. Contamos cinco hermosos
-¡Carpincho! ejemplares.
-El carpincho nada cortando las aguas horizontalmente, Nos embarcamos y emprendimos el regreso. Esa misma no-
y esos animales nadan emergiendo y sumergiéndose en forma che, en el refugio de mi amigo -su rancho distaba una
vertical -explicó mi interlocutor. jornada de dos días de viaje-, me dediqué a examinar los
-¡Nutrias! animales que había confundido con carpinchos y nutrias. Fué
-¡Es kiyá! entonces cuando Melanio, conocedor de la fauna lugareña y
-Kiyá se le llama en guaraní a la nutria -expliqué con experto cazador, me explicó lo siguiente:
~uficiencia, convencido de mi afirmación y conocimiento. -Este animal, que en guaraní se llama kiyá, cuya traduc-
ción, para mí, es fruta verde (kí, apócope de akí, verde; ya,
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FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FAUNA DE LA REGIÓN GUARANÍ


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igual a ihá, fruta) ,. es llamado erróneamente nutria 0 lobito y en el interior se ofrecían como "fruto del país" los "cueros
de río. Desde muy antiguo viene esta confusión. Los con- de nutria abiertos por el lomo", que tenían mejor precio
quistadores confundieron el kiyá con el lustrino, no obstante las que los cueros "abiertos por la barriga".
fundamentales características que los diferencian. Consagrado el Aparte de la conformación de la cabeza, el tamaño, pelaje,
error por el vulgo, resulta ahora difícil destruir esa confusión. patas y bigotes, el kiyá se diferencia de la nutria, así como
El kiyá es una rata nadadora. Un roedor que se alimenta d_e otros animales, en algo muy singular: el kiyá hembra
especialmente de raíces. La nutria o lobito de río (nada tiene tiene las mamas. en la espalda, lo que indica que la madre,
que ver con los lobos) es un mamífero carnicero y consti- como la comadreja, lleva constantemente su cría a cuestas,
tuye el grupo genérico más típico de la subfamilia de los y es por esa disposición de las mamas que en el mercado
lustrinos o mustélidos. De cabeza ancha y achatada, posee se ofrecían: "cueros de nutria abiertos por el lomo".
treinta y seis dientes: arriba, a cada lado, cuatro premolares Como el carpincho y la nutria, el kiyá es fácilmente do-
y un solo molar verdadero, y abajo, tres premolares y dos mesticable, pudiendo conseguirse un sumiso compañero, que
molares. Los dientes carniceros son muy grandes, lo mismo sigue a su amo, tal como el perro y la oveja guacha. A su
que el único molar superior. El cuerpo es alargado y flexible. grasa se le atribuyen virtudes medicinales, usándola en la
Se alimentan casi exclusivamente de peces, pero también co- cura del reuma y en las torceduras.
n1en crustáceos de distintas clases, y si no hallan otra cosa, Melanio, mi amigo el cazador, con quien pasé mis vaca-
ranas, pequeños reptiles y algunas aves acuáticas. Su carne ciones, terminó sus explicaciones diciéndome:
es muy apreciada por algunos; otros la encuentran repugnan- .~~ has pod.itlo observar, el kiyá no se parece a la nu·
te, a causa del fuerte olor a pescado que despide. tna, y sin embargo el vulgo sigue llamando kiyá a la nutria,
El kiyá, coipo o rata nutria, Myocastor coypus, es un y no solamente el vulgo, sino también algunos diccionarios ...
animal de completa adaptación acuática; frecuenta más los
ríos que las lagunas y bañados; se instala en las costas muy EL TEYú
accidentadas> en cuevas subterráneas con varias bocas; se
oculta durante la may9r parte del día, saliendo al anochecer Teyú, nombre guaraní, significa verdadera espina o verda-
y retirándose a las primeras horas de la mañana. Raras veces dera punta; yu equivale a espina y, por extensión, a punta,
se lo ve al medio día, a menos que durante la ·noche el mal y t{!, apócope de ité, significa verdadero, cierto; de donde
tiempo le obligara a permanecer en su guarida, o que una t enemos " verdd . ,, ; pero yu es tamb'
a era espina ien amarillo, y
inundación haya anegado a ésta. \ entonces podría ser "amarillo verdadero". '
El pelaje del kiyá está formado por dos clases de pelo: Si observamos las características de este animal .veremos que
uno corto, espeso, fino, felposo, impermeable al agua, que le presenta, en cuanto a conformación, la forma de una ver-
cubre el pellejo; otro largo, fuerte, lustroso, menos espeso que dadera espina y en cuanto a su pigmentación~ en muchas va·
el anterior, al cual recubre como un sobretodo o guardapolvo ricdades predomina el color amarillo, lo que justificaría el nom- '
protegiéndolo del barro y el polvo. bre de "verdadero amarillo".
Su piel, llamada en guaraní kiyá-pí, es muy estimada por Espina o amarillo fueron las cualidades que sirvieron sin
la industria, una vez despojada del pelo largo, quedando so- duda para su denominación guaraní. El idioma guaraní ( av~­
lamente el corto, de color plomizo y muy suave. Los indios ñé 'é) nomina atendiendo las cualidades objetivas más carac-
quiteños llaman chilcapán a la piel del kiyá. terísticas o predominantes del ser o cosa, por lo cual mientra!
En época no muy lejana, en el mercado de Buenos Aires nombra describe.

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74 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
LA FAUNA DE LA REGIÓN GUARANÍ 75
El teyú, parecido a la iguana, aunque más pequeño -de
veinte a treinta centÍmetros desde la cabeza al extremo de la rápidos y vivos; también es vivaz y despierta la expresión
cola- es un animalito . espantadizo y muy ágil en sus mo- de su cabecita levantada.
vimientos. Se alimenta de insectos y vegetales, y vive entre Pertenece al género l.A.certa L., del orden de los saurios,
los árboles, escombros y huecos de las paredes. Cuéntase suborden de los fisilingües, familia de los lacértidos; es de
entre los animales que aovan, tal como la serpiente. color azul, verde, rojo, amarillo, overo y pardusco.
Entre los más conocidos de la provincia se cuenta el teyú- El chelco y el m atuasto son lagartijas grandes, que pasan
taragüí, que abunda en las inmediaciones de la ciudad de por venenosas.
Corrientes, principalmente en las barrancas del río Paraná, En quichua se da al teyú el nombre de umocote o hun1uti,
donde habita en cuevas o hendiduras naturales, conocidas y es de tamaño pequeño. Son muy Útiles a la agricultura,
con el nombre de teyú-kuá, que significa morada, cueva del porque destruyen muchos insectos.
teyú, lo que recuerda una vieja leyenda recogida por Am- Como su nombre en guaraní lo indica, tienen el cuerpo
brosetti en su viaje a Misiones, quien la relata así: alargado y la cola terminada en punta. Carecen de dientes;
poseen una sola placa nasofrontal; la placa occipital es pe-
"Entramos en la gran cancha de T eyú-cuaré (cueva que
queña, y los discos palpabrales están separados de las placas
fué del .lagarto) , de dos mil metros de ancho, que tiene sobre
superciliares por una serie de escamas; las regiones temptales,
la costa argentina unos enormes paredones de piedra coro-
por lo general, poseen escamas pequeñas,, en medio de las
nados de magnífica vegetación.
cuales se encuentra una placa llamada masetérica; el collar
"Don Patricio Ganen me dijo que en el año 1855 un indio tiene los bordes enteros; las escamas del dorso y de los cos-
viejo le había contado que en otro tiempo existió en estas tados son pequeñas y redondeadas.
rocas un enorme lagarto (teyú), y que un día, saliendo de Son insectívoros y herbívoros, y existen varias especies que
entre una rajadura, pasó el río a nado y formó el arroyito se hallan esparcidas por toda la.. América del Sur.
que se ve enfrente, sobre la costa paraguaya". Montoya, en su Tesoro de la lengua guaraní, cita nueve
También el doctor Bertoni recogió la leyenda del teyú- · especies incluyendo en la lista a la iguana.
cuaré, acerca de la cual dice: La voz igr1ana es de origen haitiano; la registra González Fcr-
"Pero es allí también, según la tradición y la creencia nández de Oviedo en su Historia general y natural de las Indias,
arraigada entre los guaraníes, donde vive el terrible dragón, y ta.m bién -Bartolomé de las Casas en su Apologética historia.
gigantesco lagarto con alas, con garras y con hálito de fuego. La. voz iguana, conjuntamente con cacao, ~jí, cazabe, ca-
Así. lo dice también el nombre: teyú (lagarto) y cuaré ribe, aje, iucca y otras, fué una de la.s primeras voces ·ame-
(gran cueva). Grandes fueron las desgracias que este mons- ricanas que se conocieron en España.
truo ha causado y numerosas sus víctimas: existen en el
país ancianos que saben contar, con todos los detalles, los EL CARPINCHO
horrores de esos naufragios. Sin embargo, bastaba un sacri- El carpincho es el más grande de los roedores de la fauna
ficio, una ofrenda cualquiera, un pedazo de carne o un objeto argentina; alcanza una longitud de un metro y, más o menos,
echado al agua, para calmar a esa fiera y pasar seguros." cincuenta centímetros de alzada. Su cabeza es ancha y alta;
El teyú -lagartija, en castellano- es un animal pequeño el hocico, obtuso; los ojos, grandes; las orejas, cortas; los in-
-dícese lagartija al hombre bajo y delgado-, parecido a la cisivos superiores, anchos y acanalados; los dedos de los pies
Lacerta mura/is, y, como ésta, se desplaza con movimientos están unidos por una membrana interdigital; carece de cola,
y su pelambre es de color pajizo claro o canela oscuro. Pre-

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76 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FAUNA DE LA REGIÓN GUARANÍ


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scnta cierto parecido con el cerdo, por lo cual científicamente a la traducción literal, significaría: pasto del agua (guá, del;
se llam:i llidrochoerus capyuara.· i, agua; kapií, paja, pasto); pero el hecho de que el color
Vive en agrupaciones familiares, a orillas de los ríos, la- ele su pelo sea parecido al color de la paja o pasto no puede
gunas, arroyos y en las islas, sin conocérsele cueva, guarida ser suficiente razón para su nominación, por cuanto hay
o morada . Cada hembra pare, una vez al año, cinco o otros animales que presentan tal semejanza, y tanto "habi-
seis pequeñuelos. Es glotón de frutas silvestres, por lo cual tante de la maleza,, como "pasto di e agua,, no es una carac-
frecuenta los montes próximos a las riberas, resultando en terística especial del carpincho solamente.
estas excursiones fácil presa de los yaguaretés y, en el agua, Nosotros~ de todos los nombres guaraníes dados, y aten-
comida de los yakarés. diendo a su manera característica de conducirse en el agua,
Al menor peligro, buscando su salvación, se arroja al agua creemos que le corresponde el de kapi-i-guá, cuya interpretación
con violencia, profiriendo un grito parecido al rebuzno. es la siguiente: ka, apócope de aká, cabeza; pí, apócope de
Es gran nadaclor y zambulle admirablemente, pero en piré, cuero, piel y por extensión, lomo; i, agua; guá, del; que
tierra se mueve con pesadez. Cuando es hostigado ataca la significaría: cabeza y lomo del agua; mejor dicho, cabeza
canoa de su perseguidor, la que muchas veces vuelca. Tanto y lomo en el agua. El carpincho, mientras nada, muestra
en el agua como en la tierra presenta lucha al perro. el lomo y la cabeza, característica que aprovecha el carpin-
Se alimenta de vegetales; su carne es comestible, frita o c.hero . (cazador) para cazarlo.
asada, de fuerte olor y gusto peculiar, con mucha grasa. No para abundar en nuestra interpretación filológica, sino
El cuero se utiliza en la industria, curtido, para hacer co- simplemente para describir un aspecto de la caza del car-
jinillos, tiradores, rastras, riendas, tientos, asientos de sillas y pincho, diremos cómo hemos visto CtYDplir sus tareas al
también zapatos, botas y polainas. carpinchero en la región comprendidi entre la isla Apipé y
Es fácilmente domesticable y una vez aquerenciado no huye, la costa paraguaya.
moviéndose en la casa con tranquila cordialidad. Sigue al En su frágil igá (canoa), costeando la ribera del río, el
amo y acude a su llamado. carpinchero va aguas arriba. Sentado en la popa palea tran-
Oviedo, en su Historia general y natural de las Indias, re- q~ilamente, sin mayor preocupación, al parecer, pero siempre
firiéndose a las regiones del Plata dice: "Hay una cierta atento y ojo avizor a cualquier ruido, movimiento o grito.
manera de puercos de agua, que son buena carne, y de cuatro Lo acoll}paña su yaguá (perro), que en la proa levantada
pi,es, y tiene cinco uñas en cada pie y cada mano, y el pelo asoma la cabeza en actitud también espectante; casi siempre
es áspero, de color como rubio, unqs más oscuros , que otros, es un perro al que le falta media oreja y curtido de cic;atrices,
y salen a pacer en tierra y se tornan al agua, y cuando colí (sin cola) y de color barcino.

los sigtlen se escabullen y salen de rato en rato; pero crían en El carpinch~ro sigue viaje aguas arriba, y de pronto, en un
tierra. y llámanlos de agua porque les es muy ordinario, y limpión de la costa, descubre la rastrillada (huella) que busca.
las más de las veces los matan en el agua : llaman los indios Se detiene. Embica su canoa y salta a tierra seguido del perro.
. ,,
a estos puercos cap1varas . Busca la dirección de la rastrillada y, una vez orientado,
El carpincho, llamado en Venezuela cabiai o cabiel, y se encamina hasta el monte próximo, seguro de que está
guardatinaja en alguna otra parte de Sudamérica, tiene en sobre la pista de su presa. En el cruce de dos rastrilladas
guaraní los siguientes nombres: capi-iuá, capigüara, capi-iguá, hace alto y espera. El pelTo, después de una indicación de
cap;í-guá, capiuara, capiigüara, que para algunos autores ~11 amo, avanza cautelosamente y olfatea; sigue un trecho y se
significa: habitante de la maleza, y para otros, ajustándose detiene, y luego siempre husmeando, se pierde en el monte.
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LA FAUNA DE LA REGION GUARAN! 79
78 fOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
Viven en manadas, en los montes próximos a los ríos y
Entretanto el carpinchero no está ocioso: imita con el sil- lagunas, generalmente en la copa de los árboles, alimentán-
bido el llamado de los carpinchos en celo, y cuando el can .. dose de hojas, frutas silvestres, huevos y pájaros. Son inofen-
le anuncia, con un ladrido breve, la presencia del animal sivos y fácilmente domesticables si se apresan pequeños. Sus
buscado, se prepara. fuertes aullidos se oyen desde lejos, generalmente al amanecer y
El perro, bien adiestrado, con falsas embestidas y ladran- a la caída de la tarde. Por sus estridentes gritos se dió en lla-
do, hace que el carpincho, buscando el río, pase junte al marlo aullador, y en el Brasil, guariba o aluate. Su carne es
cazador, quien ha preparado una trampa para atraparlo al comestible, y el cuero se emplea en la fabricación de tapados
paso; pero si éste yerra en su intento se vale de otro medio. para mujer, billeteras, cinturones, rastras, tientos para coser
Perseguido por el perro, que no lo ataca, el carpincho se recados y otros enseres de uso corriente.
ha tirado al agua con un ruidoso chapuzón; el cazador trepa Tiene cinco dedos en cada extremidad y los pulgares del-
nueva1nente a su canoa y ahora, aguas abajo, palea con fuerza gados; la cola, más o m~nos larga y prensil, le sirve como
y ligereza, calcula.ndo con la vista el lugar donde aparecerá una quinta mano; mediante ella, cuando no salta, se ba-
el carpincho después de su primera zan1bullida. Ha soltado lancea para alcanzar una rama. Se desplaza con suma facilidad,
Ja pala y empuñado la fija (especie de harpón), y cuando y cuando no duerme está en constante movimiento, saltando
el animal emerge para respirar, mostrando su cabeza y de gajo en gajo y de árbol.en árbol. El pelo es espeso, de color
lomo, lanza aquélla en parábola, alcanzando al carpincho, que negro en 'los machos y algo rojizo en las hembras.
al sentirse herido busca la orilla; pero como la fija le zan- Es un gran imitador de los otros animales, y ta~bién del
golotea en el lomo, vuelve al agua. El carpinchero ya está hombre; de ahí el dicho popular de: "lo que hace él mono,
próximo a su presa; la alcanza, y tomando la fija por el imita el karayá".
extremo libre, con precaución arrima al carpincho hasta la
Su modo de vivir en manadas dirigidas por un jefe, su
banda de la embarcación y, con un pesado martillo de madera,
ferocidad y otros detalles de su existencia dieron origen a le-
lo ultima pegándole en la cabeza. La pieza está cobrada, y
yen4as, c~entos, dichos y comparaciones.
atándola en la popa la remolca. Ayuda al perro a subir a
la canoa y regresa aguas abajo silbando una alegre tonada. Daniel Granada, en Vocabulario ríoplatense razonado (Mon-
tevideo, I 890) , refiriéndose al kara yá expresa lo siguiente:

"Dícese de un mono que habita en los montes del Paraná
EL KARAYÁ y Uruguay arriba, así como en los del Paraguay, y de las
En guaraní, karayel. es el 11ombre que se da a ciertos moQos vertientes que respectivamente les tributan, de unas cinco
de la familia de los platirrinos, de cuerpo más bien chico, cuartas de longitud; negro, menos el pecho, que es pardo
cabeza alta y grande, cuello abultado,, y en la parte inferior rojizo; feísimo y torpe; de voz agria, lúgubre y fuerte. Anda
de 1a cara una larga barba que le presta un aspecto caracte- en cuadrilla, capitaneada por un jefe; las madres llevan al
rístico; en conjunto, la cabeza y la cara tienen una apariencia hijo cabalgando a sus espaldas. Contrasta por su fiereza con
especialísima, de mirada casi humana, circunspecta y melan- el kaí, no menos que por su condición y hábitos. Aseguran
cólica. De esta apariencia, posiblemente, le viene el nombre que, perseguido, echa excremento en la mano, para lo que
de karayá, cuyo significado sería; "lo que quiere ser cabeza", siempre está dispuesto (sin duda efecto del miedo), y se lo
o "lo que no llegó a ser cabeza", significado que se obtiene arroja al agresor; que herido masca unas hojas y las aplica
descomponiendo así la palabra: ka, apócope de aká, cabeza; a la lesión; que la cabeza de la comunidad anuncia a gritos
ra, partÍcula que significa parecido, lo que quiere ser; ya, el peligro, para que lo eviten, quedando expuesto solo e1 jefe,
equivale a resultado, producto, fruta (ya, igual ihá, fruta).
8o ,
FO_L KLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES

que arrostra la muerte con estoicismo; moribundo, se acomoda


en el árbol de manera que su cadáver no vaya a dar a n1anos
del matador cayendo al suelo".
Y agrega: "Azara entiende que karayá se deriva de caayá,
jefe del bosque, siéndolo de los diestros o astutos: cará, des-
. etc. "
treza, astucia;
Está de más decir que no compartimos la opinión de Azara
respecto a la significación del nombre karayá. Con la voz kaí
abundaremos en favor de nuestra interpretación, lo que no
significa que ésta sea la definitiva. CAPÍTULO VIII
Del kaí (Cebus fatuellus), el mismo Granada expresa:
"DJcese de un mono que habita en los montes del Paraná y LA FLORA DE LA REGióN OCUPADA
LTruguay arriba, así como en los del Paraguay, y de las
POR LOS ·GUARANfES
vertientes que respectivamente les tributan, de tres cuartas a ' .
una vara de longitud, color pardo amarillento, y el cual se
distingue por su graciosas gesticulaciones y actitudes". TA FLORA correntina presenta su esmeraldino ropaje periódi-
Del guaraní kaí, vergonzoso, modesto, aludiendo a la acti- U camente renovado por la primavera y siempre acrecen-
tud habitual en este mono, de taparse la cara con las manos, tada por un clima cálido que es tónico vivificante para su
cosa que ejecuta de un modo tan expresivo que semeja ca- floración.
balmente a una persona modesta que se avergüenza. Es voz
Grandes, rugosos y altos árboles, que cuentan siglos) se
r general, y hemos oído referir a personas que· lo han presen-
yerguen altivos, dominando el escenario boscoso y embelle-
::iado, que cuando la hembra tiene cría y un cazador le apun-
ciendo el paisaje con la arrogancia desafiadora de su porte,
ta con la escopeta, llama clamorosamente a sus hijuelos, que -,
con la elevación desmesurada de sus troncos, con la frondo-
en el acto acuden, y tomándolos en hombros y en los brazos,
• sidad de sus ramajes, con el variado matiz de sus flores y
se los presenta angustiada, para que, a vista de ellos y por
el riquísimo sabor de sus frutos.
ellos, le perdone la vida. Entretanto el macho, confiando
en los ruegos de su compañera la salvación de ella y de su Siguiendo las ondulaciones del terreno . suavemente que-
prole, huye despavorido. brado, ya en una loma, ya en una hondonada, ya en las
La voz kaí, nombre de un mono d~ cabeza y cara chicas, · laderas de un barranco muestra su perenne verdor el seibo
como puede verse en el Jardín Zoologico de Buenos Aires y centenario, el fornido timbó con mil orejas negras entre sus
también en los hombros de los organilleros, podrfa tradu- ramas por lo que se le dió en llamar: Kambá-nambí (oreja
cirse por "cabeza chica": ka, apócope de aká, cabeza; i, pe- de negro) ; el fuerte guayacán, el ramoso iguah.ái, el co~orado
queño, chico. "ivirá-pintá", el gigantesco lapacho, el copudo Jakaranda, ~o~
sus racimos de .vistosas flores azules; el hermoso aguaranva1
(cola de zorro) , el algarrobo, el kurupikai y siempre, en con-
tinuidad de bosques, otros tan altos, ramosos y corpulentos
I
como los citados.
Y si bajamos la vista, cansados de mirar tantos gigantes,
llama la atención el rosadito-kangí (rosadito pálido) de la flor
82 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ
del irupé (maíz del agua) que se mece plácidamente en las
acruas de una laguna, cuando no el coqueto arachichú de sa- noticias de las plantas alimenticias, determinándolas con su
b~oso fruto, tan exquisito como el mburukuyá, el ñangapirí, nombre autóctono, equivocadamente recogido.
el n1amón (papaya), el arasá (guayaba), la tuna, el ivapurú, Entre las primeras voces americanas, tainas, que llegaron a
e1 yataí, el mbokayá (coco), el aguaí y pregustando el sabor España, 'Se cuentan los vocablos: canoa y ajé. Canoa, embarca-
de cada uno de estos frutos silvestres, alzamos nuevamente ción nativa; ajé, batata.
la vista hasta detenerla en un monte que es como una isla
Después del doctor Diego Alvarez Chanca, otros como
enclavada entre el campo raso y la barranca, formado por
Oviedo, Cicza de León, Fray Bartolomé de las Casas, López
espinillos y yuqueríes, cuyas copas las entrelazan el mitá-rupá
de V elazco, etc., se ocuparon en dar noticias de tal o cual
(cuna del niño), el isipó (liana) y otras enredaderas, más planta con nominación aborigen.
allá, sobre un barranco o en una leve hondonada, un takuaral
El P. Guevara, tantas veces citado por los historiadores,
meciéndose como una gran cabellera fantástica.
en su Historia del Paragr4ay, Río de la Plata y Tucumán,
No termina la variedad de la flora en lo ya mencionado, describe la flora de esas regiones.
pues abundan tamhién plantas textiles como el karaguatá
Se ocuparon tan1bién de nuestra flora el P. Asperger, in-
(cardo) , las palmeras, el paková (banana) y el mamón.
ventor del bálsamo de aguaribay; el P. Montenegro. quien
No faltan vegetales que constituyen una farmacopea ideal,
escribió sobre muchas plantas y su libro Tratado de materia
pues muchísimas plantas poseen virtudes curativas, tales el
médica del río de la Plata es el primer libro que se conoce
ambai, el kaaré, la yerba lucera, la yerba buena, la zarza-
sobre esta materia.
parrilla, la menta, la malva, la takuarilla, el tomillo, el
Sin seguir orden alguno, citaremos a continuación los nom-
cedrón, Jos helechos y mil más, que se multiplican mostrando
bres de quienes estudiaron cientÍficamente nuesti;~ flora y
Ja diversidad de colores de sus florecillas y que la gente del
que abarca, ,más o menos, descle el año 1700 al 1900.
campo usa, sin receta, en forma de emplasto, infusión o ti-
sana. Puede decirse que en el año 1766, con Comerson, nace la
Desde luego cuéntase también como integrante de la flora • historia de la investigación d~ nuestra riqueza biológica. Co-
regional el avatÍ (maíz), el mandiyú (algodón), la mandio- merson envió a Linneo numerosas especies de animales y
ca, el kumandá (poroto), el yetí (batata), el manduví ( maru.'), ejemplares de plantas, como así también al Museo de la Reina
plantas todas cultivadas por los naturales y mediante las cua- Ulrica de Suecia. Las plantas recogidas en Montevideo, Mal-
les pudieron ser socorridos del hambre más de un contingente vinas y Magallanes por Comerson, se encuentran en el n1useo
de conquistadores. de París\ ,
En el año 1763, Pernetty, en viaje para las islas Malvinas, ' ·
RESE1'JA HISTóRICA DE NUESTRA FLORA tocó Santa Catalina, Maldonado y Montevideo. Dejó de-
talles muy interesantes referentes a la yerba-meona, al mío-mío,
Colón, a su regreso del primer viaje, dió cuenta, más que Ja canchalagua, la mechoacan, guaycurú, paico, calaguala,
de la riqueza de oro y plata, de la fantástica y maravillosa carqueja y la yerba mate.
grandiosidad de la vegetación y de la enorme variedad de Félix de Azara (años 1781-1801) que formó parte de la ex-
animales que los nativos utilizaban para llenar las necesi- pedición encargada de trazar los límites de las posesiones
dades de su vivir. e~pañolas y portuguesas, no obstante dedicar su atención a
En el segundo viaje, formó parte de la expedición de Colón, la historia y geografía, estudi'ó la fauna y, accidentalmente
el doctor Chanca, quien, al parecer, fué el primero que dió anotó algunas referencias sobre la flora en su libro: Descrip-
ción e historia del Paraguay.
,

FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FLORA DE LA REGIÓN GUARAN Í

Augusto de Saint-Hilaire, aunque su mayor trabajo lo En el año 1879 Lorentz y Niederlein acompañan al gené-
dedicó a la flora brasileña, también se ocupó de la ríopla- ral Roca en la expedición al Río Negro; mientras tanto, Spe-
tense. gazzini herboriza en la provincia de Buenos Aires, después
Amado Bonpland, cuyo verdadero nombre era Goujaud , en la Patagonia, Tierra del Fuego y más tarde en el Chaco
vivió en Santa Ana de la provincia de Corrientes. Fué gran Austral.
amigo de Pedro Ferré, gobernador de la provincia. Gran parte En 1884 ocupa la cátedra de Hieronymus el Dr. Federico
de los trabajos de Bonpland se publicó con el título de Ar- Kurts quien inteo-ra la Comisión cientÍfica enviada al Chaco
chives inédites de Aimé Bonpland, publicación dirigida por por el Ministro de Guerra en el año 1885, donde formó un
Juan A. Domínguez, uno do los grandes botánicos argentinos. valiosísimo herbario.
En el año 1733 el P. Lozano describió la flora chaqueña. Eduardo Ladislao H olmberg, trabajador incansable, es autor
También lo hizo el P. Martín Dobrizhoffer, autor de la His- de libros de divulgación y de textos escolares. Su labor cien-
toria de Abiponibus (1774). tífica lo coloca entre los más grandes botánicos argentinos,,
Tweedi exploró la mesopotamia argentina en el año 1835 igualmente que Juan A. ·Domínguez, figura estelar de la Bo-
y envió sus colecciones. a Inglaterra. , .
tantea. .
Gillies ( 1830), vivió en Mendoza por razones de salud. Martín de Moussy y Augusto Griesebach determinaron el
Sus colecciones se conservan en Londres. carácter general de nuestra flora, pero Lorentz e Hieronymus
Baird trabajó durante los años 1829 y 1830 y coleccionó señalaron las provincias fitográficas que llevan el nombre de
en Buenos Aires y Misiones. formaciones, subdivididas en zonas o subformaciones y en
Desde 1825 a 1833 D 'Orbigny realizó investigaciones sobre regiones.
geología y estudió la flora y fauna del río de la Plata. La flora argentina fué estudiada teniendo en cuen[é\ las
Hooker, Darwin y Cunningham reunieron en las regiones formaciones siguientes :
australes un limitado número de plantas.
1. - La formación pampeana fué estudiada en el año 1884
Desde 1857 al 186o Burmeister recorrió nuestro territorio
por Holmberg y en 1 8~ por Spegazzini.
y publicó en Alemania en el año 1861 su obra Viaje por los
estados del Plata, señalando algunos caracteres de nuestra 2. - La formación del monte fué estu~iada en el año 1878

flora y fauna. por Lorentz en su trabajo titulado : Vegetación del norte de


En 1868, el presidente Sarmiento creó la Academia de la provincÚ de Entre Rfos; en el ai;ío 1897 fué estudiada esta
Ciencias y con los profesores de Física de Ja Universidad de misma .región por Griesebach.
Córdoba formó el primer núcleo de profesores de la Academia \ 3. - En el año 1897 la formación patagónica ~ué estudiada
1
de Ciencias. Desde ese momento comienzan los viajes de Lo- por Spegazzini. ., · '

rentz y de Hieronymus, . quienes visitaron las sierras de Cór- 4. - Spegazzini, Nicolás Alboff y F. Kurts en el año 1896
doba, llegando a Orán y Tarija. estudiaron la formación de los bosques antárticos.
Lorentz viajó a Concepción del Uruguay~ quedando en su 5. - Lorentz y Miguel Lillo estudiaron la formación sub-
reemplazo Hieronymus y, ambos, continuaron reuniendo el tropical en el año 188o.
material recogido en los lugares visitados. 6. - La formación del Chaco (hoy Presidente Perón) , f ué
Lorentz visitó el Chaco; Hieronymus las provincias de estudiada en el año 1773 por Lozano y en el año 1774 por
Cuyo; Echegaray, discípulo de Hieronymus, la provincia de Dobrizhoffer.
San Juan; Schickendanz recorrió la provincia de Catamarca; 7. -Gustavo N iederlein en 1883 estudió la formación Mi-
A vé Lallen1:ind estuvo en San Luis. s10nera.

,
,\

LA FLORA DE LA REGIÓN GUAR..o\NÍ 87


86 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES /
a no dudar, uno de los alimentos más útiles para el hombre,
8. - La formación mesopotámica fué estudiada por Lorentz legado a la humanidad actual por el nativo americano.
en 1878. Las variedades de papas son innumerables, contándose trece
Esta brevísima reseña de los estudiosos que catalogaron en el Perú y una en Chile, y se diferencian por su color, con-
y describieron la fauna argentina, pretende ser una bibliografía sistencia, forma, tamaño, precocidad, sabor y mayor o menor
que sirva de guía para los que se inician en las tareas fol- cantidad de fécula. Se agrupan según sus condiciones más
klóricas. diversas, en alimenticias, forrajeras e industriales. Las prime-
ras se subdividen en tempranas y tardías, según su resistencia
al frío. Las papas llamadas tempranas se plantan en diciembre
LA PAPA y enero y· las tardías en la estación de la primavera.
La plantación debe efectuarse con tubérculos enteros; pero
Agustín de Zárate en Historia del descubrimientd y de la lo más c9mún es partirlos en pedazos de modo que cada uno
conquista del Perú, Lib. III. Cap. XII, dice: "Los · indios tenga dos yemas o una por lo menos.
comen (en la tierra del collao) unas raíces que llaman papas, La madurez de los tubérculos la demuestra el aspecto de
que son de hechuras y aún casi sabor de turmas de tierra". la planta; las hojas, de verde intenso, se vuelven amarillentas;
El P. Bernabé Cobo, en su interesante Historia Natural los tallos pierden su brillo, tornándose rugosos, y la vege-
de las Indias, T. I , pág. 362, dice: "En toda la sierra' y tierra tación decae. El tubérculo pierde su color verdoso y la piel
fría del Perú donde no se coge maíz ni las demás semillas y se adhiere fuertemente a la parte carnosa; en tales condicio-
legumbres que se dan en tierras templadas y calientes, son nes se procede a su recolección.
las sementeras ordinarias que hacen los indios --conucos- de Generalmente se da una labor de preparación con el arado
unas raíces llamadas papas, del tamaño y hechura de criadillas de 30 a 40 centímetros de profundidad y más, cuando sea
de tierra; las cuales, verdes y secas, son mantenimiento tan necesario; según la tierra se pasa la greda o tabla, para rom-
general en el Perú, que la mitad de los indios dél no tienen per los terrones, dejando el suelo bien desmenuzado.
otro pan. En la laguna quichua se llaman estas raíces papas, Las papas tempranas son pequeñas, de forma regular y
en la avmara, amea".
.! supedicie lisa; su carne amarilla, la piel delgada y casi des-
La papa, que fué descubierta por los españoles en la ve- provista de ojos. No es muy productiva, pero es excelente
cindad de. Quito, es citada y descrita por cronistas de dis- por su calidad.
tintas épocas como Cieza de León, Pedro cle Valdivia, Poma La papa tardía es de forma redonda ,y de carne amarillenta;
de Ayala~ '!c~s~a, el Inca Garcilaso, González Nájera, y otros no es de clase muy fina, pero sí de mucha producción y: de
muchos, co1nc1d1endo todos en su valor alimenticio por servir fácil conservación. .
de pan a los nativos, quienes "cómenla cocida y asada, y La papa forrajera se cultiva en gran cantidad y se caracte-
también la echan en los guisados", dice el Inca Garcilaso. riza por su gran producción. Su calidad de forrajera no sig-
La papa es planta herbácea anual, originaria de América del nifica inferioridad de calidad. Es, por el contrario, muy re-
Sur y cultivada en casi todo el mundo, con tallos ramosos, comendable. D e forma redonqa, alargada, de buen tamaño y
hojas desiguales y profundamente partidas; flores blancas o con escaso número de yemas; llamada maravilla de América.
moradas en corimbos terminales. Fruto en baya carnosa, ama- Es gruesa, de color rojo intenso; la planta vigorosa.
rillentas blanquecinas y raíces fibrosas que en sus extremos La papa industrial es destinada a la obtención de fécula
llevan gruesos tubérculos redondeados, carnosos, feculentos, y destilería. En América del Sur, a la fécula de papa se le
pardos por fuera, amarillentos o pajizos por dentro y que es,
\
88 FOLKLO RE, RITOS Y COSTUl\IBRES GUARAN ÍES
' LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ
llama chuño, que se emplea en la preparación de algunas
comidas y disuelta en leche suele servir de alimento para de tierra, es denominado entre los chibchas yomas, iomza,
niños y enfermos. iemuy, cubias, yomago a la primicia de la papa; iomgy a
Antes del descubrimiento de América, la papa era planta la flor de la misma. A la papa aguanosa, achuhuzan, y
de cultivo. Fué llevada a Europa, procedente de América del afutynsuca a la papa podrida.
Sur, a fi nes del siglo XVI, por los años de 1534, dicen unos, La voz "papa" es usual en toda la República Argentina y
y otros por Jos años de 156o Ó 1570, pero la importancia, en el aspecto folklórico se emplea frecuente~ente para expr~ar
como alimento, comienza en el siglo XVIII, mediante Federico un elogio: ser una muchacha papa: ser n~u~, muy bonita.
el Grande, que recomienda su utilidad en Prusia, y en Francia ¡Qué papa es la vida! Paponia, papirus~, term1no.s emple~~~s
Parmentier,, a quien se le atribuye equivocadamente haber popularmente para significa r hechos, circ?nstanc1as•. pos1b1h-
1
sirio el introductor en Europa. dades, negocios, noticias de buenos augurios. T amb1en men-
La difusión en Europa, como planta útil y alimenticia, tira: noticia inventada, falsa, entre nosotros es poco usada en
se debe especialmente a Clusius, quien la estudió detenida- este sentido. En el tiro al blanco, hacer papa, es no dar en el
mente y la hizo conocer, mediante pacientes trabajos. Du- marcador, es decir, no hacer impacto.
rante mucho tiempo sirvió de alimento a los animales, pero ' '
paulatinamente fué ascendiendo en la consideración de los
hombres, pasando a ser alimento de los pobres hasta que LA BA T ATA
adquirió importancia universal. De Europa, posteriormente,
pasó a la India y China. Constituye una riqueza que disfru-
tan las cinco partes del mundo, y su cultivo, de resultados Batata es, para unos, palabra hai:iana y, para otros ca-
positivos, da excelentes productos con reducidos gasto:;. ribe. En el Brasil se denomina yet1ca. o yetu~a y en, Co-
rrientes y en el Paraguay con la voz. guararu de . yen. Es
Las papas reemplazan al pan, y se comen· hervidas o asadas
planta americana y, posiblemente, la. primera con?~1da y re-
al rescoldo. La papa completa el régimen alimenticio y de
ferida por los cronistas de la Conquista, confund1endola con
ahí que debe asociarse a otros elementos de más valor nu- ..
tritivo como la leche y la carne. la yuca .
Pasan de cien las variedades de este tubérculo americano, En quichua se denomina apichú; en aymara, tuctuca;
a cual más nutritiva y suculenta. Entre ellas se distinguen en mexicano, camotli; en chibcha, batata; pero los norubres
en los Andes la racacha, lilicoya, chuño, tunta, ullucu, caya, más comunes y generalizados son el de batata, camote o pa-
oca, viaño, gualuza, etc. tata dulce. Más adelante damos los diversos nombres 1 con que
es llamada la batata en diversas regiones.
la papa es el pan d~ los pobres y es tan nutritiva como
la mandioca, la batata y el maíz. Los mejicanos no la cono- La batata. es planta herbácea, vivaz; la parte comestible es
cían cuando arribó Cortés. Zárate Acosta, escritor castellano, raíz tuberosa · como la yuca (mandioca) , y no tubérculo, es
tesorero del virreinato del Perú en el año 1514, la describió, decir, no es de tallo subterráneo como la papa,, ni menos bulbo.
4
como hemos apuntado más arriba. Fué llevada a España, de Con tallos rastreros o trepadores, de hojas alternas, general-
donde pasó a Italia, en que se aclimató. A Irlanda la llevaron mente aflechadas, peciolada; de color verde, más -0 menos os-
desde Santa .Fe en I 588, si bien su cultivo no se generalizó curo; flores grandes, acampanadas, de color rojo púrpura .por
en las Islas Británicas hasta el primer tercio del siglo XVII. dentro y rosado por fuera; algunas veces b!ancas, reu~1~as
El tubérculo del solanum tuberosum llamado papa, turma n grupos de tres o cuatro sobre un pedunculo auxiliar;
e I d I
sépalos mucronado. Florece en verano, cultivan ose en paises
[


LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ 91
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES
coloradas, muy gruesas y sabrosas, y crían patos y gallinas
tropicales o subtropicales de verano largo y relativamente seco. y sacan mucha miel de los árboles de lo hueco de ellos".
Tanto el maíz, como el cacao, la papa y la batata, que son Existen muchas variedades, pero las más comunes son: la
pla!ltas americanas, contribuyeron a modificar el sistema de colorada. la blanca y la amarilla. Para su cultivo se requieren
alimentación del mundo moderno y son de importancia para climas calientes y terrenos ligeros, pero también son favora-
el régimen económico del hombre actual. bles los arenosos.
Es probable que Colón, al regreso de su primer viaje, haya Su reproducción puede efectuarse por semillas, por ramas y
llevado la batata a España; así dice Francisco López de Go- por la raíz. En los países muy calientes se reproducen por
m~ra, en la obra publicada en I 552, titulada Hispania vic- semillas, pero comúnmente se emplea el sistema de las ramas
,
~;·:· e~ l~ que expresa que Colón llevó a España en 1492 o ra1z.
diez 1nd1os, cuarenta papagayos, diez gallipavos, muchos Para Ia plantación por medio de la raíz, se proceqe de la ,
conejos, batatas, ajíes, maíz de que hacían pan, y otras cosas siguiente manera: se depositan las raíces en terrenos· preparados
ext.rañas y diferentes de las nuestras". de, modo que puedan desarrollarse en perfectas condiciones
La batata desempeña un papel importante en la alimen- las yen1as u ojos. A los pocos días de efectuarse la plantación
t~ción del hombre por las substancias alimenticias que con- germinan las yemas produciendo retoños que viven a expensas
de las materias nutritivas contenidas en la raíz; cuando los
tiene y por su sabor parecido al de las papas y, a más. por
ser considerada más digestiva que éstas. retoños han adquirido bastante robustez se extraen procurando
que lleven consigo una porción de la raíz y luego se plantan
Los habitantes de algunos países de América se alimentan en el lugar donde deben crecer definitivamente.
c:isi exc~usivamente de batata, maíz y mandioca, y era el prin-
Para la plantación por medio de ramas o esquejes se toman
cipal alimento de la población de las Antillas, donde se cul-
a mediados de abril los tallos conservados y éstos se dividen
? vaba conjuntamente con la yuca, el maíz, el ají y los fri-
en trozos que contengan cuatro o seis nudos, clavándose en
JOles. Los ~allos y las pequeñas raíces tuberosas cons,tituyen
el suelo, y dejando por lo menos un nudo al descubierto. De
un buen alimento para el ganado en general y, especialmente,
los nudos enterrados nacen raíces y de los que quedan al aire
para engorde del cerdo.
salen nuevos tallos que a su vez dan origen a otros
Los nombres botánicos de la l;>atata son: Convolvulus ba- nudos. Estos segundos tallos, cuando han adquirido sufi-
tatas L (Linneo), l pomaeas batatas Poir (Poiret), / pomaea ba-. ciente desatrollo, se cortan para una ~egunda plantación.
tatas Lam (Lamarck), Batatas edulis Chisy (familia de las En Chile la batata es denominada tiemple, que es uria va-
convolvuláceas). ·
riedad muy productiva, de enormes tuberosidades de. color
Muchos cronistas españoles de épocas · diversas, entre' ellos desvaído por fuera y amarillo por dentro. En la provincia de
Enrique Montes, Las Casas, Pedro de Cieza de León, Ló- Buenos Air.es se conoce la batata colorada larga, de largas tu-
pez de Gomara, Martín Fernández de Enciso; y muchos más, berosidades, algo fibrosa; la batata coloradá de Montevideo
hablan de la batata como alimento de importancia. En los tiene tuberosidades puntiagudas. muy dulce; la de Santa Fe
Comentarios
, de
. Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Pero Her- es blanca, de tuberosidades largas, aplastadas en las extremida-
nandez menciona, hablando de los guaraníes de tuguí, en des y de sabor agradable; la que se produce en Corrientes es
América del Sur, lo siguiente: "Toda esta tierra es muy menos alargada, más bien redonda, de color amarillo y de
alegre y de muchas aguas y arboladas; toda la gente ele los sabor agradable.
pue~los siembran maíz y cazabi (yuca, mandioca) y otras Salcochadas, asadas, con manteca, azúcar y miel tienen
semillas, y batatas de tres maneras, blancas y amarillas y
\
-
92 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ
93
gusto muy agradable; se usan en confituras y se comen acon1 -
pañando a otros alimentos.
I
Co~ la harina de la batata. se, ~reparan varias comidas y EL MATE
especialmente un sabroso y nqu1s1mo pan; también se fa-
brica una bebida alcohólica que en las Antillas denominan
Anteriormente hemos dicho que, · por tratarse de un estadio
mbb~ y en el Brasil marmorada.
de la civilización guaraní-tupí, trataríamos particularmente lo
El cosmógrafo Alonso de Santa Cruz, refiriéndose a los
pertinente a la calabaza y, he aquí, lo que nos fué posible
guaraníes, dice : "Tenían mucho bastimento, ansí de abatÍ,
recoger al respecto.
calab~za, como rayzes de mandioca, e patatas e panes hechos
"Kaá-i-guá" y más generalizado 'ihá" , son las denomina-
de anna. de las rayzes de mandioca muy buenos".
ciones que los guaraní-tupíes dieron a la cáscara de la cala-
Los diversos nomb:es que se emplearon en América y que
actualmente aun estan en uso, son los siguientes: baza amarga; enredadera de tallos largos recubiertos de pelos
ásperos como todas las curcubitáceas. Su flor pequeña es de
:1-j'!_, que parece ser el primer nombre de la batata y el
color amarillo pálido, y su frúto, de variados tamaños, tienen
pnm.er~ de planta americana citado por los cronistas del ·des-
forma ovalada, cilíndrica o redonda; llamado en castellano,
cubnmrento; Patdta, pataca, variantes de batata; camote
generalmente, calabaza, pero también: poro, perito, jícara,
( camotli) ; boniato; chaco, palabra proveniente del cumana-
porongo, calabacita, calabacina. Se generalizó su uso como re-
go~o ~hac~ o yako o del tamanaco ichaku; Apichu, apicho,
cipiente para beber la infusión conocida con el nombre de
apzcl1u, aptcu; cumara, cjumara, cumal; gualuza, tayá,- cama-
mate.
reto; chical; chingado; papa dulce; yetí,, en guaraní; las raí-
ces muy ~randes reciben el nombre de avayivacué; yetica, Es posible que los guaraníes h~yan designado cqn el
ye tuca y na me. .. nombre de "kaá-i-guá" teniendo en cuenta el uso de la ~a­
El folkl?re de to~a América del Sur registra la voz batata labaza como continente, pero su nombre primitivo, al pare-
con acepciones varias : cer, fué "ihá" que significa fruta, voz guaraní que todavía
Batatazo, hoy generalizado en nuestro medio como bata- se· usa para nombrar la fruta del calabacero. La palabra
cttzo. En una carrera de caballos, refiriéndose a la victoria " Kaá-i-guá" que significa agua de la yerba (guá, del; i, agua;
alcanzada por el que menos condiciones aparentaba para la kaá, yerba) es posterior a la voz "ihá".
lucha, causando sorpresa a los entendidos. El porongo grande, que es el fruto de la calabacera, lo utiliza-
Batata es sinónimo de ti'm1'dez , verguenza, ern barazo, susto, ban los guaraníes, corno así también los mayas y otras naciones,
turbación de ánimo. como recipientes para conservar agua fresca, mosto y chicha;
Camote expresa ~namoramiento y así se dice: Fulano está también como cuna para los niños y lo empleaban común-
enamorado, o tiene un camote por fulana. 1nente corno "ayaká" (cesta) para la recolección de los pro-
Juan B. Arnbrosetti usó la voz batata como seudónimo, ductos de sus cosechas y las frutas silvestres; de lo que pue-
en su primer libro publicado. de inferirse que era uno de los utensilios más útiles por la di-
Abatatado, se dice de la persona que, ante un hecho mes- versidad de uso a que estaba destinado, tales como fuente,
perado, se turba y actúa con timidez y torpeza. plato, tinaja; tornando así, el hombre de la selva lo que la
' naturaleza le brindaba generosamente, evitándole recurrir a
su inventiva para obtener su menaje; después, posiblemente,
recurrieron al barro ( tuyiti, greda), cumpliendo uno de los
estadios de su civilización que la conquista española cortó
\

FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES


94
LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ 95
en redondo evitando el ulterior desenvolvimiento autóctono.
Los porongos medianos eran empleados para transportar sin abrirlos, colgándolos del techo de la cocina, donde, con
objetos de algún cuidado como huevos, comidas y ropas. el humo, adquieren un hermoso color caoba que después,
En Corrientes, mi provincia natal, muchas "maleteras" lo con la palma de la mano se lustra, fregándolos.
usan todavía para llevar huevos al mercado. También se secan en lugar aireado y sombroso, bajo los
Los porongos chicos los usaron, como recipientes para beber corredores, galpones, aleros, "enramadas" y de esta manera
la infusión conocida con el nombre de mate, práctica que se consigue la coloración amarilla, y los secados al sol adquie-
los jesuÍtas de las Misiones lo generalizaron y son los que se ren la coloración oscura común.
emplean actualmente en toda la República Argentina como Para c11rar el porongo se procede de la siguiente manera :
el más adecuado. una vez seco se le abre la boca, limpiándose su interior, luego
La voz "porongo" parece provenir del quichua "purunccu", se lo deja por varios días lleno de yerba sobre la que se
aun cuando también ,podría derivar del guaraní "ihá-poró" vierte agua caliente; operación que se repite varias veces, re-
que significa fruta amarga, pero, como hemos dicho ya, entre novando la yerba hasta conseguir que el recipiente tome el
los guaraní-parlante se conoce con el nombre de "ihá" o de gusto de ésta.
"kaa-t:gua
, . ,,, .
También se cura llenándolo con ceniza o pequeñas brasas
De cualquier manera, la voz porongo tenía el sentido pri- vivas para luego cargarlo de yerba, como el caso anterior.
mitivo de calabaza, es decir, la cáscara del fruto de la •En cuanto a l~s variadas y caprichosas formas que pueden (
calabacera, usado como recipiente para recoger y conserv~r tener. y tienen, se consiguen mediante un sencillo procedimien-
líquido, pero en particular sirvió como vasija para "tomar", to que consiste en rodear el fruto en forma ceñida con alam-
mediante una bombilla, la infusión de la yerba mate (Ilex bre o piolín durante el período de su maduración en la planta,
paraguayensis) de donde, por razones semánticas, se tomó el hasta su total crecimiento, y con este procedimiento se obtiene
continente por el contenido, llamándose mate a la vasija la forma que la fantasía del cultivador quiere darle.
donde se sirve la infusión.
Entre los guaraníes, como entre otros ind;genas americanos,
El concepto de vasija que implica la voz porongo proviene el uso del porongo fué general, empleándose como instru-
de su condición de calabaza y la· voz calabaza que es de 1nento musical ( maraká) y tanto uno como otro eran gra-
origen árabe reconoce el mismo concepto de vasija. Qirabat, bados, existiendo aún aborígenes (kainguá, tatí_ yovai) que
plural de qirb, significa odre de agua, recipiente para lí- practican, con acabado buen gusto, el arte de grabar.
quiqos y el primitivo verbo qárab, infinitivo qarb; raíz qrb,
A más de los usos indicados, lo empleaban para curar "em~
significa dirigirse al agua, aproximarse al agua, ir de noche
pacho,, y el"venc1m1ento
.. ", " I ca
reca dura" ,"torcedura,,(entor-
en busca de agua; de donde, tanto para los guaraníes como
para los árabes implicó la idea de vasija. cis) mediante fricciones.
El poro, porito, porongo, calab~ita, c..alabacino, jícara, En cuanto a la infusión conocida con el nombre de mate
kaá-i-guá, ihá o mate es el recipiente más usado para tomar se prepara poniendo en el porongo una bombilla, regular-
la infusión de la yerba mate, siendo la vasija más apropiada mente de plata con boquilla de oro, por la cual se sorbe el
para tal fin después de ser curada, pues, en el "kaá-i-guá" no líquido; después de la bombilla se echa la yerba ( llex para-
se quema ni se lava tan pronto la yerba, como sucede cuando guayensi) y luego el agua caliente, sin que sea hervida, por
se emplea recipiente de metal, barro, madera u otro material. cuanto el mate no es tisana, sino infusión.
Los porongos, una vez sacados de la planta, se dejan secar, Se llama mate cimarrón al mate amargo; y dulce, de leche,
de café, cuando se agrega leche, azúcar o café; es común


' ' (
' y

FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ 97


agregarle azúcar quemada, cáscara de naranjas, canela, menta Esta leyenda, posiblemente, haya dado origen a las diversas
y otras yerbas medicinales. creencias que tienen arraigo popular como es el de creer
Una leyenda cuenta que junto al lago lpakaraí una ca- que el extranjero que toma mate en América, no vuelve a su
ravana de peregrinos, que se dirigían al santuario de Nuestra patria; como la otra de quien toma mate en un rancho a
Señora de Kaá-kupé se detuvo en las inmediaciones del referido la madrugada, si lo ceba una moza, vuelve al rancho; si
lago procurando aplacar Ja sed que los mortificaba, pero ceba el dueño de casa, se promete la vuelta y si ceba una
' imposibilitados por falta de vasijas no pudieron hacerlo, cir-
cunstancia que dió motivo a escenas conmovedoras, pero to-
vieja, se agradece sin prometer nada.
En Corrientes es general atribuirle un lenguaje al acto
cados por una inspiración divina, elevaron sus oraciónes a de obsequiar con mate a las visitas; tal como el de cebar mate
la Virgen, quien, apiadándose de los sedientos, hizo el mi- frío que significa desprecio; el muy caliente, aburrimiento; el
lagro de hacer llover durante la noche, y al día siguiente, lavado, cansancio (recuérdese el mate de Manuelita Rosas
bordeando el lago, orlando sus orillas, aparecieron miles y al ministro inglés), el mate espumoso, correspondencia amo-
miles de porongos que sirvieron para beber; de allí el nombre l'Osa; el mate bien cebado, complacencia; el mate chorreado,
de Ipakaraí que supondría algo así como: señor, ¿quiere apuro para que se aleje el visitante; el mate cebado al recién
agua?, y es también, desde ese día, que data la costumbre llegado, te esperaba; el mate de la despedida, si está recién
de "tomar mate en las primeras horas del día". La voz "ensillado", vuelve pronto; si es viejo, no te espero, etc., etc.
Ipakaraí, puede significar: karaí, señor; pa, .laguna; i, agua; En Corrientes el mate es una tradición de respeto y de
lo que equivaldría a decir: señor del agua de la laguna. afecto; es la oportunidad, en ese recogimiento de sorber mate,
Los guaraníes utilizaban la yerba mate como remedio, ha- cuando los mayores, abuelo, padre, madre, hermano mayor,
ciendo infusión y tisana en porongos de gran tamaño, pero aprovechan_ para aconsejar a los familiares, impartir órdenes
la yerba arrancada de los árboles no la pasaban por el "var- a los subalternos, comunicar noticias, anticipar acontecimientos
vakuá", sino que la secaban al sol y luego la hadan hervir y es también la ocasión de los reproches y las confidencias.
y con este líquido se rociaban el cuerpo. L. Segovia, en su Dic. de Argentinismos, con referencia
La yerba mate hervida en leche o agua se conoce con el al caaigua, dice: "Vasija para el mate. Cucurbitácea. Bo-
nombre de "cocido", y hervida en agua y dejada enfriar se nita enredadera, de flores blancas, cuyo fruto, conveniente-
llama "tereré". mente · preparado, es el porito que después de curado sirve
de mate." ·
Entre los "tatí-yovai", indígenas que viven en las selvas
próximas a Bolivia, se cuenta que la hija del cacique, her- Lafonc ' Quevedo en Catamarqueñismo define el Poron-
mosa muchacha, prendada de un joven indio de una tribu go así: "Cucurbitácea. Planta herbácea, enredadera o ras-
lejana, consiguió de éste atenciones afectuosas mediante el trera. C.alabaza silvestre, fruto verdoso blanquizco, amargo,
regalo que le hizo de la flor de la calabaza y su éxito gene- de forma oblongada que da el porongo, lo emplean los po-
ralizó la costumbre de regalar la flor de la calabaza. Desde bres ·en varios usos."
entonces, cuando la moza o el mozo se muestra esquivo a
los requerin1ientos de afectos, para ser correspondido, se le
obsequia con la flor del calabacero que tiene, según es creen- EL AVAT1
cia, la virtud de "aquerenciar"; desde luego, sin los poderes
de encantamiento del "kurundú". El acto de obsequiar la Zea J.1ays es la planta americana más · conocida y, posi-
flor se llama "matán". blemente, la más estudiada en todo el territorio de la Re-

'

FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ 99
pública Argentina, como así también en todo el continente una mazorca, de que llevé yo allá, y hay ya mucho en Cas-
americano y europeo; siendo su cuna -según la opinión tilla".
autorizada de muchos investigadores --el Perú o las regiones Los primeros cronistas de Indias escribieron mahiz y, cuan-
occidentales de Guatemala. do la usaban en verso, ma-iz.
La etimología de la voz maíz, para algunos historiadores, B'artolomé de las Casas, en Historia de las Indias, dice:
tienq origen en el hecho de que, pidiendo los soldados es- "Sembraban (los indígenas) y cogían dos veces en el año el
pañoles forraje para sus caballos, dábanles los aborígenes las grano que llamaban mahiz . . . Llamábanlo mahiz, y desta
puntas de las plantas que hoy llamamos maíz, diciendo "Mahí, Isla (la Española) salió el nombre"; y lo confirma, hablando
señor" (toma, señor), por lo que los españoles dieron en lla- del Perú, diciendo: "Estos vocablos cotaras, macanas, bixia
mar maíz a la planta; para otros eruditos, la voz maíz y mahiz fueron vocablos desta isla y no de la tierra firme,
es de origen haitiano. porque por otros vocablos allá estas cosas llaman."
En Méjico, donde tenía mucha más importancia que en Domingo F. Sarmiento en su libro titulado Conflicto y
las Antillas, se le llamaba zentli; en chibcha, aba; en qui- armonías de las razas en América, refiriéndose a la anti-
chua, sara;, en aimara,
, tonco, en araucano y pampa, huá; y güedad del cultivo del maíz en América~ dice: "Pero los
en guaran1, avat1. indios de casi toda la extensión de ambas Américas, habían
Muchos cronistas del descubrimiento y también de la con- llegado a asegurar fácilmente la subsistencia por el cultivo
quista se refirieron al maíz considerando su utilidad, impor- del maíz como base de alimentación, pues reproduciéndose
tapcia, cualidades alimenticias y, sobre todo, a la práctica treinta veces más que el trigo, y reclamando ligeros trabajos
generalizada de su cultivo. Además, aparece su nombre en de agricultura, era adaptable a todos los climas hasta el grado
canciones, ritos y leyendas cuyos orígenes datan de remotas 40 de latitud, proveyendo a gran número de necesídades,
edades de los más distintos y distantes pueblos de América. incluso de bebidas espirituosas.
Los ·arqueólogos, en sucesivas excavaciones, encontraron "Ahora, sobre la antigüedad del uso del maíz, como base
mazorcas de maíz en las tumbas; las cerámicas de muchos de la alimentación india, puede tenerse presente que los bo-
pueblos están decoradas con motivos relacionados con la plan- tánicos declaran que se requiere un larguísimo curso de cul-
ta del maíz, y el libro sagrado de los quichés, el Popol-Buj, tura para que se altere de tal manera la forma de una planta,
registra, no precisamente como leyenda, sino como un mito que no puede identificársela con las especies silvestres; y más
simbólico referente, a todas luces, a un estadio de su civili- prolongada debe ser su propagación artificial para que llegue
lización, el siguiente relato: "Primeramente el hombre fué a perder su facultad de vida independiente, y descansar sólo
hecho de harto, después de corcho; en ·el primer caso se en el hombre para preservarla de extinción. Ahora, ésta es
deshizo con el agua; en el segundo no pudo vivir por ca- exactamente la condición del tabaco, del maíz, del algodón,
recer de sentimiento y pensamiento y, por último, el Hace- de la quina, de la mandioca y del palmito to~s las cuales
dor hizo al hombre con maíz blanco y amarillo. Los hom- han sido cultivadas de tiempo inmemorial por las tribus ame-
bres hechos con estos elementos pudieron pensar y, agrade- ricanas, y con excepción del algodón~ por ninguna otra raza.
cidos, miraron a lo alto para testimoniar su reconocimiento "La adquisición del maíz la hicieron los indios antes de que
a la divinidad creadora". La explicación de este simbolismo sus progenitores se desparramaran por todo el continente, pues
no necesita mayores comentarios. en todas partes se le encuentra cultivado aún, en las islas
Colón, en su carta a los Reyes sobre el tercer viaje, habla donde la raza existe. Puede llamársele la civilización del maíz,
del "maíz, que es una simiente que hace una espiga como a la que ha alcanzado la raza india; como es el arroz la
100 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES LA FLORA DE LA REGIÓN GUARANÍ 101

base de la civilización chinesca, y el trigo de pan la de Eu- El maíz, planta de la familia de la gramínea, proviene, se-
ropa, encontrándose con las momias egipcíacas de las pri- gún las teorías más difundidas, primero: del desarrollo del
meras dinastías, granos intactos de este cereal. Con las mo- teocinte por los métodos biológicos de variación, mutación y
mias sedentes que forman la pirámide que a los alrededores selección; segundo: mediante la hibridación del teocinte y al-
de Lima mide once mil varas cuadradas de base, superpuestas gún miembro no conocido de la familia de las gramíneas; y,
en capas hasta la cúspide, se encuentran envueltas en los su- tercero: mediante el desarrollo de alguna planta pre-maíz
darios de tejidos de algodón como en los canopos egipcios, extinguida o, por lo menos, todavía no conocida.
espigas de un maíz de granos pequeños acabados en espina, Pero, no obstante, la alta autoridad científica de los sos-
de donde salió el cabelloso. Creemos que se llama capi, pues tenedores de estas teorías, se me ocurre, a simple título de
}eaparece de cuando en cuando en las sementeras de maíz hipótesis, que el maíz puede provenir del "irupé", planta de
actuales, por degeneración quizá, o por atavismo, volviendo a la familia de la ninfeáceas, dicotiledóneas acuáticas, llamada r
. .. ,, también maíz del agua, Victoria cruziana del río Paraná y
su pnm1t1vo ser.
Entre los guaraníes, como entre los aztecas, caribes, qui- Victoria Regia del Amazonas.
chuas, etc., se cultivó el "avatí'' con rendimiento de dos co- La hipótesis que me aventuro a exponer tiene por funda-
sechas anuales, y los "kokué" (chacras) se preparaban, me- mento las siguientes razones: Los aborígenes, mediante cul-
diante el sistema del rozado, en medio de los montes donde tivos sucesivos consiguieron de la planta de la yuka, un de-
conseguían abundantes cosechas gracias a la fertilidad de la rivado importantísimo para su alimentación: la mandioca; y
tierra y a las diversas ventajas que le reportaban los montes tal como procedieron con la yuka pudieron proceder con el
circundantes. Habían conseguido para la conservación, va- "irupé", cuyo nombre sugiere alguna relación con este hecho..
riedades de granos duros, para la preparación de harinas, Descomponiendo la palabra guaraní lrupé, tenemos que::
granos tiernos y otros aptos para mazamorra, chicha, asar, pe, equivale a: chato, roto, romo; ru, padre; i, agua; lo que-
moler, rallar y freír y, por fin, los choclos. quiere decir: pequeño padre del agua y, sabido es que loS;
La voz "avatí", de origen "avá", podría tener,. etimológi- guaraníes consideraban el agua como elemento esencial de la-.
camente, las siguientes interpretaciones: vida y, en consecuencia, todo lo que provenía de ella tenía:
La primera sería: ti, con pronunciación gutural, montón, carácter protector (padre o madre) . La mitología y la
n1ucho, pluralidad; va, lo que suele ser; a, fruta; lo que leyenda confirman esta relación, complementaria de la filoló-
i'roporta decir: lo que suele ser mucha fruta. gica dada.
Otr~ razón que puede abonar nuestra hipótes~s es que la
' \

La segunda interpretación podría ser: a'va, hombre primi-


tivo; ti, con pronunciación nasal, nariz; lo que significaría: semilla del fruto del "lrupé" es feculenta, se come asada, tiene
nariz del hombre primitivo. Si se observa un grano de maíz u_n parecido con el grano del maíz y, según muchos estudio-
se puede encontrar la semejanza apuntada, tanto que revis- sos, fué alimento primitivo .de los guaraní-tupíes.
tiendo un grano con algún género se consigue obtener una Por último, téngase en cuenta que los guaraní-tupíes, a
muñeca con cara de vieja. Juego, por otra parte, muy gene- más de venerar al agua y por extensión a los ríos, lagunas
ralizado en la campaña correntina. (pa), fueron excelentes agricultores; lo que da motivo a su-
La tercera interpretación podría ser: hombre blanco, de: poner que hayan tomado del agua sus alimentos primeros y,
ava, hombre, y ti blanco. La leyenda dice que es el homenaje entre éstos, la semilla del fruto del irupé y transportadas
q.ue el guaraní le rindió a T umé, el gran reformador que era las semillas a la tierra, ensayaron su adaptación terrestre en
un hombre blanco venido desde muy lejos. sucesivos cultivos, hasta conseguir el "avatÍ" que fué, sin

'
102 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES

discusión alguna, el tesoro más preciado de cuantos hallaron


los descubridores y, tan importante resultó el hallazgo, que
pasó a consutuir uno de los principales alimentos de la hu-
manidad, lo que bastaría a nuestro entender para considerar
al aborigen americano, cuando menos de iguales condiciones
intelectivas y acuciado por los mismos afanes que los otros
hombres.

CAPÍTULO IX )

COSTUMBRES Y CUALIDADES
DEL PUEBLO GUARAN!

ya que el cuento es una de las formas


H
EMOS EXPRESADO
más definidas del folklore, y que mediante él van trans-
mitiéndose, a través de los tiempos, las costumbres, las creen-
cias y las modalidades de un pueblo. Por eso, por considerarlo
el más adecuado con el tema y con las modalidades del pueblo
guaraní, hemos utilizado el cuento como forma de relato.
Muchos de esos temas los hemos oído en nuestra niñez y
juventud, o, parte también de pueblo, los hem~s vivido cada
día, en ·nuestro hogar, en nuestra colectividad, en nuestro
medio físico. Son, pues, trozos de la vida diaria de ese retazo
del pueblo guaraní que es aún en parte la población de Co-
rrientes.
• \

LA INUNDACióN
Una vez en tierra, desfalleciente aún la mujer, articuló un
grito desgarrador. El hijo que llevaba entre sus brazos e5taba
muerto.
Los que presenciaban la escena, silenciosamente, fijaron sus
miradas en el majestuoso río, que impcnente continuaba cre-
ciendo, creciendo, creciendo. ·
Llegaron a tava-i 1 (pueblo chico) , conjunto de chozas di-

.. 1 T ava-i: pequeña ciudad, aldea.


,
FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANIES

seminadas, asiento de la tribu a que pertenecían; el nino el yaguareté avá 1 hubiese husmeado el cadáver recién sepul-
muerto fué depositado al pie de un coposo 4guararivai,1 y los tado, puso al alcance de sus manos el arco y las flechas;
recién llegados, unidos a los moradores del lugar, hicieron después se inclinó reverentemente, invocando a lví-pora 2, el
n1eda y giraron lentamente en derredor del muerto. espíritu de la tierra~ diosa temible, generosa y perversa, que
La ronda lúgubre, siempre grave, se hizo de pronto más vigoriza o mata el alma de los hombres; que sujeta con lazos
rápida, y el llanto de la madre, conjuntamente con los gritos invisibles; que sin piedad castiga con la aridez; que pone
destemplados de. los circunstantes, mezcla de plegaria, im- ternura en las canciones o ensucia la boca con palabras agrias;
precación y lamento, llenó el ambiente, y los ecos, propa· diosa pudiente, cuya morada está en la tierra, porque es la
gándose hacia todos lados, se perdieron en los montes cer· tierra misma. Su poder es invisible pero cierto; por eso manda,
canos, en confuso rumor tétrico. sujeta o expulsa con fuerza de imperativo telúrico.
La luna llena sorprendió a la ronda girando al compás de Guarán no temía a los hombres, pues en sus veinte años
Jas marak(Ís y tamboras, que, en sordos y monótonos sones, había ya luchado con ellos, templando sus músculos y su
acompasaban los movimientos de los danzarines. ánimo. De los hombres temía el engaño, la mentira, la trai-
Guarán cavó una fosa de regular profundidad, y una vez ción, no la rudeza de la lucha. En su plenitud juvenil pal-
que hubo terminado se encaminó hasta la dolorida madre, pitaba el vigor físico. Su cuerpo, de color cobre pálido, refle-
para decirle: jaba la dureza del ·bronce y vibraba de fortaleza sonora; en
-AY.apoma petei tiví 2. ese instante de inquietud lúcida parecía el propio fruto ama-
La afligida madre, sin levantar la cabeza ni articular pa- rillento de la tierra que su piedad removió, confundiéndose
labra, por toda respuesta abrazó fuertemente a su hijo y lloró <;on ella como hijo y madre unidos por lazos de amor y de
con largos lamentos. dolor. Intrépido, ágil, astuto y valiente, en los momentos de
La ronda continuó más frenética •. más rauda, más alocada, peligro sus sentidos aguzados creaban inesperados medios de
y los participantes continuaron bebiendo en pequeños vasos defensa o forjaban gestos graves de prudencia.
de barro que, de mano en mano, circulaban rebosantes de No temía a los hombres, pero sí al misterio, y el misterio
bebidas fermentadas, extraídas de grandes calabazas, y en era la fuerza invisible de Tupá, 8 que delegaba su poder en
tanto que continuaban gritando, danzando y bebiendo, Gua- lví-pora, en el kaá-yarí,4 en el kaá-pora, 5 en el kaá-ruvichá,e
rán se encaminó, con el niño en sus brazos, hasta el tiví. 3 Se en el 1-pora,1 y en el pirá-nú.s
arrodilló en el borde, orlado por la tierra recién removida; El bramido que anteriormente creyó oír se hi~o más
depositó su carga en el fondo de la fosa, y después de sentarlo perceptible, más nítido, más preciso, más cercano. Fijó su. aten-
cuidadosamente lo cubrió con la misma tierra que había ción y comprendió que las aguas del Paraná, desbordadas de
extraído. su cauce natural, avanzaban lentamente, ganando terreno se-
Terminadél su tarea se incorporó para enjugarse el rostro.
1 Yaguareté-avá: hombre que se transforma en tigre; el lobis6n.
En ese instante creyó percibir el lejado bramido de un ani- 2 lví-pora: lví, tierra; pora, espíritu; es decir: espíritu de la tierra.
mal; permaneció por un momento con la mirada escrutadora, s Tupá: dios de los guaraníes.
abiertas las fosas nasales, aguzado el oído, y temeroso de que -' Kaá-yarí: abuela de las hierbas.
5 Kaá-pora: espíritu de las hierbas.
6 Kaaruvicbá: jefe de las hierbas, que tiene poderes de encanta-
1 Aguararivai: árbol a cuyas hojas se le atribuyen propiedades cu-
miento.
l'ativas. 7 l-por11: I, agua; pora, espíritu; es decir: espíritu. del agua.
2 Ayapoma petn tiví: terminé de hacer la fosa. 8 Pirá-n#: pez monstruo, al que se le atribuía el cargo de
3 Tiví: fosa. cuidador de los peces.
,
1o6 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES 107

gundo a segundo, y que, sin detenerse, iban inundando toda predispuso a la obediencia a los reacios, acalló las
la comarca. de los rebeldes. protestas
No se trataba de las simples crecientes periódicas, sino de Durante toda la noche fueron andando, sumidos en hon-
algo parecido al 1porÚ.1 Intuyó el peligro que significaba la das cavilaciones. La angustia, como pesado fardo, retardaba
inundación y, sin pérdida de tiempo, trepó a un alto tayi, 2 ~l _paso de la doliente caravana, que iba hacia un destino
desde donde, merced a la clara luz de la luna, observó el 1nc1erto.
horizonte: todo en rededor era agua, agua, agua • . . Sola-
Con el cansancio les abrumaba el recuerdo de la r~ión
mente allá lejos, muy lejos, una lengua de tierra que se co-
dejada. El espíritu de Iví-pora, que llevaban metido e~ el
municaba con la parte alta, hasta donde no llegaban las
corazón, agudizaba la nostalgia; era carga pesada la tristeza
aguas.
la añoranza y el abatimiento, pero era mayor el lento andar:
El 1-pora, el espíritu del agua, había desencadenado sus
desesperante, sin rumbo fijo, sin punto cierto, sobre caminos
furias para castigar a los hombres que olvidaran las leyes
fingidos, proyectados por la luna, que los llevaba a la vida
de confraternidad y olvidaran también ofrendarle el sacri-
o a la muerte.
ficio que de tiempo en tiempo exigía, por lo cual, contrapo-
niendo sus poderes a los poderes de lví-pora, expulsaba a los Guarán. ~dvirtió la gravedad del momento; comprendió la
habitantes de la región, en empuje lento pero sin pausa. ~esponsab1hdad de haber determinado, por su sola cuenta, el
Desde su improvisada atalaya Guarán vió que los animales exodo de esos hombres, de esas mujeres, de esos ancianos
procuraban alejarse en dirección contraria al avance de las de esos niños; entonces comprendió que su determinación im:
aguas, pero un arroyo, un brazo del mismo río, una laguna, ~l!caba contradecir la sujeción debida a . lví-pora,, determina-
o un cañadón igualmente inundado, les cortaba el paso y~ c1op grave, que atentaba contra la tradición, ya que signifi-
asustados, unos procuraban desandar lo andado, otros continuar caba desconocer los poderes de la diosa Tierra ; . . Quedarse
t
la marcha, en· una indecisa mezcla de corridas, chapuzones, era morir, pero deambular era ir hacia la muerte. Tremendo
bramidos y embestidas, tra.tando desesperadamente de sal- dilema que adquiría pavorosos c:ontornos en la mente aluci-
varse. nada del ntuchach_o, a quien se le alcanzaba que, empujado por
Guarán descendió de su observatorio y, dirigiéndose a los un mandato superior a su voluntad, habia dispuesto el desarrai-
1

que danzaban, les exhortó a huir, diciéndoles: go de. la tribu, cuyo ruvichá había perecido, conjuntamente
-El I-pora está cercando nuestras tierras, y la única sal- c~n ciento~ de flecheros, ~n reciente combate, del que él
vación está en ganar aquel ivití.s mismo hab1a escapado en rapida huída.
Al comienzo la sorpresa inhibió a los circunstantes; de5- En total, formaban la angustiada caravana una veintena de
pués, la alarma insinuó provocar el desorden del pánico; pero h~mbres...aptos, una treintena de ancianos, cuarenta mujeres y
nuevamente Guarán, haciéndose cargo de la situación, gritó: vemte ninos, que era todo lo que quedaba de la otrora labo-
riosa tribu de ltatí-guá.1
. -¡Peguatá katú!'
La imperativa orden surtió efecto, y sin más se pusieron La r~ponsabilidad era grande, difícil y comprometedora pa-
en marcha. El peligro aclaró el entendimiento de los ebrios, :3 d JOVen que, falto de experiencia) se dejó guiar por el
impulso de su audacia intuitiva.
1 l porú: diluvio. Las mujeres, con sus hijos en los brazos, comenzaron a
2 T ayí: Lapacho. rezagarse, y con . ellas los ancianos, y al fin, deteniendo la
3 lvití: iví, tierra; tl, indica pl~ralidad; es decir: tierras altas,
1
iiierra, colina, cuchilla, montaña. Itatl-guá: ltatí, muchas piedras; guá, 'del lugar; es decir: .de1
' Peguatá katú: ¡vayan, caminen de una vez! lugar de muchas piedras.
1o8 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES \ CUALIDADES GUARANÍES

marcha, decidieron descansar. Guiados con tino, lograron lle~


gar a lugar seguro y salvarse. '
11ientras todos se echaron para dormir y reparar el can- LA SIESTA
sancio, Guarán vigiló, y la noche larga, interminable, puso
honda angustia en su corazón. Confusos y contradictorios El bochorno de la siesta nos envuelve en una enervante
pen~amientos lo contu~ba.ban. Como una visión caleidoscópica modorra. Bajo la sombra de un lapacho, unas vacas rumian¡
desfilaban los aconteclm.tentos: pensaba en la región inun- ~errando y abriendo perezosamente sus grandes ojos glaucos.
d~da, donde qu~~aba . el hogar destruído, la sementera per- ~e escucha el sonsonete insistente de la chicharra, que agu-
dida, la desolac10n reinando por doquier; la angustia y el diza la monotonía. No se ve volar un pájaro, y ni siquiera
olvido cubriendo los lugares sagrados de sus muertos; todo la gracia de una brisa mueve las hojas de los árboles. El mon-
esto había quedado atrás; delante tenía la tierra nueva, la te cercano exhala un silencio de sombra caliente que rechaza
tierra de alguien, que había que ganar o conquistar en duro en vez de acoger. En el campo deslumbra la luz del so) que
batallar, en permanente alerta, en constante vigilia y en es- reverbera fingiendo, coi1 movibles espejismos, extraños fan-
fuerzos sin desmayo ... Con las primeras luces del día si- tasmas de luz. Cuarenta grados a la sombra.
guiente vió levantarse el Sol. Estoy tendido bajo el alero de un rancho de dos aguas, en
Una inmensa alegría invadió su corazón y, sin poder con- actitud de absoluta pereza, sumido en el sopor de un calor
~en:rs~, exclamó gozoso: ¡Kuarasí!, ¡Kuarasí!, ¡Kuarasí/,1 que adormila sin querer. Gruesas gotas de sudor corren por
.1nchnandose en un saludo de profunda admiración. el cuerpo, pareciendo que por cada uno de los poros se esca-
No obstante haber velado durante la noche, recorrió el para un poquito de energía; cuando quiero mirar a la distan-
lugar con ágil paso y cautelosos movimientos. A un lado, un cia, debo poner la mano a manera de visera,, para proteger-
monte; a su frente, una ondulada planicie decorada por pal~ me del fuerte resplandor; el calor aplasta, estrujando las car-
meras; y allá lejos, muy lejos, borroso por la distancia, bajo nes con manos de fuego.
las aguas turbias de la inundación, el pago abandonado. Sixto es un viejo aldeano, cuyo aspecto no desmiente su
Recorrió con la vista la extensión del paisaje. Observó en ascendencia guaraní; tiene ojos pequeños, penetrantes, de un
detalle los lugares, precisó las aguadas, ubicó el sitfo para la mirar siempre irónico; sus facciones, si ~o groseras, modeladas
~ueva ta.~~ y, s_atisfecho del. a~álisis, se sentó al pie de un en bruto; cabellos renegridos, lacios y gruesos; más bien
arbol y ÍIJO la mirada en el pa1sa1e que, vestido de luz matinal,· bajo; brazos fuertes, sin ser musculosos; no gasta ojotas ni
se extendía a su frente con estupenda belleza de colores: ver- alpargatas; de pies cortos, endurecidos, y talones rajados; al
de en el follaje, azul celeste en el cielo diáfano, rojo en las pie derecho le falta el dedo grande, lo que dez:iota su oficio
flores, amarillo en los frutos, oro en los rayos del sol, que de hachero labrador. Nunca hace alarde de sus sentimientos
esplendía en toda su magnificencia, y ante el hermoso es- afectivos; cuando me despido, después ele pasar mis vacacio-
pectáculo, que se le metía corazón ádentro, sonrió casi di- nes con él, me tiende su áspera mano sarmentosa; aprieta
choso, pero se le velaron los ojos cuando escuchó a su lado con fuerza la mía, me mira un instante con fijeza y, con
que un anciano decía a un niño: sequedad, articula entre dientes un "hasta la güelta, cha-
-Nunca, nunca más volveremos a nuestro pago; allá quedó migo" y se aleja despacio, sin volver la cabeza.
nuestra vida vivida . . • Estas tierras no serán nuestras hasta Los cuarenta grados a la sombra sofocan. Sixto se apro-
que no se abra un tiví que nos retenga ... xima al sitio por mí elegido como el más fresco de la casa;
trae mate y pava. Al sentarse pregunta:
1 ¡ Ktlarasi!, sol. -¿Ya kaiú pa? (¿Tomamos mate?)

...
• r;.

,
I JO FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANIES 111

Después de un corto silencio agrega: mente, picotean aquí y allá, interponiéndose al paso de la
--Akú el ara, ¿ayé? ... (Hace calor, ¿verdad?). madre, que los pisa en el fragor de la lucha; un polluelo,
En tanto que el mate va y viene de sus manos a las mías, que por su apostura y arrogancia debe ser un gallito, tam-
más que por curiosidad por ahuyentar la somnolencia, pre- bién ensaya un gesto de ataque.
gunto: El duelo es digno de la hora y del lugar. El reptil, com-
- ¿La, ñakaniná que matamos ayer, está todavía en el pozo? plei:amente enfurecido, muestra su lengua bifurcada y espera.
-Esta ... La gallina jadea, con el pico y las alas entreabiertas ...
-¿No apareció la compañera? Sixto llega y con la takuara golpea la cabeza de la víbora
-Estas siestas son de víboras ..• que, al recibir el golpe, se mueve de uno a otro lado, disten-
Continuamos mateando y, entre mate y mate, Sixto me diéndose cuan larga es; ondula un instante y se aquieta. Está
cuenta, en secreto, misteriosamente, del pode.r de su kurundú muerta.
que, como divina joya, lleva en su cinto de cuero de ciervo, La gallina, todavía jadeante, llama a sus pollitos y los cobija
y 1nediante d cual ganó fama ~e güen hachero y pudo es- bajo sus alas con un ko ... ko ... koró . . . ko ... que es re-
capar más de una vez de situaciones . verdaderamente anous- convenci6n y a la vez alegre exclamación, al comprobar que
o
tiosas. todos sus polluelos están cobijados bajo sus alas.
Nuestra charla se anima, pero cae luego en largos silencios,
por el peso del bochorno, que impide todo movimiento y nos
envuelve en una laxitud desesperante. PELIAGUDO, CHE CAPITAN
De una pequeña isleta cercana, una gallina clueca sale fu-
riosa, dando gritos de alarma. Mira a todos lados con sus -Medio peliagudo, che, capitán ...
ojillos vivarachos, y con grititos que parecen desesperados lla- -Nadando, cruzaremos el atroyo, y desde la barranca, gol-
ma a sus polluelos. peando la boca a lo tape, haremos que nos persigan, y entonces
Sixto, pausadamente, arrastrando las palabras, como sus pies ustedes aprovecharán para espantar la caballada.
al andar, dice: -Ma mejor que vaya yo por el arroyo ...
-Peina la ñakaniná . . . (Ahí está ·la víbora ñakanina) . -¿Por qué, sargento?
~l no la ha visto, pero sabe su presencia por el alboroto -Digo ... sabe ... si caigo yo, no se pierde nada, pero
de la gallina; seguidamente, del mismo lugar, aparece arras- si usté cae, capitán, le vamo a sentir demá ...
tr~ndose, ondulante, una víbora que avanza sin apresura- -Lo ordenado, sargento.
miento; pero atentamente. -Usté, nikó, manda ..
Mientras Sixto, sin apuro, va en busca de una takuara, yo -Ya sabés, el grito del chajá es el santo y seña
presencio una lucha épica, grandiosa. Y es.a misma noche los hombres de la . partida de More.ira,
Dos pollitos se habían retrasado; ya los alcanza la ñaka- cumpliendo las órdenes de su capitán, se aproximaron sigi-
niná, pero la gallina apenas le da tiempo para que se apreste losamente hasta el lugar donde pernoctaron los enemigos y,
a la defensa y, con las alas abiertas, "embiste decidida; la ocultos en un monte próximo, esperaron el grito convenido.
víbora se retrae ·al sentirse tocada, se encoge, y rápidamente Los alertas de los centinelas se escuchaban a intervalos en
~alta, yerra el mordisco. La gallina, sin intimidarse, vuelve medio del silencio. El fogón del campamento, alrededor del
al ataque, y esto se repite una, dos, tres veces, dando la sen- cual mateaban confiados jefes y soldados, parecía un gran ojo
sación de que la ñakaniná será la vencedora. La gallina, mien- de fuego parpadeante en la noche con guiño de llamaradas.
tras ataca se defiende; llama a sus polluelos que, inocente- Cuando la luna comenzó a alumbrar, el intrépido guerrille-
FOLKLORE, RITOS Y COSTU~tBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES II J
ro y sus compañeros, nadando llegaron a la orilla, treparon
la barranca y , desde lo alto, dieron el santo y seña. El grito
del chajá se alzó con estridencia lastimera. Su eco rebotó EL AGLTARA PEAJERO
en la soledad, perdiéndose entre los montes.
La silueta de los audaces guerrilleros, en lo alto de la En cierta oportunidad, a causa de una larga sequía, los ani-
barranca, se recortó en la contraluz lunar, ofreciendo mag- males tuvieron que salir de sus madrigueras en procura de
nífico blanco, pero este detalle no impidió que, golpeándose algo para aliviar el hambre. También el aguará, como a
la boca, gritaran su desafío. cualq1úer hijo de vecino, le tocó esa vez largarse en busca
Hecho lo cual se separaron, después de disparar sus armas, de sustento; y no obstante sus afanes, fué el que peor la
esperando que los desafiados se aproximaran al lugar, cosa pasó, porque, como bien se sabe, gusta de bocados especiales.
que no se hizo esperar, y una vez cerca, de lo alto de la Pero, lo de siempre, la necesidad presta ingenio. Resultó que
barranca se arrojaron a las aguas del arroyo, perseguidos por en sus andanzas por cuevas apartadas y olvidadas nada pudo
una descarga cerrada. encontrar, pero al fin dió con. una espaciosa y bien oculta.
Uno de los soldados que acompañaban a Moreira quedó Entró, miró, hurgó, husmeó, fisgoneó, y descorazonado iba
rezagado en mitad del arroyo; no zambulló, como era la a dar por terminada su requisa cuando su curiosidad lo llevó
consigna; sus brazadas, lerdas y perezosas,, no le permitían hasta un apartado rincón donde descubrió un envoltorio se-
avanzar, y la correntada lo empujaba hacia la orilla donde n1ienterrado. y en él un quepis, un correaje y un sable.
estaban los enemigos. ·~Con estos adminículos no se llena la panza", dijo para sí
Dióse cuenta de esta situación el capitán y, resueltamente, el Aguará, echándose a pensar un largo rato, al cabo del
volvió a desandar lo andado. Las balas enemigas arreciaban, cual se incorporó decidido y, como pudo, se prendió el
y algunas canoas comenzaron a desprenderse para dar alcance correaje, colgó el sable y se puso el quepis. Así ataviado,
a los dos rezagados; pero en ese momento, desde el monte, haciendo gran ruido con el sable, que se le enredaba en las
los comandados por el sargento Rósario Ruiz, que por pre- canillas, se encaminó hasta el cruce de tres camino~, lugar
senciar la escena retardó. la acción, atacaron el campamento obligado para el paso de los animales que buscaban apagar
y sembraron el desconcierto con el galopar ensordecedor de su sed en un tajamar, Único hoyo donde todavía quedaba
los caballos en desbandada, circunstancia que aprovechó Mo- agua, y allí se instaló.
refra para poner a salvo a su compañero. Al verlo aparecer con tan extravagante atuendo, su com-
-¿Qué te pasó? -le interrogó una vez ·en tierra el capitán, papre el Teteu, a gritos le preguntó:
-Nada . • . de flojo no má me agarró calambre -respondió · .-¿Qué hace con ese traje de milico, compadre?
el salvado, cayendo lentamente a los pies de su jefe. · -Cu~plir con mi deber. Fuí nombrado recaudador de im-
-¿Por qué te quedaste? puestos -respondió muy grave y muy compuesto el zorro.
-Y, sabe, vi que te apuntaban a usté, y pa'desviar los -Lo felicito -se limitó a decir el T eteu, sin averiguar
tiros, me di giielta y le grité ... ·quién había nombrado cobrador al Aguará.
-¿Estás herido? -Para evitar mayores males es necesario poner orden en
-Por mi costilla, parece ... el pago -explicó el felicitado, a modo de comentario,, com-
En la orilla opuesta, el enemigo se rehacía de la sorpresa, poniéndose el pecho y ladeando el quepis.
registrándose en sus filas tres desertores, varios heridos y la -Es conveniente para seguridad de los más débiles -anotó
caballada dispersa. El capitán Moreira había cumplido su el T eteu, para congraciarse con la nueva autoridad; y agre-
cometido. .gó: Pero, ¿a quién le va a cobrar?


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COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES

-A todos los bichos que pasen por este camino, y usted, arriesgaba su prestigio si al hacerlo fracasaba, y entonces,
compadre, será el primero que pague si quiere llegar al tajamar. ,
zorramente, comento:
-Está bien. ¿Cuánto es? -No me extraña. Los que se arrastran nunca pagan im-
-Por tratarse de usted, dos huevitos, nada más. puesto ...
-Si de entrada hace excepción, me parece que no andará No pasó mucho tiempo en volver a sufrir otra decepción.
bien la cobranza; pero en fin, sírvase. Con su patita karé, caminando muy despacio, apareció la
-Vaya tranquilo, compadre. Cotorra.
En esto llegó el Tatú y, más o menos, se repitió la misma -Alto, comadre Cotorra.
conversación. Y como el anterior, pagó el impuesto. Así, -¿Por qué me altea, don?
sucesivamente, uno a uno, los animales pagaron el tributo -Porque soy el recaudador.
creado por una peregrina ocurrencia,, dictada por la necesi- -Usted sab.e que yo soy pobre y que por eso me las
dad y puesta en práctica por la audacia, principales factores rebusco por las chacras ...
para el logro feliz de toda empresa. Por ese día el Aguará -Para el pobre como para el rico, la ley debe ser pareja ...
logró pasarla bien; tanto que al día siguiente volvió a ins- -¿Lo que quiere decir que no puedo pasar?
talarse en el mismo lugar. Y, desde entonces lo hizo diaria- -No soy yo quien .lo impide; es la suprema autoridad
mente, hasta que los bichos se acostumbraron a pagar sin de la ley.
protestar ni indignarse, pues en los animales, como en los -Sin embargo, como don Mboi, pasaré sin pagar.
hombres, la ~ostumbre es una segunda naturaleza. Pero una -Anímese -gritó el Zorro ajustándose el quepis y tra-
tarde calurosa, de viento norte, apareció en mitad de uno de tando de desenvainar el largo sable que, enmohecido por la
los caminos don Mboi. falta de uso, estaba más agarrado que garrapatas.
-Alto, don; no se puede pasar sin pagar peaje -dijo el , Ante esa actitud fanfarrona, sin más, en las propias narices
Aguará, cuadrándose con el quepis ladeadq y con la seguridad del recaudador, la Cotorra echó a volar y pasó sin incon-
que le daba la confianza del acatamiento de los más. venientes.
-¿Pagar qué? -preguntó extrañado don Mboi. Al verle alejarse, el aprovechado guardacamino no tuvo
-Lo que todos pagan: el impuesto de tránsito, que es ya más remedio que comentar nuevamente:
costumbre pagar sin discutir. -Los que vuelan no pagan ...
-No tengo nada más que mi piré-poí, y no es época para -Ni los unos ni los otros -dijo el Suindá, clavando en
despelecharme. \ · él sus ojos llenos de sueño.
-¿Qué dice, don?
-Entonces no pasará -gruñó el recaudador, haciendo so-
-Digo que desde el comienzo de la cobranza estoy aquí,
nar la vaina del sable.
y he podido comprobar que, entre Jos animales como entre los
-Está· bien, no se enoje; me doy güelta no m~, y asunto hombres, los que se arrastran y los que vuelan no pagan
concluído. No hay para qué armar líos -respondió don Mboi impuesto ...
con filosófica calma, y se alejó. Pero no bien hubo ganado
un pajonal que le ocultaba de la vista del celoso peajero, LA MALDICIONERA
se arrastró con cautela y se deslizó · sin ser visto. Llegó al
tajamar, bebió, y sobre una piedra, arrolladito, durmió su La casa de la estancia La T ak14ara estaba enclavada sobre
siesta al sol. el camino que unía el paraje conocido con el nombre de
Cuando el Aguará supo esto pensó castigar la falta, pero La Rinconada con el pueblo; y era su propietario Serapio
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FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANIES 117

l\Aaidana, que a la sazón frisaba en los cincuenta años, quien, deros, con la esperanza de encontrar algún alimento. Todo
con férrea voluntad, había conseguido lo que se propusiera era desolación, y una desesperante angustia subía hasta las
treinta años atrás: una estancia perfectamente organizada, gargantas resecas de los pobres vecinos, que con frecuencia
galpones, piquetes con aguada permanente y algunas siembras. escudriñaban el horizonte, en procura de descubrir la nube
1 Como prueba concluyente de su empeño, su dedicación y salvadora. Solamente un milagro podía salvarlos; sí, un mi-
t su trabajo, estaba allí su casa, sus animales, su estancia y lagro del Señor Hallado, y a él recurrieron.
1 su vida. Trabajando con ahinco pudo concretar su ambición, El vecindario de La Rinconada, precedido de ña Candé,

l
1
consiguiendo ser el hacendado más rico del pago y uno de
los más considerados de la provincia.
Era una de esas siestas calurosas, en que el reverberar del
sol castigaba con intensidad de horno; el bochorno de la
especie de sabia, bruja y curandera, se encaminó en proce-
sión hasta el santuario, distante tres leguas. 1'ra Candé, con
una imagen del Señor Hallado entre las manos y un rezo
interminable entre los dientes, encabezaba, como dijimos, la
1 hora tornaba difícil la respiración, produciendo en la Natu- procesión, formada por más de cincuenta personas entre
raleza un estado de abandonada laxitud. Don Serapio, des- hombres, mujeres y niños, seguidos de algunos perros flacos.
pués de dura faena mañanera, se refugió en las amplias y Tornaron el camino principal, y el rezo conjunto era como
aireadas habitaciones de su casa para descansar, y después un rumor de mamangá que se elevaba y bajaba en sordos tonos.
de almorzar, en la reconfortante penumbra de una pieza que La procesión siguió su camino con paso lento y, al avistar
desde temprano había sido regada y entornadas las puertas la casa de don Serapio, los integrantes resolvieron acercarse
y ventanas, se recostó en una hamaca paraguaya. El can- a ella para pedir agua, rogar al dueño de casa que los acom-
sancio y el calor lo vencieron y, lo que pocas veces sucedía, pañara y solicitarle hiciera decir una misa, ya que era el
quedó adormilado, circunstancia por la cual dejó sueltos a los único que disponía de dinero.
cinco grandes perros que, por su bravura, eran la segura Cuando la caravana llegó '11 portón principal se oyeron
garantía de la casa. algunos gruñidos sordos, y cuando lo entreabrieron y gol-
A esa misma hora, en el interior de cada rancho circun- pearon las manos, les respondieron unos ladridos aislados pero
vecino la inquietud de sus moradores era otra. enérgicos; al insistir en el llamado, los cinco perros, como
Pobres can1pos correntinos, todo lo que la vista podía abar- respondiendo a una consigna, se abalanzaron sobre los que
car estaba quemado, calcinado por el fuerte sol; una sequía integraban la procesión.
de cinco meses había devastado la campiña. La laguna Y a- · J..a embestida de los perrazos sembró la confusión, y la
karé-hú 1 estaba sin agua; la extensa cañada karayá 2 mostraba, desbandada fué general. Solamente la vieja Candé, impedida
como en una serie de torrecillas en miniatura, los pelados por la sorpresa y estorbada por la imagen que llevaba entre
montÍculos de tierra colorada; el arróyo Pukú,8 siempre cau- las manos, quedó en medio del portón, abalanzándose sobre
daloso y manso, enseñaba sus altas barrancas desoladas, y ella uno de los perros y haciéndola rodar por tierra, en
en su lecho arenoso y seco, aquí y allá, blanqueaban los tanto que los otros entablaban una feroz lucha con los canes
huesos de una vaca, de una yegua o de una oveja. Hasta las que seguían a la procesión.
mandioca y el cardo sufrían el rigor implacable de la tre- Los gritos y los ladridos, rompiendo el silencio de la siesta,
1nenda sequía. Una que otra vaca, escuálida y babeante, despertaron a don Serapio, que apareció azorado en medio
se atrevía en su desesperación a cruzar los quemantes sen- del patio. Al punto se dió cuenta de lo ocurrido y con un
1 Y 11/uiré-hú, caimán de color negro. agudo silbido paralizó a los mastines que, con las cabezas
2 Kt1ray•. mono. gachas y recelosos, se acercaron al amo.

a Puk#, largo. 1 •
Rehecha la caravana, todos murmuraban, inculpando al due-
118 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES

ño de la casa haber preparado de antemano lo sucedido. Y La gran extensión de agua, aquí y allá con manchones de
cuando don Serapio, solícito, trató de ayudar a la vieja y verdes juncales en un constante ondular, alberga en su seno,
pedirle disculpas, ésta, sin responder palabra, sacudiéndose la c.on celo milenario, tupidos montes y dilatadas isletas, visi-
ropa se fué a unir al grupo que a la distancia la esperaba, bles desde la distancia, pero de difícil acceso por falta de
y no bien llegó cayó de rodillas y, elevando la imagen del navegabilidad.
Señor H allado, balbuceó una maldición: " ¡Que se queme la Mediante exploraciones, realizadas ya en época de los je-
casa del ricachón". suÍtas, se ha podido comprobar que toda su extensión forma
Pasaron algunos días y a poco se tuvo la noticia de que un cauce sin solución de continuidad, hasta volcarse en el
~na nueva guerra civil se. había encendido; y no pasó mucho Paraná, sirviendo de inmensa fuente, pues en ella se originan
tiempo cuando una partida volante del ejército invasor se muchos arroyuelos, como también los grandes ríos que di-
hizo presente en la estancia La T akuara, a la que prendieron viden natur~lmente el territorio de Corrientes en cuatro re-
f~ego sus hombres, llevándose todas las haciendas que pu- giones perfectamente diferenciadas.
dieron, y desde luego, la vieja Candé, los componentes de la La laguna lverá"'riega y fertiliza toda el área de la pro-
procesión comentaron que el incendio y el robo "era un cas- vincia, constituyendo el principal receptáculo de su sistema
tigo del Señor Hallado". hidrográfico, y a la vez que la divide produce su v~rtebra­
Desde entonces la vieja Candé, sabia, bruja y curandera, ción, ya que es el venero de las leyendas y creencias que
acrecentó su fama y afianzó su prestigio de "Maldicionera". determinan la unidad de la tradición correntina, teniendo
como raíz común la flora, la fauna y la toponimia, que es
decir la vivencia del espíritu de la raza.
LA LAGUNA IVERA Ocupa la región nordeste de la provincia, y así como recibe
( lPAVERÁ) de muchos arroyos las aguas que acrecen su caudal, también
Entre. las lagunas más caudalosas y extensas de la provincia da origen a varios ríos, entre ellos el Santa Lucía, el Miriñaí
de Corrientes, donde por cierto existen muchas, la más im- y el . famoso río Corrientes (i-sirí, antiguamente, agua to-
portante, r ~or lo tanto la más ~onocida dentro y fuera 1Tentosa) ligado a la vida institucional de la República por
muchos hechos históricos. El río se multiplica en riachos y
de la provincia, es la de los karakaras, llamada también / verá,
qu~ , ~e, origina ~n los profµndos malezales próximos al río arroyuelos que bordean cañadas, tajamares y malezales;
Minnai y se extiende~ con el misterio fabuloso de sus leyen- cubre una extensión aproximada de 4.200 kilómetros cua-
das, al sudoeste del territorio, hasta confundirse con los esteros drados, formando un archipiélago de dilatadas dimen-
del departamento <le ltuzaingó; desde allí se desplaza hacia siones, donde la flora adquiere pleno vigor en los yataíes 1

el cent:o de la provincia, para, después de regar gran parte que orlan las riberas de los esteros; en los centenarios tay•
de las tierras del depart.amento de Concepción, terminar su lar- (lapachos) que se elevan arrogantes,, compit~endo. en altura
go y caprichoso recorrido en los bañados del río Corrientes· con el timb6, el krupikai, el quebracho y el 1vapo1, y donde
finalmente, su gran caudal se vuelca murmurante, mediant; la fauna, en su más rica variedad, cuenta con magníficos
el Miriñaí, en el río Uruguay y el Corrientes, en el Paraná. ejemplares de yakaré, carpincho, guasú, agu~rá, tatú y ~ves
El notable caudal de sus aguas es alimentado por incon- pequeñas, medianas y grandes, de plumajes vistosos, de silbos
tables arroyos, con. lo cual la laguna mantiene los grandes alegres, de vuelo lento, de vuelo rápido ...
en:ibalsa~os, los tupidos malezales, las oscilantes ciénagas y las Los karakarás, nativos guaraníes, habitaban la la~, s~
m~l v~nedades de plantas acuáticas que le dan prosapia de islas, isletas e inmediaciones, y aun cuando las resenas .his-
m1stenosa, fabulosa y miliunanochesca laguna mÍtica. tóricas se refieren a ellos con desdén o menosprecio, lo cierto
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120 FOLKLORE', RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES 121

es que tenían sus chacras y plantíos, y es también cierto fué el último refugio de los nativos; el sitio donde hallaron
que, ante la resistencia ofrecida, los españoles que "trajinaron el amparo que les ~rindaba la maraña, los ondulantes jun-

'l Ja laguna, Uevando como patrono al glorioso patriarca San


José, taláronles las mieses".
Hay razones -cementerios, ruinas y fósiles hallados- para
cales, los montes inalcanzables, las aguas con sus móviles
ciénagas y los resistentes embalses, más generosos que los
hombres blancos; que ese refugio evitó el exterminio de la
creer que la región ocupada por la laguna, oculta hoy por el raza, la cual le dió nombre en su idioma: 1-pa-verá (1,
misterio de sus aguas, montes, marañas y embalsados, en épo- agua; pa, laguna; verá, brillante; lo que equivale a brillante
c-as remotas estuvo habitada por pueblos aborígenes, a los agua de la laguna).
cuales se deberían algunos relatos que, en forma de vaga ¿Y cómo no habían de brillar para el avá las aguas de esa
rem1n1scencia, han llegado hasta nosotros. Son comentarios laguna, si en ella encontró refugio, paz, protección' y distan-
sobre episodios y sucedidos, urdidos por la fantasía popular, cia de la avilantez de los conquistadores blancos? Por eso las
pero que no carecen de cierta verosimilitud. De labios de denominó "aguas brillantes", que es como expresar "aguas
viejos paisanos es posible escuchar la referencia, muy difun- salvadoras que guiaron los pasos del avá en la noche oscura
dida, de que en las serenas mañanas de primavera, o en los de la persecución".
crepúsculos tormentosos, provenientes del corazón de la la- El nombre de 1-pa-verá, por apócope con el tiempo y el
guna se oyen voces que parecen lamentos, mugidos lasti- uso se transformó en lverá, que es el nombre con que actual-
meros, bramidos amenazantes, cantos de gallos y gritos in- n1ente se la conoce. También fué llamada laguna de los
fantiles, referencia que da pábulo a narraciones fantásticas, karakará, y no precisamente porque las tribus que la habi-
como la del monstruo que para raptar doncellas se convierte en taban tuvieran este nombre, sino, es más aceptable creerlo,
tuyuyú,1 ayudado por el 1-pora.2 porque abundaban y abundan en ella las aves llamadas irivú
Como es natural los hombres de ciencia consideran estos o uruvú ( caranchos) .
relatos producto de. la imaginación popular - ¿cómo creer No obstante la lujuria de su flora y la riqueza de su
en tales supercherías? Sin embargo, precisamente porque no fauna, un clima de lúgubre agonía y de clamor resplande-
soy yo hombre de ciencia, tengo para mí que esas voces, esos ciente llena por doquiera el ámbito de la laguna, cobrando
lamentos y esos cantos existen; que resuenan, como un eco lejanía en las aguas rizadas por la brisa, cuando toda la
de lejanía, en el alma de los nativos; que son como una lverá se puebla, con las sombras de la noche, de ecos: ecos
expresión viviente, real, de los pueblos convertidos en ruinas de la voz de una raza que escondió su martirio entre las
por los conquistadores, quienes. no obstante los procedintien- marañas, malezales y juncales; ecos que en forma de leyendas
tos violentos empleados, no consiguieron acallar las voces perduran y se escuchan.
telúricas, voces que aun repercuten en el subconsciente de ¡lverá, vertiente dadora de las aguas que fertilizan el
Jos hombres de la región, los que, como los pobladores de ~uelo de Corrientes; generadora de las leyendas que alimen-
Uguai, lindante con la laguna, conservan y avivan la tra'di-. tan "su tradición y que, como una lámpara votiva, permanece
ción con relatos de sucedidos y comentarios, cuyos orígenes encendida iluminando el pasado, en el que se apoyará un
se pierden en la oscuridad de los tiempos. Cuando la His- día para levantarse del olvido! ¡Ojalá que siempre vivas en
toria destruya el velo con que los cronistas ocultaron la rea- el corazón de mi provincia, misteriosa, fabulosa, mili~an?""
lidad de una civ.ilización que pervive en las leyendas, nos chesca laguna mítica, aun cuando los hombres de oencia
dirá -toda leyenda tiene estrato de historia- que la lverá nieguen la existencia del monstruo :aptor de don~ellas, o
1
Tuyuyú, pájaro de gran tamaño parecido a la cigüeña. afirmen que no parten de tu entrana voces; mugidos, la-
2 1-pora, espíritu del agua; fantasma del agua. mentos!

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122 FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANIES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANIES 123

1 -,
guaraní de l~1itá-rupá (cuna del Niño). De piso, un tablado
LA NATIVIDAD EN CORRIENTES más o menos inclinado, cubierto casi siempre con rubia arena
traída de las playas vecinas, y sus dimensiones pueden ser de
EL PESEBRE uno a tres metros cuadrados. Las paredes y los techos son ador-
El Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lu- nados con colgajos de papel brillante, cuentas de vidrio, lente-
cas, capítulo 11, versículo 7, dice: " ... y le envolvió en juelas, guirnaldas de papel y de flores; aquí o allá, más cerca o
pañales y le acostó en el pesebre, porque no había lugar más lejos, una fuente, una cascada, un arroyuelo, una colina, un
para ellos en el mesón". Y por esta circun~tancia, el pesebre río, una montaña, caminos, sendas, atajos, árboles, montes.
de Belén, conmemorando la nacencia del Niño Jesús, es La forma es variada: los hay redondos, cuadrados, octogo-
reproducido todos los años en todos los rincones del mundo nales, rectangulares que simulan portal o imitan un establo.
cristiano el día 25 de diciembre, reconociéndose como Noche- El buen gusto, el ingenio y la habilidad manual desempeñan
buena la noche del día anterior, es decir, la del día 24. un papel importante en la realización del pesebre, y muchas
El pesebre recuerda a los cristianos el lugar donde fué veces va en ello el orgullo de la familia. Tal acontecía, allá
acostado el Niño Jesús después de nacer, y el retablo que por el 19 .•• , con el pesebre de doña Juana Ramona (Juana
se levanta en su honor, con sus imágenes y figuras, los per- la paraguaya) y el de la familia Díaz, de la calle San Lo-
sonajes que actuaron, de una u otra manera, en ese suceso. renzo y Bolívar, al que desde niño visitaba yo en compañía
Se cree que ha sido San Francisco de Asís quien levantó de mi madre y hermanos.
en la Umbría (Italia) ,. entre unas rocas, en 1212, el primer El pesebre, en sí, requería cierta habilidad arquitectónica,
pesebre, y en consecuencia, parece que fueron los francis- tanto como la paciencia del hornerito; pero donde se ponía
canos quienes establecieron la práctica de reproducir la es- de manifiesto la verdadera maestría, el buen gusto, el ingenio
cena del pesebre en todo el mundo. · En lo que respecta a y la artesanía era en el retablo, y ahí sí se admiraba, con-
Corrientes, fueron franciscanos los primeros que fundaron re- juntamente con los personajes bíblicos, el suceso del naci-
ducciones, tales como las de ltatÍ y Santa Lucía. miento. En su cuna, de barro, madera o concha, cubierta
Levantar un pesebre en las casas y ranchos correntinos con primorosos encajes o ñandutí, el Niño Jesús, sonrosada
es una práctica devota, que cuenta con un historial lejano imagen con hoyuelos en el mentón y las mejillas, de bracitos
en el tiempo y en la fe de nuestro pueblo. Esta costumbre, regordetes, levantados en actitud de un abrazo fraterno o en
que es una de las más antiguas tradiciones correntinas, se actitud de bendecir; con una pierna recogida y, siempre,
repite anualmente en todo el territorio de_la provincia y co- recostado en el lugar más visible del pesebre; junto a la
mienza la víspera de Navidad. cuna un buey y un asno; más allá un gallo, una oveja;
La casa o rancho que una vez, por cualquier motivo o después los Reyes Magos, los pastores,, y ~olgando del techo
promesa, ha levantado un pesebre, debe hacerlo todos los del pesebre la estrella plateada y reluciente; y por todas
años; por lo menos así lo impone la honda fe del creyente, partes las figuras representativas de pájaros, animales, peces
que lo es, casi en su totalidad, la población urbana y· rural. y plantas; a veces una jaula auténtica con un pájaro iteua: 1
No olvidemos que casi todos los pueblos correntinos tienen cabecitas negras, calandrias, zorzales, jilgueros y cardenales.
su origen fundacional en una capilla. Los juguetes, adquiridos en las casas del ramo y muchas
Se construye el pesebre sobre una tarima decorándola con veces llevados desde Buenos Aires, eran de diversos tamaños
cartón pintado, papel encolado, ramas de árboles, pequeñas y distintos materiales: plomo, madera, papel "maché", etc.,
plantas y paja. Hay arbusto que se empleaba con mucha
frecuencia para tal fin, y tal vez por eso recibió el nombre 1 lleva, verdadero•


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FOLKLORE, RITOS Y COSTUMBRES GUARANÍES COSTUMBRES Y CUALIDADES GUARANÍES
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pero los había en mayor profusión fabricados en las casas, y el alma se viste como un gran consuelo,
con tuyutí (greda), semillas, cáscaras de frutas~ hortalizas, con lampos de luz. la divina gracia
madera labrada, hue~os y otros materiales que sabía apro- Din, don, din, don, del Niño Jesús.
vechar la artesanía casera. No faltaban los juguetes toscos, titila en el cielo,
que movían a risa, hechos a hachazos, como se decía en-
tonces, pero que no dejaban de tener su encanto rústico y Y entretanto que las visitas dejaban una casa pára ir a
hasta conmovedor. otra, se avecinaba la hora de la "Misa del gallo", a la que
Ya listo el pesebre, para cuya realización se había movi- acudía todo el pueblo, por tratarse de una de las ceremonias
lizado toda la familia desde tres o cuatro días antes, era religiosas más importantes. Era de verse la iglesia, total-
librado a la curiosidad del vecindario y, desde las cinco de mente iluminado su altar mayor, y también su pesebre. Los
la tarde del día 24, se lo podía visitar. Entonces frente a él co- creyentes colmaban su capacidad, y a la hora indicada daba
menzaba el desfile, sin faltar la chiquillería, siempre dispuesta comienzo la misa, que era seguida con gran devoción por .
a la travesura, a la risa y a las exclamaciones admirativas. la concurrencia.
Durante las visitas, que se prolongaban hasta las tres o cua- Después, ya pasada la medianoche, la infaltable serenata,
tro de la mañana del día 25, se obsequiaba a los visitantes ami- con violín, flauta y guitarra. En el silencio de la noche
gos con masitas, bebidas, refrescos, naranjadas, chipá,1 rosque- !>urgía la canción cuyas notas llenaban de emoción el cora-
tes, biscochuelo y confituras en general, de fabricación hogareña. zón ingenuo de la moza a quien estaba dedicada. Así ter-
Los visitantes, al entrar, saludaban a los dueños de casa minaba la Nochebuena para amanecer el 25, la Navidad, y
con el consabido: ¡Noche buena!, cuya respuesta era : " ¡Que ya pasada la mañana, inmediatamente después del mediodía,
lo pase usted con Dios!". Después de mirar y admirar, cuan- se volvían a visitar los pesebres, donde la tertulia se animaba,
do el visitante se retiraba, era de rigor el cumplido elogio, y solamente se interrumpía para continuar en otro pesebre, y
que se sintetizaba en la expresión: ·"¡Está muy lindo su así, de visita en visita, de pesebre en pesebre, de casa en
pesebre, doña!" casa, se pasaba el día que se conmemoraba la nacencia del
Durante las horas de la tarde y de la noche el desfile era Niño Jesús.
interminable, y entretanto las señoras mayores rezaban de- Algunas visitas dejaban como regalo uno o más juguetes, y
votamente largas plegarias, en un monótono murmurar, sin éstos, como los que adornaban el pesebre, no podían tocarse
que faltara la moza veinteañera, de voz cálida y ademanes ni mucho menos llevarlos, porque eran juguetes .del Niño
modosos, que cantaba o recitaba un villancico. De estos vi- Dios, y por lo tanto sagrados. Debfan conservarse hasta el año
llancicos recuerdo imperfec;tamente uno, que deda más o venidero, aumentando en lo posible su número.
n1enos as1:
I
Los jug'uetes del pesebre de la niña Cata,. que allá
en Derqui tenían fama de ser de los mejores, eran juguetes,
Din, don, din, don, en la soledad; según referencias, que de cuarenta años atrás servían para
canta la campana, se pierde cantando adornar su ponderado pesebre. Juguetes de plomo, muñecas
con su voz temprana en la noche clara de- loza y aserrín, muñecas de trapo, juguetes de hueso, de
llena de emoción. de la Navidad. tosco palo y de tuyutÍ, despintados por el tiempo .•. ¡Cuán-
Din, don, din, don, Din, don, din, don, tos, cuántos juguetes salvados por la fe de su creyente dueña,
el eco temblando de alegres sonidos · que año tras año recordaron la Natividad y sirvieron para la
se pierde cantando se puebla la noche alegría de los niños campiriños, que entre avemaría y rosario
1 Chipá, pan de harina de mandioca. tentaban su admirativa curiosidad!
' 1

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El mito del Moñai 52


El mito del Kurupí 54
El mito del Lobisón 56
Capítulo VI: EL CUENTO POPULAR 58
Capítulo VII: LA FAUNA DE LA REGióN OCU·
p ADA POR LOS GUARANfES 66
1NDICE El Yacaré 67
PÁGINA
El Kiy~ 70
Advertencia
El Teyú 73
5 El Carpincho 75
A rnanera de prólogo El Karayá 78
7
Capítulo I: EL FOLKLORE GUARANf II Capítulo VIII: LA FLORA DE LA REGióN OCU·
PADA POR LOS GUARANIES 81
Capítulo II: LA CIVILIZACION GUARANf 13 ..
Reseña histórica de nuestra flora 82
Ciudades y gobierno 13 86
La papa
El idioma 15 La batata 89
La agricultura 19 El mate 93
Los frutales • 21 El avatí 97
La medicina 21
Las industrias y las artes Capítulo IX: COSTUMBRES Y CUALIDADES DEL
22 PUEBLO GUARAN! 103
Capítulo III: LA TRAD:JCióN 24 La inundación 103
Las cos~umbres 27 La siesta 109
\
Los ritos 29 Peliagudo, che Capitán 111
Las creencias El Aguará peajero 1I3
33
Capítulo IV: LA COSMOGONfA GUARAN! La maldicionera I 15
37 118
La 'laguna I v~rá
Capítulo V: LOS MITOS GUARANfES 46 ~ Natividad en Corrientes 122
El mito del Yaguarú 47
El mito del Mboi T uí 49
El mito del Kuarasí-Yara 49
El mito del Yasí-Yateré 51
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ESTUDIOS BREVES
/i. FIESTAS y CoSTUMBRES DE AMÉ-
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DEL PUEBLO GUARANÍ, por ]osé
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En Prensa:
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ARGENTINA, por Carlos Alberto Lo-
prete.
VIAJE A LA EUROPA DEL ARTE, por
Ro1nitaldo Brughetti.
HISTORIA DEL TEATRO ARGENTINO,
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Carlos Armando Frumento.
INDIOS Y GAUCHOS EN LA LITERAT U-
RA ARGENTINA, por Augusto Raúl
Cor tazar.
REALIDAD y FANTASÍA DE LA CIRU-
GÍA PLÁSTICA, por Estanislao Llues-
1na-Uranga.
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