UN PROCESO CON PROPOSITO
BB: Romanos 8:28
Nadie conoce mejor un producto que aquel que lo fabrico, así que el
fabricante es el único que conoce la razón o propósito por el cual diseño y
elaboro su producto. Las circunstancias en las que nacimos no definen el
propósito por el cual fuimos creados, así que tu inicio no determina tu
final. Dios te creo con un propósito grande y las circunstancias adversas
que estás viviendo no harán que se haga realidad.
La palabra «proceso» significa: «Procesamiento o conjunto de operaciones
a que se somete un objeto para ser elaborado o transformado«, cuando se
está elaborando un anillo de boda, se tiene pasar por fuego, ser modelado
por un martillo, llevarle a un enfriamiento, y todo para que el metal se
perfeccione con el fin de mejorar sus propiedades físicas y mecánicas.
Desde ya entendemos que cuando una persona pasa por un proceso, pasa
por una etapa de transformación para su perfeccionamiento. Ahora, ese
tipo de transformación no suele ser algo que nos agrade, ¿A quién le gusta
ser procesado? ¿A quién le gusta tener que pasar por caminos difíciles? La
respuesta es sencilla: a nadie.
Y es que necesitamos ser cambiados, en nuestra mente tienen su origen:
los malos hábitos y patrones de pensamiento que nos afean y que por
medio de los procesos Dios nos transforma. Estos elementos son los que
estropean que podamos ser competentes para hacer el plan de Dios y a su
vez nos limitan de vivir una vida plena en Cristo
Veamos las bendiciones del proceso:
Los procesos y las victorias vienen de la mano
En la iglesia escuchamos mucho: «Los hijos de Dios vamos de gloria en
gloria, y de victoria en victoria». ¡Y es cierto! porque en Cristo tenemos la
victoria. Pero para llegar a esa gloria y a esa victoria, tenemos que ir de
proceso en proceso, de perfeccionamiento en perfeccionamiento. No
podemos obtener la victoria sobre algo, si no pasamos por un proceso
antes.
Dios nos quiere llevar a lugares más altos, a responsabilidades más
importantes, pero si no tenemos preparación para eso, ¿Cómo vamos a
poder hacerlo? Es como si me postulara para un trabajo en el cual
necesito saber usar sistemas, y ni se prender el ordenador. No sabría
cómo manejarlo. Lo mismo pasa en la vida, tengo que perfeccionarme
para Él me use, sabiendo que aún en nuestras debilidades, Él nos
perfecciona igual.
«Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en
la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis
debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo» – 2°
Corintios 12:9 NVI.
TENEMOS QUE CONFIAR QUE DIOS CUMPLIRÁ SUS PROMESAS Y SUS
PLANES PARA NOSOTROS (HABACUC 2:3)
Muchas veces le preguntamos al Señor ¿Cuándo? O ¿hasta cuándo? Pero
debemos entender que Dios cumplirá sus propósitos en su tiempo, él no
llega tarde, él no falla, él no miente, aunque nos parezca que se está
tardando, no debemos desesperarnos ni desanimarnos, tenemos que
aprender a esperar.
No te dejare huérfana, yo estoy contigo, yo peleare tus batallas, nadie te
podrá hacer frente, solo se valiente y no desmayes.
TENEMOS QUE COMPRENDER QUE DURANTE EL PROCESO EL SEÑOR NOS
DARÁ LECCIONES MUY IMPORTANTES PARA NUESTRA VIDA (ROMANOS
5:3)
A nadie le gusta pasar por tribulaciones en la vida, en esos momentos le
clamamos al Señor con fe para que nos saque de la tribulación por la que
estamos pasando, y seguramente no solo oramos, sino también ayunamos
y clamamos.
Y nuevamente aparece la pregunta ¿Puede Dios sacarme inmediatamente
de esta tribulación? Y la respuesta es: Si, él puede hacerlo. Entonces ¿Por
qué no lo hace? Es ahí donde tenemos que comprender que el Señor tiene
lecciones muy importantes que enseñarnos en ese tiempo de tribulación y
una de estas lecciones no se cursa en ningún seminario ni capacitación,
esa lección es la PACIENCIA, es decir aprender a esperar en Dios sin
desmayar.
Santiago 1:2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
TENEMOS QUE CREER EN SUS PROPÓSITOS Y ESPERAR QUE DIOS TERMINE
SU PROCESO EN NOSOTROS (MIQUEAS 7:7)
Así como lo decidió el profeta Miqueas, nosotros tenemos que poner en el
Señor nuestra mirada, no en las circunstancias, no en las dificultades, ni en
el calendario, sino en Dios, en su fidelidad, en su poder y en su amor para
nosotros.
El no dejara a medias su obra en nosotros, el ha comenzado una buena
obra en nuestra vida y la terminara. Su propósito y su proceso se
cumplirán para bendición de nuestra vida (Filipenses 1:6) Solo tenemos
que confiar y esperar, lo demás él lo hará.
Dios nos acompaña en los procesos
Cuando leemos la historia de José en el libro de Génesis (a partir del
capítulo 37) podemos ver que Dios estaba con él a pesar de lo que estaba
pasando: «Ahora bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy
bien. Mientras José vivía en la casa de su patrón egipcio, este se dio
cuenta de que el Señor estaba con José y lo hacía prosperar en todo».
(Génesis 39:2-3).
Cuando Dios nos quiere posicionar en el lugar correcto, pasamos por los
procesos necesarios para perfeccionarnos para lo que Él quiere. Dios nos
da la estrategia y la sabiduría, si se lo pedimos, así como hizo la Reina
Ester (Ester 4:7-17) que se puso en ayuno y oración para obtener la
estrategia correcta para salvar al pueblo judío.
Así que, te aliento a comenzar una vida en el Espíritu, y a ser una persona
que entiende que los procesos son necesarios, y como dice la Biblia, hay
que contentarnos en todo tiempo. Aunque pensemos que todo se ve mal,
Dios tiene un propósito con nosotros, y no va a dejar que sus hijos
perezcan. Él nos sustenta y nos guarda.