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El Congreso Juvenil
El Congreso Juvenil
El Congreso Juvenil
El Congreso Juvenil es un evento donde los jóvenes católicos se reúnen para alabar, danzar,
orar y escuchar de Dios. Donde traen a sacerdotes o misioneros de otros países para las
prédicas. Por lo regular, es una vez por año que se llevan a cabo en dos días seguidos, cada
uno con ocho horas de duración. Respecto a la alabanza, lo rige el coro diocesano.
También, hay un receso para disfrutar de los antojitos que se vendan en el local. En general,
Cuando fui a un congreso juvenil por segunda vez, no fui solo, sino acompañado de dos
amigas y yo. Íbamos muy alegres, pero nerviosos porque ya era tarde. Al llegar, ya estaban
todos adentro y fue emocionante escuchar al coro con las alabanzas a todo volumen;
además, del estadio repleto de jóvenes. Seguido de eso, encontramos lugar y nos
acomodamos. Aunque, lo luego nos paramos para seguir con las alabanzas hasta que
empezó la primera prédica. Por lo que, tomamos asiento y con atención escuchamos lo que
Dios nos quería decir. Después siguieron con más alabanzas, luego el receso, seguido de
anticipación escogen el lugar y lo apartan. Con el fin de ir sabiendo la fecha y así seguir
con la publicidad. Para esto, avisan en las redes sociales de “Renovación Carismática en el
Espíritu Santo” dando a conocer fechas, lugar, predicadores y el logo. Y también, en juntas
donde se reúnen líderes juveniles, avisan para que ellos impartan el conocimiento a su
parroquia. Además, hacen que el coro ensaye para que esté más preparado. De la misma
manera, piden apoyo a todas las parroquias de la ciudad para que manden a sus servidores y
apoyen en cada uno de las tareas. Por otra parte, mandan a hacer playeras las cuales se
venderán el día del evento. Y sobre todo, se ponen en oración para que todo vaya a salir lo
mejor posible.
alabar, que son actividades que me encantan, con miles de jóvenes. Lo cual me lleva al
siguiente punto: el hecho de que me anima el ver a cada uno de ellos, danzando con sus
propios pasos coordinados con los de su parroquia, al mismo tiempo que se escucha a todos
a una misma voz, alabando a Dios. También, porque es un momento de descanso, donde
me olvido de todos mis pendientes y solo me centro en una sola cosa: en Dios. Por último,
porque experimentas el amor de Dios al momento de que otro joven te abraza u ora por ti.
Por ello, recomiendo el Congreso Juvenil a todo joven, aún sin ser católico.