El Misterio de Las Vijilias
El Misterio de Las Vijilias
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes. Es para mí una bendición
grande estar con ustedes en esta ocasión, para tener compañerismo alrededor del
Programa Divino, y poder comprender en esta noche: “EL MISTERIO DE LAS
VIGILIAS”, de las cuales habla la Biblia; y así poder comprender en cuál de las vigilias
estamos viviendo en este tiempo.
Por lo tanto, iremos a la Escritura y veremos lo que la Biblia habla acerca de las vigilias;
y obtendremos así el conocimiento de las vigilias y el propósito divino de las vigilias para
Su pueblo.
y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las
bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de
cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare
así, bienaventurados son aquellos siervos.
Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir,
velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del
Hombre vendrá.
Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre
su casa, para que a tiempo les dé su ración?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Para esta noche tendremos ciertas preguntas que serán contestadas a medida que
escuchemos esta conferencia. Son tres preguntas muy importantes, y son las siguientes:
• ¿Cuál es la relación de las vigilias con la trayectoria de la Iglesia del Señor Jesucristo?
Esa pregunta la tendremos contestada durante esta conferencia.
• ¿En cuál de las vigilias ha de venir el Hijo del Hombre? Esa pregunta también tendrá
su respuesta en esta conferencia.
La tercera es:
• ¿Cuál es el gran evento prometido que será realizado en la cuarta vigilia? Esa pregunta
también será contestada en nuestros corazones a medida que escuchemos la Palabra de
Dios en esta noche.
Es muy importante conocer el misterio de las vigilias, porque Jesucristo habló de las
vigilias, y habló de la Venida del Hijo del Hombre para una de las vigilias; y tenemos que
saber en cuál de las vigilias la Venida del Hijo del Hombre estará cumplida o será
cumplida.
El misterio de las vigilias es un misterio que los seres humanos han querido comprender
desde tiempos antiguos, y conocer en cuál de las vigilias Dios llevaría a cabo el
cumplimiento de Sus promesas.
Las vigilias son mencionadas en la Escritura; y pertenecen —tres de las cuatro vigilias—
al tiempo de la noche, y una pertenece al tiempo de la mañana. Siempre se piensa que
las vigilias pertenecen a la noche; pero veamos estas cuatro vigilias y sus horarios, y
descubriremos que una de ellas se cumple en la mañana.
Algo muy importante que necesitamos entender es que cada vigilia consta de 3 horas.
Eso es muy importante entenderlo, para que así podamos comprender todo este
misterio de las vigilias.
Y luego, el ejército del faraón quiso pasar también para matar a los hebreos; y cuando
entró al Mar Rojo entraron en seco (porque ya Moisés había abierto el Mar Rojo); pero
cuando terminó de pasar el pueblo hebreo, encontramos que Moisés extendió su mano
—con su vara en la mano— y cerró el Mar Rojo; y el ejército del faraón estaba dentro
del Mar Rojo, y fue destruido[1].
Ahora miren cómo el faraón no quiso obedecer la Voz de Dios, fue rebelde a la Voz de
Dios y al profeta de Dios, y no se conformó con los juicios divinos que Dios le envió en
Egipto, y vino a buscar el último: lo vino a buscar en el Mar Rojo, y ahí lo consiguió.
Vean ustedes que estuvo todo el tiempo en contra de Moisés y en contra del pueblo
hebreo; y la Escritura dice: “El que te bendijere será bendito, y el que te maldijere será
maldito”[2]. Por lo tanto, el faraón recibió la maldición, porque siempre estuvo en contra
del pueblo hebreo y en contra del profeta de Dios.
Ahora, vean ustedes cómo el pueblo hebreo salió victorioso del Mar Rojo, y el faraón
encontramos que fue derrotado; fue la última derrota; y miren ustedes, sin las personas
del pueblo hebreo pelear en contra del faraón. Dios estaba peleando en favor del pueblo
hebreo; porque fue sin ejércitos terrenales y sin fuerza terrenal, sino con el Espíritu de
Dios manifestado en el profeta Moisés.
Ahora podemos ver cómo el pueblo hebreo obtuvo la victoria: obtuvo esa victoria de
parte de Dios.
Encontramos al pueblo hebreo representado allí en Jacob (porque estaba en los lomos
de Jacob), y de Jacob vinieron todos los hijos de Israel; y encontramos que allí con
Jacob estaban representados todos sus hijos, que ya habían nacido.
“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se
descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Y dijo (el Ángel): Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no
me bendices.
Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido”.
Ahora, vean cómo Jacob luchó con el Ángel de Jehová, o sea que luchó con Jesucristo en
Su cuerpo teofánico, que es el mismo Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob en Su
cuerpo teofánico, llamado el Ángel de Jehová y también llamado Jehová en el Antiguo
Testamento.
También fue llamado por Abraham: Elohim, cuando le apareció el día antes de la
destrucción de Sodoma y Gomorra[3]; y también le había aparecido antes como
Melquisedec, y bendijo a Abraham, y le dio pan y vino[4].
Ahora, está amaneciéndole aquí a Jacob. El Ángel de Jehová, este Varón de otra
dimensión, este Varón con este cuerpo teofánico de la sexta dimensión, le aparece a
Jacob, y Jacob no lo dejó ir.
Jacob es un profeta: tiene las dos consciencias juntas, puede ver en ambas
dimensiones; y agarró a un personaje de otra dimensión, y ese personaje es el Ángel de
Jehová, que estaba en Su cuerpo teofánico; lo agarró y no lo dejaba ir.
“Y el Ángel lo bendijo…”.
“Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido (obtuvo la victoria).
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue
librada mi alma.
Pero es mejor la persona estar coja, pero con la bendición de Dios, que estar bien sin la
bendición de Dios. Y Jacob tuvo este problema en su pierna luchando por la bendición de
Dios.
Algunas personas dicen, cuando tienen un problema o tuvieron un accidente…, y esas
personas iban viajando hacia una actividad para buscar la bendición de Dios, o
regresaban de una actividad, y tuvieron algún accidente, algún problema; algunos
dicen: “Si yo no hubiera ido, no me hubiera pasado esto”; pero no hubiera recibido la
bendición de Dios.
Es mejor tener la bendición de Dios, no importa los problemas que uno tenga buscando
la bendición de Dios.
Miren ustedes, a los cristianos los persiguieron en los tiempos pasados, se los echaban a
los leones. Cualquier persona podía decir: “Si yo no fuera un creyente en Cristo, no me
echaban a – en la boca de los leones”. Pero de todos modos la persona tiene que morir
en cuanto a su cuerpo físico; y si no creyó en Cristo, ¿de qué le valía vivir en la Tierra y
que no lo echaran a los leones, o los mataran en alguna forma en aquel tiempo?
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame”.
Esto nos muestra que el camino de Cristo no es fácil, en cuanto a que uno no tiene
problemas en la vida. Por creer en Cristo, muchas veces le vienen problemas hasta en la
misma casa de uno; pero está llevando la Cruz de Cristo.
Sigue diciendo:
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará”.
O sea que no hay que lamentarse por los problemas que uno tenga al estar buscando la
bendición de Dios.
Cualquier persona puede decir: “Mi hijo o mi amigo que salió para una actividad, cuando
regresaba murió”; pues no tiene ningún problema: se fue al Paraíso. Si no estuviera
buscando la bendición de Dios y sirviendo a Cristo, y muriera esa persona: se iba al
infierno, o sea, a la quinta dimensión (en palabras más suaves). Y podía decir: “Su
amigo murió quietecito en la casa, tranquilito”; pero sin la bendición de Dios, ¿de qué le
sirvió? Allá en la quinta dimensión no estará muy tranquilo.
Así que es mejor estar sirviendo a Cristo todos los días de nuestra vida, no importa los
problemas que uno tenga en la vida. “Todo aquel que pierda su vida por causa de mí, la
hallará”. ¿Y cuál es la que halla? La vida eterna; esa es la que nosotros queremos. Esta
terrenal es temporal.
Ahora miren ustedes lo importante que es servir a Cristo todos los días de nuestra vida.
“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (No
le vale de nada). ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.
Dios no acepta nada en recompensa por la salvación del alma, excepto el Sacrificio de
Cristo. Y si la persona no ha aceptado ese Sacrificio —creyendo en Cristo como su
Salvador y lavando sus pecados en la Sangre de Cristo y recibiendo Su Espíritu—: la
persona no tiene nada que ofrecerle a Dios si no tiene el Sacrificio de Cristo recibido en
su alma y Su Sangre aplicada en su alma. Solamente hay una cosa ofrecida por la
salvación nuestra: es Jesucristo en la Cruz del Calvario, muriendo para nuestra
salvación; y Dios no acepta otra cosa.
Sigue diciendo:
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces
pagará a cada uno conforme a sus obras”.
Ahora podemos ver aquí que es muy importante siempre estar buscando la bendición de
Dios.
Cuando leímos este pasaje de Jacob, pensamos que Jacob agarró al Ángel de Jehová y
no habló muchas cosas; pero vamos a preguntarle aquí al profeta Oseas alguna de las
cosas que Jacob habló. En el capítulo 12 de Oseas, verso 3 en adelante, dice:
“En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel.
Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con
nosotros.
Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre”.
“Pero yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas,
como en los días de la fiesta.
Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía, y por medio de los profetas usé
parábolas”.
Y esto de las vigilias son parábolas que marcan tiempos proféticos, en los cuales la
Iglesia del Señor Jesucristo estaría manifestada de etapa en etapa.
Las vigilias…: las primeras tres corresponden al tiempo de las edades de la Iglesia
durante las siete edades de la Iglesia gentil, y la cuarta vigilia corresponde a la
Edad de la Piedra Angular.
Las tres primeras vigilias corresponden al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo; la
cuarta vigilia corresponde al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, la cuarta
vigilia corresponde a la Edad de la Piedra Angular.
Las primeras tres vigilias corresponden al quinto milenio y sexto milenio; la cuarta vigilia
corresponde al séptimo milenio.
Ahora, las vigilias aquí usadas son vigilias proféticas, representadas en las vigilias que se
guardaban en aquellos tiempos.
De todas las vigilias la más importante es la cuarta vigilia. En la cuarta vigilia bendijo el
Ángel de Jehová a Jacob, y recibió Jacob un nuevo nombre.
Y miren ustedes, el mismo Ángel de Jehová que estuvo toda la noche, durante todas
esas vigilias, luchando con Jacob y Jacob con Él, cuando llegó la mañana, cuando rayaba
el alba, cuando ya estaba amaneciendo, o sea, cuando ya la cuarta vigilia estaba
comenzando, encontramos que Jacob recibió la bendición de Dios.
Y ahora, vean ustedes cómo hubo una lucha de edad en edad por la bendición de Dios.
Pero es en la cuarta vigilia, en la manifestación del Ángel del Pacto para la Edad de la
Piedra Angular y Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, que el Ángel del Pacto,
Jesucristo manifestado en Espíritu Santo, bendecirá a Su Iglesia y traerá el cambio que
nosotros necesitamos.
Vean ustedes, el nuevo nombre que recibió Jacob tiene que ver con toda la bendición
que recibiría en la tierra nueva, o sea, en la tierra prometida, a la cual él iba para
poseerla, para recibir la herencia de la Primogenitura que le correspondía.
La Iglesia del Señor Jesucristo, encontramos que en este tiempo final, en la Edad de la
Piedra Angular, que es la Edad del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo:
recibirá su herencia; la herencia que perdió Adán y Eva en la caída: la Iglesia del Señor
Jesucristo la obtendrá; porque les será restaurada la herencia de Dios a todos los hijos
de Dios, a todos los escogidos de Dios. Y por eso es que viene el Ángel del Pacto, que es
Jesucristo en Espíritu Santo, en el Día Postrero, manifestado en la cuarta vigilia.
Y en la cuarta vigilia es que todos nosotros estaremos recibiendo la bendición del Ángel
del Pacto, del Ángel de Jehová, de Jesucristo en Su manifestación final, en donde
estarán viendo todos los hijos e hijas de Dios lo que vio Jacob.
Jacob dijo: “He visto a Dios cara a cara”. Y todos los escogidos de Dios en el Día
Postrero estarán viendo a Jesucristo manifestado en Espíritu Santo a través de carne
humana, y estarán viendo a Jesucristo con Su rostro como el sol, a Jesucristo como Rey
de reyes y Señor de señores.
Jacob viendo al Ángel del Pacto cara a cara recibió la bendición de Dios.
Y ahora, vean ustedes, Jacob quiso saber el Nombre del Ángel; porque el Nombre de
Dios ¿dónde está? En el Ángel. Y por eso Jacob le preguntó al Ángel: “¿Cuál es tu
nombre?”. El Ángel le dice: “¿Por qué preguntas por mi nombre?”. O sea que el Ángel
sabía por qué estaba preguntando por su nombre: porque si sabía el Nombre del Ángel,
pues iba a saber el Nombre de Dios. ¿Por qué?
Vean ustedes, Jacob quería conocer el nombre, porque conociendo el Nombre del Ángel
(el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, que era el mismo Dios en Su cuerpo teofánico,
en ese cuerpo de la sexta dimensión), iba a estar conociendo el Nombre Eterno de Dios.
¿Recuerdan ustedes cuando le apareció el Ángel del Pacto a los padres de Sansón?
Querían saber ellos el Nombre del Ángel. Y el Ángel les dice: “¿Por qué preguntas por mi
nombre, el cual es oculto?”[6]. No le era permitido darlo a conocer.
A Moisés, cuando él también quiso saber el Nombre del Ángel, del Ángel de Jehová, el
Ángel le dijo: “Yo soy el que soy. Y le dirás a ellos: Yo soy me ha enviado a
vosotros”[7]. Y fueron dadas cinco letras, cinco consonantes, que son: YHWH; esas
fueron las letras que le fueron dadas a Moisés por el Ángel de Jehová.
Y el pueblo hebreo ha deseado saber el Nombre Eterno de Dios, el Nombre del Ángel del
Pacto; pero el pueblo hebreo, vean ustedes, no ha podido entender ese Nombre. Pero
ese Nombre, para el tiempo final, para el Día Postrero, será revelado a todos los hijos e
hijas de Dios, a todos los primogénitos de Dios en el Día Postrero, en la Venida del Hijo
del Hombre.
Ahora, en términos proféticos, Cristo habló de la Venida del Hijo del Hombre, y comparó
el tiempo de la Venida del Hijo del Hombre a una de las vigilias.
Y encontramos que para las diferentes vigilias Cristo tendría en Su Iglesia siervos, o sea,
mayordomos fieles y prudentes, que de vigilia en vigilia, de etapa en etapa, estarían
alimentando a los hijos e hijas de Dios con el Pan de la Palabra de Dios; “porque no
solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”,
nos dice Dios en Deuteronomio, capítulo 8, verso 3 al 4, y San Mateo, capítulo 4, verso
4. Y el Alimento para el alma es la Palabra de Dios, el Mensaje de Dios correspondiente
al tiempo que la persona está viviendo.
Así como Él dijo: “He descendido del Cielo”[8], ¿saben ustedes una cosa? Todos los hijos
e hijas de Dios han descendido del Cielo, han venido de la séptima dimensión, y se
encuentran aquí en la Tierra en cuerpos mortales.
Y para pasar por la sexta dimensión: hemos creído en nuestro amado Señor Jesucristo
como nuestro Salvador y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, y hemos lavado nuestros
pecados en la Sangre de Cristo, y hemos recibido Su Espíritu Santo; y así hemos
recibido un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y hemos recibido así vida eterna;
hemos nacido así en el Reino de Dios, hemos nacido de nuevo y tenemos vida eterna.
Y solamente nos falta el cuerpo físico y eterno, el cual Él nos dará ¿en dónde? En la
cuarta vigilia. Los muertos en Cristo resucitarán en cuerpos eternos y nosotros los que
vivimos seremos transformados[9]. Eso es para este tiempo final.
Ahora, Cristo preguntó: “¿Quién es ese siervo fiel y prudente, ese mayordomo fiel, al
cual su Señor ha puesto sobre Su Casa?”. De edad en edad Dios ha colocado un
mensajero, en el cual ha estado un espíritu teofánico de la sexta dimensión manifestado
en carne humana en ese mensajero; y ese mensajero ha traído —de la sexta dimensión
— el Mensaje de Dios para el pueblo; y ese Mensaje es el Alimento para el pueblo, la
ración correspondiente al tiempo en que las personas están viviendo.
Y ahora, ¿quién es el siervo fiel y prudente (o sea, el mayordomo fiel y prudente) que
estará en la Casa de Dios (o sea, en la Iglesia del Señor Jesucristo) como el mensajero
correspondiente a la cuarta vigilia?, ¿correspondiente a la Edad de la Piedra Angular?,
¿correspondiente al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo?, ¿correspondiente a
la Dispensación del Reino?, ¿y correspondiente al Día Postrero? ¿Cuál es ese siervo fiel y
prudente?
Porque ya los otros siervos fieles y prudentes, que son los siete ángeles mensajeros de
las siete edades, dieron el alimento espiritual, la ración, a los hijos de Dios, en la Casa
de Dios, en las vigilias en que ellos vinieron.
Y ahora, para el Día Postrero, ¿quién será el siervo fiel y prudente, ese mayordomo fiel y
prudente, ese administrador fiel y prudente, que estará ministrando la Palabra de Dios,
el alimento espiritual, a los hijos e hijas de Dios, en la Casa de Dios, o sea, en la Iglesia
del Señor Jesucristo? Dice:
[San Lucas 12:43] “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle
haciendo así.
¿Y qué significa eso? Que se cumplirá en ese siervo fiel y prudente lo que dijo Cristo en
Apocalipsis, capítulo 3, verso 21:
“Al que venciere, (Yo) le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.
Desde el trono es que se gobierna. Y este mayordomo fiel y prudente será colocado
sobre todos los bienes de Su Señor. ¿Y para qué? Para administrar los bienes de Su
Señor.
Ahora, veamos San Marcos, capítulo 13, lo que nos dice, hablando de la Venida del Hijo
del Hombre. Dice, capítulo 13, verso 32 en adelante:
“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el
Hijo, sino el Padre (está hablando aquí ¿de qué? De la Venida del Hijo del Hombre).
Mirad ¿por qué?, y velad ¿por qué?, y orad ¿por qué? Por la Venida del Hijo del Hombre,
y para que estemos preparados para verlo y recibirlo en el tiempo final.
Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a
cada uno su obra, y al portero mandó que velase”.
Sigue diciendo:
“… si al anochecer…”.
Eso fue en el comienzo de la Iglesia, allá con los apóstoles, y también corresponde a la
etapa de las grandes persecuciones por las cuales pasó la Iglesia. Sigue diciendo:
“… o a la medianoche…”.
“… o al canto del gallo (ya esa es la tercera vigilia), o a la mañana (ya esa es la cuarta
vigilia)”.
“En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra
ribera, entre tanto que él despedía a la multitud”.
Eso fue luego de multiplicar los panes y los peces, donde comieron cinco mil personas,
sin contar los niños y las mujeres; y cuando terminó, sobró más pan y más peces de los
que le habían entregado cuando Él comenzó[10].
Miren ustedes, todo lo que ponemos en las manos de Cristo Él lo bendice y lo multiplica,
y lo usa en Su Obra; y cuando nosotros luego veamos lo que colocamos en Sus manos,
veremos que habrá más de lo que nosotros colocamos en Sus manos.
Sigue diciendo:
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba
allí solo.
Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era
contrario.
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y
dieron voces de miedo.
Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”.
En San Marcos también nos habla de esta cuarta vigilia, en el capítulo 6, y nos muestra
en esta cuarta vigilia todo lo que allí sucedió. Vamos a ver el capítulo 6, verso 48 en
adelante, dice:
“Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta
vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles.
Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron;
porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened
ánimo; yo soy, no temáis!
Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera,
y se maravillaban.
Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus
corazones”.
Y encontramos en San Juan que también aparece andando sobre el mar en la cuarta
vigilia; eso está en el capítulo 6, verso 15 al 21. Y ya eso ustedes lo leerán en sus
hogares, para que tengan más Escrituras o lugares donde Jesús caminó sobre el mar.
Ahora podemos ver que la cuarta vigilia es muy importante, en el campo profético, con
relación a la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero.
Ahora, el Día Postrero, ¿qué es el Día Postrero? Es el Día del Señor. El Día Postrero es el
séptimo milenio, “porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como
un día”[11].
Y una vigilia, en términos de un día delante del Señor como mil años, entonces 3 horas
delante del Señor… las 3 horas de la cuarta vigilia vienen a ser 125 años; porque 1 hora
delante de Dios, para los seres humanos es 41 años con 8 meses; y 41 años con 8
meses multiplicado por 3 les da 125 años.
Los primeros 125 años del Día Postrero es (delante de Dios) la cuarta vigilia, de la cual
nos habla Cristo, cuando nos habla: “Será al anochecer, o será a la medianoche, o será
al canto del gallo, o a la mañana”.
Es en la cuarta vigilia donde Cristo caminó sobre el mar: tipo y figura de la Venida de
Cristo, la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, donde Su Iglesia lo estará
necesitando más que nunca antes.
“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre
su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo
sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron
sus voces”.
Aquí tenemos la Venida del Hijo del Hombre, la Venida de Cristo en el Día Postrero; lo
encontramos con Su rostro como el sol.
En el Monte de la Transfiguración, donde Él mostró en esa visión la Venida del Hijo del
Hombre con Sus Ángeles, aparece con Su rostro como el sol también. ¿Por qué? Porque
Su Venida es para la cuarta vigilia, para la cuarta vigilia correspondiente al Día Postrero;
o sea, es para los primeros 125 años del Día Postrero, del séptimo milenio.
Durante ese lapso de tiempo de la cuarta vigilia, la Venida del Hijo del Hombre con Sus
Ángeles tiene que ser cumplida aquí en la Tierra.
Ahora, podemos ver la importancia de las vigilias, podemos ver el por qué es tan
importante comprender el misterio de las vigilias: porque para la cuarta vigilia,
Jesucristo, el Hijo del Hombre con Sus Ángeles, resplandeciendo Su rostro como el sol,
estará manifestado en la Tierra con Su rostro como el sol, o sea, como Rey de reyes y
Señor de señores; porque Su rostro como el sol representa a Cristo como Rey de reyes y
Señor de señores, como Hijo del Hombre e Hijo de David, para sentarse en el Trono de
David, y reinar por mil años y luego por toda la eternidad.
Pero para Su Venida hay un Programa que tiene que ser cumplido, como para Su
Primera Venida hubo un Programa que tuvo que ser cumplido.
Y la Segunda Venida de Cristo, que es la Venida del Ángel del Pacto en el Día Postrero:
es para llevar a cabo Su Obra de Reclamo de todo lo que Él redimió con Su Sangre
preciosa en Su Primera Venida. Y aquí en la Tierra se estará viviendo en la cuarta vigilia,
en la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles.
Ahora, ¿cuánto tiempo estará el Hijo del Hombre con Sus Ángeles manifestado en la
Tierra antes de llevar a cabo el propósito de Su Venida en toda Su plenitud?, porque irá
por etapas, Su Programa tiene diferentes etapas; y durante todas esas etapas Él estará
cumpliendo el propósito de Su Venida, y estará cumpliendo así las profecías bíblicas
correspondientes a las diferentes etapas de la Venida del Hijo del Hombre con Sus
Ángeles, resplandeciendo Su rostro como el sol, o sea, viniendo como Rey de reyes y
Señor de señores, Hijo del Hombre e Hijo de David.
Ahora, ¿cuánto tiempo tomará todo el Programa de la Venida del Hijo del Hombre con
Sus Ángeles en el Día Postrero? Esperemos, y luego veremos cuánto tiempo tomará (de
tiempo) toda la Obra del Hijo del Hombre en Su Venida con Sus Ángeles; en donde
estará llamando y juntando a Sus escogidos, y estará completando Su Cuerpo Místico de
creyentes en la Edad de la Piedra Angular, y nos estará preparando para ser
transformados y raptados en este Día Postrero. Todo esto es para la cuarta vigilia.
Miren ustedes, la resurrección de Cristo ¿en qué horario ocurrió? Ocurrió en la mañana
del domingo de resurrección, y eso es la cuarta vigilia del domingo de resurrección; tipo
y figura de la cuarta vigilia del Día Postrero, donde los muertos en Cristo resucitarán en
cuerpos eternos y nosotros los que vivimos seremos transformados; así como Cristo
resucitó en la cuarta vigilia del domingo de resurrección.
Cada siete años —el año séptimo— era un año de descanso para la Tierra, de reposo,
era un año festivo. Y luego de transcurridos 49 años, el pueblo hebreo había tenido 7
años sabáticos, o sea, 7 años de descanso en la Tierra durante 49 años; tenían 6 para
trabajar y 1 de descanso para la Tierra. Y luego del año 49, que era el año de reposo
para la Tierra, llegaba el año 50, que era el año del jubileo; y era el año en donde la
herencia de cada hijo del pueblo hebreo, si la había perdido, regresaba a sus manos, sin
pagar ni un solo centavo; era el año de la redención[12].
Si alguno de los nuestros parte, no hay ningún problema, va a recibir de todas formas
su cuerpo eterno: resucitará en la cuarta vigilia en este Día Postrero, en un cuerpo
eterno, y estará con nosotros de nuevo. Y si la persona permanece viva y los muertos en
Cristo resucitan: cuando los veamos, pues seremos transformados.
De todas formas, vamos a tener el cuerpo eterno que Cristo ha prometido para todos
nosotros; porque estamos viviendo en el ciclo divino de la redención de nuestros
cuerpos mortales, para tener el cuerpo eterno. Seremos transformados, y así tendremos
el cuerpo eterno, que es una herencia que corresponde a los hijos e hijas de Dios;
bendición que perdió el ser humano seis mil años atrás, pero que será restaurada en
este Día Postrero.
Y todas las demás bendiciones que perdió Adán y Eva serán restauradas en este Día
Postrero. Y todos nosotros seremos a imagen y semejanza de Jesucristo, seremos
personas en toda la perfección: cuerpos perfectos y eternos, espíritus teofánicos eternos
y perfectos, y nuestras almas eternas y perfectas; y todos redimidos con nuestro amado
Señor Jesucristo, para vivir por el Milenio y por toda la eternidad.
Por eso es que dice la Escritura que “las aflicciones que tenemos en este tiempo terrenal
que vivimos y en estos cuerpos terrenales, no es de comparar con las glorias venideras
que en nosotros van a ser manifestadas”[13]. En nosotros van a ser manifestadas esas
glorias venideras en el cuerpo eterno y nuevo que hemos de tener; y eso es ¿para
quiénes? Para todos ustedes y para mí también.
Y ahora, miren ustedes, las tres vigilias primeras se cumplieron durante las siete edades
de la Iglesia gentil, en los territorios donde se cumplieron esas edades; porque
corresponden a la noche, donde aparecen las estrellas, y corresponden a esa etapa de la
Iglesia del Señor Jesucristo donde aparecieron las siete estrellas o siete mensajeros de
las siete edades de la Iglesia gentil. La Iglesia está representada —en esas edades— en
la luna, porque era el tiempo de la noche.
Pero para el tiempo final, la Iglesia no estará vestida de la luna, sino del sol, porque es
el tiempo de la cuarta vigilia, que es de día. Por eso dice: “A los que temen Mi Nombre,
nacerá el Sol de Justicia, y en Sus Alas traerá salvación”[14].
Por eso es que Cristo aparece en el Monte de la Transfiguración con Su rostro como el
sol; y en Apocalipsis, capítulo 10, aparece con Su rostro como el sol; y en Apocalipsis,
capítulo 1, aparece también con Su rostro como el sol. Capítulo 1, verso 16, dice:
“Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos (la
Espada es la Palabra. Las siete estrellas son los siete ángeles de las siete edades); y su
rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”.
Aquí lo vemos con Su rostro como el sol. ¿A quién? Al Hijo del Hombre. y el Hijo del
Hombre en Su Venida viene con Su rostro como el sol, porque viene ¿en cuál de las
vigilias? En la cuarta vigilia.
Ahí podemos ver el Sol, Su rostro como el sol, y podemos ver que Su Nombre, el
Nombre del Sol de Justicia, el Nombre de Cristo, el Ángel del Pacto, para el Día Postrero,
Su Nombre Nuevo, que es el Nombre Eterno de Dios: encontramos que lo tendrán todos
los hijos de Dios en sus frentes, o sea, tendrán el conocimiento del Nombre Eterno de
Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo. Los escogidos de la Iglesia del Señor
Jesucristo tendrán ese conocimiento.
Y también 144.000 hebreos lo verán viniendo con Su rostro como el sol, y obtendrán la
revelación del Nombre Eterno de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo; obtendrán
el conocimiento del Nombre del Cordero de Dios Jesucristo, viniendo en el Día Postrero
como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo.
Y lo que quiso conocer Jacob cuando le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?”, eso será
revelado al Jacob, al Israel celestial primero, y al Israel terrenal: el pueblo hebreo.
¿Qué dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo que sería la Venida del caballo
blanco de Apocalipsis 19? Vamos a ver. En la página 134 del libro de Los Sellos, dice el
precursor de la Segunda Venida de Cristo:
“142. Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el
que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue
a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como
‘Rey de Reyes y Señor de Señores’”.
Es la Venida del Espíritu Santo en carne humana.
Y ahora, en la página 277 del libro de Los Sellos en español, en una parte de la oración
dice nuestro hermano Branham:
“[240]. … pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero
caballo blanco, mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el
anticristo, y Él llame los Suyos”.
¿Quién es el que llama a los Suyos?, ¿quién es el que llama a los escogidos? Es el
Espíritu Santo, el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. Y en el Día Postrero estará
con nosotros, en medio de Su Iglesia, manifestado en carne humana.
Y ahora, en la página 256 del libro de Los Sellos, dice el precursor de la Segunda Venida
de Cristo:
“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo
blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada
en un hombre”.
Eso es la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. Esa es la Venida del
Ángel del Pacto, de Jesucristo en Espíritu Santo, velado en carne humana en el Día
Postrero en Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben
suceder pronto; y trayéndonos la bendición del Cielo, la bendición para el Israel
celestial: la Iglesia del Señor Jesucristo, y para el Israel terrenal, que es el pueblo
hebreo.
Ahora vean cómo viene la bendición del Cielo, la bendición de Dios para los hijos e hijas
de Dios de la Iglesia del Señor Jesucristo, y después para el pueblo hebreo; y todo esto
en la cuarta vigilia; la cuarta vigilia, que corresponde a este tiempo en el cual nosotros
estamos viviendo.
Este es el tiempo de la cuarta vigilia. Este es el tiempo en que los escogidos de Dios
estarán viendo al Ángel del Pacto, que es Jesucristo en Espíritu Santo, manifestado en
carne humana en Su Ángel Mensajero, viéndolo cara a cara manifestado a través de
carne humana, y recibiendo las bendiciones de Jesucristo en este Día Postrero, en la
cuarta vigilia.
El gran evento es: la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, la Venida del
Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que es la Venida de Jesucristo, el Ángel
del Pacto, viniendo en Espíritu Santo manifestado por medio de Su Ángel
Mensajero, viniendo en carne humana en Su Ángel Mensajero manifestado,
dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder, y bendiciéndonos
Jesucristo en este Día Postrero; y llamando y juntando a todos Sus escogidos en
este Día Postrero.
Para eso es el gran evento prometido para el Día Postrero de la Venida del Hijo del
Hombre con Sus Ángeles en la cuarta vigilia.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta noche, dándoles
testimonio de: “EL MISTERIO DE LAS VIGILIAS”.
Que las bendiciones de Jesucristo correspondientes a la cuarta vigilia sean sobre cada
uno de ustedes y sobre mí también; y pronto todos seamos transformados y raptados y
llevados a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, y allí disfrutemos con Cristo esa
gran fiesta de la Cena del Cordero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y
amén.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos; y continúen pasando una noche llena de las
bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Hijo de prosperidad.
Dejo nuevamente con ustedes al reverendo Gian del Corto para continuar y finalizar
nuestra parte en esta noche, dándole gracias a Jesucristo por Sus bendiciones en esta
noche.
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