Proyecto 100 Guia Practica para Instruct
Proyecto 100 Guia Practica para Instruct
Título:
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Alta Dirección
Presidente: Charlles Britis
Secretario ejecutivo: Fari Choque
Tesorero: Nilton Acuña
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Editor:
Heyssen Cordero Maraví
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Diseño y Diagramación: Denise Orosco F.
Corrección de estilo: Irania Mitma
Proyecto 100. Guía práctica para instructores bíblicos. Vol. 2. 1.a ed., Lima. Editorial
Imprenta Unión, 2024.
E-mail: ventas@editorialunion.com.pe
Tiraje 12 900
Impreso en Perú
Enero de 2024
ÍNDICE
MÓDULO I
LLAMADO A SER UN INSTRUCTOR BÍBLICO 9
1. Dar estudios bíblicos, un plan de Dios .......................................................... 10
2. Un instructor conforme al corazón de Dios ................................................... 17
3. El instructor bíblico y el estudio de la Biblia, la oración y el ayuno ............... 22
4. Enemigos del instructor bíblico ..................................................................... 28
5. Buscando interesados ................................................................................... 33
6. Trabajando de dos en dos .............................................................................. 39
7. El método de Cristo ........................................................................................ 43
8. Introducción a las Sagradas Escrituras .......................................................... 47
MÓDULO II
EL INSTRUCTOR BÍBLICO Y LAS DOCTRINAS 54
1. Historia de la IASD (1834-1844) ...................................................................... 55
2. Historia de la IASD (1844-1848) ...................................................................... 66
3. Historia de la IASD (1848-1863) ...................................................................... 82
4. Doctrinas I ....................................................................................................... 93
5. Doctrinas II ...................................................................................................... 99
6. Elena G. de White, Mujer de Visión ............................................................... 106
7. El Santuario, la clave que articula las creencias de los adventistas ............. 111
8. El Santuario, un recorrido histórico ............................................................... 117
MÓDULO III
EL INSTRUCTOR BÍBLICO Y LAS OTRAS CONFESIONES DE FE 124
1. Los católicos, apostólicos y romanos........................................................... 125
2. Asambleas de Dios ....................................................................................... 130
3. Movimiento Misionero Mundial ..................................................................... 136
4. Alianza Cristiana y Misionera ........................................................................ 143
5. Israelitas del Nuevo Pacto ............................................................................ 152
6. La Iglesia de la Diosa Madre ......................................................................... 158
7. Los testigos de Jehová ................................................................................. 165
8. Los mormones .............................................................................................. 169
MÓDULO IV
TÉCNICAS DEL INSTRUCTOR BÍBLICO 174
1. Respondiendo objeciones – Parte I .............................................................. 175
2. Respondiendo objeciones – Parte II ............................................................. 187
3. El uso de ilustraciones en la toma de decisiones ......................................... 199
4. Textos claves para sacar decisiones ............................................................ 204
5. El testimonio personal como recurso de llamado ......................................... 209
6. Cómo invitar a mis estudiantes a la campaña de evangelismo .................... 214
7. Cómo tomar decisiones para el bautismo .................................................... 219
8. Cómo lograr que mi nuevo discípulo no apostate ........................................ 224
3
Llamados a una misión
Cuando Jesús estableció la iglesia tenía
una razón, un propósito, UNA MISIÓN.
Como Cristo había cumplido Su misión, la
salvación del mundo fue alcanzada en la
cruz, por Su sacrificio, que es más que su-
ficiente para rescatar a toda la humanidad.
Luego, las buenas noticias necesitaban lle-
gar a todas las personas. Para esto, nos dio
una MISIÓN.
y para ello estableció Su iglesia. Existimos por esta misión y si nos olvidamos de eso, perdemos
la razón para nuestra existencia.
En las palabras de Elena de White: “la Iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de
los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo.
Desde el principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia.
Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de
revelar su gloria. La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la
iglesia se manifestará con el tiempo, aun a “los principados y potestades en los cielos” (Efesios
3:10), el despliegue final y pleno del amor de Dios” (Hechos de los apóstoles, p. 9).
Con esta perspectiva “Dios toma a los hombres tales como son, con los elementos humanos
de su carácter, y los prepara para su servicio, si quieren ser disciplinados y aprender de él. No
son elegidos porque sean perfectos, sino a pesar de sus imperfecciones, para que mediante el
4
conocimiento y la práctica de la verdad, y por la gracia de Cristo, puedan ser transformados a
su imagen” (Deseado de Todas las Gentes, p. 261).
Esto es lo más sorprendente, que para una misión de tal magnitud, el Señor elija contar con
seres humanos limitados y frágiles para revelar al mundo Su plenitud y suficiencia, Su gloria y el
despliegue final y pleno del amor de Dios. ¡Extraordinario!
Nosotros hemos recibido este llamado, esta misión. Privilegio inaudito, responsabilidad sin me-
dida. Y más que vivir esta misión en lo personal, como ministros del evangelio, fuimos llamados
a liderar un movimiento misionero. Como evangelistas preparamos y capacitamos un ejército
de evangelistas. Como enviados, enviamos. Como misioneros, formamos nuevos misioneros.
El plan del Señor para cumplir la misión sigue siendo el mismo. Sus promesas también. “El que
llamó a los pescadores de Galilea está llamando todavía a los hombres a su servicio. Y está
tan dispuesto a manifestar su poder por medio de nosotros como por los primeros discípulos.
Por imperfectos y pecaminosos que seamos, el Señor nos ofrece asociarnos consigo, para que
seamos aprendices de Cristo. Nos invita a ponernos bajo la instrucción divina para que unidos
con Cristo podamos realizar las obras de Dios” (Deseado de Todas las Gentes, p. 264).
Que el Señor encuentre en nosotros siervos listos para escuchar Su voz, y prontos a atender sus
órdenes. Si lo hacemos, Él va a hacer Su obra en nosotros y por medio de nosotros.
5
La misión se cumple cuando
se abre la Biblia
La misión que Cristo nos encomendó es,
según Mateo 28:19-20, hacer discípulos,
y esta se realiza a través de tres acciones:
¿Qué hacer para que más hermanos cumplan la misión? La respuesta es simple, hay que en-
señarles, ¡hay que entrenarlos!
6
pasaría si solo el 50 % de la iglesia abriría su biblia con sus amigos, vecinos y familiares? ¡Pues
20 000 nuevos discípulos se convertirían en 100 000!
No es una locura, es el plan de Dios. No queremos llenar las bancas de la iglesia, queremos
llenar el cielo de más peruanos.
El material que tienes en tus manos tiene el objetivo de que seamos entrenados para el cum-
plimiento de la misión, que seamos adiestrados debidamente para abrir la Biblia con nuestros
semejantes para presentarles a Cristo vivo, a través de un estudio bíblico.
7
8
9
10
El plan de celebrar estudios bíblicos es una idea de origen celestial” (Elena G. de White).1
—Señor —le dice—, tú sufriste mucho, muriendo por los pecados de la humanidad.
Tu muerte proporcionó vida eterna a todos los que la acepten. ¿Saben esto todos los
que están en la tierra? ¿Han escuchado todos de tu sacrificio?
—No, Gabriel, no todos lo han oído —replica el Salvador—; solo un puñado de per-
sonas en Jerusalén y Galilea saben esto.
—Bueno, Maestro —sigue Gabriel—, ¿cuál es tu plan para informar a todos de tu
gran amor?
—He comisionado a mis seguidores —responde el Maestro— para que lleven el
mensaje de salvación a todo el mundo. Les dije que lo cuenten a otros, quienes a
su vez, se lo contarán a otros, hasta que la última persona, en el rincón más alejado,
haya oído la historia.
El rostro de Gabriel se demuda. Ve lo que podría ser una falla en el plan del Maestro,
de modo que pregunta:
—Maestro, ¿qué pasaría si Pedro se cansa de contar a otros la historia de la cruz, y
se vuelve a pescar? ¿Qué pasaría si Santiago, Juan y Andrés se unen con él, y Mateo
regresa a su puesto de recolector de impuestos en Capernaúm, y todos los demás
pierden el celo y dejan de hablar de tu sacrificio? O ¿qué pasaría si estos discípulos
mueren antes que la tarea se complete, y tu iglesia se vuelva grande y cómoda, y
los corazones de tu pueblo ya no ardan para contar la increíble historia de tu amor?
¿Cuál es tu plan de emergencia? ¿Cuál es el plan B?
Hay una larga pausa, y luego se oye la voz del Señor Jesús:
—Gabriel, no tengo otro plan. No hay plan B ni C.
Por supuesto, esta escena es imaginaria, pero la lección que enseña es verdadera
para cada generación. Cristo nos ha dado la tarea, el privilegio de comunicar el evan-
gelio a la gente de este mundo. No tiene otro plan.
1
Elena de White, Obreros Evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2013), 200.
2
Mark A. Finley, Reavivamiento para la misión (Buenos Aires: ACES, 2013), 35.
11
Lee detenidamente la Biblia:
“35Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de
Jesús. 36Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide
que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo:
Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua,
Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hechos 8:35-38).
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. A fin de entender la dinámica
de la misión, Jesús mismo nos dio la clave a la luz de Mateo 28:19-20, pues la misión se cumple a
través de tres verbos:7
3
Alejandro Bullón, Todo miembro involucrado. Un llamado a servir (Buenos Aires: ACES, 2017), 5.
4
Elena G. de White, Hechos de los apóstoles (Buenos Aires: ACES, 2014), 266.
5
Elena G. de White, El ministerio de curación (Buenos Aires: ACES, 2013), 310.
6
Carlos Martín, La ciencia de ganar almas (Buenos Aires: ACES, 2012), 19.
7
Heyssen Cordero Maraví, ¡Hagan discípulos! Hacia una iglesia discipuladora (Lima, Perú: Editorial Imprenta
Unión, 2019), 12.
12
El verbo principal de la oración es “¡Hagan discípulos o discipulen!”. La pregunta
es, ¿cómo? Y el texto refiere: yendo, enseñando y bautizando. Entonces, se hace
discípulos:
La mensajera del Señor añade: “Los miembros de nuestras iglesias deben hacer más
trabajo de casa en casa, dando estudios bíblicos”.10 Es decir, la misión consiste en
dar estudios bíblicos y todos somos llamados a realizar esta noble labor. La misión
se cumplirá solo cuando abramos la Biblia. Podemos tener buenas intenciones, po-
demos realizar acciones solidarias, construir buenas relaciones amicales, pero si no
abrimos la Biblia, haremos una tarea incompleta.
8
Elena de White, Obreros Evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2013), 200.
9
Elena de White, Testimonios para la Iglesia (Miami, FL: APIA, 1998) 9:150.
10
Elena de White, Joyas de los testimonios, 3:346.
13
¿Qué hacer si no tengo ganas de dar estudios bíblicos?
La misión de la iglesia es hacer discípulos. Tal como lo refiere Bill Hull, “hacer discípulos
tiene que ser algo enclavado en el corazón de la iglesia, pues el compromiso de la iglesia es producir
creyentes que lleven fruto; estos son llamados discípulos”.11 Existe, con tristeza, cristianos que
creen que dar estudios bíblicos es un “don”, y argumentan de esta manera que NO
TODOS TIENEN EL DON, y por lo tanto, si no es mi don, entonces estoy absuelto de
hacer esa tarea misionera. ¿Es esto cierto?
Pues bien, en primer lugar, dar estudios bíblicos no es un don, sino una necesidad
básica vital, tal como orar, estudiar la Biblia y congregarme. No es tema de gusto o
don, es una necesidad espiritual. Si no estudio, oro, congrego ni predico, ciertamente
voy a morir espiritualmente hablando. Por otro lado, hay quienes no gustan de usar
los diversos cursos que las asociaciones o campos preparan, tales como la “Fe de
Jesús”, entre otros, por considerarlos como poco metódicos, o muy sencillos. En
definitiva, creen que es mejor usar un estudio personal, alegando que en tiempos de
Jesús no habían cursos bíblicos. ¿Qué decirles?
CONCLUSIÓN
Philip G. Samaan,12 registra en su libro El método de Cristo una parábola ilustrativa
de John Drescher sobre un grupo que se denominaban Los Pescadores”.
Cuenta la ilustrativa parábola que los pobladores de esa región gozaban de hermo-
sos ríos y lagos llenos de peces.
Todos “los pescadores” amaban su vocación. Semana tras semana se reunían para
discutir sobre la abundancia de los peces y sobre los mejores métodos para pescar.
Periódicamente definían con cuidado qué significaba pescar, defendían la pesca
como la profesión y declaraban que pescar era, es y sería siempre la primera tarea
de los pescadores.
Continuamente buscaban nuevas y mejores técnicas para lograr renovadas defini-
ciones de pesca. Decían convencidos: “La industria pesquera existe gracias a los
pescadores, como el fuego viene a la existencia al producirse la combustión”. Les
gustaban frases como: “Pescar es la tarea de cada pescador”, “Todo pescador es
un recolector de peces”, y “Un puesto de cada pesca por cada club de pescadores”.
Patrocinaban reuniones especiales que llamaban “Campañas de pescadores” y “El
mes de la Pesca Abundante”. También patrocinaban congresos nacionales e inter-
11
Bill Hull, El pastor hacedor de discípulos (Grand Rapids, MI: Ediciones Berea, 1988), 49.
12
Philip G. Samaan, El método de Cristo para testificar. El delicado arte de relacionarse con
la gente y llegar a ella mediante el testimonio personal (Buenos Aires: ACES, 1995), 114-117.
14
nacionales para discutir acerca de pesca y de cómo promoverla. Oían disertaciones
acerca de los nuevos equipos, sonidos especiales, y cualquier nueva carnada que
fuese descubierta.
Estos pescadores construyeron grandes y hermosos edificios llamados “Sedes de
Pescadores”. La consigna era que cada uno debía ser un pescador modelo, y cada
pescador debía obtener una buena pesca. Sin embargo, había una cosa que ellos no
hacían: PESCAR.
Además de reunirse regularmente, organizaron un consejo para enviar pescadores
a otros lugares donde había muchos peces. Parecía que todos los pescadores con-
cordaban en que era necesaria una junta administrativa que pudiese desafiar a los
pescadores a que confiasen en la pesca.
Esta junta contrató personal, nombró comisiones y organizó muchas reuniones,
asambleas y seminarios para consolidar la pesca y decidir qué nuevas corrientes se
deberían considerar. Pero el personal y los miembros de las comisiones NO PESCA-
BAN.
Se edificaron grandes, elaborados y caros centros de entrenamiento donde el princi-
pal propósito era enseñar a los pescadores cómo pescar con eficacia. A lo largo de
los años se dictaron muchos cursos acerca de la necesidad de pescar, la naturaleza
de los peces, dónde encontrarlos, sus reacciones psicológicas y cómo aproximarse
a ellos para alimentarlos.
Quienes enseñaban eran doctores en “pescalogía”. Estos profesores enseñaban muy
bien a pescar… pero no pescaban. Luego de tantos años de entrenamiento se gra-
duaban como licenciados en pesca… pero nadie pescaba.
Algunos salían de su región para viajar a otros países y estudiar en prestigiosas uni-
versidades, pero después de todos sus doctorados y maestrías… seguían sin pescar.
Construyeron imprentas y publicaban manuales y libros especializados sobre la pes-
ca y sus formas. Técnicas y más técnicas… pero nadie pescaba.
13
Philip G. Samaan, El método de Cristo para testificar, 17.
15
DESAFÍO MISIONERO:
1. DAR ESTUDIOS BÍBLICOS ES TAREA DE TODOS. Pastores, profesores, con-
tadores, médicos, colportores, alumnos, líderes y toda la iglesia, cumplamos
el mandato “enseñando todo lo que Dios ha mandado”.
2. Motivemos a otros hermanos que aún no tienen el gozo de compartir un curso
bíblico, a hacerlo de la mejor manera e iniciar una aventura misionera de fe.
16
17
er un instructor bíblico conforme al corazón de Dios no significa ser calificados
S por nuestra pureza moral o perfección espiritual, sino por haber sido elegi-
dos y llamados por Dios conforme a su decisión. El rey David no fue perfecto,
hubo mejores y peores que él, pero Dios lo eligió conforme a su corazón, ya no fue
el pueblo quien lo eligió como ocurrió con su antecesor el rey Saúl. Nuestro Señor
Jesús refiriéndose a sus apóstoles dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto per-
manezca…” (Jn.15:16). Por su parte, el apóstol Pablo expresó su gratitud con estas
palabras: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me
tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio (1 Tim.1:12).
La gran comisión dada por Cristo es un desafío para sus seguidores de todos los
tiempos, tú y yo hemos sido llamados conforme al corazón de Dios para compartir
las buenas nuevas en calidad de instructores bíblicos.
La misma autora refiriéndose a una de sus visiones escribió: “…Vi a dos obreros bíblicos
sentados en el círculo de una familia. Con la Biblia abierta ante ellos, presentaron al Señor Jesucris-
to como el Salvador que perdona el pecado. Sus palabras fueron habladas con frescura y poder.
Se ofreció una fervorosa oración a Dios, y los corazones fueron enternecidos y subyugados por la
influencia dominante del Espíritu de Dios. A medida que la Palabra de Dios era explicada, vi una
luz suave y radiante que iluminaba las Escrituras y dijo suavemente: “Ve por los caminos y por los
vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.2
Aquí un consejo práctico de Elena G. de White: “Es necesario acercarse a la gente por
medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal,
se conseguirían mayores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar
a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con
los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del
poder de la oración, y del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa”. 3
Jesús fue un extraordinario instructor bíblico y a la luz de la Biblia podemos men-
cionar algunas características importantes, las mismas que nos pueden ayudar en
nuestro trabajo personal:
1
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2024), 200
2
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2013), 335.
3
Elena G. de White, Ministerio de curación (Buenos Aires: ACES, 2013), 102.
18
I. COMUNIÓN PERMANENTE
Jesús mientras estuvo en esta tierra dependió completamente del Padre celestial,
él dijo: “Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es
justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn. 5:30).
Su dependencia estuvo basada en el estudio de la Biblia y en la oración. Él afirmó
metafóricamente que no solo de pan viviría el hombre, sino también de la palabra de
Dios (Mat. 4:7, 9). Motivó a sus oyentes a escudriñar siempre las Escrituras (Jn. 5:39)
y cuando iba a la sinagoga, leía y exponía públicamente las Escrituras (Luc. 4:16).
Como maestro instructor, Jesús, no se limitó a solamente enseñar acerca de la ora-
ción, sino que con su propia vida nos dio una lección. Para estar en comunión con
su Padre, Jesús buscó lugares solitarios como el desierto (Luc. 5:16), o en el monte
(Mar. 6:46), y no tenía horarios específicos para hacerlo, muchas veces pasaba la
noche entera en oración (Luc. 6:12). Nuestro Salvador oró en diversas circunstancias
y, como lo registra el evangelio de Lucas, con mayor intensidad en los momentos de
prueba y aflicción (Luc. 22:44; Mat. 26:39).
Debemos amar a los perdidos, amarlos como Cristo los ama. La frase “nadie se
resiste al amor” es una realidad. Las personas, más que argumentos, necesitan ser
amadas. Un bloque de hielo puede ser destruido por un golpe de martillo, pero los
trozos resultantes seguirán siendo hielo, solo el contacto con los tibios rayos del sol
los derretirá.
4
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 2014), 9:189.
19
III. PACIENCIA
Jesús, a través de diversas parábolas y acciones, nos ha enseñado la importancia
de la paciencia. En una ocasión Jesús reprendió a dos de sus discípulos que le
propusieron hacer descender fuego del cielo para consumir a los samaritanos que
rechazaron a sus mensajeros (Luc. 9:51-56). En Luc. 13:6-9 encontramos también la
parábola de la higuera estéril donde el viñador ante la implacable sentencia del due-
ño intercede por la estéril planta para darle otra oportunidad; lo mismo observamos
en la parábola del hijo pródigo cuyo padre aguarda con paciencia el retorno del hijo
derrochador para abrirle no solo la puerta, sino también sus brazos y su corazón
(Luc. 15:11-32), como aquel rey que perdonó al siervo que le debía diez mil talentos,
o como el mismo Señor Jesús que suplica desde la cruz el perdón para sus verdugos
que lo estaban injuriando (Luc. 23:34-37).
Para Jesús antes de la condenación está el perdón, antes del castigo la misericordia.
Igualmente, cada uno de nosotros hemos sido llamados para tener paciencia con
aquellos que son indiferentes o rechazan las enseñanzas de la Palabra de Dios.
IV. PERSEVERANCIA
Si hablamos de perseverancia, nadie más que Cristo pudo haber sufrido el rechazo
y la ignominia de los hombres, aun así cumplió el objetivo por el cual vino a este
mundo; las palabras “consumado es” (Jn.19:30) dichas desde la cruz son un grito de
victoria que revelan la satisfacción del deber cumplido. El doctor Lucas usa una ex-
presión que denota decisión en medio de la oposición “Jesús afirmó su rostro” (Luc.
9:51), ese temple le ayudó a mantenerse fiel a su propósito hasta el último momento.
Cuando su sudor era como gruesas gotas de sangre pidió a su padre que lo librara
pero que no se hiciese su voluntad (Luc. 22:42-44). A través de sus enseñanzas Jesús
nos reveló la importancia de la perseverancia; él dijo que ninguno que pone su mano
en el arado y sigue mirando atrás es apto para el reino de Dios (Lc. 9:62). A través de
la parábola de la viuda insistente (Luc.18:1-6) nos ilustró la necesidad de perseverar
siempre; y en la parábola de la gran cena (Luc. 14:23) nos anima a ser insistentes en
la persuasión como parte de nuestra acción en el cumplimiento de la misión.
Jesús afirmó finalmente que solo aquellos que perseveren heredarán el reino de Dios
(Mat. 24:13). La tarea de compartir la Palabra de Dios muchas veces nos desafía a
mantener el entusiasmo en medio del rechazo; por su parte, el apóstol Pablo nos
dice: “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para preservación del alma” (Heb.10:39).
20
corazón mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Luc.
24:27, 32). Asimismo, Jesús tuvo un amplio dominio de las profecías, de aquello que
ocurriría en el mundo y las cosas que ellas decían de sí mismo (Luc. 24:44). La prepa-
ración intelectual y teológica de Jesús nos desafía a profundizar el conocimiento de
su Palabra para compartirla con propiedad.
CONCLUSIÓN
Elena G. de White refiere: “Centenares y millares fueron vistos visitando las familias, y abriendo
delante de ellas la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo,
y un espíritu de genuina conversión se manifestaba. En todas partes las puertas se abrían de par
en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina. Los
verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendiciones”.5
DESAFÍO MISIONERO:
1. De las cinco cualidades que un instructor bíblico según el corazón de Dios
debe tener, ¿cuál de ellas crees que te faltan trabajar más?
2. Haz una oración personal y pídele que Dios te ayude a tener estas cualidades
en tu vida.
5
Elena G. de White, Servicio cristiano (Buenos Aires: ACES, 2013), 178.
21
22
¨Debe haber paciente estudio y meditación, y ferviente oración. Todo estudioso, al abrir las Escri-
turas, debe solicitar la iluminación del Espíritu Santo; y la promesa segura es que le será dado”
(Elena G. de White).1
1
Elena de White, Mensajes para los jóvenes (Buenos Aires: ACES, 2023), 183.
2
Walter Henrichsen, Entendamos. 24 principios básicos para interpretar la Biblia (Miami, FL:
Editorial Caribe, 1976), 101.
23
Al comprender las Escrituras, el instructor bíblico adquiere discernimiento para abor-
dar preguntas complejas y objeciones, enfrentar desafíos teológicos y proporcionar
respuestas sólidas a aquellos que buscan entender la verdad de Cristo, como dice el
apóstol Pedro “… santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros” (1 Pe. 3:15).
Este estudio profundo no solo enriquece la vida espiritual individual, sino que tam-
bién capacita al instructor bíblico para cumplir eficazmente su misión de dar estu-
dios bíblicos. La familiaridad con la Palabra de Dios se convierte en una herramienta
poderosa para comunicar de manera clara y convincente las verdades del evangelio
eterno. El estudio constante capacita al instructor para contextualizar las enseñanzas
bíblicas, haciendo que la verdad sea accesible y relevante para aquellos que la bus-
can. Por lo tanto, el estudio de las Escrituras no solo alimenta la espiritualidad perso-
nal, sino que también capacita al instructor bíblico para cumplir la gran comisión de
hacer discípulos, llevando a otros a conocer y seguir a Cristo.
3
Elena de White, La oración (Buenos Aires: ACES, 2013), 15.
24
para abordar las necesidades individuales de aquellos a quienes ministrará. A través
de la oración, el instructor busca la sabiduría divina para presentar las verdades bí-
blicas de manera clara y efectiva, reconociendo que el Espíritu Santo es el verdadero
maestro (Jn. 16:13-15).
Para el instructor bíblico, el ayuno se convierte en un vehículo que permite una mayor
sensibilidad a la dirección divina, y una disposición para escuchar la voz de Dios y
una entrega más completa a su voluntad y al cumplimiento de su misión. Elena de
White menciona que “Vivimos en el periodo más solemne de la historia de este mundo. La suerte
de las innumerables multitudes que pueblan la tierra está por decidirse. Tanto nuestra dicha futura
como la salvación de otras almas dependen de nuestra conducta actual. Necesitamos ser guiados
por el Espíritu de Verdad. Todo discípulo de Cristo debe preguntar seriamente: ¿Señor, ¿qué quieres
que haga? Necesitamos humillarnos ante el Señor, ayunar, orar y meditar mucho en su Palabra…No
durmáis, centinelas de Dios”.4
4
Elena de White, El conflicto inminente (Buenos Aires: ACES, 1987), 84.
25
al instructor bíblico presentarse ante Dios y ante los que escucharán con una claridad
espiritual renovada, siempre fresca.
Por lo tanto, ayunar, se convierte en un componente vital para una vida poderosa y
enfocada en la misión de dar estudios bíblicos. No solo fortalece la vida espiritual del
instructor bíblico, sino que también sirve como un medio para impactar en la presen-
tación de las verdades bíblicas de manera más profunda y auténtica e interceder por
sus estudiantes de la Biblia para ganarlos para Cristo.
CONCLUSIÓN
Ahondar en la función del instructor bíblico implica asumir un papel de vital impor-
tancia en la gran comisión dada a la iglesia de compartir el mensaje de Cristo con
aquellos que no lo conocen. La responsabilidad del instructor va más allá de la trans-
misión de conocimientos; este se convierte en un guía apasionado que lleva a otros
a descubrir la verdad transformadora de las Escrituras y ganarlos para Cristo como
nuevos discípulos a través del bautismo.
Mark Dever, menciona que “Dios llama a todos los cristianos a compartir las buenas nuevas.
Nuestras iglesias deben asegurarse de que conocemos las buenas nuevas, y deben cerciorarse de
que todos somos capaces de expresarlas con claridad. Y debemos trabajar en el entrenamiento
mutuo para tener la clase de vida cristiana y la clara comprensión que nos permita compartir el
evangelio. Si somos honestos, la principal razón por la que con frecuencia queremos compartir la
responsabilidad por evangelizar a otros es que no estamos seguros de cómo hacerlo”. 5
DESAFÍO MISIONERO:
Realicen un diálogo con tu grupo del Proyecto 100, reflexionando en el pasaje
bíblico de Juan 5:39, y hagan una lista mencionando cuáles creen que son los
factores más importantes al escudriñar las escrituras en el pasaje.
5
Mark Dever, El Evangelio y la Evangelización Personal (México, DF: Publicaciones El Faro, 2007), 32.
26
jornada de consagración y ayuno a nivel personal, permitiéndote una renovación
espiritual y explorando cómo esta disciplina puede impactar directamente en tu
relación con Dios y en tu entrega al cumplimiento de tu misión de dar estudios
bíblicos. Aprovecha tus espacios de oración mientras ayunas para interceder por
cada uno de tus estudiantes de la Biblia y alguna otra necesidad personal y es-
piritual que tengas. Repite esta disciplina espiritual el tiempo y las veces que
consideres necesario, y ve incrementando, según tus capacidades, tus periodos
de ayuno de manera gradual.
27
28
“Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame
integridad de corazón para temer tu nombre” (Salmo 86:11).
éjame contarte una ilustración: “Cierto día Miguel Angel pasó por un mercado de már-
D mol, y vio un trozo viejo, que ningún otro escultor había querido adquirir, parecía deformado
y poco prometedor, pero el artista lo miró detenidamente y con interés. Uno de sus amigos
se extrañó por esto y le preguntó por qué se interesaba tanto en algo inútil, a lo que Miguel Angel
respondió: “En este trozo de mármol veo un ángel, voy a despertarlo”. Con genial maestría
transformó aquella piedra, aparentemente sin valor, en una de las cabezas más hermosas que se
hayan esculpido”. Así mismo el Señor miró en nosotros algo especial, es posible que
pienses que otros puedan hacer el trabajo por ti, sin embargo en las manos del GRAN
ESCULTOR puedes llegar a ser un ganador de almas para el reino de los cielos. Tú y
yo hemos sido llamados para ser discípulos de Jesús y asumimos el desafío de ser
un instructor bíblico.
Ahora, es importante entender que como en toda profesión, y más aún en la “pro-
fesión” de salvar las almas, la preparación personal en todos los aspectos es muy
importante. Esto requiere mucho esfuerzo, dedicación y compromiso. El desarrollo
de un instructor bíblico debe ser integral, es decir debiera ser ESPIRITUAL, MISIO-
NAL E INTELECTUAL. En esta sección no voy a desarrollar estos tres aspectos. Sin
embargo, en este esfuerzo por aprender y crecer en nuestra experiencia como ins-
tructores vamos a tener algunos desafíos, son distractores para un instructor y que
muchas veces si no los detectamos a tiempo van a afectar de manera negativa en
nuestro desarrollo.
ENEMIGOS INTERNOS
1. Desinterés en mi vida espiritual
Todo parte desde comprender la naturaleza de la Misión, de que hemos sido
llamados por Dios para hacer terminar su obra en esta tierra, debemos tener una
convicción genuina del plan de salvación. Como dice una frase, “SIN COMUNIÓN
NO HAY MISIÓN”. Eso quiere decir que tenemos que fortalecer nuestra comunión
diaria con el Señor.
El descuido de la vida espiritual, el conformismo diario, la rutina secular, no sola-
mente nos aleja de Dios, sino también de la Misión.
29
2. Falta de motivación
Muchos psicólogos se han interesado por el estudio de la motivación, pues se
considera como el principio en la conducta del ser humano. NADIE SE MUEVE
SIN UNA MOTIVACIÓN, sin una razón para ello. Estar motivado significa llevar a
cabo las tareas diarias sin que suponga una carga pesada. Tu motivación es la
misma que motivó a Jesús a entregar su vida en favor de nosotros, la salvación
de los seres humanos. No dejes que esa motivación se apague, si te sientes
desganado por la obra misionera levántate y busca avivar esa llama de la misión.
3. Problemas personales
Todos pasamos por dificultades que son de diferentes formas. La mayoría de las
personas, por no decir todas, somos afectados por esta situación. Posiblemente,
más de uno tomó la decisión de empezar una carrera, un buen hábito, etc, pero
cuando vinieron los desafíos como que perdemos la fuerza, la motivación. Esto,
si no es bien canalizado, se volverá un enemigo para ti. Ten mucho cuidado con
el desánimo, el conformismo y con la dejadez. No olvides que en las manos del
Creador los problemas tienen solución.
4. Cansancio mental o físico
Otro de los enemigos internos es no saber capitalizar las fuerzas físicas o menta-
les. Este asunto es muy importante porque afecta de manera directa con nuestra
capacidad de aprender. El cansancio físico y mental es normal para nosotros, ya
que durante el día tienes labores que cumplir, ya sea en el trabajo, en los estudios,
en la casa, etc. Sin embargo, esto tiene que ver con la manera cómo te organizas
durante el día; no pretendas estar en óptimas condiciones para aprender y tener
tiempo para dar estudios bíblicos sin no has organizado tu tiempo y tus fuerzas.
5. Falta de voluntad para terminar lo iniciado
Este enemigo se ha tornado común en el diario vivir y de manera especial en los
proyectos misioneros que emprendemos. En cierta oportunidad un líder dijo: “Sa-
lida de caballo y parada de burro”, pero el mensaje es claro. Muchos de nosotros
hemos empezado a dar estudios bíblicos a alguna persona, fuimos motivados,
animados con el sueño que ese amigo llegue a tomar su decisión de bautizarse,
sin embargo, algo pasó en el camino que ni siquiera llegamos a la lección 5. Pare-
ce que nuestra voluntad y motivación solo duró unos días. No dejemos que esto
sea así; si empezaste algo, busca a Dios y haz tu parte para terminar el objetivo.
6. Descuido de los hábitos saludables
Existe una conexión estrecha entre nuestra capacidad de aprendizaje y los há-
bitos saludables o así también llamados estilos de vida. Algunos asuntos son
importantes aquí: las horas de descanso, nuestra alimentación, los ejercicios, etc.
Por ejemplo, el promedio de descanso es de 7 a 8 horas.
ENEMIGOS EXTERNOS
1. Falta de planificación
Hay una frase que dice: “No hay secretos para el éxito. Es el resultado de la pre-
paración, el trabajo duro y el aprendizaje del fracaso” Colin Powell. ¿Cómo saber
que me falta planificar? Hay aspectos generales, por ejemplo no tener un periodo
de tiempo para preparación. Es necesario planificar tu día, tu semana, hasta el
mes. Esto tiene que ver en dos áreas: La preparación personal que tiene que ver
30
contigo mismo, ser parte del proyecto 100 también es prepararse. Lo segundo
tiene que ver con los estudios bíblicos, es decir organizar para tener tus estudian-
tes de la Biblia y atenderlos en los días asignados.
2. No tener un lugar adecuado
Los espacios de preparación en las casas son muy importantes: escoge un lugar
especial dentro de tu casa, puede ser el cuarto de estudio, un espacio en la sala,
la mesa y la silla dentro del dormitorio, etc. Lo importante es que debe ser asig-
nado intencionalmente. No tener un espacio implica un cierto “desorden” de con-
centración. La idea sería no tener ninguna distracción en tu preparación en casa.
Recuerda que hay un libro especial que recibirás: SEMINARIO DE ENRIQUECI-
MIENTO MISIONERO (SEM). Tu biblia y tu SEM son parte de tu preparación. Es
por ello que es importante tener un lugar adecuado para tu estudio.
3. No participar del proyecto 100
Esto sería un enemigo terrible para un instructor bíblico, es necesario tener una
estructura de enseñanza de tal manera que se apoyen entre varios instructores.
Desde esa base la IASD tiene el Proyecto 100. No participar de este proyecto
traería desánimo, dejadez, desinterés y finalmente terminar como algunos, per-
diendo la motivación de servir a Dios y a su Misión.
4. Uso excesivo de los aparatos tecnológicos
Hay tiempo suficiente para organizarnos y poder dedicar horas para dar estudios
bíblicos a nuestros estudiantes. Como vimos anteriormente, si podemos plani-
ficar mejor nuestra vida, con seguridad podríamos alcanzar a los perdidos. Por
lo tanto, en ocasiones el uso excesivo de los aparatos tecnológicos puede dis-
traernos y quitarnos el tiempo que podríamos dedicar a los estudios bíblicos. Los
aparatos electrónicos también sirven como un medio de difusión del evangelio.
En tiempos de la pandemia pudimos hacer uso de la tecnología para predicar, sin
embargo, eso fue útil, muy útil en su momento, pero nada mejor que el trabajo
persona a persona.
5. Falta de interés en la lectura
“La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo
hace preciso”, Francis Bacon. Habrá situaciones cuando tu estudiante de la Biblia
te hará preguntas sobre el tema de estudio, y eso requiere argumentos precisos
para satisfacer las dudas de nuestros estudiantes. Separe su tiempo para leer ar-
tículos, libros referentes a las creencias fundamentales, espíritu de profecía, pero
sobre todo la Biblia, que es la fuente de la sabiduría. Hagamos un hábito, un estilo
de vida y así aprender más sobre el tema y ser un mejor mensajero del Señor.
6. Personas sin tu mismo interés
Siempre te encontrarás con personas que en vez de animarte harán todo lo po-
sible por decirte que eso es tarea del Pastor, del MiPES, etc. Son personas que
perdieron el foco misionero y harán todo lo posible para que tú también estés en
la misma condición. Debemos orar por ellos y buscar que puedan involucrarse en
la tarea misionera. “Si quieres ser un león entrénate con leones”, si quieres ser
un buen instructor bíblico busca a otros instructores bíblicos. Busca tu PAREJA
DISCIPULADORA, ora con él, comunícate a través del WhatsApp, es importante
animarse el uno al otro para continuar el trabajo misionero.
31
ORIENTACIONES PRÁCTICAS
Como hemos podido ver, existen muchas formas como Satanás puede distraernos
en nuestro crecimiento como instructores bíblicos, alejarnos de nuestra misión y
cumplir con el propósito de Dios.
CONCLUSIÓN
Deberíamos tener disposición, tiempo, perseverancia y responsabilidad para prepa-
rarnos intelectualmente sabiendo que eres parte de una iglesia que tiene una misión,
que vivimos en los tiempos finales de este mundo.
Ser un instructor bíblico es un privilegio que todo verdadero discípulo de Jesús debe
tener; compartir la Biblia a otras personas que no la conocen debiera ser una respon-
sabilidad de alta importancia.
“En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en
el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de
dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La palabra de Dios proyecta
sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de mayor importancia les ha sido confiada:
proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra
puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella”.1
1
Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 2013), 3:288.
32
33
acer discípulos es el deber de todo creyente. En ese marco, Elena G. de White
H afirma: “Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo, a fin de enseñar, instruir
y persuadir a hombres y mujeres, instándolos a prestar atención a la palabra de vida”.1
El presente artículo presentará orientaciones prácticas, certezas bíblicas, enseñan-
zas del Espíritu de Profecía, y apelaciones sobre la búsqueda de estudiantes de la
Biblia. Se abordarán pasos importantes como: (1) qué debo saber para captar estu-
diantes de la Biblia, (2) qué debo ser para captar estudiantes de la Biblia y (3) qué
debo hacer para captar estudiantes de la Biblia.
1
Elena G. de White, El Evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2008), 15.
2
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2024), 200.
3
Walter Alaña, Manual de discipulado adventista (Chillán: Universidad Adventista de Chile, 2013), 24.
4
Departamento de Escuela Sabática, La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática (Lima: Edi-
torial Imprenta Unión, 2023), 27.
34
4. Que debe ser intencional
Cada oportunidad debe ser aprovechada. En cada momento debemos estar
atentos. Cada persona con la que interactuamos directa o indirectamente puede
ser alguien quien acepte un estudio bíblico.
5
Ibid.
6
La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática, 32.
35
8. Conocer el método de Cristo
Elena de White ofrece un proceso de cinco pasos respecto del método de Jesús
para ministrar especialmente a los necesitados: “El Salvador trataba con los hombres
como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se gana-
ba su confianza. Entonces les pedía: ‘Sígueme”.7
7
Elena G. de White, El ministerio de Curación (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007),
102.
8
Véase, Revista Adventista. En línea: https://revista.adventista.es/solo-el-metodo-de-cristo/ (consultado: 24
de noviembre del 2023).
36
III. ¿QUÉ DEBO HACER PARA CAPTAR INTERESADOS?
1. Identificar
Hay personas alrededor nuestro que Dios ha puesto como nuestro primer cam-
po. Son nuestros familiares, vecinos, amigos, compañeros de estudio y de traba-
jo. En Hechos 1:8 se presenta el principio de evangelización:
• Jerusalén: Necesitamos ser testigos suyos primero donde estamos, en
el lugar donde Dios nos ha colocado inicialmente, y dar testimonio a la
gente más cercana a nosotros.
• Samaria: Implica cruzar las fronteras culturales. Partiendo de donde es-
tamos, podemos ser llamados a desplazarnos a otras zonas para llegar a
diferentes grupos sociales, étnicos y religiosos.
En esta etapa es importante identificar a las personas y colocar sus nom-
bres en una lista de oración.
2. Orar
“Nuestra misión no puede ser exitosa sin oración, la oración intercesora. No son nuestras pa-
labras ni nuestra elocuencia las que convertirán a nuestros amigos o conocidos: es el Espíritu
Santo. Por eso, en cualquier misión que estemos llevando a cabo, debemos orar por cada
persona de manera individual”.9
• Las personas identificadas deben ser colocadas en una lista de oración.
• Presentar esta lista al Grupo Pequeño y a la iglesia para incluirlos en el
programa de oración.
• Orar por ellos, todos los días, antes de visitarlos, por lo menos una sema-
na, y el tiempo que sea necesario. Puede incluir jornadas de ayuno.
• Sin duda el Espíritu Santo trabajará en los corazones de las personas por
las que oramos, y nos capacitará para ser sus instrumentos.
3. Visitar o contactar
• Expresar interés sincero.
• Aplicar el método de Cristo.
• Usar el método directo: Acercarnos de manera intencional a las personas
con quienes nos relacionamos y hemos ganado su confianza.
• Busca y hallarás: Si visitamos, si nos relacionamos, si vamos a las casas,
si nos acercamos, si no dejamos pasar ninguna ocasión, sin duda tendre-
mos más oportunidad de ofrecer un estudio bíblico.
• Ofrece el estudio bíblico: Podemos expresar a las personas por quienes
hemos orado y visitamos: “Quisiera hacerte una invitación. Jesús ha he-
cho grandes milagros en mi vida, estoy seguro de que lo puede hacer por
ti también. Estoy orando por ti, porque Dios te bendiga, y me gustaría
invitarte a estudiar la Biblia, ¿Aceptas?”.
9
La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática, 27.
37
4. Discipular
• Dar estudios bíblicos.
• Intégralo a la Unidad de Acción de Escuela Sabática y al Grupo Pequeño.
• Llevarlo a las clases posbautismales como “Creciendo en Cristo”.
• Enseñarles a discipular a otra persona.
CONCLUSIÓN
Vimos en este artículo que en el corazón del mandato dejado por Jesús en Mateo 28:
16 al 20 está la orden de hacer discípulos, que este mandato es imperativo, y que es
el plan de Dios el celebrar estudios bíblicos. Esta obra misionera debe ser hecha con
mucha oración y estudio de la Biblia, con dependencia de Dios y debe ser un estilo
de vida.
DESAFÍO MISIONERO
38
39
“El método de parejas discipuladoras ayuda a ampliar el número de obreros en la causa del
Señor” (Edward Heidinger).1
Trabajar de dos en dos es una estrategia divina. Porque de esta manera cada uno
tiene un compañero de milicia o lucha (Filemón 1:2) y aseguran éxito en la misión.2
Jesús estaba instaurando la cultura de colaboración que aseguraba el éxito en la
difusión del mensaje evangélico. Y es que los campeonatos no se consiguen con un
solo jugador sino como equipo.3
Elena G. de White, por otro lado, destaca: “Llamando a los doce en derredor de sí,
Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los pueblos y aldeas. Ninguno fue
enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el ami-
go... De la misma manera envió más tarde a setenta”.4 Y es que el plan o estrategia
de cumplir la misión de dos en dos garantiza el éxito.
La mensajera del Señor dijo: “En nuestro propio tiempo la obra de evangelización
tendría mucho más éxito si se siguiera fielmente este ejemplo”.5 El contexto de la
declaración está refiriéndose a cómo Jesús envió a sus discípulos de dos en dos, en
Parejas Discipuladoras6, en nuestro argot actual, para cumplir la misión de evange-
lizar. Sencillamente la cita nos da la clave para tener mucho más éxito. ¿Y quién no
quisiera tener mucho más éxito en el cumplimiento de la misión? Entonces sigamos
fielmente los pasos de Jesús y solo así la iglesia alcanzará el éxito que desea.
1
Edward Heidinger Zevallos, El plan “Las seis metas del discipulado” en la Unión Peruana del Norte: su fun-
damento bíblico-teológico en los escritos de Ellen G. de White y su descripción” (Tesis magistral, Universidad
Peruana Unión, 2016), 63.
2
Heber Bendezú, “Un mandato divino para terminar la misión: De dos en dos”. Escuela de Esperanza. Enri-
queciendo la Escuela Sabática y el Ministerio Personal. Edison Choque, ed. (Buenos Aires: ACES, 2017), 36
3
Stan Toler y Larry Gilbert, El líder coach. Capacite efectivamente en el ministerio (Buenos Aires: Editorial
Patmos, 2015), 6.
4
Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, 316.
5
Ibid.
6
Alejandro Bullón, Curso Bíblico CONECTADOS: Parejas Discipuladoras, un plan de Dios (Lima: Editorial
Imprenta Unión, 2018), 3-27.
40
El método de parejas discipuladoras ayuda a ampliar el número de obreros en la cau-
sa del Señor.7 Elena G. de White expresó que: “nuestros hermanos deben ir siempre de dos
en dos, y entonces doble cantidad de personas puede alistarse para ocuparse en la obra de visitar
y buscar a las familias interesadas, haciendo esfuerzos personales”.8
1. Estudiar y orar juntos. Entre los dos se animan a estudiar la Biblia y orar todos
los días. Son amigos de estudio de la Biblia y oración.
Entonces, si Jesús siendo el mayor y mejor líder evangelista lo hizo así, ¿quiénes
somos nosotros para hacerlo diferente?
1. Tienen que ser organizados por el maestro/líder. Jesús no delegó esa res-
ponsabilidad a sus discípulos. No les dijo que se organicen por afinidad y amis-
tad, sino que los organizó por elección y llamado. ¿Por qué? Porque Jesús los
conocía, era su pastor y sabía con quién trabajaría mejor Pedro, Juan o Santiago.
7
Edward Heidinger Zevallos, El plan “Las seis metas del discipulado”, 63.
8
Elena G. de White, El evangelismo (Miami, FL: APIA, 1994), 321.
41
Tenía que ser su complemento. Del mismo modo, el maestro de escuela sabá-
tica/líder de Grupo Pequeño debe formar las Parejas Discipuladoras con mucha
oración.
DESAFÍO MISIONERO
Como líder de Grupo Pequeño o maestro de Unidad de Acción tienes que orga-
nizar de dos en dos a tus alumnos. Nadie debe estar solo. Todos deben estar
CONECTADOS.
42
43
lena G. de White escribió: “Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la
E gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba
simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: Seguidme”.1
Esto encapsula la esencia del método de Cristo según la perspectiva adventista. Este
enfoque se basa en la compasión, la atención a las necesidades y la construcción de
relaciones sólidas.
Jesús, como Salvador, se destacó por su simpatía hacia la humanidad. Esta simpatía
no era solo superficial, sino que emanaba de un corazón genuinamente compasivo.
En sus interacciones con las personas mostró un interés auténtico por sus vidas y
experiencias.
El Salvador no solo mostraba simpatía, sino que atendía las necesidades de las per-
sonas. Jesús se involucró activamente en el ministerio integral, abordando tanto las
necesidades físicas como las espirituales de aquellos con quienes se encontraba.
En “Ministerio de Curación” de Elena G. de White encontramos un enfoque detallado
sobre cómo Jesús atendía las necesidades integrales de las personas. White argu-
menta que el método de Cristo implica no solo proclamar verdades espirituales, sino
también satisfacer las necesidades prácticas de los individuos. Desde alimentar a los
hambrientos hasta sanar a los enfermos, Cristo estableció un modelo de ministerio
que aborda la totalidad del ser humano.1
Es por ello que es necesario realizar programas de servicio comunitario y atención mé-
dica que buscan satisfacer las necesidades físicas y espirituales. Este enfoque integral
refleja el compromiso adventista de seguir el método de Cristo en todas las áreas de la
vida.
1
Elena G. de White, El ministerio de Curación (Buenos Aires: ACES, 2007), 102.
44
III. GANAR CONFIANZA: LA CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES SIGNIFICATIVAS
Jesús se ganaba la confianza de las personas. Esto implica más que simplemente
cumplir tareas y satisfacer necesidades; es la construcción de relaciones significa-
tivas y duraderas. La confianza se convierte en un puente que facilita el impacto
perdurable del bien que se desea hacer.
Por lo tanto, ganar confianza implica construir relaciones auténticas con aquellos que
nos rodean. En la vida diaria, esto se traduce en ser fiel a las promesas, ser transpa-
rente en las interacciones y estar presente en los momentos de necesidad. La con-
fianza es el resultado natural de un enfoque sincero y compasivo hacia los demás.
La aplicabilidad práctica del método de Salvador implica una vida arraigada en los
principios de simpatía, atención a las necesidades y construcción de confianza. Es-
tos principios no solo son conceptos abstractos, sino que se manifiestan en las ac-
ciones cotidianas de cada creyente.
White explora la aplicación práctica de los principios del método de Cristo en la vida
diaria. White argumenta que seguir a Jesús implica una transformación completa
de carácter, reflejando la simpatía y el servicio desinteresado que Cristo demostró.3
Esta transformación es un proceso continuo que implica la rendición diaria al Espíritu
Santo.
En la esfera comunitaria es por ello que como Iglesia hemos establecido programas
de servicio social, instituciones educativas y hospitales que reflejan la atención a las
necesidades integrales de las personas. Estos esfuerzos buscan no solo satisfacer
las necesidades inmediatas, sino también construir relaciones duraderas basadas en
la confianza y la simpatía.
2
Elena G. de White, El ministerio de la bondad (Buenos Aires: ACES, 2013), 105.
3
Elena G. de White, Testimonio para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 2007), 8:83.
45
DESAFÍO MISIONERO
Seguir el método del Salvador no es simplemente un acto de imitación, sino una
expresión de gratitud por el amor y la compasión inigualables de Cristo.
Así, cada simpatía mostrada, cada necesidad atendida y cada relación construida
se convierten en testimonios vivos del impacto perdurable del método de Cristo
en la vida de aquellos que buscan seguir sus pasos.
46
47
odo instructor bíblico debe conocer informaciones básicas acerca de la Biblia.
T Por lo tanto, es necesario empezar con una breve introducción a las Sagradas
Escrituras.
“Toma de este libro todo lo que puedas por la razón y el resto por la fe, y vivirás y morirás mejor
hombre” (Abraham Lincoln).
“Hay un libro que desde la primera letra hasta la última es una emanación superior; un libro que
contiene toda la sabiduría divina; un libro al cual la sabiduría de los pueblos ha llamado ‘La Biblia’”
(Victor Hugo).
“No conozco un libro que presente en una forma tan compacta y poética todas las fases de las ideas
humanas, como la Biblia. Sin la Biblia, la educación de un niño sería imposible en el actual estado
de la sociedad” (León Tolstoi).
“No hay filosofía más sublime que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura” (Isaac Newton).
Sin duda la Biblia es un libro único. A través de los siglos ha sido considerada como
Palabra de Dios inspirada, fidedigna y autoritativa. También ha sido el libro más ata-
cado, desmenuzado, analizado, perseguido, escudriñado y hasta difamado. No hay
ningún otro libro en el mundo que haya recibido tanta atención como la Biblia. Pero
¿qué es lo que hace a la Biblia única? Veamos algunos detalles que hacen de este
libro un libro especial.
La Biblia o las Escrituras como también se la conoce (Mat. 21:42), fue escrita por más
de 40 autores de al menos tres continentes (Asia, África y Europa), en países que
distan cientos de kilómetros y en un periodo de 1500 años. Trata asuntos de interés
universal: historia, filosofía, ciencia, salud, arquitectura, religión, psicología, etc.1 Es
un libro antiguo que resuelve problemas modernos. Se dirige a las necesidades de
cada generación, ofrece soluciones para las mayores perplejidades de la vida y sobre
todo nos revela nuestro origen, nuestro propósito y nuestro futuro.2 La Biblia es com-
parada a sí misma como una lámpara (Sal.119:105), un espejo (Stg. 1:23-25), como
pan o alimento (Mat. 4:4), como agua (Efe. 5:26), fuego (Jer. 20:9), como una espada
(Heb. 4:12), y como una semilla que crece en el corazón (Luc. 8:11).
1
Samuel Koranteng-Pipim, Recibiendo la Palabra: ¿Cómo afectan a nuestra fe los nuevos enfoques bíblicos?
(Buenos Aires: ACES, 1997), 50.
2
Ibid.
48
Idiomas
Las Sagradas Escrituras fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego.
El Antiguo Testamento (AT), la mayor parte, fue escrito en hebreo, y el Nuevo Testa-
mento (NT) en griego.
Solo unos pocos capítulos del AT fueron escritos en arameo. Estos capítulos son
Esdras (4:8 a 6:18; 7:12-26) y Daniel (2:4 a 7:28), un versículo de Jeremías (10:11) y
una palabra en el Génesis (31:47).3
Composición
La Biblia está compuesta por 66 libros, 39 del AT y 27 del NT. Sus escritores fueron
profetas, sacerdotes, reyes, ganaderos, pastores, pescadores, cobradores de im-
puestos, médicos, etc. Hombres educados y hombres sencillos. Las circunstancias
en que fueron escritos fueron muy variadas y difíciles. Fueron escritos en tiendas, de-
siertos, ciudades, palacios, y hasta en mazmorras o cárceles subterráneas. Algunos
autores escribieron en circunstancias difíciles y otros en circunstancias favorables.
Después que el AT fue completado hubo 400 años de silencio. Durante ese periodo
no hubo revelación profética hasta la aparición de Juan el Bautista en el desierto,
anunciando la primera venida del Mesías.
3
Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista del séptimo día, trad. Víctor Ampuero Matta (Buenos
Aires: ACES, 1978-1990), 1:55.
49
El NT comprende 27 libros escritos por 7 personas en un promedio de 50 años
y se dividen en:
Termina el NT con Apocalipsis de Juan, que cubre la historia desde la época de los
apóstoles hasta el establecimiento de su reino eterno en la Tierra Nueva.
4
John MacArthur, Study Bible, https://www.csmedia1.com/estudialasescrituras.org/introducci--n-a-la-biblia.
pdf (consultado: 24 de octubre, 2021).
5
Ver infograma de las traducciones de la Biblia: Wycliffe Global Alliance, “2021 Scripture Access Statistics”,
https://www.wycliffe.net/resources/statistics/ (consultado: 27 de octubre, 2021).
50
Bernard Ramm dice: “Con referencia al AT sabemos que los judíos lo preservaron
como nunca ha sido preservado ningún otro manuscrito. Con una masora (parva,
magna y finalis [métodos para cortar]), ponían indicadores sobre cada letra, sílaba,
palabra y párrafo. Tenían hombres especiales dentro de su cultura, cuyo único deber
era preservar y transmitir estos documentos prácticamente con una fidelidad perfec-
ta. Estos hombres eran los escribas, los doctores de la ley y los masoretas”.6 Por otro
lado, el NT que fue escrito en griego koiné, un idioma común que desde entonces ha
sobrevivido copias escritas a mano llamados manuscritos, “escritos a mano”.
El texto bíblico ha sobrevivido de una manera única. Los cristianos podemos estar
absolutamente seguros de la exactitud de su mensaje. Como diría Sir Frederic Ken-
yon: “El cristiano puede tomar toda la Biblia en su mano y decir sin temor a vacilación
que tiene en sus manos la verdadera palabra de Dios, transmitida sin pérdida esen-
cial de generación en generación a través de los siglos”.7
Cuánta razón tuvo Jesús al decir: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán” (Mat. 24:35). Los grandes emperadores y reyes han pasado, las gran-
des potencias mundiales han llegado a su fin, los grandes monumentos se han ido
desmoronando, pero la Palabra aún vive. ¿Cómo explicamos eso? Obviamente este
libro es la Palabra Dios, no hay otra explicación. Sin duda, el Espíritu Santo estuvo
presente en su producción, supervisión y preservación de las Sagradas Escrituras.
6
Bernard Ramm, Evidencias cristianas protestantes (Chicago: Moody Press, 1957), 230.
7
Frederic Kenyon, Nuestra Biblia y los manuscritos antiguos (New York: Hapers, 1940), 21.
8
John W. Lea, El mayor libro del mundo (Philadelphia: sin casa publicadora, 1929), 17.
9
Ramm, 233.
51
CONCLUSIÓN
En 1776, Voltaire, filósofo francés, anunció: «De aquí a cien años no habrá ni una
sola biblia en la tierra, excepto aquella que sea considerada por un investigador de
curiosidades antiguas».
Cien años después Voltaire había muerto, y su propia casa e imprenta estaban sien-
do usadas por la Sociedad Bíblica de Ginebra para imprimir y almacenar biblias.10
DESAFÍO MISIONERO
1. La Biblia nos dice de dónde venimos, por qué estamos en esta tierra y hacia
dónde vamos. El gran propósito de las Escrituras es revelarnos el carácter de
Dios, mostrarnos el plan de salvación y el propósito para nuestra vida.
2. Participa diariamente del plan de estudio de la Biblia “Reavivados por su Pa-
labra”.
3. Estudia diariamente la Biblia a través del mejor método de estudio sistemático,
la Lección de Escuela Sabática.
10
Enrique Chaij, 1500 ventanas de la vida (Buenos Aires: ACES, 2016), 86, 87.
52
53
54
1
55
os adventistas modernos encuentran sus raíces inmediatas en el movimiento del
GUILLERMO MILLER
En los Estados Unidos de América, el reavivamiento que le siguió fue conocido como
el Segundo Gran Reavivamiento. Miller estuvo entre los que volvieron a creer en la
Biblia durante el Reavivamiento. Su escepticismo duró toda la guerra de 1812. Pero
al enfrentar la violencia y la muerte, comenzó a reevaluar su vida personal y el signi-
ficado de la vida en general.
1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones Inte-
ramericanas, 2005).
56
ticinco años desde esa fecha [1843] todos los asuntos de nuestro estado presente
llegarían a su fin», y Cristo regresaría (Ibid., p. 12).
Miller llegó a su conclusión por medio de un estudio de las profecías del libro de Da-
niel, especialmente Daniel 8:14: «Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego
el santuario será purificado». Al actuar bajo la comprensión ampliamente aceptada
de Números 14:34 y Ezequiel 4:5 y 6 de que un día profético es igual a un año, Miller
calculó que la profecía de los 2300 días concluiría en 1843. Al interpretar el santuario
de Daniel 8:14 como la tierra, y su purificación como la purga de los últimos días de la
tierra por medio del fuego, Miller razonó que Cristo regresaría a la tierra al final de los
2300 días (alrededor de 1843). Su corazón se llenó de gozo. Pero también era muy
consciente de que su conclusión de que Cristo regresaría al comienzo del milenio
(1000 años) de Apocalipsis 20 iba totalmente en contra de la teología casi totalmente
aceptada en sus días, que sostenía que Cristo regresaría al final del milenio. «Por lo
tanto —escribió—, temía presentarla [su conclusión], por si cabía alguna posibilidad
de que yo haya cometido algún error, y para no engañar a nadie» (Ibid., p. 13).
Por causa de sus temores, Miller dedicó otros cinco años (1818-1823) a reexaminar
su biblia y a plantear cada objeción que pudo a sus conclusiones. Como resultado,
estuvo más seguro que nunca de que Cristo vendría alrededor de 1843. Así, después
de siete años, comenzó a hablar abiertamente de sus convicciones con sus vecinos.
Sin embargo, se encontró con que solo «muy pocos lo escucharon con algo de inte-
rés» (Ibid., p. 15).
Durante nueve años (1823-1832), Miller continuó estudiando su biblia. Mientras tan-
to, cada vez se sentía más convencido de que debía compartir sus descubrimientos
acerca de la fatalidad inminente. La impresión de «ir y contarle al mundo de su peli-
gro» continuó asediándolo. «Hice todo lo que pude para evitar la convicción de que
se requería algo de mí», escribió Miller. Pero no pudo escapar de su conciencia (Ibid.,
p. 15 y 16).
Miller finalmente «hizo un pacto solemne con Dios» de que, si Dios despejaba el ca-
mino, él cumpliría su deber. Al comprender que debía ser más específico, prometió
que, si recibía una invitación para hablar en público en cualquier lugar, iría y enseñaría
acerca de la Segunda Venida del Señor. «Instantáneamente —escribió—, toda mi
carga se esfumó; y me regocijé en que probablemente no recibiría ningún llamado,
dado que nunca antes se me había hecho una invitación así» (Ibid., p. 17).
Sin embargo, para consternación de Miller, media hora después de su trato con Dios,
recibió su primer pedido para predicar sobre el Segundo Advenimiento. «Inmediata-
mente me enojé conmigo mismo por haber hecho el trato», confesó. «Al instante me
rebelé contra al Señor, y tomé la determinación de no ir». Luego salió airadamente
de su casa para luchar con el Señor en oración, y finalmente se sometió después de
otra hora (Ibid., p. 18).
57
Su primera presentación del Segundo Advenimiento llevó a varias conversiones. De
allí en más, Miller recibió una serie interminable de invitaciones para celebrar reu-
niones en las iglesias de varias denominaciones. Para fines de la década de 1830 el
profeta reticente había convencido a varios ministros de su visión de que Cristo re-
gresaría alrededor del año 1843. El más significativo de esos conversos ministeriales
fue Josué V. Himes de la Conexión Cristiana.
En los cuatro años siguientes, el activista Himes hizo que las palabras millerismo y
adventismo fueran palabras familiares en Norteamérica. Además de Norteamérica,
el ingenio de Himes se aseguró de que para 1844 la doctrina adventista fuese oída
alrededor del mundo. Utilizó varias avenidas para cumplir con su misión de advertir
al mundo que Cristo regresaría alrededor del año 1843 y que «la hora de su juicio ha
llegado» (Apo. 14:7). Quizá lo más importante e influyente fue la página impresa. Hi-
mes desencadenó lo que el historiador Natán Hatch catalogó como «un bombardeo
mediático sin precedentes» (Democratization of American Christianity [Democratiza-
ción del Cristianismo Estadounidense], p. 142). Al no ser alguien que dejara crecer
el pasto debajo de sus pies, tres meses después de su primera invitación a Miller,
Himes había comenzado a publicar Signs of the Times [Señales de los Tiempos] para
llevar el mensaje adventista al mundo.
Además de Signs, en 1842 Himes comenzó a publicar Midnight Cry [El Clamor de la
Medianoche], como un diario de dos centavos en conexión con la campaña millerita
de evangelización que se realizaba en la metrópolis de la nación. Himes hacía impri-
mir 10 000 ejemplares diarios durante varias semanas y los vendía con los repartido-
res de periódicos o los repartía gratuitamente. Al menos le llegó un ejemplar a cada
58
ministro del estado de Nueva York. Solo en 1842 se distribuyeron 600 000 ejemplares
de Midnight Cry en cinco meses. Cuando se cerró la campaña neoyorkina, la publi-
cación pasó a ser semanal.
Las hazañas de Himes con la publicación periódica pronto estimularon a los imita-
dores, y la literatura adventista comenzó a salir de la imprenta con una urgencia sin
precedentes.
Mientras tanto, no estaba satisfecho con diseminar el mensaje adventista solo a tra-
vés de las publicaciones. Organizador nato, el dinámico Himes inició la primera Aso-
ciación General de Cristianos que Esperan el Advenimiento en Octubre de 1840. Esta
«asociación general» de Boston fue el comienzo de al menos 15 más antes de 1844,
junto con veintenas de asociaciones milleritas locales.
No obstante, lo más importante fue que Josué V. Himes también desempeñó un pa-
pel forzoso en el desarrollo de las reuniones campestres adventistas. Los milleritas
comenzaron en el verano de 1842 y celebraron más de 130 reuniones campestres
antes del otoño de 1844. Se estima que la asistencia combinada de todas las reu-
niones excedió las 500 000 personas (aproximadamente uno de cada 35 estadou-
nidenses). Sin embargo, el impacto de las reuniones campestres afectó a muchos
más, no solo a los asistentes, dado que el bombardeo mediático les acompañaba y
se celebraban en las grandes ciudades o cerca de ellas.
Para alojar a las multitudes de las reuniones campestres en locales donde las reu-
niones al aire libre no eran apropiadas o no disponían de edificios apropiados, Himes
fue pionero en el uso de la carpa. Con una capacidad de aproximadamente 4000 per-
sonas sentadas, la carpa millerita aparentemente era la más grande de su clase en
los Estados Unidos durante ese tiempo. La novedad de la gran carpa, por supuesto,
también atraía a los oyentes. Se informa que en algunos lugares varios miles de per-
sonas, al no poder ingresar a la carpa, permanecían de pie escuchando desde afuera.
Muchas partes del mundo fuera de Estados Unidos también oyeron el mensaje mille-
rita. El método millerita de alcance mundial generalmente no era enviar misioneros,
sino colocar sus publicaciones en barcos con destino a diversos puertos. Así, para
el verano de 1842, Himes pudo escribir que las publicaciones milleritas habían sido
«enviadas a todas las estaciones misioneras del globo de las que tenemos conoci-
miento» (ST, 3 de agosto de 1842). Bajo su dirección, el mensaje adventista tuvo un
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impacto significativo en Estados Unidos y al menos fue «oído» por medio de la pala-
bra impresa en otras partes del mundo. No obstante, ese éxito encontró resistencia
entres las iglesias cuando se instaló la reacción inevitable.
La predicción millerita de que Cristo regresaría alrededor del año 1843 contradecía
directamente la enseñanza protestante generalmente aceptada de que Cristo vendría
después del milenio. Si bien los púlpitos y los edificios de las iglesias de la mayoría de
las denominaciones se habían abierto desde 1840, las cosas comenzaron a cambiar
en 1843. Los milleritas eran cada vez más ridiculizados y con frecuencia tenían que
decidir entre su creencia adventista y la de sus denominaciones. Quienes elegían
retener su fe en el pronto regreso de Cristo, se encontraban conque eran desfraterni-
zados por sus congregaciones en forma creciente. En otras palabras, a medida que
se aproximaba el «año del fin», se exacerbó una confrontación entre las teologías del
Segundo Advenimiento.
En ese contexto, Carlos Fitch (un popular ministro millerita de la denominación con-
gregacionalista), en el verano de 1843 predicó un sermón sobre Apocalipsis 18 que
se centraba en la caída de Babilonia. «Salid de ella, pueblo mío» (Apo. 18:2, 4; com-
parar con 14:8) era su mensaje. Ese sermón, posteriormente publicado tanto en for-
ma de artículo como de folleto, marcó otro cambio en el desarrollo millerita, ya que
los creyentes adventistas se veían cada vez más como un cuerpo separado.
Hasta el verano de 1843, los milleritas, en armonía con la mayoría de los protestan-
tes, generalmente habían identificado al papado como la Babilonia de Apocalipsis
18:1-5. Pero Fitch argüía que Babilonia es el anticristo, y cualquiera que se opusiera
al reino personal de Jesucristo en este mundo era el anticristo. La definición de Fitch
del anticristo incluía a todos los católicos y protestantes que rechazaban la enseñan-
za del pronto regreso de Cristo. Fitch escribió: «Salir de Babilonia es estar convertido
a la verdadera doctrina de las Escrituras de la venida personal de Cristo y de su reino
… Si usted es cristiano, ¡salga de Babilonia! Si tiene la intención de ser hallado cristia-
no cuando Cristo aparezca, ¡salga de Babilonia, y salga ahora!… Salga de Babilonia
o perecerá» (Come Out of Her, My People [Salid de Ella, Pueblo Mío], p. 18, 19, 24).
Así Fitch les proveyó una razón teológica a muchos adventistas milleritas para sepa-
rarse y formar un cuerpo distinto antes del cierre del tiempo de prueba de la tierra. El
llamado era dejar las iglesias que habían rechazado el mensaje de la hora del juicio.
Si bien la mayoría de los líderes milleritas del oriente de los Estados Unidos inicial-
mente respondieron con frialdad al llamado de separación de Fitch, la reacción agre-
siva dentro de varias denominaciones hizo que enfrentaran una creciente oposición y
la pérdida de la membresía. Himes no se convirtió en defensor de la separación hasta
el otoño de 1844, y lo hizo sólo de mala gana. Miller nunca pudo decidirse a incitar la
separación, aunque la Iglesia bautista de Low Hampton, de la que era miembro, con
el tiempo lo expulsó.
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Al final, la separación no era una elección sino algo impelido por la fuerza de los he-
chos a medida que el mundo entraba en el «año del fin» predicho.
Después de todo, ¿no escribió el profeta: «Aunque la visión tardará aún por un tiem-
po, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin
duda vendrá» (Hab. 2:3)? Himes relacionó el texto con Mateo 25:5, que resalta que
el novio se demora antes de venir, mientras que las que esperaban «cabecearon y
se durmieron».
61
Basado en esos textos, Himes pudo decir que «ahora estamos preparados para de-
cirle al mundo lo que haremos… Intentamos aferrarnos a la integridad de nuestra fe
sin vacilar… Continuaremos creyendo en la Palabra de Dios, en su aceptación literal:
ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido» (Advent
Herald [Heraldo del Advenimiento], 24 de abril de 1844).
Snow afirmaba que había calculado el día exacto de la purificación, el que los mille-
ritas todavía interpretaban universalmente como la Segunda Venida de Cristo. Ese
día de 1844, de acuerdo con el cálculo judío Karaite, era el 22 de octubre. Así, Cristo
regresaría, decía Snow, el 22 de octubre de 1844: en unos dos meses.
Las palabras de Jorge Storrs dan una noción del entusiasmo epidémico. En setiem-
bre escribió: «Tomo mi lapicera con sentimientos que nunca antes había experimen-
tado. Sin lugar a dudas, en mi mente, el décimo día del séptimo mes, será testigo de
la revelación de nuestro Señor Jesucristo en las nubes de los cielos. Ya estamos a
pocos días de ese evento. Momento terrible para quienes no estén preparados; pero
glorioso para los que estén listos. Siento que estoy haciendo el último llamado que
haré por medio de la imprenta. Mi corazón está henchido… ¡Ay de mí!, todos hemos
estado cabeceando y durmiendo, tanto los prudentes como los insensatos, pero así
es como el Señor nos dijo que sería, “para que se cumpla la escritura”. Y es la últi-
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ma profecía relacionada con los eventos que preceden al advenimiento personal de
nuestro Señor; ahora viene el VERDADERO clamor de la medianoche. El previo fue
sólo una alarma. AHORA EL VERDADERO DA LA VOZ DE ALARMA: y oh, qué hora
solemne» (Midnight Cry [Clamor de la Medianoche], 3 de octubre de 1844).
Miller, Himes y otros líderes milleritas con el tiempo capitularon ante la contundencia
de los argumentos de Snow. El 6 de octubre de 1844, Miller escribió acerca de su
entusiasmo y de sus esperanzas: «Apreciado hermano Himes. Veo la gloria en el
séptimo mes como nunca antes la vi… Gracias al Señor, oh mi alma. Dígale al her-
mano Snow, al hermano Storrs y a los demás que sean bendecidos por haber sido
instrumentos para abrir mis ojos. ¡Casi estoy en casa ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria! Veo que
el tiempo es correcto».
«Mi alma está tan rebosante que no puedo escribir. Los invito a ustedes, y a todos los
que amen su venida, a agradecerle por esta gloriosa verdad. Mis dudas, mis temores
y mi oscuridad, todo se ha ido. Veo que todavía estamos en lo correcto. La palabra
de Dios es verdad; y mi alma está llena de gozo… Oh, cómo desearía poder gritar.
Pero gritaré cuando “venga el Rey de reyes” ».
«Me parece escucharlos decir: “El hermano Miller ahora es fanático”. Muy bien, llá-
menme como les parezca; no me importa; Cristo vendrá el séptimo mes, y nos ben-
decirá a todos. ¡Oh! gloriosa esperanza» (Midnight Cry, 12 de octubre de 1844).
A esta distancia solo se puede imaginar el entusiasmo de las filas milleritas, pero
también capturar algo si se pregunta: ¿Cómo se sentiría si supiera que Cristo viene
en unos pocos días más? ¿Cómo actuaría? ¿Cómo ordenaría las prioridades?
EL «GRAN CHASCO»
63
los burladores y temerosos cobraron ánimo, pero los milleritas quedaron totalmente
sumidos en el caos y desanimados. Sus afirmaciones específicas en cuanto al tiem-
po y su confianza indubitable en la fecha del 22 de octubre sirvió para aumentar su
chasco. El 24 de octubre, Josías Litch le escribió a Miller: «Es un día nublado y oscuro
aquí —las ovejas están dispersas— y el Señor todavía no ha venido» (JL a WM y JVH,
24 de octubre de 1844).
Washington Morse reflexionó: «Aquel día vino y pasó, y la oscuridad de otra noche
se cerró sobre el mundo. Pero con esa oscuridad vino una punzada de desilusión
para los creyentes adventistas que solo puede encontrar paralelo en la tristeza de los
discípulos después de la crucifixión de su Señor. El paso del tiempo fue una amarga
decepción. Los verdaderos creyentes habían abandonado todo por Cristo, y habían
compartido su presencia como nunca antes. El amor de Jesús llenaba cada alma;
y con deseo inexpresable oraban: “Ven, Señor Jesús, y ven pronto”; pero no vino.
Y ahora, al regresar a las preocupaciones, perplejidades y peligros de la vida, a la
vista de las burlas y la denigración de los no creyentes que se mofaban como nunca
antes, había una terrible prueba de fe y paciencia. Cuando el hermano Himes visitó
Waterbury, Vermont, después de un tiempo, y declaró que los hermanos deberían
prepararse para otro invierno frío, mis sentimientos eran casi incontrolables. Abando-
né el lugar de reunión y lloré como un niño» (RH, 7 de mayo de 1901).
Se puede esperar que Miller, fundador y dirigente principal del movimiento, estuviera
terriblemente sacudido por la experiencia. No obstante, superficialmente mantenía
una postura optimista de relaciones públicas. El 10 de noviembre de 1844, declaró:
«Aunque me he decepcionado dos veces, todavía no estoy abatido o desanimado.
Dios ha estado conmigo en Espíritu, y me ha confortado… Aunque rodeado de ene-
migos y burladores, aun así mi mente está perfectamente serena, y mi esperanza en
la venida de Cristo es tan fuerte como siempre. He hecho solo lo que después de
años de consideración sobria sentí que era mi deber solemne…».
«Hermanos, estén firmes, no dejen que ningún hombre tome su corona. He fijado mi
mente en otro tiempo, y así pienso estar hasta que Dios me dé más luz. Y eso es Hoy,
Hoy, y Hoy, hasta que Él venga, y vea a Aquel a Quien mi alma anhela» (Midnight Cry,
5 de diciembre de 1844).
64
De esa caldera a punto de estallar y de esa masa informe de decepción y confusión
surgiría la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Pero, por supuesto, nadie podría haber
predicho esa variación en 1844.
65
1
66
l periodo posterior al Gran Chasco del 22 de octubre de 1844 encontró al ad-
Bajo el liderazgo de Himes, este grupo dio pasos para organizarse en un cuerpo
adventista diferente en Albany, Nueva York, en abril de 1845. El anciano Guillermo
Miller, bajo la influencia de Himes, le cedió su autoridad para el movimiento de Al-
bany. Una razón para que se organizara el movimiento era que el fanatismo corría
descontrolado en todas las filas adventistas. Por lo tanto, se debe ver a la Asociación
de Albany como un intento de estabilización.
1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones inte-
ramericanas, 2005).
67
Una tercera línea del adventismo posterior al chasco aparece entre quienes afirma-
ban que habían estado en lo correcto en cuanto al tiempo, pero que se habían equi-
vocado en el acontecimiento esperado. En otras palabras, algo ocurrió el 22 de octu-
bre, pero no fue la Segunda Venida de Cristo. Entre ellos estaban los futuros líderes
de lo que con tiempo se convertiría en el adventismo del séptimo día.
A este grupo le parecía que la parte mayoritaria encabezada por Himes había aban-
donado el mensaje adventista al negar la validez de su experiencia en el movimiento
de 1844. Aunque originalmente era el más pequeño de los grupos, llegó a verse
como el verdadero sucesor del movimiento millerita otrora poderosa.
De las tres divisiones del millerismo analizadas hasta aquí, la tercera fue la última en
ganar visibilidad. Incluso antes de que pudiera definirse como una forma distintiva del
adventismo, tenía que explicar dos cosas: (1) ¿Qué ocurrió el 22 de octubre de 1844?
y (2) ¿Cuál es el santuario que necesitaba ser purificado?
El primer paso hacia una comprensión más clara de las preguntas arriba menciona-
das tuvo lugar el 23 de octubre de 1844. En ese día Hiram Edson, un granjero me-
todista del Puerto Gibson de Nueva York, llegó a la convicción durante una reunión
de oración con hermanos creyentes «de que debería darse luz» y el «chasco debería
explicarse». De allí en más, él y un compañero se propusieron animar a sus hermanos
creyentes. Mientras cruzaban un campo, informó Edson: «Algo me detuvo a mitad de
camino... el cielo parecía abierto ante mi vista... Vi en forma clara y notoria que, en
vez de que nuestro Sumosacerdote saliera del Lugar Santísimo del santuario celestial
para venir a esta tierra el décimo día del séptimo mes, al final de los 2300 días, por
primera vez entraba ese día al segundo departamento de ese santuario; y que tenía
que desempeñar una tarea en el Lugar Santísimo antes de venir a esta tierra».
La mente de Edson fue «dirigida» también a Apocalipsis 10, con su relato del librito
que era dulce en la boca pero amargo en el vientre. Al identificar la experiencia de
los milleritas al predicar sobre las profecías de Daniel como la experiencia dulce y
amarga de Apocalipsis 10, Edson notó que el capítulo se cerraba con la orden de
«profetizar otra vez».
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Hahn y Edson resolvieron que sus descubrimientos eran «justo lo que el remanente
dispersado necesitaba» para explicar el Chasco y «conducir a los hermanos por el
camino correcto». Como resultado, acordaron compartir los gastos de publicación
si Crosier «escribía sobre el tema del santuario». De acuerdo con Edson, Crosier
comenzó a imprimir los descubrimientos de su estudio combinado en el DayDawn
[Amanecer del Día] durante la primera parte de 1845 (H. Edson MS).
Luego, el 7 de febrero de 1846, Enoc Jacobs publicó sus hallazgos en Day-Star Extra
[Extraordinaria Estrella del Día] bajo el título: «La Ley de Moisés». Para ese tiempo, su
posición estaba bastante madura. Por medio del estudio de la Biblia, Crosier y sus
colegas habían provisto respuestas a las preguntas: ¿Qué ocurrió el 22 de octubre de
1844? y ¿Cuál era el santuario que necesitaba ser purificado?
2. El sistema hebreo del santuario era una representación visual completa del
plan de salvación que fue diseñado según al santuario celestial.
4. La primera fase del ministerio de Cristo tenía que ver con el perdón; la segun-
da involucra enterrar los pecados así como la purificación del santuario y de los
creyentes individuales.
5. La purificación de Daniel 8:14 era una limpieza del pecado, y por lo tanto se
realizaba con sangre en vez de fuego.
69
que aún no habían visto la luz de la «purificación del santuario» y de las doctrinas
relacionadas.
Antes de apartarnos de la purificación del santuario, se debe notar que los adventis-
tas pronto relacionaron su enseñanza con la idea del juicio investigador o preadve-
nimiento.
Miller, por supuesto, había unido la escena del juicio de Daniel 7, la purificación del
santuario de Daniel 8:14 y «la hora de su juicio ha llegado» de Apocalipsis 14:7, con
el juicio que tendría lugar en la Segunda Venida. Sin embargo, ya en 1840 uno de
los principales oficiales de Miller había enseñado la necesidad de un juicio preadve-
nimiento. En febrero de ese año, el predicador metodista Josías Litch indicó que el
juicio debe ocurrir antes de la resurrección. Para 1842, Litch había refinado su punto
de vista y había señalado que el acto divino de levantar de entre los muertos a al-
gunas personas para vida y otras para muerte en la Segunda Venida constituye un
juicio ejecutivo que necesariamente tiene un juicio preliminar «probatorio» (Prophetic
Expositions [Exposiciones Proféticas] t. 1, p. 49-54). El grupo que surgió en los ad-
ventistas del séptimo día posteriormente desarrollaría ese tema. Crosier, si bien no
explicitó el juicio preadvenimiento en su artículo de febrero de 1846, señaló que el
sumosacerdote usaba el pectoral del juicio el Día de la Expiación y que la purificación
del santuario era una purga del pecado.
Solo era un paso más allá de esa posición para José Bates (un excapitán de ultramar
y activo laico millerita) en 1847, y otros a comienzos de 1845, hacer corresponder el
día de la expiación celestial con el juicio preadvenimiento que debía ocurrir necesa-
riamente antes de que Cristo pudiese retornar para ejecutar el juicio del advenimien-
to, en el que entonces todos recibirían su justa recompensa. Aunque fue resistida
por algunos al comienzo (entre ellos Jaime White, joven predicador de la Conexión
Cristiana, que se había convertido en un poderoso defensor del mensaje de 1844),
esa enseñanza se llegó a arraigar firmemente a mediados de la década de 1850.
Así, la teología adventista del séptimo día en desarrollo llegó a ver la purificación del
santuario de Daniel 8:14 como el acto investigador o preadvenimiento de Cristo en
el Lugar Santísimo del santuario celestial. Como resultado, cuando los que se cam-
biaban a ser adventistas del séptimo día predicaban el mensaje del primer ángel («la
hora de Su juicio ha llegado» [Apocalipsis 14:7]), con el tiempo interpretaron el 22 de
octubre de 1844 como un anuncio del comienzo del juicio preadvenimiento.
70
personal y premilenialista de Jesús (una creencia heredada de los milleritas), y (2) el
ministerio de Cristo en dos departamentos, que incluye el juicio investigador (una
posición doctrinal que los creyentes llegaron a entender mientras luchaban con el
significado de la purificación del santuario de Daniel 8:14).
Este grupito de creyentes que estaba luchando rehusó dar un paso al costado de la
plataforma profética que había hecho del movimiento millerita una fuerza tan podero-
sa. En lugar de eso, si bien construyeron sobre las ideas de Miller y de Snow, hicieron
las correcciones que creyeron necesarias. Se sentían profundamente convencidos
de que Dios había llamado a Miller para iluminar al mundo con el mensaje de la proxi-
midad de la Segunda Venida.
EL DON DE PROFECÍA
«Esta luz —continuó Elena Harmon— brillaba a todo lo largo del sendero, y alum-
braba los pies de los caminantes para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús
guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de Él, iban seguros.
«Pero algunos negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no
era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz
que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo
de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y
perverso» (Primeros Escritos, p. 14, párrafos 1 y 2).
71
Su primera visión nos dice mucho acerca del ministerio de Elena Harmon. Lo prime-
ro y lo principal es que nos muestra su pasión de toda la vida: el pronto regreso de
Jesús y la preocupación de Dios por Sus hijos. Además de eso, presenta un doble
énfasis que la acompaña a lo largo de su ministerio de 70 años.
El primer aspecto de ese énfasis es que en el cielo ocurrió algo de gran importancia
el 22 de octubre de 1844, y que los adventistas nunca debieran olvidar su lugar en la
historia profética. Por eso pudo escribir después que «no tenemos nada que temer
en lo futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido y
Sus enseñanzas en nuestra historia pasada» (3 JT, p. 443).
El segundo aspecto del doble énfasis era que los individuos deben mantener la mi-
rada puesta en Jesús, su Salvador. Así, los adventistas no solo son un pueblo profé-
tico distintivo, sino también un pueblo cristiano. Como se verá en el capítulo 5, ella
enfatiza enormemente este segundo aspecto del doble enfoque durante el periodo
posterior a 1888 mientras procuraba que el adventismo colocara los dos aspectos de
su sistema de creencias en su perspectiva adecuada.
Durante 70 años (desde 1844 hasta su muerte en 1915), Elena de White predicó el
amor de Dios, la proximidad de la venida de Cristo y el mensaje de la hora del juicio
de Dios. Al comienzo, por supuesto, tenía poca autoridad. Casi todos los creyentes
la percibían solo como una voz entre muchas. Pero, gradualmente, los miembros de
la denominación en desarrollo comenzaron a reconocer a su mensaje profético como
una comunicación de Dios para guiar a Su pueblo a través de la crisis del tiempo del
fin.
Nunca ha sido fácil ser un profeta de Dios, y eso era verdaderamente así en 1844:
el mismo año en que José Smith, el «profeta» mormón, perdió la vida a manos de
una multitud airada en el estado de Illinois. Pero Dios le dijo a Elena Harmon que la
fortalecería. A medida que iba pasando el tiempo, los adventistas se sentían cada
vez más impresionados ante la solidez de su mensaje. Al aplicar las pruebas bíblicas
de un profeta en su vida y obra, cada vez había más personas que confirmaban su
creencia en su divino llamamiento.
En esta coyuntura se debe señalar que Elena Harmon no fue la primera o la única
elección de Dios para el oficio profético entre los adventistas. Al comienzo de 1842,
Guillermo Foy, un negro liberto que pertenecía a la Iglesia bautista, recibió una can-
tidad de visiones referentes a la Segunda Venida de Cristo y la recompensa de los
72
justos. Foy predicó sus mensajes durante algún tiempo. Luego, justo antes del Gran
Chasco, Dios llamó a un segundo hombre, Hazen Foss, para el oficio profético, pero
rechazó cooperar y perdió el don. Foss luego animó a Elena Harmon a no cometer
el mismo error.
Antes de dejar esta sección sobre el don profético se debe recalcar que el don de
Elena de White no desempeñó un papel prominente en el desarrollo de la doctrina
adventista. En una respuesta de 1874 a los críticos que afirmaban que los adventis-
tas del séptimo día habían recibido la doctrina del santuario a través de las visiones
de Elena de White, el jefe editorial de la denominación respondió: «Se han escrito
cientos de artículos sobre el tema. Pero en ninguno de ellos aparecen las visiones a
las que una vez se hizo referencia como autoridad en el tema, o la fuente de donde
haya derivado algún punto de vista que sostenemos… apelamos invariablemente a
la Biblia, donde hay evidencia abundante para los puntos de vista que sostenemos
sobre este tema» (RH , 22 de diciembre de 1874).
Lo mismo puede decirse de cada una de las grandes posturas doctrinales del ad-
ventismo. El método primario usado por los pioneros en su formación doctrinal era
estudiar la Biblia hasta llegar a un consenso general. En ese punto, Elena de White a
veces recibía una visión sobre un tema ya estudiado, en primer lugar para reafirmar
el consenso y para ayudar a quienes todavía no estaban en armonía con la mayoría
para aceptar la exactitud de las conclusiones del grupo derivadas de la Biblia. Por
lo tanto, en el mejor de los casos, podemos ver el papel de la señora de White en el
desarrollo doctrinal como una confirmación en vez de una iniciación. No obstante,
como se verá en el capítulo 4, ella a veces cumplía un papel más prominente en el
desarrollo de las posturas en el área del estilo de vida adventista que en la formación
doctrinal.
Algunos líderes adventistas de los comienzos eran bastante sensibles al posible uso
indebido del don de profecía. Por ejemplo, durante años los adventistas difirieron
entre sí en cuanto al tiempo exacto en que comenzaba y terminaba el sábado. Des-
pués de un estudio concienzudo de la Biblia, emergió un consenso en 1855 de que
el sábado comenzaba y terminaba a la puesta del sol. Sin embargo, Bates todavía se
mantenía en la posición de las 6:00 p. m. En ese momento, la señora de White recibió
una visión que confirmaba la postura de puesta de sol a puesta de sol ya establecida
a través del estudio de la Biblia. Eso fue suficiente para hacer que Bates y sus cole-
gas armonizaran con el resto. Es interesante notar que esa visión también cambió la
posición de Elena de White sobre el tema.
Luego surgió la pregunta de por qué Dios simplemente no disipó los puntos en des-
acuerdo proveyendo visiones en primer lugar. La respuesta de Jaime White brinda
una comprensión crucial del papel del don de su esposa. «No parece ser el deseo del
Señor enseñarle a Su pueblo por medio de los dones del Espíritu sobre cuestiones
bíblicas hasta que Sus siervos hayan investigado Su palabra diligentemente… Per-
mitid que los dones ocupen su lugar apropiado en la iglesia. Dios nunca los coloca
en el frente mismo, y nos ordenó contar con ellos para guiarnos en el sendero de
73
la verdad, y en el camino al Cielo. Él ha magnificado Su palabra. Las Escrituras del
Antiguo y del Nuevo Testamento son la lámpara del hombre para iluminar su camino
hacia el reino. Sigan eso. Pero si se apartan de la verdad bíblica, y están en peligro
de perderse, puede ser que Dios los corrija en el momento que Él elija, y los lleve de
vuelta a la Biblia, y los salve» (RH, 25 de febrero de 1868; la cursiva ha sido añadida).
EL SÁBADO
Los primeros adventistas en aceptar el séptimo día como día de reposo se enteraron
por los bautistas del séptimo día, quienes a comienzos de la década de 1840 habían
renovado su compromiso de diseminar esta luz especial. Uno de sus miembros, una
mujer agresiva llamada Raquel Oakes, desafió a un predicador adventista que perte-
necía a la Iglesia metodista a guardar todos los mandamientos. Como resultado, el
pastor Federico Wheeler comenzó a observar el séptimo día en la primavera de 1844.
Sin embargo, después del Gran Chasco, Preble publicó el 28 de febrero de 1845 sus
creencias sobre el sábado en la publicación Hope of Israel [La Esperanza de Israel].
Más tarde en ese mismo año, nuevamente expuso su punto de vista en un panfleto
de 12 páginas con un título no muy sutil: Tract, Showing That the Seventh Day Should
Be Observed as the Sabbath, Instead of the First Day; «According to the Command-
ment» [Panfleto que muestra que el séptimo día debiera observarse como el día de
reposo en lugar del primer día, «según el mandamiento»].
74
En marzo de 1845, los escritos de Preble cayeron en manos de José Bates, uno de
los tres fundadores primarios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Bates aceptó
el sábado y con el tiempo lo compartió en una reunión con Crosier, Hahn y Edson.
Edson adoptó el sábado bíblico, mientras que Crosier y Hahn apoyaban la idea.
Mientras tanto, compartían sus ideas sobre el santuario celestial con Bates, las que
reconoció prestamente por su sólida base bíblica. De este modo, hacia fines de 1845
y comienzos de 1846 se empezó a formar un grupo pequeño de creyentes adventis-
tas alrededor de las doctrinas unidas del ministerio de Cristo en el santuario celestial
y la naturaleza vinculante del sábado como día de reposo. De aquí en adelante se re-
ferirán como los adventistas sabatistas. Ellos formaron el núcleo de lo que, a comien-
zos de la década de 1860, se transformó en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
El excapitán Bates, mientras tanto, publicó un panfleto titulado The Seventh Day
Sabbath, a Perpetual Sign [El séptimo día sábado, una señal perpetua], en agosto de
1846. Bates también sirvió de instrumento para presentarles el sábado como día de
reposo a Jaime White y a Elena Harmon (que se casaron el 30 de agosto de 1846).
Años más tarde, Elena de White recordó que «en el otoño de 1846 comenzamos a
observar el día de reposo bíblico, y también a enseñarlo y defenderlo» (Primeros
Escritos, xx, párrafo 1). Así, los tres fundadores del adventismo del séptimo día se
unieron en la doctrina del sábado hacia fines de 1846.
Bates le dio una riqueza y una significación profética al sábado que nunca podría
haber surgido entre los bautistas del séptimo día. Para los bautistas, el séptimo día
simplemente era el día correcto. Pero con Bates, impregnado como estaba en una fe
profética, informado por medio de un estudio extensivo de los libros de Daniel y Apo-
calipsis, el sábado como día de reposo cobró una riqueza escatológica (del tiempo
del fin) que iba más allá del reino de la comprensión bautista.
Bates notó un aumento reciente de artículos sobre el sábado. ¿Por qué? Cuando
el séptimo ángel comenzó a tocar su trompeta, propuso Bates, el segundo depar-
tamento del templo de Dios se abrió en el cielo, el arca del pacto fue revelada es-
piritualmente y la gente comenzó a investigar las Escrituras. El arca del pacto en el
santuario terrenal, por supuesto, contenía los Diez Mandamientos. De esta forma, a
través de una comparación tipológica, llegó a la conclusión de que el Lugar Santísi-
mo del santuario celestial tenía un arca que contenía el Decálogo, como lo tenía el
santuario terrenal. La ley de Dios con el tiempo llegó a ser vista como la base de juicio
preadvenimiento que había abierto el segundo departamento en el cielo, que exponía
el arca del pacto y señalaba un renovado énfasis en la ley de Dios.
75
La segunda contribución de Bates para el desarrollo de la comprensión del sábado
en la historia profética vino a través de su estudio del mensaje de los tres ángeles de
Apocalipsis 14. Lo presentó como secuencial. Decía que los dos primeros (la hora del
juicio de Dios y la caída de Babilonia) habían sido predicados por los milleritas. Pero
sostenía que el versículo 12: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios», comenzó a cumplirse después del 22 de octubre de
1844. Así, en 1847 escribió: «[un pueblo] se ha estado uniendo en grupos durante los
últimos dos años, alrededor de los mandamientos de Dios» (Seventh-day Sabbath [El
séptimo día sábado] [1847 ed.], p. 59).
LA INMORTALIDAD CONDICIONAL
Esa enseñanza, por supuesto, tiene implicaciones directas para el destino de los
impíos. En resumen, si los impíos no son inmortales, no pueden arder por siempre.
Serán consumidos en el fuego del infierno, y el resultado será eterno. De esta forma,
Storrs comenzó a predicar el «aniquilacionismo». Creer en algo diferente, sostenía,
era impugnar el carácter de Dios. En 1842, Storrs se unió al adventismo millerita y
pronto se convirtió en uno de los principales activistas y escritores. En el otoño de
1844, se convirtió en uno de los defensores principales del movimiento del séptimo
día. Mientras tanto, uno de sus primeros conversos ministeriales fue Carlos Fitch.
«Apreciado hermano Storrs —escribió Fitch el 25 de enero de 1844—, como ha esta-
do luchando solo por mucho tiempo las batallas del Señor, sobre el tema del estado
76
de los muertos y del destino final de los malvados, le escribo esto para decirle que,
después de mucho pensar y orar, y de una profunda convicción de deber para con
Dios, estoy preparado para ponerme de su parte» (Carlos Fitch a Jorge Storrs, 25 de
enero de 1844).
Los tres fundadores del adventismo del séptimo día —José Bates, Jaime White y Ele-
na de White— aceptaron la enseñanza de la inmortalidad condicional. Para ellos no
solo tenía sentido bíblico, sino que parecía ser necesario para su teología. Después
de todo, la creencia de las almas inmortales que ya están en el cielo o en el infierno
parecía echar por tierra la necesidad de las resurrecciones anteriores y posteriores
al milenio descritas en el Nuevo Testamento. Además, si la gente ya tenía su recom-
pensa, ¿por qué tener un juicio preadvenimiento o incluso una Segunda Venida? De
este modo, la inmortalidad condicional formaba un eslabón integral en una teología
centrada en el ministerio de Cristo en el santuario celestial.
Para comienzos de 1848 los líderes adventistas sabatistas, por medio de un estudio
extensivo e intensivo de la Biblia, habían llegado a un acuerdo básico en al menos
cinco puntos de doctrina: (1) el regreso personal, visible y premilenial de Jesús; (2)
la purificación del santuario, con el ministerio de Cristo en el segundo departamento
que comenzó el 22 de octubre de 1844: el comienzo del día de la expiación antitípico;
(3) la validez del don de profecía, con cada vez más creyentes que veían el ministerio
de Elena de White como una manifestación moderna de ese don; (4) la obligación de
observar el sábado como día de reposo y el papel del sábado en el gran conflicto
del fin del tiempo profetizado en Apocalipsis 11 al 14; y (5) la inmortalidad no es una
cualidad inherente del ser humano sino algo que la gente recibe solo a través de la
fe en Cristo.
Los adventistas sabatistas, y luego los adventistas del séptimo día, llegaron a consi-
derar esas cinco doctrinas como «piedras basales» o «pilares». Juntos establecieron
esta rama del adventismo no solo aparte de otros cuerpos milleritas, sino también
de otros cristianos en general. Esas cinco doctrinas distintivas permanecieron en el
corazón del adventismo sabatista en desarrollo e hizo de ellos un pueblo distintivo.
Como tal, el pueblo del séptimo día valoraba grandemente estas creencias y las
predicaba ávidamente.
Los sabatistas, por supuesto, compartían muchas creencias con otros cristianos,
como la salvación por gracia por medio de la fe en el sacrificio de Jesús y la eficacia
de la oración. Pero su predicación y su enseñanza se centraban en esas doctrinas
distintivas fundamentales. Ese énfasis creció en parte por el hecho de que tenían que
defender esas creencias en sus encuentros con otros cristianos, y en parte por su
deseo de compartir esas enseñanzas con personas que no las conocían. Ese énfasis
unilateral, con el tiempo, le trajo problemas al adventismo.
77
Mientras tanto, es importante reconocer que las cinco doctrinas fundamentales no
estaban solas. Formaban un paquete doctrinal profético unificado. En el corazón de
ese paquete había dos ideas bíblicas: el santuario y el mensaje de los tres ángeles.
De la centralidad del santuario en la creencia sabatista, Roswell F. Cottrell escribió en
1863: «Encontramos no solo que el santuario celestial es el gran centro del sistema
cristiano, como el terrenal del típico, sino que este tema es el centro y la ciudadela de
la verdad presente. Dado que nuestro templo está en el cielo, y en ese templo el ‹arca
de su testamento›, que contenía ‹los mandamientos de Dios›, y en el centro mismo de
esos mandamientos, el sábado del Señor, cercado por nueve preceptos morales que
no pueden ser derrocados, no es de extrañarse que los enemigos del sábado debie-
ran no solo esforzarse por abolir los Diez Mandamientos, sino también por demoler el
verdadero santuario en el que están depositados» (RH, 15 de diciembre de 1863). El
análisis previo había destacado la relación de cada una de las doctrinas fundamen-
tales con el santuario. En esta coyuntura es importante enfatizar la centralidad del
santuario en la teología como un conjunto de creencias unificadas. De este modo,
desafiar una parte del sistema es cuestionarlo en su totalidad.
El segundo ángel (ver versículo 8), enfatizó White, «siguió» al del primer ángel. Cuan-
do, en reacción a la predicación del pronto regreso de Cristo, las iglesias comenzaron
a cerrar sus puertas a los milleritas y desfraternizarlos, entonces —bajo el liderazgo
de Carlos Fitch— el segundo ángel pronunció el mensaje de «ha caído Babilonia…
salid de ella, pueblo mío».
78
«Esta profecía —escribió White— se cumplió exactamente, y en el tiempo y el lu-
gar correcto… lo oímos con nuestros oídos, nuestras voces lo proclamaron, y todo
nuestro ser sintió su poder, y con nuestros ojos vimos su efecto, cuando el pueblo
oprimido de Dios rompió las ligaduras que lo ataban a las diversas sectas, y escapa-
ron de Babilonia…».
«El mensaje del segundo ángel nos llamó a salir de las iglesias caídas para estar
ahora en donde somos libres para pensar y actuar por nosotros mismos en el temor
de Dios. Un hecho por demás interesante es que la cuestión del sábado comenzara
a agitarse entre los creyentes de la Segunda Venida inmediatamente después del
llamado a salir de las iglesias por medio del mensaje del segundo ángel. La obra de
Dios avanza en orden. La verdad del sábado surgió justo en el tiempo correcto para
cumplir la profecía».
White vio que el mensaje del tercer ángel (ver versículos 9 al 12) era el momento cul-
minante para este movimiento profético. Sería el último mensaje de misericordia de
Dios para el mundo, justo antes de la gran cosecha de almas en la Segunda Venida
(ver versículos 15 al 20).
Señaló que Apocalipsis 13 y 14 y el mensaje del tercer ángel reconocen solo dos cla-
ses de personas. Una persigue a los santos y recibe la marca de la bestia, mientras
que la otra sigue siendo paciente mientras espera el retorno de Cristo (a pesar del
chasco del 22 de octubre de 1844) y «GUARDA LOS MANDAMIENTOS DE DIOS».
«Nunca tuve sentimientos tales al sostener mi lapicera como ahora» escribió Jaime
White al entrar en el punto emocional culminante de su presentación. «Y nunca vi ni
sentí la importancia del sábado como en este momento. Seguramente la verdad del
sábado, como el sol naciente asciende desde el oriente, ha aumentado en luz, en
poder e importancia hasta llegar a ser la gran verdad que sella…».
79
LA ACTITUD DE LA «PUERTA CERRADA» HACIA LA MISIÓN
Ese concepto no era original para los creyentes sabatistas, pues había sido desarro-
llado por Guillermo Miller, quien había relacionado su mensaje con el «clamor de la
medianoche» en la parábola de las diez vírgenes (ver Mateo 25). Esa parábola declara
que cuando el esposo (es decir, Cristo) venga, la puerta estará cerrada, y dejará a
algunos afuera. Guillermo Miller enseñaba en las décadas de 1830 y 1840: «Se cerró
la puerta; implica el cierre del reino de la mediación, y el fin del periodo evangélico»
(Evidence From Scripture and History [Evidencia de la Escritura y la Historia] [impreso
en 1842], p. 237). Después de que Cristo no regresó el 22 de octubre de 1844, Miller
—que aún esperaba la pronta aparición de Cristo en las nubes del cielo— interpreta-
ba la puerta cerrada como el cierre del periodo de prueba del ser humano.
Así, en diciembre de 1844, Guillermo Miller pudo escribir: «Hemos hecho nuestra
obra de advertir a los pecadores, y de tratar de despertar a una iglesia formal. Dios,
en Su providencia, ha cerrado la puerta; nosotros solo podemos estimularnos unos
a otros a ser pacientes; a ser diligentes para asegurarnos nuestro llamado y elec-
ción. Ahora estamos viviendo en el tiempo especificado por Malaquías 3:18, también
Daniel 12:10 y Apocalipsis 22:10-12. En este pasaje no podemos evitar ver que un
tiempo antes de que Cristo debiera venir, habría una separación entre los justos y
los impíos… Nunca antes desde los días de los apóstoles, se ha trazado una línea
divisora tal» (AH, 11 de diciembre de 1844).
Casi todos los milleritas aceptaron la enseñanza de la puerta cerrada justo después
del Gran Chasco. Pero eso pronto cambió, ya que la enseñanza de la puerta cerrada
estaba ligada al cumplimiento de la profecía del 22 de octubre. Como resultado,
cuando la mayoría de los milleritas, bajo el liderazgo de Himes, comenzó a reconocer
que habían estado equivocados en el tiempo y de que nada había ocurrido el 22 de
octubre, también desistieron de la creencia de que la puerta del tiempo de prueba
se había cerrado.
Por otro lado, los adventistas sabatistas, incluyendo a Bates y a los White, continua-
ron sosteniendo el cumplimiento de la profecía del 22 de octubre y la enseñanza de
80
la puerta cerrada. Por lo tanto, los otros adventistas milleritas comenzaron a referirse
a ellos como «la gente del sábado y la puerta cerrada»: términos derogatorios que
implicaban sus diferencias doctrinales.
El problema de la gente de la puerta cerrada era que habían heredado algún error
del movimiento millerita en su teoría de la puerta cerrada que estaba íntimamente
ligada a su incomprensión de la purificación del santuario. Después de todo, si la
purificación del santuario era la Segunda Venida de Cristo, entonces el tiempo de
prueba para los impíos obviamente se habría cerrado el 22 de octubre. Un estudio
posterior de la Biblia pronto hizo que los sabatistas vieran su error en relación con
la purificación del santuario, pero les llevó varios años aclarar la idea errónea de la
puerta cerrada.
Mientras tanto, a veces incluso los errores conducen a buenos resultados. Así ocurrió
con la puerta cerrada. Durante el periodo de la puerta cerrada de la misión adven-
tista, los adventistas sabatistas en desarrollo creían que el alcance evangélico de su
movimiento estaba restringido a quienes habían aceptado el mensaje millerita de la
década de 1830 y comienzos de los años de 1840. La puerta de la gracia se había
cerrado para todos los demás.
La «utilidad» del periodo de la puerta cerrada, por lo tanto, fue que les dio tiempo a
los sabatistas de formar un fundamento doctrinal y de desarrollar una base de miem-
bros. Solo después de que habían completado esas tareas estaban listos para dar el
próximo paso en su misión profética.
81
1
82
l observar la actual organización adventista del séptimo día en el ámbito mun-
Por otro lado, la tercera fundadora, Elena de White, había crecido en la Iglesia Me-
todista Episcopal. El título de la obra Organizing to Beat the Devil: Methodistas and
Early America [Organizarse para Derrotar al Diablo: los Metodistas y los Comienzos
de Norteamérica] de Carlos Ferguson ayuda a ver que la señora de White, que pro-
venía de la denominación protestante más eficientemente organizada de sus días,
aportó una perspectiva diferente sobre el tema. Se necesitaron 20 años para que la
tensión respecto a la organización encontrara una resolución entre los adventistas
sabatistas.
Mientras tanto, para 1848, como se vio en el capítulo 2, el grupito de líderes saba-
tistas se había puesto de acuerdo en un conjunto de doctrinas básicas y creía que
tenían la responsabilidad de compartir sus creencias con los adventistas que todavía
estaban confundidos en relación con lo que había ocurrido en octubre de 1844. Los
sabatistas escogieron un enfoque típicamente millerita para compartir sus creencias.
Organizaron una serie de congresos medioinformales como el primer paso organiza-
cional en el desarrollo del adventismo del séptimo día.
1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones inte-
ramericanas, 2005).
83
convencido de la validez de una o más doctrinas adventistas sabatistas, pero care-
cían de un consenso común.
El informe de Jaime White del primer congreso sabatista ilustra tanto el propósito
como algunas dinámicas involucradas. «Tuvimos una reunión esa noche [jueves 20
de abril de 1848] de alrededor de unos quince en total», escribió White. «El viernes de
mañana los hermanos llegaron a ser más de cincuenta. No todos estaban totalmente
en la verdad. Nuestra reunión ese día fue muy interesante. El hermano Bates presen-
tó los mandamientos con claridad, y se resaltó su importancia por medio de pode-
rosos testimonios. La palabra hizo su efecto para afirmar a quienes ya estaban en la
verdad, y para despertar a quienes no estaban totalmente decididos» (en 2SG, p. 93).
De acuerdo con Jaime White, para noviembre de 1849 los congresos estaban cum-
pliendo su propósito primario. «Por medio de la proclamación de la verdad del sába-
do en conexión con el movimiento adventista —le informaba al hermano Bowles—
Dios se está dando a conocer a los que son suyos. En el oeste de Nueva York el
84
número de observadores del sábado está creciendo rápidamente. Hay más del doble
ahora que hace seis meses. Así [también] es más o menos en los estados de Maine,
Massachusetts, Nueva Hampshire, Vermont y Connecticut...
«El tiempo de dispersión [como resultado del Gran Chasco] que hemos tenido está
en el pasado, y ahora ha llegado el tiempo de que se reúnan los santos en la unidad
de la fe, y sean sellados por una verdad santa y unificadora. Sí, hermano, ha llegado».
«Es verdad que la obra avanza lentamente, pero avanza segura, y cobra fuerza en
cada paso... Nuestra experiencia adventista pasada, la posición presente y la obra
futura están señaladas en Apocalipsis, cap. 14, tan claramente como el lápiz proféti-
co podía escribirlo. Gracias a Dios que lo vemos...».
«Creo que la verdad del sábado todavía tiene que resonar en toda la tierra, como el
adventismo nunca lo ha hecho...».
Se debe notar que mientras el propósito primario de los congresos sabatistas era unir
a los creyentes en un paquete doctrinal ya estudiado, los congresos también daban
la oportunidad de refinar aquellas posiciones a medida que las nuevas preguntas
guiaban a más respuestas en el contexto del estudio de la Biblia.
Las primeras publicaciones de los sabatistas eran panfletos ocasionales que des-
tacaban las verdades recién descubiertas en el contexto del millerismo como un
movimiento profético. Estos panfletos, o libritos, incluían The Opening Heavens [Los
Cielos Abiertos] (1846), The Seventh-Day Sabbath, A Perpetual Sign [El Séptimo Día
Sábado, Una Señal Perpetua] (1846 y revisado significativamente en 1847), Second
85
Advent Way Marks and High Heaps [Señales e Hitos en el Camino de la Segunda
Venida] (1847), y A Seal of the Living God [Un Sello del Dios Viviente] (1849).
Aparte de los panfletos de Bates estaba la primera iniciativa conjunta de publicar por
parte del liderazgo sabatista: A Word to the «Little Flock» [Una Palabra a la «Manada
Pequeña» (1847). El documento de 24 páginas animaba a los creyentes adventistas
a aferrarse a su experiencia de 1844 mientras iban en busca de mayor luz para el
futuro.
El primer ejemplar de 1000 copias de Present Truth [La Verdad Presente] salió a la
imprenta en junio de 1849. «Antes de enviar los ejemplares al correo —recuerda Ele-
na de White—, los extendíamos siempre ante el Señor y ofrecíamos a Dios fervorosas
oraciones mezcladas con lágrimas para que derramase sus bendiciones sobre los
callados mensajeros. Poco después de publicar el primer número, recibimos cartas
con recursos destinados a continuar publicando el periódico, así como también re-
cibimos las buenas noticias de que muchas almas abrazaban la verdad» (Testimo-
nios selectos, t. 1, p. 128). El contenido de Present Truth era lo que los sabatistas
consideraban el mensaje para ese tiempo: el sábado, el mensaje de los tres ángeles
y temas doctrinales relacionados. El «pequeño periódico» desempeñó su parte en
86
el «tiempo de reunión» de fines de la década de 1840. No obstante, la publicación
llamada Present Truth solo fue el primer paso en el desarrollo de los periódicos saba-
tistas. En el verano de 1850, Jaime White publicó el primer ejemplar de la Adventist
Review [Revista adventista]: una revista que reimprimió la mayoría de los artículos mi-
lleritas importantes de comienzos de los años 1840. La Revista Adventista buscaba
impresionar a los milleritas esparcidos con la fuerza y la veracidad de los argumentos
que dieron origen al movimiento de 1844.
Durante muchos años, la Review and Herald (como se llamaba afectuosamente) era
esencialmente «la iglesia» para muchos sabatistas. Después de todo, generalmen-
te no tenían templo, denominación, ni predicador regular. El arribo periódico de la
Review les llevaba noticias de su iglesia y de los hermanos creyentes, sermones y
un sentido de pertenencia a los adventistas diseminados. Como tal, su influencia e
importancia en el adventismo temprano es casi imposible de sobreestimar. A co-
mienzos de la década de 1850 se vio otra adición en la literatura periódica sabatista.
En 1852, Jaime White comenzó a producir la publicación Youth’s Instructor [El ins-
tructor de la juventud] (su sucesor moderno es Insight [Perspicacia]) para los jóvenes
de la iglesia. Youth’s Instructor fue el primer intento organizado de hacer algo por los
jóvenes sabatistas.
Pronto siguió el establecimiento de las escuelas sabáticas, para las que el Instructor
publicaba las lecciones bíblicas. Las primeras escuelas sabáticas comenzaron en la
década de 1850 bajo el liderazgo de Jaime White, Juan Byington (quien sirvió como
el primer presidente de la Asociación General una década más tarde) y M. G. Kellogg.
87
De esta forma, no debe de ser sorpresa descubrir que los dirigentes sabatistas y
algunas congregaciones locales estuviesen preocupados con el «orden evangélico»
(la organización eclesiástica) a comienzos de los años 1850. Enfrentaban varios pro-
blemas. Primero, no tenían manera de certificar el clero. Las congregaciones espar-
cidas estaban a merced de cualquier predicador viajero que afirmaba ser ministro
sabatista. Estrechamente relacionado con este problema estaba el hecho de que los
sabatistas no tenían canales ni provisión para la ordenación. Como resultado, si bien
Jaime White había sido ordenado como ministro en la Conexión Cristiana en 1843,
es probable que José Bates nunca recibiera la ordenación.
Segundo, los creyentes no tenían forma de distribuir los fondos a los ministros. De
hecho, tampoco tenían un medio sistemático para reunir fondos. La crisis de un mi-
nisterio mal pagado y desmoralizado llevó casi al colapso al movimiento sabatista
en 1856.
Tercero, no tenían ninguna organización legal para contar con propiedades. Eso no
era mucho problema en 1850, pero a fines de la década se convirtió en un problema
que no les dejó otra opción que hacerle frente.
Quizá los primeros análisis significativos entre los sabatistas relacionados con el or-
den evangélico tuvieron lugar en 1850 y 1851. En ese tiempo, el problema fue que
no eran considerados miembros quienes se habían mezclado con el espiritismo y
otras actividades no cristianas. Después, a comienzos de los años 1850, las congre-
gaciones ordenaban diáconos para la celebración de las «ordenanzas de la casa del
Señor». Ese año también fue testigo de la primera ordenación formal de hombres al
ministerio evangélico. Además, para 1853, los «hermanos dirigentes» —generalmen-
te Bates y White confeccionaron tarjetas de identificación firmadas para «hermanos
viajeros» a fin de frustrar a los impostores.
En 1853, también Jaime y Elena White mostraban sus armas para lidiar en favor del
tema del orden evangélico. «El Señor ha mostrado que el orden evangélico ha sido
temido y descuidado en demasía», escribió Elena. El Señor ha mostrado que el orden
evangélico ha sido temido y descuidado en demasía. Debe rehuirse el formalismo;
pero al hacerlo, no se debe descuidar el orden. Hay orden en el cielo. Había orden
en la iglesia cuando Cristo estaba en la tierra… Y ahora en estos postreros días,
mientras Dios está llevando a Sus hijos a la unidad de la fe, hay más necesidad real
de orden que nunca antes» (PE, p. 97).
Diciembre de 1853 también halló a Jaime White escribiendo rápidamente una salva
de cuatro artículos acerca de la organización eclesiástica en la Review. Al principio
88
atacó duramente a los miembros que se oponían a la organización en el grupo sa-
batista. Al tratar de evitar convertirse en «Babilonia» por medio de la organización,
acusó, ellos mismos estaban en un estado de «perfecta Babilonia» o confusión (RH,
6 de diciembre de 1853).
Si bien los White habían lanzado la batalla para el orden evangélico en 1853, se ne-
cesitó otra década para lograr su objetivo.
Un caso en discusión era el del joven John Nevins Andrews, un hombre que poste-
riormente sirvió a la iglesia como su erudito principal, su primer misionero «oficial»
al extranjero, y como presidente de la Asociación General. Pero a mediados de la
década de 1850, el exceso de trabajo y las privaciones lo habían forzado a jubilarse
tempranamente (tenía unos 25 años aproximadamente). Como dijo Andrews: «En
menos de cinco años [después de comenzar su ministerio público] estaba completa-
mente postrado por el agotamiento» (CTemp, p. 263). En el otoño de 1856, Andrews
decidió dejar el ministerio para convertirse en dependiente en el almacén de su tío en
Waukon del estado de Iowa. Waukon, se debe notar, rápidamente se estaba trans-
formando en una colonia de adventistas sabatistas apáticos.
Otro ministro destacado que se jubiló a Waukon en 1856 fue John Loughborough.
Como él mismo dijo, se había «desanimado en cierta forma en relación con las finan-
zas» (Rise and Progress of SDAs [Surgimiento y progreso de los ASD], p. 208).
Los White temporariamente evitaron una crisis en el ministerio adventista cuando via-
jaron a mediados del invierno a Waukon para despertar a la comunidad adventista y
para recuperar a los ministros que habían abandonado la obra. Tanto Andrews como
Loughborough vieron la mano de Dios en la visita y rededicaron sus vidas a predicar
el mensaje del tercer ángel.
Su rededicación, por supuesto, no cambió los hechos financieros objetivos. Por ejem-
plo, durante sus tres primeros meses de arduo trabajo después de dejar Waukon,
Loughborough recibió techo y comida, un abrigo de piel de búfalo que valía unos
10 dólares, y 10 dólares en efectivo como pago por su labor ministerial. El problema
estaba lejos de ser solucionado.
89
liderazgo de J. N. Andrews, el grupo confeccionó un informe a comienzos de 1859.
Propusieron un plan que se llegó a conocer como Benevolencia Sistemática (o «Her-
mana Betsy», como pronto muchos lo llamaban).
El plan incentivó a los hombres a contribuir entre 5 y 25 centavos por semana, y a las
mujeres de 2 a 10 centavos. Además, ambos grupos eran valuados de uno a cinco
centavos por semana por cada 100 dólares que valieran sus propiedades.
Jaime White estaba jubiloso con el plan y estimaba que los 1000 dadores potenciales
solo de Michigan podrían contribuir con 5980 dólares por año, suficiente como para
enviar a cinco «misioneros» al oeste, «para sostener la causa en ese estado», y sin
ninguna «privación [al dador] de lo que necesita para vivir» (RH, 26 de mayo de 1859).
Si bien la «Hermana Betsy» no coincidía con el plan de diezmos que los adventistas
del séptimo día adoptaron con el tiempo después de estudiar la Biblia a fines de
la década de 1870, era un primer paso en el sostén sistemático de la iglesia y del
desarrollo posterior del movimiento hacia una organización formal por parte de los
sabatistas.
En el verano de 1859, Jaime White estaba listo para iniciar el viaje final hacia la orga-
nización denominacional final. En un editorial de la Review del 21 de julio, escribió:
«Carecemos de sistema. Y no debiéramos tenerle miedo a ese sistema que no se
opone a la Biblia, y está aprobado por un sentido racional. La falta de sistema se
siente en todas partes». Luego siguió haciendo algunas sugerencias que traerían
orden en medio del caos.
El tiempo para los discursos suaves obviamente había pasado, pero la batalla por la
organización estaba lejos de terminar. Eso se hizo evidente para todos los lectores de
la Review a comienzos de 1860. En febrero, Jaime White planteó su inquietud de for-
mar una organización legal para tener propiedades a su nombre y adoptar un nombre
para la creciente denominación. Los dos temas estaban íntimamente relacionados,
90
dado que era necesario proveer de un nombre a la organización, si hubiera de ser
legalmente incorporada al estado de Michigan y legalmente facultada para poseer la
casa editora adventista y el edificio de la iglesia de Battle Creek.
Así, se había ganado una batalla importante en el frente organizacional. En ese mo-
mento la victoria completa no estaba muy lejos de obtenerse, aunque en agosto de
1861 Jaime White se quejó de «una tonta incertidumbre sobre el tema de la organi-
zación» (RH, 27 de agosto de 1861).
En 1863, la Iglesia Adventista del Séptimo Día recién formada tenía alrededor de
3500 miembros y casi 30 ministros. Por lo tanto, era posible que el presidente de la
Asociación General dirigiera personalmente la obra de la iglesia en forma detallada.
91
Esto cambió durante las siguientes cuatro décadas cuando aumentó la feligresía, y la
iglesia creó instituciones más grandes y extendió su misión al ámbito mundial.
92
93
a palabra “doctrina” proviene del hebreo leqaj, que traduce como “enseñanza o
I. LA DOCTRINA DE DIOS
1. La Palabra de Dios
2. La Trinidad
3. El Padre
4. El Hijo
5. El Espíritu Santo
94
PROPÓSITO DEL ESTUDIO
A continuación, se presenta un resumen de las Creencias Fundamentales de la Igle-
sia adventista. Este resumen es tomado del Manual de la Iglesia1, con algunas adap-
taciones para los instructores bíblicos.
Los Adventistas del Séptimo Día aceptamos la Biblia como nuestro único credo y
sostenemos una serie de Creencias Fundamentales basadas en las enseñanzas de
las Sagradas Escrituras. Estas creencias, tal como se presentan aquí, constituyen la
forma en que la iglesia comprende y expresa las enseñanzas de las Escrituras. Se
pueden revisar estas declaraciones en un Congreso de la Asociación General, si el
Espíritu Santo lleva a la iglesia a una comprensión más plena de la verdad bíblica o
encuentra un lenguaje mejor para expresar las enseñanzas de la Santa Palabra de
Dios:
Textos claves que todo instructor bíblico debe conocer para defender esta creencia:
(Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16, 17; Heb.
4:12; 2 Ped. 1:20, 21).
2. La Trinidad
Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres personas coeter-
nas. Dios es inmortal, todopoderoso, omnisapiente, superior a todos y omnipresente.
Es infinito y escapa a la comprensión humana, aunque se lo puede conocer por me-
dio de su autorrevelación. Dios, que es amor, es digno, para siempre, de reverencia,
adoración y servicio por parte de toda la creación.
Algunos textos que son necesarios conocer para sostener dicha creencia: (Gén.
1:26; Deu. 6:4; Isa. 6:8; Mat. 28:19; Juan 3:16; 2 Cor. 1:21, 22; 13:14; Efe. 4:4-6;
1 Ped. 1:2).
1
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia, 8va Ed. (Buenos Aires:
ACES, 2022), 192–203.
95
3. El Padre
Dios el Padre eterno es el Creador, Originador, Sustentador y Soberano de toda la
creación. Es justo y santo, misericordioso y clemente, tardo en airarse, y abundante
en amor y fidelidad. Las cualidades y las facultades del Padre se manifiestan también
en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Textos importantes que se debe conocer: (Gén. 1:1; Deu. 4:35; Sal. 110:1, 4; Juan
3:16; 14:9; 1 Cor. 15:28; 1 Tim. 1:17; 1 Juan 4:8; Apo. 4:11).
4. El Hijo
Dios el Hijo eterno se encarnó como Jesucristo. Por medio de él se crearon todas
las cosas, se reveló el carácter de Dios, se llevó a cabo la salvación de la humanidad
y se juzga al mundo. Aunque es verdadero y eternamente Dios, llegó a ser también
verdaderamente humano, Jesús el Cristo. Fue concebido por el Espíritu Santo y na-
ció de la virgen María. Vivió y experimentó la tentación como ser humano, pero ejem-
plificó perfectamente la justicia y el amor de Dios. Mediante sus milagros, manifestó
el poder de Dios, y aquellos dieron testimonio de que era el prometido Mesías de
Dios. Sufrió y murió voluntariamente en la cruz por nuestros pecados y en nuestro
lugar, resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo para ministrar en el Santuario
celestial en favor de nosotros. Volverá otra vez en gloria, para librar definitivamente a
su pueblo y restaurar todas las cosas.
Textos claves para demostrar la persona, obra y misión del Hijo: (Isa. 53:4-6; Dan.
9:25-27; Luc. 1:35; Juan 1:1-3, 14; 5:22; 10:30; 14:1-3, 9, 13; Rom. 6:23; 1 Cor. 15:3,
4; 2 Cor. 3:18; 5:17-19; Fil. 2:5-11; Col. 1:15-19; Heb. 2:9-18; 8:1, 2).
5. El Espíritu Santo
Dios el Espíritu eterno desempeñó una parte activa, con el Padre y el Hijo, en la crea-
ción, en la encarnación y en la redención. Es una persona, de la misma manera que lo
son el Padre y el Hijo. Inspiró a los autores de las Escrituras. Infundió poder a la vida
de Cristo. Atrae y convence a los seres humanos, y renueva a los que responden y los
transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y por el Hijo para estar siempre
con sus hijos, concede dones espirituales a la iglesia, la capacita para dar testimonio
en favor de Cristo y, en armonía con las Escrituras, la guía a toda la verdad.
Textos bíblicos que se debe conocer: (Gén. 1:1, 2; 2 Sam. 23:2; Sal. 51:11; Isa. 61:1;
Luc. 1:35; 4:18; Juan 14:16-18, 26; 15:26; 16:7-13; Hech. 1:8; 5:3; 10:38; Rom. 5:5; 1
Cor. 12:7-11; 2 Cor. 3:18; 2 Ped. 1:21).
6. La creación
Dios reveló en las Escrituras el relato auténtico e histórico de su actividad creadora.
El Señor creó el universo y, en una creación reciente de seis días, hizo “el cielo, la tie-
rra y el mar, y todo lo que contienen”, y reposó en el séptimo día. De ese modo, esta-
bleció el sábado como un monumento perpetuo conmemorativo de la obra que llevó
a cabo y completó durante seis días literales que, junto con el sábado, constituyeron
la misma unidad de tiempo que hoy llamamos semana. Dios hizo al primer hombre y
96
a la primera mujer a su imagen, como corona de la creación, y les dio dominio sobre
el mundo y la responsabilidad de cuidar de él. Cuando el mundo quedó terminado,
era “bueno en gran manera”, proclamando la gloria de Dios.
Textos bíblicos que hablan de la Creación: (Gén. 1, 2; 5; 11; Éxo. 20:8-11; Sal. 19:1-6;
33:6, 9; 104; Isa. 45:12, 18; Hch. 17:24; Col. 1:16; Heb. 1:2; 11:3; Apo. 10:6; 14:7).
7. La naturaleza de la humanidad
Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen, con individualidad propia, y con la fa-
cultad y la libertad de pensar y obrar. Aunque los creó como seres libres, cada uno
es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu, que depende de Dios para la
vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron
a Dios, negaron su dependencia de él y cayeron de su elevada posición. La imagen
de Dios en ellos se desfiguró y quedaron sujetos a la muerte. Sus descendientes
participan de esta naturaleza caída y de sus consecuencias. Nacen con debilidades
y tendencias hacia el mal. Pero Dios, en Cristo, reconcilió al mundo consigo mismo
y, por medio de su Espíritu Santo, restaura en los mortales penitentes la imagen de
su Hacedor. Creados para la gloria de Dios, se los llama a amarlo a él y a amarse
mutuamente, y a cuidar del ambiente que los rodea.
Textos bíblicos importantes para sostener dicha creencia: (Gén. 1:26-28; 2:7, 15; 3;
Sal. 8:4-8; 51:5, 10; 58:3; Jer. 17:9; Hch. 17:24-28; Rom. 5:12-17; 2 Cor. 5:19, 20; Efe.
2:3; 1 Tes. 5:23; 1 Juan 3:4; 4:7, 8, 11, 20).
8. El gran conflicto
Toda la humanidad está ahora envuelta en un gran conflicto entre Cristo y Satanás
en cuanto al carácter de Dios, su ley y su soberanía sobre el universo. Este conflicto
se originó en el cielo cuando un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a sí
mismo y se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, y condujo a la rebelión a
una parte de los ángeles. Satanás introdujo el espíritu de rebelión en este mundo
cuando indujo a Adán y a Eva a pecar. El pecado humano produjo como resultado la
distorsión de la imagen de Dios en la humanidad, el trastorno del mundo creado y,
posteriormente, su completa devastación en ocasión del diluvio global, tal como lo
presenta el registro histórico de Génesis 1 al 11.
Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del
conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado.
Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al Espíritu Santo y a los ánge-
les leales para guiarlo, protegerlo y sostenerlo en el camino de la salvación (Gén. 3;
6-8; Job 1:6-12; Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-18; Rom. 1:19-32; 3:4; 5:12-21; 8:19-22; 1
Cor. 4:9; Heb. 1:14; 1 Ped. 5:8; 2 Ped. 3:6; Apo. 12:4-9).
97
DESAFÍO MISIONERO
1. Memorizar por lo menos dos versículos por cada enseñanza fundamental.
2. Puedes hacer tarjetas a mano con cada enseñanza fundamental estudiada
3. La mejor forma de aprender sobre doctrinas es compartiendo un curso bíblico.
98
99
n esta segunda parte se presentará un resumen de la creencia 15 a la 28. De la
15. El bautismo
Por medio del bautismo, confesamos nuestra fe en la muerte y la resurrección de
Jesucristo, y damos testimonio de nuestra muerte al pecado y de nuestro propósito
de andar en novedad de vida. De este modo, reconocemos a Cristo como nuestro
Señor y Salvador, llegamos a ser su pueblo y somos recibidos como miembros de
su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra unión con Cristo, del perdón de
nuestros pecados y de nuestro recibimiento del Espíritu Santo. Se realiza por in-
mersión en agua, y depende de una afirmación de fe en Jesús y de la evidencia de
arrepentimiento del pecado. Sigue a la instrucción en las Sagradas Escrituras y a la
aceptación de sus enseñanzas.
Algunos textos claves para memorizar: (Mat. 28:19, 20; Hch. 2:38; 16:30-33; 22:16;
Rom. 6:1-6; Gál. 3:27; Col. 2:12, 13).
Véase algunos textos claves: (Mat. 26:17-30; Juan 6:48-63; 13:1-17; 1 Cor. 10:16, 17;
11:23-30; Apo. 3:20).
1
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia, 8va Ed. (Buenos Aires:
ACES, 2022), 192-203.
100
de evangelización y de enseñanza, particularmente necesarios con el fin de equipar
a los miembros para el servicio, edificar a la iglesia con el objeto de que alcance la
madurez espiritual, y promover la unidad de la fe y el conocimiento de Dios. Cuando
los miembros emplean estos dones espirituales como fieles mayordomos de la mul-
tiforme gracia de Dios, la iglesia queda protegida de la influencia destructora de las
falsas doctrinas, crece gracias a un desarrollo que procede de Dios, y se edifica en
la fe y el amor.
Aquí se presentan textos bíblicos para sostener esta creencia: (Hch. 6:1-7; Rom.
12:4-8; 1 Cor. 12:7-11, 27, 28; Efe. 4:8, 11-16; 1 Tim. 3:1-13; 1 Ped. 4:10, 11).
Estos son los textos que avalan la existencia del don profético: (Núm. 12:6; 2 Cró.
20:20; Amós 3:7; Joel 2:28, 29; Hch. 2:14-21; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 1:1-3; Apo. 12:17;
19:10; 22:8, 9).
Véase algunos pasajes claves: (Éxo. 20:1-17; Deu. 28:1-14; Sal. 19:7-14; 40:7, 8;
Mat. 5:17-20; 22:36-40; Juan 14:15; 15:7-10; Rom. 8:3, 4; Efe. 2:8-10; Heb. 8:8-10; 1
Juan 2:3; 5:3; Apo. 12:17; 14:12).
20. El sábado
El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación, descansó el séptimo
día, e instituyó el sábado para todos los hombres, como un monumento conmemo-
rativo de la creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la
observancia del séptimo día, sábado, como día de reposo, adoración y ministerio, en
101
armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado
es un día de agradable comunión con Dios y con nuestros hermanos. Es un símbolo
de nuestra redención en Cristo, una señal de nuestra santificación, una demostración
de nuestra lealtad y una anticipación de nuestro futuro eterno en el Reino de Dios. El
sábado es la señal perpetua del pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa obser-
vancia de este tiempo sagrado de una tarde a la otra tarde, de la puesta del sol a la
puesta del sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios.
Todo instructor bíblico debe memorizar los siguientes textos bíblicos: (Gén. 2:1-3;
Éxo. 20:8-11; 31:13-17; Lev. 23:32; Deu. 5:12-15; Isa. 56:5, 6; 58:13, 14; Eze. 20:12,
20; Mat. 12:1-12; Mar. 1:32; Luc. 4:16; Heb. 4:1-11).
21. La mayordomía
Somos mayordomos de Dios, a quienes se nos ha confiado tiempo y oportunidades,
capacidades y posesiones, y las bendiciones de la tierra y sus recursos. Y somos
responsables ante él por el empleo adecuado de todas esas dádivas. Reconocemos
el derecho de propiedad por parte de Dios mediante nuestro servicio fiel a él y a
nuestros semejantes, y mediante la devolución del diezmo y las ofrendas que damos
para la proclamación de su evangelio, y para el sostén y el desarrollo de su iglesia.
La mayordomía es un privilegio que Dios nos ha concedido para que crezcamos en
amor, y para que logremos la victoria sobre el egoísmo y la codicia. Los mayordomos
se regocijan por las bendiciones que reciben los demás como fruto de su fidelidad.
Véase los siguientes textos: (Gén. 1:26-28; 2:15; 1 Cró. 29:14; Hag. 1:3-11; Mal. 3:8-
12; Mat. 23:23; Rom. 15:26, 27; 1 Cor. 9:9-14; 2 Cor. 8:1-15; 9:7).
102
Véase los textos que apoyan la conducta del cristiano: (Gén. 7:2; Éxo. 20:15; Lev.
11:1-47; Sal. 106:3; Rom. 12:1, 2; 1 Cor. 6:19, 20; 10:31; 2 Cor. 6:14-7:1; 10:5; Efe.
5:1-21; Fil. 2:4; 4:8; 1 Tim. 2:9, 10; Tito 2:11, 12; 1 Ped. 3:1-4; 1 Juan 2:6; 3 Juan 2).
Una creciente intimidad familiar es uno de los rasgos característicos del último men-
saje evangélico. Los padres deben criar a sus hijos para que amen y obedezcan al
Señor. Deben enseñarles, mediante el precepto y el ejemplo, que Cristo es un guía
amante, tierno y que se preocupa por sus criaturas, y que quiere que lleguen a ser
miembros de su cuerpo, la familia de Dios, que engloba tanto a personas solteras
como casadas.
Textos que sostienen dicha creencia: (Gén. 2:18-25; Éxo. 20:12; Deu. 6:5-9; Prov.
22:6; Mal. 4:5, 6; Mat. 5:31, 32; 19:3-9, 12; Mar. 10:11, 12; Juan 2:1-11; 1 Cor. 7:7,
10, 11; 2 Cor. 6:14; Efe. 5:21-33; 6:1-4).
103
El Juicio Investigador revela, a las inteligencias celestiales, quiénes de entre los
muertos duermen en Cristo, siendo, por lo tanto, considerados dignos en él, y de
participar en la primera resurrección. También pone de manifiesto quién, de entre los
vivos, permanece en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús,
estando, por lo tanto, en él, preparado para ser trasladado a su Reino eterno. Este
Juicio vindica la justicia de Dios al salvar a los que creen en Jesús. Declara que los
que permanecieron leales a Dios recibirán el Reino. La conclusión de este ministerio
de Cristo señalará el fin del tiempo de prueba otorgado a los seres humanos antes
de su segunda venida.
Véase algunos pasajes bíblicos: (Mat. 24; Mar. 13; Luc. 21; Juan 14:1-3; Hch. 1:9-11;
1 Cor. 15:51-54; 1 Tes. 4:13-18; 5:1-6; 2 Tes. 1:7-10; 2:8; 2 Tim. 3:1-5; Tito 2:13; Heb.
9:28; Apo. 1:7; 14:14-20; 19:11-21).
Textos bíblicos que sostienen esta creencia: (Job 19:25-27; Sal. 146:3, 4; Ecl. 9:5, 6,
10; Dan. 12:2, 13; Isa. 25:8; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Rom. 6:23; 16; 1 Cor. 15:51-54;
Col. 3:4; 1 Tes. 4:13-17; 1 Tim. 6:15; Apo. 20:1-10).
104
sus santos, y la Santa Ciudad, descenderán del cielo a la Tierra. Los impíos muertos
resucitarán entonces y, junto con Satanás y sus ángeles, rodearán la ciudad; pero
el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. De ese modo, el universo será
librado del pecado y de los pecadores para siempre.
Aquí los textos claves: (Jer. 4:23-26; Eze. 28:18, 19; Mal. 4:1; 1 Cor. 6:2, 3; Apo. 20;
21:1-5).
Véase los siguientes textos bíblicos: (Isa. 35; 65:17-25; Mat. 5:5; 2 Ped. 3:13; Apo.
11:15; 21:1-7; 22:1-5).
CONCLUSIÓN
Estas Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista son apenas un resumen muy
escueto. Para profundizar en las creencias, se sugiere leer el libro Creencias de los Ad-
ventistas del Séptimo Día. Otro libro que amplía con más profundidad nuestras creencias
es el Tratado de teología adventista. Conocer en qué creemos nos ayuda a reafirmar
nuestra fe y nos da seguridad para salir a dar estudios bíblicos. Que el Señor te guíe
y te acompañe en esta caminata del instructorado bíblico.
DESAFÍO MISIONERO
1. Ora a Dios para que te dé la oportunidad de testificar y puedas usar la Biblia
para enseñar las verdades eternas de la Palabra de Dios.
2. Utilizando el “Método de Cristo”, acércate a las personas para ofrecerles es-
tudios bíblicos.
105
106
a Iglesia Adventista del Séptimo Día, una denominación cristiana con una base
107
el correr de los años, en las revistas Review and Herald, Signs of the Times, y otros
periódicos Adventistas del Séptimo Día.1
Elena G. de White, una autora prolífica, es conocida por su extensa obra literaria que
abarca temas teológicos, éticos y prácticos. Sus escritos incluyen libros, artículos
y cartas que han servido como guía espiritual para los adventistas. Estos escritos
cubren una amplia gama de temas, incluyendo la interpretación profética, la salud y
la dieta, la educación cristiana y la comprensión del Gran Conflicto entre el bien y el
mal.
• Salud y Dieta: Los consejos de White sobre la salud y la dieta han influido en la
creencia adventista en la importancia de cuidar el cuerpo como un templo de
Dios. Esto ha llevado a la promoción de una dieta vegetariana y a la abstinen-
cia de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco. “Sino santificad a Dios
el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar
defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón
de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
1
Véase, en línea: https://www.centrowhiteargentina.org/biografia-de-elena-g-de-white.
2
Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia (Buenos Aires: ACES, 2022), 198.
108
mueven la educación cristiana, la moralidad y el servicio a la comunidad. La
educación adventista está presente en 165 países representada por casi 9000
instituciones educativas en los niveles inicial, primaria, secundaria y superior,
con alrededor de 105 000 docentes comprometidos en la formación de casi
dos millones de alumnos.
El Gran Conflicto: White enseñó que la lucha entre el bien y el mal es un tema cen-
tral en la Biblia y que esta lucha es evidente en la historia humana. Esta enseñanza
ha influido en la comprensión adventista del conflicto cósmico y la participación de
los creyentes en él. Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al espíritu
santo y a los ángeles leales para guiarlo y protegerlo en el camino de la salvación.
Job 1:6-12; Rom. 1:19-32; 1 Cor. 4:9; Heb. 1:14; Apo. 12:4-9, etc.
CONCLUSIÓN
Muchos argumentan que los escritos de White han influido en doctrinas y prácticas
adventistas que son únicas en comparación con otras denominaciones cristianas,
como la observancia del sábado y la dieta vegetariana. La justificación exegética de
estas doctrinas es un tema de debate continuo dentro de la denominación.
109
ciones interpersonales. Los consejos sobre la salud han llevado a una preocupación
por el bienestar físico y mental, mientras que la educación adventista promueve los
valores cristianos y una comprensión integral del mundo.
Elena de White fue una persona generosa, y dio un buen ejemplo de cristianismo
práctico. Por años guardaba retazos de tela a mano, pues si veía a una mujer que
necesitaba un vestido, podía proveer asistencia. En Battle Creek asistía a remates,
compraba muebles usados, y los guardaba; entonces si la casa de alguien se in-
cendiaba o cualquier otra calamidad afectaba a una familia, estaba preparada para
ayudar. Antes que la iglesia implementara un plan de jubilación, si sabía de algún
ministro anciano que estaba con problemas financieros, le enviaba un poco de dinero
para ayudarlo a enfrentar sus necesidades más urgentes.
Los libros de Elena de White continúan hasta el presente ayudando a las personas
a encontrar a su Salvador, a aceptar el perdón de sus pecados, a compartir esta
bendición con otros, y a vivir en la esperanza de la promesa de su pronto regreso.
110
111
“El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del santuario y del juicio investigador.
Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro
modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros tiempos, o desempeñar el puesto al
que Dios los llama. Cada cual tiene un alma que salvar o perder. Todos tienen una causa pendiente
ante el tribunal de Dios. Cada cual debería encontrarse cara a cara con el gran Juez”.1
Desde sus raíces, las creencias adventistas han sido moldeadas por un deseo pro-
fundo de comprender las verdades bíblicas más profundas y aplicarlas de manera
práctica en la vida diaria como discípulos de Jesús. En este contexto, el concepto
del Santuario Celestial y Terrenal ha surgido como un faro de luz teológico, arrojando
claridad sobre la relación entre Dios y su pueblo.
Para los adventistas, esta doctrina se deriva en gran medida del Antiguo Testamento,
donde el Santuario Terrenal desempeñó un papel vital en el sistema de sacrificios y
expiación. En particular, el Día de la Expiación, tal como se describe en Levítico 16,
es un vínculo esencial que conecta el Santuario Terrenal con el proceso de redención.
Los rituales y simbolismo del Antiguo Testamento prefiguraron la obra redentora que
Cristo llevaría a cabo en su calidad de Sumo Sacerdote en el Santuario Celestial y
que es mencionado de manera profética en el libro del profeta Daniel “Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Daniel 8:14).
1
Elena de White, Exaltad a Jesús (Buenos Aires: ACES, 1988), 323.
2
Marcos Blanco, “El Santuario eje articulador”, Ministerio Adventista, 62, n.º 370 (noviembre–diciembre
2014): 2.
112
Elena G. de White destacó la importancia de comprender la obra intercesora de Cristo
en el Santuario Celestial y cómo esto se relaciona con la experiencia cristiana adven-
tista desde sus inicios “Como pueblo, debemos ser estudiantes fervientes de la profecía; no debe-
mos descansar hasta que entendamos claramente el tema del Santuario, el cual está expuesto en las
visiones de Daniel y de Juan. Este asunto arroja gran luz sobre nuestra posición y nuestra obra actual,
y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido en nuestra experiencia pasada. Explica
nuestro chasco de 1844, mostrándonos que el Santuario que debía ser purificado no era la Tierra,
como habíamos supuesto, sino que Cristo entró entonces en el Lugar Santísimo del Santuario celestial
y allí está la obra final de su oficio sacerdotal, en cumplimiento de las palabras del ángel comunicadas
al profeta Daniel: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.3
I. EL SANTUARIO TERRENAL
El Santuario Terrenal, un lugar de culto central en la historia del antiguo Israel, desem-
peña un papel fundamental en la teología adventista del séptimo día. Este concepto
no solo ofrece un entendimiento más profundo de la adoración del pueblo de Israel,
sino que también establece una conexión significativa con el Santuario Celestial5, un
elemento clave en la doctrina adventista.
Desde la perspectiva bíblica, el Santuario Terrenal era el lugar donde Dios se encon-
traba con su pueblo elegido. “Harán un santuario para mí, y yo habitaré en medio de
ellos” (Éxodo 25:8).
3
Elena G. de White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: ACES, 2013), 20.
4
En realidad, los pioneros del adventismo vieron la doctrina del Santuario como un sistema doctrinal, como
un eje que articulaba todas las creencias adventistas. Ver Alberto R. Timm. El Santuario y el Mensaje de los
tres ángeles. Factores Integradores en el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista (Lima: Salt &
Escuela de Posgrado: Universidad Peruana Unión, 2004), 17.
5
Esto significa que los fundamentos doctrinales esenciales, comúnmente asociados con el santuario terrenal
en la antigua alianza y sus rituales, deberían encontrar un equivalente simbólico en el Santuario Celestial del
nuevo pacto y su servicio. Ver Timm, El Santuario y el Mensaje de los tres ángeles. Factores Integradores en
el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista, 146-147.
113
Este versículo destaca la idea de que Dios ordenó la construcción del santuario para
que Él pudiera habitar en medio de su pueblo. Esto refuerza la idea de que el San-
tuario Terrenal era un lugar de encuentro entre Dios y su pueblo elegido en el Antiguo
Testamento, como lo describe el Dr. Elías Brasil de Souza, esto “significaba la pre-
sencia de Dios en medio de su pueblo, expresando su propósito de establecer una
relación con su pueblo y esta relación, en una forma más profunda, solo sería posible
si Dios habitase en medio de ellos a través del Santuario”.6
El propósito principal del Santuario Terrenal era servir como un lugar de adoración y
reconciliación entre Dios y el pueblo. Uno de los rituales más significativos era el Día
de la Expiación, descrito en Levítico 16. En este día, el Sumo Sacerdote ingresaba en
el Lugar Santísimo del Templo para hacer expiación por los pecados del pueblo. Esto
simbolizaba la purificación y la reconciliación con Dios.
6
Elías Brasil de Souza, El Santuario como uno de los fundamentos de la teología adventista. En línea: https://
pastor.adventistas.org/es/el-santuario-como-uno-de-los-fundamentos-de-la-teologia-adventista/ (consulta-
do el 8 de noviembre de 2023).
7
No hay discusión alguna sobre la existencia del santuario celestial. Se cuenta con suficiente respaldo bíblico
para afirmar de manera inequívoca la existencia de un santuario en el cielo, el cual sirvió de modelo para la
construcción del santuario terrenal (consultar en Hebreos 8:1, 2; 9:1-12; y comparar con Apocalipsis 11:19;
16:1). De hecho, el santuario terrenal era simplemente una representación simbólica del celestial. La afirma-
ción de Hebreos 8:1, 2, es clara al establecer que el verdadero santuario reside en el cielo, mostrando a Jesús
como su sumo sacerdote. Ver Roy Adams, El Santuario (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana,
1998), 53-54.
114
II. EL SANTUARIO CELESTIAL
Elena G. de White también respalda la doctrina del Santuario Celestial en sus escri-
tos. En su libro “El Conflicto de los Siglos” subraya la importancia de este concepto
al afirmar: “El Santuario Celestial, el verdadero tabernáculo que el Señor erigió y no
el hombre, es el lugar de la morada de Dios”. Este pasaje resalta la relación entre el
Santuario Celestial y la morada divina de Dios.
CONCLUSIÓN
El entendimiento del Santuario Celestial es esencial en la teología adventista. Este
concepto subraya la obra continua de Cristo como Sumo Sacerdote, que intercede
en favor de la humanidad pecadora. La doctrina también influye en la adoración ad-
ventista y en la comprensión de la Segunda Venida de Cristo.
115
3. Cada miembro del grupo puede compartir un testimonio personal de cómo la
comprensión del Santuario Celestial y Terrenal puede impactar su vida espiri-
tual, su relación con Dios y su compromiso con la misión de Cristo.
116
117
“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”
(Daniel 8:14).
Alberto Timm, menciona que “después del chasco de octubre de 1844, los fun-
dadores del adventismo sabatista comenzaron un periodo de casi dos décadas
de estudio intensivo de las Escrituras. Una a una, esas doctrinas, tales como la
perpetuidad de la ley de Dios y el sábado, las dos fases del ministerio celestial de
Cristo, la segunda venida de Cristo en forma personal, la inmortalidad condicional
del alma y la manifestación moderna del don de profecía en la persona y escritos de
Elena G. de White, se incorporaron en el nuevo sistema doctrinal”. Esto muestra la
importancia cardinal que tuvo el estudio profundo de las Sagradas Escrituras para
la comprensión de las doctrinas cardinales, y es por esto que profundizaremos en
esta creencia articuladora de la doctrina adventista que es el ministerio de Cristo en
el santuario celestial y la comprensión de la profecía de Daniel 8:14.1
“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”
(Daniel 8:14).
1
Alberto R. Timm. El Santuario y el mensaje de los tres ángeles. Factores Integradores en el desarrollo de
las doctrinas de la Iglesia Adventista de la Iglesia (Lima: Salt & Escuela de Posgrado: Universidad Peruana
Unión, 2004), 1.
118
Según la profecía de Daniel 8:14 señala que al final de los 2300 años proféticos co-
mienza el juicio celestial en 1844, con el inicio del ministerio de Jesús en el santuario
celestial y la preparación para su retorno por segunda vez a la tierra.
Para entender la profecía, debemos recurrir a las Sagradas Escrituras y la historia,
al cual llamamos método de interpretación histórico-gramatical.
En el año 457 a. C., Artajerjes, rey de Persia, emitió una orden que trascendió los
límites de su tiempo3. Este edicto, detallado en Daniel 9:25 y respaldado por el re-
lato de Esdras 6:1, 6-12, no solo marcó la reconstrucción de Jerusalén y el templo,
sino que dio inicio al tiempo profético de Daniel 8:14.
Tras la muerte del diácono Esteban, el evangelio trascendió las fronteras judías y se
extendió a los gentiles del mundo entero.
2
Para una explicación más detallada de cómo se aplica el principio de interpretación profética del día por año
y de cómo es un principio de interpretación conocido desde el segundo siglo de la era cristiana, ver Alberto
R. Treyer. El Día de la Expiación y la Purificación del Santuario en el Pentateuco, en los libros históricos, en
los Profetas, en Hebreos y en Apocalipsis. (Buenos Aires: ACES, 1988), 329.
3
La fecha de inicio de la profecía es clave para determinar el cumplimiento de cada uno de los eventos his-
tóricos durante el periodo de los 2300 años y para poder determinar la fecha final del cumplimiento de esta
profecía. En cuanto a la fecha de inicio, el Dr. Alberto Treyer señala que “El decreto del rey Artajerjes para re-
construir Jerusalén fue difundido, en cumplimiento de la profecía de Dan. 9:25, después de festejar una fiesta
en el séptimo mes sacerdotal, que comenzaba el calendario real (Esd. 8:35-36; cf. Núm. 29:1-11). Esa fiesta
correspondió a la de las Trompetas o al del Día de la Expiación”. Ver Alberto R. Treiyer. Las Expectaciones
Apocalípticas del Santuario con historias e ilustraciones, 336.
119
Este cambio paradigmático, narrado en Daniel 9:24 y Hechos 7:54-56; 8:1, abar-
có el periodo desde el año 457 a. C., hasta el fin del tiempo dado a la nación judía
como pueblo especial de Dios, totalizando 490 años.
En el mismo transcurso de tiempo profético, según Daniel 7:25, Daniel 12:7, Apo-
calipsis 11:2, Apocalipsis 11:3, Apocalipsis 12:6, Apocalipsis 12:14, Apocalipsis
13:5 (1260 años o 3 años y medio o 42 meses que proféticamente son el mismo
periodo de tiempo según el principio día por año), Daniel 12:11 (1290 años), y
Daniel 12:12 (1335 años, este periodo abarca los dos periodos anteriores de los
1260 y 1290 años) se narran acontecimientos históricos cruciales, dentro del
mismo periodo de los 2300 años proféticos.
En el año 508 d. C., tras vencer a las tribus bárbaras germánicas arrianas de los
visigodos; Clodoveo, rey de los francos consolidó el poder papal estableciendo
el catolicismo como el fundamento de su gobierno y en el año 538 d. C., los
ostrogodos, la última tribu bárbara enemiga del papado fue expulsada de Roma
por el emperador romano Justiniano, y le concedió a Vigilio, obispo romano, el
completo dominio papal y poder político y religioso absoluto del catolicismo en
Europa.
Sucedido por muchos otros papas, y durante este tiempo la Iglesia católica
ejerció el poder total tanto religiosa como políticamente en la historia europea,
llevando a cabo durante este periodo de tiempo la inquisición, persecución y
martirio de los que no se sometían a su supremacía, incluyendo en esta persecu-
ción a todos los seguidores de la reforma protestante iniciada por el sacerdote
Martín Lutero (el 31 de octubre de 1517 d. C.). Algunos europeos protestantes
huyendo de la Inquisición papal, partieron desde Inglaterra a Norteamérica (el 16
de setiembre de 1620), en el barco Mayflower, buscando su libertad personal y
religiosa, a ellos se les conoce hoy como los Padres peregrinos.
120
Cuando la predicción no se cumplió, resultó la gran decepción masiva que hoy
conocemos como el Gran Chasco4.
Miller, ayudado por Samuel Snow, en sus cálculos proféticos e históricos, acertó
en el tiempo del cumplimiento final de la profecía de las 2300 tardes y mañanas,
es decir el 22 de octubre de 1844. Sus cálculos fueron correctos, en cuanto a la
fecha, pero no en cuanto al lugar ni al evento, pues el lugar a ser purificado no sería
el santuario de la tierra, sino el santuario celestial, y el evento no era la segunda
venida de Cristo a la tierra, sino el inicio de la segunda fase del ministerio de Jesús
en el santuario celestial como sumo sacerdote.
Por lo tanto, el fin de la profecía de Daniel 8:14 de los 2300 años culmina con la
purificación del santuario celestial, con Cristo iniciando la segunda fase de su mi-
nisterio como nuestro sumo sacerdote e intercesor y del juicio investigador, esta
etapa antecede a la fase final del ministerio de Cristo que se consumará con su se-
gunda venida al finalizar su ministerio en el santuario celestial y se cierre el tiempo
de la gracia.
Como epílogo majestuoso, durante todo el tiempo que Cristo interceda por el ser
humano en su santuario celestial, hay gracia, oportunidad de arrepentimiento y
salvación, y el triple mensaje angelical del evangelio eterno y del inicio del juicio
investigador de Apocalipsis 14:6-12 debe resonar y ser proclamado en todos los
rincones del mundo, “a toda nación tribu, lengua y pueblo”. Este es el mensaje que
todo adventista misionero e integrante del Proyecto 100 debe compartir a través de
los estudios bíblicos con sus familiares y amigos.
1. Realice una investigación personal más detallada sobre los eventos históri-
cos y proféticos relacionados con la profecía de las 2300 tardes y mañanas.
Documente sus hallazgos relevantes y asegúrese de comprender las impli-
caciones que tiene para su misión como adventista e instructor bíblico del
Proyecto 100.
4
Es imposible describir aquí lo que fue el movimiento millerita y todos los detalles de lo que significó el Gran
Chasco para ellos; el dolor, la frustración y la angustia que ellos pasaron. Si desea profundizar en los detalles
de lo que fue el movimiento millerita y lo que significó el Gran Chasco para ellos, se les sugiere ver Richard W.
Schwarz, Floyd Greenleaf. Portadores de Luz. Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. (Asociación
Casa Editora Sudamericana: Buenos Aires, 2012) 35-39.
121
3. Cuando tengas la oportunidad explica a uno de tus estudiantes de la Biblia
esta asombrosa profecía mostrándoles su importancia para nuestro tiempo.
Aprovecha cuando llegues en el estudio bíblico a la lección del juicio, para
explicarle con mayor detalle y claramente lo que has aprendido al respecto.
122
123
124
125
a Iglesia católica, apostólica y romana pretenden tener sus raíces históricas en
L Jesús y sus discípulos. Creen que Jesús fundó la Iglesia católica cuando le dijo
a Pedro: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Siendo el apóstol Pedro, según
ellos, el primer papa de la historia. De allí, mediante una línea ininterrumpida se dele-
gó la autoridad y el liderazgo a los obispos y papas a lo largo de la historia. Siendo,
según ellos, la iglesia verdadera y los auténticos depositarios de las enseñanzas de
Jesús. Alegan que Cristo invistió a la iglesia de autoridad incluso para cambiar los
mandatos de Dios o para ofrecer los sacramentos que tienen poder salvífico o de
dispensar gracia.
El origen verdadero de la Iglesia católica romana inicia alrededor del siglo cuarto y
quinto d. C., en adelante. La figura del emperador romano Constantino es determi-
nante en la configuración y formación de esta Iglesia. Con la conversión a medias de
Constantino al cristianismo cesa la persecución a los cristianos en el Imperio romano
y muchos paganos quieren volverse cristianos igual que su emperador. La pureza de
la verdad se mancha. El cristianismo y el paganismo se mezclan en una extraña mix-
tura que da lugar, a lo que luego se llamaría Iglesia católica romana. La iglesia pasa
a tener poder y se convierte en perseguidora de los que se atreven a creer diferente.
Como resultado de esta mezcla de prácticas paganas con ideas cristianas surgen
prácticas, tales como:
126
como la transustanciación, que en realidad proviene de la adoración al sol
en la religión del mitraísmo.
2. La sucesión papal: Se alega que Jesús le confirió autoridad a Pedro por enci-
ma de los demás discípulos, la que se transfirió a través de los siglos a cada papa
como la cabeza o el fundamento de la Iglesia.
127
Aclaración bíblica: Las Escrituras contienen la verdad, no las tradiciones de los
hombres. Véase: Juan 17:17; 2 Tim. 3:16; Juan 5:39; 2 Timoteo 2:15.
Aclaración bíblica: Jesús es el único mediador. Véase 1 Tim. 2:5; Heb. 4:14.16;
1 Juan 1:9.
6. La inmortalidad del alma: Cada individuo tiene un alma inmortal, que es in-
destructible e independiente del cuerpo físico, al cual abandona en ocasión de la
muerte para ir al cielo o al infierno.
Aclaración bíblica: El único día que Dios pide guardar y santificar es el sábado.
Véase: Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; Eze. 20:12, 20; Hch. 13:42-44; Apo. 1:10; Mat.
12:8; Luc. 4:16; Isa. 66:22-23.
8. Oraciones por los muertos: La creencia de que podemos orar por los muer-
tos que están sufriendo en el purgatorio para que Dios los libre de ese lugar.
Aclaración bíblica: Los muertos nada saben y ya no hay nada que se pueda ha-
cer por ellos. Véase: Ecl. 9:5-6; Sal. 115:17; 6:5; Eze. 14:14; 1 Tim. 2:6.
Algunas creencias que tenemos en común con los hermanos católicos son:
Solo un ambiente de amistad y confianza puede abrir sus corazones y mentes para
recibir las verdades bíblicas. No se trata de ganar una discusión.
128
• Primero debemos ganar su amistad. Al iniciar el estudio de la Biblia, debemos
establecer la autoridad de la Biblia, continúe con temas proféticos, y luego
puede introducirlos al tema de cómo podemos ser salvos. Solo por la fe y por
la gracia maravillosa de Jesús.
• Por lo general sienten una gran reverencia por la Biblia, aunque muchos igno-
ran sus enseñanzas. Se quedarán sorprendidos y gratamente impresionados
al iniciar un estudio sistemático a través de un curso bíblico como el curso La
fe de Jesús.
• Una gran cantidad de católicos pasan por conflictos espirituales y falta de se-
guridad en su salvación por causa de su creencia en la salvación por las obras.
Necesitan comprender la salvación por gracia y por los méritos de Jesús.
129
130
“Establecer la Iglesia entre todos los pueblos en todas partes alcanzando,
plantando, capacitando y sirviendo” (Misión de las Asambleas de Dios)
Para tener una noción en el tiempo de su historia, debemos mencionar que las asam-
bleas de Dios pertenecen a un movimiento pentecostal, que surgió como un aviva-
miento religioso2 que ocurrió en Estados Unidos a fines del siglo XIX e inicios del XX.
Está dividida en las siguientes cuatro etapas:
Al final de la primera década del siglo XX, la Iglesia se organizó bajo el nombre “Igle-
sia de Dios en Cristo”, unificando y organizando a los grupos de creyentes para evitar
la pérdida de propiedades. Pero en 1911 la Iglesia quedó dividida por un descontento
en el liderazgo afroamericano, en ese momento, 353 ministros blancos se separaron
del grupo organizado, formando una nueva Iglesia bajo su liderazgo, aunque seguían
usando el mismo nombre de la Iglesia Madre.
1
Actualmente, las Asambleas de Dios de los Estados Unidos y las organizaciones hermanas de las Asam-
bleas de Dios Internacional. Esto significa que es una comunidad que se ha unido a otras comunidades.
Véase, Asambleas de Dios, “Nuestra posición en la comunidad cristiana”, en ag.org. En línea: https://ag.org/
es-ES/About/About-the-AG/Affiliations/Our-Position (consultado: 23 de noviembre 2023).
2
Véase Enrique Rodríguez Balam, “Pentecostalismo, teología y cosmovisión”, en scielo,org. En línea https://
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-57662005000100010#:~:text=El%20pente-
costalismo%20es%20una%20vertiente,de%20avivamiento%20(revival)%20religioso (consultado: 11 de no-
viembre del 2023).
3
Estos eventos se dieron en Los Ángeles, Estados Unidos de Norteamérica. Siete hombres estaban reunidos
el 9 de abril de 1906, “cuando de repente, como alcanzados por un rayo, fueron derribados de sus sillas al
suelo”, y los otros siete hombres comenzaron a hablar en lenguas y a gritar en voz alta alabando a Dios. La
noticia se difundió rápidamente; la ciudad se conmovió; se reunieron multitudes; los servicios se trasladaron
al exterior para dar cabida a la multitud que llegaba de todas partes; la gente caía al acercarse, y lo atribuían
a Dios; la gente era bautizada en el Espíritu Santo y se decía que los enfermos eran sanados. Pentecostal
Church of God General Bylaws, Historical Perspective, Section 3 and History.
131
Otro hecho que marcó una separación en el grupo de creyentes fue la doctrina de
la trinidad y el bautismo en nombre del Espíritu Santo. Estas controversias trajeron
como resultado la separación entre los grupos pentecostales que pertenecían a la
Iglesia de Dios en Cristo.
TIPO DE ORGANIZACIÓN4
La Iglesia Asambleas de Dios tiene una organización congregacional, es decir, cada
iglesia maneja sus asuntos de manera independiente, también es cooperativa porque
se une a los desafíos y proyectos de toda la organización pero a su vez son indepen-
dientes de las demás:
De acuerdo con las estadísticas realizadas el 2021, la iglesia tenía 53 millones 700 mil
miembros con 367, 398 iglesias.5 Y a la actualidad la página oficial de las Asambleas
de Dios contabiliza un total de 69 millones de miembros.
4
Miriam Avitia Carbajal, “Asambleas de Dios”, saraitablog.wordpress.com. En línea: https://saraitablog.wor-
dpress.com/organizacion/ (consultado: 31 de noviembre del 2023).
5
Assemblies of God World Missions, Vital statistics 2022 Archivado el 9 de noviembre del 2021 en Wayback
Machine., agwm.org, USA, 2022
132
Uno de los más conocidos ministros perteneciente a las asambleas de Dios es Dante
Gebel, quien en 2014 declaró haber sido ordenado tanto en Argentina como en USA
como ministro de las asambleas de Dios poseyendo una doble credencial.
DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS
La Iglesia Asambleas de Dios, como mencionamos, surgió de una experiencia de
reavivamiento espiritual. El 9 de abril de 1906, Seymour y siete hombres mientras
esperaban a Dios, fueron alcanzados por un rayo, al estar sentados comenzaron a
hablar en lenguas y alabar a Dios. Este es el origen del pentecostalismo al cual per-
tenecen las Asambleas de Dios. A continuación, la descripción de las 16 verdades
fundamentales6 de las Asambleas De Dios:
6
Asambleas de Dios, “Nuestras creencias”, en lasasambleasdedios.org. En línea: https://lasasambleasde-
dios.cl/nuestras-16-doctrinas/ (consultado: 3 de diciembre del 2023).
133
14. El reino milenario de Cristo: creencia en que la segunda venida es el rapto de
los creyentes seguido por el regreso visible de Cristo con sus santos para rei-
nar sobre la tierra por mil años. Este reino milenario traerá la salvación de Israel
como nación, y el establecimiento de la paz mundial.
15. El juicio final: creencia en un juicio final en el que los pecadores muertos serán
resucitados y juzgados según sus obras.
16. Los cielos nuevos y la tierra nueva: creencia en un cielo nuevo y una tierra
nueva.
7
Los números corresponden al orden de las doctrinas presentadas por cada grupo
religioso.
134
APROXIMACIONES A LAS ASAMBLEAS DE DIOS
Consideremos el cuadro siguiente para saber qué temas pueden resultarnos más
favorables:
Recuerda las palabras de Pablo: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
(Fil. 2:3-4).
135
136
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN RELIGIOSA
La historia de esta denominación está vinculada con la vida de su pionero Luis Ortiz
Marrero. Él nació el 26 de setiembre de 1918 en Corozal, Puerto Rico. En su niñez
asistió a una iglesia pentecostal “Discípulos de Cristo”, la cual sería crucial para su
vida de misionero.
Cuando terminó sus estudios académicos, laboró en el periódico “El Mundo”. Posterior-
mente, renunció a su trabajo para obedecer el llamado de Dios. Estudió en el instituto
bíblico “Mizpa” en Puerto Rico y recibió el llamado de realizar obra misionera en Cuba.
Se casó con Rebeca Hernández Colón y tuvieron dos hijas: Damaris y Priscila. Traba-
jó durante dieciséis años en el Concilio de las Asambleas de Dios. Su labor en Cuba
produjo 23 iglesias, más de 30 obreros debidamente formados, programas de radio,
campañas evangelísticas, etc.
Luis M. Ortiz tenía planes de expandir la obra más allá de sus fronteras. Sin embargo,
el concilio no respaldaba sus proyectos de una obra mundial. Por lo cual, juntamente
con un grupo de hermanos deciden separarse y emprender nuevos retos.
Es importante resaltar que en ese mismo año se elaboraron y publicaron los esta-
tutos de la Iglesia y por los cuales se rigen hasta el día de hoy. La última edición de
estos estatutos se realizó en 1993. Hasta la fecha no se efectuaron cambios sobre
sus doctrinas y prácticas eclesiales.
Movimiento Misionero Mundial se extendió a Perú
El Movimiento Misionero Mundial se extendió a Perú1 en 1981, cuando Rodolfo Gon-
zales, uno de sus fundadores, emigró de Cuba hacia Lima. Siete años después de
su arribo, se instauró un programa radial. En el noveno año, el programa emigró a la
1
En el Perú, el Movimiento Misionero Mundial ha sido clasificado como un pentecostalismo híbrido por Rolleri
(2018). Además, reúne rasgos relevantes de los neopentecostalismos, como la teología de la guerra espiritual
y el interés por la participación política. También, constituye una expresión clara de la flexibilidad pentecostal.
Véase en Jair Augusto Rolleri García, “Entre Cristo y el mundo: ritualidad y pentecostalismo. Una aproxima-
ción etnográfica a las prácticas rituales del Movimiento Misionero Mundial en el templo central del presbiterio
nº7” (Tesis magister, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2017), 165.
137
televisión. En menos de dos décadas, se obtuvo la licencia para un canal televisivo.
En 1988, el reverendo Ortiz, a la edad de setenta años, por motivos de salud se retira
como pastor y presidente mundial de la obra. Él entregó su cargo al reverendo Rubén
Rosas Salcedo, su fiel amigo. Es interesante notar que, el presidente tiene la facultad
de nombrar a quien considere apropiado para el cargo. Rosas sirvió como presidente
por 10 años. De la misma forma, por motivos de salud y cansancio, entregó el cargo
al reverendo Samuel Rolón, hijo espiritual de Ortiz. Él administró la iglesia por un es-
pacio de 18 meses. Luego, el cargo le fue entregado al reverendo Gustavo Martínez.
Cuarenta y ocho años después de sus inicios, el Movimiento Misionero Mundial llegó
a estar presente en más de 67 países, en cinco continentes. Hoy en día esta iglesia
está presente en alrededor de 82 países. Su líder actual es el reverendo Juan Arturo
Soto Benavides.
2
En lo que respecta a sus formas de organización, el MMM combina elementos pentecostales clásicos, como
la infraestructura modesta, los templos-cochera, la presencia mayoritaria en sectores rurales y urbano-pe-
riféricos, con estrategias empresariales tanto sofisticadas en la sede central como muy incipientes en las
jurisdicciones locales o presbiterios. Véase Rolleri, 166.
3
De acuerdo con su sitio web oficial, el crecimiento ha sido exponencial. No obstante, si se considera que en
dicho portal no se ha modificado la información al menos desde 2013, entonces el crecimiento es mucho ma-
yor a la actualidad. Véase Jhérali Alondra Oviedo Rabanal, “Entre la pureza y el peligro. El individuo dentro del
Movimiento Misionero Mundial” (Tesis licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2018), 699.
4
Rolleri, 168.
5
Según su Constitución y Reglamento (1993), el llamamiento, la visión y el esfuerzo que gestó la congrega-
ción provienen de Dios, la sola existencia de dicha Constitución sugiere la institucionalidad de la organiza-
ción. Véase Oviedo, 701.
138
Cada presbítero o zona se compone de “iglesias” y “anexos”, estos son dos tipos de
templos que se distinguen por el estatus del líder a cargo.
Anexos
Iglesias Anexos
Presbiterios
Anexos
Presbiterios
6
Dicho documento detalla también qué responsabilidades corresponden a cada uno de ellos y cuál es el
proceso de su designación. El presidente internacional es, evidentemente, la máxima autoridad mundial de
la congregación. En los 54 años de existencia de la iglesia, solo han ocupado este importante cargo cuatro
personas. El primero fue el reverendo Luis M. Ortiz, nombró como su sucesor a su amigo y miembro del grupo
fundador. Rosas estuvo al frente de la congregación durante diez años, hasta que, por salud y edad, dejó
el cargo a su “hijo espiritual” Samuel Rolón, quien solo asumió la función por un poco más de un año, pues
falleció en 2006. Véase Oviedo, 703.
7
Rolleri, 172.
139
Los directores son los demás miembros de la junta de oficiales a nivel mundial. No
tienen una función específica como directores, pero sí como oficiales internacionales
de la congregación. Según su constitución, son “los encargados del liderazgo mun-
dial de la organización y representan una entidad altamente jerárquica y plenipoten-
ciaria”.8
Sobre el tema del bautismo, ellos conciben que toda persona que se ha arrepentido
de sus pecados y desea aceptar a Jesús en su corazón debe cumplir con el manda-
to bíblico de ser bautizado por inmersión. También, creen que el cristiano debe ser
bautizado por el Espíritu Santo. Este último bautismo debe ser expresado a través
del don de lenguas.
La Biblia presenta nueve dones del Espíritu Santo. Los cuales, ellos lo clasifican
como dones revelación, poder e inspiración. Aseguran que, la iglesia debe poseer
todos estos para la eficiente labor misionera.
La Iglesia de Movimiento Misionero Mundial concibe en un rapto secreto que se
realizará al pueblo de Dios. Después de siete años del rapto, Jesús vendrá con sus san-
tos ángeles para salvar a Israel del poder del Anticristo. Para ellos, el milenio comenzará
con el reinado de Cristo en la Tierra y acabará con el juicio del gran trono blanco.
8
Oviedo, 704.
140
DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA
Ambas denominaciones creen que no hay ningún otro camino para la salvación, ex-
cepto el que nos lleva a la cruz. Además, creen que solo Jesús es el único mediador
entre el Padre y la humanidad. Por último, ambos entienden que el sacrificio de
Jesús en la cruz del calvario era necesario para traer salvación a la raza humana
caída.
141
4. Ofrece ayuda social: Invítalos a participar en un apoyo a la comunidad. Orga-
niza un impacto social que los involucre como voluntarios. A su vez, si la persona
está en una situación de emergencia, puedes brindarle apoyo en lo que necesite.
5. Participa en grupos pequeños: Invítalos a tu grupo pequeño, con el objetivo
de estudiar un tema en específico y disfrutar de la camarería con otros. También,
puedes crear una clase bíblica, donde se estudie La fe de Jesús. De ese modo,
se sistematiza el estudio y se da continuidad a la clase.
6. Utiliza los medios de comunicación: El empleo de las redes sociales ayudará
a informar y compartir mensajes. Por ende, es necesario emplear esta herramien-
ta al tratar de aproximarse a ellos. Participar de estas plataformas los mantendrán
actualizados y conectados.
7. Respeta sus creencias: Es importante respetar las creencias de los demás.
Aún, si estas difieren de las nuestras. Evita debates hostiles y busca puntos de
convergencia. Recuerda que, el respeto y la paciencia son claves al intentar co-
nectar con miembros de otro grupo religioso.
142
143
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN
A principios del siglo XX, Simpson se involucró estrechamente con el creciente mo-
vimiento pentecostal. Se volvió común que los pastores y misioneros pentecosta-
les recibieran su capacitación en el Instituto de Capacitación Misionera que fundó
Simpson.4 En consecuencia, Simpson y la Alianza tuvieron una gran influencia en
el pentecostalismo, en particular las Asambleas de Dios y la Iglesia Internacional
del Evangelio Cuadrangular. Esta influencia incluyó el énfasis evangélico, la doctrina
de la Alianza, los himnos y libros de Simpson y el uso del término “Tabernáculo del
Evangelio”, lo que llevó a que muchas iglesias pentecostales fueran conocidas como
“Tabernáculos del Evangelio Completo”.5
En la actualidad
1
Mark Hutchinson y John Wolffe, A Short History of Global Evangelicalism (New York: Cambridge), 124-25.
2
“¿Quiénes somos?”, Alliance World Fellowship, https://awf.world/es/nuestrocambioglobal/ (consultado: 2
de noviembre de 2023).
3
Douglas A. Sweeney, The American Evangelical Story: A History of the Movement (Grand Rapids: Baker,
2005), 155.
4
Drew Blankman y Todd Augustine, Pocket Dictionary of North American Denominations (Downers Grove:
IVP, 2004), 128.
5
Bernie A. van der Walle, The Heart of the Gospel: A. B. Simpson, the Fourfold Gospel, and Late Nineteen-
th-Century Evangelical Theology (Eugene: Pickwick, 2009), 5-7.
6
Randall Balmer, Evangelicalism in America (Waco: Baylor University Press, 2016), 78.
7
Carlos Vargas Valdez, “La Alianza Cristiana y Misionera da un paso hacia la ordenación de mujeres en
el ministerio, pero con algunas limitaciones”, Devocionales cristianos, https://www.devocionalescristianos.
org/2023/06/la-alianza-cristiana-y-misionera-da-un-paso-hacia-la-ordenacion-de-mujeres-en-el-ministe-
rio-pero-con-algunas-limitaciones.html (consultado: 2 de noviembre de 2023).
144
La histórica votación fue parte del Consejo General 2023 de ACyM en Spokane,
Washington, en junio del 2023.
Más del 60 % de los delegados en el Concilio General aprobaron actualizar la De-
claración de Fe de la ACyM para reflejar que, a discreción del liderazgo de la iglesia
local, los trabajadores oficiales, ya sean hombres o mujeres, pueden usar el título de
“pastor” o “reverendo” para propósitos específicos o roles ministeriales.
El director de Relaciones con los Medios de CMA, Peter Burgo, dijo que las razones
principales para reescribir la declaración fueron “actualizar el lenguaje para hacerlo
más legible y relevante para las generaciones futuras” y “aclarar a través del lenguaje
actualizado que, en esta era de ambigüedad con respecto al género, Dios ha creado
al varón y a la mujer”.8
En 1965, las iglesias adoptaron una función denominacional y establecieron una de-
claración formal de fe. En 1975, se organizó oficialmente la Alliance World Fellowship
(AWF). Para 2010, la AWF ya estaba presente en 50 países. Según la denominación,
alrededor de 500 000 personas adoran en 2000 iglesias de la Alianza en EE. UU. La
iglesia también cuenta con 700 trabajadores que realizan obra misional en más de
70 países.9
El Dr. Gary M. Benedict, presidente del Crown College de St. Bonifacius, Minnesota
fue elegido undécimo presidente de la Alianza Cristiana y Misionera (ACyM) en los
Estados Unidos de América. Su gobierno de cuatro años comenzó el 1 de agosto de
2005.10
Natural de Minnesota, Benedict se graduó en la Universidad Estatal de Iowa (Iowa
State University) como Ingeniero Industrial. En 1972 se graduó en la St. Paul Bible
College (actualmente parte del Crown College) como Licenciado en Misiones. Des-
pués de pastorear iglesias en Nebraska y Wisconsin, regresó al Crown College para
servir como director de Desarrollo (1982-1988). En 1989 fue electo superintendente
del Distrito Noroeste de la ACyM norteamericana.11
Luego, llegó a ser el decimotercer presidente del Crown College en 1997, recibiendo
un Doctorado Honoris Causa en Teología del Nyack College de Nueva York. Durante
sus ocho años como presidente, la institución educativa incrementó su matrícula en
un 60 por ciento.
8
Stephanie Martin, “Christian and Missionary Alliance, Which Now Ordains Women, Loses 8 Congrega-
tions”, ChurchLeaders.com, https://churchleaders.com/news/459768-christian-and-missionary-alliance-or-
dains-women-loses-congregations.html (consultado: 3 de noviembre de 2023).
9
Daniel G. Reid, Dictionary of Christianity in America (Downers Grove, IL: InterVarsity, 1990), 288.
10
Mark Falling, “Gary Benedict to Serve Second Team as U.S. Alliance President”, Christian News Wire,
http://www.christiannewswire.com/news/7718010544.html (consultado: 5 de noviembre de 2023).
11
Mark Falling, “Gary Benedict to Serve Second Team as U.S. Alliance President”, Christian News Wire,
http://www.christiannewswire.com/news/7718010544.html (consultado: 5 de noviembre de 2023).
145
En 2004 fue electo vicepresidente corporativo de la ACyM estadounidense, y luego
electo para servir como presidente de la ACyM durante el Consejo General de Cin-
cinnati, Ohio, en 2005.12
Actualmente, el presidente mundial de la ACyM es John Stumbo, con sede en los Esta-
dos Unidos.13 Stumbo es pastor y escritor. Recibió su licenciatura en Biblia y Teología
del Crown College (Minnesota, EE. UU.) y su maestría en Misionología de la Universidad
Internacional de Columbia y en 2011, obtuvo un doctorado en liderazgo y cultura emer-
gente del Seminario Evangélico George Fox.14 Stumbo ha escrito cuatro libros: God in
You: A Conversation,15 In The Midst: Treasures from the Dark,16 An Honest Look at a
Mysterious Journey17 y A Stained Beauty.18 Además, John ha sido pastor durante la ma-
yor parte de sus 38 años de ministerio, incluyendo la Iglesia Alianza de Salem en Salem,
Oregón.19 En 2008, John fue diagnosticado con una enfermedad misteriosa que le robó
la fuerza muscular y la capacidad de tragar. Durante los dos años de recuperación, su
esposa Joanna se convirtió en su cuidadora. La capacidad de John para tragar fue sana-
da milagrosamente durante este tiempo, después de lo cual pudo reanudar su ministerio.
Por otro lado, en los últimos tres años, la ACyM ha alcanzado la cifra de 384 910
miembros en EE. UU., en 2000 iglesias y 3336 pastores ordenados.21 En América
Latina tiene presencia en 15 países, como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Venezuela y Perú.22 En Perú, la ACyM tiene más de 95 años de presencia en las prin-
cipales ciudades, como Lima, Arequipa, Pucallpa, etc.
12
Ibid.
13
“Our President”, The Alliance, https://cmalliance.org/who-we-are/our-family/our-president/ (consultado: 5
de noviembre de 2023).
14
“Crown Alumnus: Dr. John Stumbo”, The Nook: Crown.edu, https://www.crown.edu/nook/crown-alum-
nus-john-stumbo-deathbed-presidents-desk/ (consultado: 7 de noviembre de 2023).
15
John Stumbo, God in You: A Conversation (s.l: Nesting Tree Books, 2017).
16
John Stumbo, In The Midst: Treasures from the Dark (s.l: Nesting Tree Books, 2013).
17
John Stumbo y Joanna Stumbo, An Honest Look at a Mysterious Journey (s.l: Nesting Tree Books, 2016).
18
John Stumbo, A Stained Beauty (s.l: Nesting Tree Books, 2020).
19
“Our President”, The Alliance, https://cmalliance.org/who-we-are/our-family/our-president/ (consultado: 5
de noviembre de 2023).
20
“Historia de la Alianza Cristiana y Misionera”, Alianza Cristiana y Misionera: República Dominicana, https://
acymrd.org/sobre-nosotros/historia/ (consultado: 7 de noviembre de 2023).
21
“Estadísticas”, Alliance World Fellowship, https://awf.world/es/country-description/estados-unidos/ (con-
sultado: 6 de noviembre, 2023).
22
“Familia en el mundo”, La Alianza con pasión para Colombia, https://laalianza.co/familia-global (consulta-
do: 6 de noviembre, 2023).
146
Su primera iglesia constituida fue en la ciudad de Huánuco en 1957, luego de un cis-
ma con la naciente Iglesia Evangélica Peruana, y se dirigía especialmente a las clases
más favorecidas del Perú.23
En 1887, en una serie de sermones llamados “El Cuádruple Evangelio” en Nueva York,
Estados Unidos, A. B. Simpson resume el evangelio en cuatro aspectos que caracteri-
zarán la enseñanza de la Alianza: Jesucristo Salvador, Santificador, Sanador y Rey que
pronto vendrá.25 En términos específicos, la denominación tiene una teología evangé-
lica, y está en gran medida alineada con el movimiento de Vida Superior o de Keswick
(Inglaterra). Su fundador A. B. Simpson articuló la teología central de la Alianza como el
“Cuádruple Evangelio” cristológico: Jesucristo como Salvador, Santificador, Sanador y
Rey que pronto vendrá.26 Las enseñanzas de Simpson enfatizaron cuatro roles de Cris-
to que están representados como emblemas en el logo de la ACyM. Se puede resumir
como “Jesucristo es nuestro Salvador, Santificador, Sanador y el Rey que viene”.27
147
El jarro representa que Cristo es nuestro sanador. Creemos que Jesucristo tiene
poder para sanar cualquier enfermedad: “Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciu-
dades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que
les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban
sanos” (Mar. 6:56).
Con su muerte en la cruz, Jesús proveyó el medio para que todos pudiésemos alcan-
zar la sanidad de nuestros cuerpos: “... y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isa.
53:5). En nuestros días, este poder se sigue manifestando porque “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb. 13:8).
La corona representa a Cristo como rey que viene pronto. La ACyM cree en la
segunda venida de Jesucristo y en el rapto de la Iglesia.31 Su venida será antes
del milenio y puede ocurrir en cualquier momento. No sabemos el día ni la hora,
pero el que puede ocurrir en cualquier momento es lo que motiva nuestro esfuerzo
misionero. Porque Jesús dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo
el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat.
24:14). “Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de
la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mar. 14:62). Esta fórmula
es compartida también por las Asambleas de Dios y por la Iglesia Internacional del
Evangelio Cuadrangular.32
A los cuatro símbolos tradicionales que representan el tema central de la Alianza Cris-
tiana y Misionera; es decir, la cruz, la copa, el jarro, y la corona, se une actualmente
el globo terráqueo (en el logo oficial de la organización, protegido por Copyright). El
globo terráqueo simboliza el propósito de dar cumplimiento a la Gran Comisión. El
globo representa nuestra misión en el mundo.33 El Señor urge a sus seguidores: “De
gracia recibisteis, dad de gracia”. Al mismo tiempo que los envía a predicar su pala-
bra por todo el mundo. Este llamado continuará hasta que el evangelio, mediante los
esfuerzos de su Iglesia, haya alcanzado a todas las naciones y él vuelva nuevamente.
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos
los Gentiles; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14).34
30
Manual de la Alianza Cristiana y Misionera 2016, 14.
31
Cámara y Shannon, Cien años, 18.
32
Manual de la Alianza Cristiana y Misionera 2016, 15.
33
Ibid.
34
Van der Walle, The Heart of the Gospel, 19.
148
La santificación a veces se describe como “la vida cristiana más profunda”. Esta
enseñanza es la de otras iglesias alineadas con el movimiento Vida Superior y sus
Convenciones de Keswick. Quizá el mejor ejemplo de ello sean los escritos del teó-
logo norteamericano A. W. Tozer. No obstante, Simpson se apartó de la enseñanza
tradicional de Keswick en su visión de la santificación progresiva y su rechazo del
supersesionismo (la Iglesia reemplaza a Israel en el NT).35
Declaración de fe de la Alianza37
35
Ibid., 21-22.
36
Ibid.
37
Lo que sigue es basado en Cámara y Shannon, Cien años, 90-92.
149
• La salvación se ha provisto por medio de Jesucristo para todos los hombres;
y los que se arrepienten y creen en Él, nacen de nuevo por medio del Espíritu
Santo, reciben el don de vida eterna y llegan a ser hijos de Dios.
• Es la voluntad de Dios que todo creyente sea lleno del Espíritu Santo y entera-
mente santificado, separado del pecado y del mundo, y completamente dedi-
cado a la voluntad de Dios, y así recibirá poder para vivir santamente y servir
eficazmente. Esta experiencia progresiva, efectuada en la vida del creyente
después de su conversión.
• Hay provisión en la obra redentora del Señor Jesucristo para la sanidad del
cuerpo mortal. La oración por los enfermos y el ungimiento con aceite son en-
señados en las Escrituras y son privilegios de la Iglesia para el presente siglo.
• La Iglesia consiste en todos aquellos que creen en el Señor Jesucristo, que
son redimidos por su sangre y nacen de nuevo por el Espíritu Santo. Cristo es
la cabeza del cuerpo, su Iglesia que ha sido comisionada por Él para ir a todo el
mundo para testimonio, predicando el evangelio a todas las naciones. La igle-
sia local es un cuerpo de creyentes en Cristo que se reúne para la adoración a
Dios, la edificación por medio de la Palabra de Dios, la oración, la comunión,
la proclamación del evangelio y la celebración de las ordenanzas del bautismo
y la santa cena.
• Habrá una resurrección corporal de los justos y de los injustos; para aquellos
será una resurrección para vida; y para estos, una resurrección para juicio.
• La segunda venida del Señor Jesucristo es inminente y será personal, visible
y premilenial. Esta es la esperanza gloriosa del creyente y es una verdad vital
que le impulsa a una vida santa y un servicio fiel.
150
SUGERENCIAS DE ACERCAMIENTO
Pero en el caso práctico y a nivel más eclesial, no estaría de más contactar a perso-
nas que pertenezcan a la ACyM y compartir sobre esos temas. Quizá al principio no
entrar en controversia ni intentar convertirlos a nuestra fe adventista, no sería lo más
adecuado, sino compartir los puntos comunes de la doctrina cristiana. Por ejemplo,
la importancia de la obra del Espíritu, la vida devocional y la santificación son temas
que ambos compartimos, y que serían ocasión para acercarse. La importancia de la
segunda venida y el juicio también serán una puerta de entrada, aunque el adventis-
ta que se acerque a ellos quiera ganarlos, debe estar preparado bíblicamente para
abordar los temas proféticos y escatológicos.
151
152
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN
Ezequiel, el líder fundador tras su “hallazgo” de la Biblia se sintió elegido por Dios.
Afirmaba que con la novedad histórica que supuso el emperador romano Constan-
tino y su trato a la Iglesia (con el Edicto de Milán del año 313 d. C.), esta habría trai-
cionado la misión divina que tenía en el mundo, y la historia de la salvación se habría
recuperado en 1955, cuando Dios reveló a Ezequiel Ataucusi sus nuevos designios,
con el propósito de restaurar su pacto con la humanidad; siendo este el motivo por
el que se fundó dicho grupo religioso.2 Asimismo, su líder y fundador se vinculó ini-
cialmente con el adventismo, pero luego de discrepancias con los líderes religiosos
decidió independizar su movimiento.3
TIPO DE ORGANIZACIÓN
1
Wikipedia, “Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal”, Wikipedia, https://
es.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_Evang%C3%A9lica_de_la_Misi%C3%B3n_Israelita_del_Nuevo_
Pacto_Universal#Creencias(consultado: 8 de noviembre, 2023).
2
Catholic.net, “La Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal, ¿una iglesia evangélica?”, Catholic.net, https://
es.catholic.net/op/articulos/54123/cat/1112/la-mision-israelita-del-nuevo-pacto-universal-una-iglesia-evan-
gelica.html#modal (consultado: 8 de noviembre, 2023).
3
Wikipedia, “Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal”, Wikipedia, https://
es.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_Evang%C3%A9lica_de_la_Misi%C3%B3n_Israelita_del_Nuevo_
Pacto_Universal#Creencias (consultado: 8 de noviembre, 2023).
4
El crecimiento de la comunidad es casi un misterio contable, en 1967 los israelitas eran apenas unos 180
fieles; al año siguiente, la comunidad había crecido a mil integrantes; y a inicios de los ochenta, bordeaba las
30 mil personas. En la época en que Juan Ossio hizo su estudio, el culto había crecido en casi todas las pro-
vincias del Perú. No sería exagerado calcular que a su muerte el número de israelitas superaba los 200 000.
Ver Juan Ossio, “Ezequiel Ataucusi: el profeta que contuvo a Sendero Luminoso”, Ojo- publico.com,19 de
enero, 2015, bajo “Ezequiel Ataucusi: el profeta que contuvo a Sendero Luminoso”, https://ojo-publico.com/
politica/ezequiel-ataucusi-el-profeta-que-contuvo-sendero-luminoso (consultado: 9 de noviembre, 2023).
5
Lucía Eufemia Meneses, “Las contradicciones de la identidad de la Iglesia Israelita del Nuevo Pacto Univer-
sal”, universitas humanística, no. 68 julio-diciembre (2009): 99.
6
Carlos E. Ráez Suarez, “Liderazgos y Legitimación: la organización y la congregación de israelitas (2001-
2014)” (Tesis de Licenciatura, UNMSM, 2016), 47.
153
Su mayor representante y actualmente Misionero General es Ezequiel Jonás Ataucusi
Molina (hijo del fundador), a quien lo consideran como Jesucristo en la tierra.7
“Jehová Dios está en el Perú”. Afirman que Dios no habita en ningún templo hecho
por las manos de los hombres, Iglesia, monasterio, edificio, escultura, imagen, esta-
tua, etc. (Hch. 17:24, 25). Creen que Dios habita en un cuerpo físico, santificado por
el Espíritu Santo, el cual se llama Templo de Dios (2 Corintios 6:16) que es Ezequiel
Jonás Ataucusi Molina.8
• “Cristo está en Ezequiel Jonás Ataucusi Molina”. Ellos creen que Jehová Dios
o Jesucristo, el hijo del Dios Altísimo, se encuentra en la tierra desde el año 1955 y
hoy en día habita en su templo Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, el Cristo para esta
generación, ya que Jesucristo es Espíritu y no carne (Juan 4:24; Hebreos 13:8). El
cuerpo físico de Jonás Ataucusi no es terrenal y allí mora el Espíritu Santo, el mis-
mo Espíritu que vivió en Ezequiel Ataucusi Gamonal; cuando haya cumplido su ta-
rea y le toque partir de este mundo, otro cuerpo celestial se levantará de en medio
del pueblo para continuar con la obra de Dios y este nuevo cuerpo, volverá a ser la
nueva morada del Espíritu Santo. Basan esta creencia en lo que dice Isaías 11:1.
• Vida eterna, salvación y protección divina. Afirman que los que creen en Eze-
quel Jonás Ataucusi Molina y cumplen las leyes, estatutos y decretos de Dios,
instaurados por medio de Ezequiel Ataucusi Gamonal, alcanzarán la vida eterna,
ya que él es el hijo de Ezequiel (Juan 3:36), y serán arrebatados a la tierra prometi-
da; los que pecan contra dichas leyes, sufrirán en la gran tribulación; y los que no
creyeron, sufrirán en la Gran Tribulación y se quedarán en la tierra reencarnándose
por la eternidad. Asimismo, ellos asumen que Jonás Ataucusi los cuida de los dar-
dos de Lucifer y sus demonios, de la pobreza, el hambre, de las enfermedades y
de todo lo malo; empero, quién es Él, Él es Jehová Dios (Esdras 1:3).9
• La segunda venida de Cristo. Creen que Jehová, Jesucristo o el Cordero no
puede mostrarse al mundo como la gente se imagina, en el cielo y en medio
de las nuebes, debido a que Jesucristo es una luz que resplandece como el
Sol (Apo. 1:16; 21:23; 22:5; Mat. 17:2); si se presenta ante los seres humanos
como lo hizo en el pasado, todos quedarían ciegos y una multitud de personas
moriría en fracciones de un segundo (Éxo. 19:18, 21, 22; 20:18, 19; Deu. 18:16;
2 Tes. 2:8); entonces, Jehová Dios o Jesucristo solo hablará con los hombres
por medio de un profeta (Deu. 18:18; Mat. 3:16; Eze. 24:24; Luc. 11:29, 30) y se
mostrará a sus convertidos en visiones o sueños (Eze. 39:29). Ellos dicen que de
esta forma se llegará a conocer a Jehová Dios, al Espíritu Santo, a Moisés y a sus
ángeles (Juan 14:17); en visiones se conocerán los cielos y las nubes.
7
Jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).
8
Ibid.
9
Jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).
154
• Asimismo, afirman que los discípulos estaban llenos del Espíritu Santo cuando
presenciaron el ascenso de Jesús; es decir, el que vio la ascensión de Jesús fue
el Espíritu Santo (Ángeles de Dios) y no la carne, tal como el hombre se imagina.
Por tal motivo, para ellos el hombre, el mundo o la humanidad, nunca podrán ver
la venida del Señor, al Espíritu de la Verdad, porque no está en santidad (Heb.
12:14), ya que los espíritus del bien y del mal son invisibles al ojo humano. Mas
el cuerpo físico de Jesucristo para su segunda venida se llama Jonás, siendo
entonces, Jonás el Cristo (Mat. 1:16), tal como sucedió con Jesús, por lo tanto,
Jonás es el Hijo del Hombre o el Cristo para esta generación.10 De esta forma,
según ellos la profecía es cumplida.
• Los Mandamientos de Dios. Creen en una salvación por obras tras el cum-
plimiento de los mandamientos de la ley real que Ezequiel Ataucusi adaptó de
las Sagradas Escrituras. Para ellos, la ley que es justa, justifica a la humanidad
cuando la practica (Rom. 2:13) y son las que dan la vida eterna (Mat. 19:17;
Apo. 22:14; Pro. 19:16; 3:1, 2), a su vez las que dan la gracia (Sal. 119:29; Rom.
7:14)11, dejando de lado a Cristo que es quien da la salvación y los mandamien-
tos los que llevan hacia él.
• El sábado. En esta creencia, ellos afirman que, según las Sagradas Escrituras, el
séptimo día de la semana es el SÁBADO. El domingo es el primer día de la semana
(Mat. 28:1). El día de reposo santificado por Dios Jehová es el sábado. En este día,
las puertas de los cielos están abiertas (Ezequiel 46:1, 3), para que los creyentes
reciban bendiciones y puedan ver el Reino de Dios. Asimismo, declaran que en el
día domingo, primer día de la semana, las puertas del cielo están cerradas12.
• El Reino de Dios en la Tierra. Ellos creen que el Reino de Jehová se establecerá
en la tierra (Dan. 2:44) en los próximos años (Sal. 22:28), pero lo restaurará en
el occidente y no en el oriente (Mat. 24:23; Jer. 44:26). Asumen, que los cuatro
pilares sobre los cuales se levantará el Reino de Dios son El rey, que es Ezequiel
Jonás Ataucusi Molina (Eze. 24:24; Luc. 11:29, 30); La ley, que fue aprobada en
el año 1969 en la República del Perú y la cumple su pueblo, los israelitas del
Nuevo Pacto; el Pueblo Israelita (Ángeles de Dios) está en el Perú y desde allí
se encuentra expandiéndose a todo el mundo entero; referente al territorio, la
capital del Reino de Dios es en Cusco-Perú,13 después serán las Repúblicas que
conformaron el Tahuantinsuyo (Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina) y
posteriormente el mundo entero, pero antes de tomar el mundo, algo que estre-
mecerá a la humanidad y a las grandes potencias va a suceder, de tal manera
que, los gobernantes de las grandes naciones de este planeta vendrán a postrar-
se de rodillas ante el Dios viviente, Jehová de los Ejércitos.14
10
Ibid.
11
Ibid.
12
Ibid.
13
Catholic.net, “La Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal, ¿una iglesia evangélica?”, Catholic.net, ht-
tps://es.catholic.net/op/articulos/54123/cat/1112/la-mision-israelita-del-nuevo-pacto-universal-una-igle-
sia-evangelica.html#modal (consultado: 13 de noviembre, 2023).
14
jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).
155
• Vestimenta y cabello largo. Referente al uso del cabello largo, ellos fundamen-
tan esa práctica al voto de los Nazareos (Núm. 6:2, 5) y al uso de la vestimenta
bíblica a que ellos visten así a imagen y semejanza del Dios del Cielo, porque
Cristo vistió así,15 además, el que dice que permanece en él, debe andar como
él anduvo (1 Juan 2:6).
• El fin del mundo. Ellos asumen que el fin de la generación actual está por llegar.
El fin es para las huestes celestiales de maldad que gobiernan al mundo (Efe.
2:2; 6:12; Apo. 12:9) para los que no obedecen la ley de Dios (2 Tes. 1:8, 9) y
para los que no creen en el enviado, Jonás (Juan 6:29; 3:36). Los elegidos por
Jehová Dios para predicar su ley o evangelio son los congregados en la Aso-
ciación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (Hch. 28:28;
Deu. 18:20) y no lo son, ni los judíos de medio oriente, ni mucho menos ningún
otro religioso del mundo (Jer. 44:26; Rom. 9:4). Asimismo, creen que el fin ven-
drá, cuando los israelitas adoptivos hayan terminado de predicar el evangelio
del Reino a todos los seres humanos (Mat. 24:14). Además, creen que en el
año de 1993, Ezequiel Ataucusi Gamonal, fundador y complilador del AEMINPU,
también considerado el postrer Moisés (Hch. 3:22, 23), obtuvo una prolongación
del tiempo de 30 años para predicar el evangelio del Reino a toda la humani-
dad. Este plazo vence en el año 2023, de no cumplirse con este último plazo, el
castigo de Dios será inminente tanto para los israelitas (Isa. 63:10) como para la
humanidad entera por su incredulidad y desobediencia.
• Fiestas y sacrificios. Ellos celebran tres fiestas grandes al año (Éxo. 23:14,
17).16 Estas son Ázimos o Pascua, Semanas o Pentecostés (Hch. 2:1), Cabañas
o Tabernáculos (Juan 7:2). En cada uno de estas fiestas cada familia debe llevar
un cordero para el holocausto. Si no se celebran las fiestas y los sacrificios, los
creyentes estarán en pecado (Núm. 9:13; Zac. 14:17,19).
Analizando cada una de las doctrinas de los Israelitas del Nuevo Pacto, se puede
afirmar que solo hay una creencia casi similar en la que la Iglesia adventista cree.
Esta es la observancia del sábado por ser el día del Señor. Sin embargo, allí mismo
también hay una discrepancia porque mientras que los israelitas creen que mediante
la observancia del sábado serán salvos, los adventistas creen que la observancia del
sábado los lleva a Cristo para que por la fe en él sean salvos (Gál. 3:24).
1. Enseñarles a realizar un estudio hermenéutico adecuado, versículo por versí-
culo dentro de su contexto.17
2. Porque un texto interpretado fuera de su contexto es un pretexto.
15
Lucía Eufemia Meneses Lumí, “Los Israelitas del Nuevo Pacto Universal en la prensa colombiana”, Rev.
Colomb. Soc, Vol 45 no.1 enero-junio (2022): 427.
16
Lucía Eufemia Meneses Lumí, “Los Israelitas del Nuevo Pacto Universal en la prensa colombiana”, Rev.
Colomb. Soc, Vol 45 no.1 enero-junio (2022): 424.
17
Delmar IntVeld, “Principios Básicos de la Interpretación Bíblica, Hermenéutica”, Dios Mío Jesús, 13 de
octubre, 2018, bajo “Hermenéutica”, https://diosmiojesus.com/2018/10/13/principios-especificos-de-la-in-
terpretacion-bíblica/ (consultado: 14 de noviembre, 2023).
156
3. Usar la creencia del sábado que es casi lo único en común que tiene el adven-
tismo con los israelitas, para así empezar a presentarles el evangelio eterno.
Resaltando que Jesús es el Señor del Sábado (Gén. 2:1-3; Mar. 2:27, 28; Luc.
6:5) y no Jonás Ataucusi.
4. Presentarles las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento (Miq. 5:2; Is.
7:14; Deu. 18:18,19; Isa. 49:6, 7; Sal. 22:14, 16-18, Isa. 53:3-7) y la resurrec-
ción de Cristo con el mismo texto que ellos usan para referirse a que Jonás
Ataucusi es el nuevo Cristo (Luc. 11:29; Mat. 12:39, 40); para así mostrarles
que Jesús era, es y será el Mesías prometido (Apo. 22:13-15) y no hay otro
más en quien podamos ser salvos (Hch. 4:12). Asimismo, recalcar que si no
aceptan a Cristo no tendrán la vida eterna, es decir la salvación (1 Juan 5:12).
5. Mostrarles que Jesús vendrá por segunda vez a esta tierra muy pronto (Apo.
22:12), de forma corporal, no espiritual, menos aun reencarnado en otro ser
humano. Vendrá en las nubes de los cielos (Hch. 1:11) y todo el mundo entero
lo verá (Apo. 1:7).
6. Informarles que la identidad del Pueblo de Dios hoy, es el Israel espiritual y no
el Israel como nación. (Rom. 9:6-8, 27; 10:12, 13).
7. Mencionarles que la última profecía con fecha cumplida es la de Daniel 8:14,
las 2300 tardes y mañanas (Dan. 9; 8:14), posterior a ello, el tiempo no sería
más (Apo. 10:6). Asimismo, explicarles que la fecha de la venida de Cristo y el
fin del mundo nadie lo sabe (Mat. 24:36), mas sí hay señales previas a su veni-
da (Mat. 24) y no se puede especular fechas o modificar (Ecl. 3:14).
8. Presentarles que la ley ceremonial de sacrificios y ceremonias fueron abolidas
en la cruz con la muerte y resurrección de Cristo (Col. 2:14; Ef. 2:15; Mat.
27:51).
9. La salvación es por la gracia en Cristo Jesús y no por guardar los mandamien-
tos (Efe. 2:8, 9; Gál. 2:16). Los mandamientos llevan al pecador a Cristo para
que por fe en él sea salvo (Gál. 3:24; Rom. 3:31).
10. No se necesita actualmente dejarse largo el cabello y vestirse como Cristo
para ser considerado como seguidor de él (Rom. 2:28, 29).
157
158
a Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDSM), con su creencia en Dios
L Padre y Dios Madre, se erige como una denominación religiosa singular y exótica
que ha ganado atención en los últimos años. Un fenómeno religioso que desafía
las convenciones y sumerge a sus seguidores en un viaje espiritual tan singular como
confuso. A continuación, veremos su historia, doctrinas y estructura organizativa,
para conocer más de cerca a esta denominación, y así desplegar el fondo teológico
y filosófico desde el cual podamos abordarlos con el evangelio eterno.
La IDSM tiene sus raíces en Corea del Sur, donde fue fundada en 1964 por Ahn Sa-
hng-hong. Aunque la iglesia tuvo un modesto comienzo, rápidamente se expandió
tanto en Corea como internacionalmente. Un hito clave en su historia fue la incorpo-
ración del nombre “Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial” en 1985, reflejando
su visión de ser una iglesia global con un mensaje misionero.
El fundador, Ahn Sahng-hong, es venerado por sus seguidores como el “Cristo Ahn
Sahng-hong”, a quien atribuyen la restauración de verdades perdidas en la doctrina
cristiana. Tras su muerte en 1985, el liderazgo pasó a Zhang Gil-jah, a quien la Iglesia
reconoce como “Madre de Dios”. Su papel como líder ha llevado a un crecimiento
continuo de la denominación.1
A continuación, una breve línea temporal de los principales momentos históricos y su
impacto en la denominación:
• 1948: Esta fase es llamada “fase inicial”, desde el bautismo de Ahn Sa-
hng-hong en Nakseom, Incheon, Corea, hasta la fundación por este mismo 16
años después.
• 1964: Ahn Sahng-hong funda la Iglesia de Dios en Corea del Sur. Introduce
doctrinas que luego serán fundamentales, incluida la creencia en la existencia
de Dios Padre y Dios Madre.
• 1985: La denominación adopta oficialmente el nombre “Iglesia de Dios Socie-
dad Misionera Mundial”, reflejando su visión global y misionera. El cambio de
nombre refleja una visión expansiva y misionera, marcando la identidad global
de la Iglesia. Este evento destaca la ambición de la IDSM de convertirse en una
fuerza misionera mundial con un mensaje teológico distintivo.
• 1985: Tras la muerte de Ahn Sahng-hong, Zhang Gil-jah asume el liderazgo y
es reconocida como la “Madre de Dios” por la Iglesia. La transición de lide-
razgo y el reconocimiento de Zhang Gil-jah como la “Madre de Dios” tiene un
impacto significativo en la identidad de la Iglesia. Esta sucesión fortalece la
creencia en una dualidad divina que incluye a Dios Madre como figura esencial
en la teología de la IDSM.
• 1986-2000: “Fase de crecimiento”, en 1988 se llegó a diez mil miem-
bros en todo el mundo, esto debido al instituto de formación en Joun-
yisan. De esta manera, en 1997 se abrieron las primeras tres iglesias en el
extranjero. Para el año 2000, la denominación alcanzó 300 mil miembros.
1
“Introduction to the World Mission Society Church of God” (consultado: 4 de octubre de 2023).
159
• 2001-2013: Llamada la etapa de “expansión global”. Se siguieron abriendo
institutos de formación (Go&Come: 2005, Dongbaek: 2011), y museos de his-
toria en Corea. En 2008 la denominación llegó a su primer millón de miembros
en el mundo. Finalmente, en 2013 –con 2 millones de miembros– se fundó la
Iglesia de Dios Sociedad Misionero Mundial, nombre que permanece hasta la
actualidad.
• 2014-presente: Este año la denominación completó 50 años de existencia. La
IDSM experimenta un rápido crecimiento y se expande a más de 175 países
(hasta el 2018), con 7500 iglesias y 3.5 millones de miembros establecidos en
todo el mundo. Asimismo, diversifica su feligresía y la expone a diversas cultu-
ras y contextos teológicos.2
2
WATV, “Historia de la iglesia de Dios”, https://watv.org/es/history/ (consultado: 11 de noviembre de 2023).
3
Young-ho Yoon. “Witness of Ahnsahnghong” en The World Mission Society Church of God (2003).
160
Búsqueda de paralelismos y tipologías: Esta es una falacia exegética llamada “petición
La IDSM realiza comparaciones y busca de principio”, la que se produce cuando la pro-
tipologías a lo largo de la Biblia para res- posición que se pretende probar se incluye im-
paldar sus doctrinas. Buscan conexiones plícita o explícitamente entre las premisas del
entre el Antiguo y el Nuevo Testamento argumento, que asumen la verdad de la conclu-
que respalden su comprensión específica sión en lugar de comprobarla.
de la Trinidad y la participación de Dios
Madre en el plan de salvación.
b) Doctrina del Dios Padre y Dios Madre. Esta es la doctrina principal e identificato-
ria de la IDSM, desde sus orígenes, doctrina y misión se enraízan en este, para ellos,
axioma. La base bíblica-teológica para sustentar este postulado es la siguiente:4
4
Ahn Sahng-Hong. God the Mother in the Bible. (South Korea: The World Mission Society Church of God,
2006), 22-104, WATV: World Mission Society Church of God, “La Madre Celestial”, https://espanol.watv.org/
truth/truth_life/content_mother.asp, (consultado: 18 de noviembre de 2023).
161
Consideran que esta profecía apunta a la venida de Dios Madre como la madre
espiritual que da vida eterna.
Respuesta: Jeremías 31:22 se refiere a Israel como la esposa infiel que será
restaurada. Este pasaje no es una referencia específica a la madre espiritual
de un Salvador futuro, sino parte de la promesa de la restauración de Israel en
virtud de la Iglesia cristiana (Rom. 9:1-18).
4. Proverbios 8 - La sabiduría personificada:
Se identifica a la sabiduría personificada en Proverbios 8 como una figura que
estuvo presente desde la eternidad y participó en la creación. Sostienen que
esta figura es una representación de Dios Madre en la Biblia.
Respuesta: En este texto se usa la técnica literaria de “personificación”, en este
caso, la de la sabiduría divina. Por ello no es una referencia a una figura femenina
de la deidad, sino una cualidad de Dios, y no como una entidad separada.
5. Gálatas 4:26 - La Jerusalén de arriba:
La IDSM interpreta la “Jerusalén de arriba” como una referencia simbólica a la
madre espiritual. Consideran que esta “madre” es Dios Madre, la fuente de la
vida espiritual y la figura que otorga la salvación.
Respuesta: Este es un símbolo de la Iglesia cuando ya sea glorificada, que da
esperanza de solución y salvación a los creyentes. Esto es muy explícito en las
cartas de Pablo.
6. Apocalipsis 22:17 - El Espíritu y la esposa:
Aquí se destaca la mención del Espíritu y la esposa, ofreciendo el agua de vida
en Apocalipsis 22:17. Sostienen que esta “esposa” representa a Dios Madre,
que colabora con el Espíritu Santo en la obra de salvación.
Respuesta: “Esposa” en Apocalipsis 22:17 es la Iglesia, no una figura divina
femenina. La colaboración del Espíritu y la esposa como la obra de la Iglesia
en ofrecer la invitación a la salvación, no como la colaboración de Dios Padre
y Dios Madre.
c) Segunda venida. La iglesia cree que Jesús dijo que él iba a aparecer en la tierra
por segunda vez en la carne. Ellos creen que Ahnsahnghong es la segunda venida
de Jesús que vino con un nuevo nombre (Apo. 2:17; 3:11-12) . Afirman que Ahnsahn-
ghong cumplió las profecías bíblicas que solo Jesús pudo haber cumplido.5
d) Las siete fiestas. La Iglesia de Dios celebra las siete fiestas solemnes que se
encuentran en Levítico 23. El sábado, la Pascua, la fiesta de los panes sin leva-
dura, la fiesta de las primicias, la fiesta de “las semanas” (más conocido como
“Pentecostes”), la fiesta de las trompetas, el día de expiación y la fiesta de los ta-
bernáculos. La Iglesia observa estas fiestas según el nuevo pacto establecido por
Jesús, distinguiéndose de las fiestas mantenidas en el Antiguo Testamento. Se men-
ciona que no hay salvación sin observar estas fiestas, especialmente la Pascua.6
5
WATV: World Mission Society Church of God, “Second Coming Christ”, https://english.watv.org/truth/tru-
th_life/content_secondcoming.asp (Consultado: 18 de noviembre de 2023).
6
WATV: World Mission Society Church of God, “Las 7 fiestas de 3 tiempos”, https://espanol.watv.org/truth/
truth_life/content_feast.asp (Consultado: 18 de noviembre de 2023).
162
e. Sábado como día de reposo. La Iglesia cree en el día de reposo sábado se-
gún Génesis 2:1 pero no lo celebra de puesta de sol a puesta de sol, sino desde el
amanecer hasta el atardecer. Consideran el sábado como una señal entre Dios y su
pueblo (Eze. 20:12, Éxo. 31:13), y debe observarse con un servicio según Lucas 4:16.
Esto lo hace diferente a las regulaciones del Antiguo Testamento. Los miembros son
animados a mantener los tres servicios en el día de reposo. Entre servicios, partici-
pan en diversas actividades relacionadas con la Iglesia como estudios bíblicos, ver
videos espirituales, o predicar en la comunidad local.7
f. Origen de los seres humanos. Esta iglesia cree que todos los seres humanos
fueron creados originalmente como ángeles en el cielo. Cuando en el cielo pecaron
contra Dios y fueron enviados a la tierra como una segunda oportunidad para volver
a Dios. Creen que la única manera para que los seres humanos vuelvan al cielo es
guardando la Pascua con pan y vino (el cuerpo y la sangre de Jesús) y siguiendo las
enseñanzas de la Biblia, según lo enseñado por Ahn sahng-hong, que incluyen la
creencia en Dios Madre, quien es la novia del Espíritu Santo, la cual les dará vida en
los últimos días, según su profecía más importante. Asimismo, se bautiza y ora en
nombre de esta Dios Madre.8
Aunque estas similitudes existen, es crucial reconocer las marcadas diferencias, es-
pecialmente en la comprensión de la deidad.
ESTRATEGIAS DE EVANGELIZACIÓN
Evangelizar a los miembros de la IDSM implica comprender sus doctrinas y abordar
las diferencias con respeto y apertura. Aquí hay algunas sugerencias:
1. El método de Cristo: Nada será más efectivo que demostrar el amor y ser-
vicio a los hermanos de otras denominaciones. Pues ellos ya aceptaron a Dios,
entonces están más abiertos a seguir aprendiendo y vivir una experiencia real de
salvación.
2. Estudio bíblico comparativo: Iniciar un diálogo basado en el estu-
dio bíblico comparativo puede proporcionar un terreno común para dis-
cutir las doctrinas clave. Explorar textos bíblicos juntos en lo que haya afi-
nidad de pensamiento, esto para ganar la confianza y crear un vínculo.
7
Ibid., “doctrinas bíblicas: Día de reposo”, https://espanol.watv.org/truth/truth_ life/content_fundamental.
asp, (Consultado: 18 de noviembre de 2023).
8
Ibid., “doctrinas bíblicas: El alma”, https://espanol.watv.org/truth/truth_ life/content_fundamental.asp (con-
sultado: 18 de noviembre de 2023).
163
3. Estudio bíblico diferenciado: Después de encontrar los puntos en común,
hay que ir a ver las diferencias vitales, demostrar esto con la Biblia. Toda doctrina
adviene de un sistema teológico. Servirá en primer lugar desarticular este, para
luego dar el enfoque correcto a los textos que ellos interpretan de forma diferente.
CONCLUSIÓN
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial con su énfasis en Dios Padre y Dios
Madre presenta un desafío y una oportunidad única para el diálogo interreligioso.
Abordar las diferencias con respeto, comprender las similitudes y buscar puntos de
encuentro pueden ser pasos fundamentales hacia la construcción de puentes para
evangelizarlos.
164
165
REVE HISTORIA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
PUNTOS DE ENCUENTRO
• La Biblia como autoridad: Tanto los adventistas como los testigos de Jehová
reconocen la Biblia como la autoridad suprema. Este punto común proporcio-
na una base sólida para el diálogo. Aunque tienen su propia traducción este
punto de encuentro es clave para remover y exponer sus bases erróneas tanto
doctrinales y escatológicas.
• La espera del retorno de Cristo: Ambas comunidades comparten la esperan-
za del retorno de Cristo. Destacar este aspecto puede establecer un terreno
común para discusiones más profundas. Ellos creen en un rapto secreto y aún
siguen defendiendo la fecha de 1914, como el día del advenimiento de Jesús.
1
Watch Tower Bible and Tract Society. (2023). Página oficial de los Testigos de Jehová. https://www.jw.org
2
Wills, T. (1997). Apocalypse Delayed: The Story of Jehovah’s Witnesses. University of Toronto Press.
166
1. Escucha activa
Comprender sus creencias: Escuchar con atención las creencias de los testigos de
Jehová crea un ambiente de respeto mutuo. Esto sienta las bases para un intercam-
bio de ideas más significativo.
Preguntas reflexivas: Formular preguntas reflexivas sobre sus creencias puede esti-
mular la reflexión y fomentar un diálogo más profundo.
Enfocarse en los pasajes compartidos: Identificar y discutir pasajes bíblicos que am-
bos grupos acepten puede ser un punto de partida sólido. Esto ayuda a establecer
un terreno común para el entendimiento.
La presentación del mensaje adventista debe realizarse con amor y respeto, evitando
la confrontación agresiva. La meta es construir puentes, no muros, y fomentar un
diálogo que promueva el entendimiento mutuo.
Literatura clara y respetuosa: Proporcionar literatura adventista que aborde las dife-
rencias doctrinales con claridad y respeto puede ser beneficioso. Esto permite a los
testigos de Jehová explorar las perspectivas adventistas de manera más informada.
7. Método de Cristo
Atender sus necesidades, mostrarles interés genuino y sincero, esto no solo fortale-
ce la relación, sino que también busca la guía divina en el proceso de comprensión
mutua.
167
CONCLUSIÓN
La evangelización a los testigos de Jehová desde la perspectiva adventista implica
un enfoque equilibrado que combine la comprensión profunda de las diferencias teo-
lógicas con la construcción de puentes de comunicación basados en el respeto y el
amor cristiano. La paciencia y la oración son aliadas cruciales en este camino hacia
el entendimiento mutuo y el poder alcanzar a este grupo que Dios también llama a
la verdad.
¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!
168
169
REVE HISTORIA DEL MORMONISMO
B La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (en adelante SUD),
más conocido como “los mormones” se originó en Estados Unidos, teniendo
a Joseph Smith (Joseph nació en Sharon, aldea de Vermont, el 23 de diciembre de
1805) como su fundador. Los inicios de la mencionada denominación ocurrieron
por el año 1820, cuando el joven Joseph Smith, a sus 15 años de edad, aseguró
tener su primera de varias visiones celestiales, en la que se le “apareció” dos
miembros de la divinidad: el Padre y el Hijo. Posteriormente, el 21 de setiembre
de 1823, dijo habérsele “aparecido” “el ángel Moroni”, quien le hizo saber de la
existencia de un libro, escrito en placas de oro, que describía la historia de los
antiguos habitantes del continente americano. Le declaró además que sobre esas
placas estaba consignado “El evangelio eterno”. Cuatro años más tarde, el 22 de
setiembre de 1827, aseguró haber recibido dichas placas de oro de las manos del
ángel Moroni, para su posterior traducción, el mismo que fue publicado en marzo
de 1830 en Palmira, New York con el título: El Libro del Mormón, es en este libro
que el mormonismo encuentra sus bases teológicas y prácticas para su futura
organización.
ORGANIZACIÓN DE LA DENOMINACIÓN
Oficialmente la SUD fue organizada en Fayette, New York, el 6 de abril de 1830 con
el nombre de: IGLESIA DE CRISTO1, cuatro años más tarde se le cambió de nom-
bre por el de IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS,
nombre oficial hasta la fecha, siendo constituido Joseph Smith como jefe y Oliver
Codwery subjefe.2
La SUD es una denominación carismática, dado que afirman ser dirigidos directa-
mente por Dios, según ellos, Dios sigue revelando su voluntad a través del primer
presidente de la organización. En la actualidad la SUD está representada por su
presidente Russell M. Nelson, su primer consejero, Dallin H. Oaks y el segundo con-
sejero, Henry B. Eyring; además del Cuórum de los Doce Apóstoles, los siete presi-
dentes de los setenta, el obispado presidente, las setenta autoridades generales y
los oficiales generales.3 La SUD no cuenta con predicadores representantes, eso tal
vez se deba a dos razones: 1) Su teología está más basada en el libro del mormón y
en la “revelación” que recibe su presidente de turno; b) Tienen énfasis en predicar su
doctrina por medio de misioneros a tiempo completo.
Actualmente la SUD cuenta con una feligresía mundial de 17 002 461 de miembros
de iglesia. Además, cuentan con cuatro colegios universitarios y universidades de
la Iglesia:
1
Daniel Scarone, Credos contemporáneos (Buenos Aires: ACES, 1987), 215.
2
Juan Daniel Escobar S. ¿Son cristianos los testigos de Jehová y los mormones?, 116–117. Veritas N.° 6,
1998.
3
https://assets.churchofjesuschrist.org/33/c1/33c125212bf211ee94cfeeeeac1ead6a3df557d4/liahona_ma-
gazine_2023_05_may.pdf
170
Universidad Brigham Young, BYU-Idago, BYU-Hawai y LDS Business College, ade-
más, cuentan con 31 330 congregaciones, 300 templos, 62 544 misioneros de ense-
ñanza de tiempo completo y sus materiales de iglesia, son traducidos a 188 idiomas.4
1. El bautismo por los muertos: Según ellos, para dar oportunidad de salvación
a quienes murieron sin escuchar el evangelio, sustentan esta creencia con textos
como 1 Corintios 15:29.
2. El sellamiento matrimonial: Da lugar a la poligamia en la eternidad, aunque
su mismo fundador Joseph Smith fue polígamo (27 esposas), según ellos, el
“principio” para esta creencia está en Mateo 16:19; y 3. El rechazo de la doctrina
bíblica de la justificación por la fe solamente, y su reemplazo por la creencia de la
salvación por obras, tal como lo afirma su creencia número 3.5
La SUD tiene sus propias características, que lo hace muy distintas, esto por algu-
nas razones: 1) por sus fuentes históricas indemostrables, 2) por sus doctrinas que
se alejan de la Biblia, 3) por sus propias enseñanzas que se contradicen entre ellas
mismas, y 4) por su perentorio afán de sostener que la Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días es la única confesión que tiene la verdad.6
4
https://noticias.laiglesiadejesucristo.org/datos-y-estadísticas. Consultado el 14 de noviembre del 2023.
5
Douglas V. Pond, Un vistazo al mormonismo (Buenos Aires: ACES, 1974).
6
Daniel Scarone, Credos contemporáneos, 253.
171
1. Estilo de vida: Dado que la SUD tiene principios de temperancia sólidamente
establecidos, y además se esfuerzan por difundirlos, podría ser una buena forma
de entrar en diálogo con ellos, y poder estudiar las bases bíblicas para lo mismo.
2. Valor del matrimonio: Dado que vivimos en una sociedad moralmente en de-
cadencia, y más en el aspecto matrimonial, ver que ellos cuidan mucho la unidad
familiar, sería otra área por la cual podemos entrar en diálogo.
3. Vida cristiana de obediencia: Más que en épocas pasadas, en nuestra socie-
dad contemporánea hay un creciente rechazo generalizado a obedecer las leyes
en todos los niveles, y es digno de admirar el énfasis que le ponen en llevar a la
práctica sus convicciones.
172
173
174
175
n esta experiencia fascinante de compartir nuestra fe dando estudios bíblicos
E con aquellos que no estén familiarizados con las enseñanzas adventistas, siem-
pre surgirá un desafío: responder a las objeciones que pueden surgir natural-
mente durante el desarrollo de los diferentes temas a tratar, mientras vamos desa-
rrollando los estudios bíblicos. En este escenario, el instructor bíblico se convierte en
un guía, navegando por las rutas de la comprensión mutua y el diálogo respetuoso.
Capacitar a los instructores bíblicos del Proyecto 100 para abordar efectivamente las
objeciones1 que puedan surgir durante el estudio bíblico, a las personas no adventis-
tas, transformando cada objeción en una oportunidad para cultivar la comprensión
mutua, pero siempre guiándolos hacia la verdad fundamental de las Sagradas Es-
crituras. Buscamos equipar a los instructores con algunas herramientas necesarias
para sortear obstáculos con sabiduría y avanzar hacia la meta de llevar a las perso-
nas a aceptar la verdad tal cual es en la Biblia y a Jesucristo a través del bautismo.
Lee detenidamente
“Manzana de oro con figuras de plata, es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11)
(RV1960).
“Con paciencia se convence al gobernante. ¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!” (Pro-
verbios 25:15) (NVI).
1
Anthony Weston. Las Claves de la Argumentación. 11va Edición (Barcelona: Editorial Ariel, 2006). 1-153.
176
I. IMPORTANCIA DE ABORDAR LAS OBJECIONES DE MANERA EFECTIVA
Abordar las objeciones de manera efectiva durante los estudios bíblicos no solo es
esencial para la aceptación de la verdad bíblica, sino también para fomentar un am-
biente de diálogo respetuoso pero persuasivo a la vez2.
La efectividad en la respuesta a objeciones permite a los instructores bíblicos tras-
cender potenciales obstáculos, transformándolos en oportunidades para llevar a sus
estudiantes de la Biblia a tomar la decisión de abrazar la verdad tal cual es presenta-
da y por ende decidir por Jesucristo.
2
En el desarrollo de los estudios bíblicos siempre encontraremos situaciones y temas que incluirán conver-
saciones difíciles que debemos abordar pues la intención es ayudar a nuestros estudiantes a comprender y
aceptar la verdad bíblica. Ver Enrique Sacanell. ¿Cómo se lo digo? El arte de las conversaciones difíciles. El
impulso de cambios efectivos a través del diálogo. 8va. Edición (Barcelona: Libros de Cabecera, 2020) 1-228.
177
Nuestro propósito es abordar estas objeciones con respuestas asertivas y contex-
tualizadas, guiados por la riqueza de la Palabra, buscando no solo ofrecer claridad,
sino también fomentar un diálogo constructivo y enriquecedor.
3
Muchas de las respuestas a las objeciones que compartiremos a continuación son una muy breve síntesis
de la lectura selecta y estudio de los temas tratados en el libro de las 28 creencias fundamentales de los
Adventistas del Séptimo Día, donde se amplían mucho más cada una de las creencias fundamentales de la
Iglesia, les recomendamos ver Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Marcos G. Blanco, Dir. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Una exposición bíblica de
las doctrinas fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2018), 1-533.
178
Respuesta: La preservación de la Palabra se asegura al afirmar que la hierba
se seca, la flor se marchita, pero la Palabra de nuestro Dios permanece para
siempre (Isaías 40:8). Aunque haya escepticismo, la Biblia afirma que cada
palabra de Dios es pura y que Él la guarda (Proverbios 30:5, Salmo 12:6-7),
garantizando su integridad a lo largo de la historia.
179
Aunque algunos argumenten que es una innovación posterior, la eviden-
cia bíblica respalda la comprensión trinitaria desde los primeros días del
cristianismo, y aunque la palabra trinidad no está en la Biblia, el concepto
de trinidad está en las Escrituras.
180
• Objeción: “El arrepentimiento parece ser un requisito duro. ¿No es
más simple confiar en la misericordia de Dios sin cambiar nuestra
conducta?”.
• Objeción: “Si Dios es amoroso, ¿por qué permitiría la existencia del pe-
cado y el sufrimiento en el mundo?”.
181
Respuesta: Aunque pueda parecer contradictorio, la Biblia presenta que
el amor de Dios coexiste con el libre albedrío humano (Deuteronomio
30:19). El pecado y el sufrimiento son resultado de las decisiones huma-
nas, pero Dios provee redención a través de Jesucristo. El amor divino
se manifiesta en el ofrecimiento de solución y consuelo ante las conse-
cuencias del pecado.
• Objeción: “¿No es injusto que las personas sufran por el pecado de
Adán y Eva? ¿Por qué cargar a toda la humanidad con esa responsabi-
lidad?”.
Respuesta: La Biblia enseña que Dios tiene un plan redentor que incluye
la restauración final de todas las cosas (Apocalipsis 21:4). El sufrimiento
y la muerte persisten temporalmente debido al libre albedrío humano y el
conflicto cósmico. La paciencia divina busca la reconciliación y la opor-
tunidad para que más personas encuentren la redención en Cristo.
182
• Objeción: “¿Por qué la creencia en la vida después de la muerte se basa
en la fe y en experiencias concretas de personas que dicen haber tenido
contacto con alguna persona fallecida?”.
183
Respuesta: Aunque la idea de un juicio inmediato pueda parecer lógica,
la Biblia enseña que la recompensa y el castigo se otorgan en el evento
de la segunda venida y la resurrección (1 Corintios 15:51-52, Apocalipsis
22:12). La lógica divina establece un orden, aunque previamente al jui-
cio final estamos en un juicio investigador, que explicaremos con detalle
más adelante (Apo. 14:6).
• Objeción: “La ley fue abolida con la venida de Cristo, ¿por qué seguir
observando los diez mandamientos?”.
• Objeción: “La gracia nos libera de la ley, ¿por qué entonces sentirnos
obligados a cumplir los diez mandamientos?”.
184
Respuesta: La observancia del sábado es un recordatorio del descanso
en la creación y la redención (Éxodo 20:8-11, Hebreos 4:9-10). Jesús
enseñó que el sábado fue hecho para beneficio del ser humano (Marcos
2:27-28). Observar el sábado es una expresión de confianza y obediencia
a Dios en nuestra relación con Él.
• Objeción: “La libertad en Cristo nos libera de las restricciones del sába-
do. ¿Por qué insistir en un día específico?”.
185
• Objeción: “¿No es exclusiva la enseñanza adventista sobre el sábado?
¿Por qué deberíamos adoptarla?”.
186
187
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría” (Proverbios 15:1-2).
188
breos 8:1-2). Su obra no se limita a la cruz; también intercede por noso-
tros ante el Padre, asegurando la aplicación de su sacrificio a nuestras
vidas diarias.
189
Respuesta: No es arrogancia, sino una comprensión bíblica de las pro-
fecías. La Biblia anticipa eventos específicos que señalan el fin de los
tiempos (Mateo 24, 2 Timoteo 3:1-5). La conciencia de los últimos días
no debe generar miedo, sino motivar a una mayor fidelidad y preparación
espiritual para encontrarnos con Cristo y llevar el mensaje de esperanza
al mundo entero (Lucas 21:28).
190
de las Escrituras. El remanente no implica superioridad, sino una respon-
sabilidad específica en la proclamación del mensaje de los tres ángeles
y la preparación para la segunda venida de Cristo (Apocalipsis 14:6-12).
La historia y tradición no deben eclipsar la fidelidad a la verdad bíblica
y el llamado de aceptar la verdad tal cual es en las Sagradas Escrituras.
191
Objeciones y respuestas sobre el Espíritu de Profecía en la persona de Elena
de White
• Objeción: “¿No es suficiente tener la Biblia como guía? ¿Por qué nece-
sitar las visiones de Elena de White?”.
192
Respuesta: La centralidad de Cristo es fundamental en la teología bíblica.
Los escritos de Elena de White apuntan a exaltar a Cristo y aclarar ver-
dades bíblicas para fortalecer la relación con Él. Su propósito es dirigir la
atención hacia Jesús y motivar a una vida más cercana a los principios
del evangelio, enfatizando la obra redentora de Cristo y el estudio profun-
do de las Sagradas Escrituras (Juan 5:39; Juan 14:6).
• Objeción: “¿No es la enseñanza del diezmo más propia del Antiguo Tes-
tamento y, por lo tanto, no aplicable hoy?”.
193
• Objeción: “¿No deberíamos enfocarnos en las necesidades prácticas y
sociales en lugar de destinar recursos a la iglesia?”.
194
Biblia presenta el bautismo como un acto de identificación con la muerte
y resurrección de Jesús (Colosenses 2:12). No es una obra propia, sino
una respuesta a la obra de Cristo.
195
Respuesta: El bautismo como requisito para la membresía refleja la im-
portancia bíblica de la identificación con la comunidad de creyentes del
pueblo de Dios en el mundo entero. La Biblia muestra que aquellos que
creían eran bautizados y añadidos a la iglesia oficialmente (Hechos 2:41).
• Objeción: “¿Un familiar mío murió sin bautizase y sin Cristo, puedo bau-
tizarme por él según el bautismo por los muertos narrado en 1 Corintios
15:29?”.
196
Recursos adicionales
Hágase de una buena biblioteca1 en formato virtual o físico, que contenga una buena
cantidad de libros del Espíritu de Profecía2, de concordancias3 y comentarios bíbli-
cos4, de diccionarios y enciclopedias bíblicas, de otros buenos libros denominacio-
nales de contenido bíblico y espiritual, y libros sobre el arte de la argumentación, que
le sirvan como base para ampliar más sus conocimientos y sea un instructor bíblico
mejor preparado del Proyecto 100, quien responda con más eficacia al llamado de
llevar muchas personas a Cristo a través de los estudios bíblicos y el bautismo. Que
el Espíritu Santo lo use poderosamente.
1
George W. Reid, Raoul Federen, Dir. Aldo Orrego. Dir. Editorial. Tratado de Teología Adventista del Séptimo
Día. (Buenos Aires: ACES, 2009) 1-1168.
2
Puede disponer en línea de la totalidad de libros del Espíritu de Profecía, publicados por el Centro White,
de manera gratuita por la página web: https://m.egwwritings.org/es (consultado en línea el 25 de noviembre
de 2023), además encontrará en la misma página una variedad de otras referencias bibliográficas denomina-
cionales como los escritos de Elena de White en todos los idiomas disponibles, biblias, y todos los escritos
de los pioneros adventistas.
3
Si desea encontrar palabras claves en las Escrituras, puede recurrir a esta página web de concordancia
bíblica exhaustiva de la biblia de la edición Reina Valera de 1960, ver página web: http://miconcordancia.com/
(consultado en línea el 26 de noviembre de 2023).
4
En esta página web tiene la totalidad de los comentarios bíblicos para ser descargados en formato PDF,
de manera gratuita en la siguiente página web: https://advenz.com/comentario-biblico-adventista-en-pdf/
(Consultado en línea el 26 de noviembre de 2023).
197
3. Análisis de casos de estudio reales
Proporcionar a los instructores bíblicos casos de estudio reales en los que se
hayan enfrentado a objeciones durante estudios bíblicos previos. Analizar es-
tos casos brinda la oportunidad de aprender de experiencias pasadas y adap-
tar estrategias y respuestas exitosas a situaciones similares en el futuro.
4. Creación de recursos de respuestas
Dividir a los participantes en equipos y asignar a cada equipo una objeción
específica relacionada con el tema de estudio asignado. Cada equipo debe-
rá crear un recurso (ya sea un manuscrito, una presentación en papelote, o
en PowerPoint) que contenga respuestas efectivas y fundamentadas para esa
objeción. Esto fomentará la creatividad y la investigación más profunda sobre
el tema.
198
199
lguien dijo que ilustrar un sermón o un estudio bíblico es como iluminar o cla-
A rificar algo. Jay Adams dice que “las ilustraciones son como la sangre de un
sermón”1 y podríamos decir también que las de un estudio bíblico tienen como
fin hacer comprensible el tema para luego tomar decisiones.
5. Ayudan a recodar con facilidad el mensaje. Las personas suelen recordar mejor las
ideas cuando se presentan con ejemplos vívidos o relatos impactantes. Estas
imágenes mentales persistentes ayudan a que el mensaje perdure en la mente
de los oyentes.
6. Ayudan a estimular las emociones. Los seres humanos somos seres racionales,
pero también emocionales. Es importante que el mensaje apele a la razón, pero
también al corazón; y las ilustraciones ayudan a estimular las emociones para
tomar decisiones.
1
Jay Adams, Essays on Biblical Preaching (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing Haouse, 1983), 55.
2
Bryan Campbell, Using Illustrations to Preach with Power (Grand Rapids, MI.: Zondervan Publishing House,
1992), 18, 19.
3
Oscar Hernández, Con la Biblia en mis manos: elocuencia e interés en sermones, temas y discursos (Miami,
FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2000), 148.
200
CARACTERÍSTICAS DE LAS ILUSTRACIONES
Enrique Chaij dice: “La correcta ilustración puede agitar el buen humor, como tam-
bién arrancar lágrimas del corazón. Pero de manera especial, facilitará la toma de
decisiones trascendentes”.4 Aquí presentamos algunas características de una buena
ilustración:
1. Una ilustración debe ser clara y fácil de entender. Cuando una ilustración necesita
explicación, falló en su objetivo. No debe ser complicada ni confusa. Debería
transmitir el mensaje de manera directa y precisa, evitando ambigüedades que
puedan distraer o distorsionar la enseñanza principal.
2. Las ilustraciones deben ir acorde con el tema. Deben estar estrechamente relaciona-
das con el mensaje que se quiere transmitir para que refuercen y aclaren el tema
en lugar de desviar la atención o confundir al estudiante de la Biblia.
TIPOS DE ILUSTRACIONES
1. Anécdotas o testimonios personales. Son relatos de experiencias personales del
instructor bíblico o de otras personas conocidas por el oyente. Estas anécdotas
pueden proporcionar ejemplos tangibles de cómo se vivió o se aplicó el tema que
está enseñando. Esto es poderoso, porque permite transmitir algo que el instruc-
tor bíblico ha vivido o experimentado.
4
Enrique Chaij, 1500 ventanas de la vida: ejemplos, relatos y anécdotas de la historia, de la naturaleza y de
la vida diaria (Buenos Aires: ACES, 2016).
201
RECOMENDACIONES RESPECTO AL USO DE ILUSTRACIONES
1. La ilustración debe ser breve y al punto. “Las ilustraciones irrelevantes y largas des-
truyen la concentración antes que fomentarla”.5
4. Las ilustraciones deben dirigirnos a Dios y no al instructor bíblico. Debemos evitar ilus-
traciones que atraigan demasiado la atención al predicador. El objetivo de las
ilustraciones es dirigir a las personas a Dios.
5. Las ilustraciones deben ser creíbles. Hay muchos libros de ilustraciones, pero mu-
chas de ellas no son ciertas, y a veces carecen de respaldo histórico. Es mejor
recurrir a fuentes confiables para tener información confiable. No se debe adulte-
rar las ilustraciones, aunque se tenga las mejores intenciones.
5
Oscar Hernández, Con la Biblia en mis manos: elocuencia e interés en sermones, temas y discursos, 157.
202
4. Periódicos o revistas. La buena lectura de periódicos y revistas pueden ayudar
a obtener un caudal de información para el instructor bíblico. La buena lectura
aumenta la cultura individual, acrecienta la madurez intelectual y mejora la capa-
cidad del predicador.6
5. Libros de biografías. Muchos libros biográficos de personajes históricos impor-
tantes pueden ser otra fuente para tener ilustraciones.
6
Ibid.
203
204
“Hay almas en toda congregación que están dudando, que están casi persuadidas
a ser completamente para Dios. La decisión se hace para el tiempo y por la eternidad”.1
lgunas personas pueden estar escuchando su último sermón y otras nunca más
“En todo sermón debiera efectuarse fervorosos llamamientos a los oyentes para que aban-
donen sus pecados y se vuelvan a Cristo”.3
1. El Espíritu Santo. “Sin la presencia del Espíritu Santo ningún corazón será
tocado; ni un solo pecador será conquistado para Cristo”.4
Somos usados por Dios como canales para conducir el alma hacia la verdad,
pero el Espíritu Santo es el agente que convence al oyente para aceptar a Cristo
como su Salvador personal.
2. El evangelista. “El evangelista no puede realizar la obra del Espíritu Santo; no-
sotros somos simplemente los conductos mediante los cuales trabaja el Señor”.5
La obra del evangelista es predicar y llamar a las personas a tomar la decisión de
aceptar el llamado de Jesús.
3. El oyente:
Los oyentes que ya decidieron.
Los oyentes que están indecisos.
Y los oyentes que decidirán.
1
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 1987), 4:447.
2
Ibid., 4:394.
3
Ibid., 4:396.
4
Elena G. de White, Testimonios Selectos (Buenos Aires: ACES, 2013), 3:212.
5
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2014), 331.
6
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 1987), 1:646.
205
3. Procure que los oyentes aprendan a aceptar y amar a Cristo.
4. Obtenga decisiones progresivas.
5. Cuente testimonios de victorias obtenidas.
6. Haga llamados personales y directos.
7. Pregunte si ellos creen: “¿Usted cree que Cristo tiene poder para cambiar su
vida? Los que creen levanten su mano, pónganse de pie”. Invite a pasar al frente,
pida a un amigo que lo acompañe.
• (2 Reyes 5:13-14) Si Dios te pide hacer algo difícil, ¿no lo harías? ¿Cuánto más
te ha dicho: ‘Lávate y serás limpio’?
• (Salmo 40:2) ¿Usted cree que Dios pueda sacarlo del pozo de la desespera-
ción?
• (Isaías 1:18) ¿Quisiera usted ser limpiado de su vida pecaminosa? Dios desea
hacerlo como blanca lana.
• (Isaías 43:25) ¿Cree usted que Dios borra todos sus pecados?
• (Miqueas 7:18-19) ¿Usted quisiera que Dios lo perdone y olvide sus pecados?
• (Mateo 7:13-14) Hay solo dos caminos, el ancho y el angosto, ¿cuál de los dos
caminos escogería usted?
• (Juan 3:5) ¿Usted desea nacer del agua y del Espíritu para entrar al reino de
los cielos?
206
• (Juan 14:27) ¿Quisiera tener paz en su alma?
• (Hechos 2:28) (Marcos 16:16) ¿Usted quisiera recibir estas tres grandes ben-
diciones en su vida? El perdón de sus pecados, el don del Espíritu Santo y la
salvación en Jesús.
• (Hechos 16:30-33) ...Y sacándolos, les dijo: ‘Señores, ¿qué debo hacer para
ser salvo?’. Ellos dijeron: ‘Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu
casa’.
• (Hebreos 10:22) ¿Desearía usted que Dios purifique su corazón de mala con-
ciencia?
• (1 Juan 1:9) ¿Usted quisiera que Dios perdone todos sus pecados y lo limpie
de toda maldad?
CONCLUSIÓN
Apreciado hermano instructor bíblico, que el Espíritu de Dios te utilice poderosamen-
te a tomar decisiones para los estudiantes de la Biblia, para ello requieres mucha
consagración y dependencia del Espíritu Santo. Que estas citas de las Sagradas
Escrituras puedan ser de ayuda en la ganancia de almas.
“No debes esperar a sentirte segura en todas las preguntas para bautizarte. Toda la
luz que tú recibas a partir de las Sagradas Escrituras requiere que la lleves a cabo.
Todavía obtendrás mayor luz, y entonces será tu deber llevar a cabo lo que recibas”.7
“Algunos se han atrasado, esperando que Dios remueva todas las dificultades y lo
haga todo a su manera. Pero tú puedes ser bautizado en la fe de Cristo y en su pro-
mesa. Sin embargo, debes estar dispuesta a recibir toda la luz que pueda ser dada.
Tienes que andar en toda la luz que el Señor te ha enviado”.8
7
Ibid., 1:162.
8
Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 1987), 2:264.
207
¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!
208
209
“Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales,
hay un lugar designado en la tierra donde tenemos que trabajar para Dios”.1
Elena de White declara: “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer
trabajo. Sea tu oración: Tómame, ¡oh, Señor!, como enteramente tuyo. Pongo todos
mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra
hecha en ti. Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día.
Somete todos tus planes a él para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo
indicase su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios”.2
En otras palabras, necesitamos ser arrebatados por una pasión por Cristo y un deseo
ardiente de llevar a otros ante él, en vez de entusiasmarnos con planes o métodos. Es
nuestro deber adorarlo a la vez que testificamos de él.
210
Los testigos de Cristo han sufrido cárcel, tormento y la misma muerte antes de
quebrantar los mandamientos de Dios.3
“La convicción inspirada de que tenían el mensaje correcto y que Dios estaba
del lado de ellos, capacitó a los discípulos para trastornar el mundo de su tiem-
po. Bajo el poder y la influencia del bautismo del Espíritu Santo, miles se convir-
tieron y se bautizaron. La valentía y efectividad del testimonio de los apóstoles
surgía de haber recibido al Espíritu Santo. La condición laodiceana en muchas
de nuestras iglesias, nuestra indiferencia a las apelaciones misioneras urgentes
y la falta de motivación para participar en los esfuerzos por ganar personas
indica que nos falta algo importante en nuestras vidas. Si solo estuviéramos
vitalizados por el Espíritu Santo, habría cien misioneros donde ahora hay uno”.4
Los adventistas del séptimo día no deberíamos depreciar los milagros. Sin em-
bargo, Elena G. de White nos advirtió que no debemos considerar los milagros
como la característica de nuestro ministerio, porque quien haga de la operación
de milagros la prueba de su fe, encontrará que Satanás puede, mediante una
variedad de engaños, realizar que pasarán por milagros genuinos.7
3
Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles (Buenos Aires: ACES, 2014), 68.
4
Elena G de White, Consejo sobre la salud (Buenos Aires: ACES, 2009), 507.
5
Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro (Buenos Aires: ACES, 2013), 92.
6
Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: ACES, 2015), 670.
7
Elena G. de White, Mensajes selectos (Buenos Aires: ACES, 2015), T2. 62.
211
RESULTADO DEL TESTIMONIO PERSONAL
El testimonio nos ayuda a entender que en algunas ocasiones debemos esperar más
de lo que deseamos, a fin de ver los resultados de nuestra labor de testificación.
Un ejemplo claro es en el día del Pentecostés, algunos se burlaron y decían que los
discípulos estaban borrachos (Hch. 2:13). A nadie le agrada que alguien se ría, Pedro
se puso de pie y presentó su poderoso testimonio de lo que había sucedido recien-
temente, ese día se añadieron como tres mil personas (Hch. 2:41).
Recuerdo que mi hija Cesia me lanzó un reto: “¿Crees que estoy preparada para
el bautismo?”. En sí, me estaba diciendo: “Estoy lista papá”. Después de bauti-
zar a nuestra hija, le dije a mi esposa: “Creo que el testimonio no es un fracaso
es una bendición que solo hablemos de Cristo”.
Podriamos decir que para tener un testimonio poderoso, tendríamos cuatro ele-
mentos.
• Mi vida antes de que me entregara a Cristo.
• Cómo me convertí.
• Lo que Jesús representa hoy en mi vida.
8
El conflicto de siglos, 597.
9
Carlos Martín, La ciencia de ganar almas (Buenos Aires, Argentina, 2012), 96.
212
• Un texto apropiado que se relacione con un testimonio y que representa una
hermosa promesa.
10
Ibid.
213
214
as campañas de evangelismo representan un gran desafío por varias razones, el
Hace algún tiempo prediqué en un coliseo con capacidad para cinco mil personas,
de las cuales, aproximadamente trescientas no eran adventistas. ¿Qué pasó? Puedo
imaginar levantando tu mano para dar una respuesta: “Es que el predicador no era
famoso”. Imagino a un joven hablando: “Faltó publicidad en afiches, radio, televisión,
y hasta en redes sociales”. También puedo imaginar a una dama diciendo: “Es que la
gente no tiene tiempo y mucho menos en un día de semana”. Bueno, las respuestas
a la pregunta pueden ser muchas más y podrían abarcar desde el clima, hasta la
ubicación del lugar.
¿Cómo puedo hacer para que mis amigos, vecinos y familiares asistan a las campa-
ñas de evangelismo? Y es que las caravanas, semanas, días o impactos de evange-
lismo están dedicadas a los amigos, vecinos y familiares.
Sí, es bueno que la hermandad asista a las campañas, pero no son nuestro público
objetivo.
215
personal a nuestros amigos, vecinos y familiares. En ellos sí hay compromiso y no
desecharían tu invitación como lo harían con un volante en la calle.
3. “La gente no tiene tiempo”. La gente tiene tiempo para lo que quiere. Si no
quieren asistir a tu campaña, aunque tengan tiempo, no irán simplemente porque
no quieren. Claro, si hacemos una invitación personal, un día antes o incluso una
semana antes, creo que una persona seria hasta podría ofenderse. Una invita-
ción a “última hora” no puede ser tomada como seria y algo importante. Si hay
planificación y anticipación, así como una invitación adecuada, ten por seguro
que existe una alta probabilidad de que tus invitados asistan a la campaña de
evangelismo.
A continuación, cinco pasos para hacer una invitación adecuada, teniendo como
modelo una boda o matrimonio, donde existen ingredientes que hacen que la invita-
ción sea oportuna, en el que no hay famosos, ni publicidad millonaria y los invitados
asisten en su gran mayoría.
PASO 1: ORAR
216
rá porque ya te dijo que ese día tiene “libre”. Felicítalo. Y dile que será una noche [o
día] especial y que desde ya estarás orando.
CONCLUSIÓN
En la experiencia de los que han aplicado este plan, y que no son pocos, de los 30
posibles invitados por quienes oraron, en el segundo paso, por lo menos 5 no acep-
taron la invitación. Luego, en el paso de confirmación, otros 5 no confirmaron, y un
día antes en el recordatorio, 5 más desistieron. El día que los recojas, por la gracia de
Dios llevarás a unos 10 o 15 invitados a tu campaña. Por eso se llama 1x15.
Elena G. de White escribió: “Dios desea hacer grandes cosas por nosotros. Nuestra parte con-
siste en orar y creer. Velad en oración. Velad, y cooperad con el Dios que oye la oración. Recordad
que “somos colaboradores de Dios”. Hablad y obrad de acuerdo con vuestras oraciones. Significará
para vosotros una infinita diferencia el que la prueba demuestre que vuestra fe es genuina, o revele
que vuestras oraciones son solo una forma”.1
1
Elena G. de White, La oración (Buenos Aires: ACES, 2013), 54.
217
Vamos a orar, pero vamos a hacer nuestra parte también. Trabajemos con anticipa-
ción y sabiduría, apliquemos los pasos adecuadamente y veremos auditorios, plazas,
coliseos, templos y casas con muchos invitados porque Dios nos usó grandemente.
Si el enemigo es astuto para impedir que la gente vaya a Jesús, nosotros debemos
ser más astutos (Mat. 10:16) y más sabios, pues “el que gana almas es sabio” (Prv.
11:30). Nosotros somos colaboradores de Cristo, nada más y nada menos.
218
219
n joven evangelista deseaba mucho aprender acerca de cómo obtener el éxito
U en llevar personas a tomar una decisión por Cristo. Le preguntó al gran y expe-
rimentado evangelista Robert Boothby, cómo él conseguía tantas decisiones
en su ministerio. El Pr. Boothby respondió: “Usted no espera tener decisiones toda
vez que predica, ¿no es así?”.
“¡Oh, no!”, respondió el joven evangelista. “No todas las veces, pero espero que
suceda de vez en cuando”.
Este principio se aplica a los estudios bíblicos de la misma manera que los sermones
evangelísticos. Las mayores decisiones de la vida son normalmente tomadas en for-
ma gradual. Somos lo que somos hoy en virtud de las decisiones o elecciones que
hicimos a lo largo de nuestra vida. Algunas de estas decisiones fueron grandes, otras
pequeñas. La suma de todas ellas determinó la dirección de nuestra vida.
I. INFORMACIÓN
Todas las decisiones están basadas en la información adecuada. Antes de tomar una
decisión relacionada a las verdades bíblicas, la persona debe estar convencida de
estas verdades.
“Una única frase de las Escrituras es de mucho más valor que diez mil ideas y argumentos huma-
nos”.1
“Sed muy cuidadosos acerca de cómo manejáis la Palabra, porque esa Palabra ha de inducir a la
gente a hacer su decisión. Dejad que la Palabra sea la que corte, y no vuestras palabras”.2 (Obreros
evangélicos, p. 211).
Según Jesús, ¿qué es lo que nos libera para tomar decisiones sabias? Y cono-
ceréis la verdad, y la verdad os libertará (Juan 8:32).
1
Elena G. de White, Testimonios selectos (Buenos Aires: ACES, 2013), 7:71.
2
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 1987), 211.
220
II. CONVICCIÓN
La convicción es un paso importante en la toma de decisiones. Una vez que la per-
sona tenga las informaciones adecuadas, también tendrá el sentido de lo que es
correcto y de lo que debe hacer.
“Cuando las personas que están bajo la convicción no son inducidas a hacer una decisión en la
primera oportunidad posible, hay peligro de que la convicción se desvanezca gradualmente”.3 (Evan-
gelismo, p. 220).
Felix volvió atrás en sus convicciones. Dudó, postergó. Y nunca más respondió al
llamado de Cristo.
III. DESEO
El deseo es el sentimiento y la voluntad de actuar. Es necesario tener más que infor-
mación e incluso convicción para hacer alguna cosa. La persona también debe tener
el deseo de actuar con respecto a la información percibida.
• Aquí la mente es tocada.
• La verdad produce un deseo.
• En lo íntimo del alma la persona ya decidió.
Jesús siempre motivaba a las personas compartiendo los beneficios o tomando las
decisiones correctas.
¿Cómo respondió Jesús a la afirmación de Pedro: “He aquí, nosotros lo hemos deja-
do todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?”.
“Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa,
o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de
mí y del evangelio” (Marcos 10:29, 30).
Las personas responden al llamado cuando comprenden que el evangelio les ofrece
mucho más de lo que pueden imaginar.
3
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2013), 220.
221
IV. ACCIÓN
El cuarto paso en la toma de decisiones es la acción. Cuando la persona tiene in-
formación adecuada, la convicción de lo que es correcto y el deseo de hacerlo, el
próximo paso lógico es la acción.
Al finalizar cada estudio de la Biblia, debemos invitar a las personas a tomar una de-
cisión acerca del tema estudiado. Durante el estudio bíblico, el Espíritu Santo está
operando en su corazón, convenciéndolas de la verdad e implantando el deseo de
seguirla.
• Haga el llamado.
• Llame a los indecisos.
• Llame al frente.
• Dé el tiempo necesario.
• Baje del púlpito, no tenga miedo y acérquese a la persona.
Existen tres factores que impiden que las personas tomen una decisión completa al
llamado:
FACTOR 2: Las personas tienden a postergar los cambios que las hacen sentir in-
cómodas.
CÓMO ACTUAR. Explicar a los oyentes el peligro de la demora. Cuanto más espe-
ramos para tomar una decisión que sabemos que debe ser tomada, menos probable
será que lo hagamos.
Ejemplo: ¿Qué desafío presentó Josué al pueblo que luchaba para tomar una deci-
sión importante? (Josué 24:15).
222
“Muchos están convencidos del pecado, y sienten su necesidad de un Salvador que
perdona el pecado; pero están meramente insatisfechos con sus objetivos y blanco,
y si no hay una aplicación resuelta de la verdad a sus corazones, si no se hablan las
palabras en el momento debido, invitándolos a la decisión ante el peso de la evi-
dencia ya presentada, los convictos siguen adelante sin identificarse con Cristo, se
desvanece la áurea oportunidad, y no se han entregado, y se apartan más y más de
la verdad, se apartan de Jesús y nunca hacen su decisión por la causa del Señor”.4
Usted jamás desista hasta que la batalla esté ganada y que el alumno esté seguro al
lado de Cristo. “Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, y del
poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa”.5
LLAMADO A LA DECISIÓN
• Presente los beneficios que obtendrá al tomar la decisión más importante de
su vida.
• Estimado amigo, Carlos: ¿Quisiera usted recibir tres grandes y hermosas ben-
diciones para su vida? El perdón de sus pecados, el don del Espíritu Santo y la
salvación en Jesús. (Hechos 2:38) (Marcos 16:16)
CONCLUSIÓN
Los cuatro pasos para tomar una decisión para el bautismo son los siguientes: infor-
mación, convicción, deseo y acción.
Nosotros como agentes de Dios debemos invitar a las personas a tomar una deci-
sión; que reconozcan que Cristo es su único Salvador personal y por ende deben ser
bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Debemos orar intensamente por los estudiantes de la Biblia y quien los convence es
obra del Espíritu Santo.
4
El evangelismo, 209.
5
Ibid., 336.
223
224
n buen día caminando Jesús con sus discípulos, el Maestro vio necesaria una
U parada especial con aspectos inusuales. Aquel mediodía sintió hambre y pidió
a los discípulos ir a comprar a la ciudad, pues Él esperaría en un paraje de Isa-
car, en la región de Samaria junto al tradicional pozo de Jacob a una mujer para una
entrevista con el propósito de discipularla.
Jesús sabía que esta mujer con aspectos especiales que la vida había marcado en su
vida vendría a sacar agua del pozo de Jacob al mediodía. Ella tenía un triste pasado
y sin saber lo que le esperaba, en su encuentro con Jesús, tenía la oportunidad de
un futuro promisorio.
225
El punto de partida del discipulado es conocer plenamente a Jesús, para ello se re-
quiere construir un puente entre el corazón del nuevo discípulo con el cielo y permitir
que Cristo camine conectando su vida con Dios.
Era importante para Jesús que la mujer llegue a conocer plenamente a Cristo y este
conocimiento vivencial y cognitivo sea un proceso de menos a más, de lo conocido a
lo desconocido y la experiencia de esta mujer se desarrolló en cuatro pasos:
El Jesús como Señor (gr. kurios), que habla sin ofender y es alguien de mucho res-
peto, que tiene autoridad sobre los demás por su carácter, que tiene fundamento
y conocimiento de las cosas, y aunque tenga mucha autoridad no puede hacer
nada en la vida del pecador por el solo hecho de tenerle en gran estima como
Señor de respeto.
226
es decir mujer ven acá con aquel que te protege, con aquel que te da seguridad,
con aquel que te da identidad. Jesús la conduce inteligentemente a descubrir la
realidad de su vida, su más gran necesidad. Ella no tenía dignidad de mujer, sus
emociones estaban quebrantadas, entonces la confronta con ella misma. Jesús
conocía su vida completamente y también tenía la solución para ayudarla.
Sin embargo, un Jesús profeta poco o nada puede hacer por un pecador. El profe-
ta cumplía la función de ayudar a descubrir su realidad, exhortaba, denunciaba el
pecado o la injusticia, lo hacía en privado o en público, tenía un lenguaje personal o
colectivo. El profeta solo llegaba a ese nivel, pues el pecador para arreglar su vida
necesitaba del sacerdote a quien llevaba su ofrenda para arreglar el pecado declara-
do por el profeta. En este sentido, ella hubiera vuelto a la ciudad proclamando que en
Jerusalén se ha levantado un nuevo profeta que no calla y que describe las verdades
encubiertas.
Felizmente Jesús insistió en ella para que descubriera en Él, no a un judío más, no un
Señor de respeto, tampoco un profeta. Pues un personaje como uno de estos, por
así decirlo, no puede hacer nada para ayudar a desarrollar un discipulado exitoso.
227
so se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos
frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado
y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Luc. 6:16-20).
No hay un calendario preciso para ver las evidencias de una vida transformada, como
tampoco hay una regla que rija la manera como Dios interviene para realizar cambios
en la vida de la persona. Es simplemente conocer más y más a Jesús en lo más
profundo del ser, y el mayor milagro es la transformación del carácter, el cambio de
intenciones, emociones, pensamientos, sentimientos. Y todo lo demás, que espera
una persona, será el resultado de la voluntad de Dios ejerciendo milagros en la vida
del discípulo. Sin embargo, en el proceso del discipulado de esta mujer, Jesús realizó
tres milagros:
Si alguno de los seis hombres, los primeros cinco y el último que vivía con ella
en ese momento hubieran tenido la capacidad de amarla en verdad, no la hubie-
ran dejado ir sola a sacar el agua en ese horario; entonces, ella hubiera sentido
la protección, la seguridad e identidad. Un “marido” es alguien que está para
atenderla y sostenerla. Por eso que la respuesta de ella es: hombre así no tengo.
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4. Jesús la ayudó a encontrar la correcta adoración. Justamente la disputa
grande entre samaritanos y judíos era el lugar de adoración. “Jesús le dijo: Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos;
porque la salvación viene de los judíos” (Juan 4:21-22).
Los samaritanos que habían perdido de vista la Palabra de Dios, creían más en
sus tradiciones, costumbres y herencia cultural. Y por otro lado los judíos habían
puesto su confianza plena en el templo de Jerusalén.
RESULTADOS MARAVILLOSOS
¿Qué hizo la mujer samaritana para demostrar que fue discipulada por Cristo? Ella
solo abrió el corazón y Dios hizo su tarea para que luego Él abra las ventanas del cielo
para bendecirla y que ahora ella haga su tarea.
Entonces una vida desarrollada en Cristo con frutos que saltan para vida eterna tiene
la capacidad de cumplir la misión sin ningún pretexto o rechazo a la orden divina:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén” (Mateo 28:19, 20).
Ahora con un corazón transformado, ordenado, con una perspectiva espiritual por
encima de lo material y sobre todo con la experiencia de haber conocido a Cristo,
ella: “… dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hom-
bre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?” (Juan 4:28, 29).
Ella fue a sacar agua y dejó su cántaro, es decir el cántaro que representa su pasado
angustioso y deprimente lo dejó en las manos de Cristo. Y en lugar de llevar el agua
del pozo a su casa; llevó el agua de vida eterna a los hombres de la ciudad.
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Su pasado, fruto de la destrucción que logró realizar Satanás, fue restaurado por
aquel que lo venció en la tumba fría y que salió para dar esperanza a quienes acep-
ten su gracia. Y allí mismo donde cayó la mujer, se levantó demostrando de manera
natural que encontró a Cristo e invitó a los hombres de manera muy interesante a
conocerlo, despertando interés cuando proclamaba a su Salvador diciendo: “¿No
será este el Cristo?”.
Pero, dos cosas son importantes, llegar a conocer a Jesús cada día más, y además
es necesario el acompañamiento a los recién bautizados a través de programas que
instruyan y motiven a mantener íntima comunión con Dios. Solo una caminata con-
secuente con Dios permitirá ver las grandes cosas que Él puede hacer en sus hijos.
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