[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
62 vistas234 páginas

Proyecto 100 Guia Practica para Instruct

Cargado por

EJesúsHuerta
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
62 vistas234 páginas

Proyecto 100 Guia Practica para Instruct

Cargado por

EJesúsHuerta
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 234

1

Título:

UNIÓN PERUANA DEL SUR

___________________________________________________________________________
Alta Dirección
Presidente: Charlles Britis
Secretario ejecutivo: Fari Choque
Tesorero: Nilton Acuña
___________________________________________________________________________
Editor:
Heyssen Cordero Maraví
___________________________________________________________________________
Diseño y Diagramación: Denise Orosco F.
Corrección de estilo: Irania Mitma

Proyecto 100. Guía práctica para instructores bíblicos. Vol. 2. 1.a ed., Lima. Editorial
Imprenta Unión, 2024.

1. Cristianismo 2. Evangelismo 3. Misión 4. Discipulado 5. Escuela Sabática


6. Biblia 7. Estudios Bíblicos

El contenido de esta publicación no podrá reproducirse total ni parcialmente por


ningún medio mecánico, fotográfico, electrónico, escáner y/o fotocopia sin la autori-
zación escrita de los editores.

Editado e impreso por la UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN en su Centro de Aplicación


Editorial Imprenta Unión km 19 Carretera Central, Ñaña, Lima, Perú

E-mail: ventas@editorialunion.com.pe

Depósito legal n.º 2024-00802

Tiraje 12 900

JOB 27825-24 UNIÓN ®

Impreso en Perú
Enero de 2024
ÍNDICE
MÓDULO I
LLAMADO A SER UN INSTRUCTOR BÍBLICO 9
1. Dar estudios bíblicos, un plan de Dios .......................................................... 10
2. Un instructor conforme al corazón de Dios ................................................... 17
3. El instructor bíblico y el estudio de la Biblia, la oración y el ayuno ............... 22
4. Enemigos del instructor bíblico ..................................................................... 28
5. Buscando interesados ................................................................................... 33
6. Trabajando de dos en dos .............................................................................. 39
7. El método de Cristo ........................................................................................ 43
8. Introducción a las Sagradas Escrituras .......................................................... 47

MÓDULO II
EL INSTRUCTOR BÍBLICO Y LAS DOCTRINAS 54
1. Historia de la IASD (1834-1844) ...................................................................... 55
2. Historia de la IASD (1844-1848) ...................................................................... 66
3. Historia de la IASD (1848-1863) ...................................................................... 82
4. Doctrinas I ....................................................................................................... 93
5. Doctrinas II ...................................................................................................... 99
6. Elena G. de White, Mujer de Visión ............................................................... 106
7. El Santuario, la clave que articula las creencias de los adventistas ............. 111
8. El Santuario, un recorrido histórico ............................................................... 117

MÓDULO III
EL INSTRUCTOR BÍBLICO Y LAS OTRAS CONFESIONES DE FE 124
1. Los católicos, apostólicos y romanos........................................................... 125
2. Asambleas de Dios ....................................................................................... 130
3. Movimiento Misionero Mundial ..................................................................... 136
4. Alianza Cristiana y Misionera ........................................................................ 143
5. Israelitas del Nuevo Pacto ............................................................................ 152
6. La Iglesia de la Diosa Madre ......................................................................... 158
7. Los testigos de Jehová ................................................................................. 165
8. Los mormones .............................................................................................. 169

MÓDULO IV
TÉCNICAS DEL INSTRUCTOR BÍBLICO 174
1. Respondiendo objeciones – Parte I .............................................................. 175
2. Respondiendo objeciones – Parte II ............................................................. 187
3. El uso de ilustraciones en la toma de decisiones ......................................... 199
4. Textos claves para sacar decisiones ............................................................ 204
5. El testimonio personal como recurso de llamado ......................................... 209
6. Cómo invitar a mis estudiantes a la campaña de evangelismo .................... 214
7. Cómo tomar decisiones para el bautismo .................................................... 219
8. Cómo lograr que mi nuevo discípulo no apostate ........................................ 224

3
Llamados a una misión
Cuando Jesús estableció la iglesia tenía
una razón, un propósito, UNA MISIÓN.
Como Cristo había cumplido Su misión, la
salvación del mundo fue alcanzada en la
cruz, por Su sacrificio, que es más que su-
ficiente para rescatar a toda la humanidad.
Luego, las buenas noticias necesitaban lle-
gar a todas las personas. Para esto, nos dio
una MISIÓN.

Así, el énfasis del cierre de los evangelios


y de la apertura del libro de los Hechos,
apuntan en una misma dirección: Un llama-
do a todos los que siguen a Cristo para que
“hagan discípulos a todas las naciones”
(Mateo 28:18-20), tomando la tarea que el
Padre entregó a Su hijo como su propia mi-
sión (Juan 20:21-23), con la seguridad de
que solamente con el poder del Santo Es-
píritu podrán ser testigos de Jesús y com-
partir con todo el mundo el mensaje de la
salvación (Lucas 24:49, Hechos 1:8).

A la luz de estos textos bíblicos, y de tantos


otros, se puede afirmar que no es la iglesia
la que tiene una misión, sino que la misión
tiene una iglesia. El Señor tiene una misión

y para ello estableció Su iglesia. Existimos por esta misión y si nos olvidamos de eso, perdemos
la razón para nuestra existencia.
En las palabras de Elena de White: “la Iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de
los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo.
Desde el principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia.
Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de
revelar su gloria. La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la
iglesia se manifestará con el tiempo, aun a “los principados y potestades en los cielos” (Efesios
3:10), el despliegue final y pleno del amor de Dios” (Hechos de los apóstoles, p. 9).

Con esta perspectiva “Dios toma a los hombres tales como son, con los elementos humanos
de su carácter, y los prepara para su servicio, si quieren ser disciplinados y aprender de él. No
son elegidos porque sean perfectos, sino a pesar de sus imperfecciones, para que mediante el

4
conocimiento y la práctica de la verdad, y por la gracia de Cristo, puedan ser transformados a
su imagen” (Deseado de Todas las Gentes, p. 261).
Esto es lo más sorprendente, que para una misión de tal magnitud, el Señor elija contar con
seres humanos limitados y frágiles para revelar al mundo Su plenitud y suficiencia, Su gloria y el
despliegue final y pleno del amor de Dios. ¡Extraordinario!

Nosotros hemos recibido este llamado, esta misión. Privilegio inaudito, responsabilidad sin me-
dida. Y más que vivir esta misión en lo personal, como ministros del evangelio, fuimos llamados
a liderar un movimiento misionero. Como evangelistas preparamos y capacitamos un ejército
de evangelistas. Como enviados, enviamos. Como misioneros, formamos nuevos misioneros.

El plan del Señor para cumplir la misión sigue siendo el mismo. Sus promesas también. “El que
llamó a los pescadores de Galilea está llamando todavía a los hombres a su servicio. Y está
tan dispuesto a manifestar su poder por medio de nosotros como por los primeros discípulos.
Por imperfectos y pecaminosos que seamos, el Señor nos ofrece asociarnos consigo, para que
seamos aprendices de Cristo. Nos invita a ponernos bajo la instrucción divina para que unidos
con Cristo podamos realizar las obras de Dios” (Deseado de Todas las Gentes, p. 264).

Que el Señor encuentre en nosotros siervos listos para escuchar Su voz, y prontos a atender sus
órdenes. Si lo hacemos, Él va a hacer Su obra en nosotros y por medio de nosotros.

Dios los bendiga

Pr. Charlles Britis


PRESIDENTE
Unión Peruana del Sur

5
La misión se cumple cuando
se abre la Biblia
La misión que Cristo nos encomendó es,
según Mateo 28:19-20, hacer discípulos,
y esta se realiza a través de tres acciones:

1. “yendo” (πορευθέντες “poreuthentes” ) a


todas las naciones.

2. “enseñando” (διδάσκοντες “didaskon-


tes”) a todo lo que Dios ha mandado y

3. “bautizando” (βαπτίζοντες “baptizontes”)


en el nombre del Padre, del Hijo y del Espí-
ritu Santo (Mateo 28:19-20).

Todos los esfuerzos misioneros que reali-


zamos tienen ese propósito. La mensaje-
ra del Señor diría: “La Iglesia es el medio
señalado por Dios para la salvación de los
hombres. Fue organizada para servir, y su
misión es la de anunciar el Evangelio al
mundo” (HAp, 9).

No obstante, existe una preocupación real:


Hay un 90 % de la feligresía actual que per-
manece en la inacción misionera. ¡Solo el
10 % de la iglesia está compartiendo su fe!

¿Qué hacer para que más hermanos cumplan la misión? La respuesta es simple, hay que en-
señarles, ¡hay que entrenarlos!

En ese sentido necesitamos seguir trabajando en la implementación de Escuelas de Entre-


namiento de Instrumentos Bíblicos para tener por lo menos 100 instructores bíblicos en cada
distrito misionero, a esto le llamamos PROYECTO 100.
Buscamos tener más instructores bíblicos que enseñen la Biblia a sus semejantes. No hemos
inventado la pólvora. Elena G. White ya lo decía: “Cada iglesia debe ser una escuela práctica de
obreros cristianos. Sus miembros deberían aprender a dar estudios bíblicos, a dirigir y enseñar
clases en la Escuela Sabática, a auxiliar al pobre y cuidar al enfermo, y trabajar en pro de los
inconversos” (MC, 107). Y también expresó: “En toda iglesia, los miembros deben ser adiestra-
dos de tal manera que dediquen tiempo a ganar almas para Cristo” (JT 3:69). ¿Te imaginas qué

6
pasaría si solo el 50 % de la iglesia abriría su biblia con sus amigos, vecinos y familiares? ¡Pues
20 000 nuevos discípulos se convertirían en 100 000!

No es una locura, es el plan de Dios. No queremos llenar las bancas de la iglesia, queremos
llenar el cielo de más peruanos.

El material que tienes en tus manos tiene el objetivo de que seamos entrenados para el cum-
plimiento de la misión, que seamos adiestrados debidamente para abrir la Biblia con nuestros
semejantes para presentarles a Cristo vivo, a través de un estudio bíblico.

Que Dios te bendiga.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Heyssen Cordero Maraví


Ministerio Personal, Escuela Sabática, Misión Global, Evangelista y ASA
UNIÓN PERUANA DEL SUR

7
8
9
10
El plan de celebrar estudios bíblicos es una idea de origen celestial” (Elena G. de White).1

l plan de Dios para evangelizar al mundo2

E La Escritura no nos dice en detalles exactos lo que sucedió en la tierra en los


días anteriores a la ascención de Jesús. Considera cómo habrá sido la escena
cuando Jesús llegó al cielo. Diez mil veces diez mil ángeles le dieron la bienvenida. En
mi imaginación veo al poderoso ángel Gabriel que se acerca a Jesús.

—Señor —le dice—, tú sufriste mucho, muriendo por los pecados de la humanidad.
Tu muerte proporcionó vida eterna a todos los que la acepten. ¿Saben esto todos los
que están en la tierra? ¿Han escuchado todos de tu sacrificio?
—No, Gabriel, no todos lo han oído —replica el Salvador—; solo un puñado de per-
sonas en Jerusalén y Galilea saben esto.
—Bueno, Maestro —sigue Gabriel—, ¿cuál es tu plan para informar a todos de tu
gran amor?
—He comisionado a mis seguidores —responde el Maestro— para que lleven el
mensaje de salvación a todo el mundo. Les dije que lo cuenten a otros, quienes a
su vez, se lo contarán a otros, hasta que la última persona, en el rincón más alejado,
haya oído la historia.

El rostro de Gabriel se demuda. Ve lo que podría ser una falla en el plan del Maestro,
de modo que pregunta:
—Maestro, ¿qué pasaría si Pedro se cansa de contar a otros la historia de la cruz, y
se vuelve a pescar? ¿Qué pasaría si Santiago, Juan y Andrés se unen con él, y Mateo
regresa a su puesto de recolector de impuestos en Capernaúm, y todos los demás
pierden el celo y dejan de hablar de tu sacrificio? O ¿qué pasaría si estos discípulos
mueren antes que la tarea se complete, y tu iglesia se vuelva grande y cómoda, y
los corazones de tu pueblo ya no ardan para contar la increíble historia de tu amor?
¿Cuál es tu plan de emergencia? ¿Cuál es el plan B?
Hay una larga pausa, y luego se oye la voz del Señor Jesús:
—Gabriel, no tengo otro plan. No hay plan B ni C.

Por supuesto, esta escena es imaginaria, pero la lección que enseña es verdadera
para cada generación. Cristo nos ha dado la tarea, el privilegio de comunicar el evan-
gelio a la gente de este mundo. No tiene otro plan.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Entender que el plan de estudios bíblicos nace en el corazón de Dios. No se trata de
un plan humano, tampoco una estrategia que se haya originado en la mente de un
pastor, presidente o evangelista reconocido, sino que ese plan es de origen celestial.
Por lo tanto, en este desafío Dios llama a los seres humanos como instrumentos
[instructores bíblicos].

1
Elena de White, Obreros Evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2013), 200.
2
Mark A. Finley, Reavivamiento para la misión (Buenos Aires: ACES, 2013), 35.

11
Lee detenidamente la Biblia:
“35Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de
Jesús. 36Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide
que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo:
Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua,
Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hechos 8:35-38).

Si se tratara de buscar el método más fácil y rápido de evangelizar al mundo, Dios


llamaría a los ángeles.3 La sierva de Dios declara: “Dios podría haber proclamado
su verdad mediante ángeles inmaculados, pero tal no es su plan”.4 En ese sentido,
nosotros somos colaboradores de Dios en esta bendita causa de salvar personas
y llevarlos al bautismo. Y es que “la más alta de todas las ciencias es la de salvar
almas”.5 Definitivamente Dios nos llama a todos a cumplir la misión de predicar el
evangelio, porque esta es la comida de Jesús (Juan 4:34), y si no comemos vamos
a morir. Entonces, todo creyente, todo miembro de la iglesia y discípulo de Cristo es
llamado a cumplir la misión de predicar el evangelio.6

I. EVIDENCIA BÍBLICA PARA DAR ESTUDIOS BÍBLICOS


¿Qué dice la Biblia?
“Y al ver las multitudes tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la
verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies,
que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:36-38). Jesús claramente dijo que la obra de
la evangelización es abundante y los que participan de esta tarea son pocos. ¿Qué
hacer? ¡Clamar por más obreros! ¡Más instructores bíblicos! Esto es lo que dice la
Biblia en Mateo 28:19-20:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. A fin de entender la dinámica
de la misión, Jesús mismo nos dio la clave a la luz de Mateo 28:19-20, pues la misión se cumple a
través de tres verbos:7

¡Hagan discípulos! (μαθητεύσατε)


Yendo Enseñando Bautizando
πορευθέντες διδάσκοντες βαπτίζοντες
poreuthéntes didáskntes baptízontes

3
Alejandro Bullón, Todo miembro involucrado. Un llamado a servir (Buenos Aires: ACES, 2017), 5.
4
Elena G. de White, Hechos de los apóstoles (Buenos Aires: ACES, 2014), 266.
5
Elena G. de White, El ministerio de curación (Buenos Aires: ACES, 2013), 310.
6
Carlos Martín, La ciencia de ganar almas (Buenos Aires: ACES, 2012), 19.
7
Heyssen Cordero Maraví, ¡Hagan discípulos! Hacia una iglesia discipuladora (Lima, Perú: Editorial Imprenta
Unión, 2019), 12.

12
El verbo principal de la oración es “¡Hagan discípulos o discipulen!”. La pregunta
es, ¿cómo? Y el texto refiere: yendo, enseñando y bautizando. Entonces, se hace
discípulos:

(1) yendo a todas las naciones


(2) enseñando a que guarden todo lo que Jesús ha mandado
(3) bautizando en el nombre de toda la deidad.

¿Qué dice Elena G. de White?


En relación con la importancia de dar estudios bíblicos, destaca: “El plan de celebrar
estudios bíblicos es una idea de origen celestial”.8 Sigue diciendo: “Nuestra obra nos
ha sido señalada por nuestro Padre celestial. Hemos de tomar nuestra Biblia, y salir
para amonestar al mundo. Hemos de ser la mano ayudadora de Dios en la salvación
de las almas: canales por los cuales ha de fluir cotidianamente su amor hacia los que
perecen”.9 Según Elena de White, los estudios bíblicos no son un invento de un ser
humano, sino que es una idea que nació en el corazón de Dios. Del mismo modo,
la forma como podemos amonestar al mundo es enseñando la Biblia a través de un
estudio bíblico.

La mensajera del Señor añade: “Los miembros de nuestras iglesias deben hacer más
trabajo de casa en casa, dando estudios bíblicos”.10 Es decir, la misión consiste en
dar estudios bíblicos y todos somos llamados a realizar esta noble labor. La misión
se cumplirá solo cuando abramos la Biblia. Podemos tener buenas intenciones, po-
demos realizar acciones solidarias, construir buenas relaciones amicales, pero si no
abrimos la Biblia, haremos una tarea incompleta.

II. LA MISIÓN SE CUMPLE CUANDO ABRIMOS LA BIBLIA PARA ENSEÑAR


¿Cómo enseñar a guardar todo lo que Jesús mandó sin usar la Biblia?
Se hace discípulos cuando enseñamos la Biblia, la Palabra de Dios. Todos los dones,
los talentos y ministerios en la iglesia deben finalizar abriendo la Biblia, enseñando
a guardar todo lo que Jesús enseñó. La palabra “todo” indica que no es un estudio
simple, no es un sermón evangelístico o un programa de TV, tampoco es solo com-
partir un post con un mensaje de esperanza o de paz en Instragram, Facebook o
Twitter. Ni siquiera es un video en mi cuenta de Tik Tok o canal de Youtube, es más
que eso, es escudriñar la Biblia junto a una persona.

Ahora, no me malentienda y crean que estoy en contra de las redes sociales o el


evangelismo digital, no. Jamás. Sin embargo, es preciso entender que esos son los
medios, los goznes, es la “carnada” para poder “pescar” hombres, pues ese es el
llamado que Cristo nos hizo.

8
Elena de White, Obreros Evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2013), 200.
9
Elena de White, Testimonios para la Iglesia (Miami, FL: APIA, 1998) 9:150.
10
Elena de White, Joyas de los testimonios, 3:346.

13
¿Qué hacer si no tengo ganas de dar estudios bíblicos?
La misión de la iglesia es hacer discípulos. Tal como lo refiere Bill Hull, “hacer discípulos
tiene que ser algo enclavado en el corazón de la iglesia, pues el compromiso de la iglesia es producir
creyentes que lleven fruto; estos son llamados discípulos”.11 Existe, con tristeza, cristianos que
creen que dar estudios bíblicos es un “don”, y argumentan de esta manera que NO
TODOS TIENEN EL DON, y por lo tanto, si no es mi don, entonces estoy absuelto de
hacer esa tarea misionera. ¿Es esto cierto?

Pues bien, en primer lugar, dar estudios bíblicos no es un don, sino una necesidad
básica vital, tal como orar, estudiar la Biblia y congregarme. No es tema de gusto o
don, es una necesidad espiritual. Si no estudio, oro, congrego ni predico, ciertamente
voy a morir espiritualmente hablando. Por otro lado, hay quienes no gustan de usar
los diversos cursos que las asociaciones o campos preparan, tales como la “Fe de
Jesús”, entre otros, por considerarlos como poco metódicos, o muy sencillos. En
definitiva, creen que es mejor usar un estudio personal, alegando que en tiempos de
Jesús no habían cursos bíblicos. ¿Qué decirles?

Respecto a este tema, el propósito de los cursos bíblicos es de ayudarnos a enseñar


de manera sistemática, en orden y en proceso. Si yo tengo un estudio bíblico per-
sonal que tiene esas características, enhorabuena, adelante. No obstante, la idea es
abrir la Biblia, enseñar la Biblia.

CONCLUSIÓN
Philip G. Samaan,12 registra en su libro El método de Cristo una parábola ilustrativa
de John Drescher sobre un grupo que se denominaban Los Pescadores”.

Cuenta la ilustrativa parábola que los pobladores de esa región gozaban de hermo-
sos ríos y lagos llenos de peces.
Todos “los pescadores” amaban su vocación. Semana tras semana se reunían para
discutir sobre la abundancia de los peces y sobre los mejores métodos para pescar.
Periódicamente definían con cuidado qué significaba pescar, defendían la pesca
como la profesión y declaraban que pescar era, es y sería siempre la primera tarea
de los pescadores.
Continuamente buscaban nuevas y mejores técnicas para lograr renovadas defini-
ciones de pesca. Decían convencidos: “La industria pesquera existe gracias a los
pescadores, como el fuego viene a la existencia al producirse la combustión”. Les
gustaban frases como: “Pescar es la tarea de cada pescador”, “Todo pescador es
un recolector de peces”, y “Un puesto de cada pesca por cada club de pescadores”.
Patrocinaban reuniones especiales que llamaban “Campañas de pescadores” y “El
mes de la Pesca Abundante”. También patrocinaban congresos nacionales e inter-

11
Bill Hull, El pastor hacedor de discípulos (Grand Rapids, MI: Ediciones Berea, 1988), 49.
12
Philip G. Samaan, El método de Cristo para testificar. El delicado arte de relacionarse con
la gente y llegar a ella mediante el testimonio personal (Buenos Aires: ACES, 1995), 114-117.

14
nacionales para discutir acerca de pesca y de cómo promoverla. Oían disertaciones
acerca de los nuevos equipos, sonidos especiales, y cualquier nueva carnada que
fuese descubierta.
Estos pescadores construyeron grandes y hermosos edificios llamados “Sedes de
Pescadores”. La consigna era que cada uno debía ser un pescador modelo, y cada
pescador debía obtener una buena pesca. Sin embargo, había una cosa que ellos no
hacían: PESCAR.
Además de reunirse regularmente, organizaron un consejo para enviar pescadores
a otros lugares donde había muchos peces. Parecía que todos los pescadores con-
cordaban en que era necesaria una junta administrativa que pudiese desafiar a los
pescadores a que confiasen en la pesca.
Esta junta contrató personal, nombró comisiones y organizó muchas reuniones,
asambleas y seminarios para consolidar la pesca y decidir qué nuevas corrientes se
deberían considerar. Pero el personal y los miembros de las comisiones NO PESCA-
BAN.
Se edificaron grandes, elaborados y caros centros de entrenamiento donde el princi-
pal propósito era enseñar a los pescadores cómo pescar con eficacia. A lo largo de
los años se dictaron muchos cursos acerca de la necesidad de pescar, la naturaleza
de los peces, dónde encontrarlos, sus reacciones psicológicas y cómo aproximarse
a ellos para alimentarlos.
Quienes enseñaban eran doctores en “pescalogía”. Estos profesores enseñaban muy
bien a pescar… pero no pescaban. Luego de tantos años de entrenamiento se gra-
duaban como licenciados en pesca… pero nadie pescaba.
Algunos salían de su región para viajar a otros países y estudiar en prestigiosas uni-
versidades, pero después de todos sus doctorados y maestrías… seguían sin pescar.
Construyeron imprentas y publicaban manuales y libros especializados sobre la pes-
ca y sus formas. Técnicas y más técnicas… pero nadie pescaba.

Te imaginas ese pueblo de pescadores que no pescaban. ¿Se puede considerar


pescador a una persona que en el transcurso de varios años no captura un solo pez?
¿Es pescador de hombres el que no está pescando? No. No lo es. No puede haber
pescador sin pesca, ni pesca sin pescador. Seguir a Jesús y pescar con él son dos
acciones ligadas por los mismos intereses. Ambas están tan entrelazadas que no
pueden existir separadamente.13

No seamos pescadores solo de nombre, seamos pescadores porque pescamos. Los


adventistas somos llamados a ser el movimiento de la Biblia, enseñemos y levante-
mos la Biblia a nuestros amigos, vecinos y familiares.

13
Philip G. Samaan, El método de Cristo para testificar, 17.

15
DESAFÍO MISIONERO:
1. DAR ESTUDIOS BÍBLICOS ES TAREA DE TODOS. Pastores, profesores, con-
tadores, médicos, colportores, alumnos, líderes y toda la iglesia, cumplamos
el mandato “enseñando todo lo que Dios ha mandado”.
2. Motivemos a otros hermanos que aún no tienen el gozo de compartir un curso
bíblico, a hacerlo de la mejor manera e iniciar una aventura misionera de fe.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Heyssen Cordero Maraví


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
UNIÓN PERUANA DEL SUR

16
17
er un instructor bíblico conforme al corazón de Dios no significa ser calificados

S por nuestra pureza moral o perfección espiritual, sino por haber sido elegi-
dos y llamados por Dios conforme a su decisión. El rey David no fue perfecto,
hubo mejores y peores que él, pero Dios lo eligió conforme a su corazón, ya no fue
el pueblo quien lo eligió como ocurrió con su antecesor el rey Saúl. Nuestro Señor
Jesús refiriéndose a sus apóstoles dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto per-
manezca…” (Jn.15:16). Por su parte, el apóstol Pablo expresó su gratitud con estas
palabras: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me
tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio (1 Tim.1:12).

La gran comisión dada por Cristo es un desafío para sus seguidores de todos los
tiempos, tú y yo hemos sido llamados conforme al corazón de Dios para compartir
las buenas nuevas en calidad de instructores bíblicos.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Entender que existen cualidades especiales que el instructor bíblico debe poseer en
la obra sagrada de abrir la Biblia con nuestros semejantes.

Lee detenidamente la siguiente cita:


“El plan de celebrar estudios bíblicos es una idea de origen celestial… por este medio la Palabra de
Dios ha sido dada a millares; y los obreros se han puesto en contacto personal con gente de todas
las naciones y lenguas… Dios no permitirá que esta preciosa obra hecha para él quede sin recom-
pensa. Él coronará de éxito todo esfuerzo humilde hecho en su nombre”.1

La misma autora refiriéndose a una de sus visiones escribió: “…Vi a dos obreros bíblicos
sentados en el círculo de una familia. Con la Biblia abierta ante ellos, presentaron al Señor Jesucris-
to como el Salvador que perdona el pecado. Sus palabras fueron habladas con frescura y poder.
Se ofreció una fervorosa oración a Dios, y los corazones fueron enternecidos y subyugados por la
influencia dominante del Espíritu de Dios. A medida que la Palabra de Dios era explicada, vi una
luz suave y radiante que iluminaba las Escrituras y dijo suavemente: “Ve por los caminos y por los
vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.2

Aquí un consejo práctico de Elena G. de White: “Es necesario acercarse a la gente por
medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal,
se conseguirían mayores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar
a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con
los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del
poder de la oración, y del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa”. 3
Jesús fue un extraordinario instructor bíblico y a la luz de la Biblia podemos men-
cionar algunas características importantes, las mismas que nos pueden ayudar en
nuestro trabajo personal:

1
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2024), 200
2
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2013), 335.
3
Elena G. de White, Ministerio de curación (Buenos Aires: ACES, 2013), 102.

18
I. COMUNIÓN PERMANENTE
Jesús mientras estuvo en esta tierra dependió completamente del Padre celestial,
él dijo: “Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es
justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn. 5:30).
Su dependencia estuvo basada en el estudio de la Biblia y en la oración. Él afirmó
metafóricamente que no solo de pan viviría el hombre, sino también de la palabra de
Dios (Mat. 4:7, 9). Motivó a sus oyentes a escudriñar siempre las Escrituras (Jn. 5:39)
y cuando iba a la sinagoga, leía y exponía públicamente las Escrituras (Luc. 4:16).
Como maestro instructor, Jesús, no se limitó a solamente enseñar acerca de la ora-
ción, sino que con su propia vida nos dio una lección. Para estar en comunión con
su Padre, Jesús buscó lugares solitarios como el desierto (Luc. 5:16), o en el monte
(Mar. 6:46), y no tenía horarios específicos para hacerlo, muchas veces pasaba la
noche entera en oración (Luc. 6:12). Nuestro Salvador oró en diversas circunstancias
y, como lo registra el evangelio de Lucas, con mayor intensidad en los momentos de
prueba y aflicción (Luc. 22:44; Mat. 26:39).

La experiencia obtenida como fruto de la comunión con Dios y el estudio de su Pa-


labra será de gran bendición para lograr mejores resultados. Jesús dijo: “… porque
separados de mí nada podéis hacer” (Jn.15:15). Elena de White también escribió al
respecto: “Si nos humillamos ante Dios, y fuéramos bondadosos y corteses, tiernos y compasivos,
habría cien conversiones a la verdad donde ahora hay solo una”.4

No se podrá realizar un trabajo eficiente si primero no sometemos nuestras vidas bajo


su dirección y soberanía. Nadie podrá ser un buen instructor si primero no aprende
a ser un buen discípulo. La misma comunión y la misma sujeción que hubo en Cristo
debe manifestarse en cada instructor bíblico de nuestros tiempos.

II. AMOR POR LOS PERDIDOS


Jesús tuvo compasión de las multitudes que estaban como ovejas sin pastor (Mat.
9:36). Recorrió las ciudades y aldeas donde por amor sanó a los enfermos y desvali-
dos (Mat. 9:35). La mayor expresión de su amor lo demostró muriendo en la cruz (Jn.
3:16). La cruz del Calvario no solo revela el inmenso amor de Cristo por la humani-
dad, sino también revela la ingratitud del ser humano que rechazó su amor abnegado
(Jn. 1:11). Nosotros mismos como instructores bíblicos hemos sido objeto de su
amor, y gracias a ello no hemos sido consumidos (Lam. 3:22).

Debemos amar a los perdidos, amarlos como Cristo los ama. La frase “nadie se
resiste al amor” es una realidad. Las personas, más que argumentos, necesitan ser
amadas. Un bloque de hielo puede ser destruido por un golpe de martillo, pero los
trozos resultantes seguirán siendo hielo, solo el contacto con los tibios rayos del sol
los derretirá.

4
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 2014), 9:189.

19
III. PACIENCIA
Jesús, a través de diversas parábolas y acciones, nos ha enseñado la importancia
de la paciencia. En una ocasión Jesús reprendió a dos de sus discípulos que le
propusieron hacer descender fuego del cielo para consumir a los samaritanos que
rechazaron a sus mensajeros (Luc. 9:51-56). En Luc. 13:6-9 encontramos también la
parábola de la higuera estéril donde el viñador ante la implacable sentencia del due-
ño intercede por la estéril planta para darle otra oportunidad; lo mismo observamos
en la parábola del hijo pródigo cuyo padre aguarda con paciencia el retorno del hijo
derrochador para abrirle no solo la puerta, sino también sus brazos y su corazón
(Luc. 15:11-32), como aquel rey que perdonó al siervo que le debía diez mil talentos,
o como el mismo Señor Jesús que suplica desde la cruz el perdón para sus verdugos
que lo estaban injuriando (Luc. 23:34-37).

Para Jesús antes de la condenación está el perdón, antes del castigo la misericordia.
Igualmente, cada uno de nosotros hemos sido llamados para tener paciencia con
aquellos que son indiferentes o rechazan las enseñanzas de la Palabra de Dios.

IV. PERSEVERANCIA
Si hablamos de perseverancia, nadie más que Cristo pudo haber sufrido el rechazo
y la ignominia de los hombres, aun así cumplió el objetivo por el cual vino a este
mundo; las palabras “consumado es” (Jn.19:30) dichas desde la cruz son un grito de
victoria que revelan la satisfacción del deber cumplido. El doctor Lucas usa una ex-
presión que denota decisión en medio de la oposición “Jesús afirmó su rostro” (Luc.
9:51), ese temple le ayudó a mantenerse fiel a su propósito hasta el último momento.
Cuando su sudor era como gruesas gotas de sangre pidió a su padre que lo librara
pero que no se hiciese su voluntad (Luc. 22:42-44). A través de sus enseñanzas Jesús
nos reveló la importancia de la perseverancia; él dijo que ninguno que pone su mano
en el arado y sigue mirando atrás es apto para el reino de Dios (Lc. 9:62). A través de
la parábola de la viuda insistente (Luc.18:1-6) nos ilustró la necesidad de perseverar
siempre; y en la parábola de la gran cena (Luc. 14:23) nos anima a ser insistentes en
la persuasión como parte de nuestra acción en el cumplimiento de la misión.

Jesús afirmó finalmente que solo aquellos que perseveren heredarán el reino de Dios
(Mat. 24:13). La tarea de compartir la Palabra de Dios muchas veces nos desafía a
mantener el entusiasmo en medio del rechazo; por su parte, el apóstol Pablo nos
dice: “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para preservación del alma” (Heb.10:39).

V. CONOCER LAS ESCRITURAS


Desde muy tierna edad Jesús fue admirado por su conocimiento de las Escrituras.
En el libro de Lucas leemos que después de tres días de búsqueda, José y María
encontraron al niño Jesús en el templo discutiendo con los doctores de la ley (Luc.
2:46, 47). Sus enseñanzas y sus respuestas siempre estuvieron basadas en “un es-
crito está” (Mat. 4:7, 9), en un “no habéis leído”, en un “oísteis que fue dicho”. Los
discípulos que iban camino a Emaús y fueron abordados por Jesús testificaron de
las convincentes palabras de Jesús basadas en las Escrituras: “¿No ardía nuestro

20
corazón mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Luc.
24:27, 32). Asimismo, Jesús tuvo un amplio dominio de las profecías, de aquello que
ocurriría en el mundo y las cosas que ellas decían de sí mismo (Luc. 24:44). La prepa-
ración intelectual y teológica de Jesús nos desafía a profundizar el conocimiento de
su Palabra para compartirla con propiedad.

CONCLUSIÓN
Elena G. de White refiere: “Centenares y millares fueron vistos visitando las familias, y abriendo
delante de ellas la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo,
y un espíritu de genuina conversión se manifestaba. En todas partes las puertas se abrían de par
en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina. Los
verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendiciones”.5

DESAFÍO MISIONERO:
1. De las cinco cualidades que un instructor bíblico según el corazón de Dios
debe tener, ¿cuál de ellas crees que te faltan trabajar más?
2. Haz una oración personal y pídele que Dios te ayude a tener estas cualidades
en tu vida.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Juan Saldaña León


Presidente
Misión del Oriente Peruano

5
Elena G. de White, Servicio cristiano (Buenos Aires: ACES, 2013), 178.

21
22
¨Debe haber paciente estudio y meditación, y ferviente oración. Todo estudioso, al abrir las Escri-
turas, debe solicitar la iluminación del Espíritu Santo; y la promesa segura es que le será dado”
(Elena G. de White).1

l estudio de la Biblia, la oración y el ayuno constituyen pilares fundamentales

E en la vida espiritual de aquellos instructores bíblicos que buscan un mayor en-


tendimiento y conexión con Cristo, para compartir su fe con poder y autoridad
a otros. En el corazón de la vida devocional del instructor bíblico se encuentra el
estudio sistemático de la Palabra de Dios, la oración y el ayuno, puesto que tiene
la responsabilidad de interpretar y transmitir a otros las Sagradas Escrituras. Él se
convierte en un faro que guía a sus estudiantes de la Biblia, quienes buscan una
comprensión sincera de la Palabra de Dios.
A lo largo de este estudio exploraremos en detalle cada uno de estos elementos.
Juntos, nos sumergiremos en la riqueza de las Escrituras y descubriremos cómo es-
tas disciplinas espirituales pueden transformar nuestras vidas y ayudarnos a ser más
eficaces en la ganancia de más personas para Cristo.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


El propósito de este estudio es explorar las prácticas espirituales fundamentales en
la vida devocional del instructor bíblico, que son el estudio de la Biblia, la oración y
ayuno, reconociendo la importancia crucial de estas disciplinas en la vida espiritual y
misional del instructor bíblico, teniéndolas como guía para crecer en nuestra relación
con Dios, reflejar su voluntad en nuestras vidas y ser eficaces ganadores de personas
para Cristo.

Lee detenidamente la Biblia


“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí
oraba” (Mr. 1:35).

I. EL ESTUDIO DE LA BIBLIA Y SU IMPORTANCIA


El estudio diario de la Biblia se convierte en el pilar, sobre el cual se erige la vida
espiritual y misional del instructor bíblico. Este acto transcendental no solo nutre su
espiritualidad personal, sino que también capacita al instructor para guiar a otros
hacia la verdad salvadora.

Desde una perspectiva espiritual, el estudio diligente de las Escrituras se presenta


como un acto de sumisión y devoción. La Biblia se revela como la Palabra viva de
Dios, y su exploración profunda nutre la mente y el espíritu.2 Así, el instructor bíblico,
al sumergirse en el estudio, experimenta un crecimiento personal que se refleja en
una conexión más profunda con Dios.
La importancia del estudio bíblico en la vida espiritual se manifiesta en la compren-
sión de las creencias fundamentales de nuestra fe como adventistas del séptimo día.

1
Elena de White, Mensajes para los jóvenes (Buenos Aires: ACES, 2023), 183.
2
Walter Henrichsen, Entendamos. 24 principios básicos para interpretar la Biblia (Miami, FL:
Editorial Caribe, 1976), 101.
23
Al comprender las Escrituras, el instructor bíblico adquiere discernimiento para abor-
dar preguntas complejas y objeciones, enfrentar desafíos teológicos y proporcionar
respuestas sólidas a aquellos que buscan entender la verdad de Cristo, como dice el
apóstol Pedro “… santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros” (1 Pe. 3:15).

Este estudio profundo no solo enriquece la vida espiritual individual, sino que tam-
bién capacita al instructor bíblico para cumplir eficazmente su misión de dar estu-
dios bíblicos. La familiaridad con la Palabra de Dios se convierte en una herramienta
poderosa para comunicar de manera clara y convincente las verdades del evangelio
eterno. El estudio constante capacita al instructor para contextualizar las enseñanzas
bíblicas, haciendo que la verdad sea accesible y relevante para aquellos que la bus-
can. Por lo tanto, el estudio de las Escrituras no solo alimenta la espiritualidad perso-
nal, sino que también capacita al instructor bíblico para cumplir la gran comisión de
hacer discípulos, llevando a otros a conocer y seguir a Cristo.

II. LA ORACIÓN Y SU IMPORTANCIA


La oración se eleva como el diálogo directo con Dios, una conexión directa con la
fuente misma de la vida espiritual. En palabras de Elena de White “La oración es el
aliento del alma, es el secreto del poder espiritual. No puede ser sustituida por ningún
otro medio de gracia, y conservar, sin embargo, la salud del alma. La oración pone
al corazón en inmediato contacto con la Fuente de la vida, y fortalece los tendones
y músculos de la experiencia religiosa. Descuídese el ejercicio de la oración, u óre-
se espasmódicamente, de vez en cuando, según parezca propio, y se perderá la
relación con Dios. Las facultades espirituales perderán su vitalidad, la experiencia
religiosa carecerá de salud y vigor”.3

Más aún, en el contexto de la misión de dar estudios bíblicos, la oración se convierte


en el componente esencial que no solo nutre la vida del instructor bíblico, sino que
también potencia su capacidad de interceder por sus estudiantes de la Biblia efec-
tivamente.

En lugar de ser un acto rutinario, la oración se convierte en una expresión íntima de


dependencia y confianza en el Señor. Para el instructor bíblico, la oración se con-
vierte en el fundamento sobre el cual se construye una conexión profunda con Dios,
permitiendo no solo recibir dirección divina sino también abordar los desafíos misio-
neros con la certeza de que está respaldado por el Espíritu Santo, como lo expresó
el Señor Jesús “… todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá…
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lc. 11:10-13).

Cuando se aplica a la misión de dar estudios bíblicos, la oración se convierte en


una disciplina invaluable. Sirve como preparación espiritual, capacitando al instructor

3
Elena de White, La oración (Buenos Aires: ACES, 2013), 15.

24
para abordar las necesidades individuales de aquellos a quienes ministrará. A través
de la oración, el instructor busca la sabiduría divina para presentar las verdades bí-
blicas de manera clara y efectiva, reconociendo que el Espíritu Santo es el verdadero
maestro (Jn. 16:13-15).

Por tanto, la oración, se convierte en un componente dinámico en la misión de dar


estudios bíblicos. No solo fortalece la vida espiritual del instructor bíblico, sino que
también le proporciona la fortaleza necesaria para guiar a otros hacia una compren-
sión más profunda de la verdad revelada en las Escrituras. La oración no solo es un
acto indispensable en la vida devocional del instructor bíblico, sino un catapultador
poderoso que impulsa la eficacia y el impacto del ministerio del instructor bíblico.

III. EL AYUNO Y SU IMPORTANCIA


Ayunar de manera periódica, y con motivos específicos, adquiere una relevancia pro-
funda en la vida espiritual del instructor bíblico y se integra de manera significativa en
su misión de dar estudios bíblicos. El ayuno es una disciplina espiritual que va más
allá de la simple abstención de alimentos. Se convierte en un medio especial para la
conversión de la vida, para despejar la mente y el corazón, creando un espacio pro-
picio para la búsqueda de Dios y la entrega total de la vida a Cristo, como escribió el
profeta Joel “…dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios…” (Jl. 2:12-13).

Para el instructor bíblico, el ayuno se convierte en un vehículo que permite una mayor
sensibilidad a la dirección divina, y una disposición para escuchar la voz de Dios y
una entrega más completa a su voluntad y al cumplimiento de su misión. Elena de
White menciona que “Vivimos en el periodo más solemne de la historia de este mundo. La suerte
de las innumerables multitudes que pueblan la tierra está por decidirse. Tanto nuestra dicha futura
como la salvación de otras almas dependen de nuestra conducta actual. Necesitamos ser guiados
por el Espíritu de Verdad. Todo discípulo de Cristo debe preguntar seriamente: ¿Señor, ¿qué quieres
que haga? Necesitamos humillarnos ante el Señor, ayunar, orar y meditar mucho en su Palabra…No
durmáis, centinelas de Dios”.4

La importancia de ayunar radica en su capacidad para quebrantar la dependencia


de lo material y enfocar la atención en lo espiritual. A medida que el instructor bíblico
se embarca en periodos de ayuno, experimenta una renovación espiritual que tras-
ciende las limitaciones de lo físico y se sumerge en una conexión más profunda con
Cristo. Este proceso de autonegación se convierte en una expresión de entrega total
y rendición a la voluntad de Cristo y su misión.
Cuando se aplica a la misión de dar estudios bíblicos, el ayuno se convierte en un
elemento que prepara y capacita al instructor bíblico para un ministerio efectivo. Al
liberarse de las distracciones materiales y alimentos, el instructor puede dedicar un
tiempo significativo a la oración, al estudio de las Escrituras y a buscar la sabiduría
divina. Esta práctica espiritual se convierte en un acto de consagración, permitiendo

4
Elena de White, El conflicto inminente (Buenos Aires: ACES, 1987), 84.

25
al instructor bíblico presentarse ante Dios y ante los que escucharán con una claridad
espiritual renovada, siempre fresca.

Por lo tanto, ayunar, se convierte en un componente vital para una vida poderosa y
enfocada en la misión de dar estudios bíblicos. No solo fortalece la vida espiritual del
instructor bíblico, sino que también sirve como un medio para impactar en la presen-
tación de las verdades bíblicas de manera más profunda y auténtica e interceder por
sus estudiantes de la Biblia para ganarlos para Cristo.

CONCLUSIÓN
Ahondar en la función del instructor bíblico implica asumir un papel de vital impor-
tancia en la gran comisión dada a la iglesia de compartir el mensaje de Cristo con
aquellos que no lo conocen. La responsabilidad del instructor va más allá de la trans-
misión de conocimientos; este se convierte en un guía apasionado que lleva a otros
a descubrir la verdad transformadora de las Escrituras y ganarlos para Cristo como
nuevos discípulos a través del bautismo.

Mark Dever, menciona que “Dios llama a todos los cristianos a compartir las buenas nuevas.
Nuestras iglesias deben asegurarse de que conocemos las buenas nuevas, y deben cerciorarse de
que todos somos capaces de expresarlas con claridad. Y debemos trabajar en el entrenamiento
mutuo para tener la clase de vida cristiana y la clara comprensión que nos permita compartir el
evangelio. Si somos honestos, la principal razón por la que con frecuencia queremos compartir la
responsabilidad por evangelizar a otros es que no estamos seguros de cómo hacerlo”. 5

Guiar a otros en el estudio de la Biblia se convierte en una invitación apasionada a


explorar las Escrituras no como simples palabras, sino como una narrativa que revela
el amor redentor de Dios. El instructor bíblico, en este contexto, no solo comparte
información, sino que también ilumina el camino de otros con su obra hacia una rela-
ción transformadora con Jesucristo.

DESAFÍO MISIONERO:
Realicen un diálogo con tu grupo del Proyecto 100, reflexionando en el pasaje
bíblico de Juan 5:39, y hagan una lista mencionando cuáles creen que son los
factores más importantes al escudriñar las escrituras en el pasaje.

Tiempo de Oración Personal:


A partir de hoy dedica un tiempo significativo diario a la oración personal, bus-
cando una conexión más profunda con Dios y explorando cómo este acto puede
fortalecer tu vida espiritual como instructor bíblico y tu capacidad para guiar a
otros a Cristo con el poder del Espíritu Santo.

Jornada de consagración y ayuno personal:


Elige un día en esta semana, en el que te sea posible hacerlo, y experimenta una

5
Mark Dever, El Evangelio y la Evangelización Personal (México, DF: Publicaciones El Faro, 2007), 32.

26
jornada de consagración y ayuno a nivel personal, permitiéndote una renovación
espiritual y explorando cómo esta disciplina puede impactar directamente en tu
relación con Dios y en tu entrega al cumplimiento de tu misión de dar estudios
bíblicos. Aprovecha tus espacios de oración mientras ayunas para interceder por
cada uno de tus estudiantes de la Biblia y alguna otra necesidad personal y es-
piritual que tengas. Repite esta disciplina espiritual el tiempo y las veces que
consideres necesario, y ve incrementando, según tus capacidades, tus periodos
de ayuno de manera gradual.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Eudis Vásquez Cerquera


Presidente
Misión Sur Oriental del Perú

27
28
“Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame
integridad de corazón para temer tu nombre” (Salmo 86:11).

éjame contarte una ilustración: “Cierto día Miguel Angel pasó por un mercado de már-

D mol, y vio un trozo viejo, que ningún otro escultor había querido adquirir, parecía deformado
y poco prometedor, pero el artista lo miró detenidamente y con interés. Uno de sus amigos
se extrañó por esto y le preguntó por qué se interesaba tanto en algo inútil, a lo que Miguel Angel
respondió: “En este trozo de mármol veo un ángel, voy a despertarlo”. Con genial maestría
transformó aquella piedra, aparentemente sin valor, en una de las cabezas más hermosas que se
hayan esculpido”. Así mismo el Señor miró en nosotros algo especial, es posible que
pienses que otros puedan hacer el trabajo por ti, sin embargo en las manos del GRAN
ESCULTOR puedes llegar a ser un ganador de almas para el reino de los cielos. Tú y
yo hemos sido llamados para ser discípulos de Jesús y asumimos el desafío de ser
un instructor bíblico.

Ahora, es importante entender que como en toda profesión, y más aún en la “pro-
fesión” de salvar las almas, la preparación personal en todos los aspectos es muy
importante. Esto requiere mucho esfuerzo, dedicación y compromiso. El desarrollo
de un instructor bíblico debe ser integral, es decir debiera ser ESPIRITUAL, MISIO-
NAL E INTELECTUAL. En esta sección no voy a desarrollar estos tres aspectos. Sin
embargo, en este esfuerzo por aprender y crecer en nuestra experiencia como ins-
tructores vamos a tener algunos desafíos, son distractores para un instructor y que
muchas veces si no los detectamos a tiempo van a afectar de manera negativa en
nuestro desarrollo.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Por ello, es importante que seamos conscientes de que algunos elementos se con-
vierten en distracciones en nuestra preparación, los llamaremos “enemigos” del ins-
tructor bíblico. ¿Qué elementos están afectando a su rendimiento y aprendizaje? Y
esto requiere de un tiempo de análisis y valoración del día a día y de las acciones
desarrolladas.
Los distractores consisten en un desplazamiento de la atención hacia otros estímulos
diferentes a aquellos en los que estés ocupado. Es el peor enemigo de una persona
que quiere aprender y es la causa del bajo rendimiento, a pesar de que se dedique
bastante tiempo a esta tarea, ya que lo que cuenta no es el número de horas, sino la
intensidad y concentración con la que estudiamos.
En esta sección veremos dos tipos de enemigos: INTERNOS Y EXTERNOS

ENEMIGOS INTERNOS
1. Desinterés en mi vida espiritual
Todo parte desde comprender la naturaleza de la Misión, de que hemos sido
llamados por Dios para hacer terminar su obra en esta tierra, debemos tener una
convicción genuina del plan de salvación. Como dice una frase, “SIN COMUNIÓN
NO HAY MISIÓN”. Eso quiere decir que tenemos que fortalecer nuestra comunión
diaria con el Señor.
El descuido de la vida espiritual, el conformismo diario, la rutina secular, no sola-
mente nos aleja de Dios, sino también de la Misión.
29
2. Falta de motivación
Muchos psicólogos se han interesado por el estudio de la motivación, pues se
considera como el principio en la conducta del ser humano. NADIE SE MUEVE
SIN UNA MOTIVACIÓN, sin una razón para ello. Estar motivado significa llevar a
cabo las tareas diarias sin que suponga una carga pesada. Tu motivación es la
misma que motivó a Jesús a entregar su vida en favor de nosotros, la salvación
de los seres humanos. No dejes que esa motivación se apague, si te sientes
desganado por la obra misionera levántate y busca avivar esa llama de la misión.
3. Problemas personales
Todos pasamos por dificultades que son de diferentes formas. La mayoría de las
personas, por no decir todas, somos afectados por esta situación. Posiblemente,
más de uno tomó la decisión de empezar una carrera, un buen hábito, etc, pero
cuando vinieron los desafíos como que perdemos la fuerza, la motivación. Esto,
si no es bien canalizado, se volverá un enemigo para ti. Ten mucho cuidado con
el desánimo, el conformismo y con la dejadez. No olvides que en las manos del
Creador los problemas tienen solución.
4. Cansancio mental o físico
Otro de los enemigos internos es no saber capitalizar las fuerzas físicas o menta-
les. Este asunto es muy importante porque afecta de manera directa con nuestra
capacidad de aprender. El cansancio físico y mental es normal para nosotros, ya
que durante el día tienes labores que cumplir, ya sea en el trabajo, en los estudios,
en la casa, etc. Sin embargo, esto tiene que ver con la manera cómo te organizas
durante el día; no pretendas estar en óptimas condiciones para aprender y tener
tiempo para dar estudios bíblicos sin no has organizado tu tiempo y tus fuerzas.
5. Falta de voluntad para terminar lo iniciado
Este enemigo se ha tornado común en el diario vivir y de manera especial en los
proyectos misioneros que emprendemos. En cierta oportunidad un líder dijo: “Sa-
lida de caballo y parada de burro”, pero el mensaje es claro. Muchos de nosotros
hemos empezado a dar estudios bíblicos a alguna persona, fuimos motivados,
animados con el sueño que ese amigo llegue a tomar su decisión de bautizarse,
sin embargo, algo pasó en el camino que ni siquiera llegamos a la lección 5. Pare-
ce que nuestra voluntad y motivación solo duró unos días. No dejemos que esto
sea así; si empezaste algo, busca a Dios y haz tu parte para terminar el objetivo.
6. Descuido de los hábitos saludables
Existe una conexión estrecha entre nuestra capacidad de aprendizaje y los há-
bitos saludables o así también llamados estilos de vida. Algunos asuntos son
importantes aquí: las horas de descanso, nuestra alimentación, los ejercicios, etc.
Por ejemplo, el promedio de descanso es de 7 a 8 horas.

ENEMIGOS EXTERNOS
1. Falta de planificación
Hay una frase que dice: “No hay secretos para el éxito. Es el resultado de la pre-
paración, el trabajo duro y el aprendizaje del fracaso” Colin Powell. ¿Cómo saber
que me falta planificar? Hay aspectos generales, por ejemplo no tener un periodo
de tiempo para preparación. Es necesario planificar tu día, tu semana, hasta el
mes. Esto tiene que ver en dos áreas: La preparación personal que tiene que ver

30
contigo mismo, ser parte del proyecto 100 también es prepararse. Lo segundo
tiene que ver con los estudios bíblicos, es decir organizar para tener tus estudian-
tes de la Biblia y atenderlos en los días asignados.
2. No tener un lugar adecuado
Los espacios de preparación en las casas son muy importantes: escoge un lugar
especial dentro de tu casa, puede ser el cuarto de estudio, un espacio en la sala,
la mesa y la silla dentro del dormitorio, etc. Lo importante es que debe ser asig-
nado intencionalmente. No tener un espacio implica un cierto “desorden” de con-
centración. La idea sería no tener ninguna distracción en tu preparación en casa.
Recuerda que hay un libro especial que recibirás: SEMINARIO DE ENRIQUECI-
MIENTO MISIONERO (SEM). Tu biblia y tu SEM son parte de tu preparación. Es
por ello que es importante tener un lugar adecuado para tu estudio.
3. No participar del proyecto 100
Esto sería un enemigo terrible para un instructor bíblico, es necesario tener una
estructura de enseñanza de tal manera que se apoyen entre varios instructores.
Desde esa base la IASD tiene el Proyecto 100. No participar de este proyecto
traería desánimo, dejadez, desinterés y finalmente terminar como algunos, per-
diendo la motivación de servir a Dios y a su Misión.
4. Uso excesivo de los aparatos tecnológicos
Hay tiempo suficiente para organizarnos y poder dedicar horas para dar estudios
bíblicos a nuestros estudiantes. Como vimos anteriormente, si podemos plani-
ficar mejor nuestra vida, con seguridad podríamos alcanzar a los perdidos. Por
lo tanto, en ocasiones el uso excesivo de los aparatos tecnológicos puede dis-
traernos y quitarnos el tiempo que podríamos dedicar a los estudios bíblicos. Los
aparatos electrónicos también sirven como un medio de difusión del evangelio.
En tiempos de la pandemia pudimos hacer uso de la tecnología para predicar, sin
embargo, eso fue útil, muy útil en su momento, pero nada mejor que el trabajo
persona a persona.
5. Falta de interés en la lectura
“La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo
hace preciso”, Francis Bacon. Habrá situaciones cuando tu estudiante de la Biblia
te hará preguntas sobre el tema de estudio, y eso requiere argumentos precisos
para satisfacer las dudas de nuestros estudiantes. Separe su tiempo para leer ar-
tículos, libros referentes a las creencias fundamentales, espíritu de profecía, pero
sobre todo la Biblia, que es la fuente de la sabiduría. Hagamos un hábito, un estilo
de vida y así aprender más sobre el tema y ser un mejor mensajero del Señor.
6. Personas sin tu mismo interés
Siempre te encontrarás con personas que en vez de animarte harán todo lo po-
sible por decirte que eso es tarea del Pastor, del MiPES, etc. Son personas que
perdieron el foco misionero y harán todo lo posible para que tú también estés en
la misma condición. Debemos orar por ellos y buscar que puedan involucrarse en
la tarea misionera. “Si quieres ser un león entrénate con leones”, si quieres ser
un buen instructor bíblico busca a otros instructores bíblicos. Busca tu PAREJA
DISCIPULADORA, ora con él, comunícate a través del WhatsApp, es importante
animarse el uno al otro para continuar el trabajo misionero.

31
ORIENTACIONES PRÁCTICAS
Como hemos podido ver, existen muchas formas como Satanás puede distraernos
en nuestro crecimiento como instructores bíblicos, alejarnos de nuestra misión y
cumplir con el propósito de Dios.

Algunas palabras claves para recordar:


• Comprenda el sentido profundo de la misión
• Ore a Dios para que ese fuego misionero nunca se apague
• Participe del PROYECTO 100
• Busque su PAREJA DISCIPULADORA
• Planifique su día a día
• Concluya los estudios bíblicos con sus amigos
• Crezca en conocimiento a través de recursos
• Si se desanima un día, vuelva con fuerza al día siguiente.

CONCLUSIÓN
Deberíamos tener disposición, tiempo, perseverancia y responsabilidad para prepa-
rarnos intelectualmente sabiendo que eres parte de una iglesia que tiene una misión,
que vivimos en los tiempos finales de este mundo.
Ser un instructor bíblico es un privilegio que todo verdadero discípulo de Jesús debe
tener; compartir la Biblia a otras personas que no la conocen debiera ser una respon-
sabilidad de alta importancia.

“En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en
el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de
dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La palabra de Dios proyecta
sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de mayor importancia les ha sido confiada:
proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra
puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella”.1

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Raúl Yaranga Pomasonco


Presidente
Misión Central del Perú

1
Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 2013), 3:288.

32
33
acer discípulos es el deber de todo creyente. En ese marco, Elena G. de White

H afirma: “Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo, a fin de enseñar, instruir
y persuadir a hombres y mujeres, instándolos a prestar atención a la palabra de vida”.1
El presente artículo presentará orientaciones prácticas, certezas bíblicas, enseñan-
zas del Espíritu de Profecía, y apelaciones sobre la búsqueda de estudiantes de la
Biblia. Se abordarán pasos importantes como: (1) qué debo saber para captar estu-
diantes de la Biblia, (2) qué debo ser para captar estudiantes de la Biblia y (3) qué
debo hacer para captar estudiantes de la Biblia.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Es nuestro ruego a Dios que el presente material sea útil, motivador y que nos lleve
a la experiencia de iniciar estudios bíblicos, todo ello en el marco del proceso del
discipulado.

Lee detenidamente la siguiente cita:


“El plan de celebrar estudios bíblicos es una idea de origen celestial… por este medio la Palabra de
Dios ha sido dada a millares; y los obreros se han puesto en contacto personal con gente de todas
las naciones y lenguas… Dios no permitirá que esta preciosa obra hecha para él quede sin recom-
pensa. Él coronará de éxito todo esfuerzo humilde hecho en su nombre”.2

I. ¿QUÉ DEBO SABER PARA CAPTAR INTERESADOS?


1. Que hacer discípulos es un imperativo
En el corazón del mandato dejado por Jesús en Mateo 28:16 al 20 está la orden
de hacer discípulos. Este texto es conocido como “la gran comisión”.3

2. Que es una tarea en sociedad con Dios


La única forma de llevar frutos para Dios, incluyendo cumplir la misión de hacer
discípulos y llevar personas a Jesús es a través de una experiencia de comunión,
de oración y de estudio diario de las Escrituras. El Señor afirmó: “Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho
fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15:15).

3. Que esta misión debe ser hecha con oración


“Nuestra misión no puede ser exitosa sin oración, la oración intercesora. Después de reunirnos
con alguien, después de dar un sermón o un estudio bíblico, debemos orar por aquellos con
quienes hemos estado en contacto. Dios está atento a estas oraciones para tocar el corazón
de la gente con la que nos hemos relacionado. No son nuestras palabras ni nuestra elocuencia
las que convertirán a nuestros amigos o conocidos: es el Espíritu Santo. Por eso, en cualquier
misión que estemos llevando a cabo, debemos orar por cada persona de manera individual”.4

1
Elena G. de White, El Evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2008), 15.
2
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 2024), 200.
3
Walter Alaña, Manual de discipulado adventista (Chillán: Universidad Adventista de Chile, 2013), 24.
4
Departamento de Escuela Sabática, La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática (Lima: Edi-
torial Imprenta Unión, 2023), 27.

34
4. Que debe ser intencional
Cada oportunidad debe ser aprovechada. En cada momento debemos estar
atentos. Cada persona con la que interactuamos directa o indirectamente puede
ser alguien quien acepte un estudio bíblico.

5. Que se requiere perseverancia


Muchas personas por más sinceras que fueran no siempre aceptarán estudiar la
Biblia al primer ofrecimiento. A veces el miedo, la desconfianza, las dudas, los
prejuicios o la misma falta de tiempo pueden ser limitantes para que las perso-
nas decidan llevar un curso bíblico. Además de la oración e intencionalidad, sea
siempre perseverante, no desista, continúe acercándose con respeto, con amor
y dependiendo de Dios.

6. Que debe ser un estilo de vida


El hacer discípulos, el dar estudios bíblicos, la testificación y la predicación del
evangelio no son asuntos de algunos momentos, solo de campaña, solo una ac-
tividad en el calendario, debe ser un estilo de vida. Donde vayamos, con quien
hablemos, en todo tiempo, tenemos la oportunidad de testificar del amor y el
poder de Jesús.

7. Que debo conocer el principio de evangelización


“En Hechos 1:8, Jesús estableció un principio de evangelización: empezarían lo-
calmente en Jerusalén y Judea, luego irían a Samaria y, finalmente, hasta los
confines de la Tierra”.5
• “Serán mis testigos tanto en Jerusalén”. Debemos ser testigos en el lugar
donde residimos físicamente. Esto puede incluir nuestro propio hogar, la
iglesia, el vecindario y la comunidad. Necesitamos ser testigos suyos pri-
mero donde estamos, en el lugar donde él nos ha colocado inicialmente
(casa o trabajo), y dar testimonio a la gente más cercana a nosotros. Pue-
de ser la familia cercana o la familia extendida, la gente de la iglesia, los
compañeros de trabajo, los vecinos y la comunidad.
• “En toda Judea y Samaria”. Una vez más, Jesús afirma la realidad de que
dar testimonio implica cruzar fronteras culturales. Partiendo de donde es-
tamos, podemos ser llamados a desplazarnos a otras zonas para llegar a
diferentes grupos sociales, étnicos y religiosos. Si pertenezco a un deter-
minado grupo étnico o lingüístico, quizá me resulte mucho más fácil dar
testimonio ante ellos, porque las barreras culturales que hay que cruzar
son mínimas. En algunas zonas del mundo, únicamente un clan o tribu
está representado en la composición de la iglesia. Sin embargo, la Gran
Comisión de Jesús nos dice que, como testigos suyos, es crucial salir de
nuestra zona de confort y aplicar nuestros recursos en esos grupos de
personas. Ellos también necesitan el mensaje de Jesús.6

5
Ibid.
6
La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática, 32.

35
8. Conocer el método de Cristo
Elena de White ofrece un proceso de cinco pasos respecto del método de Jesús
para ministrar especialmente a los necesitados: “El Salvador trataba con los hombres
como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se gana-
ba su confianza. Entonces les pedía: ‘Sígueme”.7

Cristo se preocupaba por el bienestar físico, mental, social y espiritual de todos


los seres humanos. Él quiere que tanto nuestra relación con él como nuestro
servicio a los demás prospere a través de un ministerio que manifieste amor y
cuidado. Jesús ministró a la gente donde esta se hallaba: en las ciudades, en los
pueblos, a lo largo de la carretera, en sus casas, junto a los pozos, e incluso en
la cruz. Siempre estaba dispuesto a ir a cualquier lugar donde hubiera un alma
necesitada de salvación.8

II. ¿QUÉ DEBO SER PARA CAPTAR INTERESADOS?

1. Ser discípulo antes de ser discipulador


El ser es antes o al mismo tiempo que el hacer. Así que antes de discipular debe-
mos ser nosotros mismos buenos discípulos de Cristo “Lo que hemos visto y oído, eso
os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión
verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Jn. 1:3).

2. Ser una persona convertida


“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt. 5:8).

3. Ser un discípulo que estudia la Biblia


Si vamos a testificar debemos conducir a las personas a Cristo y su Palabra.
Debemos estudiar, obedecer y compartir las Escrituras. Un ejemplo de ello es
el método y respuesta de Jesús ante una persona que preguntaba sobre la vida
eterna. “Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo
qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, res-
pondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas
tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido;
haz esto, y vivirás” (Lc. 10:25-28).

4. Ser un discípulo que tenga el hábito de orar por las personas


“Mas yo a ti he clamado, oh, Jehová. Y de mañana mi oración se presentará delante de ti” (Sal.
88:13).

7
Elena G. de White, El ministerio de Curación (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007),
102.
8
Véase, Revista Adventista. En línea: https://revista.adventista.es/solo-el-metodo-de-cristo/ (consultado: 24
de noviembre del 2023).

36
III. ¿QUÉ DEBO HACER PARA CAPTAR INTERESADOS?

1. Identificar
Hay personas alrededor nuestro que Dios ha puesto como nuestro primer cam-
po. Son nuestros familiares, vecinos, amigos, compañeros de estudio y de traba-
jo. En Hechos 1:8 se presenta el principio de evangelización:
• Jerusalén: Necesitamos ser testigos suyos primero donde estamos, en
el lugar donde Dios nos ha colocado inicialmente, y dar testimonio a la
gente más cercana a nosotros.
• Samaria: Implica cruzar las fronteras culturales. Partiendo de donde es-
tamos, podemos ser llamados a desplazarnos a otras zonas para llegar a
diferentes grupos sociales, étnicos y religiosos.
En esta etapa es importante identificar a las personas y colocar sus nom-
bres en una lista de oración.

2. Orar
“Nuestra misión no puede ser exitosa sin oración, la oración intercesora. No son nuestras pa-
labras ni nuestra elocuencia las que convertirán a nuestros amigos o conocidos: es el Espíritu
Santo. Por eso, en cualquier misión que estemos llevando a cabo, debemos orar por cada
persona de manera individual”.9
• Las personas identificadas deben ser colocadas en una lista de oración.
• Presentar esta lista al Grupo Pequeño y a la iglesia para incluirlos en el
programa de oración.
• Orar por ellos, todos los días, antes de visitarlos, por lo menos una sema-
na, y el tiempo que sea necesario. Puede incluir jornadas de ayuno.
• Sin duda el Espíritu Santo trabajará en los corazones de las personas por
las que oramos, y nos capacitará para ser sus instrumentos.

3. Visitar o contactar
• Expresar interés sincero.
• Aplicar el método de Cristo.
• Usar el método directo: Acercarnos de manera intencional a las personas
con quienes nos relacionamos y hemos ganado su confianza.
• Busca y hallarás: Si visitamos, si nos relacionamos, si vamos a las casas,
si nos acercamos, si no dejamos pasar ninguna ocasión, sin duda tendre-
mos más oportunidad de ofrecer un estudio bíblico.
• Ofrece el estudio bíblico: Podemos expresar a las personas por quienes
hemos orado y visitamos: “Quisiera hacerte una invitación. Jesús ha he-
cho grandes milagros en mi vida, estoy seguro de que lo puede hacer por
ti también. Estoy orando por ti, porque Dios te bendiga, y me gustaría
invitarte a estudiar la Biblia, ¿Aceptas?”.

9
La misión de Dios mi misión: Lección de Escuela Sabática, 27.

37
4. Discipular
• Dar estudios bíblicos.
• Intégralo a la Unidad de Acción de Escuela Sabática y al Grupo Pequeño.
• Llevarlo a las clases posbautismales como “Creciendo en Cristo”.
• Enseñarles a discipular a otra persona.

CONCLUSIÓN
Vimos en este artículo que en el corazón del mandato dejado por Jesús en Mateo 28:
16 al 20 está la orden de hacer discípulos, que este mandato es imperativo, y que es
el plan de Dios el celebrar estudios bíblicos. Esta obra misionera debe ser hecha con
mucha oración y estudio de la Biblia, con dependencia de Dios y debe ser un estilo
de vida.

DESAFÍO MISIONERO

1. Asimismo, es importante considerar el principio de evangelización de Hechos


1:8, donde necesitamos ser testigos suyos primero donde estamos, en el lu-
gar donde él nos ha colocado inicialmente (casa o trabajo), y dar testimonio a
la gente más cercana a nosotros; además será apropiado usar el método de
Cristo expuesto anteriormente.
2. Finalmente consideremos seguir estos pasos para contactar estudiantes de la
Biblia: identificar, orar, visitar o aproximarse, ofrecer estudios bíblicos y disci-
pular hasta que la persona haga otros discípulos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Jaime Pérez Párraga


Presidente
Misión Peruana Central Sur

38
39
“El método de parejas discipuladoras ayuda a ampliar el número de obreros en la causa del
Señor” (Edward Heidinger).1

¿Q ué hizo Jesús luego de llamar a sus discípulos y organizarlos como Uni-


dad o Grupo Pequeño? La Biblia dice que los envió de dos en dos. Mar-
cos dice: “Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en
dos” (Marcos 6:7). Las Escrituras no se detienen en muchos detalles, sin embargo,
es evidente una suborganización: de dos en dos dentro de una organización (Grupo
Pequeño).

Trabajar de dos en dos es una estrategia divina. Porque de esta manera cada uno
tiene un compañero de milicia o lucha (Filemón 1:2) y aseguran éxito en la misión.2
Jesús estaba instaurando la cultura de colaboración que aseguraba el éxito en la
difusión del mensaje evangélico. Y es que los campeonatos no se consiguen con un
solo jugador sino como equipo.3

Elena G. de White, por otro lado, destaca: “Llamando a los doce en derredor de sí,
Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los pueblos y aldeas. Ninguno fue
enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el ami-
go... De la misma manera envió más tarde a setenta”.4 Y es que el plan o estrategia
de cumplir la misión de dos en dos garantiza el éxito.

Reflexione en las siguientes preguntas:


- ¿Para qué sirven las parejas discipuladoras?
- ¿Cómo organizar las Parejas Discipuladoras?
- ¿Parejas discipuladoras o parejas misioneras?

La mensajera del Señor dijo: “En nuestro propio tiempo la obra de evangelización
tendría mucho más éxito si se siguiera fielmente este ejemplo”.5 El contexto de la
declaración está refiriéndose a cómo Jesús envió a sus discípulos de dos en dos, en
Parejas Discipuladoras6, en nuestro argot actual, para cumplir la misión de evange-
lizar. Sencillamente la cita nos da la clave para tener mucho más éxito. ¿Y quién no
quisiera tener mucho más éxito en el cumplimiento de la misión? Entonces sigamos
fielmente los pasos de Jesús y solo así la iglesia alcanzará el éxito que desea.

1
Edward Heidinger Zevallos, El plan “Las seis metas del discipulado” en la Unión Peruana del Norte: su fun-
damento bíblico-teológico en los escritos de Ellen G. de White y su descripción” (Tesis magistral, Universidad
Peruana Unión, 2016), 63.
2
Heber Bendezú, “Un mandato divino para terminar la misión: De dos en dos”. Escuela de Esperanza. Enri-
queciendo la Escuela Sabática y el Ministerio Personal. Edison Choque, ed. (Buenos Aires: ACES, 2017), 36
3
Stan Toler y Larry Gilbert, El líder coach. Capacite efectivamente en el ministerio (Buenos Aires: Editorial
Patmos, 2015), 6.
4
Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, 316.
5
Ibid.
6
Alejandro Bullón, Curso Bíblico CONECTADOS: Parejas Discipuladoras, un plan de Dios (Lima: Editorial
Imprenta Unión, 2018), 3-27.

40
El método de parejas discipuladoras ayuda a ampliar el número de obreros en la cau-
sa del Señor.7 Elena G. de White expresó que: “nuestros hermanos deben ir siempre de dos
en dos, y entonces doble cantidad de personas puede alistarse para ocuparse en la obra de visitar
y buscar a las familias interesadas, haciendo esfuerzos personales”.8

Definitivamente el trabajo de dos en dos es una bendición.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS PAREJAS DISCIPULADORAS?


Siguiendo el modelo bíblico y el principio de ayuda mutua:

1. Estudiar y orar juntos. Entre los dos se animan a estudiar la Biblia y orar todos
los días. Son amigos de estudio de la Biblia y oración.

2. Participar en el Grupo Pequeño. Se animan el uno al otro a participar semanal-


mente de la Escuela Sabática en el templo, y del Grupo Pequeño semanalmente
en una casa. Son amigos de más amigos en su grupo pequeño.

3. Dar estudios bíblicos. Finalmente, ambos se ayudan en salir a dar estudios


bíblicos a sus amigos, vecinos y familiares. No solo se dedican a estudiar, orar y
asistir al templo cada sábado y al Grupo Pequeño durante la semana, sino que
están dispuestos a compartir su fe a través de un curso bíblico semanalmente.
Son amigos en misión.

El sabio Salomón destaca la importancia de vivir acompañado en la vida cristiana


(Proverbios 4:9-12). Y es que Dios nos hizo para vivir “conectados” (Génesis 2:18), y
nos envía a cumplir la misión de ese modo también “conectados”, tal como envió a
Moisés y a su hermano Aarón (Éxodo 4:14, 15).

Entonces, si Jesús siendo el mayor y mejor líder evangelista lo hizo así, ¿quiénes
somos nosotros para hacerlo diferente?

¿CÓMO ORGANIZAR PAREJAS DISCIPULADORAS ADVENTISTAS?


Aunque haya copiosa información sobre el trabajo de dos en dos, existen algunas
dificultades al momento de implementarlo en la iglesia local. Es por ello que algunas
recomendaciones básicas son de suma importancia al momento de organizar las
Parejas Discipuladoras:

1. Tienen que ser organizados por el maestro/líder. Jesús no delegó esa res-
ponsabilidad a sus discípulos. No les dijo que se organicen por afinidad y amis-
tad, sino que los organizó por elección y llamado. ¿Por qué? Porque Jesús los
conocía, era su pastor y sabía con quién trabajaría mejor Pedro, Juan o Santiago.

7
Edward Heidinger Zevallos, El plan “Las seis metas del discipulado”, 63.
8
Elena G. de White, El evangelismo (Miami, FL: APIA, 1994), 321.

41
Tenía que ser su complemento. Del mismo modo, el maestro de escuela sabá-
tica/líder de Grupo Pequeño debe formar las Parejas Discipuladoras con mucha
oración.

2. Tienen que ser organizadas dentro de la Unidad de Acción de Escuela


Sabática/Grupo Pequeño. Jesús los organizó dentro del grupo de doce perso-
nas. Y esto es porque Dios quiere que haya un relacionamiento eficaz. Además,
¿cómo se ayudarían si no estuvieran cerca? La pregunta es, ¿Por qué por elec-
ción o nombramiento y no por afinidad? Porque debemos aprender a trabajar con
lo que Dios dispone y no con quien nosotros creemos que es. Por otro lado, si
hablamos de pastoreo y que el maestro debe pastorear, debe ser en un radio de
acción donde el maestro/líder pueda trabajar, visitar, pastorear.

3. Tienen que ser organizados para cumplir la misión de HACER DISCÍPU-


LOS. Aunque resulte obvio, no lo es. Todo lo que Dios hizo lo hizo con intención,
propósito y dirección. En ese sentido, debemos dejar en claro que las Parejas
Discipuladoras fueron creadas para cumplir la misión como fin de todo discur-
so: Hacer nuevos discípulos, ganar personas para Jesús. ¿Y cómo lo harán?
De muchas maneras, pero todas deben finalizar ABRIENDO LA BIBLIA: estudios
bíblicos.

¿PAREJA MISIONERA O PAREJA DISCIPULADORA?


Pareja Misionera: dos personas que salen juntas SOLO a dar estudios bíblicos.
Pareja Discipuladora: dos personas que se ayudan a crecer en gracia. Ambas se
ayudan a orar y estudiar la Biblia cada día más, a que asistan al Grupo Pequeño y a
que ganen a otros para Cristo. Y esto es un proceso.
En resumen: una Pareja Discipuladora es más completo.

DESAFÍO MISIONERO
Como líder de Grupo Pequeño o maestro de Unidad de Acción tienes que orga-
nizar de dos en dos a tus alumnos. Nadie debe estar solo. Todos deben estar
CONECTADOS.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Heyssen Cordero Maraví


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Unión Peruana del Sur

42
43
lena G. de White escribió: “Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la

E gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba
simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: Seguidme”.1
Esto encapsula la esencia del método de Cristo según la perspectiva adventista. Este
enfoque se basa en la compasión, la atención a las necesidades y la construcción de
relaciones sólidas.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


En este artículo exploraremos el método de Cristo, desglosando cómo Jesús redimió
a la humanidad, brindando simpatía, atención y construyendo confianza.

Lee detenidamente la siguiente cita:

I. SIMPATÍA: EL CORAZÓN COMPASIVO DE CRISTO

Jesús, como Salvador, se destacó por su simpatía hacia la humanidad. Esta simpatía
no era solo superficial, sino que emanaba de un corazón genuinamente compasivo.
En sus interacciones con las personas mostró un interés auténtico por sus vidas y
experiencias.

En los escritos de Elena G. de White, encontramos una profunda exploración de la


simpatía de Cristo. White destaca cómo Jesús se acercaba a las personas con com-
prensión y ternura. La simpatía de Cristo, según White, iba más allá de la compasión
superficial; era un vínculo genuino con las alegrías y dolores de la humanidad. Este
aspecto del método de Cristo implica que los seguidores deben cultivar un corazón
compasivo. En la vida cotidiana, esto se traduce en mostrar empatía hacia los de-
más, comprender sus luchas y celebrar sus victorias. La simpatía es la base sobre la
cual se construye el bien que se desea hacer.

II. ATENDER NECESIDADES: EL MINISTERIO INTEGRAL DE CRISTO

El Salvador no solo mostraba simpatía, sino que atendía las necesidades de las per-
sonas. Jesús se involucró activamente en el ministerio integral, abordando tanto las
necesidades físicas como las espirituales de aquellos con quienes se encontraba.
En “Ministerio de Curación” de Elena G. de White encontramos un enfoque detallado
sobre cómo Jesús atendía las necesidades integrales de las personas. White argu-
menta que el método de Cristo implica no solo proclamar verdades espirituales, sino
también satisfacer las necesidades prácticas de los individuos. Desde alimentar a los
hambrientos hasta sanar a los enfermos, Cristo estableció un modelo de ministerio
que aborda la totalidad del ser humano.1
Es por ello que es necesario realizar programas de servicio comunitario y atención mé-
dica que buscan satisfacer las necesidades físicas y espirituales. Este enfoque integral
refleja el compromiso adventista de seguir el método de Cristo en todas las áreas de la
vida.

1
Elena G. de White, El ministerio de Curación (Buenos Aires: ACES, 2007), 102.

44
III. GANAR CONFIANZA: LA CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES SIGNIFICATIVAS

Jesús se ganaba la confianza de las personas. Esto implica más que simplemente
cumplir tareas y satisfacer necesidades; es la construcción de relaciones significa-
tivas y duraderas. La confianza se convierte en un puente que facilita el impacto
perdurable del bien que se desea hacer.

En “El Ministerio de la Bondad” de Ellen G. White se exploran los métodos de Cristo


para ganar la confianza de las personas. White destaca cómo Jesús no solo predi-
caba desde la distancia, sino que se involucraba en la vida de las personas, compar-
tiendo sus alegrías y tristezas. Esta conexión personal fue fundamental para ganarse
la confianza de aquellos a quienes servía.2

Por lo tanto, ganar confianza implica construir relaciones auténticas con aquellos que
nos rodean. En la vida diaria, esto se traduce en ser fiel a las promesas, ser transpa-
rente en las interacciones y estar presente en los momentos de necesidad. La con-
fianza es el resultado natural de un enfoque sincero y compasivo hacia los demás.

IV. APLICACIÓN PRÁCTICA DEL MÉTODO DEL SALVADOR

La aplicabilidad práctica del método de Salvador implica una vida arraigada en los
principios de simpatía, atención a las necesidades y construcción de confianza. Es-
tos principios no solo son conceptos abstractos, sino que se manifiestan en las ac-
ciones cotidianas de cada creyente.

White explora la aplicación práctica de los principios del método de Cristo en la vida
diaria. White argumenta que seguir a Jesús implica una transformación completa
de carácter, reflejando la simpatía y el servicio desinteresado que Cristo demostró.3
Esta transformación es un proceso continuo que implica la rendición diaria al Espíritu
Santo.
En la esfera comunitaria es por ello que como Iglesia hemos establecido programas
de servicio social, instituciones educativas y hospitales que reflejan la atención a las
necesidades integrales de las personas. Estos esfuerzos buscan no solo satisfacer
las necesidades inmediatas, sino también construir relaciones duraderas basadas en
la confianza y la simpatía.

V. CONCLUSIÓN: VIVIENDO EL MÉTODO DEL SALVADOR

Este enfoque va más allá de la retórica; es un llamado a la acción en la vida diaria. La


simpatía, la atención a las necesidades y la construcción de confianza son los pilares
sobre los cuales se construye el bien que se desea hacer. Este método implica no
solo hablar de compasión y servicio, sino vivirlos de manera tangible en la interacción
diaria con los demás.

2
Elena G. de White, El ministerio de la bondad (Buenos Aires: ACES, 2013), 105.
3
Elena G. de White, Testimonio para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 2007), 8:83.

45
DESAFÍO MISIONERO
Seguir el método del Salvador no es simplemente un acto de imitación, sino una
expresión de gratitud por el amor y la compasión inigualables de Cristo.
Así, cada simpatía mostrada, cada necesidad atendida y cada relación construida
se convierten en testimonios vivos del impacto perdurable del método de Cristo
en la vida de aquellos que buscan seguir sus pasos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Heber Bendezú Bendezú


Presidente
Asociación Peruana Central

46
47
odo instructor bíblico debe conocer informaciones básicas acerca de la Biblia.

T Por lo tanto, es necesario empezar con una breve introducción a las Sagradas
Escrituras.

¿Qué dijeron algunos personajes acerca de la Biblia?

“Toma de este libro todo lo que puedas por la razón y el resto por la fe, y vivirás y morirás mejor
hombre” (Abraham Lincoln).
“Hay un libro que desde la primera letra hasta la última es una emanación superior; un libro que
contiene toda la sabiduría divina; un libro al cual la sabiduría de los pueblos ha llamado ‘La Biblia’”
(Victor Hugo).
“No conozco un libro que presente en una forma tan compacta y poética todas las fases de las ideas
humanas, como la Biblia. Sin la Biblia, la educación de un niño sería imposible en el actual estado
de la sociedad” (León Tolstoi).
“No hay filosofía más sublime que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura” (Isaac Newton).

PROPÓSITO DEL ESTUDIO

Sin duda la Biblia es un libro único. A través de los siglos ha sido considerada como
Palabra de Dios inspirada, fidedigna y autoritativa. También ha sido el libro más ata-
cado, desmenuzado, analizado, perseguido, escudriñado y hasta difamado. No hay
ningún otro libro en el mundo que haya recibido tanta atención como la Biblia. Pero
¿qué es lo que hace a la Biblia única? Veamos algunos detalles que hacen de este
libro un libro especial.

Lee detenidamente la Biblia:


“Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).

I. LA BIBLIA, UN LIBRO ÚNICO

La Biblia o las Escrituras como también se la conoce (Mat. 21:42), fue escrita por más
de 40 autores de al menos tres continentes (Asia, África y Europa), en países que
distan cientos de kilómetros y en un periodo de 1500 años. Trata asuntos de interés
universal: historia, filosofía, ciencia, salud, arquitectura, religión, psicología, etc.1 Es
un libro antiguo que resuelve problemas modernos. Se dirige a las necesidades de
cada generación, ofrece soluciones para las mayores perplejidades de la vida y sobre
todo nos revela nuestro origen, nuestro propósito y nuestro futuro.2 La Biblia es com-
parada a sí misma como una lámpara (Sal.119:105), un espejo (Stg. 1:23-25), como
pan o alimento (Mat. 4:4), como agua (Efe. 5:26), fuego (Jer. 20:9), como una espada
(Heb. 4:12), y como una semilla que crece en el corazón (Luc. 8:11).

1
Samuel Koranteng-Pipim, Recibiendo la Palabra: ¿Cómo afectan a nuestra fe los nuevos enfoques bíblicos?
(Buenos Aires: ACES, 1997), 50.
2
Ibid.

48
Idiomas
Las Sagradas Escrituras fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego.
El Antiguo Testamento (AT), la mayor parte, fue escrito en hebreo, y el Nuevo Testa-
mento (NT) en griego.
Solo unos pocos capítulos del AT fueron escritos en arameo. Estos capítulos son
Esdras (4:8 a 6:18; 7:12-26) y Daniel (2:4 a 7:28), un versículo de Jeremías (10:11) y
una palabra en el Génesis (31:47).3

Composición
La Biblia está compuesta por 66 libros, 39 del AT y 27 del NT. Sus escritores fueron
profetas, sacerdotes, reyes, ganaderos, pastores, pescadores, cobradores de im-
puestos, médicos, etc. Hombres educados y hombres sencillos. Las circunstancias
en que fueron escritos fueron muy variadas y difíciles. Fueron escritos en tiendas, de-
siertos, ciudades, palacios, y hasta en mazmorras o cárceles subterráneas. Algunos
autores escribieron en circunstancias difíciles y otros en circunstancias favorables.

El AT presenta en orden cronológico los siguientes temas:


• Creación
• Caída
• Diluvio
• Historia de los patriarcas
• Historia de Israel
» Exilio en Egipto
» Éxodo de Egipto
» Conquista de Canaán
» La era de los jueces
» Reino unido
» Reino dividido
» Exilio de Judá en Babilonia
» Regreso y reconstrucción de Jerusalén.

El AT comprende 39 libros que están organizados en cinco categorías:


• El Pentateuco (5): Génesis–Deuteronomio.
• Libros históricos (12): Josué–Esther.
• Libros poéticos (5): Job–Cantar de los Cantares
• Profetas mayores (5): Isaías–Daniel.
• Profetas menores (12): Oseas–Malaquías.

Después que el AT fue completado hubo 400 años de silencio. Durante ese periodo
no hubo revelación profética hasta la aparición de Juan el Bautista en el desierto,
anunciando la primera venida del Mesías.

3
Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista del séptimo día, trad. Víctor Ampuero Matta (Buenos
Aires: ACES, 1978-1990), 1:55.

49
El NT comprende 27 libros escritos por 7 personas en un promedio de 50 años
y se dividen en:

• Evangelios (4): Mateo–Juan


• Historia (1): Hechos
• Cartas (21): Romanos–Judas
• Profecía (1): Apocalipsis

Los Evangelios se centran en el nacimiento, vida, muerte, resurrección y ascensión de


Cristo. Cada evangelio es presentado desde perspectivas diferentes; por ejemplo: Mateo
lo ve desde la perspectiva del cumplimiento del Mesías prometido en el AT, y está dirigi-
do básicamente a judíos. Marcos ve a la historia de Jesús como el siervo y está dirigido
a un público no judío. Lucas, por su parte, ve a Jesús a través de la perspectiva de su
naturaleza humana y demuestra que Jesús es el Hijo de Dios y Mesías prometido. Juan,
por último, presenta a Jesús desde la perspectiva divina: Jesús es Dios hecho Hombre.

El libro de los Hechos de los Apóstoles narra la historia desde la ascensión de


Jesús, la venida del Espíritu Santo, hasta el establecimiento de la iglesia cristiana en
sus primeros años por parte de los apóstoles.

Las epístolas fueron dirigidas a iglesias o a personas para explicarles la persona y


obra de Jesucristo, con las implicaciones para la vida práctica y testimonio hasta el
regreso de Jesús.4

Termina el NT con Apocalipsis de Juan, que cubre la historia desde la época de los
apóstoles hasta el establecimiento de su reino eterno en la Tierra Nueva.

Algunos datos interesantes


• La Biblia fue dividida en capítulos por el cardenal Hugo de San Caro, en 1236.
• El AT fue dividido en versículos por el rabí Mardoqueo Natán, en 1661.
• El NT fue dividido en versículos por R. Stephens, un impresor francés.
• La primera traducción al inglés fue por John Wycliffe, en 1382.
• Fue impresa por primera vez en castellano en 1569.
• De los 7378 idiomas vivos en el mundo, la Biblia completa se ha traducido a
717 idiomas. Solo el NT se ha traducido a 1582 idiomas.5

II. LA BIBLIA, UNA PRESERVACIÓN ÚNICA


A lo largo de los años, la Biblia ha sido preservada de una manera extraordinaria. A pesar
de que fue escrita en un material perecedero y fue transcrita muchas veces, durante cien-
tos de años antes de la invención de la imprenta o de las computadoras, Dios ha cuidado
que el mensaje de la Biblia permanezca intacto hasta llegar a nuestros días.

4
John MacArthur, Study Bible, https://www.csmedia1.com/estudialasescrituras.org/introducci--n-a-la-biblia.
pdf (consultado: 24 de octubre, 2021).
5
Ver infograma de las traducciones de la Biblia: Wycliffe Global Alliance, “2021 Scripture Access Statistics”,
https://www.wycliffe.net/resources/statistics/ (consultado: 27 de octubre, 2021).

50
Bernard Ramm dice: “Con referencia al AT sabemos que los judíos lo preservaron
como nunca ha sido preservado ningún otro manuscrito. Con una masora (parva,
magna y finalis [métodos para cortar]), ponían indicadores sobre cada letra, sílaba,
palabra y párrafo. Tenían hombres especiales dentro de su cultura, cuyo único deber
era preservar y transmitir estos documentos prácticamente con una fidelidad perfec-
ta. Estos hombres eran los escribas, los doctores de la ley y los masoretas”.6 Por otro
lado, el NT que fue escrito en griego koiné, un idioma común que desde entonces ha
sobrevivido copias escritas a mano llamados manuscritos, “escritos a mano”.

El texto bíblico ha sobrevivido de una manera única. Los cristianos podemos estar
absolutamente seguros de la exactitud de su mensaje. Como diría Sir Frederic Ken-
yon: “El cristiano puede tomar toda la Biblia en su mano y decir sin temor a vacilación
que tiene en sus manos la verdadera palabra de Dios, transmitida sin pérdida esen-
cial de generación en generación a través de los siglos”.7

III. LA BIBLIA, UNA SUPERVIVENCIA ÚNICA


Alguien dijo lo siguiente: “Si la Biblia no hubiera sido la Palabra de Dios, los hombres
la habrían destruido hace mucho tiempo. Emperadores y papas, reyes y sacerdotes,
príncipes y gobernantes, todos hicieron la prueba; ellos murieron y el libro aún vive”.8
Nunca ha habido un libro de cualquier disciplina que haya sido tan criticado, apuña-
lado, quemado, analizado y difamado con tanto veneno y escepticismo, con tanta
minuciosidad y erudición en cada capítulo, versículo, línea o doctrina. Ahora “la Biblia
es amada por millones, leída por millones y estudiada por millones”.9

Cuánta razón tuvo Jesús al decir: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán” (Mat. 24:35). Los grandes emperadores y reyes han pasado, las gran-
des potencias mundiales han llegado a su fin, los grandes monumentos se han ido
desmoronando, pero la Palabra aún vive. ¿Cómo explicamos eso? Obviamente este
libro es la Palabra Dios, no hay otra explicación. Sin duda, el Espíritu Santo estuvo
presente en su producción, supervisión y preservación de las Sagradas Escrituras.

¿Por qué Satanás no quiere que leamos ni enseñemos la Biblia?


Porque es el único libro que saca a los seres humanos de la oscuridad (Salmos
119:105)
• Porque es el único libro que puede darnos la felicidad (Apocalipsis 1:3).
• Porque es el único libro que nos ayuda a conocer al Salvador (Juan 5:39).
• Porque es el único libro que nos da fortaleza frente a las dificultades (Roma-
nos 15:4).
• Porque es el único libro que nos libra del pecado (Salmos 119:11).
• Porque es el único libro que tiene y es la verdad (Juan 17:17).

6
Bernard Ramm, Evidencias cristianas protestantes (Chicago: Moody Press, 1957), 230.
7
Frederic Kenyon, Nuestra Biblia y los manuscritos antiguos (New York: Hapers, 1940), 21.
8
John W. Lea, El mayor libro del mundo (Philadelphia: sin casa publicadora, 1929), 17.
9
Ramm, 233.

51
CONCLUSIÓN
En 1776, Voltaire, filósofo francés, anunció: «De aquí a cien años no habrá ni una
sola biblia en la tierra, excepto aquella que sea considerada por un investigador de
curiosidades antiguas».
Cien años después Voltaire había muerto, y su propia casa e imprenta estaban sien-
do usadas por la Sociedad Bíblica de Ginebra para imprimir y almacenar biblias.10

DESAFÍO MISIONERO
1. La Biblia nos dice de dónde venimos, por qué estamos en esta tierra y hacia
dónde vamos. El gran propósito de las Escrituras es revelarnos el carácter de
Dios, mostrarnos el plan de salvación y el propósito para nuestra vida.
2. Participa diariamente del plan de estudio de la Biblia “Reavivados por su Pa-
labra”.
3. Estudia diariamente la Biblia a través del mejor método de estudio sistemático,
la Lección de Escuela Sabática.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Fernando Rojas Miranda


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Asociación Peruana del Sur

10
Enrique Chaij, 1500 ventanas de la vida (Buenos Aires: ACES, 2016), 86, 87.

52
53
54
1

55
os adventistas modernos encuentran sus raíces inmediatas en el movimiento del

L segundo advenimiento del siglo XIX. Si bien muchos predicadores proclamaron


la pronta venida de Cristo en Europa y otras partes del mundo, la creencia tuvo
su mayor impacto en Norteamérica. Un laico bautista llamado Guillermo Miller (1782-
1849), jugó un papel primordial para los comienzos adventistas en Norteamérica.

GUILLERMO MILLER

Nacido en un hogar cristiano, Miller abandonó sus convicciones religiosas por el


deísmo durante los primeros años del siglo XIX. El deísmo (una creencia escépti-
ca que rechaza el cristianismo junto con sus milagros y la revelación sobrenatural)
aboga por un dios distante que no participa activamente de los asuntos humanos.
Las creencias deístas se hicieron populares tanto en Europa como en Norteamérica
durante la última mitad del siglo XVIII, pero las atrocidades y los excesos de la Re-
volución francesa en la década de 1790 indujeron a muchos a cuestionar a la razón
humana como una base suficiente para la vida civilizada. Uno de los resultados fue
el abandono masivo del deísmo y el regreso de muchas personas al cristianismo
durante las primeras dos décadas del siglo XIX.

En los Estados Unidos de América, el reavivamiento que le siguió fue conocido como
el Segundo Gran Reavivamiento. Miller estuvo entre los que volvieron a creer en la
Biblia durante el Reavivamiento. Su escepticismo duró toda la guerra de 1812. Pero
al enfrentar la violencia y la muerte, comenzó a reevaluar su vida personal y el signi-
ficado de la vida en general.

Como muchos de su generación, se sintió impelido a estudiar la Biblia y, al igual


que muchos, se convirtió o se reconvirtió al cristianismo cuando el Segundo Gran
Reavivamiento revitalizaba las iglesias norteamericanas. Sin embargo, a diferencia
de muchos de sus contemporáneos, Miller se convirtió en un estudiante de la Biblia
particularmente celoso.

Su método de estudio de la Biblia fue comparar escritura con escritura, de manera


metódica. «Comencé con el Génesis —escribió Miller— y leí versículo por versículo, y
no avanzaba hasta que el significado de varios pasajes se me revelaba, liberándome
de mi aflicción… Donde fuera que encontraba algo oscuro, mi práctica era comparar-
lo con todos los pasajes colaterales; y, con la ayuda de [la concordancia bíblica] Cru-
den, examinaba todos los textos de las Escrituras en los que se encontrara cualquier
palabra prominente que apareciera en una porción oscura. Luego, al dejar que cada
palabra tuviera su propio peso en relación con el tema del texto, si mi visión de él
armonizaba con cada pasaje colateral de la Biblia, dejaba de ser una dificultad» (Wi-
lliam Miller’s Apology and Defense [La Disculpa y Defensa de Guillermo Miller], p. 6).
Durante dos años (1816-1818), Miller estudió su Biblia intensivamente con esta me-
todología. Finalmente, llegó a «la solemne conclusión… de que en alrededor de vein-

1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones Inte-
ramericanas, 2005).

56
ticinco años desde esa fecha [1843] todos los asuntos de nuestro estado presente
llegarían a su fin», y Cristo regresaría (Ibid., p. 12).

Miller llegó a su conclusión por medio de un estudio de las profecías del libro de Da-
niel, especialmente Daniel 8:14: «Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego
el santuario será purificado». Al actuar bajo la comprensión ampliamente aceptada
de Números 14:34 y Ezequiel 4:5 y 6 de que un día profético es igual a un año, Miller
calculó que la profecía de los 2300 días concluiría en 1843. Al interpretar el santuario
de Daniel 8:14 como la tierra, y su purificación como la purga de los últimos días de la
tierra por medio del fuego, Miller razonó que Cristo regresaría a la tierra al final de los
2300 días (alrededor de 1843). Su corazón se llenó de gozo. Pero también era muy
consciente de que su conclusión de que Cristo regresaría al comienzo del milenio
(1000 años) de Apocalipsis 20 iba totalmente en contra de la teología casi totalmente
aceptada en sus días, que sostenía que Cristo regresaría al final del milenio. «Por lo
tanto —escribió—, temía presentarla [su conclusión], por si cabía alguna posibilidad
de que yo haya cometido algún error, y para no engañar a nadie» (Ibid., p. 13).

Por causa de sus temores, Miller dedicó otros cinco años (1818-1823) a reexaminar
su biblia y a plantear cada objeción que pudo a sus conclusiones. Como resultado,
estuvo más seguro que nunca de que Cristo vendría alrededor de 1843. Así, después
de siete años, comenzó a hablar abiertamente de sus convicciones con sus vecinos.
Sin embargo, se encontró con que solo «muy pocos lo escucharon con algo de inte-
rés» (Ibid., p. 15).

Durante nueve años (1823-1832), Miller continuó estudiando su biblia. Mientras tan-
to, cada vez se sentía más convencido de que debía compartir sus descubrimientos
acerca de la fatalidad inminente. La impresión de «ir y contarle al mundo de su peli-
gro» continuó asediándolo. «Hice todo lo que pude para evitar la convicción de que
se requería algo de mí», escribió Miller. Pero no pudo escapar de su conciencia (Ibid.,
p. 15 y 16).

Miller finalmente «hizo un pacto solemne con Dios» de que, si Dios despejaba el ca-
mino, él cumpliría su deber. Al comprender que debía ser más específico, prometió
que, si recibía una invitación para hablar en público en cualquier lugar, iría y enseñaría
acerca de la Segunda Venida del Señor. «Instantáneamente —escribió—, toda mi
carga se esfumó; y me regocijé en que probablemente no recibiría ningún llamado,
dado que nunca antes se me había hecho una invitación así» (Ibid., p. 17).

Sin embargo, para consternación de Miller, media hora después de su trato con Dios,
recibió su primer pedido para predicar sobre el Segundo Advenimiento. «Inmediata-
mente me enojé conmigo mismo por haber hecho el trato», confesó. «Al instante me
rebelé contra al Señor, y tomé la determinación de no ir». Luego salió airadamente
de su casa para luchar con el Señor en oración, y finalmente se sometió después de
otra hora (Ibid., p. 18).

57
Su primera presentación del Segundo Advenimiento llevó a varias conversiones. De
allí en más, Miller recibió una serie interminable de invitaciones para celebrar reu-
niones en las iglesias de varias denominaciones. Para fines de la década de 1830 el
profeta reticente había convencido a varios ministros de su visión de que Cristo re-
gresaría alrededor del año 1843. El más significativo de esos conversos ministeriales
fue Josué V. Himes de la Conexión Cristiana.

EL ADVENTISMO DA UN PASO GIGANTE CON JOSUÉ HIMES

En 1839, Himes era el influyente pastor de la capilla de la calle Chardon, en la ciudad


de Boston. No solo era un pastor prominente, sino también un reconocido líder en el
movimiento interiglesias que intentaba acelerar la llegada de un milenio terrenal por
medio de una reforma personal y social. Sin embargo, en noviembre de 1839, Himes
le extendió una invitación a Guillermo Miller para tener una serie de reuniones en su
iglesia. El mensaje del Segundo Advenimiento de Miller transformó al enérgico Himes
en el principal publicista de su mensaje: que Cristo regresaría alrededor del año 1843.

Al percibir la urgencia del mensaje, Himes sintió la carga de presentar la doctrina


adventista ante el mundo. Le preguntó a Miller por qué no había predicado en las
grandes ciudades. Miller respondió que él iba sólo donde lo invitaban. Una actitud
tan pasiva fue demasiado para el agresivo Himes, que indagó si Miller iría «donde las
puertas estén abiertas». Miller respondió afirmativamente. «Entonces le dije —afirmó
Himes— que debía prepararse para la campaña; porque las puertas iban a abrirse
en cada ciudad de la Unión, ¡y la advertencia debería llegar hasta los extremos de la
tierra! Allí comencé a “ayudarle” al Padre Miller». El adventismo nunca fue el mismo
después de eso (S. Bliss, Memoirs of William Miller [Memorias de Guillermo Miller],
p. 140 y 141).

En los cuatro años siguientes, el activista Himes hizo que las palabras millerismo y
adventismo fueran palabras familiares en Norteamérica. Además de Norteamérica,
el ingenio de Himes se aseguró de que para 1844 la doctrina adventista fuese oída
alrededor del mundo. Utilizó varias avenidas para cumplir con su misión de advertir
al mundo que Cristo regresaría alrededor del año 1843 y que «la hora de su juicio ha
llegado» (Apo. 14:7). Quizá lo más importante e influyente fue la página impresa. Hi-
mes desencadenó lo que el historiador Natán Hatch catalogó como «un bombardeo
mediático sin precedentes» (Democratization of American Christianity [Democratiza-
ción del Cristianismo Estadounidense], p. 142). Al no ser alguien que dejara crecer
el pasto debajo de sus pies, tres meses después de su primera invitación a Miller,
Himes había comenzado a publicar Signs of the Times [Señales de los Tiempos] para
llevar el mensaje adventista al mundo.

Además de Signs, en 1842 Himes comenzó a publicar Midnight Cry [El Clamor de la
Medianoche], como un diario de dos centavos en conexión con la campaña millerita
de evangelización que se realizaba en la metrópolis de la nación. Himes hacía impri-
mir 10 000 ejemplares diarios durante varias semanas y los vendía con los repartido-
res de periódicos o los repartía gratuitamente. Al menos le llegó un ejemplar a cada

58
ministro del estado de Nueva York. Solo en 1842 se distribuyeron 600 000 ejemplares
de Midnight Cry en cinco meses. Cuando se cerró la campaña neoyorkina, la publi-
cación pasó a ser semanal.

Las hazañas de Himes con la publicación periódica pronto estimularon a los imita-
dores, y la literatura adventista comenzó a salir de la imprenta con una urgencia sin
precedentes.

Aparte de los periódicos, Himes también dirigía la publicación de un inmenso surtido


de folletos, panfletos y libros. Muchos de ellos llegaban a la Biblioteca del Segundo
Advenimiento, y la gente podía comprarlos por menos de diez dólares para hacerlos
circular en las comunidades locales. Para julio de 1841, el programa adventista de
publicaciones había crecido hasta tal punto que tuvo que emplear a Josías Litch (un
ministro metodista) para que sirviera como «representante general» de la Comisión
de Publicación. Ese arreglo le dio libertad a Himes para responder a las invitaciones
para viajar y predicar en favor de las publicaciones milleritas.

Mientras tanto, no estaba satisfecho con diseminar el mensaje adventista solo a tra-
vés de las publicaciones. Organizador nato, el dinámico Himes inició la primera Aso-
ciación General de Cristianos que Esperan el Advenimiento en Octubre de 1840. Esta
«asociación general» de Boston fue el comienzo de al menos 15 más antes de 1844,
junto con veintenas de asociaciones milleritas locales.

No obstante, lo más importante fue que Josué V. Himes también desempeñó un pa-
pel forzoso en el desarrollo de las reuniones campestres adventistas. Los milleritas
comenzaron en el verano de 1842 y celebraron más de 130 reuniones campestres
antes del otoño de 1844. Se estima que la asistencia combinada de todas las reu-
niones excedió las 500 000 personas (aproximadamente uno de cada 35 estadou-
nidenses). Sin embargo, el impacto de las reuniones campestres afectó a muchos
más, no solo a los asistentes, dado que el bombardeo mediático les acompañaba y
se celebraban en las grandes ciudades o cerca de ellas.

Para alojar a las multitudes de las reuniones campestres en locales donde las reu-
niones al aire libre no eran apropiadas o no disponían de edificios apropiados, Himes
fue pionero en el uso de la carpa. Con una capacidad de aproximadamente 4000 per-
sonas sentadas, la carpa millerita aparentemente era la más grande de su clase en
los Estados Unidos durante ese tiempo. La novedad de la gran carpa, por supuesto,
también atraía a los oyentes. Se informa que en algunos lugares varios miles de per-
sonas, al no poder ingresar a la carpa, permanecían de pie escuchando desde afuera.

Muchas partes del mundo fuera de Estados Unidos también oyeron el mensaje mille-
rita. El método millerita de alcance mundial generalmente no era enviar misioneros,
sino colocar sus publicaciones en barcos con destino a diversos puertos. Así, para
el verano de 1842, Himes pudo escribir que las publicaciones milleritas habían sido
«enviadas a todas las estaciones misioneras del globo de las que tenemos conoci-
miento» (ST, 3 de agosto de 1842). Bajo su dirección, el mensaje adventista tuvo un

59
impacto significativo en Estados Unidos y al menos fue «oído» por medio de la pala-
bra impresa en otras partes del mundo. No obstante, ese éxito encontró resistencia
entres las iglesias cuando se instaló la reacción inevitable.

CARLOS FITCH Y LA «CAÍDA DE BABILONIA»

La predicción millerita de que Cristo regresaría alrededor del año 1843 contradecía
directamente la enseñanza protestante generalmente aceptada de que Cristo vendría
después del milenio. Si bien los púlpitos y los edificios de las iglesias de la mayoría de
las denominaciones se habían abierto desde 1840, las cosas comenzaron a cambiar
en 1843. Los milleritas eran cada vez más ridiculizados y con frecuencia tenían que
decidir entre su creencia adventista y la de sus denominaciones. Quienes elegían
retener su fe en el pronto regreso de Cristo, se encontraban conque eran desfraterni-
zados por sus congregaciones en forma creciente. En otras palabras, a medida que
se aproximaba el «año del fin», se exacerbó una confrontación entre las teologías del
Segundo Advenimiento.

En ese contexto, Carlos Fitch (un popular ministro millerita de la denominación con-
gregacionalista), en el verano de 1843 predicó un sermón sobre Apocalipsis 18 que
se centraba en la caída de Babilonia. «Salid de ella, pueblo mío» (Apo. 18:2, 4; com-
parar con 14:8) era su mensaje. Ese sermón, posteriormente publicado tanto en for-
ma de artículo como de folleto, marcó otro cambio en el desarrollo millerita, ya que
los creyentes adventistas se veían cada vez más como un cuerpo separado.

Hasta el verano de 1843, los milleritas, en armonía con la mayoría de los protestan-
tes, generalmente habían identificado al papado como la Babilonia de Apocalipsis
18:1-5. Pero Fitch argüía que Babilonia es el anticristo, y cualquiera que se opusiera
al reino personal de Jesucristo en este mundo era el anticristo. La definición de Fitch
del anticristo incluía a todos los católicos y protestantes que rechazaban la enseñan-
za del pronto regreso de Cristo. Fitch escribió: «Salir de Babilonia es estar convertido
a la verdadera doctrina de las Escrituras de la venida personal de Cristo y de su reino
… Si usted es cristiano, ¡salga de Babilonia! Si tiene la intención de ser hallado cristia-
no cuando Cristo aparezca, ¡salga de Babilonia, y salga ahora!… Salga de Babilonia
o perecerá» (Come Out of Her, My People [Salid de Ella, Pueblo Mío], p. 18, 19, 24).
Así Fitch les proveyó una razón teológica a muchos adventistas milleritas para sepa-
rarse y formar un cuerpo distinto antes del cierre del tiempo de prueba de la tierra. El
llamado era dejar las iglesias que habían rechazado el mensaje de la hora del juicio.

Si bien la mayoría de los líderes milleritas del oriente de los Estados Unidos inicial-
mente respondieron con frialdad al llamado de separación de Fitch, la reacción agre-
siva dentro de varias denominaciones hizo que enfrentaran una creciente oposición y
la pérdida de la membresía. Himes no se convirtió en defensor de la separación hasta
el otoño de 1844, y lo hizo sólo de mala gana. Miller nunca pudo decidirse a incitar la
separación, aunque la Iglesia bautista de Low Hampton, de la que era miembro, con
el tiempo lo expulsó.

60
Al final, la separación no era una elección sino algo impelido por la fuerza de los he-
chos a medida que el mundo entraba en el «año del fin» predicho.

EL PASO DEL TIEMPO

Miller originalmente se había resistido a ser demasiado específico en cuanto al tiem-


po exacto del regreso de Cristo. Su mensaje enfatizaba «alrededor del año 1843».
Pero para enero de 1843 había arribado a la conclusión, sobre la base de la profecía
de los 2300 días de Daniel 8:14 y el calendario judío, de que Cristo regresaría en al-
gún momento entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844. «PREPÁREN-
SE PARA ENCONTRARSE CON SU DIOS», era el encabezado del Western Midnight
Cry [El Clamor de la Medianoche del Oeste] del 8 de marzo de 1844, a medida que
se aproximaba el fin de ese periodo. Pero vale decir que el «año del fin del mundo»
de Miller pasó sin el regreso de Cristo. Así, los milleritas experimentaron su primer
chasco.

Un Guillermo Miller frustrado, pero profundamente sincero le escribió a Himes el 25


de marzo de 1844: «Ahora estoy sentado en mi viejo escritorio… Al haber obtenido
ayuda de Dios hasta el tiempo presente, todavía sigo buscando a mi amado Sal-
vador… El tiempo, como lo había calculado yo, ya ha pasado; y a cada momento
espero ver al Salvador descender del cielo… No sé si Dios desea que yo le vuelva a
advertir a la gente de esta tierra… Espero haber limpiado mis vestiduras de la sangre
de las almas. Siento que hasta donde estuvo en mi poder, me liberé de toda culpa de
su condenación» (Midnight Cry [El Clamor de la Medianoche], 18 de abril de 1844).

Un Himes igualmente frustrado escribió en el editorial del 24 de abril de 1844: «Al


pasar el año judío, nuestros amigos y el público… tienen derecho a esperar alguna
exposición de nosotros de la posición que tenemos… Admitimos completa y fran-
camente que todo nuestro tiempo esperado y publicado… ha pasado: el año judío
ha expirado, y el Salvador no se ha revelado; y nosotros no disfrazaremos el hecho
para nada, de que estábamos errados en el tiempo preciso de la terminación de los
periodos proféticos».

No obstante, Himes significativamente agregó: «Nunca hemos podido encontrar


ningún otro tiempo para la culminación de los periodos proféticos». Luego siguió
dándoles esperanza a sus lectores al destacar que «estábamos ubicados en una po-
sición que Dios previó que sus hijos estuvieran, al fin de la visión; y para la que hizo
provisión, por medio del profeta Habacuc».

Después de todo, ¿no escribió el profeta: «Aunque la visión tardará aún por un tiem-
po, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin
duda vendrá» (Hab. 2:3)? Himes relacionó el texto con Mateo 25:5, que resalta que
el novio se demora antes de venir, mientras que las que esperaban «cabecearon y
se durmieron».

61
Basado en esos textos, Himes pudo decir que «ahora estamos preparados para de-
cirle al mundo lo que haremos… Intentamos aferrarnos a la integridad de nuestra fe
sin vacilar… Continuaremos creyendo en la Palabra de Dios, en su aceptación literal:
ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido» (Advent
Herald [Heraldo del Advenimiento], 24 de abril de 1844).

De este modo, los adventistas milleritas entraron en el «tiempo de tardanza». Su


movimiento se había salvado de la desintegración por el hecho de que había tenido
alguna imprecisión en cuanto a la fecha exacta del cumplimiento profético y por la
aplicación de la profecía de Habacuc y de otros textos a la situación. Los adventistas
se habían chasqueado, pero el movimiento continuó, aunque con menos entusiasmo
que antes.

EL MOVIMIENTO DEL SÉPTIMO MES Y EL «VERDADERO CLAMOR DE LA ME-


DIANOCHE»

El millerismo cobró nueva vida en la reunión campestre de Exeter, Nueva Hampshire,


a mediados de agosto de 1844. En esa convocación, el ministro millerita S. S. Snow
demostró convincentemente, por medio de una variedad de cálculos matemáticos,
que el cumplimiento de la profecía de los 2300 días de Daniel 8:14 tendría lugar en el
otoño de 1844. De hecho, a través de un estudio extensivo de las ceremonias del año
judío, Snow predicaba que la profecía de Daniel relacionada con la purificación del
santuario culminaría en el Día de la Expiación judío: el décimo día del séptimo mes
del año judío (véase Lev. 23:27).

Snow afirmaba que había calculado el día exacto de la purificación, el que los mille-
ritas todavía interpretaban universalmente como la Segunda Venida de Cristo. Ese
día de 1844, de acuerdo con el cálculo judío Karaite, era el 22 de octubre. Así, Cristo
regresaría, decía Snow, el 22 de octubre de 1844: en unos dos meses.

La idea electrificó a la audiencia. Salieron de la reunión de Exeter para diseminar el


mensaje urgente en forma tan rápida y abarcante como les era posible. Proclamaban:
«He aquí ¡viene el esposo! ¡Cristo vuelve el décimo día del séptimo mes! El tiempo es
breve; ¡Prepárense! ¡Prepárense!». Aunque Miller, Himes y otros líderes adventistas
dudaban en fijar las esperanzas en un día definido, el entusiasmo del séptimo mes se
dispersó como fuego en rastrojo entre la masa de los creyentes.

Las palabras de Jorge Storrs dan una noción del entusiasmo epidémico. En setiem-
bre escribió: «Tomo mi lapicera con sentimientos que nunca antes había experimen-
tado. Sin lugar a dudas, en mi mente, el décimo día del séptimo mes, será testigo de
la revelación de nuestro Señor Jesucristo en las nubes de los cielos. Ya estamos a
pocos días de ese evento. Momento terrible para quienes no estén preparados; pero
glorioso para los que estén listos. Siento que estoy haciendo el último llamado que
haré por medio de la imprenta. Mi corazón está henchido… ¡Ay de mí!, todos hemos
estado cabeceando y durmiendo, tanto los prudentes como los insensatos, pero así
es como el Señor nos dijo que sería, “para que se cumpla la escritura”. Y es la últi-

62
ma profecía relacionada con los eventos que preceden al advenimiento personal de
nuestro Señor; ahora viene el VERDADERO clamor de la medianoche. El previo fue
sólo una alarma. AHORA EL VERDADERO DA LA VOZ DE ALARMA: y oh, qué hora
solemne» (Midnight Cry [Clamor de la Medianoche], 3 de octubre de 1844).

Miller, Himes y otros líderes milleritas con el tiempo capitularon ante la contundencia
de los argumentos de Snow. El 6 de octubre de 1844, Miller escribió acerca de su
entusiasmo y de sus esperanzas: «Apreciado hermano Himes. Veo la gloria en el
séptimo mes como nunca antes la vi… Gracias al Señor, oh mi alma. Dígale al her-
mano Snow, al hermano Storrs y a los demás que sean bendecidos por haber sido
instrumentos para abrir mis ojos. ¡Casi estoy en casa ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria! Veo que
el tiempo es correcto».

«Mi alma está tan rebosante que no puedo escribir. Los invito a ustedes, y a todos los
que amen su venida, a agradecerle por esta gloriosa verdad. Mis dudas, mis temores
y mi oscuridad, todo se ha ido. Veo que todavía estamos en lo correcto. La palabra
de Dios es verdad; y mi alma está llena de gozo… Oh, cómo desearía poder gritar.
Pero gritaré cuando “venga el Rey de reyes” ».

«Me parece escucharlos decir: “El hermano Miller ahora es fanático”. Muy bien, llá-
menme como les parezca; no me importa; Cristo vendrá el séptimo mes, y nos ben-
decirá a todos. ¡Oh! gloriosa esperanza» (Midnight Cry, 12 de octubre de 1844).

El 16 de octubre, Himes anunció que el Advent Herald [Heraldo Adventista] (ante-


riormente Signs of the Times [Señales de los Tiempos]) dejará de publicarse. «Dado
que la fecha del número actual del Herald es nuestro último día de publicación antes
del décimo día del séptimo mes, no haremos provisión para imprimir la semana que
viene… Estamos cerrados a esta fe… He aquí, viene el esposo, ¡salid a recibirlo!»
(Advent Herald, 16 de octubre de 1844).

A esta distancia solo se puede imaginar el entusiasmo de las filas milleritas, pero
también capturar algo si se pregunta: ¿Cómo se sentiría si supiera que Cristo viene
en unos pocos días más? ¿Cómo actuaría? ¿Cómo ordenaría las prioridades?

En su convicción y exuberancia, los creyentes pusieron todo de sí en un esfuerzo


final para advertir al mundo de su destrucción inminente. No hicieron provisión para
el futuro: no la necesitaban. Algunos dejaron sus cultivos sin cosechar, cerraron sus
negocios y renunciaron a sus empleos. Jesús estaba volviendo. El pensamiento era
como miel en la boca, pero desconocían que sería amargo en el vientre (véase Apo.
10:8-10).

EL «GRAN CHASCO»

El 22 de octubre, decenas de miles de creyentes permanecían expectantes esperan-


do la aparición de Jesús en las nubes, mientras que incontables personas esperaban
en la duda, temiendo que los milleritas estuvieran en lo cierto. El día llegó y pasó, y

63
los burladores y temerosos cobraron ánimo, pero los milleritas quedaron totalmente
sumidos en el caos y desanimados. Sus afirmaciones específicas en cuanto al tiem-
po y su confianza indubitable en la fecha del 22 de octubre sirvió para aumentar su
chasco. El 24 de octubre, Josías Litch le escribió a Miller: «Es un día nublado y oscuro
aquí —las ovejas están dispersas— y el Señor todavía no ha venido» (JL a WM y JVH,
24 de octubre de 1844).

Hiram Edson posteriormente escribió: «Nuestras esperanzas y expectativas más an-


heladas fueron asoladas, y nos sobrevino un espíritu de llanto como nunca antes ha-
bía experimentado. No se hubiera comparado ni con la pérdida de todos los amigos
terrenales. Lloramos, y lloramos, hasta el amanecer» (H. Edson MS ).

Washington Morse reflexionó: «Aquel día vino y pasó, y la oscuridad de otra noche
se cerró sobre el mundo. Pero con esa oscuridad vino una punzada de desilusión
para los creyentes adventistas que solo puede encontrar paralelo en la tristeza de los
discípulos después de la crucifixión de su Señor. El paso del tiempo fue una amarga
decepción. Los verdaderos creyentes habían abandonado todo por Cristo, y habían
compartido su presencia como nunca antes. El amor de Jesús llenaba cada alma;
y con deseo inexpresable oraban: “Ven, Señor Jesús, y ven pronto”; pero no vino.
Y ahora, al regresar a las preocupaciones, perplejidades y peligros de la vida, a la
vista de las burlas y la denigración de los no creyentes que se mofaban como nunca
antes, había una terrible prueba de fe y paciencia. Cuando el hermano Himes visitó
Waterbury, Vermont, después de un tiempo, y declaró que los hermanos deberían
prepararse para otro invierno frío, mis sentimientos eran casi incontrolables. Abando-
né el lugar de reunión y lloré como un niño» (RH, 7 de mayo de 1901).

Se puede esperar que Miller, fundador y dirigente principal del movimiento, estuviera
terriblemente sacudido por la experiencia. No obstante, superficialmente mantenía
una postura optimista de relaciones públicas. El 10 de noviembre de 1844, declaró:
«Aunque me he decepcionado dos veces, todavía no estoy abatido o desanimado.
Dios ha estado conmigo en Espíritu, y me ha confortado… Aunque rodeado de ene-
migos y burladores, aun así mi mente está perfectamente serena, y mi esperanza en
la venida de Cristo es tan fuerte como siempre. He hecho solo lo que después de
años de consideración sobria sentí que era mi deber solemne…».

«Hermanos, estén firmes, no dejen que ningún hombre tome su corona. He fijado mi
mente en otro tiempo, y así pienso estar hasta que Dios me dé más luz. Y eso es Hoy,
Hoy, y Hoy, hasta que Él venga, y vea a Aquel a Quien mi alma anhela» (Midnight Cry,
5 de diciembre de 1844).

A pesar de esas palabras de reafirmación, la masa de milleritas probablemente aban-


donó su fe en la Segunda Venida. Mientras tanto, quienes seguían con la esperanza
del pronto regreso de Cristo vieron cómo su movimiento, que una vez había sido tan
armonioso, se disolvía en el caos a medida que los diferentes líderes «autodesigna-
dos» hacían demandas y contrademandas conflictivas en cuanto al significado de su
experiencia y de la «verdad» acerca de la Segunda Venida.

64
De esa caldera a punto de estallar y de esa masa informe de decepción y confusión
surgiría la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Pero, por supuesto, nadie podría haber
predicho esa variación en 1844.

Dr. George R. Knight


Profesor de Historia de la Iglesia
Andrews University

65
1

66
l periodo posterior al Gran Chasco del 22 de octubre de 1844 encontró al ad-

E ventismo millerita en un estado de confusión total. Su elevada esperanza había


dado paso a la profundidad de su desesperación. La certeza matemática de su
fe los dejó aturdidos cuando el acontecimiento esperado no ocurrió. Es importante
obtener un cuadro completamente preciso de los chasqueados milleritas, pero es
probable que la mayoría haya abandonado su fe adventista y haya regresado a sus
iglesias anteriores o se haya sumido en el descreimiento secular.

A grandes rasgos, podemos contemplar a quienes mantuvieron su fe en el pronto


regreso de Cristo como pertenecientes a uno de tres grupos, según su interpretación
de lo que había ocurrido el 22 de octubre. El grupo más fácil de identificar, bajo el
liderazgo de Josué V. Himes, rápidamente llegó a creer que no había ocurrido nada
en esa fecha.

Al sostener que habían estado en lo correcto en cuanto al acontecimiento esperado


(es decir, la Segunda Venida de Cristo), concluyeron que se habían equivocado en el
cálculo del tiempo. El 5 de noviembre de 1844, Himes escribió que «ahora estamos
satisfechos de que no podemos depender de las autoridades en las que basamos
nuestros cálculos para un tiempo definido». Aunque «estamos cerca del fin… no
tenemos conocimiento de una fecha fija o de un tiempo definido, pero sí creemos
firmemente que debiéramos aguardar y esperar la venida de Cristo, como un evento
que puede ocurrir a cualquier hora» (MC, 7 de noviembre de 1844).

Bajo el liderazgo de Himes, este grupo dio pasos para organizarse en un cuerpo
adventista diferente en Albany, Nueva York, en abril de 1845. El anciano Guillermo
Miller, bajo la influencia de Himes, le cedió su autoridad para el movimiento de Al-
bany. Una razón para que se organizara el movimiento era que el fanatismo corría
descontrolado en todas las filas adventistas. Por lo tanto, se debe ver a la Asociación
de Albany como un intento de estabilización.

Eso lleva a un segundo grupo identificable del grupo de adventistas posteriores al


chasco: los «espiritualizadores». Este sector del adventismo obtuvo su nombre por el
hecho de que ofrecía una interpretación espiritual de los hechos del 22 de octubre.
Los espiritualizadores sostenían que tanto el tiempo como el acontecimiento habían
sido correctos. En otras palabras, Cristo había regresado el 22 de octubre, pero ha-
bía sido una venida espiritual.

El fanatismo surgió fácilmente entre los espiritualizadores. Algunos afirmaban estar


sin pecado, y otros rehusaban trabajar, dado que estaban en el milenio sabático. Aun
otros, siguiendo el requerimiento bíblico de que deberían ser como niños pequeños,
desechaban tenedores y cuchillos y gateaban sobre sus manos y rodillas. No hace
falta decir que los arrebatos de entusiasmo carismático arrasaban en su medio.

1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones inte-
ramericanas, 2005).

67
Una tercera línea del adventismo posterior al chasco aparece entre quienes afirma-
ban que habían estado en lo correcto en cuanto al tiempo, pero que se habían equi-
vocado en el acontecimiento esperado. En otras palabras, algo ocurrió el 22 de octu-
bre, pero no fue la Segunda Venida de Cristo. Entre ellos estaban los futuros líderes
de lo que con tiempo se convertiría en el adventismo del séptimo día.

A este grupo le parecía que la parte mayoritaria encabezada por Himes había aban-
donado el mensaje adventista al negar la validez de su experiencia en el movimiento
de 1844. Aunque originalmente era el más pequeño de los grupos, llegó a verse
como el verdadero sucesor del movimiento millerita otrora poderosa.

De las tres divisiones del millerismo analizadas hasta aquí, la tercera fue la última en
ganar visibilidad. Incluso antes de que pudiera definirse como una forma distintiva del
adventismo, tenía que explicar dos cosas: (1) ¿Qué ocurrió el 22 de octubre de 1844?
y (2) ¿Cuál es el santuario que necesitaba ser purificado?

REDEFINICIÓN DEL SANTUARIO

El primer paso hacia una comprensión más clara de las preguntas arriba menciona-
das tuvo lugar el 23 de octubre de 1844. En ese día Hiram Edson, un granjero me-
todista del Puerto Gibson de Nueva York, llegó a la convicción durante una reunión
de oración con hermanos creyentes «de que debería darse luz» y el «chasco debería
explicarse». De allí en más, él y un compañero se propusieron animar a sus hermanos
creyentes. Mientras cruzaban un campo, informó Edson: «Algo me detuvo a mitad de
camino... el cielo parecía abierto ante mi vista... Vi en forma clara y notoria que, en
vez de que nuestro Sumosacerdote saliera del Lugar Santísimo del santuario celestial
para venir a esta tierra el décimo día del séptimo mes, al final de los 2300 días, por
primera vez entraba ese día al segundo departamento de ese santuario; y que tenía
que desempeñar una tarea en el Lugar Santísimo antes de venir a esta tierra».

La mente de Edson fue «dirigida» también a Apocalipsis 10, con su relato del librito
que era dulce en la boca pero amargo en el vientre. Al identificar la experiencia de
los milleritas al predicar sobre las profecías de Daniel como la experiencia dulce y
amarga de Apocalipsis 10, Edson notó que el capítulo se cerraba con la orden de
«profetizar otra vez».

En ese punto el llamado de su compañero, que se había adelantado en el camino,


hizo que la conciencia de Edson regresara a lo que lo rodeaba. Cuando se le pregun-
tó qué estaba pasando, Edson respondió que «el Señor estaba respondiendo nuestra
oración matutina; al darnos luz con respecto a nuestro chasco».

La «visión» de Edson pronto lo condujo a realizar un estudio extensivo de la Biblia


junto con O. R. L. Crosier y el Dr. F. B. Hahn. Arribaron a la conclusión, en concordan-
cia con la experiencia de Edson del 23 de octubre, de que el santuario a purificarse
en Daniel 8:14 no era la tierra o la iglesia, sino el santuario celestial, el cual fue el
modelo original para el santuario terrenal que había sido un tipo o copia.

68
Hahn y Edson resolvieron que sus descubrimientos eran «justo lo que el remanente
dispersado necesitaba» para explicar el Chasco y «conducir a los hermanos por el
camino correcto». Como resultado, acordaron compartir los gastos de publicación
si Crosier «escribía sobre el tema del santuario». De acuerdo con Edson, Crosier
comenzó a imprimir los descubrimientos de su estudio combinado en el DayDawn
[Amanecer del Día] durante la primera parte de 1845 (H. Edson MS).

Luego, el 7 de febrero de 1846, Enoc Jacobs publicó sus hallazgos en Day-Star Extra
[Extraordinaria Estrella del Día] bajo el título: «La Ley de Moisés». Para ese tiempo, su
posición estaba bastante madura. Por medio del estudio de la Biblia, Crosier y sus
colegas habían provisto respuestas a las preguntas: ¿Qué ocurrió el 22 de octubre de
1844? y ¿Cuál era el santuario que necesitaba ser purificado?

Se puede resumir sus conclusiones más importantes presentadas en «La Ley de


Moisés»:

1. Existe un santuario literal en el cielo.

2. El sistema hebreo del santuario era una representación visual completa del
plan de salvación que fue diseñado según al santuario celestial.

3. Así como los sacerdotes de antaño tenían un ministerio de dos fases en el


santuario terrenal, en el celestial sucedió de la misma manera. La primera fase
comenzó en el Lugar Santo en el momento de su ascensión, mientras que la
segunda comenzó el 22 de octubre de 1844, cuando Cristo pasó del primer de-
partamento del santuario celestial al segundo. Así, el día de la expiación antitípico
o celestial dio comienzo en esa fecha.

4. La primera fase del ministerio de Cristo tenía que ver con el perdón; la segun-
da involucra enterrar los pecados así como la purificación del santuario y de los
creyentes individuales.

5. La purificación de Daniel 8:14 era una limpieza del pecado, y por lo tanto se
realizaba con sangre en vez de fuego.

6. Cristo no regresaría a la tierra hasta completar su ministerio en el segundo


departamento.

Así, el estudio combinado de Edson, Crosier y Hahn confirmó la «visión» del 23 de


octubre de Edson. Por medio de un estudio intensivo de libros tales como Hebreos
y Levítico en conexión con Daniel 7 al 9 y el libro de Apocalipsis, habían arribado a
la explicación necesaria tanto de la purificación como del santuario. También habían
comenzado a entender vagamente la orden de Apocalipsis 10:11 de que los chas-
queados profeticen «otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes».
Sin embargo, al final de la década de 1840, como se verá, su idea de profetizar al
mundo implicó predicar la verdad que acababan de descubrir a aquellos milleritas

69
que aún no habían visto la luz de la «purificación del santuario» y de las doctrinas
relacionadas.

La nueva comprensión de la purificación del santuario se convirtió en una piedra an-


gular para el desarrollo de lo que llegaría a ser la teología adventista del séptimo día.
Junto con la creencia en el pronto retorno de Cristo heredada de Miller, el ministerio
celestial de Cristo en dos fases llegó a ser una enseñanza fundamental para lo que se
convirtió en una denominación durante las siguientes dos décadas.

Antes de apartarnos de la purificación del santuario, se debe notar que los adventis-
tas pronto relacionaron su enseñanza con la idea del juicio investigador o preadve-
nimiento.

Miller, por supuesto, había unido la escena del juicio de Daniel 7, la purificación del
santuario de Daniel 8:14 y «la hora de su juicio ha llegado» de Apocalipsis 14:7, con
el juicio que tendría lugar en la Segunda Venida. Sin embargo, ya en 1840 uno de
los principales oficiales de Miller había enseñado la necesidad de un juicio preadve-
nimiento. En febrero de ese año, el predicador metodista Josías Litch indicó que el
juicio debe ocurrir antes de la resurrección. Para 1842, Litch había refinado su punto
de vista y había señalado que el acto divino de levantar de entre los muertos a al-
gunas personas para vida y otras para muerte en la Segunda Venida constituye un
juicio ejecutivo que necesariamente tiene un juicio preliminar «probatorio» (Prophetic
Expositions [Exposiciones Proféticas] t. 1, p. 49-54). El grupo que surgió en los ad-
ventistas del séptimo día posteriormente desarrollaría ese tema. Crosier, si bien no
explicitó el juicio preadvenimiento en su artículo de febrero de 1846, señaló que el
sumosacerdote usaba el pectoral del juicio el Día de la Expiación y que la purificación
del santuario era una purga del pecado.

Solo era un paso más allá de esa posición para José Bates (un excapitán de ultramar
y activo laico millerita) en 1847, y otros a comienzos de 1845, hacer corresponder el
día de la expiación celestial con el juicio preadvenimiento que debía ocurrir necesa-
riamente antes de que Cristo pudiese retornar para ejecutar el juicio del advenimien-
to, en el que entonces todos recibirían su justa recompensa. Aunque fue resistida
por algunos al comienzo (entre ellos Jaime White, joven predicador de la Conexión
Cristiana, que se había convertido en un poderoso defensor del mensaje de 1844),
esa enseñanza se llegó a arraigar firmemente a mediados de la década de 1850.

Así, la teología adventista del séptimo día en desarrollo llegó a ver la purificación del
santuario de Daniel 8:14 como el acto investigador o preadvenimiento de Cristo en
el Lugar Santísimo del santuario celestial. Como resultado, cuando los que se cam-
biaban a ser adventistas del séptimo día predicaban el mensaje del primer ángel («la
hora de Su juicio ha llegado» [Apocalipsis 14:7]), con el tiempo interpretaron el 22 de
octubre de 1844 como un anuncio del comienzo del juicio preadvenimiento.

Hasta aquí se ha examinado el desarrollo de dos pilares distintivos de lo que se


estaba convirtiendo en la teología adventista del séptimo día: (1) el pronto regreso

70
personal y premilenialista de Jesús (una creencia heredada de los milleritas), y (2) el
ministerio de Cristo en dos departamentos, que incluye el juicio investigador (una
posición doctrinal que los creyentes llegaron a entender mientras luchaban con el
significado de la purificación del santuario de Daniel 8:14).

De esta forma, mientras la mayoría de los adventistas milleritas, bajo el liderazgo


de Himes, miraban el elemento temporal en su interpretación de la profecía de los
2300 días de Daniel 8:14 como un error, el grupo que se transformó en el adventismo
del séptimo día sostenía que los milleritas habían estado en lo correcto en cuanto
al tiempo, pero que se habían equivocado en cuanto al hecho que ocurrió el 22 de
octubre de 1844. Después de todo, notaron, nadie había sido capaz de refutar los
cálculos temporales de Miller. Pero con estudio posterior, se les hizo obvio que los
milleritas habían malinterpretado el simbolismo de la «purificación» y del «santuario».

Este grupito de creyentes que estaba luchando rehusó dar un paso al costado de la
plataforma profética que había hecho del movimiento millerita una fuerza tan podero-
sa. En lugar de eso, si bien construyeron sobre las ideas de Miller y de Snow, hicieron
las correcciones que creyeron necesarias. Se sentían profundamente convencidos
de que Dios había llamado a Miller para iluminar al mundo con el mensaje de la proxi-
midad de la Segunda Venida.

EL DON DE PROFECÍA

Íntimamente relacionado con la validez profética del mensaje millerita y de la exacti-


tud de la fecha del 22 de octubre, estaba el llamado de Elena Harmon (Elena de White
después de casarse en 1846), de 17 años, al ministerio profético. Junto con la ma-
yoría de los demás milleritas, en noviembre de 1844, Elena Harmon abandonó su fe
de que hubiera ocurrido algo el 22 de octubre. Pero para su sorpresa, luego recordó:
«Mientras estaba orando ante el altar de la familia [en diciembre de 1844], el Espíritu
Santo descendió sobre mí». En visión, cuando buscaba a sus hermanos adventistas
y no los podía ver, una voz le dijo que mirara un poco más arriba: «Y entonces alcé los
ojos y vi un sendero recto y angosto… El pueblo adventista andaba por ese sendero,
en dirección a la ciudad [celestial] que se veía en su último extremo. En el comienzo
del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo
un ángel, era el “clamor de medianoche”». De esta forma, Dios confirmó que la fecha
del 22 de octubre era un cumplimiento de la profecía.

«Esta luz —continuó Elena Harmon— brillaba a todo lo largo del sendero, y alum-
braba los pies de los caminantes para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús
guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de Él, iban seguros.

«Pero algunos negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no
era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz
que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo
de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y
perverso» (Primeros Escritos, p. 14, párrafos 1 y 2).

71
Su primera visión nos dice mucho acerca del ministerio de Elena Harmon. Lo prime-
ro y lo principal es que nos muestra su pasión de toda la vida: el pronto regreso de
Jesús y la preocupación de Dios por Sus hijos. Además de eso, presenta un doble
énfasis que la acompaña a lo largo de su ministerio de 70 años.

El primer aspecto de ese énfasis es que en el cielo ocurrió algo de gran importancia
el 22 de octubre de 1844, y que los adventistas nunca debieran olvidar su lugar en la
historia profética. Por eso pudo escribir después que «no tenemos nada que temer
en lo futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido y
Sus enseñanzas en nuestra historia pasada» (3 JT, p. 443).

El segundo aspecto del doble énfasis era que los individuos deben mantener la mi-
rada puesta en Jesús, su Salvador. Así, los adventistas no solo son un pueblo profé-
tico distintivo, sino también un pueblo cristiano. Como se verá en el capítulo 5, ella
enfatiza enormemente este segundo aspecto del doble enfoque durante el periodo
posterior a 1888 mientras procuraba que el adventismo colocara los dos aspectos de
su sistema de creencias en su perspectiva adecuada.

Durante 70 años (desde 1844 hasta su muerte en 1915), Elena de White predicó el
amor de Dios, la proximidad de la venida de Cristo y el mensaje de la hora del juicio
de Dios. Al comienzo, por supuesto, tenía poca autoridad. Casi todos los creyentes
la percibían solo como una voz entre muchas. Pero, gradualmente, los miembros de
la denominación en desarrollo comenzaron a reconocer a su mensaje profético como
una comunicación de Dios para guiar a Su pueblo a través de la crisis del tiempo del
fin.

No es de extrañar, dado el evidente fanatismo carismático en algunos sectores del


adventismo posterior a 1844, que ella no quisiera ser la vocera de Dios. Indudable-
mente también era consciente de que el millerismo, debido a algunas experiencias
tristes, tenía un profundo prejuicio en contra de las visiones y de las revelaciones
privadas. De hecho, en mayo de 1845 el grupo de Albany dejó registrado que no tenía
«ninguna confianza en ningún mensaje, visión, sueño, lengua, milagro, don extraordi-
nario, revelación, etcétera, que sean nuevos» (MW, 5 de mayo de 1845).

Nunca ha sido fácil ser un profeta de Dios, y eso era verdaderamente así en 1844:
el mismo año en que José Smith, el «profeta» mormón, perdió la vida a manos de
una multitud airada en el estado de Illinois. Pero Dios le dijo a Elena Harmon que la
fortalecería. A medida que iba pasando el tiempo, los adventistas se sentían cada
vez más impresionados ante la solidez de su mensaje. Al aplicar las pruebas bíblicas
de un profeta en su vida y obra, cada vez había más personas que confirmaban su
creencia en su divino llamamiento.

En esta coyuntura se debe señalar que Elena Harmon no fue la primera o la única
elección de Dios para el oficio profético entre los adventistas. Al comienzo de 1842,
Guillermo Foy, un negro liberto que pertenecía a la Iglesia bautista, recibió una can-
tidad de visiones referentes a la Segunda Venida de Cristo y la recompensa de los

72
justos. Foy predicó sus mensajes durante algún tiempo. Luego, justo antes del Gran
Chasco, Dios llamó a un segundo hombre, Hazen Foss, para el oficio profético, pero
rechazó cooperar y perdió el don. Foss luego animó a Elena Harmon a no cometer
el mismo error.

Antes de dejar esta sección sobre el don profético se debe recalcar que el don de
Elena de White no desempeñó un papel prominente en el desarrollo de la doctrina
adventista. En una respuesta de 1874 a los críticos que afirmaban que los adventis-
tas del séptimo día habían recibido la doctrina del santuario a través de las visiones
de Elena de White, el jefe editorial de la denominación respondió: «Se han escrito
cientos de artículos sobre el tema. Pero en ninguno de ellos aparecen las visiones a
las que una vez se hizo referencia como autoridad en el tema, o la fuente de donde
haya derivado algún punto de vista que sostenemos… apelamos invariablemente a
la Biblia, donde hay evidencia abundante para los puntos de vista que sostenemos
sobre este tema» (RH , 22 de diciembre de 1874).

Lo mismo puede decirse de cada una de las grandes posturas doctrinales del ad-
ventismo. El método primario usado por los pioneros en su formación doctrinal era
estudiar la Biblia hasta llegar a un consenso general. En ese punto, Elena de White a
veces recibía una visión sobre un tema ya estudiado, en primer lugar para reafirmar
el consenso y para ayudar a quienes todavía no estaban en armonía con la mayoría
para aceptar la exactitud de las conclusiones del grupo derivadas de la Biblia. Por
lo tanto, en el mejor de los casos, podemos ver el papel de la señora de White en el
desarrollo doctrinal como una confirmación en vez de una iniciación. No obstante,
como se verá en el capítulo 4, ella a veces cumplía un papel más prominente en el
desarrollo de las posturas en el área del estilo de vida adventista que en la formación
doctrinal.

Algunos líderes adventistas de los comienzos eran bastante sensibles al posible uso
indebido del don de profecía. Por ejemplo, durante años los adventistas difirieron
entre sí en cuanto al tiempo exacto en que comenzaba y terminaba el sábado. Des-
pués de un estudio concienzudo de la Biblia, emergió un consenso en 1855 de que
el sábado comenzaba y terminaba a la puesta del sol. Sin embargo, Bates todavía se
mantenía en la posición de las 6:00 p. m. En ese momento, la señora de White recibió
una visión que confirmaba la postura de puesta de sol a puesta de sol ya establecida
a través del estudio de la Biblia. Eso fue suficiente para hacer que Bates y sus cole-
gas armonizaran con el resto. Es interesante notar que esa visión también cambió la
posición de Elena de White sobre el tema.

Luego surgió la pregunta de por qué Dios simplemente no disipó los puntos en des-
acuerdo proveyendo visiones en primer lugar. La respuesta de Jaime White brinda
una comprensión crucial del papel del don de su esposa. «No parece ser el deseo del
Señor enseñarle a Su pueblo por medio de los dones del Espíritu sobre cuestiones
bíblicas hasta que Sus siervos hayan investigado Su palabra diligentemente… Per-
mitid que los dones ocupen su lugar apropiado en la iglesia. Dios nunca los coloca
en el frente mismo, y nos ordenó contar con ellos para guiarnos en el sendero de

73
la verdad, y en el camino al Cielo. Él ha magnificado Su palabra. Las Escrituras del
Antiguo y del Nuevo Testamento son la lámpara del hombre para iluminar su camino
hacia el reino. Sigan eso. Pero si se apartan de la verdad bíblica, y están en peligro
de perderse, puede ser que Dios los corrija en el momento que Él elija, y los lleve de
vuelta a la Biblia, y los salve» (RH, 25 de febrero de 1868; la cursiva ha sido añadida).

El adventismo del séptimo día, en el mejor de los casos, ha sido un movimiento


orientado hacia la Biblia que acepta la enseñanza de las Escrituras del don de pro-
fecía. Sin embargo, uno de los aspectos desafortunados de la historia adventista es
que algunos miembros de la iglesia han abusado del don de Elena de White al darle
más importancia que a la Biblia. Los esposos White y otros fundadores del adven-
tismo rechazaron esa posición no bíblica. El don de profecía es una bendición para
la iglesia de Dios, pero el verdadero adventismo siempre ha alentado la primacía de
las Escrituras.

EL SÁBADO

Simultáneamente con los desarrollos doctrinales mencionados arriba, los adventistas


que se aferraban a la enseñanza del santuario celestial y la validez de la fecha del 22
de octubre comenzaron a obtener una comprensión más completa de la ley de Dios
y del séptimo día como día de reposo.

Los primeros adventistas en aceptar el séptimo día como día de reposo se enteraron
por los bautistas del séptimo día, quienes a comienzos de la década de 1840 habían
renovado su compromiso de diseminar esta luz especial. Uno de sus miembros, una
mujer agresiva llamada Raquel Oakes, desafió a un predicador adventista que perte-
necía a la Iglesia metodista a guardar todos los mandamientos. Como resultado, el
pastor Federico Wheeler comenzó a observar el séptimo día en la primavera de 1844.

Alrededor del mismo tiempo, varios miembros de la iglesia de Washington, Nuevo


Hampshire, donde Wheeler predicaba frecuentemente, también comenzaron a ado-
rar en el día de reposo bíblico. Así, la primera congregación adventista en guardar el
sábado llegó a existir antes del Gran Chasco.
En el verano de 1844, Tomas M. Preble, un predicador bautista del libre albedrío que
se había convertido en millerita, también aceptó el sábado a través de sus contactos
con la congregación de Washington. Al darse cuenta de que quedaba poco tiempo
para al advenimiento, ni Wheeler ni Preble sintieron que era de peso preocuparse del
mensaje del sábado que acababan de descubrir.

Sin embargo, después del Gran Chasco, Preble publicó el 28 de febrero de 1845 sus
creencias sobre el sábado en la publicación Hope of Israel [La Esperanza de Israel].
Más tarde en ese mismo año, nuevamente expuso su punto de vista en un panfleto
de 12 páginas con un título no muy sutil: Tract, Showing That the Seventh Day Should
Be Observed as the Sabbath, Instead of the First Day; «According to the Command-
ment» [Panfleto que muestra que el séptimo día debiera observarse como el día de
reposo en lugar del primer día, «según el mandamiento»].

74
En marzo de 1845, los escritos de Preble cayeron en manos de José Bates, uno de
los tres fundadores primarios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Bates aceptó
el sábado y con el tiempo lo compartió en una reunión con Crosier, Hahn y Edson.
Edson adoptó el sábado bíblico, mientras que Crosier y Hahn apoyaban la idea.
Mientras tanto, compartían sus ideas sobre el santuario celestial con Bates, las que
reconoció prestamente por su sólida base bíblica. De este modo, hacia fines de 1845
y comienzos de 1846 se empezó a formar un grupo pequeño de creyentes adventis-
tas alrededor de las doctrinas unidas del ministerio de Cristo en el santuario celestial
y la naturaleza vinculante del sábado como día de reposo. De aquí en adelante se re-
ferirán como los adventistas sabatistas. Ellos formaron el núcleo de lo que, a comien-
zos de la década de 1860, se transformó en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

El excapitán Bates, mientras tanto, publicó un panfleto titulado The Seventh Day
Sabbath, a Perpetual Sign [El séptimo día sábado, una señal perpetua], en agosto de
1846. Bates también sirvió de instrumento para presentarles el sábado como día de
reposo a Jaime White y a Elena Harmon (que se casaron el 30 de agosto de 1846).
Años más tarde, Elena de White recordó que «en el otoño de 1846 comenzamos a
observar el día de reposo bíblico, y también a enseñarlo y defenderlo» (Primeros
Escritos, xx, párrafo 1). Así, los tres fundadores del adventismo del séptimo día se
unieron en la doctrina del sábado hacia fines de 1846.

Bates le dio una riqueza y una significación profética al sábado que nunca podría
haber surgido entre los bautistas del séptimo día. Para los bautistas, el séptimo día
simplemente era el día correcto. Pero con Bates, impregnado como estaba en una fe
profética, informado por medio de un estudio extensivo de los libros de Daniel y Apo-
calipsis, el sábado como día de reposo cobró una riqueza escatológica (del tiempo
del fin) que iba más allá del reino de la comprensión bautista.

A través de una serie de libritos, Bates interpretó el sábado en el marco de Apocalip-


sis 11 al 14. Entre 1846 y 1849, hizo al menos tres contribuciones para la compren-
sión profética del sábado. Primero, comenzó a ver conexiones entre el sábado y el
santuario. A medida que estudiaba la solidez de la séptima trompeta en Apocalipsis
11:15-19 (un pasaje que obviamente tiene que ver con los últimos días), Bates se
sintió particularmente atraído hacia el versículo 19: «Y el templo de Dios fue abierto
en el cielo, y el arca de Su pacto se veía en el templo».

Bates notó un aumento reciente de artículos sobre el sábado. ¿Por qué? Cuando
el séptimo ángel comenzó a tocar su trompeta, propuso Bates, el segundo depar-
tamento del templo de Dios se abrió en el cielo, el arca del pacto fue revelada es-
piritualmente y la gente comenzó a investigar las Escrituras. El arca del pacto en el
santuario terrenal, por supuesto, contenía los Diez Mandamientos. De esta forma, a
través de una comparación tipológica, llegó a la conclusión de que el Lugar Santísi-
mo del santuario celestial tenía un arca que contenía el Decálogo, como lo tenía el
santuario terrenal. La ley de Dios con el tiempo llegó a ser vista como la base de juicio
preadvenimiento que había abierto el segundo departamento en el cielo, que exponía
el arca del pacto y señalaba un renovado énfasis en la ley de Dios.

75
La segunda contribución de Bates para el desarrollo de la comprensión del sábado
en la historia profética vino a través de su estudio del mensaje de los tres ángeles de
Apocalipsis 14. Lo presentó como secuencial. Decía que los dos primeros (la hora del
juicio de Dios y la caída de Babilonia) habían sido predicados por los milleritas. Pero
sostenía que el versículo 12: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios», comenzó a cumplirse después del 22 de octubre de
1844. Así, en 1847 escribió: «[un pueblo] se ha estado uniendo en grupos durante los
últimos dos años, alrededor de los mandamientos de Dios» (Seventh-day Sabbath [El
séptimo día sábado] [1847 ed.], p. 59).

Bates, por supuesto, no perdió la fuerza profética de Apocalipsis 12:17: «Entonces


el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de
la descendencia de ella, los que guardan [todos] los mandamientos de Dios». Esa
«guerra», sostenía, es descrita en Apocalipsis 13 como los poderes de la bestia que
buscan vencer al pueblo de Dios que guarda los mandamientos, y que finalmente
establece el decreto de muerte del versículo 15. Por lo tanto, la tercera contribución
de Bates a la teología del sábado (en el marco de la profecía) fue desarrollar los con-
ceptos del tiempo del fin, del sello de Dios y la marca de la bestia en el contexto de
la alianza con Dios o con la bestia. Sostenía que la fidelidad al sábado bíblico sería el
punto focal externo de la batalla.

LA INMORTALIDAD CONDICIONAL

La doctrina adventista distintiva final es la de la inmortalidad condicional. La mayoría


de los cristianos a través de la historia ha creído, siguiendo la filosofía griega, que la
gente nace siendo inmortal. Por eso, cuando su cuerpo muere, su espíritu o algo va
al cielo a vivir con Dios o a un infierno que arde eternamente. En otras palabras, la
gente tiene una inmortalidad innata. Es imposible que se mueran realmente o dejen
de existir.

Muchos eruditos bíblicos a través de la historia, al mirar el tema desde un punto de


vista hebreo en vez de griego, han negado la enseñanza de la inmortalidad inherente.
La inmortalidad, sostenía, pertenece a aquellos que siguen a Cristo, y por lo tanto
es condicional. Quienes aceptan a Cristo por fe tendrán inmortalidad, mientras que
quienes lo rechazan siguen siendo mortales y sujetos a morir.

Esa enseñanza, por supuesto, tiene implicaciones directas para el destino de los
impíos. En resumen, si los impíos no son inmortales, no pueden arder por siempre.
Serán consumidos en el fuego del infierno, y el resultado será eterno. De esta forma,
Storrs comenzó a predicar el «aniquilacionismo». Creer en algo diferente, sostenía,
era impugnar el carácter de Dios. En 1842, Storrs se unió al adventismo millerita y
pronto se convirtió en uno de los principales activistas y escritores. En el otoño de
1844, se convirtió en uno de los defensores principales del movimiento del séptimo
día. Mientras tanto, uno de sus primeros conversos ministeriales fue Carlos Fitch.
«Apreciado hermano Storrs —escribió Fitch el 25 de enero de 1844—, como ha esta-
do luchando solo por mucho tiempo las batallas del Señor, sobre el tema del estado

76
de los muertos y del destino final de los malvados, le escribo esto para decirle que,
después de mucho pensar y orar, y de una profunda convicción de deber para con
Dios, estoy preparado para ponerme de su parte» (Carlos Fitch a Jorge Storrs, 25 de
enero de 1844).

Los tres fundadores del adventismo del séptimo día —José Bates, Jaime White y Ele-
na de White— aceptaron la enseñanza de la inmortalidad condicional. Para ellos no
solo tenía sentido bíblico, sino que parecía ser necesario para su teología. Después
de todo, la creencia de las almas inmortales que ya están en el cielo o en el infierno
parecía echar por tierra la necesidad de las resurrecciones anteriores y posteriores
al milenio descritas en el Nuevo Testamento. Además, si la gente ya tenía su recom-
pensa, ¿por qué tener un juicio preadvenimiento o incluso una Segunda Venida? De
este modo, la inmortalidad condicional formaba un eslabón integral en una teología
centrada en el ministerio de Cristo en el santuario celestial.

LAS DOCTRINAS «PILARES» Y EL MENSAJE DE LOS TRES ÁNGELES

Para comienzos de 1848 los líderes adventistas sabatistas, por medio de un estudio
extensivo e intensivo de la Biblia, habían llegado a un acuerdo básico en al menos
cinco puntos de doctrina: (1) el regreso personal, visible y premilenial de Jesús; (2)
la purificación del santuario, con el ministerio de Cristo en el segundo departamento
que comenzó el 22 de octubre de 1844: el comienzo del día de la expiación antitípico;
(3) la validez del don de profecía, con cada vez más creyentes que veían el ministerio
de Elena de White como una manifestación moderna de ese don; (4) la obligación de
observar el sábado como día de reposo y el papel del sábado en el gran conflicto
del fin del tiempo profetizado en Apocalipsis 11 al 14; y (5) la inmortalidad no es una
cualidad inherente del ser humano sino algo que la gente recibe solo a través de la
fe en Cristo.

Los adventistas sabatistas, y luego los adventistas del séptimo día, llegaron a consi-
derar esas cinco doctrinas como «piedras basales» o «pilares». Juntos establecieron
esta rama del adventismo no solo aparte de otros cuerpos milleritas, sino también
de otros cristianos en general. Esas cinco doctrinas distintivas permanecieron en el
corazón del adventismo sabatista en desarrollo e hizo de ellos un pueblo distintivo.
Como tal, el pueblo del séptimo día valoraba grandemente estas creencias y las
predicaba ávidamente.

Los sabatistas, por supuesto, compartían muchas creencias con otros cristianos,
como la salvación por gracia por medio de la fe en el sacrificio de Jesús y la eficacia
de la oración. Pero su predicación y su enseñanza se centraban en esas doctrinas
distintivas fundamentales. Ese énfasis creció en parte por el hecho de que tenían que
defender esas creencias en sus encuentros con otros cristianos, y en parte por su
deseo de compartir esas enseñanzas con personas que no las conocían. Ese énfasis
unilateral, con el tiempo, le trajo problemas al adventismo.

77
Mientras tanto, es importante reconocer que las cinco doctrinas fundamentales no
estaban solas. Formaban un paquete doctrinal profético unificado. En el corazón de
ese paquete había dos ideas bíblicas: el santuario y el mensaje de los tres ángeles.
De la centralidad del santuario en la creencia sabatista, Roswell F. Cottrell escribió en
1863: «Encontramos no solo que el santuario celestial es el gran centro del sistema
cristiano, como el terrenal del típico, sino que este tema es el centro y la ciudadela de
la verdad presente. Dado que nuestro templo está en el cielo, y en ese templo el ‹arca
de su testamento›, que contenía ‹los mandamientos de Dios›, y en el centro mismo de
esos mandamientos, el sábado del Señor, cercado por nueve preceptos morales que
no pueden ser derrocados, no es de extrañarse que los enemigos del sábado debie-
ran no solo esforzarse por abolir los Diez Mandamientos, sino también por demoler el
verdadero santuario en el que están depositados» (RH, 15 de diciembre de 1863). El
análisis previo había destacado la relación de cada una de las doctrinas fundamen-
tales con el santuario. En esta coyuntura es importante enfatizar la centralidad del
santuario en la teología como un conjunto de creencias unificadas. De este modo,
desafiar una parte del sistema es cuestionarlo en su totalidad.

La segunda imagen bíblica organizadora y unificadora de la teología adventista sa-


batista era la del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14. Ese mensaje no solo
unía toda la teología adventista al servicio del santuario con su mensaje de juicio (y
de salvación), sino que les permitió a los sabatistas ubicarse en la corriente de la
historia profética. Más allá de eso, el mensaje de los tres ángeles con el tiempo se
convirtió en la fuerza profética que diseminó las misiones adventistas del séptimo día
en todo el mundo cuando la iglesia buscaba llevar su mensaje único «a toda nación,
tribu, lengua y pueblo» (Apocalipsis 14:6). Pero esa visión de misión estaba más allá
de las mentes de los pocos adventistas sabatistas que luchaban a fines de la década
de 1840.

Por otro lado, ya entonces estaban empezando a vislumbrar la significación profética


de los tres ángeles para su obra. En 1850, Jaime White publicó un importante artí-
culo que resumía sus conclusiones sobre el tema. Relacionó el mensaje del primer
ángel (ver versículos 6 y 7) con la predicación millerita de la Segunda Venida. Para él,
el elemento temporal en «la hora de su juicio ha llegado» era crucial. «Toda hueste
adventista —escribió— una vez creyó» que algo especial ocurriría alrededor de 1843.
Continuó: «El descreimiento de aquellos que ahora dudan no prueba que todos está-
bamos equivocados en aquel entonces. El paso del tiempo, la reincidencia perpetua
y el descreimiento de los adventistas no habían hecho que esta verdad de Dios se
volviera una mentira, sino que sigue siendo verdad».

El segundo ángel (ver versículo 8), enfatizó White, «siguió» al del primer ángel. Cuan-
do, en reacción a la predicación del pronto regreso de Cristo, las iglesias comenzaron
a cerrar sus puertas a los milleritas y desfraternizarlos, entonces —bajo el liderazgo
de Carlos Fitch— el segundo ángel pronunció el mensaje de «ha caído Babilonia…
salid de ella, pueblo mío».

78
«Esta profecía —escribió White— se cumplió exactamente, y en el tiempo y el lu-
gar correcto… lo oímos con nuestros oídos, nuestras voces lo proclamaron, y todo
nuestro ser sintió su poder, y con nuestros ojos vimos su efecto, cuando el pueblo
oprimido de Dios rompió las ligaduras que lo ataban a las diversas sectas, y escapa-
ron de Babilonia…».

«El mensaje del segundo ángel nos llamó a salir de las iglesias caídas para estar
ahora en donde somos libres para pensar y actuar por nosotros mismos en el temor
de Dios. Un hecho por demás interesante es que la cuestión del sábado comenzara
a agitarse entre los creyentes de la Segunda Venida inmediatamente después del
llamado a salir de las iglesias por medio del mensaje del segundo ángel. La obra de
Dios avanza en orden. La verdad del sábado surgió justo en el tiempo correcto para
cumplir la profecía».

White vio que el mensaje del tercer ángel (ver versículos 9 al 12) era el momento cul-
minante para este movimiento profético. Sería el último mensaje de misericordia de
Dios para el mundo, justo antes de la gran cosecha de almas en la Segunda Venida
(ver versículos 15 al 20).

Señaló que Apocalipsis 13 y 14 y el mensaje del tercer ángel reconocen solo dos cla-
ses de personas. Una persigue a los santos y recibe la marca de la bestia, mientras
que la otra sigue siendo paciente mientras espera el retorno de Cristo (a pesar del
chasco del 22 de octubre de 1844) y «GUARDA LOS MANDAMIENTOS DE DIOS».

«Nunca tuve sentimientos tales al sostener mi lapicera como ahora» escribió Jaime
White al entrar en el punto emocional culminante de su presentación. «Y nunca vi ni
sentí la importancia del sábado como en este momento. Seguramente la verdad del
sábado, como el sol naciente asciende desde el oriente, ha aumentado en luz, en
poder e importancia hasta llegar a ser la gran verdad que sella…».

«Muchos se detuvieron en el mensaje del primer ángel, otros en el del segundo, y


muchos rechazarán el tercero; unos pocos seguirán ‹al Cordero dondequiera que
vaya, y subirán a poseer la tierra. Aunque tengan que pasar por fuego y sangre, o ser
testigos del ‹tiempo de angustia cual nunca fue›, no se rendirán para ‹recibir la mar-
ca de la bestia›, sino que seguirán luchando y avanzando en su guerra santa hasta
que, con las arpas de Dios, toquen la nota de victoria en el monte Sion» (La Verdad
Presente, abril de 1850).

Los verdaderos adventistas sabatistas se consideraban un movimiento profético. De-


bido a sus convicciones, muchas veces se referían a su movimiento como al «men-
saje del tercer ángel».

79
LA ACTITUD DE LA «PUERTA CERRADA» HACIA LA MISIÓN

Mientras que el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 obviamente señala-


ba hacia la misión mundial, ese aspecto del capítulo no era nada evidente para los
primeros adventistas sabatistas. La verdad es progresiva y, como sucede a menudo
en la vida personal, los sabatistas comprendían el plan de Dios para ellos solo de
un paso por vez. De hecho, mejor se podría pensar de los adventistas sabatistas en
términos de antimisión en vez de misión. Se puede describir exactamente su teoría
y práctica de la misión como una «puerta cerrada» en cuanto al trabajo misionero.

Ese concepto no era original para los creyentes sabatistas, pues había sido desarro-
llado por Guillermo Miller, quien había relacionado su mensaje con el «clamor de la
medianoche» en la parábola de las diez vírgenes (ver Mateo 25). Esa parábola declara
que cuando el esposo (es decir, Cristo) venga, la puerta estará cerrada, y dejará a
algunos afuera. Guillermo Miller enseñaba en las décadas de 1830 y 1840: «Se cerró
la puerta; implica el cierre del reino de la mediación, y el fin del periodo evangélico»
(Evidence From Scripture and History [Evidencia de la Escritura y la Historia] [impreso
en 1842], p. 237). Después de que Cristo no regresó el 22 de octubre de 1844, Miller
—que aún esperaba la pronta aparición de Cristo en las nubes del cielo— interpreta-
ba la puerta cerrada como el cierre del periodo de prueba del ser humano.

Así, en diciembre de 1844, Guillermo Miller pudo escribir: «Hemos hecho nuestra
obra de advertir a los pecadores, y de tratar de despertar a una iglesia formal. Dios,
en Su providencia, ha cerrado la puerta; nosotros solo podemos estimularnos unos
a otros a ser pacientes; a ser diligentes para asegurarnos nuestro llamado y elec-
ción. Ahora estamos viviendo en el tiempo especificado por Malaquías 3:18, también
Daniel 12:10 y Apocalipsis 22:10-12. En este pasaje no podemos evitar ver que un
tiempo antes de que Cristo debiera venir, habría una separación entre los justos y
los impíos… Nunca antes desde los días de los apóstoles, se ha trazado una línea
divisora tal» (AH, 11 de diciembre de 1844).

Ciertamente, las reacciones desagradables de los incrédulos burladores y de los


exmilleritas después del Gran Chasco deben haber hecho parecer que la puerta del
tiempo de prueba realmente se había cerrado. Además, el flujo masivo de nuevos
conversos se había detenido el 22 de octubre de 1844.

Casi todos los milleritas aceptaron la enseñanza de la puerta cerrada justo después
del Gran Chasco. Pero eso pronto cambió, ya que la enseñanza de la puerta cerrada
estaba ligada al cumplimiento de la profecía del 22 de octubre. Como resultado,
cuando la mayoría de los milleritas, bajo el liderazgo de Himes, comenzó a reconocer
que habían estado equivocados en el tiempo y de que nada había ocurrido el 22 de
octubre, también desistieron de la creencia de que la puerta del tiempo de prueba
se había cerrado.

Por otro lado, los adventistas sabatistas, incluyendo a Bates y a los White, continua-
ron sosteniendo el cumplimiento de la profecía del 22 de octubre y la enseñanza de

80
la puerta cerrada. Por lo tanto, los otros adventistas milleritas comenzaron a referirse
a ellos como «la gente del sábado y la puerta cerrada»: términos derogatorios que
implicaban sus diferencias doctrinales.
El problema de la gente de la puerta cerrada era que habían heredado algún error
del movimiento millerita en su teoría de la puerta cerrada que estaba íntimamente
ligada a su incomprensión de la purificación del santuario. Después de todo, si la
purificación del santuario era la Segunda Venida de Cristo, entonces el tiempo de
prueba para los impíos obviamente se habría cerrado el 22 de octubre. Un estudio
posterior de la Biblia pronto hizo que los sabatistas vieran su error en relación con
la purificación del santuario, pero les llevó varios años aclarar la idea errónea de la
puerta cerrada.

Mientras tanto, a veces incluso los errores conducen a buenos resultados. Así ocurrió
con la puerta cerrada. Durante el periodo de la puerta cerrada de la misión adven-
tista, los adventistas sabatistas en desarrollo creían que el alcance evangélico de su
movimiento estaba restringido a quienes habían aceptado el mensaje millerita de la
década de 1830 y comienzos de los años de 1840. La puerta de la gracia se había
cerrado para todos los demás.

Así, el «error» de la puerta cerrada le dio suficiente tiempo al grupito de adventistas


sabatistas para construir su propio cimiento teológico. Poco invirtieron de sus esca-
sos recursos en la evangelización hasta que tuvieron el mensaje. Después de ordenar
su propia identidad teológica, el próximo paso era tratar de convencer a otros mi-
lleritas de su paquete doctrinal y de la interpretación profética. Esa tarea tuvo lugar
entre 1848 y 1850.

La «utilidad» del periodo de la puerta cerrada, por lo tanto, fue que les dio tiempo a
los sabatistas de formar un fundamento doctrinal y de desarrollar una base de miem-
bros. Solo después de que habían completado esas tareas estaban listos para dar el
próximo paso en su misión profética.

Dr. George R. Knight


Profesor de Historia de la Iglesia
Andrews University

81
1

82
l observar la actual organización adventista del séptimo día en el ámbito mun-

A dial, es difícil creer que la mayoría de los primeros adventistas se opusiera a


toda organización eclesiástica por sobre el nivel congregacional. Jorge Storrs
con gusto sumó su posición cuando advirtió que «ninguna iglesia puede organizarse
por invención del hombre sin que se convierta en Babilonia en el mismo momento en
que se organiza» (MC, 15 de febrero de 1844).

La lógica de Storrs no es difícil de comprender. Después de todo, ¿las iglesias or-


ganizadas, los mismos cuerpos que Fitch y sus seguidores habían definido como
Babilonia, no habían excomulgado a los milleritas? Entonces, conforme a la lógica,
¿debían estas personas libres recrear otra Babilonia? Ese sentimiento se diseminó
entre todas las ramas del adventismo millerita, incluyendo a los sabatistas. Además,
la fuerte influencia de la Conexión Cristiana —un grupo que tradicionalmente había
resistido la organización eclesiástica por sobre el nivel local— también fortaleció la
actitud antiorganizativa entre ellos. Dos de los tres fundadores sabatistas —Jaime
White y José Bates— habían pertenecido a la Conexión.

Por otro lado, la tercera fundadora, Elena de White, había crecido en la Iglesia Me-
todista Episcopal. El título de la obra Organizing to Beat the Devil: Methodistas and
Early America [Organizarse para Derrotar al Diablo: los Metodistas y los Comienzos
de Norteamérica] de Carlos Ferguson ayuda a ver que la señora de White, que pro-
venía de la denominación protestante más eficientemente organizada de sus días,
aportó una perspectiva diferente sobre el tema. Se necesitaron 20 años para que la
tensión respecto a la organización encontrara una resolución entre los adventistas
sabatistas.

Mientras tanto, para 1848, como se vio en el capítulo 2, el grupito de líderes saba-
tistas se había puesto de acuerdo en un conjunto de doctrinas básicas y creía que
tenían la responsabilidad de compartir sus creencias con los adventistas que todavía
estaban confundidos en relación con lo que había ocurrido en octubre de 1844. Los
sabatistas escogieron un enfoque típicamente millerita para compartir sus creencias.
Organizaron una serie de congresos medioinformales como el primer paso organiza-
cional en el desarrollo del adventismo del séptimo día.

LOS PRIMEROS CONGRESOS SABATISTAS

El primer congreso sabatista se reunió en la primavera de 1848 en Rocky Hill, Con-


necticut. Ese año se realizaron al menos cinco más, otros seis en 1849 y diez en
1850. José Bates y los White asistieron a casi todos. Aunque la mayoría de los con-
gresos se desarrollaba durante un fin de semana, algunos se extendían de jueves a
lunes. El propósito, de acuerdo con Jaime White, era la «unión de los hermanos en
las grandes verdades conectadas con el mensaje del tercer ángel» (RH, 6 de mayo de
1852). Para 1848 muchos de Nueva Inglaterra y del oeste de Nueva York se habían

1
George R. Knight, Historia resumida de los adventistas del séptimo día (Nampa, Idaho: Publicaciones inte-
ramericanas, 2005).

83
convencido de la validez de una o más doctrinas adventistas sabatistas, pero care-
cían de un consenso común.
El informe de Jaime White del primer congreso sabatista ilustra tanto el propósito
como algunas dinámicas involucradas. «Tuvimos una reunión esa noche [jueves 20
de abril de 1848] de alrededor de unos quince en total», escribió White. «El viernes de
mañana los hermanos llegaron a ser más de cincuenta. No todos estaban totalmente
en la verdad. Nuestra reunión ese día fue muy interesante. El hermano Bates presen-
tó los mandamientos con claridad, y se resaltó su importancia por medio de pode-
rosos testimonios. La palabra hizo su efecto para afirmar a quienes ya estaban en la
verdad, y para despertar a quienes no estaban totalmente decididos» (en 2SG, p. 93).

El propósito y la dinámica de los congresos aparece incluso más claramente en el in-


forme de Elena de White del segundo, que se llevó a cabo en «el establo del hermano
Arnaldo» en Volney, Nueva York, en agosto de 1848. Ella escribió: «Había aproxima-
damente treinta y cinco presentes, todos los que pudieron reunirse en esa parte del
Estado. Casi no había dos que estuvieran de acuerdo. Cada uno era vehemente con
sus opiniones, y declaraban que estaban de acuerdo con la Biblia. Todos estaban
ansiosos de tener una oportunidad para presentar su parecer, o de predicarnos. Se
les había dicho que no habíamos viajado desde una distancia tan larga para oírlos,
sino para enseñarles la verdad. El hermano Arnaldo sostenía que 1000 años de Apo-
calipsis 20 estaban en el pasado; y que los 144 000 eran los que habían resucitado
en la resurrección de Cristo…».

«Estas extrañas diferencias de opinión pesaban grandemente sobre mí, especial-


mente cuando el hermano Arnaldo hablaba de los 1000 años como pertenecientes al
pasado. Yo sabía que él estaba en error, y una gran pena presionaba mi espíritu; por-
que me parecía que Dios era deshonrado. Me desmayé ante el peso. Los hermanos
Bates, Chamberlain, Gurney, Edson y mi esposo oraban por mí... El SEÑOR oyó las
oraciones de sus siervos, y reviví. La luz del cielo descansó sobre mí. Pronto perdí la
noción de las cosas terrenales. El ángel que me acompañaba me presentó algunos
de los errores de los presentes, y también la verdad en contraste con sus errores.
Que estas opiniones discordantes, que ellos afirmaban que estaban de acuerdo con
la Biblia, estaban solo de acuerdo con su opinión de la Biblia, que sus errores debían
ceder y debían unirse alrededor del mensaje del tercer ángel. Nuestra reunión termi-
nó victoriosamente. La verdad ganó la victoria» (Ibid., pp. 97-99). Se debe notar que
Bates y los White asumieron un fuerte papel de liderazgo temprano en los congre-
sos. Se requería de un liderazgo fuerte, orientado hacia los objetivos para formar un
cuerpo de creyentes en las condiciones caóticas del adventismo posterior al Chasco.
También se debe observar que el propósito primario de esas reuniones era unir a un
cuerpo de creyentes en las verdades del mensaje del tercer ángel: un mensaje ya
estudiado y acordado por los líderes sabatistas.

De acuerdo con Jaime White, para noviembre de 1849 los congresos estaban cum-
pliendo su propósito primario. «Por medio de la proclamación de la verdad del sába-
do en conexión con el movimiento adventista —le informaba al hermano Bowles—
Dios se está dando a conocer a los que son suyos. En el oeste de Nueva York el

84
número de observadores del sábado está creciendo rápidamente. Hay más del doble
ahora que hace seis meses. Así [también] es más o menos en los estados de Maine,
Massachusetts, Nueva Hampshire, Vermont y Connecticut...

«El tiempo de dispersión [como resultado del Gran Chasco] que hemos tenido está
en el pasado, y ahora ha llegado el tiempo de que se reúnan los santos en la unidad
de la fe, y sean sellados por una verdad santa y unificadora. Sí, hermano, ha llegado».

«Es verdad que la obra avanza lentamente, pero avanza segura, y cobra fuerza en
cada paso... Nuestra experiencia adventista pasada, la posición presente y la obra
futura están señaladas en Apocalipsis, cap. 14, tan claramente como el lápiz proféti-
co podía escribirlo. Gracias a Dios que lo vemos...».

«Creo que la verdad del sábado todavía tiene que resonar en toda la tierra, como el
adventismo nunca lo ha hecho...».

«Me enferman todos nuestros documentos adventistas, y todos nuestros editores


adventistas, pobres editores. Las lámparas se han agotado, aunque todavía tratan
de iluminar a sus hermanos ciegos hacia el reino de Dios». Jaime agregó que no tenía
deseos de ser como ellos. «Solo pido el precioso privilegio de alimentar, en lo posible
[,] a mis pobres hermanos: «los marginados»» (JW al hermano Bowles, 8 de noviem-
bre de 1849). De este modo, desde casi el comienzo, los sabatistas se consideraban
un pueblo orientado a la misión, un pueblo impulsado por el imperativo de los tres
ángeles de Apocalipsis 14. El primer paso en su misión al mundo era alcanzar a los
confusos milleritas durante la última parte de la década de 1840. Los congresos sa-
batistas se transformaron en la avenida inicial para cumplir ese objetivo.

Se debe notar que mientras el propósito primario de los congresos sabatistas era unir
a los creyentes en un paquete doctrinal ya estudiado, los congresos también daban
la oportunidad de refinar aquellas posiciones a medida que las nuevas preguntas
guiaban a más respuestas en el contexto del estudio de la Biblia.

LA PUBLICACIÓN DE «LA VERDAD»

El segundo paso en el desarrollo de la estructura organizacional sabatista estaba en


el área de las publicaciones. Al igual que los congresos sabatistas, las publicaciones
iniciales sirvieron para convocar, informar y unir al cuerpo de creyentes en el mensaje
de los tres ángeles desde dentro de las filas dispersas de los adventistas milleritas
todavía confundidos. Paralelamente a los congresos, estaba el hecho de que las
publicaciones estaban en el corazón de la «organización» millerita anterior al chasco.

Las primeras publicaciones de los sabatistas eran panfletos ocasionales que des-
tacaban las verdades recién descubiertas en el contexto del millerismo como un
movimiento profético. Estos panfletos, o libritos, incluían The Opening Heavens [Los
Cielos Abiertos] (1846), The Seventh-Day Sabbath, A Perpetual Sign [El Séptimo Día
Sábado, Una Señal Perpetua] (1846 y revisado significativamente en 1847), Second

85
Advent Way Marks and High Heaps [Señales e Hitos en el Camino de la Segunda
Venida] (1847), y A Seal of the Living God [Un Sello del Dios Viviente] (1849).
Aparte de los panfletos de Bates estaba la primera iniciativa conjunta de publicar por
parte del liderazgo sabatista: A Word to the «Little Flock» [Una Palabra a la «Manada
Pequeña» (1847). El documento de 24 páginas animaba a los creyentes adventistas
a aferrarse a su experiencia de 1844 mientras iban en busca de mayor luz para el
futuro.

Una visión de Elena de White en Dorchester, Massachusetts, en noviembre de 1848,


estimuló una transición mayor en las publicaciones adventistas. Después de salir de
la visión, le dijo a Jaime que tenía un «mensaje» para él: «Tengo un mensaje para
ti. Has de comenzar a imprimir un pequeño periódico y enviarlo a la gente. Será
pequeño al comienzo; pero a medida que la gente lo lea, te enviará medios con los
cuales imprimir; y será un éxito desde el mismo principio. Se me ha mostrado que
desde este pequeño comienzo saldrán rayos de luz que han de circuir el globo» (El
Colportor Evangélico, p. 9).

Su predicción del programa de publicación mundial nunca podría haber surgido de


algo particularmente animador entre los creyentes sabatistas dispersos en ese tiem-
po. Humanamente hablando, parecía absurdo. ¿Qué podrían lograr unos pocos pre-
dicadores sin un centavo, respaldados por unos 100 creyentes? Ciertamente no se
podría imaginar un comienzo más humilde para una iniciativa de publicación.

A pesar de las circunstancias desalentadoras, Jaime White, postrado por el cansan-


cio y destituido financieramente, avanzó por fe para escribir e imprimir el «pequeño
periódico». Al mirar atrás hacia esa experiencia, más tarde escribió: «Nos sentamos
para preparar el tema para ese pequeño periódico, y escribimos cada palabra; nues-
tra biblioteca completa constaba de una biblia de bolsillo de tres chelines, la Con-
cordancia Condensada de Cruden y el viejo diccionario Walker, al que le faltaba una
de las tapas. Destituidos de medios, nuestra esperanza de éxito estaba en Dios»
(RH, 17 de junio de 1880). Al no tener mucho para elegir, White buscó a un impresor
no adventista que imprimiera un panfleto de ocho páginas para alguien totalmente
extraño, y que esperara su paga hasta que las contribuciones retornaron de los es-
perados lectores. White encontró un impresor tal en Carlos Pelton de Middletown,
Connecticut.

El primer ejemplar de 1000 copias de Present Truth [La Verdad Presente] salió a la
imprenta en junio de 1849. «Antes de enviar los ejemplares al correo —recuerda Ele-
na de White—, los extendíamos siempre ante el Señor y ofrecíamos a Dios fervorosas
oraciones mezcladas con lágrimas para que derramase sus bendiciones sobre los
callados mensajeros. Poco después de publicar el primer número, recibimos cartas
con recursos destinados a continuar publicando el periódico, así como también re-
cibimos las buenas noticias de que muchas almas abrazaban la verdad» (Testimo-
nios selectos, t. 1, p. 128). El contenido de Present Truth era lo que los sabatistas
consideraban el mensaje para ese tiempo: el sábado, el mensaje de los tres ángeles
y temas doctrinales relacionados. El «pequeño periódico» desempeñó su parte en

86
el «tiempo de reunión» de fines de la década de 1840. No obstante, la publicación
llamada Present Truth solo fue el primer paso en el desarrollo de los periódicos saba-
tistas. En el verano de 1850, Jaime White publicó el primer ejemplar de la Adventist
Review [Revista adventista]: una revista que reimprimió la mayoría de los artículos mi-
lleritas importantes de comienzos de los años 1840. La Revista Adventista buscaba
impresionar a los milleritas esparcidos con la fuerza y la veracidad de los argumentos
que dieron origen al movimiento de 1844.

El mes de noviembre de 1850 fue testigo de la combinación de las revistas Present


Truth y Second Advent Review and Sabbath Herald [Revista de la Segunda Venida
y Heraldo del Sábado]. Esa revista, actualmente conocida como la Adventist Review
[Revista adventista], verdaderamente se convirtió en un periódico mundial que cir-
cunda el mundo actual «como rayos de luz».

Durante muchos años, la Review and Herald (como se llamaba afectuosamente) era
esencialmente «la iglesia» para muchos sabatistas. Después de todo, generalmen-
te no tenían templo, denominación, ni predicador regular. El arribo periódico de la
Review les llevaba noticias de su iglesia y de los hermanos creyentes, sermones y
un sentido de pertenencia a los adventistas diseminados. Como tal, su influencia e
importancia en el adventismo temprano es casi imposible de sobreestimar. A co-
mienzos de la década de 1850 se vio otra adición en la literatura periódica sabatista.
En 1852, Jaime White comenzó a producir la publicación Youth’s Instructor [El ins-
tructor de la juventud] (su sucesor moderno es Insight [Perspicacia]) para los jóvenes
de la iglesia. Youth’s Instructor fue el primer intento organizado de hacer algo por los
jóvenes sabatistas.

Pronto siguió el establecimiento de las escuelas sabáticas, para las que el Instructor
publicaba las lecciones bíblicas. Las primeras escuelas sabáticas comenzaron en la
década de 1850 bajo el liderazgo de Jaime White, Juan Byington (quien sirvió como
el primer presidente de la Asociación General una década más tarde) y M. G. Kellogg.

Para fines de la década de 1850, el esfuerzo de las publicaciones sabáticas se había


convertido en una empresa importante, y en 1855 se estableció una casa editora
propia en Battle Creek del estado de Michigan. El problema de la propiedad de la
empresa de publicaciones con el tiempo impulsó a los adventistas sabáticos hacia
una estructura organizacional más formal y legal.

LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS HACIA LA ORGANIZACIÓN FORMAL

A causa de la agresiva extensión misionera por medio de congresos y publicaciones


que apuntaban al gran cuerpo de milleritas que investigaban, para 1852 los adven-
tistas sabatistas estaban experimentando un rápido crecimiento. De acuerdo con
una estimación que parece bastante precisa, sus adherentes iban desde unos 200
en 1850 a aproximadamente 2000 en 1852. Si bien esa clase de crecimiento es una
bendición para un movimiento religioso, acarrea sus propios problemas.

87
De esta forma, no debe de ser sorpresa descubrir que los dirigentes sabatistas y
algunas congregaciones locales estuviesen preocupados con el «orden evangélico»
(la organización eclesiástica) a comienzos de los años 1850. Enfrentaban varios pro-
blemas. Primero, no tenían manera de certificar el clero. Las congregaciones espar-
cidas estaban a merced de cualquier predicador viajero que afirmaba ser ministro
sabatista. Estrechamente relacionado con este problema estaba el hecho de que los
sabatistas no tenían canales ni provisión para la ordenación. Como resultado, si bien
Jaime White había sido ordenado como ministro en la Conexión Cristiana en 1843,
es probable que José Bates nunca recibiera la ordenación.

Segundo, los creyentes no tenían forma de distribuir los fondos a los ministros. De
hecho, tampoco tenían un medio sistemático para reunir fondos. La crisis de un mi-
nisterio mal pagado y desmoralizado llevó casi al colapso al movimiento sabatista
en 1856.

Tercero, no tenían ninguna organización legal para contar con propiedades. Eso no
era mucho problema en 1850, pero a fines de la década se convirtió en un problema
que no les dejó otra opción que hacerle frente.

Quizá los primeros análisis significativos entre los sabatistas relacionados con el or-
den evangélico tuvieron lugar en 1850 y 1851. En ese tiempo, el problema fue que
no eran considerados miembros quienes se habían mezclado con el espiritismo y
otras actividades no cristianas. Después, a comienzos de los años 1850, las congre-
gaciones ordenaban diáconos para la celebración de las «ordenanzas de la casa del
Señor». Ese año también fue testigo de la primera ordenación formal de hombres al
ministerio evangélico. Además, para 1853, los «hermanos dirigentes» —generalmen-
te Bates y White confeccionaron tarjetas de identificación firmadas para «hermanos
viajeros» a fin de frustrar a los impostores.

En 1853, también Jaime y Elena White mostraban sus armas para lidiar en favor del
tema del orden evangélico. «El Señor ha mostrado que el orden evangélico ha sido
temido y descuidado en demasía», escribió Elena. El Señor ha mostrado que el orden
evangélico ha sido temido y descuidado en demasía. Debe rehuirse el formalismo;
pero al hacerlo, no se debe descuidar el orden. Hay orden en el cielo. Había orden
en la iglesia cuando Cristo estaba en la tierra… Y ahora en estos postreros días,
mientras Dios está llevando a Sus hijos a la unidad de la fe, hay más necesidad real
de orden que nunca antes» (PE, p. 97).

Subyacente a su argumento parecía estar la idea de que la iglesia estaba librando


una batalla con las fuerzas altamente organizadas del maligno. Por lo tanto, la única
forma de ganar el conflicto era que la iglesia se organizara para no ser superada
estratégicamente. Por esa razón, Satanás estaba ocupado intentando prevenir y des-
truir el orden evangélico racional entre los sabatistas.

Diciembre de 1853 también halló a Jaime White escribiendo rápidamente una salva
de cuatro artículos acerca de la organización eclesiástica en la Review. Al principio

88
atacó duramente a los miembros que se oponían a la organización en el grupo sa-
batista. Al tratar de evitar convertirse en «Babilonia» por medio de la organización,
acusó, ellos mismos estaban en un estado de «perfecta Babilonia» o confusión (RH,
6 de diciembre de 1853).

Si bien los White habían lanzado la batalla para el orden evangélico en 1853, se ne-
cesitó otra década para lograr su objetivo.

LA «HERMANA BETSY» Y LA AYUDA PARA EL MINISTERIO

Para el otoño de 1856, se había desarrollado una crisis de primera magnitud en el


adventismo. El Señor no había venido y algunos estaban experimentando una caída
espiritual. Era especialmente evidente entre varios jóvenes predicadores sabatistas
más prometedores. Los hombres tenían exceso de trabajo y eran mal pagados: una
segura combinación para quebrar el espíritu de una persona.

Un caso en discusión era el del joven John Nevins Andrews, un hombre que poste-
riormente sirvió a la iglesia como su erudito principal, su primer misionero «oficial»
al extranjero, y como presidente de la Asociación General. Pero a mediados de la
década de 1850, el exceso de trabajo y las privaciones lo habían forzado a jubilarse
tempranamente (tenía unos 25 años aproximadamente). Como dijo Andrews: «En
menos de cinco años [después de comenzar su ministerio público] estaba completa-
mente postrado por el agotamiento» (CTemp, p. 263). En el otoño de 1856, Andrews
decidió dejar el ministerio para convertirse en dependiente en el almacén de su tío en
Waukon del estado de Iowa. Waukon, se debe notar, rápidamente se estaba trans-
formando en una colonia de adventistas sabatistas apáticos.

Otro ministro destacado que se jubiló a Waukon en 1856 fue John Loughborough.
Como él mismo dijo, se había «desanimado en cierta forma en relación con las finan-
zas» (Rise and Progress of SDAs [Surgimiento y progreso de los ASD], p. 208).

Los White temporariamente evitaron una crisis en el ministerio adventista cuando via-
jaron a mediados del invierno a Waukon para despertar a la comunidad adventista y
para recuperar a los ministros que habían abandonado la obra. Tanto Andrews como
Loughborough vieron la mano de Dios en la visita y rededicaron sus vidas a predicar
el mensaje del tercer ángel.

Su rededicación, por supuesto, no cambió los hechos financieros objetivos. Por ejem-
plo, durante sus tres primeros meses de arduo trabajo después de dejar Waukon,
Loughborough recibió techo y comida, un abrigo de piel de búfalo que valía unos
10 dólares, y 10 dólares en efectivo como pago por su labor ministerial. El problema
estaba lejos de ser solucionado.

Al anticipar los problemas financieros, la congregación de Battle Creek (la congre-


gación sabatista más influyente) formó un grupo de estudio en la primavera de 1858
para investigar las Escrituras en busca de un plan para sustentar el ministerio. Bajo el

89
liderazgo de J. N. Andrews, el grupo confeccionó un informe a comienzos de 1859.
Propusieron un plan que se llegó a conocer como Benevolencia Sistemática (o «Her-
mana Betsy», como pronto muchos lo llamaban).

El plan incentivó a los hombres a contribuir entre 5 y 25 centavos por semana, y a las
mujeres de 2 a 10 centavos. Además, ambos grupos eran valuados de uno a cinco
centavos por semana por cada 100 dólares que valieran sus propiedades.

Jaime White estaba jubiloso con el plan y estimaba que los 1000 dadores potenciales
solo de Michigan podrían contribuir con 5980 dólares por año, suficiente como para
enviar a cinco «misioneros» al oeste, «para sostener la causa en ese estado», y sin
ninguna «privación [al dador] de lo que necesita para vivir» (RH, 26 de mayo de 1859).

Si bien la «Hermana Betsy» no coincidía con el plan de diezmos que los adventistas
del séptimo día adoptaron con el tiempo después de estudiar la Biblia a fines de
la década de 1870, era un primer paso en el sostén sistemático de la iglesia y del
desarrollo posterior del movimiento hacia una organización formal por parte de los
sabatistas.

EL VIAJE FINAL HACIA LA ORGANIZACIÓN ECLESIÁSTICA

En el verano de 1859, Jaime White estaba listo para iniciar el viaje final hacia la orga-
nización denominacional final. En un editorial de la Review del 21 de julio, escribió:
«Carecemos de sistema. Y no debiéramos tenerle miedo a ese sistema que no se
opone a la Biblia, y está aprobado por un sentido racional. La falta de sistema se
siente en todas partes». Luego siguió haciendo algunas sugerencias que traerían
orden en medio del caos.

«Somos conscientes de que estas sugerencias» —continuó White— «no satisfarán


las mentes de todos. El hermano Demasiado Cauteloso sentirá temor, y estará dis-
puesto a advertirles a sus hermanos que se cuiden y que no se aventuren a ir de-
masiado lejos; mientras que el hermano Confusión gritará ‹¡Oh, esto se parece a
Babilonia! ¡Seguimos a la iglesia caída!›. El hermano Haga Poco dirá: ‹La causa es del
Señor, y será mejor que dejemos esto en Sus manos, Él se encargará›. ‹Amén›, dicen
los hermanos Amor a Este Mundo, Perezoso, Egoísta y Tacaño, ‹si Dios llama a los
hombres a predicar, dejen que salgan y prediquen, Él cuidará de ellos, y a quienes
creen en su mensaje›; mientras que Coré, Datán y Abiram están listos para rebelarse
en contra de quienes sienten el peso de la causa, y guardan a las almas como a quie-
nes deben rendir cuenta, y alzan la voz: ‹Ustedes deciden demasiado por su cuenta›»
(RH, 21 de julio de 1859).

El tiempo para los discursos suaves obviamente había pasado, pero la batalla por la
organización estaba lejos de terminar. Eso se hizo evidente para todos los lectores de
la Review a comienzos de 1860. En febrero, Jaime White planteó su inquietud de for-
mar una organización legal para tener propiedades a su nombre y adoptar un nombre
para la creciente denominación. Los dos temas estaban íntimamente relacionados,

90
dado que era necesario proveer de un nombre a la organización, si hubiera de ser
legalmente incorporada al estado de Michigan y legalmente facultada para poseer la
casa editora adventista y el edificio de la iglesia de Battle Creek.

La sugerencia de White generó una andanada por parte de R. F. Cottrell, un edi-


tor correspondiente a la Review y el líder de los que se oponían a la organización
eclesiástica. Cottrell escribió que él creía que «sería un error ‹hacernos un nombre›,
puesto que es el fundamento de Babilonia. No creo que Dios lo apruebe» (RH, 22 de
marzo de 1860).

Publicado en ausencia de White desde la oficina editorial, el artículo de un líder ad-


ventista sabatista influyente y experimentado estableció el escenario para una batalla
larga e interminable. Durante los siguientes seis meses, casi cada ejemplar de la Re-
view tenía algún material sobre el problema, mientras la iglesia lograba una solución
en el foro público.

Los principales líderes llamaron a un «congreso general» de los sabatistas del 28 de


setiembre al 1 de octubre de 1860. En esa reunión, a pesar del aire apasionado de los
argumentos «babilónicos», los presentes decidieron incorporar la casa editora. Ade-
más de eso, adoptaron el nombre «Adventista del Séptimo Día» como el que mejor
representaba las creencias de la denominación en desarrollo. El siguiente paso fue la
incorporación de la Asociación Editora Adventista del Séptimo Día el 3 de mayo de
1861, bajo las leyes del estado de Michigan.

Así, se había ganado una batalla importante en el frente organizacional. En ese mo-
mento la victoria completa no estaba muy lejos de obtenerse, aunque en agosto de
1861 Jaime White se quejó de «una tonta incertidumbre sobre el tema de la organi-
zación» (RH, 27 de agosto de 1861).

En octubre se formó la Asociación Adventista del Séptimo Día de Michigan, con


Guillermo A. Higley (un laico) como presidente. Con la resistencia derribada, en 1862
se organizaron siete asociaciones locales más: Iowa del Sur (16 de marzo), Iowa del
Norte (10 de mayo), Vermont (15 de junio), Illinois (28 de setiembre), Wisconsin (28 de
setiembre), Minnesota (4 de octubre) y Nueva York (25 de octubre). Hubo otras que
pronto hicieron lo mismo.

El paso final en el desarrollo de la organización eclesiástica tuvo lugar en una reunión


de representantes de las asociaciones locales en Battle Creek, en mayo de 1863.
En ese momento llegó a la existencia la Asociación General de los Adventistas del
Séptimo Día, con Juan Byington como su primer presidente. Jaime White había sido
elegido por unanimidad para la presidencia, pero rehusó el puesto a causa de su
función para impulsar la organización con energía.

En 1863, la Iglesia Adventista del Séptimo Día recién formada tenía alrededor de
3500 miembros y casi 30 ministros. Por lo tanto, era posible que el presidente de la
Asociación General dirigiera personalmente la obra de la iglesia en forma detallada.

91
Esto cambió durante las siguientes cuatro décadas cuando aumentó la feligresía, y la
iglesia creó instituciones más grandes y extendió su misión al ámbito mundial.

Se tocará el tema del desarrollo de la organización eclesiástica en el capítulo 6. Mien-


tras tanto, se examinará cómo este grupo de la puerta cerrada que se oponía a la
misión, con el tiempo, se convirtió en un movimiento misionero mundial.

Dr. George R. Knight


Profesor de Historia de la Iglesia
Andrews University

92
93
a palabra “doctrina” proviene del hebreo leqaj, que traduce como “enseñanza o

L instrucción”. En el griego se usa la palabra didajé que también se traduce como


“enseñanza” o “acto de enseñar” (1 Tim. 4:6, 13; 5:17) y en el latín es la misma
palabra “doctrina”, que significa básicamente conjunto de enseñanzas que se basan
en un sistema de creencias. Es así como la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene
28 creencias fundamentales dividido en seis doctrinas distintivas. Aquí un bosquejo:

I. LA DOCTRINA DE DIOS
1. La Palabra de Dios
2. La Trinidad
3. El Padre
4. El Hijo
5. El Espíritu Santo

II. LA DOCTRINA DEL HOMBRE


6. La creación
7. La naturaleza del hombre

III. LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN


8. El gran conflicto
9. La vida, la muerte y la resurrección de Cristo
10. La experiencia de la salvación

IV. LA DOCTRINA DE LA IGLESIA


11. El crecimiento en Cristo
12. La iglesia
13. El remanente y su misión
14. La unidad en el cuerpo de Cristo
15. El bautismo
16. La cena del Señor
17. Los dones espirituales y ministerios
18. El don de la profecía

V. LA DOCTRINA DE LA VIDA CRISTIANA


19. La Ley de Dios
20. El sábado
21. La mayordomía
22. La conducta cristiana
23. El matrimonio y la familia

VI. LA DOCTRINA DE LOS EVENTOS FINALES


24. El ministerio de Cristo en el Santuario celestial
25. La segunda venida de Cristo
26. La muerte y la resurrección
27. El milenio y el fin del pecado
28. La Tierra Nueva

94
PROPÓSITO DEL ESTUDIO
A continuación, se presenta un resumen de las Creencias Fundamentales de la Igle-
sia adventista. Este resumen es tomado del Manual de la Iglesia1, con algunas adap-
taciones para los instructores bíblicos.

Lee detenidamente el siguiente texto:


“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra” (2 Timoteo
3:16-17).

Los Adventistas del Séptimo Día aceptamos la Biblia como nuestro único credo y
sostenemos una serie de Creencias Fundamentales basadas en las enseñanzas de
las Sagradas Escrituras. Estas creencias, tal como se presentan aquí, constituyen la
forma en que la iglesia comprende y expresa las enseñanzas de las Escrituras. Se
pueden revisar estas declaraciones en un Congreso de la Asociación General, si el
Espíritu Santo lleva a la iglesia a una comprensión más plena de la verdad bíblica o
encuentra un lenguaje mejor para expresar las enseñanzas de la Santa Palabra de
Dios:

1. Las Sagradas Escrituras


Las Sagradas Escrituras, que abarcan el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento,
constituyen la Palabra de Dios escrita, transmitida por inspiración divina. Los autores
inspirados hablaron y escribieron impulsados por el Espíritu Santo. Por medio de
esta Palabra, Dios comunica a los seres humanos el conocimiento necesario para
alcanzar la salvación. Las Sagradas Escrituras son la revelación suprema, autoritati-
va e infalible de la voluntad divina. Son la norma del carácter, el criterio para evaluar
la experiencia, la revelación definitiva de las doctrinas, un registro fidedigno de los
actos de Dios realizados en el curso de la historia.

Textos claves que todo instructor bíblico debe conocer para defender esta creencia:
(Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16, 17; Heb.
4:12; 2 Ped. 1:20, 21).

2. La Trinidad
Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres personas coeter-
nas. Dios es inmortal, todopoderoso, omnisapiente, superior a todos y omnipresente.
Es infinito y escapa a la comprensión humana, aunque se lo puede conocer por me-
dio de su autorrevelación. Dios, que es amor, es digno, para siempre, de reverencia,
adoración y servicio por parte de toda la creación.

Algunos textos que son necesarios conocer para sostener dicha creencia: (Gén.
1:26; Deu. 6:4; Isa. 6:8; Mat. 28:19; Juan 3:16; 2 Cor. 1:21, 22; 13:14; Efe. 4:4-6;
1 Ped. 1:2).

1
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia, 8va Ed. (Buenos Aires:
ACES, 2022), 192–203.

95
3. El Padre
Dios el Padre eterno es el Creador, Originador, Sustentador y Soberano de toda la
creación. Es justo y santo, misericordioso y clemente, tardo en airarse, y abundante
en amor y fidelidad. Las cualidades y las facultades del Padre se manifiestan también
en el Hijo y en el Espíritu Santo.

Textos importantes que se debe conocer: (Gén. 1:1; Deu. 4:35; Sal. 110:1, 4; Juan
3:16; 14:9; 1 Cor. 15:28; 1 Tim. 1:17; 1 Juan 4:8; Apo. 4:11).

4. El Hijo
Dios el Hijo eterno se encarnó como Jesucristo. Por medio de él se crearon todas
las cosas, se reveló el carácter de Dios, se llevó a cabo la salvación de la humanidad
y se juzga al mundo. Aunque es verdadero y eternamente Dios, llegó a ser también
verdaderamente humano, Jesús el Cristo. Fue concebido por el Espíritu Santo y na-
ció de la virgen María. Vivió y experimentó la tentación como ser humano, pero ejem-
plificó perfectamente la justicia y el amor de Dios. Mediante sus milagros, manifestó
el poder de Dios, y aquellos dieron testimonio de que era el prometido Mesías de
Dios. Sufrió y murió voluntariamente en la cruz por nuestros pecados y en nuestro
lugar, resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo para ministrar en el Santuario
celestial en favor de nosotros. Volverá otra vez en gloria, para librar definitivamente a
su pueblo y restaurar todas las cosas.

Textos claves para demostrar la persona, obra y misión del Hijo: (Isa. 53:4-6; Dan.
9:25-27; Luc. 1:35; Juan 1:1-3, 14; 5:22; 10:30; 14:1-3, 9, 13; Rom. 6:23; 1 Cor. 15:3,
4; 2 Cor. 3:18; 5:17-19; Fil. 2:5-11; Col. 1:15-19; Heb. 2:9-18; 8:1, 2).

5. El Espíritu Santo
Dios el Espíritu eterno desempeñó una parte activa, con el Padre y el Hijo, en la crea-
ción, en la encarnación y en la redención. Es una persona, de la misma manera que lo
son el Padre y el Hijo. Inspiró a los autores de las Escrituras. Infundió poder a la vida
de Cristo. Atrae y convence a los seres humanos, y renueva a los que responden y los
transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y por el Hijo para estar siempre
con sus hijos, concede dones espirituales a la iglesia, la capacita para dar testimonio
en favor de Cristo y, en armonía con las Escrituras, la guía a toda la verdad.

Textos bíblicos que se debe conocer: (Gén. 1:1, 2; 2 Sam. 23:2; Sal. 51:11; Isa. 61:1;
Luc. 1:35; 4:18; Juan 14:16-18, 26; 15:26; 16:7-13; Hech. 1:8; 5:3; 10:38; Rom. 5:5; 1
Cor. 12:7-11; 2 Cor. 3:18; 2 Ped. 1:21).

6. La creación
Dios reveló en las Escrituras el relato auténtico e histórico de su actividad creadora.
El Señor creó el universo y, en una creación reciente de seis días, hizo “el cielo, la tie-
rra y el mar, y todo lo que contienen”, y reposó en el séptimo día. De ese modo, esta-
bleció el sábado como un monumento perpetuo conmemorativo de la obra que llevó
a cabo y completó durante seis días literales que, junto con el sábado, constituyeron
la misma unidad de tiempo que hoy llamamos semana. Dios hizo al primer hombre y

96
a la primera mujer a su imagen, como corona de la creación, y les dio dominio sobre
el mundo y la responsabilidad de cuidar de él. Cuando el mundo quedó terminado,
era “bueno en gran manera”, proclamando la gloria de Dios.

Textos bíblicos que hablan de la Creación: (Gén. 1, 2; 5; 11; Éxo. 20:8-11; Sal. 19:1-6;
33:6, 9; 104; Isa. 45:12, 18; Hch. 17:24; Col. 1:16; Heb. 1:2; 11:3; Apo. 10:6; 14:7).

7. La naturaleza de la humanidad
Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen, con individualidad propia, y con la fa-
cultad y la libertad de pensar y obrar. Aunque los creó como seres libres, cada uno
es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu, que depende de Dios para la
vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron
a Dios, negaron su dependencia de él y cayeron de su elevada posición. La imagen
de Dios en ellos se desfiguró y quedaron sujetos a la muerte. Sus descendientes
participan de esta naturaleza caída y de sus consecuencias. Nacen con debilidades
y tendencias hacia el mal. Pero Dios, en Cristo, reconcilió al mundo consigo mismo
y, por medio de su Espíritu Santo, restaura en los mortales penitentes la imagen de
su Hacedor. Creados para la gloria de Dios, se los llama a amarlo a él y a amarse
mutuamente, y a cuidar del ambiente que los rodea.

Textos bíblicos importantes para sostener dicha creencia: (Gén. 1:26-28; 2:7, 15; 3;
Sal. 8:4-8; 51:5, 10; 58:3; Jer. 17:9; Hch. 17:24-28; Rom. 5:12-17; 2 Cor. 5:19, 20; Efe.
2:3; 1 Tes. 5:23; 1 Juan 3:4; 4:7, 8, 11, 20).

8. El gran conflicto
Toda la humanidad está ahora envuelta en un gran conflicto entre Cristo y Satanás
en cuanto al carácter de Dios, su ley y su soberanía sobre el universo. Este conflicto
se originó en el cielo cuando un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a sí
mismo y se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, y condujo a la rebelión a
una parte de los ángeles. Satanás introdujo el espíritu de rebelión en este mundo
cuando indujo a Adán y a Eva a pecar. El pecado humano produjo como resultado la
distorsión de la imagen de Dios en la humanidad, el trastorno del mundo creado y,
posteriormente, su completa devastación en ocasión del diluvio global, tal como lo
presenta el registro histórico de Génesis 1 al 11.

Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del
conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado.
Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al Espíritu Santo y a los ánge-
les leales para guiarlo, protegerlo y sostenerlo en el camino de la salvación (Gén. 3;
6-8; Job 1:6-12; Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-18; Rom. 1:19-32; 3:4; 5:12-21; 8:19-22; 1
Cor. 4:9; Heb. 1:14; 1 Ped. 5:8; 2 Ped. 3:6; Apo. 12:4-9).

97
DESAFÍO MISIONERO
1. Memorizar por lo menos dos versículos por cada enseñanza fundamental.
2. Puedes hacer tarjetas a mano con cada enseñanza fundamental estudiada
3. La mejor forma de aprender sobre doctrinas es compartiendo un curso bíblico.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Fernando Rojas Miranda


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Asociación Peruana del Sur

98
99
n esta segunda parte se presentará un resumen de la creencia 15 a la 28. De la

E misma manera, este resumen es tomado del Manual de la Iglesia 2022.1

15. El bautismo
Por medio del bautismo, confesamos nuestra fe en la muerte y la resurrección de
Jesucristo, y damos testimonio de nuestra muerte al pecado y de nuestro propósito
de andar en novedad de vida. De este modo, reconocemos a Cristo como nuestro
Señor y Salvador, llegamos a ser su pueblo y somos recibidos como miembros de
su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra unión con Cristo, del perdón de
nuestros pecados y de nuestro recibimiento del Espíritu Santo. Se realiza por in-
mersión en agua, y depende de una afirmación de fe en Jesús y de la evidencia de
arrepentimiento del pecado. Sigue a la instrucción en las Sagradas Escrituras y a la
aceptación de sus enseñanzas.

Algunos textos claves para memorizar: (Mat. 28:19, 20; Hch. 2:38; 16:30-33; 22:16;
Rom. 6:1-6; Gál. 3:27; Col. 2:12, 13).

16. La Cena del Señor


La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y la sangre de
Jesús como expresión de fe en él, nuestro Señor y Salvador. Cristo está presente en
esta experiencia de comunión, para encontrarse con su pueblo y fortalecerlo. Al par-
ticipar de la Cena, proclamamos gozosamente la muerte del Señor hasta que venga.
La preparación para la Cena incluye un examen de conciencia, el arrepentimiento y
la confesión. El Maestro ordenó el servicio del lavamiento de los pies para denotar
una renovada purificación, para expresar la disposición a servirnos mutuamente en
humildad cristiana y para unir nuestros corazones en amor. El servicio de Comunión
está abierto a todos los creyentes cristianos.

Véase algunos textos claves: (Mat. 26:17-30; Juan 6:48-63; 13:1-17; 1 Cor. 10:16, 17;
11:23-30; Apo. 3:20).

17. Los dones y los ministerios espirituales


Dios concede a todos los miembros de su iglesia, en todas las épocas, dones espiri-
tuales para que cada miembro los emplee en amante ministerio por el bien común de
la iglesia y de la humanidad. Concedidos mediante la operación del Espíritu Santo,
quien los distribuye entre cada miembro según su voluntad, los dones proveen todos
los ministerios y las habilidades que la iglesia necesita para cumplir sus funciones
divinamente ordenadas. De acuerdo con las Escrituras, estos dones incluyen mi-
nisterios tales como fe, sanidad, profecía, predicación, enseñanza, administración,
reconciliación, compasión, servicio abnegado y caridad, para ayudar y animar a
nuestros semejantes. Algunos miembros son llamados por Dios y dotados por el Es-
píritu para ejercer funciones reconocidas por la iglesia en los ministerios pastorales,

1
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia, 8va Ed. (Buenos Aires:
ACES, 2022), 192-203.

100
de evangelización y de enseñanza, particularmente necesarios con el fin de equipar
a los miembros para el servicio, edificar a la iglesia con el objeto de que alcance la
madurez espiritual, y promover la unidad de la fe y el conocimiento de Dios. Cuando
los miembros emplean estos dones espirituales como fieles mayordomos de la mul-
tiforme gracia de Dios, la iglesia queda protegida de la influencia destructora de las
falsas doctrinas, crece gracias a un desarrollo que procede de Dios, y se edifica en
la fe y el amor.

Aquí se presentan textos bíblicos para sostener esta creencia: (Hch. 6:1-7; Rom.
12:4-8; 1 Cor. 12:7-11, 27, 28; Efe. 4:8, 11-16; 1 Tim. 3:1-13; 1 Ped. 4:10, 11).

18. El don de profecía


Las Escrituras dan testimonio de que uno de los dones del Espíritu Santo es el de
profecía. Este don es una señal identificadora de la iglesia remanente y creemos que
se manifestó en el ministerio de Elena de White. Sus escritos hablan con autoridad
profética y proporcionan consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia.
También establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser pro-
bada toda enseñanza y toda experiencia.

Estos son los textos que avalan la existencia del don profético: (Núm. 12:6; 2 Cró.
20:20; Amós 3:7; Joel 2:28, 29; Hch. 2:14-21; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 1:1-3; Apo. 12:17;
19:10; 22:8, 9).

19. La Ley de Dios


Los grandes principios de la Ley de Dios están incorporados en los Diez Mandamien-
tos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y el propósito
de Dios con respecto a la conducta y a las relaciones humanas, y son obligatorios
para todas las personas en todas las épocas. Estos preceptos constituyen la base
del pacto de Dios con su pueblo y son la norma del Juicio divino. Por medio de la
obra del Espíritu Santo, señalan el pecado y despiertan el sentido de la necesidad
de un Salvador. La salvación es totalmente por la gracia y no por las obras, y su
fruto es la obediencia a los mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter
cristiano y da como resultado una sensación de bienestar. Es evidencia de nuestro
amor al Señor y de nuestra preocupación por nuestros semejantes. La obediencia
por fe demuestra el poder de Cristo para transformar vidas y, por lo tanto, fortalece
el testimonio cristiano.

Véase algunos pasajes claves: (Éxo. 20:1-17; Deu. 28:1-14; Sal. 19:7-14; 40:7, 8;
Mat. 5:17-20; 22:36-40; Juan 14:15; 15:7-10; Rom. 8:3, 4; Efe. 2:8-10; Heb. 8:8-10; 1
Juan 2:3; 5:3; Apo. 12:17; 14:12).

20. El sábado
El bondadoso Creador, después de los seis días de la creación, descansó el séptimo
día, e instituyó el sábado para todos los hombres, como un monumento conmemo-
rativo de la creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la
observancia del séptimo día, sábado, como día de reposo, adoración y ministerio, en

101
armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado
es un día de agradable comunión con Dios y con nuestros hermanos. Es un símbolo
de nuestra redención en Cristo, una señal de nuestra santificación, una demostración
de nuestra lealtad y una anticipación de nuestro futuro eterno en el Reino de Dios. El
sábado es la señal perpetua del pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa obser-
vancia de este tiempo sagrado de una tarde a la otra tarde, de la puesta del sol a la
puesta del sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios.

Todo instructor bíblico debe memorizar los siguientes textos bíblicos: (Gén. 2:1-3;
Éxo. 20:8-11; 31:13-17; Lev. 23:32; Deu. 5:12-15; Isa. 56:5, 6; 58:13, 14; Eze. 20:12,
20; Mat. 12:1-12; Mar. 1:32; Luc. 4:16; Heb. 4:1-11).

21. La mayordomía
Somos mayordomos de Dios, a quienes se nos ha confiado tiempo y oportunidades,
capacidades y posesiones, y las bendiciones de la tierra y sus recursos. Y somos
responsables ante él por el empleo adecuado de todas esas dádivas. Reconocemos
el derecho de propiedad por parte de Dios mediante nuestro servicio fiel a él y a
nuestros semejantes, y mediante la devolución del diezmo y las ofrendas que damos
para la proclamación de su evangelio, y para el sostén y el desarrollo de su iglesia.
La mayordomía es un privilegio que Dios nos ha concedido para que crezcamos en
amor, y para que logremos la victoria sobre el egoísmo y la codicia. Los mayordomos
se regocijan por las bendiciones que reciben los demás como fruto de su fidelidad.

Véase los siguientes textos: (Gén. 1:26-28; 2:15; 1 Cró. 29:14; Hag. 1:3-11; Mal. 3:8-
12; Mat. 23:23; Rom. 15:26, 27; 1 Cor. 9:9-14; 2 Cor. 8:1-15; 9:7).

22. La conducta cristiana


Somos llamados a ser un pueblo piadoso, que piense, sienta y actúe en armonía con
los principios bíblicos en todos los aspectos de la vida personal y social. Para que el
Espíritu recree en nosotros el carácter de nuestro Señor, nos involucramos solo en
aquellas cosas que producirán en nuestra vida pureza, salud y gozo cristiano. Esto
significa que nuestras recreaciones y nuestros entretenimientos estarán en armonía
con las más elevadas normas de gusto y belleza cristianos. Si bien reconocemos
las diferencias culturales, nuestra vestimenta debe ser sencilla, modesta y de buen
gusto, como corresponde a aquellos cuya verdadera belleza no consiste en el ador-
no exterior, sino en el inmarcesible ornamento de un espíritu apacible y tranquilo.
Significa también que, siendo que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo,
debemos cuidarlos inteligentemente. Junto con la práctica adecuada del ejercicio y
el descanso, debemos adoptar un régimen alimentario lo más saludable posible, y
abstenernos de los alimentos inmundos, identificados como tales en las Escrituras.
Como las bebidas alcohólicas, el tabaco, y el uso irresponsable de drogas y narcó-
ticos son dañinos para nuestros cuerpos, debemos también abstenernos de ellos.
En cambio, debemos empeñarnos en todo lo que ponga nuestros pensamientos y
nuestros cuerpos en armonía con la disciplina de Cristo, quien quiere que gocemos
de salud, de alegría y de todo lo bueno.

102
Véase los textos que apoyan la conducta del cristiano: (Gén. 7:2; Éxo. 20:15; Lev.
11:1-47; Sal. 106:3; Rom. 12:1, 2; 1 Cor. 6:19, 20; 10:31; 2 Cor. 6:14-7:1; 10:5; Efe.
5:1-21; Fil. 2:4; 4:8; 1 Tim. 2:9, 10; Tito 2:11, 12; 1 Ped. 3:1-4; 1 Juan 2:6; 3 Juan 2).

23. El matrimonio y la familia


El matrimonio fue establecido por Dios en el Edén, y confirmado por Jesús para que
fuera una unión para toda la vida entre un hombre y una mujer, en amante compañe-
rismo. Para el cristiano, el matrimonio es un compromiso con Dios y con el cónyuge,
y debería celebrarse solamente entre un hombre y una mujer que participan de la
misma fe. El amor mutuo, el honor, el respeto y la responsabilidad constituyen la
estructura de esa relación, que debe reflejar el amor, la santidad, la intimidad y la
perdurabilidad de la relación que existe entre Cristo y su iglesia. Con respecto al
divorcio, Jesús enseñó que la persona que se divorcia, a menos que sea por causa
de relaciones sexuales ilícitas, y se casa con otra persona, comete adulterio. Aunque
algunas relaciones familiares estén lejos de ser ideales, el hombre y la mujer que
se dedican plenamente el uno al otro en matrimonio pueden, en Cristo, lograr una
amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu y a la instrucción de la iglesia. Dios
bendice a la familia y quiere que sus miembros se ayuden mutuamente hasta alcan-
zar la plena madurez.

Una creciente intimidad familiar es uno de los rasgos característicos del último men-
saje evangélico. Los padres deben criar a sus hijos para que amen y obedezcan al
Señor. Deben enseñarles, mediante el precepto y el ejemplo, que Cristo es un guía
amante, tierno y que se preocupa por sus criaturas, y que quiere que lleguen a ser
miembros de su cuerpo, la familia de Dios, que engloba tanto a personas solteras
como casadas.

Textos que sostienen dicha creencia: (Gén. 2:18-25; Éxo. 20:12; Deu. 6:5-9; Prov.
22:6; Mal. 4:5, 6; Mat. 5:31, 32; 19:3-9, 12; Mar. 10:11, 12; Juan 2:1-11; 1 Cor. 7:7,
10, 11; 2 Cor. 6:14; Efe. 5:21-33; 6:1-4).

24. El ministerio de Cristo en el Santuario celestial


Hay un Santuario en el cielo, el verdadero Tabernáculo que el Señor erigió y no el
ser humano. En él ministra Cristo en favor de nosotros, para poner a disposición de
los creyentes los beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una vez y para siem-
pre en la cruz. Cristo, en su ascensión, llegó a ser nuestro gran Sumo Sacerdote y
comenzó su ministerio intercesor, que fue tipificado por la obra del sumo sacerdote
en el lugar santo del Santuario terrenal. En 1844, al concluir el periodo profético de
los 2300 días, inició la segunda y última fase de su ministerio expiatorio, que fue ti-
pificado por la obra del sumo sacerdote en el lugar santísimo del Santuario terrenal.
Esta obra es un Juicio Investigador, que forma parte de la eliminación definitiva del
pecado, prefigurada por la purificación del antiguo Santuario hebreo en el Día de la
Expiación. En el servicio simbólico, el Santuario se purificaba mediante la sangre de
los sacrificios de animales, pero las cosas celestiales se purifican mediante el perfec-
to sacrificio de la sangre de Jesús.

103
El Juicio Investigador revela, a las inteligencias celestiales, quiénes de entre los
muertos duermen en Cristo, siendo, por lo tanto, considerados dignos en él, y de
participar en la primera resurrección. También pone de manifiesto quién, de entre los
vivos, permanece en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús,
estando, por lo tanto, en él, preparado para ser trasladado a su Reino eterno. Este
Juicio vindica la justicia de Dios al salvar a los que creen en Jesús. Declara que los
que permanecieron leales a Dios recibirán el Reino. La conclusión de este ministerio
de Cristo señalará el fin del tiempo de prueba otorgado a los seres humanos antes
de su segunda venida.

Esta es una de las creencias distintivas, y es necesario prestarle mucha atención,


aquí algunos textos: (Lev. 16; Núm. 14:34; Eze. 4:6; Dan. 7:9-27; 8:13, 14; 9:24-27;
Heb. 1:3; 2:16, 17; 4:14-16; 8:1-5; 9:11-28; 10:19-22; Apo. 8:3-5; 11:19; 14:6, 7, 12;
20:12; 22:11, 12).

25. La segunda venida de Cristo


La segunda venida de Cristo es la bienaventurada esperanza de la iglesia, la gran
culminación del evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y de
alcance mundial. Cuando el Señor regrese, los justos muertos resucitarán y, junto
con los justos que estén vivos, serán glorificados y llevados al cielo, pero los impíos
morirán. El hecho de que la mayor parte de las profecías esté alcanzando su pleno
cumplimiento, unido a las actuales condiciones del mundo, nos indica que la venida
de Cristo está cerca. El momento cuando ocurrirá este acontecimiento no ha sido
revelado y, por lo tanto, se nos exhorta a estar preparados en todo tiempo.

Véase algunos pasajes bíblicos: (Mat. 24; Mar. 13; Luc. 21; Juan 14:1-3; Hch. 1:9-11;
1 Cor. 15:51-54; 1 Tes. 4:13-18; 5:1-6; 2 Tes. 1:7-10; 2:8; 2 Tim. 3:1-5; Tito 2:13; Heb.
9:28; Apo. 1:7; 14:14-20; 19:11-21).

26. La muerte y la resurrección


La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, otorgará vida
eterna a sus redimidos. Hasta ese día, la muerte constituye un estado de inconscien-
cia para todos los que han fallecido. Cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca,
los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados, y todos juntos serán arre-
batados para salir al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la resurrección
de los impíos, ocurrirá mil años después.

Textos bíblicos que sostienen esta creencia: (Job 19:25-27; Sal. 146:3, 4; Ecl. 9:5, 6,
10; Dan. 12:2, 13; Isa. 25:8; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Rom. 6:23; 16; 1 Cor. 15:51-54;
Col. 3:4; 1 Tes. 4:13-17; 1 Tim. 6:15; Apo. 20:1-10).

27. El milenio y el fin del pecado


El milenio es el reino de mil años de Cristo con sus santos en el cielo, que se extien-
de entre la primera y la segunda resurrección. Durante ese tiempo serán juzgados
los impíos; la Tierra estará completamente desolada, sin habitantes humanos con
vida, pero sí ocupada por Satanás y sus ángeles. Al terminar ese periodo, Cristo y

104
sus santos, y la Santa Ciudad, descenderán del cielo a la Tierra. Los impíos muertos
resucitarán entonces y, junto con Satanás y sus ángeles, rodearán la ciudad; pero
el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. De ese modo, el universo será
librado del pecado y de los pecadores para siempre.

Aquí los textos claves: (Jer. 4:23-26; Eze. 28:18, 19; Mal. 4:1; 1 Cor. 6:2, 3; Apo. 20;
21:1-5).

28. La Tierra Nueva


En la Tierra Nueva, en que habita la justicia, Dios proporcionará un hogar eterno para
los redimidos, y un ambiente perfecto para la vida, el amor, el gozo y el aprendizaje
eternos en su presencia. Porque allí Dios mismo morará con su pueblo, y el sufrimien-
to y la muerte terminarán para siempre. El gran conflicto habrá terminado y el pecado
no existirá más. Todas las cosas, animadas e inanimadas, declararán que Dios es
amor; y él reinará para siempre jamás. Amén.

Véase los siguientes textos bíblicos: (Isa. 35; 65:17-25; Mat. 5:5; 2 Ped. 3:13; Apo.
11:15; 21:1-7; 22:1-5).

CONCLUSIÓN
Estas Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista son apenas un resumen muy
escueto. Para profundizar en las creencias, se sugiere leer el libro Creencias de los Ad-
ventistas del Séptimo Día. Otro libro que amplía con más profundidad nuestras creencias
es el Tratado de teología adventista. Conocer en qué creemos nos ayuda a reafirmar
nuestra fe y nos da seguridad para salir a dar estudios bíblicos. Que el Señor te guíe
y te acompañe en esta caminata del instructorado bíblico.

DESAFÍO MISIONERO
1. Ora a Dios para que te dé la oportunidad de testificar y puedas usar la Biblia
para enseñar las verdades eternas de la Palabra de Dios.
2. Utilizando el “Método de Cristo”, acércate a las personas para ofrecerles es-
tudios bíblicos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Fernando Rojas Miranda


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Asociación Peruana del Sur

105
106
a Iglesia Adventista del Séptimo Día, una denominación cristiana con una base

L teológica sólida, ha desempeñado un papel significativo en la expansión del cris-


tianismo protestante en todo el mundo. Una característica distintiva de esta igle-
sia es su profundo respeto y aprecio por los escritos de Elena G. de White, una de las
fundadoras de la denominación.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Este artículo se propone analizar la doctrina de “Elena G. de White” y su relación con
las enseñanzas bíblicas en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A través de un aná-
lisis exegético y aplicativo, exploraremos la relevancia y el impacto de esta doctrina
en la vida de los adventistas.

Lee detenidamente la Biblia:


“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Jo-
safat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y
estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados” (2 Crónicas 20:20).

I. ¿QUIÉN FUE ELENA G. DE WHITE?


ELENA GOULD HARMON nació en Gorham, Maine, el 26 de noviembre de 1827 en
la familia de Roberto y Eunice Harmon. Ella, junto con su hermana melliza Elizabeth,
eran las menores de un grupo de ocho hermanos. Cuando Elena comenzaba su
adolescencia, ella y su familia, aceptaron las interpretaciones bíblicas de un granjero
que se volvió predicador bautista, Guillermo Miller. Junto con Miller y otros 50 000
adventistas sufrió un amargo chasco cuando Cristo no regresó el 22 de octubre de
1844, la fecha que indica el fin de la profecía de los 2300 días de Daniel 8.

En diciembre de 1844, Dios le da a Elena su primera de unas casi 2000 visiones y


sueños. En agosto de 1846 se casó con Jaime White, un ministro adventista de 25
años que compartió la convicción que ella tenía de que Dios la había llamado para
que haga la obra de una profetisa. Poco después de que se casaron, Jaime y Elena
comenzaron a guardar el sábado como séptimo día, conforme al cuarto mandamien-
to. Madre de cuatro varones, Elena experimentó el dolor de perder por medio de la
muerte a dos de sus hijos. Herbert murió a las pocas semanas de nacer, y Henry
murió a los 16 años. Sus otros dos hijos, Edson y William, llegaron a ser ministros
adventistas.

II. LOS ESCRITOS DE ELENA G. DE WHITE


Elena de White fue una escritora prolífera. Comenzando en 1851, cuando publicó su
primer libro, se extiende en un caudal de artículos, libros y folletos. Entre ellos, al-
gunos son puramente devocionales, mientras que otros son selecciones de muchas
de sus cartas personales con consejos, escritas en el transcurso de los años. Otros
son históricos y delínean la continua batalla entre Cristo y Satán por el control de los
individuos y las naciones. También publicó libros sobre educación, salud, y otros te-
mas de especial importancia para la iglesia. Después de su muerte se han publicado
cerca de 50 compilaciones, en su mayoría de materiales que no se habían publicado
con anterioridad. Es autora de varios miles de artículos que fueron publicados, con

107
el correr de los años, en las revistas Review and Herald, Signs of the Times, y otros
periódicos Adventistas del Séptimo Día.1

Elena G. de White, una autora prolífica, es conocida por su extensa obra literaria que
abarca temas teológicos, éticos y prácticos. Sus escritos incluyen libros, artículos
y cartas que han servido como guía espiritual para los adventistas. Estos escritos
cubren una amplia gama de temas, incluyendo la interpretación profética, la salud y
la dieta, la educación cristiana y la comprensión del Gran Conflicto entre el bien y el
mal.

III. LA INSPIRACIÓN Y AUTORIDAD DE LOS ESCRITOS DE ELENA G. DE WHITE


Uno de los pilares fundamentales de la doctrina adventista es la creencia en la ins-
piración divina de los escritos de Elena G. de White. Para nosotros los adventistas
sus escritos son un don de profecía que complementan la Biblia. Elena G. de White
recibió visiones y revelaciones directamente de Dios, lo que la habilitó para ofrecer
orientación espiritual y consejo práctico. Esta creencia está arraigada en la convic-
ción de que Dios continúa comunicándose con su pueblo a través de profetas a lo
largo de la historia.

IV. DOCTRINAS ESPECÍFICAS Y ENSEÑANZAS


Los escritos de Elena G. de White han influido en diversas doctrinas y prácticas ad-
ventistas. Algunas de las áreas más notables de influencia incluyen:
• La Observancia del Sábado: Los escritos de White respaldan la observancia
del sábado como el día de reposo bíblico. Esto se basa en su interpretación
de las Escrituras, donde sostiene que el séptimo día de la semana, el sábado,
es el día santificado por Dios para el descanso y la adoración. El sábado es la
señal perpetua del pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa observancia
de este tiempo sagrado de una tarde a la otra tarde, de la puesta de sol a la
puesta del sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios.2
(Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; Lev. 23:32; Deu. 5:12-15; Isa. 56:5, 6; Mat. 12:1-12;
Mar. 1:32, etc.).

• Salud y Dieta: Los consejos de White sobre la salud y la dieta han influido en la
creencia adventista en la importancia de cuidar el cuerpo como un templo de
Dios. Esto ha llevado a la promoción de una dieta vegetariana y a la abstinen-
cia de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco. “Sino santificad a Dios
el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar
defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón
de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).

• Educación: La visión de Elena G. de White sobre la educación ha llevado a la


creación de una red global de instituciones educativas adventistas que pro-

1
Véase, en línea: https://www.centrowhiteargentina.org/biografia-de-elena-g-de-white.
2
Iglesia Adventista del Séptimo Día, Manual de la Iglesia (Buenos Aires: ACES, 2022), 198.

108
mueven la educación cristiana, la moralidad y el servicio a la comunidad. La
educación adventista está presente en 165 países representada por casi 9000
instituciones educativas en los niveles inicial, primaria, secundaria y superior,
con alrededor de 105 000 docentes comprometidos en la formación de casi
dos millones de alumnos.

El Gran Conflicto: White enseñó que la lucha entre el bien y el mal es un tema cen-
tral en la Biblia y que esta lucha es evidente en la historia humana. Esta enseñanza
ha influido en la comprensión adventista del conflicto cósmico y la participación de
los creyentes en él. Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al espíritu
santo y a los ángeles leales para guiarlo y protegerlo en el camino de la salvación.
Job 1:6-12; Rom. 1:19-32; 1 Cor. 4:9; Heb. 1:14; Apo. 12:4-9, etc.

La doctrina de “Elena G. de White” es una parte integral de la fe adventista, pero su


autoridad se basa en una interpretación profética que se distingue de la interpreta-
ción tradicional de las Escrituras. Nosotros consideramos que los escritos de White
aclaran y amplían la comprensión de la Biblia, pero esta perspectiva ha sido objeto
de debate y crítica. Un análisis exegético riguroso requiere una evaluación crítica de
la coherencia de estos escritos con las enseñanzas bíblicas tradicionales.

V. MUERTE DE ELENA G. DE WHITE


Elena de White murió el 16 de julio de 1915. Por 70 años presentó fielmente los
mensajes que Dios le dio para su pueblo. Nunca fue elegida para ocupar un cargo en
la iglesia, aunque los líderes de la iglesia siempre buscaban su consejo. Asistió a la
escuela solo hasta los 9 años, pero sus mensajes pusieron en marcha las fuerzas que
dieron a luz el sistema educativo mundial de la Iglesia Adventista, desde guarderías
hasta universidades. Aunque no tenía ningún entrenamiento médico, el fruto de su
ministerio puede verse en la red de hospitales, clínicas y dispensarios adventistas
que se encuentran alrededor del mundo. Y aunque no fue formalmente ordenada
como ministro del evangelio, provocó un impacto espiritual casi sin paralelo en la
vida de millones, desde un extremo de la tierra hasta el otro.

CONCLUSIÓN
Muchos argumentan que los escritos de White han influido en doctrinas y prácticas
adventistas que son únicas en comparación con otras denominaciones cristianas,
como la observancia del sábado y la dieta vegetariana. La justificación exegética de
estas doctrinas es un tema de debate continuo dentro de la denominación.

La doctrina de “Elena G. de White” tiene un impacto profundo en la vida de los ad-


ventistas del Séptimo Día. Sus escritos proporcionan una guía espiritual sólida en
asuntos de fe, moral, salud y estilo de vida. Esta influencia se manifiesta en la obser-
vancia del sábado, las prácticas alimenticias, la educación y el compromiso con el
servicio y la caridad.

En la vida cotidiana, los adventistas pueden encontrar orientación en los escritos de


White sobre temas que van desde la crianza de los hijos hasta el manejo de las rela-

109
ciones interpersonales. Los consejos sobre la salud han llevado a una preocupación
por el bienestar físico y mental, mientras que la educación adventista promueve los
valores cristianos y una comprensión integral del mundo.

Elena de White fue una persona generosa, y dio un buen ejemplo de cristianismo
práctico. Por años guardaba retazos de tela a mano, pues si veía a una mujer que
necesitaba un vestido, podía proveer asistencia. En Battle Creek asistía a remates,
compraba muebles usados, y los guardaba; entonces si la casa de alguien se in-
cendiaba o cualquier otra calamidad afectaba a una familia, estaba preparada para
ayudar. Antes que la iglesia implementara un plan de jubilación, si sabía de algún
ministro anciano que estaba con problemas financieros, le enviaba un poco de dinero
para ayudarlo a enfrentar sus necesidades más urgentes.

Los libros de Elena de White continúan hasta el presente ayudando a las personas
a encontrar a su Salvador, a aceptar el perdón de sus pecados, a compartir esta
bendición con otros, y a vivir en la esperanza de la promesa de su pronto regreso.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Rusmel Coaquira Machaca


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión Peruana del Lago Titicaca

110
111
“El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del santuario y del juicio investigador.
Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro
modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros tiempos, o desempeñar el puesto al
que Dios los llama. Cada cual tiene un alma que salvar o perder. Todos tienen una causa pendiente
ante el tribunal de Dios. Cada cual debería encontrarse cara a cara con el gran Juez”.1

uestras creencias como Adventistas del Séptimo Día se caracterizan por su

N énfasis en la comprensión del Santuario como un concepto central en la doc-


trina. En realidad, “para nuestros pioneros, la doctrina del Santuario no era solo una
doctrina más, sino la doctrina clave que articula las demás creencias adventistas en un sistema
armonioso de verdades”.2 Esta creencia no solo es un pilar teológico, sino que también
se considera un testimonio continuo de la obra redentora de Jesucristo y su papel
como Sumo Sacerdote. En este estudio, adentrándonos en las profundidades de
esta enseñanza, exploraremos la importancia del Santuario Celestial y Terrenal en las
creencias adventistas, fundamentándolas sólidamente en las Sagradas Escrituras y
en los escritos de Elena G. de White.

Desde sus raíces, las creencias adventistas han sido moldeadas por un deseo pro-
fundo de comprender las verdades bíblicas más profundas y aplicarlas de manera
práctica en la vida diaria como discípulos de Jesús. En este contexto, el concepto
del Santuario Celestial y Terrenal ha surgido como un faro de luz teológico, arrojando
claridad sobre la relación entre Dios y su pueblo.

Para los adventistas, esta doctrina se deriva en gran medida del Antiguo Testamento,
donde el Santuario Terrenal desempeñó un papel vital en el sistema de sacrificios y
expiación. En particular, el Día de la Expiación, tal como se describe en Levítico 16,
es un vínculo esencial que conecta el Santuario Terrenal con el proceso de redención.
Los rituales y simbolismo del Antiguo Testamento prefiguraron la obra redentora que
Cristo llevaría a cabo en su calidad de Sumo Sacerdote en el Santuario Celestial y
que es mencionado de manera profética en el libro del profeta Daniel “Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Daniel 8:14).

El Nuevo Testamento, y en particular el libro de Hebreos, ofrece una comprensión


más profunda de cómo Jesucristo, como Sumo Sacerdote, ofrenda su sacrificio en
la segunda fase de su ministerio en el Santuario Celestial. Hebreos 9:24-26 declara:
“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino
en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios... de otra manera
le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero
ahora, una vez en la consumación de los siglos, se presentó para quitar el pecado
por el sacrificio de sí mismo”.

1
Elena de White, Exaltad a Jesús (Buenos Aires: ACES, 1988), 323.
2
Marcos Blanco, “El Santuario eje articulador”, Ministerio Adventista, 62, n.º 370 (noviembre–diciembre
2014): 2.

112
Elena G. de White destacó la importancia de comprender la obra intercesora de Cristo
en el Santuario Celestial y cómo esto se relaciona con la experiencia cristiana adven-
tista desde sus inicios “Como pueblo, debemos ser estudiantes fervientes de la profecía; no debe-
mos descansar hasta que entendamos claramente el tema del Santuario, el cual está expuesto en las
visiones de Daniel y de Juan. Este asunto arroja gran luz sobre nuestra posición y nuestra obra actual,
y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido en nuestra experiencia pasada. Explica
nuestro chasco de 1844, mostrándonos que el Santuario que debía ser purificado no era la Tierra,
como habíamos supuesto, sino que Cristo entró entonces en el Lugar Santísimo del Santuario celestial
y allí está la obra final de su oficio sacerdotal, en cumplimiento de las palabras del ángel comunicadas
al profeta Daniel: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.3

En este estudio profundizaremos esta comprensión. Esto nos permitirá apreciar


cómo esta doctrina influye en la vida y fe de los creyentes adventistas4 en su búsque-
da de una relación más profunda con Dios y su preparación para la Segunda Venida
de Cristo mientras cumplimos la misión.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO

Profundizar en el corazón mismo de la fe adventista del séptimo día, explorando el


Santuario Celestial y Terrenal desde una perspectiva teológica y doctrinal sólida y
fundamentada en la Biblia. Esto nos permitirá comprender su relevancia en la vida
espiritual de los creyentes y su papel en la preparación para la venida de Cristo.

Lee detenidamente en la Biblia:


“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo
para presentarse ahora por nosotros ante Dios” (Hebreos 9:24).

I. EL SANTUARIO TERRENAL

El Santuario Terrenal, un lugar de culto central en la historia del antiguo Israel, desem-
peña un papel fundamental en la teología adventista del séptimo día. Este concepto
no solo ofrece un entendimiento más profundo de la adoración del pueblo de Israel,
sino que también establece una conexión significativa con el Santuario Celestial5, un
elemento clave en la doctrina adventista.
Desde la perspectiva bíblica, el Santuario Terrenal era el lugar donde Dios se encon-
traba con su pueblo elegido. “Harán un santuario para mí, y yo habitaré en medio de
ellos” (Éxodo 25:8).

3
Elena G. de White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: ACES, 2013), 20.
4
En realidad, los pioneros del adventismo vieron la doctrina del Santuario como un sistema doctrinal, como
un eje que articulaba todas las creencias adventistas. Ver Alberto R. Timm. El Santuario y el Mensaje de los
tres ángeles. Factores Integradores en el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista (Lima: Salt &
Escuela de Posgrado: Universidad Peruana Unión, 2004), 17.
5
Esto significa que los fundamentos doctrinales esenciales, comúnmente asociados con el santuario terrenal
en la antigua alianza y sus rituales, deberían encontrar un equivalente simbólico en el Santuario Celestial del
nuevo pacto y su servicio. Ver Timm, El Santuario y el Mensaje de los tres ángeles. Factores Integradores en
el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista, 146-147.

113
Este versículo destaca la idea de que Dios ordenó la construcción del santuario para
que Él pudiera habitar en medio de su pueblo. Esto refuerza la idea de que el San-
tuario Terrenal era un lugar de encuentro entre Dios y su pueblo elegido en el Antiguo
Testamento, como lo describe el Dr. Elías Brasil de Souza, esto “significaba la pre-
sencia de Dios en medio de su pueblo, expresando su propósito de establecer una
relación con su pueblo y esta relación, en una forma más profunda, solo sería posible
si Dios habitase en medio de ellos a través del Santuario”.6

El diseño meticuloso y las detalladas regulaciones para la construcción y el servicio


del Tabernáculo (más tarde el Templo) se encuentran en el Antiguo Testamento, es-
pecialmente en los libros de Éxodo y Levítico (Éxo. 25:8-9; 26:30; 27:1-8; Lev. 1:1-3;
8:1-36; 16:1-34). Estas Escrituras proporcionan una base sólida para comprender el
propósito y el significado del Santuario Terrenal en la historia de la redención.

El propósito principal del Santuario Terrenal era servir como un lugar de adoración y
reconciliación entre Dios y el pueblo. Uno de los rituales más significativos era el Día
de la Expiación, descrito en Levítico 16. En este día, el Sumo Sacerdote ingresaba en
el Lugar Santísimo del Templo para hacer expiación por los pecados del pueblo. Esto
simbolizaba la purificación y la reconciliación con Dios.

Este análisis de los objetos y la disposición en el Santuario Terrenal proporciona una


comprensión más profunda de los simbolismos y la importancia de estos rituales en
la fe judía y su relación con el cumplimiento en el Nuevo Testamento y el Santuario
Celestial.

La conexión entre el Santuario Terrenal y el Santuario Celestial es crucial en la teo-


logía adventista. El libro de Hebreos, en particular, establece la relación entre estos
dos santuarios y presenta a Jesucristo como el Sumo Sacerdote celestial7. Hebreos
8:1-2 nos informa: “El sumo sacerdote de un santuario así está sentado a la diestra
del trono de la Majestad en los cielos, como ministro del santuario y del verdadero
tabernáculo que erigió el Señor, y no el hombre”.

La comprensión de la relación entre el Santuario Terrenal y el Santuario Celestial es


esencial para los adventistas, ya que resalta la continuidad de la obra de redención
de Cristo. La adoración y la práctica adventista se ven profundamente influenciadas
por este concepto, ya que reconocen la obra continua de Cristo en el Santuario Ce-
lestial en su calidad de Sumo Sacerdote.

6
Elías Brasil de Souza, El Santuario como uno de los fundamentos de la teología adventista. En línea: https://
pastor.adventistas.org/es/el-santuario-como-uno-de-los-fundamentos-de-la-teologia-adventista/ (consulta-
do el 8 de noviembre de 2023).
7
No hay discusión alguna sobre la existencia del santuario celestial. Se cuenta con suficiente respaldo bíblico
para afirmar de manera inequívoca la existencia de un santuario en el cielo, el cual sirvió de modelo para la
construcción del santuario terrenal (consultar en Hebreos 8:1, 2; 9:1-12; y comparar con Apocalipsis 11:19;
16:1). De hecho, el santuario terrenal era simplemente una representación simbólica del celestial. La afirma-
ción de Hebreos 8:1, 2, es clara al establecer que el verdadero santuario reside en el cielo, mostrando a Jesús
como su sumo sacerdote. Ver Roy Adams, El Santuario (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana,
1998), 53-54.

114
II. EL SANTUARIO CELESTIAL

El concepto del Santuario Celestial es de vital importancia en la teología adventista


del Séptimo Día y desempeña un papel fundamental en la comprensión de la obra
redentora de Jesucristo y su continuo ministerio de intercesión en favor de la huma-
nidad. Este concepto no solo está arraigado en las Escrituras, sino que también está
respaldado por los escritos de Elena G. de White, una figura influyente en la historia
de la Iglesia adventista.

Desde una perspectiva teológica, el Santuario Celestial es presentado en la Epístola


a los Hebreos como un componente central de la obra de Cristo en el cielo. Hebreos
8:1-2 nos informa: “El sumo sacerdote de un santuario así está sentado a la diestra
del trono de la Majestad en los cielos, como ministro del santuario y del verdadero
tabernáculo que erigió el Señor, y no el hombre”. Esta declaración identifica a Cristo
como el Sumo Sacerdote celestial, cuya obra en el Santuario Celestial es de suprema
importancia.

El Nuevo Testamento respalda aún más la relevancia del Santuario Celestial en la


obra de redención de Cristo. Heb. 9:11-12 dice: “Pero estando ya presente Cristo,
sumo sacerdote de los bienes futuros, por el más amplio y más perfecto tabernácu-
lo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el
Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.”

Elena G. de White también respalda la doctrina del Santuario Celestial en sus escri-
tos. En su libro “El Conflicto de los Siglos” subraya la importancia de este concepto
al afirmar: “El Santuario Celestial, el verdadero tabernáculo que el Señor erigió y no
el hombre, es el lugar de la morada de Dios”. Este pasaje resalta la relación entre el
Santuario Celestial y la morada divina de Dios.

CONCLUSIÓN
El entendimiento del Santuario Celestial es esencial en la teología adventista. Este
concepto subraya la obra continua de Cristo como Sumo Sacerdote, que intercede
en favor de la humanidad pecadora. La doctrina también influye en la adoración ad-
ventista y en la comprensión de la Segunda Venida de Cristo.

ACTIVIDADES PARA HOY

1. Examinen cómo la doctrina del Santuario Celestial y Terrenal se traduce en la


vida cotidiana. Por ejemplo, pueden discutir cómo la búsqueda de la santidad
y la responsabilidad personal de caminar con Cristo son aspectos prácticos de
esta creencia fundamental adventista.
2. Establezcan un hábito de oración diaria enfocada en la intercesión de Cristo
en el Santuario Celestial, de manera especial orando por los estudiantes de la
Biblia del Proyecto 100.

115
3. Cada miembro del grupo puede compartir un testimonio personal de cómo la
comprensión del Santuario Celestial y Terrenal puede impactar su vida espiri-
tual, su relación con Dios y su compromiso con la misión de Cristo.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Enrique Cárdenas Panduro


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión Sur Oriental del Perú

116
117
“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”
(Daniel 8:14).

omo vimos en la primera parte, la creencia fundamental de la obra intercesora

C de Cristo en el santuario celestial está arraigada en las Escrituras con una


firme base teológica. Al ascender a las alturas celestiales, Cristo no solo selló
su sacrificio en la cruz, sino que también en el año de 1844 inició la segunda fase de
su obra de intercesión como sumo sacerdote en el santuario celestial, en favor de
aquellos que confían en Él. Este papel de abogado celestial revela una dimensión
de su ministerio, trascendiendo el momento histórico de la crucifixión para exten-
der su beneficio redentor, hasta el fin del tiempo de la gracia cuando termine esta
etapa de su ministerio y vuelva por segunda vez en gloria y majestad.

Alberto Timm, menciona que “después del chasco de octubre de 1844, los fun-
dadores del adventismo sabatista comenzaron un periodo de casi dos décadas
de estudio intensivo de las Escrituras. Una a una, esas doctrinas, tales como la
perpetuidad de la ley de Dios y el sábado, las dos fases del ministerio celestial de
Cristo, la segunda venida de Cristo en forma personal, la inmortalidad condicional
del alma y la manifestación moderna del don de profecía en la persona y escritos de
Elena G. de White, se incorporaron en el nuevo sistema doctrinal”. Esto muestra la
importancia cardinal que tuvo el estudio profundo de las Sagradas Escrituras para
la comprensión de las doctrinas cardinales, y es por esto que profundizaremos en
esta creencia articuladora de la doctrina adventista que es el ministerio de Cristo en
el santuario celestial y la comprensión de la profecía de Daniel 8:14.1

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Profundizar en la comprensión de la obra intercesora de Cristo en el santuario ce-
lestial, a partir de 1844, comprendiendo la profecía de las 2300 tardes y mañanas
de Daniel 8:14 y explorando su ministerio, desde la prefiguración en el santuario
terrenal hasta la culminación de su ministerio intercesor en su segunda venida, al
terminar su oficio en el santuario celestial. Buscamos comprender cómo Cristo,
como mediador y redentor, purifica el santuario y asume la responsabilidad por los
pecados de su pueblo, dándoles salvación y vida eterna.
Lee detenidamente en la Biblia:

“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”
(Daniel 8:14).

I. LA OBRA DE CRISTO COMO MEDIADOR EN EL SANTUARIO CELESTIAL


La obra de Cristo como mediador en el santuario celestial, anclada en la simbología
del Antiguo Testamento, revela la armonía divina entre la ley y la gracia, entre el
cumplimiento y la prefiguración.

1
Alberto R. Timm. El Santuario y el mensaje de los tres ángeles. Factores Integradores en el desarrollo de
las doctrinas de la Iglesia Adventista de la Iglesia (Lima: Salt & Escuela de Posgrado: Universidad Peruana
Unión, 2004), 1.

118
Según la profecía de Daniel 8:14 señala que al final de los 2300 años proféticos co-
mienza el juicio celestial en 1844, con el inicio del ministerio de Jesús en el santuario
celestial y la preparación para su retorno por segunda vez a la tierra.
Para entender la profecía, debemos recurrir a las Sagradas Escrituras y la historia,
al cual llamamos método de interpretación histórico-gramatical.

II. ENTENDIENDO LOS TIEMPOS DE LA PROFECÍA


En las profecías bíblicas, un día profético (tarde y mañana) equivalen a un año literal
(ver Números 14:34; Ezequiel 4:6), esto quiere decir que las 2300 tardes y mañanas
son 2300 años literales2. Explicaremos a continuación esta profecía.

En el año 457 a. C., Artajerjes, rey de Persia, emitió una orden que trascendió los
límites de su tiempo3. Este edicto, detallado en Daniel 9:25 y respaldado por el re-
lato de Esdras 6:1, 6-12, no solo marcó la reconstrucción de Jerusalén y el templo,
sino que dio inicio al tiempo profético de Daniel 8:14.

Al concluir los primeros 49 años de la profecía de Daniel, la reconstrucción de Je-


rusalén se completó. Este periodo no solo representó la restauración de los muros
y el templo, sino también el inicio del conteo profético de lo que vendría, según lo
establecido en Daniel 9:25.

En un lapso de 483 años después de la orden de Artajerjes, en el año 27 d. C.,


Jesús fue ungido del Espíritu Santo en su bautismo. Este momento trascendental,
narrado en Mateo 3:16 y Hechos 10:38, marcó el comienzo de su ministerio terre-
nal, cumpliendo un tiempo profético de 483 años.

En el año 31 d. C., aconteció un evento central en la profecía: el Mesías Príncipe


fue “cortado” a mitad de la semana, simbolizando la crucifixión de Jesús. Este im-
pactante suceso, predicho en Daniel 9:27 y registrado en Mateo 27:50, 51, no solo
redimió a la humanidad, sino que también marcó un giro total en la profecía y el
alcance universal del evangelio.

Tras la muerte del diácono Esteban, el evangelio trascendió las fronteras judías y se
extendió a los gentiles del mundo entero.

2
Para una explicación más detallada de cómo se aplica el principio de interpretación profética del día por año
y de cómo es un principio de interpretación conocido desde el segundo siglo de la era cristiana, ver Alberto
R. Treyer. El Día de la Expiación y la Purificación del Santuario en el Pentateuco, en los libros históricos, en
los Profetas, en Hebreos y en Apocalipsis. (Buenos Aires: ACES, 1988), 329.
3
La fecha de inicio de la profecía es clave para determinar el cumplimiento de cada uno de los eventos his-
tóricos durante el periodo de los 2300 años y para poder determinar la fecha final del cumplimiento de esta
profecía. En cuanto a la fecha de inicio, el Dr. Alberto Treyer señala que “El decreto del rey Artajerjes para re-
construir Jerusalén fue difundido, en cumplimiento de la profecía de Dan. 9:25, después de festejar una fiesta
en el séptimo mes sacerdotal, que comenzaba el calendario real (Esd. 8:35-36; cf. Núm. 29:1-11). Esa fiesta
correspondió a la de las Trompetas o al del Día de la Expiación”. Ver Alberto R. Treiyer. Las Expectaciones
Apocalípticas del Santuario con historias e ilustraciones, 336.

119
Este cambio paradigmático, narrado en Daniel 9:24 y Hechos 7:54-56; 8:1, abar-
có el periodo desde el año 457 a. C., hasta el fin del tiempo dado a la nación judía
como pueblo especial de Dios, totalizando 490 años.

En el mismo transcurso de tiempo profético, según Daniel 7:25, Daniel 12:7, Apo-
calipsis 11:2, Apocalipsis 11:3, Apocalipsis 12:6, Apocalipsis 12:14, Apocalipsis
13:5 (1260 años o 3 años y medio o 42 meses que proféticamente son el mismo
periodo de tiempo según el principio día por año), Daniel 12:11 (1290 años), y
Daniel 12:12 (1335 años, este periodo abarca los dos periodos anteriores de los
1260 y 1290 años) se narran acontecimientos históricos cruciales, dentro del
mismo periodo de los 2300 años proféticos.

En el año 508 d. C., tras vencer a las tribus bárbaras germánicas arrianas de los
visigodos; Clodoveo, rey de los francos consolidó el poder papal estableciendo
el catolicismo como el fundamento de su gobierno y en el año 538 d. C., los
ostrogodos, la última tribu bárbara enemiga del papado fue expulsada de Roma
por el emperador romano Justiniano, y le concedió a Vigilio, obispo romano, el
completo dominio papal y poder político y religioso absoluto del catolicismo en
Europa.

Sucedido por muchos otros papas, y durante este tiempo la Iglesia católica
ejerció el poder total tanto religiosa como políticamente en la historia europea,
llevando a cabo durante este periodo de tiempo la inquisición, persecución y
martirio de los que no se sometían a su supremacía, incluyendo en esta persecu-
ción a todos los seguidores de la reforma protestante iniciada por el sacerdote
Martín Lutero (el 31 de octubre de 1517 d. C.). Algunos europeos protestantes
huyendo de la Inquisición papal, partieron desde Inglaterra a Norteamérica (el 16
de setiembre de 1620), en el barco Mayflower, buscando su libertad personal y
religiosa, a ellos se les conoce hoy como los Padres peregrinos.

Mientras tanto en Europa, el papado católico romano mantuvo su hegemonía e


inquisición hasta 1798 d. C., año en el que este poder sufrió el más duro golpe
cuando el general francés Berthier, del ejército napoleónico, capturó y apresó al
papa Pío VI durante la Revolución Francesa, quitándole por un periodo de tiempo
su supremacía política y religiosa.

Ya en occidente, en Norteamérica, (entre 1790 y 1844) se llevó a cabo el segundo


gran despertar de reavivamiento religioso, y se levantó el movimiento millerita,
hasta el 22 de octubre de 1844, fecha en que según la interpretación de Daniel
8:14 de Guillermo Miller, culminaría la profecía de los 2300 años. Él había pre-
dicho que Cristo regresaría a la tierra en esa fecha basándose en sus cálculos
de interpretación profética de ciertos pasajes de la Biblia y de la interpretación
popular de aquel tiempo de que el santuario de la tierra sería purificado con la
segunda venida de Cristo.

120
Cuando la predicción no se cumplió, resultó la gran decepción masiva que hoy
conocemos como el Gran Chasco4.

Miller, ayudado por Samuel Snow, en sus cálculos proféticos e históricos, acertó
en el tiempo del cumplimiento final de la profecía de las 2300 tardes y mañanas,
es decir el 22 de octubre de 1844. Sus cálculos fueron correctos, en cuanto a la
fecha, pero no en cuanto al lugar ni al evento, pues el lugar a ser purificado no sería
el santuario de la tierra, sino el santuario celestial, y el evento no era la segunda
venida de Cristo a la tierra, sino el inicio de la segunda fase del ministerio de Jesús
en el santuario celestial como sumo sacerdote.

III. LLEVANDO EL MENSAJE DEL EVANGELIO ETERNO AL MUNDO ENTERO

Por lo tanto, el fin de la profecía de Daniel 8:14 de los 2300 años culmina con la
purificación del santuario celestial, con Cristo iniciando la segunda fase de su mi-
nisterio como nuestro sumo sacerdote e intercesor y del juicio investigador, esta
etapa antecede a la fase final del ministerio de Cristo que se consumará con su se-
gunda venida al finalizar su ministerio en el santuario celestial y se cierre el tiempo
de la gracia.

Como epílogo majestuoso, durante todo el tiempo que Cristo interceda por el ser
humano en su santuario celestial, hay gracia, oportunidad de arrepentimiento y
salvación, y el triple mensaje angelical del evangelio eterno y del inicio del juicio
investigador de Apocalipsis 14:6-12 debe resonar y ser proclamado en todos los
rincones del mundo, “a toda nación tribu, lengua y pueblo”. Este es el mensaje que
todo adventista misionero e integrante del Proyecto 100 debe compartir a través de
los estudios bíblicos con sus familiares y amigos.

ACTIVIDADES PARA HOY:

1. Realice una investigación personal más detallada sobre los eventos históri-
cos y proféticos relacionados con la profecía de las 2300 tardes y mañanas.
Documente sus hallazgos relevantes y asegúrese de comprender las impli-
caciones que tiene para su misión como adventista e instructor bíblico del
Proyecto 100.

2. Busque toda la información bibliográfica o en internet (en fuentes adventistas


confiables) y elabore su propio diagrama profético (a mano o digital) con las
fechas y eventos históricos de la profecía de Daniel 8:14 para tu propia com-
prensión y mejor enseñanza.

4
Es imposible describir aquí lo que fue el movimiento millerita y todos los detalles de lo que significó el Gran
Chasco para ellos; el dolor, la frustración y la angustia que ellos pasaron. Si desea profundizar en los detalles
de lo que fue el movimiento millerita y lo que significó el Gran Chasco para ellos, se les sugiere ver Richard W.
Schwarz, Floyd Greenleaf. Portadores de Luz. Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. (Asociación
Casa Editora Sudamericana: Buenos Aires, 2012) 35-39.

121
3. Cuando tengas la oportunidad explica a uno de tus estudiantes de la Biblia
esta asombrosa profecía mostrándoles su importancia para nuestro tiempo.
Aprovecha cuando llegues en el estudio bíblico a la lección del juicio, para
explicarle con mayor detalle y claramente lo que has aprendido al respecto.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Enrique Cárdenas Panduro


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión Sur Oriental del Perú

122
123
124
125
a Iglesia católica, apostólica y romana pretenden tener sus raíces históricas en

L Jesús y sus discípulos. Creen que Jesús fundó la Iglesia católica cuando le dijo
a Pedro: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Siendo el apóstol Pedro, según
ellos, el primer papa de la historia. De allí, mediante una línea ininterrumpida se dele-
gó la autoridad y el liderazgo a los obispos y papas a lo largo de la historia. Siendo,
según ellos, la iglesia verdadera y los auténticos depositarios de las enseñanzas de
Jesús. Alegan que Cristo invistió a la iglesia de autoridad incluso para cambiar los
mandatos de Dios o para ofrecer los sacramentos que tienen poder salvífico o de
dispensar gracia.

Sin embargo, la realidad, es diferente. Las prácticas católicas como la veneración a


las imágenes, la intercesión de los santos, la adoración en el día del sol, la infalibili-
dad del papa, no existían en los días apostólicos en el pueblo cristiano. Una mirada
honesta del Nuevo Testamento deja claro que los primeros cristianos nunca practi-
caron, por ejemplo, la veneración de imágenes u objetos, ni creían que un hombre
pecador podía ser infalible. Solo retorciendo las Escrituras y acomodándolas a ideas
preconcebidas se puede buscar apoyo a estas ideas en la Biblia.

ORIGEN VERDADERO DE LA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA

El origen verdadero de la Iglesia católica romana inicia alrededor del siglo cuarto y
quinto d. C., en adelante. La figura del emperador romano Constantino es determi-
nante en la configuración y formación de esta Iglesia. Con la conversión a medias de
Constantino al cristianismo cesa la persecución a los cristianos en el Imperio romano
y muchos paganos quieren volverse cristianos igual que su emperador. La pureza de
la verdad se mancha. El cristianismo y el paganismo se mezclan en una extraña mix-
tura que da lugar, a lo que luego se llamaría Iglesia católica romana. La iglesia pasa
a tener poder y se convierte en perseguidora de los que se atreven a creer diferente.
Como resultado de esta mezcla de prácticas paganas con ideas cristianas surgen
prácticas, tales como:

a. La veneración y adoración de imágenes y reliquias sagradas.


b. El culto en el día de los paganos, el día del sol, el domingo.
c. La intercesión de los santos.
d. Los santos patronos para cada actividad distinta de la sociedad y para
diferentes lugares y ciudades.
e. La adoración y veneración a la virgen María; que en realidad fue tomado de
la veneración a la diosa Isis o también llamada Astarté o Diana.
f. La designación del obispo de Roma como Sumo Pontífice, título heredado
de los emperadores romanos.
g. La práctica del rosario, como método para ayudar en las oraciones.
h. El sacar en procesión y venerar a las imágenes.
i. El persignarse para invocar la protección y bendición de Dios.
j. La hostia sagrada como símbolo del cuerpo de Cristo que después de la
oración del sacerdote se convierte en el mismo cuerpo de Cristo. Conocida

126
como la transustanciación, que en realidad proviene de la adoración al sol
en la religión del mitraísmo.

ORGANIZACIÓN, FELIGRESÍA, TIPO DE GOBIERNO

Es la denominación cristiana más numerosa en el mundo. Cuenta con una feligresía


aproximada de 1345 millones de personas y están extendidas en una gran cantidad
de países. Su tipo de gobierno es papal o episcopal, donde la autoridad viene de
arriba hacia abajo. Es la jerarquía eclesiástica, con el papa a la cabeza, la que esta-
blece la doctrina y la interpretación de las Escrituras. En la actualidad ha aparecido
una cantidad de apologistas católicos que promueven sus ideas a través de las redes
sociales, como YouTube y Facebook. Invitan a debates a pastores y líderes de otras
denominaciones lo cual suscita un gran interés en la gente.

PRINCIPALES DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS

Entre las principales doctrinas y enseñanzas tenemos:

1. Los sacramentos: Es el concepto católico en el que Dios otorga su gracia a


través de los sacramentos, como el bautismo, la confirmación, la confesión de los
pecados, la santa comunión, el matrimonio o la extrema unción.

Aclaración bíblica: Las Escrituras presentan a Jesús como el verdadero canal


de la gracia de Dios. Efe. 2:5; Rom. 6:14-15; 3:25-31.

2. La sucesión papal: Se alega que Jesús le confirió autoridad a Pedro por enci-
ma de los demás discípulos, la que se transfirió a través de los siglos a cada papa
como la cabeza o el fundamento de la Iglesia.

Aclaración bíblica: Nunca se confirió autoridad especial a Pedro ni se habla de


sucesión papal. Jesús es el fundamento de su iglesia. Véase: Efe. 1:22; 4:15; 1
Cor. 10:4; Deu. 32:3-4; 1 Ped. 2:7.

3. El purgatorio: Es el concepto en el que las personas que no son tan malas


como para merecer el infierno ni tan buenas para ir al cielo; pasan por un estado
intermedio de purificación. Esta creencia está basada en la comprensión equivo-
cada de la salvación y en la creencia de la inmortalidad del alma.

Aclaración bíblica: En la muerte no hay conciencia ni segunda oportunidad para


el pecador. Véase: Juan 11:11-14; Heb. 4:15; Efe. 2:8; Rom. 3:25-26.

4. La tradición por encima de la Biblia: Las Escrituras deben ser interpretadas


por la Iglesia y colocadas a la par de los decretos de los concilios de la Iglesia,
solo de esa forma se la interpretará correctamente.

127
Aclaración bíblica: Las Escrituras contienen la verdad, no las tradiciones de los
hombres. Véase: Juan 17:17; 2 Tim. 3:16; Juan 5:39; 2 Timoteo 2:15.

5. La confesión de los pecados: Es la creencia de que el sacerdote es el media-


dor entre Dios y el hombre.

Aclaración bíblica: Jesús es el único mediador. Véase 1 Tim. 2:5; Heb. 4:14.16;
1 Juan 1:9.

6. La inmortalidad del alma: Cada individuo tiene un alma inmortal, que es in-
destructible e independiente del cuerpo físico, al cual abandona en ocasión de la
muerte para ir al cielo o al infierno.

Aclaración bíblica: El alma es la persona misma y sí puede morir, por tanto, es


mortal. Véase: 1 Tim. 6:15-16; Gén. 2:7; Ecl. 12:7; Job 27:3; Sal. 146:4; 6:5; Juan
11:11-14.

7. La santidad del domingo: La creencia de que los cristianos debemos adorar


en domingo debido a que Cristo resucitó el primer día de la semana.

Aclaración bíblica: El único día que Dios pide guardar y santificar es el sábado.
Véase: Gén. 2:1-3; Éxo. 20:8-11; Eze. 20:12, 20; Hch. 13:42-44; Apo. 1:10; Mat.
12:8; Luc. 4:16; Isa. 66:22-23.

8. Oraciones por los muertos: La creencia de que podemos orar por los muer-
tos que están sufriendo en el purgatorio para que Dios los libre de ese lugar.

Aclaración bíblica: Los muertos nada saben y ya no hay nada que se pueda ha-
cer por ellos. Véase: Ecl. 9:5-6; Sal. 115:17; 6:5; Eze. 14:14; 1 Tim. 2:6.

DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA

Algunas creencias que tenemos en común con los hermanos católicos son:

• La creencia en Dios como el ser supremo, creador del universo.


• La doctrina de la Trinidad o Deidad.
• La inspiración de la Biblia.
• La virginidad de María al momento de dar a luz a Jesús. (No creemos en lo que
llaman La Inmaculada Concepción).
• La segunda venida de Cristo.
• La necesidad de amar y obedecer a Dios.

SUGERENCIAS DE CÓMO APROXIMARSE A ELLOS

Solo un ambiente de amistad y confianza puede abrir sus corazones y mentes para
recibir las verdades bíblicas. No se trata de ganar una discusión.

128
• Primero debemos ganar su amistad. Al iniciar el estudio de la Biblia, debemos
establecer la autoridad de la Biblia, continúe con temas proféticos, y luego
puede introducirlos al tema de cómo podemos ser salvos. Solo por la fe y por
la gracia maravillosa de Jesús.
• Por lo general sienten una gran reverencia por la Biblia, aunque muchos igno-
ran sus enseñanzas. Se quedarán sorprendidos y gratamente impresionados
al iniciar un estudio sistemático a través de un curso bíblico como el curso La
fe de Jesús.
• Una gran cantidad de católicos pasan por conflictos espirituales y falta de se-
guridad en su salvación por causa de su creencia en la salvación por las obras.
Necesitan comprender la salvación por gracia y por los méritos de Jesús.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Pedro Apaza Chambi


Pastor distrital
Asociación Peruana del Sur

129
130
“Establecer la Iglesia entre todos los pueblos en todas partes alcanzando,
plantando, capacitando y sirviendo” (Misión de las Asambleas de Dios)

as Asambleas de Dios pertenecen a una afiliación1 conformadas por cuatro orga-

L nizaciones cristianas las cuales son Asociación Nacional de Evangélicos (NAE),


Iglesias Pentecostales y Carismáticas de América del Norte (PCCNA), Pentecos-
tal World Fellowship (PWF) y Fraternidad Mundial de las Asambleas de Dios (WAGF),
conformando la fraternidad pentecostal más grande del mundo.

HISTORIA DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS

Para tener una noción en el tiempo de su historia, debemos mencionar que las asam-
bleas de Dios pertenecen a un movimiento pentecostal, que surgió como un aviva-
miento religioso2 que ocurrió en Estados Unidos a fines del siglo XIX e inicios del XX.
Está dividida en las siguientes cuatro etapas:

Pentecostalismo histórico-finales del siglo XIX


Pentecostalismo clásico-1901
Pentecostalismo unicitario-1913
Movimiento carismático o neopentecostalismo-1950

Luego del Reavivamiento de la “calle Azuza”3 dirigida por un predicador afroameri-


cano de nombre William Seymour, los creyentes que tenían en común el avivamiento
decidieron reunirse (1906). Para 1910 ya se habían creado dos grandes grupos pen-
tecostales dirigidos por E. N. Bell y H. A Gross en Estados Unidos.

Al final de la primera década del siglo XX, la Iglesia se organizó bajo el nombre “Igle-
sia de Dios en Cristo”, unificando y organizando a los grupos de creyentes para evitar
la pérdida de propiedades. Pero en 1911 la Iglesia quedó dividida por un descontento
en el liderazgo afroamericano, en ese momento, 353 ministros blancos se separaron
del grupo organizado, formando una nueva Iglesia bajo su liderazgo, aunque seguían
usando el mismo nombre de la Iglesia Madre.
1
Actualmente, las Asambleas de Dios de los Estados Unidos y las organizaciones hermanas de las Asam-
bleas de Dios Internacional. Esto significa que es una comunidad que se ha unido a otras comunidades.
Véase, Asambleas de Dios, “Nuestra posición en la comunidad cristiana”, en ag.org. En línea: https://ag.org/
es-ES/About/About-the-AG/Affiliations/Our-Position (consultado: 23 de noviembre 2023).
2
Véase Enrique Rodríguez Balam, “Pentecostalismo, teología y cosmovisión”, en scielo,org. En línea https://
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-57662005000100010#:~:text=El%20pente-
costalismo%20es%20una%20vertiente,de%20avivamiento%20(revival)%20religioso (consultado: 11 de no-
viembre del 2023).
3
Estos eventos se dieron en Los Ángeles, Estados Unidos de Norteamérica. Siete hombres estaban reunidos
el 9 de abril de 1906, “cuando de repente, como alcanzados por un rayo, fueron derribados de sus sillas al
suelo”, y los otros siete hombres comenzaron a hablar en lenguas y a gritar en voz alta alabando a Dios. La
noticia se difundió rápidamente; la ciudad se conmovió; se reunieron multitudes; los servicios se trasladaron
al exterior para dar cabida a la multitud que llegaba de todas partes; la gente caía al acercarse, y lo atribuían
a Dios; la gente era bautizada en el Espíritu Santo y se decía que los enfermos eran sanados. Pentecostal
Church of God General Bylaws, Historical Perspective, Section 3 and History.

131
Otro hecho que marcó una separación en el grupo de creyentes fue la doctrina de
la trinidad y el bautismo en nombre del Espíritu Santo. Estas controversias trajeron
como resultado la separación entre los grupos pentecostales que pertenecían a la
Iglesia de Dios en Cristo.

En 1913 E. N. Bell convocó a las iglesias pentecostales trinitarias a un concilio con el


propósito de organizarse mejor. En abril de 1914 en Hot Springs, Arkansas, se llevó
a cabo el concilio con la presencia de Bell, ministros supremacistas blancos, entre
otros personajes. Este concilio es conocido como el “Primer Concilio General de las
Asambleas de Dios”, porque se dio origen a la Iglesia “Asambleas de Dios”, nombre
propuesto por el evangelista K. Leonard. En este concilio se eligió a E. N. Bell como
presidente y a J. Roswell Flower como secretario.

TIPO DE ORGANIZACIÓN4
La Iglesia Asambleas de Dios tiene una organización congregacional, es decir, cada
iglesia maneja sus asuntos de manera independiente, también es cooperativa porque
se une a los desafíos y proyectos de toda la organización pero a su vez son indepen-
dientes de las demás:

• Organización mundial: Presidente, vicepresidente, secretario y presidente


de la Agencia de Auxilio y Desarrollo de las Asambleas de Dios en el Mundo
(WAGRA).
• Organización nacional: Superintendente general, secretario general, tesorero
general y superintendentes adjuntos o ejecutivos de zonas.
• Directiva distrital: Superintendente distrital, secretario y tesorero distritales.
• Presbítero de región y la presidencia de sección: Presidente de región, secre-
tario-tesorero de región, presidente de sección y secretario-tesorero de sección.
• Miembros de Iglesia: Miembros catecúmenos (recién llegados sin instrucción
bíblica), miembros honorarios (niños, adolescentes ya adultos, participantes
sin bautismo), miembros pasivos (participantes sin traslado realizado o que no
cumplen el reglamento), miembros activos (bautizados y en regla menores de
18 años) y miembros en plena comunión (bautizados y en regla mayores de
18 años).
• Departamentos de Iglesia: Sociedad de varones, sociedad de damas, socie-
dad de jóvenes o embajadores (dirigido al público soltero), sociedad infantil
(niños hasta 12 años), sociedad de exploradores del rey (niños entre 5 y 17
años) y sociedad de misioneritas (niñas entre 5 y 17 años).

De acuerdo con las estadísticas realizadas el 2021, la iglesia tenía 53 millones 700 mil
miembros con 367, 398 iglesias.5 Y a la actualidad la página oficial de las Asambleas
de Dios contabiliza un total de 69 millones de miembros.

4
Miriam Avitia Carbajal, “Asambleas de Dios”, saraitablog.wordpress.com. En línea: https://saraitablog.wor-
dpress.com/organizacion/ (consultado: 31 de noviembre del 2023).
5
Assemblies of God World Missions, Vital statistics 2022 Archivado el 9 de noviembre del 2021 en Wayback
Machine., agwm.org, USA, 2022

132
Uno de los más conocidos ministros perteneciente a las asambleas de Dios es Dante
Gebel, quien en 2014 declaró haber sido ordenado tanto en Argentina como en USA
como ministro de las asambleas de Dios poseyendo una doble credencial.

La institución más conocida en USA de las Asambleas de Dios es el Convoy de Es-


peranza que atiende a comunidades en pobreza y hambre.

DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS
La Iglesia Asambleas de Dios, como mencionamos, surgió de una experiencia de
reavivamiento espiritual. El 9 de abril de 1906, Seymour y siete hombres mientras
esperaban a Dios, fueron alcanzados por un rayo, al estar sentados comenzaron a
hablar en lenguas y alabar a Dios. Este es el origen del pentecostalismo al cual per-
tenecen las Asambleas de Dios. A continuación, la descripción de las 16 verdades
fundamentales6 de las Asambleas De Dios:

1. La inspiración de las Escrituras: creencia en la revelación verbalmente


inspirada.
2. El único Dios verdadero: creencia en la pluralidad y unidad de Dios.
3. La Deidad del Señor Jesucristo: creencia en Jesús como hijo eterno de Dios.
4. La caída del hombre: creencia en que el hombre creado bueno y justo a la
imagen de Dios, se apartó a causa de su pecado, lo apartó dándole la muerte
espiritual.
5. La salvación del hombre: creencia en que el arrepentimiento para con Dios y la
fe en el Señor Jesucristo son los medios de salvación.
6. Las ordenanzas de la Iglesia: creencia en dos ordenanzas siendo el primero el
bautismo del agua y la santa comunión.
7. El bautismo en el Espíritu Santo: creencia en una investidura de poder para la
vida, el servicio y la concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio.
8. La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo: creencia en que el
bautismo del Espíritu Santo se manifiesta con el don de lenguas.
9. La santificación: creencia en el acto de separarse de todo lo malo y dedicarse
al servicio a Dios.
10. La Iglesia y su misión: creencia en el cumplimiento del encargo divino de llevar
a cabo la gran comisión dejada por el Señor Jesucristo y bautizándolos en el
Espíritu Santo.
11. El ministerio: creencia en un ministerio que constituye un llamamiento divino
y ordenado con el cuádruple propósito; adorar, edificar, edificar el cuerpo de
santos y satisfacer las necesidades humanas.
12. Sanidad divina: creencia en la liberación de enfermedades a través de la
sanación divina.

13. La esperanza bienaventurada: creencia en el arrebatamiento de los


creyentes.

6
Asambleas de Dios, “Nuestras creencias”, en lasasambleasdedios.org. En línea: https://lasasambleasde-
dios.cl/nuestras-16-doctrinas/ (consultado: 3 de diciembre del 2023).

133
14. El reino milenario de Cristo: creencia en que la segunda venida es el rapto de
los creyentes seguido por el regreso visible de Cristo con sus santos para rei-
nar sobre la tierra por mil años. Este reino milenario traerá la salvación de Israel
como nación, y el establecimiento de la paz mundial.
15. El juicio final: creencia en un juicio final en el que los pecadores muertos serán
resucitados y juzgados según sus obras.
16. Los cielos nuevos y la tierra nueva: creencia en un cielo nuevo y una tierra
nueva.

DOCTRINAS SIMILARES A LA IASD


Al hacer un repaso de las creencias fundamentales de las Asambleas de Dios, po-
demos notar que las doctrinas 2, 3, 4, 5, 6, 10, 11 y 16, tienen una similitud con las
creencias fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día.7

DOCTRINAS ASAMBLEAS DE DIOS DOCTRINAS ADVENTISTAS


2. El único Dios verdadero 2. La Deidad
3. La Deidad del Señor Jesucristo 4. Dios el hijo
4. La caída del hombre 7. La naturaleza humana
5. La salvación del hombre 10. La experiencia de la salvación
6. Las ordenanzas de la Iglesia 15. El bautismo
16. La cena del Señor
10. La Iglesia y su misión 13. El remanente y su misión
11. El ministerio 17. Los dones y ministerios espiri-
tuales
16. Los cielos nuevos y la tierra nueva 28. La tierra nueva

El concepto de remanente le da a la Iglesia adventista una dimensión profética espe-


cial en sus conceptos escatológicos que impregnan cada una de sus creencias. Esta
escatología está presente en su llamado (Apo. 10) y la misión que cumple al vindicar
la ley de Dios como eterna: motivo de ataque y de juicio. Mientras que los conceptos
escatológicos de las Asambleas de Dios centran su labor en la experiencia del indi-
viduo y en la necesidad de manifestar la transformación, colocando la escatología
como un complemento.

7
Los números corresponden al orden de las doctrinas presentadas por cada grupo
religioso.
134
APROXIMACIONES A LAS ASAMBLEAS DE DIOS

Considerando lo estudiado, podemos concluir que conversar de conceptos como la


deidad y divinidad de Jesús, son temas en común que pueden ayudarnos a estable-
cer un punto de contacto en común con ellos y estudiar las profecías, diferenciando
aquellas que son clásicas de las que son apocalípticas, para así llevarlos de lo cono-
cido a lo desconocido.

Consideremos el cuadro siguiente para saber qué temas pueden resultarnos más
favorables:

EN COMÚN CON CUIDADO DESAFIANTES


2. El único Dios verdadero 1. La inspiración de las Es- 8. La evidencia física
crituras. inicial del bautismo en
3. La Deidad del Señor el Espíritu Santo
Jesucristo 7. El bautismo en el Espíritu
Santo 12. Sanidad divina
4. La caída del hombre
9. La santificación 13. La esperanza
5. La salvación del hombre bienaventurada
15. El juicio final
6. Las ordenanzas de la 14. El reino milenario
Iglesia de Cristo
10. La Iglesia y su misión
11. El ministerio
16. Los cielos nuevos y
tierra nueva

Recuerda las palabras de Pablo: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
(Fil. 2:3-4).

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Fernando de la Cruz


Pastor distrital
Misión Peruana Central Sur

135
136
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN RELIGIOSA

B La Iglesia Movimiento Misionero Mundial fue fundada el 13 de febrero de 1963


por Luis M. Ortiz Marrero en Puerto Rico. Según el testimonio de Luis Ortiz,
el nombre le fue revelado por el Espíritu Santo al igual que la promesa de llevar el
mensaje por todo el mundo. Hasta el 2020, la Iglesia “Movimiento Misionero Mun-
dial” estaba presente en 82 países y sus oficinas centrales se encuentran en Estados
Unidos y Puerto Rico.

La historia de esta denominación está vinculada con la vida de su pionero Luis Ortiz
Marrero. Él nació el 26 de setiembre de 1918 en Corozal, Puerto Rico. En su niñez
asistió a una iglesia pentecostal “Discípulos de Cristo”, la cual sería crucial para su
vida de misionero.

Cuando terminó sus estudios académicos, laboró en el periódico “El Mundo”. Posterior-
mente, renunció a su trabajo para obedecer el llamado de Dios. Estudió en el instituto
bíblico “Mizpa” en Puerto Rico y recibió el llamado de realizar obra misionera en Cuba.

Se casó con Rebeca Hernández Colón y tuvieron dos hijas: Damaris y Priscila. Traba-
jó durante dieciséis años en el Concilio de las Asambleas de Dios. Su labor en Cuba
produjo 23 iglesias, más de 30 obreros debidamente formados, programas de radio,
campañas evangelísticas, etc.

Luis M. Ortiz tenía planes de expandir la obra más allá de sus fronteras. Sin embargo,
el concilio no respaldaba sus proyectos de una obra mundial. Por lo cual, juntamente
con un grupo de hermanos deciden separarse y emprender nuevos retos.

El primer dilema surgió en poner nombre a la denominación y tras deliberaciones se pro-


puso el título de “Asociación Misionera y Evangelística Latinoamericana Inc.”. Al parecer
esto no convenció a todos, en un segundo concilio se acordó que el nombre sería “Mo-
vimiento Misionero Mundial”, con sus siglas “MMM”. De este modo, el nombre oficial de
Movimiento Misionero Mundial quedó registrada ante las autoridades en 1963.

Es importante resaltar que en ese mismo año se elaboraron y publicaron los esta-
tutos de la Iglesia y por los cuales se rigen hasta el día de hoy. La última edición de
estos estatutos se realizó en 1993. Hasta la fecha no se efectuaron cambios sobre
sus doctrinas y prácticas eclesiales.
Movimiento Misionero Mundial se extendió a Perú
El Movimiento Misionero Mundial se extendió a Perú1 en 1981, cuando Rodolfo Gon-
zales, uno de sus fundadores, emigró de Cuba hacia Lima. Siete años después de
su arribo, se instauró un programa radial. En el noveno año, el programa emigró a la
1
En el Perú, el Movimiento Misionero Mundial ha sido clasificado como un pentecostalismo híbrido por Rolleri
(2018). Además, reúne rasgos relevantes de los neopentecostalismos, como la teología de la guerra espiritual
y el interés por la participación política. También, constituye una expresión clara de la flexibilidad pentecostal.
Véase en Jair Augusto Rolleri García, “Entre Cristo y el mundo: ritualidad y pentecostalismo. Una aproxima-
ción etnográfica a las prácticas rituales del Movimiento Misionero Mundial en el templo central del presbiterio
nº7” (Tesis magister, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2017), 165.

137
televisión. En menos de dos décadas, se obtuvo la licencia para un canal televisivo.

En 1988, el reverendo Ortiz, a la edad de setenta años, por motivos de salud se retira
como pastor y presidente mundial de la obra. Él entregó su cargo al reverendo Rubén
Rosas Salcedo, su fiel amigo. Es interesante notar que, el presidente tiene la facultad
de nombrar a quien considere apropiado para el cargo. Rosas sirvió como presidente
por 10 años. De la misma forma, por motivos de salud y cansancio, entregó el cargo
al reverendo Samuel Rolón, hijo espiritual de Ortiz. Él administró la iglesia por un es-
pacio de 18 meses. Luego, el cargo le fue entregado al reverendo Gustavo Martínez.

Cuarenta y ocho años después de sus inicios, el Movimiento Misionero Mundial llegó
a estar presente en más de 67 países, en cinco continentes. Hoy en día esta iglesia
está presente en alrededor de 82 países. Su líder actual es el reverendo Juan Arturo
Soto Benavides.

DESCRIPCIÓN DEL TIPO DE ORGANIZACIÓN

El Movimiento Misionero Mundial podría definirse como “una comunión espiritual”


que combina elementos pentecostales clásicos.2 Su organización religiosa está debi-
damente registrada en San Juan (Puerto Rico) y en la capital federal Washington DC,
con oficinas principales en ambas ciudades.

Desde su fundación en 1963, esta congregación ha crecido en 82 países y las cifras


siguen aumentando. Solo en Perú, se reúnen cerca de medio millón de fieles en 994
iglesias con 1639 pastores organizados en 84 presbiterios.3

El Movimiento Misionero Mundial es una organización que opera bajo “mecanismos


similares de una corporación transnacional”.4 Además, su organización se basa en
una “estructura jerárquica rígida a nivel mundial. Esta se replica a escala en cada país
donde se ha establecido”.5

Su estructura se compone por una “junta de oficiales mundiales”. En cada país se


divide en un conjunto de jurisdicciones llamados “presbíteros”.

2
En lo que respecta a sus formas de organización, el MMM combina elementos pentecostales clásicos, como
la infraestructura modesta, los templos-cochera, la presencia mayoritaria en sectores rurales y urbano-pe-
riféricos, con estrategias empresariales tanto sofisticadas en la sede central como muy incipientes en las
jurisdicciones locales o presbiterios. Véase Rolleri, 166.
3
De acuerdo con su sitio web oficial, el crecimiento ha sido exponencial. No obstante, si se considera que en
dicho portal no se ha modificado la información al menos desde 2013, entonces el crecimiento es mucho ma-
yor a la actualidad. Véase Jhérali Alondra Oviedo Rabanal, “Entre la pureza y el peligro. El individuo dentro del
Movimiento Misionero Mundial” (Tesis licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2018), 699.
4
Rolleri, 168.
5
Según su Constitución y Reglamento (1993), el llamamiento, la visión y el esfuerzo que gestó la congrega-
ción provienen de Dios, la sola existencia de dicha Constitución sugiere la institucionalidad de la organiza-
ción. Véase Oviedo, 701.

138
Cada presbítero o zona se compone de “iglesias” y “anexos”, estos son dos tipos de
templos que se distinguen por el estatus del líder a cargo.

Anexos

Iglesias Anexos
Presbiterios

Anexos

Junta de oficiales Oficiales


nacionales Iglesias

Presbiterios

La junta de oficiales se compone por el presidente6 internacional, el vicepresidente,


el tesorero y los directores. De acuerdo a su constitución, solo ellos pueden elegir a
un nuevo oficial y los cargos que esta supone (presidente, vicepresidente, secretario,
tesorero y directores) solo pueden asumirse “por y entre ellos”.7 De este modo, solo
aquellos que hayan servido dentro de esta junta podrán tener cargos administrativos
internacionales.

Dentro de las funciones presidenciales se encuentra encabezar convenciones mun-


diales. Es relevante mencionar que, el presidente tiene la atribución de nombrar a su
sucesor, con la aprobación de la junta, por razones de confiabilidad. Por último, su
cargo puede ser vitalicio o hasta que su salud lo permita.

De acuerdo con su constitución de 1993, el secretario internacional se encarga del


registro de todos los miembros, templos y presbiterios de la congregación. El teso-
rero internacional administra los recursos, bienes y propiedades de la congregación
mundial. Según su constitución debe “disponer de los fondos de la iglesia cuando la
junta lo determine” y “llevar un registro exacto de lo que recauda”.

6
Dicho documento detalla también qué responsabilidades corresponden a cada uno de ellos y cuál es el
proceso de su designación. El presidente internacional es, evidentemente, la máxima autoridad mundial de
la congregación. En los 54 años de existencia de la iglesia, solo han ocupado este importante cargo cuatro
personas. El primero fue el reverendo Luis M. Ortiz, nombró como su sucesor a su amigo y miembro del grupo
fundador. Rosas estuvo al frente de la congregación durante diez años, hasta que, por salud y edad, dejó
el cargo a su “hijo espiritual” Samuel Rolón, quien solo asumió la función por un poco más de un año, pues
falleció en 2006. Véase Oviedo, 703.
7
Rolleri, 172.

139
Los directores son los demás miembros de la junta de oficiales a nivel mundial. No
tienen una función específica como directores, pero sí como oficiales internacionales
de la congregación. Según su constitución, son “los encargados del liderazgo mun-
dial de la organización y representan una entidad altamente jerárquica y plenipoten-
ciaria”.8

Cuerpo de Oficiales del Movimiento Misionero Mundial


Oficial Cargo País
Rev. Gustavo Martínez Presidente Colombia

Rev. José A. Soto Vicepresidente Costa Rica (ejerce en Panamá)

Rev. Rubén Concepción Secretario Puerto Rico

Rev. Rodolfo González Tesorero Cuba (ejerce en Perú)

Rev. Álvaro Garavito Director Guatemala


Los directoresRev.son los
Margaro demás miembros
Figueroa Director de la junta de oficiales
Puerto Rico a nivel mundial. No
tienen una función específica
Rev. Rómulo Vergara
como directores,
Director
pero sí como
Venezuela
oficiales internacionales
de la congregación. Según su constitución, son “los encargados del liderazgo mun-
Rev. Humberto Henao Director Puerto Rico
dial de la organización y representan una entidad altamente jerárquica y plenipoten-
Rev. Luis Meza
ciaria”.8 Director Perú

Fuente: Elaboración propia

PRINCIPALES DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS

La Iglesia de “Movimiento Misionero Mundial” considera que la Biblia es inspirada


por Dios. Además, es la regla de fe y conducta de todo creyente. Considera que las
enseñanzas, preceptos y doctrinas de la Palabra de Dios no cambian.

Respecto al tema de la salvación, ellos consideran que solo por medio de la fe en


Jesús, el hombre puede ser salvo de la condenación eterna. Solo Cristo Jesús es
el único mediador entre Dios y los hombres. Por lo tanto, el sacrificio expiatorio de
Jesús en la cruz nos exime de pecado.

Sobre el tema del bautismo, ellos conciben que toda persona que se ha arrepentido
de sus pecados y desea aceptar a Jesús en su corazón debe cumplir con el manda-
to bíblico de ser bautizado por inmersión. También, creen que el cristiano debe ser
bautizado por el Espíritu Santo. Este último bautismo debe ser expresado a través
del don de lenguas.
La Biblia presenta nueve dones del Espíritu Santo. Los cuales, ellos lo clasifican
como dones revelación, poder e inspiración. Aseguran que, la iglesia debe poseer
todos estos para la eficiente labor misionera.
La Iglesia de Movimiento Misionero Mundial concibe en un rapto secreto que se
realizará al pueblo de Dios. Después de siete años del rapto, Jesús vendrá con sus san-
tos ángeles para salvar a Israel del poder del Anticristo. Para ellos, el milenio comenzará
con el reinado de Cristo en la Tierra y acabará con el juicio del gran trono blanco.

8
Oviedo, 704.

140
DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA

Al tratar de buscar similitudes respecto al cuerpo de creencias, ambas denominacio-


nes creen que la Biblia es la Palabra de Dios inmutable. Sin embargo, existen ciertas
variaciones, para los adventistas tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son
inspirados por Dios incluyendo los diez mandamientos vigentes hoy en día. En su
contraparte, los del Movimiento Misionero Mundial creen que dichos preceptos
ya no están en vigencia.

Ambas denominaciones creen que no hay ningún otro camino para la salvación, ex-
cepto el que nos lleva a la cruz. Además, creen que solo Jesús es el único mediador
entre el Padre y la humanidad. Por último, ambos entienden que el sacrificio de
Jesús en la cruz del calvario era necesario para traer salvación a la raza humana
caída.

Respecto al bautismo, ambas denominaciones declaran que se debe realizar por


inmersión. Creen que el bautismo es un símbolo de aceptar a Jesús como único
Salvador. En lo que difieren es respecto al hablar en lenguas como señal del bautis-
mo del Espíritu Santo.

Concerniente a la segunda venida de Jesús, aún a pesar que ambas denominacio-


nes creen que este evento sucederá de forma literal y todo ojo lo verá, existe mucha
diferencia en los acontecimientos. Por un lado, los adventistas no creen que exista
un rapto secreto para el pueblo de Dios. Ni mucho menos que, después de el adve-
nimiento de Jesús, Él gobernará mil años en la tierra.

SUGERENCIAS DE CÓMO APROXIMARNOS A ELLOS

Con el fin de alcanzar una comunidad específica, como el Movimiento Misionero


Mundial, es necesario usar ciertos enfoques que respeten y en cierto modo que ho-
mogenicen con sus creencias y estilo de vida. El método que Cristo permitirá cons-
truir relaciones favorables para una aproximación más certera. A continuación, se
harán algunas sugerencias para aproximarnos a los miembros de la Iglesia de Movi-
miento Misionero Mundial.

1. Conoce de ellos: Es necesario familiarizarse con sus doctrinas y estilo de


vida. Definitivamente, ayudará en entender su perspectiva de vida. Permitirá una
comunicación más asertiva.
2. Construye relaciones personales: Busca construir relaciones personales du-
raderas. Es necesario formar lazos de amistad. Al fortalecer esta área, nuestros
consejos o comentarios serán genuinos en sus vidas.
3. Realiza eventos: Crea situaciones que ofrezcan un acercamiento más directo
con las personas a tratar. Un evento deportivo, una caminata, una reunión de
camarería permitirá conocer a los miembros en un entorno en el que se sientan
más cómodos.

141
4. Ofrece ayuda social: Invítalos a participar en un apoyo a la comunidad. Orga-
niza un impacto social que los involucre como voluntarios. A su vez, si la persona
está en una situación de emergencia, puedes brindarle apoyo en lo que necesite.
5. Participa en grupos pequeños: Invítalos a tu grupo pequeño, con el objetivo
de estudiar un tema en específico y disfrutar de la camarería con otros. También,
puedes crear una clase bíblica, donde se estudie La fe de Jesús. De ese modo,
se sistematiza el estudio y se da continuidad a la clase.
6. Utiliza los medios de comunicación: El empleo de las redes sociales ayudará
a informar y compartir mensajes. Por ende, es necesario emplear esta herramien-
ta al tratar de aproximarse a ellos. Participar de estas plataformas los mantendrán
actualizados y conectados.
7. Respeta sus creencias: Es importante respetar las creencias de los demás.
Aún, si estas difieren de las nuestras. Evita debates hostiles y busca puntos de
convergencia. Recuerda que, el respeto y la paciencia son claves al intentar co-
nectar con miembros de otro grupo religioso.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Jonathan Marrufo Peralta


Departamental de Jóvenes
Misión Sur Oriental del Perú

142
143
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN

B La Alliance World Fellowship o Alianza Cristiana y Misionera (La Alianza, AWF


también ACyM y ACM) es una denominación cristiana evangélica internacio-
nal dentro del movimiento del cristianismo llamado “Vida Superior”, que enseña una
forma modificada de la teología keswickiana.1 La sede está en Reynoldsburg, Ohio,
Estados Unidos.2 Tiene sus orígenes en dos organizaciones fundadas por Albert Ben-
jamín Simpson en 1887 en Old Orchard Beach, Maine, Estados Unidos: la Alianza
Cristiana, que se concentraba en misiones nacionales, y la Alianza Misionera Evan-
gélica, que se centraba en misiones en el extranjero. Estas dos organizaciones se
fusionaron en 1897 para formar la Alianza Cristiana y Misionera.3

A principios del siglo XX, Simpson se involucró estrechamente con el creciente mo-
vimiento pentecostal. Se volvió común que los pastores y misioneros pentecosta-
les recibieran su capacitación en el Instituto de Capacitación Misionera que fundó
Simpson.4 En consecuencia, Simpson y la Alianza tuvieron una gran influencia en
el pentecostalismo, en particular las Asambleas de Dios y la Iglesia Internacional
del Evangelio Cuadrangular. Esta influencia incluyó el énfasis evangélico, la doctrina
de la Alianza, los himnos y libros de Simpson y el uso del término “Tabernáculo del
Evangelio”, lo que llevó a que muchas iglesias pentecostales fueran conocidas como
“Tabernáculos del Evangelio Completo”.5

Después de la muerte de Simpson en 1919, la Alianza se distanció del pentecosta-


lismo, rechazando la premisa de que hablar en lenguas es un indicador necesario de
estar lleno del Espíritu Santo, y en cambio se centró en la vida cristiana más profun-
da. En 1930, la mayoría de las ramas locales de la Alianza funcionaban como iglesias,
pero todavía no se veían a sí mismas como tales.6

En la actualidad

Actualmente, la Alianza Cristiana y Misionera (CMA), una denominación de más de


2000 iglesias con una declaración de fe que se alinea con la mayoría del cristianismo
evangélico ha votado para permitir que las mujeres sirvan en funciones pastorales.7

1
Mark Hutchinson y John Wolffe, A Short History of Global Evangelicalism (New York: Cambridge), 124-25.
2
“¿Quiénes somos?”, Alliance World Fellowship, https://awf.world/es/nuestrocambioglobal/ (consultado: 2
de noviembre de 2023).
3
Douglas A. Sweeney, The American Evangelical Story: A History of the Movement (Grand Rapids: Baker,
2005), 155.
4
Drew Blankman y Todd Augustine, Pocket Dictionary of North American Denominations (Downers Grove:
IVP, 2004), 128.
5
Bernie A. van der Walle, The Heart of the Gospel: A. B. Simpson, the Fourfold Gospel, and Late Nineteen-
th-Century Evangelical Theology (Eugene: Pickwick, 2009), 5-7.
6
Randall Balmer, Evangelicalism in America (Waco: Baylor University Press, 2016), 78.
7
Carlos Vargas Valdez, “La Alianza Cristiana y Misionera da un paso hacia la ordenación de mujeres en
el ministerio, pero con algunas limitaciones”, Devocionales cristianos, https://www.devocionalescristianos.
org/2023/06/la-alianza-cristiana-y-misionera-da-un-paso-hacia-la-ordenacion-de-mujeres-en-el-ministe-
rio-pero-con-algunas-limitaciones.html (consultado: 2 de noviembre de 2023).

144
La histórica votación fue parte del Consejo General 2023 de ACyM en Spokane,
Washington, en junio del 2023.
Más del 60 % de los delegados en el Concilio General aprobaron actualizar la De-
claración de Fe de la ACyM para reflejar que, a discreción del liderazgo de la iglesia
local, los trabajadores oficiales, ya sean hombres o mujeres, pueden usar el título de
“pastor” o “reverendo” para propósitos específicos o roles ministeriales.

El director de Relaciones con los Medios de CMA, Peter Burgo, dijo que las razones
principales para reescribir la declaración fueron “actualizar el lenguaje para hacerlo
más legible y relevante para las generaciones futuras” y “aclarar a través del lenguaje
actualizado que, en esta era de ambigüedad con respecto al género, Dios ha creado
al varón y a la mujer”.8

ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA ALIANZA CRISTIANA Y MISIONERA

En 1965, las iglesias adoptaron una función denominacional y establecieron una de-
claración formal de fe. En 1975, se organizó oficialmente la Alliance World Fellowship
(AWF). Para 2010, la AWF ya estaba presente en 50 países. Según la denominación,
alrededor de 500 000 personas adoran en 2000 iglesias de la Alianza en EE. UU. La
iglesia también cuenta con 700 trabajadores que realizan obra misional en más de
70 países.9

El Dr. Gary M. Benedict, presidente del Crown College de St. Bonifacius, Minnesota
fue elegido undécimo presidente de la Alianza Cristiana y Misionera (ACyM) en los
Estados Unidos de América. Su gobierno de cuatro años comenzó el 1 de agosto de
2005.10
Natural de Minnesota, Benedict se graduó en la Universidad Estatal de Iowa (Iowa
State University) como Ingeniero Industrial. En 1972 se graduó en la St. Paul Bible
College (actualmente parte del Crown College) como Licenciado en Misiones. Des-
pués de pastorear iglesias en Nebraska y Wisconsin, regresó al Crown College para
servir como director de Desarrollo (1982-1988). En 1989 fue electo superintendente
del Distrito Noroeste de la ACyM norteamericana.11

Luego, llegó a ser el decimotercer presidente del Crown College en 1997, recibiendo
un Doctorado Honoris Causa en Teología del Nyack College de Nueva York. Durante
sus ocho años como presidente, la institución educativa incrementó su matrícula en
un 60 por ciento.

8
Stephanie Martin, “Christian and Missionary Alliance, Which Now Ordains Women, Loses 8 Congrega-
tions”, ChurchLeaders.com, https://churchleaders.com/news/459768-christian-and-missionary-alliance-or-
dains-women-loses-congregations.html (consultado: 3 de noviembre de 2023).
9
Daniel G. Reid, Dictionary of Christianity in America (Downers Grove, IL: InterVarsity, 1990), 288.
10
Mark Falling, “Gary Benedict to Serve Second Team as U.S. Alliance President”, Christian News Wire,
http://www.christiannewswire.com/news/7718010544.html (consultado: 5 de noviembre de 2023).
11
Mark Falling, “Gary Benedict to Serve Second Team as U.S. Alliance President”, Christian News Wire,
http://www.christiannewswire.com/news/7718010544.html (consultado: 5 de noviembre de 2023).

145
En 2004 fue electo vicepresidente corporativo de la ACyM estadounidense, y luego
electo para servir como presidente de la ACyM durante el Consejo General de Cin-
cinnati, Ohio, en 2005.12

Actualmente, el presidente mundial de la ACyM es John Stumbo, con sede en los Esta-
dos Unidos.13 Stumbo es pastor y escritor. Recibió su licenciatura en Biblia y Teología
del Crown College (Minnesota, EE. UU.) y su maestría en Misionología de la Universidad
Internacional de Columbia y en 2011, obtuvo un doctorado en liderazgo y cultura emer-
gente del Seminario Evangélico George Fox.14 Stumbo ha escrito cuatro libros: God in
You: A Conversation,15 In The Midst: Treasures from the Dark,16 An Honest Look at a
Mysterious Journey17 y A Stained Beauty.18 Además, John ha sido pastor durante la ma-
yor parte de sus 38 años de ministerio, incluyendo la Iglesia Alianza de Salem en Salem,
Oregón.19 En 2008, John fue diagnosticado con una enfermedad misteriosa que le robó
la fuerza muscular y la capacidad de tragar. Durante los dos años de recuperación, su
esposa Joanna se convirtió en su cuidadora. La capacidad de John para tragar fue sana-
da milagrosamente durante este tiempo, después de lo cual pudo reanudar su ministerio.

En el lado organizacional, la Alianza Cristiana y Misionera está estructurada en tres


niveles: local, distrital y nacional. En el nivel local, cada iglesia es autónoma y se
rige por sus propios estatutos y reglamentos; en el nivel distrital, varias iglesias se
agrupan en un distrito, que es dirigido por un superintendente de distrito; y en el nivel
nacional, la Alianza Cristiana y Misionera está dirigida por un presidente nacional y un
equipo de líderes nacionales.20

Por otro lado, en los últimos tres años, la ACyM ha alcanzado la cifra de 384 910
miembros en EE. UU., en 2000 iglesias y 3336 pastores ordenados.21 En América
Latina tiene presencia en 15 países, como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Venezuela y Perú.22 En Perú, la ACyM tiene más de 95 años de presencia en las prin-
cipales ciudades, como Lima, Arequipa, Pucallpa, etc.
12
Ibid.
13
“Our President”, The Alliance, https://cmalliance.org/who-we-are/our-family/our-president/ (consultado: 5
de noviembre de 2023).
14
“Crown Alumnus: Dr. John Stumbo”, The Nook: Crown.edu, https://www.crown.edu/nook/crown-alum-
nus-john-stumbo-deathbed-presidents-desk/ (consultado: 7 de noviembre de 2023).
15
John Stumbo, God in You: A Conversation (s.l: Nesting Tree Books, 2017).
16
John Stumbo, In The Midst: Treasures from the Dark (s.l: Nesting Tree Books, 2013).
17
John Stumbo y Joanna Stumbo, An Honest Look at a Mysterious Journey (s.l: Nesting Tree Books, 2016).
18
John Stumbo, A Stained Beauty (s.l: Nesting Tree Books, 2020).
19
“Our President”, The Alliance, https://cmalliance.org/who-we-are/our-family/our-president/ (consultado: 5
de noviembre de 2023).
20
“Historia de la Alianza Cristiana y Misionera”, Alianza Cristiana y Misionera: República Dominicana, https://
acymrd.org/sobre-nosotros/historia/ (consultado: 7 de noviembre de 2023).
21
“Estadísticas”, Alliance World Fellowship, https://awf.world/es/country-description/estados-unidos/ (con-
sultado: 6 de noviembre, 2023).
22
“Familia en el mundo”, La Alianza con pasión para Colombia, https://laalianza.co/familia-global (consulta-
do: 6 de noviembre, 2023).

146
Su primera iglesia constituida fue en la ciudad de Huánuco en 1957, luego de un cis-
ma con la naciente Iglesia Evangélica Peruana, y se dirigía especialmente a las clases
más favorecidas del Perú.23

Posteriormente, la ACyM fundó su congregación en Lince, distrito de Lima en la dé-


cada de los 60. En los 70, aparecen iglesias en Jesús María, Miraflores, San Borja y
otros distritos populosos de la capital.24

DOCTRINAS DE LA IGLESIA ALIANZA CRISTIANA Y MISIONERA

En 1887, en una serie de sermones llamados “El Cuádruple Evangelio” en Nueva York,
Estados Unidos, A. B. Simpson resume el evangelio en cuatro aspectos que caracteri-
zarán la enseñanza de la Alianza: Jesucristo Salvador, Santificador, Sanador y Rey que
pronto vendrá.25 En términos específicos, la denominación tiene una teología evangé-
lica, y está en gran medida alineada con el movimiento de Vida Superior o de Keswick
(Inglaterra). Su fundador A. B. Simpson articuló la teología central de la Alianza como el
“Cuádruple Evangelio” cristológico: Jesucristo como Salvador, Santificador, Sanador y
Rey que pronto vendrá.26 Las enseñanzas de Simpson enfatizaron cuatro roles de Cris-
to que están representados como emblemas en el logo de la ACyM. Se puede resumir
como “Jesucristo es nuestro Salvador, Santificador, Sanador y el Rey que viene”.27

La cruz representa que Cristo es nuestro salvador. Creemos que Jesús


es el único camino hacia Dios... “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14,16). “Y
en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser
salvos” (Hch. 4:12).28

La copa representa que Cristo es nuestro santificador. Creemos en el Espíritu Santo


de Dios y en su llenura, único medio por el cual podemos llevar una vida cristiana
santa y victoriosa... Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que perma-
nece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer” (Juan 15, 5). “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos
sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado
por su gloria y virtud” (2 Ped. 1:3).29
23
Elisa Inés Arca Jaque, “La Palabra proyectada: una lectura de la Iglesia Evangélica a través de sus produc-
tos audiovisuales” (Tesis de licenciatura, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2013), 53-54.
24
Ibid., 54.
25
Hugo D. Camara y Jack Shannon, Cien años: Historia de la Alianza Cristiana y Misionera en la Argentina
(Buenos Aires: Alianza, 1997), 11-12.
26
Charles W. Nienkirchen, A. B. Simpson and the Pentecostal Movement: A Study in Continuity, Crisis, and
Change (Eugene: Wipf and Stock, 1992), 22-24.
27
Van der Walle, The Heart of the Gospel, 19.
28
Manual de la Alianza Cristiana y Misionera 2016 (Colorado Springs: The Christian and Missionary Alliance,
2016), 13.
29
Ibid.

147
El jarro representa que Cristo es nuestro sanador. Creemos que Jesucristo tiene
poder para sanar cualquier enfermedad: “Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciu-
dades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que
les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban
sanos” (Mar. 6:56).

Con su muerte en la cruz, Jesús proveyó el medio para que todos pudiésemos alcan-
zar la sanidad de nuestros cuerpos: “... y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isa.
53:5). En nuestros días, este poder se sigue manifestando porque “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb. 13:8).

Podemos invocar confiadamente su gracia porque: “He aquí que no se ha acortado la


mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír” (Isa. 59:1).30

La corona representa a Cristo como rey que viene pronto. La ACyM cree en la
segunda venida de Jesucristo y en el rapto de la Iglesia.31 Su venida será antes
del milenio y puede ocurrir en cualquier momento. No sabemos el día ni la hora,
pero el que puede ocurrir en cualquier momento es lo que motiva nuestro esfuerzo
misionero. Porque Jesús dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo
el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat.
24:14). “Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de
la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mar. 14:62). Esta fórmula
es compartida también por las Asambleas de Dios y por la Iglesia Internacional del
Evangelio Cuadrangular.32

A los cuatro símbolos tradicionales que representan el tema central de la Alianza Cris-
tiana y Misionera; es decir, la cruz, la copa, el jarro, y la corona, se une actualmente
el globo terráqueo (en el logo oficial de la organización, protegido por Copyright). El
globo terráqueo simboliza el propósito de dar cumplimiento a la Gran Comisión. El
globo representa nuestra misión en el mundo.33 El Señor urge a sus seguidores: “De
gracia recibisteis, dad de gracia”. Al mismo tiempo que los envía a predicar su pala-
bra por todo el mundo. Este llamado continuará hasta que el evangelio, mediante los
esfuerzos de su Iglesia, haya alcanzado a todas las naciones y él vuelva nuevamente.
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos
los Gentiles; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:14).34

30
Manual de la Alianza Cristiana y Misionera 2016, 14.
31
Cámara y Shannon, Cien años, 18.
32
Manual de la Alianza Cristiana y Misionera 2016, 15.
33
Ibid.
34
Van der Walle, The Heart of the Gospel, 19.

148
La santificación a veces se describe como “la vida cristiana más profunda”. Esta
enseñanza es la de otras iglesias alineadas con el movimiento Vida Superior y sus
Convenciones de Keswick. Quizá el mejor ejemplo de ello sean los escritos del teó-
logo norteamericano A. W. Tozer. No obstante, Simpson se apartó de la enseñanza
tradicional de Keswick en su visión de la santificación progresiva y su rechazo del
supersesionismo (la Iglesia reemplaza a Israel en el NT).35

La Alianza también enfatiza el trabajo misionero y cree que el cumplimiento de la


Gran Comisión es la razón de su existencia.

Al adoptar una forma modificada de teología keswickiana, la Alianza Cristiana y Mi-


sionera, al igual que Simpson, se diferencia del movimiento wesleyano de santidad
en que no considera que la santificación total sea una limpieza del pecado original,
mientras que los seguidores de la santidad wesleyana afirma esta enseñanza meto-
dista de Juan Wesley.36

Declaración de fe de la Alianza37

La Confraternidad Mundial Aliancista ha publicado la siguiente declaración de fe, a la


cual adhieren todas las iglesias aliancistas partícipes de esta confraternidad:

• Hay un solo Dios, quien es infinitamente perfecto y existe eternamente en tres


personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
• Jesucristo es verdadero Dios y hombre. Fue concebido por el Espíritu Santo
y nació de la virgen María. Murió en la cruz, el Justo por los injustos, como
sacrificio substitutivo, y todos que creen en Él son justificados por medio de
su sangre. Resucitó de entre los muertos, según las Escrituras. Actualmente
está a la diestra de la Majestad en lo alto como nuestro gran Sumo Sacerdote.
Vendrá otra vez para establecer su reino de justicia y paz.
• El Espíritu Santo es una divina persona, enviado para morar en el creyente,
para guiarlo, enseñarle y darle poder, y para convencer al mundo de pecado,
justicia y juicio.
• Los Testamentos, Antiguo y Nuevo, son infalibles tales como fueron original-
mente; fueron inspirados verbalmente por Dios y son una revelación completa
de la voluntad de Dios para la salvación de los seres humanos. Constituyen la
única regla divina de fe y práctica cristiana.
• El hombre fue creado originalmente a la imagen y semejanza de Dios; cayó por
su desobediencia, y así incurrió en la muerte tanto física como espiritual. Todo
hombre nace con una naturaleza pecaminosa, está separado de la vida de
Dios y puede ser salvo solo por la obra expiatoria del Señor Jesucristo. El fin de
los impenitentes e incrédulos es la existencia eterna en sufrimiento consciente;
el del creyente es de gozo y dicha eterna.

35
Ibid., 21-22.
36
Ibid.
37
Lo que sigue es basado en Cámara y Shannon, Cien años, 90-92.

149
• La salvación se ha provisto por medio de Jesucristo para todos los hombres;
y los que se arrepienten y creen en Él, nacen de nuevo por medio del Espíritu
Santo, reciben el don de vida eterna y llegan a ser hijos de Dios.
• Es la voluntad de Dios que todo creyente sea lleno del Espíritu Santo y entera-
mente santificado, separado del pecado y del mundo, y completamente dedi-
cado a la voluntad de Dios, y así recibirá poder para vivir santamente y servir
eficazmente. Esta experiencia progresiva, efectuada en la vida del creyente
después de su conversión.
• Hay provisión en la obra redentora del Señor Jesucristo para la sanidad del
cuerpo mortal. La oración por los enfermos y el ungimiento con aceite son en-
señados en las Escrituras y son privilegios de la Iglesia para el presente siglo.
• La Iglesia consiste en todos aquellos que creen en el Señor Jesucristo, que
son redimidos por su sangre y nacen de nuevo por el Espíritu Santo. Cristo es
la cabeza del cuerpo, su Iglesia que ha sido comisionada por Él para ir a todo el
mundo para testimonio, predicando el evangelio a todas las naciones. La igle-
sia local es un cuerpo de creyentes en Cristo que se reúne para la adoración a
Dios, la edificación por medio de la Palabra de Dios, la oración, la comunión,
la proclamación del evangelio y la celebración de las ordenanzas del bautismo
y la santa cena.
• Habrá una resurrección corporal de los justos y de los injustos; para aquellos
será una resurrección para vida; y para estos, una resurrección para juicio.
• La segunda venida del Señor Jesucristo es inminente y será personal, visible
y premilenial. Esta es la esperanza gloriosa del creyente y es una verdad vital
que le impulsa a una vida santa y un servicio fiel.

SIMILITUDES CON EL ADVENTISMO DEL SÉPTIMO DÍA

• Las similitudes entre la Alianza y el adventismo es que ambos creen en un Dios


revelado en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, claro que la Alianza
tiene algunas diferencias menores en cuanto a su comprensión de la Trinidad.
Asimismo, aceptan que Cristo tiene dos naturalezas: divina y humana, y que
su muerte expiatoria produce el perdón y la justificación gratuitos por medio
de la fe.
• Aceptan la personalidad y divinidad del Espíritu Santo, y también aceptan su
obra renovadora en el interior del creyente, como don de la justicia de Cristo.
En este caso, ambas denominaciones sostienen que la vida de santificación es
una condición necesaria en la vida cristiana. Asimismo, aceptan la validez de la
Iglesia, y la misión que esta tiene de compartir el evangelio al mundo.
• Finalmente, aceptan la realidad de la resurrección en ocasión de la segunda
venida de Cristo, pero con la diferencia en que justos e injustos resucitan en
esa misma ocasión para recibir de Jesús su recompensa o castigo respectivo.
Aceptan la segunda venida visible y literal de Cristo en los cielos, aunque su
escatología es milenarista; es decir, que Cristo implantará un milenio de paz en
la tierra en su segunda venida.

150
SUGERENCIAS DE ACERCAMIENTO

• Como la teología de la Alianza Cristiana y Misionera comparte una base evan-


gélica, esa sería una forma buena y correcta de acercarse a ellos. Cuestiones
como la autoridad de la Biblia, la Trinidad, la salvación por la fe y la obra del
Espíritu Santo en el creyente son temas que serían un puente entre el adven-
tismo y esta denominación.
• Formar grupos de discusión o conversatorios y seminarios sobre las creencias
de la trinidad, la salvación, el rol del Espíritu Santo y los eventos finales serían
buenos acercamientos académicos a los líderes de la ACyM. A nivel pastoral
y teológico no sería mala idea participar en uno de esos encuentros, o formar
otro con pastores de esa denominación.

Pero en el caso práctico y a nivel más eclesial, no estaría de más contactar a perso-
nas que pertenezcan a la ACyM y compartir sobre esos temas. Quizá al principio no
entrar en controversia ni intentar convertirlos a nuestra fe adventista, no sería lo más
adecuado, sino compartir los puntos comunes de la doctrina cristiana. Por ejemplo,
la importancia de la obra del Espíritu, la vida devocional y la santificación son temas
que ambos compartimos, y que serían ocasión para acercarse. La importancia de la
segunda venida y el juicio también serán una puerta de entrada, aunque el adventis-
ta que se acerque a ellos quiera ganarlos, debe estar preparado bíblicamente para
abordar los temas proféticos y escatológicos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Isaías Calderón


Pastor distrital
Asociación Peruana del Sur

151
152
REVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN

B La Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (AE-


MINPU) es una Iglesia fundada el 27 de octubre de 1968 en Paucartambo,
Junín, por el zapatero y misionero peruano Ezequiel Ataucusi Gamonal y reconocida
legalmente por el Estado Peruano el 26 de setiembre de 1969.1

Ezequiel, el líder fundador tras su “hallazgo” de la Biblia se sintió elegido por Dios.
Afirmaba que con la novedad histórica que supuso el emperador romano Constan-
tino y su trato a la Iglesia (con el Edicto de Milán del año 313 d. C.), esta habría trai-
cionado la misión divina que tenía en el mundo, y la historia de la salvación se habría
recuperado en 1955, cuando Dios reveló a Ezequiel Ataucusi sus nuevos designios,
con el propósito de restaurar su pacto con la humanidad; siendo este el motivo por
el que se fundó dicho grupo religioso.2 Asimismo, su líder y fundador se vinculó ini-
cialmente con el adventismo, pero luego de discrepancias con los líderes religiosos
decidió independizar su movimiento.3

Actualmente, se cuentan varios cientos de miles de adeptos, siendo aproximadamente


más de 200 000 feligreses,4 sobre todo en Perú, pero se han extendido también por otros
países sudamericanos como Colombia, Chile y Bolivia, y Europa como España.

TIPO DE ORGANIZACIÓN

Esta Iglesia está organizada en tres cuerpos: cuerpo eclesiástico, administrativo y


político.5 Posee un partido político denominado Frente Popular Agrícola del Perú
(FREPAP), fundado por Ezequiel Ataucusi Gamonal y reconocido por el Jurado Na-
cional de Elecciones del Perú el 30 de setiembre de 1989.6

1
Wikipedia, “Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal”, Wikipedia, https://
es.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_Evang%C3%A9lica_de_la_Misi%C3%B3n_Israelita_del_Nuevo_
Pacto_Universal#Creencias(consultado: 8 de noviembre, 2023).
2
Catholic.net, “La Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal, ¿una iglesia evangélica?”, Catholic.net, https://
es.catholic.net/op/articulos/54123/cat/1112/la-mision-israelita-del-nuevo-pacto-universal-una-iglesia-evan-
gelica.html#modal (consultado: 8 de noviembre, 2023).
3
Wikipedia, “Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal”, Wikipedia, https://
es.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_Evang%C3%A9lica_de_la_Misi%C3%B3n_Israelita_del_Nuevo_
Pacto_Universal#Creencias (consultado: 8 de noviembre, 2023).
4
El crecimiento de la comunidad es casi un misterio contable, en 1967 los israelitas eran apenas unos 180
fieles; al año siguiente, la comunidad había crecido a mil integrantes; y a inicios de los ochenta, bordeaba las
30 mil personas. En la época en que Juan Ossio hizo su estudio, el culto había crecido en casi todas las pro-
vincias del Perú. No sería exagerado calcular que a su muerte el número de israelitas superaba los 200 000.
Ver Juan Ossio, “Ezequiel Ataucusi: el profeta que contuvo a Sendero Luminoso”, Ojo- publico.com,19 de
enero, 2015, bajo “Ezequiel Ataucusi: el profeta que contuvo a Sendero Luminoso”, https://ojo-publico.com/
politica/ezequiel-ataucusi-el-profeta-que-contuvo-sendero-luminoso (consultado: 9 de noviembre, 2023).
5
Lucía Eufemia Meneses, “Las contradicciones de la identidad de la Iglesia Israelita del Nuevo Pacto Univer-
sal”, universitas humanística, no. 68 julio-diciembre (2009): 99.
6
Carlos E. Ráez Suarez, “Liderazgos y Legitimación: la organización y la congregación de israelitas (2001-
2014)” (Tesis de Licenciatura, UNMSM, 2016), 47.

153
Su mayor representante y actualmente Misionero General es Ezequiel Jonás Ataucusi
Molina (hijo del fundador), a quien lo consideran como Jesucristo en la tierra.7

PRINCIPALES DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS

“Jehová Dios está en el Perú”. Afirman que Dios no habita en ningún templo hecho
por las manos de los hombres, Iglesia, monasterio, edificio, escultura, imagen, esta-
tua, etc. (Hch. 17:24, 25). Creen que Dios habita en un cuerpo físico, santificado por
el Espíritu Santo, el cual se llama Templo de Dios (2 Corintios 6:16) que es Ezequiel
Jonás Ataucusi Molina.8

• “Cristo está en Ezequiel Jonás Ataucusi Molina”. Ellos creen que Jehová Dios
o Jesucristo, el hijo del Dios Altísimo, se encuentra en la tierra desde el año 1955 y
hoy en día habita en su templo Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, el Cristo para esta
generación, ya que Jesucristo es Espíritu y no carne (Juan 4:24; Hebreos 13:8). El
cuerpo físico de Jonás Ataucusi no es terrenal y allí mora el Espíritu Santo, el mis-
mo Espíritu que vivió en Ezequiel Ataucusi Gamonal; cuando haya cumplido su ta-
rea y le toque partir de este mundo, otro cuerpo celestial se levantará de en medio
del pueblo para continuar con la obra de Dios y este nuevo cuerpo, volverá a ser la
nueva morada del Espíritu Santo. Basan esta creencia en lo que dice Isaías 11:1.
• Vida eterna, salvación y protección divina. Afirman que los que creen en Eze-
quel Jonás Ataucusi Molina y cumplen las leyes, estatutos y decretos de Dios,
instaurados por medio de Ezequiel Ataucusi Gamonal, alcanzarán la vida eterna,
ya que él es el hijo de Ezequiel (Juan 3:36), y serán arrebatados a la tierra prometi-
da; los que pecan contra dichas leyes, sufrirán en la gran tribulación; y los que no
creyeron, sufrirán en la Gran Tribulación y se quedarán en la tierra reencarnándose
por la eternidad. Asimismo, ellos asumen que Jonás Ataucusi los cuida de los dar-
dos de Lucifer y sus demonios, de la pobreza, el hambre, de las enfermedades y
de todo lo malo; empero, quién es Él, Él es Jehová Dios (Esdras 1:3).9
• La segunda venida de Cristo. Creen que Jehová, Jesucristo o el Cordero no
puede mostrarse al mundo como la gente se imagina, en el cielo y en medio
de las nuebes, debido a que Jesucristo es una luz que resplandece como el
Sol (Apo. 1:16; 21:23; 22:5; Mat. 17:2); si se presenta ante los seres humanos
como lo hizo en el pasado, todos quedarían ciegos y una multitud de personas
moriría en fracciones de un segundo (Éxo. 19:18, 21, 22; 20:18, 19; Deu. 18:16;
2 Tes. 2:8); entonces, Jehová Dios o Jesucristo solo hablará con los hombres
por medio de un profeta (Deu. 18:18; Mat. 3:16; Eze. 24:24; Luc. 11:29, 30) y se
mostrará a sus convertidos en visiones o sueños (Eze. 39:29). Ellos dicen que de
esta forma se llegará a conocer a Jehová Dios, al Espíritu Santo, a Moisés y a sus
ángeles (Juan 14:17); en visiones se conocerán los cielos y las nubes.

7
Jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).
8
Ibid.
9
Jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).

154
• Asimismo, afirman que los discípulos estaban llenos del Espíritu Santo cuando
presenciaron el ascenso de Jesús; es decir, el que vio la ascensión de Jesús fue
el Espíritu Santo (Ángeles de Dios) y no la carne, tal como el hombre se imagina.
Por tal motivo, para ellos el hombre, el mundo o la humanidad, nunca podrán ver
la venida del Señor, al Espíritu de la Verdad, porque no está en santidad (Heb.
12:14), ya que los espíritus del bien y del mal son invisibles al ojo humano. Mas
el cuerpo físico de Jesucristo para su segunda venida se llama Jonás, siendo
entonces, Jonás el Cristo (Mat. 1:16), tal como sucedió con Jesús, por lo tanto,
Jonás es el Hijo del Hombre o el Cristo para esta generación.10 De esta forma,
según ellos la profecía es cumplida.
• Los Mandamientos de Dios. Creen en una salvación por obras tras el cum-
plimiento de los mandamientos de la ley real que Ezequiel Ataucusi adaptó de
las Sagradas Escrituras. Para ellos, la ley que es justa, justifica a la humanidad
cuando la practica (Rom. 2:13) y son las que dan la vida eterna (Mat. 19:17;
Apo. 22:14; Pro. 19:16; 3:1, 2), a su vez las que dan la gracia (Sal. 119:29; Rom.
7:14)11, dejando de lado a Cristo que es quien da la salvación y los mandamien-
tos los que llevan hacia él.
• El sábado. En esta creencia, ellos afirman que, según las Sagradas Escrituras, el
séptimo día de la semana es el SÁBADO. El domingo es el primer día de la semana
(Mat. 28:1). El día de reposo santificado por Dios Jehová es el sábado. En este día,
las puertas de los cielos están abiertas (Ezequiel 46:1, 3), para que los creyentes
reciban bendiciones y puedan ver el Reino de Dios. Asimismo, declaran que en el
día domingo, primer día de la semana, las puertas del cielo están cerradas12.
• El Reino de Dios en la Tierra. Ellos creen que el Reino de Jehová se establecerá
en la tierra (Dan. 2:44) en los próximos años (Sal. 22:28), pero lo restaurará en
el occidente y no en el oriente (Mat. 24:23; Jer. 44:26). Asumen, que los cuatro
pilares sobre los cuales se levantará el Reino de Dios son El rey, que es Ezequiel
Jonás Ataucusi Molina (Eze. 24:24; Luc. 11:29, 30); La ley, que fue aprobada en
el año 1969 en la República del Perú y la cumple su pueblo, los israelitas del
Nuevo Pacto; el Pueblo Israelita (Ángeles de Dios) está en el Perú y desde allí
se encuentra expandiéndose a todo el mundo entero; referente al territorio, la
capital del Reino de Dios es en Cusco-Perú,13 después serán las Repúblicas que
conformaron el Tahuantinsuyo (Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina) y
posteriormente el mundo entero, pero antes de tomar el mundo, algo que estre-
mecerá a la humanidad y a las grandes potencias va a suceder, de tal manera
que, los gobernantes de las grandes naciones de este planeta vendrán a postrar-
se de rodillas ante el Dios viviente, Jehová de los Ejércitos.14

10
Ibid.
11
Ibid.
12
Ibid.
13
Catholic.net, “La Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal, ¿una iglesia evangélica?”, Catholic.net, ht-
tps://es.catholic.net/op/articulos/54123/cat/1112/la-mision-israelita-del-nuevo-pacto-universal-una-igle-
sia-evangelica.html#modal (consultado: 13 de noviembre, 2023).
14
jehovaenjonas.blogspot.com, “Cristo en Occidente”, jehovaenjonas.blogspot.com, http://jehovaenjonas.
blogspot.com//2011/11/cristo-esta-en-la-tierra.html (consultado: 9 de noviembre, 2023).

155
• Vestimenta y cabello largo. Referente al uso del cabello largo, ellos fundamen-
tan esa práctica al voto de los Nazareos (Núm. 6:2, 5) y al uso de la vestimenta
bíblica a que ellos visten así a imagen y semejanza del Dios del Cielo, porque
Cristo vistió así,15 además, el que dice que permanece en él, debe andar como
él anduvo (1 Juan 2:6).
• El fin del mundo. Ellos asumen que el fin de la generación actual está por llegar.
El fin es para las huestes celestiales de maldad que gobiernan al mundo (Efe.
2:2; 6:12; Apo. 12:9) para los que no obedecen la ley de Dios (2 Tes. 1:8, 9) y
para los que no creen en el enviado, Jonás (Juan 6:29; 3:36). Los elegidos por
Jehová Dios para predicar su ley o evangelio son los congregados en la Aso-
ciación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (Hch. 28:28;
Deu. 18:20) y no lo son, ni los judíos de medio oriente, ni mucho menos ningún
otro religioso del mundo (Jer. 44:26; Rom. 9:4). Asimismo, creen que el fin ven-
drá, cuando los israelitas adoptivos hayan terminado de predicar el evangelio
del Reino a todos los seres humanos (Mat. 24:14). Además, creen que en el
año de 1993, Ezequiel Ataucusi Gamonal, fundador y complilador del AEMINPU,
también considerado el postrer Moisés (Hch. 3:22, 23), obtuvo una prolongación
del tiempo de 30 años para predicar el evangelio del Reino a toda la humani-
dad. Este plazo vence en el año 2023, de no cumplirse con este último plazo, el
castigo de Dios será inminente tanto para los israelitas (Isa. 63:10) como para la
humanidad entera por su incredulidad y desobediencia.
• Fiestas y sacrificios. Ellos celebran tres fiestas grandes al año (Éxo. 23:14,
17).16 Estas son Ázimos o Pascua, Semanas o Pentecostés (Hch. 2:1), Cabañas
o Tabernáculos (Juan 7:2). En cada uno de estas fiestas cada familia debe llevar
un cordero para el holocausto. Si no se celebran las fiestas y los sacrificios, los
creyentes estarán en pecado (Núm. 9:13; Zac. 14:17,19).

DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA

Analizando cada una de las doctrinas de los Israelitas del Nuevo Pacto, se puede
afirmar que solo hay una creencia casi similar en la que la Iglesia adventista cree.
Esta es la observancia del sábado por ser el día del Señor. Sin embargo, allí mismo
también hay una discrepancia porque mientras que los israelitas creen que mediante
la observancia del sábado serán salvos, los adventistas creen que la observancia del
sábado los lleva a Cristo para que por la fe en él sean salvos (Gál. 3:24).
1. Enseñarles a realizar un estudio hermenéutico adecuado, versículo por versí-
culo dentro de su contexto.17
2. Porque un texto interpretado fuera de su contexto es un pretexto.

15
Lucía Eufemia Meneses Lumí, “Los Israelitas del Nuevo Pacto Universal en la prensa colombiana”, Rev.
Colomb. Soc, Vol 45 no.1 enero-junio (2022): 427.
16
Lucía Eufemia Meneses Lumí, “Los Israelitas del Nuevo Pacto Universal en la prensa colombiana”, Rev.
Colomb. Soc, Vol 45 no.1 enero-junio (2022): 424.
17
Delmar IntVeld, “Principios Básicos de la Interpretación Bíblica, Hermenéutica”, Dios Mío Jesús, 13 de
octubre, 2018, bajo “Hermenéutica”, https://diosmiojesus.com/2018/10/13/principios-especificos-de-la-in-
terpretacion-bíblica/ (consultado: 14 de noviembre, 2023).

156
3. Usar la creencia del sábado que es casi lo único en común que tiene el adven-
tismo con los israelitas, para así empezar a presentarles el evangelio eterno.
Resaltando que Jesús es el Señor del Sábado (Gén. 2:1-3; Mar. 2:27, 28; Luc.
6:5) y no Jonás Ataucusi.
4. Presentarles las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento (Miq. 5:2; Is.
7:14; Deu. 18:18,19; Isa. 49:6, 7; Sal. 22:14, 16-18, Isa. 53:3-7) y la resurrec-
ción de Cristo con el mismo texto que ellos usan para referirse a que Jonás
Ataucusi es el nuevo Cristo (Luc. 11:29; Mat. 12:39, 40); para así mostrarles
que Jesús era, es y será el Mesías prometido (Apo. 22:13-15) y no hay otro
más en quien podamos ser salvos (Hch. 4:12). Asimismo, recalcar que si no
aceptan a Cristo no tendrán la vida eterna, es decir la salvación (1 Juan 5:12).
5. Mostrarles que Jesús vendrá por segunda vez a esta tierra muy pronto (Apo.
22:12), de forma corporal, no espiritual, menos aun reencarnado en otro ser
humano. Vendrá en las nubes de los cielos (Hch. 1:11) y todo el mundo entero
lo verá (Apo. 1:7).
6. Informarles que la identidad del Pueblo de Dios hoy, es el Israel espiritual y no
el Israel como nación. (Rom. 9:6-8, 27; 10:12, 13).
7. Mencionarles que la última profecía con fecha cumplida es la de Daniel 8:14,
las 2300 tardes y mañanas (Dan. 9; 8:14), posterior a ello, el tiempo no sería
más (Apo. 10:6). Asimismo, explicarles que la fecha de la venida de Cristo y el
fin del mundo nadie lo sabe (Mat. 24:36), mas sí hay señales previas a su veni-
da (Mat. 24) y no se puede especular fechas o modificar (Ecl. 3:14).
8. Presentarles que la ley ceremonial de sacrificios y ceremonias fueron abolidas
en la cruz con la muerte y resurrección de Cristo (Col. 2:14; Ef. 2:15; Mat.
27:51).
9. La salvación es por la gracia en Cristo Jesús y no por guardar los mandamien-
tos (Efe. 2:8, 9; Gál. 2:16). Los mandamientos llevan al pecador a Cristo para
que por fe en él sea salvo (Gál. 3:24; Rom. 3:31).
10. No se necesita actualmente dejarse largo el cabello y vestirse como Cristo
para ser considerado como seguidor de él (Rom. 2:28, 29).

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Samuel Huamancayo Guerra


Pastor distrital
Misión del Oriente Peruano

157
158
a Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDSM), con su creencia en Dios

L Padre y Dios Madre, se erige como una denominación religiosa singular y exótica
que ha ganado atención en los últimos años. Un fenómeno religioso que desafía
las convenciones y sumerge a sus seguidores en un viaje espiritual tan singular como
confuso. A continuación, veremos su historia, doctrinas y estructura organizativa,
para conocer más de cerca a esta denominación, y así desplegar el fondo teológico
y filosófico desde el cual podamos abordarlos con el evangelio eterno.

BREVE HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN RELIGIOSA

La IDSM tiene sus raíces en Corea del Sur, donde fue fundada en 1964 por Ahn Sa-
hng-hong. Aunque la iglesia tuvo un modesto comienzo, rápidamente se expandió
tanto en Corea como internacionalmente. Un hito clave en su historia fue la incorpo-
ración del nombre “Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial” en 1985, reflejando
su visión de ser una iglesia global con un mensaje misionero.
El fundador, Ahn Sahng-hong, es venerado por sus seguidores como el “Cristo Ahn
Sahng-hong”, a quien atribuyen la restauración de verdades perdidas en la doctrina
cristiana. Tras su muerte en 1985, el liderazgo pasó a Zhang Gil-jah, a quien la Iglesia
reconoce como “Madre de Dios”. Su papel como líder ha llevado a un crecimiento
continuo de la denominación.1
A continuación, una breve línea temporal de los principales momentos históricos y su
impacto en la denominación:

• 1948: Esta fase es llamada “fase inicial”, desde el bautismo de Ahn Sa-
hng-hong en Nakseom, Incheon, Corea, hasta la fundación por este mismo 16
años después.
• 1964: Ahn Sahng-hong funda la Iglesia de Dios en Corea del Sur. Introduce
doctrinas que luego serán fundamentales, incluida la creencia en la existencia
de Dios Padre y Dios Madre.
• 1985: La denominación adopta oficialmente el nombre “Iglesia de Dios Socie-
dad Misionera Mundial”, reflejando su visión global y misionera. El cambio de
nombre refleja una visión expansiva y misionera, marcando la identidad global
de la Iglesia. Este evento destaca la ambición de la IDSM de convertirse en una
fuerza misionera mundial con un mensaje teológico distintivo.
• 1985: Tras la muerte de Ahn Sahng-hong, Zhang Gil-jah asume el liderazgo y
es reconocida como la “Madre de Dios” por la Iglesia. La transición de lide-
razgo y el reconocimiento de Zhang Gil-jah como la “Madre de Dios” tiene un
impacto significativo en la identidad de la Iglesia. Esta sucesión fortalece la
creencia en una dualidad divina que incluye a Dios Madre como figura esencial
en la teología de la IDSM.
• 1986-2000: “Fase de crecimiento”, en 1988 se llegó a diez mil miem-
bros en todo el mundo, esto debido al instituto de formación en Joun-
yisan. De esta manera, en 1997 se abrieron las primeras tres iglesias en el
extranjero. Para el año 2000, la denominación alcanzó 300 mil miembros.

1
“Introduction to the World Mission Society Church of God” (consultado: 4 de octubre de 2023).

159
• 2001-2013: Llamada la etapa de “expansión global”. Se siguieron abriendo
institutos de formación (Go&Come: 2005, Dongbaek: 2011), y museos de his-
toria en Corea. En 2008 la denominación llegó a su primer millón de miembros
en el mundo. Finalmente, en 2013 –con 2 millones de miembros– se fundó la
Iglesia de Dios Sociedad Misionero Mundial, nombre que permanece hasta la
actualidad.
• 2014-presente: Este año la denominación completó 50 años de existencia. La
IDSM experimenta un rápido crecimiento y se expande a más de 175 países
(hasta el 2018), con 7500 iglesias y 3.5 millones de miembros establecidos en
todo el mundo. Asimismo, diversifica su feligresía y la expone a diversas cultu-
ras y contextos teológicos.2

TIPO DE ORGANIZACIÓN, FELIGRESÍA Y FIGURAS REPRESENTATIVAS


La IDSM opera bajo una estructura jerárquica, con la sede internacional ubicada en
Corea del Sur. La iglesia se organiza en zonas, regiones y congregaciones locales,
cada una guiada por pastores y líderes designados. La feligresía es diversa y global,
con millones de miembros distribuidos en más de 175 países.
Los pastores de la IDSM son figuras clave en la enseñanza y dirección espiritual.
Cada congregación tiene su propio pastor local, y la iglesia cuenta con predicadores
itinerantes que viajan para difundir la doctrina en todo el mundo. Zhang Gil-jah, la
“Madre de Dios”, es la figura más prominente y reconocida en la iglesia, y su autori-
dad es central para la toma de decisiones doctrinales.3

PRINCIPALES DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS


a) Hermenéutica y pilares macro-interpretativos. La IDSM utiliza un método de
interpretación bíblica que se caracteriza por su enfoque en la interpretación literal de
las Escrituras, así como por buscar paralelismos y tipologías a lo largo de la Biblia.
Algunos aspectos clave de su método de interpretación incluyen:
Argumentación Contraargumentación
Interpretación literal: La IDSM tiende a El “literalismo bíblico” tiene al menos dos serios
dar énfasis a la interpretación literal de los problemas teológicos e interpretativos:
textos bíblicos. Esto significa que buscan
entender las Escrituras de manera direc- 1. El contexto histórico del autor y el nues-
ta y textual, evitando interpretaciones tro es totalmente diferente, por lo tanto,
alegóricas o simbólicas en la medida de interpretar de forma literal un texto con
lo posible. Este enfoque se aplica espe- nuestro contexto histórico como plata-
cialmente a los pasajes que consideran
forma hace que perdamos por comple-
fundamentales para sus doctrinas únicas,
como aquellos que aluden a la existencia to el significado original del texto.
de Dios Padre y Dios Madre.
2. La Biblia tiene muchos géneros literarios,
así como figuras del lenguaje (hipérbo-
les, parábolas, personificaciones, ale-
gorías, etc.). Por lo tanto, abordar esos
pasajes literalmente hace que también
se pierda el sentido original del texto.

2
WATV, “Historia de la iglesia de Dios”, https://watv.org/es/history/ (consultado: 11 de noviembre de 2023).
3
Young-ho Yoon. “Witness of Ahnsahnghong” en The World Mission Society Church of God (2003).

160
Búsqueda de paralelismos y tipologías: Esta es una falacia exegética llamada “petición
La IDSM realiza comparaciones y busca de principio”, la que se produce cuando la pro-
tipologías a lo largo de la Biblia para res- posición que se pretende probar se incluye im-
paldar sus doctrinas. Buscan conexiones plícita o explícitamente entre las premisas del
entre el Antiguo y el Nuevo Testamento argumento, que asumen la verdad de la conclu-
que respalden su comprensión específica sión en lugar de comprobarla.
de la Trinidad y la participación de Dios
Madre en el plan de salvación.

Énfasis en la revelación progresiva: La El enfoque progresivo de la verdad se basa en


IDSM puede aplicar la idea de revelación justamente el progreso y profundización de un
progresiva, sugiriendo que ciertos aspec- aspecto de la verdad, y no en contradecir lo ya
tos de la verdad divina, como la existencia progresado. Y mucho menos cuando no hay
de Dios Madre, fueron revelados en eta- evidencia exhaustiva e inequívoca para este
pas posteriores de la historia bíblica. Este denominado “progreso” en virtud de la doctrina
enfoque justifica la percepción de que al- de un “Dios Madre”. Esto causa inconsistencia
gunas verdades clave no fueron comple- doctrinal y se torna más en un agregado a la Es-
tamente reveladas en los primeros textos, critura que en un progreso en el entendimiento
sino que se desvelaron gradualmente a lo de esta misma.
largo de la historia bíblica.

b) Doctrina del Dios Padre y Dios Madre. Esta es la doctrina principal e identificato-
ria de la IDSM, desde sus orígenes, doctrina y misión se enraízan en este, para ellos,
axioma. La base bíblica-teológica para sustentar este postulado es la siguiente:4

1. Génesis 1:26-27 - Creación a imagen de Dios:


Se señala que el pasaje dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, confor-
me a nuestra semejanza”. Sostienen que la referencia a “nuestra” implica la
existencia de una dualidad de género en la divinidad, indicando la presencia
de Dios Padre y Dios Madre.
Respuesta: La referencia a “nuestra imagen” en Génesis 1:26-27 se refiere
a la pluralidad en la deidad, pero no necesariamente implica una dualidad de
género. Asimismo, la imagen de Dios se relaciona más específicamente con
características espirituales y morales, antes que físicas.
2. Génesis 2:22 - Creación de Eva:
Aquí destaca que Eva fue creada a partir de Adán, sugiriendo una relación es-
pecial y una conexión única entre el hombre y la mujer. Esto, según su interpre-
tación, respalda la existencia de Dios Madre como la fuente de vida espiritual.
Respuesta: Aunque Eva fue creada de la costilla de Adán, esto es una expre-
sión de la igualdad y la complementariedad entre hombres y mujeres, no como
evidencia de la existencia de Dios Madre como entidad separada.
3. Jeremías 31:22 - Madre del Salvador:
La IDSM interpreta este versículo como una referencia a la madre del Salvador
que vendría en el futuro.

4
Ahn Sahng-Hong. God the Mother in the Bible. (South Korea: The World Mission Society Church of God,
2006), 22-104, WATV: World Mission Society Church of God, “La Madre Celestial”, https://espanol.watv.org/
truth/truth_life/content_mother.asp, (consultado: 18 de noviembre de 2023).

161
Consideran que esta profecía apunta a la venida de Dios Madre como la madre
espiritual que da vida eterna.
Respuesta: Jeremías 31:22 se refiere a Israel como la esposa infiel que será
restaurada. Este pasaje no es una referencia específica a la madre espiritual
de un Salvador futuro, sino parte de la promesa de la restauración de Israel en
virtud de la Iglesia cristiana (Rom. 9:1-18).
4. Proverbios 8 - La sabiduría personificada:
Se identifica a la sabiduría personificada en Proverbios 8 como una figura que
estuvo presente desde la eternidad y participó en la creación. Sostienen que
esta figura es una representación de Dios Madre en la Biblia.
Respuesta: En este texto se usa la técnica literaria de “personificación”, en este
caso, la de la sabiduría divina. Por ello no es una referencia a una figura femenina
de la deidad, sino una cualidad de Dios, y no como una entidad separada.
5. Gálatas 4:26 - La Jerusalén de arriba:
La IDSM interpreta la “Jerusalén de arriba” como una referencia simbólica a la
madre espiritual. Consideran que esta “madre” es Dios Madre, la fuente de la
vida espiritual y la figura que otorga la salvación.
Respuesta: Este es un símbolo de la Iglesia cuando ya sea glorificada, que da
esperanza de solución y salvación a los creyentes. Esto es muy explícito en las
cartas de Pablo.
6. Apocalipsis 22:17 - El Espíritu y la esposa:
Aquí se destaca la mención del Espíritu y la esposa, ofreciendo el agua de vida
en Apocalipsis 22:17. Sostienen que esta “esposa” representa a Dios Madre,
que colabora con el Espíritu Santo en la obra de salvación.
Respuesta: “Esposa” en Apocalipsis 22:17 es la Iglesia, no una figura divina
femenina. La colaboración del Espíritu y la esposa como la obra de la Iglesia
en ofrecer la invitación a la salvación, no como la colaboración de Dios Padre
y Dios Madre.

c) Segunda venida. La iglesia cree que Jesús dijo que él iba a aparecer en la tierra
por segunda vez en la carne. Ellos creen que Ahnsahnghong es la segunda venida
de Jesús que vino con un nuevo nombre (Apo. 2:17; 3:11-12) . Afirman que Ahnsahn-
ghong cumplió las profecías bíblicas que solo Jesús pudo haber cumplido.5

d) Las siete fiestas. La Iglesia de Dios celebra las siete fiestas solemnes que se
encuentran en Levítico 23. El sábado, la Pascua, la fiesta de los panes sin leva-
dura, la fiesta de las primicias, la fiesta de “las semanas” (más conocido como
“Pentecostes”), la fiesta de las trompetas, el día de expiación y la fiesta de los ta-
bernáculos. La Iglesia observa estas fiestas según el nuevo pacto establecido por
Jesús, distinguiéndose de las fiestas mantenidas en el Antiguo Testamento. Se men-
ciona que no hay salvación sin observar estas fiestas, especialmente la Pascua.6

5
WATV: World Mission Society Church of God, “Second Coming Christ”, https://english.watv.org/truth/tru-
th_life/content_secondcoming.asp (Consultado: 18 de noviembre de 2023).
6
WATV: World Mission Society Church of God, “Las 7 fiestas de 3 tiempos”, https://espanol.watv.org/truth/
truth_life/content_feast.asp (Consultado: 18 de noviembre de 2023).

162
e. Sábado como día de reposo. La Iglesia cree en el día de reposo sábado se-
gún Génesis 2:1 pero no lo celebra de puesta de sol a puesta de sol, sino desde el
amanecer hasta el atardecer. Consideran el sábado como una señal entre Dios y su
pueblo (Eze. 20:12, Éxo. 31:13), y debe observarse con un servicio según Lucas 4:16.
Esto lo hace diferente a las regulaciones del Antiguo Testamento. Los miembros son
animados a mantener los tres servicios en el día de reposo. Entre servicios, partici-
pan en diversas actividades relacionadas con la Iglesia como estudios bíblicos, ver
videos espirituales, o predicar en la comunidad local.7

f. Origen de los seres humanos. Esta iglesia cree que todos los seres humanos
fueron creados originalmente como ángeles en el cielo. Cuando en el cielo pecaron
contra Dios y fueron enviados a la tierra como una segunda oportunidad para volver
a Dios. Creen que la única manera para que los seres humanos vuelvan al cielo es
guardando la Pascua con pan y vino (el cuerpo y la sangre de Jesús) y siguiendo las
enseñanzas de la Biblia, según lo enseñado por Ahn sahng-hong, que incluyen la
creencia en Dios Madre, quien es la novia del Espíritu Santo, la cual les dará vida en
los últimos días, según su profecía más importante. Asimismo, se bautiza y ora en
nombre de esta Dios Madre.8

DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA


Al explorar las similitudes doctrinales, la IDSM comparte algunos puntos con la Igle-
sia Adventista del Séptimo Día. Ambas denominaciones otorgan gran importancia
al sábado como día de adoración, destacando la observancia del séptimo día de la
semana. Además, ambas creen en la proximidad de la segunda venida de Cristo y la
importancia de la preparación espiritual para ese evento.

Aunque estas similitudes existen, es crucial reconocer las marcadas diferencias, es-
pecialmente en la comprensión de la deidad.

ESTRATEGIAS DE EVANGELIZACIÓN
Evangelizar a los miembros de la IDSM implica comprender sus doctrinas y abordar
las diferencias con respeto y apertura. Aquí hay algunas sugerencias:

1. El método de Cristo: Nada será más efectivo que demostrar el amor y ser-
vicio a los hermanos de otras denominaciones. Pues ellos ya aceptaron a Dios,
entonces están más abiertos a seguir aprendiendo y vivir una experiencia real de
salvación.
2. Estudio bíblico comparativo: Iniciar un diálogo basado en el estu-
dio bíblico comparativo puede proporcionar un terreno común para dis-
cutir las doctrinas clave. Explorar textos bíblicos juntos en lo que haya afi-
nidad de pensamiento, esto para ganar la confianza y crear un vínculo.

7
Ibid., “doctrinas bíblicas: Día de reposo”, https://espanol.watv.org/truth/truth_ life/content_fundamental.
asp, (Consultado: 18 de noviembre de 2023).
8
Ibid., “doctrinas bíblicas: El alma”, https://espanol.watv.org/truth/truth_ life/content_fundamental.asp (con-
sultado: 18 de noviembre de 2023).

163
3. Estudio bíblico diferenciado: Después de encontrar los puntos en común,
hay que ir a ver las diferencias vitales, demostrar esto con la Biblia. Toda doctrina
adviene de un sistema teológico. Servirá en primer lugar desarticular este, para
luego dar el enfoque correcto a los textos que ellos interpretan de forma diferente.

4. Respeto y empatía: Reconocer la importancia de Dios Madre en la fe de la


IDSM y demostrar respeto hacia esta doctrina es esencial. Evitar confrontaciones
y fomentar un ambiente de diálogo respetuoso puede abrir puertas para discu-
siones más profundas.
5. Oración y compromiso espiritual: La oración es una herramienta poderosa.
Orar por entendimiento mutuo y por la obra del Espíritu Santo en la vida de los
miembros de la IDSM puede ser un enfoque efectivo.

CONCLUSIÓN
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial con su énfasis en Dios Padre y Dios
Madre presenta un desafío y una oportunidad única para el diálogo interreligioso.
Abordar las diferencias con respeto, comprender las similitudes y buscar puntos de
encuentro pueden ser pasos fundamentales hacia la construcción de puentes para
evangelizarlos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Mis. Gerson Bejarano


Pastor distrital
Misión Sur Oriental del Perú

164
165
REVE HISTORIA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

B El movimiento de los testigos de Jehová se origina con Charles Taze Russell, un


líder religioso y fundador de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract Society
en 1879. La sociedad fue la precursora de la organización de los testigos de Jehová.

A lo largo de los años, han experimentado cambios organizativos y han enfrentado


desafíos legales debido a sus creencias y prácticas, marcando una historia caracte-
rizada por la perseverancia en sus convicciones.1
La evangelización hacia los testigos de Jehová desde una perspectiva adventista
requiere un profundo entendimiento de las diferencias teológicas y prácticas entre
ambas comunidades cristianas. Es esencial reconocer que ambos grupos comparten
raíces cristianas, pero divergen en doctrinas esenciales.

PUNTOS DE ENCUENTRO

• La Biblia como autoridad: Tanto los adventistas como los testigos de Jehová
reconocen la Biblia como la autoridad suprema. Este punto común proporcio-
na una base sólida para el diálogo. Aunque tienen su propia traducción este
punto de encuentro es clave para remover y exponer sus bases erróneas tanto
doctrinales y escatológicas.
• La espera del retorno de Cristo: Ambas comunidades comparten la esperan-
za del retorno de Cristo. Destacar este aspecto puede establecer un terreno
común para discusiones más profundas. Ellos creen en un rapto secreto y aún
siguen defendiendo la fecha de 1914, como el día del advenimiento de Jesús.

DIFERENCIAS TEOLÓGICAS CLAVES

• La Trinidad: Mientras que los adventistas creen en la Trinidad, los testigos de


Jehová mantienen una perspectiva unitaria de Dios. No creen en la divinidad
de Cristo, ni tampoco en la del Espíritu Santo. Este punto puede ser un desafío,
pero abordarlo con respeto y referencias bíblicas es esencial.
• La naturaleza de Cristo: Las diferencias en la comprensión de la naturaleza
de Cristo también son notables.2
• La salvación por gracia: Los adventistas enfatizan la salvación por gracia,
mientras que los testigos de Jehová tienen una perspectiva distintiva sobre
la salvación. Estas divergencias forman la base para la reflexión y el entendi-
miento mutuo.

ESTABLECIENDO PUENTES DE COMUNICACIÓN


La evangelización exitosa implica construir puentes de comunicación basados en el
respeto y la comprensión mutua. La paciencia y la empatía son cruciales para fomen-
tar un ambiente propicio para el diálogo.

1
Watch Tower Bible and Tract Society. (2023). Página oficial de los Testigos de Jehová. https://www.jw.org
2
Wills, T. (1997). Apocalypse Delayed: The Story of Jehovah’s Witnesses. University of Toronto Press.

166
1. Escucha activa
Comprender sus creencias: Escuchar con atención las creencias de los testigos de
Jehová crea un ambiente de respeto mutuo. Esto sienta las bases para un intercam-
bio de ideas más significativo.

Preguntas reflexivas: Formular preguntas reflexivas sobre sus creencias puede esti-
mular la reflexión y fomentar un diálogo más profundo.

2. Compartir testimonios personales

Impacto personal de la fe: Compartir testimonios personales sobre el impacto de la


fe adventista puede ser poderoso. Destacar cómo la relación personal con Cristo ha
transformado vidas puede resonar emocionalmente.

3. Utilizar las Escrituras

Enfocarse en los pasajes compartidos: Identificar y discutir pasajes bíblicos que am-
bos grupos acepten puede ser un punto de partida sólido. Esto ayuda a establecer
un terreno común para el entendimiento.

4. Presentando el mensaje adventista con amor y respeto

La presentación del mensaje adventista debe realizarse con amor y respeto, evitando
la confrontación agresiva. La meta es construir puentes, no muros, y fomentar un
diálogo que promueva el entendimiento mutuo.

5. Enfatizar los puntos en común

• Buscar similitudes teológicas: Destacar las creencias compartidas, como la


importancia de la fe en Cristo y la autoridad de la Biblia, puede crear una base
sólida para la comprensión mutua.
• Esperanza en el retorno de Cristo: Reforzar la esperanza común en el retorno
de Cristo puede unir a ambos grupos en un propósito compartido.

6. Ofrecer materiales adventistas

Literatura clara y respetuosa: Proporcionar literatura adventista que aborde las dife-
rencias doctrinales con claridad y respeto puede ser beneficioso. Esto permite a los
testigos de Jehová explorar las perspectivas adventistas de manera más informada.

7. Método de Cristo

Atender sus necesidades, mostrarles interés genuino y sincero, esto no solo fortale-
ce la relación, sino que también busca la guía divina en el proceso de comprensión
mutua.

167
CONCLUSIÓN
La evangelización a los testigos de Jehová desde la perspectiva adventista implica
un enfoque equilibrado que combine la comprensión profunda de las diferencias teo-
lógicas con la construcción de puentes de comunicación basados en el respeto y el
amor cristiano. La paciencia y la oración son aliadas cruciales en este camino hacia
el entendimiento mutuo y el poder alcanzar a este grupo que Dios también llama a
la verdad.
¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Mis. Manuel Dávila


Pastor distrital
Asociación Peruana Central

168
169
REVE HISTORIA DEL MORMONISMO

B La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (en adelante SUD),
más conocido como “los mormones” se originó en Estados Unidos, teniendo
a Joseph Smith (Joseph nació en Sharon, aldea de Vermont, el 23 de diciembre de
1805) como su fundador. Los inicios de la mencionada denominación ocurrieron
por el año 1820, cuando el joven Joseph Smith, a sus 15 años de edad, aseguró
tener su primera de varias visiones celestiales, en la que se le “apareció” dos
miembros de la divinidad: el Padre y el Hijo. Posteriormente, el 21 de setiembre
de 1823, dijo habérsele “aparecido” “el ángel Moroni”, quien le hizo saber de la
existencia de un libro, escrito en placas de oro, que describía la historia de los
antiguos habitantes del continente americano. Le declaró además que sobre esas
placas estaba consignado “El evangelio eterno”. Cuatro años más tarde, el 22 de
setiembre de 1827, aseguró haber recibido dichas placas de oro de las manos del
ángel Moroni, para su posterior traducción, el mismo que fue publicado en marzo
de 1830 en Palmira, New York con el título: El Libro del Mormón, es en este libro
que el mormonismo encuentra sus bases teológicas y prácticas para su futura
organización.

ORGANIZACIÓN DE LA DENOMINACIÓN
Oficialmente la SUD fue organizada en Fayette, New York, el 6 de abril de 1830 con
el nombre de: IGLESIA DE CRISTO1, cuatro años más tarde se le cambió de nom-
bre por el de IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS,
nombre oficial hasta la fecha, siendo constituido Joseph Smith como jefe y Oliver
Codwery subjefe.2

La SUD es una denominación carismática, dado que afirman ser dirigidos directa-
mente por Dios, según ellos, Dios sigue revelando su voluntad a través del primer
presidente de la organización. En la actualidad la SUD está representada por su
presidente Russell M. Nelson, su primer consejero, Dallin H. Oaks y el segundo con-
sejero, Henry B. Eyring; además del Cuórum de los Doce Apóstoles, los siete presi-
dentes de los setenta, el obispado presidente, las setenta autoridades generales y
los oficiales generales.3 La SUD no cuenta con predicadores representantes, eso tal
vez se deba a dos razones: 1) Su teología está más basada en el libro del mormón y
en la “revelación” que recibe su presidente de turno; b) Tienen énfasis en predicar su
doctrina por medio de misioneros a tiempo completo.

Actualmente la SUD cuenta con una feligresía mundial de 17 002 461 de miembros
de iglesia. Además, cuentan con cuatro colegios universitarios y universidades de
la Iglesia:

1
Daniel Scarone, Credos contemporáneos (Buenos Aires: ACES, 1987), 215.
2
Juan Daniel Escobar S. ¿Son cristianos los testigos de Jehová y los mormones?, 116–117. Veritas N.° 6,
1998.
3
https://assets.churchofjesuschrist.org/33/c1/33c125212bf211ee94cfeeeeac1ead6a3df557d4/liahona_ma-
gazine_2023_05_may.pdf

170
Universidad Brigham Young, BYU-Idago, BYU-Hawai y LDS Business College, ade-
más, cuentan con 31 330 congregaciones, 300 templos, 62 544 misioneros de ense-
ñanza de tiempo completo y sus materiales de iglesia, son traducidos a 188 idiomas.4

PRINCIPALES DOCTRINAS Y ENSEÑANZAS


Los mormones sostienen que la revelación divina, la misma que es fuente de sus
creencias y doctrinas, se encuentra en El Libro del Mormón, la Perla de Gran Precio,
Doctrina y Convenios, la Biblia “hasta donde esté correctamente traducida” tal como
está enunciado en su creencia número 8, y por último los “profetas vivientes”; es decir,
el presidente de turno de la denominación, también enunciado en su creencia número
9. Joseph Smith resumió las enseñanzas y creencias de la iglesia en trece puntos bá-
sicos conocidos como Los artículos de fe; y entre las prácticas más distintivas están:

1. El bautismo por los muertos: Según ellos, para dar oportunidad de salvación
a quienes murieron sin escuchar el evangelio, sustentan esta creencia con textos
como 1 Corintios 15:29.
2. El sellamiento matrimonial: Da lugar a la poligamia en la eternidad, aunque
su mismo fundador Joseph Smith fue polígamo (27 esposas), según ellos, el
“principio” para esta creencia está en Mateo 16:19; y 3. El rechazo de la doctrina
bíblica de la justificación por la fe solamente, y su reemplazo por la creencia de la
salvación por obras, tal como lo afirma su creencia número 3.5

DOCTRINAS SIMILARES A LA IGLESIA ADVENTISTA


Resulta complicado a la hora de encontrar similitudes en cuanto a las creencias re-
ligiosas entre una y otra denominación, dado que, aunque en el enunciado puede
haber similitud, no siempre ocurre lo mismo en cuanto al concepto y/o definición,
pues puede diferir parcial o totalmente. Entre las creencias y prácticas similares a
las de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, tenemos lo relacionado al estilo de vida:
abstinencia del tabaco y alcohol, la segunda venida de Jesús, la devolución del diez-
mo, el bautismo por inmersión (no por los muertos) y el don de profecía, cada una de
ellas con conceptos bastante diferentes.

La SUD tiene sus propias características, que lo hace muy distintas, esto por algu-
nas razones: 1) por sus fuentes históricas indemostrables, 2) por sus doctrinas que
se alejan de la Biblia, 3) por sus propias enseñanzas que se contradicen entre ellas
mismas, y 4) por su perentorio afán de sostener que la Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días es la única confesión que tiene la verdad.6

SUGERENCIAS DE CÓMO PODER APROXIMARNOS A ELLOS


Más que por aspectos bíblicos y teológicos, la manera más sensata de acer-
carse e iniciar un diálogo con la SUD, sería tratando de hablar sobre el va-
lor del estilo de vida, el valor del matrimonio y una vida cristiana de obediencia.

4
https://noticias.laiglesiadejesucristo.org/datos-y-estadísticas. Consultado el 14 de noviembre del 2023.
5
Douglas V. Pond, Un vistazo al mormonismo (Buenos Aires: ACES, 1974).
6
Daniel Scarone, Credos contemporáneos, 253.

171
1. Estilo de vida: Dado que la SUD tiene principios de temperancia sólidamente
establecidos, y además se esfuerzan por difundirlos, podría ser una buena forma
de entrar en diálogo con ellos, y poder estudiar las bases bíblicas para lo mismo.
2. Valor del matrimonio: Dado que vivimos en una sociedad moralmente en de-
cadencia, y más en el aspecto matrimonial, ver que ellos cuidan mucho la unidad
familiar, sería otra área por la cual podemos entrar en diálogo.
3. Vida cristiana de obediencia: Más que en épocas pasadas, en nuestra socie-
dad contemporánea hay un creciente rechazo generalizado a obedecer las leyes
en todos los niveles, y es digno de admirar el énfasis que le ponen en llevar a la
práctica sus convicciones.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Ronal Álvarez Tola


Pastor distrital
Misión Sur Oriental del Perú

172
173
174
175
n esta experiencia fascinante de compartir nuestra fe dando estudios bíblicos

E con aquellos que no estén familiarizados con las enseñanzas adventistas, siem-
pre surgirá un desafío: responder a las objeciones que pueden surgir natural-
mente durante el desarrollo de los diferentes temas a tratar, mientras vamos desa-
rrollando los estudios bíblicos. En este escenario, el instructor bíblico se convierte en
un guía, navegando por las rutas de la comprensión mutua y el diálogo respetuoso.

Imaginemos este proceso como un viaje en un automóvil que es conducido por la


carretera del diálogo, donde cada pregunta y objeción son los baches y curvas en
el camino. En este viaje, nuestras respuestas se convierten en el combustible que
impulsa el vehículo, llevándonos a través de terrenos desconocidos y desafiándonos
a maniobrar con destreza, usando correctamente nuestro GPS, que siempre ha de
ser las Sagradas Escrituras, nuestra guía en este viaje.

En este proceso, cada objeción no es un bloqueo en el camino, sino una oportunidad


para ajustar la dirección y avanzar hacia el terreno firme de la verdad bíblica. Hoy
seremos equipados con algunas herramientas necesarias para manejar con sabiduría
y gracia las objeciones, sabiendo que cada respuesta bien articulada nos acerca un
paso más a la meta de llevar a esas personas a decidir por Jesús y su verdad bíblica.
Como nos instan Pablo y Pedro: “Que su conversación sea siempre amena y de buen
gusto, y que, al responder a cada uno, sepan cómo decir la palabra justa” (Colosen-
ses 4:6 (NVI)), por lo tanto, “… honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén
siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que
hay en ustedes” (1 Pedro 3:15 (NVI)).

PROPÓSITO DEL ESTUDIO

Capacitar a los instructores bíblicos del Proyecto 100 para abordar efectivamente las
objeciones1 que puedan surgir durante el estudio bíblico, a las personas no adventis-
tas, transformando cada objeción en una oportunidad para cultivar la comprensión
mutua, pero siempre guiándolos hacia la verdad fundamental de las Sagradas Es-
crituras. Buscamos equipar a los instructores con algunas herramientas necesarias
para sortear obstáculos con sabiduría y avanzar hacia la meta de llevar a las perso-
nas a aceptar la verdad tal cual es en la Biblia y a Jesucristo a través del bautismo.

Lee detenidamente
“Manzana de oro con figuras de plata, es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11)
(RV1960).

“Con paciencia se convence al gobernante. ¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!” (Pro-
verbios 25:15) (NVI).

1
Anthony Weston. Las Claves de la Argumentación. 11va Edición (Barcelona: Editorial Ariel, 2006). 1-153.

176
I. IMPORTANCIA DE ABORDAR LAS OBJECIONES DE MANERA EFECTIVA

Abordar las objeciones de manera efectiva durante los estudios bíblicos no solo es
esencial para la aceptación de la verdad bíblica, sino también para fomentar un am-
biente de diálogo respetuoso pero persuasivo a la vez2.
La efectividad en la respuesta a objeciones permite a los instructores bíblicos tras-
cender potenciales obstáculos, transformándolos en oportunidades para llevar a sus
estudiantes de la Biblia a tomar la decisión de abrazar la verdad tal cual es presenta-
da y por ende decidir por Jesucristo.

La habilidad para responder correctamente a las objeciones también desempeña un


papel fundamental en la construcción de relaciones y la aceptación de la fe adventis-
ta. Al abordar las preocupaciones de manera respetuosa, se establece un ambiente
de confianza que propicia la apertura y la honestidad en el diálogo, logrando con em-
patía que el estudiante de la Biblia se sienta valorado y comprendido, pero siempre
guiando a los buscadores de la verdad hacia una comprensión anclada en la verdad
doctrinal.

II. PREPARACIÓN PERSONAL


• Conocer bien cada tema de los estudios bíblicos. La profundización en los estu-
dios bíblicos, especialmente aquellos relacionados con el curso bíblico “La fe
de Jesús” o con el curso que usted desarrolla con sus estudiantes de la Biblia,
es esencial para transmitir confianza y responder de manera fundamentada a las
objeciones.
• Desarrollo de habilidades de comunicación efectiva. Cultivar habilidades de co-
municación clara y accesible facilita la comprensión de conceptos complejos,
o de términos teológicos que sus estudiantes puedan no comprender aún, es-
tableciendo una conexión más profunda y preparando el terreno para abordar
objeciones con respuestas sensibles.
• Paciencia y empatía. La paciencia permite mantener la calma ante preguntas
desafiantes, mientras que la empatía ayuda a comprender las preocupaciones
de su estudiante y responderlas asertivamente. Ambas son clave para construir
puentes de comprensión y abordar objeciones de manera receptiva y afectuosa.

III. PRINCIPALES OBJECIONES Y CÓMO RESPONDERLAS ASERTIVAMENTE


CON LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Mientras compartimos las enseñanzas distintivas adventistas, nos encontraremos
con diversas preguntas y objeciones que nos instarán a reflexionar y responder con
solidez bíblica. Desde la autoridad de la Biblia, estas inquietudes nos desafían a fun-
damentar nuestras creencias en las Sagradas Escrituras.

2
En el desarrollo de los estudios bíblicos siempre encontraremos situaciones y temas que incluirán conver-
saciones difíciles que debemos abordar pues la intención es ayudar a nuestros estudiantes a comprender y
aceptar la verdad bíblica. Ver Enrique Sacanell. ¿Cómo se lo digo? El arte de las conversaciones difíciles. El
impulso de cambios efectivos a través del diálogo. 8va. Edición (Barcelona: Libros de Cabecera, 2020) 1-228.

177
Nuestro propósito es abordar estas objeciones con respuestas asertivas y contex-
tualizadas, guiados por la riqueza de la Palabra, buscando no solo ofrecer claridad,
sino también fomentar un diálogo constructivo y enriquecedor.

IV. OBJECIONES MÁS FRECUENTES Y RESPUESTAS SUGERENTES,3 CONS-


TRUYENDO ARGUMENTOS CON ALGUNOS EJEMPLOS PRÁCTICOS

Objeciones y respuestas sobre la Biblia y su autoridad


• Objeción: “¿Cómo podemos confiar en que la Biblia es única en su autori-
dad?”.

Respuesta: La singularidad de la Biblia se respalda en su afirmación de ser


inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16). Algunos podrían objetar que otras es-
crituras también afirman ser divinas, pero Jesús mismo la confirmó como
Palabra de Dios (Mateo 4:4), estableciendo su autoridad única para guiar la
fe y la práctica cristiana.

• Objeción: “La interpretación de la Biblia puede ser subjetiva. ¿Cómo pode-


mos estar seguros de una comprensión objetiva?”.

Respuesta: La interpretación guiada por el Espíritu Santo se basa en la afir-


mación de que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada
(2 Pedro 1:20-21). Aunque algunos cuestionen la objetividad, Jesús prometió
la guía del Espíritu Santo en la comprensión de las Escrituras (Juan 14:26),
asegurando una comprensión clara y objetiva.

• Objeción: “¿Existen pruebas externas que respalden la veracidad bíblica o


es solo una cuestión de fe?”.

Respuesta: Evidencias externas se encuentran en referencias arqueológicas


y hechos históricos que corroboran relatos bíblicos (Jeremías 51:37, Gé-
nesis 6-9). Aunque algunos duden, la arqueología respalda eventos como
la existencia de Babilonia y Asiria, fortaleciendo la base histórica de las
Escrituras.

• Objeción: “¿Cómo podemos estar seguros de que la Biblia no ha sido alte-


rada con el tiempo?”.

3
Muchas de las respuestas a las objeciones que compartiremos a continuación son una muy breve síntesis
de la lectura selecta y estudio de los temas tratados en el libro de las 28 creencias fundamentales de los
Adventistas del Séptimo Día, donde se amplían mucho más cada una de las creencias fundamentales de la
Iglesia, les recomendamos ver Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Marcos G. Blanco, Dir. Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Una exposición bíblica de
las doctrinas fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2018), 1-533.

178
Respuesta: La preservación de la Palabra se asegura al afirmar que la hierba
se seca, la flor se marchita, pero la Palabra de nuestro Dios permanece para
siempre (Isaías 40:8). Aunque haya escepticismo, la Biblia afirma que cada
palabra de Dios es pura y que Él la guarda (Proverbios 30:5, Salmo 12:6-7),
garantizando su integridad a lo largo de la historia.

• Objeción: “¿Cómo conciliar las aparentes contradicciones dentro de la


Biblia?”.

Respuesta: La armonía de las Escrituras se encuentra al considerar el contexto,


la cultura y comparar versículos. Aunque surjan dudas, se destaca que Dios
no es Dios de confusión (1 Corintios 14:33). Jesús mismo afirmó que las Es-
crituras no pueden ser quebrantadas (Juan 10:35), brindando confianza en la
coherencia de la revelación bíblica.

Objeciones y respuestas sobre la naturaleza de Dios y la Deidad (o Trinidad)

• Objeción: “Si Dios es Espíritu e invisible, ¿cómo podemos conocer y


entender algo que no podemos ver ni tocar si los seres humanos somos
seres carnales?”.

Respuesta: Aunque Dios es Espíritu y no es visible para nuestros ojos


físicos, la revelación divina nos permite conocerlo. La Biblia presenta di-
versos modos de revelación, desde la creación que manifiesta su poder
(Romanos 1:20) hasta la palabra escrita que revela su carácter y propó-
sito (2 Timoteo 3:16). Además, en Jesucristo, Dios se hizo visible, permi-
tiéndonos conocerlo de manera tangible (Colosenses 1:15, Juan 14:9). A
través de estos medios, aunque no veamos directamente a Dios, pode-
mos conocerlo y entender su naturaleza espiritual y existencia.

• Objeción: “La idea de la trinidad parece contradictoria y difícil de enten-


der. ¿Cómo puede Dios ser uno y, al mismo tiempo, ser tres personas
distintas?”.

Respuesta: La comprensión de la trinidad se basa en la revelación bíblica


que afirma que Dios es uno en esencia, pero son tres personas distintas
(Mateo 28:19, 2 Corintios 13:14). Aunque la mente humana puede encon-
trarlo complejo, la Biblia establece claramente esta verdad, desafiándo-
nos a aceptar la complejidad del misterio divino por la fe.

• Objeción: “¿No es la creencia en la trinidad una adición posterior al cris-


tianismo primitivo?”.

Respuesta: La doctrina trinitaria tiene sus raíces en las Escrituras desde el


principio (Génesis 1:1-3). El Nuevo Testamento muestra la coexistencia
del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 3:16-17, Juan 14:16-17).

179
Aunque algunos argumenten que es una innovación posterior, la eviden-
cia bíblica respalda la comprensión trinitaria desde los primeros días del
cristianismo, y aunque la palabra trinidad no está en la Biblia, el concepto
de trinidad está en las Escrituras.

• Objeción: “¿Por qué es necesario creer en la Trinidad para la salvación?


¿No es suficiente creer en un solo Dios?”.

Respuesta: La trinidad se vuelve esencial para comprender la plenitud


del plan de salvación. Jesús, como parte de la trinidad, llevó a cabo la
redención (Hebreos 9:14), y el Espíritu Santo juega un papel crucial en la
aplicación de la salvación en nuestras vidas (Tito 3:5-6). En el arrepenti-
miento y conversión (Juan 16: 7-15). La Biblia presenta la trinidad como
central en el proceso de redención.

• Objeción: “La Trinidad suena a politeísmo. ¿No es contrario al mono-


teísmo bíblico?”.

Respuesta: La enseñanza trinitaria no contradice el monoteísmo, ya que


afirma que hay un solo Dios en esencia (Deuteronomio 6:4). La trinidad
expresa la complejidad de la unidad divina, evitando la división de la
esencia de Dios. Aunque algunos perciban el riesgo de politeísmo, la
Biblia sostiene firmemente la unidad de Dios.

• Objeción: “¿Cómo reconciliar la igualdad de las personas de la Trinidad


si el Hijo se somete al Padre?”.

Respuesta: La igualdad y la sumisión en la trinidad se entienden en un


contexto relacional. Jesús, siendo igual al Padre en esencia, se sometió
en función redentora, no en su naturaleza divina, pues los tres tienen la
misma naturaleza (Filipenses 2:5-8). Esta sumisión no implica inferiori-
dad. La trinidad demuestra unidad en diversidad funcional, desafiándo-
nos a entender la igualdad en términos de relación y propósito divino.

Objeciones y respuestas sobre el perdón, arrepentimiento y la salvación solo


por la fe

• Objeción: “¿Por qué la salvación se basa solo en la fe y no en nuestras


obras y esfuerzos?”.

Respuesta: La salvación por la fe se fundamenta en la enseñanza bíblica


que destaca la gracia de Dios como el medio para la redención (Efesios
2:8-9). Aunque algunos puedan objetar que las obras son necesarias, la
Biblia enfatiza que nuestras acciones no pueden ganar la salvación. La
fe es el medio por el cual recibimos el regalo gratuito de la gracia divina.

180
• Objeción: “El arrepentimiento parece ser un requisito duro. ¿No es
más simple confiar en la misericordia de Dios sin cambiar nuestra
conducta?”.

Respuesta: La necesidad de arrepentimiento se basa en la enseñanza bí-


blica que llama a apartarse del pecado (Hechos 3:19). Aunque algunos
vean el arrepentimiento como exigente, la transformación del corazón es
esencial para la comunión con Dios. La Biblia enfatiza que el arrepenti-
miento genuino es el camino hacia la misericordia divina.

• Objeción: “¿Cómo puede un acto de fe ser suficiente para obtener el


perdón? ¿No deberíamos hacer algo para ganar el perdón de Dios?”.

Respuesta: La suficiencia de la fe se basa en la obra redentora de Cristo,


no en nuestros méritos (Romanos 3:22-24). Aunque algunos consideren
que la fe sola es insuficiente, la Biblia enseña que la obra de Cristo es
completa, y la fe es la clave para recibir el perdón. Nuestros esfuerzos no
pueden añadir nada a la obra perfecta de Cristo.

• Objeción: “¿Por qué no podemos contribuir a nuestra propia salvación


con buenas obras? ¿La fe sola no descarta la importancia de nuestras
acciones?”.

Respuesta: La fe como medio de salvación no excluye la importancia de


las buenas obras, pero establece que las obras no pueden ser la base
para obtener la salvación (Efesios 2:10). Aunque algunos consideren que
las obras contribuyen a la salvación, la Biblia enseña que la fe es el fun-
damento, y las obras son la respuesta a la gracia recibida.

• Objeción: “¿No es injusto que algunos reciban salvación solo por la fe


mientras otros, que hacen buenas obras, no la reciban?”.

Respuesta: La justicia de la salvación por la fe se basa en el amor y la


gracia de Dios (Romanos 3:22, Juan 3:16). Aunque pueda parecer injusto
desde una perspectiva humana, la Biblia enseña que la salvación es un
regalo ofrecido a todos.

La elección de aceptar o rechazar ese regalo está en manos de cada


individuo, y Dios desea que todos se salven por medio de la fe.

Objeciones y respuestas sobre el pecado, el dolor y la muerte

• Objeción: “Si Dios es amoroso, ¿por qué permitiría la existencia del pe-
cado y el sufrimiento en el mundo?”.

181
Respuesta: Aunque pueda parecer contradictorio, la Biblia presenta que
el amor de Dios coexiste con el libre albedrío humano (Deuteronomio
30:19). El pecado y el sufrimiento son resultado de las decisiones huma-
nas, pero Dios provee redención a través de Jesucristo. El amor divino
se manifiesta en el ofrecimiento de solución y consuelo ante las conse-
cuencias del pecado.
• Objeción: “¿No es injusto que las personas sufran por el pecado de
Adán y Eva? ¿Por qué cargar a toda la humanidad con esa responsabi-
lidad?”.

Respuesta: La enseñanza bíblica sobre la herencia del pecado destaca la


realidad del pecado original y sus consecuencias (Romanos 5:12). Aun-
que pueda parecer injusto, la Biblia presenta a Jesucristo como el nuevo
Adán que ofrece redención a través de su sacrificio. La responsabilidad
individual se mantiene, y la gracia de Dios se ofrece a todos.

• Objeción: “Si Dios es omnipotente, ¿por qué no elimina el sufrimiento y


la muerte de una vez por todas?”.

Respuesta: La Biblia enseña que Dios tiene un plan redentor que incluye
la restauración final de todas las cosas (Apocalipsis 21:4). El sufrimiento
y la muerte persisten temporalmente debido al libre albedrío humano y el
conflicto cósmico. La paciencia divina busca la reconciliación y la opor-
tunidad para que más personas encuentren la redención en Cristo.

• Objeción: “¿El sufrimiento y la muerte no contradicen la idea de un Dios


bueno y todopoderoso?”.

Respuesta: Aunque pueda parecer así, la Biblia enseña que el sufrimiento


y la muerte son consecuencias del pecado, no designios divinos origi-
nales (Génesis 3:16-19). Dios busca restaurar y consolar en medio del
sufrimiento, y la esperanza cristiana mira hacia la vida eterna sin dolor
ni muerte.

• Objeción: “¿Por qué Dios no interviene directamente para evitar trage-


dias y desastres naturales?”.

Respuesta: La soberanía divina se equilibra con el respeto al libre albedrío


y las leyes naturales establecidas por Dios (Génesis 8:22). Aunque pueda
parecer que Dios no interviene directamente, la Biblia enseña que Él está
presente en medio del sufrimiento, ofreciendo consuelo y redención. La
intervención directa puede comprometer la libertad humana y el orden
natural.

Objeciones y respuestas sobre el estado de los muertos, la vida después de la


muerte y la resurrección

182
• Objeción: “¿Por qué la creencia en la vida después de la muerte se basa
en la fe y en experiencias concretas de personas que dicen haber tenido
contacto con alguna persona fallecida?”.

Respuesta: La creencia en la vida después de la muerte se fundamenta


en la revelación bíblica sobre la resurrección y la promesa de Jesucristo
de traer a la vida a los que murieron siendo salvos por él y creyendo en
la resurrección por la obra de Jesucristo (Juan 11:25-26). No existe vida
después de la muerte, sino hasta el día de la resurrección en la segunda
venida de Cristo. La fe en la Palabra de Dios, y no en experiencias asila-
das de las personas, es la base sólida que sustenta la esperanza cristia-
na en la vida eterna después de la resurrección y no antes.

• Objeción: “Si los muertos no tienen conciencia, ¿cómo pueden experi-


mentar la vida después de la muerte?”.

Respuesta: La Biblia enseña que los muertos están en un estado de in-


consciencia, que están como en sueño, durmiendo hasta la resurrección,
inconscientes de todo lo que ocurre debajo del sol (Eclesiastés 9:5, Juan
11:11-14). Aunque pueda ser difícil comprender, la creencia en la resu-
rrección futura se apoya en la fidelidad de Dios para restaurar la vida a
aquellos que han muerto, creyendo en Jesús y teniéndolo como su Señor
y Salvador.

• Objeción: “¿No es más reconfortante pensar que nuestros seres queri-


dos fallecidos nos observan desde el cielo?”.

Respuesta: Aunque la idea popular de los seres queridos observando des-


de el cielo pueda brindar consuelo, la Biblia enseña que los muertos no
tienen conciencia, ni conocimiento, ni saben nada, ni tienen parte de nada,
de lo que sucede en la tierra (Eclesiastés 9:6, Salmo 146:4). La verdadera
esperanza radica en la promesa de la resurrección y la vida eterna.

• Objeción: “¿Cómo puede haber consuelo en la idea de un sueño incons-


ciente después de la muerte?”.

Respuesta: La consoladora verdad bíblica es que el sueño de la muerte es


temporal, ya que la resurrección futura para la vida eterna está garanti-
zada por la obra de Cristo en su resurrección (1 Tesalonicenses 4:13-16).
Aunque el sueño puede parecer desolador, la promesa de despertar a
una vida renovada y eterna es el fundamento de la esperanza bienaven-
turada adventista.

• Objeción: “¿No es la idea de un juicio inmediato y la recompensa o cas-


tigo más lógica que esperar una resurrección futura?”.

183
Respuesta: Aunque la idea de un juicio inmediato pueda parecer lógica,
la Biblia enseña que la recompensa y el castigo se otorgan en el evento
de la segunda venida y la resurrección (1 Corintios 15:51-52, Apocalipsis
22:12). La lógica divina establece un orden, aunque previamente al jui-
cio final estamos en un juicio investigador, que explicaremos con detalle
más adelante (Apo. 14:6).

Objeciones y respuestas sobre la observancia de los diez mandamientos

• Objeción: “¿No fueron los diez mandamientos dados específicamente al


pueblo judío y no a la humanidad en general?”.

Respuesta: Aunque fueron entregados a Israel, los diez mandamientos


reflejan principios morales universales (Éxodo 20:1-17). Jesús afirmó su
relevancia al enseñar sobre el amor a Dios y al prójimo (Mateo 22:37-40).
La observancia de los mandamientos trasciende la cultura y se aplica a
toda la humanidad.

• Objeción: “La ley fue abolida con la venida de Cristo, ¿por qué seguir
observando los diez mandamientos?”.

Respuesta: Jesús afirmó que no vino a abolir la ley, sino a cumplirla, y


enseñó su vigencia (Mateo 5:17-19). Los apóstoles también enfatizaron
la importancia de la ley moral (Romanos 7:7, Efesios 6:2). La ley no salva,
pero sigue siendo una guía moral para la vida cristiana.

• Objeción: “La gracia nos libera de la ley, ¿por qué entonces sentirnos
obligados a cumplir los diez mandamientos?”.

Respuesta: La gracia no anula la importancia de la obediencia a Dios.


Pablo enfatiza que la gracia no da licencia para pecar, sino que capacita
para vivir en obediencia (Romanos 6:14-15). Los diez mandamientos son
una expresión del amor divino y son observados como respuesta a la
gracia recibida.

• Objeción: “¿No es legalista insistir en la observancia de la ley en lugar de


centrarse en la fe en Cristo?”.

Respuesta: La observancia de la ley no busca la justificación por obras,


sino una respuesta de amor y obediencia a Dios (Juan 14:15). La fe en
Cristo y la observancia de los mandamientos van de la mano (Santiago
2:14-26). No es legalismo, sino un reflejo del amor transformador de Dios
en nuestras vidas.

• Objeción: “¿Por qué enfocarse en el sábado como día de reposo cuan-


do hay libertad en Cristo?”.

184
Respuesta: La observancia del sábado es un recordatorio del descanso
en la creación y la redención (Éxodo 20:8-11, Hebreos 4:9-10). Jesús
enseñó que el sábado fue hecho para beneficio del ser humano (Marcos
2:27-28). Observar el sábado es una expresión de confianza y obediencia
a Dios en nuestra relación con Él.

Objeciones y respuestas sobre la observancia del sábado como día de reposo

• Objeción: “La observancia del sábado es una práctica legalista y no es


esencial para la salvación”.

Respuesta: La observancia del sábado no busca la salvación por obras,


sino que refleja una respuesta amorosa y obediente a Dios. Jesús mis-
mo observó el sábado, mostrando su relevancia (Lucas 4:16). Si bien la
salvación es por gracia, la observancia del sábado es un testimonio de
nuestra relación y fidelidad a Dios (Éxodo 31:13, Ezequiel 20:12).

• Objeción: “¿No se ha abolido el sábado con la muerte y resurrección


de Cristo?”.

Respuesta: La muerte de Cristo no abolió el sábado, sino que cumplió su


significado redentor. La resurrección ocurrió en el primer día de la se-
mana, pero no alteró la observancia sabática (Mateo 28:1-10). El apóstol
Pablo continuó observando el sábado después de la resurrección (He-
chos 17:2). La muerte de Cristo ratifica la vigencia de los principios del
sábado.

• Objeción: “La libertad en Cristo nos libera de las restricciones del sába-
do. ¿Por qué insistir en un día específico?”.

Respuesta: La libertad en Cristo no elimina la importancia del sábado.


El sábado es un recordatorio semanal de nuestra dependencia de Dios
como Creador y Redentor. Jesús mismo dijo que es Señor del sábado
(Marcos 2:28). La observancia del sábado no es una restricción, sino una
oportunidad para experimentar un descanso especial en la comunión
con Dios (Hebreos 4:9-10).

• Objeción: “¿No deberíamos centrarnos en la espiritualidad en lugar de


enfocarnos en días específicos?”.

Respuesta: La observancia del sábado no excluye la espiritualidad; más


bien, la fortalece. El sábado proporciona un tiempo especial para la
adoración, la reflexión y la comunión con Dios y otros creyentes (Isaías
58:13-14). Es un elemento clave en el desarrollo espiritual, recordándo-
nos la importancia de apartar tiempo para Dios en medio de nuestras
ocupaciones diarias.

185
• Objeción: “¿No es exclusiva la enseñanza adventista sobre el sábado?
¿Por qué deberíamos adoptarla?”.

Respuesta: Aunque la observancia del sábado es distintiva del adventis-


mo, su base bíblica es sólida. El sábado fue establecido en la creación
antes de la existencia de cualquier grupo religioso específico (Génesis
2:2-3). Jesús (Lucas 4:16, 31) y los apóstoles observaron el sábado (Lu-
cas 23:54-56, Hechos 16:13; 17:2-3; 18:4), proporcionando un prece-
dente bíblico sólido. La enseñanza adventista destaca la relevancia con-
tinua de este mandato divino para toda la humanidad.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Enrique Cárdenas Panduro


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión Sur Oriental del Perú

186
187
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría” (Proverbios 15:1-2).

bjeciones y respuestas sobre el ministerio de Cristo en el santuario celes-

O tial y el juicio investigador

Objeción: “¿Por qué sería necesario un santuario celestial y un juicio investigador si


la obra redentora de Cristo se completó en la cruz?”.
Respuesta: La obra redentora se inició en la cruz, pero el santuario celestial y el juicio
investigador son componentes de la obra continua de Cristo como nuestro sumo
sacerdote. La Biblia habla del ministerio sacerdotal de Cristo en el cielo, donde in-
tercede por nosotros hasta su segunda venida (Hebreos 7:25). El santuario celestial
enfatiza la continuidad y la plenitud de la redención.

• Objeción: “¿No contradice la doctrina adventista la enseñanza de la jus-


tificación por fe al agregar un juicio investigador basado en obras?”.

Respuesta: La doctrina adventista enfatiza la justificación por fe, pero


también reconoce que las obras son evidencia de la fe genuina (Santiago
2:14-26). El juicio investigador no determina la salvación, sino que revela
la autenticidad de la relación del creyente con Cristo. Las obras son el
fruto de la fe, y el juicio investigador confirma la justicia de la salvación
por fe, pues Cristo sigue obrando su redención en favor de la humanidad
intercediendo por ella desde su santuario celestial.

• Objeción: “¿No implica el juicio investigador una falta de seguridad en


la salvación? ¿Cómo puede alguien tener certeza si está siendo ‘inves-
tigado’?”.

Respuesta: El juicio investigador no debería causar inseguridad, sino ofre-


cer confianza en la fidelidad de Dios, sobre todo si en algún momento
un hijo de Dios comete algún pecado. La certeza de la salvación se basa
en la fe en Cristo (Juan 10:28-29). El juicio investigador revela la fidelidad
de Dios al asegurar que aquellos cuyos nombres están en el Libro de
la Vida experimentarán la vida eterna y permanecerán allí (Apocalipsis
20:12, 15), el oficio de Cristo en su santuario es abogar por su pueblo (1
Juan 2:1-2) como único mediador entre Dios Padre y el ser humano (1
Timoteo 2:5)

• Objeción: “¿Por qué necesitaríamos un mediador en el cielo si ya Jesús


nos perdonó en la cruz?”.

Respuesta: Jesús es nuestro único mediador de salvación, pero su minis-


terio actual en el santuario celestial implica intercesión continua porque
aún los seres humanos que lo aceptaron como su Salvador pueden errar
y pecar. La Biblia enseña que Cristo es nuestro mediador celestial (He-

188
breos 8:1-2). Su obra no se limita a la cruz; también intercede por noso-
tros ante el Padre, asegurando la aplicación de su sacrificio a nuestras
vidas diarias.

• Objeción: “¿No es el santuario celestial una doctrina complicada y difícil


de entender? ¿Por qué centrarse en ello en lugar de aspectos más sim-
ples del evangelio?”.

Respuesta: Aunque la doctrina puede parecer compleja, el santuario ce-


lestial destaca la importancia continua del ministerio de Cristo hasta su
segunda venida. La comprensión de este concepto enriquece nuestra
apreciación de la obra de Cristo y su compromiso constante con noso-
tros. Abordar aspectos más profundos del evangelio nos permite pro-
fundizar en la relación con Dios y apreciar plenamente la magnitud de su
amor redentor, escudriñemos profundamente toda la escritura y la doc-
trina y el Espíritu Santo guiará nuestro entendimiento de toda su verdad,
mientras vamos recibiendo alimento más sólido de parte de Dios. (Juan
5:39; 16: 13-15; Hebreos 5:14).

Objeciones y respuestas sobre las señales de los tiempos y segunda venida de


Cristo

• Objeción: “¿Por qué enfocarse en las señales de los tiempos y la segun-


da venida en lugar de vivir el presente y confiar en la eternidad?”.

Respuesta: La atención a las señales de los tiempos no excluye vivir en el


presente, sino que nos insta a estar alertas y preparados. Jesús mismo
enseñó sobre las señales que precederían a su regreso (Mateo 24:3-14).
Estar conscientes de estas señales nos motiva a vivir de manera signifi-
cativa y a prepararnos espiritualmente para su retorno.

• Objeción: “¿No ha habido a lo largo de la historia interpretaciones equi-


vocadas sobre las señales de los tiempos? ¿Por qué confiar en ellas
ahora?”.

Respuesta: Aunque ha habido malentendidos e interpretaciones erróneas


en el pasado, la Biblia insta a vigilar las señales y estar preparados (Ma-
teo 24:42-44). Las señales actuales, como el aumento de conflictos, de-
sastres, pandemias, son consistentes con las profecías bíblicas (Mateo
24:6-8). La interpretación cuidadosa de las Escrituras proporciona una
guía precisa para entender las señales en el contexto profético del tiem-
po final de la historia humana en el que estamos viviendo.

• Objeción: “¿No es arrogante afirmar que estamos viviendo en los últi-


mos días? La historia ha visto muchas crisis”.

189
Respuesta: No es arrogancia, sino una comprensión bíblica de las pro-
fecías. La Biblia anticipa eventos específicos que señalan el fin de los
tiempos (Mateo 24, 2 Timoteo 3:1-5). La conciencia de los últimos días
no debe generar miedo, sino motivar a una mayor fidelidad y preparación
espiritual para encontrarnos con Cristo y llevar el mensaje de esperanza
al mundo entero (Lucas 21:28).

• Objeción: “¿Por qué preocuparse por la segunda venida cuando el én-


fasis debería estar en la misión y el amor al prójimo?”.

Respuesta: La expectativa de la segunda venida no excluye la importancia


de la misión y el amor al prójimo; de hecho, los fortalece. Jesús insta a vi-
vir con la perspectiva de su regreso mientras cumplimos la gran comisión
(Mateo 28:19-20). La esperanza en su venida inspira un amor más pro-
fundo y una urgencia en compartir el evangelio, como en nuestro caso
mientras desarrollamos los estudios bíblicos juntos.

• Objeción: “¿No es más relevante centrarse en problemas actuales en


lugar de preocuparse por eventos futuros?”.

Respuesta: La relevancia de la segunda venida radica en su impacto en


la vida diaria y en la solución definitiva de los problemas del mundo. La
Biblia destaca que, en su retorno, Cristo restaurará la paz y la justicia
(Apocalipsis 21:4). La atención a la segunda venida proporciona espe-
ranza y dirección en medio de los desafíos actuales.

Objeciones y respuestas sobre la Iglesia adventista como la iglesia verdadera


y remanente

• Objeción: “¿Por qué considerar a la Iglesia Adventista del Séptimo Día


como la única iglesia verdadera y remanente? ¿No es excluyente?”.

Respuesta: La afirmación adventista no busca excluir, sino basarse en la


comprensión bíblica. La idea del remanente y sus características distin-
tivas se encuentran en la Biblia (Apocalipsis 12:17). La Iglesia adventista
no niega la presencia de creyentes sinceros y fieles en otras denomina-
ciones, pero enfatiza su llamado específico y la misión de proclamar el
mensaje de los tres ángeles, la caída en apostasía del mundo y de las
iglesias, y la relevancia de llamarlos a salir de ellas (Apocalipsis 14:6-12;
Apocalipsis 18:1-5).

• Objeción: “¿Cómo pueden afirmar ser el remanente cuando hay otras


Iglesias cristianas con larga historia y tradición?”.

Respuesta: La afirmación adventista no desestima la fe sincera de las


personas de otras iglesias, pero se basa en el entendimiento profético

190
de las Escrituras. El remanente no implica superioridad, sino una respon-
sabilidad específica en la proclamación del mensaje de los tres ángeles
y la preparación para la segunda venida de Cristo (Apocalipsis 14:6-12).
La historia y tradición no deben eclipsar la fidelidad a la verdad bíblica
y el llamado de aceptar la verdad tal cual es en las Sagradas Escrituras.

• Objeción: “¿Por qué enfocarse en la observancia del sábado como un


criterio para ser la iglesia verdadera?”.

Respuesta: La observancia del sábado no es el único criterio, pero des-


taca la fidelidad a los mandamientos de Dios, incluido el cuarto manda-
miento (Éxodo 20:8-11). La iglesia remanente se caracteriza por la obe-
diencia a todos los mandamientos, la fe en Jesús y la proclamación del
mensaje del evangelio eterno al mundo entero (Apocalipsis 14:6-12). La
observancia del sábado es coherente con la comprensión bíblica y su
énfasis en la autoridad de las Escrituras.

• Objeción: “¿No es pretencioso afirmar ser el canal exclusivo de la ver-


dad cuando hay diversidad en la interpretación de las Escrituras?”.

Respuesta: La afirmación adventista se basa en la comprensión específi-


ca de la verdad y de la teología bíblica tal cual está revelada en las Sagra-
das Escrituras. La diversidad de interpretaciones denominacionales co-
rresponde a un ejercicio de relativismo cultural e intelectual, donde cada
denominación trata de presentar “su verdad”, pero si no tiene sustento
teológico en todas las Escrituras, respetando las reglas de interpretación
bíblicas y hermenéuticas de la Escritura (Isaías 28:10,13, 8:20), deberían
ser descartadas. Por su parte y respetando estas reglas de interpretación
bíblicas, la Iglesia adventista abraza la verdad presente y está abierta a
un mayor entendimiento a medida que progresa en su comprensión de
las Escrituras a lo largo del tiempo hasta la venida de Cristo (Juan 16:13).
La pretensión es sobre la fidelidad a la verdad revelada.

• Objeción: “¿Cómo pueden afirmar ser la iglesia remanente cuando tam-


bién han experimentado desafíos y divisiones internas?”.

Respuesta: Tanto en el pasado, como en el presente, las dificultades o


divisiones internas no invalidan la afirmación adventista, ya que la Biblia
advierte sobre desafíos en la iglesia remanente (Mateo 13:24-30). La idea
de remanente no implica perfección, sino fidelidad a la verdad en medio
de desafíos. La Iglesia adventista busca la unidad basada en la verdad
bíblica y en su basta diversidad étnica y cultural, y reconoce la necesidad
continua de reavivamiento y reforma.

191
Objeciones y respuestas sobre el Espíritu de Profecía en la persona de Elena
de White

• Objeción: “¿Por qué considerar los escritos de Elena de White como


inspirados y autoritativos, ya que no están incluidos en la Biblia?”.

Respuesta: Los escritos de Elena de White no reemplazan la autoridad


de la Biblia, pero se consideran como un don del Espíritu Santo para la
iglesia del tiempo del fin (Apocalipsis 12:17; 19:10). Sus escritos no aña-
den a la Escritura, sino que ofrecen clarificación, aplicación y guía para
comprender y vivir de acuerdo con los principios bíblicos.

• Objeción: “¿No es peligroso depender de una profetisa humana en lugar


de confiar únicamente en la revelación bíblica?”.

Respuesta: La confianza en Elena de White no es una sustitución de la


Biblia, sino un complemento para una comprensión más profunda. Ella
misma afirmó que sus escritos deben ser evaluados a la luz de las Escri-
turas (Isaías 8:20). Su papel es dirigir a la gente a la Biblia y fortalecer la
comprensión de los principios bíblicos en la vida diaria.

• Objeción: “¿No hay otros líderes cristianos a lo largo de la historia que


también han tenido revelaciones? ¿Por qué darle tanta importancia a
Elena de White?”.

Respuesta: Reconociendo la posibilidad de revelaciones en otros líderes,


la importancia de Elena de White radica en su contribución única al en-
tendimiento profético adventista y su clarificación de verdades bíblicas,
sobre todo en los tiempos de inicio del pueblo adventista. La relevancia
de sus escritos se evalúa a través de su coherencia con la Biblia y su
impacto en la vida espiritual y práctica de los creyentes del pueblo rema-
nente desde sus inicios. Dios designa según su providencia ya su tiempo
a sus siervos los profetas (Amós 3:7; Efesios 4:11-13).

• Objeción: “¿No es suficiente tener la Biblia como guía? ¿Por qué nece-
sitar las visiones de Elena de White?”.

Respuesta: La Biblia es central, pero el espíritu de profecía no añade a la


Biblia; más bien, ilumina su mensaje.

Elena de White destacó la importancia de la Palabra de Dios, y sus es-


critos buscan dirigir a la gente a un entendimiento más profundo de las
Escrituras y su aplicación práctica en la vida diaria. (Amós 3:7).

• Objeción: “¿No es el énfasis en los escritos de Elena de White una dis-


tracción de la centralidad de Cristo en la fe cristiana?”.

192
Respuesta: La centralidad de Cristo es fundamental en la teología bíblica.
Los escritos de Elena de White apuntan a exaltar a Cristo y aclarar ver-
dades bíblicas para fortalecer la relación con Él. Su propósito es dirigir la
atención hacia Jesús y motivar a una vida más cercana a los principios
del evangelio, enfatizando la obra redentora de Cristo y el estudio profun-
do de las Sagradas Escrituras (Juan 5:39; Juan 14:6).

Objeciones y respuestas sobre la mayordomía de los diezmos y ofrendas

• Objeción: “¿Por qué insistir en la obligación de dar el diezmo cuando el


Nuevo Testamento no menciona específicamente la práctica?”.

Respuesta: Aunque el Nuevo Testamento no menciona explícitamente la


práctica del diezmo, Jesús afirmó su importancia y destacó la necesidad
de la justicia y la misericordia (Mateo 23:23). La mayordomía es un princi-
pio bíblico, y la enseñanza del diezmo se basa en el principio de dar una
décima parte como expresión de gratitud y confianza en Dios (Malaquías
3:10, Levítico 27:30).

• Objeción: “¿No es la enseñanza del diezmo más propia del Antiguo Tes-
tamento y, por lo tanto, no aplicable hoy?”.

Respuesta: Aunque el diezmo se menciona en el Antiguo Testamento, la


Biblia subraya principios de mayordomía que trascienden las eras. La en-
señanza del diezmo se basa en la fidelidad y la confianza en Dios como
el proveedor de todas las cosas. Además, el Nuevo Testamento resalta la
generosidad y la ofrenda voluntaria como expresiones de amor y gratitud
(2 Corintios 9:7, Lucas 6:38).

• Objeción: “¿No deberíamos dar según nuestro propio juicio y necesidad


en lugar de seguir una regla fija del diezmo?”.

Respuesta: La enseñanza del diezmo no busca limitar la generosidad, sino


establecer una guía proporcional y sistemática para la mayordomía. En
cuanto a las ofrendas, la Biblia destaca la generosidad voluntaria, permi-
tiendo a cada persona dar según lo que haya propuesto en su corazón,
con alegría y generosidad (2 Corintios 9:7, Lucas 21:1-4).

• Objeción: “¿No es la enseñanza del diezmo una carga legalista en lugar


de un acto voluntario y gozoso?”.

Respuesta: La enseñanza del diezmo no es legalista, sino un principio de


adoración y confianza en Dios como el dador de todas las bendiciones.
La Biblia destaca la alegría en la mayordomía y el acto voluntario de dar
(2 Corintios 9:7). La práctica del diezmo se basa en el amor y la gratitud,
no en la legalidad.

193
• Objeción: “¿No deberíamos enfocarnos en las necesidades prácticas y
sociales en lugar de destinar recursos a la iglesia?”.

Respuesta: La mayordomía bíblica aborda tanto las necesidades prácti-


cas como el sostén de la obra de Dios. La enseñanza del diezmo busca
sustentar la obra del evangelio, el sostenimiento del ministerio pastoral (1
Corintios 9:12-14; 1 Timoteo 5:18), pero por otro lado, la Biblia también
destaca la importancia de la caridad y ayudar a los más necesitados
(Mateo 25:35-40). La mayordomía integral abarca tanto el cuidado social
como el avance del mensaje de salvación.

Objeciones y respuestas sobre el bautismo

• Objeción: “¿Es necesario el bautismo para la salvación? ¿No es la fe en


Cristo suficiente?”.

Respuesta: El bautismo no es el medio de salvación, sino una respuesta


de obediencia a la fe en Cristo. Jesús mismo instó al bautismo como una
expresión pública de la fe (Mateo 28:19-20, Marcos 16:16). El bautismo
no salva, pero es un paso importante de obediencia en la vida del cre-
yente.

• Objeción: “¿Por qué enfatizar el bautismo por inmersión? ¿No es válido


cualquier método de bautismo, como por aspersión por ejemplo?”.

Respuesta: La enseñanza bíblica es clara y enfatiza que el bautismo debe


ser exclusivamente por inmersión porque refleja simbólicamente la muer-
te al pecado y la resurrección a una nueva vida con Cristo (Romanos
6:3-4).

• Objeción: “¿Por qué bautizar a niños menores de edad que no pueden


entender completamente la decisión?”.

Respuesta: La práctica del bautismo de menores se da en el caso de


aquellos niños que han alcanzado una edad en la que pueden tomar
decisiones conscientes y por ellos mismos, entendiendo lo que están
haciendo y de lo que Cristo hizo por ellos. Los niños deben entender
la decisión que están tomando por Cristo y expresar una fe personal
y si desean ser bautizados, no deben ser impedidos (Mat. 19:14; He-
chos 8:12).

• Objeción: “¿No es el bautismo una obra humana? ¿Por qué confiar en


un acto externo para la salvación?”.

Respuesta: El bautismo no es una obra humana para ganar la salvación,


sino una respuesta de obediencia y fe en la obra salvadora de Cristo. La

194
Biblia presenta el bautismo como un acto de identificación con la muerte
y resurrección de Jesús (Colosenses 2:12). No es una obra propia, sino
una respuesta a la obra de Cristo.

• Objeción: “¿Por qué bautizar a personas que ya han sido bautizadas en


otra denominación cristiana no adventista?”.

Respuesta: La enseñanza bíblica adventista reconoce el bautismo de


otras denominaciones cristianas si se administró por inmersión y en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Sin embargo, si hay dife-
rencias significativas en la comprensión doctrinal, puede ser apropiado e
instarse al rebautismo como una expresión de compromiso con la nueva
verdad bíblica ahora aceptada (Hechos 19:1-5).

• Objeción: “¿No es más importante el arrepentimiento y la fe que el bau-


tismo en sí mismo?”.

Respuesta: El arrepentimiento y la fe son fundamentales, y el bautismo


es una expresión pública de esa fe y arrepentimiento. La Biblia vincula el
arrepentimiento y la fe al bautismo como una respuesta coherente a la
obra salvadora de Cristo, creemos en Cristo siendo bautizados (Hechos
2:38, Marcos 16:16).

• Objeción: “¿Por qué se tiene que bautizar a personas que ya participan


en la iglesia activamente?”.

Respuesta: El bautismo no es solo un rito de ingreso, sino un testimonio


continuo de la fe y renovación en la vida cristiana. La Biblia presenta
ejemplos de discípulos que fueron bautizados incluso después de estar
activamente involucrados en la iglesia, más con su bautismo oficialmen-
te forman ahora parte y participan de todas las actividades, ceremonia
y membresía de la iglesia mundial, siendo añadidos a ella oficialmente
(Hechos 8:12, 18:8).

• Objeción: “¿No es el bautismo un acto externo sin relevancia espiritual


real?”.

Respuesta: Aunque el bautismo es un acto externo, en realidad es la ma-


nifestación externa de algo que ocurre internamente en el corazón huma-
no que acepta a Cristo y tiene profundo significado espiritual. La Biblia lo
presenta como una identificación simbólica con la muerte y resurrección
de Cristo y la entrada en una nueva vida en Él (Romanos 6:3-4, Gálatas
3:27).

• Objeción: “¿Por qué insistir en el bautismo como un requisito para ser


miembro de la iglesia?”.

195
Respuesta: El bautismo como requisito para la membresía refleja la im-
portancia bíblica de la identificación con la comunidad de creyentes del
pueblo de Dios en el mundo entero. La Biblia muestra que aquellos que
creían eran bautizados y añadidos a la iglesia oficialmente (Hechos 2:41).

• Objeción: “¿No deberíamos centrarnos en la espiritualidad interna en


lugar de enfocarnos en rituales externos como el bautismo?”.

Respuesta: El bautismo no es solo un ritual externo; es una expresión de


la transformación interna a través de la fe en Cristo. La Biblia enseña que
el bautismo es un testimonio de la obra interna del Espíritu Santo en la
vida del creyente (1 Corintios 6:11, Tito 3:5-7).

• Objeción: “¿No es el bautismo una tradición de la iglesia y no una ense-


ñanza clara de la Biblia?”.

Respuesta: La práctica del bautismo se origina en las enseñanzas de Je-


sús y es respaldada por las Escrituras. La Gran Comisión de Jesús in-
cluye el mandato de bautizar a todas las naciones (Mateo 28:19-20). El
bautismo es parte integral de la enseñanza bíblica y no simplemente una
tradición (Gálatas 3:26-27).

• Objeción: “¿Un familiar mío murió sin bautizase y sin Cristo, puedo bau-
tizarme por él según el bautismo por los muertos narrado en 1 Corintios
15:29?”.

Respuesta: La práctica del bautismo por los muertos en 1 Corintios 15:29


es un pasaje de muy difícil interpretación, y su significado exacto no es
claro aún por los grandes comentaristas y eruditos bíblicos. Sin embar-
go, no sería una práctica respaldada por el total de las Escrituras, pues
es claro según la creencia del estado de los muertos que ellos nada sa-
ben y que las decisiones de salvación se deben tomar mientras uno viva
(Eclesiastés 9:5-6). Por lo tanto, la iglesia no respalda ni practica esta
forma de bautismo, ya que la doctrina y práctica de los ritos adventistas
se basan en otros pasajes más claros y directos de las Escrituras, que
no avalarían su praxis.

• Objeción: “¿No es el bautismo un acto ceremonial sin importancia real


en la vida cristiana?”.

Respuesta: Aunque el bautismo es un acto ceremonial, tiene un impac-


to significativo en la vida cristiana. La Biblia enseña que es un paso de
obediencia y un testimonio público de la fe en Cristo. Simboliza la identi-
ficación con la muerte y resurrección de Jesús, así como el inicio de una
nueva vida en Él (Romanos 6:3-4, Gálatas 3:27).

196
Recursos adicionales

El propósito de compartir con usted estas objeciones más comunes encontradas al


abordar los estudios bíblicos son dadas con un propósito pedagógico e ilustrativo.
La idea es inspirar en usted el deseo de desarrollar un pensamiento crítico e inducti-
vo, que busque por sus propios medios ampliar sus capacidades y conocimientos bí-
blicos para responder con convicción, persuasión y asertividad sobre las objeciones
que puedan aparecer, pues las listas de objeciones presentadas no son exhaustivas
ni sus respuestas tampoco, y no abarcan la infinidad de objeciones que le pueden
surgir al momento de brindar los estudios bíblicos. Por lo tanto, debe desarrollar un
pensamiento crítico basado en las Sagradas Escrituras y guiado por el Espíritu Santo
mediante la oración, siempre serán sus mejores aliados.

Hágase de una buena biblioteca1 en formato virtual o físico, que contenga una buena
cantidad de libros del Espíritu de Profecía2, de concordancias3 y comentarios bíbli-
cos4, de diccionarios y enciclopedias bíblicas, de otros buenos libros denominacio-
nales de contenido bíblico y espiritual, y libros sobre el arte de la argumentación, que
le sirvan como base para ampliar más sus conocimientos y sea un instructor bíblico
mejor preparado del Proyecto 100, quien responda con más eficacia al llamado de
llevar muchas personas a Cristo a través de los estudios bíblicos y el bautismo. Que
el Espíritu Santo lo use poderosamente.

ACTIVIDADES PARA HOY


1. Simulación de estudio bíblico con objeciones
Organizar una sesión práctica a manera de taller donde los instructores bíbli-
cos puedan presentar objeciones comunes relacionadas con un tema de es-
tudio elegido. Esto permitirá a los participantes practicar respuestas efectivas
y ganar experiencia en abordar objeciones de manera clara y fundamentada.
2. Desarrollo de escenarios interactivos
Crear escenarios interactivos que representen situaciones comunes en las que
los instructores bíblicos podrían enfrentarse a objeciones. Los participantes pue-
den trabajar a manera de taller en grupos para desarrollar respuestas, fomen-
tando la colaboración y el intercambio de estrategias y respuestas efectivas.

1
George W. Reid, Raoul Federen, Dir. Aldo Orrego. Dir. Editorial. Tratado de Teología Adventista del Séptimo
Día. (Buenos Aires: ACES, 2009) 1-1168.
2
Puede disponer en línea de la totalidad de libros del Espíritu de Profecía, publicados por el Centro White,
de manera gratuita por la página web: https://m.egwwritings.org/es (consultado en línea el 25 de noviembre
de 2023), además encontrará en la misma página una variedad de otras referencias bibliográficas denomina-
cionales como los escritos de Elena de White en todos los idiomas disponibles, biblias, y todos los escritos
de los pioneros adventistas.
3
Si desea encontrar palabras claves en las Escrituras, puede recurrir a esta página web de concordancia
bíblica exhaustiva de la biblia de la edición Reina Valera de 1960, ver página web: http://miconcordancia.com/
(consultado en línea el 26 de noviembre de 2023).
4
En esta página web tiene la totalidad de los comentarios bíblicos para ser descargados en formato PDF,
de manera gratuita en la siguiente página web: https://advenz.com/comentario-biblico-adventista-en-pdf/
(Consultado en línea el 26 de noviembre de 2023).

197
3. Análisis de casos de estudio reales
Proporcionar a los instructores bíblicos casos de estudio reales en los que se
hayan enfrentado a objeciones durante estudios bíblicos previos. Analizar es-
tos casos brinda la oportunidad de aprender de experiencias pasadas y adap-
tar estrategias y respuestas exitosas a situaciones similares en el futuro.
4. Creación de recursos de respuestas
Dividir a los participantes en equipos y asignar a cada equipo una objeción
específica relacionada con el tema de estudio asignado. Cada equipo debe-
rá crear un recurso (ya sea un manuscrito, una presentación en papelote, o
en PowerPoint) que contenga respuestas efectivas y fundamentadas para esa
objeción. Esto fomentará la creatividad y la investigación más profunda sobre
el tema.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Enrique Cárdenas Panduro


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión Sur Oriental del Perú

198
199
lguien dijo que ilustrar un sermón o un estudio bíblico es como iluminar o cla-

A rificar algo. Jay Adams dice que “las ilustraciones son como la sangre de un
sermón”1 y podríamos decir también que las de un estudio bíblico tienen como
fin hacer comprensible el tema para luego tomar decisiones.

Las ilustraciones ayudan a clarificar un estudio bíblico, le dan fuerza al mensaje, es


por eso que son bien llamadas las “ventanas de un sermón”. Ahora bien, un autor
dice que las ilustraciones que impactan tienen un orden jerárquico, comenzando
con anécdotas, seguidas por alegorías, parábolas, ilustraciones gráficas, alusiones,
ejemplos, analogías y, finalmente figuras de lenguaje.2 Una ilustración hace que las
personas se imaginen y comprendan con más claridad el mensaje.

FUNCIONES DE LAS ILUSTRACIONES


1. Ayudan a entender un punto. Las ilustraciones ayudan a entender lo que el ins-
tructor bíblico quiere comunicar. “Las ilustraciones son la llave que abre el en-
tendimiento de muchos, los anteojos que ayudan a ver claramente aquello que
pareciera ser opaco y difuso”.3

2. Mantienen el interés. Las ilustraciones pueden mantener el interés de la persona


que recibe el estudio bíblico. Desde el momento en que se comienza a ilustrar el
mensaje, las personas cambian de actitud y postura.

3. Aumentan la persuasión. Las ilustraciones pueden aumentar la persuasión del


mensaje. Al respaldar argumentos o puntos clave con ejemplos concretos o tes-
timonios, las ilustraciones pueden convencer más efectivamente a la persona
sobre la veracidad o la relevancia del tema que se está tratando.

5. Ayudan a recodar con facilidad el mensaje. Las personas suelen recordar mejor las
ideas cuando se presentan con ejemplos vívidos o relatos impactantes. Estas
imágenes mentales persistentes ayudan a que el mensaje perdure en la mente
de los oyentes.

6. Ayudan a estimular las emociones. Los seres humanos somos seres racionales,
pero también emocionales. Es importante que el mensaje apele a la razón, pero
también al corazón; y las ilustraciones ayudan a estimular las emociones para
tomar decisiones.

7. Ayudan a transformar lo abstracto en concreto. Las ilustraciones transforman lo an-


tiguo en algo nuevo, lo extraño en familiar, lo general en particular, lo invisible en
visible, lo desconocido en conocido.

1
Jay Adams, Essays on Biblical Preaching (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing Haouse, 1983), 55.
2
Bryan Campbell, Using Illustrations to Preach with Power (Grand Rapids, MI.: Zondervan Publishing House,
1992), 18, 19.
3
Oscar Hernández, Con la Biblia en mis manos: elocuencia e interés en sermones, temas y discursos (Miami,
FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2000), 148.

200
CARACTERÍSTICAS DE LAS ILUSTRACIONES
Enrique Chaij dice: “La correcta ilustración puede agitar el buen humor, como tam-
bién arrancar lágrimas del corazón. Pero de manera especial, facilitará la toma de
decisiones trascendentes”.4 Aquí presentamos algunas características de una buena
ilustración:
1. Una ilustración debe ser clara y fácil de entender. Cuando una ilustración necesita
explicación, falló en su objetivo. No debe ser complicada ni confusa. Debería
transmitir el mensaje de manera directa y precisa, evitando ambigüedades que
puedan distraer o distorsionar la enseñanza principal.

2. Las ilustraciones deben ir acorde con el tema. Deben estar estrechamente relaciona-
das con el mensaje que se quiere transmitir para que refuercen y aclaren el tema
en lugar de desviar la atención o confundir al estudiante de la Biblia.

3. Una ilustración debe convencer a la persona. Es importante que al usar ilustraciones


estas sean veraces o creíbles. Si usamos datos o informaciones, estas deben ser
exactas para no defraudar a la persona.

4. La ilustración debe ser concisa. Es importante que la ilustración no sea demasiado


larga ni se extienda más allá de su propósito. Debe ser lo suficientemente breve
para mantener la atención de la audiencia y transmitir el punto de manera efectiva
sin desviar la atención del mensaje principal.

TIPOS DE ILUSTRACIONES
1. Anécdotas o testimonios personales. Son relatos de experiencias personales del
instructor bíblico o de otras personas conocidas por el oyente. Estas anécdotas
pueden proporcionar ejemplos tangibles de cómo se vivió o se aplicó el tema que
está enseñando. Esto es poderoso, porque permite transmitir algo que el instruc-
tor bíblico ha vivido o experimentado.

2. Citas y testimonios. Incluyen referencias o testimonios de personas reconocidas,


escritores, líderes religiosos u otras figuras relevantes. Estas citas pueden respal-
dar el mensaje y dar credibilidad al tema que se está tratando.

3. Metáforas y comparaciones. Se utilizan para crear imágenes visuales o conceptua-


les que ilustren una verdad espiritual.

Medios visuales. Incluyen imágenes, gráficos, videos o cualquier recurso visual


que complemente el tema de estudio. Estos medios pueden proporcionar una
representación visual para reforzar el mensaje o captar la atención del estudiante
de la Biblia.

4
Enrique Chaij, 1500 ventanas de la vida: ejemplos, relatos y anécdotas de la historia, de la naturaleza y de
la vida diaria (Buenos Aires: ACES, 2016).

201
RECOMENDACIONES RESPECTO AL USO DE ILUSTRACIONES
1. La ilustración debe ser breve y al punto. “Las ilustraciones irrelevantes y largas des-
truyen la concentración antes que fomentarla”.5

2. Cuidado con el abuso de las ilustraciones. Cuando el instructor bíblico o el predica-


dor realiza muchas ilustraciones, testimonios o experiencias, da la idea de que no
tiene contenido. El uso desmedido de las ilustraciones hace notar que el predica-
dor o instructor no tiene un mensaje bíblico.

3. La ilustración debe ayudar a explicar el texto bíblico y no al revés. El mensaje central


debe ser bíblico, y no solo un conjunto de anécdotas o ilustraciones. El mensaje
no puede partir de una ilustración, sino de la Biblia.

4. Las ilustraciones deben dirigirnos a Dios y no al instructor bíblico. Debemos evitar ilus-
traciones que atraigan demasiado la atención al predicador. El objetivo de las
ilustraciones es dirigir a las personas a Dios.

5. Las ilustraciones deben ser creíbles. Hay muchos libros de ilustraciones, pero mu-
chas de ellas no son ciertas, y a veces carecen de respaldo histórico. Es mejor
recurrir a fuentes confiables para tener información confiable. No se debe adulte-
rar las ilustraciones, aunque se tenga las mejores intenciones.

DÓNDE ENCONTRAR ILUSTRACIONES


1. En la Biblia. La primera fuente es la Biblia. Sus historias son auténticas, creíbles
y diversas. Las historias del Antiguo Testamento, los Proverbios, los Evangelios y
los Hechos son una fuente inexplicable de información.

2. Vivencias personales. Cuente su testimonio de conversión, acerca de cómo el


tema que está estudiando te ha ayudado de manera personal. Las mejores ilus-
traciones son aquellas que se han vivido.

3. Libros de ilustraciones. Personalmente conozco algunos. Te lo dejo aquí para que


puedas conseguirlas:

• Chaij, Enrique. 1500 ventanas de la vida: ejemplos, relatos y anécdotas de la


historia, de la naturaleza y de la vida diaria. Buenos Aires: ACES, 2016.
• Flores, Ricardo y Julio Páucar Rojas. Predica ilustrando: 301 amenas ilustra-
ciones para hacer más interesantes tus sermones, clasificados en 11 temas
diferentes. Lima: Editorial Imprenta Unión, 2006. Parte I y II.
• Lerı́n, Alfred. 500 ilustraciones. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones,
2000.
• El curso La fe de Jesús también trae ilustraciones en la parte posterior del
estudio, según el tema que se esté tratando, sería una buena herramienta para
usarlo en el estudio bíblico.

5
Oscar Hernández, Con la Biblia en mis manos: elocuencia e interés en sermones, temas y discursos, 157.

202
4. Periódicos o revistas. La buena lectura de periódicos y revistas pueden ayudar
a obtener un caudal de información para el instructor bíblico. La buena lectura
aumenta la cultura individual, acrecienta la madurez intelectual y mejora la capa-
cidad del predicador.6
5. Libros de biografías. Muchos libros biográficos de personajes históricos impor-
tantes pueden ser otra fuente para tener ilustraciones.

ACTIVIDADES PARA HOY


1. Repasa la lección La fe de Jesús y revisa las ilustraciones que se usan para
cada lección.
2. Busca el tema que vas a tratar con tu estudiante de la Biblia y luego busca qué
ilustración podría ser adecuada con el fin de tomar decisiones.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Fernando Rojas Miranda


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Asociación Peruana del Sur

6
Ibid.

203
204
“Hay almas en toda congregación que están dudando, que están casi persuadidas
a ser completamente para Dios. La decisión se hace para el tiempo y por la eternidad”.1

lgunas personas pueden estar escuchando su último sermón y otras nunca más

“A estarán en una situación donde podrían recibir la explicación de la cadena de


la verdad y donde se hará una aplicación práctica de ella a su vida. Cuando se
pierde esa preciosa oportunidad, se pierde para siempre. Si Cristo y su amor redentor hu-
biesen sido exaltados en relación con la teoría de la verdad, esto podría haberlos llevado
al lado del Salvador”.2

“En todo sermón debiera efectuarse fervorosos llamamientos a los oyentes para que aban-
donen sus pecados y se vuelvan a Cristo”.3

AGENTES PRENSENTES EN LA DECISIÓN

1. El Espíritu Santo. “Sin la presencia del Espíritu Santo ningún corazón será
tocado; ni un solo pecador será conquistado para Cristo”.4
Somos usados por Dios como canales para conducir el alma hacia la verdad,
pero el Espíritu Santo es el agente que convence al oyente para aceptar a Cristo
como su Salvador personal.

2. El evangelista. “El evangelista no puede realizar la obra del Espíritu Santo; no-
sotros somos simplemente los conductos mediante los cuales trabaja el Señor”.5
La obra del evangelista es predicar y llamar a las personas a tomar la decisión de
aceptar el llamado de Jesús.

3. El oyente:
Los oyentes que ya decidieron.
Los oyentes que están indecisos.
Y los oyentes que decidirán.

“Muchos estarán en el valle de la decisión. Allí se tornan necesarios los llamados


especiales, íntimos y directos para llevarlos a deponer sus armas de combate y
ocupar un lugar junto al Señor”.6

PASOS PARA UNA DECISIÓN SEGURA


1. Ore el doble y dependa del Espíritu Santo.
2. Predique y enseñe con entusiasmo y convicción.

1
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 1987), 4:447.
2
Ibid., 4:394.
3
Ibid., 4:396.
4
Elena G. de White, Testimonios Selectos (Buenos Aires: ACES, 2013), 3:212.
5
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2014), 331.
6
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires: ACES, 1987), 1:646.

205
3. Procure que los oyentes aprendan a aceptar y amar a Cristo.
4. Obtenga decisiones progresivas.
5. Cuente testimonios de victorias obtenidas.
6. Haga llamados personales y directos.
7. Pregunte si ellos creen: “¿Usted cree que Cristo tiene poder para cambiar su
vida? Los que creen levanten su mano, pónganse de pie”. Invite a pasar al frente,
pida a un amigo que lo acompañe.

TEXTOS DIRECTOS PARA TOMAR DECISIONES

• (Génesis 3:9) Dios te busca y te hace un llamado. ¿Dónde estás tú?

• (Deuteronomio 30:19) Dios ha puesto delante de ti la vida y la muerte, la ben-


dición y la maldición, ¿cuál de los dos le gustaría escoger?

• (Josué 24:15) ¿Usted y su familia están dispuestos a entregar sus vidas a


Jesús?

• (2 Reyes 5:13-14) Si Dios te pide hacer algo difícil, ¿no lo harías? ¿Cuánto más
te ha dicho: ‘Lávate y serás limpio’?

• (Salmo 40:2) ¿Usted cree que Dios pueda sacarlo del pozo de la desespera-
ción?

• (Proverbios 23:26) ¿Quisiera entregar hoy su corazón a Jesús?

• (Isaías 1:18) ¿Quisiera usted ser limpiado de su vida pecaminosa? Dios desea
hacerlo como blanca lana.

• (Isaías 43:25) ¿Cree usted que Dios borra todos sus pecados?

• (Ezequiel 11:19) ¿Quisiera usted que el Señor transforme su corazón?

• (Miqueas 7:18-19) ¿Usted quisiera que Dios lo perdone y olvide sus pecados?

• (Mateo 7:13-14) Hay solo dos caminos, el ancho y el angosto, ¿cuál de los dos
caminos escogería usted?

• (Mateo 3:13-17) ¿Usted quisiera ser bautizado siguiendo el ejemplo de Jesús?

• (Mateo 11:28-29) ¿Quisiera tener paz en su corazón?

• (Lucas 5:27-28) ¿Usted quisiera ser un discípulo de Jesús?

• (Juan 3:5) ¿Usted desea nacer del agua y del Espíritu para entrar al reino de
los cielos?

206
• (Juan 14:27) ¿Quisiera tener paz en su alma?

• (Hechos 2:28) (Marcos 16:16) ¿Usted quisiera recibir estas tres grandes ben-
diciones en su vida? El perdón de sus pecados, el don del Espíritu Santo y la
salvación en Jesús.

• (Hechos 3:19) ¿Usted quisiera que sus pecados sean borrados?

• (Hechos 8:36) ¿Qué impide que usted sea bautizado?

• (Hechos 22:16) Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y


lava tus pecados, invocando su nombre.

• (Hechos 16:30-33) ...Y sacándolos, les dijo: ‘Señores, ¿qué debo hacer para
ser salvo?’. Ellos dijeron: ‘Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu
casa’.

• (2 Corintios 6:2) Apreciado amigo, ¿cuándo es el tiempo aceptable?, ¿cuándo


es el día de salvación?

• (Hebreos 10:22) ¿Desearía usted que Dios purifique su corazón de mala con-
ciencia?

• (1 Juan 1:9) ¿Usted quisiera que Dios perdone todos sus pecados y lo limpie
de toda maldad?

• (Apocalipsis 3:20) Dios te está llamando y tocando tu corazón, ¿quisieras que


Jesús entre en tu vida, y te de la paz y la vida eterna?

CONCLUSIÓN
Apreciado hermano instructor bíblico, que el Espíritu de Dios te utilice poderosamen-
te a tomar decisiones para los estudiantes de la Biblia, para ello requieres mucha
consagración y dependencia del Espíritu Santo. Que estas citas de las Sagradas
Escrituras puedan ser de ayuda en la ganancia de almas.

“No debes esperar a sentirte segura en todas las preguntas para bautizarte. Toda la
luz que tú recibas a partir de las Sagradas Escrituras requiere que la lleves a cabo.
Todavía obtendrás mayor luz, y entonces será tu deber llevar a cabo lo que recibas”.7

“Algunos se han atrasado, esperando que Dios remueva todas las dificultades y lo
haga todo a su manera. Pero tú puedes ser bautizado en la fe de Cristo y en su pro-
mesa. Sin embargo, debes estar dispuesta a recibir toda la luz que pueda ser dada.
Tienes que andar en toda la luz que el Señor te ha enviado”.8

7
Ibid., 1:162.
8
Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 1987), 2:264.

207
¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Elías Alfaro Revilla


Mayordomo
Misión Peruana Central Sur

208
209
“Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales,
hay un lugar designado en la tierra donde tenemos que trabajar para Dios”.1

o primero que tenemos que procurar es conocer la esencia de la testificación:

L Cristo vivo en nosotros y manifiesto por nuestro intermedio. Relacionándonos


de esta manera con Cristo lograremos fuerza para testificar por él. Jesús afirmó
este poderoso principio cuando dijo a sus discípulos: “Y vosotros daréis testimonio
también, porque habéis estado conmigo desde el principio” (Juan 15:27).

Elena de White declara: “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer
trabajo. Sea tu oración: Tómame, ¡oh, Señor!, como enteramente tuyo. Pongo todos
mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra
hecha en ti. Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día.
Somete todos tus planes a él para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo
indicase su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios”.2

En otras palabras, necesitamos ser arrebatados por una pasión por Cristo y un deseo
ardiente de llevar a otros ante él, en vez de entusiasmarnos con planes o métodos. Es
nuestro deber adorarlo a la vez que testificamos de él.

PROPÓSITO DEL ESTUDIO


Creo que como miembros de iglesia estamos saturados por muchos métodos de
evangelización y diversos planes. Todos ellos son necesarios y tienen su lugar y su
motivo, pero no son útiles a menos que estén arraigados y broten de los métodos de
testificación de Cristo.

Lee detenidamente la Biblia:


Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos,
dijo: Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta
vida. (Hch. 5:19, 20).

ALGUNAS RAZONES COMO DEBEMOS TESTIFICAR


Testificar constituye un mandato y la iglesia tiene esta obligación; alguien debe cum-
plir este mandato de Cristo, de llevar adelante la obra que él comenzó en la tierra. A
la iglesia se ha a concedido este privilegio. Con este propósito ha sido organizada de
la siguiente manera:

1. ES UN ASUNTO DE OBEDIENCIA. En el libro de los Hechos, vemos a la


iglesia activamente involucrada en la testificación. Otro concepto que des-
cribe la actividad de la iglesia es evangelización, aunque el mismo no apare-
ce muy a menudo en el libro de los Hechos. Los apóstoles arriesgaron sus
vidas con el fin de obedecer a Dios. No podían negar lo que había sucedido
en sus vidas y lo que habían visto personalmente. La historia de los pro-
fetas y apóstoles nos ofrece muchos nobles ejemplos de lealtad a Dios.
1
Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro (Buenos Aires: ACES, 2013), 267.
2
Elena G. de White, Camino a Cristo (Buenos Aires: ACES, 2020), 69.

210
Los testigos de Cristo han sufrido cárcel, tormento y la misma muerte antes de
quebrantar los mandamientos de Dios.3

Testificar no es un invento de los hombres. Dios ordenó que sus seguidores


deben ser testigos. Testificar se relaciona con obedecer. Sin testificación no se
puede obtener ser testigos.

2. LA TESTIFICACIÓN ES UN ASUNTO DE VALENTÍA. Los primeros cristianos


estaban tan llenos del Espíritu de Dios, tan persuadidos de la relevancia del men-
saje que la gente creyó lo que tenían para decir. No podían resistir la sabiduría y
el Espíritu con que hablaban (Hch. 6:10).

“La convicción inspirada de que tenían el mensaje correcto y que Dios estaba
del lado de ellos, capacitó a los discípulos para trastornar el mundo de su tiem-
po. Bajo el poder y la influencia del bautismo del Espíritu Santo, miles se convir-
tieron y se bautizaron. La valentía y efectividad del testimonio de los apóstoles
surgía de haber recibido al Espíritu Santo. La condición laodiceana en muchas
de nuestras iglesias, nuestra indiferencia a las apelaciones misioneras urgentes
y la falta de motivación para participar en los esfuerzos por ganar personas
indica que nos falta algo importante en nuestras vidas. Si solo estuviéramos
vitalizados por el Espíritu Santo, habría cien misioneros donde ahora hay uno”.4

3. LOS MILAGROS EN LA TESTIFICACIÓN. Los milagros y manifestaciones


sobrenaturales fueron muy comunes entre los primeros adventistas. Elena G. de
White escribió que las escenas de milagros en Pentecostés han de repetirse bajo
la lluvia tardía y con mayor poder.5

“Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de san-


ta consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje
celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán
milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes.
Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del
cielo a la vista de los hombres. Es así como los habitantes de la tierra tendrán
que decidirse en pro o en contra de la verdad”.6

Los adventistas del séptimo día no deberíamos depreciar los milagros. Sin em-
bargo, Elena G. de White nos advirtió que no debemos considerar los milagros
como la característica de nuestro ministerio, porque quien haga de la operación
de milagros la prueba de su fe, encontrará que Satanás puede, mediante una
variedad de engaños, realizar que pasarán por milagros genuinos.7

3
Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles (Buenos Aires: ACES, 2014), 68.
4
Elena G de White, Consejo sobre la salud (Buenos Aires: ACES, 2009), 507.
5
Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro (Buenos Aires: ACES, 2013), 92.
6
Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: ACES, 2015), 670.
7
Elena G. de White, Mensajes selectos (Buenos Aires: ACES, 2015), T2. 62.

211
RESULTADO DEL TESTIMONIO PERSONAL
El testimonio nos ayuda a entender que en algunas ocasiones debemos esperar más
de lo que deseamos, a fin de ver los resultados de nuestra labor de testificación.
Un ejemplo claro es en el día del Pentecostés, algunos se burlaron y decían que los
discípulos estaban borrachos (Hch. 2:13). A nadie le agrada que alguien se ría, Pedro
se puso de pie y presentó su poderoso testimonio de lo que había sucedido recien-
temente, ese día se añadieron como tres mil personas (Hch. 2:41).

1. Victorias del testimonio. Recordemos que la ganancia de las almas es la obra


de Dios. Por lo tanto, cualquier sentimiento personal de fracaso o de victoria no
tiene lugar alguno en dicha obra. Debemos cooperar con Dios testificando, pero
las conversiones son la obra de Dios. Los que trabajan para Cristo nunca han de
pensar, y mucho menos hablar acerca de fracasos en su obra. La ganancia de las
almas requiere los esfuerzos humanos; sin embargo, la conversión es un milagro
que proviene de Dios.

Recuerdo que mi hija Cesia me lanzó un reto: “¿Crees que estoy preparada para
el bautismo?”. En sí, me estaba diciendo: “Estoy lista papá”. Después de bauti-
zar a nuestra hija, le dije a mi esposa: “Creo que el testimonio no es un fracaso
es una bendición que solo hablemos de Cristo”.

2. El testimonio trastorna al mundo. “La obra evangélica es la tarea de abrir


las Escrituras a otros, es amonestar a los hombres y mujeres acerca de lo que
sobrevendrá al mundo, ha de ocupar más y más el tiempo de los siervos de Dios.
Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa
consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje ce-
lestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra”.8

3. El testimonio trae recompensa. Un testimonio personal no es lo mismo que


una confesión de fe. Este último concepto es una breve frase concerniente a la
fe depositada en Jesús. Por otro lado, un testimonio personal no es una autobio-
grafía, es un instrumento evangelizador que ha de expresarse en pocos minutos.
Un testimonio personal, al igual que una confesión de fe, no es algo que está
completo en sí mismo. Es la etapa inicial del proceso de testificación. Debe ser
sustentado y complementado por la presentación del evangelio y por estudios bí-
blicos. Evangelizar mediante testimonios es algo que surge de nuestra comunión
con Jesús.9

Podriamos decir que para tener un testimonio poderoso, tendríamos cuatro ele-
mentos.
• Mi vida antes de que me entregara a Cristo.
• Cómo me convertí.
• Lo que Jesús representa hoy en mi vida.

8
El conflicto de siglos, 597.
9
Carlos Martín, La ciencia de ganar almas (Buenos Aires, Argentina, 2012), 96.

212
• Un texto apropiado que se relacione con un testimonio y que representa una
hermosa promesa.

ACTIVIDADES PARA HOY:


1. Mi vida antes de aceptar a Cristo: Comparta con sus oyentes aquellas cosas
que puedan contribuir a que ellos se identifiquen con usted.
2. Cómo me hice cristiano: Diga cómo fue que sucedió. Aunque usted se haya
criado en un hogar cristiano, hubo un momento en el que decidió entregar su vida
por completo al Señor.
3. Mi vida desde que me entregué a Cristo: Diga cómo su vida ha cambiado.
Cuente algo del gozo que usted experimenta ahora.
4. Para concluir, utilice un texto apropiado que resuma su vida y pueda repre-
sentar algo hermoso para tu prójimo.10

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Javier Flores Campos


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Misión del Oriente Peruano

10
Ibid.

213
214
as campañas de evangelismo representan un gran desafío por varias razones, el

L predicador, la logística, el financiamiento, el clima, entre otros. Sin embargo, hay


un desafío no menor, y tiene que ver con que nuestros estudiantes de la Biblia,
amigos, vecinos y familiares puedan asistir a las campañas. En mi corto ministerio
como miembro, estudiante de Teología, pastor y predicador me he encontrado, en
muchas ocasiones, con una constante: poca asistencia de “invitados” a la campaña.
Pareciera que hacemos todo los preparativos de la mejor manera, y a pesar de eso,
la asistencia es poquísima.

Hace algún tiempo prediqué en un coliseo con capacidad para cinco mil personas,
de las cuales, aproximadamente trescientas no eran adventistas. ¿Qué pasó? Puedo
imaginar levantando tu mano para dar una respuesta: “Es que el predicador no era
famoso”. Imagino a un joven hablando: “Faltó publicidad en afiches, radio, televisión,
y hasta en redes sociales”. También puedo imaginar a una dama diciendo: “Es que la
gente no tiene tiempo y mucho menos en un día de semana”. Bueno, las respuestas
a la pregunta pueden ser muchas más y podrían abarcar desde el clima, hasta la
ubicación del lugar.

¿Cómo puedo hacer para que mis amigos, vecinos y familiares asistan a las campa-
ñas de evangelismo? Y es que las caravanas, semanas, días o impactos de evange-
lismo están dedicadas a los amigos, vecinos y familiares.
Sí, es bueno que la hermandad asista a las campañas, pero no son nuestro público
objetivo.

ROMPIENDO MITOS DEL PORQUÉ NO TENEMOS MUCHA ASISTENCIA A LA


CAMPAÑA DE EVANGELISMO

1. “El predicador no es famoso”. Existen predicadores que tienen un “nombre ya


ganado” y sin tanta publicidad tienen asegurada la asistencia de mucha gente a
los auditorios. Sin embargo, he visto de cerca, como un organizador o promotor
de la campaña que, son famosos entre los adventistas, entre la hermandad, y un
5 % como máximo (puede ser mucho menos incluso) entre los no adventistas.
¿Qué me indica eso? Que es el adventista quien pone esa “barrera”. Los amigos,
vecinos y familiares no tienen conocimiento de si es o no famoso, ellos solo irán
a la campaña si son invitados adecuadamente.

2. “Faltó más publicidad”. Está demostrado que la mejor publicidad y la más


efectiva es la de persona a persona, la publicidad “cuerpo a cuerpo”. Los volan-
tes, radio, redes sociales y demás, ayudan; pero no determinan la asistencia a
la campaña. Piensa en cómo reaccionas cuando estás en la calle y te entregan
“volantes publicitarios”, la mayoría de las personas reciben el “papel” y lo des-
echan. Solo un porcentaje mínimo se detiene a leer y será impactado de manera
positiva. Y es que no hay ningún compromiso entre el que entrega el volante y el
que lo recibe. Sucede lo mismo con las redes sociales, pues por los algoritmos, la
publicidad solo le llegará a determinado segmento, y si no le interesa, simplemen-
te hará caso omiso. ¿Suman? Claro, pero no podrían reemplazar a la invitación

215
personal a nuestros amigos, vecinos y familiares. En ellos sí hay compromiso y no
desecharían tu invitación como lo harían con un volante en la calle.

3. “La gente no tiene tiempo”. La gente tiene tiempo para lo que quiere. Si no
quieren asistir a tu campaña, aunque tengan tiempo, no irán simplemente porque
no quieren. Claro, si hacemos una invitación personal, un día antes o incluso una
semana antes, creo que una persona seria hasta podría ofenderse. Una invita-
ción a “última hora” no puede ser tomada como seria y algo importante. Si hay
planificación y anticipación, así como una invitación adecuada, ten por seguro
que existe una alta probabilidad de que tus invitados asistan a la campaña de
evangelismo.

¿CÓMO INVITAR ADECUADAMENTE A NUESTROS AMIGOS PARA QUE ASIS-


TAN A LA CAMPAÑA DE EVANGELISMO?

A continuación, cinco pasos para hacer una invitación adecuada, teniendo como
modelo una boda o matrimonio, donde existen ingredientes que hacen que la invita-
ción sea oportuna, en el que no hay famosos, ni publicidad millonaria y los invitados
asisten en su gran mayoría.

PASO 1: ORAR

• Elabore una lista de 30 nombres como posibles invitados.


• Ore por una semana por cada nombre de la lista de posibles invitados.
• El objetivo es que antes de invitarlos, tú ya oraste para que Dios te use.

PASO 2: INVITAR UN MES ANTES

• La invitación es con seguridad y autoridad, ya oraste por él.


• La invitación es personalizada, con nombre y apellido. Puede hacer una tarjeta
diferente con un sobre o dedicatoria.
• El objetivo es que la invitación sea tomada como importante y especial.
• Invite con sabiduría. He aquí un ejemplo: después de saludar amigablemente
–se espera que se invite a amigos, vecinos y familiares, no a desconocidos de
preferencia– se hace la pregunta clave:
—“¿Qué planes tienes para este [día] y [fecha] a las [hora]?”.
Normalmente uno o dos meses antes, la mayoría de personas no tiene planes. Pero
si tuvieran, con anticipación, podrían acomodar sus agendas. Y van a responder.
—“Creo que nada, ¿por qué?”.
Es ahí cuando por voluntad propia, preguntan, y nosotros le daremos la respuesta.
—“Es que ese [día] y [fecha] a las [hora], en [lugar exacto], se estará desarrollando
un evento titulado [título] dedicado a la familia con el orador o conferenciante [nom-
bre del pastor] y demás invitados [nombres]. Un programa dedicado a la familia, me
gustaría que tú seas mi invitado especial. Tengo entradas VIP para mis invitados”.
Como es con anticipación, y es tu amigo, vecino o familiar, normalmente no rechaza-

216
rá porque ya te dijo que ese día tiene “libre”. Felicítalo. Y dile que será una noche [o
día] especial y que desde ya estarás orando.

PASO 3: CONFIRMAR UNA SEMANA ANTES

• La confirmación es de suma importancia. Ya sea por celular o personalmente


debes confirmar su asistencia.
• Menciona que la confirmación es para ver el tema de la movilidad, la alimen-
tación y las “butacas”.
• El objetivo es generar compromiso con la invitación especial, y que están pre-
parando todo lo mejor para su asistencia.

PASO 4: RECORDARLES UN DÍA ANTES

• El recordatorio es importante un día antes, ya sea personalmente o por celular.


• Hace acordar de la actividad e implica seriedad.
• Esto indica que tú estás muy interesado en su visita y que solo esperas con
mucha alegría ese día.
• El objetivo es recordarle y enfatizar el tema del horario, clima, cochera, etc.

PASO 5: RECÓGELOS PERSONALMENTE

• Ellos invitados, muchos de ellos no conocen el lugar ni detalles de ingreso.


• Considera que la mayoría de personas en realidad no quisiera ir, pero lo hacen
por un compromiso generado en las invitaciones.
• Recuerde que el enemigo hace de las suyas.
• Después de ubicarlos personalmente en las butacas o bancas, los debe acom-
pañar en todo tiempo, y después, invítelos a cenar o a comer algo saludable.

CONCLUSIÓN
En la experiencia de los que han aplicado este plan, y que no son pocos, de los 30
posibles invitados por quienes oraron, en el segundo paso, por lo menos 5 no acep-
taron la invitación. Luego, en el paso de confirmación, otros 5 no confirmaron, y un
día antes en el recordatorio, 5 más desistieron. El día que los recojas, por la gracia de
Dios llevarás a unos 10 o 15 invitados a tu campaña. Por eso se llama 1x15.

Elena G. de White escribió: “Dios desea hacer grandes cosas por nosotros. Nuestra parte con-
siste en orar y creer. Velad en oración. Velad, y cooperad con el Dios que oye la oración. Recordad
que “somos colaboradores de Dios”. Hablad y obrad de acuerdo con vuestras oraciones. Significará
para vosotros una infinita diferencia el que la prueba demuestre que vuestra fe es genuina, o revele
que vuestras oraciones son solo una forma”.1

1
Elena G. de White, La oración (Buenos Aires: ACES, 2013), 54.

217
Vamos a orar, pero vamos a hacer nuestra parte también. Trabajemos con anticipa-
ción y sabiduría, apliquemos los pasos adecuadamente y veremos auditorios, plazas,
coliseos, templos y casas con muchos invitados porque Dios nos usó grandemente.
Si el enemigo es astuto para impedir que la gente vaya a Jesús, nosotros debemos
ser más astutos (Mat. 10:16) y más sabios, pues “el que gana almas es sabio” (Prv.
11:30). Nosotros somos colaboradores de Cristo, nada más y nada menos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Heyssen Cordero Maraví


Ministerio Personal, Escuela Sabática y Evangelista
Unión Peruana del Sur

218
219
n joven evangelista deseaba mucho aprender acerca de cómo obtener el éxito

U en llevar personas a tomar una decisión por Cristo. Le preguntó al gran y expe-
rimentado evangelista Robert Boothby, cómo él conseguía tantas decisiones
en su ministerio. El Pr. Boothby respondió: “Usted no espera tener decisiones toda
vez que predica, ¿no es así?”.
“¡Oh, no!”, respondió el joven evangelista. “No todas las veces, pero espero que
suceda de vez en cuando”.

Rápido como un relámpago, Boothby respondió: “Es ese exactamente su problema,


mi querido joven. Usted debe esperar tener decisiones todas las veces que predica.
Y entonces las alcanzará”.

Este principio se aplica a los estudios bíblicos de la misma manera que los sermones
evangelísticos. Las mayores decisiones de la vida son normalmente tomadas en for-
ma gradual. Somos lo que somos hoy en virtud de las decisiones o elecciones que
hicimos a lo largo de nuestra vida. Algunas de estas decisiones fueron grandes, otras
pequeñas. La suma de todas ellas determinó la dirección de nuestra vida.

SON CUATRO PASOS QUE LAS PERSONAS SIGUEN EN LA TOMA DE DECISIONES:


1. Las informaciones deben ser claras y sus preguntas deben ser respondidas.
2. Deben tener convicción de lo que Dios desea que hagan.
3. Deben tener el deseo de hacerlo.
4. Deben tomar una actitud.

I. INFORMACIÓN
Todas las decisiones están basadas en la información adecuada. Antes de tomar una
decisión relacionada a las verdades bíblicas, la persona debe estar convencida de
estas verdades.

“Una única frase de las Escrituras es de mucho más valor que diez mil ideas y argumentos huma-
nos”.1
“Sed muy cuidadosos acerca de cómo manejáis la Palabra, porque esa Palabra ha de inducir a la
gente a hacer su decisión. Dejad que la Palabra sea la que corte, y no vuestras palabras”.2 (Obreros
evangélicos, p. 211).

El mensaje que usted proporciona debe tener las siguientes características:


• Necesita ser claro y convincente.
• La información debe ser completa.
• Esto es racional y produce convicción.
• Las personas deben estar convencidos de estas verdades.

Según Jesús, ¿qué es lo que nos libera para tomar decisiones sabias? Y cono-
ceréis la verdad, y la verdad os libertará (Juan 8:32).

1
Elena G. de White, Testimonios selectos (Buenos Aires: ACES, 2013), 7:71.
2
Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: ACES, 1987), 211.

220
II. CONVICCIÓN
La convicción es un paso importante en la toma de decisiones. Una vez que la per-
sona tenga las informaciones adecuadas, también tendrá el sentido de lo que es
correcto y de lo que debe hacer.

“Cuando las personas que están bajo la convicción no son inducidas a hacer una decisión en la
primera oportunidad posible, hay peligro de que la convicción se desvanezca gradualmente”.3 (Evan-
gelismo, p. 220).

• La verdad produce convicción.


• El mensaje elimina las dudas.
• La palabra que informa es la misma que transforma.
• Esto produce deseo y voluntad.

Cuando Félix, el oficial romano, estaba en proceso de convencimiento, ¿cómo res-


pondió al llamado de Pablo? “Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su
mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al
disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix
se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré” (Hechos
24:24-25).

Felix volvió atrás en sus convicciones. Dudó, postergó. Y nunca más respondió al
llamado de Cristo.

III. DESEO
El deseo es el sentimiento y la voluntad de actuar. Es necesario tener más que infor-
mación e incluso convicción para hacer alguna cosa. La persona también debe tener
el deseo de actuar con respecto a la información percibida.
• Aquí la mente es tocada.
• La verdad produce un deseo.
• En lo íntimo del alma la persona ya decidió.

Jesús siempre motivaba a las personas compartiendo los beneficios o tomando las
decisiones correctas.

¿Cómo respondió Jesús a la afirmación de Pedro: “He aquí, nosotros lo hemos deja-
do todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?”.
“Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa,
o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de
mí y del evangelio” (Marcos 10:29, 30).

Las personas responden al llamado cuando comprenden que el evangelio les ofrece
mucho más de lo que pueden imaginar.

3
Elena G. de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 2013), 220.

221
IV. ACCIÓN
El cuarto paso en la toma de decisiones es la acción. Cuando la persona tiene in-
formación adecuada, la convicción de lo que es correcto y el deseo de hacerlo, el
próximo paso lógico es la acción.

El veterano evangelista J. L. Shuler afirma: “Las decisiones se originan de la inte-


racción entre el conocimiento, la convicción y el deseo en la mente de la persona.
Cuando el conocimiento y el deseo de la persona en relación a un determinado ob-
jeto alcanza una cierta intensidad, la mente humana es inducida a una toma de de-
cisión. Los sermones, los estudios bíblicos y las conversaciones personales deben
ser parte de una hábil combinación de factores de deseo y convicción relacionados
a determinado asunto”.

Al finalizar cada estudio de la Biblia, debemos invitar a las personas a tomar una de-
cisión acerca del tema estudiado. Durante el estudio bíblico, el Espíritu Santo está
operando en su corazón, convenciéndolas de la verdad e implantando el deseo de
seguirla.

• Haga el llamado.
• Llame a los indecisos.
• Llame al frente.
• Dé el tiempo necesario.
• Baje del púlpito, no tenga miedo y acérquese a la persona.

Existen tres factores que impiden que las personas tomen una decisión completa al
llamado:

FACTOR 1: Las personas tienden a dudar en aceptar algunas verdades porque no


comprenden toda la verdad.
CÓMO ACTUAR. Estimular a los oyentes a dar los “primeros pasos”. Ayudarlos a
tomar una actitud en relación con lo que conocen y Dios les dará la comprensión de
nuevas verdades.

FACTOR 2: Las personas tienden a postergar los cambios que las hacen sentir in-
cómodas.
CÓMO ACTUAR. Explicar a los oyentes el peligro de la demora. Cuanto más espe-
ramos para tomar una decisión que sabemos que debe ser tomada, menos probable
será que lo hagamos.
Ejemplo: ¿Qué desafío presentó Josué al pueblo que luchaba para tomar una deci-
sión importante? (Josué 24:15).

FACTOR 3: Las personas tienden a exagerar las consecuencias negativas de su


decisión.
CÓMO ACTUAR. Cuando abandonamos aquello que acariciamos por causa del Rei-
no de Dios, Él no solamente atiende nuestras necesidades, sino devuelve mucho,
mucho más.

222
“Muchos están convencidos del pecado, y sienten su necesidad de un Salvador que
perdona el pecado; pero están meramente insatisfechos con sus objetivos y blanco,
y si no hay una aplicación resuelta de la verdad a sus corazones, si no se hablan las
palabras en el momento debido, invitándolos a la decisión ante el peso de la evi-
dencia ya presentada, los convictos siguen adelante sin identificarse con Cristo, se
desvanece la áurea oportunidad, y no se han entregado, y se apartan más y más de
la verdad, se apartan de Jesús y nunca hacen su decisión por la causa del Señor”.4

Usted jamás desista hasta que la batalla esté ganada y que el alumno esté seguro al
lado de Cristo. “Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, y del
poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa”.5

SUGERENCIAS PARA LOGRAR DECISIONES SEGURAS


• Practique el método de Cristo. Ame a las personas, atienda sus necesidades,
gane su confianza e invite a seguir a Jesús.
• Enseñe con convicción y entusiasmo.
• Procure que su estudiante aprenda a aceptar y amar a Cristo.
• Obtenga decisiones progresivas.
• Haga llamados personales y directos.
• Cuente testimonios de victorias obtenidas.
• Ore y dependa del Espíritu Santo.

LLAMADO A LA DECISIÓN
• Presente los beneficios que obtendrá al tomar la decisión más importante de
su vida.
• Estimado amigo, Carlos: ¿Quisiera usted recibir tres grandes y hermosas ben-
diciones para su vida? El perdón de sus pecados, el don del Espíritu Santo y la
salvación en Jesús. (Hechos 2:38) (Marcos 16:16)

CONCLUSIÓN
Los cuatro pasos para tomar una decisión para el bautismo son los siguientes: infor-
mación, convicción, deseo y acción.
Nosotros como agentes de Dios debemos invitar a las personas a tomar una deci-
sión; que reconozcan que Cristo es su único Salvador personal y por ende deben ser
bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Debemos orar intensamente por los estudiantes de la Biblia y quien los convence es
obra del Espíritu Santo.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Elías Alfaro Revilla


Mayordomo
Misión Peruana Central Sur

4
El evangelismo, 209.
5
Ibid., 336.

223
224
n buen día caminando Jesús con sus discípulos, el Maestro vio necesaria una

U parada especial con aspectos inusuales. Aquel mediodía sintió hambre y pidió
a los discípulos ir a comprar a la ciudad, pues Él esperaría en un paraje de Isa-
car, en la región de Samaria junto al tradicional pozo de Jacob a una mujer para una
entrevista con el propósito de discipularla.

Jesús sabía que esta mujer con aspectos especiales que la vida había marcado en su
vida vendría a sacar agua del pozo de Jacob al mediodía. Ella tenía un triste pasado
y sin saber lo que le esperaba, en su encuentro con Jesús, tenía la oportunidad de
un futuro promisorio.

En la vida de la mujer samaritana existen tres momentos especiales: el primer mo-


mento es su pasado triste, vergonzoso y condenable por la sociedad. El segundo
momento es el encuentro con Dios, momento que, Jesús propició. Y el tercer mo-
mento, la muestra visible de una mujer transformada en una persona que cumple la
misión como consecuencia de haber conocido a Jesús.
Todo aquello que nace, indefectiblemente tiene que crecer para poder desarrollarse
hasta alcanzar un punto de plenitud. El sabio Salomón escribió una verdad: “La sen-
da de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en
aumento hasta que el día alcanza su plenitud” (Proverbios 4:18, NVI).

El discipulado se desarrolla en la medida que se conoce a Jesús en su plenitud, y


no hay otra forma de hacerlo, si no es a través de los hábitos como la comunión
personal, culto familiar, asistencia a la iglesia, al grupo pequeño, a la escuela sabá-
tica, la recepción de sábado y otros. Cuanto más tiempo pasa el nuevo discípulo en
contacto constante con el Maestro, va a descubrir que valió la pena tomar la decisión
de seguir a Jesús.
En Juan 4, podemos notar que Jesús hizo dos grandes cosas en la vida de esta mujer
que, por la gracia de Dios, la condujo a la plenitud de la vida, conocer a Jesús y las
evidencias de su crecimiento; para que finalmente sea una predicadora de Jesucristo.

CRECIENDO EN EL CONOCIMIENTO DE JESÚS


¿Cómo llegó a conocer la mujer samaritana la plenitud de Cristo?
Es necesario explicar la actitud de Dios en la búsqueda de los pecadores para hacer-
les el bien y fortalecerlos constantemente a quienes acepten su gracia y amor.
Dios hace lo siguiente: 1) El discipulado es iniciativa divina, la salvación siempre parte
por Jesús. Dios encuentra al ser humano y no el hombre a Dios. 2) Aproximación divi-
na, Dios mismo acude de manera personal al pecador, así como en el jardín del Edén
fue personalmente en busca del pecador. 3) Dios usa el diálogo como herramienta de
introspección y expresión abierta para mostrarse quién es Él. 4) Dios tiene el objetivo
de mostrar al Salvador, en el Edén mostró al cordero, en Moriah también mostró el
cordero a Abraham como salvador del sacrificio de Isaac.

Conociendo estos aspectos de Dios con el propósito de salvar al pecador, en el rela-


to de la mujer samaritana es Jesús quien preparó el momento y tomando la iniciativa
esperó en el pozo para pasar a solas con la mujer.

225
El punto de partida del discipulado es conocer plenamente a Jesús, para ello se re-
quiere construir un puente entre el corazón del nuevo discípulo con el cielo y permitir
que Cristo camine conectando su vida con Dios.
Era importante para Jesús que la mujer llegue a conocer plenamente a Cristo y este
conocimiento vivencial y cognitivo sea un proceso de menos a más, de lo conocido a
lo desconocido y la experiencia de esta mujer se desarrolló en cuatro pasos:

1. LA PRIMERA IMPRESIÓN DE LA MUJER FUE VER EN JESÚS A UN SIM-


PLE HOMBRE JUDÍO. Esta es también la impresión de mucha gente que em-
pieza a interesarse de las cosas espirituales, de la Biblia o de Jesús. Hay quienes
consideran a Jesús como un ser igual que cualquier humano dándole un trato
discriminativo; así pasó con la mujer samaritana cuando expresó: “¿Cómo tú,
siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y
samaritanos no se tratan entre sí” (Juan 4:9).

El conocimiento pobre de un Jesús judío de la historia, que nació en Jerusalén,


hijo de José y María, que marcó un antes y después en la historia universal, es
minúsculo frente al concepto. Como un judío más no marca nada en la vida del
pecador, al contrario, levanta preguntas, conflictos, prejuicios, creando una ba-
rrera entre Dios y el hombre.

2. LA SEGUNDA IMPRESIÓN DE LA MUJER FUE VER EN JESÚS UN SEÑOR.


En este nivel podemos colocar a aquellos que toman respeto por un personaje
con un nivel de mucho respeto. La mujer reconoce en Jesús un judío diferente,
con un trato especial, no ofensivo, educado e interesado en hacerle el bien. “La
mujer le dijo: Señor, dame esa agua para que no tenga yo sed, ni venga aquí a
sacarla” (Juan 4:13).

Si en ese instante la mujer hubiera regresado a la ciudad, hubiera ido a comentar


a la gente que se encontró con un judío diferente al común de los demás, porque
Jesús siendo judío pudo sociabilizar con ella, y que puede ser aceptado en su
cultura contraria y rechazada, como se trataban entre judíos y samaritanos.

El Jesús como Señor (gr. kurios), que habla sin ofender y es alguien de mucho res-
peto, que tiene autoridad sobre los demás por su carácter, que tiene fundamento
y conocimiento de las cosas, y aunque tenga mucha autoridad no puede hacer
nada en la vida del pecador por el solo hecho de tenerle en gran estima como
Señor de respeto.

3. LA TERCERA IMPRESIÓN DE LA MUJER FUE VER EN JESÚS UN PROFE-


TA. En este punto de la conversación, ella estaba haciendo un punto de quiebre
en su corazón. Gracias a la paciencia que Jesús tiene con sus discípulos y a la
insistencia de mantenerse con toda la tranquilidad frente a los prejuicios de la
samaritana, logró manejar el proceso para que el pecador vaya cambiando su
perspectiva. “Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta” (Juan 4:19).
Jesús cuida de ella con mucho cuidado y le hace un pedido: “Trae a tu marido”,

226
es decir mujer ven acá con aquel que te protege, con aquel que te da seguridad,
con aquel que te da identidad. Jesús la conduce inteligentemente a descubrir la
realidad de su vida, su más gran necesidad. Ella no tenía dignidad de mujer, sus
emociones estaban quebrantadas, entonces la confronta con ella misma. Jesús
conocía su vida completamente y también tenía la solución para ayudarla.

Sin embargo, un Jesús profeta poco o nada puede hacer por un pecador. El profe-
ta cumplía la función de ayudar a descubrir su realidad, exhortaba, denunciaba el
pecado o la injusticia, lo hacía en privado o en público, tenía un lenguaje personal o
colectivo. El profeta solo llegaba a ese nivel, pues el pecador para arreglar su vida
necesitaba del sacerdote a quien llevaba su ofrenda para arreglar el pecado declara-
do por el profeta. En este sentido, ella hubiera vuelto a la ciudad proclamando que en
Jerusalén se ha levantado un nuevo profeta que no calla y que describe las verdades
encubiertas.

Felizmente Jesús insistió en ella para que descubriera en Él, no a un judío más, no un
Señor de respeto, tampoco un profeta. Pues un personaje como uno de estos, por
así decirlo, no puede hacer nada para ayudar a desarrollar un discipulado exitoso.

4. LA CUARTA IMPRESIÓN DE LA MUJER FUE VER EN EL PERSONAJE QUE


HABLABA CON ELLA AL MESÍAS. Después de pasar un tiempo considerable
con ella, en la intimidad y después de haber desarrollado en ella confianza, se-
guridad e identidad, ella recuerda una esperanza y dice: “Sé que ha de venir el
Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús
le dijo: Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:25, 26).
Gracias a Dios ella pudo descubrir que hablaba con Jesucristo. Para llegar a co-
nocer a Jesús en su plenitud, se requiere pasar tiempo de intimidad, desarrollar
hábitos que denoten la causa de seguir a Jesús para tener hábitos que demues-
tren el efecto de vivir con Él. Conocer a Jesús en plenitud conducirá a tener un
discipulado en plenitud.

En el proceso de conocer a Jesús, ella fue rompiendo preconceptos que al inicio


impedían ver la plenitud del Salvador. De la misma manera un nuevo discípulo
precisa urgente e inmediatamente la ayuda de ser enseñado, capacitado, instrui-
do y motivado para comprender que Jesús no es solo historia, no es solo res-
peto, no es solo quien revela la verdad como un profeta, sino que es el Mesías,
el Salvador.

El crecimiento del discípulo nuevo tiene su origen en Cristo, el Mesías, en la inti-


midad con Dios en su hogar para presentarlo en su vida abierta y expresamente
a Jesús para cumplir la misión.

EVIDENCIAS DEL CRECIMIENTO


¿Qué hizo Jesús en la vida de la mujer como evidencia de un discipulado efectivo?
En el proceso de conocer a Jesús para crecer como discípulo, se evidencia la inter-
vención del Espíritu Santo realizando milagros. “Por sus frutos los conoceréis. ¿Aca-

227
so se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos
frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado
y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Luc. 6:16-20).

No hay un calendario preciso para ver las evidencias de una vida transformada, como
tampoco hay una regla que rija la manera como Dios interviene para realizar cambios
en la vida de la persona. Es simplemente conocer más y más a Jesús en lo más
profundo del ser, y el mayor milagro es la transformación del carácter, el cambio de
intenciones, emociones, pensamientos, sentimientos. Y todo lo demás, que espera
una persona, será el resultado de la voluntad de Dios ejerciendo milagros en la vida
del discípulo. Sin embargo, en el proceso del discipulado de esta mujer, Jesús realizó
tres milagros:

1. Jesús la ayudó a cambiar la perspectiva de lo material por lo espiritual. La


llevó a mirar las cosas materiales como pasajeras, efímeras, sin valor eterno, por
aquello que da paz, gozo y tranquilidad. “Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera
que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que
yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una
fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13-14).
2. La suma de todas las cosas materiales jamás alcanza para lograr la paz
espiritual, pero con una vida rica espiritualmente se puede restaurar todo lo
material. Y si por alguna razón no se logra alcanzar lo que más deseamos en esta
tierra, en el cielo tendremos todo lo que Dios ha prometido.
Con la paz espiritual, la mujer ahora regresaría a casa con otra perspectiva de
vida, porque teniendo mucho o poco ella sería feliz. Lo mucho no siempre da
felicidad, ni lo poco trae siempre tristeza; cuando Jesús interviene en el corazón
humano entonces los ojos carnales pueden alcanzar a ver cosas espirituales y
por lo tanto es feliz.
3. Jesús la ayudó a poner en orden sus emociones. El pedido de venir trayen-
do a su marido, en realidad la estaba conduciendo a verse a sí misma. “Jesús le
dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido.
Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido,
y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad” (Juan 4:16-18).

Si alguno de los seis hombres, los primeros cinco y el último que vivía con ella
en ese momento hubieran tenido la capacidad de amarla en verdad, no la hubie-
ran dejado ir sola a sacar el agua en ese horario; entonces, ella hubiera sentido
la protección, la seguridad e identidad. Un “marido” es alguien que está para
atenderla y sostenerla. Por eso que la respuesta de ella es: hombre así no tengo.

Solo la intervención de Dios en la vida del nuevo discípulo es capaz de poner en


orden las emociones rotas, que justamente condujo a esta mujer a envolverse
en escándalo tras escándalo. Pero una persona que retoma su dignidad se hace
respetar, es capaz de amar con sinceridad y será amada, pues será valorada.

228
4. Jesús la ayudó a encontrar la correcta adoración. Justamente la disputa
grande entre samaritanos y judíos era el lugar de adoración. “Jesús le dijo: Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos;
porque la salvación viene de los judíos” (Juan 4:21-22).

Los samaritanos que habían perdido de vista la Palabra de Dios, creían más en
sus tradiciones, costumbres y herencia cultural. Y por otro lado los judíos habían
puesto su confianza plena en el templo de Jerusalén.

Nuevamente se requiere la intervención del Espíritu Santo para entender los


grandes principios de adoración, y esta era una necesidad en ambas regiones,
pues esto los había llevado a grandes conflictos y enemistades, llegando incluso
a negarse un vaso de agua.

Jesús aclara principios de adoración, pues la adoración a Dios es en espíritu y


en verdad; es decir, en espíritu (con alegría) y en verdad con principios. No es
pura gracia y tampoco es pura ley.

El discípulo debe adorar en espíritu de alegría y gratitud porque primero Dios le


salvó, y luego debe ser guardador de la verdad, es decir cumplir la ley como res-
puesta de obediencia. Esto implica poner a un lado las costumbres familiares,
herencias culturales y tradiciones ancestrales para adorar transparentemente a
Dios. También se debe recordar al discípulo que el templo tiene su importancia
debida, pero que nunca debe estar por encima del amor a Dios.

RESULTADOS MARAVILLOSOS
¿Qué hizo la mujer samaritana para demostrar que fue discipulada por Cristo? Ella
solo abrió el corazón y Dios hizo su tarea para que luego Él abra las ventanas del cielo
para bendecirla y que ahora ella haga su tarea.
Entonces una vida desarrollada en Cristo con frutos que saltan para vida eterna tiene
la capacidad de cumplir la misión sin ningún pretexto o rechazo a la orden divina:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén” (Mateo 28:19, 20).

Ahora con un corazón transformado, ordenado, con una perspectiva espiritual por
encima de lo material y sobre todo con la experiencia de haber conocido a Cristo,
ella: “… dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hom-
bre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?” (Juan 4:28, 29).
Ella fue a sacar agua y dejó su cántaro, es decir el cántaro que representa su pasado
angustioso y deprimente lo dejó en las manos de Cristo. Y en lugar de llevar el agua
del pozo a su casa; llevó el agua de vida eterna a los hombres de la ciudad.

229
Su pasado, fruto de la destrucción que logró realizar Satanás, fue restaurado por
aquel que lo venció en la tumba fría y que salió para dar esperanza a quienes acep-
ten su gracia. Y allí mismo donde cayó la mujer, se levantó demostrando de manera
natural que encontró a Cristo e invitó a los hombres de manera muy interesante a
conocerlo, despertando interés cuando proclamaba a su Salvador diciendo: “¿No
será este el Cristo?”.

En conclusión, el crecimiento en Cristo es la continuidad del proceso del discipulado,


el bautismo no es el fin de la conversión, es tan solo en la mayoría de los cristianos el
punto de partida para desarrollar la caminata con Dios hacia el cielo.

Pero, dos cosas son importantes, llegar a conocer a Jesús cada día más, y además
es necesario el acompañamiento a los recién bautizados a través de programas que
instruyan y motiven a mantener íntima comunión con Dios. Solo una caminata con-
secuente con Dios permitirá ver las grandes cosas que Él puede hacer en sus hijos.

¡Juntos y CONECTADOS para hacer DISCÍPULOS!

Pr. Edinson Vásquez


Presidente
Asociación Peruana del Sur

230
Notas

231
Notas

232

También podría gustarte