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El Hacedor de La Realidad

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Vadim Zeland

El Hacedor
de la Realidad

Traducido del original en ruso por Fede (2023)


Índice

Comentarios de los Lectores 5

Introducción 7

De qué trata este libro 10

La muerte de un programador 17

Galería de espejos 32

Domesticar el péndulo 37

La intención externa 43

Nada más que Transurfing 49

Ponerse al sol 53

Situaciones paradójicas 58

Regalos y cumplidos 64

Comida viva 69

Los observadores del trolebús 88

El amo de la cerveza 96

Matanza de animales 102

El triunfo del absurdo 110

La batalla de los péndulos 118

El espacio de las variantes 122

La audacia de los dioses 131

La timidez de los magos 138

Corregir la realidad 144


El silencio de la eternidad 148

Presa de un sueño 154

Coordinación del optimismo 160

Vacuna contra la superstición 165

Patrón de contraste 170

Propósito y derecho 175

El Celador del carrusel 177

Glosario de términos 183

Anexo 198
Comentarios de los Lectores

"Por extraño que parezca, ¡el Transurfing funciona de verdad! ¡Increí-


ble! Algunos Las cosas que han empezado a sucederme son poco menos que
milagrosas. Yo nunca habría creía que eso era posible".

"¡Hay muchas impresiones! "Siento una especie de emoción infantil al


empezar a comprender cosas que antes sólo había adivinado”.

"¡Quiero decir que funciona! ¡Es increíble! No recuerdo ningún momento


en el que haya estado tan seguro de que las cosas serían como yo quería. Su-
cederá como deba ser".

"He visto la felicidad a mi alrededor, ¡y cada día es mayor! Es extraño,


pero siempre ha estado a mi alrededor y no me he dado cuenta".

"Tengo que decirte que es el tipo de libro que he esperado toda mi vida.
Describe con precisión la relación entre mi alma y mi mente".

"Tengo la sensación de que puedo mover montañas. Que todo es posible.


Algunas sensaciones son incomprensibles, soy tan feliz como un niño. No
hay expresiones suficientes para describir todo lo que siento”.

"Al principio hubo una sensación de cambio de realidad. Yo no estaba


allí, estaba en una corriente de energía que irradiaba de... ¿Palabras? ¿Qué
significa? No puedo explicarlo. Entonces, como una especie de shock y no
entendieras nada durante un rato.”

“Estoy obteniendo un placer irreal. El libro no es mi guía para la acción.


Era como si hubiera podido formular lo que estaba sucediendo al final”.
"Todos los problemas de mi vida han empezado a resolverse suavemente,
todo se está asentando y encajando en su sitio. ¡Genial!"

"Me faltan palabras para describir el estado en que me encuentro ahora.


Es solo aproximado: paz, tranquilidad, felicidad…"

"Supongo que hay algo en ello que hace que mi mente grite silenciosa-
mente de alegría…"

"¡Estoy extasiada! No recuerdo la última vez que me emocioné tanto. El


Transurfing me sacó de un atolladero al que no veía ningún límite ni final".

"¡Impresionante, increíble y asombrado de nuevo!"

"Realmente funciona. Nada más importa".

Fuente : http://transurfing.newmail.ru
Introducción

ESTIMADO LECTOR:
A pesar del título, este libro no es en absoluto una fantasía. La realidad
cotidiana aparece bajo un aspecto nuevo, desconocido, que la convierte en
más sorprendente que cualquier misticismo. Estás a punto de descubrir que
el mundo que nos rodea no es exactamente como estamos acostumbrados a
verlo.
La realidad, con toda su diversidad, tiene una simetría especular clara-
mente definida. La naturaleza dual de nuestro mundo se manifiesta en todas
partes: hay izquierda y hay derecha, hay arriba y abajo, alma y mente, vivos
y muertos, blanco y negro, tangible e ilusorio. El dualismo es la causa del
eterno enfrentamiento entre dos escuelas de pensamiento: el idealismo y el
materialismo.
Pero aún así, ¿qué es realmente nuestro mundo: un sistema mecanicista o
una ilusión virtual? Si miramos en una sola dirección, hay muchas contradic-
ciones y paradojas. La llamada proporción áurea tampoco existe, es demasia-
do difusa. Entonces, ¿dónde está la verdad?
En nuestra búsqueda de una pista tomaremos una ruta poco convencional.
Como respuesta a cualquier pregunta del tipo "¿qué es la realidad: esto o
aquello?" - tomaremos un postulado no trivial: "ambos". La verdad no está
en el medio, sino precisamente en la intersección de las facetas de la polifa-
cética realidad. Junto al universo material, existe su imagen especular, un
mundo intangible e invisible, pero igual de real, cuya presencia se manifiesta
en fenómenos inexplicables. En el punto en que estos dos mundos se encuen-
tran, la realidad se vuelve no sólo inteligible sino, sorprendentemente, mane-
jable.
La humanidad, sin embargo, tiende a irse a los extremos, por lo que, de-
pendiendo de su visión del mundo, intenta buscar soluciones a sus problemas
en el ámbito de la realidad material o en el de la metafísica. Ninguno de es-
tos enfoques da resultados satisfactorios. El hombre está a merced de las cir-
cunstancias: la vida le "sucede," como un sueño, sobre el que no puede in-
fluir.
Y, sin embargo, hay una forma fundamentalmente distinta de interactuar
con el mundo que nos rodea, el Transurfing, que se analizará en este libro. La
conclusión es que si se tienen en cuenta ambos lados del mundo dual y se si-
guen ciertas reglas, se puede acceder al control sobre el curso de los aconte-
cimientos. La realidad deja de existir como algo externo e independiente del
hombre: éste adquiere la capacidad de subordinarla a su voluntad.
Seguramente habrás oído que la energía del pensamiento no desaparece
sin dejar rastro: sin duda de que influye en la realidad que nos rodea. Pero,
¿Cómo utilizamos esta energía? ¿Por qué no se cumplen nuestros deseos y
nuestras peores expectativas? ¿Por qué los métodos de visualización conoci-
dos funcionan en algunos casos y no en otros?
El hecho de que hay un eslabón perdido, sin el cual cualquier práctica
esotérica se convierte en una pérdida de tiempo. Mientras tanto, el secreto
está en la superficie, y es tan incomprensiblemente sencillo que cuesta creer-
lo. Este libro responde a la pregunta de cuál es ese eslabón perdido. Una vez
que tengas la clave de una realidad manejable, descubrirás un mundo en el
que lo imposible se hace posible.
El libro nació como resultado de la correspondencia con lectores que han
experimentado el Transurfing en su propia experiencia. Todos ellos cuentan
con auténtico asombro los increíbles cambios que se han producido en sus
vidas. Por lo general, los problemas molestos desaparecen; las puertas que
antes parecían irremediablemente cerradas, se abren; la gente de alrededor
empieza a ser inexplicablemente más simpática; la realidad cambia de aspec-
to literalmente ante sus ojos.
Es como si, de un modo incomprensible, los pensamientos se convirtieran
en realidad. Si esta es tu primera introducción al Transurf,(1) es posible que
te encuentres con conceptos desconocidos que se explican en el glosario de
términos. Para una explicación más detallada de los principios de la gestión
de la realidad, véanse los libros “Reality Transurfing” y “Las Manzanas Ca-
en al Cielo”. Aunque mucho de lo que aprenderás te parecerá muy inusual,
recuerda: aquí no hay ficción, todo es real.

Notas
(1) Aquí el Autor usa una palabra ligeramente diferente: Трансерфингом, “Transerfin-
gom,” (transbordo) se utiliza aquí como “Transurf”. Al final del libro, en el Glosario, se
describe su significado (NdT).
De qué trata este libro

UNO de los fenómenos más familiares y a la vez misteriosos de la vida


humana son los sueños. El hombre pasa un tercio de su vida soñando. Todo
lo que le ocurre en este estado límite sigue siendo un misterio. La investiga-
ción científica en este campo ha aportado pocas explicaciones. También las
interpretaciones filosóficas se precipitan de un extremo al otro. Algunos di-
cen que los sueños son ilusiones, otros argumentan que incluso nuestra pro-
pia vida no es más que un sueño. ¿Quién tiene razón aquí?
El Transurfing como doctrina esotérica aborda esta cuestión desde una
perspectiva diferente. ¿Realmente imagina la mente sus propios sueños? Por
un lado, los acontecimientos que se producen son virtuales, pero por otro, los
sueños parecen tan reales que una persona los toma siempre por la realidad.
Se sabe que en los sueños se pueden observar imágenes como si no fueran de
nuestro mundo. Y es bastante claro que en la vida es imposible ver tales co-
sas. Si el sueño es una especie de simulación de la realidad por nuestros cere-
bros, ¿de dónde vienen estas imágenes e historias inimaginables?
Existe la hipótesis de que el propio cerebro sintetiza los sueños y, mien-
tras sueña, percibe estas imágenes del mismo modo que en la realidad. Esto
no es más que una hipótesis. Hasta ahora, nadie ha demostrado que sea así.
En el modelo del Transurfing, la interpretación es bastante diferente: la men-
te subconsciente no está imaginando nada por sí misma, sino que está direc-
tamente conectada a un espacio de variantes que contiene toda la informa-
ción. El espacio de las variantes es un espacio de información que almacena
los escenarios de todos los eventos posibles. El número de variantes es infi-
nito, como el número infinito de posiciones posibles de un punto en una cua-
drícula de coordenadas. Todo lo que fue, es y será está registrado allí.
No saques conclusiones escépticas. Mira atentamente un objeto, luego
cierra los ojos e intenta imaginártelo. Aunque tengas una extraordinaria capa-
cidad de visualización, no podrás "ver" el objeto con los ojos cerrados igual
que con los ojos abiertos. La imagen que ha captado tu cerebro es sólo una
fotografía de muy baja calidad. Supón que tu cerebro almacena esa imagen
como un determinado estado de un grupo de neuronas. Entonces, para repro-
ducir todas las imágenes de nuestra memoria, ninguna neurona, a pesar de su
gran número, será suficiente.
Si nuestros recuerdos y sueños son la reproducción de lo que se graba en
las neuronas, ¿Cuántas de esas células debe haber en la cabeza? El Transur-
fing explica esta contradicción por el hecho de que las neuronas no son por-
tadoras de información como los bits de un ordenador. El cerebro no almace-
na la información en sí, sino una especie de dirección a la información en el
espacio de las variantes.
Quizá el cerebro pueda contener una cantidad limitada de datos.
Pero incluso siendo un sistema biológico perfecto, no es capaz de guardar
en la memoria todo lo que estamos dispuestos a reproducir. Mucho menos
puede sintetizar el tipo de realidad virtual tan perfecta como el sueño. No de-
bemos dejarnos engañar por el poco convincente argumento de que, apagán-
dose, el cerebro es capaz de percibir con claridad las imágenes que imagina.
Si convencionalmente atribuimos todo lo consciente en la psique humana
a la mente, y lo subconsciente al alma, entonces podemos decir que soñar es
el vuelo del alma en el espacio de las variantes. El alma tiene acceso directo
al campo de la información, donde todos los "guiones y decorados" se alma-
cenan inmóviles, como los fotogramas de una película. La mente no imagina
sus sueños, los ve realmente. Y no son ilusiones en absoluto, sino una pelícu-
la real de lo que podría haber ocurrido en el pasado o en el futuro.
En los sueños se observan todo tipo de sucesos posibles, pero como hay
innumerables potenciales, no hay garantía de que el sueño tenga algo que ver
con la realidad. Cualquier acontecimiento que ocurra en nuestro mundo real
es una realización material de una de las muchas variantes. El mundo mate-
rial se mueve en un espacio infinito de variantes, como el fotograma de una
película en una pantalla, dando lugar al fenómeno de la materia en movi-
miento a través del tiempo.
Parece difícil creer en ello. ¿Dónde está el espacio de las variantes? ¿Có-
mo es posible en general? Desde el punto de vista de nuestra percepción tri-
dimensional, está en todas partes y al mismo tiempo en ninguna. Quizá esté
más allá de los límites del universo visible, o quizá esté en tu taza de café.
En cualquier caso, no en la tercera dimensión. Aunque en principio es posi-
ble acceder a este campo de información. De ahí proceden el conocimiento
intuitivo y la clarividencia. La mente no puede crear nada principalmente
nuevo. Sólo puede ensamblar una nueva versión de una casa a partir de ladri-
llos viejos. Todos los descubrimientos científicos y las obras maestras del
arte son recuperados por la mente del espacio de variantes a través del alma.
Pero, ¿hay algo en común entre el sueño y la realidad? Mientras dormi-
mos, no pensamos en echar un vistazo crítico a lo que está ocurriendo. En los
sueños, la realidad virtual se simula de forma sorprendentemente natural.
Aunque a menudo ocurren sucesos extraños allí, los percibimos como algo
ordinario. En un sueño, uno está completamente a merced de las circunstan-
cias, el sueño "te sucede" y no hay nada que puedas hacer al respecto.
En el sueño inconsciente, la mente no ejerce su control sobre el alma,
sino que observa la película como un espectador. Y al mismo tiempo experi-
menta lo que ve, y estas experiencias se transmiten al alma, que se ajusta in-
mediatamente al sector del espacio de variantes correspondiente a las expec-
tativas. Así, el guión cambia dinámicamente a medida que avanza. El decora-
do y los actores se adaptan instantáneamente a los cambios del guión. La
imaginación participa en el sueño, pero solo como generadora de ideas.
Pero a veces, si tenemos suerte, nos damos cuenta en algún momento de
que estamos soñando. En ese caso, un sueño inconsciente se convierte en un
sueño consciente. En un sueño consciente, uno participa en un juego virtual
y se da cuenta de que es sólo un sueño. Si nunca te ha ocurrido y es la prime-
ra vez que oyes hablar de ello, no lo dudes: no es una fantasía. Hay muchos
libros sobre el sueño lúcido, y hay aficionados en todo el mundo que lo prac-
tican todo el tiempo.
En cuanto una persona se da cuenta de que es sólo un sueño, se revelan
habilidades asombrosas. No hay nada irrealizable en un sueño consciente:
uno puede controlar los acontecimientos y hacer cosas insondables, como
volar. Pero incluso en un sueño, el mero deseo de emprender el vuelo no es
suficiente. No es el deseo en sí lo que se realiza, sino la fijación del objetivo.
No se trata de pensamientos de deseo, sino de otra cosa, algo difícil de des-
cribir con palabras. Hay una fuerza entre bastidores en el juego de los pensa-
mientos. Y, sin embargo, esa fuerza tiene la última palabra. Probablemente
habrás adivinado que se trata de una intención. La intención puede definirse
a grandes rasgos como la determinación de tener y actuar.
El deseo por sí mismo no hace nada. Por el contrario, cuanto más fuerte
es el deseo, menos posibilidades de éxito hay. Si estás en un sueño, deseando
volar, preguntándote si es posible o no, no lo conseguirás. Para volar, basta
con elevarse en el aire con intención. La elección de cualquier escenario en
un sueño no se hace por deseo, sino por la firme determinación de alcanzar el
objetivo. No razonas ni deseas, sino que simplemente tienes y actúas.
La intención es la fuerza motriz que impulsa el guión en un sueño cons-
ciente. Pero he aquí la pregunta: ¿por qué nuestros miedos también se hacen
realidad? ¿Pueden contarse como intención? Tanto en los sueños como en la
vida real, nos persiguen perpetuamente variantes con guiones de nuestros
miedos, preocupaciones, resentimientos, odios. Al fin y al cabo, ¿si no lo
quiero, no pretendo tenerlo? Sin embargo, seguimos obteniendo lo que lu-
chamos por evitar. ¿No importa la dirección de nuestro deseo? La clave está
en una fuerza aún más misteriosa y poderosa cuyo nombre es intención ex-
terna.
La intención de hacer algo por uno mismo es conocida por todos: es la in-
tención interior.
Es mucho más difícil extender la acción de la propia voluntad al mundo
exterior. El concepto de intención externa está inextricablemente ligado al
espacio de variantes. Todas las manipulaciones con el tiempo, el espacio y la
materia, que no se prestan a una explicación lógica, se atribuyen comúnmen-
te a fenómenos mágicos o paranormales. La intención se denomina externa,
ya que está fuera de la persona y, por tanto, más allá de su mente. Sin embar-
go, en un determinado estado de conciencia, el hombre es capaz de acceder a
ella. Si sometes la voluntad de esta poderosa fuerza, puedes hacer cosas in-
creíbles. Los magos de la antigüedad utilizaron este poder para construir las
pirámides de Egipto y hacer todas esas maravillas.
Si intentas mover mentalmente un lápiz sobre una mesa, no funcionará.
Pero si tienes la firme intención de imaginar que se mueve, puede que lo
consigas.
Supongamos que consigues mover el lápiz (al menos, los psíquicos pue-
den hacer algunas cosas). Puede parecer un poco raro lo que voy a decir. ¡El
lápiz no se mueve! Y al mismo tiempo, no sólo te parece a ti. En el primer
caso, estás intentando mover el lápiz con la energía de tus pensamientos. Ob-
viamente, esa energía no es suficiente para mover un objeto material. En el
segundo caso te deslizas por sectores de espacio de variantes, donde el lápiz
tiene una ubicación diferente. ¿Entiendes la diferencia?
Aquí hay un lápiz sobre la mesa. Con el poder de la intención, imagina
que empieza a moverse. Tu intención explora sectores del espacio, en los que
el lápiz toma cada vez más posiciones. Si la emisión mental es lo suficiente-
mente fuerte, el lápiz se materializa constantemente en nuevos puntos del es-
pacio real. Una "capa lápiz" separada se mueve mientras que otras capas, in-
cluida la del observador, permanecen inmóviles. No es el objeto en sí lo que
se mueve, sino su realización en el espacio de variantes. El movimiento de
los llamados objetos voladores no identificados, para los que no parecen
existir las leyes de la física (en particular, la inercia), se basa en el mismo
principio. No es de extrañar si no tienes éxito con la telequinesis.
La mayoría de las personas tienen muy poco desarrolladas esas capacida-
des. Y ni siquiera es que se tenga una energía débil, sino que es muy difícil
creer en tal posibilidad y, por tanto, inducir en ti una intención exterior pura.
La gente que es buena en la telequinesis no mueve objetos. Tienen la capaci-
dad única, a través del poder de la intención, de dirigir su energía para mover
realizaciones materiales en el espacio de variantes.
Cualquier cosa que implique una intención externa se considera misticis-
mo, magia o, en el mejor de los casos, fenómenos inexplicables, cuyas prue-
bas se depositan con éxito en estantes polvorientos. La visión ordinaria del
mundo rechaza de plano tales cosas. Lo irracional siempre evoca una especie
de miedo. Las personas que observan ovnis sienten un temor y una conster-
nación similares. El fenómeno inexplicable está tan lejos de la realidad que
uno no quiere creer en él. Y, al mismo tiempo, tiene una audacia tan abruma-
dora para ser real que resulta aterradora.
La intención externa es el caso cuando "si Mahoma no va a la montaña, la
montaña va a Mahoma". El trabajo de la intención externa no va necesaria-
mente acompañado de fenómenos paranormales. En la vida cotidiana, nos
enfrentamos constantemente a los resultados de una intención externa. En
concreto, es la intención externa la que hace realidad nuestros temores y
nuestras peores expectativas. Pero como en este caso funciona independien-
temente de nuestra voluntad, no somos conscientes de cómo ocurre.
La capacidad de controlar un sueño se manifiesta como resultado de la
conciencia que uno tiene de sí mismo en el sueño en relación con la realidad
real. En esta etapa de la consciencia, uno tiene un punto de referencia -la rea-
lidad- al que puede volver al despertar. La realidad, a su vez, es como un
sueño de vigilia inconsciente: uno está a merced de las circunstancias y la
vida "le sucede" a uno. Uno no recuerda sus vidas pasadas y no tiene un pun-
to de referencia desde el que ascender a la siguiente etapa de consciencia.
Sin embargo, la situación no es tan desesperada. Existen métodos indirec-
tos en el Transurfing que aún pueden utilizarse para hacer que la intención
externa funcione de forma indirecta. La energía de los pensamientos de una
persona, en determinadas condiciones, es capaz de materializar tal o cual
sector del espacio de las variantes. En otras palabras, un hombre es capaz de
dar forma a su realidad. Pero para ello es necesario respetar ciertas normas.
La realidad tiene dos formas: la física, que se puede tocar con las manos,
y la metafísica, que está más allá de la percepción pero no es menos objetiva.
En cierto sentido, el mundo es un vasto espejo dual, a un lado del cual está el
universo material y al otro se extiende el espacio metafísico de las variantes.
La potencialidad se traduce en realidad, como un reflejo en un espejo de va-
riantes. La mente humana vulgar intenta infructuosamente influir en el refle-
jo, mientras que es necesario cambiar la propia imagen.
¿Qué tipo de imagen es ésta? ¿Cómo cambiarla? ¿Cómo lidiar con este
extraño espejo? El Transurfing da respuesta a todas las preguntas. En esen-
cia, se trata de una potente tecnología para controlar la realidad. El objetivo
aquí no se consigue, sino que se realiza en gran parte por sí mismo. Sólo sue-
na increíble dentro de los confines de la visión ordinaria del mundo. Al rom-
per el cerrojo de los estereotipos, se abre la puerta a un mundo donde las po-
sibilidades sólo están limitadas por la intención, donde las quimeras se hacen
realidad.
La muerte de un programador

"LLEVABA MUCHO TIEMPO ESPERANDO UN LIBRO COMO ÉSTE.


Funciona, no cabe duda. Pero parece que todavía no soy capaz de captar lo
esencial. Supongo que no lo estoy haciendo todo bien. Lo primero que estoy
aprendiendo es a no malgastar energía, aunque a veces pierdo los estribos.
Casi me he acostumbrado a decirme a mí misma que ‘puede que yo no lo se-
pa, pero mi mundo sabe cómo cuidarme’ y ‘mi intención se realiza, todo está
bien y todo va como debe ser’.
Esto está funcionando, pero los problemas siguen persiguiéndome. Mi vi-
da personal no se está desarrollando. Quizá le doy mucha importancia y ne-
cesito aflojar el agarre. Intento no compararme con los demás, como si a
ellos les fuera bien y a mí no. En cuanto tengo dudas, vuelvo a tomar un li-
bro, me ayuda, pero a veces no sé distinguir entre el deseo y la importancia
o una representación visual de lo que quiero. Me confundo.
Por ejemplo, tengo el deseo o la intención de vivir y trabajar en Inglate-
rra. Por casualidad encontré una organización que se dedica a eso. Me en-
gañaron. Pero sigo pensando en ello y dando pasos en esa dirección. Puedo
verlo visualmente, pero quizá no sea mi puerta, no lo sé".
Te contaré la historia de un gran amigo mío. Llamémosle el Programador,
porque esa era su profesión. También quería abandonar su país natal y fami-
liar, duro e incómodo. En Rusia, el Programador era un "chico de los reca-
dos" altamente calificado, y como solía ser bastante frecuente, también "apa-
leado". Allí, en Occidente, sus colegas pertenecían a la casta más elitista de
todos los trabajadores de "cuello blanco". Cuando llegaron desde allí noticias
de sueldos por las nubes, coches caros y chalés con piscina, la cabeza le daba
vueltas y le entraba fiebre en el pecho: una fiebre del oro, por no decir otra
cosa.
Mi amigo, como guiado por los principios del Transurfing, se preguntó:
¿qué objetivo elegir en el mapa? Y su alma contestó inmediatamente sin du-
dar: pues claro, Austria. Por alguna razón, era el país que más cerca estaba de
su corazón. Los Alpes, el esquí alpino, una naturaleza de belleza única y, en
general, uno de los lugares más acogedores del planeta.
Mi amigo, con un brillo en los ojos, me habló de su idea e incluso me
convenció para que fuéramos juntos. Pude ver que había fundido su alma y
su mente en una sola aspiración. Sin embargo, por aquel entonces no cono-
cíamos ningún Transurfing, por lo que la mente del Programador tomó en sus
manos el volante del destino. Un día mi colega apareció con la mirada perdi-
da y me informó de que había que abandonar el plan. Resultó que atravesar
el muro de la ley de inmigración austríaca no era tarea fácil. Prevaleció el ra-
zonamiento pragmático, acostumbrado a tratar con objetivos realistas. Ese
fue el primer error del Programador.
El sueño se enterró precipitadamente y el alma de mi amigo se abatió.
Pero una mente emprendedora pronto encontró un sustituto perfectamente
aceptable. ¡Canadá! No está tan mal. Además hay un gran déficit de especia-
listas, y es mucho más fácil conseguir un visado de trabajo.
La nueva idea era realmente factible. Mi amigo me explicó con todo deta-
lle las ventajas de la empresa. Pero el antiguo brillo de sus ojos había desapa-
recido. Sonaba como un analista que hubiera sopesado cuidadosamente los
pros y los contras y calculado de antemano todo la lógica para lograr el obje-
tivo. Por lo que entendí, el objetivo era conseguir un trabajo bien pagado.
Había que alimentar a una familia. Y no sólo comida: estaba cansado de vivir
en la pobreza, ¡con semejante cerebro! Era muy buen programador.
Como mi amigo era un adicto al trabajo, tenía claro que uno sólo podía
ganarse la vida dignamente trabajando duro. Se puso manos a la obra con
todo su celo. Estudió inglés, dominó la nueva tecnología informática, com-
puso competentemente un currículum y lo envió al lugar adecuado. En gene-
ral, lo hizo todo bien. Pasaron seis meses. Nada de allí, sólo frío silencio. El
CV era hasta perfecto, su cualificación era perfecta, su inglés no estaba nada
mal. Y por el número de direcciones a las que había enviado la propuesta, el
Programador debía de ser conocido en todo Canadá. ¿Qué les faltaba? Quizá
necesitaba mejorar sus habilidades. Así que trabajó más y más, sin reparar en
gastos. Pero el miedo ya estaba firmemente alojado en el alma, afirmado en
un deseo insoportable de hacer lo que sea para conseguir lo que se desea.
¿Era peor que el resto?
Por un lado, existía una grave escasez de especialistas. Pero, al mismo
tiempo, surgía información de que los empresarios canadienses se mostraban
reacios a contratar extranjeros. Una vez más, falló la lógica racional.
En tal situación, la mente del Programador razonó sabiamente que no va-
lía la pena obsesionarse solo con Canadá. Después de todo, podríamos inten-
tar llegar a Estados Unidos. Resultó que nuestros cerebros se valoran allí. Así
que el antiguo objetivo dejó de ser relevante y se inició una nueva campaña
para la conquista de América. Ahora el Programador ya era un programador
experto. Había estudiado a fondo toda la información necesaria y sabía exac-
tamente qué, dónde y cómo. La estrategia y la táctica se habían pensado has-
ta el último detalle. Todo fue de primera: los conocimientos, la experiencia
práctica y la presentación. Se convirtió en un auténtico profesional de la bús-
queda de empleo.
Parecería que los empresarios estadounidenses deberían simplemente
quedarse atónitos ante la excelente preparación de nuestro héroe. Sin embar-
go, nadie estaba interesado en el especialista altamente calificado y no tenía
prisa por cazar su cerebro. La mente del Programador intentaba febrilmente
encontrar la razón de esta extraña situación: todo se está haciendo perfecta-
mente, ¿por qué no hay resultados? ¿Y los cazatalentos? ¿Adónde se fueron?
Y las historias de los cientos, si no miles de informáticos que han hecho bri-
llantes carreras en Estados Unidos?
También esta vez se encontró la explicación. La alta tecnología evolu-
cionó rápidamente La razón era que la alta tecnología se estaba desarrollando
rápidamente y en ese momento el mercado laboral tenía una demanda espe-
cialmente alta de algo que nuestro demandante de empleo no dominaba. A
pesar de que su profesión estaba muy solicitada, el Programador había em-
pezado a aprender la nueva tecnología con el afán que le caracterizaba. ¡Te-
nía que ser el mejor! Cueste lo que cueste. Pero todos sus esfuerzos fueron
en vano. Estados Unidos mantuvo su inquebrantable indiferencia, como una
odiosa e inaccesible Estatua de la Libertad. Así pasó otro año. Mi amigo me
visitaba de vez en cuando y me contaba su calvario. ¿Dónde se había ido esa
luz interior, la luz que emanaba de él cuando hablaba con tanta pasión de su
Austria? Ya no era un entusiasta animado, sino un jugador cansado y ansioso,
que comprobaba metódicamente su correo todos los días a la espera de sus
ganancias.
Quien no ha estado en esa situación difícilmente puede entender lo que
significa equilibrarse entre la esperanza y la desesperación.
Pero un día recibió por fin una propuesta, ¡no sólo una, sino tres a la vez!
Qué coqueta y cruel es esta suerte. Ocurrió justo en el momento en que el
Programador ya había perdido la esperanza y casi abandonaba su empresa.
La entrevista tuvo lugar en Moscú. Por supuesto, se entusiasmó y fue allí
de inmediato. La primera reunión tuvo lugar en una cafetería de lujo. El Pro-
gramador fue recibido, casi cordialmente, y la conversación transcurrió sor-
prendentemente bien y con facilidad. La amable americana le invitó a un ca-
fé y un pastel. Sin embargo, cuando ella pagó despreocupadamente, él casi se
desvaneció de vergüenza y asombro: ¡nunca había imaginado que pudiera
costar tanto! Sin embargo, ya era hora de acostumbrarse a su nueva vida:
pronto también podría permitirse muchas cosas.
La segunda entrevista, con una empresa diferente, fue exactamente lo
contrario de la primera. El arrogante portero fingió no entender lo que le de-
cía el patético provinciano y no quiso dejarle entrar en el hotel donde estaba
prevista la reunión. Los dos americanos no muy amigos interrogaron al Pro-
gramador, aparentemente para verificar el interrogatorio, aparentemente para
probar su tolerancia al estrés. Luego tuvo que tomar una una prueba informá-
tica bastante complicada. No le comunicaron el resultado, pero a juzgar por
las caras de satisfacción de los examinadores también salió bien.
Animado por este éxito, el Programador se sintió tanto mejor que ni si-
quiera acudió a la tercera entrevista, con una empresa finlandesa. ¿Finlandia?
Los Estados Unidos, ahí es donde debería apuntar. Cuando regresó a casa,
como es la etiqueta, envió cartas de agradecimiento por la entrevista. Ambas
empresas respondieron: ¡le habían aceptado!
¡Al fin! El Programador fue merecidamente recompensado por todas sus
angustias. Eso es lo que da el trabajo duro y la perseverancia. Todo ha queda-
do atrás. Sólo quedaba elegir entre dos empresas. La primera, con la que tu-
vo lugar aquella agradable conversación en el café, estaba en Arizona; la se-
gunda, en California. Qué giro del destino: ¡ahora tiene que elegir! Bueno...
La mente omnisciente del Programador, como de costumbre, estaba allí:
¿qué haría en Arizona, ese desierto de cactus? Pero por lo que parece, el tra-
bajo en California iba a ser mucho más estresante. Y el camino hacia esta
empresa fue laborioso desde el principio. Pero el adicto al trabajo no buscaba
el camino fácil: eligió la segunda opción.
Por primera vez en su vida tuvo que interpretar un papel desconocido y
rechazar educadamente una oferta de una acogedora empresa de Arizona. Pe-
ro no importaba. Lo principal era que ahora toda su vida estaba llena de ale-
gres preparativos. Pronto llegó la invitación, y el Programador no tuvo nin-
gún problema para conseguir el ansiado visado de trabajo, ¡para toda la fami-
lia!
Sin embargo, tuvo que vender el piso barato donde vivían los tres con su
mujer y su hija e irse a vivir con sus padres. Si no, ¿de dónde sacaría un po-
bre programador ruso 1.500 dólares para pagar un visado para los tres? Pero
eso ya no importaba. Todo iba bien y les esperaba una vida segura y cómoda
en la soleada California.
Una vez solucionado el problema, el Programador comunicó a su empre-
sa que estaba listo para marcharse. Era la primavera de 2001. Estados Unidos
esperaba impaciente al Programador. Le iban a reservar un billete de avión.
Nada parecía interponerse en el camino de lo que estaba a punto de suceder.
Pero ahora, por alguna razón, se encontró de nuevo con un frío silencio.
El Programador no podía esperar a recibir una respuesta y envió una carta
tras otra. ¿Qué podría haber pasado? Una olvidada sensación de pánico em-
pezaba a despertar en su pecho.
Últimamente, con toda esta agitación, había dejado de prestar atención a
las noticias del otro lado del océano. Ahora, cuando empezó a leer las rese-
ñas de los analistas sobre la situación económica en EE.UU., surgió ante él
un panorama aterrador. En el sector de la alta tecnología se estaba gestando
rápidamente una crisis sin precedentes. Decenas, cientos de miles de especia-
listas perdían su empleo. Las empresas, cuyas actividades estaban relaciona-
das con la informática y las telecomunicaciones, sufrían enormes pérdidas.
Resultó que la empresa del Programador estaba entre las que quebraron por
completo.
Era algo que no esperaba. Ahora los empresarios estadounidenses no sólo
buscan extranjeros: sus propios especialistas eran menospreciados. Además,
sus visados ya no eran válidos, puesto que estaban diseñados para un trabajo
específico. ¿Y el piso? Tampoco tenía su apartamento.
Eso fue todo... Fue su ruina.
La conmoción se vio agravada por el hecho de que, irónicamente, la em-
presa de Arizona había conseguido mantenerse a flote y continuar con su
existencia normal. ¡El Programador hizo un intento desesperado de aplicar
allí! Por supuesto, nadie le dignificó con una respuesta.
Mi amigo estaba destrozado por este fracaso, pero no estaba a punto de
acabar con su vida, como podría pensarse.
Buscó con el mismo ahínco un trabajo bien remunerado, aunque no fuera
en el extranjero, pero al menos aquí, en Rusia. Creía que el trabajo duro pue-
de conseguirlo todo. Y, efectivamente, el destino pareció apiadarse de él:
pronto recibió una oferta muy lucrativa de una empresa cercana de donde vi-
vían él y su familia.
Le ofrecieron un sueldo muy alto, pero el Programador no quiso para
continuar su carrera en un pueblo menos prestigioso. El listón de la ambición
ya estaba muy alto. Después de todo, casi había tomado California por asal-
to. Además, estaba acostumbrado a darlo todo lo mejor que pueda.
De hecho, el Programador ya se había convertido en el tipo de profesional
de más alto nivel que se podía encontrar. Y así, en el verano de ese año, des-
pués de haber pasado por todos los rigores del proceso de selección, final-
mente consiguió un puesto en una empresa estadounidense con sucursal en
Moscú.
El salario era, incluso para los estándares de la capital, tan decente que
habría bastado para pagar la vivienda, y todo lo demás en exceso. Bueno,
ahora todo debería ir bien, pensó. La empresa es estable, había sobrevivido a
la crisis, sus beneficios crecían.
El Programador llegó a Moscú, consiguió el empleo y empezó a trabajar,
lo que prometía una impresionante promoción profesional. Era muy probable
que con el tiempo le enviaran a trabajar allí, en América. Tal vez eso sería
mejor. Después de todo, si no funcionó la primera vez, entonces el destino le
había salvado de lo peor.
Sin embargo, su alegría fue prematura. Fue el 11 de septiembre, aquel
memorable día en que los atentados terroristas de Nueva York destruyeron
edificios y mataron a miles de personas. Pues bien, la sede de la empresa se
encontraba en uno de esos rascacielos y dejó de existir a raíz de aquel hecho.
Así que el destino había decidido burlarse también esta vez. Parecía co-
mo si algunas fuerzas malignas estuvieran tratando de eliminarlo. Cuanto
más lo intentaba, peor era el resultado. Ahora sí que había llegado el final.
No tuvo más remedio que volver a casa.
Así que mi amigo se despidió de la esperanza. Vendió su ordenador y de-
cidió no volver a dedicarse a esta actividad aburrida. El Programador murió.
Roto, agotado, cansado de la vida, él sobrevivió.
Fue a una fábrica, donde ganaba una miseria con un simple trabajo ma-
nual. Tan alto como fue su ascenso en calificaciones, tan profunda fue su caí-
da. Así que la mente del Programador decidió castigarse por su inutilidad.
¿Se puede culpar al hombre por sus actos en esta triste historia? Al fin y
al cabo, desde el punto de vista de una visión común del mundo, lo estaba
haciendo todo bien. Mucha gente hace lo mismo. Algunas personas tienen
suerte. Tuvo mala suerte. Pero las cosas podrían haber sido muy diferentes.
Veamos los errores desde la perspectiva del Transurfing.
El primer error es renunciar a su objetivo porque es difícil de alcanzar. El
objetivo original del Programador -Austria- fue elegido correctamente, por-
que nació en la unidad del alma y la mente. Si uno, pensando en la meta, lite-
ralmente vuela en alas con la anticipación de la felicidad, significa que esta
misma unidad se ha logrado. En tal estado, el alma canta y la mente se frota
las manos de satisfacción. Ten en cuenta que esto no es más que una etapa de
determinación del propio objetivo.
Pero ahora se plantea la cuestión de los medios para conseguirlo. Si el
Sueño parece irrealizable, la mente, temiendo volar hacia las nubes, tiende a
desechar la vana empresa para atender a cosas más reales. En realidad, la
mente no está en las nubes, pero tampoco en tierra firme, sino en el pozo mi-
serable de su propia ignorancia.
La llamada mente sobria, basada en estereotipos cotidianos, es incapaz de
encontrar un camino que realmente conduzca a una meta difícil de alcanzar.
El camino hacia el éxito es siempre estrictamente individual: la vida misma
lo demuestra.
La verdadera sabiduría, acumulada a través de generaciones de experien-
cia, sostiene que la fórmula del éxito es cambiante; su única permanencia es
que siempre aparece como una excepción a la regla. La razón -ese "padre de
los errores difíciles"- acepta ciegamente como verdad un conjunto de este-
reotipos generalmente aceptados que tienen poco valor. Así, todo se pone pa-
tas arriba. Te sugiero que releas detenidamente este párrafo.
Lo único que se exige a la mente en la fase de fijación de objetivos es es-
tablecer si es factible en principio. Con esto concluye su misión. "Pero, mal-
dita sea, ¿de qué manera?" - exclamará la mente racional. Eso no es asunto
suyo. Ya ha demostrado todo lo que es capaz de hacer.
Los caminos y los medios se encontrarán por sí solos, y de formas que la
mente nunca podría haber sospechado. No sabe nada y no puede saber nada.
Si uno piensa constantemente en el objetivo como si ya se hubiera alcanzado,
la intención externa -esa fuerza incomprensible- abrirá a su debido tiempo
las puertas adecuadas, las posibilidades. La tarea de la mente consiste en di-
rigir el tren del pensamiento en la dirección adecuada y poner así en marcha
el mecanismo de la intención externa.
El segundo error fue preocuparse por la falta de resultados, el deseo. Evi-
dentemente, cuanto más te preocupes, más despacio avanzarás hacia tu obje-
tivo, si es que avanzas.
Por supuesto, siempre hay que saber en qué basarse para encontrar el
equilibrio mental. El Transurfing proporciona este conocimiento.
Tu posición en el espacio de variantes en relación con el objetivo es como
si estuvieras en un barco en alta mar. Para llegar a tierra, tienes que navegar
siempre hacia el norte, hacia donde apunta la aguja de la brújula: la dirección
de tus pensamientos. Mientras imaginas la imagen de navegar hasta tierra y
llegar a tierra, tu "flecha" apunta en la dirección correcta. Basta con pensar
en llegar y remar. Sólo eso, ¡y nada más!
Pero aquí la mente impaciente empieza a inquietarse y a sobresaltar al re-
mero: "¿Vamos por el camino correcto? ¿Cuánto falta? ¿Y si no somos lo
bastante fuertes? ¿Y si no hay tierras allí? Por supuesto, tienes que ir por el
otro camino!". Como resultado, la aguja de la brújula empieza a desviarse y
el barco sigue cambiando de rumbo.
La mente no ve movimiento en el espacio de las variantes y, por lo tanto,
está indecisa y ansiosa. Está acostumbrada a tener el control de la situación.
La mente se calmará sólo si le das una tarea en la que entienda lo que está
haciendo. Así que dile que no balancee el barco, sino que mantenga el timón
en su rumbo. Control mental - ahí es donde debería estar el trabajo de la
mente.
Con el deseo las cosas son un poco más complicadas - es el ancla más na-
tural. Sería bueno deshacerse de él. "El camino del samurai," por ejemplo,
consiste en vivir como si ya estuvieras muerto. Entonces no hay nada que
perder ni nada que temer. Del mismo modo, hay que avanzar hacia la meta
desapasionadamente, como si ya se hubiera aceptado la derrota. Entonces
simplemente se cortará la cuerda del ancla.
Si la reconciliación no es posible, al menos debería levantarse el ancla.
Digámoslo así: está el deseo, que se convierte en intención de actuar, y luego
está el anhelo. El segundo representa, en primer lugar, el miedo al fracaso:
quiero tanto que no tengo fuerzas y, al mismo tiempo, tengo miedo de no
conseguirlo. ¿Y por qué tengo miedo? Porque no pienso en el objetivo, sino
en los medios para alcanzarlo.
El deseo crea un exceso de potencial que distorsiona enormemente el
campo de energía circundante y crea resistencia a las fuerzas de equilibrio:
esto es lo que impide que se realice el objetivo.
Hay que recordar a la mente una y otra vez que el objetivo es un hecho
consumado. Por supuesto, de vez en cuando aparecerán pensamientos pesi-
mistas. Que así sea, no hay necesidad de luchar contra ello. Lo principal es
no olvidar que todos estos pequeños titubeos no deben alejarnos del plato
principal.
Después de todo, si razonas, puedes reducir conscientemente el anhelo.
Como recordarás, las ofertas al Programador llegaron precisamente en el mo-
mento en que estaba casi desesperado y, en consecuencia, se dejó llevar por
la convulsiva garra del deseo. Ahora bien, hacerlo conscientemente también
es muy posible. ¿Es eso lo que quiero? Así que ¿cuál es el problema? lo ten-
dré.
El tercer error fue precipitarse de una meta a otra. El Programador sim-
plemente no podía esperar a que la opción madurara y se materializara. Lo
más difícil es saber esperar, manteniendo la calma como dueño de la situa-
ción. Una pausa, durante la cual no ocurre nada, debe ponerse a prueba. Es
una especie de prueba de fuerza.
Esta pausa es inevitable y debe gestionarse con calma. A menudo ocurre
que la mente entra en pánico antes de tiempo y cambia precipitadamente de
rumbo. Y el objetivo estaba a punto de aparecer en el horizonte - agita las
manos con desesperación, intentando atraer la atención de la mente ciega:
"¡Solo espera un minuto!".
La realización material de la variante toma forma como el reflejo en un
espejo. La imagen es el cuadro que gira en tu mente, es decir, la diapositiva
objetivo. La única diferencia entre un espejo del espacio de variantes y uno
convencional es que el reflejo en él no madura inmediatamente, sino con re-
traso.
Imagina una situación tan extraña. Te pones delante del espejo y no ves
nada: un vacío. Sólo después de un rato empieza a surgir gradualmente una
imagen, como si fuera una fotografía. En un momento dado empiezas a son-
reír, pero en el reflejo ves la misma expresión seria.
El espejo del espacio de las variantes funciona de la misma manera. Solo
que el retraso es incomparablemente mayor, por lo que los cambios no son
perceptibles. Pero ¿cómo puede aparecer una imagen en este espejo si la
imagen cambia constantemente? El reflejo aún no ha tenido tiempo de for-
marse y la persona ya tiene prisa por cambiar de diapositiva. El resultado es
sólo una mancha borrosa.
El cuarto error es una diapositiva negativa. La pregunta es: ¿qué tipo de
imagen puede formarse con una diapositiva que contiene reflejos de uno mis-
mo, "indignos e insuficientemente preparados"? Sí, el Programador no tenía
una diapositiva como tal en absoluto. Su mente estaba completamente preo-
cupada por los medios para llegar al fin.
Sólo su intención interior participó en la realización del objetivo. El espe-
jo sólo reflejaba el proceso de lucha y expectación, pero nada más. Por su-
puesto, los métodos convencionales son igual de útiles para lograr el objeti-
vo, pero la espera es incomparablemente más larga y las posibilidades mucho
menores.
El resultado se alcanzará de forma más rápida y fiable si haces rodar por
tu mente la diapositiva de cómo ya has alcanzado el objetivo. ¡Los "alegres
preparativos" deben hacerse ya! Debes alardear frente al espejo como si tu
éxito ya estuviera predeterminado, entonces tu reflejo será acorde.
El hecho es que el espacio de las variantes es una especie de restaurante
paradójico. No te sientas a esperar a que el camarero te traiga la comida en
una bandeja. Hay que actuar como si el pedido ya se hubiera realizado. Lite-
ralmente, fingir y pretender que todo está ya sobre la mesa.
El secreto de este insólito restaurante es que el camarero te observa desde
detrás de las cortinas y te traerá el plato sólo cuando vea que ya te has zam-
pado el almuerzo. ¡Ves, ese es el truco!
El quinto error es ir a contracorriente de las variantes. Esta confusión es
evidente y está a flor de piel. Seguramente comprenderás por qué el Progra-
mador no debería haber dudado en elegir la empresa de Arizona. Cuando se
trata de elegir, debe favorecerse la opción más fácil. Cualquier otra especula-
ción de la mente sobre este asunto, por persuasiva que pueda parecer, puede
rechazarse con seguridad.
La mente del Programador, a su manera habitual, se volvió contra la co-
rriente de las variantes y eligió una puerta ajena por la que, obviamente, no
era fácil colarse. Y ello a pesar de que se le mostró sin ambigüedades cómo
la puerta principal, cuidadosamente alfombrada ante él, ¡se había abierto es-
pecialmente para él!
Naturalmente, en el último momento se le cerró en las narices una extraña
puerta, característica de todas las puertas extrañas. Para eso valen los "argu-
mentos razonables," después de los cuales lo único que se puede hacer es al-
zar las manos: "¡Quién lo iba a decir!". Por supuesto, nadie podía saberlo. Y
no tienes por qué saberlo. Hay que dejarse llevar por las variantes, eso es
todo.
El sexto error es el control mental sobre el guión. Las consecuencias de
este error no son tan evidentes, pero es tan devastador para el resultado como
todos los demás. La mente tiende a suponer presuntuosamente que tiene una
pista de cómo van a desarrollarse los acontecimientos. Y si el guión previsto
no se desarrolla, entonces nada funciona y las cosas van mal. Esta actitud lle-
va la flecha de la línea de la vida a la rama negativa. Y ahí sí que es mucho
peor de lo que podría haber sido.
Cada vez que expresas tu actitud ante un acontecimiento concreto, deter-
minas tu elección en la encrucijada de dos opciones. El movimiento hacia la
meta pasa por un laberinto, que consta de muchas bifurcaciones de este tipo.
La mente, con su lógica primitiva, puede perderse durante mucho tiempo en
este enredo de líneas.
Y la clave del laberinto es muy sencilla: el principio de coordinación. Pa-
se lo que pase, todo conduce al objetivo y se hace exactamente como debe
hacerse. Con esta actitud, la línea de la vida siempre girará hacia una rama
favorable. La coordinación allana el camino más corto y mejor hacia la meta.
El mayor número de todas las locuras las comete la mente como conse-
cuencia de no aceptar los acontecimientos que no encajan en su guión. La
naturaleza de la mente es mantener las cosas bajo control. Y no hay necesi-
dad de luchar contra ello. Se trata simplemente de que el control de la mente
debe reorientarse hacia el principio de coordinación y la búsqueda consciente
de opciones.
El séptimo error es que la mente no está dispuesta a escuchar la voz del
alma. Si lo piensas, todos los errores son esencialmente consecuencia de es-
te, el principal. La mente sin el alma y el alma sin la mente no son nada. Jun-
tos, tienen infinitas posibilidades. Puede parecer que hay que ser un comple-
to idiota para cometer tantos errores y volver a repetirlos. Por el contrario,
todas estas desgracias le ocurrieron al Programador precisamente gracias a
su mente brillante.
Evidentemente, el sentido común desprovisto de la voz del alma vale
poco. Por supuesto, es posible arreglárselas sólo con la razón y vivir como
todo el mundo, apoyándose en un monolito del llamado sentido común. ¿Por
qué dejar que un milagro entre en tu vida? Es más fácil y fiable decirse a uno
mismo que el Transurfing es algo que nunca podrá ser.
En ese caso, confórmate con resultados medios en la vida y no esperes un
milagro. Si una persona actúa en el marco de una visión ordinaria del mundo,
sus manzanas, naturalmente, caerán siempre al suelo, de acuerdo con las le-
yes del sentido común.
No puede ser de otro modo.
Ahora, conociendo la "explicación del mago," prueba a releer toda la his-
toria del Programador desde el principio, y podrás verlo todo tan claro como
el ojo puede verlo. Aunque, debo decir, esta historia tiene un final feliz.
Mi amigo no pudo castigarse durante mucho tiempo. Su alma intentó es-
capar de su encierro y finalmente encontró una salida. Recordó que antes se
le daba bastante bien dibujar. Sin esperanzas de éxito, poco a poco empezó a
recuperar su antigua afición.
¿Y tú qué opinas? Su obra llamó la atención y empezó a venderse bien. El
artista renacido no podía entender por qué la gente estaba tan ansiosa por
comprar sus cuadros. Le parecía que no tenían nada de especial. De hecho,
les faltaba algo que valía su peso en oro y al mismo tiempo no tenía precio:
la unidad de mente y alma. En esta unidad nace todo lo que comúnmente se
denomina obra maestra en cualquier ámbito de la actividad humana.
Hoy en día, el Artista es un hombre feliz y rico. Así, gracias al alma, en-
contró su camino. Más tarde me dijo que nunca le había gustado la profesión
de programador. Nunca le ha gustado hablar en un idioma extranjero. Ahora
El Artista está convencido de que tiene mucha suerte de no haberse ido. De
lo contrario, nunca habría logrado tanto éxito.
Aunque, quién sabe, a lo mejor vuelve a equivocarse al decir que la pintu-
ra es lo único que le apasiona. Es muy posible que uno de sus objetivos se
pierda en algún lugar de Austria o Arizona, Hay de todo en el espacio de las
variantes, y todo el mundo puede tener muchos objetivos. Basta con elegir el
propio.
No debe pensarse que la predilección del alma reside precisamente y sólo
en el ámbito espiritual. La historia del Programador es un ejemplo clásico del
Transurfing. Sin embargo, no hay que olvidar que no se deben copiar las ex-
periencias de los demás. Cada uno a su manera. No es necesario que busques
tus propios talentos en la ciencia o el arte. Todo es mucho más sencillo. Sólo
tenemos que escuchar con más atención el susurro de las estrellas de la ma-
ñana: la voz de nuestro corazón. Y no debemos presionar el alma con nues-
tras mentes y apresurarla. Se revelará. Todo lo que necesita es la atención de
la mente.
En conclusión, lo que queda por recordar es el esquema básico de la con-
secución de un objetivo en el Transurfing. Es necesario que definas tu objeti-
vo en la unidad de alma y mente, y luego moverte a lo largo de la corriente
de las variantes, teniendo en cuenta la diapositiva objetivo, observando el
principio de coordinación ayudando con la visualización del proceso. Aquí
todo es tan sencillo que es casi imposible confundirse. Pues bien, cómo hacer
todo esto ya se explica detalladamente en los libros "Reality Transurfing" y
"Las Manzanas Caen al Cielo".
Galería de espejos

"He aquí un incidente de mi vida: es tarde, mi mujer y yo volvemos a


casa en coche. Está muy cansada (no ha dormido lo suficiente debido al tra-
bajo). No soy un gran conductor y mi atención está absorbida por la carrete-
ra en una zona desconocida. Paso el desvío a la derecha y otros dos kilóme-
tros. De repente mi mujer se despierta y empieza a gritar que me he pasado
la curva y a salpicarme de adjetivos como si fuera el último día de Pompeya.
Intento no responder, pero me está afectando emocionalmente.
¿Por qué ocurre esto? Al fin y al cabo, no irradiaba ninguna energía ne-
gativa: estaba absorto en el camino, aunque en ese momento me sintiera in-
cómodo debido a una mala orientación. Es un círculo vicioso: mi estado no
es el ideal, y la negatividad de mi cónyuge duplica la negatividad en la fami-
lia. Definitivamente no puedo cambiar a mi mujer. ¿Cuál podría ser mi tácti-
ca y estrategia en este caso?.”
Cada persona crea una capa de su propio mundo. Estas capas se cruzan y
se superponen. La fuente de negatividad puede irrumpir en tu capa del mun-
do desde la de otra persona, no le des importancia y te sientas infeliz por la
negatividad que producen tus seres queridos.
El mundo es un espejo, pero reacciona con retraso. Hazte a la idea de que
al mundo le importa tu comodidad y bienestar. Busca persistentemente la
confirmación de esto en cada pequeña cosa. Que se convierta en un hábito.
Con el tiempo, la negatividad desaparecerá misteriosamente de tu vida. In-
cluso tu entorno dejará de ser una fuente de negatividad. No busques una ex-
plicación para esto. Solo sé constante.
Mira lo que pasa. Adopta una actitud positiva y espera resultados. Pero se
obtiene una reacción que no se corresponde con esa actitud. Esta respuesta,
es decir, el reflejo, es consecuencia de una actitud anterior. No estás teniendo
en cuenta el ajuste por el retraso.
Cuando obtienes un resultado negativo, reaccionas siguiendo un patrón,
es decir, otra vez de forma negativa. Tu actitud se manifiesta en pensamien-
tos o acciones. El espejo, antes de reaccionar a tu actitud positiva, vuelve a
recibir de ti un impulso negativo. Cambias de rumbo de vez en cuando y, por
tanto, no te acercas a tu objetivo. La coherencia es el secreto. Si mantienes
una actitud constante hacia la meta, el reflejo en el espejo del mundo acabará
alineándose con esta actitud.

"Poco después de adoptar la actitud de 'Mi mundo cuida de mí' y 'Pase lo


que pase, todo va como debe ser,' los problemas llegaron a raudales. Empe-
zando por los pequeños, los más grandes. Por ejemplo, la última: tuve que
cambiar de trabajo porque me habían reducido el sueldo a la mitad. Eso sí,
entiendo que todo se hace para mejor, pero en un nivel subconsciente me
pongo nerviosa. Por favor, aconséjame qué hacer y si debería ser así.”
Al parecer, tus líneas de vida actuales están muy "atascadas". Sabes,
cuando un organismo obstruido por un estilo de vida erróneo se cambia a
uno sano, se produce una limpieza intensa, acompañada de procesos doloro-
sos: las crisis.
Más o menos lo mismo le está ocurriendo a tu vida ahora. Envías nuevas
formas de pensamiento al mundo y el mundo que te rodea, como una panta-
lla, empezará a cambiar de forma. Pero para transformar el reflejo en el espe-
jo hace falta tiempo, durante el cual puede haber algunos "costes," como en
tu caso.
No te asustes ni te desanimes. Lo que necesitas ahora no es ni siquiera te-
ner paciencia, sino simplemente alegrarte y celebrar los cambios que se están
produciendo en tu vida.
El mundo parece tan diligente a la hora de cuidarte que se está producien-
do algo parecido a una revisión, en la que, como sabes, tienes que romper
algo.
Lo principal es no percibir estos cambios como negativos. Si sigues con
constancia el principio de coordinación de intenciones, pronto te convence-
rás de que aquellos acontecimientos que te parecían desfavorables, en reali-
dad no lo son, sino que trabajan a tu favor.
El éxito depende de lo dispuesta que esté la mente a aceptar el increíble
hecho de que una persona, con sus pensamientos, es capaz de crear una capa
de su mundo. Sólo quiero advertirte contra dos extremos. Un extremo es caer
en la euforia. Debes ser consciente de que nadie está a salvo de los errores y
los fracasos. No des por sentado que todo irá siempre sobre ruedas. Deja es-
pacio para alguna falla. Permite que se produzcan errores y fracasos de vez
en cuando, no luches contra ellos.
Por otro lado, pase lo que pase, está en tu mano declarar el fracaso como
tu éxito.
Al fin y al cabo, como has decidido que el mundo se preocupe por ti, es
posible que tu mente no sepa lo que realmente le conviene. Tu mundo lo sabe
mejor. Tú eres la dueña de tu realidad, así que declara tu poder que el aparen-
te fracaso en realidad está trabajando para tu éxito.
El otro extremo es considerar una actitud positiva como tu responsabili-
dad, obligarte a ser siempre feliz. Una actitud positiva debe ser consecuencia
de tu convicción de que te beneficia. Sólo tienes que ser consciente de que tu
actitud forma un reflejo en el espejo de tu mundo. Pero no deberías verlo
como tu responsabilidad. Al fin y al cabo, eres la reina libre de tu mundo, así
que está en tu poder estar descontenta y caprichosa a veces. No te encierres
en un marco de necesidad forzada, simplemente complácete con este juego
de reflejar el mundo.

"No sé qué hacer ni cómo comportarme. Verás, mi madre... bueno, en fin,


estoy enfadada con ella, resentida. Realmente quiero perdonarla, pero... no
puedo. Siempre resulta que, sin querer, me da algún problema. Es duro (so-
bre todo económicamente) y tengo una familia: un marido y un hijo. No pue-
do dar lo mejor de mí a mi madre, de ahí el conflicto: me siento culpable.
Probablemente soy muy estúpida, ¿verdad? Pero a veces me vuelvo loca.”
No conozco los detalles de tu relación con tu madre, así que no puedo
darte ningún consejo específico. Es probable que todos tus problemas tengan
que ver con sentimientos de culpa de los que no puedes deshacerte. Si hay
culpabilidad, tiene que haber algún tipo de castigo en el guión. Por ejemplo,
una persona puede cortarse un dedo (en el mejor de los casos), o aferrarse a
una responsabilidad onerosa, o enfrentarse a un problema desagradable.
Es inútil luchar contra un complejo de culpa. Es imposible librarse de la
culpa como tal, esté justificada o no. Este problema sólo puede resolverse
con una acción concreta.
La acción consiste en dejar de poner excusas. Incluso en tu carta pones
excusas: "Debo de ser muy tonta, ¿no?". No puedes decir eso de ti misma. Al
fin y al cabo, te reflejas en el espejo del mundo según tu actitud hacia ti mis-
ma. Tienes que actuar como si no tuvieras nada que reprocharte. Entonces el
espejo formará una capa de tu mundo en la que el sentimiento de culpa no
tendrá cabida.
Repréndete a ti misma cada vez que tengas ganas de poner excusas. Pro-
híbirse hacer esto. Pon excusas sólo como último recurso, cuando sea real-
mente necesario explicar tus actos. Si tienes un complejo de culpa lo sufi-
cientemente fuerte, entonces al principio no te dolerá ni siquiera un poco "re-
primir" tu conciencia. Una vez que desaparezca el hábito de poner excusas,
desaparecerá la culpa y, por tanto, el guión del castigo.

"¿Estoy haciendo correctamente la técnica del Transurfing cuando hago


esto y esto? ¿Cuál es mi error?"
No se trata de si haces algo bien o mal, sino de cuánto crees que tienes ra-
zón. Si crees que estás haciendo algo mal, estás cometiendo un error, hagas
lo que hagas. Si dudas, te vuelves indeciso.
Imagina una situación así. Has llegado a una galería donde en lugar de
cuadros sólo hay espejos colgados en las paredes. Todos tienen marcos dife-
rentes, pero su esencia es la misma: son espejos en los que ves tu reflejo. Voy
a hacer de guía en esta galería de espejos.
Ahora digamos que me preguntas qué método para lograr tu objetivo es
mejor para ti: ¿éste o aquél, o tal vez, por ejemplo, asumir tu karma? Eso sig-
nifica que me preguntas: "¿A qué sala de la galería debo ir?". Mi respuesta es
cualquiera que atraiga tu alma y tu mente. "¿Y cuál es la metodología correc-
ta a seguir?" - preguntas. Esto significa que preguntas el cómo debes colo-
carte frente al espejo para verte reflejado en él.
No importa cómo te pongas delante del espejo, te reflejas en él, puedes
estar seguro. Sólo tienes que elegir la expresión facial que quieres ver en el
reflejo. Eso depende de ti. Si quieres ver una cara alegre en el reflejo, no pre-
guntes cómo debes sonreír. Sólo sonríe, eso es todo. Si quieres ver una cara
sombría en el espejo, hazlo, porque ya sabes cómo. ¿Para qué preguntar?
Esta es la esencia del Transurfing: tú formas tu propio reflejo en el espejo
del mundo. Define, designa tu intención como una expresión, y date el placer
de ver cómo cambia tu reflejo al hacerlo. Toma tu derecho a tener razón. Di
para ti mismo: "Sé mejor qué espejo elegir y cómo ponerme frente a él". Eso
es exactamente lo que hará un niño cuando se encuentre en la galería del es-
pejo. Los adultos han olvidado que antes sabían cómo comportarse. ¿Sabes
de qué estoy hablando?
Hay que tomar cualquier técnica a la ligera, es decir, seguirla, dejando un
grado suficiente de libertad para la propia interpretación e improvisación. Al
pedirme mi opinión sobre la metodología de tus acciones, me estás pidiendo
consejo sobre si debes o no hacer una mueca frente al espejo de tal o cual
manera. ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? Vuelves a ponerte delante del es-
pejo y me preguntas: "¿Refleja el espejo correctamente mi imagen?."
El espejo -como en Solaris, de Stanislav Lem- no hace más que repetir tus
pensamientos. Si te preocupas por tus problemas, preocúpate por ellos, y te
acompañarán mientras tú estés con ellos. Mientras estés jugueteando con tus
problemas, sólo estás jugueteando con ellos, eso es todo. ¿No es más fácil
hablar sobre lo que quieres deshacerte y pensar en lo que quieres conseguir?
Si pones rumbo a la Antártida, llegarás allí, estés en África, América o Asia.
Lo principal es elegir un objetivo y mantener un rumbo firme hacia él. Eso es
todo lo que realmente se necesita.
Domesticar el péndulo

"Hemos inventado, creado y estamos haciendo oscilar nuestro propio


'péndulo'. El proyecto tiene ya dos años, es bastante ambicioso, se ha hecho
mucho, pero aún no ha dado dinero. No es que nos quedemos sentados espe-
rando a que llegue el éxito. No, estamos trabajando, pero de alguna manera
todo es difícil. Mi pregunta es: ¿cómo se crean los péndulos, cómo se gestio-
nan y cómo se desarrollan?.”
Parte de este tema ya se ha tratado en el libro Las Manzanas Caen al Cie-
lo. Puedo añadir lo siguiente: Cuando un grupo de personas empieza a pensar
en la misma dirección, no pasa sin dejar rastro. La energía total de la radia-
ción mental no desaparece, sino que se transforma en una entidad energético-
informacional: un péndulo. Cada estructura forma su propio péndulo, que se
eleva sobre ella como una superestructura energética-informativa.
Toda estructura vive y se desarrolla no simplemente como resultado de
las acciones intencionadas de las personas que son sus elementos. La estruc-
tura está controlada por el péndulo, igual que el funcionamiento de un meca-
nismo automático está controlado por un algoritmo. Los miembros de la es-
tructura pueden actuar arbitrariamente, pero no son libres en sus motivacio-
nes y suelen verse obligados a actuar inconscientemente en interés de la es-
tructura.
Por ejemplo, el aparato burocrático no permitirá que una persona con cre-
denciales brillantes ocupe un puesto directivo, aunque todo el mundo entien-
da que es el mejor. Se nombrará para un puesto directivo a la persona más
afín a los intereses de la estructura, es decir, no a la "mejor" sino a la "más
adecuada". Detrás de todas estas cosas está el péndulo como superestructura
rectora.
El péndulo no tiene una intención consciente, pero influye en la motiva-
ción de las personas de tal forma que refuerza al máximo la estabilidad de su
estructura y socava la posición de sus competidores. Puede parecer que todo
esto lo hacen deliberadamente los propios ciudadanos, pero no es del todo
cierto. Los miembros de la estructura, al estar bajo la influencia del péndulo,
le obedecen sin saberlo. A veces, sin embargo, la intención de las personas se
impone y actúan desafiando la estructura, lo que conduce a su desestabiliza-
ción.
Conociendo estas características del péndulo, se puede priorizar la estra-
tegia de desarrollo de una empresa. Debe entenderse que la prosperidad de la
estructura redunda en beneficio del péndulo, por lo que debe reforzarse de
todas las formas posibles.
Cuanto más fuerte sea el péndulo, más puntos de anclaje tendrá. Así que
el principal esfuerzo debe centrarse en crear estos puntos de anclaje, como
una red de distribución. Un líder empresarial dirá: "¡Yo lo sé!” No sabe nada.
O mejor dicho, lo sabe, pero no se da cuenta. Su mente parece ser consciente
de que la red de distribución desempeña un papel importante, pero el estereo-
tipo "la mejor empresa es la que produce el mejor producto" le obliga muy a
menudo a concentrarse en crear el mejor producto. Como debe saber, los
productos más vendidos distan mucho de ser los mejores, esto es un hecho.
¿Y cuál es el mejor producto? Aquí de nuevo la mente del directivo dice:
"Hacemos obras de arte!" Pero esto es desde su punto de vista, el del fabri-
cante. Una obra maestra puede no tener ninguna demanda. La demanda viene
determinada por la corriente de las variantes. Por eso es necesario volcar las
principales fuerzas del marketing no en publicitar las cualidades distintivas
de sus "obras de arte," sino en determinar la demanda actual y las tendencias
de sus cambios.
Parece que todo el mundo lo tiene claro, pero de nuevo la gente no lo sa-
be, pero tiene conciencia. Literalmente duermen y crean péndulos idénticos,
sin pensar en cómo destacar y empezar a producir un déficit aún desconocido
pero inminente. Y para ello, tienes que salir del sistema y seguir tu propio ca-
mino. Todos los éxitos grandiosos se conseguían sólo si el empresario empe-
zaba a hacer algo diferente a los demás en la corriente dominante. Para en-
contrar tu propio camino, tienes que escuchar la voz de tu alma. Parece que
este discurso no tiene nada que ver con los negocios. Muchos no prestan
atención a los sentimientos intuitivos y se guían únicamente por la voz de la
razón, y en esto hay un error velado, pero fundamental.
El Transurfing defiende de forma muy concreta que la voz del alma tiene
una ventaja muy real sobre la voz de la mente. No se trata de una filosofía
vacía, sino de una realidad. En particular, cuando se trabaja en una estructu-
ra, es necesario escuchar sus motivos subconscientes, porque están moldea-
dos por el péndulo. Por ejemplo, a la hora de elegir a un empleado para un
puesto directivo, la gente tiende a confiar en la razón, que dice que hay que
ascender al mejor. Si la débil voz de la mente subconsciente nos dice un can-
didato diferente, entonces debemos escuchar con atención, porque es el pén-
dulo el que llama a elegir al que mejor se adapte al puesto. Puede ocurrir que
el "mejor" -con su energía, ideas e iniciativa- lleve la empresa a la ruina,
mientras que el "correcto" refuerce la estabilidad y tome la única decisión
acertada en un momento crítico.
La publicidad también aumenta el número de puntos de referencia. Cuan-
ta más información sobre el producto tenga la gente en la cabeza, más fuerte
se hace el péndulo. Pero aquí hay una característica fundamental. El error
que cometen muchos anunciantes es centrarse en alabar el producto: "¡So-
mos geniales, nos necesitas, cómpranos! Desde el punto de vista del Transur-
fing, el producto debe presentarse de forma muy diferente. La fórmula publi-
citaria básica debería ser: "¡Todo el mundo nos compra!". Así de sencillo, sin
nada más. Debe presentarse como algo evidente, como algo natural. ¿Qué
ocurre? Esta publicidad mata dos pájaros de un tiro. En primer lugar, todo el
mundo entiende en secreto que no todo el mundo va a comprar un producto
malo, y por lo tanto es el mejor. Pero lo más importante es que los pensa-
mientos de un gran número de personas se fijan en el hecho de que el pro-
ducto – es el más vendido. La masa de compradores potenciales enunciará
involuntariamente la fórmula del objetivo final del fabricante. ¿Te imaginas
el poder de una forma de pensamiento ¡si es recitada simultáneamente por un
coro de voces múltiples?! Como resultado, la nube carismática de la que se
habla en "Las Manzanas..." se encarnará en la realidad material. El mundo,
como un espejo, convertirá los pensamientos de la gente en realidad. Resul-
tará que los propios clientes crearán la moda para el producto anunciado.
También es muy importante mantener la unanimidad entre todos los em-
pleados sobre las cuestiones clave. Si no hay unanimidad, hay que encontrar
la manera de lograrla. La intención de todos los elementos de la estructura
debe dirigirse en la misma dirección. De lo contrario, el péndulo no oscilará
durante mucho tiempo. La voluntad de un solo líder no es suficiente. La uni-
dad del colectivo en la persecución del objetivo tiene un gran poder. La in-
tención conjunta refuerza el péndulo y hace realidad el sector objetivo del es-
pacio de variantes. Lo principal es evitar los pensamientos negativos. Las
empresas que empiezan la jornada laboral llorando que no hay dinero están
condenadas. Conforman su propia realidad con esa mentalidad. Hay que lo-
grar por todos los medios una actitud positiva conjunta y una orientación ha-
cia un objetivo común, como si el éxito fuera inevitable. Conoces la diferen-
cia entre deseo e intención desde el primer libro de Transurfing.
Hay que fijar un objetivo estratégico y luego, literalmente, reunir a la
gente y explicarles cómo utilizar la diapositiva objetivo. Hay que convencer
a los empleados de que la intención compartida es una herramienta poderosa
para modelar la realidad, que se hace en interés de la empresa y, por tanto, en
el suyo propio. Identificar el trabajo con la diapositiva objetivo como una de
las responsabilidades más importantes. Incluso podrían juntarse al menos
media hora al día y juntos y dibujar la imagen de una empresa próspera. Sólo
una condición: sólo debe esperar resultados de este tipo de actos si se llevan
a cabo de forma sistemática. De lo contrario, sólo serán ensoñaciones inútiles
e incluso tontas. Si todos los miembros del personal trabajan con regularidad
y determinación con formas de pensamiento -aunque pueda parecer poco
convencional-, seguro que dará sus frutos. En algunas empresas hay gente
que hace gimnasia industrial y a nadie le parece ridículo.
El conocido milagro económico japonés es una buena ilustración y con-
firmación de la eficacia de este planteamiento. De ser un país agrario subde-
sarrollado, Japón fue capaz de convertirse en poco tiempo en una de las na-
ciones más avanzadas tecnológicamente. Uno de los factores más importan-
tes del rápido desarrollo económico fue el rasgo nacional de los japoneses: la
cohesión social. La organización del trabajo se organizó en consecuencia. El
rasgo distintivo de las empresas japonesas es una ideología especial que exi-
ge el esfuerzo conjunto de todo el equipo para desarrollar con éxito la pro-
ducción. Las aspiraciones de todos y cada uno se dirigen al bien de la empre-
sa. Los japoneses ni siquiera se van a casa después del trabajo, van a un café
y siguen discutiendo con sus colegas asuntos relacionados con la producción.
Por supuesto, no hace falta que intentes poner en práctica la misma expe-
riencia en casa, y mucho menos imponer la práctica del Transurfing por la
fuerza. Es importante que la gente entienda la esencia del método y quiera
hacerlo por sí misma. Y para ello es necesario, en primer lugar, que estén sa-
tisfechos e interesados. Aquí es donde resultan útiles los principios del Frei-
ling, una potente herramienta de gestión de personal y marketing.
Otra propiedad del péndulo que puede utilizarse es su tendencia a aumen-
tar la energía del conflicto. Este conflicto no surge dentro de la estructura,
sino en la confrontación con los oponentes. No debemos tener miedo de en-
frentarnos a nuestros competidores, dentro de unos límites razonables, por
supuesto. El péndulo sólo aumentará su fuerza. A menudo ocurre en los ne-
gocios que se utilizan todo tipo de métodos para socavar la estabilidad de un
competidor. Además, a mayor ruido, mayor escándalo, mayor publicidad. Es-
ta es la realidad.
En general, conocer los principios del Transurfing, si se piensa en ello,
permite priorizar con claridad, es decir, marcar el rumbo de la estrategia en
muchas cuestiones. Utilizando estos principios, es posible hacer que una es-
trategia de gestión sea transparente y, por tanto, eficaz. Si da prioridad al de-
sarrollo y fortalecimiento del péndulo, éste hará por sí mismo la mayor parte
del trabajo de promoción de su estructura. Cuando el péndulo adquiera la
fuerza suficiente, se asegurará por sí mismo de que los "correctos" en los
puestos directivos sean sustituidos por los "mejores," de modo que el pro-
ducto se convierta no sólo en no sólo vendible, sino de alta calidad, y que la
estructura prospere.
La intención externa

"No tengo ningún deseo especial: sólo vivo para la felicidad de mis hijos.
Los quiero con locura y he rezado toda mi vida: "¡Señor, haz felices a mis hi-
jos!" De ahí el error. Mi hijo mayor (estudiante de 22 años) me dijo que está
fumando droga y se siente feliz por ello. Así que recé... Cada uno tiene su
propia idea de la felicidad. Resulta que debería haberlo definido: ser inteli-
gente, sano y fuerte de espíritu. Por supuesto, ahora rezo para que Dios le
guíe por el buen camino. Y le dije a mi hijo que le quiero mucho y que creo
que se las arreglará solo con este problema. Y creo que todo saldrá bien.
Pero mi corazón sangra. Te imaginas, trato a la gente con masajes, restauro
la energía, y no puedo hacer nada por mi hijo. Mis lágrimas fluyen como un
río, pero sólo cuando estoy sola. No es fácil gobernar un barco así, en el que
no estás sola, sino con niños. Sinceramente, no entiendo cómo se puede utili-
zar aquí el principio de coordinación de intenciones y, de todos modos, qué
tipo de intención puede haber, qué tipo de intención puede haber, porque no
es lo que se dice una circunstancia desafortunada.”
No debes pensar que tú, con tu intención, puedes influir significativamen-
te en el destino de los demás. Sólo tienes una capa de tu mundo a tu disposi-
ción. Sólo puedes influir en los demás indirectamente, a través de las fuerzas
del equilibrio. Las intenciones hostiles de otras personas pueden influir en la
capa del mundo con la ayuda de péndulos, pero esa es otra cuestión.
La frase clave de tu carta - "Los amo con locura..." - apunta al núcleo del
problema. Si aprietas demasiado los radios de un lado de la rueda, se defor-
man los del otro. Del mismo modo, la realidad se tuerce. Cuanto más ames e
idolatres a tus hijos, más te decepcionarán. Así es como las fuerzas equili-
brantes tratan de restablecer el equilibrio.
El principio de coordinación no tiene nada que ver. Cuando se trata de se-
res queridos, guiarse por la regla del Transurfing: de dejarse ser uno mismo y
dejar que los demás sean los demás. Tienes que dejar ir a tus hijos y no pre-
sionarlos con tu amor. De lo contrario, en el plano energético se obtiene la si-
guiente imagen: "¡Te quiero tanto que voy a asfixiarte ahora mismo!” Los ni-
ños no pueden salir de tu "abrazo," obviamente, por eso revolotean como ho-
jas atrapadas por el viento de las fuerzas equilibradoras. Y este viento se diri-
ge al lugar donde ocurre algo que no se puede amar.
Al mismo tiempo, hay que comprender que no todo lo que ocurre se debe
únicamente a razones metafísicas. Quizá su influencia no desempeñe ningún
papel aquí. Pero lo único que realmente puedes hacer para ayudar a tus hijos
es seguir la regla del Transurfing.

"Cómo protegerse de las propias experiencias y el impacto de los péndu-


los está más o menos claro. Dime cómo protegerse de las experiencias y te-
mores de parientes cercanos, padres. Creo que sus preocupaciones no son
menos peligrosas que nuestras propias preocupaciones y ansiedades.”
Si no puedes explicarles el daño de las actitudes negativas, no hay mane-
ra. Pero en realidad, su influencia en tu vida no es tan grande, porque eres tú
quien contribuye principalmente a dar forma a la capa de tu mundo. En cier-
to sentido, las preocupaciones y temores de tus familiares sobre algún aspec-
to de su vida desempeñan un papel positivo, porque las fuerzas del equilibrio
tratarán de restablecer el balance. Cuanto peores sean sus expectativas, mejor
te irán las cosas. En cualquier caso, lo más importante es no prestar demasia-
da atención a lo que digan de ti tus familiares. De lo contrario, si empiezas a
pensar que son capaces de afectar significativamente a la capa de tu mundo,
sucederá. Al fin y al cabo, el mundo, como un espejo, refleja tus creencias.

"Por razones sociales, relacionales y de otro tipo, a menudo no estamos


solos: siempre hay alguien cerca. Tomemos una pareja para simplificar. Una
persona tiene el deseo de cambiar las condiciones de su vida, su "capa," es-
tablece una actitud adecuada hacia el mundo que le rodea, y una "lluvia do-
rada" está lista para caer sobre ella. En este caso, la lluvia no caerá de for-
ma selectiva, sino sobre toda la pareja. Eso parece. Pero el segundo miem-
bro de la pareja sólo ve cosas negativas y malas en la vida, y no está dis-
puesto a cambiar su actitud. Es decir, lógicamente, nunca verá la buena
suerte.
La cuestión, de hecho, es la siguiente: ¿cuál de los dos se "impondrá" so-
bre el otro? Realmente no quiero considerar variantes de ir en diferentes di-
recciones y que cada uno se vaya por su camino. Sin embargo, la mente en-
tiende que hay algo erróneo en la relación causa-efecto. O bien el primer
optimista será derrotado por el pesimismo del segundo, o bien un torrente
inmerecido de abundancia caerá sobre el sombrío segundo".
Si se toma sólo el aspecto metafísico de la formación de la realidad, cada
persona crea su propia realidad separada con sus pensamientos. El espejo re-
fleja exactamente cómo te sientes con respecto al mundo. Con qué actitud te
presentas ante ese espejo, ése es el reflejo que obtienes en la realidad. Esta es
la ley. No tienes que preocuparte por la forma que tendrá ese reflejo. De ti
depende dirigir tus pensamientos, o más bien tu intención, en la dirección co-
rrecta.
Si lo haces con regularidad y determinación, la intención se convertirá en
la realidad. No hay nada que los demás puedan hacer para evitarlo. Por el
contrario, si son un estorbo, desaparecerán de tu entorno.
Digamos que te vas lejos, muy lejos de ellos. Eso es lo que sé con certeza.
Otros argumentos como quién debe ser feliz, según su pensamiento, y quién
no, no son más que especulaciones. Lo que no sé, no lo diré.
Sin embargo, debes comprender que eres el amo soberano de la capa de
tu mundo sólo si diriges tu intención hacia su arreglo. Si no tienes ningún ob-
jetivo y no controlas tu actitud ante la realidad, dejando volar tus pensa-
mientos, la barca de tu destino pierde el control y se deja llevar por la volun-
tad de las olas. Tu casa se convierte en un cobertizo abandonado, donde cual-
quiera puede entrar y hacer allí lo que quiera.
La intención de otro es capaz de afectar a la capa de tu mundo indirecta-
mente, a través de las fuerzas del equilibrio. Cuando se tiene hacia ti una opi-
nión que no se corresponde con la realidad, se crea la polarización. Las fuer-
zas del equilibrio tratarán de restablecerlo. La forma más fácil para ellos de
hacerlo es hacer que te comportes de forma exactamente opuesta a lo que
ellos piensan de ti. Si no tienes un núcleo interno y tu visión del mundo es
amorfa, el viento de las fuerzas de equilibrio hará estragos en tu barco. Para
evitarlo, hay que practicar el Transurfing, es decir, tener una intención clara-
mente orientada y gestionar el curso de los pensamientos, en lugar de limitar-
se a divagar caóticamente en las circunstancias de la vida.

"Si yo no espero ningún problema, me fijo en lo bueno, y mi mujer, en


cambio, entra en pánico, ¿qué escenario es más probable que se materiali-
ce? ¿Será decisivo aquí de quién es el mayor potencial energético?."
Cuando se convive, las capas se superponen de un modo u otro. Tanto las
cosas buenas como las malas pueden pasar de una capa a otra. Por supuesto,
el nivel de energía influye. Pero el factor principal sigue siendo la intención.
¿Convivir como personas con intenciones diferentes es como dos barcos co-
nectados entre sí? Para alguien que se mueve conscientemente hacia el obje-
tivo, la vela se llena de viento y estrictamente encaminada. El otro, que nave-
ga bajo la voluntad de las olas, tiene una vela ondeando al viento que no le
ayuda pero tampoco molesta. Aunque, si el segundo tiene una inclinación pa-
tológica al negativismo, su bote puede entorpecer el movimiento conjunto.
Sin embargo, no te enojes mucho si tu pareja no quiere seguir los princi-
pios del Transurfing. Basta con que los sigas. Si tienes una actitud positiva,
cada vez más cosas buenas penetrarán en la capa de tu otra mitad, lo que sig-
nifica que cada vez tiene menos motivos para estar descontento. En cualquier
caso, un barco gobernable llegará a su destino, aunque tenga que servir de re-
molcador. Lo más importante es que vigiles tu actitud hacia el mundo y man-
tengas el hilo de tus pensamientos en el curso elegido. Si esto está bien, todo
lo demás carece de importancia.
"Intento aplicar la teoría del Transurfing en mi vida. A veces me sorpren-
de. Me parece que sí, que funciona. Me hago la siguiente pregunta: ¿y si mi
madre piensa que soy un perdedor, que vivo al borde de la pobreza y que en
el futuro será aún peor, y que yo mismo soy el culpable de este destino? Y
como es una mujer fuerte que intentó controlarme toda la vida (yo a cambio
intento no responder a sus consejos sobre cómo vivirla), creo que está en-
viando impulsos muy fuertes de energía negativa hacia mí. Y todas mis acti-
tudes se topan tarde o temprano con algún obstáculo. Mi madre es una per-
sona que no tolera ninguna discusión. Es inútil hablar con ella, convencerla
de que estoy bien y vivo bien. Ella sólo tiene un argumento: ‘¡Ya veo!’.”
Tu madre influye en la capa de tu mundo, precisamente y sólo porque,
como tú mismo escribes: "...está enviando impulsos muy fuertes de energía
negativa hacia mí". Lo repito una vez más. El mundo, como un espejo impe-
cable, reproduce impasible y fielmente el cuadro que tú mismo pintas con tus
ansiedades y temores. El alma y la mente siempre se unen en la peor de las
expectativas. De hecho, no es la madre la que tiene un efecto negativo, sino
tú mismo, porque así lo crees.
Tienes que cambiar tu actitud, que consiste en comprender una cosa muy
sencilla. Cuando las personas -queridas o no, no importa- piensan y dicen co-
sas sobre ti que no son ciertas, es decir, distorsionan la imagen real, las fuer-
zas del equilibrio tratarán de enderezar la distorsión. Como resultado de su
acción, siempre hay una tendencia a que el panorama cambie en sentido con-
trario.
De lo que hay que desconfiar es de los elogios inmerecidos. Cuando te
alaban demasiado, tienes que pensar en "qué puedes hacer tan mal" para ree-
quilibrarte. Por ejemplo, si dicen que eres listo, ponte en cuatro patas y, con
una mirada muy inteligente, reproduce el sonido que hace algún animal con
pezuñas. Si admiran tu fuerza, desmáyate. Si envidian tu riqueza, pídeles un
préstamo. Y si tienen el descaro de decirte directamente que eres irresistible,
ponles cara de susto.
Es diferente cuando te reprenden o insultan en vano. Cuanto peor pien-
sen, mejor te irán las cosas. Pero sólo con la condición de que no te inventes
ninguna tontería sobre las supuestas intenciones de otra persona para invadir
una capa de tu mundo. Si no le das importancia a la mala intención de otro,
simplemente rebota en ti como un guisante en una pared.
Piénsalo: en todas las épocas ha habido políticos que han gozado del odio
del pueblo. Imagínate lo que sería para ellos si las intenciones de otra perso-
na tuvieran la más mínima repercusión.
Así que cuando te enfrentes a una actitud negativa, todo lo que tienes que
hacer es reírte suavemente y frotarte las manos con satisfacción. ¡Alégrate!
Nada más que Transurfing

"Tengo ESTE LIBRO yendo muy despacio por alguna razón. Tardé unos
ocho meses en leer el primer volumen. O es muy difícil de leer... porque al-
gunos capítulos hay que releerlos varias veces. O quizá requiera leerlo des-
pacio, digerirlo y darle vueltas a todo lo que has escrito... Así que mis resul-
tados de lectura no son nada buenos.
Otra cosa que es muy importante: es difícil, muy difícil deshacerse del
exceso de potenciales. Así es como siguen apareciendo. Ya sé que no debo
‘sobrecalentar’ emocionalmente la situación, pero ¿qué puedo hacer si soy
una persona emocional? Simplemente no funciona.
Quería compartir un poco mis propias observaciones. Esto es lo que pa-
sa. Hace mucho tiempo empecé a observar cierto fenómeno en mí, que ahora
utilizo para alcanzar mis objetivos. Por ejemplo, yo trabajo en teleco-
municaciones. Ocupo un determinado puesto en una gran empresa. Tengo
algunos objetivos propios en esta industria, que me suscitan cierto interés. Y
ahora he aprendido a dinamizar mis actividades. Eso es atraer el éxito sólo
por el trabajo. Y aquí está el secreto - ¿qué piensas de la lectura común de
la literatura profesional?. En resumen, hay, o mejor dicho, solía haber mo-
mentos en los que no quieres trabajar, no hay clientes ni proyectos. Y hay ve-
ces en que el trabajo se amontona: y los clientes vienen de Dios sabe dónde,
y los proyectos más ridículos salen adelante con facilidad, y los intereses
personales se respetan sin demasiada tensión.
Y así es como llegué a esto: me proporcioné información completa sobre
el trabajo - estos son varios periódicos sobre el tema de las telecomunicacio-
nes, correo en línea y suscripciones pagas. En resumen, todo lo que se nece-
sita para llenar de información sobre este tema y sumergirme en su estudio.
Así que voy, compro la revista que necesito y empiezo a leer. Sí, sí - solo a
leer. Por la noche, a veces por la noche, durante la pausa para el almuerzo,
en general - siempre que sea posible.
¿Qué es lo que vemos? Bueno, aquí está la cosa: después de un tiempo,
al cabo de una semana, un movimiento empresarial empieza a cobrar vida a
mi alrededor. Prácticamente de la nada, aparecen clientes potenciales a los
que se puede vender u ofrecer algo. Varios proyectos surgen de la nada. Em-
piezas a ver tu propio beneficio, tu propio interés, y a participar activamente
en proyectos y trabajar con clientes. Sientes que todo vuelve a estar vivo,
que vuelves a estar en el centro de las cosas. Los clientes se encuentran a sí
mismos, a través de viejos canales de los que te has olvidado. Se restablecen
viejas conexiones, comienzan nuevas relaciones, en una nueva etapa. Aquí sí
que hay magia.
Luego fui más allá. Empecé a cambiar la selección de publicaciones de
noticias. Empecé a diversificar un poco mi ración de información, concreta-
mente comprando una revista política una vez al mes. ¿Y qué conseguí al
cabo de cierto tiempo? Empecé a ascender. Empecé a recibir ofertas, aunque
no me entusiasmaba mucho. Realmente es algo místico. No hay otra pala-
bra.
Actualmente estoy estudiando tu libro. Estoy estudiando, porque la pala-
bra "lectura"… suena inapropiado aquí. Debe estudiarse como un curso
académico independiente en el instituto. Escribiste: para que una variante se
haga realidad, debe estar iluminada por tu energía. Pero, ¿qué tipo de ener-
gía? Si es emocional, entonces tenemos un exceso de potencial. ¿Cómo sepa-
ramos y definimos esta energía para nosotros mismos? ¿Cómo saber qué in-
formación atrae las variantes necesarias? Si para saber cuál es exactamente
el objetivo, ¿qué alimentación de información le corresponde? Entonces es
cuando realmente se produce la magia".
Aquí no hay magia. Magia, en el sentido ordinario, es cuando ocurre algo
que no se puede explicar. Aquí es mucho más sencillo. ¿Cuántas veces tengo
que decir que el mundo que te rodea es como un espejo que refleja toda tu
percepción del mundo? Creas una capa de tu mundo con tus formas de pen-
samiento. Para comprender lo que te ocurre y lo que te rodea, sólo tienes que
prestar atención a tus pensamientos.
Cuando uno se sumerge en el estudio de la literatura especializada, el cur-
so de sus pensamientos se ordena y, como resultado, empieza a aparecer el
correspondiente reflejo en el espejo del mundo. Lo que entra, sale. Trivial.
No puede ser más sencillo.
Si es tan sencillo, ¿por qué los deseos no se cumplen y los sueños no se
hacen realidad? Es trivial. Es porque la gente no cumple dos condiciones
perfectamente ordinarias.
En primer lugar, el espejo del mundo reacciona con retraso, por lo que las
formas mentales tardan cierto tiempo en materializarse. Pero la gente no está
acostumbrada a esperar. Al fin y al cabo, si actúas en el marco de la intención
interior, los efectos aparecen de inmediato. Pero el trabajo de la intención ex-
terna es imperceptible y las relaciones causa-efecto son difíciles de rastrear.
Por lo tanto, la gente no cree que los pensamientos puedan dar forma a la
realidad y no se toma en serio estas cosas.
En segundo lugar, para que una forma de pensamiento se fije en la reali-
dad material, debe reproducirse sistemáticamente. En otras palabras, simple-
mente hay que dar vueltas a la diapositiva objetivo en la mente con regulari-
dad. A diferencia de la ensoñación inútil, que se produce de vez en cuando,
se trata de un trabajo concreto.
Por lo general, la gente se entusiasma rápidamente con una idea y luego
se enfría con la misma rapidez. ¡Pero los milagros no ocurren! Hay que tra-
bajar, pero en este caso no con las manos, sino con la cabeza. ¿Cómo puede
un espejo que tiene un retardo formar tu reflejo si te paras un momento fren-
te a él y luego sales corriendo?
Por ejemplo, cuando te dedicas al estudio de la literatura, con lo que diri-
ges el trabajo de tus pensamientos en la dirección correcta, aunque lo hagas
de forma irregular, el espejo sigue dando resultados tangibles. ¿Te imaginas
lo que te espera si haces un pequeño esfuerzo y tomas el control de tus pen-
samientos? Trabajar con la diapositiva objetivo, si se hace sistemáticamente,
da resultados asombrosos.
Los pensamientos sueltos crean una imagen borrosa. La reflexión en este
caso es una realidad desordenada e incontrolable que te está controlando.
Los pensamientos estrictamente organizados forman un poderoso haz de in-
tenciones. Es como un rayo láser comparado con la luz de una bombilla nor-
mal. Cuando controlas tus pensamientos, controlas la realidad.
¡Pero nadie hace eso! Sólo tienes que hacer el trabajo, eso es todo. Tu
principal problema, en particular, es que has elevado la importancia de la
teoría del Transurfing a cotas sin precedentes. Has erigido literalmente un
monumento de granito y caminas temeroso de dar un paso frente a él.
No hay que estudiar el Transurfing como si fuera un libro de texto de ma-
temáticas superiores: basta con seguir las recomendaciones elementales que
allí se exponen de forma bastante concreta, eso es todo. Y tampoco te llenes
la cabeza con preguntas innecesarias como "qué energía tomar y dónde po-
nerla".
Ponerse al Sol

"Todavía no he creado una diapositiva objetivo lo suficientemente bri-


llante. Tal vez sea porque encuentro una incoherencia importante. Mira, la
diapositiva objetivo se basa en la intención de tener, lo que choca directa-
mente con el principio de Freiling: abandonar la intención de recibir, sus-
titúyela por la intención de dar, y obtendrás aquello que abandonaste. No es-
tá claro cómo plasmar esto en una imagen clara, lo que me deja dividido.”
Aquí no hay incoherencia, ya que no hay nada en común entre Diapositi-
vas y Freiling. Este es una tecnología de las relaciones interpersonales. Sus
principios se aplican en la acción, es decir, en el proceso de comunicación.
El primer principio cambia la dirección del proceso: de "recibir" a "dar".
La diapositiva no es un proceso, sino una imagen fija en la que el objetivo
ya se ha alcanzado. Al visualizar la diapositiva, imaginas que ya tienes lo que
quieres. ¿Ves la diferencia? "Recibir" es el proceso y "tener" es el resultado
final. El Freiling rige la dirección de la intención interna, mientras que la dia-
positiva rige la intención externa.

"¿Qué pasa con la visualización de un objetivo si hay varios (objetivos)?


Quizá aún no he encontrado el adecuado, pero me gustan los que tengo: una
buena reforma de mi piso (el apartamento me va bien, no quiero cambiarlo),
un coche (conozco el modelo, me imagino en él), otro trabajo (sé cómo es el
entorno), dos o tres puntos más relativos a la salud y otras cosas. No es con-
veniente dispersarse por los objetivos, y es difícil limitarse a uno solo. Aun
así, están conectados de alguna manera, como una idea general de la propia
vida...".
Tu objetivo atraerá el cumplimiento de todos los demás deseos, así que es
mejor esforzarse por conseguirlo. Tu objetivo es lo que convertirá tu vida en
unas vacaciones. Pregúntate qué es. Si aún no lo has encontrado, todavía
puedes "extenderte" en varias metas. Lo principal es hacerlo regularmente.
"El libro parece claro y dice mucho sobre la visualización de una diapo-
sitiva. Pero al desplazarse por la imagen, surge una duda: ¿tal vez, después
de todo, esto es un sueño y no una visualización, es decir, un ejercicio inútil?
Durante cuantos años he estado soñando con diferentes cosas, cuando me
veo en un coche, incluso con la determinación de tener, me parece que el
sueño continúa. ¿La determinación de tener se puede entrenar?."
El trabajo con la diapositiva se diferencia del sueño porque se lleva a
cabo de forma sistemática y decidida. Planeas un trabajo específico. Hay que
dedicar al menos media hora al día a trabajar con la diapositiva, pero sin es-
fuerzo, y de forma que te sientas bien con la imagen, en la que se consigue tu
objetivo (o varios). La determinación de tener surge inmediatamente, o se
toma por esfuerzo, mediante el trabajo regular con la diapositiva. No hay mi-
lagros. Nadie hace simplemente este tipo de trabajo. Pero si lo haces, el re-
sultado es como un milagro.

"En el Transurfing conseguimos algo, de una forma u otra, ya que es una


técnica de alcanzar objetivos. Si queremos conseguir algo, hay un deseo y,
por tanto, una importancia. Pero el mismo Transurfing recomienda no dar
importancia al resultado. Surge una extraña paradoja. Por un lado, quere-
mos conseguir algo y, por otro, hacemos como si no quisiéramos. Pero si, de
hecho, aprendo a no querer lo que realmente quiero, entonces ¿para qué ne-
cesito mi objetivo, y qué más da que se consiga o no?.”
Si añades determinación de actuar a tu deseo, obtienes una intención. Y si
añades la duda sobre la realidad de conseguirlo, más el miedo al fracaso, ob-
tienes anhelo. Esta es la importancia que hay que reducir conscientemente.
El mero hecho de querer no crea un exceso de potencial perceptible: éste se
produce cuando agarras al mundo por el cuello con tus dudas y miedos.
No tiene sentido fingir que "no quieres" alcanzar un objetivo: no puedes
engañarte a ti mismo. No hay que pensar en cómo se logrará el objetivo y no
hay que darle vueltas al guión. No se sabe cómo se conseguirá. Tu trabajo
consiste en visualizar la diapositiva y mover los pies en dirección a la meta.
El control no debe centrarse en el guión del objetivo, sino en el principio de
coordinación, y entonces la mente se calmará y desaparecerán el miedo y las
dudas.

"¿Cómo doy la forma adecuada a la diapositiva para evitar distorsiones?


Por ejemplo, tengo la ambición de conseguir fondos para terminar una casa.
Se me ocurrió esta afirmación: "Mi mundo me da los medios para terminar
mi casa". ¿Tengo que especificar un plazo de entrega? ¿El importe? Interna-
mente, siento que no debo limitar al mundo. Pero, por otro lado, quiero reci-
bir ayuda en un futuro próximo y que sea oportuna.”
Al pensar en el plazo, la cantidad de dinero y si funcionará y cómo, estás
pensando en los medios para conseguir el objetivo. Dudas como "¿formulé
correctamente la afirmación?" pertenecen al mismo tema. Parece que, por un
lado, quieres que el mundo cuide de ti y, por otro, estás ocupado preocupán-
dote por cómo lo hará y si lo hará o no.
O aceptas como un axioma esta increíble suposición de que el mundo se
encargará de todo de alguna manera, o actúas en el marco de la visión con-
vencional del mundo y cuentas sólo con tus propias fuerzas. Si sabes cómo
actuar y tienes la certeza de que es factible, puedes optar por la segunda op-
ción. Si no tienes ni idea de qué hacer ni de cómo hacerlo, tendrás que hacer
lo impensable. O puede que te quedes sin nada, pero todo dentro de los lími-
tes del sentido común.
Tienes que darte cuenta de una cosa muy sencilla: el mundo es como un
espejo que transmite exactamente tus pensamientos e intenciones. Ni más ni
menos. Cuando uno se pregunta dónde conseguir dinero, la búsqueda de fon-
dos se materializa en la realidad, y puede llevar mucho tiempo. Sea cual sea
la imagen, ése es el reflejo. O puedes hacer lo contrario: centrarte en el obje-
tivo final, es decir, hacer una diapositiva sobre cómo se compran los materia-
les, se llevan a la casa, llegan los trabajadores y se termina la casa. No te im-
porta de dónde venga el dinero: te concentras en el objetivo alcanzado.
En cualquier caso, el espejo del mundo reproducirá imparcialmente la
realidad que hayas elegido. ¿Entiendes la diferencia? Cuando piensas en los
medios para conseguir un fin, lo consigues en realidad: todas tus preocupa-
ciones e inquietudes giran en torno al problema. Por el contrario, cuando
piensas en cómo se realiza y alcanza el objetivo, obtienes el resultado que
deseas. Los medios se encontrarán por sí solos, y de una fuente que ni siquie-
ra sospechabas. Pero sólo se encontrarán si tu atención se centra en el resul-
tado final.
Imagina la siguiente situación. Imagina que estás en una ciudad descono-
cida y necesitas llegar a una torre alta que es visible desde todas partes. Esto
es lo que haces cuando piensas en los medios para alcanzar un fin: te pones a
cuatro patas, fijas los ojos en el suelo y empiezas a avanzar con dificultad,
dentro de los límites de tus posibilidades y de las circunstancias externas.
Obviamente, en el camino hacia la meta hay que deambular durante mucho
tiempo, tropezando con todo tipo de obstáculos. La vida consiste en superar
obstáculos. Pero otra cosa será cuando te pongas en pie y avances sin perder
de vista el objetivo. El camino se encontrará solo.
Todo suena bien, pero aun así, da miedo creerlo, ¿verdad? Si intentas ex-
plicar este razonamiento a las personas comunes, se reirán de ti. En efecto, el
sentido común es algo difícil de abandonar. Pero no te pido que creas. Lo
único que tienes que hacer es dejar de pensar en los medios para llegar al fin
y centrar tu atención en el fin. Además, no esperes resultados instantáneos,
sino trabaja con la diapositiva sistemáticamente, porque el espejo del mundo
reacciona con retraso: necesita cierto tiempo para formar un reflejo.
No quiero decir que baste con cruzarse de brazos y dedicarse únicamente
a contemplar la diapositiva objetivo. La realidad tiene dos formas objetivas:
física y metafísica. No debes confiar únicamente en una u otra. No te quedes
ahí mirando la torre; tienes que mover los pies. Por eso, trabajar con una dia-
positiva no excluye en absoluto, sino que sugiere actuar dentro de los límites
de la experiencia habitual. Una no interfiere con la otra. Pero al utilizar el la-
do metafísico de la realidad, aumentarás muchas veces tus posibilidades de
éxito.
Así que nada de milagros. No tienes que creer, tienes que hacer el trabajo
concreto de mantener tus pensamientos centrados en el objetivo que has con-
seguido, con una constancia inquebrantable. No es tan difícil, sólo tienes que
HACERLO. La gente, por regla general, no lo hace. Por el contrario, sólo
piensan en los medios, lo que se refleja en la realidad: el objetivo, si se con-
sigue, es sólo a costa de mucho esfuerzo. De ahí viene la experiencia, la "hija
de la desgracia". Los partidarios del sentido común se crean ellos mismos
esta realidad que requiere mucho trabajo. Intentan alcanzar el sol poniente.
¿Y cómo hacer que el sol se mueva hacia ti? Simplemente gira en la direc-
ción opuesta: aleja tus pensamientos de los medios para alcanzar un fin y re-
dirígelos hacia el objetivo en sí. Entonces la realidad reflejará el resultado fi-
nal, no la lucha por él. La realidad es un espejo de nuestros pensamientos.
Situaciones paradójicas

"Estoy LEYENDO TUS LIBROS e intento seguirlos lo mejor que puedo.


Ayer mismo me estaba preparando para un buen día y estaba bastante segu-
ra de que así iba a ser. Pero por la mañana, todo se torció, con todo tipo de
problemas procedentes de todas partes. Así que, ¿no había necesidad de es-
perar la diversión? Tampoco es infrecuente en otras personas. ¿Puede expli-
carse esta situación desde la perspectiva del Transurfing y, lo que es más im-
portante, cómo se arregla una desagradable avalancha de pequeños proble-
mas, porque pueden crecer?."
Una vez más, tengo que repetir que el mundo es un espejo, pero con retra-
so. Es poco probable que puedas crearte un buen ambiente desde todos los
ángulos en un solo día. Por el contrario, una vez que te has propuesto tener
un "buen día," es probable que tengas una serie de problemas. Al fin y al ca-
bo, tu realidad aún no ha tenido tiempo de remodelarse y ya la has declarado
buena. En tal caso, las fuerzas del equilibrio intentarán entonces restablecer
el estado de cosas conforme a la realidad, y los péndulos, al notar tu descont-
ento y frustración, echarán leña al fuego.
Una realidad exitosa es una observancia diaria y sin problemas del princi-
pio de coordinación de la intención, así como jugar en el espejo que cuida de
ti. Según mis observaciones, se necesitan de tres a siete días para instaurar
una realidad más o menos favorable, o incluso más, en función de la negati-
vidad acumulada.

"En tus libros, escribes que no hay que golpear como una mosca en un
cristal, sino buscar el camino de menor resistencia. Si no te dejan ir a un si-
tio, entonces no es tu camino y deberías buscar otra cosa.
Una amiga mía estudió medicina todos los años durante 10 años segui-
dos. Durante ese tiempo, terminó la carrera de medicina, tuvo cuatro hijos.
Y por undécimo año, ¡Lo consiguió!. Es una gran uróloga desde hace mucho
tiempo. Y no había nada malo, le gusta mucho su trabajo. Está segura de
que si uno decide conseguir algo, debe llegar hasta el final y no rendirse. Y
pone el ejemplo de una rana que se cayó en una jarra de leche y batió la
mantequilla de ella.
La otra sólo tenía dos hijos a los 24 años, pero estaba casada con un uz-
beko de familia muy rica y conservadora. Ella también se había licenciado
en Medicina, pero su marido no le permitió cursar estudios superiores. Qui-
so encerrarla en casa, tiró sus libros de texto. Pero se matriculó en secreto
en el departamento de biología por correspondencia. Podrías hacer una pe-
lícula sobre cómo se escondió durante los primeros semestres. Y entonces su
marido se rindió ante su terquedad. Al mismo tiempo, se puso a trabajar co-
mo enfermera, luego fue jefa de enfermeras en un hospital especial, adquirió
contactos en la dirección, se licenció con matrícula de honor en la Facultad
de Biología y -caso único en la historia-, tras rigurosos exámenes y la más
alta petición, obtuvo el título de fisioterapeuta. A los 35 años, con 17 de ex-
periencia como enfermera. Durante este tiempo, la familia de su marido
quebró, él quebró con el negocio y ahora ella da de comer a todo el mundo.
¿Qué te parece? ¿Es necesario para conseguir lo que quieres? ¿Y cómo
distinguir entre un objetivo verdadero y uno falso?."
Tu primera amiga realmente "batió la mantequilla". Consiguió su objeti-
vo, pero ¿a qué precio? Tales métodos de descarte sólo atestiguan la extraor-
dinaria terquedad y arrogancia de la mente, que ni siquiera ahora deja que el
alma diga una palabra, sino que sigue insistiendo en que ésta es su meta y
que está satisfecha con todo.
Y la segunda, ¿no "arruinó" a su marido? La familia es rica y conservado-
ra y ella la "pirateó". Ahora, por supuesto, es imposible rastrear todas las co-
nexiones causa-efecto. Pero es obvio que si una persona rema activamente
contra la corriente de las variantes, rompe su destino no sólo para sí misma.
Quizá no directamente, pero sí indirectamente.
El empeño insistente de la mente por salirse con la suya a cualquier pre-
cio puede deberse a que desde la infancia se le ha adoctrinado con la creen-
cia de que uno debe ser necesariamente "alguien". Es bueno que una chica
sea profesora o médica, y que un chico sea astronauta. Si no has alcanzado
un determinado estatus, no eres nada. Pero no te dejarán pensar en lo que re-
almente quieres ser: te llenarán con las historias de éxito de otras personas. Y
así resulta que la mente es zombificada por la opinión pública, mientras que
el alma es conducida a un oscuro armario y atada de pies y manos, con una
mordaza en la boca.
Ambos ejemplos muestran que las personas atravesaron puertas extrañas,
pero sus mentes insisten persistentemente en que uno debe ir hacia su meta
hasta el final. De acuerdo, dirás, pero ambos se salieron con la suya y son
muy felices, ¿no?
No me lo creo. Después de tanto esfuerzo, nunca admitirían su insatisfac-
ción ni ante sí mismos ni ante los demás. No les movía la dedicación a sus
sueños, sino su deseo de autoafirmación. Sobre cómo distinguir tu objetivo y
la puerta de otra persona se describe en detalle en el libro "Reality Transur-
fing". Eso no quiere decir que el camino hacia tus sueños esté sembrado de
rosas. Tu objetivo tampoco es siempre fácil. ¡Pero no a ese precio!
Hay peculiaridades que hay que tener en cuenta. Si tu objetivo es alcanzar
una determinada posición en su carrera, es decir, convertirse en uno de tantos
similares, no es necesario esforzarse por ser el mejor para tener éxito. Es mu-
cho más importante adaptarse lo mejor posible a los requisitos de tu estructu-
ra. Si has elegido con éxito tu puerta y sigues diligentemente la regla del
péndulo, por la que trabajas, entonces puedes esperar que el objetivo se al-
cance pronto. Dicho esto, siempre hay que recordar que el péndulo da mayo-
res preferencias no por lo mejor, sino por lo adecuado, porque es más fiable
para la estructura. Aunque esto no significa que uno no deba crecer y mejorar
sus habilidades. Digámoslo así: hay que ser el mejor entre los adecuados.
Si, avanzando hacia tu objetivo, creas algo principalmente nuevo en la
cultura, la ciencia, el arte, el deporte, los negocios, especialmente si implica
el nacimiento de otro péndulo, debes moverte a tu manera única, rompiendo
las reglas habituales. Aunque al hacerlo, es probable que su camino no sea
fácil. El hecho es que los viejos péndulos no toleran la individualidad: inten-
tan relegar al recién llegado a un segundo plano en todos los sentidos. Pero si
estás segura de que tu creación es nueva, mantente tranquila y firme: los pén-
dulos no podrán retenerte mucho tiempo. no podrán mantenerte en la sombra
por mucho tiempo. En este caso, realmente necesitas una fe inquebrantable
en tu estrella y avanzar hacia el objetivo, sin prestar atención a los contra-
tiempos temporales. Tu estrella seguramente se elevará, y tendrás tu propio
péndulo. Sin embargo, ni siquiera el espinoso camino hacia el éxito puede
contarse en décadas, como en los ejemplos que citas.

"El caso es que mi objetivo actual y bastante establecido es trasladarme


a San Petersburgo. Yo misma vivo en el sur de Rusia, en la ciudad donde na-
cí, pero que sencillamente no soporto. Desde que era pequeña. Tengo abso-
lutamente clara la jugada, tengo diapositivas que se desarrollan fácil y muy
claramente. Mi objetivo no es la clásica aventura intelectual: por ejemplo,
quiero ir a la capital del pensamiento ruso. Al llegar a la ciudad por prime-
ra vez, tuve una sensación increíble que nunca antes había sentido: tuve la
sensación de que estaba en el lugar CORRECTO para mí. Cuando salgo de
allí, siento que me voy a casa. Allí tengo amigos, una perspectiva laboral,
una sensación de plenitud y... amor verdadero. No creas que se trata de una
imagen poética vacía: es verdad. Una vez más, estoy decidida a moverme. Y
lo haría mañana.
Lo único que frena la situación es la relación con mi abuela. Tiene 80
años, es todo lo que tengo y soy huérfana. No quiere venir conmigo a San
Petersburgo. Ella misma nunca ha estado allí, ¡en un momento incluso pen-
só que esta ciudad la mitad del año es la noche polar! Bueno… Y siento que
hay una brecha entre mi confianza y mis sentimientos por ella. Ella es mi
único pariente de sangre, la amo, ella me crió. Tengo miedo de dejarla sola.
Puede vivir sola (al menos por ahora) - está animada (uf uf uf uf, no es por
llamar a la mala suerte), pero el tiempo pasa. Es una anciana. Y no quiero
dejarla para siempre. Y ni siquiera quiere vivir en la Capital del Norte en el
futuro. Yo también la entiendo, a su edad para andar mudándose... Pero no
puedo imaginarme otra vida para mí que no sea en San Petersburgo. Estoy
indecisa.
Una pregunta más. Tú instas a ignorar la información negativa. Pero, ¿y
la compasión? Si leo en el periódico que un niño está muriendo en algún lu-
gar, me duele. Hasta las lágrimas. ¿Significa eso que soy demasiado imper-
fecta para tu Transurfing?."
Tienes que decidir una cuestión concreta: ¿para quién vives, para ti o para
los demás? Si has leído Reality Transurfing, dice que la compasión no siem-
pre es generosidad, sino quizá un vacío espiritual, curiosamente. Vacío de la
propia alma satisfecha - la mente "compasiva" la obliga a entregarse a los de-
más. No voy a convencerte, tienes que decidir por ti misma: si vives para la
compasión y solidaria, o para el placer de vivir.
Pero no me acuses de indiferencia una y otra vez: "¡Tú! ¡No sientes lásti-
ma por los niños!." La falta de importancia exterior no es indiferencia, sino
una valoración sobria, un egoísmo razonable, si se quiere. Lo siento por los
niños. Pero no me regodeo en mi lástima. ¿Qué significa regodearse?
Supongamos que ocurre una desgracia. Una persona se regodeaará en su
desgracia, se compadecerá de sí misma todo lo que pueda, se afligirá trágica-
mente y contará a los demás su difícil situación con entusiasmo. El otro, des-
pués de haber caído, se levantará, se sacudirá el polvo y seguirá adelante: la
vida sigue, a pesar de todo. Lo mismo puede decirse de la compasión por los
demás. Si no puedo hacer nada para ayudar, mi compasión no tiene sentido.
Si escuchas constantemente las noticias y te compadeces de todos los desgra-
ciados, puedes volverte loca. Cada día mueren en el mundo decenas de miles
de personas muy buenas. ...todas dignas de compasión.
Algunos dirían: "Entonces, ¿vivir sólo para uno mismo, sin preocuparse
de los demás seres humanos? Es una filosofía interesante”.
No hago filosofía, ni demagogia. Si se vuelve del revés la compasión, que
todo el mundo acostumbra a atribuir a una virtud, resulta que es de doble na-
turaleza. La compasión puede estar causada por una simpatía genuina, o pue-
de surgir de un sentido del deber debido a un complejo de culpa. Un senti-
miento de culpa, a veces inconsciente, induce a una persona de cualquier ma-
nera a trabajar para cumplir con su deber. Pero esta razón real siempre se
prefiere mantener en las profundidades del subconsciente, y la virtud, supu-
estamente original, se saca a la superficie.
¿Cómo distinguir la compasión auténtica de la compasión imaginaria?
Muy sencillo, tienes que responder a la pregunta con sinceridad: ¿cuál es la
verdadera "cara" de tu sentimiento interior: es simpatía genuina o sentido del
deber? O dicho de otro modo: ¿de qué hay más? Si es el deber, entonces pue-
des renunciar a él con la conciencia tranquila, porque en ese caso la virtud
está fuera de toda duda. Y esta posición no nos hace insensibles, porque, por
regla general, cuidamos de nuestros familiares con sinceridad. Pero si ocurre
que el cuidado se ha convertido en un deber oneroso, es necesario convocar
un consejo de alma y mente - que decidan juntos qué hacer con la virtud ima-
ginaria.
Al fin y al cabo, cada uno debe preocuparse en primer lugar de su propia
alma y solo después de las almas de los demás. Aunque especular sobre este
tema es como caminar sobre el filo de una navaja. Todo es demasiado ambi-
guo. Y tendría grandes dudas sobre cómo responder a la lectora, si no fuera
por el último párrafo de tu carta, que da muestras evidentes de un complejo
de culpa. Así que hay que tenerlo en cuenta.
Lo importante es que la cuestión no la decida solo la mente, acostumbra-
da a mirar con cautela a la opinión pública. Tienes que preguntarte: sincera-
mente, ¿qué quieres más: dar el regalo a los demás o quedártelo para ti? La
prueba de fuego de una respuesta errónea será un estado de malestar mental.
El alma sentirá tristeza y decepción si la mente la priva de un juguete favori-
to: lo sentirá en su corazón. Es cierto que a veces el consejo del alma y de la
mente puede incluso decidir sacrificar la propia vida por el bien de los de-
más. Pero en estos casos no se suele pensar en la virtud.
Regalos y cumplidos

Los PRINCIPIOS del FREILING, en comparación con otros sistemas de


influencia sobre las personas, se caracterizan por su suavidad y calidez. Exis-
ten técnicas psicológicas que pueden utilizarse para subordinar duramente a
las personas a tu voluntad o engañarlas para que actúen en tu propio interés.
Son métodos para influir directamente en el mundo con la intención interna.
La influencia dura en el mundo es ineficaz, tiene efectos secundarios y va en
contra de los principios del Transurfing. En las "trans-relaciones," la inten-
ción externa utiliza la intención interna de las personas sin vulnerar sus inte-
reses.
Aquí no hay gestión ni subordinación que valga. Es mucho más agradable
y eficaz utilizar métodos basados en la implicación sincera con las personas.
Es mejor hacer el bien a la gente elevando su perfil y obteniendo lo mismo
de ellos a cambio. Pero también hay que hacerlo con prudencia.
Una de las formas más fáciles y accesibles de presumir de las virtudes de
tu pareja es un cumplido. Sin embargo, aquí tampoco todo está en orden. Un
cumplido conlleva, junto con un sentimiento agradable, un toque de ambi-
güedad, el a quien va dirigido el cumplido, siempre hay motivos para dudar
de la sinceridad de las intenciones de quien lo da. Esto se debe a que una
buena actitud tiende a convertirse en buenos modales. Como ves, los buenos
modales no siempre son sinceridad. Cuando la participación se eleva al ran-
go de etiqueta, se convierte en vulgaridad, que a veces resulta insultante.
Aunque una persona tenga problemas, se ve obligada a llevar una másca-
ra de bienestar exterior y fingir que todo va bien. Cuando se le pregunta ale-
gremente: "Bueno, ¿cómo estás?." - tiene que responder con la frase estándar
de "etiqueta". ¿Cómo le hace sentir esto? Si no resentimiento, al menos la
necesidad de reforzar aún más su pantalla defensiva. Sabe que vive en una
jungla donde cada uno es para sí mismo y nadie se preocupa de los proble-
mas de los demás. Lo de la jungla puede ser un poco exagerado, pero en rea-
lidad es así.
La sinceridad siempre está llena de la energía de la participación genuina.
Pero los péndulos no se benefician de que las personas se dispensen energía
unas a otras intercambiando calor de corazón. Así que los péndulos han este-
reotipado las normas de buena conducta, en las que la sinceridad se sustituye
por un sucedáneo barato de los buenos modales. ¿La "sonrisa empresarial"
sale del corazón? Los buenos modales no tienen nada de malo, siempre que
no empiecen a suplantar la consideración, la simpatía y la implicación autén-
ticas.
Por supuesto, estás familiarizado con la etiqueta y todo tipo de modales
"cortesanos". Los usas a veces conscientemente, pero la mayoría de las veces
de forma automática. Si ahora intentas sustituir conscientemente tus habitua-
les modales castrados por una participación sincera, obtendrás una ventaja.
La gente a tu alrededor percibirá inmediatamente tu sinceridad. Todo el mun-
do está tan acostumbrado a las falsificaciones refinadas que las raras auténti-
cas despiertan instantáneamente un vivo interés e inspiran simpatía.
Sustituir los buenos modales por una participación sincera es fácil. Basta
con desviar la atención de uno mismo hacia las personas y mostrar interés
por ellas. No es necesario estudiar psicología. Basta con preguntarse cons-
tantemente: qué motiva a las personas, por qué se esfuerzan, qué les ocupa.
Una vez que te pones en su piel, puedes encontrar fácilmente todas las res-
puestas. Una vez que haya determinado la dirección de la intención interior
de la persona, hazle saber que aprecias sus esfuerzos. Eso es todo lo que hace
falta. A cambio recibirás agradecimiento y afecto.
La norma del cumplido falso puede sustituirse por una alternativa natural:
un regalo. Le haces un regalo a una persona si le haces saber que aprecias
sus esfuerzos por mejorar su imagen. La intención interna suele dirigirse en
una dirección determinada.
Una persona busca destacar y aumentar su importancia en una dirección
determinada. Espera que los demás presten atención exactamente a lo que él
quiere destacar y reconozcan su importancia en ello.
Por ejemplo, un hombre felicita a una mujer por su vestido. Pero a ella no
le conmueve en absoluto, tiene docenas de vestidos así. Pero ni siquiera se ha
dado cuenta de su nuevo peinado. Su ojo interior está dirigido hacia sí mis-
mo, por lo que no observa y no puede determinar hacia dónde se dirige la in-
tención interna de la mujer. Se ha esforzado en una dirección completamente
distinta y espera que se la aprecie por ello. Un cumplido pone de relieve algo
en común o nada en absoluto. El regalo siempre está bien enfocado y da
exactamente en el blanco. Es auténtico.
"¡Te ves bien!" - es el cumplido estándar. - Sin duda subraya la importan-
cia, pero suena tópico, formal y vago, y por tanto poco convincente. Hay que
definir qué hizo exactamente la persona para quedar bien. ¿Qué es lo espe-
cial, el entusiasmo? Si la persona te interesa de verdad, no te resultará difícil
encontrar el objetivo y enviar el regalo al lugar exacto.
Si no puedes identificar la dirección de la intención, al menos debes evi-
tar las frases hechas. Cualquier improvisación se tomará como una evaluac-
ión sincera. "¿No te ves muy bien para un día tan nublado?" - suena vago,
pero es un cumplido. Un cumplido enmarcado en una broma elegante tam-
bién se convierte en un cumplido: "¿De verdad eres tan guapa o me lo estoy
imaginando?." Un comentario indiferente suele ser más poderoso que un
cumplido revestido de un paquete de entusiasmo, que puede ser falso. "Su-
pongo que tienes buen gusto," tal regalo causa alegría oculta.
Se puede conseguir un efecto especial si el regalo no se entrega directa-
mente en las manos, sino a través del regalo a través de otra persona. Si dices
algo agradable sobre esa persona a los demás en su presencia, sin ninguna
emoción, como algo ordinario, entonces puedes estar seguro de que se senti-
rá muy complacida. Mejor aún, si reconoces los méritos de la persona en su
ausencia y luego otros le transmiten lo que piensas de ella. No te lo agrade-
cerá, pero serás para él una fuente de alegría y satisfacción ocultas.
Otra diferencia entre un regalo y un cumplido es que por un cumplido no
dudará en dar las gracias, mientras que por un regalo sólo obtendrá un agra-
decimiento tácito. Un gracias suena a "eres muy amable" y nada más. Se so-
breentiende que ese agradecimiento es tan inútil como el propio cumplido. Si
tu regalo da en el clavo, la persona nunca lo admitirá, salvo en contadas oca-
siones. Cuando hagas un regalo, no oirás palabras de agradecimiento. Lo que
obtendrás es más que eso: el afecto genuino de esa persona por ti.
No tienes ni idea de lo mucho que la gente necesita regalos. Estás rodea-
do de muchas personas preocupadas por sus desaires y complejos negativos,
aunque exteriormente intentan demostrar que están bien. Muchos incluso
creen erróneamente que no tienen absolutamente nada de lo que enorgulle-
cerse y sufren por su inferioridad. Al recibir un regalo, la persona se animará
y sentirá un agradable sentimiento de orgullo. Guardarán tu regalo en un rin-
cón de su memoria porque les has hecho sentir que significan algo en este
mundo.
Los cumplidos se olvidan rápidamente. Los regalos son algo que la gente
recordará durante años, incluso toda la vida. Puedes comprobarlo tú mismo a
partir de tu propia experiencia. Estarás de acuerdo en que ha habido ocasio-
nes en las que una persona ha dicho algo bueno de ti, ha reconocido y desta-
cado tus virtudes. Si entonces pensó que los elogios eran merecidos, aún lo
recuerda. Y lo que es más importante, hay sitio en tu alma para la persona
que te hizo el regalo. Ya ves qué poderosa influencia pueden ejercer los rega-
los sobre las personas.
Encuentra un regalo para esa persona. Es bastante fácil, aunque un poco
más difícil que un cumplido estampado. Simplemente tienes que estar real-
mente interesado en la persona, al menos durante un rato.
La gente está acostumbrada a vivir en un entorno agresivo, en el que debe
defender y demostrar constantemente su importancia, en el que cada uno se
preocupa exclusivamente de sí mismo y trata de resaltar su importancia co-
mo puede, sin dejar de menospreciar al adversario. En un entorno así, cual-
quier expresión de participación y simpatía vale su peso en oro. Si abandonas
la lucha por ser importante y te dedicas a resaltar la importancia de los de-
más, te convertirás en un "rayo de luz en un reino oscuro". Serás apreciado
como un tesoro.
Al renunciar a tu importancia, encontrarás una sobreabundancia de ella.
Se necesita muy poco: cambiar tu intención interna por la confirmación de la
importancia de los demás. La insistencia y la adulación quedarán inmediata-
mente al descubierto. Requiere atención genuina, participación, apoyo, rega-
los desinteresados. La persona te estará muy agradecida por tu regalo. Pero
eso no es todo.
Hay ocasiones en las que un regalo puede marcar una diferencia radical
en la vida de una persona. Muchas personalidades famosas, artistas, músicos
y escritores, se han puesto en camino gracias a un mago bondadoso que les
hizo un regalo. Un regalo se puede dar sin intención, casualmente. Ha habido
casos en los que a un chico se le ha dicho de pasada que no es malo y que
podría ser músico. Y el chico se ha convertido en un gran músico.
Este tipo de regalos tienen un poder fatídico: conllevan un propósito o
una puerta. El donante no tiene ninguna obligación ni carga. El destinatario
del regalo empieza a brillar de felicidad. Si se tocan las sensibilidades del al-
ma, el alma se animará inmediatamente porque sabe que eso es exactamente
lo que necesita.
¿Te imaginas los regalos que puedes hacer a la gente? Si renuncias a los
cumplidos y aprendes a hacer regalos, quizá tengas la suerte de poder indicar
a alguien su camino.
Comida viva

A menudo recibo cartas pesimistas en las que la gente se queja de que no


encuentra su propósito, no sabe lo que quiere y no entiende cómo puede
cambiar su vida. Muchos se encuentran en una situación de la que parece no
haber salida. Y casi siempre se reduce a los recursos materiales. ¿Adónde
pueden ir para alejarse del aburrimiento del pueblo o la ciudad? ¿Dónde con-
seguir dinero para la vivienda? ¿Cómo desenredar una maraña de problemas
familiares? ¿Dónde encontrar un trabajo decente?
En el Transurfing, uno no puede prescindir de una actitud positiva, ¿de
dónde sale el optimismo cuando la realidad es sombría y lúgubre y no sabes
qué puedes hacer al respecto? No hay talentos especiales, pasan los años, no
hay perspectivas, la vida está atrapada en una rutina como un pantano. En ta-
les circunstancias, no se cree mucho en las posibilidades ilimitadas que pro-
mete el Transurfing. Y hay muchas más personas que tienen problemas de
salud graves. ¿Cómo salir de este círculo vicioso?
Si lo haces así, no puedes. Exactamente, no hay manera para salir de esta
desesperanza, y el Transurfing no va a ayudar. El hecho es que no tienes
energía suficiente no sólo para el Transurfing en sí, sino ni siquiera para
abordarlo de alguna manera. Por energía no entendemos aquí la fuerza física,
apta sólo para cavar un pozo, sino la energía libre, que permite a una persona
realizar su voluntad.
No hay energía libre, no hay intención. En otras palabras, nada se quiere
y nada se puede, la energía sólo basta para sostener la existencia y realizar
acciones rutinarias. La energía de la intención es la fuerza vital que nos da el
deseo de disfrutar de la vida, de ser activos, de crear, de conquistar nuevas
cotas y, en última instancia, de dar forma a nuestra realidad.
Es muy sencillo. Cuando los niveles de energía son bajos, el optimismo
se convierte en pesimismo, y el espejo del mundo transforma esa imagen en
realidad, lo que hace que las razones para el pesimismo sean aún mayores.
Así que existe un círculo vicioso de realidad sin esperanza del que no sólo no
hay fuerzas para escapar, sino ni siquiera para pensar cómo hacerlo. Cuando
el nivel de energía de la intención es bajo, no hay nada que pensar en dedi-
carse al Transurfing. Una persona con la energía debilitada ni siquiera es ca-
paz de gestionar un sueño consciente - esto está demostrado.
Sólo hay dos opciones. La primera es dejar las cosas como están, aceptar
lo inevitable y seguir arrastrándonos sin esperanza de mejora. Pero no me es-
cribas cartas quejándote de que nada funciona. Tu elección es tu elección.
Nadie te impide elegir la otra opción: trabajar tu energía. Entonces serás op-
timista y tendrás un propósito y la fuerza para conseguirlo. Puedes moldear
tu realidad como quieras y conseguir cosas que nunca creíste posibles. Pero
para ello, necesitas llevar la energía de la intención a su nivel adecuado. A
continuación hablaremos de cómo hacerlo.
Lo que estás a punto de leer puede provocarte una aversión activa, o bien
entusiasmarte y vislumbrar una nueva esperanza. Por diversas razones, esta
información no se difunde ampliamente. La práctica que estás a punto de co-
nocer te permite llevar tu energía a un nivel completamente nuevo. Se pue-
den conseguir los mismos resultados de otras formas, como el yoga, diversas
sesiones de entrenamiento y meditaciones. Pero debemos ser conscientes de
que se trata de un camino muy largo y difícil. Te propongo la forma más cor-
ta, fácil y natural. Debido al carácter extremo de este método (que, por cier-
to, sólo lo parece a primera vista), actualmente lo practica un número muy li-
mitado de personas. Y te advierto, no estoy dando esta información para im-
poner mi punto de vista, sino sólo para aquellos que lo encuentran útil para sí
mismos, y si es necesario para ti personalmente depende de ti decidir.
Vayamos en orden. La razón principal, si no la única, de la falta de ener-
gía libre es el decaimiento mundano del organismo, que, además, es la fuente
y la causa fundamental de todas las enfermedades. El cuerpo de una persona
normal retiene partículas de células muertas, proteínas y grasa corporal: los
espacios intercelulares están abarrotados de ellas y los vasos linfáticos y san-
guíneos están literalmente atiborrados. Estos residuos interfieren en el fun-
cionamiento normal del organismo: impiden que las células se "comuni-
quen," reduciendo la intensidad de las señales eléctricas que se transmiten
entre sí.
Aunque este tema escapa al ámbito del Transurfing, no tengo más reme-
dio que prestarle atención. Pero merece la pena porque los problemas globa-
les como el sobrepeso, las enfermedades, el envejecimiento, la depresión, el
pesimismo y la falta de vitalidad deben su origen a una ignorancia monstruo-
sa. Es sorprendente que con un nivel de información tan alto la gente ignore
la causa de sus problemas. Obviamente, los péndulos no se benefician de la
difusión generalizada de conocimientos, lo que fomentará a la aparición ge-
neralizada de individuos libres que pueden controlar su propia realidad.
Y la razón es elemental: una nutrición inadecuada. Pero decirlo es no de-
cir nada. Todo el mundo parece entenderlo, pero no se da cuenta. Aquí, como
ocurre a menudo, no se trata de conocimiento, sino de conciencia. Un sello
familiar oculta la esencia del conocimiento, dejando en la superficie especu-
laciones sin fundamento. Normalmente se reduce a que comer esto y aquello
es perjudicial. Este es, por regla general, el final de la información sobre ali-
mentación sana. También existe la idea de que las dietas y los suplementos
nutricionales especialmente formulados pueden salvar la situación.
Pero, ¿es realmente tan complicado? Alguien está investigando, alguien
está desarrollando sofisticados planes nutricionales, produciendo sofisticados
medicamentos, en resumen, toda una industria está trabajando. ¿Quién lo ne-
cesita? Hay muchas ideas equivocadas, pero son inútiles. Incluso el vegeta-
rianismo estricto no conducirá a nada, si no se conocen y no se observan los
principios de una alimentación correcta. Y estos principios son de hecho muy
simples, y no son desarrollados por luminarias de la ciencia, sino por la natu-
raleza misma, con un certificado de calidad de Dios.
En primer lugar, el hombre, como se deduce de su fisiología - una criatura
frugívora. Pero ni siquiera esto es importante. Lo principal es que la diges-
tión se organiza de una manera especial: para la asimilación de los alimentos
es necesario que vengan por separado, secuencialmente, sin mezclarse unos
con otros.
Si se infringe esta norma, los alimentos no se digieren y empiezan a pu-
drirse, obstruyendo y envenenando todo el organismo. Por último, los ali-
mentos que han sido sometidos a un tratamiento térmico suponen una verda-
dera carga extrema para el organismo, ya que se destruye casi todo lo que
tienen de valioso. En la naturaleza, ningún ser vivo cocina los alimentos al
fuego. La cocina es un fenómeno relativamente reciente, pero el tubo digesti-
vo ha evolucionado a lo largo de millones de años.
Lo extraño es que la gente observa diligentemente la higiene externa, pe-
ro pocos piensan en la higiene interna. Mientras tanto, dentro del cuerpo de
una persona normal hay un almacén de basura - no se puede ver, pero en tér-
minos de peso hay varios (a veces decenas) de kilogramos. El sistema excre-
tor no puede hacer frente a los productos de desecho y el organismo se ve
obligado a verter toda la suciedad donde sea posible. Como resultado, el
cuerpo empieza a atascarse muy rápidamente y parece un viejo sanitario que
nunca se ha limpiado. Las reservas del organismo son enormes, por eso un
ser humano a veces consigue vivir hasta los setenta años e incluso más. Pero
todo llega a su fin. Estando ya en la mitad de la vida la persona empieza a
experimentar consecuencias del retroceso: enfermedad, sobrepeso, letargo y,
en general, la fuerza no es la misma ni es igual que antes, en la juventud.
Esto se debe a que el cuerpo energético humano reacciona con sensibili-
dad a la obstrucción de su "sistema de alcantarillado". Los chakras se blo-
quean, los canales de energía se estrechan, el flujo de energía se convierte en
una corriente débil, lo que conduce a una pérdida de vitalidad. El debilita-
miento de la energía, a su vez, provoca trastornos patológicos en el cuerpo fí-
sico. Es un círculo vicioso. Si no eres dueño de tu cuerpo, ¿cómo vas a serlo
de la realidad?
Pero puedes recuperar tu antigua vivacidad e incluso estar más sano que
nunca. Pero para ello hay que convertir una cocina muerta en una cocina vi-
va. ¿Qué tienes: placas, ollas y sartenes? Si estás dispuesto a librar a tu cuer-
po de porquerías y a sumar a tu tiempo libre las muchas horas que has perdi-
do entre fogones, pronto verás desaparecer de tu cocina todos esos artilugios
asesinos de alimentos.
A algunos les parecerá chocante. Bueno, nadie le está tirando de las orejas
a nadie. Sólo expongo los hechos. ¿La comida a la que estás acostumbrado
vale tu salud, tu energía, tu vida? Hay un dicho que suele decirse con pesar:
"Si la juventud supiera, si la vejez pudiera". Por tanto, es posible hacerlo de
modo que sólo quede la juventud, que sabría y podría.
Lo primero que hay que hacer es limpiar las "cañerías," especialmente el
hígado. En muchos libros se describe cómo hacerlo. ¿Por qué se acepta la hi-
giene externa y no la interna? ¿Es porque la suciedad sólo es visible en el ex-
terior? Pero la higiene interna puede mantenerla el propio organismo adop-
tando una dieta adecuada. Esto debe hacerse gradualmente, en varias etapas:
alimentación secuencial, separación, renunciar a una serie de productos y,
por último, alimentación cruda. Pasar a consumir sólo alimentos naturales de
inmediato puede significar que no asimiles el cambio y necesites tiempo para
que tu cuerpo se adapte. y el cuerpo necesita tiempo para adaptarse.
El principio de la alimentación secuencial consiste en no comer todo a la
vez, sino primero un tipo de alimento, luego otro y así sucesivamente. Lo
primero que se come es lo que se digiere más rápido. Cuando los alimentos
pasan por el tracto gastrointestinal en capas separadas, resulta mucho más fá-
cil digerirlos y se reduce la cantidad de residuos nocivos.
Sólo debes beber quince minutos antes de una comida o dos horas des-
pués. De lo contrario, el jugo gástrico se diluye y los alimentos no se digie-
ren, sino que simplemente se pudren. (Sobre esto hay que escribir. ¿Qué se
puede hacer, de qué otra forma se pueden explicar los principios del aumento
de energía)?
La segunda etapa, a la que conviene pasar cuanto antes, es una comida se-
parada, que implica no sólo el consumo secuencial de productos, sino sólo de
aquellos que combinan entre sí. Aunque, en realidad, casi todos son incom-
patibles. Los distintos alimentos tienen tiempos y condiciones de digestión
muy diferentes, por lo que si se mezclan, inevitablemente se obtienen "pro-
ductos de desecho" que se depositan en el organismo en forma de grasa y
fango antes de poder ser eliminados. Lo único que combina con casi todo
son las hierbas frescas. Por lo tanto, lo ideal es reducir al mínimo la cantidad
de alimentos ingeridos en una comida. Los principios de la alimentación se-
parada(1) se describen con más detalle en libros que no son difíciles de en-
contrar.
Hay una serie de alimentos que deben eliminarse por completo de la die-
ta. Entre ellos figuran los cereales, los productos de harina blanca, el pan de
levadura, la leche y los alimentos enlatados. No hay nada de valor en estos
alimentos. Por ejemplo, todo lo útil que hay en los cereales está en el germen
y la cáscara. La harina blanca de mejor calidad se obtiene limpiando el grano
de trigo de la cáscara y el germen. De este modo, se elimina todo lo que tiene
valor, dejando sólo la masa muerta compuesta principalmente de almidón.
Esta parte sin vida del grano la proporciona la naturaleza como material de
construcción, una especie de barril de grasa para el germen. Luego se añaden
vitaminas artificiales a la harina, es decir, química. Comer productos de hari-
na blanca es como comprar almidón comprado en la tienda y echárselo a cu-
charadas en el almuerzo. El hígado se obstruye con la masa aceitosa, el almi-
dón se deposita en el organismo en forma de mucosidad y las paredes intesti-
nales se obstruyen con una placa. Los cereales también contienen proteínas
muy poco equilibradas. Por extraño que parezca, es mejor comer carne que
gachas(2) y pasta. Y la leche contiene caseína, que hace que a los animales les
crezcan cuernos y pezuñas. La leche en el cuerpo humano se convierte en xe-
rogel, que es una especie de pegamento de carpintería.
Estas macabras descripciones podrían prolongarse durante mucho tiempo.
¿Cómo puede una persona… conseguir vivir con todo esto y seguir sintién-
dose más o menos sana? El hecho es que. simplemente no sabe lo que es la
verdadera salud: no la ha experimentado desde que nació. Así que no pongas
excusas tópicas como "es la forma en que el mundo ha comido durante si-
glos," por supuesto, a menos que quieras tener los mismos problemas que los
demás.
Al final, sólo los productos naturales deben permanecer en su dieta: frutas
y verduras frescas, congeladas o secas, algas, frutos secos, semillas, miel, y
ningún tratamiento térmico - todo en su forma cruda. (Pero no llames frutos
secos a los cacahuates(3): son frijoles, y no son muy útiles). Pero la transición
brusca de los alimentos conocidos a las frutas y verduras crudas no conduci-
rá a nada bueno. El cuerpo necesita tiempo para acostumbrarse y adaptarse.
Por lo tanto, la transición debe hacerse gradualmente, reduciendo la propor-
ción de alimentos vegetales cocinados en la dieta y aumentando la de ali-
mentos crudos. Si toda tu vida has estado comiendo alimentos procesados, tu
microflora se adapta a esta dieta. En principio, es posible una transición drás-
tica, pero sólo para quienes gocen de buena salud.
La microflora se reconstruye completamente en un año. Al final de este
periodo no debe haber más alimentos procesados en la dieta. Como ustedes
saben, los productos que se han cocinado, no sólo destruido casi todas las vi-
taminas y minerales, pero también formó sustancias cancerígenas - venenos.
Los alimentos crudos no contaminan el organismo, sino que lo limpian. Tan-
to los utensilios de cocina como todos los órganos internos permanecen
idealmente limpios. La diferencia es crucial.
Puede parecer que cambiar a la alimentación cruda es extremadamente di-
fícil. ¿Qué se puede comer en invierno, por ejemplo? Y puede resultar caro.
Pero la verdad es que no es para tanto. Al contrario, tienes muchas posibili-
dades y es más barato que la dieta normal. Sólo tienes que empezar y descu-
brirás todo tipo de cosas que no sabías que existían. Es todo un mundo des-
conocido. He aquí algunos de los elementos esenciales que te ayudarán a su-
perar el periodo de transición: los platos de semillas germinadas(4).
Una parte bastante importante de nuestra dieta se compone de semillas:
cereales, legumbres y otros. Las semillas consisten en productos semiacaba-
dos: materiales de construcción enlatados. Básicamente son: almidón, proteí-
nas y grasas. Además, las semillas contienen inhibidores, sustancias que inhi-
ben la digestión. La naturaleza se ha encargado de que los animales y las
aves puedan transportarlas a largas distancias sin sufrir daños.
Cuando una semilla germina, experimenta un cambio espectacular: se
destruyen los inhibidores, el almidón se transforma en maltosa (5), las proteí-
nas en aminoácidos y las grasas en ácidos grasos. Lo mismo ocurre cuando
los alimentos se digieren en el organismo. Resulta que la mayor parte del tra-
bajo en las semillas germinadas ya está hecho. Además, en ellas se sintetizan
sustancias muy útiles y se movilizan las reservas para volcar toda la energía
en el desarrollo de la planta. Los poderes preservados y latentes de la semilla
cobran vida y desatan el enorme potencial para el nacimiento de una nueva
vida.
Las semillas germinadas son altamente terapéuticas y bioestimulantes.
Me resulta difícil enumerarlas todas: contienen de todo. En primer lugar, se
trata de vitaminas y microelementos, mejora del metabolismo, depuración
del organismo, refuerzo de la inmunidad, aumento de la capacidad de trabajo
y curación de muchas enfermedades. Las semillas germinadas tienen todo lo
que la naturaleza proporciona cuidadosamente para el desarrollo de una nue-
va vida y la supervivencia en un entorno agresivo. Es un alimento perfecta-
mente equilibrado, fácil de digerir y un medicamento eficaz al mismo tiem-
po.
Se pueden incluir en la dieta brotes de trigo, maíz, frijoles, garbanzos y
frijol mungo. La técnica de preparación es muy sencilla. Las semillas se re-
mojan en agua a primera hora de la mañana. Por la noche se vierten en un
colador o tamiz, se lavan y se cubren con una gasa húmeda. Por la mañana
verás comida viva. Remoja el maíz y los frijoles (preferiblemente rojos, son
más sanos) durante veinticuatro horas. Remojar durante 24 horas y germinar
durante el mismo tiempo o más, enjuagando de vez en cuando.
El trigo y el maíz pueden comerse crudos. Los brotes del trigo tienen pro-
piedades curativas excepcionales. Debes masticarlos a conciencia (al menos
dos cucharadas al día), pero si te queda una sustancia parecida a la goma en
la boca, significa que esta variedad no es adecuada y debes buscar otra. Por
desgracia, las legumbres no saben tan bien cuando están crudas. Hay que
echarlas en el agua hirviendo y llevarlas a ebullición. El frijol mungo se vier-
te simplemente con agua hirviendo y se deja durante unos diez minutos.
¿Sabes preparar agua viva? En primer lugar, hay que llevar el agua del
grifo a ebullición en una olla esmaltada de cinco litros y enfriarla rápidamen-
te en un baño frío. Esta es la primera etapa de la estructuración. Este tipo de
agua ya es un orden de magnitud más útil en comparación con el agua sim-
plemente hervida.
A continuación, pon en la olla cinco o siete guijarros de sílex negro (6),
que puedes comprar en la farmacia (7), cúbrela con una gasa y deja reposar
durante dos días. Luego, vierte cuidadosamente el agua en otro recipiente, y
la capa inferior dos-cuatro centímetros del agua debe ser desechada, porque
el sílex precipita patógenos y elementos químicos extraños. El agua de pe-
dernal ya tiene propiedades curativas, está aún más estructurada y saturada
de silicio, el oligoelemento más esencial, a falta del cual el cuerpo no absor-
be casi todo el resto.
Pon el agua resultante en el congelador. En cuanto se formen los primeros
hielos en la superficie y cerca de las paredes del recipiente, se vierte el agua
en un recipiente de plástico, que se introduce de nuevo en el congelador. La
primera escarcha se desecha, deshaciéndose así del agua pesada. El agua pe-
sada contiene los isótopos de hidrógeno deuterio y tritio, se congela a +3 °C
y no es buena para el organismo.
La última congelación debe realizarse en un recipiente de plástico, ya que
el esmalte de la olla puede agrietarse. Cuando dos tercios del agua se han
congelado, hay que hacer un agujero en el hielo y verter el resto del agua: es-
ta "salmuera" contiene todas las impurezas indeseables. Ahora hay que espe-
rar a que el hielo se derrita a temperatura ambiente, con lo que se obtiene el
agua de fusión de mayor calidad, que también se denomina agua de Protio
porque está libre de isótopos pesados.
Por último, si tienes un imán en forma de anillo o un embudo magnético,
haz correr el agua a través de él para reforzar aún más la estructura. El agua
resultante tiene propiedades medicinales: purifica el organismo y cura una
serie de dolencias cuando se consume durante un largo periodo de tiempo.
Su vida útil está limitada a siete horas. No podrás comprar agua así en nin-
gún otro sitio y a ningún precio.
Esa es la sorprendente cocina viva, donde los alimentos no se cocinan, si-
no que crecen. A diferencia de la cocina convencional que matan los alimen-
tos, ésta, por el contrario, los aviva. Puedes comprobarlo por ti mismo: platos
elaborados con semillas germinadas, a las que se añaden diversas especias y
salsas, mucho más sabrosos que la comida convencional. Por no mencionar
el hecho de que son en todos los aspectos mucho más valiosos que, por ejem-
plo, las mismas gachas, que entre la gente desinformada se consideran útiles.
Las semillas germinadas tienen un alto contenido en proteínas, que son
muy fáciles de digerir y ayudan al organismo a readaptarse a una dieta basa-
da en plantas. La nueva microflora no sólo procesará los alimentos crudos,
sino que también servirá como fuente de proteínas. Así se construye la diges-
tión de los animales herbívoros.
Puede surgir la pregunta: ¿qué pasa con el consumo de alimentos que de-
ben cocinarse crudos, como las patatas o los calabacines? Entonces, una con-
tra-pregunta: ¿es necesario comerlos? Las verduras ricas en almidón no apor-
tan al organismo más que calorías vacías y mucosidad, de donde procede la
enfermedad llamada resfriado común. Los granjeros, por cierto, para criar
cerdos más gordos para la venta, los alimentan con patatas cocidas. Han des-
cubierto que los cerdos engordan más rápido y resulta económicamente ven-
tajoso. La comida cruda simplemente no engorda a los cerdos, no importa
cuántas calorías se consuman.
Puedes aumentar la ración de mariscos en tu dieta para no sentirte triste
por prescindir de tus comidas habituales. Todos los pescados y crustáceos
marinos pueden consumirse sin tratamiento térmico. No es difícil descubrir
cómo salarlas. De nuevo, en crudo, con condimentos, todo sabe mucho me-
jor. Aunque los partidarios estrictos de los alimentos crudos no sólo no co-
men lo que corre, salta, vuela y nada, sino que ni siquiera utilizan sal.
Las frutas y verduras frescas, especialmente las semillas germinadas, pro-
piedades depurativas excepcionales. Hay que tener en cuenta que al pasar a
la alimentación cruda se pueden experimentar una o varias crisis de limpieza,
durante las cuales se exacerban antiguas dolencias. No hay que preocuparse
ni intentar tratar de algún modo las manifestaciones dolorosas. Son una señal
de que el cuerpo por fin se está deshaciendo de la basura que ha acumulado a
lo largo de los años, y se está reajustando a su rutina normal. La única medi-
da que será útil durante una crisis es ayunar con agua destilada (hervida) du-
rante uno o más días.
En principio, si tu estado de salud no es muy malo, puedes pasar directa-
mente a la alimentación 100% cruda. En ese caso, la crisis depurativa será
más pronunciada, pero esto varía de una persona a otra. Puede haber una pér-
dida de peso significativa. Esto significa que el cuerpo se deshace del tejido
muerto y renace. Las personas obesas son en realidad esqueletos andantes.
Una dieta inadecuada y un estilo de vida sedentario han transformado tu
cuerpo en una masa de depósitos grasos y escorias. Ya casi no queda tejido
vivo en ellos, son en su mayoría peso muerto. De eso nos libramos. Lo prin-
cipal es no preocuparse. Tu cuerpo se limpiará y volverá a la normalidad. Pe-
ro tienes que ayudarlo. Las algas, el polen y el aceite de linaza deben incluir-
se en la dieta para compensar la falta temporal de sustancias esenciales du-
rante el periodo de transición. También puedes investigar en Internet para ob-
tener más información sobre los alimentos crudos. No hay mucho. Es real-
mente extraordinario, pero extremadamente eficaz y, podría decirse, una for-
ma elitista de renacimiento.
A muchas personas esto les puede parecer, si no aterrador, como mínimo,
muy inusual. Por regla general, la gente es muy reacia a abandonar sus viejos
hábitos. Cuando un estilo de vida erróneo se convierte en una norma acepta-
da, los principios naturales sencillos y obvios empiezan a parecer antinatura-
les. ¿Qué tiene de especial esta dieta natural para que por ella tengamos que
renunciar a tantas tentaciones culinarias? ¿Merece la pena? Quizá los si-
guientes hechos, que quizá desconozcas, influyan decisivamente en tu opi-
nión.
La educación cruda es la ciencia de la nutrición para los pueblos del ter-
cer milenio, la civilización de la tercera ola. El promotor más famoso de la
comida cruda es Arshavir Ter-Hovhannisyan (Aterov). Su libro "Rawism, or
the New World Free of Diseases, Vices and Poisons" (Crudismo, o el Nuevo
Mundo Libre de Enfermedades, Vicios y Venenos), publicado en Teherán,
presenta los principios básicos de la alimentación cruda. Tras perder a sus
dos primeros hijos por la enfermedad, Aterov crió a su tercera hija exclusiva-
mente con alimentos crudos. Creció como una niña extraordinariamente sa-
na, muy avanzada física y mentalmente. Esto es lo que escribe en su libro:
"Mi hija pronto cumplirá siete años, pero nunca se ha llevado a la boca ni
un bocado de comida degenerada. Su salud es de primera. Ahora veo que es
mucho más fácil educar a cien niños que comen comida cruda que a uno
gourmet. Nunca tendrás que preocuparte por enfermedades infantiles como
resfriados y mocos, diarrea y estreñimiento, o por si el niño ha comido lo su-
ficiente hoy o no. Mi niña es alegre como un pájaro y siempre tiene la opor-
tunidad de que venga a la mesa y coja lo que quiera comer. Toca, canta y bai-
la todo el día sin cansarse, sin llantos ni caprichos, sin llorar ni gritar, sin
causar molestias a quienes la rodean. A las ocho de la tarde se acuesta y, tras
cantar unos minutos, cierra los ojos y duerme plácidamente hasta las seis de
la mañana. No recordamos ninguna ocasión, desde sus primeros meses de
vida, en que se despertara por la noche. Su sueño es tan profundo y firme que
ningún ruido o movimiento puede despertarla”.
Aleksandr Chuprun, conocido divulgador de la naturopatía, autor del li-
bro "Qué es la alimentación cruda y cómo convertirse en un agricultor de ali-
mentos crudos," quedó discapacitado en su juventud debido a una grave en-
fermedad crónica del primer grupo. Todos los tratamientos que había proba-
do no surtían efecto. Después de pasarse a los alimentos vegetales crudos, se
convirtió en una persona completamente sana. Chuprun ofreció una interpre-
tación inesperada pero sorprendentemente obvia del problema de la inmuni-
dad.
Su esencia es que el cuerpo apaga deliberadamente el sistema inmunitario
durante una enfermedad infecciosa. Se sabe que una persona enferma cuando
su organismo está debilitado, sobrecargado de toxinas, falto de vitaminas y
otras sustancias vitales. Se ha observado que si en tal estado una persona
contrae cualquier tipo de infección, disminuye la producción de interferón -
defensas, como si se cerrara deliberadamente, permitiendo que la enferme-
dad progrese. Resulta que los microorganismos causantes de la enfermedad
se alimentan de toxinas que el "sistema de alcantarillado" no tiene tiempo de
eliminar debido a la nutrición inadecuada. Así que el organismo no tiene más
remedio que permitir que los microbios se multipliquen Cuando cumplen, al
menos parcialmente, su misión de limpieza, el sistema inmunitario se recu-
pera y la enfermedad desaparece.
"En principio," escribe Aluprun, "deberíamos bendecir las enfermedades
microbianas y víricas - son crisis típicas de curación: de esta forma el cuerpo
se cura a sí mismo del problema principal - la obstrucción del medio interno
con toxinas, y sin ninguna medicación. Pero al mismo tiempo es necesario
utilizar estas crisis de la única manera correcta: introduciendo en la costum-
bre el ayuno completo en tales casos durante sólo unos días, hasta que remi-
tan los fenómenos agudos. Esta será la mejor ayuda para las fuerzas naturales
del organismo, curarse a sí mismo por medio de gérmenes y virus. Algún día
el mundo civilizado aprenderá a hacerlo, igual que aprendió a usar el jabón y
el cepillo de dientes. Pero no tanto, ya que la ciencia avanza y la ignorancia
aumenta...".
De ahí la conclusión: ¿por qué llevar el cuerpo a tal estado, cuando no le
importa quién y cómo lo limpia? ¿No es mejor mantener la pureza original?
La práctica lo confirma: quienes practican la alimentación cruda no enfer-
man en absoluto.
Un principio fundamental sigue siendo indiscutible: un organismo vivo
debe recibir alimentos vivos. La importancia de este principio fue señalada
por primera vez por el Dr. Frank Pottenger, quien ya a principios del siglo
XX realizó un amplio experimento. Durante diez años alimentó a novecien-
tos gatos con comida cruda y todos conservaron una buena salud y resisten-
cia. Un segundo grupo de gatos recibió comida cocinada, a consecuencia de
la cual los animales desarrollaron todas las enfermedades humanas: neumo-
nía, parálisis, pérdida de dientes, letargo, nerviosismo, etc.; es decir, práctica-
mente todos los sistemas del cuerpo se vieron afectados. Los gatitos de la
primera generación nacieron débiles y enfermizos, en la segunda hubo mu-
chos nacidos muertos, y en la siguiente generación, los gatos se volvieron es-
tériles.
El Dr. Edward Howell, uno de los fundadores del sistema de curación na-
tural, llegó a la conclusión de que las enzimas (fermentos) eran el principal
componente que distinguía los alimentos crudos de los que habían sido coci-
nados. Descubrió que estas "unidades de energía vital" se descomponen a
temperaturas superiores a 50 °C. Entonces, ¿por qué les dio un título tan ele-
vado: "unidades de energía vital"?
Las enzimas son las sustancias que hacen posible la vida. Son esenciales
en todas las reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo. Sin
enzimas no habría actividad alguna en el organismo vivo. Son los "obreros"
que construyen el cuerpo como los albañiles construyen casas. Los nutrien-
tes, las vitaminas y los oligoelementos son sólo material de construcción. To-
do el movimiento en la "obra" lo proporcionan las enzimas. Y no sólo sirven
como catalizadores inertes que aceleran las reacciones químicas. Resulta que
las enzimas producen una cierta radiación durante su acción, lo que no ocu-
rre con los catalizadores. Las enzimas se componen de transportadores de
proteínas cargados de energía, como en una pila eléctrica.
¿De dónde obtiene nuestro organismo las enzimas? Al parecer, heredamos
cierta capacidad enzimática al nacer. Este suministro limitado de energía está
diseñado para durar toda la vida. Es como conseguir cierto capital inicial. Si
sólo lo gastas, se produce la quiebra. Del mismo modo, cuanto antes utilices
tu energía enzimática, antes se agotará tu fuerza vital. Cuando llegas a un
punto en el que tu cuerpo ya no puede producir enzimas, tu vida ha termina-
do. La batería se agota.
Al consumir alimentos tratados térmicamente, las personas malgastan por
descuido su limitado suministro de enzimas. Según el Dr. Edward Howell,
ésta es una de las principales causas de todas las enfermedades, del envejeci-
miento prematuro y de la muerte precoz. Los alimentos crudos contienen sus
propias enzimas, que permiten la autolisis: los alimentos se digieren fácil-
mente porque en su mayor parte se cocinan en su propio jugo. Pero si se in-
gieren alimentos cocinados desprovistos de enzimas, el organismo tiene que
recurrir a sus reservas para para digerirlo. Esto provoca una disminución de
la ya limitada capacidad enzimática.
Imagínate que has decidido iniciar una importante reforma de tu casa.
Hay dos escenarios posibles. En el primer caso, te trajeron los materiales ne-
cesarios, los echaron en un montón y se fueron. Tenías que hacerlo tú mismo
y dedicar mucho tiempo y esfuerzo a completar todo el trabajo duro. En el
segundo caso, los constructores venían con los materiales y lo hacían todo
ellos, mientras tú descansabas y te cuidabas.
Esta es la diferencia entre comer alimentos procesados y crudos. Cuando
se consumen alimentos cocinados, toda la vitalidad se vuelca en esta laborio-
sa tarea. Las enzimas, esas "obreras" que deberían estar ocupadas en sus ta-
reas directas de limpieza y reparación de los tejidos vivos, se ven obligadas a
dejarlo todo y a realizar un trabajo que no les corresponde. Ya no tienen
tiempo para ocuparse del cuerpo y éste se deteriora.
¿Te imaginas una situación así, en la que de repente la gente dejara de ca-
minar y sentarse tranquilamente y empezara a correr como loca, a pesar de
su terrible cansancio? Del mismo modo, los modos de funcionamiento de un
organismo de alimentos crudos difieren de los de una persona "media": una
persona camina tranquilamente, la otra corre un maratón perpetuo hasta que
se desploma de impotencia. Después de todo lo dicho, ya no cabe duda de
que comer alimentos cocidos causa daños monstruosos al organismo. Pues
bien, los beneficios que una persona recibe como resultado de la crudeza, lo
resume mejor que nadie uno de los partidarios de lo crudo natural. Nikolai
Kurdyumov. Esto es lo que escribe:
"1. No puedes enfermar con inflamación, resfriarte. La gripe pasa prácti-
camente desapercibida. Casi todas las enfermedades psicosomáticas (trastor-
nos de órganos, articulaciones, dolores - porque todos los órganos se limpian
y rejuvenecen) se apagan y desaparecen. La inmunidad aumenta desde los
niveles artificialmente bajos hasta los naturales: se puede estar tumbado tres
horas en la nieve o bailar en bañador sólo cuando hace -18 °C, y no pasa na-
da. Y todo ello sin ningún endurecimiento especial.
2. Nuestro cuerpo tiene la máxima sensibilidad a las sustancias nocivas,
la reacción a ellas es fuerte, incluso dolorosa, pero el organismo las saca de
sí rápidamente, las rechaza, las neutraliza y, como resultado, prácticamente
no hay consecuencias de la intoxicación.
3. Esto también incluye una resistencia nutricional muy fuerte: si tiene
que comer algo inusual o indigesto, todo se digiere fácilmente y se convierte
en inofensivo sin consecuencias. Los filtros procesan todo de una vez. "Un
estómago galvanizado”.
4. La digestibilidad de los alimentos es de un orden de magnitud superior.
Es decir, el factor de digestibilidad. Un crudívoro "gordo" (que ha pasado la
crisis de los ocho meses) está lleno con tres manzanas, un par de pepinos.
Verduras silvestres que engordan, hortalizas de hoja, brotes de uva: todos son
buenos para comer. Por lo tanto:
5. Un sentido único de independencia de las circunstancias. No hablemos
con palabras altisonantes sobre la unidad con la naturaleza, pero pase lo que
pase, te encuentres donde te encuentres -incluso en el bosque- siempre te ali-
mentarás gratis, sobrevivirás.
6. El sentido del gusto: no con la lengua y los ojos, sino con todo el cuer-
po. El cuerpo aprueba o desaprueba la comida y señala deseo, indiferencia o
rechazo. La sensación de plenitud: es objetiva, del cuerpo, por lo que no hay
posibilidad de estar lleno. En general, los alimentos crudos son muy difíciles
de comer.
7. Sensación de hambre: después de la “crisis” prácticamente no molesta.
Esa neurosis que llamamos apetito no existe. Hay un entendimiento: sí, pue-
des comer. Me distraje, lo olvidé, un día o dos, y nada. Lo recordé: comí, es-
toy bien. De esto:
8. "Efecto camello": la capacidad de no comer nada durante un día, dos o
tres, sin perder confort y resistencia. Con comer una vez al día se está a tope.
Lo mismo con la bebida, incluso con un gran esfuerzo físico.
9. En resumen: resistencia física normal. Correr es agradable. Es posible
ejercitar varias horas; y después no te sientes cansado. Nada de fatiga, ni ga-
nas de sentarse o tumbarse. La eficacia de la vida es mucho mayor. Y, de
nuevo, todo ello sin ningún entrenamiento especial.
10. La resistencia mental bajo cualquier presión es igual de grande. La
mente está clara y cristalina. La memoria funciona perfectamente. La clari-
dad de pensamiento es tal que los exámenes se hacen casi sin preparación y
estudiar deja de ser un problema.
11. La necesidad de dormir se reduce a 6 horas. La privación de sueño se
tolera fácilmente. Por ejemplo, a los 60 años, conducir durante tres días sin
descanso, sin que ello afecte al autocontrol ni a la atención. Despertarse es
fácil, estimulante y alegre. (¡Eh, no me digas! Sólo por eso...)
12. Tono: gran interés por la vida. El estado de ánimo es optimista y ale-
gre. La adversidad no hace sino intensificarse. La confrontación es alta: prác-
ticamente imposible discutir - nada irrita, todo se percibe conscientemente.
13. Alta capacidad para decidir y ser la causa... Sin compulsiones - el
cuerpo no te controla a ti, sino que tú controlas al cuerpo. Te conviertes en el
dueño de todas las necesidades del cuerpo, incluidas las sexuales. No hay
adicción al alcohol en los alimentos crudos. Y si había alguna, desaparece.
14. Hay mucho más control y cooperación con tu cuerpo, puedes contro-
larlo más fácilmente: Empiezas a gestionar y decidir y tu cuerpo se convierte
en entrenado, adiestrado y obediente. Imagina cuánto aumentan las posibili-
dades de la vida".
Por mi parte, puedo añadir que los problemas de apariencia que aquejan a
muchas personas desaparecerán automáticamente porque el cuerpo recupera
su belleza natural original. Y para los ancianos, el tiempo vuelve atrás: se
pueden perder unos veinte años y alargar indefinidamente el final de la fiesta
llamada vida. Basta con cambiar la forma de alimentarse.
Quiero insistir en que no se trata de una dieta más que da resultados tem-
porales, sino de una forma de vida. Si decides pasar a la cocina cruda, debes
hacerlo gradualmente y, lo que es más importante, nunca debes imponerte
ese régimen a ti mismo ni a los demás. Aquí hay que tener especial cuidado
en seguir la regla del Transurfing. La fiesta compartida es parte integrante de
nuestras vidas, por lo que la gente de tu entorno se quedará perpleja e inten-
tará asegurarte que estás haciendo tonterías. No tienes que intentar disuadir-
les, porque están muy preocupados porque tienen la firme sospecha de que
tienes razón. Sigue tu camino con calma y alegría, sin poner excusas ni de-
mostrar nada a nadie. Tu aspecto floreciente hablará por sí solo.
Pero sobre todo, por supuesto, no hay que forzarse. Si actúas según el
principio del "deber," nada bueno saldrá de ello: tarde o temprano se produ-
cirá un colapso y todo volverá a ser como antes. La transición debe producir-
se en un estado de unidad de mente y alma: no es "tengo que hacerlo," sino
"quiero hacerlo". Por eso se sugiere que lo hagas por etapas, sin forzar tu vo-
luntad y tu cuerpo. Es realmente difícil rechazar las numerosas tentaciones.
En general, hasta los treinta años todavía puedes divertirte, pero entonces es
mejor pensar con firmeza. Al fin y al cabo, la "batería" se asienta inevitable-
mente, aunque de forma imperceptible.
No te olvides del ejercicio físico. Ducha de contraste y caminar durante
una hora todos los días - este es un mínimo necesario. Correr no es necesa-
rio. Correr es un estado extremo y antinatural para el cuerpo. Apoyarse fuer-
temente en él no tiene sentido, excepto para los atletas, para los resultados.
Aunque la naturaleza no tiende a los resultados, sino al equilibrio óptimo.
Caminar es otra cosa - es más que útil. Los ejercicios pueden ser elegidos a
tu gusto. Por ejemplo, la gimnasia tibetana, que se describe en el libro de Pe-
ter Kelder “El ojo del renacimiento”, es simple y al mismo tiempo muy efi-
caz para aumentar la energía.
El nuevo estilo de vida elevará tu energía de intención a tal nivel que un
día podrás decirte a ti mismo: realmente soy dueño de mi cuerpo y soy dueño
de mi realidad. Y no son solo palabras, es un sentimiento muy concreto. Sen-
tirás literalmente que eres capaz de moldear una capa de tu mundo a tu anto-
jo. Será una sensación de coordinación asombrosamente orgánica: “pase lo
que pase, mi intención se cumple, todo va en esa dirección y todo va como
debe estar.”

Notas
(1) También conocida como Dieta disociada. (NdT)
(2) Las gachas son un plato sencillo que se elabora cociendo granos de avena u otros
cereales o legumbres en agua, leche o una mezcla de ambas. Suelen servirse calientes en
un cuenco o plato. Otros platos hechos con granos cocidos en agua que también pueden
describirse como gachas reciben con mayor frecuencia nombres regionales como polenta o
grits, y se preparan y sirven según las diferentes tradiciones locales. Las gachas de avena y
sémola son las variedades más populares en muchos países, si bien también se emplean
otros cereales como el arroz, el trigo, la cebada y el maíz, e incluso pueden emplearse le-
gumbres como el áfaca. (NdT)
(3) También conocidos como maní. (NdT)
(4) También conocidas como brotes. (NdT)
(5) Maltosa o azúcar de malta, con un poder endulzante de la mitad del azúcar común
de cocina. (NdT)
(6) Sílex o pedernal. (NdT)
(7) Dependiendo de la zona del mundo donde uno esté. También se encuentra en el
campo, el el lecho de un arroyo, o en tiendas de piedras y cristales (NdT)
Los observadores del trolebús

"QUIERO PREGUNTAR sobre algo que me inquieta desde hace mucho


tiempo. ¿Escribes todo esto como teórico o como practicante? ¿Sigues todo
lo que escribes? ¿Lo aplicas a tu vida? Y si es así, ¿cuáles son los resulta-
dos? ¿Estás personalmente convencido de los beneficios, o más bien de que
la teoría del Transurfing funciona?."
Por supuesto, todo lo que escribo no sólo está comprobado, sino que
constituye una forma de vida para mí. Por ejemplo, al cambiar a una dieta
basada en alimentos naturales, he ganado mucha energía libre, lo que ha des-
pertado mi creatividad y me ha permitido utilizar eficazmente la técnica del
Transurfing.
Antes tenía que trabajar mucho y muy duro, como la mayoría de la gente,
para conseguir mis objetivos. Gran parte del esfuerzo fue en vano. Apenas es
posible conseguir mucho con los métodos convencionales. Ahora puedo mol-
dear una capa de mi mundo -la realidad en la que vivo- como yo quiera. To-
do sucede por sí mismo, sin lucha, canalizando la energía de la intención en
la dirección correcta. Pero antes de nada, tienes que obtener esa energía.
Tengo cuarenta años, pero mi salud y mi vitalidad son incluso mejores
que a los catorce, cuando intentaba romperme el cuello haciendo peligrosos
saltos de esquí. Externamente, no tengo el aspecto que cabría esperar a mi
edad. Si me pusieras en un auditorio entre estudiantes, nadie vería mucha di-
ferencia. Es cierto que he tomado el "camino recto" sólo cuando mi estúpida
forma de vida me ha llevado al punto en que apenas puedo caminar. Si una
persona se encuentra en una situación así, tiene dos opciones: curarse o estar
sana. Muchas personas eligen la primera opción. Como resultado, las viejas
enfermedades pueden permanecer y pueden aparecer otras nuevas. Pero, ¿có-
mo puede ser de otro modo? Al fin y al cabo, el espejo refleja perfectamente
la imagen: "Trato mis enfermedades," o más exactamente, "cuido mis enfer-
medades, las mimo, voy a los hospitales, me quejo y me hago la vida imposi-
ble a mí mismo y a los que me rodean". La segunda forma que he elegido
forma exactamente la imagen opuesta: "Estoy mejorando mi salud". El resul-
tado es el mismo. Obviamente, se trata de dos enfoques fundamentalmente
diferentes.
Muchas personas, siempre que estén en buena forma física, no quieren oír
hablar de los alimentos crudos y otras "perversiones" de este tipo. Sin embar-
go, debes tener en cuenta que la salud sólo es temporal si no cuidas tu cuer-
po. ¿Por qué esperar a que lleguen los cambios desagradables? Puede resul-
tar que los cambios sean irreversibles. ¿Cuál es el problema? Una falta de
voluntad para cambiar los viejos hábitos, inculcada por los péndulos.
En efecto, ¿cómo renunciar a tantos platos familiares y tentadores? Da
miedo pensarlo. Pero el hecho es que todo este "sabroso mundo" es creado
por los péndulos y el ansia por él es causada por el lazo de la trampa en el
que se mantiene la inmensa mayoría de la población. Es ingenuo creer que
sólo los drogadictos, los alcohólicos y los fumadores están atrapados en el
círculo vicioso. Los representantes de los péndulos médicos "buenos" que se
enfrentan a estos "malos" declaran enfermas a estas personas e intentan tratar
sus adicciones supuestamente fisiológicas.
En realidad, la adicción a los alimentos habituales es de la misma natura-
leza que la adicción a las drogas: permanecer en un bucle de antojos. Lo mis-
mo da tratar un antojo de dulces que de carne. Esto es fácilmente verificable,
y ha sido comprobado repetidamente por quienes se han liberado de los "sa-
brosos" antojos comiendo alimentos naturales. -Por ejemplo, en cuanto una
persona enganchada a la adicción a la comida se come un trozo de tarta o un
caramelo por la noche, a la mañana siguiente aparece una resaca natural si-
milar a la de las bebidas alcohólicas.
El péndulo se engancha tanto a los adictos como a los consumidores de
productos nocivos, aunque generalmente aceptados. Por eso les cuesta imagi-
nar cómo pueden prescindir de toda esa basura que parece insanamente deli-
ciosa.
La noción de gusto no es más que un compromiso con un determinado
péndulo. Todo es relativo. No tienes que privarte del placer en absoluto. Es
muy difícil salir del lazo de la autocontención, y tampoco es muy agradable.
Hay una salida mejor: tienes que cambiar tu orientación gustativa, y entonces
los placeres no desaparecerán, simplemente serán diferentes. La forma más
segura es seguir un patrón de alimentación diferente y menos destructivo, co-
mo alimentos integrales o comer crudo.
Los Crudívoros, por ejemplo, no se fuerzan por necesidad en absoluto,
como puede parecer desde fuera. Al contrario, practican una dieta natural con
pasión y disfrutan de ella tanto como los más notorios gourmets. Imagínate,
una zanahoria del huerto les resulta tan tentadora como un buen pastel para
un goloso. Los antojos cambian según oscila el péndulo, eso es todo. Y la vi-
da no se priva de placeres, al contrario, se vuelve mucho más placentera, por-
que nuevos placeres, antes inaccesibles, aparecen gracias al nuevo aliento vi-
tal.
Por otra parte, cuando soy huésped no me quejo de comer o beber esto o
aquello. Puedo permitirme comer lo que quiera de ser necesario, porque ya
no dependo de los prestamistas. Es como si pasara por el banco de vez en
cuando, cogiera el poco dinero que necesito y me fuera, sin preocuparme de
tener que devolverlo en mi próxima visita. En otras palabras, puedo sobrevi-
vir no sólo en el bosque, sino también en la ciudad.
La clave está en despertar al sueño y liberarse de las garras del péndulo.
Cambiar a una dieta natural es el camino más directo hacia la libertad. Aten-
ción: no encontrarás libros sobre alimentación cruda en las estanterías. Los
hay para curar y también para limpiar el cuerpo. Pero sobre lo más básico
que hace superfluos tanto el tratamiento como la depuración... ¡no! Porque
para los péndulos es como la muerte aliviarse de la mayoría de los problemas
con los que cualquiera lidia todo el tiempo. Cualquier otra cosa es aceptable,
¡pero esto no! Un retorno consciente a la pureza e independencia naturales
derriba un conglomerado colosal de industrias y destinos relacionados direc-
ta o indirectamente con la salud y la vitalidad humanas.
Ojo, no trato de agitarte (¿por qué iba a hacerlo?) y no invito a nadie con-
migo, sólo doy información, que puede ser útil para alguien. Muchas perso-
nas pasan por el quirófano e incluso van al ataúd porque simplemente no es-
tán informadas de que sus enfermedades pueden ser curadas fácilmente por
la propia naturaleza. No hay nada más tonto que la muerte por ignorancia.
Hay un hombre sentado en la soga al péndulo y al oír hablar de una nueva
moda, piensa: “¿Comida cruda? ¿Qué les pasa a estos tontos?” Y el péndulo
le susurra tranquilamente: “Sí, estos son unos cretinos que comen comida
cruda. Come tus salchichas, come!” Y el hombre permanece en la oscuridad.
En cuanto a los resultados concretos que he obtenido con las técnicas del
Transurfing, no quiero hacer publicidad de ellos. Mi vida personal debe man-
tenerse al margen de la opinión pública, de lo contrario deja de ser personal.
Espero que me entiendas bien. Lo único que puedo decir es que la técnica
funciona a la perfección si se siguen con regularidad las recomendaciones
que se dan en los libros "Reality Transurfing" y "Las Manzanas Caen al Cie-
lo". Y no es tan complicado como puede parecer. Sólo en la fase inicial hay
que esforzarse por adquirir los hábitos de un Transurfer. Al fin y al cabo, los
principios son muy sencillos, sólo hay que seguirlos sistemáticamente y no
de vez en cuando.

"Sinceramente, no esperaba que de repente empezaras a hablar de esto...


¿Se te han acabado las cosas que decir? Perdóname, pero cuando no hay
nada que decir, creo que es mejor callarse. Y entonces, ¿merece la pena ne-
garse el placer de una comida bien cocinada? Después de todo, vamos a
morir de todos modos, tarde o temprano. ¿O alguien va a vivir para siem-
pre? Además de los daños o beneficios de la misma - se puede especular
hasta el infinito. Todo esto no son más que especulaciones. No puede demos-
trarse mediante experimentos con conejos. Un ser humano no es un conejo y
no merece la pena comparar a ambos, en mi opinión. Y el hombre no come
sólo alimentos materiales, ¿acaso el placer no es energía? Sólo tienes que
escuchar a tu cuerpo, eso es todo. Y la comida cruda "no es nuestro método"
- definitivamente no es el mío.
El Observador Silencioso".
Bueno, en primer lugar, una carta así no transmite serenidad, sino preocu-
pación. He advertido a aquellos que decidieron atreverse a una violación tan
audaz de los estereotipos generalmente aceptados como cambiar a una dieta
de alimentos crudos, que habrá todo tipo de entidades alrededor que sentirán
que estás socavando su acogedor pantano. E intentarán por todos los medios
de desacreditar tus creencias y etiquetarte, llamándote educadamente "un bi-
cho raro extraterrestre".
Algunos lo harán de buena fe, deseándote lo mejor con todas sus fuerzas:
"¡Sólo estás haciendo el tonto, déjalo y vive como una persona normal! Los
demás percibirán su comportamiento como un desafío y reaccionarán con
hostilidad en consecuencia. De hecho, lo que todos estos "alborotadores" tie-
nen en común es el mismo deseo de ponerte en tu sitio: "¿Qué pretendes, ser
mejor que nosotros? Vive como nosotros y agacha la cabeza". Siguiendo la
regla de su péndulo, insisten en que sigas los mismos principios. Pero he
aquí la pregunta: ¿qué les hace defender tan celosamente sus principios? No
intentas imponer tus opiniones a los demás ni cambiarlas, ¿verdad?
La paradoja es que si empezaras a dar la razón activamente a todos los
que te rodean, se limitarían a reírse, saludando tranquilamente a tu excentri-
cidad. Pero cuando sigues tu propio camino sin preguntar a nadie, enfadas a
los que te rodean. Su malestar se debe a dudas subconscientes sobre su pro-
pia corrección, a pesar de que la mente está firmemente adormecida por este-
reotipos bien establecidos.
Por ejemplo, en un zoo se ve un cartel que dice: "No se puede dar de co-
mer a los animales". Tu mente construye instantáneamente una cadena lógi-
ca: los animales enferman por la comida humana - esto no es normal; los ani-
males están sanos cuando comen su comida - esto es normal; los humanos,
comiendo su comida, enferman - esto también es normal. Algo está mal aquí,
¿no? Es cierto que todas las personas, tarde o temprano, empiezan a padecer
todo tipo de enfermedades, y todo el mundo está acostumbrado a ello, pero
¿sigue siendo normal? No vamos a discutir más sobre los beneficios y perjui-
cios de ciertos alimentos, no se trata de eso.
Los "inquietos" están tan preocupados porque temen perder su comodi-
dad habitual, creada por la energía del péndulo. "El Observador Silencioso"
tiene razón: el placer de la comida bien cocinada es energía (aunque el con-
cepto de "bien" es muy relativo). Como he dicho antes, todos los alimentos
comunes, especialmente los asiduamente anunciados, son créditos pendula-
res. No tienen agallas para renunciar a su "dosis" diaria, y es insoportable
mirar a los que ya han tenido bastante. Así que los "inquietos" tratan de equi-
librar sus vacilaciones internas, desatando un aluvión de indignación contra
los advenedizos que se atrevieron a "romper la regla".
Incluso pueden creer sinceramente que en sus ansias de comer sólo si-
guen sus creencias. Pero no: los que están seguros de que comen bien no es-
criben esas cartas, simplemente siguen tranquilamente su camino, haciendo
caso omiso de esa información. Si no hay duda, no hay necesidad de demos-
trar nada a nadie. Y tampoco demuestro nada, sólo aporto información para
quien la necesite.
Tengo muy pocas personas insatisfechas, pero hay muchas cartas pidien-
do ayuda por problemas de salud. Pero, ¿cómo puede ayudar el Transurfing,
si requiere una cantidad suficiente de energía libre, que no puede hallarse en
una persona no del todo sana? ¿De dónde sacar esa energía? La respuesta es
obvia: tienes que ocuparte de tu cuerpo físico. ¿Cómo puede una persona ser
dueña de la capa de su mundo si ni siquiera es dueña de su propio cuerpo? Y
los que aún no tienen problemas de salud y energía, no tienen de qué preocu-
parse.
Creo que los lectores que dominan los principios del Transurfing no pre-
guntarán a nadie cómo comer y no impondrán su opinión a los demás. Toma
tu derecho a tener razón. Si eres el dueño de tu propia realidad, no necesitas
pedir consejo a los demás. Al dudar, estarás actuando mal en cualquier caso.
Pero si se logra la unidad del alma y la mente (y aquí, añadamos al estóma-
go), puedes comer lo que quieras y será exactamente lo que necesitas.
Si estoy 100% seguro de que los pasteles no me harán daño, entonces me
lo permito. Al fin y al cabo, me he tomado mi derecho a tener razón, así que
estoy en ese sector del espacio de variantes en los que puedo comer todos los
pasteles que quiera sin perjudicar mi salud. Soy consciente de mis actos y
acepto el crédito a sabiendas. Pero esto, insisto, a condición de que se logre
la unidad. Sin embargo, si el cuerpo lo pide y la mente dice que es perjudi-
cial, entonces sí será perjudicial. "Sólo tienes que escuchar a tu cuerpo, eso
es todo". ¿Eso es todo? Son estos clichés familiares, expresados de forma su-
puestamente correcta, los que crean falsos estereotipos.
Un organismo cuyas necesidades han sido formadas en bucle por los pén-
dulos pedirá cada vez más dosis de préstamo energético. Pero no es el orga-
nismo el que gobierna la realidad. La realidad se rige por la intención exter-
na, que nace en la unidad del alma y la mente: como ellas mandan, así será.
Hay que escuchar al cuerpo, pero no siempre dice la verdad. Si el cuerpo se
resiste o rechaza algo, podemos confiar en él: no mentirá. Pero las necesida-
des, si no son naturales, se expresan más a menudo por el cuerpo en la voz
del péndulo. Así que hay que sopesar muy bien si realmente se ha logrado la
unidad de estómago, alma y mente.
Si tu mente rechaza el impulso de "comer bien" y no te apetece, no pasa
nada: puedes engullirlo todo sin demasiado daño para tu salud. Si la mente
rechaza el impulso de "comer bien" y el alma no miente, entonces todo va
bien: puedes engullirlo todo sin demasiado daño para tu salud. También hay
que renunciar en estado de unidad de mente y alma, ¡eso es lo principal! No
puedes forzarte. Puedes cambiar a una dieta natural fácilmente y con placer
si lo haces paso a paso, actuando por convicción y no por necesidad. Enton-
ces estarás sano y relajado. Por lo demás, no hay nada peor que acosarse a sí
mismo y decirle a los demás cómo deben vivir.
Para muchos (como lo fue para mí en su momento) el cambio a la alimen-
tación cruda parecerá un paso extremo innecesario. Si es así, no hay necesi-
dad de agonizar sobre si dar o no este paso. La alimentación natural debe
surgir libremente, por dictado del corazón y la mente, no bajo la presión de
ninguna autoridad. Antes de eso, todavía es necesario desarrollarse y madu-
rar. Esta información es opcional, no planificada, y sólo la ofrezco a quienes
están dispuestos a aceptarla. En primer lugar, afecta a las personas que tienen
graves problemas de salud y a las que pretenden elevar su energía a un nivel
cualitativamente nuevo. Pero, repito, nada de esto es necesario.
Existe una situación interesante desde el punto de vista del Transurfing,
cuando un trolebús (o tranvía) se detiene debido a un fallo eléctrico en la lí-
nea. Este acontecimiento altera el escenario habitual, haciendo que la gente
se despierte. Todos los pasajeros se convierten en observadores durante un
rato y se dividen en tres grupos:
Los primeros abandonan inmediatamente los vagones sin vacilar y con-
tinúan por su cuenta. Estos son los "observadores decididos". Han aceptado
el cambio de circunstancias y han ajustado el escenario en consecuencia. No
tienen tiempo para esperar y se dedican a sus asuntos.
Los del segundo grupo también aceptan la situación y no dudan en que-
darse donde están. No tienen por qué apresurarse y esperan con calma nue-
vos cambios en la corriente de variantes. Son "observadores tranquilos". Si
pasas junto a un trolebús congelado, es curioso lo atentamente que te miran,
como pájaros grandes e inteligentes. La calma de este último no es menos
valiosa que la determinación del primero.
Por último, el tercer grupo está formado por los que dudan, sin saber si
esperar o salir. Tras unos instantes de vacilación, abandonan poco a poco el
trolebús. Son los "observadores inquietos". No están dispuestos a aceptar un
cambio de guión y, por tanto, son incapaces de tomar una decisión firme. El
equilibrio se rompe y empiezan a luchar internamente. Algunos "inquietos",
poco dispuestos a dejar que la lucha continúe, descargan su ira contra los de-
más: pueden indignarse, exigir o desaprobar en silencio a quienes han toma-
do una decisión sin vacilar.
Ahora bien, no creo que un verdadero transurfer se encuentre nunca entre
la gente del tercer grupo, especialmente en esa sección particular. ¿Qué te
parece?
El amo de la cerveza

“NO TENGO LA INTENCIÓN DE SER POBRE, y por eso me gustaría


saber: las personas con prosperidad están constantemente rodeadas de pro-
ductos de los péndulos: perfumes, ropa cara, automóviles … ¿Qué tan peli-
grosos son estos péndulos? Después de todo, estos son todos los atributos de
una vida costosa. En principio, puedes prescindir de ellos, pero me gustan
los cosméticos y la ropa caros. ¿Debo ignorar estos péndulos y, por lo tanto,
no comprarlo todo?.”
Cuando digo que todos los productos de la civilización son créditos ener-
géticos de péndulos, no significa que haya que abandonarlos por completo.
No tiene sentido huir para escapar de los péndulos. ¿Adónde vas a escapar de
ellos? No se trata de ser su esclavo. Conviértete en el maestro. Por ejemplo:
"propietario de coches caros," "propietario de hoteles lujosos," "propietario
de máquinas tragaperras"… Podría seguir y seguir y seguir. Puedes ir por la
calle y pensar (gritar es indeseable): "¡Eh! ¡Soy el dueño de todos los móvi-
les! ¡¿No lo sabías?!"
Ten en cuenta que tú eres el amo hasta que te vuelves dependiente de to-
do, es decir, te vuelves no libre. El péndulo puede llevarte tan fácil e imper-
ceptiblemente que antes de que te des cuenta te encuentras en el vórtice de la
transición inducida. En cualquier caso, en algún momento hay que pagar la
factura.
Por regla general, ocurre que al cabo de un tiempo el crédito pendular
empieza a tensar tu salud o tu billetera. Y el cliente está encantado de recha -
zar el préstamo, pero no puede: se ha convertido en esclavo de él. Por ejem-
plo, hoy eres "amo de la cerveza", mañana "amo del oporto" y después "amo
del vodka". ¿O tal vez "amo de la heroína"? ¿Tienes agallas para seguir sien-
do un amo? Difícilmente. En cuanto sientas que tal o cual préstamo empieza
a quitarte la salud o el dinero, es mejor que rompas relaciones con el banco
vicioso. En el mundo de los péndulos, hay que tener mucho cuidado y man-
tener un alto nivel de consciencia para conservar la libertad.
Algunos pueden argumentar: "Qué tontería, estoy disfrutando de todos
los beneficios de la civilización y no voy a renunciar a ellos porque me gus-
tan. Una vaca podría razonar de la misma manera si fuera un poco más cons-
ciente: yo como mi propio forraje y esta gente me sirve, y me gusta esta vida,
a diferencia de las vacas salvajes. Efectivamente, todo va bien, con el desa-
rrollo de los péndulos mejora la calidad de vida. Sólo hay un "pero": cuanto
mayor sea el nivel de consumo de alimentos pendulares, menor será la cons-
ciencia y más fuerte la adicción.
¿Recuerdas el cuento de Simbad el Marino? Un día, los viajeros se en-
contraron en un país donde fueron recibidos y alimentados con comida deli-
ciosa, que rápidamente hizo que el cuerpo engordara y la mente se embotara.
Resultó que los habitantes de aquel país engordaban a los extranjeros para
comérselos.
Un cuento de hadas, ¿no crees? En absoluto. Tomemos como ejemplo el
país más desarrollado en materia de péndulos: Estados Unidos. Aproximada-
mente un tercio de la población tiene sobrepeso debido al consumo de ciertos
tipos de alimentos. Estos alimentos están muy extendidos, no porque sean
tan buenos, sino por la expansión del sistema pendular, que constituye el mo-
do de vida. Si estás sentado en un cine, estás sosteniendo una caja. Cuando
vuelves a casa del trabajo, sabes dónde ir y cómo conseguir algo de comer.
¿Y qué pides para llevar? No vamos a mencionar estos productos por su
nombre, son bien conocidos por todos.
Parecería, bueno, lo que está mal aquí: los consumidores están contentos -
les gusta. Pero, ¿por qué les gusta? Porque beneficia al sistema pendular. Los
consumidores sólo parecen quererlo para sí mismos. Pero es el sistema el que
hace que sus miembros deseen lo necesario para mantener su existencia. Con
la ayuda de una amplia red de información, se forman estereotipos del modo
de vida estándar: "qué es bueno y cómo conseguirlo". Como resultado, la
consciencia de una persona se recorta de tal manera que puede ser exprimida
en una célula matrix, es decir, convertida en un elemento que cumple todos
los requisitos de sistema.
Una persona que está en un sueño despierta entra suave e imperceptible-
mente en un estado de consciencia en el que empieza a sentir como si ella
misma quisiera lo que es beneficioso para el sistema. Todo ello de forma gra-
dual y discreta. Los productos pendulares, a través de la publicidad, se vincu-
lan a todo tipo de situaciones mundanas y se convierten en atributos indis-
pensables del estilo de vida. Por ejemplo, antes no había teléfonos móviles y
los empresarios hacían más cosas que hablar. Y ahora "hablar" se ha conver-
tido casi en una función predominante. Así, los péndulos, al incorporar sus
productos a los procesos de la vida, enredan a toda la sociedad.
Las ciudades rusas que tanto nos deleitaban con su arquitectura están aho-
ra llenas de una cadena de tiendas baratas; lo vemos en el plano material. En
el plano energético parece como si todo alrededor estuviera enredado en una
fea tela de araña. Así que -sin alegorías- es lo que hay.
Bueno, dirás, pero ¿dónde está el paralelismo con el hecho de que a los
compañeros de Simbad se les diera de comer? Muy sencillo: al consumir los
productos de la civilización, el hombre se gana sus enfermedades y se hace
dependiente del siguiente péndulo, la medicina. Afrontemos la realidad: el
objetivo de la medicina en general, con la excepción de algunas ramas como
la cirugía, no es curar a los pacientes, sino el proceso de tratamiento en sí. Si
eliges llevar una vida sana en lugar de un tratamiento, te tratarán hasta la
tumba sin abordar la causa de la enfermedad. Deambularás eternamente bus-
cando más y más curas y nunca se acaba porque estás atrapado en un círculo
vicioso. Todos los péndulos están relacionados: la sanidad, la industria far-
macéutica, la publicidad, que a su vez dependen de muchos otros.
La red de péndulos ha crecido hasta tal punto que se ha convertido en un
grandioso sistema jerárquico en el que el hombre interviene en una serie de
procesos y se convierte en una ínfima parte del mecanismo milagroso. Hay
que señalar que los péndulos, al no tener consciencia, no actúan deliberada-
mente en absoluto. Su red evoluciona por sí misma como un sistema sinérgi-
co. Imagina que una planta parásita tiene sus enredaderas en tu jardín. No
son intencionados ni malintencionados, sino que simplemente evolucionan.
Lo mismo ocurre con los péndulos.
Así, al consumir los productos de los péndulos, te conviertes en cualquier
caso en un participante en su proceso de desarrollo y, por tanto, en un ele-
mento de la estructura. El grado de tu falta de libertad es directamente pro-
porcional a la proporción de alimentos fabricados artificialmente en tu dieta.
Por el contrario, serás más libre cuantos más alimentos naturales y no proce-
sados comas. A primera vista, esta relación entre libertad y productos de con-
sumo puede parecer dudosa. Pero si lo piensas, la conexión es muy directa,
porque estamos acostumbrados a vivir en una telaraña de péndulos.
Hay muy pocas personas conscientes de que la mala alimentación es la
causa de todas las enfermedades, y aún menos que tengan el valor de aban-
donar hábitos alimentarios antinaturales. Para comprender este simple hecho
se requiere consciencia, de la que se carece: la mente se encuentra en un es-
tado zombificado. Y para renunciar a ella, necesitas energía de intención. Pe-
ro, ¿dónde encontrarla cuando el consumidor está endeudado hasta las cejas?
¿Crees que dejar de fumar es difícil? No, es mucho más difícil dejar de co-
mer los alimentos a los que uno está acostumbrado. O tienes que tener una
convicción muy fuerte, o tienes que ir eliminando los tipos de préstamo gra-
dualmente, uno a uno.
La pregunta es: ¿merece la pena? Esto es algo que cada uno decide por sí
mismo, y aquí también depende mucho del nivel de energía, porque incluso
la determinación de cambiar la propia vida requiere energía libre. Si no hay
deseo de cambiar algo, significa que la energía de la intención está en un ni-
vel muy bajo: la deuda es demasiado alta.
Me viene a la mente la historia de una estrella de Hollywood muy famo-
sa. Cuando la edad de la actriz sobrepasó cierta marca crítica y su aspecto
perdió el brillo de antaño, dejó de ser invitada al set de filmación. La celebri-
dad no reclamada no quiso aguantar esos papeles miserables que le ofrecían
y se recluyó en algún lugar alejado de la alta sociedad. Todos pensaban que
se había ido para siempre. Pero qué sorpresa cuando regresó un par de años
más tarde en qué forma: ¡incluso más espectacular que antes! El secreto de
su nueva juventud era muy sencilla: simplemente había cambiado a una dieta
de alimentos naturales.
He aquí otro ejemplo de la conexión entre la fabricación de alimentos y la
restricción de la libertad. Toda la hermosa mitad de la humanidad experimen-
ta grandes molestias, sensaciones dolorosas en determinados días, además de
sufrir muchos de los problemas derivados. La pregunta es: ¿quieren usar las
almohadillas que tan asiduamente se anuncian, o tienen que hacerlo? Como
ya se ha dicho, ambas cosas. ¿Y es posible liberarse de esta adicción? Desde
luego. Al fin y al cabo, de todos los seres vivos, sólo los humanos y los ani-
males domésticos que consumen péndulos sufren problemas similares. Como
demuestra la experiencia demostrada más de una vez, con la transición a la
alimentación natural desaparecen las sensaciones dolorosas y, posteriormen-
te, la menstruación cesa por completo, mientras que todas las demás funcio-
nes femeninas no sólo se mantienen, sino que mejoran notablemente. Por no
hablar de que el embarazo y el parto son indoloros y los bebés nacen objeti-
vamente sanos. Es un tema delicado, pero tal vez esta información "secreta",
cuidadosamente ocultada por los péndulos, sea de utilidad para alguien.
Nadie discutiría que la salud física y mental que los péndulos arrebatan a
una persona es más fuerte cuanto más cerca está de la naturaleza y más lejos
de la civilización. Y no se trata sólo de la ecología del medio ambiente y de
los propios productos. El componente más destructivo que resta salud, ener-
gía y libertad es la proporción de energía pendular contenida en su producto.
Imagínate el enorme número de personas que intervienen en la elaboración
de tu bocadillo. Algunos preparaban sus componentes, otros comerciaban,
hacían publicidad, cosechaban, producían cosechadoras, extraían combusti-
ble y así hasta el último engranaje, prácticamente toda la sociedad. Todos los
que participaron en el proceso de elaboración del bocadillo pusieron algo de
su energía en ello. La energía, como sabes, no desaparece sin dejar rastro: los
péndulos la acumulan y la reparten como crédito. Cuando recibes un produc-
to material no sólo pagas dinero, sino que al mismo tiempo contraes un prés-
tamo energético que devuelves con intereses de un modo u otro. Esta esclavi-
tud es lo que te aprieta dentro de la estructura, y te roba tu libertad y energía.
Entonces, ¿cómo librarse de esta esclavitud? Cada uno decide por sí mis-
mo. Una forma bastante concreta de liberación fue sugerida por Anastasia,
conocida por los libros de Vladimir Megre(1). Ahora muchos en Rusia se de-
jan llevar por la idea de establecer su finca familiar. Algunas personas inclu-
so crean ecoaldeas donde intentan llevar la forma de vida más natural. El
principio fundamental es: cuanto mayor sea la proporción de productos natu-
rales, más libre serás en todos los aspectos. Pero, por supuesto, no hay que
irse a los extremos si no se quiere dejar atrás la ciudad. La mejor opción es
trabajar en la ciudad y vivir fuera de ella. No importa si aún no puedes per-
mitírtelo: para eso está el Transurfing. En general, no me preguntes a mí ni a
nadie qué hacer. Sabes que no. Puedes conformarte con el puesto de "amo de
la cerveza". Pero si tienes el valor, nadie te impedirá convertirte en el Amo
de tu propia realidad - todo lo que tienes que hacer es tomarla por ti mismo.

Notas
(1) Serie de relatos sobre Anastasia “la mujer del conocimiento” de la taiga siberiana, y
de sus encuentros con el empresario V. Megre.
Matanza de animales

ADVERTENCIA. Este artículo puede ser perjudicial para personas con


alta sensibilidad, por lo que si no te sienta bien, te aconsejo que pospongas
o te saltees la lectura. Te ruego me disculpes por adelantado.
Basado en el periódico inter-regional "Rodovaya zemlya" (Tierra ances-
tral), número 6, 2002.

La conexión entre la aterosclerosis, las enfermedades cardíacas y el con-


sumo de carne está demostrada desde hace tiempo por los científicos médi-
cos. El Journal of the American Medical Association de 1961 afirma: "Adop-
tar una dieta vegetariana previene el desarrollo de enfermedades cardiovas-
culares en el 90-97% de los casos". Junto con el alcoholismo, el tabaquismo
y el consumo de carne son las principales causas de muerte en Europa Occi-
dental, Estados Unidos, Australia y otros países desarrollados.
En cuanto a los cánceres, los estudios de los últimos 20 años han demos-
trado una relación clara entre comer carne y el cáncer de colon, recto, mama
y útero. El cáncer de estos órganos es extremadamente raro entre los vegeta-
rianos.
¿Cuál es la razón por la que las personas que comen carne son más pro-
pensas a estas enfermedades? Junto con los contaminantes químicos y los
efectos tóxicos del estrés previo al sacrificio, hay un factor importante que
viene determinado por la propia naturaleza. Una de las razones, según nutri-
cionistas y biólogos, es que el tubo digestivo humano no está diseñado para
digerir la carne. Los animales carnívoros, es decir, los que comen carne, tie-
nen intestinos relativamente cortos, sólo tres veces más largos que su cuerpo,
lo que les permite eliminar rápidamente carne en rápida descomposición y
productora de toxinas. Los animales herbívoros tienen un intestino de 6 a 10
veces más largo que el cuerpo (los humanos 6 veces más), porque los ali-
mentos vegetales se descomponen mucho más lentamente que la carne. Una
persona con esta longitud de intestino, comiendo carne, se envenena con to-
xinas que obstaculizan los riñones, el hígado, se acumulan y causan con el
tiempo todo tipo de enfermedades, incluido el cáncer.
Además, recuerde que la carne se trata con productos químicos especia-
les. Inmediatamente después de sacrificar a un animal, su cadáver empieza a
descomponerse y al cabo de unos días adquiere un repugnante color gris ver-
doso. Las fábricas de carne evitan esta decoloración tratando la carne con ni-
tratos, nitritos y otras sustancias que ayudan a conservar su brillante color ro-
jo. Los estudios han demostrado que muchas de estas sustancias químicas
tienen propiedades promotoras de tumores. El problema se agrava aún más
por la enorme cantidad de productos químicos que se añaden a los alimentos
del ganado destinado al matadero.
Garry y Stephen Null, en su libro "Venenos en nuestro cuerpo," aportan
algunos datos que deberían hacer reflexionar seriamente al lector antes de
comprar el próximo trozo de carne o jamón. Los animales sacrificados se en-
gordan añadiendo tranquilizantes, hormonas, antibióticos y otros fármacos a
su alimentación. El proceso de "tratar químicamente" a un animal comienza
antes de que nazca y continúa mucho después de que haya muerto. Y aunque
todas estas sustancias están contenidas en la carne que llega a las estanterías
de las tiendas, la ley no exige que figuren en la etiqueta.
Queremos centrarnos en un factor importante que repercute muy negati-
vamente en la calidad de la carne: el estrés previo al sacrificio, que se ve
agravado por el estrés que experimenta un animal durante la carga, el trans-
porte, la descarga, el estrés por dejar de alimentarse, por el hacinamiento, las
lesiones, el sobrecalentamiento o el sobreenfriamiento. El principal de ellos,
por supuesto, es el miedo a la muerte.
Si se coloca una oveja junto a una jaula con un lobo dentro, morirá de an-
gustia en 24 horas. Los animales se adormecen cuando huelen sangre; son
víctimas, no depredadores. Los cerdos aún más que las vacas, se estresan,
porque estos animales tienen una psique muy vulnerable, incluso, podemos
decir, del tipo de histeria del sistema nervioso.
No sin razón en Rusia eran especialmente venerados los faenadores de
cerdos, que antes de la matanza seguían al cerdo, lo mimaban, lo acariciaban,
y en el momento en que éste estiraba la cola con placer, le quitaban la vida
con un golpe certero. Era por esta cola estirada por lo que los entendidos de-
terminaban en qué canal merecía la pena comprar y en cuál no.
Pero tal actitud es impensable en las condiciones de los mataderos indus-
triales, llamados con razón "mataderos de animales". El ensayo "Ética del
vegetarianismo," publicado en la Sociedad Vegetariana Norteamericana, echa
por tierra el concepto del llamado "sacrificio humanitario de animales". Los
animales sacrificados que pasan toda su vida en cautiverio están condenados
a una existencia miserable y dolorosa. Son inseminados artificialmente, cas-
trados brutalmente y estimulados con hormonas, se les alimenta con alimen-
tos antinaturales y, por último, se les conduce durante mucho tiempo en con-
diciones horribles hasta su lugar de muerte. Los corrales estrechos, las pica-
nas eléctricas y el horror indescriptible en el que se les mantiene constante-
mente siguen siendo parte integrante de las "últimas" formas de criar, trans-
portar y sacrificar animales.
La verdad sobre el sacrificio de animales tiene poco atractivo: los mata-
deros industriales parecen imágenes del infierno. Los animales gritones son
aturdidos con golpes de martillo, descargas eléctricas o disparos neumáticos.
A continuación, se les cuelga de las piernas en una cinta transportadora que
los lleva por los talleres de la fábrica de la muerte. Mientras aún están vivos,
se les degüella y se les despelleja para que mueran por pérdida de sangre. El
estrés premortem que sufre el animal dura bastante tiempo, empapando de
horror cada célula de su cuerpo. Muchas personas no dudarían en renunciar a
los alimentos cárnicos si tuvieran que ir a un matadero.
Obtenido de http://mercy2000.chat.ru/
Matar animales no es una experiencia agradable, así que no es de extrañar
que la mayoría de nosotros prefiramos entregar la responsabilidad de todo el
procedimiento a algún carnicero desconocido, en algún matadero remoto, le-
jos de nuestros vulnerables sentidos...
Esto es lo que dice un famoso chef sobre la carne de animales que han ex-
perimentado miedo y dolor antes de morir:
"No cabe duda de que los animales atrapados o que han muerto lenta-
mente son un mal alimento. Por poner el siguiente ejemplo: si ves un conejo
en una tienda con las patas rotas y ensangrentadas, tu propia mente debería
decirte que el animal ha sido atrapado y ha sufrido una larga agonía, por lo
que no merece la pena comérselo bajo ningún concepto. Un ama de casa
sensata no compraría un conejo, una liebre o cualquier otro animal de caza
troceado para ocultar el método de matanza. En la carne de un animal presa
del terror a una muerte inminente, el torrente sanguíneo está cargado de se-
creciones glandulares, por lo que dicha carne no es apta para el consumo."

Recorrida por un Matadero

Lo primero que nos impactó al entrar fue el ruido (sobre todo mecánico)
y el repugnante hedor. Al principio nos enseñaron cómo se sacrificaban las
vacas. Salían uno a uno de los establos y subían por el pasillo hasta una pla-
taforma metálica con tabiques altos. Un hombre con una pistola eléctrica se
inclinaba sobre la valla y disparaba al animal entre los ojos. Esto lo aturde, y
el animal cae al suelo. Entonces, las paredes del corral se levantaban y la va-
ca salía rodando, poniéndose de lado. Parecía petrificada, como si cada mús-
culo de su cuerpo estuviera congelado en tensión. La misma persona enca-
denó el tendón de la vaca y la levantó con un elevador eléctrico hasta que so-
lo quedó la cabeza de la vaca en el suelo. Luego tomaba un gran trozo de
alambre, por el que nos aseguraban que no pasaría corriente, y lo introducía
en el agujero entre los ojos del animal hecho por la pistola. Nos explicaron
que de este modo se cortaba la conexión entre el cráneo y la médula espinal
del animal, que moría. Cada vez que un hombre introducía un cable en el ce-
rebro de la vaca, ésta pataleaba y se defendía, aunque parecía estar ya in-
consciente. Varias veces, mientras observábamos esta operación, las vacas no
completamente aturdidas, pataleando, se caían de la plataforma metálica, y el
hombre tenía que volver a coger la pistola eléctrica.
Cuando la vaca perdió su capacidad de movimiento, la levantaron de mo-
do que su cabeza quedara a 2 ó 3 pies del suelo. A continuación, el hombre
envolvía la cabeza del animal y lo degollaba. Al hacerlo, la sangre brotó,
inundando todo a su alrededor, incluidos nosotros. El mismo hombre tam-
bién le cortó las patas delanteras a la altura de las rodillas. Otro trabajador
cortó la cabeza de una vaca que había sido doblada de lado. Un hombre que
estaba más arriba, en una plataforma especial, le quitaba la piel. A continua-
ción, el cadáver era transportado más lejos, donde se cortaba el torso en dos
y se extraían las vísceras -pulmones, estómago, intestinos, etc. Nos queda-
mos sorprendidos cuando en un par de ocasiones vimos caer terneros bastan-
te grandes y bien desarrollados, ya que algunas de las vacas que matamos es-
taban en las últimas fases de gestación. Nuestro guía nos dijo que estos casos
son habituales aquí.
A continuación, un hombre serraba el cadáver por el lomo con una moto-
sierra y la carne iba al congelador. Mientras estábamos en el taller, sólo se
estaban faenando vacas, pero también había ovejas en los establos. Los ani-
males, que esperaban su destino, mostraban claramente signos de pánico: ja-
deaban, ponían los ojos en blanco y les salía espuma de la boca. Nos dijeron
que los cerdos se electrocutaban, pero que este método no funcionaría con
las vacas porque para matar a una vaca se necesitaría tal tensión eléctrica que
la sangre se coagularía y la carne quedaría cubierta de puntos negros.
Trajeron unas tres ovejas y las colocaron en una mesa baja con el lomo
hacia abajo. Los degollaban con un cuchillo afilado y luego los colgaban de
las patas traseras para drenar la sangre. Así se evitaba tener que repetir el
procedimiento, pues de lo contrario el carnicero habría tenido que matar ma-
nualmente a la oveja, que palpitaba agonizante en el suelo sobre un charco
de su propia sangre. A estas ovejas que no quieren que las maten se las llama
"tipos torpes" o "estúpidos cabrones".
En los establos, los carniceros intentan mover un novillo. El animal sintió
el aliento de la muerte próxima y se resistió. Con palas y bayonetas, lo em-
pujaban hacia un corral especial donde lo inyectaban para ablandar la carne.
Unos minutos después, el animal fue arrastrado por la fuerza hasta el interior
del recinto y la puerta se cerró de golpe tras él. Aquí fue aturdido con una
pistola eléctrica. Las patas del animal se doblaron, la puerta se abrió y se
desparramó por el suelo. En el agujero de su frente (de 1,5 cm), creado por el
disparo, clavaron un cable y empezaron a girarlo. El animal se sacudió du-
rante un rato y luego se calló. Cuando se ató la cadena a la pata trasera, el
animal empezó a patalear y a resistirse de nuevo, y el dispositivo de eleva-
ción lo levantó en ese momento sobre el charco de sangre. El animal se con-
geló. Un carnicero se acercó con un cuchillo. Muchos vieron que la mirada
del novillo se centraba en este carnicero; los ojos del animal seguían su apro-
ximación. El animal se resistió no sólo antes de que le clavaran el cuchillo,
sino también con el cuchillo en el cuerpo. Según todos los indicios, lo que
estaba ocurriendo no fue un acto reflejo - el animal se resistió en plena con-
ciencia. Le clavaron el cuchillo dos veces y murió por pérdida de sangre.
La muerte de los cerdos electrocutados me parece especialmente desga-
rradora. Primero se les condena a una existencia miserable, encerrados en
pocilgas, y luego se les conduce rápidamente por la autovía para que encuen-
tren su destino. La noche anterior al sacrificio, que pasan en el corral, es pro-
bablemente la más feliz de sus vidas. Aquí pueden dormir sobre serrín, se les
da de comer y se les lava. Pero este breve vistazo es el último. El chillido
que emiten al recibir la descarga eléctrica es el sonido más lastimero que se
pueda imaginar.
Extractos del libro de Philip Capleau "Sobre la bondad del hombre"

¿Cuántos de nosotros sabemos que el 95% de los millones de gallinas po-


nedoras de EE.UU. viven en lo que se conoce como alojamiento "intensivo"
o "transportador"? En la práctica, esto suele significar que cuatro aves adul-
tas son hacinadas y encerradas durante el resto de sus cortas vidas en lo que
comúnmente se conoce como "cajas batería". Estas jaulas miden 3045cm y
no tienen dormidero y están hechas de alambre retorcido para permitir que
los excrementos caigan por el suelo. En ausencia de un suelo duro que pueda
rascarse, las garras de las aves crecen excesivamente, se entrelazan y a me-
nudo se atascan permanentemente en el alambre. El resultado es que el alam-
bre de acero penetra y acaba creciendo en las almohadillas de sus pies. Ade-
más, la luz de las "cajas batería" está encendida 18 horas al día para obligar a
las gallinas a poner sin parar. Por término medio, la gallina pone un huevo
cada 32 horas durante 14 meses, tras los cuales es sacrificada.
Hoy en día, la típica granja avícola de un país "desarrollado" no es en la
práctica más que una cámara de tortura para sus habitantes. A falta de espa-
cio para cavar en el suelo, posarse, bañarse en polvo, desplegar las alas o
simplemente moverse, todos los instintos naturales de las gallinas son repri-
midos sin piedad. El estrés inevitable de una situación así encuentra su vál-
vula de escape en la agresión dirigida a un vecino. Así, las aves más fuertes
atacan a las más débiles y éstas, privadas del derecho a huir, se convierten a
menudo en víctimas del canibalismo intraespecífico. Para combatir este fe-
nómeno, las aves están "deshuesadas". Un procedimiento mutilador en el que
el pico -este órgano importantísimo del ave compuesto por hueso, tejido sen-
sorial y córneo- se extirpa sin piedad, bien con un cuchillo incandescente o
con un dispositivo similar a una guillotina. A veces, este procedimiento se
realiza dos veces en la vida de una gallina.
Quizá el mayor tormento que sufren los animales es el proceso de llevar-
los al matadero. Esto comienza con el proceso de carga, realizado de forma
brusca y apresurada. Los animales, que saltan de los resbaladizos puentes de
carga asustados y confusos, suelen morir lentamente a causa de sus heridas.
En el interior de los camiones sobrecargados, las primeras víctimas se produ-
cen por aplastamiento y asfixia debido al amontonamiento de cadáveres.
A menudo los animales pasan hasta tres días en la furgoneta sin comida ni
agua hasta que los descargan. A la sed y el hambre extenuantes se une a me-
nudo el factor climático: en invierno, el viento helado provoca hipotermia
general y congelaciones locales; en verano, el calor abrasador y la luz solar
directa, combinados con la falta de agua, causan deshidratación. El sufri-
miento de los terneros castrados y destetados hace sólo unos días es quizá el
más espantoso.

Merece la pena decir unas palabras sobre la castración, que los propios
ganaderos admiten que es extremadamente dolorosa y deja al animal en esta-
do de shock durante mucho tiempo. En EE.UU., donde no se utilizan analgé-
sicos, el proceso es el siguiente: se estira al animal en el suelo y se le abre el
escroto exponiendo los testículos con un cuchillo. A continuación, se arranca
cada una de ellas a mano, seccionando los ligamentos y las venas.

"En verdad, el hombre es el rey de las bestias, pues por su crueldad es


muy superior a ellas. pues en su crueldad los supera con creces.
Vivimos a costa de la vida de los demás. Nuestros cuerpos -
¡son cementerios andantes! Llegará el momento en que la gente mirará a
un asesino de animales del mismo modo
que a un asesino de humanos".
Leonardo da Vinci
El triunfo del absurdo

"¿CÓMO NO albergar la negatividad dentro de uno mismo? Intenté


cambiar de canal de televisión, pero entonces me di cuenta de que evitar al-
go es lo mismo que crearlo en exceso. Es como si hubiera aún más negati-
vidad. ¿Tomar nota, como si fuera información de otro planeta? Pero, ¿có-
mo superar los sucesos de Beslán(1)? Tiene que haber algún tipo de reac-
ción, no somos de piedra”.
No dejar entrar información negativa significa mantener una actitud dis-
tante hacia ella. No tomárselo como algo personal, no evitarla, no oponerse,
no defenderse, sino dejarla pasar. Eso sí, no confundas dos conceptos com-
pletamente distintos: desapego e indiferencia.
Como dicen los grandes: toda nuestra vida es un juego. Si estás inmersa
en el juego, caes bajo el poder de las circunstancias y te conviertes en una
marioneta: puedes ser controlada. En ese caso, la vida es como un sueño in-
consciente: te ocurre a ti. Pero si eres una espectadora que participa al mar-
gen del juego, adquieres la capacidad de ver el estado real de las cosas y con-
trolar tu destino como mejor te parezca.
Para convertir la vida en un sueño consciente que puedas controlar, en
primer lugar debes salir del juego mientras permaneces en él. Desempeñar tu
papel, pero mirando todo lo que ocurre desde fuera, para no convertirse en la
ejecutora de la voluntad de otro. En otras palabras, hay que mantener la con-
ciencia. De lo contrario, no eres la dueña de tu destino y tu vida se desarrolla
según un guión que beneficia a alguien, pero no a ti.
Es fácil convertirse en espectadora: sólo hay que ser consciente de qué in-
tereses están en juego. Vivimos en un mundo que es una jerarquía de péndu-
los: entidades energético-informativas que actúan como superestructuras so-
bre sus estructuras materiales. Cualquier juego suele jugarse en beneficio de
uno u otro péndulo.
A pesar de la aparente complejidad de los procesos que tienen lugar en
nuestro mundo, todos ellos se reducen a dos fundamentales: por un lado hay
una confrontación, una batalla de péndulos, y por otro cada péndulo se es-
fuerza por reforzar su estructura. Haga lo que haga un péndulo, se esfuerza
por reforzar su estructura y destruir la de otro. Eso es todo lo que ocurre: es-
tabilización y destrucción, nada más.
Ahora, si miras cualquier acontecimiento a través de este prisma, todo se
aclara. Simultáneamente con la comprensión de la situación, las ilusiones po-
éticas son sustituidas por la conciencia de la prosaica realidad. ¿Cuántas ve-
ces, ante la crueldad, la injusticia y el absurdo, la gente se ha preguntado por
qué? Al fin y al cabo, los valores universales son evidentes para todos: paz,
un medio ambiente limpio, misericordia, igualdad, justicia. ¿Cuándo prevale-
cerá la voz de la razón?
Nunca. Porque en un mundo de péndulos, todo se hace por el bien de la
estructura, no por el de las personas, sus elementos. Por supuesto, se declara
exactamente lo contrario. Pero como toda la humanidad está en un sueño in-
consciente de vigilia, se la puede adoctrinar con cualquier tontería, desde que
es impensable una fiesta sin Klinskoye(2) hasta que un motor de hidrógeno
ecológico es ineficiente.
Es ingenuo pensar que los que están en la cima del gobierno se preocupan
por la felicidad y el bienestar de sus conciudadanos. Esto no se debe a que
sean unos cínicos, en absoluto: están realmente convencidos de que sirven
honestamente a su patria. Pero en realidad, estando en el poder, siguen sien-
do impotentes en sus acciones. La estructura obliga a todos -elementos de
base y dirigentes por igual- a actuar involuntariamente en su interés. Todo
sucede por sí mismo: la estructura se organiza sola.
Para que los elementos trabajen por la estructura, es necesario ponerlos en
un espacio común de información: medios, internet, comunicación. Una vez
en ese espacio, las personas se colocan en celdas. La gente sólo piensa que es
independiente en sus motivos y acciones. En parte sí, pero sólo en parte. El
hecho es que la estructura energético-informativa hace que una persona de-
see exactamente lo que es beneficioso para ella. Si no quieres convertirte en
una marioneta, debes distinguir entre la mera información, como hechos im-
parciales, y una interpretación deliberada, que intentan imponerte con un
propósito concreto.
Consideremos la tragedia de Beslán desde la perspectiva de los dos pro-
cesos mencionados. En ambos bandos se utilizó a la gente como carne de ca-
ñón en un conflicto entre dos estructuras opuestas. La batalla es necesaria pa-
ra ambos péndulos: es donde extraen su energía y ponen en práctica su inten-
ción de aniquilarse mutuamente. Por eso una estructura primero deja entrar a
la otra, deja que encienda el conflicto y luego la destruye. Es un proceso de
destrucción. Por el camino, se desencadena una poderosa campaña de infor-
mación para unir los pensamientos de un gran número de personas en la mis-
ma dirección. Bajo el paraguas del refuerzo de la seguridad, se produce una
reorganización del poder. Es un proceso de estabilización. A continuación, se
pide a todos que se unan contra el terrorismo: estabilización de nuevo para
preparar otra batalla.
Nota: lo que está ocurriendo aquí no es una guerra de ideas y principios,
sino un enfrentamiento entre dos estructuras. Cualquier ideología, religiosa o
política, es sólo un adorno. Ni a uno ni a otro péndulo les importan las nor-
mas morales o éticas. No son las personas las que están en guerra, sino las
estructuras que las esclavizan. Las personas no son más que instrumentos de
guerra. Los fanáticos terroristas no se dan cuenta de que su conciencia ya no
les pertenece. Son muestras del material en que se convertirá un hombre
cuando se convierta en elemento de una matrix. Las víctimas y los especta-
dores tampoco se dan cuenta de que están siendo utilizados de una forma u
otra.
Así pues, no hay que hacerse ilusiones sobre el triunfo supuestamente
inevitable del sentido común y el humanismo. Si eres testigo de una injusti-
cia flagrante o de un completo absurdo, no te indignes ni preguntes por qué.
Más bien hay que preguntarse qué proceso está teniendo lugar aquí: destruc-
ción o estabilización.
Como he dicho antes, la realidad tiene dos caras: la física y la metafísica.
En el plano físico, asistimos a una guerra de estructuras. En lo metafísico, es
una batalla de péndulos.
La cuestión es que la batalla no terminará hasta que la jerarquía de péndu-
los se cierre en la cúspide de una pirámide. Cuando eso ocurra, el mundo se
convertirá en una matrix. Nadie sabe cómo será.
Es inútil e ingenuo apostar por la voz de la razón, el triunfo de la justicia
y la esperanza en las buenas intenciones de quien sea. Las cosas han cambia-
do radicalmente en los últimos tiempos: la guerra moderna ya no es lo que
antes se entendía por defensa de la patria. La lucha contra el terrorismo -en
cualquiera de sus formas- es una batalla de péndulos en estado puro. Partici-
par en una guerra así es subordinar toda la vida a los intereses de la estructu-
ra. Tanto la participación como la resistencia juegan a favor del bando beli-
gerante. Los péndulos se fortalecen con la reacción de cualquier signo: posi-
tiva o negativa, no importa. El único remedio contra los péndulos destructi-
vos es revelar sus verdaderos motivos. Siempre se esconden detrás de esló-
ganes religiosos, democráticos, patrióticos, humanitarios y demás. El péndu-
lo, despojado de todos sus adornos, pierde los hilos por los que consigue su-
jetar las mentes de sus adeptos.
Cuando te piden que construyamos algo juntos o que luchemos por algo,
es decir, que hagamos una "causa común," puedes estar segura de que aquí se
persiguen los intereses de la estructura. Es vital para el péndulo que los pen-
samientos y las acciones de sus adeptos se dirijan en la misma dirección. Y
para ello necesita presentar la "causa común" como un beneficio personal:
"Hagámoslo todos juntos, y así todos nos sentiremos bien". Pero entonces,
los intereses personales siempre pasan a un segundo plano, e independiente-
mente del tipo de ideología, es como la canción: "Hoy no importan las cosas
personales, sino el resumen de la jornada laboral".
La idea de armonía, paz y prosperidad universales es una utopía, confir-
mada más de una vez por el juez más objetivo: la historia. La felicidad perso-
nal no puede construirse construyendo la felicidad universal. La felicidad ge-
neral es pura abstracción, sólo puede ser individual. Esta cuestión debe abor-
darse desde un ángulo muy distinto. Si todo el mundo se ocupa únicamente
de su bienestar personal, la felicidad será universal. De lo contrario, toda ac-
tividad no será más que la creación de una estructura.
Anastasia, conocida por los libros de Vladimir Megre, estuvo más cerca
de resolver este problema. Pero incluso sus ideas son utópicas, porque no tie-
ne en cuenta hasta qué punto ha crecido la influencia de los péndulos. ¿Dar a
todas las personas una hectárea de tierra para que todos puedan establecer su
propia granja familiar? ¡Pero quién las dará, queridos! Hermosa, humana y
justa idea. Aquí es donde los poderes fácticos deben mostrar en la práctica su
preocupación por el bienestar de las personas.
Pero, por supuesto, nadie lo hará. Y ni siquiera porque la tierra cueste di-
nero. Al fin y al cabo, a un puñado de oligarcas se les permitió hacerse con la
propiedad nacional según el principio de "lo que era común ha pasado a ser
suyo". La cuestión es que a la estructura le resulta mucho más cómodo man-
tener bajo su control a un pequeño grupo de piezas de ajedrez que a toda la
masa de ciudadanos. Y lo que es más importante, si todo el mundo deja de
esclavizarse por la estructura/se ocupa de cuidar de su propio bienestar, ¿qué
será de ella?
Para cualquier sistema, la libertad personal de sus elementos no sólo no
es rentable, sino simplemente destructiva. Pero aquí está lo interesante: las
leyes del sistema no son emitidas y aplicadas por personas concretas en el
poder, sino por el propio sistema. Todo se soluciona solo. Los favoritos del
péndulo no son libres en sus acciones, y los adherentes de base no son libres
en sus deseos. La estructura se autoorganiza de tal modo que todos sus ele-
mentos desempeñan las funciones que tienen asignadas, convencidos cada
uno de ellos de que ejercen su voluntad. Un elemento de la estructura sólo
parece estar libre. Además, si no está dispuesta a aceptar la libertad, no podrá
utilizarla.
Qué hará un hombre con una hectárea de tierra si su conciencia ya está
medio asimilada en la matrix? De nada sirve despertar a un durmiente si él
mismo no quiere despertarse. Los pocos "despiertos" intentan sacudir a sus
compañeros somnolientos: "¡Abre los ojos! Mira - ¡estás en la cárcel de la
matrix!" Y mientras duermen, los alejan: "Vete a la mierda, estoy bien como
estoy."
Aquí hay un ejemplo vivo. Cuando en el boletín en línea se habló sobre
nutrición natural, algunas personas estaban muy preocupadas. Incluso hubo
oponentes activos que recibieron esta información con hostilidad. Dijeron
que era “off-topic”.
Mejor, como antes: "Dormiremos, y nos cuentas nuestros sueños, no te
despiertes solo". Quería exclamar: "¡Sí, aquí estás!" Le advertí que no invita-
ba a nadie conmigo: ni a la mesa, ni en un sueño. El transurfing no es un
cuento de hadas para tener dulces sueños, sino una ducha fría para despertar.
Duerme tranquilo, no leas libros perjudiciales para el sueño.
Los "durmientes," descontentos con ser molestados, no se dan cuenta de
que la estructura "alimenta" a sus mascotas en la "granja" y los obliga a opo-
nerse a todo lo ajeno. Los elementos del sistema son adictos a sus productos
y, por lo tanto, les parece que ellos mismos lo quieren. Entonces resulta que
la estructura utiliza a los "durmientes" para lograr sus objetivos, involucrán-
dolos en los procesos de estabilización y destrucción.
Los "despiertos" pero "no despiertos" ni siquiera se dan cuenta de que no
están libres del propio Transurfing. Si uno se ha sacudido de verdad las tela-
rañas de la obsesión, adquiere la capacidad de decidir por sí mismo qué y có-
mo hacer. El "despierto" ya no necesita buscar la verdad en fuentes externas:
la encuentra en sí mismo, y ni siquiera el Transurfing es su guía.
No se trata de abandonar los productos del sistema y recluirse en algún
desfiladero de la montaña. Por el contrario, cualquier sueño sólo puede reali-
zarse dentro de tal o cual estructura. Se trata de saber quién va en el arnés de
quién: o tú con el péndulo, o él contigo. Es importante ser consciente de si
trabajo dentro de la estructura para mí o para la estructura. El propio sistema,
así como sus productos, pueden y deben utilizarse para tus propios fines si se
hace conscientemente. Por esto merece la pena despertarse.
El 1 de septiembre había muchos niños disfrazados y ansiosamente ale-
gres con flores. Casi todos iban acompañados de sus padres, muchos con lu-
josos ramos de flores y caros uniformes. Yo paseaba entonces por la calle, en
esta procesión festiva, casi carnavalesca. Una realidad multicolor se fusionó
en una sola imagen: “todo está bien, todo va como debería” - como resultado
me “dormí”.
Me despertó una circunstancia insólita. Una niña de unos ocho años esta-
ba apartada de la multitud festiva. Iba vestida, no desaliñada, pero muy pobre
y sin pretensiones, lo que me llamó inmediatamente la atención. Llevaba
unos zapatos que parecían recogidos en un basural, y en sus manos había
unas patéticas flores, obviamente recogidas de una maceta. Había en sus ojos
una especie de desapego. Era obvio que no estaba contenta con la fiesta, ha-
cía tiempo que había aceptado su destino y ya no esperaba regalos del mun-
do.
Era probable que sus padres le debieran mucho al sistema, que presta de
buen grado sus elementos en forma de euforia alcohólica para hacerles dor-
mir aún más profundamente. Al sistema no le interesa la tragedia de esta chi-
ca, ni la de muchos miles como ella. Del mismo modo, la estructura no está
preocupada por la tragedia de Beslán. Y si muestra preocupación, significa
que tiene una agenda especial.
Digo todo esto para afirmar que cualquier información procedente de la
estructura -tanto positiva como negativa- se da por una razón y con un pro-
pósito, por muy "libre" que sea la fuente. En principio, no existen fuentes de
información absolutamente libres e independientes porque todas son eslabo-
nes separados de un sistema, una jerarquía pendular. Y la finalidad del pén-
dulo, repito, es estabilizar la estructura propia o superior y destruir la de los
demás.
Es necesario no olvidarse de tu conciencia y distinguir: entre cuando in-
tentan decirte algo y cuando intentan obligarte. Si la información procede de
un péndulo, puedes estar seguro de que es su estructura la que persigue sus
objetivos. El péndulo predica con persuasión, despotrica con elocuencia y
susurra confidencialmente: "Derrota a los de fuera: ¡todo es culpa suya!",
"Apoya a los tuyos: ¡te harán feliz!". Y lo más importante: "¡Sigue el ritmo
de la vida, ten tanto éxito como esta gente del anuncio!," "¡Haz como yo!".
Aunque la información no tenga una orientación ideológica, resuelve una
tarea muy importante para el péndulo: conseguir la atención de una gran ma-
sa de personas en un bucle de agarre. Cuando los pensamientos de las per-
sonas están sincronizados en la misma dirección, sus mentes son más fáciles
de manipular. Lo principal es captar la atención, el resto es cuestión de técni-
ca de sugestión. Así que, para no sucumbir a la influencia zombificante del
péndulo, hay que mantener la conciencia y separar los hechos de la interpre-
tación. De lo contrario, uno puede despertarse un día en una celda matrix, o
no despertarse nunca.

Notas
(1) Se refiere al Atentado terrorista en Beslán en 2004. Se trató de una toma de rehenes
en la escuela n.º 1 de dicha ciudad (Osetia del Norte) Durante dos días y medio los terroris -
tas mantuvieron a más de 1100 rehenes en un edificio minado (en su mayoría niños, sus
padres y personal escolar) en las condiciones más difíciles, negando a las personas incluso
las necesidades naturales mínimas.
Aunque la mayoría de los rehenes fueron liberados durante el asalto, 314 de los rehe-
nes, incluidos 186 niños, murieron como resultado del ataque. En total, incluidos los resca-
tistas, 333 personas murieron y al menos 783 resultaron heridas de diversa gravedad.
Fuente: ru.wikipedia.org (NdT).
(2) Una marca popular de cerveza (NdT).
La batalla de los péndulos

"EL MUNDO MODERNO ES TAL que ya es difícil que todos se sientan


seguros: el terrorismo cada vez más cerca de la gente común, la crueldad, la
agresión. No es ningún secreto que a veces la gente se ve en situaciones te-
rribles. ¿Por qué es así? ¿Y cómo te proteges de ello utilizando los princi-
pios del Transurfing? ¿Sólo confiando en que todo irá bien?."
Primero, mantén la información aterradora lejos de tus oídos. Cambia tu
atención a otra cosa. En segundo lugar, abandonar el sentimiento de culpa,
no la conciencia, sino la culpa, el deber, la obligación. Después del miedo y
las peores expectativas, la culpa es la principal causa de todos los problemas.
Ya he hablado antes de esto, lo repetiré de nuevo.
La culpa genera castigos de muy diversa índole, desde problemas meno-
res hasta problemas mayores. La intención externa está obligada a incluir al-
gún tipo de castigo en el guión. Este es el patrón de la cosmovisión de la per-
sona: un delito es seguido de un castigo, y el alma y la mente están comple-
tamente de acuerdo en esto. Además, el sentimiento de culpa tensa fuerte-
mente la polarización. Como resultado, las fuerzas equiponderantes traen to-
do tipo de desgracias sobre la "cabeza culpable".
Pero, ¿cómo deshacerse de ella? No se puede sofocar la culpa y renunciar
a ella sin más: está demasiado arraigada. El alma y la mente han vivido con
ese sentimiento durante mucho tiempo: estar siempre obligados a algo. Y la
única forma de sacarlos de ese estado es tomar medidas concretas.
Es decir, debes dejar de poner excusas. Este es el caso especial en el que
tratar una enfermedad elimina su causa como consecuencia. No tienes que
convencerte de que no le debes nada a nadie. Solo observa tus actividades
habituales, que requerirán tu atención plena. Si tenías la costumbre de discul-
parte a la más mínima ocasión, acostúmbrate a dar explicaciones sólo cuando
sean realmente necesarias.
No te convenzas de que no tienes que hacerlo. Deja que la culpa se quede
dentro. Pero exteriormente no debes mostrarlo. Tu alma y tu mente se acos-
tumbrarán poco a poco a la nueva sensación: no estás poniendo excusas, sig-
nifica que debes hacerlo y, por lo tanto, tu sentimiento de culpa simplemente
no existe. En consecuencia, cada vez habrá menos ocasiones de "redención".
Así, a través de un bucle de retroalimentación, la forma externa pondrá gra-
dualmente en orden el contenido interno: la culpa desaparecerá y los proble-
mas se irán con ella.

"Dime, ¿qué significa que las dos estructuras se opongan? Está el péndu-
lo del romanticismo, está el péndulo del cristianismo, está el péndulo de la
democracia... ¿sí? ¿Pero todos ellos son diferentes escalones jerárquicos del
mismo péndulo global? ¿O es que el péndulo del romanticismo y el péndulo
del cristianismo son estructuras diferentes, opuestas?."
No sé qué tan detallados son estos péndulos. Un modelo aproximado es
suficiente para entenderlos. Un péndulo es una entidad energético-informati-
va que se erige como superestructura sobre una estructura. El romance, por
ejemplo, no es una estructura. La democracia y la religión tampoco lo son.
La iglesia es una estructura. Una organización de terroristas es una estructu-
ra. Los Estados que se oponen a los terroristas también son estructuras. Pero
los terroristas no existen por sí mismos, sino que expresan los intereses de
las estructuras que están por encima de ellos. No voy a juzgar cuáles son: no
soy político.
Como ya he dicho, la realidad tiene dos caras: la física y la metafísica. En
el plano físico asistimos a una guerra de estructuras. En lo metafísico, es una
batalla de péndulos. La cuestión es que esta batalla no terminará hasta que la
jerarquía de péndulos se cierre en la cúspide de una pirámide. Cuando eso
ocurra, el mundo se convertirá en una matrix. Es un misterio.

"No entiendo por qué crees que alguna vez habrá una matrix... Ya está
ahí, el proceso está casi terminado. Y en cuanto a la pirámide, el péndulo
más importante se formó hace mucho tiempo: es el péndulo del dinero".
No podría estar más de acuerdo. El dinero es sólo un atributo. El dinero
se intercambia en el plano físico y la energía en el plano metafísico. La ener-
gía proporciona el proceso pendular de interacción no sólo con las personas,
sino con todos los seres vivos.

"Bueno, en primer lugar, el tono pesimista del autor de Transurfing es un


poco extraño. En segundo lugar, el mundo tendrá el mismo aspecto que aho-
ra, pues la jerarquía pendular ya está encerrada en un vértice -el péndulo
del planeta Tierra- y la matrix existe desde hace tiempo".
El tono pesimista es sólo para el conjunto de la sociedad. El Transurfing
sólo puede ayudar a los pocos que ya lo saben y, por tanto, están dispuestos a
aceptar este Conocimiento. El resto de las masas no pueden ser despertadas.
En general, yo no especularía sobre cómo está dispuesta la jerarquía de los
péndulos. Aquí sólo cabe especular. Nunca veremos la imagen real, no se nos
permitirá.

"En relación con la tragedia del 11-S en Estados Unidos. Personalmente,


no puedo evitar pensar que los estadounidenses que hacen y distribuyen pe-
lículas de catástrofes por todo el mundo han creado este desastre en la vida
real. O guión. ¿Qué te parece?."
Esta es la realización de la conciencia colectiva. El mundo es un espejo
en el que se reflejan los pensamientos y las intenciones de las personas. Los
medios de comunicación, al difundir noticias sobre guerras, catástrofes, crí-
menes y desgracias, actúan como instrumentos de péndulos destructivos que
extraen energía de los conflictos. Las noticias tienden a hablar exclusivamen-
te de "lo que es tan malo". Así se cosecha más emoción. Este tipo de noticias
no son tan interesantes como inquietantes. Y eso es exactamente lo que nece-
sitan los péndulos.
Se nos muestra una película en la que el mundo se presenta como un en-
torno peligroso y violento. Llegamos a creer que es la realidad mirándola, y
nos formamos una imagen mental. Esta imagen se refleja en el espejo del
mundo, traduciéndose en realidad. El resultado son más malas noticias. Es
un círculo vicioso.
Es interesante que a las personalidades del mundo del espectáculo ni si-
quiera se les ocurra hacer una tertulia televisiva sobre "lo bueno que pasó," al
menos por razones de novedad. Al fin y al cabo, un programa así, que sobre-
saliera del continuo y cansino torrente de negatividad, seguramente habría
llamado la atención. Pero no. Toda la información se da principalmente en
interés de los péndulos destructivos. Hasta este punto ha aumentado su in-
fluencia zombificadora.

"Vivimos en Israel y nuestra pregunta es: ¿cómo explicar los aconteci-


mientos a niños de 4-5 años de una manera que no les arrastre a una vorági-
ne pendular (atentados terroristas, accidentes de tráfico, etc.)?.”
No hay que "explicar acontecimientos" a niños de esta edad. Ellos sabrán
mejor que tú lo que necesitan saber y cómo entenderlo. Los adultos, al sentir-
se indefensos en un mundo agresivo, inculcan a los niños que no son más
que personitas que no entienden ni saben nada. En otras palabras, cuelgan de
ellos sus proyecciones subconscientes.
A los niños hay que inculcarles lo contrario. Además, no hay que tratar de
"explicar" los acontecimientos negativos, agudizando así su enfoque, sino,
por el contrario, proteger la mente de los niños de todo esto. El espacio men-
tal de un niño debe mantenerse lo más puro posible porque, como sabes, la
forma de pensar de una persona individual forma su capa individual del
mundo en el que tiene que existir.
El espacio de las variantes

"Me RECOMENDARON leer Reality Transurfing el otro día. No lo sé.


Hay algo en el libro que es inexplicablemente cierto, o correcto. Mucho de
lo que ocurre en la vida se explica. Gracias a ti. Sólo por arriesgarte (su-
pongo) y dar a la gente otra oportunidad de ser humana".
Gracias por los elogios. Sin embargo, no me arriesgué y (¡Dios me libre!)
no di a la gente la oportunidad de ser humana. Yo no asumo tanto. Este Co-
nocimiento no es mío - existe objetivamente, no en los libros, sino en el es-
pacio de las variantes - te guste o no la idea. Tampoco tiene sentido comparar
el Transurfing con otras enseñanzas similares: Simoron, (1) por ejemplo, o
cualquiera de las conocidas.
Además de estas respuestas de agradecimiento, a veces (aunque muy ra-
ramente) recibo correos electrónicos del tipo opuesto que apestan a fría hos-
tilidad. Si oigo que "El transurfing copió eso de tal o cual práctica de Fulani-
to y de Menganito," tengo la sensación mixta de desconcierto, confusión e
impotencia que uno siente cuando habla con un completo imbécil. Me dan
ganas de exclamar con desesperación: "¿Cómo es posible que no lo entien-
das?."
Y Simoron, ¿de qué y de dónde se "copió"? Y en las enseñanzas que la
precedieron, ¿de quién fue "copiado" qué? ¿Por qué no se le compara con
Blavatsky, Roerich, Gurdjieff, Ouspensky? Probablemente porque no los han
leído. Es cierto que tampoco los he leído, pero sé que todos escriben de ma-
nera diferente sobre lo mismo. Cada doctrina tiene una época diferente, y vi-
ceversa. Por muchas escuelas y visiones del mundo que haya, todas reflejan
la esencia de la misma realidad. Los puntos de vista son diferentes, ¡pero la
realidad es común! ¿Aún no lo has entendido?
Intenta encontrar una enseñanza que no tenga nada en común con las de-
más. Si puedes encontrar una, se referirá a una realidad diferente. Pero la
mente humana es incapaz de crear nada que no tenga que ver con nuestro
mundo. Incluso la ficción se convierte tarde o temprano en realidad. Incluso
la ciencia ficción describe una realidad (quizá aún) irrealizada. De hecho, to-
das estas ideas e imágenes, al igual que los sueños, no son productos de la
mente: existen de forma objetiva y estacionaria en un único campo de infor-
mación. Y todos, tanto "profesores" como la gente común, comparten el mis-
mo banco de datos. Así que no puedo sino simpatizar con quienes buscan al-
go fundamentalmente nuevo.
Comparando una enseñanza con otra se puede llegar a los propios Upa-
nishads. (¿Sabes lo que es eso?) ¿Pero cual es la cuestión? Todo este Conoci-
miento procede de la misma fuente. Por la misma razón, muchos descubrim-
ientos son realizados de forma independiente por diferentes personas, así co-
mo muchas nuevas tendencias surgen en diferentes partes del planeta al mis-
mo tiempo.
Todo el mundo tiene acceso a la información del espacio de las variantes.
Es tan sencillo como ir a la biblioteca y tomar el libro que quieras de cual-
quier estantería. La única condición es que creas en tus capacidades, ejerzas
tu derecho a acceder al Conocimiento y aspires a recibirlo. Hazte preguntas y
atrévete a responderlas tú mismo. Los que se atreven, hacen descubrimien-
tos, componen música, escriben libros, crean obras maestras en diversos
campos. El conocimiento se revela a quienes declaran SU INTENCIÓN DE
TOMARLO PARA SÍ.
Por ejemplo, podemos decir que los descubrimientos más increíbles y
grandiosos pertenecen a los hombres más valientes que ha conocido la histo-
ria de la ciencia: Albert Einstein y Nikola Tesla. Según los propios científi-
cos, los descubrimientos no nacían en sus cabezas, sino que venían de fuera,
como conocimientos de la nada. Y es imposible no darse cuenta de que nin-
guna teoría nueva ha aparecido nunca de repente, como el destello de una es-
trella solitaria en el cielo negro. Siempre iba acompañada de investigaciones
paralelas realizadas por diferentes personas, que muy a menudo llegaban a
las mismas conclusiones casi simultáneamente. Todos caminan bajo el mis-
mo cielo.
Se puede afirmar que, contrariamente a la creencia popular, fue Nikola
Tesla quien inventó la radio, y no habría ningún error fundamental en ello.
También podría decirse que el padre de la teoría de la relatividad no es Eins-
tein, sino Hendrik Lorentz, y en esto también hay mucho de cierto. Al fin y
al cabo, las "transformaciones de Lorentz," que demuestran que a medida
que uno se acerca a la velocidad de la luz, las dimensiones lineales del cuer-
po se encogen, la masa aumenta y el tiempo se ralentiza, ya se habían dedu-
cido antes. Pero Einstein se tomó la libertad de aclarar las cosas. Se distin-
guía de los que podían, pero no se atrevían a hacerlo, por una sola cualidad:
la audacia de asumir su propio derecho.
Muchos son capaces, pero o no lo saben o no se animan a ATREVERSE,
por lo que esperan recibir Conocimiento de extraños. Esta aspiración no tie-
ne nada de malo. Cada uno se mueve a su manera. De hecho, atreverse a cru-
zar la línea más allá de la cual se pasa de ser un magnetófono a un receptor
no es tanto difícil como muy desacostumbrado. Es como saltar en paracaídas
por primera vez. Algunas personas no lo necesitan. Pero siempre hay alguien
que duda en intentarlo, pensando: "Si yo no puedo hacerlo, tú tampoco".
¿Eres mejor que yo?" Pero la energía de la intención no realizada permanece,
así que tiene que ir a otra parte... Y entonces la intención se dirige en otra di-
rección, por ejemplo, para intentar acusar a los demás de alguna blasfemia o
plagio (¡Dios no lo quiera!), falta de fundamento, etc. No hay nada más sen-
cillo que eso. Es una forma de afirmar tu importancia y reivindicar tu exis-
tencia. Pero no es, ni mucho menos, la mejor manera.
Resulta aún más interesante cuando un lector, agobiado por una pesada
carga de conocimientos y convencido de que "lo sabe prácticamente todo e
incluso un poco más," declara como si aquí no hubiera nada nuevo para él.
Hurgando superficialmente en el texto y encontrando algunas nociones fami-
liares como "intención" o "importancia," exclama triunfante: "¡Eso es de
Castaneda!" Y, al no haber comprendido la esencia del asunto, cierra el libro
- para él es una etapa pasada - sigamos adelante. No le importa que las ense-
ñanzas de don Juan y el Transurfing sean en realidad dos facetas diametral-
mente opuestas de la realidad. En este sentido, siempre siento mi profunda
ignorancia: releer fragmentos incluso de mis propios libros a veces me revela
algo nuevo.
Y de nuevo, a pesar de que en este caso no se trata de un completo idiota,
sino, por el contrario, de un intelectual erudito, sigue existiendo la misma
sensación de confusión e impotencia para presentar algo en su justificación...
Es inútil. Un oponente así tiene filtros en los oídos y los ojos, que sólo dejan
pasar lo que es coherente con el papel que ha elegido: "Puedo criticar a al-
guien, condenarlo, ¡así que valgo para algo!”
Acusar es una tarea muy ingrata, aunque sea justa. Durante unos instan-
tes, el acusador, orgulloso de sí mismo, siente una especie de triunfo interior.
Pero este pequeño triunfo íntimo no vale los momentos desagradables que le
siguen. Las fuerzas del equilibrio harán inevitablemente que uno se encuen-
tre en el papel de acusado. Lo he visto muchas veces: en cuanto te olvidas de
ti mismo y empiezas a demostrar que alguien está equivocado, todo el pano-
rama se invierte inmediatamente. ¿No te has dado cuenta?
Merece la pena mencionar el libro de Stephen King The Langoliers. Allí
se desarrolla la trama, basada en la idea de que tanto el pasado como el futu-
ro están almacenados en algún lugar inmóvil, como en una película, y el
efecto del tiempo sólo aparece como resultado del movimiento de un único
fotograma en el que se destaca el presente. El libro es tan interesante que me-
rece la pena resumirlo brevemente.
“Un día, varias personas se despiertan en un avión comercial y descubren
con horror que todos los demás pasajeros, incluidos los pilotos, han desapa-
recido. Afortunadamente, entre ellos hay un piloto que puede aterrizar el
avión. Pero esto no lo hace más fácil, porque resulta que abajo, donde debe-
rían estar las luces de la ciudad, se extiende un desierto negro, y hay un si-
lencio sepulcral en la radio. ¿Adónde se ha ido la vida terrenal?
Aterrizan con éxito en uno de los aeropuertos, pero allí se encuentran con
lo que sería una pesadilla. Los aviones, el edificio de la terminal, todas las
instalaciones físicas, incluso el restaurante con la comida: todo está ahí, sólo
faltan las personas. Hay un silencio gris por todas partes: no hay electricidad,
los teléfonos no funcionan, la comida no tiene sabor ni olor, no hay movi-
miento en absoluto. Era un mundo del pasado, dejado atrás por el avance del
fotograma.
Pronto se oyeron unos inquietantes crujidos procedentes de detrás del ho-
rizonte, que no presagiaban nada bueno. Ante sus ojos, el mundo material co-
menzó a derrumbarse en la nada. Parecía que la materia, a diferencia de la
información, no se había almacenado para siempre. Alguien había supuesto
que habían entrado en el pasado a través de un agujero en el tiempo y que el
único camino de vuelta era por la misma ruta. Apresuradamente, los pasaje-
ros subieron al avión volando hacia atrás, consiguiendo a duras penas dejar
atrás el vacío que devoraba la vieja realidad. Tuvieron la suerte de volver a
través del agujero temporal de nuevo, pero cuando aterrizaron les esperaba el
mismo aeropuerto vacío.
Sin embargo, la nueva imagen no se parecía en nada a la vieja y decrépita
realidad, que apestaba a sepultura. Los colores, sonidos y olores tenían una
intensidad normal. Pero, por todas partes, un zumbido creciente e inquietante
les decía que algo estaba a punto de suceder: o la salvación o una muerte es -
peluznante. Y entonces, como de la nada, aparecieron ante sus ojos figuras
de personas, y todo se agitó con vida ordinaria. Era como si los viajeros en el
tiempo hubieran precedido al fotograma y se hubieran encontrado en el futu-
ro, tras lo cual el presente vino a ellos por sí solo.”
¿Por qué te cuento todo esto? Luego, para hacer un par de preguntas estú-
pidas con una cara inteligente. ¿Tiene King el mérito de haber "inventado"
un espacio de variantes? No, la noción de tiempo como fotograma en una pe-
lícula ya existía antes. En general, Stephen King, según sus propias palabras,
tuvo que enfrentarse más de una vez a la situación de que casi le acusaran de
plagio, porque ideas similares se deslizaban en las obras de otros autores.
¿Es mérito del Transurfing que el espacio de las variantes haya pasado
aquí del reino de la fantasía a la realidad? Tampoco. La fantasía, como tal,
sencillamente no existe. En los años cuarenta, Nikola Tesla, utilizando poten-
tes campos electromagnéticos, demostró tales manipulaciones con el tiempo
y el espacio que un barco entero de la marina estadounidense cayó en un
agujero temporal. Los supervivientes que participaron en este experimento se
materializaron incomprensiblemente en otro lugar en otro momento, experi-
mentando un grave shock mental.
Ahora bien, si nos propusiéramos rastrear toda la cadena de "iluminados"
hasta la misma persona que afirmó por primera vez la existencia del espacio
de las variantes, me temo que tendríamos que viajar hasta lo más profundo
de los milenios pasados. En efecto, nada es nuevo bajo esta luna. La vida de
las personas sigue siendo la misma, con los mismos errores y falsos estereo-
tipos. A pesar de que numerosas enseñanzas espirituales presentan la misma
verdad desde distintos puntos de vista, la humanidad no cede a la razón. Este
estado de cosas parece inquietar sobremanera a los "expertos" que no cesan
de clamar que aún no se les ha presentado nada nuevo. Uno pensaría que al-
gún día llegaría un mesías con una teoría increíblemente "nueva," que les ha-
ría jadear y, con las manos entrelazadas, encenderse en un resplandor de ilu-
minación: "¡Así que es eso! Ahora lo entendemos".
No, no lo harán. Los "entendidos" tienen otra mentalidad: no buscan co-
nocimientos, sino agujeros. Pues que lo hagan. ¿Merece la pena gastar ener-
gías en una polémica vacía con ellos? El Transurfing, por su parte, tiene la
tarea opuesta: llevar el antiguo (¡no el nuevo!) Conocimiento a quienes lo
necesitan. He empleado este tiempo y tu atención, querido lector, solo para
explicarte una vez más el propósito de mi visita intelectual. Para ti sigo sien-
do honesto. La esencia del Transurfing se ha expuesto tal y como me la han
transmitido a mí. Todo esto es real, y el Celador también existe de verdad.
No puedo decir exactamente dónde está, porque no ha vuelto a aparecer des-
de aquella primera reunión. Esto, sin embargo, es un indicio de que todo va
como debería. De lo contrario, simplemente me habría "aislado" de la fuente
de información. Así que todo lo que sé te lo estoy contando. Depende de ti si
lo necesitas o no.
"Me encanta leer fantasía y ciencia ficción. Cuando leo, me siento como
si estuviera en la misma realidad que los personajes. Y después de leer el li-
bro, "vivo" en ese mundo unos días más. La realidad que me rodea pasa a un
segundo plano y nada me molesta ni me conmueve. Sé que este estado pasa-
rá en unos días, pero no quiero que pase. Me parece que estoy muy atrapado
en el péndulo. ¿Es éste el caso? Si es así, ¿sentarse delante de una pantalla
o leer un libro significa que no debo sentir nada en absoluto? Pero me gusta.
¿Qué debo hacer? ¿Es factible mi sueño de estar en otros mundos?.”
Los péndulos no tienen nada que ver. Cuando tienes la impresión de lo
que has visto o leído, tu alma está en sintonía con el sector apropiado del es-
pacio de variantes; a grandes rasgos, recibe información, y la mente la inter-
preta y reflexiona, es decir, se desplaza por su aparato lógico, igual que un
programa informático procesa los datos de entrada.
El mundo de la fantasía no es imaginario: existe, pero a un nivel metafísi-
co, no realizado. Es improbable que llegue, ya que se necesita mucha energía
para trasladar todo lo que hay a nuestra realidad. Esto no significa que los
guiones y decorados de un mundo así no puedan realizarse en principio. Los
acontecimientos y personajes sobrenaturales son irreales sólo en relación con
la realidad real, igual que el Sol es irreal en relación con la Tierra. En otras
palabras, el mundo de la fantasía, al igual que el de los sueños, se encuentra
en sectores del espacio de variantes bastante distantes en relación con el pre-
sente: está demasiado lejos para "volar" hasta ellos.
Cuando piensas en un mundo de fantasía, estás soñando en la realidad.
No hay nada malo o incorrecto en ello, si te gusta. Las películas y los libros
son grandes columpios para la mente y el alma. Pero al soñar despierto, co-
rres el riesgo de salirte del contexto de un entorno que no está dispuesto a ha-
certe ningún favor. Si no controlas la realidad, ella empieza a controlarte a ti.
Por lo tanto, desde un punto de vista práctico, es sencillamente poco ren-
table encontrarse constantemente en un mundo no realizado: es como pasarse
la vida durmiendo. Aunque, para los trabajadores creativos, por ejemplo, el
alma revolotea constantemente en el espacio metafísico, a la caza de nuevas
ideas. Pero una cosa es crear activamente, convirtiendo las ideas en realidad,
y otra muy distinta nadar pasivamente en un océano de sueños. El Transur-
fing es una forma de ser excepcionalmente activa, en la que no sólo se nada,
sino que se rema conscientemente hacia un objetivo. El mundo refleja una
elección de intenciones: o persigues el sueño, o él viene a ti. Y no tienes que
buscarla en Oz: la realidad puede ser mucho más brillante y asombrosa, aun-
que sólo sea porque tú mismo puedes crearla si te lo propones. No es mucho
más difícil que jugar a juegos de ordenador, pero sin duda es mucho más di-
vertido: sólo hay que conocer las reglas y seguirlas.

"Últimamente me pregunto: ¿quién puso todo eso en el espacio de las va-


riantes? ¿De dónde ha salido? ¿Y por qué? ¿Y qué había antes de que lo pu-
sieran ahí?."
Seré sincero: no lo sé. Sólo puedo suponer que nadie "creó" el espacio de
las variantes: siempre ha existido. La mente humana está tan construida que
parece como si todo en este mundo hubiera sido creado por algo o alguien,
además de tener un principio y un final. Aparentemente no todo. Me temo
que aunque uno eleve su consciencia hasta el punto de superar la de una os-
tra, ni siquiera eso basta para dar sentido a tales cosas. Hay cosas en el mun-
do tan incomprensibles que simplemente escapan a la razón. Porque la mente
no es más que un autómata lógico, aunque con capacidad de pensamiento
abstracto.
Bueno, mi nivel de pensamiento abstracto sólo me permite construir un
modelo matemático primitivo. Si llevamos el nivel convencional de cons-
ciencia de alguien hasta el infinito, momento en el que su nivel de conscien-
cia se convierte en un punto, entonces la pregunta planteada es la siguiente:
"¿Por qué se me permite a mí, un punto, ocupar cualquier posición en el pla-
no de coordenadas? ¿Quién creó la cuadrícula de coordenadas? ¿Quién lo ne-
cesita? ¿Y qué había antes?". Y si le dices a este punto que, además del pla-
no, también existe el espacio tridimensional y p-dimensional, se "volverá lo-
co". Pero, ¿quizás tu sabia alma antigua conozca la respuesta a esta pregun-
ta?

Notas
(1) Simoron es el nombre de una técnica lúdica desarrollada en 1988 por el director
Petr Burlan y la actriz Petra Burlan. Se basa en el cumplimiento de los deseos inspirando a
las personas a ser frívolas y con métodos fáciles para cumplir sus deseos. Crearon su pro-
pia escuela de psico-entrenamiento de juegos, o, como ellos dicen, la "escuela de magos"
Simoron (NdT).
La audacia de los dioses

"¿CÓMO IMAGINARÍAS una vida sin péndulos, en la que todas las per-
sonas se vuelven conscientes, decididas a usar la intención y la elección?."
Sin péndulos, la vida es imposible, o mejor dicho, es imposible destruir-
los o evitarlos. La cuestión es utilizar los péndulos en tu beneficio, no ser
una marioneta de ellos. Si te refieres a la cuestión de si hay suficientes bienes
terrenales para todos los miembros de la sociedad, en la que cada uno ejerce
su derecho a elegir, entonces no tienes de qué preocuparte. No todas las per-
sonas llegarán a ser conscientes: muchas están interesadas, pero pocas se to-
man en serio el conocimiento.

"¿Hay alguna forma de determinar si estoy pensando conscientemente, es


decir, 'despierto'? ¿Hay algún tipo de técnica de pensamiento?."
Incluso despierto, la consciencia -el celador interno- está dormida la ma-
yor parte del tiempo. Muchas cosas se hacen automáticamente, los pensa-
mientos están en algún lugar de las nubes, y la consciencia está en el bucle
de agarre de algún péndulo. Surge el sueño de vigilia más natural, en el que
uno está a merced de las circunstancias y no da cuenta sobria de sus actos.
Para tomar las riendas de la situación, hay que despertar, encender el ce-
lador interno y mirarse a uno mismo y a los demás desde afuera. Estoy des-
pierto si soy consciente de qué, cómo y por qué estoy haciendo en ese mo-
mento. Desempeño mi rol y, al mismo tiempo, observo todo lo que ocurre,
como un espectador que actúa. Un punto muy importante: el control de la
mente no debe centrarse en mi propio guión de acontecimientos, sino en ob-
servar el principio de coordinación de la intención, ir con la corriente y ob-
servar el estado de comodidad mental en el momento de tomar decisiones. El
transurfing sólo produce resultados si se cumplen estas condiciones.
"¿Quizá no hay espacio de variantes, sino que el hombre lo crea por sí
mismo? Cuando le preguntaron si era cierto que él era Dios, Sai Baba res-
pondió: "Y tú eres Dios". La única diferencia entre nosotros es que yo lo sé y
tú no”.
Hay diferentes interpretaciones de la misma esencia. Te refieres a Sai Ba-
ba, pero no entiendes lo que está tratando de decirte. Y te dice: deja de bus-
car la verdad en fuentes ajenas, mira en tu interior y allí encontrarás las res-
puestas a todas tus preguntas. "Mira dentro de ti" no es una abstracción. Haz-
te la pregunta y atrévete a responderla tu mismo.
El Transurfing, como todas las enseñanzas de este tipo, sólo es necesario
para abrir los ojos. Y luego cada uno puede ir por su cuenta, donde y como
quiera. Ya lo dije muchas veces. Lo principal es mantener la consciencia, los
ojos abiertos. Y también tener el valor de utilizar el Derecho legítimo del Ha-
cedor de la propia realidad individual. ¡Porque lo tienes! Otros simplemente
no tienen la audacia de tomarlo para sí mismos. Pero lo tomas y ya está.
En cuanto al espacio de las variantes, es decir, si existe en la realidad o
sólo en la imaginación, responderé: sí existe. En primer lugar, hay muchos
hechos contundentes que lo atestiguan, de los que mencionaré sólo uno: el
sistema de los estudiantes de la academia de Viacheslav Bronnikov, (1) reco-
nocido por la ciencia oficial. En segundo lugar, piensa tú mismo: en todos
los tiempos el dilema entre idealismo y materialismo fue un escollo en las
disputas científicas. ¿El mundo tiene realmente una sustancia material o es
una ilusión? Al fin y al cabo, ambas posturas son igualmente válidas.
De hecho, la respuesta se encuentra en un plano diferente. No hay necesi-
dad de buscar la verdad absoluta en las manifestaciones individuales de la
realidad polifacética. Sólo hay que aceptar que la realidad tiene dos formas:
la física, que se puede tocar con las manos, y la metafísica, que está más allá
de la percepción pero no es menos objetiva. La ciencia oficial prefiere ocu-
parse de la primera forma, mientras que el esoterismo prefiere ocuparse de la
segunda. En esto consiste su argumentación. Y, de hecho, no hay nada que
discutir: basta con reconocer la dualidad de nuestro mundo. El mundo es un
espejo dual, en uno de cuyos lados está el universo material y en el otro se
extiende la infinitud del espacio de las variantes.
¿Qué ves cuando "miras dentro de ti mismo"? Todo y nada. Nada, porque
el cerebro no es más que un bio-ordenador primitivo. Todo porque tiene ac-
ceso a un campo infinito de información del que proceden todas las percep-
ciones, descubrimientos, intuiciones y clarividencias. Pero eso no es todo.
La energía de los pensamientos, en determinadas condiciones, puede ma-
terializar tal o cual sector del espacio de variantes. El hombre tiene la capaci-
dad de formar una capa de su mundo, su propia realidad separada. En este
sentido, es Dios. Con una sola condición: el gobernante debe tomar el dere-
cho que se le ha dado para gobernar. Si una persona cree que es capaz de
controlar la realidad, esta le obedece. Bueno, si no, entonces la realidad con-
trola al hombre. Siempre obtiene lo que elige. Él es Dios.

"Aún no he encontrado un verdadero gurú. ¿Quizás hay algo mal en mí, o


quizás esta no es mi puerta y mi meta?."
Si yo fuera tú, me nombraría a mí mismo gurú y me diría que sé mejor el
cómo y el qué debo hacer. Si tienes la audacia de hacerlo, no necesitarás más
maestros.

"Mi pregunta se refiere, si se me permite decirlo, a la sensibilidad perso-


nal ante la opinión pública. Tú argumentas que cuanto peor se piense de al-
guien, más prosperará esa persona, según la ley del equilibrio. Cuando una
persona era maldecida en todas partes, siempre acababa mal para ella”.
En primer lugar, no puedo afirmar nada en términos absolutos. ¿De ver-
dad crees que alguien conoce la verdad absoluta? No existe ninguna verdad
absoluta. ¿Por qué crees que sigo diciendo que el mundo tiene dos caras: la
física y la metafísica? Lo único que se puede afirmar es que la realidad es
polifacética, y enunciar algunas de sus regularidades. No se puede creer a su-
jetos que toman sólo una faceta e intentan hacerla pasar por verdad absoluta.
No se puede ser ingenuo en un mundo de péndulos. Espero que ninguno de
los Transurfers me considere tampoco guía espiritual de la humanidad. Sólo
soy un transmisor de conocimientos desde el espacio de las variantes, pero si
alguien me pregunta, respondo. El Transurfing te enseña, sobre todo, a ser un
mentor para ti mismo. Sin duda, TÚ PUEDES hacerlo si te lo propones. Y
"hay un gurú para cada tonto".
Ahora sobre la pregunta. Por el contrario, hay muchos ejemplos en los
que un gobernante o un alto funcionario, aprovechándose del odio popular,
vivió feliz para siempre. Y los preferidos de todos, a su vez, no volaron en
absoluto en las alas de la felicidad. El hecho es que la energía de una maldi-
ción o bendición no llega al destinatario, se la lleva el péndulo. Para ganar el
amor o el odio de un gran número de personas, es necesario convertirse en el
favorito del péndulo. El favorito no es solo una persona separada: está bajo
el cuidado del péndulo, que absorbe la mayor parte de la energía. Otra cosa
es el motivo por el que un determinado favorito desaparece de la escena.

"Escribes: 'Si dejo que el mundo se ocupe de mí, todo sale bien, y funcio-
na al cien por cien'. Me he asegurado de que funcione. Ya puedo hacerlo.
Sólo tienes que dejar que el mundo se ocupe de ti. Y entonces todo va real-
mente bien. El único problema es que hace falta mucha fuerza para ser débil
y estar en un estado de 'dejo que el mundo se ocupe de mí y no quiero darle
consejos sobre cómo hacerlo'."
Bien dicho: "Se necesita mucha fuerza para ser débil". Pero no todo es tan
difícil. De hecho, es solo una cuestión de hábito, y por lo tanto de tiempo. Lo
principal es jugar en el espejo sistemáticamente. "Ten la audacia" de volcar
todo en una capa de tu mundo. Deja que te “tome en sus brazos” y te lleve.
No olvides solo que a veces tienes que caminar con tus propias piernas, es
decir, hacer lo necesario y esperar la paz dentro de límites razonables. Y no
te ofendas por él si sucede que no te cuidó. Cuando jugar en el espejo se con-
vierte en un hábito, casi todo el tiempo te "sentarás en los brazos" de tu mun-
do casi todo el tiempo.
"Verás, la cuestión es que el Transurfing se está convirtiendo en algo ha-
bitual para mí. Los primeros días me abrumó la sensación de tener en mis
manos el libro que había deseado toda mi vida. Sí, sí, eso es exactamente lo
que quería, porque antes no conocía ninguna intención, pero ahora es algo
habitual para mí. No me molesta lo más mínimo, no se trata de eso. Dime,
¿se supone que tiene que ser así?."
Por supuesto, es normal e incluso saludable. Cuando la magia impregna
la vida cotidiana, te conviertes en el Hacedor de tu realidad. Al controlar el
curso de tus pensamientos, controlas la realidad. En esencia, cada uno de no-
sotros vuela en un espacio ilimitado de variantes en tu propia nave espacial
personal. Si te atreves a sentarte a los mandos, tu nave se vuelve controlable.
No hay palancas ni botones. Toda la navegación está determinada por tu in-
tención. Y si te niegas a dirigir tu nave, entonces su movimiento pasa a de-
pender de las circunstancias. Si no diriges la realidad, la realidad te dirige a
ti. Tu nave espacial es una capa de tu mundo. Puedes hacer lo que quieras
con ella. Pero la mayoría de la gente o no sabe que PUEDE o simplemente
no lo hace.

"Estoy de acuerdo en que los objetivos de cada uno son diferentes. Pero
veámoslo de esta manera. ¿Quién debe decidir si este es mi objetivo o no?
No estoy seguro de que deba ser mío. Eso sería cierto si yo mismo fuera la
razón de mi existencia. Pero me parece que no he venido aquí por voluntad
propia. Conozco las teorías teosóficas según las cuales el hombre supuesta-
mente ha consentido en nacer en este mundo. Pero en términos de mi con-
ciencia actual, no recuerdo nada de eso. ¿Cómo puedo definir mi propósito
si ni siquiera soy la causa de mi existencia?."
TÚ PUEDES.
"Entendí que todo es posible, sólo la mente se niega a aceptarlo. ¿Por
qué? ¿Fue la mente creada para molestar al hombre, de modo que el hombre
no pueda disfrutar de todas las posibilidades? Entonces, ¿volverse loco, cre-
er en todo y todos los deseos se harán realidad?."
La mente está a merced de péndulos y estereotipos. No tiene ni idea. No
tienes por qué creerlo. Tampoco hay que creerse las palabras de los demás.
Intenta pensar menos y aplicar más en la práctica los principios del Transur-
fing, y luego compruébalo por ti mismo. Cree en tu propia experiencia.

"Decidí que seguiría siendo abogado. El trabajo de un abogado no es fá-


cil, por supuesto. Tienes que discutir constantemente con alguien, demos-
trarle algo a alguien. Naturalmente, el péndulo de la ley impide la absolu-
ción del cliente. ¿Es eso cierto?."
No importa si el péndulo interfiere o no. Todo lo que necesitas es que te
convierta en su favorito. Para ello, debes tener la audacia de crear tus propias
reglas nuevas sin salirte de las reglas de este péndulo. En otras palabras, ac-
túa con valentía, no tengas miedo de romper los estereotipos establecidos, sé
independiente... ATRÉVETE A TENER TU DERECHO.

"En general, ¿qué consejo le darías a un futuro abogado?."


No pidas consejo a los demás. TOMA PARA TI TU DERECHO. De nue-
vo, toma para ti tu derecho a tener razón sobre cualquier cosa. No es una cer-
teza que las circunstancias puedan tambalearse en cualquier momento. No es
arrogancia basada en una fe ciega en el éxito. Ni siquiera es el optimismo co-
mo rasgo de carácter. Es la intención del Hacedor. Eres capaz de decidir tu
propia realidad.

Notas
(1) El método Bronnikov es un método único desarrollado por Vyacheslav Mikhailovi-
ch Bronnikov, académico, Ph.D.. Se puede revelar un nuevo potencial fantástico mediante
ejercicios simples especiales para el desarrollo del hemisferio derecho del cerebro; hoy en
día casi no se activa en absoluto debido a la ignorancia. Aquellos que dominan el Método
Bronnikov adquieren habilidades como: no cansarse, soportar varios volúmenes de trabajo,
restauración rápida y competente de la propia energía vital. Tales personas desarrollan su
prontitud y diversas habilidades físicas. El cuerpo comienza a eliminar todas las patolo -
gías. El desarrollo del cerebro amplía sus posibilidades de memoria e incluso agrega nue -
vos tipos de memoria, como la memoria fotográfica y de biocomputadora; También se de-
sarrollan nuevas formas de visión. Ver: https://www.bronnikovcenter.net/ (NdT).
La timidez de los magos

"Me he preguntado mucho sobre mi propósito en la vida. Pero por alguna


razón todo se redujo a iniciar mi propio negocio. No podía entender mis sue-
ños. Bueno, eran demasiado fantasiosos... Estaba lleno de dudas. Pero en-
tonces vi esta película y, ya sabes, había una línea que me dejó alucinado:
‘A veces soy bueno, muy bueno, pero a veces soy malo, pero soy tan malo
como quiero ser. La libertad es poder. Vivir libre y sin restricciones es un re-
galo’. De todos modos, me di cuenta de que todos mis sueños, como conver-
tirme en mago, viajar por el mundo, sólo decían que quería ser libre en el
pleno sentido de la palabra. En general, el objetivo estaba claro. Solo que
ahora no tengo en claro qué tipo de diapositiva necesito”.
Tu propósito es lo que convertirá tu vida en una fiesta. Y la libertad es un
sentimiento que acompaña, una parte integral de esa celebración. Al fin y al
cabo, mientras sigues tu objetivo a través de Tu puerta, estás trabajando para
ti mismo, no para otra persona. De ahí viene la sensación de libertad. Así que
uno debe buscar Su camino y no sólo soñar con la libertad sin el fundamento
adecuado.
Diré una obviedad, pero la libertad en nuestro mundo sólo puede ser dis-
frutada por quienes están libres de la necesidad de ganarse su propio pan.
Cuando sigues tu camino, haces lo que te gusta en lugar de lo que te obligan
a hacer. El dinero aparece automáticamente, como atributo acompañante. Y
es inevitable, porque la gente siempre se siente atraída por lo que ella misma
carece. La gran mayoría, que no ha encontrado su camino, se interesa mucho
por los que sí lo han encontrado y está dispuesta a pagar por todo lo que ha-
cen. Se trata de un grado de libertad.
Pero hay otra, que se expresa en la frase que te llega al corazón: "A veces
soy bueno, muy bueno, pero a veces soy malo, pero soy tan malo como quie-
ro ser". Puedes tener esa libertad ahora mismo. Para ello, tienes que asumir
el derecho a ser el Hacedor de tu realidad. Y lo eres si haces Transurfing. La
esencia es que tú mismo determinas el clima en la capa de tu mundo. Declara
feriado si quieres, o luto si deseas. Lo principal es que todo depende de ti. In-
cluso puedes convertir un fracaso en un éxito gracias a tu poder. En eso con-
siste el principio de coordinación de intenciones. Tienes que usar la palanca
del Hacedor. Para esto no hacen falta diapositivas.

"Tengo este problema - cuando discuto con mi novio, pienso: ya está, no


puedo seguir, es mejor estar sola (él está constantemente insatisfecho con to-
do, todo el mundo es tonto, estúpido, no pueden hacer nada, e interfieren
con su trabajo y ganancias), voy a buscar a otro, el de mis sueños, y es sim-
plemente imposible estar con este. Además, constantemente le digo mientras
discutimos: será mejor que te busques a otra, ya que yo soy así con un mon-
tón de defectos. Pero me despierto por la mañana y tengo miedo: ¿y si se va
de verdad? Le quiero, es muy bueno y me cuida todo lo que puede, y tenemos
por delante un futuro precioso, con el que sueño, pero aún está por delante,
porque él es pobre, pero muy inteligente y decidido. Y tengo miedo de no en-
contrar un novio mejor y quedarme sola toda la vida”.
Tienes que aceptar la situación tal como es, porque es perfectamente nor-
mal. Las fuerzas equilibrantes empujan a los personajes opuestos a unirse pa-
ra compensar el exceso de potencial que suelen llevar las personas con per-
sonalidades fuertes. Estos pares, con dos polos diferentes, tienden a ser más
estables, a diferencia de los pares "unipolares". Los inevitables enfrenta-
mientos deben tratarse con más sencillez y tolerancia. Y lo más importante,
intenta respetar la regla del Transurfing: permítete ser tú y que el otro sea co-
mo es.
Por otra parte, aquí tú misma, con tu forma negativa de pensar, creas un
reflejo negativo en el espejo de la realidad. Y lo tomas y con tu voluntad de
Hacedora conviertes lo malo en bueno: todo está bien conmigo, y todo va co-
mo debe, porque así lo decidí. Se trata, una vez más, del principio de coor-
dinación, la otra cara de la libertad antes mencionada.
Así, al aceptar y dejar pasar la situación, calmas el viento de las fuerzas
equilibrantes, y al decidir que todo está bien contigo, alineas el reflejo en el
espejo... En consecuencia, la realidad también se corrige.

"¿Cómo puedo librarme del miedo? Puedo con los pequeños. Pero no
puedo deshacerme de mi miedo a los grandes. Sé en mi cabeza que el miedo
está estropeando mi espejo y me convenzo a mí misma de que no tengo páni-
co. Pero no puedo librarme de la sensación de que me encojo por dentro.
Ahora está llegando un punto en el que empiezo a temer que mi miedo esté
arruinando mi mundo”.
Sobre todo, permítete tener miedo. Pero tampoco te olvides de repetir en
cada oportunidad que al mundo le importa. Pasará. ¿Qué quieres, todo a la
vez? El espejo se retrasa, así que tu realidad tarda en ajustarse. Todo se arre-
glará con el tiempo. Pero con condiciones.
Debes respetar el principio de coordinación de intenciones. Después de
todo, ¿qué es el miedo? Son las peores expectativas, la opresión de las cir-
cunstancias. La mente, creyendo ingenuamente como si siempre supiera
exactamente lo que es bueno y lo que es malo para ella, defiende su guión. Si
las cosas no salen como esperábamos, entonces las cosas se tuercen y hay
que prepararse para lo peor. En otras palabras, los acontecimientos siguen su
curso independientemente de tus "quiero" y "no quiero," eso es lo preocu-
pante.
El principio de coordinación de intenciones te libera de la opresión de las
circunstancias, por definición. Eres la reina de tu mundo, así que eres libre
de declarar cualquier derrota como victoria: así lo decreté. Como resultado,
la realidad realmente se endereza, de una forma que a menudo supera todas
las expectativas. Se puede establecer una analogía directa con el ciclismo. Te
inclinas hacia un lado, como si estuvieras de acuerdo, te giras hacia el mismo
lado y la posición se alinea. Pero si te inclinas y giras el manubrio hacia
atrás, inevitablemente caes al suelo. Así que tira de tu mente cada vez que
empiece a torcer el morro, reacia a aceptar la situación. Cuando el principio
de la coordinación de intenciones se convierta en un hábito, todo lo que tie-
nes que temer desaparecerá gradualmente de tu vida. Sólo tienes que hacerlo:
subirte y conducir como puedas, en lugar de quedarte ahí parada preguntán-
dote si funcionará o no.
Este principio limpia tu realidad separada, la capa del mundo exterior. Pe-
ro muy a menudo esto no es suficiente. También tienes que estar limpia por
dentro. El mundo interior está obstruido principalmente por dos complejos
que todo el mundo padece en mayor o menor grado: la culpa y la inferiori-
dad. No puedes deshacerte de esta basura tan fácilmente, sólo puede elimi-
narse con acciones concretas. Estas acciones son para dejar de poner excusas
y defender tu importancia. El por qué y el para qué lo sabes del libro Reality
Transurfing. El principio de coordinación de importancia limpia el mundo
desde dentro.
A esto podemos añadir también el primer principio del Freiling: renuncia
a la intención de recibir, sustitúyela por la intención de dar, y recibirás aque-
llo que renunciaste. En cualquier situación relacionada con la comunicación
personal o empresarial, conseguirás todo lo que quieras, como si no lo qui-
sieras. Lo único que tienes que hacer es reorientar tu intención de "lo que
quiero conseguir" a "lo que puedo dar". Esto elimina de inmediato, e incom-
prensiblemente, casi todas las dificultades que surgen en las relaciones inter-
personales y comerciales, lo que significa que hay muchos menos motivos de
preocupación.
Ambos principios -la Coordinación de Importancia y el Freiling- te pro-
porcionan algo a lo que mucha gente aspira, pero pocos tienen: una sensa-
ción de libertad interior. Es cuando uno tiene plenitud interior, autosuficien-
cia y vive de acuerdo con su filosofía de vida. Si las personas no encuentran
apoyo dentro de sí mismas, lo buscan en el entorno exterior. En respuesta a
la demanda, nace la oferta - un amplio surtido de péndulos – basta con col-
garse de cualquier péndulo y balancearse. Al encontrar un punto de apoyo in-
terno, la persona se convierte en el eje en torno al cual el mundo empieza a
girar.
"¿No es el Transurfing una especie de engaño? No en el sentido de que
no funcione, que hay resultados, sino en el sentido de que a veces tengo la
sensación de que estoy engañando a TODO.
Pasé un examen el otro día. Pero decir que lo aprobé no sería del todo
correcto: sólo conseguí poner en práctica la diapositiva. Fue exactamente
igual, incluso el instructor me saludó como en la diapositiva. Tengo la sen-
sación de que me estoy adelantando, o engañando a Dios Nuestro Señor, o lo
que sea.
Así, en el capítulo "Intención" escribes: "Los magos antiguos alcanzaron
tal perfección que prescindieron de los rituales mágicos. Naturalmente, ese
poder creaba el mayor potencial de exceso. Por eso, civilizaciones como la
Atlántida, que desvelaron los secretos de la intención exterior, fueron des-
truidas de vez en cuando por las fuerzas del equilibrio."(1)
Entonces, si tengo este conocimiento, ¿seré destruido por las fuerzas del
equilibrio?."
No engañas a nada ni a nadie. Controlas una capa de -realidad- separada
de tu mundo. Deberías ser feliz, pero tienes miedo. El miedo a tu propio po-
der es un serio obstáculo para la práctica del Transurfing.
Al parecer, los antiguos magos no se limitaban a construir pirámides, sino
que creaban cosas mucho más tangibles para el mundo exterior. Cuando una
civilización alcanza un determinado umbral de poder, ya sea tecnotrónico o
psíquico, se destruye a sí misma. La energía hostil dirigida por un mago o un
hombre hacia el mundo exterior regresa en forma de bumerán y aniquila la
fuente agresiva.
Pero todos estamos muy lejos de los antiguos hechiceros. Por eso no pue-
des tener miedo de las fuerzas del equilibrio, no te harán daño. El Transur-
fing permite formar una capa individual de tu mundo. Si no interfieres en las
capas de los demás, es decir, no utilizas tu intención en perjuicio de alguien,
entonces el equilibrio no se altera en modo alguno. Todo el mundo tiene de-
recho a su propia realidad. Y en lugar de hacer introspecciones inútiles, es
mejor tomar ejemplo de los niños que se toman el Transurfing con sencillez
y naturalidad. Como en esta carta:
"Mi hija me asombra. Después de escucharme, se imagina que es maga,
y que si lo recuerda y lo desea, todo se hace realidad muy rápidamente. Pro-
bablemente sea algo bueno. Pero ¿y si, por ejemplo, no ha hecho los deberes
y luego desea que el profesor no haya venido, y el profesor no viene? ¿Vale
la pena intervenir (tiene 13 años) o debe ocuparse de su propio mundo?.”

Por supuesto, los niños se darán cuenta por sí mismos, ya que tienen la
gran ventaja de no haber acumulado todavía suficiente estupidez adulta. Sólo
tienes que animarles a que no utilicen una intención hostil.
En general, hay que pensar menos en la teoría del Transurfing y actuar
más y con más audacia. Como ejemplo, la siguiente carta muestra que una
persona no se tortura con pensamientos vacíos, sino que simplemente disfru-
ta de la vida.
"Gracias. Mi mundo es asombroso y hermoso, y cada día es mejor. ¡Y to-
do está sucediendo tan rápido! Cada día me sorprende y me deleita. Es tan
maravilloso ser mago".

No suelo publicar cartas entusiastas y, por el contrario, me esfuerzo en


mostrar lo "indiferentes" que me resultan. Aunque, en confianza, te diré que
yo, como todos los autores, soy un incorregible, completo y desesperanzado
mendigo cuando se trata de la simpatía de los lectores. Hay muchas cartas de
este tipo, lo que, por supuesto, es agradable. Es cierto que de vez en cuando
se oyen gruñidos y silbidos airados. Pero si al menos una persona que haya
leído este insignificante libro (digno de toda censura) ha añadido algo de fe-
licidad a su vida, compensará con creces los esfuerzos de todos los críticos
juntos.

Notas
(1) “Reality Transurfing” Tomo II, cap. “La intención exterior” (NdT).
Corregir la realidad

SE TERMINARON LAS VACACIONES. Después de tantos días de rela-


jación y diversión sin preocupaciones, a algunas personas les puede llegar
una racha oscura. Esto ocurre muy a menudo si no se controla la realidad. No
siempre es posible llevar unas vacaciones contigo Pero no puedes permitir
que la capa del mundo caiga en los turbios reinos del espacio de las varian-
tes. Pase lo que pase, sabes que cuentas con el principio de coordinación de
intenciones, una herramienta universal que rectifica cualquier situación difí-
cil.
Dice así: si pretendes ver un acontecimiento aparentemente negativo co-
mo positivo, eso es exactamente lo que ocurrirá.
Como sabes, la dualidad es una propiedad inherente a nuestro mundo: to-
do tiene su lado opuesto. Hay luz y hay oscuridad, hay negro y hay blanco,
positivo y negativo, densidad y vacío, etcétera. Cualquier equilibrio en la na-
turaleza puede desviarse hacia un lado u otro. Cuando caminas por un tronco
y te inclinas, levantas la mano del otro lado para compensar el desbalance.
Cada acontecimiento en la línea de la vida también tiene dos ramas: en el la-
do favorable y en el desfavorable. Cada vez que te enfrentas a una situación,
tomas una decisión sobre cómo manejarla. Si ves un acontecimiento como
positivo, el lado favorable de tu línea de la vida está en el lado favorable. Sin
embargo, la mayoría de las veces, la tendencia al negativismo hace que una
persona exprese su descontento y elija la rama desfavorable.
Una persona está irritada desde la mañana por la más mínima razón, lue-
go otra, y así todo el día se convierte en una serie continua de problemas. Tú
mismo sabes perfectamente bien que incluso en las cosas pequeñas, tan pron-
to como pierdas el equilibrio, sigue inmediatamente un desarrollo dramático
de un escenario negativo. Tan pronto como algo te molestó, sigue un nuevo
problema. Así es como resulta que "los problemas nunca vienen solos". Pero
una serie de problemas no sigue al problema en sí, sino a tu actitud hacia él.
El patrón está formado por la elección que haces en la bifurcación. Algo te
molestó, y ya irradias energía mental en la frecuencia de una rama desfavora-
ble. Además, la actitud negativa crea un potencial de tensión, que te quita
parte de tu energía de intención, lo que hace que ya actúes de forma ineficaz
y aquí te enfrentes a un nuevo malestar mayor.
Ahora imagina otro escenario. Te encuentras frente a alguna circunstancia
desafortunada. Espera a formar tu actitud negativa y reaccionar primitiva-
mente como una ostra. A pesar de todo, sintoniza positivamente y finge que
el acontecimiento te hace feliz. Intenta buscar una semilla positiva en el des-
afortunado suceso. Si ni siquiera encuentras nada, alégrate igualmente. Acos-
túmbrate a alegrarte de los reveses. Es mucho más divertido que enfadarse y
quejarse por todo. Verás que la mayoría de las veces la mala suerte juega a tu
favor. Aunque no sea así, puedes estar seguro de que tu actitud positiva te ha
puesto en una situación favorable y te ha evitado otros disgustos.
La coordinación es la forma más eficaz de moverse por el espacio de va-
riantes. Afrontas cada acontecimiento como algo positivo y, por tanto, siem-
pre sales por la rama favorable, encontrándote cada vez más con la ola de la
buena suerte. No estás revoloteando en las nubes, porque actúas deliberada y
conscientemente. Así, te equilibras en una ola de buena fortuna.
Sin embargo, si una persona tiene problemas o está deprimida, no tiene
tiempo para el Transurfing. No es de extrañar que reciba cartas pidiendo ayu-
da cuando las cosas van mal. Veamos dos de los casos más típicos:
"Si alguien cercano a ti muere o enferma, probablemente puedas detener-
lo, estoy seguro de ello, pero ¿cómo hacerlo bien? Tengo una gran desgra-
cia: mi madre está paralítica. Ahora mismo no puedo quitarle importancia.
Estoy en el hospital las veinticuatro horas del día y al personal de salud no
le gusta. Intento insertar diapositivas en las que paseo con ella por San Pe-
tersburgo en el verano de 2005.”

No voy a ofrecerte compasión ni consuelo, porque sé que o no lo necesi-


tas o no te servirá de nada. Así que iré directamente al grano. Tu pregunta es:
"Si alguien cercano muere o enferma, probablemente puedas detenerlo, pero
¿cómo hacerlo bien?."
La respuesta es hacer exactamente lo contrario de lo que estás haciendo
ahora. Primero, sufres con todas tus fuerzas y, por lo tanto, agravas aún más
la condición de tu madre. Puede que pienses, como el resto de la gente "nor-
mal," que llorar la pérdida de un ser querido es normal. Pero si sufres, estás
programando la situación para que empeore.
En segundo lugar, tú, como transurfer "normal," intentas, de nuevo con
todas tus fuerzas, "girar las diapositivas" y atraer así fuerzas de equilibrio
que solo empeorarán más las cosas.
¿Qué debes hacer? Deja de sufrir y trata de dejar ir la situación hasta que
puedas calmarte... Cuando te hayas calmado más o menos, acostúmbrate dia-
riamente a dar vueltas durante media hora al día sobre cómo tu madre va me-
jorando cada día. Si lo haces de forma sistemática y con calma, sin agotarte,
entonces sí que mejorará.

"Perdí mi estado de plenitud y alegría interior. Intento recordar cómo


era, sentirlo, pero no me sale nada. Hay muchos pensamientos en mi cabeza,
están entrelazados y no hay una idea completa. No me asusto pero no me
gusta mucho esta condición. ¿Qué puedo hacer en una situación así? Sé lo
que quiero: confianza, comodidad mental y alegría.”
Necesitas corregir la realidad: sacar la capa de tu mundo de una nube tur-
bia y llevarla a una zona clara del espacio de las variantes. ¿Cómo se hace?
Hay una receta tan sencilla como ingeniosa. Cuando un bebé llora, ¿cómo
se le calma? Hablarle no va a funcionar. Hay que tener paciencia, hay que
cuidarlo, hay que implicarse, hay que prestar atención al bebé. Así que, cuan-
do te sientes mal, es el bebé que llora dentro de ti. Cuida de él. Aunque mu-
chos de nosotros parezcamos serios, duros, geniales, etc. - de hecho, todos
seguimos siendo niños. "Date una vuelta en el carrusel," es decir, dedícate a
lo que más te gusta. Tómate un tiempo especial para enderezar la realidad,
durante el cual simplemente descansa sin pensar en los problemas. Di para ti
mismo: "¡Hoy mi mundo y yo vamos a dar un paseo!". Merece la pena dedi-
carle tiempo, porque hay que despejar la capa: de ello depende mucho. Cóm-
prate tu golosina favorita: "come, come, buen chico, mejórate". Dedícate to-
do el día a ti mismo, a tus placeres. Cuídate, vete a la cama, "duerme, cariño,
tu mundo se encargará de todo".
Al día siguiente, si no eres demasiado perezoso para observar el principio
de coordinación de intenciones, sentirás que la realidad que te rodea empieza
a adquirir tonos cada vez más cálidos y acogedores: la capa sale del reino
turbio.
El silencio de la eternidad

"Tuve un episodio en mi vida que parece totalmente inconsistente con las


ideas del Transurfing. En nuestra familia hay tres niños y, en consecuencia,
mucha ropa para lavar. De momento, tenía una lavadora grande, semiauto-
mática. Entonces aparecieron en el mercado las lavadoras automáticas. Pe-
ro sólo me sorprendió la gente que gastaba tanto dinero en ellas: en primer
lugar, mi lavadora lavaba bien de todos modos, aunque tenía que llenarla de
agua en cada operación, y más de una vez se desbordaba el agua cuando sa-
lía de la cocina y dejaba la manguera desatendida. Además, ¡creía firme-
mente que nunca tendría dinero para comprarme una! Las máquinas costa-
ban entonces entre siete y diez mil rublos, y sólo podíamos reservar tres mil,
y ese dinero era para otras cosas. Así que mi máquina se estropeó y mi mari-
do no pudo arreglarla. Una vez lavé toda la ropa de la familia a mano, luego
otra vez, ya estaba muy cansada, y decidimos que teníamos que comprar una
máquina nueva. Había una tienda en nuestra fábrica y nos dieron esta má-
quina por nuestros tres mil rublos reservados y una vez nos descontaron dos
mil rublos a cada uno de mi salario y el de mi marido en los meses siguien-
tes. Cuando tuve mi lavadora automática y lavé la ropa en ella, me di cuenta
de la comodidad y el alivio que me suponía. No visualicé ninguna diapositi-
va, no tenía el dinero, hice todo lo contrario de lo que leí en tus libros, pero
aun así conseguí mi objetivo. ¿Cómo explicarlo?."
Tu historia no es una contradicción con el Transurfing, sino una confir-
mación del mismo. Este ejemplo ilustra cómo la mente, al pensar en los me-
dios para alcanzar un fin, los rechaza: "No tenemos dinero suficiente. Te va a
costar". ¿Y en el alma, no querías tener una buena lavadora? Aunque la men-
te no la escuchó, prevaleció y consiguió el juguete. Y no era necesario visua-
lizarlo. ¿De verdad crees que para conseguir un deseo hay que realizar mani-
pulaciones o rituales? El consentimiento del alma y de la mente es suficiente.
El único problema es que la mente o no cree en la realidad del objetivo o ela-
bora y defiende su plan para alcanzarlo, creyéndose ingenuamente omnis-
ciente. Como resultado, uno mismo es quien no permite que su objetivo se
materialice.
Si no hubieras pensado en el dinero, pero convencido a tu mente de que
era solo por su consentimiento, todo habría salido mucho más barato. ¿EN
qué forma? Nadie lo sabe, ni tú ni yo. Y no hace ninguna diferencia. Si la
mente acepta tener el juguete que el alma pide y deja de pensar en los medios
– estos aparecen. En caso de que no pueda lograrse ese consentimiento, es
necesario aplicar la técnica de la diapositiva, es decir, tomar la fortaleza por
asedio.
Como puedes ver, tengo que repetir la misma idea una y otra vez, aunque
ya esté escrita en el libro y en la lista de correo se menciona más de una vez.
El secreto de la magia aquí es muy simple: se encuentra en la superficie y no
se esconde detrás de la cortina de ningún ritual mágico. Pero una persona,
con su visión del mundo habitual, no puede comprender esta simple verdad
de ninguna manera y, por lo tanto, resulta que los deseos no se cumplen y los
sueños no se hacen realidad.

"La concentración de la atención materializa la potencialidad, de la que


hay un número infinito en el espacio de las variantes. Sugieres deslizarte por
las líneas de la vida en "horizontal". ¿Existirá la posibilidad de deslizarse
'verticalmente,' es decir, hacia el pasado o el futuro?."
Si consideramos el camino recorrido por la realización material en el es-
pacio de variantes como un rollo de película, entonces no se puede volver a
aquellos fotogramas que ya se han “proyectado,” porque las relaciones cau-
sales se rompen. Pero es teóricamente posible llegar al pasado en otra pelícu-
la no ejecutada. Cómo hacerlo en la práctica, no lo sé. En cuanto al futuro:
puedes materializar tal o cual versión del mismo a través de la visualización.
No le veo sentido a fantasear con otros viajes en el tiempo.
"¿Hay alguna forma de controlar visualmente si la intención está funcio-
nando o no? ¿O sólo se puede hacer a través de una transacción?."
La transacción(1) nos permite ver el hecho mismo del movimiento en el
espacio de las variantes, cuando cambian los matices del paisaje, lo que indi-
ca que, después de todo, hay movimiento. Este fenómeno se analiza en deta-
lle en Reality Transurfing. En el libro Las Manzanas Caen al Cielo, se des-
cribe otro fenómeno muy curioso. Si la visualización de la diapositiva objeti-
vo se realiza con suficiente intensidad, la capa individual del mundo atravie-
sa las denominadas zonas de tránsito del espacio de variantes, y entonces se
produce una perturbación local en la realidad: sucede algo extraordinario. Un
fuerte impulso de energía mental tiene un efecto tangible en la realidad, que
hace que "corra en círculos" como el agua, por ejemplo, de repente te cruzas
con un número inusual de personas con apariencias extrañas. Estos son los
efectos que pueden observarse de forma puramente visual.
Pero al final siempre es más importante ver el resultado, no el proceso.
Pero como el espejo del mundo reacciona con retraso, el "desarrollo de la
imagen" no puede observarse visualmente. Sólo en los sueños los aconteci-
mientos se desarrollan rápidamente, siguiendo plásticamente el curso de los
pensamientos del soñador, sus temores y expectativas. La realidad, a diferen-
cia del sueño, es tan inerte como el alquitrán. Se podría decir que la realidad
es el mismo sueño, pero sólo al cincuenta por ciento. ¿Por qué?
La realidad -o más bien lo que entendemos por ella- es dual. En nuestro
mundo, todos los objetos y propiedades primarios, es decir, no derivados, tie-
nen su reverso: positivo y negativo, blanco y negro, vacío y denso. En el sen-
tido más general, una mitad de la realidad dual está representada por el mun-
do material y la otra mitad por el espacio de variantes que yace más allá de la
percepción.
Es esta, la segunda cara del espejo dual, la que contiene toda la eternidad:
allí está todo lo que no está en el mundo material, pero que podría estarlo.
Nuestras concepciones de la infinitud del espacio y del tiempo se limitan a
un segmento previsible de la trayectoria que sigue la realización material en
el espacio de las variantes potenciales. Al otro lado del espejo dual está la vi-
da humana en sueños: allí nada es imposible. Aquí, en este lado, está lo que
comúnmente se entiende por realidad "real". Pero para los seres humanos, en
cuanto a su capacidad de influir en los acontecimientos, lo que hay allí es lo
mismo que lo que hay aquí: un sueño. La diferencia entre la meta-realidad y
la realidad física radica únicamente en la inercia de esta última. La posibili-
dad virtual requiere tiempo, durante el cual la eternidad permanece en silen-
cio: nada parece suceder. De ahí que uno, acostumbrado a observar reaccio-
nes instantáneas a sus acciones, concluya que no pasa nada. Como resultado,
el sueño continúa en la vida real: al despertar del sueño, uno sigue estando a
merced de las circunstancias.
¿Cómo se despierta uno en un sueño despierto? Al igual que en un sueño,
debes darte cuenta de tu capacidad para controlar el curso del sueño. ¿Qué
significa “darte cuenta”? Simplemente dile a tu mente que es posible. Tienes
que aceptar el hecho de que no puedes ver de primera mano cómo funciona
la intención. El resultado se verá más adelante, pero sólo si aceptas actuar a
ciegas. Debes tener en cuenta la inercia de la realidad material y mantener tu
atención fija en una dirección durante un periodo de tiempo suficientemente
largo. Colón no habría llegado a América si no hubiera superado la prueba
del silencio.
Todos estamos acostumbrados a que la realidad física sólo puede ser in-
fluenciada directamente, por la intención interior, actuando dentro de nues-
tras limitadas capacidades. Pero si sabes cómo funciona el espejo dual, pue-
des hacer las cosas de otra manera: puedes traducir la realidad metafísica en
forma material mediante la intención externa. En otras palabras, crear algo
que aún no existe en la realidad realizando el sector apropiado del espacio de
las variantes con la energía dirigida del pensamiento.
La materialización de lo imaginario requiere tiempo y una concentración
deliberada. Los deseos no se hacen realidad y los sueños tampoco: o se reali-
za una imagen mental nacida en la unidad del alma y la mente o una inten-
ción inquebrantable. Si el alma aspira a la meta, pero la mente duda de su
viabilidad, o piensa en los medios para alcanzarla, la imagen se bifurca, y
por tanto en el espejo no puede formarse reflejo alguno. Del mismo modo, si
el "sentido común" ha llegado a una decisión en la que parece haberlo calcu-
lado y justificado todo, mientras el alma está inquieta y apesadumbrada, la
imagen vuelve a ser borrosa.
Para sintonizar el alma y la mente en unidad, debes buscar Tu meta, un
camino en el que no habrá contradicción entre los dictados del alma y las
realidades de la vida. Por regla general, cuando no se sigue el propio camino,
existe una discrepancia entre el propio deseo y las posibilidades de su reali-
zación. Es difícil encontrar tu camino propio, pero eso no significa que uno
no pueda tener éxito en el camino que ha elegido. En tal caso, la realización
del deseo requiere una intención inquebrantable, es decir, un trabajo sistemá-
tico con una diapositiva específica. Sólo es necesario comprender que la in-
tención no es un esfuerzo de todas las energías, sino una concentración de la
atención.
La materialización del sector del espacio de las variantes sólo se produce
con una exposición suficientemente prolongada a una energía de pensamien-
to estrechamente dirigida. Si todas las ideas que nos pasan por la cabeza se
hicieran realidad de inmediato, nuestro mundo sería un completo caos. Quie-
res ver la imagen de tus pensamientos en el espejo - controla la dirección de
tu atención, actúa con coherencia constante - sólo trabaja con la diapositiva
regularmente - eso es todo lo que se requiere.
Al principio, tendrás que aceptar el hecho de que nada cambia en la reali-
dad, pero eso no significa que no pase nada. No olvides que el espejo dual
tiene un tiempo de reacción lento. Poco a poco, el reflejo empezará a revelar
lo que corresponde a tu intención. Lo principal, repito, es actuar con cohe-
rencia constante, observando el principio de coordinación. Atiende a esto: si
declaras al mundo tu intención inquebrantable, tarde o temprano se abrirá
una puerta, una coincidencia de circunstancias que te permitirá hacer lo que
deseas. Al principio, la mente no es consciente de la existencia de esas puer-
tas, pero cuando se abran, comprobarás por ti misma que lo que antes parecía
imposible es real. Al observar más y más manifestaciones del trabajo de la
intención, la mente se irá cerciorando del éxito, y así se eliminará la discre-
pancia entre el deseo y las posibilidades, se enfocará la imagen, y en el espe-
jo de la realidad empezarán a surgir rasgos previsibles del objetivo deseado.
No es necesario creer que "sí lo harás;" lo que hace falta es un trabajo con-
creto y sistemático. No importa lo que ocurra a tu alrededor, aunque parezca
que todo va mal, tu atención debe centrarse en el objetivo final. Cuando veas
progresos reales, tendrás fe. Pero hasta entonces, hay que tener los ojos ven-
dados durante un tiempo. Es como ese cuento de hadas: mirarás atrás... bue-
no, reconozcámoslo, no te quedarás "petrificada," pero no conseguirás nada,
de eso seguro. Quien sea capaz de soportar el silencio de la eternidad, cuan-
do nada sucede y tu objetivo nunca aparece tras el horizonte, alcanzarás tu
América.

Notas
(1) “Reality Transurfing” Tomo III, cap. IV “Adelante al pasado” (NdT).
Presa de un sueño

"ESCRIBES que el destino de una persona es uno y sus variantes son mu-
chas. Entonces, ¿qué es el destino si tiene muchas variantes? Si las variantes
son sólo diferentes guiones de los mismos acontecimientos, entonces qué son
las variantes - son sólo diferentes "cáscaras" o algo así, (no sé qué palabra
elegir). Al fin y al cabo, el guión básico sigue siendo el mismo. Por ejemplo,
si el destino de uno es estar soltero toda la vida, ¿qué variantes puede ha-
ber?."
Sobre la cuestión del destino, las opiniones suelen estar divididas. Algu-
nos creen que el destino está en manos de su dueño. Otros creen que está
predeterminado. Otros van aún más lejos y consideran que el destino es una
fatalidad o un destino enviado desde arriba, condicionado por los actos pro-
pios en vidas pasadas. ¿Qué punto de vista se acerca más a la verdad?
Todos. Cada uno de estos puntos de vista son correctos e incluso iguales.
¿Puede ser de otro modo en el mundo, que es un espejo? Todo el que se pone
delante recibe la confirmación de su forma de pensar. No tiene sentido pre-
guntar si estoy destinado a ver mi cara triste o alegre en el reflejo. Por un
lado me veo reflejado allí, pero por otro me veré reflejado como yo quiera
verme. Por eso, elegir el propio destino es una cuestión de elecciones, tanto
si se cumple un destino predeterminado como si se elige un destino libre. Es
una cuestión de creencias, lo que elijas es lo que obtendrás.
Si uno está convencido de que el destino está predeterminado y no se
puede escapar de él, entonces se trata de un escenario inevitable. Hay cierta-
mente una corriente separada en el espacio de las variantes, a lo largo de la
cual se moverá la barca de la vida, si se deja llevar por la voluntad de las
olas. El "condenado," tambaleándose en su infantilismo, levanta reverente-
mente la cabeza hacia el cielo, de donde, como conos de helado, llueven los
"golpes del destino": "¡Oh poder de la providencia! ¡Oh, la mano del des-
tino!" En realidad no está "escrito desde antes de tu nacimiento" sino escrito
en tu frente que tú, zoquete, sólo eres presa de un sueño inconsciente y muy
estúpido al que te has condenado.
Este tipo de ignorancia ridícula puede arruinar no sólo vidas individuales,
sino civilizaciones enteras. ¿Crees que exagero? En absoluto, si recordamos
cómo pereció el poderoso Imperio Inca, comparable en su nivel de desarrollo
al Imperio Romano. Cuando los conquistadores españoles, apenas ciento se-
tenta hombres, desembarcaron se encontraron con un ejército inca de cuaren-
ta mil. Los conquistadores quedaron horrorizados por la magnitud de la fuer-
za, hasta el punto de que muchos de ellos se orinaron literalmente en los pan-
talones. Pero entonces algo extraño sucedió.
Los españoles, desesperados, blandieron sus espadas contra los temibles
guerreros indios, que ni siquiera se atrevieron a levantar sus armas para de-
fenderse. Siete mil hombres fueron despedazados aquel día por los asesinos
que le habían tomado el gusto a la sangre. Se permitió a los españoles aden-
trarse en el país y hacer todo lo que la crueldad y la codicia son capaces de
hacer. En cincuenta años, de siete millones de incas, cinco fueron extermina-
dos. Todas las obras de arte fueron fundidas en lingotes por los "civilizados"
bárbaros. Una cultura milenaria fue completamente destruida.
Pero, ¿cómo es posible? ¿Por qué un pueblo tan desarrollado se dejó ex-
terminar por un puñado de vándalos codiciosos? Porque estas personas "sa-
bían demasiado". Convirtieron o, más exactamente, "pervirtieron" sus pro-
fundos conocimientos de astronomía en astrología. Según las predicciones de
los sacerdotes, iba a llegar un día en que unos extranjeros acabarían con el
Imperio Inca. Y ese día había llegado. Pero los "ignorantes educados" esta-
ban tan convencidos de sus conocimientos que ni siquiera pensaron en resis-
tirse, aceptando lo inevitable. Una de las naciones más poderosas de América
podría haber aplastado fácilmente a todos estos saqueadores excesivamente
entusiastas. Los invasores no tenían forma de enviar un ejército de miles de
personas a través del mar de una sola vez. Fue su creencia en la inevitabili-
dad de lo que estaba por venir lo que mató a los incas. La fe, sea cual sea,
nunca es un engaño: es una elección que se realiza. Podrían haber elegido un
destino libre, pero eligieron uno predestinado. Es una pena, ¿verdad?
En cuanto una persona toma las riendas de su destino, las circunstancias
pierden su fatal inevitabilidad. El barco puede girar en cualquier dirección
desde el destino, que parece estarle destinado. Es muy sencillo: la vida es co-
mo un río. Si remas tú mismo, puedes elegir la dirección, pero si te rindes a
la corriente, tienes que nadar en la corriente en la que te encuentras. Por
ejemplo: si quieres karma, tendrás karma. Pensando que tu destino depende
de algunas circunstancias inexorables o de errores de vidas pasadas, aplicas
así la variante correspondiente. La voluntad es tuya, porque eres hijo de
Dios. Pues bien, si quieres ser el Hacedor de tu destino, también está en tu
mano. El espejo dual estará de acuerdo con todo. La única cuestión es si sa-
bes usarlo.

"No puedo definir mi objetivo. ¿Podrías darme alguna indicación de có-


mo hacerlo?”
El objetivo lo determina, en última instancia, la razón. Esta, a su manera,
intenta buscar un objetivo de forma lógica. Esto es un error. La tarea de la
mente no es buscarlo, sino reconocerlo a tiempo. El alma lo adivinará por sí
misma y tú lo sentirás. Pero hay que darle una opción. Es necesario ampliar
sus horizontes: ir a lugares donde no ha estado antes, ver lo que no ha visto,
obtener nueva información, en general, escapar del círculo de lo común. Y
luego, escucha con más atención la voz de tu alma. Cuando, al encontrar una
información, sientes que tu alma arde y tu mente la medita con placer y des-
de todos los ángulos, entonces puedes suponer que has encontrado el justo.
"Me persigue un guión recurrente. Cuando empiezo a comunicarme con
un hombre, al principio siento una "ligera chispa emocional," pero luego de-
saparece y solo quiero que seamos amigos. En ese momento, el hombre se
enamora de mí, pero yo ya me decidí: para mí es sólo un amigo. Hice mu -
chos amigos, pero este tipo de situación empieza a asustarme. Quizá me pa-
sa algo, porque sueño con una relación romántica duradera, con el matri-
monio. Tengo requisitos importantes, sin los cuales me resulta difícil aceptar
a un hombre como compañero para mí. Valoro la responsabilidad, la genero-
sidad, el optimismo, la originalidad. Pero por alguna razón me encuentro
con hombres que empiezan a mostrar cierta pereza, mientras que yo, por el
contrario, quiero ir aquí y allá para que mi marido y yo seamos una pareja
con muchas amistades, yendo por todas partes... A menudo los hombres son
incompetentes en el trabajo - tienen suficiente, y me molesta. Al final, empie-
zo a sentirme como una amiga, una hermana, pero no como una mujer ama-
da. ¿Y dónde puedo encontrar a la persona adecuada?”
Si una persona tiene una personalidad fuerte, como en tu caso, las perso-
nas con cualidades opuestas empiezan a "pegarse" a ella. Lo que rechazas,
recibes. Esto se debe a dos razones:
La primera razón es el funcionamiento de las fuerzas equilibrantes. Si
tiendes a juzgar a las personas y a compararlas contigo misma, se produce
una polarización que atrae hacia ti a personas con cualidades opuestas como
un imán atrae limaduras de hierro. Mientras existas independientemente de
los que te rodean - "así soy yo y eso es todo" - la imagen de la energía no se
distorsiona. Pero tan pronto como comienzas a compararte con los demás:
"Esto es lo que soy, y ellos son así y asá," entonces surge la heterogeneidad,
generando un viento de fuerzas de equilibrio.
La segunda razón puede ser una fijación de la atención en las cualidades
que te desagradan. Es muy sencillo: estás frente a un espejo, que refleja
aquello en lo que se centra tu atención. Fíjate, si cuando buscas pareja, sueles
pensar en lo que no quieres o en lo que sí quieres.
Si te centras principalmente en los defectos que no aceptas en tus compa-
ñeros, el espejo te dará aún más de ellos. Al preguntarte por qué se te pegan
personas así, te irritas, lo que significa que tus pensamientos se centran en lo
que no quieres. Al espejo no le importa cómo te sientes cuando piensas en al-
go, simplemente refleja el contenido de tus pensamientos, ni más ni menos.
Para corregir la situación, primero debes seguir la regla del Transurfing
de permitirte ser tú y que los demás sean diferentes, y segundo, redirigir
conscientemente tu atención hacia aquellas cualidades que te gustan de las
personas. Céntrate en lo que quieres conseguir. El espejo del mundo refleja
la imagen en la que se centra tu atención. Acostúmbrate a observar, a fijarte y
a buscar lo que quieres en las personas. Observa lo rápido que empieza a
cambiar el mundo que te rodea.

"Mi problema es que mi amigo está enamorado de mí. Tengo mucho mie-
do de arruinar nuestra amistad, y podría ser tanto si digo que sí como si di-
go que no. Pero al mismo tiempo, tampoco me voy a casar. La situación es
complicada”.
Aquí se da la misma situación. Obtienes lo que no quieres. ¿Y por qué?
Porque tu atención está fija en lo que no aceptas y de lo que buscas deshacer-
te. Y tienes miedo de destruir la amistad, y no quieres amor, y no te vas a ca-
sar, en eso están ocupados todos tus pensamientos. Nuevamente tenemos que
repetirlo: el espejo del mundo refleja exactamente la imagen en la que se en-
foca tu atención.
Si mantienes la consciencia, puedes ver que las cosas van bien al princi-
pio, pero en algún momento ocurre un acontecimiento que no te gusta. A par-
tir de ese momento, tu atención se desplaza hacia la desafortunada circuns-
tancia precisamente porque te molesta, te perturba, te molesta y te atrapa.
Una vez que ha captado tu atención, se sumerge en un sueño. El sueño te en-
vuelve, tomándote del hilo de tu descontento. Tus pensamientos se fijan en
una dirección determinada y los acontecimientos comienzan a desarrollarse
en esa misma dirección. Este es el sueño de vigilia más natural, ya que "su-
cede" independientemente de tu voluntad. Intentas utilizar tu voluntad para
influir en lo que ocurre, en lugar de tomar el control de la dirección de tu
atención. Cuando te dejas llevar por tus pensamientos, quedas atrapada en un
círculo vicioso: no quieres lo que obtienes, y obtienes lo que no quieres.
La forma de salir de esta situación es despertarse en un sueño, tomar
consciencia de en qué está fijada tu atención y cambiarla hacia lo que te gus-
taría tener. Si consigues mantener tus pensamientos en la dirección correcta
al menos durante algún tiempo, el círculo se abrirá y te liberarás del sueño
que te ha capturado: la realidad cambiará.
Coordinación del optimismo

"AHORA ESTOY PRACTICANDO con el primer libro - ¡Funciona! Los


péndulos me generan toda clase de intrigas, pero yo – sigo con una sonrisa
de Buda- ¡y desaparecen! Pregunta. ¿Pueden los péndulos agravar cada vez
más sus provocaciones para desequilibrar a una persona si los pequeños
problemas ya no funcionan?."
No se trata del tamaño del problema - los péndulos no tienen una inten-
ción consciente, y no pueden "maquinar" o planear hacer más daño - lo ha-
cen naturalmente, como cualquier parásito. Lo que ocurre es que cuando
empiezas a practicar el Transurfing, tu mundo se reordena, lo que va acom-
pañado de un agravamiento de problemas de larga data. Con el tiempo, las
cosas mejorarán. Se necesita tiempo suficiente (al menos un mes) para prac-
ticar el principio de coordinación de intenciones de modo que se convierta en
un hábito, y entonces la capa del mundo se irá corrigiendo poco a poco.

"No es una técnica fácil, no es sencilla, pero funciona...".


¡Ah, la parte que nos toca! Esta actitud hacia el Transurfing como "una
técnica dura" tiene que cambiar.
En primer lugar, deja de llamarlo técnica: que sea una forma de pensar,
una forma de vida para ti. En segundo lugar, decide por tu Voluntad del Ha-
cedor que todo te resulte fácil.
Vive con tranquilidad, eso es todo. ¡Probablemente dirás que es fácil de-
cir que la vida es fácil! Estoy de acuerdo en que aquí, además de la verdad
estereotipada y trillada, debe haber una explicación específica y una guía pa-
ra la acción.
En general, estamos rodeados por todas partes de todo tipo de postulados
indiscutibles, tan gastados por el uso frecuente que han perdido toda verdad.
Las verdades estereotipadas son como las antiguas columnas griegas: son
impecables, pero inútiles.
A mí, por ejemplo, siempre me ha desconcertado el aforismo de Kozma
Prutkov: "Si quieres ser feliz, sé feliz.” ¿No es esta afirmación similar a una
máscara, una mitad de la cual es blanca y la otra mitad negra? Algo no está
bien aquí. Parece que no hay nada que objetar. ¿Pero de qué sirve? ¿Cómo
puedo obligarme a ser optimista por definición si me siento fatal? Y, sin em-
bargo, hay una forma concreta de dar vida a esta verdad fosilizada: el princi-
pio de coordinación de intenciones. No hay que ser optimista; hay que cam-
biar de actitud ante las cosas. Por cierto, tú y tu actitud no son iguales, así
que no hace falta que cambies. Una reacción negativa ante una circunstancia
desafortunada no es más que un reflejo, un hábito aprendido, y quizá el más
perjudicial de todos.
La negatividad refleja es una forma de ser una ostra, un sueño inconscien-
te en cuyo curso no puedes influir. Tu mente se acostumbra, sin pensarlo, a
enturbiarse ante cualquier circunstancia desafortunada, de ahí que la línea de
la vida se dirija cada vez a la rama negativa, donde las cosas son aún peores.
Esta es la cadena de ramas negativas que te lleva por el mal camino.
Para controlar lo que ocurre, debes gestionar conscientemente tu actitud.
No hace falta que te digas tontamente que todo va bien cuando en realidad
las cosas van mal. Se trata de despertar, es decir, de observar conscientemen-
te la situación y tu actitud ante ella. Hay un refrán que dice: "Si miras, no
puedes vivir, pero si piensas, sí puedes". Así que, cuando te enfrentes a cual-
quier circunstancia negativa, tienes que detenerte en una bifurcación del ca-
mino, ser consciente y pensar.
¿Es algo malo? Sí - es muy malo - ¿de qué sirve? Pero si pienso que es
malo, ¿qué seguiría? Empeorará. ¿Lo quiero? No. Bien, en ese caso, yo, por
mi voluntad, declaro esta circunstancia favorable. ¿Hay aquí un mensaje po-
sitivo? Seguro que sí. Y aunque no lo sea, no me importa, siempre que actúe
conscientemente y no me deje llevar por lo negativo.
Ya está. Puedes tomar un trozo de papel, exponer allí la esencia de la des-
afortunada situación y poner encima tu sello grande y en negrita: Aprobado.
Sin ser optimista, eres consciente de que te enfrentas a una circunstancia ne-
gativa, pero la declaras conscientemente positiva y la tratas en consecuencia
a partir de ahora. Ya está, ahora sí que has tomado el control de lo que ocu-
rre. No dependes de la circunstancia, sino que empieza a jugar en tus manos,
¡a tu voluntad! La cuestión es que tú controlas conscientemente tu actitud y,
por tanto, controlas la realidad. Te despertaste en un sueño.

"Por lo que a mí respecta, resulta que no hay situaciones malas en la vi-


da: sólo hay que dejarlas ser. Ahora voy a exagerar. Así que resulta que, vi-
viendo en una choza y comiendo sobras, tienes que seguir diciéndote a ti
mismo que todo va bien, que todo va como tiene que ir porque tú lo has deci-
dido así, y no intentar cambiar nada? ¿Dejar que suceda la situación y des-
cansar en los brazos del mundo? ¿O da lo mismo (si el nivel de necesidad es
superior a todo eso) salir del pozo, labrarse un camino hacia arriba, pase lo
que pase?."
No veo ninguna contradicción. Si has leído el libro con atención, el prin-
cipio de coordinación de intenciones exige una actitud positiva ante un acon-
tecimiento individual que parece negativo. Aguantar un modo de vida con el
que no estás contento es sentarse en un charco o nadar entre las olas, que no
es lo mismo que dejarse llevar conscientemente por la corriente. No estás
"exagerando," sino sacando una idea de contexto.

"Aun así, quiero dejarlo claro. Digamos que estoy en una situación vital
difícil, quiero mejorarla y al mismo tiempo tengo que ser positivo con lo que
tengo en este momento? Entonces, ¿por qué debería esforzarme por ir a al-
gún sitio si ya me va bien?
No puedes obligarte a ser feliz con algo que no te gusta. Puedes fingir,
pero no servirá de nada. ¿Y por qué? Se trata de algo totalmente distinto.
Hay dos realidades: la realidad con la que no estás contento y la potenciali-
dad en el espacio de variantes, que no se realiza, pero en principio es facti-
ble. En la vida conseguirás aquello en lo que fijes tu atención.
Si estás satisfecho con tu situación, seguirá siendo así: vivirás en esta rea-
lidad. Y si no estás satisfecho, volverá a ocurrir lo mismo. Te guste o no, no
importa; simplemente, si piensas en ello, estará contigo. Consigues esa reali-
dad en la que se centran tus pensamientos. Permanecerás en el mismo sueño
mientras persista el enfoque.
Para escapar de esta realidad, tienes que redirigir tu atención hacia la que
te gustaría tener. No te fuerces a amar el presente, pero desplaza consciente-
mente tu mirada hacia el futuro. Los pensamientos deben volver una y otra
vez al objetivo deseado. La mente debe jugar de vez en cuando con situacio-
nes en las que el objetivo se ha alcanzado. El objetivo debe estar siempre en
el contexto de la realidad actual, ser la imagen de fondo. Estés donde estés,
ocurra lo que ocurra, no debes olvidar el objetivo, trayéndolo de nuevo a la
mente.
Si consigues mantener tu atención en la realidad objetivo de este modo, la
realidad actual empezará a transformarse literalmente ante tus ojos: lo senti-
rás. La vieja realidad ya no parecerá tan sombría. Fíjate en los cambios más
pequeños y mantén tus pensamientos centrados en el objetivo. Verás cómo la
realidad gira lenta pero constantemente de acuerdo con la imagen que llevas
en tu mente.

"¿Así que hay que ser positivo y optimista ante todos los problemas y pla-
ceres? Bueno, de todos modos eso es en lo que se basan los optimistas en su
vida: todo lo que me pasa es para bien, aunque me atropelle un coche o me
despidan del trabajo.”
El optimismo es un rasgo del carácter, una tendencia a tener una visión
alegre del mundo. Sin embargo, por muy optimista que seas, no podrás man-
tener el ánimo bajo ningún concepto si tu psique está bien. Un optimista sim-
plemente espera que todo vaya bien, pero lo hace inconscientemente, porque
ésa es su naturaleza. Y si soy pesimista, ¿cómo puedo serlo? ¿Cómo conven-
cerme de esta obsesión con “todo irá bien”? No me basta. ¿Por qué será bue-
no?
Así que en lo personal, soy un pesimista. Y eso me arruinó la vida hasta
que empecé a gestionar conscientemente mi actitud ante la realidad. Si se
produce una molestia desafortunada, le doy la vuelta y la declaro "agrada-
ble". Y funciona al cien por cien, al final todo sale bien. Yo controlo la reali-
dad, y ella a no me controla a mí. ¿Crees que soy diferente? En absoluto.
Solo cambié mi actitud, pero sigo siendo el mismo pesimista.
Vacuna contra la superstición

"Como soy escéptico por naturaleza, estoy poniendo a prueba en la prác-


tica lo que has escrito. Sorprendentemente, casi todo funciona (casi, porque
aún no he llegado a todo). Ahora he aceptado que no puedo explicar CÓMO
funciona, pero no importa: lo principal es que hay resultados. Ahora vamos
al meollo de la cuestión. Suelo conseguir las cosas como quiero (a menos
que lo dude) hasta que se lo cuento (presumo) a otra persona. Después, la
realidad no es la misma durante un tiempo, aunque luego se corrige. Con-
cretamente: conduzco un coche sin preocuparme demasiado por el exceso de
velocidad. Los controles de la policía de tráfico son frecuentes, pero... paran
a quien quieren, a mí no. Normalmente no dudo de que no me pararán. Sin
embargo, una vez se lo conté a un amigo. Inmediatamente después, me para-
ron dos veces. Al día siguiente volvieron a detenerme. La cuestión es si se
trata de una coincidencia ("alardeé de ello y me detuvieron") o si hay una
explicación dentro del Transurfing".
La coincidencia no es casualidad. En el momento en que presumes ante
alguien de lo que has conseguido o estás a punto de conseguir, una sutil duda
parpadea en tu subconsciente: no lo eches a perder. Este ligero temor siempre
está presente en todo el mundo, aunque no se crea en los presagios. La socie-
dad crea estereotipos que, de un modo u otro, quedan grabados en nuestro
subconsciente. Refranes como "No digas gop hasta que saltes," (1) así como la
costumbre de echar sal por encima del hombro izquierdo y tocar madera for-
man el estereotipo de que la buena suerte puede espantarse si expresas tu ale-
gría o satisfacción en voz alta.
Parece que las supersticiones no tienen ninguna base en la realidad. Pero,
¿por qué funcionan? Porque, pensándolo bien, las palabras pronunciadas en
voz alta no son más que vibraciones en el aire. Los pensamientos que forman
la sustancia de esas palabras tampoco tienen poder, pues proceden en su ma-
yoría solo de la mente.
Lo poderoso es esa fugaz aprehensión cuando el alma y la mente se tocan
en unidad: qué pasaría si... no hay que estropearlo. Este ligero toque es sufi-
ciente para poner en marcha el mecanismo de la intención externa, una fuer-
za poderosa que puede tener un impacto significativo en la realidad. Los
miedos subconscientes son difíciles de eliminar, por lo que el único consejo
es no alardear en voz alta ante nadie de lo que se va a conseguir o de lo que
se pueda perder.

"Saqué un cuatro en mi último examen. Me estuve preparando para ello,


pero me salió una "bolilla mala", como de costumbre, cuyo contenido me
perdí durante la preparación. No respondí bien, pero el profesor "me sacó
adelante" gracias a mi buena actitud y mi asistencia ejemplar. Desde media-
dos de diciembre, trabajaba con una diapositiva, aunque no media hora,
unos diez minutos al día. Me imaginaba que volvía del último examen y an-
tes de recibir el boletín de notas en el despacho del decano, lo miraba y allí
sólo había sobresalientes. Entonces, ¿no he hecho un buen trabajo o me per-
dí de algo?.”
Hay que darse cuenta de que la realidad no se puede cambiar a voluntad
sólo con el poder del pensamiento con un éxito del cien por cien. Esto es es-
pecialmente cierto en el caso de los objetivos momentáneos. Los objetivos a
largo plazo son más realistas, porque la realización material es inerte y se tar-
da un tiempo desconocido en hacer realidad la realidad deseada.
Imagina que te doy una herramienta: un martillo para clavar clavos. Y di-
ces que es inútil porque a veces te das en los dedos. No es como si estuviéra-
mos jugando a los magos aquí. El Transurfing funciona con una eficacia
asombrosa. ¿Qué más quieres?
"Cuando me di cuenta de lo fundamental de los principios del Transur-
fing, por primera vez sentí mi trágica soledad. Literalmente, no tenía a nadie
con quien comunicarme. Me di cuenta de lo hundidas que estaban en el fan-
go de los estereotipos y las ideas equivocadas las personas que me interesa-
ban o con las que, al menos, me sentía feliz. Me resultaba difícil hablar con
ellos, literalmente no había nada de qué hablar. La relación con mi familia
también se ha deteriorado, por la misma razón. Mis esfuerzos por educarlos
habrían bastado para construir una ciudad jardín como la de Mayakov-
sky(2). Me encuentro en una situación que, a mi modo de ver, se parece a la
de un hombre varado en una isla desierta: es dueño de sí mismo, más listo
que nadie, hasta donde alcanza la vista, pero de qué sirve... Bueno, supongo
que no soy más listo, la arrogancia es un pecado, pero mucha gente ha leído
tus libros entre los que conozco, y todos los rechazan menos yo. Cuanto más
se da cuenta un hombre, más siente su soledad. ¿Y tú? ¿Has tenido cambios
en tus relaciones con la gente, especialmente con la familia y los amigos?."
Abandona este inútil empeño de despertar a los durmientes. Quizá quie-
ran dormir. La gente que me rodea, por ejemplo, está muy lejos del Transur-
fing. Y muchos ni siquiera saben quién soy. De hecho, no soy nadie. Pero no
me desanima en absoluto. Y yo también te aconsejo que sigas llevando una
vida normal. Tienes la ventaja de despertarte en un sueño despierto y poder
controlar tu realidad. Si los demás no quieren o, mejor dicho, no creen que
esto sea posible, difícilmente podrás convencerles de lo contrario.

"¿Quién eres? Me gustaría saber más sobre ti”.


Tengo cuarenta años. Antes del colapso de la Unión Soviética, me dedi-
qué a la investigación en física cuántica, luego a la informática y ahora a los
libros. Vivo en Rusia. Mi nacionalidad es rusa o, para ser más exactos, una
cuarta parte estonia. El resto no interesa, como todo esto.
"Soy consciente, por supuesto, de que depende del nivel de necesidad y
del propósito, pero ¿has intentado, por experimentar (después de todo, debes
conocer el Transurf mejor que nadie), hacer algo fuera de lo común, como
despegar un avión con los motores apagados o ganar una buena suma en la
lotería?."
Cuando me hacen esa pregunta, parecen confundirme con el Mesías, el
Profeta o el Mago de Oz. Ya veo. Es muy tentador decir: "Muéstranos un mi-
lagro, entonces te creeremos".
Si fuera un predicador religioso o un adepto de cualquier secta, sería una
pregunta legítima. Como es habitual en estos círculos, el líder debe confir-
mar su exclusividad y poder demostrando algún milagro. Y entonces todo el
mundo dirá: "¡Oh-oh-oh!". - y le siguen sin quejarse, llenos de temor y fe.
Las religiones y las sectas, como péndulos clásicos, exigen la obediencia
incondicional de sus adeptos. (Aquí cabe mencionar que distingo claramente
entre los conceptos de Dios y el péndulo religioso, que supuestamente actúa
en Su nombre. Para más información, véase el libro "Las Manzanas Caen al
Cielo"). Una condición necesaria para la existencia del péndulo es el mono-
teísmo: la adhesión universal a una idea. Pues bien, como hay que creer, por
regla general, en algo intangible e invisible, que no se manifiesta visiblemen-
te, para fortalecer la fe hay que demostrar algo maravilloso, incomprensible.
En este sentido, el transurfing es exactamente lo contrario de las religio-
nes y las sectas. No se trata de un conjunto de cánones que exijan culto y
adhesión a una idea general, sino de un Conocimiento antiguo, que siempre
ha existido y se ha transmitido de generación en generación en diferentes in-
terpretaciones. La esencia de este Conocimiento es que todo el mundo tiene
y debe tener su propia idea y todo el mundo es capaz de crear su propio mila-
gro si quiere.
El Transurfing, si puede llamarse péndulo, es un péndulo muy peculiar:
en lugar de "acorralar a todos en una formación común," anima a cada uno a
seguir su propio y único camino. El único factor unificador aquí es la difu-
sión de este Conocimiento, nada más.
En cuanto a la magia, no existe como tal, sólo existe el trabajo concreto y
bastante comprensible de la intención. Es habitual referirse a la magia como
aquello que no entra dentro de los límites del sentido común. El Transurfing
quita el velo de misterio a la magia y explica cómo funciona. Todo el mundo
es capaz de hacerlo. Nada de trucos baratos. Se trata de cosas reales. La rea-
lidad es manejable, pero es inerte, así que las cosas no suceden tan rápido
como en manos de un ilusionista.
Basándome en todo lo dicho, no tengo necesidad de demostrar un milagro
para reforzar la fe. El Transurfing no requiere fe, culto ni adhesión rígida a
ninguna idea. Cada uno puede crear su propio milagro y comprobarlo por sí
mismo. Quien lo ha probado y visto con sus propios ojos, no necesita ningu-
na otra confirmación. Puedes llamarlo magia si quieres, pero es real.
En cuanto a mis propios éxitos, sólo puedo afirmar que el Transurfing
funciona a la perfección. Pero no voy a hacer publicidad de mi vida personal,
porque después dejaría de serlo. La publicidad está en tu contra si caes en la
tentación y te subes a un pedestal a la vista de todos. Algunas personas, por
ejemplo los nativos americanos, tienen la creencia de que si alguien se lleva
tu retrato (o foto) te ha robado una parte de tu alma. Por supuesto, no es más
que una superstición, pero no nació de la nada. Un producto de creatividad
personal puede difundirse; una identidad replicada nunca podrá difundirse.

Notas
(1) Proverbio ruso: “No digas gop hasta que saltes”. Los acróbatas de circo dicen la pa-
labra "gop" cuando terminan un truco. Con el mismo significado, ingresó al idioma ruso
coloquial. El dicho es un consejo, una advertencia para aquellos que tienen confianza en sí
mismos y comienzan a hablar sobre su implementación antes del final del caso.
No digas "gop" hasta que saltes, hazlo primero y luego habla sobre lo que has hecho.
Hazlo y luego regocíjate. Obtén resultados y habla de ello. No te apresures a sacar conclu -
siones sobre lo que aún no ha sucedido (NdT).
(2) Poeta ruso-soviético (1893-1930)
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Vlad%C3%ADmir_Mayakovski (NdT).
Patrón de contraste

"CUANDO TENÍA dieciséis años, discutía terriblemente con todos los


que querían vivir en Moscú. No me gustaba la ciudad: pensaba que estaba
hecha para los turistas, no para vivir. Como resultado, vivo en Moscú. Cuan-
do tenía diecinueve años mi tema de discusión con mis amigas era "todos los
hombres son unos cabrones," ellas protegiendo y defendiendo a su elegido;
ya puedes adivinar cuál fue el resultado. En cuanto me sorprendía pensando
que algo no me gustaba (simplemente lo odiaba), entraba en mi vida. Hasta
los veintidós años veía a los niños como una especie de malentendido, no en-
tendía cómo podía "querer tenerlos". Finalmente, un año después, di a luz a
un hijo, y además deseado. Pero odiaba a los hombres y me puse como supe-
robjetivo no casarme nunca, y mucho menos tener hijos. Como resultado,
volví a tener un hijo con mi segundo marido (quería una niña la primera y la
segunda vez).
Fue después de leer tus libros cuando me di cuenta de que todo ocurre
según el programa de "obtienes lo que no quieres;" antes me consideraba
una perdedora, aunque fuera la primera en todo. Así que pensé: si las diapo-
sitivas del futuro que he imaginado como objetivo tienen pocas probabilida-
des de hacerse realidad, ¿quizá sea mejor pensar en lo que no acepto? ¿O se
trataría de una intención artificial? Por ejemplo: no quiero ser muy rica, te-
ner coches lindos, casas enormes, por no hablar de islas, yates y otros exce-
sos materiales. Realmente no quiero eso”.
Difícilmente puedes obligarte a no desear lo que realmente te apetece, o a
ocupar tu mente con lo que te resulta indiferente. El espejo del mundo no
puede ser engañado por pretensiones artificiales – refleja solo aquello en lo
que el alma y la mente están ocupadas. Si el alma y la mente están unidas,
una imagen clara se traduce rápidamente en la realidad, pero cuando están
enfrentadas, la imagen se divide y, por tanto, tu realidad no se establece.
La unidad del alma y la mente tiene un rasgo característico: siempre va
acompañada de sentimientos intensos. A veces puede ser euforia, pero lo más
frecuente, debido a la tendencia humana al negativismo, es que la rabia se
manifieste como ansiedad, disgusto, resentimiento, indignación, ira. Al espe-
jo le es indiferente si la actitud es de aceptación o de rechazo, simplemente
establece el contenido de los pensamientos.
El júbilo y la euforia no suelen durar mucho; la depresión y el disgusto
pueden ser compañeros constantes, porque están condicionados por la reali-
dad circundante. Cuando desapruebas algo apasionadamente, tu alma y tu
mente están completamente de acuerdo. En tu mente se forma una imagen
clara, que el espejo dual traduce impasiblemente en realidad. Por eso consi-
gues lo que no quieres.
Pero si dices que no quieres un yate, no significa que lo odies, simple-
mente que no lo quieres. De la misma manera, no piensas en vivir en una
choza miserable: no quieres, pero tampoco temes estar allí. Tus pensamien-
tos no están poseídos por lo que te es indiferente. No hay certeza en tu men-
te, no hay orientación, así que la imagen sale amorfa, borrosa: no está claro
lo que expresa tu imagen. Pero cuando empiezas a temer y a odiar, tu alma y
tu mente se funden en una, y tu mente se aclara.
No se puede crear y mantener artificialmente la unidad de alma y mente,
del mismo modo que no se puede mantener arbitrariamente el estado de arro-
bamiento durante mucho tiempo. Uno sólo puede esforzarse por conseguirlo.
La mejor manera de lograr la unidad es vivir de acuerdo con la propia filoso-
fía de vida y avanzar hacia tu propio objetivo. Cuanto mejor se enfoque la
imagen del alma y de la mente, más rápido se realizará. Si esto aún no es po-
sible, es posible lograr los mismos resultados mediante un largo asedio: ac-
tuar con una coherencia inquebrantable.
Cada vez que tu atención sea captada por lo que rechazas, cambia cons-
cientemente a lo que te gustaría tener. Es como una antorcha en la mano: o
vas indefenso de un lado a otro, iluminando aterradoramente rincones oscu-
ros, o apuntas el haz sólo hacia delante y avanzas con valentía hacia tu obje-
tivo, sin importarte lo que ocurra a tu alrededor.
"Suele ocurrir que si el comienzo de un asunto es bueno, el resultado es
malo, y viceversa, aunque no siempre. ¿Puede aprovecharse o corregirse de
algún modo este patrón?.
A menudo me he dado cuenta de que las cosas en mi vida no han salido
como las había planeado, sino más bien todo lo contrario. Desde la perspec-
tiva del Transurfing, era comprensible: el potencial de importancia fue exa-
gerado. Entonces vi un patrón interesante. Si piensas deliberadamente que
una situación debería desarrollarse mal, ¡en realidad acaba saliendo bien!
Así que ahora, para evitar un desenlace desagradable de los acontecimien-
tos, pienso deliberadamente en el mayor número posible de opciones malas
y, como resultado, todo sale bien. ¿Por qué ocurre esto?."
No hay ninguna regla rígida. Hay veces en que todo empezó muy bien y
acabó muy mal. O al revés: empieza fatal, pero acaba genial. A cada uno le
ocurre de una manera, y cada uno encuentra su propio camino. Es el contras-
te lo que te hace darte cuenta: se esperaba una cosa, pero resultó muy distin-
ta. A menudo, las personas no prestan atención al hecho de que la norma que
han deducido se incumple si las circunstancias que la acompañan no son de
gran importancia. Hay tantas excepciones como confirmaciones, simplemen-
te no se recuerdan. Los casos que se recuerdan suelen ser los que tuvieron
mucho peso. Es la importancia la que genera el patrón de contraste.
Cuando se le da importancia a un suceso o circunstancia, existe un exceso
de potenciales La persona desea mucho que las cosas salgan bien y, al mismo
tiempo, teme que no salgan bien. El miedo puede ser incluso inconsciente,
pero no por ello es menos importante, ya que procede del alma. Es esta mez-
cla de deseo, ansiedad y sobreestimación la que genera un viento de fuerzas
de equilibrio que se esfuerza por igualar la balanza. El resultado es exacta-
mente el opuesto al esperado: primero la situación se pinta de colores som-
bríos y luego resulta ser mucho más fácil y sencilla, o viceversa.
¿Significa esto que si oscureces deliberadamente el cuadro, todo tendrá
un final feliz? En absoluto. Es más, no querrás hacerlo. Por un lado, no po-
drás simular el exceso de potencial artificialmente. En otras palabras, no pue-
des "asustarte" de verdad. La mente puede fingir, pero el alma no lo creerá.
En segundo lugar, al pintar cuadros sombríos, creas una imagen negativa
que, con un éxito u otro, se reflejará en el espejo del mundo. Entonces, ¿por
qué programar una realidad negativa?
Si, mientras juegas deliberadamente con las peores opciones, notas que el
"simulacro" funciona, no funciona debido a tus esfuerzos, sino a pesar de
ellos. Desde el hecho de que tú simulas, tus miedos no se debilitan - no te
puedes engañar a tí mismo, en cualquier caso, incluso independientemente
del juego, en secreto la esperanza de un buen resultado, si ahora tan malo y
aterrador - esto realmente sirve como un factor positivo, porque viene del
alma. Pero, repito, entretenerse con la negatividad solo puede ser perjudicial.
Surge la pregunta: si el patrón de contraste se genera por una expectativa
basada en un significado inflado, entonces ¿cómo deberían desarrollarse los
acontecimientos en su "forma más pura"? Supongamos que algo empieza
siendo bueno o, por el contrario, malo, ¿qué debemos esperar si aún no sabe-
mos cómo tratarlo?
Es muy probable que el final sea igual que el principio. En este caso, el
sencillo principio de seguir la corriente de las variantes puede ser muy valio-
so. En la vida hay que pasar a la acción a cada paso, para iniciar un proceso,
ya sea una nueva empresa o la búsqueda de la cosa, el trabajo, el socio o la
solución adecuados. Cuando das el primer paso en la dirección que has elegi-
do, cruzas la puerta. En ese momento, antes de llegar demasiado lejos, te pre-
guntas si has elegido la puerta correcta o si te equivocaste.
Si las cosas van bien desde el principio, puedes esperar que continúen así,
aunque tampoco hay garantías. Sólo puedes contar con garantías en el caso
opuesto. Si la puerta se abre con dificultad y tienes que colarte por ella, pue-
des dar media vuelta sin peligro y buscar otra. El curso de las variantes siem-
pre toma el camino de menor resistencia y ese camino es el óptimo. Esto no
significa que por colarte por la puerta de otro no vayas a llegar al final. Una
cosa es cierta: allí te esperan muchos problemas y dificultades.
Así que es mejor tomarlo como una regla: si la puerta cede con dificultad,
mejor busca otra. Veamos algunos ejemplos. Supongamos que piensas que
necesitas algo que se encuentra en esta tienda, pero por diversas razones no
está disponible: no puedes llegar a ella, o está cerrada. La mente persiste: sé
que lo necesito, y lo encontraré aquí. Es probable que descubras que lo que
quieres no está donde crees que está. En otra situación, estás buscando traba-
jo. En una empresa, tienes que pasar una prueba muy difícil, en la entrevista
te tratan de forma estricta y te exigen mucho... En otra, todo va fácil y sin
complicaciones. ¿Qué elige la mente? Está acostumbrada a conquistar alturas
y a apreciar lo que ha conseguido con esfuerzo. Su elección es obvia. Pero,
¿qué viene después? Trabajo extenuante - sin duda, ganancia material – difí-
cilmente.
Resuelves un problema o empiezas a hacer un trabajo difícil. Contraria-
mente al estereotipo establecido, trata de actuar primero y luego piensa. La
mente tiende a buscar soluciones complicadas y elegir caminos difíciles. El
método favorito de la mente es crear y luego superar obstáculos: es el "padre
de los errores difíciles". Siempre, se invente lo que se invente, haz las cosas
de la manera más fácil. Ya verás que la rueda rodará sola.
Ya has conocido a esa persona y te estás preguntando si es apta para una
relación futura. Si desde el principio hay problemas, dificultades, fricciones,
puedes estar seguro de que nada bueno saldrá de esa relación. Por mucho que
la mente ensalce las virtudes de tu pareja, por mucho que argumente, al con-
trario, cuanto más intente convencerse de que éste es "tu otra mitad," más
probabilidades tendrás de arrepentirte más adelante. No creas en los argu-
mentos, cree en los hechos. No te fíes de la razón: déjate llevar por las va-
riantes.
Propósito y derecho

"¿Qué opinas de lo que le espera al ser humano después de la muerte?


Según tengo entendido, el cuerpo físico muere, pero el alma es eterna. En-
tonces, ¿el alma, al volver al campo energético-informacional sin conscien-
cia, se funde con él, y la individualidad humana como que deja de existir, y
durante la reencarnación posterior el alma tendrá otro cuerpo y otra cons-
ciencia? Y qué pasa con la consciencia que tenía: ¿todo se queda en la
nada? El Creador, habiéndome dado vida y consciencia, no puede tomarlo
todo, sin dejar nada a cambio. En definitiva, ¿hubo una persona que cum-
plió su función y se volvió innecesaria? Es algo triste".
Si dejamos a un lado las nociones dogmáticas de las diversas escuelas re-
ligiosas y nos limitamos a observar los hechos, una cosa es cierta: el alma
pasa por una serie de reencarnaciones, viviendo muchas vidas en diferentes
cuerpos. Aún no hay pruebas claras de la existencia de Dios, pero sí de la
existencia del alma. Hay miles de testimonios de personas que recuerdan al
azar sus vidas pasadas. Es imposible cuestionar la validez de esos recuerdos,
porque los hechos son sólidos. Si de repente una persona empieza a hablar
una lengua antigua que no se usa en la actualidad, o da datos históricos o
geográficos que en principio no podría conocer, ¿qué más pruebas se necesi-
tan?
Aunque a la ciencia ortodoxa tampoco le convencen estos argumentos -
siempre rechaza todo lo que no puede explicar -, es más sencillo así. Si los
científicos pudieran trazar el camino de un alma en la pantalla del oscilosco-
pio, sería otra cosa.
En cuanto a preguntas como "por qué" y "con qué fin," deben remitirse a
instancias superiores. Sólo Dios lo sabe con certeza. El Transurfing responde
a estas preguntas de la siguiente manera: El propósito de la vida es servir a
Dios. El servicio no consiste en adorar, sino en co-crear con Él. Dios gobier-
na el mundo a través de todas las cosas. No tiene otra forma de existencia
que en forma de vida, en todas sus múltiples manifestaciones. ¿No será por-
que no hay pruebas de Su existencia que vive en todos: en una brizna de
hierba, en una flor, en una mariposa, en el humano mismo? La vida es un
sueño de Dios. La reencarnación es una especie de transición de un sueño a
otro. Todos los seres tienen el mismo propósito: vivir y, por tanto, gestionar
lo mejor posible una realidad determinada. La gestión de la realidad es a la
vez un objetivo, una capacidad y un derecho. Si tomas este derecho para ti
mismo - implementas la voluntad de Dios y vives una vida plena, y si no lo
haces - es peor para ti. La justificación detallada de estas conclusiones figura
en el libro Las Manzanas Caen al Cielo.
Sin embargo, si no te satisfacen estas respuestas, puedes recurrir fácil-
mente a ti mismo, porque una parte de Dios está en cada uno de nosotros. Ni
yo, ni el ministro de la iglesia, ni nadie puede mediar entre tú y Dios. Sólo
tú, volviéndote hacia ti mismo, obtendrás las respuestas a todas tus pregun-
tas.
Este consejo puede parecer poco convincente: "¿Pero cómo? ¿Cómo pue-
do saberlo?" Lo más probable es que no lo hayas probado o que no confías
en la voz de tu corazón, de lo contrario no preguntarías. Es muy sencillo. Si
pretendes buscar respuestas en los libros de otras personas, estás en un viaje
interminable que no lleva a ninguna parte. En primer lugar, nunca leerás todo
lo que necesitas y, en segundo lugar, encontrarás diferentes interpretaciones
en distintas fuentes, lo que te confundirá aún más. Es mejor leer unos cuan-
tos libros que te parezcan (¡a ti!) los más importantes, y luego encargarte de
encontrar y dar las respuestas. Todo depende de hacia dónde se dirija la in-
tención: hacia el conocimiento o hacia la creación. En el primer caso, eliges
el papel de eterno estudiante; en el segundo, el de creador y descubridor.
El Celador del carrusel

"SI ERES UN ERRANTE, tu destino es conducir a la humanidad de for-


ma muy sutil hacia la coexistencia creativa, que es lo que has estado hacien-
do hasta ahora. Pero las leyes de los ERRANTES son válidas para quienes
las portan, siempre y cuando no se utilicen con fines comerciales, y tú reci-
bes ingresos por la publicación de libros, lo que significa que conservará sus
conocimientos, pero perderás las propiedades de ERRANTE durante muchas
generaciones. ¿Es más importante para ti unos míseros ingresos que NUES-
TRO PROPÓSITO? Eres un hombre inteligente, me sorprende tu confianza
en la infalibilidad. Entonces, o has captado el conocimiento sin apoyo, o
eres auténtico pero te sacrificas por el bien de la civilización terrestre, en-
tonces ¿QUIÉN ERES?."
¡Ooh-ooh! ¡Ooh-ooh! ¡Cuánto patetismo! ¡Fui derrotado, aplastado, des-
truido! Está decidido: me dejaré crecer la barba como la del Celador, tomaré
un bastón y emprenderé un viaje para encontrar la verdad, para ver por mí
mismo, y luego para abrir los ojos de aquellos que están en la oscuridad. ¡Así
que quería convertirme en verdad y sacrificarme en beneficio de la civiliza-
ción terrestre!
Estoy a punto de hacerlo. Sólo quiero lamerme los dedos y contar mis
"míseros ingresos," y luego salir a la carretera. Bien, mientras muevo mis
manos y transfiero mi dinero, escucha una parábola:
Un día, los niños se reunieron en torno al arenero del patio de nuestro
mundo. Estaban Vanidosa (Zadavaka), Importancia (Barchuk), Matón (Zadi-
ra), Sabelotodo (Umnik), Chismosa (Yabeda) y Bebé (Rebenish). Cada apo-
do reflejaba un rasgo distintivo de su carácter.
Vanidosa se esforzaba por subrayar sus virtudes en todos los sentidos, así
que le gustaba presumir de sí misma: un vestido bonito, un caramelo... cual-
quier cosa.
Era como si Importancia no necesitara ninguna prueba de su importancia.
Era un chico importante por derecho propio. Era el único que tenía un coche
con pedales que conducía por el patio con dignidad.
El Matón nunca estaba en paz consigo mismo ni con los demás. No era
malvado, sino más bien vulnerable. Esa era su vulnerabilidad y trataba de
ocultarla tras un descaro exterior.
El Sabelotodo, por supuesto, resultó ser el más sensato. Era el mejor ha-
ciendo pasteles de arena y estaba muy orgulloso de ello. Al chico listo le pre-
ocupaba que los demás siempre lo hicieran todo mal, así que intentaba llevar
a todos por el buen camino.
La Chismosa quería anunciar su existencia a todos los que la rodeaban
por cualquier medio. No se le daba muy bien, aunque no cruzaba la línea de
la mezquindad.
No había mucho que decir sobre el Bebé. No destacaba, se comportaba en
silencio y, por lo general, o bien recogía arena pensativo con su pala, o bien
escuchaba en silencio, con los ojos muy abiertos, lo que decían los demás.
Cada uno del grupo de la arena intentaba a su manera marcar y reforzar
su posición en este mundo inestable. Cada actor de este teatro tenía un papel
que representar, que más o menos le permitía encajar en la obra de la vida.
Sucedía que Vanidosa presumía demasiado, y entonces Matón le tiraba de
la trenza, Chismosa se quejaba con Importancia, que restablecía la justicia, y
Sabelotodo intentaba organizarlos a todos y hacerles ver las cosas claras.
El rol sirve como una especie de nicho que te permite instalarte cómoda-
mente y anunciar al mundo: "¡Este soy yo! ¡Existo! ¡No soy un espacio va-
cío!".
Todo el mundo era alguien. Sólo el Bebé parecía no tener ningún papel.
Era reservado y, por lo general, se mantenía al margen del juego. ¡Y tenía
tantas ganas de ser alguien! Bebé no podía entender quién era. Vivía con su
abuela y no recordaba a sus padres.
Pero qué quería ser exactamente, no lo sabía. A veces quería ser como
uno más del grupo. El Bebé pensaba que si adoptaba uno de los roles, se con-
vertiría en una persona y ocuparía el lugar que le correspondía en la sociedad
del patio.
Sin embargo, no importaba cuántas veces intentara probarse las máscaras
de los demás, nada bueno salía de ello. Cada vez que Bebé intentaba inter-
pretar el papel de otra persona, una extraña sensación le perseguía. Era como
si se estuviera convirtiendo en otra persona, ¡pero al mismo tiempo ya no era
él mismo! No era una sensación agradable, y Bebé no tuvo más remedio que
dejar de ser otra persona y volver a ser él mismo, es decir, nadie.
Así que toda la compañía estaba sentada alrededor del arenero, aburrida.
Y entonces alguien dijo:
- Aquí viene el Celador.
- ¿Qué Celador, dónde?
- Ahí está el viejo de la barba blanca. Trabaja en el parque, se encarga de
todos los columpios. Viejo extraño. Hace preguntas estúpidas.
- ¿Qué tipo de preguntas?
- Cuando le pides un paseo en el carrusel, te pregunta: "¿Para qué?" Le
compras un boleto y te deja subir.
- Gran sorpresa. ¿Quién te va a llevar gratis?
- Una vez no tenía dinero para el boleto, así que intenté entrar por ahí,
pero se fijó en mí y volvió a hacerme esa pregunta estúpida: "¿Para qué?".
Bueno, le dije, abuelo, no tengo dinero, déjame subir. Es entonces cuando
pregunta: "¿Por qué?" No lo entendí y volví a preguntarle, y él de nuevo:
"¿Por qué debería dejarte subir?". Le dije que no tenía dinero, pero que tenía
muchas ganas de subir.
Y el Celador dice: "Cuando puedas responder a mi pregunta, no tendrás
que comprar más boletos".
- ¿Qué es lo que quiere? ¿Cuál es la respuesta a una pregunta así?
- Quién sabe. Lo he intentado varias veces, pero el viejo dice que está
todo mal.
El Bebé estaba escuchando toda la conversación, y entonces fue como si
le hubiera llamado la atención. En un instante hubo una especie de claridad
incomprensible en su mente. De repente se vio a sí mismo y a todos los de-
más como desde lejos.
Bebé sabía que siempre había querido ser alguien, un individuo, parecido
al menos a uno de los miembros de la compañía del patio trasero. Pero ahora
sentía algo insólito: ¡era un don nadie, y al mismo tiempo era cada uno de
ellos! Se dio cuenta de que si todos dejaban de representar su papel, es decir,
de quitarse la máscara, cada uno de ellos se convertiría en alguien como él,
es decir, en un don nadie.
Del mismo modo, cada gota que se desprendía de la cresta de una ola di-
fería en tamaño y forma. Pero la esencia de todas las gotas es la misma:
agua. Y todas ellas, tarde o temprano, regresan al océano y se funden con él
en un todo.
Para el Bebé, en un instante, todo se volvió simple y llano. Sin esperarlo,
dijo de repente:
- Conozco la respuesta a la pregunta del Celador.
Todos se quedaron paralizados y le miraron con asombro. Nadie pensó
que diría algo así.
- ¿Cuál es la respuesta? - preguntó el Sabelotodo con cautela.
- Vamos al parque, ya lo verás, dijo el Bebé y se levantó, con la clara in-
tención de llevar a cabo su plan.
Intrigados, los niños le siguieron.
- Pero eso no es todo, le susurró a Sabelotodo. - El Celador de la puerta
está allí y también tiene su pregunta característica: "¿Quién te ha dado per-
miso?." El Bebé está un poco raro hoy. Veamos qué tiene que decir al respec-
to.
Pronto los niños llegaron a las puertas del parque. Un hombre enfadado y
de aspecto intimidatorio les bloquea el paso.
- ¿Adónde creen que van?
El Bebé dio un paso adelante.
- Al parque, a los columpios.
El portero se quedó estupefacto ante tal sencillez, sin saber si enfadarse o
reírse.
- ¿Y tú quién serás, niño? ¿Obedeces a tus padres? Y de todos modos,
¿quién lo permitió? ¿Qué responderás?
- "Que no tengo que responder a esa pregunta," dijo el Bebé en voz baja.
El portero se quedó boquiabierto. Por primera vez le habían dado la res-
puesta correcta. ¿Y cómo podía saberlo él, este Niño humano? Sin decir pa-
labra, el portero abrió la puerta a los niños y se quedó largo rato mirándolos
con asombro.
Cuando los niños se acercaron cautelosamente al carrusel, el Celador sa-
lió a su encuentro,
- ¿Qué quieren, niños?
- Un paseo, dijo el Bebé.
- ¿Para qué? - preguntó el anciano como de costumbre.
- Para nada. No importa, dijo el Bebé sin pensar.
El anciano le miró con indisimulada curiosidad.
- ¿Por qué?
- Porque soy el hijo de Dios.
Hubo un momento de silencio sepulcral. De repente, los niños saltaron y
gritaron de alegría:
- ¡Somos hijos de Dios! ¡Somos hijos de Dios!
Nadie hizo más preguntas. De alguna manera, todo estaba claro para to-
dos sin más explicaciones. El Celador, con una gran sonrisa en la cara, re-
partió helados a todos y les invitó a tomar asiento.
Por extraño que parezca, cada uno encontró simplemente un asiento a su
gusto, y no hubo discusiones como es habitual en tales ocasiones. Vanidosa
eligió un caballo, Importancia un coche, Matón un tren de vapor, Sabelotodo
una nave estelar y Chismosa un barco.
El carrusel daba vueltas y vueltas. Y entonces ocurrió un milagro: los vie-
jos roles desaparecieron, como si las máscaras se hubieran caído de las caras
de los niños. Estos dejaron de ser alguien y se convirtieron en ellos mismos.
Todo el mundo estaba contento y nadie tenía celos ni quejas.
Así concluye la parábola, que contiene toda la filosofía del Transurfing.
Me pregunto qué eligió el Bebé, eso lo decides tú, querido Lector. Para
ello, sólo tienes que decirte a ti mismo, como hizo él: "Soy el hijo de Dios" -
permítetelo - y sigue tranquilamente el camino de la unidad de alma y mente.
Si tienes lo que en Transurfing se llama la determinación de tener y ac-
tuar, el Celador abrirá la puerta adecuada en el momento oportuno y la inten-
ción exterior convertirá el sueño en realidad.
Ahora es el momento de responder a la pregunta de quién soy. No soy na-
die. Y al mismo tiempo soy lo que tú eres: un hijo de Dios. El Señor Dios -
mi Padre - me ha dejado salir a caminar por este mundo. Si le amo o le obe -
dezco no es asunto de nadie. Me comunico con mi Padre directamente, con
el alma, no a través de los barrotes del confesionario. Yo mismo, con mi pro-
pia intención, formo la capa de mi mundo, y mientras no moleste a otros hi-
jos de Dios, no tengo que dar cuentas a nadie.
Tampoco es mi trabajo guiarte. Requiere que uno sea alguien, y yo no soy
nadie. Cualquiera puede ponerse la máscara de un supuesto Errante, un Ilu-
minado, un Maestro y decirle a todo el mundo que sabe adónde ir. Si le cre-
en, puede reunir al rebaño a su alrededor y "hacer tortas en un arenero," ha-
blando profundamente de todo tipo de cosas espirituales.
Pero como yo no soy nadie, no sé adónde van los demás. Todo lo que dice
el Transurfing es que todos somos hijos de Dios, que cada uno y sólo él co-
noce su propio camino y cada uno tiene la libertad de elegir. Encontrarás tu
propio camino, si escuchas la voz de tu alma. El resto es cuestión de técnicas
del Transurfing.
Bueno, creo que ya lo he dicho todo. Es hora de tomar el bastón y poner-
se en camino, de llevar la luz del conocimiento a las tinieblas de la ignoran-
cia. Ah, espera. Soy un don nadie, ¿verdad? ¿Y no conozco ninguna de las
"Leyes de Errantes" mencionadas en la carta? Entonces no tengo nada que
perder. ¡Ah, qué felicidad, soy libre! Me quedo.
Glosario de términos

Capa del mundo


Cada ser vivo materializa un determinado sector del espacio de las va-
riantes con la energía de sus pensamientos y crea una capa de su mundo. To-
das estas capas se superponen y, de este modo, cada ser contribuye a la for-
mación de la realidad.
Una persona crea una capa individual del mundo -una realidad separada-
mediante su visión del mundo. Esta realidad, dependiendo de la actitud del
individuo, adquiere un matiz particular. En sentido figurado, allí se estable-
cen ciertas "condiciones meteorológicas": frescor matutino con sol o nublado
y lloviendo, o a veces se desata un huracán, o hay alguna catástrofe natural.
La realidad individual se forma de dos modos: físico y metafísico. En
otras palabras, una persona construye su mundo con sus acciones y pensa-
mientos. Las formas de pensamiento desempeñan aquí un papel predominan-
te, ya que crean una proporción significativa de los problemas materiales con
los que una persona tiene que luchar la mayor parte del tiempo. El Transur-
fing se ocupa exclusivamente del aspecto metafísico.

Coordinación de intenciones
La realización de las peores expectativas en personas propensas a la nega-
tividad confirma que una persona es capaz de influir en el curso de los acon-
tecimientos. Cada acontecimiento en la línea de la vida tiene dos ramas en el
espacio de opciones, una positiva y otra negativa. Cada vez que te encuentras
con un acontecimiento, eliges cómo tratarlo. Si consideras que el aconteci-
miento es positivo, se encuentra en el lado favorable de la línea de la vida.
Sin embargo, una tendencia al negativismo hace que expreses descontento y
elijas la rama desfavorable.
En cuanto algo te molesta, viene otro disgusto. Así es que "los problemas
nunca vienen solos". Pero la sucesión de problemas no es consecuencia del
problema en sí, sino de tu actitud hacia él. El patrón lo forman las decisiones
que tomas en la bifurcación. Analizando el grado de tu tendencia al negati-
vismo, puedes hacerte una idea de adónde te lleva esa trama de ramifica-
ciones negativas a lo largo de tu vida.
El principio de coordinación de intenciones es el siguiente: Si te propones
ver como positivo un cambio aparentemente negativo en el guión, eso es
exactamente lo que ocurrirá. Guiado por este principio, puedes tener tanto
éxito en lo positivo como los negativistas en sus peores expectativas.

Coordinación de la importancia
No le des excesiva importancia a nada. Tu importancia no es para ti, sino
para los péndulos. Los péndulos controlan a la gente como marionetas con
hilos de importancia. Las personas temen soltar los hilos de la importancia
porque están a merced de la dependencia, que crea la ilusión de apoyo y cer-
tidumbre.
La confianza representa el mismo exceso de potencial que la inseguridad,
sólo que con el signo opuesto. La consciencia y la intención te permiten ig-
norar el juego del péndulo y salirte con la tuya sin luchar. Y cuando hay li-
bertad sin lucha, la confianza es innecesaria. Si estoy libre de importancia,
no tengo nada que defender ni nada que conquistar: simplemente voy en si-
lencio y elijo lo mío.
Para liberarse de los péndulos, hay que renunciar a la importancia interior
y exterior. Los problemas y obstáculos para alcanzar un objetivo también
surgen como consecuencia de un exceso de potenciales de importancia. Los
obstáculos se sostienen sobre una base de importancia. Si dejas caer delibe-
radamente la importancia, los obstáculos se derrumbarán solos.

Corriente de las variantes


La información se encuentra estacionaria en el espacio de las variantes,
en forma de matriz. La estructura de la información se organiza en cadenas
enlazadas. Las relaciones causales generan un flujo de las variantes.
La mente inquieta experimenta constantemente choques pendulares y se
compromete a resolver todos los problemas, intentando mantener la situación
bajo control. Las decisiones voluntarias de la mente son, en la mayoría de los
casos, manotazos sin sentido en el agua. La mayoría de los problemas, sobre
todo los menores, se resuelven solos si no interfieres en la corriente de las
variantes.
La razón principal para no resistir activamente dicha corriente es que se
desperdicia o malgasta mucha energía al hacerlo. La corriente sigue el cami-
no de menor resistencia y, por tanto, contiene las soluciones más eficaces y
racionales a los problemas. La resistencia a la corriente, por el contrario, ge-
nera un cúmulo de nuevos problemas.
El poderoso intelecto de la mente no sirve de nada, si la solución ya exis-
te en el espacio de variantes. Si no te metes en el meollo de la cuestión y no
interfieres en el flujo de las variantes, la solución vendrá por sí sola, la más
óptima. La optimalidad ya está en la estructura del campo de la información.
Hay de todo en el espacio de variantes, pero es más probable que se apliquen
las que menos energía consumen. La naturaleza no derrocha energía.

Diapositiva
Nuestra visión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea a menudo
dista mucho de la verdad. Nuestras diapositivas están distorsionadas. Por
ejemplo, te molestan algunos de tus defectos y te sientes inferior porque cre-
es que a los demás tampoco les gusta o te desaprueban. Entonces, cuando te
comunicas con la gente, pones una diapositiva de complejo de inferioridad
en tu "proyector" y ves todo bajo una luz distorsionada.
Una diapositiva es una imagen distorsionada de la realidad en tu cabeza.
Una diapositiva negativa tiende a producir una unidad de alma y mente y,
por tanto, se traduce en la realidad. Nuestras peores expectativas se materia-
lizan. Las diapositivas negativas pueden transformarse en positivas y hacer
que trabajen para nosotros. Si creas intencionadamente una diapositiva posi-
tiva, puedes transformar la capa de tu mundo de forma asombrosa. Una dia-
positiva de objetivo es una imagen imaginaria de cómo ya se ha logrado el
objetivo. La visualización sistemática de la diapositiva conduce a la materia-
lización del sector pertinente del espacio de variantes.

El enigma del Celador


"Todo el mundo puede tener la libertad de elegir lo que quiera. ¿Cómo se
consigue esa libertad?". Uno no es consciente de que puede no perseguir, si-
no simplemente conseguir lo que quiere. Parece totalmente increíble, pero
sin embargo es cierto. Sólo conocerás la respuesta a este enigma leyendo el
libro completo, Reality Transurfing, hasta el final. No intentes consultar el
último capítulo directamente, porque no entenderás la respuesta.

Elección
El Transurfing ofrece un enfoque fundamentalmente diferente para alcan-
zar objetivos. Una persona hace elecciones como al pedir en un restaurante,
sin preocuparse de los medios para conseguirlas. Como resultado, el objetivo
se realiza en su mayor parte por sí mismo, independientemente de las accio-
nes directas del cliente. Tus deseos no se harán realidad. Tus sueños no se
harán realidad. Pero tu elección es una ley inmutable, e inevitablemente se
hará realidad. La esencia de la elección no puede explicarse en pocas pala-
bras. Todo el Transurfing se trata de qué es la elección y cómo hacerla.

Espacio de las variantes


El espacio de las variantes es una estructura de información. Es un campo
infinito de información, que contiene cualquier variante de todos los sucesos
que pueden ocurrir. Podemos decir que el espacio de las Variantes contiene
todo lo que fue, es y será. El espacio de las Variantes sirve de plantilla, una
cuadrícula de coordenadas del movimiento de la materia en el espacio y el
tiempo. Tanto el pasado como el futuro se almacenan allí inmóviles, como en
una cinta de película, y el efecto del tiempo sólo se muestra mediante el des-
plazamiento de un fotograma aparte, en el que se destaca el presente.
El mundo existe simultáneamente de dos formas: una realidad física que
se puede tocar con las manos, y un espacio metafísico de Variantes que está
más allá de la percepción, pero no por ello es menos objetivo. Aunque el ac-
ceso a este campo de información es, en principio, posible. De ahí proceden
el conocimiento intuitivo y la clarividencia. La mente no puede crear nada
fundamentalmente nuevo. Sólo puede ensamblar una nueva versión de una
casa a partir de ladrillos viejos. El cerebro no almacena información en sí, si-
no una especie de dirección a la información en el espacio de las Variantes.
Todos los descubrimientos científicos y las obras maestras del arte son reci-
bidos por la mente desde el espacio de las Variantes, a través de la mediación
del alma.
Los sueños no son ilusiones en el sentido habitual de la palabra. La mente
no imagina sus sueños, los ve realmente. Lo que observamos en la realidad
son Variantes realizadas. En los sueños podemos ver lo que no se ha realiza-
do, es decir, juegos con guiones y decorados virtuales. Los sueños nos mues-
tran lo que podría haber ocurrido en el pasado o en el futuro. Un sueño es un
viaje del alma en el espacio de las Variantes.

Exceso de potencial
El exceso de potencial es una tensión, una perturbación local en un cam-
po de energía uniforme. Esta heterogeneidad es creada por la energía mental,
cuando se da excesiva importancia a un objeto. Por ejemplo, un deseo es un
exceso de potencial, ya que trata de atraer un objeto deseado a un lugar don-
de no existe. El anhelo de algo que no se tiene crea un "diferencial de pre-
sión" energético, que genera un viento de fuerzas de equilibrio. Otros ejem-
plos de exceso de potenciales son el descontento, el juicio, la admiración, la
idealización, la sobrevaloración, el desprecio, la vanidad, los sentimientos de
superioridad, de culpa, de inferioridad.
Freiling
El Freiling es una tecnología eficaz de relaciones humanas, que forma
parte integrante del Transurfing. El principio fundamental del Freiling puede
resumirse así: Abandona la intención de recibir, sustitúyela por la intención
de dar, y recibirás aquello que renunciaste.
La acción de este principio se basa en que tu intención externa utiliza la
intención interna de un colega o de tu pareja sin vulnerar sus intereses. Como
resultado, obtienes de la persona lo que no podrías conseguir con los méto-
dos normales de intención interna. Guiado por este principio, conseguirás re-
sultados impresionantes en la comunicación personal y empresarial.

Fuerzas equilibrantes
Siempre que hay un exceso de potencial, surgen fuerzas de equilibrio para
eliminarlo. El potencial lo crea la energía mental de una persona cuando con-
cede excesiva importancia a algún objeto.
Por ejemplo, comparemos dos situaciones: aquí estás de pie en el suelo de
tu casa, y aquí estás de pie al borde de un abismo. En el primer caso, no te
importa en absoluto. En el segundo caso, la situación es muy importante para
ti: si te descuidas, puede ocurrir algo irreparable. En el plano energético, el
hecho de que sólo estés de pie tiene el mismo significado tanto en el primer
caso como en el segundo. Pero de pie sobre un abismo, creas tensión con tu
miedo, creas heterogeneidad en el campo energético. Como resultado, surgen
fuerzas de equilibrio para eliminar esta falta de homogeneidad. Incluso pue-
des sentir realmente su acción: por un lado, una fuerza inexplicable tira de ti
hacia abajo y, por otro, te aleja del borde. Al fin y al cabo, para eliminar el
exceso de potencial de tu miedo, las fuerzas del equilibrio tienen que alejarte
del borde o tirarte al suelo y acabar con todo. Esta es la acción que estás ex-
perimentando.
La acción de las fuerzas equilibrantes para eliminar el exceso de poten-
ciales causa la mayor parte de los problemas. Su insidia radica en que a me-
nudo se obtiene un resultado exactamente opuesto a la intención. No está na-
da claro lo que está pasando. Esto da lugar a la sensación de que actúa una
fuerza maligna inexplicable, una especie de "ley de Murphy".

Importancia
La importancia surge cuando se da a algo una importancia indebida. Es
un exceso de potencial en su forma pura, cuando se elimina, las fuerzas de
equilibrio forman problemas para el que crea ese potencial. Hay dos tipos de
importancia: interna y externa.
La importancia interna o propia se manifiesta como una sobreestimación
de las propias fortalezas o debilidades. La fórmula de la importancia intrínse-
ca es "soy una persona importante" o "hago un trabajo importante". Cuando
la flecha de la importancia se sale de la escala, las fuerzas del balance se im-
ponen y el "pez gordo" recibe un golpe en la nariz. La persona que "hace un
trabajo importante" también se sentirá decepcionada: o el trabajo no servirá
para nada o se hará muy mal. También existe la otra cara de la moneda, es
decir, el menosprecio de uno mismo, la autodesvalorización. La magnitud
del exceso de potencial en ambos casos es la misma, la diferencia está sólo
en los signos.
La importancia externa también es creada artificialmente por una persona
cuando le da demasiada importancia a un objeto o acontecimiento del mundo
externo. La fórmula de la importancia externa es: "esto es muy importante
para mí" o "es muy importante para mí hacer esto". Esto crea un potencial
excesivo, y todo el asunto se arruinará. Imagina que tienes que caminar por
encima de un tronco tirado en el suelo. No hay nada más fácil. Y ahora tienes
que atravesar el mismo tronco colocado por encima de los techos de dos ras-
cacielos. Esto es muy importante para ti, y no puedes convencerte de lo con-
trario.
Intención
La intención puede definirse a grandes rasgos como la determinación de
tener y actuar. No es el deseo lo que se realiza, sino la intención. El deseo es
levantar la mano. El deseo está enmarcado en tus pensamientos: eres cons-
ciente de que quieres levantar la mano. ¿Levanta la mano el deseo? No, el
deseo en sí no produce ninguna acción. La mano se levanta sólo cuando los
pensamientos del deseo han funcionado y sólo queda la determinación de ac-
tuar. ¿La determinación de actuar levanta la mano? Tampoco. Has tomado la
decisión final de levantar la mano, pero aún no se ha movido. ¿Qué levanta
la mano? ¿Cómo se identifica lo que sigue a la determinación?
Aquí es donde entra en juego la impotencia de la razón para dar una ex-
plicación coherente de lo que es la intención. Nuestra definición de la inten-
ción como la determinación de tener y actuar, muestra sólo el preludio de la
fuerza que realmente realiza la acción. Queda por constatar el hecho de que
no es el deseo o la determinación, sino la intención lo que levanta la mano.
La intención se divide en interna y externa. La intención interna implica
una influencia activa en el mundo que nos rodea: es la determinación de ac-
tuar. La intención externa es la determinación de tener, cuando el mundo
mismo se somete a la voluntad humana. La intención interna es la concentra-
ción de la atención en el proceso del propio movimiento hacia la meta. La
externa es la concentración en cómo se realiza el objetivo por sí mismo. Con
la intención interna, se consigue el objetivo, y con la intención externa, se
elige el objetivo. Todo lo relacionado con la magia y los fenómenos paranor-
males pertenece al ámbito de la intención externa. Todo lo que puede lograr-
se dentro de la visión convencional del mundo se consigue mediante el poder
de la intención interna.
Línea de vida
La vida humana, como cualquier otro movimiento de la materia, es una
cadena de causas y efectos. Una consecuencia en el espacio de las variantes
siempre se sitúa cerca de su causa. Al igual que uno fluye del otro, los secto-
res cercanos del espacio se alinean en las líneas de la vida. Los guiones y de-
corados de los sectores en una línea de vida son más o menos homogéneos
en su calidad. La vida de una persona fluye suavemente por su cauce hasta
que ocurre un acontecimiento que cambia sustancialmente el guión y el de-
corado. Entonces el destino da un giro y pasa a otra línea de vida. Siempre
estás en esas líneas, cuyos parámetros son satisfechos por tu emisión mental.
Cambiando tu actitud hacia el mundo, es decir, tu forma de pensamiento, pa-
sas a otra línea de vida, con otras variantes de sucesos.

Objetivos y puertas
Cada persona tiene su propio camino en el que encontrará la verdadera fe-
licidad en esta vida. Los péndulos imponen metas ajenas al hombre, seducto-
ras por su prestigio e inaccesibilidad. Persiguiendo falsos objetivos, no con-
seguirás nada o, habiéndolo conseguido, te darás cuenta de que no lo necesi-
tas.
Tu objetivo convertirá tu vida en una fiesta. Alcanzar tu objetivo atraerá
el cumplimiento de todos los demás deseos, y los resultados superarán todas
las expectativas. Tu puerta es el camino que te lleva a tu objetivo.
Si vas hacia tu meta a través de tu puerta, nadie ni nada podrá detenerte,
porque la llave de tu alma encaja perfectamente en la cerradura de tu senda.
Nadie puede quitarte la tuya. Así no habrá ningún problema para lograr tu
objetivo. El único problema es encontrar tu objetivo y tu puerta. El Transur-
fing te enseñará cómo hacerlo.
Ola de la suerte
Una ola de buena fortuna se forma como un cúmulo de líneas vitales que
te son favorables. Hay de todo en el espacio de variantes, y eso incluye vetas
de oro como ésta. Si llegas a una línea extrema de tal heterogeneidad y atra-
pas la suerte, puedes deslizarte por inercia hacia otras líneas de acumulación,
donde se suceden nuevas circunstancias afortunadas. Pero si al primer éxito
le sigue de nuevo una racha negra, significa que un péndulo destructor te ha
atrapado y te ha alejado de la ola de la buena suerte.

Péndulos
La energía mental es material y no desaparece sin dejar rastro. Cuando
los grupos de personas empiezan a pensar en la misma dirección, sus "ondas
mentales" se superponen y se crean estructuras invisibles pero reales de in-
formación energética -péndulos- en el océano de energía. Estas estructuras
comienzan a desarrollarse por sí solas y someten a las personas a sus propias
leyes. Un hombre que cae bajo la influencia de un péndulo destructor pierde
su libertad: tiene que ser una pieza del gran mecanismo.
El péndulo "oscila" tanto más fuerte cuanto más personas - adherentes -
lo alimentan con su energía. Cada péndulo tiene su propia frecuencia de osci-
lación característica. Por ejemplo, una oscilación solo puede balancearse rea-
lizando un esfuerzo a una determinada frecuencia. Esta frecuencia se deno-
mina frecuencia de resonancia. Si el número de adherentes a un péndulo dis-
minuye, su oscilación se desvanecerá. Cuando no hay adherentes en absolu-
to, el péndulo se detiene y como entidad muere.
Para desviar la energía de una persona, los péndulos se aferran a sus sen-
timientos y reacciones: resentimiento, rencor, odio, irritación, ansiedad, exci-
tación, depresión, confusión, desesperación, miedo, lástima, afecto, admira-
ción, encogimiento, idealización, admiración, deleite, decepción, orgullo,
arrogancia, desprecio, asco, rencor, endeudamiento, culpabilidad, etcétera.
El principal peligro para una persona que ha sucumbido a la influencia de
un péndulo destructivo es que el péndulo aleja a su víctima de aquellas líneas
de la vida en las que la persona encontrará su felicidad. Hay que liberarse de
las metas impuestas, en cuya lucha uno se aleja cada vez más de su camino.
El péndulo, en su esencia, es un egregor, pero esto no lo dice todo. El
concepto de "egregor" no refleja todo el complejo de matices de la interac-
ción humana con las entidades de energía e información.

Polarización
El exceso de potenciales surge cuando se le da una importancia indebida
a una cualidad. Y la relación de dependencia se desarrolla entre las personas
en el caso de que comiencen a compararse entre sí, se opongan y pongan
condiciones como "si tú eres así, entonces yo soy así". Por sí mismo, el exce-
so de potencial no es tan terrible mientras la valoración distorsionada exista
independientemente, por sí sola. Pero tan pronto como una evaluación artifi-
cialmente inflada de un objeto se pone en una relación comparativa con otro,
surge la polarización, generando un viento de fuerzas equilibrantes. Las fuer-
zas de equilibrio buscan eliminar la polarización que ha surgido, y su acción
en la mayoría de los casos se dirige contra quien creó esta polarización.

Realización material
La estructura informativa del espacio de variantes puede, en determinadas
condiciones, materializarse. Cada pensamiento, al igual que un sector del es-
pacio, tiene ciertos parámetros. Al "iluminar" el sector correspondiente, una
emisión de pensamiento realiza su variante. Así, los pensamientos influyen
directamente en el curso de los acontecimientos.
El espacio de las variantes sirve de plantilla, determina la forma y la tra-
yectoria del movimiento de la materia. La realización material se mueve en
el espacio y el tiempo, pero las variantes permanecen en su lugar y existen
para siempre. Cada ser vivo forma una capa de su propio mundo mediante su
transmisión mental. Nuestro mundo está habitado por muchos seres vivos y
cada uno contribuye a dar forma a la realidad.
Relaciones de dependencia
Las relaciones de dependencia se definen estableciendo condiciones co-
mo "si tú eres así... entonces yo soy así...". “Si me amas, dejarás todo e irás
conmigo hasta los confines del mundo. Si no te casas conmigo (no te cases
conmigo), entonces no me amas. Si me alabas, entonces soy tu amigo. Si no
me das tu pala, te echaré de la caja de arena".
Cuando el amor se convierte en una relación de dependencia, se produce
inevitablemente una polarización y se rompe el equilibrio. El amor incondi-
cional es amor sin posesión, admiración sin adoración. En otras palabras, ese
sentimiento no crea una relación de dependencia entre el que ama y el objeto
de su amor.
El equilibrio también se altera cuando uno se compara o contrasta con el
otro. "¡Nosotros somos así y ellos son diferentes!" Por ejemplo, el orgullo
nacional: ¿en comparación con qué países? El sentimiento de inferioridad:
¿comparado con quién? O el orgullo de uno mismo: ¿comparado con quién?
Donde hay oposición, inevitablemente actúan las fuerzas equilibrantes.
Su acción consiste en "apartar" a los sujetos de la contradicción o en reunir-
los, para que se pongan de acuerdo o para que se enfrenten. Si la polariza-
ción la creas tú, las fuerzas trabajarán principalmente en tu contra.

Sector del espacio de las variantes


En cada punto del espacio existe una variante de un acontecimiento con-
creto. Para facilitar la comprensión, supondremos que la variante consta de
un guión y un decorado. El decorado es la apariencia, o forma de manifesta-
ción, y el guión es el camino que sigue la materia. Por comodidad, el espacio
variante puede dividirse en sectores. Cada sector tiene su propio guión y de-
corado. Cuanto mayor sea la distancia entre los sectores, mayores serán las
diferencias de guiones y decorados. El destino de una persona también está
representado por una multitud de variantes. Teóricamente, no hay límite a los
posibles giros del destino de una persona, porque el espacio de las variantes
es infinito.
Señales
Las señales orientadoras son las que indican un giro próximo en la co-
rriente de las variantes. Si se avecina algo que podría tener un impacto signi-
ficativo en el curso de los acontecimientos, surge una señal que lo indica.
Cuando la corriente de variantes da un giro, pasas a otra línea de vida. Cada
línea es más o menos uniforme en sus cualidades. La corriente de variantes
puede cruzar diferentes líneas. Las líneas de vida se diferencian entre sí por
sus parámetros. Los cambios pueden ser insignificantes, pero la diferencia se
nota. Esta diferencia cualitativa es lo que notas consciente o inconsciente-
mente: como si algo estuviera mal.
Las señales de guía sólo aparecen cuando comienza la transición a otras
líneas vitales. Algunos fenómenos pueden pasar desapercibidos. Por ejemplo,
ha graznado un cuervo y no le has prestado atención. No sentiste ninguna di-
ferencia cualitativa, así que sigues en la misma línea. Pero si algo en el fenó-
meno te alertó, entonces es una señal. Una señal difiere de un fenómeno or-
dinario en que siempre señala el comienzo de una transición a una línea de
vida sustancialmente diferente.

Transición inducida
Las catástrofes, los desastres naturales, los conflictos armados y las crisis
económicas se desarrollan en espiral. Primero está la fase incipiente, luego la
acumulación, seguida de un clímax, con las emociones a flor de piel, y final-
mente la culminación, con toda la energía dispersa en el espacio y una calma
temporal en la situación. Así es más o menos como funciona el vórtice.
La atención de un grupo de personas queda atrapada en el bucle de agarre
de un péndulo, que comienza a oscilar cada vez con más fuerza, arrastrando
líneas de vida angustiosas. La persona responde al primer empujón del pén-
dulo, por ejemplo, reacciona ante un acontecimiento negativo, toma parte en
el amarre y se encuentra en la zona de acción de una espiral que se desenro-
lla y aprieta como un embudo.
El fenómeno de ser succionado por el vórtice se define como la transición
inducida a la línea de la vida donde uno se convierte en víctima. Su respuesta
al empuje del péndulo y la subsiguiente alimentación recíproca de la energía
vibratoria inducen una transición a la línea de vida que está próxima en fre-
cuencia a las vibraciones del péndulo. Como resultado, el acontecimiento ne-
gativo se incorpora a la capa del mundo de esa persona.

Transurfing
La palabra Transerfing no la inventé yo, me vino del mismo lugar de don-
de proceden todos los demás términos y todo el contenido del libro. Yo mis-
mo no comprendí su significado hasta hace algún tiempo. Ni siquiera está
claro cómo adaptar aquí las asociaciones. El significado de la palabra puede
interpretarse como "deslizarse por el espacio de las variantes," o "transfor-
mar una opción potencial en realidad," o "cruzar las líneas de la vida". Pero
en sentido general, si estás haciendo Transurf,(1) significa que estás haciendo
equilibrio sobre una ola de la buena suerte. Pronuncia Transerfing igual que
lo deletreas. Si a alguien le gusta deletrearlo en inglés, adelante. Sólo debes
tener en cuenta que en inglés(2) no existe la vocal suave "ye".(3)

Unidad del alma y la mente


La mente tiene voluntad, pero es incapaz de controlar la intención exter-
na. El alma es capaz de sentir su identidad con la intención externa, pero no
tiene voluntad. Ella vuela en el espacio de las variantes, como una cometa
sin guía. Para subyugar la intención externa a la voluntad, debe haber unidad
de alma y mente. Es un estado en el que los sentimientos del alma y los pen-
samientos de la mente se funden en uno. Por ejemplo, cuando uno está lleno
de inspiración gozosa, su alma "canta" y la mente "se frota las manos de sa-
tisfacción". En tal estado, uno es capaz de crear. Pero a veces el alma y la
mente encuentran unidad en la ansiedad, los miedos y el resentimiento. En-
tonces se cumplen las peores expectativas. Por último, cuando el sentido co-
mún dice una cosa y el alma se opone, significa que el alma y la mente están
enfrentadas.

Notas
(1) Del ruso: Трансерфингом, “Transerfingom,” (transbordo) se utiliza aquí como
“Transurf” (NdT).
(2) Ni en otro idioma (NdT).
(2) Del ruso: Трансерфинг, (transerfing) se pronuncia fonéticamente como “Transier-
fing,” pronunciando la (e) vocalizándola como “ie”. Como el Lector ya sabe, en el alfabeto
cirilico de 33 letras hay 10 vocales: un grupo de cinco en su versión “dura” y otro grupo en
su versión “suave” (NdT).
Anexo

Cronología del Transurfing en fechas

● Enero de 2002. El Celador, uno de los custodios del Conocimiento antiguo, ini-
ció toda la historia.
● Julio de 2003. El manuscrito del Transurfing está terminado.
● Agosto de 2003. Empiezan a publicarse extractos del libro en Internet.
● El Transurfing como nueva corriente está teniendo una notable resonancia entre
el público de Internet y los círculos esotéricos.
● Comienza la búsqueda de un editor interesado.
● Enero de 2004. Se celebra el contrato con el grupo editorial "VES," de San Pe-
tersburgo.
● Mayo de 2004. Se lanza la edición de bolsillo de "Transurfing".
● Septiembre de 2004. El libro entra en el top ten de los más vendidos en Ozono.(1)
● Octubre de 2004. Editoriales de Letonia, Bulgaria y Eslovaquia adquieren los de-
rechos para traducir y publicar Transurfing. Se realizan negociaciones con otras
editoriales extranjeras.
● Diciembre de 2004. Se completa el manuscrito del libro "Las manzanas caen al
cielo". Sale a la venta la edición de lujo de "Transurfing". La tirada total a finales
de año supera los 150.000 ejemplares. El número de lectores de la lista de correo
de Internet supera los 7.000, y su demografía abarca desde Canadá hasta Nueva
Zelanda.
● Enero de 2005. Preparando la impresión de "Las Manzanas Caen al Cielo". Un
contrato con el grupo editorial "AST," de Moscú.
● Febrero de 2005. Se completa el manuscrito "El Hacedor de la Realidad".
● Marzo de 2005. La editorial lituana "A1ta u Pega" adquiere los derechos de tra-
ducción y publicación de "Transurfing".
● Abril de 2005. Se publica el libro "Las Manzanas Caen al Cielo".
● Mayo de 2005. Se publica el libro "El Hacedor de la Realidad".

Notas
(1) Ozono. Plataforma de ventas online: https://www.ozon.ru (NdT).

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