2023
1SAMUEL 30
 David en victoria otra vez
                                           ¿Quienes eran los Amalecitas?
Eran los descendientes de Amalec, el nieto de Esaú (Gén 36:12) y moraron al sur de palestina en el Neguev.
Las escrituras registran la larga enemistad entre los amalecitas y los israelitas y la instrucción de Dios para erradicar
a los amalecitas de la faz de la tierra
                       Guerra de Israel contra los Amalecitas en Refidim (Éxodo 17:8-16)
                       La derrota en Horma (Nro 14:39-45)
                       Se unieron los Amalecitas con los moabitas (Jueces 3:13)
                       Los ataques de los amalecitas a las tierras de los Israelitas (Jueces 6:3-5)
                       Guerra de Saúl contra Amalec (1 S. 15:2-3)
                       Ataque a los Israelitas en Siclag ( 1 S. 30)
Dt 25:17-19 con esta exhortación: "Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al
encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y
trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios. Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la
tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides".
                                              El Espiritu de Amalec
En hebreo. (Amâlêq, «belicoso» o «pueblo que lame”, “pueblo que ama la pelea y la contienda”, Dividir, Maldito de
Dios.)
Es un espíritu sutil, que se levanta contra los propósitos que Dios tiene para tu vida, tu hogar y tu descendencia.
Ataca a los débiles de la fe. su meta es dividir (aleja a la gente de la iglesia, hace que no se congregue, que se
ofenda: que digan "Me lastimaron", "Me trataron mal", "No tengo ganas", "Vivo lejos", "Tengo hijos", "Me casé", "Me
separé", etc.)
Lo que activa la división es la queja: La queja atrae a Amalec. Israel se quejaba de todo en el desierto y cuando
llegaron a Refidín viene Amalec. Dios le dijo a Moisés que vaya con dos más porque estaba cansado. Porque la
queja cansa, agota, desgasta, divide, e invita a un espíritu diabólico a que te divida de Dios, de tu sueños, de tu
familia, de tus hijos, de tu compañero, de tus amigos, de la iglesia.
-Amalec se levanta sobre todo aquel que ha entendido el propósito de Dios
-Amalec siempre ataca por sorpresa : siempre vendrá por situaciones inesperadas
                                                El Espiritu de Amalec
Espíritu de odio y resentimiento y venganza
Ataca el área económica de la familia, se roba todo el Fruto de tu trabajo.
Un espíritu manipulador que trabaja por la retaguardia, es el espíritu de traición, nunca de frente , siembra chisme ,
discordia
Un espíritu que te quita pasión por la presencia del Señor.
Amalec trae al interior de tu vida, hogar y descendencia contiendas, peleas, gritería, maledicencia, división, adulterio, iras y
como consecuencia destrucción familiar.
No tiene temor de Dios.
Amalec te impide el avance hacia la conquista de tus sueños, metas y propósitos de Dios
Amalec ataca a los más débiles en la fe, a los que se van quedando atrás, dándole lugar a los deseos de la carne, aquellos
que caminan con cansancio y sin fuerzas, aquellos cristianos que caminan desanimados sin esperanza.
Solo por medio de la alabanza, la oración la intimidad con Dios y la confianza en su poder podremos derrotar al enemigo.
                                                   1 Samuel 30: 1-5
Lo que sucedió, no fue por accidente.Dios
tenía un propósito para todo esto en la
                                            La angustia de
vida de David.
Hay un toque de la justicia poética de
                                                David
Dios en todo esto. David había llevado
esta misma calamidad a otras ciudades.
1 de Samuel 27:8-11 dice que durante el tiempo que vivió entre los
filisteos, David vivió como bandido, saqueando ciudades y asolaba
David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer. Los amalecitas
fueron más misericordiosos de lo que David fue.
Dios, que es grande en misericordia, no nos disciplina tanto como
merecemos. Como un padre compasivo, modera el golpe de su mano
con bondad y amor.
                                                DOS REACCIONES                                                             1 Samuel 30: 6
              Hubo dos reacciones ante la pérdida de todo lo que tenían en Siclag:
                       El pueblo:                                                                         David:
   Los soldados de David y el pueblo que había                                   La tragedia tuvo un efecto opuesto en David. Lejos
 sobrevivido al ataque quedaron devastados; pero                                  de desanimarlo, lo hizo reaccionar. La Biblia dice
  también estaban enojados en contra de David,                                      que “se fortaleció en Dios”. Finalmente, David
  porque él había provocado a los amalecitas al                                   buscó a Dios, como no lo había hecho desde que
 atacarlos en el pasado. Era muy probable que el                                   había llegado a Filistea. El espíritu de David se
        ataque a Siclag fuera una venganza.                                      despertó y supo que tenía que buscar a Dios para
          El pueblo hablaba de apedrearlo                                         encontrar dirección de lo que debía hacer en ese
                                                                                                        momento.
A Jesús sus adversarios también quisieron apedrearlo (Jn. 8:59) (Jn. 10:31). A Esteban le apedrearon...” (Hch. 7:58).
A Pablo leemos: (Hch. 14:19).
La tentación de apedrear a los ungidos sucederá tarde o temprano en el ministerio de estos. Se les apedrea con la crítica, la falta de
Ante esta situación, “David se fortaleció en Jehová su Dios”. El secreto del ungido está en su relación con Dios. Sus
fuerzas espirituales vienen de Él. El Salmo 25 se considera que fue la oración del ungido durante su prueba.
FORTALECER: en su palabra original significa “sasac” , que quiere decir agarrarse de o aferrarse de algo.
Esta persona se aferro al árbol para poder salvar su vida, se aferro a algo más fuerte que la corriente que era ese
gran árbol.
La corriente de este mundo es igual de fuerte y va
igual de rápido, y si tratamos de agarrarnos de la
filosofía de este mundo, las religiones, los
pensamientos, los vecinos, etc.
Vamos a terminar yéndonos junto con ellos, pero
si yo recuerdo que al que si me puedo agarrar, al
que si me puedo aferrar, quien es mi árbol firme
(Dios) nada me va a poder vencer ni nada me va a poder jalar.
David se fortaleció en Jehová, él se aferró de Dios sin importarle las circunstancias, el dijo: ¡“Señor no te voy a
dejar hasta que tu no me digas que hacer”! y es la misma actitud que nosotros debemos tener en nuestra vida
diaria
                                        ¿Cómo se fortaleció David en Jehová?
1- David podía recordar el amor de Dios. En este punto de pérdida total, David vio el amor del Señor en el rechazo
de los líderes filisteos. Si Dios no los hubiera enviado de regreso a casa por el rechazo de los filisteos, hubieran
pasado meses antes de que regresaran a casa y la situación hubiera sido mucho peor.
Eso que antes lo lastimó, se volvió dulce para él ahora y la más preciada expresión del amor del Señor.
2- David podía recordar la promesa y el llamado de Dios. Podía sacudir su cabeza, despejar la niebla y decir, “Soy
un hombre ungido por Dios, llamado por Dios y tengo la promesa de Dios de que seré el próximo rey de Israel.
Tengo un llamado alto y una promesa de Dios y no me la ha quitado. Necesito empezar a vivir según ese destino”.
3- David podía recordar las veces que Dios lo liberó en el pasado. Podía decir, “Esta es una situación terrible, sin
duda. ¿recuerdan todas las veces que Jehová me liberó de situaciones difíciles en el pasado?
Si lo hizo entonces, lo volverá a hacer ahora. No me libró antes para dejarme morir ahora”.
 4- David tomó su único aliento de Jehová. (1 de Crónicas 12:19-20) le da a David una razón de aliento – hombres de
 la tribu de Manasés vinieron a él en esa ocasión y se quedaron con él cuando otros lo habían traicionado. Pero
 eso no fue mencionado como aliento para David en absoluto. “Dios estaba empezando a sanar a su siervo con una
 dosis amarga de angustia, y la evidencia de la cura es que no se fortaleció en sus nuevos amigos, ni en la
 esperanza de que otros llegaran; sino que se fortaleció en Jehová su Dios”.
 5- Lo que David dijo en su corazón en 1 de Samuel 27:1 lo llevó a este desastre; ahora, lo que se dijo a sí mismo
 para fortalecerse en Jehová lo ayudó a levantarse.
         COMO ME PUEDO FORTALECER EN DIOS
Cuando yo estoy plenamente convencido (Ro. 4:20)
Vestirme de toda la armadura de Dios (Ef. 6:10)
Creyendo de todo corazón que cualquier cosa que Cristo me pida
o que yo tenga que hacer en Cristo si lo puedo hacer. (Fil.4:13)
Orar a Dios (Sal 138:3)
Saber esperar y confiar en Dios (Is. 40:28-31)
A través de su palabra( Ef 1:17-19)
                                    David consulta a Jehová.                                           1 Samuel 30: 7-8
Ahora era tiempo de hacer algo con esa fortaleza de Jehová. Primero, David usa esta fuerza cuando consultó a Jehová.
De todo el tiempo que David pasó entre los filisteos, esta es la primera vez que leemos que busca a Dios de alguna
forma. Durante este tiempo en donde David se había descarriado y había comprometido su moral simplemente no
consultó a Jehová de esta manera.
David buscó a Dios con la ayuda del sacerdote Abiatar, casi con certeza usando el Urim y Tumim que eran parte del
efod del sacerdote. En nuestros días no tenemos un efod, pero tenemos la Biblia y el poder de la oración, David pudo
haber confiado en su experiencia militar y haber organizado a sus hombres para rastrear a los saqueadores; pero no
lo hizo. Primero consultó a Dios.
Como David debemos consultar en oración primero a Dios.
Él consulta a Dios para todo. Dios le dio a David algo que hacer (síguelos).
le dio a David una promesa al actuar (los alcanzarás, y de cierto librarás
a los cautivos). Cuando Dios nos da algo que hacer, también nos da una
promesa si obedecemos.
                  David persigue a los amalecitas que                                                 1 Samuel 30: 9-10
                         conquistaron Siclag.
Los hombres de David estuvieron a punto de amotinarse contra él. Pero desde que él se fortaleció en Jehová su Dios y
desde que consultó a Jehová e hizo lo que Dios le dijo que hiciera, sus hombres están totalmente de su lado una vez
más. No había un ejército en la tierra que pudiera derrotar a David y a sus seiscientos hombres cuando andaban en la
voluntad de Dios.
Se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor: Esto pudo haber desanimado a
David. Pero David no dejó que esta prueba lo detuviera. Puso a ese tercio de los hombres a trabajar cuidando las
provisiones, aligerando la carga de los 400 que continuarían y se puso en marcha otra vez, lleno de fe cuando Dios
tiene el propósito de bendecirnos, a menudo quita una parte de la poca fuerza que pensábamos que teníamos. No
considerábamos que nuestra fuerza estuviera a la altura de la tarea y el Señor quita incluso una parte del poco poder
que teníamos. Nuestro Dios no llena hasta que ha vaciado. Doscientos hombres tuvieron que ser separados del lado de
David antes de que Dios le diera la victoria. (Jueces 7:2)
        David y sus hombres hacen amistad con                                                              1 Samuel 30: 11-15
                 un egipcio indefenso.
A pesar de su angustia David se toma el tiempo para ayudar a un hombre (Lc 10:33-34; Mr.5:21-43).Hubiera sido fácil y
lógico ignorar a este hombre porque tenían la misión “mucho más grande” de perseguir a los amalecitas. Pero David y
sus hombres mostraron una bondad inesperada y le dieron pan, y comió, y le dieron a beber agua.
Al mostrar bondad inesperada a este egipcio, Dios le mostró a David una bendición inesperada. El egipcio prometió
guiar a David hasta el campamento de los amalecitas.
Primero, el ungido consulta. No hace nada fuera de la voluntad de Dios. Se somete a la Palabras de Dios y por eso
Dios lo respalda.
Segundo, el ungido comparte. Ve a alguien en necesidad y le da de lo que tiene. Tiene alimento para el hambriento y
sediento.
Tercero, el ungido se compadece. Dejó huir a cuatrocientos jóvenes. No les quitó la vida. Mostró compasión por ellos.
El ungido considera a la juventud. (Veremos más adelante)
      David derrota y despoja a los amalecitas,                                                          1 Samuel 30: 16-20
                recuperándolo todo.
Cuando encontraron a los amalecitas en medio de la celebración de victoria, David los sorprendió. Ellos pensaban que
todos los ejércitos filisteos e israelitas estaban muy al norte, preparándose para pelear entre sí. Habiendo tomado nota
de la situación, David y sus hombres tomaron un descanso y atacaron al amanecer, cuando los amalecitas estarían
sufriendo los soporíferos efectos del banquete y serían menos capaces de defenderse.
i. La promesa de Dios probó ser verdadera. Cuando David consultó a Jehová, Dios le prometió ciertamente los
alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos . La promesa se cumplió a la perfección, pero no fue como que David se
sentó pasivamente y dijo, “Está bien Dios, ya puedes hacerlo”. Jehová cumplió su promesa, pero usó las acciones de
David para cumplir la promesa. La promesa de Dios no excluía la cooperación de David, la promesa lo invitaba a
cooperar.
ii. “Hermano, tendrás que trabajar y esforzarte para liberarte de las deudas y las dificultades y así el Señor escuchará
tu oración. La regla es confiar en que Dios destruirá a los amalecitas y luego marchar tras ellos, como si todo
dependiera de ti mismo”.
                                       Continuación                                                        1 Samuel 30: 16-20
Este es el botín de David: Dios le dio a David incluso más de lo que prometió. Él recibió el botín de la batalla, mucho
más de lo que fue tomado de Siclag. Esta fue una bendición directa de la gracia de Dios.
i. Deberíamos ir a Jesús y por voluntad propia ofrecerle todo lo que tenemos. Entreguemos nuestras vidas a él y
digamos, “Éste es el botín de Jesús”. Entreguemos nuestros dones y habilidades a él y digamos, “Éste es el botín de
Jesús”. Entreguemos nuestras posesiones a él y digamos, “Éste es el botín de Jesús”. Entreguemos nuestra alabanza y
digamos, “Éste es el botín de Jesús”. Entreguemos nuestro tiempo y digamos, “Éste es el botín de Jesús”.
ii. Algunos se preguntan por qué a David se le permitió quedarse con el botín de los amalecitas cuando a Saúl se le
ordenó expresamente que no se quedara con botín de esa nación (1 S. 15:1-3) y fue juzgado por Dios por no obedecer
esa orden (1 S. 15:13-23). Las respuestas son simples: Primero, David no tenía ninguna orden específica de Dios de
destruir todo el botín de los amalecitas, a diferencia de Saúl. Segundo, David recuperó lo que los amalecitas tomaron
de otros, aunque recuperó mucho más de lo que fue tomado de su ciudad. Tercero, David no estaba actuando como
rey de Israel representando a la nación de Jehová, a diferencia de Saúl. En pocas palabras, en este caso las reglas
fueron diferentes para David.
                                        Continuación                                                          1 Samuel 30: 16-20
 El ungido recuperó “todo” lo que el enemigo le había quitado. Jesucristo es nuestro Ungido, nuestro “David” que le
ha arrebatado al enemigo de las almas “todo” lo que este había tomado de la raza humana, y que ahora le han sido
devuelto a la Iglesia.
1- el ungido recuperó las pertenencias. Él sabía lo que era de ellos. Es tiempo ya, de que los creyentes comienzan a
reclamar lo que el mundo le ha tomado, ha profanado y le ha dado usos viles.
2- el ungido recuperó las mujeres. Se nos dice específicamente: Los ungidos buscan la libertad de sus cónyuges.
3- el ungido recuperó los hijos e hijas. La familia es importante para todos. Al ungido le interesa ministrar a los hijos.
Hay que recuperar a nuestros hijos del mundo. Tenemos que quitárselos al enemigo.
4- el ungido recuperó las ovejas y el ganado mayor. Estos se utilizaban en el acto de la adoración. Para el ungido la
adoración y recuperar lo que corresponde a esta es de vital importancia. La adoración no se puede separar de la
unción; la unción no se puede separar de la visión; la visión no se puede separar de la misión; y la misión no se puede
separar de la Gran Comisión. Así como no podemos separar a Moisés del Pentateuco; a David de los Salmos; a
Salomón de los Proverbios; a Jesús de los Evangelios; a Pablo de las Epístolas y a Juan del Apocalipsis.
                     Se divide el botín de la batalla.                                                   1 Samuel 30: 21-25
Como regla general, cuando se obtenía botín tras una batalla, éste se dividía entre los hombres que habían peleado.
Pero en este caso, David decidió compartir el botín también con los que se habían quedado atrás
Cuando David estaba persiguiendo apresuradamente a los amalecitas, 200 hombres de entre su compañía no
pudieron continuar. Hicieron un campamento donde estaban y aligeraron la carga de provisiones de los soldados
que continuaron. Ahora David regresaba al campamento con las provisiones. Y estos hombres vieron sus propias
posesiones entre el botín de la batalla y las querían de regreso. Los malos y perversos (aparentemente había algunos
entre los hombres de David) protestaron y dijeron que sólo podían tomar cada uno su mujer y sus hijos, pero
ninguna de sus posesiones. Ahora aprendemos que entre los hombres de David había “malos y perversos” (30:22). Se
mostraron renuentes a compartir el botín con los que se quedaron.
Dios permitirá situaciones para revelar al ungido el corazón de “todos los malos y perversos”. El tiempo de discipulado
y convivencia con el ungido, la restauración que este les ministró, los privilegios recibidos no lograron ningún
cambio en su corazón. En esa, ocasión se manifestaron “todos” los de corazón malo y egoísta.
                     Se divide el botín de la batalla.                                                  1 Samuel 30: 21-25
El ungido tiene que regañar a los que se tornan egoístas cuando reciben bendiciones. Que únicamente piensan en
ellos y se olvidan de compartir con los que han quedado atrás.
Escuchemos con que autoridad el ungido se expresa: “No hagáis eso”. Decir “no” muchas veces es difícil para el ungido,
pero es necesario que aprenda a decir que “no”. Escuchemos con que ternura el ungido se expresa: “hermanos míos”.
No los trata con rudeza o autoritarismo, sino con el corazón de un hermano. Les habla como a hermanos.
Escuchemos con que agradecimiento el ungido se expresa: “de lo que nos ha dado Jehová, quien nos ha guardado, y
ha entregado en nuestra mano a los merodeadores que vinieron contra nosotros”. El ungido es agradecido por causa
de Dios. No se toma el mérito que le pertenece a Dios.
Para los que quedarían con el bagaje y los que fueron a la batalla, la recompensa sería equitativa: “les tocará parte
igual” (30:24). En la iglesia todos son bendecidos los que trabajan como los que se quedan atrás.
Muchas personas sirven al Señor de manera invisible, detrás de escena, a menudo apoyando un aspecto mucho más
visible de la obra del Señor. Dios apoyará al siervo que trabaja en lo oculto con la misma recompensa que al siervo
prominente.
                                      Continuación.                                                    1 Samuel 30: 21-25
ii. Los malos y perversos vieron el botín y dijeron, “Nosotros peleamos por este botín y nos pertenece”. David vio el
botín y dijo, “Vean lo que nos ha dado Jehová“. Cuando lo vemos de esa forma, ¿cómo podríamos no compartir?
Cuando Jehová le daba a David una gran victoria, él la veía como victoria de Jehová más que como suya.
David no sólo corrigió a estos hombres egoístas, sino que determinó una “ley en Israel”: que el botín se debe compartir
con el resto del pueblo, pues ellos también están haciendo su parte cuidando al pueblo y cubriendo otras necesidades.
Por lo demás, la ganancia es de Dios porque Él es quien da la victoria. principio debería ser declarado y creído entre
el pueblo de Dios en la actualidad.
i. Esto es de aliento para los cansados. “Ustedes de fe pequeña, ustedes desanimados, ustedes amedrentados, ustedes de
mente débil, ustedes que suspiran más de lo que cantan, ustedes que quisieran pero no pueden, ustedes que tienen un
gran corazón para la santidad pero se sienten derrotados en sus luchas, el Señor les dará su amor, su gracia, su favor,
tan ciertamente como los da a los que pueden hacer grandes cosas en su nombre”.
                     David repara relaciones tensas.                                                   1 Samuel 30: 26-31
David sabía que el tiempo que estuvo entre los filisteos tensó sus relaciones con el pueblo de Israel. Ahora sabía que
debía hacer lo que pudiera para solucionar las cosas, así que envió del botín a los ancianos de Judá. David envió botín
de la batalla a más de 13 ciudades. Evidentemente, había botín de sobra de la batalla. En esto, David es una imagen de
su grandioso hijo, Jesucristo. Cuando Jesús triunfó en la cruz, ganó la más grande de las batallas y tuvo “ botín de
sobra“. Él compartió el botín con su pueblo, como dice en Efesios 4:7-8: Pero a cada uno de nosotros fue dada la
gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio
dones a los hombres. ¡Jesús tiene botín de su victoria para darle a usted!
David es una imagen notable de Jesús en este capítulo. Note estos cinco puntos de asociación:
· Nosotros somos como los hombres de David, David es como Jesús.
· Nosotros somos como los cansados dejados atrás, David es como Jesús.
· Nosotros somos como el esclavo egipcio, David es como Jesús.
· Nosotros somos como el botín que David recuperó, David es como Jesús.
· Nosotros somos como los ancianos de Judá, David es como Jesús.