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Historia y Estructura de la Biblia

El documento describe la Biblia, incluyendo que consta de 66 libros divididos en el Antiguo y Nuevo Testamento. Explica que el Antiguo Testamento anuncia la promesa del Mesías, mientras que el Nuevo Testamento registra el nacimiento de Jesús y el inicio de un nuevo pacto entre Dios y los hombres mediante el sacrificio de Cristo.

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Historia y Estructura de la Biblia

El documento describe la Biblia, incluyendo que consta de 66 libros divididos en el Antiguo y Nuevo Testamento. Explica que el Antiguo Testamento anuncia la promesa del Mesías, mientras que el Nuevo Testamento registra el nacimiento de Jesús y el inicio de un nuevo pacto entre Dios y los hombres mediante el sacrificio de Cristo.

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Panorama del mundo bíblico

¿Donde?
Geografía, ciencia del estudio de la tierra
La Tierra Prometida
En el Antiguo Testamento
En el Nuevo Testamento
¿Cuándo?
Kairos de Dios
Tiempo humano
Historia de la Salvación
Historia de la humanidad
¿Cómo?
Registro del mensaje de Dios
Registro humano
Historia, arqueología, antropología
¿Qué es la Biblia?
Palabra de Dios
Tiempo de elaboración
Autores
Antiguo Testamento: Profecía de la salvación
Nuevo Testamento: Cumplimiento de la Profecía
Integración
Traducciones
Nociones de Bibliología
a) ¿Qué es la Biblia?
La Biblia es la palabra de Dios. Alrededor de 40 hombres recibieron la inspiración del
Espíritu Santo para plasmar en lenguaje escrito la voluntad de Dios. “Toda la Escritura es
inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la
justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra”.
(2 Timoteo 3:16-17)
La palabra “Biblia”, de origen griego y latino, significa “libros”; por lo que es un excelente
término para describirla, ya que efectivamente la Biblia es un “libro de libros”. Es decir, se
refiere a un volumen compuesto por 66 Libros y Cartas, por lo cual es como una pequeña
biblioteca portátil.
La Biblia es el Espíritu mismo de Dios plasmado en palabras vivificantes; es la Escritura
que da testimonio de nuestro Salvador Jesucristo, el camino a la vida eterna (Juan 5:39); es
la Constitución del Cielo para vivir aquí en la tierra; es el testamento de la herencia y
propósito de los hijos de Dios; es el manual de vida del creyente.
b) ¿Cómo surgió la Biblia?

El Espíritu de Dios iluminó como escribientes a hombres de diversos orígenes y lugares,


profesiones u oficios, que redactaron su mensaje. A esto se le llama inspiración. Todos
ellos escribieron del plan salvífico de Dios, del amor del Padre, de la gracia del Señor
Jesucristo y de la comunión del Espíritu Santo.

“Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Escribe esto en un libro para que


sirva de memorial”
(Éxodo 17:14)

Fue inspirada y plasmada por hombres de Dios en pergaminos y papiros en un periodo


de 1,600 años, desde el siglo XV antes de Cristo hasta el siglo I después de Cristo.

A pesar de la separación en tiempo y lugar de cada escribiente, todos los 66 Libros y


Cartas inspirados por el Espíritu Santo mantienen coherencia y concordancia en el
mensaje divino.

Fue compuesta en diversos estilos literarios: parábola, alegoría, carta o epístola, poesía,
narración histórica, canción, profecía.

Fue escrita en tres idiomas: el Antiguo Testamento en hebreo y arameo, y el Nuevo


Testamento en griego. Actualmente, la Biblia es el libro más publicado y traducido de
la historia.
Fue redactada desde diferentes regiones de África, Europa y Asia. Por ejemplo, el
Apóstol Juan escribió exiliado en la isla prisión de Patmos en el Mar Egeo; Lucas
durante los viajes misioneros acompañando al Apóstol Pablo; el Profeta Jeremías en el
calabozo y el Apóstol Pablo en la cárcel; el Profeta Daniel en un palacio de Babilonia;
Moisés en el desierto; Mardoqueo en el Palacio de Susa en Persia, y el Profeta Jonás…
quizás bajo una calabacera.

Entre los judíos, los encargados de asentar estos textos en pergaminos (pieles de oveja o
cabra) y papiros (rollos a partir de tallos entrelazados de plantas de papiro, de donde
viene la palabra papel) fueron los escribas. Ellos desarrollaron un sistema muy riguroso
para preservar la exactitud de mensaje de Dios.

c) ¿Cómo está compuesta la Biblia?

Consta de 66 libros: 39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.

En la versión de la lengua española, Reina Valera, contiene casi 1,200 capítulos:

979 en el Antiguo Testamento con 23,214 versículos.

260 en el Nuevo Testamento con 7,959 versículos.

En total contiene cerca de 770,000 palabras.

La Biblia contiene 3,573 promesas explícitas.

El versículo más largo: Ester 8:9 (77 palabras).

El versículo más corto: Juan 11:35 (2 palabras: “Jesús lloró”).

El libro más corto (por número de palabras): 3ª Carta del Apóstol Juan.

El capítulo más corto (por número de versículos): Salmo 117 con solo 2 versícu-los.

El libro más largo: Salmos (150 capítulos).

El capítulo más largo: Salmo 119 (176 versículos)

Cinco libros constan de un solo capítulo: Abdías, Filemón, Judas, 2ª y 3ª Cartas de


Juan.
¿Cómo surgió esta división en capítulos y versículos?

La división sistemática de la Biblia en capítulos fue hecha en el siglo XIII d.C. por
Stephen Langton, un clérigo inglés y profesor de Teología de la Universidad de Paris. Él
realizó la división de la versión en latín conocida como “La Vulga-ta”, recién revisada y
perfeccionada en su traducción. Esta aportación al estudio de la Biblia fue tan provechosa
que los judíos la incluyeron en la versión hebrea que ellos utilizaron por siglos.

Hacia 1528, la subdivisión en versículos mediante numeración fue tarea de Santos


Pagnino, un fraile dominico de ori-gen judío nacido en Italia. El perfeccionamiento de este
sistema se debe a Robert Essien, un editor protestante de ori-gen francés que publicó en
1555 una edición del Nuevo Testamento en griego con versículos enumerados.

Hacia finales del siglo XVI, el sistema de capítulos y versículos comenzó a


consolidarse en la edición de la Biblia en sus diferentes idiomas y versiones.
Es importante notar que el número de capítulos y versículos varía en todos los
idiomas y versiones, por las peculiari-dades propias del idioma, el tipo de traducción, el
canon utilizado y su disposición en cada edición.

En la actualidad, otra innovación es el uso de abreviaciones a los nombres de los


Libros y Cartas, que varían según la edición o versión de la Biblia. Estas abreviaciones se
localizan en el índice general de cada Biblia impresa.

Aquí un ejemplo: Ex. 3:14-18 significa: Libro de Éxodo, capítulo tres, versículo
catorce al dieciocho.

¿Por qué hay un Antiguo Testamento y un Nuevo Testamento? ¿Cuál es la diferencia?

Toda la Biblia da testimonio de Jesucristo y de su misión salvífica. El Antiguo Testamento


registra la Ley de Dios y anuncia la promesa de la venida del Mesías, en tanto que el Nuevo
Testamento registra el nacimiento de Jesús, su ministerio como El Mesías y la consumación
de su misión con el inicio de un nuevo pacto entre Dios y los hombres, sustentado en Su
sangre y Su carne median-te el sacrificio en la cruz.

“Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados”

(Mateo 26:28)

El Nuevo Testamento no sustituye al Antiguo Testamento. En palabras de Jesús: “No


piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos, sino a darles
cumplimiento. Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde
de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido”. (Mateo 17-18). Lo cierto es que
nadie puede cumplir todos los preceptos del Antiguo Testamento, sólo Jesucristo, Dios
encarnado, pudo hacerlo concedién-donos la gracia del cumplimiento de la ley de Dios en
su propio cuerpo.

“Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia”

(Romanos 10:4)

El tener compendiados los libros de la Biblia en un solo canon hace que muchas veces se
pase por alto que se divide en dos testamentos o pactos. El Antiguo Testamento comprende
las escri-turas, en hebreo, de la Ley, los Profetas y los Escritos; en tanto que el Nuevo
Testamento com-prende las escrituras, en griego, sobre el cumplimiento de la Ley y los
Profetas. La diferenciación de Antiguo y Nuevo se hizo a partir del siglo II d.C. cuando se
conformó el canon bíblico. Hay un período de 430 años inter testamentario durante el cual
hubo “un silencio de Dios” y solo se es-cribieron libros de inspiración humana, conocidos
como apócrifos o deuterocanónicos, que no se encuentran en el canon hebreo del Antiguo
Testamento. Los deuterocanónicos proceden de la versión griega Septuaginta, la cual era
muy utilizada en tiempos de Jesús, misma que se tradujo al latín y de ahí a diversas
versiones en español; en general estos libros apócrifos tienen un valor histórico y es una
realidad incuestionable que no fueron citados por Jesucristo ni por los Apósto-les en el
Nuevo Testamento.
¿Por qué hay un Antiguo Testamento y un Nuevo Testamento? ¿Cuál es la diferencia?

Toda la Biblia da testimonio de Jesucristo y de su misión salvífica. El Antiguo Testamento


registra la Ley de Dios y anuncia la promesa de la venida del Mesías, en tanto que el Nuevo
Testamento registra el nacimiento de Jesús, su ministerio como El Mesías y la consumación
de su misión con el inicio de un nuevo pacto entre Dios y los hombres, sustentado en Su
sangre y Su carne mediante el sacrificio en la cruz.

“Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el


perdón de pecados”
(Mateo 26:28)

El Nuevo Testamento no sustituye al Antiguo Testamento. En palabras de Jesús: “No


piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos, sino a darles
cumplimiento. Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde
de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido”. (Mateo 17-18). Lo cierto es que
nadie puede cumplir todos los preceptos del Antiguo Testamento, sólo Jesucristo, Dios
encarnado, pudo hacerlo concediéndonos la gracia del cumplimiento de la ley de Dios en su
propio cuerpo.

“Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia”
(Romanos 10:4)
El tener compendiados los libros de la Biblia en un solo canon hace que muchas veces se
pase por alto que se divide en dos testamentos o pactos. El Antiguo Testamento comprende
las escrituras, en hebreo, de la Ley, los Profetas y los Escritos; en tanto que el Nuevo
Testamento comprende las escrituras, en griego, sobre el cumplimiento de la Ley y los
Profetas. La diferenciación de Antiguo y Nuevo se hizo a partir del siglo II d.C. cuando se
conformó el canon bíblico. Hay un período de 430 años inter testamentario durante el cual
hubo “un silencio de Dios” y solo se escribieron libros de inspiración humana, conocidos
como apócrifos o deuterocanónicos, que no se encuentran en el canon hebreo del Antiguo
Testamento. Los deuterocanónicos proceden de la versión griega Septuaginta, la cual era
muy utilizada en tiempos de Jesús, misma que se tradujo al latín y de ahí a diversas
versiones en español; en general estos libros apócrifos tienen un valor histórico y es una
realidad incuestionable que no fueron citados por Jesucristo ni por los Apóstoles en el
Nuevo Testamento.

Sistemas de traducción de la Biblia y clasificación de sus versiones

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