EUCARISTÍA CONFIRMACIÓN ADULTOS
ENTREGA DE LA PALABRA DE DIOS Y ORACIÓN EL CREDO
I. RITOS INICIALES
GUÍA: Bienvenidos hermanos a esta Eucaristía.
Seguimos viviendo la Cuaresma como preparación e inicio de la Pascua.
Cristo es la luz que nos sigue guiando a través de los acontecimientos
como la sanación del ciego de la liturgia de hoy, que nos preparan para
contemplar gozosos la gloria de la resurrección.
El grupo de catequesis de Confirmación adultos de nuestra
Parroquia hoy ha vivido una jornada de recogimiento y reflexión, en
donde se han dejado amar por Dios, han escuchado su voz a través de
la Palabra y compartido en fraternidad. Este grupo de catequizando
recibirá la Biblia, para continuar descubriendo en ella el Camino, la
Verdad y la Vida. Y, además, la oración “El Credo”, símbolo de nuestra
Fe, el pilar y el cimiento de todo creyente.
Con una actitud de acogida y humildad, a la que somos invitados
y reconociendo nuestra necesidad de Dios, comencemos esta
celebración.
Los invito a ponerse de pie para recibir a nuestro celebrante,
quien nos preside en la fe, cantando.
SALUDO SACERDOTE
ACTO PENITENCIAL
GUÍA: Señor Jesús, toca nuestros ojos y ábrelos a nuestras faltas y pecados.
Señor, ten piedad…
GUÍA: Cristo Jesús, toca nuestros oídos y ábrelos a los gritos de los pobres y
de los que viven solos.
Cristo, ten piedad…
GUÍA: Señor Jesús, toca nuestros corazones y ábrelos a tu amor y tu verdad.
Señor ten piedad...
CANTO
ORACIÓN COLECTA
ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA
GUÍA: Mediante este sencillo gesto, el grupo de confirmación quiere expresar
el deseo de encontrarse con Cristo, Camino, Verdad y Vida,
reconociendo la presencia misma de Dios en su Palabra.
(Ingresa la Palabra de Dios en alto, la lleva un catequizando y acompañada
por 2 cirios encendidos, 2 catequizando)
II. LITURGIA DE LA PALABRA
GUÍA: Dios no juzga a las personas conforme a su apariencia, sino que mira al
corazón. David, el menor y más joven, es elegido y ungido rey.
PRIMERA LECTURA (Lee un confirmado)
SALMO RESPONSORIAL (Lee un confirmando)
GUÍA: La luz de Cristo brilla sobre nosotros desde el bautismo. Somos, por lo
tanto, hijos de la luz, llamados a producir frutos de bondad, justicia y
verdad.
SEGUNDA LECTURA (Lee un confirmando)
ENTREGA DE LA PALABRA DE DIOS
GUÍA: Cada catequizando va a recibir de manos de nuestro párroco la Biblia,
Palabra de Dios, no para guardarla en un estante, sino para leerla y
practicarla.
Invitamos a cada uno de los catequizando a que se puedan acercar
adelante en procesión y nosotros acompañamos con un canto.
CANTO “Tu Palabra me da vida”
EVANGELIO
CANTO “Tu Palabra me da vida”
HOMILÍA
BENDICIÓN Y ENTREGA DE LA ORACIÓN EL CREDO
GUÍA: invitamos al padre David a bendecir el Símbolo de nuestra fe.
(El celebrante bendice los pergaminos con la oración El Credo)
E invitamos a los catequizando para que se acerquen a recibir la
oración El Credo.
(Cuando todos hayan recibido el pergamino se distribuyen por todas
partes del templo para orar todos juntos nuestra profesión de fe).
PROFESION DE FE
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia, el pueblo de Dios, para que ayudemos a que la luz de
Cristo brille en este mundo y proclame su mensaje de verdad y amor
en lenguaje de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
2. Por el Santo Padre el Papa Francisco, nuestro administrador el padre
Néstor Veneros y todos los sacerdotes, en especial por nuestro
párroco, el padre David Vargas, por las hermanitas de la Congregación
Marta y María, para que el Señor Jesús fortalezca cada día su fe,
esperanza y caridad, y puedan ser luz entre nosotros. Roguemos al
Señor.
3. Por los gobernantes de las naciones, para que, abriendo sus ojos a las
necesidades de los pobres, enfermos y desplazados, puedan atender y
ayudar al progreso de los pueblos. Roguemos al Señor.
4. Por nuestra comunidad parroquial y sus agentes pastorales, que,
fortaleciendo su fe, alentando su esperanza y acrecentando su caridad,
sepamos atender las necesidades de los hermanos. Roguemos al
Señor.
5. Por los niños y los jóvenes, para que descubran en Jesucristo el signo
de luz y esperanza y se comprometan a seguirlo, teniendo una visión
más justa y equitativa. Roguemos al Señor.
6. Por nuestras familias y especialmente por las familias que pasan
situaciones difíciles, para que aprendamos allí a ser luz en nuestro
mundo. Roguemos al Señor.
7. Por las personas con capacidades diferentes, las que carecen del pan
de cada día y las maltratadas, para que veamos en ellas la imagen de
Cristo sufriente y sepamos atender sus necesidades. Roguemos al
Señor.
8. Por este grupo de Confirmación adultos, para que esta Eucaristía que
celebramos les ayude a vivir más y mejor el seguimiento de Jesucristo.
Roguemos al Señor.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
GUÍA: Presentamos alimentos no perecibles para los más necesitados.
Te presentamos en el Altar los dones de Pan y Vino que se convertirán
en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
CANTO PARA EL OFERTORIO
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
PREFACIO
PLEGARIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN DEL SEÑOR: Padre Nuestro
RITO DE LA PAZ
FRACCIÓN DEL PAN: Cordero de Dios
COMUNIÓN
GUÍA: La abundancia de la vida de Dios viene a nosotros al recibir en
alimento al mismo Cristo.
«Preparas una mesa ante mí» hemos dicho con el salmista. Dios nos ha
preparado hoy la mesa del altar; acerquémonos a participar de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
MONICIÓN DE DESPEDIDA
GUÍA: Reanimados por la participación nuestra en esta Santa Eucaristía,
vayamos hoy a nuestros hogares a seguirnos preparando para la
Pascua con Cristo.
Nuestra celebración ha terminado. Nos despedimos cantando.
CANTO FINAL
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de Samuel 16, 1b. 6-7. 10-13a
El Señor dijo a Samuel: “¡Llena tu frasco de aceite y parte! Yo te envío a Jesé,
el de Belén, porque he visto entre sus hijos al que quiero como rey”.
Samuel fue, purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Cuando ellos
se presentaron, Samuel vio a Eliab y pensó: “Seguro que el Señor tiene ante
Él a su ungido”.
Pero el Señor dijo a Samuel: “No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su
estatura, porque Yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre;
porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón”.
Así Jesé hizo pasar ante Samuel a siete de sus hijos, pero Samuel dijo a Jesé:
“El Señor no ha elegido a ninguno de éstos”.
Entonces Samuel preguntó a Jesé: “¿Están aquí todos los muchachos?”
Él respondió: “Queda todavía el más joven, que ahora está apacentando el
rebaño”.
Samuel dijo a Jesé: “Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa
hasta que llegue aquí”.
Jesé lo hizo venir: era de tez clara, de hermosos ojos y buena presencia.
Entonces el Señor dijo a Samuel: “Levántate y úngelo, porque es éste”.
Samuel tomó el frasco de óleo y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y
desde aquel día, el espíritu del Señor descendió sobre David.
(Hacer una pausa de 3 segundos y decir…) Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
R. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
R. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
R. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
R. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por los años sin término.
R. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso 5, 8-14
Hermanos:
Antes, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como
hijos de la luz. Ahora bien, el fruto de la luz es la bondad, la justicia y la
verdad. Sepan discernir lo que agrada al Señor, y no participen de las obras
estériles de las tinieblas; al contrario, pónganlas en evidencia. Es verdad que
resulta vergonzoso aun mencionar las cosas que esa gente hace ocultamente.
Pero cuando se las pone de manifiesto, aparecen iluminadas por la luz,
porque todo lo que se pone de manifiesto es luz.
Por eso se dice:
“Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te
iluminará”. (Hacer una pausa de 3 segundos y decir)
Palabra de Dios.