Ensayo: LA CONCIENCIA AMBIENTAL
¿Desastres naturales o provocados? ¿Podemos hacer algo? ¿Estamos a
tiempo?
Introducción
Según un informe de la ONU del año 2022, la crisis climática y la desigualdad económica para
enfrentar sus consecuencias son un problema global con secuelas palpables.
Durante el año 2021, 10 mil personas murieron producto de desastres naturales y se
perdieron alrededor de US$280 mil millones en todo el mundo i.
Las sequías, inundaciones, olas de calor y de frío, tormentas tropicales cada vez más severas y
habituales o animales extintos o introducidos artificialmente que desequilibran ecosistemas
enteros es una realidad que ya está entre nosotros.
Sin conciencia ambiental y sin soluciones integrales, estos desastres son solo el
comienzo de una nueva normalidad…. O simplemente el fin de todo.
Las poblaciones más afectadas por estas situaciones fueron las de bajos recursos que viven
en condiciones precarias y sin el dinero suficiente para prepararse para estos incidentes o
recuperarse luego.
Al mismo tiempo, los ecosistemas más dañados son los que más sufren los embates
ambientales y tienen luego menor recuperación, contribuyendo al mismo tiempo a la crisis
climática y a la pérdida de biodiversidad.
El estudio desarrollado por la ONU sostiene que las condiciones climáticas y políticas
que producen estos desastres están interconectadas. Por ejemplo, la deforestación
conduce a la erosión del suelo, lo que genera al mismo tiempo, en distintas partes del mundo,
sequías, aludes o tormentas de arena.
Datos que alarman
Desde la revolución industrial, la temperatura global subió 1,2° y, debido a la gran cantidad de
emisiones de gases efecto invernadero, es probable que las olas de calor sean tres veces
más frecuentes en 2030 de lo que eran en 2001.
El crecimiento de la minería a cielo abierto está causando devastación de los terrenos
contaminando las aguas de los ríos, vertientes y napas e intoxicando a las poblaciones
cercanas; mientras que la minería de arena (ilegal en algunos casos) destruye las costas y
los ecosistemas marítimos y, al mismo tiempo, se pone cada vez más en riesgo a las
ciudades que miran al mar. Este fenómeno produce un movimiento migratorio hacia las
ciudades del centro que se pueblan cada vez más y demandan más urbanización produciendo
más contaminación. Un círculo vicioso.
Por su parte, el aumento de las temperaturas por el cambio climático, el crecimiento del
turismo y la urbanización están provocando incendios forestales que causan estragos en
hábitats únicos en el mundo, con daños irreparables.
Según las proyecciones de la ONU, para 2050 el calentamiento global exacerbará las
sequías y la mitad de la población mundial vivirá en áreas de escasez de agua ii.
En cuanto a la pesca ilegal está exterminando especies enteras que alteran el equilibrio de las
biósferas marinas gravemente, mientras que la introducción de especies No Autóctonas hacen
lo suyo, como el castor en Ushuaia, que a raíz de las inundaciones que producen sus diques
anegan y exterminan cientos de miles de hectáreas de bosques milenarios.
Por último, uno de los peores males a los que estamos sometidos los habitantes de este
planeta son los microplásticos. Partículas diminutas que se desprenden de casi todo lo que
consumimos y producimos están presentes en el agua, en las comidas de mar, en la cerveza,
en la miel, en la sal, en las frutas y las verduras... Cada vez que ingerimos alguno de estos
alimentos, comemos plástico por una cantidad equivalente a una tarjeta de crédito por
semana o 250 gramos de plástico al año iii. La prueba fehaciente de los daños que está
produciendo lo reflejan las estadísticas con crecimientos alarmantes en los casos de
cáncer, enfermedades cutáneas y respiratorias en el mundo entero.
Conclusiones
Las políticas públicas medioambientales deben existir para mejorar, impulsar y promover
prácticas de consumo cada vez más responsables por parte de los habitantes de este plantea,
aunque será necesario concientizar al menos al 30% de la población mundial para lograr
un cambio real.
Pero quienes realmente tienen el poder de cambio son las industrias, porque es allí donde
radica la verdadera diferencia, en el impulso y la promoción de sistemas de producción
sustentables, que sustituyan el uso de los combustibles fósiles, disminuyan la emisión
de dióxido de Carbono, utilicen menos agua dulce y por sobre todo reduzcan
drásticamente la generación de residuos contaminantes básicamente el plástico.
Es momento que los líderes que tienen el poder económico y político asuman el compromiso
que deben con el resto del mundo evaluando modos de financiamiento y supervisión en la
ejecución de programas que también traccionen para garantizar modalidades de consumo y
producción sostenibles; Que organismos multilaterales subsidien investigaciones científicas
que permitan lograr materiales sustitutos al plástico, que sean biodegradable; Que los
estados extremen las medidas de control para evitar prácticas abusivas con el medio
ambiente y promuevan subsidios a las industrias para sustituir los actuales métodos de
producción por prácticas productivas que reduzcan la emisión de CO2; Que se
promuevan leyes que limiten el uso de plásticos vírgenes y la prohibición de fabricación de
bolsas de residuos plásticas, vajilla plástica, sorbetes y demás desechables; y Que los países
impulsen la educación medioambiental como materia curricular desde el nivel inicial, entre
otras medidas.
En 1949 el término “contaminación ambiental” se introducía por primera vez en la agenda de la
Organización de las Naciones Unidas, porque ya comenzaba a vislumbrarse como el futuro
flagelo del Mundo. Hoy, en 2023, y luego de 74 años de debates, tratados y pactos,
pareciéramos tener una última oportunidad antes de concretar aquella profecía.
i
Datos del estudio “Desastres interconectados (Interconected disaster risks)” de la Universidad de las Naciones Unidas
(UNU-EHS)
ii
Según el reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático en la ONU (IPCC).
iii
Según datos del CONICET https://ier.conicet.gov.ar/comemos-el-plastico-de-una-tarjeta-de-credito-cada-semana/