Jacques-Alain Miller on line
24-06-2017
Jacques-Alain Miller: Curso de psicoanálisis
El encuentro de esta mañana nació de un deseo, el mío, el de ubicar yo mismo el punto de capitón del periodo
que transcurrió desde el 1ro de marzo de este año y durante el cual algo bastante crucial y conmovedor
ocurrió, como para que pueda decir que se abre para el Campo freudiano un año cero. Es decir un nuevo
comienzo, un cambio, una transfiguración, una aufhebung según el término de Hegel. Y lo dije como se me
apareció: "Todo comienza sin ser destruido para ser llevado a un nivel superior." Esencialmente eso es el
punto de capitón que buscaba, el significante año cero que interpreta el período transcurrido en lo que
concierne al Campo freudiano. ¿Es justo llamarlo una interpretación?. Me parece que sí. Una interpretación es
en primer lugar, un significante que percute, que hace olas y el texto que titulé "Campo freudiano año cero" y
que fue difundido por internet, hizo olas en el Campo freudiano y mucho más allá de lo que preveía. Y, en un
segundo tiempo, una interpretación tiene un efecto de significación para esclarecer un enunciado, un texto a
desarrollar, y aquí de eso se trata. En una primera aproximación digamos que algo fue tocado, cuestionado en
el fundamento mismo del discurso analítico porque la Escuela de la Causa freudiana de manera unánime a
nivel de sus instancias hizo algo que, según lo que conozco, nunca había sido hecho antes en la historia del
psicoanálisis, irrumpir en la plaza pública, tomar partido en una consulta electoral, llamar a la opinión de los
conciudadanos y movilizarse en toda la extensión del territorio nacional. Nunca se hizo en la historia del
psicoanálisis. Hemos dado un paso que es nuestro, tenemos que dar cuenta de eso y fundarlo.
No podía sernos indiferente que nunca se lo haya hecho en la historia del psicoanálisis porque desde el
comienzo, el Campo freudiano juega la partida en que Lacan se comprometió en el momento de fundar su
Escuela el 21 de junio de 1964, un movimiento de oposición al curso que en ese momento seguía el
organismo establecido por Freud mismo para decir lo verdadero sobre lo verdadero del psicoanálisis, para
vigilar y orientar la práctica delpsicoanálisis y su devenir. La que Lacan fundó en 1964 hace 53 años fue una
Escuela disidente, en ruptura pero que pretendía restaurar, restablecer la verdad freudiana, volver a la fuente
freudiana. Puedo leer el parágrafo, el único que en el "Acto de fundación" expone las finalidades de esa
fundación, el resto del texto está dedicado a poner en marcha un funcionamiento a mínima. En la página 247
de los Otros escritos, segundo parágrafo. En el primero da el nombre provisorio que encontró para su
Escuela, Escuela francesa de Psicoanálisis, reservando por prudencia su nombre definitivo, Escuela freudiana
de París : "Este título - este parágrafo es una sola frase - en mi intención representa el organismo en el que
debe cumplirse un trabajo que en el campo que Freud abrió, restaure el filo cortante de su verdad que vuelva
a llevar la praxis original que él instituyó con elnombre de psicoanálisis al deber que le corresponde en
nuestro mundo; que mediante una crítica asidua, denuncie en él las desviaciones y las concesiones que
amortizan suprogreso al degradar su empleo". Vemos planteadas en una frase una fundación y una ambición
e incluso este parágrafo, esta fundación, esta ambición animó la fundación de la Escuela de la Causa
freudiana. Es decir que la ECF lo tomó a su cargo, a su cuenta, y juega la partida de Lacan, la partida que él
jugaba con el psicoanálisis. Entonces, que lo que hemos hecho no haya sido hecho nunca antes, nos obliga a
dar cuenta frente al psicoanálisis, de asumir esta parte en relación con el psicoanálisis. Es un hecho que al
término de esos años Lacan decidió disolver el organismo que creó en junio del 64, la disolvió porque se
volvió de ahí en más inepta y funcionando a contracorriente de aquello para lo cual la había creado. Se
produjo entonces en 1980/81, la dispersión de los alumnos de Lacan, su diáspora, y lo que distinguió la
Escuela de la Causa freudiana entre todos los grupos que se formaron fue sin duda y según sus términos fue
adoptada por Lacan y presidida por él el último año de su vida, y sobre todo es que fue fundada con la
decisión de tomar el relevo de la Escuela freudiana de París en cuanto a su finalidad fundamental, la decisión
de ponerse en el camino del acto de fundación de Lacan. Fue ciertamente un año cero, todo tenía que
recomenzar en 1980 para ser llevado a un nivel superior pero a partir de un campo de ruinas, porque todo o
casi todo se había demolido. Retomo mi fórmula, ¿para ser llevado a un nivel superior, en qué? En primer
lugar que la Escuela freudiana había sido de Paris, alguien había dicho no sin pertinencia, que era la Escuela
de la rue de Lille, de aquellos que habían pasado por allí. Cuando Lacan se aventuró más lejos, no conoció
más que fracasos. En Bélgica donde iba a menudo, tenía alumnos, esperaba que ellos crearan una Escuela
de su orientación, prefirieron juntarse con colegas de diferentes orientaciones que Lacan consideraba
extrañas al psicoanálisis y crearon la Escuela belga de psicoanálisis. En Italia, donde iba con grandeleite tuvo
analizantes, intentó una mini estratagema para obtener que crearan de un grupo, una comunidad, fracasó. No
hablemos de Suiza, de Ginebra, llegó a hacer algunas visitas, lo que allí dio raíces fue la Sociedad
psicoanalítica de París. España no existía desde el punto de vista psicoanalítico con respecto a París. Sólo la
Argentina hizo insignia, a través de Oscar Masotta, que se exilió luego en España donde participó
ampliamente en el origen de lo que existe hoy. En los últimos tiempos de la Escuela freudiana de París ,
algunos argentinos comenzaron a viajar y visitar en ocasiones a Lacan. La ECF, la Escuela de la Causa
freudiana fue de entrada algo completamente diferente, de entrada pensó el mundo..El primer Encuentro
Internacional, que se volvió primero porque hubo una continuidad, al principio era "El" Encuentro Internacional,
tuvo lugar en Caracas en 1980 con la presencia de Lacan, su último seminario público, ese es el fundamento
de lo que se desarrolló después y nos dio la Asociación Mundial de Psicoanálisis de la que Miquel Bassols
aquí presente es el presidente actual. Ese ha sido el comienzo de una larga serie de Encuentros y, desde el
principio, la Escuela de la Causa freudiana fue deportada fuera de París y veló por su responsabilidad en
relación con los colegas de otras partes. Después de la creación de la Escuela freudiana de París hace 53
años, y esos 53 años se dividen así:
16 años
37 años
EFP ECF
64 67
[--------------]----------------------------------]----------------------------------------------------------]
16 años, duró la Escuela freudiana de París, y estamos en el año 37 de la ECF. Tenemos ahora más del
doble de la edad de la Escuela Freudiana de París, no es todo pero en términos de duración es algo. Si
comienza en el 64,hubo en el 67, lo veremos luego con el trabajo de Hervé Castanet, la crisis del pase que,
en cierto modo, ya condicionaba la disolución de esta Escuela.
¿Entonces, cuál es el paso que hemos dado en 2017? Podemos calificarlo con un término sartreano que ha
pasado al lenguaje corriente, comprometerse. Es un término sobre el que deberemos volver sin duda el año
próximo, aquí limito lo que tengo que decir a la idea del punto de capitón. Hay una dialéctica del compromiso
que vale la pena reconstituir en Sartre, vale también la pena volver a su fuente que se encuentra en el primer
Heidegger, el de Ser y tiempo. No lo he releído para esta circunstancia, pero en Heidegger el término que se
pone en evidencia es resolución. El dasain se resuelve a anticipar una acción y todo gira en torno de lo que
Heidegger llama deraugenblick, el instante. Jean Beaufret, maestro de los estudios heideggerianos en
Francia, fue a buscar a Heidegger en el momento de la desnazificación, Dios sabe que tenía razones para no
sentirse completamente blanco. Beaufret que fue a verlo entonces y que era profesor en Condorcet creo, se
volvió el heideggeriano francés que formó una escuela fuerte de traductores y comentadores y también fue
paciente de Lacan, por él Heidegger visitó a Lacan en su casa de campo de Guitrancourt. Beaufret escribió un
libro que pasa de Sartre a Heidegger y que se llama Del existencialismo a Heidegger y define de manera muy
linda der augenblick: "El instante es de este modo el presente que súbitamente toma un sentido, es la
existencia misma súbitamente movilizada que se ilumina presentemente en sus posibilidades más profundas,
volviéndose a partir de allí y a fondo, enfrentamiento o resignación, resolución o abandono, liberación o
servidumbre, frente a la alternativa que la pone a la espera de decidir por ella misma eligiendo. Si miramos el
viejo sentido de las palabras - escribía de una manera preciosa - la mejor traducción del alemán augenblick,
sería el francés elección (choix), porque el sentido antiguo dechoisir (elegir) es ver". Sin duda tenemos aquí la
fuente del "instante de ver". En efecto, a partir de la indicación que encontré en Beaufret, fui al Bloch et von
Wartburg, y en efecto choisir, que está certificado en el siglo XII, tiene el sentido de percibir hasta fines del
siglo XVI, y una notación interesante que está confirmado en el Diccionario Histórico de la Lengua
Francesa de Robert, el sentido de regarder (mirar), para la palabra elegir solo sobrevive en Suiza romanda.
La primer pregunta que le haremos a nuestro amigo Ansermet cuando venga es si hay ese uso de la palabra
elegir. El Diccionario Histórico de la Lengua Francesa, explica que la palabra elegir viene del gótico caushan,
que quiere decir gustar, examinar, probar y que tiene la misma raíz que gustare en latín. Es decir elegir es
saborear y el sanscrito yosayata, significa "tener placer en". Y el sentido antiguo que es, distinguido por la
vista, ver claramente, percibir, en el siglo XVII. El nuevo sentido era preferir, tomar preferencias que eclipsó
elegir, se dice más comúnmente choisir que élire. Se trata de elección, y sobrevive en las expresiones que
califican lo mejor de una mercadería se dice, por ejemplo, una primera elección y allí se unen a la vez la
elección y el gusto. Para nosotros tiene un gran interés porque la herejía de la que hacemos una bandera
encuentra allí el lugar donde se ancla muy profundamente en la lengua y vemos que lo pertenece al registro
de la elección también pertenece al registro del gusto.
No tenía esta referencia de Beaufret y del diccionario cuando escribí la Crónica que quizá leyeron en internet.
Allí evocaba el silencio de la naturaleza que deprime a los físicos nucleares de Ginebra, y después de
apasionarme por el artículo supe que era un gran clásico, que a la naturaleza le gusta esconderse y que
frente a esa alternativa decía por qué a algunos les gusta salmodiar que a la naturaleza le gusta esconderse,
celebrar ese misterio, y otros, por el contrario, no saben qué hacer para hacerla responder, y cuando
finalmente dije esa elección es una cuestión de gusto me di cuenta al hacer esta pequeña búsqueda que
estaba fundado, que hay un parentesco entre elección y gusto. La elección no puede pensarse solo a nivel de
idealidades, las elecciones están enraizadas en el cuerpo, en el goce del cuerpo, según el término que
empleamos después de Lacan, en el sinthome.Para no ser los fariseos de nuestras propias elecciones y
pensar que nuestro gusto es bueno y el de los otros es necesariamente malo. Es una guerra del gusto, según
la feliz expresión de Philippe Sollers.
Nuestro registro de la elección, del compromiso entra en contradicción con la noción más familiar que
tenemos de la posición analítica, menos entre nosotros que en otros lugares, la noción que define la posición
analítica por neutralidad benevolente. Esto hizo que un psicoanalista que frecuentó a Lacan, que tenía
consideración por Lacan, aunque se apoyó en las elaboraciones que hizo sobre Jaques Derrida, se
comprometió fuertemente en cuestiones humanitarias y políticas en relación con el psicoanálisis, alguien al
que nombro, Rene Major y con el que me crucé el año pasado, le dije que queríamos su firma para la
campaña de los psicoanalistas contra MarineLe Pen, no pudo evitar en un momento decir : "¿les corresponde
a los psicoanalistas hacerlo?" y entonces pensé que si alguien como él tiene dudas que ocurrirá con los otros
colegas, algunos incluso en la Escuela de la Causa freudiana, que fue unánime a nivel de sus instancias, pero
no a nivel de sus miembros. Y vemos que hemos hecho como si fuera una posición axiomática del
psicoanalista no tomar partido. El término neutralidad no está en Freud es la traducción que James Stratchey
dio en lengua inglesa de lo que Freud llama en alemán,indifferenz, la indiferencia, palabra que figura en el
texto de 1915 "Observaciones sobre el amor de transferencia" si no me equivoco.
Y neutralidad benevolente como sintagma fijo, según las referencias que encontré, lo instala Edmund Bergler
en 1937, - Lacan habla de él al menos una vez en su seminario, escribió un libro que se llama "La neurosis de
base". El uso de neutralidad benevolente es frecuente entre nuestros colegas americanos, ingleses y de
Europa del Norte, en Francia su uso fue moderado, pero de todos modos constituye el wall paper de la
posición analítica, el telón de fondo que ya no se ve pero cuando uno se aleja hay un pequeño malestar.
Freud en los textos recopilados por la Presse Universitaire de France con el título De la técnica psicoanalítica,
a los que se refiere Lacan cuando habla de "Los escritos técnicos de Freud", trata de enseñar la posición
analítica en la cura al debutante - hubo una época en que todo el mundo era debutante, salvo él, también él-
tenemos el texto de 1912 "Consejos al médico", es importante porque son los consejos de Freud a minúscula,
consejos al analista, que mantenga la misma atención, gleichschwebend. Es la palabra que me faltaba, que
no recordé en un diálogo con Michel Onfray, trataba de explicarle que la atención flotante no quiere decir que
el analista puede dormir y término que Lacan restituyó diciendo que se trata de la misma atención.Tenía la
palaba gleich en la cabeza: igual, pero había olvidado schwebend, y miré el diccionario, el verbo schweben, y
encontré tres sentidos:planear, estar en suspenso, flotar. Sin duda eligieron atención flotante porque era más
agradable porque parece instalar algo flu, una vacilación, mientras que es exactamente la puesta en suspenso
igual, con el fin de evitar lo que Freud consideraba un peligro: "tan pronto como uno tensa adrede su atención
hasta cierto nivel, empieza también a escoger entre el material ofrecido...corre el riesgo de no hallar nunca
más de lo que ya sabe." Pide al analista en su ejercicio que no haga elecciones previas, proscribe la elección
a nivel de la cura, a nivel de la escucha. Este postulado de la atención igual lo da como la contrapartida de la
exigencia a la que se somete el analizante de decir todo sin seleccionar. Entonces ni uno ni otro seleccionan.
Recomienda explícitamente escuchar sin preocuparse por fijar, no hacer esfuerzo de memoria, diciendo que
lo que es necesario aparecerá en el momento en que haga falta. El consejo b. se deduce de esto, no tomar
notas durante la sesión sino después, una especie de proscripción de la memoria, de la inscripción que ya
implicaría una elección, confiar en el inconsciente, en el analista. Los consejos c. y d. conciernen la
preocupación científica, si quiere hacer una exposición científica con el caso que tiene que comunicar, no se
hipnotice con la necesidad de ser exacto, no se trata de eso, el caso exacto se exige en la psiquiatría, no por
eso confiarán en el desarrollo. También pide que no se hagan construcciones conceptuales mientras el caso
está activo, o bien que se separe el momento en que es pura escucha del momento en que es un constructor
activo. Dice algo así como "cuidado con el saber", Freud no quiere que en el discurso analítico el saber sea el
significante amo, que el discurso analítico vire al discurso universitario, para decirlo en términos lacanianos.
Lo que incomoda a nuestros colegas de la SPP cuando reflexionan sobre la neutralidad es que les parece una
actitud muy fría. El último consejo de Freud al médico, el e., consejo famoso, es tomar al cirujano como
modelo "que deja de lado todos sus afectos y aun su compasión humana y concentra sus fuerzas espirituales
en una meta única: realizar una operación lo más acorde posible a las reglas del arte". Eso hace temblar en el
Instituto, y tienen que decir que de todos modos es necesario tener empatía con la persona, no ser
sistemáticamente inhumano y dan como ejemplo que Freud en ocasiones para desbloquear un análisis
invitaba a un analizante a almorzar, etc. Eso les interesa mucho así como los fenómenos de
contratransferencia que empañan el brillo de su neutralidad benevolente.
Lo que ocurre entonces es que los analistas extiendennaturalmente la posición estándar fuera de la
cura,posición que Freud ubica, de tal modo que el analista tendría que manejarse en el espacio social como
indiferente, como el que no elige. Eso existió en la historia, no se sabe bien cómo se sostenía el escéptico de
la antigüedad, fue una gran escuela e incluso varias escuelas que tenían cosas que reprocharse unas a otras,
fue una gran actitud filosófica. El sujeto conocía cierta ascesis para alcanzar un punto de indiferencia, el
nombre que se aprende en las clases es "ataraxia", un punto de anestesia, donde se estructura todo lo que se
encuentra en términos contradictorios y se aprende a balancear uno con el otro,de tal modo que se
encuentran liberados de los lazos que los atan a un lado o al otro. Todo, si seguimos a Sexto Empirico en
los Esbozos pirrónicos, está animado por un deseo fundamental de tranquilidad, trabajan para alcanzar ese
punto en que se va tranquilo por la existencia, muy lejos de lo que nos propone hoy la civilización.Si sigo esta
pista el año próximo hablaré de los escépticos que tuvieron la atención de Hegel en La fenomenología del
espíritu y también en La filosofía del derecho. No es así para los analistas y diré que ya no es verdad en la
cura, el punto donde el analista no elige y, Freud es muy preciso, es en el ejercicio de la escucha. No tenemos
criterio para preferir o para abrir las orejas solo cuando el sujeto habla de su sexualidad y cerrarlas cuando
habla de otra cosa. Si no habla nunca de la sexualidad nos inquietamos, pero el principio que Freud plantea
de la indiferencia es a un nivel muy preciso pero, el analista en la cura no es indiferente. Ya en
"Puntualizaciones sobre el amor de transferencia" Freud instituye como un valor del psicoanálisis al que debe
someterse el analista el amor por la verdad, eso es una elección. Más tarde Lacan va a burlarse de esto. El
termino indiferencia no se sostiene un segundo en la economía del discurso analítico a partir del momento en
que está el deseo del analista, en que nos referimos a ese concepto de Lacan que se sirve de la indiferencia
como un medio y podemos decir que hace de sí mismo una x cuyo valor deberá encontrar el sujeto, valor que
será el suyo. En ese sentido Lacan puede decir en su "Proposición del pase" que el deseo del analista "es su
enunciación, la que sólo podría operar si él viene allí en posición de x", y esta x es la indiferencia freudiana.
En el final del Seminario 11 Lacan dice: "no es un deseo puro", quiere decir que no es un deseo de nada, es
un deseo, decía Freud, de obtener la verdad. Se proponen varias fórmulas: deseo de obtener la reducción de
las identificaciones y Lacan lo opone a lo que descifran los otros, los de la Sociedad de París en esa época, el
deseo, por el contrario, de identificar al paciente a algunos rasgos de su analista. El deseo del analista se
ejerce en el sentido de obtener el atravesamiento del fantasma. Si se trata del fantasma fundamental se
ejerce en el sentido de obtener la construcción del fantasma fundamental, la deflación del deseo, la reducción
de los objetos del deseo al objeto a. Podemos decir, pensando en el término ilusión que figura en el título "El
porvenir de una ilusión", obtener la reducción de las ilusiones que Freud define allí: "cuando la motivación
prevalente de la creencia es la realización de un deseo", así define la creencia, ilusión.
Hay una elección en lo que se trata de obtener, y de eso se trata cuando se establece el análisis en la
posición del escéptico, sin quererlo se borra el hecho de que el analista tiene que elegir lo que se trata de
obtener, dirige la cura desde ese punto de vista. Y no solo no es neutro, es decir benevolente tal como Bergler
usa el término y como lo difunde el Sr.Macron en la sociedad. En la página 251, de los Escritos, en "La
dirección de la cura", Lacan advierte sobre el ejercicio de la bondad: "La bondad...no podría curar el mal que
ella misma engendra...La más aberrante educación no ha tenido nunca otro motivo que el bien del sujeto". El
analista no es indiferente, ni es el que no elige porque tiene una ética. Lacan desarrolló una ética del
psicoanálisis que conlleva que en la posición misma del analista hay una elección. Señalemos que el término
ética no es una moral e incluye la política. Se imaginan que el grupo, la masa es de un registro diferente que
el del sujeto, también es el wall paper, "esto no es para nosotros, no tenemos la capacidad" - es cierto que
sobre algunos cuestiones especiales no tenemos como analistas la capacidad -, pero el grupo, la masa no es
de otro registro que el del sujeto. El título tal como lo quiso Freud "Psicología de las masas y análisis del yo",
análisis del ich, del sujeto, es el testimonio. Lacan lo entendió así cuando nos describe al final de "La dirección
de la cura", - que concierne la cura en todos sus niveles, táctica, estrategia y política y en las referencias hay
un texto inglés de estrategia que no tiene nada de genial - en el final de su texto, página 273 describe a Freud:
"¿Quién ha protestado como ese hombre de gabinete por el acaparamiento del goce por aquellos que
acumulan sobre los hombros de los demás las cargas de la necesidad?". ¿A qué texto de Freud hace
alusión?, al Malestar en la Cultura seguramente. Segundo parágrafo: "¿Quién ha interrogado tan
intrépidamente como ese clínico ligado a la cotidianidad del sufrimiento a la vida sobre su sentido, y no para
decir que no lo tiene, manera cómoda de lavarse las manos,- esto lo dice en contra de las teorías del absurdo
- sino que no tiene más que uno, en el cual el deseo es llevado por la muerte?" , es la respuesta
heideggeriana de Lacan. Me sorprendí al releer el texto por esta expresión: ese clínico ligado a la cotidianidad
del sufrimiento. Es lo que hemos hecho en la Escuela de la Causa freudiana. Hay un historiador del
psicoanálisis, pertenece a la SPP pero es una espíritu bastante libre, que escribió algo sobre nosotros en esa
época, es Alain de Mijolla, y escribió que la ECF, y tal vez me cita, partió de un retorno a la clínica. Y
efectivamente esa fue la consigna al comienzo, porque los miembros de la EFP habían caído en un
psitacismo de Lacan que los alejaba de las determinaciones fundamentales de la cura y tuve que notarlo
porque yo mismo, ni médico ni psicólogo, quería aprender. Se explica por el desastre que fue la producción de
la EFP en esa época y también porque el psicoanálisis estaba en manos de médicos, incluso en lo que había
precedido a la EFP, la SPP, y los médicos se juzgaban sin dificultad con la clínica. Empezaron a llegar los no
médicos que eran los psicólogos, y también padecíamos la exigencia que se hizo cada vez más pesada de la
profesionalización, de la especialización que se marcaba en todas las disciplinas. El año cero 1980-81 estuvo
marcado por ese retorno a la clínica que tuvo incidencias desde hace 37 años y que dio como consecuencia
que nuestras publicaciones estén hechas, en mucho, con casos clínicos, tenemos una lengua común de la
clínica, clínica a la que ponemos muy por delante. Pero notamos que la clínica es mucho más discreta en
Lacan y hay fórmulas de Lacan contra aquellos que se dan aires en nombre de la clínica; el clínico no es su
concepto del psicoanalista, lo vemos en particular en la querella del pase. La Escuela de la Causa freudiana
creció, se fortaleció con esta cotidianidad del sufrimiento y de la cura. La preocupación clínica era dominante,
y es posible que el sentido del año cero 2017 sea corregirlo de manera dialéctica. En marzo 2017 hemos
puesto en acto la ética del psicoanálisis. Siguiendo a Freud y Lacan y a la orientación lacaniana, hemos
estado en condiciones de hacer un acto, lo que llamé en una conferencia que di en Turín hace tiempo, como
escuela sujeto. Me permití hablar de escuela sujeto en la medida en que Lacan dio como título a la Revista de
la Escuela freudiana, Scilicet, con el subtítulo: "Tú puedes saber lo que piensa la Escuela Freudiana de París",
por lo tanto Lacan hacía de la EFP un sujeto que pensaba. Hemos llevado a esta Escuela sujeto al registro del
acto, lo que desembocó en acciones y esa es la más antigua y profunda inspiración de Lacan antes de que
estuviera frenado, furioso y deprimido por la colección de analistas que tenía a su alrededor, factor que no hay
que olvidar. En los últimos años de su vida Lacan no podía verlos ni en pintura y contrariamente a lo que se
podía imaginar, en tanto podía hablar con él en la intimidad lo retenía, para que no echara a tal o cual como
tenía ganas de hacerlo.
Habrá que interrogarse sobre esto, ¿por qué eran tan incapaces? Y ¿por qué la gente de la Escuela de la
Causa freudiana son tan capaces? La atmósfera que reina no tiene nada que ver con la que condujo a Lacan
a disolver la EFP.
En la página 138 de los Escritos que les he enviado tal como figura en el ejemplar que he llevado por el
mundo desde hace 37 años, es un especie de parágrafo que llamo de conminaciones, leemos: "Mejor pues
que renuncie - a la práctica analítica - quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época". Es algo
enorme, entremos allí y tratemos de aprender de Lacan como lo hemos hechos desde hace 37 años al
menos. En primer lugar, para él hay épocas, eso no va a desmentirse, por supuesto su relación con la historia
va a variar 180 grados. El Informe de Roma comienza tomando como modelo la historia y el recorte
braudeliano y Lacan terminará por decir "no toquen la historia". Incluso en la construcción de los cuatro
discursos hay un elemento histórico incorporado. Lacan dice, particularmente en esa conferencia de Lovaina
que conocen y que pronto leerán en La Cause du desir, que hoy no se está completamente en el discurso del
amo, hay un discurso que se agregó que es el del saber y allí el saber está en el candelero, se incorpora un
elemento histórico. Entonces hay épocas y consideraba que cada época tiene su subjetividad. ¿Qué es la
subjetividad de una época? Podemos llamarlo el espíritu del tiempo, lo que en francés tiene un costado
superficial, es una referencia al concepto hegeliano, el zeitgeist, pero tratándose de las épocas Hegel dice
más bien geistverzeit. el espíritu el tiempo. ¿Qué es lo que entendía con esto?, algo que luego fue una verdad
evidente que fue puesta de manifiesto por Jacob Burckhardt, en sus estudios sobre el Renacimiento, hizo
mucho por mostrar que en una época dada la mentalidad, la vida social, intelectual y cultural y sobre todo en
un mismo pueblo, expresa o tienen en común, el mismo espíritu, y que la época es un límite que no puede ser
atravesado por nadie; no se puede pasar por encima de su época, es un límite que constriñe los
pensamientos. Encontré una referencia de un libro que no leí, conozco al autor que es un gran empirista
inglés que tiene importancia en la historia de las ideas y de la lógica, John Stuart Mill, escribió en 1931, - me
pregunto si es bajo la influencia de Hegel -, un libro que se titula The spirit of the age que difundió esta idea.La
idea de la subjetividad de una época expresa la coherencia de una época. Cuando Foucault habla de las
episteme, Kuhn habla de paradigmas de una época estamos en la misma línea, buscar coherencia. Por
supuesto hay saltos, supervivencias, anticipaciones, pero es la idea de captar la coherencia de un conjunto a
lo que se agrega la noción de subjetividad - y ¿qué diremos "una subjetividad" o "la subjetividad"? - si decimos
reflexionar sobre una subjetividad todo el mundo estará de acuerdo, es un conjunto y luego está mi pequeña
subjetividad que trata de orientarse en esta época. No, es "la subjetividad", porque el sujeto no es el individuo,
es el negativo del individuo que se designa con propiedades, cualidades y atributos, y lo que llamamos sujeto
es un vacío. Es lo que he dicho entre líneas cuando comenté el libro de Rancière para decir que no lo iba a
clasificar en un lugar dado, porque clasificar a alguien siempre es rebajarlo y tratarlo como un individuo,
aunque el mismo dice que es un individuo, no tiene el concepto lacaniano de sujeto. Este efecto de
rebajamiento al individuo lo vemos también cuando nuestro amigo Milner considera lo que hemos hecho
durante este período como la protesta de la pequeña burguesía intelectual. Tal vez esté justificado desde un
punto de vista sociológico, no lo creo, pero está un poco desplazado de aquello de lo que hablamos aquí.
Podemos decir la subjetividad de una época porque es transindividual, no solo el sujeto no se confunde con el
individuo sino que la acción de Lacan en todo el Informe de Roma, es que la subjetividad es transindividual y
recuerdo mi admiración la primera vez que vi a Lacan, que leí estas líneas en la página 78, en esa época
estaba en la Revista La Psychanalyse:" ...el dominio (del psicoanálisis) es el del discurso concreto en cuanto
campo de la realidad transindividual del sujeto". Eso me deslumbró "realidad transindividual del sujeto ". Esta
frase desencajaba bruscamente la idea de lo individual y de lo colectivo y demostraba que la subjetividad de
una época tiene un sentido porque se trata de una realidad transindividual. ¿Cuál es el ejemplo tópico,
memorable que todos conocen que toma Lacan? Es el de los tres prisioneros, son tres individuos pero están
enganchados uno con otro lo que constituye una subjetividad prisionera,como se está prisionero de su época.
Rose Marie Bognar me trajo un libro de un erudito hegeliano que debe ser muy viejo ahora que fue muy sabio
y muy útil para leer a Hegel, Bernard Bourgeois. Es un libro que se llama Penser l´histoire du présent avec
Hegel. Él, que comentó siempre a Hegel en su tiempo, hizo un gran esfuerzo para hablar del terrorismo, de
las finanzas en términos de Hegel, no he tenido tiempo de leerlo, hizo un gran esfuerzo como el que hacemos
con Lacan. En la página 138, dice: "Pero a la vez puede también captarse en él que la dialéctica no es
individual...", lo que remite al carácter transindivudual, y eso no ha sido comprendido, continuamente el sujeto
es rebajado al individuo y la idea de decir que una escuela puede ser un sujeto parece una fantasía o la idea
de un compacto, de un bloque, mientras que se trata de la dialéctica transindividual en la que están
comprometidos los sujetos.
Tomaré al segunda frase del parágrafo de las conminaciones, como lo he llamado: "Pues ¿cómo podría hacer
de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un
movimiento simbólico?" Lo que señalo aquí es que desde ese punto de vista transindividual y dialéctico cada
uno es igual al otro. Lacan no se ve llevado a disminuir sus méritos, en una página hay un elogio de la
subjetividad creadora y del pequeño número que la soporta, lo que muestra que tiene un sentido elitista
bastante desarrollado, pero hay un nivel donde cada uno es igual al otro, donde el terapeuta, si podemos
llamarlo con ese nombre, es igual a su paciente, como lo dice Lacan en otro momento, en la medida en que
uno y otro son prisioneros de la misma época y están comprometidos en la misma dialéctica. Señalo el
término "eje", el eje de tantas vidas,leyéndolo a partir de lo que sigue que es una clara referencia a un saber
esotérico. En Lacan hay un gusto por ese saber que se ha olvidado hoy y que marca fuertemente el Informe
de Roma. Frecuentó al gran esotérico francés, René Guénon, quien tiene una bibliografía enorme que Lacan
conocía y tenía un interés por el simbolismo imaginario que atraviesa las culturas y los siglos. Ilustró la
Revista La Psychanalyse con un emblema alquimista, marcando un gusto que estaba muy presente y
dominante en los psicoanalistas de la primera y segunda generación, pero que solo veían eso en lo simbólico
el símbolo. Lacan dio el paso saussureano pero permaneció ligado y, ¿por qué no? a esa fuente
antropológica, artística enorme de los símbolos imaginarios. En el saber esotérico hay un eje del mundo que
funciona y está ubicado de diferentes modos, pero que se supone que da al mundo su ordenamiento,
tenemos el eco de ese saber esotérico en el término eje así como en lo que sigue y que se evoca en la frase
siguiente: la espira, Babel el mundus y la visión mística de la serpiente enrolladla sobre un bosque eterno. Es
una imagen típica del hermetismo. Leo la frase: "Que conozca bien la espira a la que su época lo arrastra en
la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes". Si leemos
rápidamente diremos que quiere decir que sea de su tiempo, de su época, que conozca el momento de la
historia en el que está. Pero también dice otra cosa, el término espira es el espiral que en el saber esotérico
tiene una relación importante con la serpiente, en todas las culturas hay danzas que consisten en imitar el
movimiento de la serpiente. Estántodas las referencias antiguas y ayer busqué en Google y encontré en un
sitio esotérico que se llama justamente Las vibraciones de la vida o la espira de la serpiente que podría leerles
y verían las referencias de lo más divertidas: "La primera espiral conocida en la historia del arte es un talismán
paleolítico que proviene de una sepultura ritual de Siberia que muestra un septup dos y media veces un
espiral rodeadode cuatro espirales y tres serpientes sinuosas, lo más interesante es ver que el centro de la
espiral está perforado con un agujero que indica la naturaleza del principio el vacio lleno de todo lo posible", y
tienen el esquema de la espiral paleolítica. La espira de Lacan, lejos de ser solo la invitación: "sean de su
tiempo", no es el sean absolutamente modernos de Rimbaud, dice sean de su tiempo y lo dice con un término
tomado del saber más antiguo y más dudoso. Ayer pase mucho tiempo en Google para encontrar cual era la
visión mística donde se ve la serpiente podrida de la vida elevarse sobre un bosque eterno. Es la imagen
clásica que conocemos por el Caduceo, o por el bastón de Esculapio, el bastón con la serpiente que lo rodea,
símbolo de la antigüedad. Pero no encontré visión, Babel, la serpiente y el bastón. Busqué en Jacob Böehme,
en Claude de San Martin, he buscado pero por el momento no encontré. Está la serpiente de la Biblia, pero no
está la visión mística, cuando Lacan dice: "..que deje a la visión mística el cuidado de ver elevarse - en el
lugar de la torre de Babel - sobre un bosque eterno la serpiente podrida de la vida", no encontré donde estén
Babel, la serpiente, etc.
La espiral es la expansión a partir de un punto central de una curva que va alejándose pero que pasa siempre
por el mismo punto. Se tiene a la vez el desarrollo pero al mismo tiempo la repetición de lo mismo. Visto en
sentido contrario da la concentración sobre el punto nodal que podría servir de representación de la cura
analítica y en el Seminario 1 hay una representación que no está lejos de eso. Lacan elige la referencia a
Babel: "a la que la época lo arrastra en la obra continuada de Babel".
Debemos comentar el término obra que está muy presente en el Informe de Roma, es un término hegeliano
que expresa el hacer del sujeto, su acción. Cuando no se queda en su interioridad sino que se realiza en el
exterior, el resultado es la obra. Habla de la obra de Babel que es una referencia super esotérica, Jacob
Böehme llama Babel a todo lo que es la religión que el censura y Babel se interpretó como la segunda caída
luego de la partida al paraíso terrestre. La primera caída es Adán y Eva expulsados de paraíso y en el saber
esotérico el momento en que se pierde la lengua adámica, la lengua de todos que decía exactamente las
cosas, la lengua sin malentendido, es la segunda caída. El De vulgari eloquentia de Dante, que está allí para
fundar la lengua italiana, comienza por la referencia al episodio bíblico. La pregunta es ¿por qué había
necesidad de hablar cuando estaban solo Dios y Adán?, y resuelve la cuestión: Dios creó una forma
determinada de hablar y con ella- dice Dante - habló Adán y todos sus descendientes hasta la construcción de
la torre de Babel, nombre que significa torre de la confusión. Esta forma de hablar la heredaron los hijos de
Eber que por esto se llaman hebreos. Por eso considera que el hebreo es la lengua adámica preservada, los
judíos son los únicos que han conservado esa lengua. "Solo a ellos les quedó la lengua después de la
confusión para que nuestro redentor que debería nacer de ellos según su humanidad, goce no solo de la
lengua de la confusión sino de una lengua de gracia". Se preservó la lengua adámica en los hebreos para que
Cristo que nace judío hable la lengua pura del comienzo sin malentendidos.
Luego describe la caída y podemos remitirnos a "Paraíso 26" donde está el canto que concierne a Babel.
El mundus era la fosa en los etruscos destinada a las ofrendas al dios subterráneo, de eso Lacan hace el
agujero central en torno del cual se enrolla la espira. Es un pozo que tiene un eje vertical y lo divertido es que
está el eje vertical y dos ejes que se cruzan y que definen las ciudades romanas: el eje norte sur y es este
oeste, uno se llama decumanus y el otro el cardo. Lacan tomó el nombre "cardo" para su jurado de admisión.
La referencia a la serpiente que representa la vida porque cambia la piel. Hay una referencia de Hegel cuando
habla de cambio de época, habla de la serpiente que deja su piel, está representado lo que Lacan llama en
esta página: "la circularidad sin fin del proceso dialéctico", renueva allí, sirviéndose, remodelándolos el stock
desímbolos ancestrales. Luego se volverá mucho mas positivista, dirá por ejemplo que "una tradición siempre
es boluda". Pero mientras tanto, el va a buscar en la tradición y dirá también que lo que produce sentido es
religioso, pero mientras, busca en las creencia más antiguas.
Voy a señalar que en estas páginas donde evoca el final de análisis, dice: "la cuestión de la terminación del
análisis es la del momento en que la satisfacción del sujeto encuentra cómo realizarse en la satisfacción de
cada uno, es decir de todos aquellos con los que se asocia en la realización de una obra humana". Es una
tesis muy hegeliana, la unión de lo universal y lo particular,- puse en el margen una exclamación: Sade , en
tanto que esta idea de la satisfacción de uno confluye en la satisfacción de todos, en "Kant con Sade", por el
contrario, lo que se pone en primer plano es la no reciprocidad que impedirá esta visión idílica. Cuando Lacan
evoca la ascesis subjetiva del analista, otro término esotérico, la evoca como: "una larga ascesis subjetiva, y
que nunca sea interrumpida, pues el final del análisis didáctico mismo no es separable de la entrada del sujeto
en su práctica". Tenemos ya aquí el esbozo de lo que será el pase más tarde y la idea que el final de análisis
confluye necesariamente con una puesta en acto de lo que se adquirió en el análisis y en cierto modo el paso
del 2017 para nosotros es algo análogo. Hemos dedicado 37 años a machacar La ética del psicoanálisis y
hubo un momento de urgencia, cuando se vieron amenazadas, en la dialéctica de la época por cosas que
para nosotros eran wall paper, la libertad de hablar, de reunirse, podíamos saber que en algunos países del
mundo ocurría esa restricción, incluso en países de Europa. Después de una incubación de 37 años o quizá
de 53 años hemos puesto en acto algo de ese saber y podría ser el pase de la Escuela sujeto.
Desgrabación y traducción: Silvia Baudini