DERECHO AMBIENTAL
TRABAJO PRÁCTICO 3
DIEGO ESTEVES FERNANDES
   28 DE JUNIO DE 2023
A - ¿Qué función reconoces en los acuerdos multilaterales como forma de
resguardo y protección a los derechos de los ciudadanos ante este tipo de
actividades?
Los acuerdos multilaterales son un instrumento jurídico del derecho ambiental
internacional (DAI) de carácter vinculante, es decir, que establecen obligaciones
internacionales para cada una de sus partes. (Orellana, 2014) Si bien se acuerdan
principios generales comunes para la preservación del ambiente, suelen tener
dimensión sectorial, por lo que resultan de vital importancia en cuestiones
específicas como el caso bajo estudio que refiere al daño ambiental provocado por
la megaminería en la provincia de San Juan. (Drnas de Clément, 2010)
   Enmarcados dentro del DAI, su principal función es la de proteger el medio
ambiente en su conjunto entendiéndolo desde dos puntos de vista: el ambiente
como una unidad conformada por distintos países pero cuyas fronteras son
transnacionales y, al mismo tiempo, considerando distintas necesidades y
realidades económicas, políticas, sociales y científicas, en acuerdos marco que
luego cada país incorporará a su legislación local otorgándole jerarquía
constitucional y adoptándolos a través de códigos de fondo y leyes de presupuestos
mínimos.
 Esta conceptualización puede aplicarse a la compleja realidad del caso de estudio,
que involucra una actividad pujante económicamente pero efectivamente riesgosa
para la contaminación del agua y el suelo, recursos naturales esenciales tanto para
la actividad agrícola desarrollada por sus productores desde hace añares como para
los pobladores autóctonos afectados por la filtración de químicos potencialmente
dañinos para la salud como el cianuro. Se combinan la orientación preventiva
respecto de los recursos naturales a preservar, vitales para proteger derechos
humanos fundamentales como la salud y la alimentación, así como su sesgo
prospectivo, que procura no inhabilitar la actividad antropocéntrica, en este caso la
minería, sino la de regularla para que se desarrolle sin deteriorar el medio ambiente.
A su vez, tiene un carácter instrumental al establecer reglamentaciones,
administración y gestión de los recursos ambientales. (Juste Ruiz, 1999)
   Luego de esta conceptualización, resulta importante remarcar la inescindible
relación que existe entre un medio ambiente sano y la protección de los derechos
humanos que conforman principios ineludibles de cualquier acuerdo ambiental
multilateral. La búsqueda de la protección de recursos naturales que contemplan
necesidades universales para la supervivencia, el desarrollo y la cultura de pueblos
autóctonos como el sanjuanino es uno de los objetivos de cualquier acuerdo
internacional destinado a la preservación de los elementos constitutivos del
ambiente. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido la
estrecha vinculación del derecho a una vida digna con la protección del territorio y
los recursos naturales. A su vez, cabe destacar tanto la dimensión colectiva del
derecho ambiental, que en el caso de la megaminería propende a preservar un
desarrollo sustentable para generaciones presentes y futuras, como un aspecto
individual, referido a los daños notorios que ha generado la contaminación en la
salud de las habitantes. Dicha multidimensionalidad del derecho es la que debe
tutelar cualquier acuerdo multilateral. (OC-23/17)
B - ¿Qué argumentos sustentados en las diferentes Declaraciones de la Tierra
resultan pertinentes para fundar los derechos de los ciudadanos y la
responsabilidad del Estado en materia ambiental por los cuales se pudiera
prever un desarrollo no impactante del ambiente de las actividades que se
señalan? ¿Cómo impactan los principios ambientales derivados de lo
internacional   (receptados     en   la   Constitución   Nacional,   presupuestos
mínimos)?
Lo primero que debe decirse respecto a las Declaraciones de la Tierra es que son
instrumentos del derecho ambiental internacional no vinculantes. Esto quiere decir
que no establecen obligaciones legales para las partes firmantes, pero al contrario
de lo que pudiera pensarse, sí tienen una gran relevancia jurídica en el orden
normativo internacional. Sus principios tienen influyen directamente en          las
legislaciones locales y son un claro ejemplo de cómo el soft law o derecho blando
tiene gran incidencia en el DAI. Es que dichos consensos sobre el desarrollo
sostenible que son consagrados en principios terminan impactando en tratados y
normativas nacionales que tienen por fin obligar a los Estados en materia ambiental
y, a su vez, consagrar derechos ciudadanos en la materia. (Orellana, 2014)
   Al contrario de lo que uno pudiera suponer por tratarse de instrumentos no
vinculantes, gozan de características y funcionalidades relevantes en cuanto a que
establecen una visión política y estratégica común, ayudan a la planificación y la
implementación de políticas ambientales públicas e incluso son una herramienta
auxiliar para interpretar de forma más acabada los tratados internacionales y
estableciendo así las obligaciones de los Estados.
   Respecto a cómo impactan dichos principios internacionales derivados de lo
internacional, pueden citarse dos ejemplos para dar cuenta de la vital importancia
que tienen en el orden normativo local. Tanto el artículo 41 de la Constitución
Nacional –que dispone el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el
desarrollo humano- y el 124 –que establece que las provincias tienen el dominio de
sus recursos naturales- conjugan los intereses nacionales y provinciales para
potenciar el cumplimiento de la protección ambiental en todo el territorio del país.
("Barrick Exploraciones Argentinas S.A. y otro c/ Estado Nacional s/ acción
declarativa de inconstitucionalidad") El derecho ambiental se comprende como un
bien colectivo que atañe al conjunto de sus ciudadanos en su sentido más federal
demográfica y geográficamente.
  En ese sentido, en el caso de la contaminación del recurso acuífero estratégico
afecta un derecho de incidencia colectiva y demanda la urgente protección de los
ecosistemas y la biodiversidad, como proclaman los principios internacionales
consagrados en las Declaraciones de la Tierra. Siguiendo con el caso bajo análisis y
el impacto de instrumentos no vinculantes en leyes de presupuestos mínimos cabe
destacar advirtieron que la Ley 26.639 resalta la función de los glaciares y del
ambiente periglacial como reserva de agua. Dicha norma conecta los efectos de
ciertos procesos extractivos -más específicamente, la posible incidencia de la
minería a gran escala en ciertas regiones del país- con la preservación y
conservación de los glaciares como “reservas estratégicas” proveedoras de agua
para el planeta, según el artículo 1° de esa ley. ("Barrick Exploraciones Argentinas
S.A. y otro c/ Estado Nacional s/ acción declarativa de inconstitucionalidad")
C - ¿La contaminación ambiental se puede prevenir? ¿Con base en qué
principios ambientales de las Declaraciones de la Tierra?
Desde luego que la contaminación ambiental se puede prevenir siguiendo una serie
de pautas establecidas en los principios ambientales de las Declaraciones de la
Tierra que con la evolución tecnológica y científica se van perfeccionando en el
tiempo, logrando medidas precautorias y preventivas más tempranas. No sólo se
puede prevenir el daño ambiental sino que se debe prevenir teniendo en cuenta que
conllevan una violación de los derechos a la vida o a la integridad personal, como
ocurre en el caso de contaminación de los ríos con cianuro y su posterior afectación
a la salud de los pobladores locales.
    La prevención tiene base en principios que implican la regulación de las
actividades que puedan producir un daño significativo y que tiene su correlato local
a través de códigos de fondo, en el caso tratado, el Código de Minería, que
establecen sanciones tendientes a la Recomposición, restitución de la situación o
indemnización (Carta Mundial de la Naturaleza, 1982; Valls, 2016); la obligatoriedad
para los Estados de supervisar y fiscalizar actividades que puedan producir un daño
significativo al ambiente; la realización de Estudios de Impacto Ambiental de manera
previa y por entidades independientes bajo la supervisión del Estado, con el objetivo
de ponderar costos y beneficios (en el caso de la megaminería, se debería buscar el
justo equilibrio entre los beneficios económicos de la extracción minera y los
posibles perjuicios a actividades agrícolas afincadas en la región desde al menos 30
años); establecer planes de contingencia en caso de accidentes como los ocurridos
en al menos tres oportunidades en San Juan (en este aspecto, podría incorporarse
un estudio del impacto sísmico en el método de extracción de lixiviación); y mitigar
el daño ambiental en caso de ser posible. (Carta Mundial de la Naturaleza, 1982)
D - Si tuvieras que enmarcar esta situación en el denominado Acuerdo de
Escazú, ¿cuál sería tu análisis al respecto?
El Acuerdo de Escazú es formalmente conocido como Acuerdo Regional sobre el
Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en
Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Es un hito en el sentido de que
constituye el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe. No es
menor que sobre todo teniendo en cuenta la clara diferenciación entre países
desarrollados y en vías de desarrollo que se fue estableciendo con el avance de
cada Declaración de la Tierra. Es una clara muestra de que nuestra región,
económicamente relegada respecto a potencias mundiales y con países tan
disímiles en su desarrollo económico y productivo, ha evolucionado en cuanto a la
conciencia ambiental en términos de derechos humanos.
   Su adopción por parte de la Argentina fortalece principios consagrados en la
Constitución nacional y reafirmados en la Ley General del Ambiente y otras leyes de
presupuestos mínimos que procuran fomentar la participación ciudadana en la toma
de decisiones respecto al ambiente. Como reafirma el Acuerdo, la intención es
poner a las personas en el centro, garantizando la implementación de derechos
como el acceso a la información, la participación pública en los procesos de toma de
decisiones, el acceso a la justicia, además de la formación de autoridades y equipos
de gobierno, la sensibilización ciudadana y la cooperación entre países.
  En lo que respecta al caso en cuestión, es de vital importancia sentar en la mesa
de toma de decisiones a los diversos actores implicados en el daño ambiental
producido por la megaminería: productores agrícolas, pobladores locales -en su
disímil conformación compuesta por un 25% que trabaja en la extracción minera
como el resto de los ciudadanos víctimas de la contaminación, entre ellos, la porción
analfabeta y quizá más relegado en términos de instrucción-, las empresas
extractoras y las autoridades municipales, provinciales y nacionales.
   Aunque paulatina, la implementación de dicho acuerdo es fundamental para
brindar las herramientas necesarias para el ejercicio de esta tutela tripartita
compuesta por la esfera pública, la empresa privada y el ciudadano. El hecho de
fortalecer los mecanismos de acceso a la información, acceso a la justicia, la
participación y la educación a la población en general fomenta el ejercicio de
derechos consagrados no sólo en la normativa local sino en instrumentos del
derecho internacional de avanzada tanto vinculantes como no vinculantes, que
propenden al igual que el Acuerdo de Escazú a una democratización cada vez
mayor en lo que respecta al cuidado del ambiente.