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MODULO2

Este documento proporciona una introducción a las ondas y sus propiedades. Explica que las ondas son la propagación de una perturbación energética a través de un medio sin transporte de materia. Clasifica las ondas en materiales (que requieren un medio elástico) y electromagnéticas (que no requieren un medio). También distingue entre ondas transversales (con vibraciones perpendiculares a la propagación) y longitudinales (con vibraciones paralelas). Finalmente, define las principales magnitudes relacionadas con las ondas como
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Este documento proporciona una introducción a las ondas y sus propiedades. Explica que las ondas son la propagación de una perturbación energética a través de un medio sin transporte de materia. Clasifica las ondas en materiales (que requieren un medio elástico) y electromagnéticas (que no requieren un medio). También distingue entre ondas transversales (con vibraciones perpendiculares a la propagación) y longitudinales (con vibraciones paralelas). Finalmente, define las principales magnitudes relacionadas con las ondas como
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MÓDULO 2

LAS ONDAS Y SUS PROPIEDADES

Este módulo ha sido elaborado a partir de la cita textual extractada de los capítulos 2 y 3
de A. Calvo-Manzano, Acústica físico-musical (Madrid: Real Musical, 1991), capítulos
2 y 4 de J. Mariano Merino, Las vibraciones de la música (Alicante: Editorial Club
Universitario, 2006), capítulos 1 y 3 de A. De Diego y J. M. Merino, Fundamentos
físicos de la música (Valladolid: Universidad de Valladolid, 1988) y primer capítulo de
T. De Olazábal, Acústica musical y organología (Buenos Aires: Ricordi, 1998). Las
imágenes empleadas han sido tomadas de esta misma bibliografía.

2.1. CLASES Y NATURALEZA DE LAS ONDAS

La Naturaleza se sirve de dos procedimientos de transferencia de energía: a) con


transporte de masa y b) sin transporte de masa. Así, por ejemplo, si se suelta un rodillo
en lo alto de un plano inclinado éste rueda transportando su energía de arriba abajo al
tiempo que ésta se transforma de potencial en cinética. Existe, un transporte de energía
acompañado de un transporte de materia. El segundo procedimiento es igualmente
habitual. Al conectar la radio captamos una señal que ha sido emitida por la estación
emisora, a bastante distancia; a su vez, el altavoz emite un sonido que percibimos a
varios metros del lugar donde se produce. La energía emitida por el Sol llega hasta la
Tierra y al lanzar una piedra sobre un estanque se forman unas ondas que llegan hasta la
orilla. En todos estos ejemplos podemos apreciar una característica común: una
perturbación energética producida en un punto del espacio que se propaga por el mismo
alcanzando otros puntos. Pues bien, denominaremos onda al fenómeno de transmisión
de energía de un punto a otro del espacio sin que exista transporte neto de materia.

Un primer criterio de clasificación de las ondas considera la naturaleza del medio por el
que se propagan. Conforme a él distinguiremos:

a) Ondas materiales: son aquellas que se transmiten por un medio material


aprovechando su elasticidad. Tal es el caso de las vibraciones de una cuerda tensa, el
sonido, las olas, las ondas sísmicas, las cuales aprovechan la elasticidad de una cuerda
tensada, del aire, de la superficie del agua o de las rocas respectivamente, para su
propagación.

b) Ondas electromagnéticas: son aquellas que no necesitan de un medio material,


pudiendo propagarse por el vacío. Deben su existencia al hecho de que una carga
cualquiera, al ser acelerada, crea a su alrededor un campo electromagnético variable,
dicha perturbación se propaga a una gran velocidad en todas direcciones, sin requerir
soporte material alguno. Tal es el caso de la luz visible, de las ondas de radiotelefonía,
de las radiaciones infrarroja y ultravioleta, etc.

Un segundo criterio de clasificación de las ondas atiende a la dirección en que se


produce la perturbación (véase figura 1). En el caso de las ondas que viajan por una
cuerda tensa o por la superficie de un líquido, las vibraciones de las partículas del medio
son perpendiculares a la dirección de propagación. En cuanto a las ondas que viajan por
un muelle sacudido longitudinalmente, la dirección de las perturbaciones coincide con
la propagación. Estos casos nos llevan a considerar:

1
a) Ondas transversales: en las que la dirección de las vibraciones del medio es
perpendicular a la dirección de propagación. Tal es el caso de las olas en la superficie
del agua, las vibraciones de las cuerdas de una guitarra y todas las ondas
electromagnéticas.

b) Ondas longitudinales: en las que la dirección de las vibraciones de las partículas del
medio coinciden con la de propagación. Tal es el caso del sonido.

FIGURA 1. Las perturbaciones, tanto transversales (izquierda) como


longitudinales (derecha) se propagan por el medio elástico. La
sucesión de pulsos constituye una onda.

2. 2. CONCEPTOS Y MAGNITUDES RELATIVOS A LAS ONDAS

Sobre las partículas de un medio material actúan fuerzas elásticas, de forma que si a una
de ellas se le imprime un movimiento vibratorio, éste se transmite a las partículas
vecinas obligándolas a vibrar con idéntica frecuencia, y éstas a las siguientes, y así
sucesivamente.

En la figura 2 se representa un modelo mecánico formado por bolas unidas por muelles
elásticos que simulan el comportamiento de las partículas de un medio material. Tanto
si las vibraciones de la primera partícula son horizontales como si son perpendiculares,
la perturbación se propaga hacia la derecha dando lugar a una onda longitudinal o
transversal. El movimiento individual de cada partícula constituye una vibración y el
conjunto de todas ellas, vibrando simultáneamente, constituye la onda. Por ello,
podemos concebir las ondas materiales como la propagación de un movimiento
vibratorio en el seno de un medio elástico, a través de sus partículas.

2
FIGURA 2. Esquema ilustrativo de la propagación de una onda longitudinal (a) y
transversal (b). Las partículas distantes λ, 2λ, 3λ, etc. vibran con igual fase.

En general, llamaremos onda material a toda perturbación que se propaga, entendiendo


por perturbación toda energía que al ser comunicada a un punto de un medio se propaga
por él. Se ha de hacer hincapié en el hecho de que en el movimiento ondulatorio se
propaga la energía, pero no las partículas que han recibido esa energía.

Si el medio es homogéneo, la onda se propagará con igual velocidad en cualquier


dirección. Consecuentemente, si el medio elástico es lineal (por ejemplo una cuerda
tensada) la perturbación se propagará lo mismo hacia la derecha que hacia la izquierda
formando una onda lineal. Si el medio es plano, por ejemplo, la superficie del agua, la
onda se propagará por igual en todas las direcciones del plano formando ondas
circulares. Finalmente, si el medio es tridimensional, como por ejemplo el aire, la
perturbación en un punto se propagará en todas direcciones formando una onda
esférica.

Toda la materia, ya sea sólida, líquida o gaseosa, posee ciertas propiedades elásticas
más o menos acusadas. Ello se debe a que las uniones entre las partículas integrantes
(moléculas) no son rígidas, sino que por acción de una fuerza externa, permiten
pequeños desplazamientos de unas respecto de otras. En este hecho se basan fenómenos
físicos muy característicos como son las dilataciones, las deformaciones elásticas, así
como la que nos interesa a nosotros, la propagación de ondas materiales. Una partícula
cualquiera de un medio elástico puede efectuar oscilaciones armónicas, similares a las
oscilaciones de un péndulo. La figura 3 nos muestra una hilera de partículas en
diferentes situaciones, a intervalos regulares de tiempo de valor T/8 cada uno. Se
observa cómo al paso del tiempo, la vibración de la partícula 1 se propaga a la 2 hasta
llegar a la 9. En ese momento, el aspecto que presenta la línea que une las partículas es
la sinusoide característica de las olas o de una cuerda vibrante.

3
FIGURA 3. Partículas en vibración (1 a 9) a intervalos regulares de tiempo (T/8)

4
Las magnitudes relativas a las ondas son de dos clases, en función de la característica
principal a que se refiera: espacio o tiempo. Las magnitudes espaciales son: ciclo,
elongación y altura. Mientras que las temporales son: periodo y fase. Por último existe
otra magnitud que relaciona espacios con tiempo: la frecuencia. Las diversas
magnitudes se definen de la siguiente manera:

 Ciclo (c): es el recorrido realizado por la onda desde una posición cualquiera de su
trayectoria hasta volver a ella con el mismo sentido. El ciclo viene determinado por la
longitud de onda y se mide, por tanto, en unidades de longitud (metro). Es posible
tomar tres referencias: de cresta a cresta (como en la figura 4), de valle a valle o de
punto de equilibrio a punto de equilibrio.
 Elongación (x): es la distancia en un instante dado de la onda en relación a su
posición de equilibrio o reposo. Se mide, igualmente, en unidades de longitud. La
elongación es una magnitud variable con el tiempo, es decir, en cada momento es
diferente.
 Amplitud (A): es la distancia entre el punto de equilibrio y cada uno de los puntos
extremos. La distancia entre las posiciones extremas es por tanto 2A. Se mide en
unidades de longitud.

FIGURA 4. Representación de la elongación, amplitud, ciclo y periodo una onda.

 Periodo (T): es el tiempo transcurrido entre dos pasadas consecutivas por el mismo
punto en el mismo sentido. Se mide en unidades de tiempo, es decir, en segundos (s).
El periodo es a su vez el tiempo del ciclo.
 Fase (φ): es el tiempo necesario para que la onda se desplace desde la posición de
equilibrio hasta una posición cualquiera de su trayectoria, o viceversa. Se mide en
segundos. La fase, al igual que la elongación, es una magnitud variable, ya que en
cada punto de su trayectoria, el tiempo para desplazarse a la posición de equilibrio es
distinto. Se denomina diferencia de fase entre dos movimientos periódicos de igual

5
periodo, al tiempo que transcurre desde el instante en que las elongaciones de uno de
ellos alcanzan el valor cero (paso por el punto de reposo), hasta el instante en que las
elongaciones del otro alcanzan ese mismo valor con idéntico sentido. Si la diferencia
de fase es cero, se dice que los movimientos están en fase o en cuadratura. Si el
tiempo es la mitad del periodo (T/2) se dice que están en oposición:
 Frecuencia (f). Se denomina frecuencia del movimiento periódico al número de
veces que en la unidad de tiempo la onda pasa por una misma posición en el mismo
sentido. Es decir, el número de veces que realiza el ciclo en la unidad de tiempo.
Luego la frecuencia se mide en ciclos por segundo. El ciclo por segundo (c/s) se
denomina Hertz o Herzio (Hz) en honor del físico alemán Heinrich Hertz (1857 –
1894)
ciclos
f =
segundo

La frecuencia y el periodo están relacionados entre sí. En efecto, si en realizar un ciclo


se tardan T segundos, como indica la definición de periodo, y por otra parte, en 1
segundos se realizan f ciclos, como indica la frecuencia, se obtiene que resolviendo la
proporción establecida:

1 1
T = o bien, f =
f T

Es decir, el periodo y la frecuencia son magnitudes inversas.

2.3. INTENSIDAD DE LA ONDA

La intensidad de la onda es un concepto altamente intuitivo que espontáneamente se


asocia a la amplitud de la onda. En efecto, nadie duda de que no es lo mismo la llegada
de una ola de un par de metros al dique de un puerto que la de una gran ola de 9 metros.
Igualmente, nadie juzga similares el sonido de alguien que habla a tres metros de
nosotros y el estruendo que produce un avión comercial que despega a cien metros de
donde estamos. Por otro lado, se asume como obvio que la intensidad de una onda debe
disminuir a medida que nos alejamos del foco, lo que supone aceptar que en un campo
de ondas, cada punto registrará una intensidad.
Definiremos la intensidad de una onda en un punto determinado del medio como la
energía que durante 1 segundo pasa por la unidad de superficie, colocada
perpendicularmente a la dirección de propagación. Por tanto, sus unidades serán J/s.m2
o bien w/ m2
Si el medio tridimensional es isótropo (medio cuyas propiedades son idénticas con
independencia de la dirección del mismo en que nos fijemos), la energía transmitida por
el foco se propagará mediante ondas esféricas, según muestra la figura 5, y a una
distancia r la intensidad de la onda valdrá:

I = W / t.4π r2 = P / 4π r2

6
Siendo W la energía emitida por el foco, t el tiempo y P la potencia emisiva del foco.

FIGURA 5. La intensidad de una onda esférica a una distancia R de foco es el


cociente entre la potencia total emitida y la superficie de la esfera de radio R
(A). A distancias mayores, ese cociente se va haciendo más pequeño (B).

La intensidad de la onda es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia del


foco:

I ≈ l / r2

Por tanto, también podemos afirmar que la amplitud en un punto medio es inversamente
proporcional a la distancia del foco emisor, como se aprecia en la figura 5.

2. 4. PERIODICIDAD DE LAS ONDAS

Conocemos ya el concepto de onda, sabemos que es una modalidad de transporte de


energía sin transporte de materia, conocemos las clases de ondas y las magnitudes que
definen una onda determinada, así como su intensidad. Para completar el panorama falta
considerar una importante característica de las ondas: su doble periodicidad: las ondas
son periódicas, tanto temporal como espacialmente.

7
Si nos fijamos en la superficie del agua de un estanque, en uno de cuyos puntos se ha
dejado caer una piedra, se aprecian de inmediato las ondas planas con sus frentes de
ondas circulares concéntricas con respecto al punto donde se produjo la perturbación.
Supongamos que en un punto distante x del foco flota un corcho. Veremos que el
corcho sube y baja sin desplazarse, a medida que el tiempo transcurre, con regularidad,
lo cual nos permite afirmar que la onda es un fenómeno periódico respecto del tiempo.
Saquemos ahora una fotografía del estanque. En la imagen, el tiempo ha quedado
detenido y sobre ella podemos comprobar que a medida que desplazamos nuestra vista
desde el foco en cualquier dirección, los estados de vibración se repiten periódicamente,
lo que nos permite afirmar que las ondas son un fenómeno periódico respecto del
espacio.

El movimiento periódico
Se dice que una onda realiza un movimiento periódico porque a intervalos regulares de
tiempo pasa por los mismos puntos con idénticos sentidos. Ejemplos de este tipo de
movimiento son innumerables: desde el movimiento de los astros, planetas, satélites y
cometas, hasta las vibraciones de las cuerdas y columnas de aire de los instrumentos
musicales, el péndulo de un reloj de pared y, en general, cualquier clase de movimiento
que se repita a intervalos de tiempo iguales.

Dada la gran variedad de movimientos periódicos existentes, éstos se clasifican en


grupos atendiendo a las características comunes entre ellos. Además de esto, cada
movimiento periódico queda definido por medio de sus magnitudes, es decir datos que
le identifican particularmente y le diferencian del resto de los del grupo.

Movimiento Armónico Simple.


El movimiento armónico simple es el más sencillo de los movimientos vibratorios y es
aquel que se obtiene cuando los desplazamientos de las partículas del cuerpo vibrante
son directamente proporcionales a las fuerzas que provocan dichos desplazamientos.
Cuando un punto recorre una circunferencia con velocidad uniforme, su proyección
sobre cualquiera de los diámetros de dicha circunferencia realiza un movimiento
armónico simple. Consideremos la figura 6a: el punto P recorre la circunferencia de
radio OP y centro O en sentido contrario al de las agujas del reloj. Tracemos en cada
instante una perpendicular desde P a uno de los diámetros de la circunferencia (hemos
elegido el diámetro Q´´Q´) y obtendremos un punto Q que será la proyección de P sobre
dicho diámetro. Cuando el punto P se mueva con velocidad uniforme, el punto Q
realizará un movimiento oscilatorio rectilíneo que será armónico simple.
El periodo T y por tanto la frecuencia n del movimiento armónico simple de Q serán
iguales al periodo y a la frecuencia del movimiento circular uniforme de P. La amplitud
A del movimiento de Q es igual al radio OP de la circunferencia recorrida por P.
Para representar gráficamente el movimiento armónico simple de un punto, se toman
como abscisas los tiempos (medidos como fracciones de periodo: T/12, T/6, T/4...) y
como ordenadas las sucesivas elongaciones del mismo. La curva obtenida en esta
representación será una sinusoide (fig. 6b) pues la variación de t se traduce en variación
del seno del ángulo A. La elongación OQ del punto Q que realiza el movimiento
armónico simple puede determinarse en cualquier instante conociendo el tiempo t, la
amplitud A y la frecuencia n de dicho movimiento.

8
FIGURA 6. Movimiento armónico simple.

Movimientos vibratorios complejos: El Teorema de Fourier.

Prácticamente todos los sonidos son producidos por movimientos vibratorios complejos
es decir, la composición de movimientos de distintas direcciones. El teorema del
matemático francés Jean Baptiste Joseph Fourier (1768 – 1830), conocido como el
Teorema de Fourier, relaciona los movimientos vibratorios, cualquiera sea su grado de
complejidad, con movimientos armónicos simples. El enunciado de dicho Teorema es el
siguiente: un movimiento vibratorio cualquiera, de periodo T, y frecuencia f, es siempre
expresable como una suma de movimientos armónicos simples cuyos periodos son T,
T/2, T/3, T/4, etc. y frecuencias f, 2f, 3f, 4f, etc. Es decir, cualquiera que sea la forma de
la curva periódica compleja, puede ser descompuesta en un número indefinido de
sinusoides (véase figura 7). La inversa también será cierta: la suma de varios
movimientos armónicos simples de distintos periodos da como resultado un movimiento
vibratorio complejo. Para ello es suficiente con sumar algebraicamente las ordenadas de
las curvas para cada abcisa, resultando una curva periódica no senoidal, como
correspondería a un movimiento armónico simple, sino a un movimiento vibratorio
complejo.

9
FIGURA 7. Movimiento vibratorio complejo

2. 5. PROPAGACIÓN DE LAS ONDAS: REFLEXIÓN, REFRACCIÓN, DIFRACCIÓN, ABSORCIÓN

Las ondas se propagan siempre en línea recta, cualquiera que sea su naturaleza, y dichas
líneas son en todo momento perpendiculares al frente de onda. Ambas afirmaciones son
correctas, si bien no es menos cierto que, en ocasiones, las direcciones de propagación
cambian. Esto es lo que sucede en los fenómenos de reflexión, refracción y difracción.

Christiaan Huygens propuso el principio de propagación, según el cual, todo punto del
medio transmisor alcanzado por un tren de ondas se comporta como un nuevo foco
emisor de ondas idénticas a las que le afectaron. La envolvente de todas las ondas
secundarias así generadas constituye el nuevo frente de onda. Este enunciado impone
una nueva forma de pensar que explica todos los fenómenos de propagación de las
ondas, cualquiera que sea su naturaleza.

En efecto, observando la figura 8 se comprende la formación de los sucesivos frentes de


ondas. En ella se representa un frente onda F1 que proviene del foco O, el cual está a la
distancia r. Los puntos A, B y C son alcanzados por el frente y se convierten en nuevos
centros emisores. En la figura 8 se muestran los frentes secundarios producidos por los
tres puntos y la envolvente de todos ellos F2

10
FIGURA 8. Representación del principio de Huygens. La superposición de las
ondas elementales generadas en el frente F1 da como resultado el frente F2.

Reflexión de las ondas

Decimos que un movimiento ondulatorio se refleja en una superficie cuando,


propagándose en su medio, llega a ella y retrocede por el mismo medio. Las leyes por
las que se rige este fenómeno son bien conocidas, y fueron enunciadas por el
matemático holandés W. Snellius (1591-1626) en la siguiente forma:

a) El rayo incidente, la normal a la superficie reflectora y el rayo reflejado están


en el mismo plano

b) b) Los ángulos de incidencia y de reflexión son iguales.

Para que una superficie actúe como reflectante es preciso que sea opaca a la onda
incidente, es decir, que impida su propagación a través de dicha superficie. La figura 9
muestra el rayo incidente (i), el rayo reflejado (r), y ai y ar los ángulos de los rayos
incidente y reflejado con respecto a la normal al plano de incidencia.

FIGURA 9. Fenómeno de la reflexión

11
En toda reflexión regular el ángulo de incidencia y el ángulo de reflexión son iguales,
estando en el mismo plano los rayos incidente y reflejado. En consecuencia, si la onda
incide perpendicularmente a la superficie, ésta se refleja siguiendo la misma dirección
pero sentido contrario.

Si la onda incidente lo hace sobre una superficie elíptica partiendo de uno de los focos
de la elipse, la onda reflejada pasará por el otro foco (figura 10)

FIGURA 10. Reflexión elíptica

Cuando la superficie sea parabólica (figura 11), las ondas que parten del foco se
reflejarán en direcciones paralelas al eje de la parábola.

FIGURA 11. Reflexión parabólica

Las leyes de la reflexión son de suma importancia para el estudio de la acústica de los
locales, disponiéndose de superficies concretas que provoquen una reflexión deseada
con el fin de intensificar el nivel sonoro en determinadas zonas; a dichas superficies
reflectantes se las denomina tornavoces.

12
Refracción de ondas

Se dice que una onda se refracta cuando pasa de un medio a otro diferente, atravesando
la superficie de separación entre ambos, y como consecuencia de ello, sufre una
desviación en su trayectoria (figura 12). Este fenómeno está regido por las dos
conocidas leyes de Snellius:

a) El rayo incidente, la normal y el rayo refractado están contenidos en un mismo


plano.
b) El cociente entre el seno del ángulo de incidencia y el seno del ángulo de
refracción es constante y coincide con la relación de velocidades de la onda en
los respectivos medios, es decir:

sen ai vi
_______ = ________

sen ar vr

FIGURA 12. Refracción de una onda

13
Difracción de las ondas

Se trata de un fenómeno inherente a la propagación de las ondas que también nos resulta
familiar, si bien no somos conscientes de ello. La difracción es el fenómeno en virtud
del cual una onda cambia de dirección al bordear un obstáculo. Como los dos que
acabamos de mencionar, la difracción es un fenómeno intrínsecamente ondulatorio, que
se da en todo tipo de ondas, cualquiera que sea su naturaleza.

En efecto nos parece normal escuchar la discusión de unos vecinos ruidosos que están
en la habitación de enfrente con la ventana abierta, aunque a ellos no les veamos,
igualmente, nos parece normal el conversar en voz alta con otra persona estando ella y
nosotros en uno y otro lado de una gruesa tapia, aunque no nos veamos. Lo uno y lo
otro pone de evidencia que las ondas longitudinales acústicas han doblado su trayectoria
en algún momento. También las ondas electromagnéticas sufren la difracción. A nadie
sorprende que podamos mantener una conversación mediante nuestro teléfono móvil
aún cuando entre nosotros y la antena de radiotelefonía haya edificios y otros grandes
objetos. Todos los ejemplos de la vida ordinaria que hemos considerado para las
diferentes familias de ondas evidencian que todas ellas han doblado su dirección en
algún punto. Pensemos que si las ondas se propagasen única y exclusivamente en línea
recta, todos los casos que hemos considerado no se producirían.

El principio de Huygens permite comprender cómo y porqué se produce el cambio de


dirección de las ondas cuando éstas bordean un objeto. En el caso de rodear un
obstáculo, los distintos frentes de onda (figura 13) se convierten en centros emisores en
los puntos que son interceptados por el obstáculo, por lo que se ciñen al mismo,
envolviéndolo.

FIGURA 13. Difracción cuando la onda rodea un obstáculo

Si se trata de una abertura (figura 14), la porción de onda que el mismo intercepta actúa
como un conjunto de centros emisores en todo el perímetro del orificio, propagándose la
perturbación en toda la región que dicha abertura comunica.

14
FIGURA 14. Difracción cuando la onda penetra por una abertura

Dependiendo de la longitud de onda (λ) del sonido considerado y la longitud del


obstáculo (h), se determina el efecto conseguido y la zona de «sombra acústica» (s)
producida. Así se tiene (figura 15 a, b, c) que:

Si h < λ ; s no existe
Si h = λ ; s es muy débil
Si h > λ; s existe
FIGURA 15B

FIGURA 15A FIGURA 15C

15
Según lo que se acaba de exponer, los sonidos agudos, dada su pequeña longitud de
onda, son los más expuestos a producir zonas de sombra cuando se encuentran con un
obstáculo.

Absorción de las ondas

Cuando el avance regular de una onda sonora es impedido por un paramento, la energía
de ésta se reparte en partes variables entre el sonido reflejado, el sonido transmitido y el
sonido disipado, denominándose absorción a la suma del sonido transmitido y el sonido
disipado. En la figura 16 se representa esquemáticamente la distribución entre los
distintos fenómenos que pueden ocurrir cuando una onda sonora alcanza el paramento.
Denominando por: si al sonido incidente, sr al sonido reflejado, sd al sonido disipado, st
al sonido transmitido, se tiene que:

si = sr + sd + st

Al valor sd + st se le denomina absorción (a), luego:

si = sr + a

Desde el punto de vista acústico, todo material queda definido por unos coeficientes que
determinan las propiedades absorbentes, reflectantes y transmisoras de dicho material.
Así se tienen:

energía absorbida
Coeficiente de absorción: a = ______________

energía incidente

energía reflejada
Coeficiente de reflexión: r = ______________

energía incidente

energía transmitida
Coeficiente de transmisión: t = ______________

energía incidente

Los coeficientes de absorción para un determinado material o elemento adoptan valores


muy distintos en función de la frecuencia, lo que pone de manifiesto el irregular
comportamiento del sonido en función de su longitud de onda. El siguiente cuadro
(figura 17) muestra los coeficientes de absorción de distintos materiales de uso común.

16
FIGURA 16. Fenómeno de la absorción

FIGURA 17. Coeficiente de absorción de distintos materiales

17
2. 6. SUPERPOSICIÓN DE ONDAS

En un mismo medio pueden propagarse simultáneamente dos o más ondas producidas


en focos diferentes. Entonces superponen sus efectos en todos y cada uno de los puntos
del medio. Este fenómeno sigue el principio de superposición según el cual: cuando se
propagan dos o más ondas por un medio, la perturbación resultante es igual a la suma
vectorial de las perturbaciones que producirían cada onda por separado.

Interferencias

Se denomina interferencia al efecto producido cuando dos o más trenes de ondas pasan
por una región determinada, siguiendo el principio de superposición anteriormente
citado. Dependiendo de las características de las ondas que se superponen existen
distintos tipos de interferencias. Así, si las ondas que interfieren tienen la misma
frecuencia y por lo tanto el mismo periodo y la misma longitud de onda, viajan en el
mismo sentido y están en concordancia de fase la onda resultante tiene las mismas
características de las anteriores pero su amplitud será la resultante de sumar
algebraicamente las amplitudes de las dos ondas superpuestas (véase figura 18).

FIGURA 18. Interferencia producida por dos ondas en concordancia de fase

En el caso de tener también iguales las amplitudes las dos ondas, la onda resultante
tendrá una amplitud doble a la de una de ellas (véase figura 19). Este es el caso que se
produce cuando dos instrumentos están tocando al unísono con la misma intensidad; el
efecto que se produce es un sonido del doble de intensidad.

18
FIGURA 19. Interferencia producida por dos ondas idénticamente iguales en fase

Cuando las dos ondas que interfieren están en oposición de fase, la onda resultante
tendrá una amplitud diferencia de las amplitudes de las ondas componentes y estará en
fase con la de mayor amplitud (figura 20).

FIGURA 20. Interferencia producida por dos ondas en oposición de fase

Un caso interesante se presenta cuando las ondas que interfieren en oposición de fase,
tienen iguales amplitudes. En este caso la resultante es nula y se produce una
interferencia total ya que las partículas del medio elástico solicitadas en cada instante
por fuerzas que se anulan recíprocamente, no sufrirán perturbación alguna (véase figura
21)

19
FIGURA 21. Interferencia producida por dos ondas iguales en oposición de fase

Este efecto se puede encontrar colocando dos altavoces de iguales características


enfrentados muy próximos entre sí y conectados a la misma señal pero con las fases
cambiadas. El resultado es una interferencia total (anulación total del sonido) ya que el
efecto producido por cada altavoz es anulado por el otro.

Ondas estacionarias

Un caso especial de interferencia se presenta cuando en un medio elástico se propagan


dos ondas de igual frecuencia y amplitud, que se desplazan en la misma dirección pero
sentido contrario. En este caso se produce lo que se conoce como ondas estacionarias.
Cuando en un medio elástico se propaga una onda en una dirección y es reflejada, esta
onda será de iguales magnitudes que la anterior, pero se propagará en sentido contrario.
Ambas ondas se superponen dando lugar a una resultante denominada onda
estacionaria.

Se denominan así por ser ondas que nacen, crecen y desaparecen sin cambiar de
posición, pareciendo que están siempre inmóviles, diferenciándose de aquellas que
avanzan llamadas ondas progresivas. Esta aparente inmovilidad es debida a la forma de
producirse la onda resultante, en la cual siempre existen unos puntos en los que la
resultante es permanentemente nula (nodos) y otros puntos (vientres) en los que la
amplitud varía desde un mínimo cero a un máximo valor doble de la amplitud de la
onda originaria del fenómeno (véase figura 22).

El conjunto de curvas de trazos cortos representa una onda que se propaga hacia la
derecha. Las de trazos largos es la onda que con la misma velocidad, igual amplitud e
igual longitud se desplaza hacia la izquierda. Aplicando el principio de superposición se
observa que sea cual sea la situación en que se encuentren las dos ondas, existen
determinados puntos, nodos, donde la resultante es nula, es decir, la suma de
elongaciones al ser siempre iguales en magnitud y signo contrario es cero. Existen otros
puntos, vientres, en los que la suma de elongaciones da como resultado una amplitud

20
variable, desde una máxima con un determinado signo a otra igual de signo contrario,
pasando por un valor nulo en un determinado momento.

FIGURA 22. Formación de una onda estacionaria

La longitud de onda de la onda estacionaria, es igual a la de las ondas que se


superponen.

La amplitud de la onda estacionaria resultante, es el doble de las ondas que se


superponen.

La distancia entre dos nodos y dos vientres consecutivos, es la semilongitud de onda


(λ/2)

Pulsaciones

Cuando en un medio elástico se propagan simultáneamente dos ondas de frecuencia


ligeramente distinta e igual amplitud, la amplitud de la onda resultante pasará
periódicamente por máximos y mínimos. Esto será perceptible por aumentos y
disminuciones periódicas de la intensidad, siempre que la frecuencia de ambas ondas no
difiera demasiado. A este fenómeno se le denomina pulsaciones.

Esta condición se produce cuando se hacen sonar simultáneamente dos diapasones de


frecuencias un poco diferentes o cuando dos cuerdas de piano golpeadas por un mismo
macillo están ligeramente desafinadas. El número de pulsaciones que se produce entre
dos sonidos es igual a la diferencia entre las frecuencias de ambos. Así, por ejemplo, un
sonido de 440 Hz y otro de 445 Hz producen 5 pulsaciones por segundo.

21
Consideremos un punto del espacio a través del cual pasan simultáneamente dos ondas
de frecuencia ligeramente distintas (véase figura 23)

FIGURA 23. Formación de las pulsaciones

Aplicando el principio de superposición para encontrar la resultante se obtiene una onda


(b) en la cual se observa que la amplitud varía con el tiempo. Estas variaciones de
amplitud originan variaciones de intensidad y constituyen las pulsaciones, también
llamadas batimentos. Las pulsaciones tienen un papel importante en muchos fenómenos
musicales, contribuyendo a las sensaciones de consonancia (como veremos
detalladamente en el módulo 4), permitiendo afinar instrumentos, etc.

2.7. RESONANCIA

Cuando un cuerpo es excitado con una frecuencia natural igual o semejante a la suya se
produce en él un fenómeno denominado resonancia. Las vibraciones producidas se
denominan vibraciones por simpatía. Se puede comprobar fácilmente la existencia de
este fenómeno empleando dos diapasones de la misma frecuencia, situados próximos
entre sí. Si se golpea uno de ellos e inmediatamente se le para, puede oírse que el
segundo está sonando intensamente. El efecto de resonancia permanece durante algún
tiempo, aunque haya cesado la causa excitadora. La respuesta de un sistema ante una
fuerza externa periódica, como es este caso, es diferente según sea la capacidad de
amortiguamiento del cuerpo resonante, como puede apreciarse en la figura 24.

La resonancia no es un fenómeno exclusivo de los cuerpos sólidos, pues tienen el


mismo comportamiento los gases encerrados en una cavidad (al soplar delante de la
boca de una botella vacía, se producirá un sonido de una determinada frecuencia). La
cavidad que por su forma y dimensiones es capaz de emitir un determinado sonido
cuando se somete a la acción de una onda sonora compleja, vibrará con más intensidad
cuando en ella esté presente alguna frecuencia propia de la cavidad.

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FIGURA 24. Diferentes respuestas de un sistema en virtud de la
capacidad de amortiguamiento del cuerpo resonante

2.8. EL EFECTO DOPPLER

Si nos situamos en medio de un paso elevado sobre una autovía y vemos de lejos que
una moto se acerca a alta velocidad, percibiremos ya de lejos el sonido del motor de
dicho vehículo, bastante parecido al zumbido de un mosquito. El sonido agudo crece en
intensidad a medida que la moto se acerca, y justamente al pasar por debajo de nosotros,
ese sonido se vuelve grave al tiempo que su intensidad decrece, primero bruscamente y
luego con mayor lentitud. Igualmente, si viajamos en un tren que en un momento dado
pasa veloz por un apeadero en el que el encargado toca una campana, oiremos agudo su
sonido mientras nos acercamos a ella y se vuelve grave cuando, tras pasar por enfrente,
el tren se aleja del apeadero. Uno y otro fenómenos acústicos constituyen hechos que
tenemos muy asumidos, hasta el punto de tenerlos subconscientemente asociados a la
velocidad. Así, cualquier persona privada de la visión, sabe interpretar en uno y otro
casos la situación, aún sin ver.

Los hechos antes descritos no son sino casos distintos de un mismo fenómeno conocido
como efecto Doppler. Este efecto consiste en la modificación efectiva de la frecuencia
percibida por un observador O de la onda proveniente de un foco F cuando éste, o el
observador o ambos, se mueven.

Para comprender la naturaleza de este fenómeno, vamos a suponer dos casos:

1) Foco fijo y observador móvil

Supongamos que un foco F puntual situado en un medio isótropo que emite ondas de
frecuencia f en todas las direcciones. Los frentes de onda serían esféricos, concéntricos
y su centro común será el propio foco. En estas condiciones, la separación entre los

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sucesivos frentes de onda es la misma en cualquier dirección que consideremos, de
forma que un observador quieto respecto del foco, recibirá los frentes de onda con una
frecuencia que en todo caso coincidirá con la frecuencia de emisión (figura 25).

FIGURA 25. Efecto Doppler producido al moverse el observador respecto del foco

Pensemos ahora que el observador se desplaza hacia el foco con velocidad constante. En
estas condiciones, el ritmo con que recibe los frentes de onda es mayor, ya que va al
encuentro de ellos. El resultado será una elevación de la frecuencia percibida. Por el
contrario, si el observador móvil se aleja, la frecuencia percibida será menor que la
nominal.

2) Foco móvil y observador fijo

Si el foco se mueve, los frentes de onda dejan de ser concéntricos, y este hecho se
acentúa al aumentar la velocidad del foco.

La mera observación de la figura 26 permite intuir que si el foco se acerca al


observador, la separación entre los sucesivos frentes de onda que le llegan es ahora
menor, lo que motiva que el observador capte más frecuencias por unidad de tiempo,
esto es, percibirá una elevación de la frecuencia. Por el contrario, si el foco se aleja, la
separación entre los frentes es mayor que si el foco estuviera en reposo, el observador
captará menos frentes por unidad de tiempo y la frecuencia percibida será menor.

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FIGURA 26. Efecto Doppler producido al moverse el foco respecto del observador

3) Foco y observador móviles

También existe la posibilidad de que tanto el foco como el observador se muevan.

El efecto Doppler acústico es un fenómeno muy asumido y estrechamente asociado a


nuestra intuición sobre el movimiento. De hecho, han sido numerosos los compositores
que han utilizado escalas y cadencias para simular, describir o evocar el movimiento, tal
es el caso del tercer movimiento de la Sinfonía n.º 6 “Pastoral” de Beethoven, en el
pasaje de la tormenta, en el que la cuerda con sus progresiones ascendentes y
descendentes simula el viento huracanado.

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