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La Novela Española de 1975 Hasta La Actualidad

El documento resume las principales tendencias y autores de la novela española desde 1975 hasta la actualidad. Identifica tres grandes etapas: la generación del 68, caracterizada por el regreso a la narratividad y subgéneros como la metanovela y la novela histórica; la narrativa de los 80, con un enfoque más introspectivo e interés por la novela de género; y la última narrativa desde los 90, con una recuperación de la novela comprometida y fusiones de ficción y realidad. Destaca autores representativos de cada et

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La Novela Española de 1975 Hasta La Actualidad

El documento resume las principales tendencias y autores de la novela española desde 1975 hasta la actualidad. Identifica tres grandes etapas: la generación del 68, caracterizada por el regreso a la narratividad y subgéneros como la metanovela y la novela histórica; la narrativa de los 80, con un enfoque más introspectivo e interés por la novela de género; y la última narrativa desde los 90, con una recuperación de la novela comprometida y fusiones de ficción y realidad. Destaca autores representativos de cada et

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LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 HASTA LA ACTUALIDAD.

TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


PRINCIPALES

1975 fue un año decisivo en la historia de nuestro país. Con la muerte del dictador, la
transición a la democracia y la supresión de la censura y la Constitución de 1978 se abría un
período que parecía conducir a la recuperación de las libertades que hacen de la narrativa un
cajón de sastre.

La narrativa posterior a 1975 se caracteriza, sobre todo, por el abandono del experimentalismo
y el regreso a la narratividad: los autores recuperan el placer por contar historias y buscan
conectar de nuevo con los lectores. A ello se suma el crecimiento del sector editorial que
favoreció el crecimiento del público lector. El fin de la novela experimental está íntimamente
relacionado con la aparición de dos novelas: La saga/fuga de J.B. (1972), de Gonzalo Torrente
Ballester, que pese a formar parte de la narrativa experimental, su naturaleza irónica la
convierte en la primera gran parodia de este subgénero; y La verdad sobre el caso Savolta
(1975), de Eduardo Mendoza, que recupera el gusto por la narración, empleando recursos
propios de los más variados subgéneros narrativos (intriga, aventuras, ironía, humor…). A
pesar de la heterogeneidad de títulos, autores y corrientes que se dieron en esta época se
pueden distinguir tres grandes etapas: la generación del 68, la narrativa de los 80 y la última
narrativa.

LA GENERACIÓN 68 (término discutible por su diversidad) es un grupo de narradores nacidos


en los años 30 y 40 que comienzan a destacar en la década de los 70 y a quienes se conoce
bajo los nombres de “generación del 68” (alusión a las revueltas sociales francesas) o
“generación del 66” (promulgación de la ley de prensa de Fraga Iribarne). Su irrupción coincide
con el cansancio que se advierte respecto a la novela experimental. Pese a su diversidad, en su
producción se pueden apreciar rasgos comunes: la vuelta a la narratividad, la importancia de la
subjetividad (yo como centro del relato); cuidado del estilo (se evita el prosaísmo); nuevo
clasicismo, con estructuras y argumentos alejados del experimentalismo. Sus subgéneros son:

-En la metanovela, el hecho literario es un tema en sí mismo y el narrador nos hace partícipes
de su construcción: Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás), Cela (Mazurca para dos
muertos), -El auge de la novela policiaca fue posible gracias a la desaparición de la censura, ya
que la novela negra se nutre de ambientes marginales y sórdidos en los que se presentan
normalmente personajes amorales y ambiguos. Sus autores más representativos fueron
Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta, El misterio de la cripta embrujada…) o
Lourdes Ortiz (Picadura mortal).
. -La novela histórica, subgéneros de gran éxito desde 1975, se clasifica según tres criterios:
temas (novela pura e impura), argumento (novela histórica intrahistórica) y narrador (novela
tradición y novela innovadora). Destacaron Miguel Delibes (El hereje, ambientación perfecta
en el Valladolid medieval) o Jesús Fernández Santos (Extramuros, los odios e intrigas de un
convento).

LA NARRATIVA DE LOS 80, inician su carrera o se consagran nuevos autores que siguen
manteniendo la tendencia narrativa iniciada en la generación anterior. Se incorporan o
intensifican ciertos rasgos, como la tendencia introspectiva (predominio del análisis del yo) o el
interés por la novela de género. Los rasgos más significativos fueron: la tendencia a la
introspección (observación y el análisis del yo); la capacidad de sugerencia y evocación (lectura
polisémica); la incorporación de otros géneros (periodismo, televisión, cómic, publicidad…); el
interés por la novela de género, aquellos subgéneros narrativos de éxito popular (novela
negra, fantástica o erótica); la experimentación con la voz narradora: novela (narrador
desdoblado) y metanovela; y el empleo de la ironía y la parodia Como autores destacaron: -
Luis Landero, en cuya obra se aprecia la influencia de la tradición literaria española y,
especialmente, de Cervantes, como en Juegos de la edad tardía. -Matilde Asensi, reúne
narratividad y profundidad histórica, El último Catón. – Javier Marías, bastante ensayístico,
lírico, aborda temas como el amor, la muerte, la soledad, el paso del tiempo: Corazón tan
blanco, Los enamoramientos. -Rosa Montero, novelista y periodista, mezcla lo testimonial con
la novela de tesis. En sus primeras obras combina la voluntad de denuncia machista con la
introspección emocional: Te trataré como a una reina, Amado amo. -Arturo Pérez-Reverte,
combina en la mayoría de sus obras la novela de intriga y la novela histórica. Plantea tramas de
suspense enmarcadas en episodios históricos, marco de la verdadera acción: El maestro de
esgrima (Madrid galdosiano), la Saga del Capitán Alatriste (Tercios de Flandes). -Antonio
Muñoz Molina, su primer éxito fue El invierno en Lisboa, novela negra. Tanto en este género
como en otros títulos más ambiciosos (Plenilunio). -Almudena Grandes. Cultivó la novela
erótica, Las edades de Lulú, donde aborda el amor, la soledad y la búsqueda de sí misma. Esta
mirada emocional reaparece en títulos como Malena es un nombre de tango. Posteriormente,
aborda temas la memoria histórica novelas (Episodios de una guerra interminable) Se unen a
esos autores Terenci Moix, Félix de Azúa…

La ÚLTIMA NARRATIVA la conforman autores que comienzan a despuntar desde la década de


los 90 hasta la actualidad. En general, se mantienen vigentes los subgéneros y tendencias
anteriores. Se aprecia un cierto retorno a la novela comprometida y predominan los géneros
que fusionan ficción y realidad: -la novela histórica, ambientada sobre todo en la Guerra Civil,
intenta ofrecer un análisis concienzudo gracias a la distancia personal (Episodios de una guerra
interminable, de Almudena Grandes; La voz dormida, de Dulce Chacón). -El realismo sucio, de
existencia efímera, intentó plasmar en sus novelas el lenguaje juvenil y directo y el mundo del
alcohol, las drogas, la marginalidad o la noche y, en menor medida, la violencia, el nihilismo…
José Ángel Mañas (Historias del Kronen), Ray Loriga (Héroes)… -Relato y microrrelato. Los
relatos suelen publicarse en antologías. Juegan con los límites entre relato y novela (Los
girasoles ciegos, de Alberto Méndez). En cuanto al microrrelato, concede gran importancia a
los juegos de ingenio y la sorpresa y reduce al mínimo la acción, el tiempo, el espacio y los
personajes. -Novela comprometida. Se abandona la introspección y se recupera el interés por
retratar la realidad actual de forma crítica: Crematorio de Rafael Chirbes. Muchas de sus
novelas retratan la homosexualidad y la presentan a un receptor universal: Contra natura,
Álvaro Pombo. -Novela intimista, la memoria y la identidad son dos de los grandes temas de la
última narrativa, donde los autores construyen personajes que, a menudo, se convierten en
espejos de sí mismos y desde los que se abordan temas como la soledad, el fracaso o la falta
de motivación vital. Pueden señalarse la narrativa pseudoautobiográfica (Tranvía a la
Malvarrosa, de Manuel Vicent). A todas las tendencias novelísticas anteriores, se añaden la
novela gráfica, subgénero minoritario entre la novela y el cómic (Paco Roca); novela fantástica
y de ciencia ficción (Ana María Matute…); novela juvenil (Carlos Ruiz Zafón y su exitosa
Trilogía de la Niebla con Marina como colofón); libros de viajes, entre el periodismo, el ensayo
y la novela (Javier Reverte), y la novela de humor con Eduardo Mendoza y Sin noticias de Gurb,
las divertidas y disparatadas peripecias de un extraterrestre aterrizado en Barcelona.

Hay tal cantidad de autores y autoras talentosos que no los podemos abordar a todos.

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