HUMANOS SIN ESPIRITU - Por Montalk Biblioteca Pleyades
HUMANOS SIN ESPIRITU - Por Montalk Biblioteca Pleyades
Gente vacía. Personas títeres. Cartones recortados. Objetos teledirigidos, Portales Orgánicos.
Caracteres de fondo.
Porque por necesidad tuvieron que ser inventados por aquellos que independientemente observaron el
mismo fenómeno desconcertante, uno para el cual no hay nombre oficial: algunas personas parecen
carecer de algo muy importante en su interior. Mientras que no son necesariamente menos inteligentes,
exitosos o físicamente sanos como cualquier otra persona, ellos, no obstante, no muestran ningún indicio
de tener ninguno de los posibles componentes superiores de su conciencia.
Con el transcurso de los años he recibido correos electrónicos de lectores que llegaron a esta misma
conclusión. Ellos observaron que algunas personas eran extrañamente unidimensionales y vacías en su
interior.
Esta observación no es difícil de perder, pero es fácil de evitar racionalizar, especialmente con la sociedad
moderna siendo tan pesadamente lavados de cerebro, con el concepto políticamente correcto pero poco
realista de que cada uno es completamente igual en todos los sentidos, que hace caso omiso de las
diferencias funcionales debido a:
Ambiental
Genético
Antecedentes
La idea de gente vacía amaneció primero en mí en 1999 después de haber hecho mucha investigación en
sociópatas y psicópatas, siendo su condición médica conocida como TPA o “Desorden Antisocial de
Personalidad.”
Mi interés en el tema surgió a raíz de haber sido forzada durante muchos años a sufrir bajo alguien de
quien más tarde supe que tenía todas las señales de ser un sociópata.
Sin corazón y sin alma fueron términos descriptivos, pero poco sabía yo cual literalmente ciertos eran.
Había notado en esta persona como un vacío detrás de los ojos y una esencia de conciencia muy
superficial, lo que parecía ser el origen de los comportamientos que observé.
Eventualmente me di cuenta que esta misma condición raíz estaba presente en algunos otros quienes no
eran sociópatas hacia el exterior, pero cuya carencia de corazón se enmascaraba en un exterior social
muy bien adaptado. En otras palabras, lo que la psiquiatría diagnosticaría como TAP serían solo las más
extremas, criminales y descuidadas manifestaciones de una condición que, de otra manera, se expresa
más ampliamente de un modo socialmente aceptable y menos incriminatorio. Esto último es lo que
pudiera contar para el cuerpo de gente vacía presente en la población.
Su conducta tiende a ser convincente, superficial, egoísta, narcisista, mundano, depredador y materialista.
A veces estos rasgos son camuflados por un exterior socialmente pulido, pero cualquiera con un ojo que
discierne puede ver a través de su disfraz. Ellos carecen de individualidad, de pensamiento independiente
y son fuertemente polarizados hacia mantener una mentalidad de rebaño.
Ellos carecen de comprensión de cualquier cosa más allá de la esfera material de los cinco sentidos, y no
tienen ningún interés en asuntos metafísicos, excepto como accesorios llamativos como para reforzar su
imagen social. Ellos también parecen totalmente incapaces de empatía, introspección y un auto-sacrificio
voluntario.
Sin embargo, en presencia de otros ellos pueden poner una llamativa muestra de preocupación, angustia
o altruismo para propósitos de manipulación social. Por ejemplo, lágrimas de cocodrilo para obtener
simpatía y compasión, o haciendo algo bueno por otro únicamente para extorsionarles más tarde un favor.
La exploración física de su conciencia revela algo interesante. Hay cierta simplicidad, llanura e inercia en
su esencia, aún si sus intelectos son altamente desarrollados. A diferencia de otros, su energía
consciente es más difusa, opaca, impermanente y amorfa en lugar de ser sólida, chispeante, cristalizada y
concentrada.
Dicho de otra manera, sus mentes son como castillos de arena en lugar de castillos reales. Hay algo
rudimentario y animal piloteando sus cuerpos. Pareciera como si tienen conciencia del mismo modo que
las plantas y los animales tienen, pero no una auto-conciencia como se supone que tienen los seres
humanos.
El factor faltante debe ser algo que dota a un ser con auto-conciencia, voluntad y la capacidad de valorar
ideales trascendentales.
Esto va más allá de los factores físicos, como porciones faltantes del cerebro, genética defectuosa o una
mala educación, porque los últimos son solamente defectos en el hardware y la programación de la
máquina biológica, donde el problema aquí involucra la máquina de operar la conciencia. Lo que recoge la
percepción clarividente o intuitiva sobre sus conciencias implica factores metafísicos.
Usualmente sería clasificada como el alma, pero eso ha causado demasiada confusión en el pasado. Por
ejemplo, los lectores casuales no familiarizados con la definición no apropiada del pensamiento de los “sin
alma” pensaban que quería decir “completamente carente de conciencia”, cuando en realidad significa
“carente de conciencia individualizada”. No, ellos sí tienen algún tipo de energía de alma por virtud de
estar vivos, pero el alma no está investida con una chispa superior de verdadera sensibilidad y conciencia
de sí misma.
Por ello, yo llamaría a esta chispa superior “espíritu” y la definiría como sigue:
Por lo tanto no tienen conciencia de si mismos, individualidad, sabiduría, empatía, inteligencia creativa o
conciencia. Lo que confirma aún más esta hipótesis es que, como lo estaremos viendo más adelante, uno
pudiera observar una total ausencia del destino, sincronicidad, sueños simbólicos, lecciones espirituales,
crecimiento del alma y karma en sus vidas.
Es de esperarse que si ellos no tienen nada permanente en ellos que sobrevive a la muerte y reencarna,
porque solamente el espíritu puede ganar de tales cosas.
Sin espíritu, ellos son seres temporales, cuya conciencia se forma un poco antes del nacimiento y se
disuelve un poco después de su muerte. Y si esto es así, entonces, para ellos, las lecciones de la vida
espiritual no sirven ningún propósito, el karma de las vidas pasadas no existe, no hay un Ser Superior
actuando como chaperón, ni tendrían un genuino interés en nada que sirva a un propósito más allá de su
actual existencia mortal.
Por ello es de esperarse que sean particularmente materialistas, mundanos ellos y mundanos en sus
ambiciones. La observación confirma esto también.
Otros Componentes
Entendiendo los varios componentes y cómo éstos combinan para hacer el todo de un ser, podemos
agarrar las numerosas diferencias y similitudes entre humanos con y sin espíritu 1.
Aparte del espíritu, los otros componentes son cuerpo y alma. El alma es la interfaz energética no-física
entre el cuerpo y el espíritu. Los ocultistas dividen el alma en cuerpos etéreos y astrales. La gente “vacía”
anteriormente mencionada tiene cuerpos y almas, pero no tienen espíritus. De esta forma es muy claro
que tienen algún tipo de energía consciente, pero no el núcleo permanente que retiene la continuidad a
través de las encarnaciones.
El componente etérico es un campo magnético cuántico que predispone al cuerpo físico evitar la
desintegración entrópica. O para decirlo de manera más simple, es la energía de fuerza-de-vida que no
permite que se descomponga el cuerpo.
El componente astral es más abstracto e intangible. Opera como la sede de las sensaciones y pasiones
conscientemente experimentadas. Las sensaciones y sentimientos no son solamente reacciones químicas
en el cerebro, ni son pensamientos abstractos en la mente. En su lugar son las energías vivas residiendo
en algún punto intermedio, y esa zona de amortiguación entre lo completamente físico y lo completamente
metafísico es el componente astral del alma.
Cuerpo y Ego
El cuerpo es el instrumento biológico a través del cual interactuamos con nuestro entorno físico.
El cuerpo viene con sus propias disposiciones hereditarias, fuerzas biológicas e instintos y algoritmos
conductuales estampados dentro de él a través de una programación social. Estas influencias
deterministas convergen para crear una inteligencia artificial en cualquier persona que, por defecto opera
el cuerpo como un piloto automático piloteando un avión.
Esta inteligencia artificial es, por ello, denominado “ego”. Su proceso fundamental es el de garantizar la
supervivencia del cuerpo optimizando su comportamiento para el entorno físico y social. En otras
palabras, el acondicionamiento externo programa al ego para lograr la supervivencia en el abriendo desde
el cual el condicionamiento se origina.
Pero el ego no tiene una verdadera conciencia propia. Es solamente una computadora operando en el
hardware neural (y por poder, etéreo) que simula una identidad viviente. Su mayor ventaja es que, siendo
solamente una computadora, solo tiene que calcular mecánicamente y reaccionar a situaciones en lugar
de reflejarlas profunda y conscientemente, por lo cual pueden responder mucho más rápido a situaciones
externas.
Para el espíritu, el ego funciona como un dispositivo de software que automatiza las interacciones con
otros humanos y proporciona una máscara de identidad, programada desde el nacimiento, y apropiada al
entorno local. Algo así como el avatar de un jugador en el juego Sims, que se ve y actúa como una
persona y parece hacer sus propias cosas cuando no está siendo dirigido por el jugador.
El problema es que el ego es enteramente un producto del pasado, y el espíritu enteramente fuera del
tiempo lineal. El primero es completamente una característica inesperada de la materia, el segundo es
una condensación permanente de la conciencia. Ambos tienen impulsos que son a menudo
diametralmente opuestos, uno tirando hacia la materialidad y el otro hacia la espiritualidad.
Nuestra conciencia diaria, también conocida como el yo inferior es una mezcla de ambos, es decir, de la
porción del espíritu que brilla a través de la máscara del ego y se identifica con ella, análogo a un
automovilista tan absorto en el acto de conducir para el que el auto se ha convertido en una extensión de
su cuerpo .
Ahora el alma, que reside entre el cuerpo y el espíritu y es mediadora entre ellos, es influenciada por
ambos.
Adquiere su organización y su función según los impulsos de ambos, del espíritu y del cuerpo. Por
ejemplo, el cuerpo astral respondería tanto a una droga química que induzca una sensación de euforia a
través del cuerpo, o del espíritu deseando invocar una noble sensación de gozo espiritual, aunque los
efectos en el astral no son idénticos.
De igual manera el cuerpo etéreo podría tener su estructura alterada por alguna herida del cuerpo físico, o
de algún bloqueo o anomalía en el cuerpo astral, infiltrando su influencia hasta el nivel etéreo. Cualquier
influencia que sea ejercida sobre el alma a través del cuerpo o del espíritu, sus efectos continúan en el
alma, como té que continúa circulando después de haber sido removido. Esto es porque el ego funciona
tanto en el hardware neural como etéreo.
Tomando en cuenta lo anterior, considere que es lo que sucede cuando alguien tiene cuerpo, ego y alma,
pero carece de espíritu.
En primer lugar, toda su persnalidad sería el resultado de influencias materiales, como la genética y el
entorno. La sede de su aparente inteligencia sería el ego. Y sin el contrapeso del espíritu, su ego sería el
rey soberano. Así, de conformidad con la función del ego, tales personas estarían por completo dedicadas
a la supervivencia material y social.
Las personas con espíritu, que están conscientes de sus impulsos espirituales, a menudo toman
decisiones voluntarias que no persiguen objetivos para el propio provecho, que van en contra de las
expectativas de los principios evolutivos darwinianos, y que sirven solamente para fines espirituales. Tales
impulsos están ausentes en personas sin espíritu, aunque estén verdaderamente optimizados para la
supervivencia en el mundo físico.
Sin conciencia, empatía o una lucha interna entre el ego y el espíritu que los refrenan, ellos pueden más
rápida y fácilmente tener éxito en sus entornos mundanos, sin importar el coste para los demás.
Para entender mejor sus diferencias metafísicas, considere lo que le sucede a la gente con espíritu y sin
espíritu después de la muerte física.
El espíritu y el alma anidados dentro del otro, juntos dejan el cuerpo físico. Luego de un tiempo, el
componente etéreo del alma se desintegra, dejando solamente al espíritu anidado dentro del cuerpo
astral. El cuerpo astral, entonces, se desintegra. La desintegración de los cuerpos etéreo y astral,
significan la disolución o el alejamiento del alma, conocido en el esoterismo cristiano como la segunda
muerte.
La reencarnación implica que el espíritu forme para sí mismo un alma nueva, antes de “caer” en un nuevo
cuerpo físico. En consiguientes reencarnaciones influyen de forma importante los talentos,
predisposiciones y desequilibrios que haya adquirido de vidas previas.
Al gestarse el cuerpo del feto en el útero, el alma se forma por primera vez, como arena de playa que se
usa para formar un castillo, y se une al cuerpo. Esta formación produce una conciencia rudimentaria. Tras
nacer, esta persona empezará a desarrollarse producto sólo de la genética y el entorno, debido a la
ausencia de espíritu. Sin un contrapeso espiritual, las pulsiones biológicas y la programación social se
convierten en sus impulsos en la vida.
Tras la muerte física su alma evacua el cuerpo, quizás conteniendo una persistente huella del ego, y
luego de algún tiempo se desintegra y es reabsorbida en el lago de energías desde el cual originalmente
se formó. Nada de su identidad sobrevive.
Para la gente sin espíritu, esta vida es la única. Ellos se forman al entrar y se disuelven al salir. No puede
ser de otra forma si carecen de un núcleo de conciencia individualizada.
Por lo tanto, todo lo que una persona con espíritu tiene debido a la continuidad de sus encarnaciones está
faltando en la vida de una persona sin espíritu. Por ejemplo, alguien sin espíritu no necesitaría lecciones
de vida o experiencias de aprendizaje espiritual. Por ello la gente sin espíritu son los que no pueden
aprender lecciones espirituales, no pueden perfeccionarse espiritualmente mediante las pruebas de la
vida, y no traspasan lo adquirido en sucesivas reencarnaciones.
Así se comprende que ellos no tengan ningún interés por las lecciones de humildad, empatía, compasión,
entendimiento o perdón.
En lugar de cambiar como personas a través de la maduración espiritual en la vida, ellos solamente
cambian en el sentido de una mejor adaptación a la vida a través del acondicionamiento. Por ejemplo,
mientras que una persona con espíritu pudiera ver el error de sus caminos y volverse humilde, una
persona sin espíritu simplemente aprenderá a no ser atrapado la próxima vez.
El karma es otro factor metafísico ausente en la vida de la gente sin espíritu. Hay muchos conceptos
erróneos sobre el karma, por lo que primero expondré mi posición respecto a ello, antes de mostrar cómo
la ausencia de karma afecta la vida de una persona sin espíritu.
El karma (el tipo negativo) es simplemente una deuda espiritual o desequilibrio adquirido por violar la libre
voluntad de uno mismo o de otro. Violar la propia voluntad libre sucede cuando usted toma una decisión
durante un estado ignorante, como cuando se está identificando con el ego y actuando sobre sus
impulsos, que viole una opción hecha durante un estado espiritual más sobrio.
Al cometer una violación de libre albedrío, el aspecto asociado con el espíritu superior de la conciencia
lamenta el error y hace un compromiso de reparación, aunque el aspecto asociado con el ego inferior
trate de ignorarlo. El desequilibrio kármico, entonces, atrae experiencias que enseñan una lección
corrigiendo esa ignorancia, ya sea en esta vida o la próxima. La lección aprendida es universal y no
requiere memoria de la opción original que la provocó, solamente una comprensión de la lección.
La experiencia kármica misma no es lo que está destinado, es más bien la lección aprendida, por ello el
karma a veces puede ser mitigado a través de una comprensión preventiva y el perdón, sin tener
necesariamente que aprenderlo por la manera dura, a través de la experiencia.
Pero sin espíritu no hay un verdadero libre albedrío y no hay verdaderas lecciones que puedan ser
aprendidas.
Por ello, los sin espíritu no tienen karma, y en cambio viven completamente bajo las leyes del azar y la ley
de la selva. Mientras que el individuo con espíritu pudiera nacer con desventajas kármicas, para el
individuo sin espíritu, estas desventajas serían estrictamente una cuestión de suerte o herencia y no
sirven a ningún propósito superior metafísico.
Igual sucede con la sincronización y la manera de morir; mientras la persona con espíritu pudiera haber
planeado libremente su vida antes de encarnar, incluyendo la forma en que van a morir, la gente sin
espíritu muere según circunstancias al azar sin propósito o significado, a menos que su muerte de alguna
forma juegue una parte importante en el guión de la pre-encarnación de un individuo con espíritu.
Otros factores faltantes incluyen sueños simbólicos significativos, sincronicidades, una guía intuitiva
superior y su mano personal de destino. La gente sin espíritu no experimenta ninguno de estos factores,
porque, ya sea que no pueden o no lo necesitan. Esto debería ser obvio de entender el papel del espíritu,
pero lo elaboraré en aras de la claridad.
Sueños significativos sirven principalmente para alertar a una persona a desequilibrios espirituales que
necesitan ser corregidos, pero una persona sin espíritu no tiene necesitad de tales mensajes.
Así mismo, no tienen nada superior que les envíe tales mensajes. Sin una base permanente de
individualidad, ellos no tienen un “Ser-Superior”, lo cual significa que es la manifestación futura
perfeccionada del espíritu que se remonta a través del tiempo para ayudar a las extensiones de sí mismo
que están todavía en el pasado lineal. Y sin un Ser Superior, ellos no tienen una guía intuitiva interna que
les proporciones ciertos empujones y protección en la vida.
Así, mientras una persona con espíritu pudiera experimentar sincronicidades anormales y la curvatura de
las leyes de la realidad para salvarlos de una muerte prematura, una persona sin espíritu, careciendo de
tal dirección y protección perecería, según la ocasión.
También hay una diferencia entre los con-espíritu y los Sin-Espíritu en qué chakras tienen.
Los Chakras con centros vorticales de energía uniendo el alma con el cuerpo y uniendo el espíritu y el
cuerpo a través del alma. Cada centro coincide en su posición con las principales glándulas del cuerpo
físico, y cada una sirve a una diferente función conductual.
Los chakras inferiores están asociados con tal facetas conductuales como instinto físico, impulsos
sexuales, emociones básicas, poder personal y actividad intelectual.
Los sin-espíritu, no obstante, no tienen necesidad de los chakras superiores, como el del corazón, la
coronilla y el chacra del tercer ojo porque éstos son los que se vinculan exclusivamente con el espíritu.
El chakra del corazón, el centro de emociones más altas como la compasión, la empatía, el júbilo
espiritual no existen en los sin-espíritu, porque no hay un espíritu presente para asociarlo con esas
emociones.
El chakra de la corona, a través del cual se manifiestan una comprensión intuitiva superior, la
originalidad y la creatividad, y una conexión con la verdad objetiva, hacen falta también.
El chakra del tercer ojo, situado entre las cejas es normalmente utilizado para la percepción de
fenómenos y conceptos más allá del reino material, y la gente sin espíritu, confinada al mundo de los
cinco sentidos no tienen necesidad de ello tampoco.
Consecuentemente, otra diferencia entre los Con-espíritu y los Sin-Espíritu es que los primeros tienen
todos los siete chakras, mientras que a los últimos les hacen falta los tres superiores (corazón, corona y
tercer ojo) 5.
Esto contribuye aún más a la percepción intuitiva y clarividente de que la gente sin espíritu son planos e
inertes por dentro, sin importar de cuan animados fueran en el exterior, porque al espectro de sus
vibraciones etéreas o áuricas les faltan ciertos colores, y por ello son de una resolución general inferior.
Todo lo anterior sigue desde un simple postulado: que algunas personas carecen de espíritu y que ellos,
por ello, carecen de los chakras superiores.
Si usted contempla profundamente lo que esto implica, usted entenderá cómo este postulado explica la
gama completa de observaciones que tenemos respecto a las personas denominadas “vacías”.
A este punto usted estará preguntándose cuál es la diferencia entre las personas Sin-Espíritu y las
personas Con-Espíritu pero que están dormidas espiritualmente en la vida, o simplemente inmaduros.
Después de todo, ambos pudieran ser mundanos en sus metas y completamente atrapados en la ilusión
de la “Matrix".
Ambos pudieran no ser conscientes de los sueños y sincronicidades, ni mucho menos exhibir empatía.
Por ejemplo, hay personas negativas que están completamente bajo la influencia de sus egos y de sus
fuerzas negativas externas que pueden cometer crímenes violentos e incluso asesinato en masa sin
parpadear. No todos ellos son sin espíritu. Pero todos ellos están, de hecho, vacíos de la influencia del
espíritu a la hora de participar en tales conductas inhumanas. Algunos carecen de espíritu, otros están
dormidos en el espíritu.
La diferencia es que una persona con espíritu, pero infantil o dormida todavía tiene un potencial espiritual
latente. Así que todavía tienen, aunque sea en pequeñas cantidades, la presencia de aquellos factores
espirituales y dinámicas mencionadas arriba. Ellos podrían todavía sufrir las consecuencias de deuda
kármica provocada por tontas opciones, todavía pudieran recibir sueños simbólicos intentando alertarlos a
desequilibrios espirituales en la vida, aunque hagan caso omiso de ellos, pudieran aún experimentar
ayuda sincronística al darle forma a sus vidas en contra de todo pronóstico, aunque no puedan verlo.
La gente sin espíritu carece completamente de ese potencial. Ellos no pueden crecer espiritualmente.
Esto no es una declaración teórica, sino una dolorosa lección aprendida de haber tenido que lidiar con
muchísimas personas así, que jamás mostraron ninguna señal de crecimiento o evolución, sin importar
cuánta ayuda y oportunidad de mejorar les fue dada.
En el mejor de los casos se adaptan, pero más por acondicionamiento y cálculo que una real compresión.
Hay otra diferencia importante. La gente con espíritu tienen vidas apropiadas a sus necesidades
espirituales. Así que hay una correspondencia entre su madurez espiritual y tipo de vida. Los espíritus
infantiles conducirán unas vidas crudas, porque una básica existencia es todo lo que necesitan, y
cualquier otra cosa sería demasiado para que ellos manejaran o ganaran. Mientras tanto, la vida sin
espíritu, sea cual fuera donde sean conducidos por las circunstancias y su propia astucia, lo que podría
significar ser un mendigo, un ejecutivo corporativo o un famoso escritor, todos por igual.
Sin las limitaciones establecidas por necesidades espirituales, los sin espíritu no tienen límites espirituales
o curriculums estructurando sus vidas.
Y esta es la razón por la cual la gente “vacía” no están todos espiritualmente dormidos o son infantiles,
porque existe una clase de gente que comparte la misma inercia detrás de sus ojos sin importar su tipo de
vida, su estatus social, su destreza intelectual y su apariencia física.
Las manifestaciones más extremas de una ausencia del espíritu es conocido en la psicología como
desórdenes de personalidad psicopática, sociopática o narcisista.
La gente con espíritu que encaja en esta condición están mal guiadas y son mantenidos como rehenes
por sus egos, pero pueden ser rehabilitados. En lugar de carecer de empatía, su empatía es, ya sea
suprimida o desplazada. Estos no son verdaderos psicópatas, sino gente con espíritu con desórdenes de
personalidad.
Sin embargo, la verdadera psicopatía y sociopatía no puede ser curada, porque algo falla
fundamentalmente en el interior de tales personas. Ellos carecen de empatía y remordimiento por
completo, y esas cualidades no pueden ser recobradas porque nunca estuvieron allí, para comenzar. La
naturaleza incurable de la psicopatía es un hecho aceptado en la psicología. La causa es creída que es
una anormalidad en los centros de dolor y miedo del cerebro.
Aún así, sin la influencia equilibrante del espíritu, tales anormalidades introducirían errores en la
programación del ego, el cual, entonces, corre incontroladamente hasta el punto de llegar a la atención de
los sistemas legales y médicos. Lo que el sistema médico puede diagnosticar es solo la manifestación
extrema y floja de una condición que está más extendida en toda la población.
Otras personas sin espíritu con egos funcionando apropiadamente son mejores manteniendo su carencia
de empatía y remordimiento camuflados bajo una programación social más refinada.
Abundan las teorías acerca de porqué alguna gente carece de un componente superior en sus conciencia
y qué a propósito sirven en el esquema más grande de cosas.
Puesto que no soy el primero en hacer esta observación, ahora hablaré brevemente lo que han dicho
otros, para que usted pueda sopesar las opciones disponibles.
John Baines escribe en su libro, El Hombre Estelar que los seres humanos, como todas las especies
animales, tiene un alma colectiva única a su especie. Esta inconsciente colectivo ejerce una influencia
desindividualizante en los seres humanos, empujándolos hacia una mentalidad de rebaño, una
mentalidad de masa, que sigue a la multitud.
Rupert Sheldrake llamaría esto el campo morfogenético del ser humano. La gente que no ha
desarrollado su propia individualidad consciente son meros autómatas siguiendo la influencia soporífera
del inconsciente colectivo, como si fueran extensiones de una mente de colmena. La meta del
entrenamiento esotérico es separarse de la manada para desarrollar la propia voluntad, y por ende,
convertirse en un ser libre.
Rudolf Steiner expresó sentimientos similares. Su libro básico, La Filosofía de la Libertad (The
Philosophy of Freedom) aborda este problema Steiner dijo que mientras los seres humanos obedezcan
una autoridad externa, sus propios instintos biológicos, o las partes animalísitcas de ellos mismos en
común con el resto de la humanidad, no son seres libres. La libertad viene de escoger basándose en un
entendimiento intuitivo de lo que implica cada opción y lo que significa.
Este acto de libre voluntad requiere la introspección y la perspicacia espiritual para actuar desde un
lugar de verdadera comprensión. Steiner reconoció que no todo el mundo hace una introspección hasta el
grado necesario para hacer elecciones inteligentes de libre voluntad.
G. I. Gurdjieff habla en el mismo sentido. Sus conferencias en Visiones del Mundo Real (Views From
The Real World) resume su posición. Los humanos son nacidos como pizarras en blanco, como máquinas
biológicas sin conciencia de sí mismos. En algún punto en la vida, una persona, ya sea desarrolla un “yo”
o se ramifica hacia el camino opuesto, hacia más mecanización y decadencia.
Por lo tanto, según Gurdieff, la gente “vacía” son aquellos que nunca han desarrollado su conciencia
de sí mismo como deberían, pero todos partimos en pie de igualdad. No creo que esto sea cierto, porque
hay infantes y niños quienes claramente tienen una alga sensibilidad detrás de sus ojos, y
comportamientos esperados de auto-conocimiento, mientras que otros infantes y niños carecen de ella, lo
cual sugiere el factor de la reencarnación en algunas personas, y de completa ausencia de espíritu,
incluyendo el potencial para el espíritu en otras.
Boris Mouravieff ha escrito sobre el tema de gente sin espíritu más extensivamente. Vea sus tres
volúmenes de la serie Gnóstica, particularmente los volúmenes dos y tres. Su enfoque está basado en la
cristiandad esotérica, y, por lo tanto cita muchísimo de las escritoras, sin dejar de tener mucho en común
con La Tradición del Cuarto Camino de Gurdjieff (Fourth Way tradition of Gurdjieff), el cual, a su vez,
parece remontarse hacia las enseñanzas sufís.
Según la interpretación de Mouravieff del Libro del Génesis, existían humanos antes de Adán y Eva,
pero que solamente Adán y por ende Eva y sus descendientes recibieron el aliento del espíritu de Dios.
Por lo tanto, hoy en día existen una mezcla de dos clases de sub-razas de humanos:
Mouravieff explica que los pre-adámicos sirven al propósito de cosechar energía de los adámicos
como parte de la cadena alimenticia cósmica. El también explora las diferencias metafísicas entre ambos,
en cuanto a que los pre-adámicos carecen de ciertos “centros”, los cuales son análogos a los chakras.
Mouravieff cree que los pre-adámicos tienen un alma grupal única a su colectivo, y que solo después
de nuevos eones de evolución su alma colectiva se va a diferenciar a espíritus individuales como los que
ya tienen los adámicos.
Por último, las Transcripciones Cassiopeas (Cassiopaean Transcripts) abordan los trabajos de
Mouravieff y proporcionan algún enfoque clave en ese tema.
La fuente de canalización afirma que algunas personas son portales vacíos por:
pueden ser muy capaces de mimetizar a personas “almadas” (con espíritu), reflejando hacia atrás
su propia energía de alma
en última instancia sirven como conductos a partir de los cuales puede nuestra energía ser
desviada para ser recogida por los seres hiper-dimensionales negativos.
Todo esto está en consonancia con mis observaciones y los escritos de Gurdjieff y Mouravieff, excepto
que unos poco más realistas que los puntos de vistas de esos dos tradicionalistas.
Mientras John Baines dice que algunos seres humanos son extensiones del alma colectiva humana, los
Casiopeos dicen que en lugar de esto son extensiones de algunas almas grupales animales en particular.
Ellos dicen que los llamados “portales orgánicos” sirven como puente entre el reino animal y el humano,
ayudando a transferir las energías humanas superiores a estas almas grupales de animales para acelerar
su evolución, pero que su función ha sido secuestrada por fuerzas superiores negativas para su propia
utilización de energía de cosecha.
Así es que lo que estoy diciendo en este artículo no es sin precedente. Simplemente hice la observación
de gente “vacía” independientemente en 1999-2001, y luego lo reciclé a través de varias especulaciones
personales y teorías existentes antes de resolver sobre la actual que está siendo explicada en este
artículo.
Creo que hay varias formas en las cuales las personas terminan sin espíritu.
Algunos nacen de esa manera, porque ningún espíritu se enraizó a ellos, así como las sillas de un teatro
que permanecen vacías porque nadie compró entradas para ellas. Otros podrían haber comenzado con
espíritu pero este los dejó en algún momento en su vida. Pudiera haber sido evacuado a través del abuso
o un repentino y extremo trauma, o se pudo evaporar gradualmente por décadas de rutinas de matanza-
de-almas.
No todo el que muere necesariamente cae muerto. Algunas personas pueden seguir existiendo como
cáscaras vacías, como ecos de sus “yos” anteriores, ahora vacíos del espíritu que alguna vez les dio
chispa. Hay otros fenómenos más oscuros, como gente muerte siendo reanimada por alienígenas con
tecnologías avanzadas, clones humanos y otros tipos de humanoides artificiales que carecerían de
espíritu, pero éstos son relativamente raros y por ello no vale la pena discutirlos en este artículo. (Vea, en
su lugar, mi artículo Human Simulacra).
Aquí hablo principalmente de un sector más grande de la población, que naturalmente carecen de
espíritu, que siempre han, a través de la historia, y quienes por virtud de sus naturalezas depredadoras y
mundanas han gravitado hacia la parte superior de las jerarquías sociales, económicas y políticas, y han
hecho al mundo antagónico hacia los impulsos espirituales.
Como puede ver, esta idea de que algunas personas carecen de espíritu explica acerca del lado robótico,
animalístico y depredador de la humanidad.
Así, muchos de nosotros estamos bajo el falso supuesto de que todos somos iguales por dentro, que, si
caminásemos en los zapatos de otros entenderíamos completamente sus motivaciones. Pero no todos los
actos inhumanos se remontan a meras variables ambientales. Existen casos donde, incluso si nosotros
nos pusiéramos en su lugar, no actuaríamos de la misma forma. Esto es porque la causa de sus
motivaciones no es ambiental, sino metafísica: la ausencia del espíritu y el supremo reino del ego.
Aquellos que ignoran la posibilidad de la gente sin espíritu seguirán sacudiendo sus cabezas en
frustración ante comportamientos que simplemente no pueden entender ni procesar, y deben, ya sea,
ignorar o racionalizar. Cuando estén tratando con un psicópata sin espíritu, por ejemplo, tales individuos
son fácilmente engañados y manipulados.
Solamente después de ser quemados una y otra vez se dan cuenta de que algunos humanos son un tipo
diferente de animal, que algunos humanos no tienen remedio, porque están actuando completa y
sanamente conforme su naturaleza depredadora sin espíritu.
Esto es especialmente verdad de la élite psicópata que ha manejado este planeta prisión, no pueden ser
rehabilitados ni hay manera de hacerlos ver el error en su forma de actuar, o convencerlos a través de
apelaciones a la empatía.
Precaución y Conclusión
Tampoco sería prudente, sin embargo, ver hacia abajo, con desprecio a las personas sin espíritu.
Ellos son lo que son, viviendo sus vidas según su maquillaje. Ellos no deberían ser tratados de forma
diferente, cómo se maneja a un animal salvaje que actúa según su naturaleza salvaje. Es solo por tratar
de colocar o catalogar a los sin espíritu en estándares espirituales superiores que se establece la
frustración. Sin esperar demasiado de ellos, y mediante la comprensión del porqué se comportan de la
manera en que lo hacen es cuando la frustración abre camino a una visión más calmada.
Si vale la pena salirse del camino para tratar de ver quien no tiene espíritu, porque en casos ambiguos lo
más probable es errar a causa de la paranoia. Puesto que los comportamientos de los sin espíritu forman
un subconjunto de los comportamientos de gente con espíritu, solamente los comportamientos que son
únicos de la gente con espíritu pueden permitir una rápida identificación certera, y entonces solo de
quienes tienen, definitivamente, un espíritu. El observar solamente funciona para escoger quien tiene
verdaderamente un espíritu, lo que sucede más fácilmente con un individuo con espíritu en su misma
longitud de onda.
Usted podrá sentir la vida en sus ojos, la clara y única energía detrás de sus palabras, y la originalidad e
independencia detrás de sus procesos de pensamiento.
Apéndices
Si usted ha experimentado incluso un rasgo único en el espíritu, entonces usted no es sin espíritu.
El mismo hecho de que usted se esté preguntando esto, que no está seguro y quiere saber con
seguridad, muestra conciencia de sí mismo e introspección, lo cual es otro rasgo de tener espíritu. A
pesar de todo, es mejor suponer que usted sí tiene espíritu y trabaja en desarrollar sus cualidades como
la intuición, la empatía y la lucidez, todo el tiempo estando consciente de sus impulsos inferiores egoístas
y evitando actuar en ellos.
Yo sospecho que mi (amigo, esposo(a), padre) es una persona sin espíritu, ¿Qué puedo hacer?
¿Son tan manipuladores, le drenan la energía, son abusivos o de otra manera dañinos para su
bienestar para que tenga que alejarse? Si es así, entonces no importa si tienen espíritu o no.
¿Son tan amigables y fáciles que es fácil tenerlos en su vida? Si es así, entonces no importa si
tienen espíritu o no.
Así, pues, desde una perspectiva práctica, usted solo tiene que preocuparse si puede lidiar con ellos
teniéndolos en su vida.
Donde la distinción entre las personas con espíritu y sin espíritu entra en juego es al tratar con
personas psicopáticas, donde después de prometer cambiar se mantienen regresando a sus maneras
abusivas; luego en algún punto, en lugar de racionalizar que solamente están mal guiados y necesitan
aún más tiempo y atención, es mejor concluir que quizás ellos estén actuando perfectamente en línea con
lo que realmente son.
Las personas ingenuas que piensan que todos son igualmente buenos por dentro seguirán
racionalizando y tomando el abuso, pero aquellos con un entendimiento superior reconocerán antes las
señales de advertencia de inutilidad y se salvarán cuanto antes del problema.
¿Cómo es que este concepto de la gente sin espíritu no es de alguna manera divisible, racista,
persecutora y anti-ético a la idea de igualdad humana, unidad, armonía y hermandad?
Si la teoría es verdad que alguna gente, de hecho carecen de espíritu, entonces la verdad del asunto
no debería ser ignorado en aras de la corrección política. Cuando es apropiadamente aplicado, el
conocimiento puede guiar a una mayor estabilidad y armonía a largo plazo.
Por ejemplo, todos los intentos de una sociedad utópica han fallado porque fue fundada en
suposiciones ingenuas acerca del maquillaje de sus ciudadanos: egoístas, psicopáticos, individuos
depredadores que terminan corrompiendo la utopía.
Si la utopía estuviera basada en la plena comprensión de tales tipos, entonces las medidas podrían
haberse puesto en marcha para prevenir la corrupción. También una teoría no debe ser culpada por las
consecuencias de su mala aplicación. Aquellos que aplican mal su uso, lo hacen como vehículo para la
satisfacción de sus propios egos en lugar de aplicarla desde una perspectiva espiritual. En lugar de botar
la teoría por su mala aplicación, deberían mejor hacerse esfuerzos para prevenir este uso inapropiado.
Por último, la unidad de toda vida puede ser reconocida sin sacrificar la conciencia de la diversidad
funcional que la compone, y solo entendiendo apropiadamente cada parte de esa unidad puede ser
reconocido el todo en total claridad en lugar de simple gozo ignorante.
Para demostrar la necesidad de conceptos como espíritu, cuerpo, etérico y astral, aquí hay una lista de
cómo esos componentes se combinan de diferentes tipos de entidades.
Como verán, la diferencia entre esas entidades no puede ser explicada con menos de esos
componentes.
Materia Elemental:
Cuerpo
Cristales y plantas:
Cuerpo | etérico
Animales promedio:
Astral | espíritu
Humanos con Espíritu después de la “segunda” muerte, durante la vida después de la vida:
Espíritu
Cuerpo | etérico
(Nada)
Humanoides Artificiales:
Etérico | astral
Seres Angélicos:
astral | espíritu
Seres Demoníacos:
Notas
En caso de que alguien se pregunte porqué siquiera necesitamos términos como espíritu, alma,
astral y etérico es porque éstos constituyen el modelo más simple que explica un gran cuerpo de
observaciones conocidas, según el Navaja de Occam.
Las personas que ridiculizan la necesidad de tales distinciones metafísicas y creen solamente en el
cuerpo, o solamente en el cuerpo y el ala están dejando de lado ciertas observaciones esenciales, por lo
tanto, su modelo más simplista es suficiente para su juego más pequeño de dados. Sin embargo, el
modelo debe ser ampliado para incluir observaciones hechas por clarividentes, los astutamente
perceptivos y cualquiera que haya experimentado lo paranormal.
Haciendo esto, los conceptos adicionales del espíritu, el alma, el astral y lo etérico entran en la
imagen. Yo pienso que estos son los mínimos componentes necesarios para explicar a la gente sin
espíritu.
Pero explica mucho más, solamente vea el Apéndice III. Sin embargo estos términos son, no
solamente las explicaciones adecuadas. En lugar de ser solamente teórico, los cuerpos etéricos y astrales
son directamente experimentables a través de la proyección astral y visualizables por los videntes.
Amit Goswami explica con gran visión cómo la conciencia no determinante adquiere rasgos
determinantes a través del acondicionamiento en el cuerpo físico, cómo los sistemas cuánticos pueden
adquirir características clásicas.
Ver los capítulos 13 y 14 en su libro “El Universo auto-Consciente - The Self-Aware Universe”.
Para uno, se vincula a mucho de los que escribió Rudolf Steiner respecto al doble-etérico, el
doppelganger, aquel misterioso lado de la sombra de nosotros mismos que es antagónico hacia nuestro
bienestar espiritual. También vincula a Steiner mencionando que en Asia, en donde el culto a los
ancestros es común, entidades demoníacas pueden usar el disfraz etérico del elenco de personas
muertas y por ello recibir para ellos toda la energía psíquica dada a esa identidad durante la adoración o
el culto.
Además, el ego continuando después de la muerte en forma etérica pudiera explicar ciertos tipos de
fantasmas, así como el problema de los impostores del astral/etérico canalizando donde una entidad
negativa puede mimetizar de cerca de un pariente muerto. Todos estos fenómenos sugieren que alguna
porción de la identidad mundana de la persona (ego) sobrevive a la muerte, y desde entonces no puede
ser a través del cuerpo físico, deberá ser lo más cercano a esto: el componente etérico del alma.
Y por último, cuando se llega a una verdadera inteligencia artificial en computadoras cuánticas y
seres cibernéticos, debería esperarse que éstos serían acompañados de una campo etérico, así como las
plantas lo tienen, lo cual ayudaría a la inteligencia artificial a tener algún nivel de “vida” y no ser solamente
una máquina determinada con salida pseudo-aleatoria.
• “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la se4gunda muerte. Y el que no
se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Apocalipsis 20:14-15.
¿Qué es lo que hace un incendio además de fundir y convertir en cenizas, removiendo todo rastro de
una antigua identificalidad? La segunda muerte ocurre después de la primera muerte. Si en la primera
muerte es la muerte de lo física, entonces, a continuación, la segunda tiene que ser la muerte de lo no-
físico.
Creo en esta interpretación porque tiene sentido.
“Superior” significa superior en función, no posicionalmente superior en el cuerpo, por que el chakra
de la garganta no es un chakra superior, puesto que es asociado únicamente con funciones del habla e
intelectuales. En el sistema del Cuarto Camino se correlaciones con el “centro inferior intelectual”.