PROSA POÉTICA
O poesía en prosa es un género moderno poco conocido y explorado, pero elegido por grandes escritores, que se diferencia
de la poesía en verso por su formato, ya que combina sugestivamente el lenguaje poético con las formas de escritura que
utilizamos cotidianamente, liberadas de la rima y la métrica. Por pertenecer al género lírico, comparte su finalidad de
transmitir los sentimientos, las emociones y las sensaciones subjetivas del autor sobre el objeto o persona que lo inspira.
Ejemplos:
                                                Del Capítulo 7 de Rayuela
                                                    TOCO TU BOCA
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez
tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que
deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad, elegida por
mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca
que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos
al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes
se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose los labios, apoyando apenas
la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde el aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces, mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos
como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el
dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
Y hay una sola saliva y un sólo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Julio Cortázar
                                          EL OTOÑO DE LAS ENREDADERAS
Amarillo, fugitivo, el tiempo que degüella las hojas, avanza hacia el otro lado de la tierra, pesado, crujidor de hojarascas
caídas. Pero antes de irse, trepa por las paredes, se prende a los crespos zarcillos, e ilumina las taciturnas enredaderas.
Ellas esperan su llegada todo el año, porque él las viste de crespones y de broncerías. Es cuando el otoño se aleja, cuando
las enredaderas arden, llenas de alegría, invadidas de una última y desesperada resurrección. Tiempo lleno de
desesperanza, todo corre hacia la muerte. Entonces tú forjas en las húmedas murallas el correaje sombrío de las
trepadoras. Inmóviles arañas azules, cicatrices moradas y amarillas, ensangrecidas medallas, juguetería de los vientos del
norte. Donde ha de ir sacando el viento cada bordado, donde ha de ir completando su tarea el agua de las nubes.
Ya han emigrado los pájaros; han fijado su traición cantando, y las banderas olvidadas bordean los muros carcomidos. El
terrible estatuario comienza a patinar los adobes, y poco a poco la soledad se hace profunda. Agua infinita, que acarrea el
invierno, que nada estorbe tu paso silencioso. Pequeñas hojas que como pájaros a la orilla del grano, os agrupasteis para
mejor morir: es hora de descender de vuestros nidos y rodar y hacerse polvo, y bailar en el frío de los caminos. Durecidos
tallos, amarras pertinaces, este barco se suelta. He ahí despedazadas las velas y derruido el mascarón ensimismado que
cruza encima de las estaciones siempre en fuga. Quedaos vosotros apretando un cuerpo que no existe entre vuestras
serpientes glaciales. Nunca vuelve este barco; el que se aleja regresa cambiado por el tiempo y la lucha.
Nunca el tiempo del sol aporta las mismas hojas a los muros. Primero asoman en las axilas, escondidas como abejas de
esmeralda y estallan hablándose un lenguaje de recién nacidos. Es que nunca, nunca vuelve el barco roto que huye hacia
el sur llevando el mascarón tapado por las enredaderas, taciturnas. Lo empuja el viento, lo apresura la lluvia, por los
senderos del mar, lo empuja el viento, lo apresura la lluvia y la estela de ese navío está sembrada de pájaros amarillos.
Pablo Neruda
                                       HISTORIAS DE CRONOPIOS Y DE FAMAS
Cuando abra la puerta y me asome a la escalera, sabré que abajo empieza la calle; no el molde ya aceptado, no las casas
ya sabidas, no el hotel de enfrente; la calle, la viva floresta donde cada instante puede arrojarse sobre mí como una
magnolia, donde las caras van a nacer cuando las mire, cuando avance un poco más, cuando con los codos y las pestañas
y las uñas me rompa minuciosamente contra la pasta del ladrillo de cristal, y juegue mi vida mientras avanzo paso a paso
para ir a comprar el diario a la esquina.
Julio Cortázar
                                                POESÍA
   Al que ingrato me deja busco amante;                     Miró Celia una rosa que en el prado
   al que amante me sigue dejo ingrata;                     ostentaba feliz la pompa vana
   constante adoro a quien mi amor maltrata,                y con afeites de carmín y grana
   maltrato a quien mi amor busca constante.                bañaba alegre el rostro delicado;
   Al que trato de amor hallo diamante                      y dijo: -Goza, sin temor del Hado
   y soy diamante al que de amor me trata,                  el curso breve de tu edad lozana,
   triunfante quiero ver al que me mata                     pues no podrá la muerte de mañana
   y mato al que me quiere ver triunfante.                  quitarte lo que hubieres hoy gozado;
   Si a este pago, padece mi deseo;                         y aunque llega la muerte presurosa
   si ruego a aquel, mi pundonor enojo;                     y tu fragante vida se te aleja,
   de entre ambos modos infeliz me veo.                     no sientas el morir tan bella y moza:
   Pero yo por mejor partido escojo                         mira que la experiencia te aconseja
   de quien no quiero ser violento empleo                   que es fortuna morirte siendo hermosa
   que de quien no me quiere vil despojo.                   y no ver el ultraje de ser vieja.
                                                            Sor Juana Inés de la Cruz
                          TU RISA
                                                                  CON PASIÓN                  SALVAJEZ
Quítame el pan si quieres,      Junto al mar en otoño,
quítame el aire, pero           tu risa debe alzar                    Y así                      Todos
no me quites tu risa.           su cascada de espuma,                le dije                   los lunes
                                y en primavera, amor,             con desolada                descubro
No me quites la rosa,           quiero tu risa como                y cristiana                que llegué
la lanza que desgranas,         la flor que yo esperaba,            bondad:                   muy tarde
el agua que de pronto           la flor azul, la rosa              Desnúdate                      a mi
estalla en tu alegría,          de mi patria sonora.                 que yo                        fin
la repentina ola                                                        te                         de
de plata que te nace.           Ríete de la noche,                  ayudaré.                   semana.
                                del día, de la luna,
Mi lucha es dura y vuelvo       ríete de las calles
con los ojos cansados           torcidas de la isla,               LA CONTRA                CANDOROSO
a veces de haber visto          ríete de este torpe                                         TESTAMENTO
la tierra que no cambia,        muchacho que te quiere,               Nomás
pero al entrar tu risa          pero cuando yo abro                  por joder                  Ahora
sube al cielo buscándome        los ojos y los cierro,                yo voy                     me
y abre para mí                  cuando mis pasos van,               a resucitar                cumplen
todas las puertas de la vida.   cuando vuelven mis pasos,            de entre                     o
                                niégame el pan, el aire,                 los                     me
Amor mío, en la hora            la luz, la primavera,                  vivos.                   dejan
más oscura desgrana             pero tu risa nunca                                              como
tu risa, y si de pronto         porque me moriría.                                             estatua.
ves que mi sangre mancha                                             PUES SÍ
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa                                                 Hablando            Poemínimos de Efraín
será para mis manos             Pablo Neruda                           se                     Huerta
como una espada fresca.                                             enciende
                                                                       la
                                                                     gente.