República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder popular para la Educación
            U. E Milagro de Maria
            Mariara Edo. Carabobo
                                                    Alumno:
                                                  Pedro Pérez
                                                   8vo Grado
                                                 Sección “C”
           Feberero del 2019
                                    INTRODUCCIÓN
       Dientes, estructuras duras, calcificadas, sujetas al maxilar superior e inferior de los
vertebrados y algunos animales inferiores, cuya función principal es la masticación. En
algunos animales los dientes tienen también otros cometidos, como roer, cavar o ser
utilizados en la lucha. En el curso de la evolución se han desarrollado distintas formas de
dientes, desde las simples hileras escalonadas de dientes cónicos que poseen los tiburones
hasta las estructuras más complejas habituales en los mamíferos.
Dentadura Humana
En el ser humano, además de en la masticación, los dientes están implicados de forma
directa en la articulación del lenguaje, actuando como punto de apoyo contra el que la
lengua hace presión para emitir ciertos sonidos. Los dientes afectan también a las
dimensiones y a la expresión de la cara, cuya apariencia puede resultar modificada de
forma desagradable por la pérdida de una pieza dentaria o por cualquier irregularidad en su
crecimiento o coloración.
Estructura de los dientes
Los nervios y los vasos sanguíneos del centro de cualquier diente están protegidos por
varias capas de tejido. La más externa, el esmalte, es la sustancia más dura. Bajo el esmalte,
circundando la pulpa desde la corona hasta la raíz, está situada una capa de sustancia ósea
llamada dentina. Un tejido duro llamado cemento separa la raíz del ligamento peridental,
que sujeta la raíz y amortigua el diente contra la encía y la mandíbula.
Los dientes están formados por una parte externa denominada corona y una raíz que está
inmersa en el maxilar. La capa más externa de la corona esta compuesta por un tejido
calcificado que recibe el nombre de esmalte, la sustancia más dura del organismo. Por
dentro del esmalte se halla la dentina, una sustancia de tipo óseo que se extiende desde la
superficie más interna del esmalte y penetra en el maxilar para formar la raíz.
          La dentina de la raíz está cubierta por una capa delgada de un tejido duro
denominado cemento. Las raíces se mantienen en su posición mediante fibras elásticas que
forman la membrana periodontal, la cual se extiende desde el cemento hasta una capa ósea
engrosada denominada lámina dura, en el interior del maxilar.
          La dentina encierra la cavidad pulpar que se continúa en la raíz como el conducto
radicular. A través del orificio que se abre en el extremo de la raíz, penetran vasos
sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo, que ocupan el conducto radicular y la cavidad
pulpar.
desarrollo embriológico
En el embrión humano, el desarrollo de la yema o primordio del diente se inicia en el
segundo mes después de la concepción. El esbozo dental está formado por tejido externo o
ectodermo, e interno o mesodermo. El ectodermo se calcifica en prismas de esmalte que
cubren la corona. Tras el depósito del esmalte, el mesodermo se diferencia en la porción de
dentina de la corona y la cavidad pulpar. A medida que se desarrolla el embrión, el proceso
de calcificación se traduce en la formación de la raíz y de un conducto radicular amplio, a
través del cual los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido conjuntivo penetran en la
cavidad pulpar. Al tiempo que se produce la erupción de la corona y la elongación de la
raíz, la cavidad pulpar y el conducto radicular se estrechan debido a la continua producción
de dentina por células especiales dentro de la pulpa. Conforme el diente continúa su
desarrollo, la corona es empujada a través de la encía por una fuerza eruptiva.
Dientes Definitivos
       Los veinte dientes de leche de la boca de los niños, son reemplazados de forma
gradual por las piezas definitivas, un conjunto de 32 dientes que se ilustran aquí. Los 8
incisivos (4 en la mandíbula superior y 4 en la inferior) tienen el filo recto y afilado para
cortar y morder. Los 4 caninos puntiagudos están especializados en desgarrar. Los 8
premolares, una vez perdidos los dientes de leche, tienen superficies afiladas, como las que
presentan también los 12 grandes molares. Los terceros molares, ausentes en algunas
personas, se denominan muelas del juicio.
       El ser humano tiene 20 dientes que utiliza durante la fase inicial del desarrollo de
los maxilares y que reciben el nombre de dientes de leche o de la infancia. A medida que
los maxilares crecen, estos dientes son reemplazados por otros 32 dientes permanentes de
mayor tamaño. Como resultado del crecimiento y ampliación de los maxilares, las raíces de
los dientes de leche se separan y dejan espacio para que los dientes permanentes, más
grandes, se desarrollen. La presión de los dientes permanentes en crecimiento provoca que
los tejidos mandibulares reabsorban las raíces de los dientes de leche, dejando sólo las
coronas. Al tiempo que emergen los dientes permanentes, cada uno de ellos desaloja la
corona del diente de leche correspondiente.
Anclaje de los Dientes
       Los dientes están anclados en la mandíbula por sus raíces, que se ajustan en el
interior de huecos del hueso esponjoso. En un niño en edad de crecimiento, las raíces de los
dientes de leche son absorbidas de forma gradual por el hueso. Cuando un diente de leche
se cae, en realidad sólo se pierde la corona, desalojada por el nuevo diente definitivo que
emerge de la encía. De izquierda a derecha están los dientes incisivos, los caninos, los
premolares y los molares.
       Por lo general, las coronas de los dientes permanentes son de tres tipos: los
incisivos, los caninos o colmillos y los molares. Los dientes delanteros o incisivos tienen
forma de escoplo para facilitar el corte del alimento. En cada cuarto de la boca existe un
incisivo central y lateral. Detrás de los incisivos hay tres piezas dentales utilizadas para
desgarrar. La primera, el canino, que se sitúa justo posterior al incisivo lateral, tiene una
única cúspide puntiaguda. Detrás de éste existen dos dientes denominados premolares, con
dos cúspides cada uno. Detrás de los premolares están el primero, el segundo y el tercer
molar, que tienen una superficie de masticación relativamente plana, lo que permite triturar
y moler los alimentos.
       Por lo general, la comida se corta con los dientes incisivos frontales, su tamaño se
reduce por los caninos y premolares, y adquiere un tamaño digerible por los molares. Los
dientes humanos todavía están evolucionando. Los expertos en dentición piensan que el
tercer molar o muela del juicio desaparecerá a medida que el maxilar humano se reduzca y
los alimentos refinados eliminen la necesidad de molares adicionales.
Alineación de los Dientes
       La secuencia de la erupción de los dientes en la mandíbula superior e inferior se
produce de forma ordenada. Las irregularidades ocasionales en la secuencia de erupción
pueden originar un alineamiento defectuoso. En algunos casos, el diente de leche no se cae
o el permanente puede no existir. En otros, el diente permanente puede estar ocluido entre
el hueso de la mandíbula y la raíz de otro diente, por lo que su erupción es imposible.
También pueden existir dientes supernumerarios o adicionales. El alineamiento defectuoso
o maloclusión se puede producir también después de la erupción. Debido a que la posición
de un diente en la mandíbula no es estática, la pérdida de una pieza dentaria puede hacer
que los dientes adyacentes se inclinen hacia el espacio vacío y el diente correspondiente del
maxilar opuesto continúe su crecimiento en dicho espacio.
       Esta desviación es posible debido a que el diente está sujeto al maxilar por las fibras
elásticas cortas de la membrana periodontal. Los dientes están sometidos a un amplio rango
de movimientos mandibulares, que son posibles gracias a las articulaciones cóndilo
glenoideas de la mandíbula. Por lo general, cada diente está protegido por los dientes
vecinos y opuestos que permiten igualar las fuerzas de la movilidad mandibular y evitar los
desplazamientos de su posición. Cuando existe una maloclusión severa, los ortodontistas,
especialistas que corrigen las irregularidades dentarias, pueden conseguir que los dientes
recuperen su posición original (véase Odontología).
Dientes con Caries Dental
       Esta vista del interior de la boca muestra caries dentales, que aparecen como zonas
oscuras en la parte delantera de los dientes. El término caries dental se refiere a la
destrucción, o necrosis, de los dientes y suelen estar causado por la acción bacteriana. El
resultado de esta acción se conoce como caries dental. Las cavidades que forman la caries
han sido rellenadas en los dientes posteriores para prevenir futuros daños en la dentadura.
       Los dientes son susceptibles de sufrir un proceso de putrefacción (caries dental). La
bacteria acidogénica oral, que siempre está presente en la boca, reacciona con los hidratos
de carbono para formar ácidos capaces de disolver el esmalte. La desintegración del
esmalte permite la penetración de otras bacterias en la dentina. Con el tiempo, la caries
origina una cavidad, o agujero, en la estructura del diente. La extensión de la caries produce
la infección del tejido de la cavidad pulpar que al final conduce a necrosis o formación de
abscesos, que si no se detiene pueden llegar a afectar al maxilar. El proceso de las caries se
acompaña de la formación de gases putrefactos. Si se obstruye la entrada en la cavidad
pulpar, se produce un dolor severo a medida que aumenta la presión de los gases. En
muchos casos, el diente se puede tratar con terapia del conducto radicular que elimina el
material infectado que se encuentre en él. En los casos graves el diente se extrae.