CEREMONIA DE ENTREGA DE LOS SIGNOS
‘Qué se necesita parta esta ceremonia? Una mesa con un mantel dónde se arregle un altar. El padrino o madrina lleva
una Biblia, el rosario y la vela
Celebrante - Cuando nos bautizamos, la Iglesia entrego a nuestras familias dos cosas que nunca debemos olvidar: La
Biblia y la Luz. Tal vez entonces no nos fijamos en esto. Ese día el sacerdote nos leyó un pedazo de la Biblia y encendió
nuestra vela en una vela grande, que se llama Cirio Pascual.
Hoy vamos a repetir esta entrega. Este día ustedes padrinos y madrinas les darán la Biblia a sus ahijados para
alimentarse de la Palabra de Dios, también la vela encendida para que sepa que Jesucristo es el único que puede
iluminar su vida.
Animador Catequista: El primer objeto sagrado que recibió su familia el día en que su hijo(a) fue bautizado(a) fue la
Biblia. Ese día se les leyó un trozo de ella. La Palabra de Dios es el alimento diario de toda familia. Por eso en cada una de
nuestras reuniones se lee un pedazo de la misma.
Al entregar la Biblia en las manos de cada niño y/o niña, dice): “Recibe la Sagrada Escritura, inspirada por Dios y útil para
guiar en el bien”. (2 Tim. 3,16
Animador: Ahora el padrino o madrina entregará a su ahijado o ahijada la vela encendida, símbolo de Jesucristo
resucitado, que es la luz que ilumina nuestra vida.
Cada año, en la fiesta de la Pascua, se enciende el cirio pascual. Las familias católicas asisten ese día a encender en esta
llama la vela de la familia. Así muestran el deseo de que Cristo ilumine su camino. Leamos cómo, a semejanza de El,
debemos ser luz.
Lector: (Lee Evangelio según San Mateo 5, 14-16).
Animador: Los papás y las mamás que estén presentes pasarán a recibir la vela encendida.
Los papás y mamás sosteniendo la vela en las manos dicen: “Que Cristo, nuestra luz, ilumine la vida de nuestra
familia”
(Una vez terminado, se les invita a rezar el Padre Nuestro. Después les desea la paz de Cristo,
Colegio Morelos
Celebración de la entrega de signos
Maestra Paola: Cuando nos bautizamos, la Iglesia entregó a nuestras familias dos cosas que nunca debemos olvidar: La
Biblia y la Luz. Tal vez entonces no nos fijamos en esto. Ese día el sacerdote nos leyó un pedazo de la Biblia y encendió
nuestra vela en una vela grande, que se llama Cirio Pascual.
Maestra Ma. Luisa: Hoy vamos a repetir esta entrega. Este día ustedes padrinos y madrinas harán entrega de algunos
signos muy importantes a éstos niños que, durante todo el ciclo escolar, se han estado preparando para recibir a Jesús
Eucaristía por primera vez. Los papás de éstos niños serán testigos de éste momento de compromiso entre los niños y
sus padrinos o madrinas y los signos que serán entregados son la Biblia para alimentarse de la Palabra de Dios, también
la vela encendida para que sepa que Jesucristo es el único que puede iluminar su vida y el Santo Rosario para unirnos a
la Santísima Virgen María y pedirle que podamos ser mejores hijos de Dios.
Canto.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Hna. Claudia: Niños y niñas que se han estado preparando para la Primera Comunión, para ustedes este es un momento
muy importante en su vida, que a partir de hoy tendrán su propia Biblia. En ella conocerán la Palabra de Dios, guiados
por su catequista y sus papas, que les ayudaremos a leerla, meditarla y entenderla como lo enseña nuestra Madre la
Iglesia. Hoy también recibirán la luz que representa la presencia de Cristo resucitado y el Santo Rosario para que lo recen
con devoción y fe.
Bendición de los signos: Biblia, vela y rosario.
Empezaremos bendiciendo el libro de la Biblia que, ustedes, padrinos, van a regalar a estos hermanos nuestros. Por
favor, levanten un poco la Biblia, pidiendo al Señor que la bendiga. Apoyados de los papás tengamos ahí la vela y el
rosario los cuales también serán rociados con el agua bendita.
Entrega de los signos:
Maestra Paola: Ahora los padrinos entregarán el libro de la Biblia a estos pequeñines. Niños, cuando escuchen su
nombre, pasen al frente. Padrinos, cuando pase su ahijado, acérquense a él para entregarle la Biblia.
Padrino:___________ [Dice primero el nombre del (a) niño(a)], recibe la Biblia, que yo te entrego en nombre de la
Iglesia. Ámala, estúdiala y sigue sus orientaciones. Recuerda siempre que será Dios, que te va a hablar mediante este
libro sagrado.
Ahijado: Gracias, padrino, por este bello regalo.
Vamos a escuchar con atención la Palabra de Dios.
Hb. 4, 12-13. En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta
donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los
pensamientos más íntimos. No hay criatura a la que su luz no pueda penetrar; todo queda desnudo y al descubierto a los
ojos de aquél al que rendiremos cuentas. Cristo es nuestro sumo sacerdote. Palabra de Dios.
Lc. 4, 14-22. Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. El iba enseñando
en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga
el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el
volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los
pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad
a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la
sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido
hoy.» Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y
decían: «¿No es éste el hijo de José?». Palabra del Señor.
Maestra Ma. Luisa: Ahora el padrino o madrina entregará a su ahijado o ahijada la vela encendida, símbolo de Jesucristo
resucitado, que es la luz que ilumina nuestra vida.
Cada año, en la fiesta de la Pascua, se enciende el cirio pascual. Las familias católicas asisten ese día a encender en esta
llama la vela de la familia. Así muestran el deseo de que Cristo ilumine su camino.
Leamos cómo, a semejanza de El, debemos ser luz.
Lector: (Lee Evangelio según San Mateo 5, 14-16).
Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? Nadie enciende una
lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes
que está en los Cielos.
Maestra Paola: Los papás y las mamás que estén presentes pasarán a recibir la vela encendida.
Los papás y mamás sosteniendo la vela en las manos dicen: “Que Cristo, nuestra luz, ilumine la vida de nuestra familia”.
Preces
Hna. Claudia: Niños y niñas, ahora vamos a presentar a Dios nuestras necesidades para que él nos ayude. Pidamos al
Señor de una manera especial para que de hoy en adelante la Palabra de Dios sea para cada uno de ustedes “antorcha”
que ilumine nuestro camino
A cada petición contestamos todos: Te rogamos, Señor.
· Por el Papa, los Obispos y los sacerdotes, para que anuncien valientemente la Palabra de Dios. Oremos.
· Por estos niños que acaban de recibir la Biblia, la vela y el rosario para que encuentren en ellos la luz que ilumine su
camino. Oremos
· Por todos los catequistas, para que no se cansen de enseñar siempre y en todo lugar la Palabra de Dios. Oremos.
· Para que todos tengan la oportunidad de conocer la Palabra de Dios y vivirla con fe y amor. Oremos.
.Por los papás y padrinos de éstos niños para que cumplan fielmente el compromiso que han adquirido. Oremos.
(Pueden añadirse algunas peticiones espontáneas).
Como hijos de un mismo Padre, siguiendo sus divinas enseñanzas vamos a decir: Padre nuestro que estás en el cielo. . .
Hna. Claudia: Señor, refugio y fortaleza nuestra, recibe benignamente estas peticiones que te hemos presentado y las
que se quedaron en el fondo de nuestro corazón. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Maestra Ma. Luisa: Y ahora vamos a saludar a la Virgen María, ella que como Buena Madre siempre está para
escucharnos y acogernos en su regazo maternal, nos alcance la gracia de contemplar a través del rezo del Santo Rosario
los misterios de la vida de su hijo Jesucristo y aprendamos a amarlo y servirlo en los demás. En éstos momento hacemos
entrega del Rosario:
Padrino/Madrina: Recibe este Santo Rosario para que lo reces y con él crezcas en el amor y conocimiento de Jesús y
María.
El niño responde: Que así sea.
Maestra Paola: Vamos ahora a ofrecer esa bella oración que a María tanto le gusta porque con ella recordamos el
acontecimiento que transformó su vida. Dios te salve, María…
Oración conclusiva
Hna. Claudia: Señor Jesús, ayúdanos a mantenernos siempre firmes en la integridad de la fe, la santidad de vida y el
amor fraternal, alimentándonos cada día con tu Palabra, tu Cuerpo y tu Sangre y la presencia de nuestra Madre del cielo.
Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Hacemos la bendición de papás y padrinos hacia los niños:
Tomamos de las manos y decimos: el Señor te bendiga
Tomamos de los brazos y decimos: el Señor te guarde.
Damos un abrazo y decimos: el Señor te dé su paz. Amén.