UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
FACULTAD DE ENFERMERÍA
   ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
“Capacidades y acciones de autocuidado durante la
gestación en primigestas adolescentes - Distrito La
                   Esperanza, 2018”
     TESIS PARA OPTAR EL TITULO PROFESIONAL DE
               LICENCIADA EN ENFERMERIA
 AUTORES: Br. Teran Ruiz, Freddy Javier
            Br. Julca Cóndor, Felipe Eusebio
 ASESORA: Mg. Villanueva Valeriano, Tomasa Belinda
                     TRUJILLO – PERÚ
                             2019
                              AGRADECIMIENTO
                                     A DIOS
                                Nuestro Creador:
Señor gracias te damos, por ser tu quien nos distes el don de la vida, por ser la
    luz que guía nuestro camino, por ser amigo incondicional y sincero, por
  brindarnos tu amor infinito y tu misericordia, por brindarnos conocimiento e
   iluminar nuestros pensamientos, por ser partícipe de nuestras tristezas y
   alegrías, por darnos fuerzas y la luz para enfrentar y superar momentos
difíciles, por escuchar nuestras oraciones y fortalecer en nosotros la vocación
de servir al prójimo y sentir el dolor ajeno como el nuestro, brindando consuelo
    y esperanza a nuestros hermanos, ilumina nuestras mentes para llevar
                siempre un mensaje de amor y confianza en ti.
Gracias padre eterno por estar a nuestro lado, por ser el amigo que nunca falla
y darnos la alegría de haber realizado uno de nuestros más anhelados sueños:
                             SER ENFERMEROS
                                                            FREDDY Y FELIPE
                                                                                  ii
                          A NUESTRA ASESORA:
            Mg. TOMASA BELINDA VILLANUEVA VALERIANO
Con mucho cariño, respeto y admiración hacia ella, le expresamos un profundo
  agradecimiento por brindarnos su apoyo incondicional, y por dedicarnos su
      valioso tiempo y preocupación para la elaboración de la presente
                                investigación.
                          A NUESTROS PADRES:
 Por habernos regalado el milagro de la vida y haber estado con nosotros en
                               todo momento.
 Gracias por sus consejos, por la motivación constante que nos ha permitido
     ser unas personas de bien, por cultivar e inculcar ese sabio don de
                              responsabilidad.
   Gracias por darnos una carrera para nuestro futuro y creer en nosotros,
aunque hemos pasado momentos difíciles siempre nos han estado apoyando y
                           brindándonos su amor.
    Los queremos con todo nuestro corazón y este trabajo lo dedicamos a
 ustedes, aquí esta lo que ustedes nos han brindado, solamente les estamos
            devolviendo lo que ustedes no dieron en un principio.
                              CON GRATITUD:
    A la Universidad Nacional de Trujillo y especialmente a la Facultad de
     Enfermería, por permitirnos ser parte de una generación de exitosos
                 enfermeros y gente productiva para el país.
                                                           FREDDY Y FELIPE
                             SUMARIO
RESUMEN…………………………………………………………………………….                        i
ABSTRACT……………………………………………………………………………                        ii
   I.   INTRODUCCIÓN………………………………………………………….                  1
  II.   MATERIAL Y MÉTODO………………………………………………….                26
 III.   RESULTADOS…………………………………………………………….                   38
 IV.    ANÁLISIS Y DISCUSIÓN…………………………………………………              36
  V.    CONCLUSIONES…………………………………………......................   43
 VI.    RECOMENDACIONES……………………………………………………                  44
VII.    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………….            45
VIII.   ANEXOS……………………………………………………..……………..                  53
Capacidades y acciones de autocuidado durante la gestación en primigestas
adolescentes - Distrito La Esperanza, 2018.
                                                           Br. Julca Cóndor Felipe Eusebio1
                                                               Br.1Teran Ruiz Freddy Javier2
                                                           Ms. Belinda Villanueva Valeriano3
                                         RESUMEN
El presente estudio de tipo cuantitativo, correlacional de corte transversal, se realizó con el
objetivo de determinar la relación que existe entre las capacidades y acciones de
autocuidado durante la gestación en primigestas adolescentes del Distrito de la Esperanza,
2018. Se trabajó con una muestra de 50 primigestas adolescentes. Se aplicaron dos
instrumentos: Escala de capacidades de autocuidado y Escala de acciones de autocuidado
de Inserberg (1989) modificado por los autores teniendo en cuenta el sustento teórico de
Orem. Se determinó que: Existe relación altamente significativa, entre el nivel de
capacidades y acciones de autocuidado durante la gestación (p<0,05); un 72 por ciento de
primigestas adolescentes tiene un nivel de capacidades de autocuidado entre regular y
deficiente, y el porcentaje restante (28%), buen nivel de capacidades de autocuidado; el
nivel de acciones de autocuidado durante la gestación es inadecuado en un 60 por ciento
de primigestas adolescentes que participaron en el estudio y el 40 por ciento tienen
adecuadas acciones de autocuidado.
Palabras claves: Capacidades de autocuidado, Acciones de autocuidado, primigestas y
adolescentes
1
  Br. en Enfermería, para optar el título de Lic. en Enfermería de la Facultad de Enfermería
de la Universidad Nacional de Trujillo. Correo: felipe.julca.16@gmail.com
2
  Br. en Enfermería, para optar el título de Lic. en Enfermería de la Facultad de Enfermería
de la Universidad Nacional de Trujillo. Correo: freja.teru.11@gmail.com
3
  Docente asociada a tiempo completo del Departamento de Enfermería de la Mujer, Niño
y Adolescente de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Trujillo. Correo:
belinda_vv@hotmail.com
                                                                                              v
Capabilities and actions of self-caring during the gestation in adolescent primers -
District La Esperanza, 2018.
                                                             Br. Julca Cóndor Felipe Eusebio1
                                                                2Br. Teran Ruiz Freddy Javier 2
                                                             Ms. Belinda Villanueva Valeriano3
                                          ABSTRACT
The present study of quantitative, correlational cross-sectional type was carried out with the
objective of determining the relationship that exists between the capacities and actions of
self-care during pregnancy in adolescent primigrams of the District of Hope, 2018. We
worked with a sample of 50 primiparous teenagers. Two instruments were applied: Scale of
self-care skills and Scale of self-care actions of Inserberg (1989) modified by the authors
taking into account the theoretical support of Orem. It was determined that: There is a highly
significant relationship between the level of abilities and self-care actions during pregnancy
(p <0.05); 72 percent of primiparous adolescents have a level of self-care skills between
regular and deficient, and the remaining percentage (28%), good level of self-care skills; The
level of self-care actions during pregnancy is inadequate in 60 percent of primiparous
adolescents who participated in the study and 40 percent have adequate self-care actions.
Keywords: Self-care skills, self-care actions, primigrams and adolescents.
1
  Br. in Nursing, to choose the title of Lic. in Nursing of the Faculty of Nursing of the National
University of Trujillo. Email: felipe.julca.16@gmail.com
2
  Br. in Nursing, to choose the title of Lic. in Nursing of the Faculty of Nursing of the National
University of Trujillo. Email: freja.teru.11@gmail.com
3
  Full-time associate professor in the Department of Nursing for Women, Children and
Adolescents of the Faculty of Nursing of the National University of Trujillo. Email:
belinda_vv@hotmail.com
                                                                                                vi
                               I.   INTRODUCCIÓN
      El embarazo adolescente constituye un grave problema de salud pública de gran
complejidad en donde intervienen diversos factores biológicos, psicológicos y sociales,
problema que en la actualidad es de gran interés debido a la disminución de la edad de
gestación, al aumento en el número de adolescentes que se embarazan y las
complicaciones a las que conlleva la gestación a esta edad. A partir de la década de los 70
se han aplicado diversas estrategias para prevenir el embarazo en adolescentes; a pesar
de ello, éste se ha incremento junto con los indicadores de morbilidad y mortalidad materna
y perinatal, entre otras consecuencias. Los datos encontrados a nivel mundial revelan que
15 millones de mujeres entre los 14 y 17 años dan a luz cada año, cifra que corresponde a
la quinta parte de todos los nacimientos (Salazar, Rodríguez y Daza, 2005, Blázquez, 2012;
Lowdermilk, 2016).
      Unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de
adolescentes menores de 15 años dan a luz cada año. Las complicaciones durante el
embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a19 años
en todo el mundo. Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo
considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años. El
embarazo en la adolescencia sigue siendo uno de los principales factores que contribuyen
a la mortalidad materna e infantil y al círculo de enfermedad y pobreza (Organización
Mundial de Salud - OMS, 2014).
      Se considera embarazo en la adolescencia al que se produce en las mujeres de 10
a 19 años. En el tercer mundo (África central, Centroamérica e India) es un suceso normal,
habitualmente celebrado, con una incidencia que ronda el 10-20 por ciento. En el mundo
desarrollado se vive, sin embargo, como un problema social (embarazos no deseados), que
finaliza en el 50 por ciento de los casos con una interrupción del embarazo. Su incidencia
es mayor en Europa del este y en Estados Unidos (5-10%), menor en Europa meridional y
Holanda (1-3%) y mínima en Japón y Corea del Sur (menos del 1%) (Pellicer, Hidalgo,
Perales y Díaz, 2013).
                                                                                         1
      En España, en el año 2008, se produjeron 11.000 embarazos en adolescentes, de
los cuales el 60 por ciento acabó en aborto. Entre las causas, se encuentra la falta de
información de métodos anticonceptivos y el comportamiento sexual por impulsos del
adolescente. El control gestacional sigue las mismas pautas que en la mujer adulta con
ciertas consideraciones especiales (Pellicer, Hidalgo, Perales y Díaz, 2013).
      La gestación representa un período de tiempo difícil para la mujer, sobre todo en la
adolescencia porque tiene que adaptarse a los cambios que experimenta y prepararse para
asumir un nuevo papel. En EE.UU., casi un millón de adolescentes quedan embarazadas
cada año; el 78 por ciento de estos embarazos no son deseados. Casi dos quintas partes
de esos embarazos acaban en un aborto terapéutico, y aproximadamente el 14 por ciento
termina en abortos espontáneos. Aunque el índice de natalidad (número de nacimientos por
cada 1000 mujeres) ha descendido entre las adolescentes norteamericanas de 62 por 1000
en 1991 a 51 por 1000 en 1998, EE.UU. sigue teniendo una de las tasas más altas de
embarazos en adolescentes de países industrializados (Ladewig, 2006 y Lowdermilk, 2016).
      Al respecto, Gibbs, Karlan, Haney y Nygaard (2009), señalan que la frecuencia de
embarazos en adolescentes es significativamente mayor en Estados Unidos que en otros
países industrializados. En 1990 la tasa de adolescentes era de 117 por cada 1000
adolescentes, y se redujo a 97 por cada 1000 adolescentes en 1996 y en 75 por cada 1000
adolescentes en 2002. Aproximadamente un 14 por ciento de esta reducción observada
entre 1995 y 2002 se debió a disminución de la actividad sexual, mientras que un 86 por
ciento fue por un mayor uso de anticonceptivos.
      Se estima que anualmente, 5 de cada 100 adolescentes se convierten en madres lo
que equivale aproximadamente a 22,5 millones de niños nacidos en estas circunstancias
por año. La gran mayoría de estos nacimientos ocurren en países no desarrollados, por
ejemplo, en América Latina la cifra está en el orden de los 3 millones aproximadamente de
nacimientos en madres adolescentes. En Cuba el 8 % de la población es menor de 20 años
y el riesgo de tener hijos con peso al nacer inferior a los 2 500 g es casi 2 veces superior
para estas madres en comparación con las de más edad (Fernández, Carro, Oses y Pérez,
2004; Lowdermilk, 2016).
                                                                                          2
      Más de 10 por ciento de los nacimientos que se registran en el mundo se producen
en madres adolescentes; Cuba muestra un indicador de 17 por ciento y se halla entre las
naciones con un índice elevado. Se considera que el embarazo adolescente, lleva implícito
un incremento en los riesgos tanto para la madre como para el feto y futuro recién nacido.
Por tal motivo se acepta que la mortalidad en los hijos de las adolescentes sea mucho mayor
que las madres adultas, a su vez pone en peligro la salud física y mental de las madres
adolescentes (Rigol, 2004; Blázquez, 2012).
      Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Colombia) para el
2003, 13.000 millones de mujeres reportadas como madres adolescentes en todo el mundo,
154.190 correspondieron a Colombia en ese año, encontrando que un número considerable
(5.821) son hijos de mujeres menores de 14 años, lo cual tiene importantes repercusiones
no sólo en la adolescente sino en la sociedad en general (Ceballos, Suarez, Arenas y
Salcedo, 2013).
      En Paraguay el 20 por ciento de los embarazos corresponde a la etapa de las
adolescentes, entre el 2009 y 2011 hubo un incremento en el registro de nacidos vivos de
madre de 10 a 14 años, pasando de 590 a 611. En solo un año, del 2010 al 2011, se ha
duplicado el número de muertes maternas en el grupo de las adolescentes de 15 a 19 años.
Pasando de 7 a 14 casos, es decir de un 6,7 por ciento a un 15,16 por ciento del total de
muertes materna (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2012).
      Según datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística, en Chile al año 2010, la
población adolescente (10-19 años) asciende a 2.817.251, lo que corresponde al 17 por
ciento de la población total; de estos, el 51 por ciento corresponde a adolescentes de 15 a
19 años y el 49 por ciento a adolescentes de 10 a 14 años. En el año 2010, el número total
de nacidos vivos fue de 250.643; de éstos, el 15.56 por ciento (39.010) correspondió a
nacidos vivos de madres adolescentes. Al desagregar por grupo etario, observamos que el
15,18 por ciento (38.047) corresponde a madres adolescentes de 15-19 años y el 0.38 por
ciento restante (963) a adolescentes de 10-14 años (Ministerio de Salud de Chile, 2011).
      En Chile en el año 2007 se tuvo una mortalidad infantil a nivel nacional de 8,5 por
1000 nacidos vivos, pero en los hijos de adolescentes tempranas de 14 años y menos, fue
de 18,9 por 1000 nacidos vivos, es decir más del doble, mientras que en madres
                                                                                           3
adolescentes intermedia y tardía de 15 a 19 años alcanzaba a 10,7 por 1000 nacidos vivos.
Todas las evidencias revelan que la vulnerabilidad del embrión, feto o recién nacido, es
mayor en los embarazos ocurridos en las adolescentes gestantes. El deseo de maternidad
en las adolescentes, como sustituto de la ausencia de proyectos de vida o de autoestima,
no es un reflejo de un deseo innato, es el sustituto de la ausencia de afectos y comunicación
(Molina, 2010).
      En 2011, 36 adolescentes menores de 20 años fallecieron en Argentina por causas
vinculadas al embarazo o el parto lo cual representa casi el 12 por ciento de la mortalidad
materna en este país. Es importante destacar que, de continuar con el ritmo de descenso
observado hasta el presente, en el año 2015 habrá logrado una reducción del 18 por ciento
en veinticinco años, en lugar del 75 por ciento comprometido ante los 193 Estados Miembros
de Naciones Unidas (Romero, Avalos y Ramos, 2013).
      En el Perú, los esfuerzos del estado peruano son aún insuficientes para disminuir el
embarazo en adolescentes. Así, mientras la tasa de fecundidad ha disminuido
considerablemente en los diferentes grupos etarios, entre las adolescentes se mantiene casi
invariable. En el año 2013, el 13.9 por ciento de las adolescentes peruanas entre 15 y 19
años de edad ya eran madres o estaban gestando por primera vez. El trabajo multisectorial
y coordinado es muy necesario e importante, por otra parte, es necesario mayor voluntad
política y sensibilidad social de quienes legislan y asignan presupuestos. Garantizar la salud
sexual y reproductiva de las adolescentes, contribuirá con el desarrollo del país (Instituto
Nacional de Estadística e Informática, 2015).
      Mendoza y Subiría (2013) agregan que, en el Perú, algunos de los requerimientos y
necesidades de los adolescentes, muy tempranamente dejaron de ser considerados
prioritarios en las políticas públicas; en el caso de las mujeres, un embarazo no planificado
por la falta de educación sexual o consejería, no le permite una adecuada transición a la
vida adulta y desarrollar un buen embarazo.
      Las cifras del Ministerio de Salud del Perú confirman esta tendencia. En la última
década, la cifra de madres menores de 15 años pasó de 936 casos en 2005 a 1,040
nacimientos en el año 2015. Esto quiere decir que, en el Perú, cada día del año, al menos
4 menores de 15 años de edad se convierten en madres, mientras que entre las
                                                                                            4
adolescentes de 15 años se registra un promedio de 11 partos al día (Ministerio de Salud
del Perú, 2016).
      En el artículo I y II del Título Preliminar de la Ley N°268412, Ley General de Salud
disponen que la salud es condición indispensable del desarrollo Humano y medio
fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo, que la protección de salud es
de interés público. Por tanto, es responsabilidad del Estado regularla, vigilarla y promoverla
(Ministerio de Salud, 2012)
      La estrategia sanitaria de salud sexual y reproductiva en el marco del modelo de
atención integral abarca todo el ciclo de vida de las personas: desde la vida intrauterina,
infancia, adolescencia hasta la edad del adulto y adulto mayor. La salud sexual y
reproductiva de las personas, está en estrecha relación con su entorno familiar, social y su
medio ambiente, para alcanzarla y conservarla se requiere de acciones de atención integral
específicas y diferenciadas tanto de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación
en cada una de estas etapas, debido a que las necesidades en el área sexual y reproductiva
son cambiantes según las etapas del ciclo de vida (Ministerio de Salud, 2016).
      Las mujeres tienen una mayor necesidad de servicios de salud, derivada de su
función reproductiva y de sus características biológicas. Las causas de enfermedad y
muerte prematura en las mujeres son evitables en su mayoría y puede hacerse abordando
la injusticia y la inequidad. La mortalidad materna ha sido calificada por la Organización
Panamericana de Salud, como el reflejo más claro del bajo status social de las mujeres y
es reconocida como un marcador de compromiso de los Estados con el derecho a la salud.
La pobreza tiene un mayor efecto sobre la salud de las mujeres debido a que restringe el
acceso a los servicios de salud (Ministerio de Salud, 2010).
      En México, en el periodo virreinal, el embarazo y el parto se veían por parte de la
población española y mestiza como un proceso absolutamente natural y fisiológico, a
diferencia de las creencias prehispánicas donde los dioses tenían una fuerte intervención
debido a que los indígenas no tenían una idea precisa de los mecanismos de la concepción.
Sin embargo, entre la población novohispana se observan ideas y actividades de naturaleza
mística, que son necesario llevar a cabo en virtud de que existe el riesgo de que la madre o
la criatura pierdan la vida. Estas ideas y actividades para Orem serían las capacidades y
                                                                                            5
acciones de autocuidado. Dichas creencias y prácticas pueden ser de carácter
supersticioso, religioso o profano, libre de fuerzas del orden sagrado (Rodríguez, 2000;
Rojas, Pérez, Alanís y Álvarez, 2015).
      Las costumbres y tradiciones sobre el embarazo y el parto en la Nueva España, en
las cuales se da una interrelación de ideas europeas e indígenas tienen una larga tradición,
llegando hasta nuestros días. En México, a pesar de la formación de normas de atención
en la aplicación y su evaluación en otros lugares del país, el ambiente y las personas son
diferentes, impidiendo que éstas funcionen. Ya que en los pueblos indígenas la concepción
de la salud presenta una convivencia armónica del ser humano con la naturaleza
(Rodríguez, 2000; Rojas, Pérez, Alanís y Álvarez, 2015).
      El Perú también ha sido escenario propicio para el desarrollo de diferentes culturas,
dando origen a una diversidad de grupos humanos con sus propias características culturales
y sociales, existiendo una pluriculturalidad de sistemas médicos, de salud y de medicinas
tradicionales (sistemas de conocimientos adquiridos a través de la experiencia y
transmitidos de generación en generación) que de alguna manera direccionan los cuidados
que las personas realizan para cuidar su salud, en este caso las adolescentes gestante para
cuidarse durante el embarazo (Medina y Mayca, 2006).
      El Perú, un país pluricultural, multiétnico y plurilingüe, permite que su riqueza cultural
origine todo un sistema de concepciones, en torno al embarazo, parto y puerperio; en las
zonas rurales del Perú muchas mujeres optan por el parto atendido por parteras, en su
propia casa, buscando respeto por sus costumbres y su forma de concebir y actuar en ese
momento. De esta manera, cada grupo humano crea y recrea todo un sistema de
capacidades y acciones de autocuidado que le da significado a su propia existencia, y al
mundo que le rodea (Medina y Mayca, 2006).
      La gestante andina gozaba del respeto de su pueblo porque es portadora de un nuevo
ser, un regalo para la "pachamama" o madre tierra; será uno más que la hará producir con
su trabajo. Esta situación obliga al esposo y familiares a tratarla con mucho cariño,
complaciendo todos sus "antojos" porque si no lo hacen (según la creencia) la "wawa" morirá
en el vientre y la familia será castigada severamente por los "apus". Las gestantes andinas
tienen tradiciones y costumbres propias que protegen la salud, algunas son provechosas,
                                                                                              6
otras sirven poco y algunas probablemente son dañinas. Las costumbres representan en sí
mismas y desde el principio de la humanidad todo un conjunto de formas de cuidado
enfocadas a asegurar la continuidad de la vida (López, 2001; Ramos, 2011).
      Así mismo, López refiere que, durante los primeros meses de gestación, la mujer
andina embarazada continúa con sus labores domésticas y agrícolas con toda normalidad,
trabaja en la chacra, ayudando al esposo y a la familia sin descuidar su autocuidado en la
gestación. Conforme avanzan los meses requiere de mayor cuidado y cariño por parte del
esposo, quien la irá reemplazando en los quehaceres de la casa, principalmente en el
acarreo del agua y la preparación de los alimentos, puesto que cargar bultos pesados o
acercarse demasiado al fogón pueden ocasionar un nacimiento prematuro o daños al feto,
es necesario para evitar un aumento de la morbimortalidad materna y neonatal (López,
2001; Ramos, 2011).
      Dada la importancia de los cuidados que debe recibir la mujer durante la gestación,
el Ministerio de Salud del Perú, siguiendo la recomendación de UNICEF, promueve la
creación de las “Casas de Espera Materna” estrategia sustentada y validada por UNICEF.
Estas casas son establecimientos con capacidad de brindar buenos cuidados a la madre
gestante. Son lugares a los que la mujer que vive en zonas muy alejadas que no cuentan
con servicios de salud puede llegar para esperar el momento del parto. La realidad indica
que, al existir un alto número de partos domiciliarios atendidos por parteras tradicionales en
el Perú, el número de muertes maternas y perinatales es muy alto (Medina y Mayca, 2006).
      Son diversos los motivos que llevan a esta situación. Sin embargo, dos de los más
importantes se refieren al hecho de la lejanía y al divorcio cultural entre las mujeres de áreas
rurales y los servidores de salud que les restan las posibilidades de aprender a realizar
cuidados adecuados durante la gestación a estas mujeres, más aún cuando se trata de
gestantes adolescentes (Medina y Mayca, 2006).
      En estas casas de espera las gestantes, sobre todo aquellas que se encuentran
embarazadas por primera vez aprenden los cuidados que deben realizar durante el
embarazo, es decir fortalecen sus capacidades para realizar acciones de autocuidado, las
mismas que se relacionan principalmente con las actividades de la vida diaria y la ingesta
de alimentos. Los cuidados durante el embarazo también tienen que ver con acciones que
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permitan tomar algunas precauciones, como evitar los trabajos pesados o realizar esfuerzos
bruscos. La mujer embarazada debe comer varias veces al día, no debe ingerir alimentos
prohibidos, no debe tomar bebidas alcohólicas, no debe tomar pastillas que no le receten,
no debe usar ropas ajustadas, su ropa no debe estar mojada. Debe formar sus pezones
dando masajes suavemente si es primeriza, entre otros cuidados (Medina y Mayca, 2006).
      Dentro del séptimo mes y la penúltima semana del embarazo, etapa fácilmente
reconocible, a la gestante se le práctica el famoso suysusqa" (el cernido) o "chaqchisqa" (el
sacudido), que consiste en colocar a la mujer sobre una manta, luego dos o más personas
cogen dicha manta por los extremos y proceden a sacudir suavemente para que la "wawa"
se acomode en la matriz y evite las posiciones difíciles (Transversal o podálica). Realizado
este acto, se acomoda un ovillo de lana en el borde superior de la matriz y se lo sujeta con
una faja, con el fin que el bebé se mantenga en posición cómoda y permita un parto sin
complicaciones tanto para la madre como para el bebé (López, 2001; Ramos, 2011).
      En algunos casos, el empleo de rituales y prácticas de cuidado ancestrales durante
la gestación, como por ejemplo no tejer, no acercarse al fogón, etc. es incuestionablemente
beneficioso para la madre o el niño, en otros simplemente no tendrán ninguna consecuencia
perjudicial; en esos casos se los puede seguir manteniendo y propagando sin ningún
inconveniente, pero teniendo en cuenta ciertas limitaciones que tiene la gestante. Es por
ello que a la gestante se le daba un lugar importante dentro de la sociedad (López, 2001;
Ordilona, 2015).
      Los conceptos que guiarán la presente investigación son adolescentes, gestación,
capacidades de autocuidado y acciones de autocuidado, teniendo en cuenta las bases
conceptuales de Ladewing (2006) y la Teoría de Autocuidado de Orem (2001).
      La adolescencia es la etapa comprendida entre la niñez y la edad adulta. Representa
un periodo crucial en la evolución biológica y psicológica debido a grandes cambios físicos
y endocrinos. Está marcada por el gran interés sexual, el debilitamiento de los lazos
familiares, la conquista de la independencia y la avidez de popularidad entre los amigos, es
decir, por una modificación sustancial respecto al medio social que rodea al adolescente y
la necesidad de explorar (Medellin, 1995; Cunnigham, Leveno, Bloom, Hauth, Rouse y
Spong, 2011).
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      Sin embargo, la adolescencia ofrece oportunidades para crecer, no solo en relación
con las dimensiones físicas sino también en la competencia cognoscitiva y social, la
autonomía, la autoestima y la intimidad. Los jóvenes que tienen relaciones de apoyo con los
padres, la escuela y la comunidad tienden a desarrollarse de una manera saludable y
positiva (Papalia, 2012).
      La adolescencia al igual que otras etapas del desarrollo humano tiene características
que en ella se tornan complejas, tal y como es la sexualidad. El manejo de la sexualidad no
es fácil para los adolescentes, mientras su curiosidad y todos los cambios hormonales los
impulsan hacia ella, las normas culturales, religiosas y familiares los frenan y les inculcan
miedo hacia su propia sexualidad, que es erótica y placentera (Medellín, 1995; Cunnigham,
Leveno, Bloom, Hauth, Rouse y Spong, 2011).
      A medida que los adolescentes crecen, comienza a personalizarse su sexualidad, el
otro sexo se torna atractivo, los sentimientos eróticos y las frustraciones irrumpen en ellos,
se enamoran y empiezan los noviazgos tímidos y platónicos para después volverse más
formales. El deseo sexual se incrementa cada vez más por el influjo hormonal y los otros
factores. Para autosatisfacerse se utiliza con frecuencia la masturbación, y las relaciones
coitales que cada día se presentan más tempranamente en ambos sexos, lo que a su vez
es un factor de riesgo para los embarazos precoces y para el neonato (Medellín, 1995;
Smith, 2005).
      Algunos adolescentes viven en comunidades caracterizadas por la violencia, la
delincuencia, el abuso de sustancias toxicas, y la promiscuidad sexual. La mayoría de los
jóvenes en la época de la adolescencia presentan problemas graves, esto les ocasiona un
alto riesgo de daño a su salud y pueden afectarlos por el resto de sus vidas, incluyendo el
suicidio, consumo de sustancias toxicas, accidentes, enfermedades de transmisión sexual,
delincuencia juvenil, violencia y el embarazo en la adolescencia (Medellín, 1995; Papalia,
1997; Smith, 2005).
      El embarazo en la adolescencia, se considera desde el punto de vista médico y social
como una situación de riesgo; muchos de estos embarazos presentan problemas debido a
que la madre adolescente tiene rechazo del entorno e inmadurez biopsicosocial. La
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conjunción de estos factores incide de manera adversa tanto en la salud de la madre como
en la del hijo (Papalia, 1997; Hopkins, 2005).
      De forma global se describe mayor morbilidad en el embarazo de la adolescente. Las
situaciones que pueden presentarse son: el aborto, sabemos que más del 50% de las
adolescentes no planifica su embarazo y que deciden finalizar el embarazo sufriendo las
consecuencias de un aborto en condiciones de riesgo, que la adolescente presente anemia
previa al embarazo, lo cual, como sabemos, se relaciona (de acuerdo a su gravedad) con
menor peso fetal, partos de pretérmino, susceptibilidad a las infecciones, cansancio
materno, alteraciones en la placentación, que desarrollen hipertensión durante la gestación,
lo que las expondría a una preeclampsia que puede ser grave y terminar en una eclampsia
con un aumento de la morbimortalidad materna y fetal.(Fernandez, 2004; Giurgiovich, 2015).
      Las adolescentes corren un riesgo de defunción materna cuatro veces más alto que
las mujeres de 20 a 30 años, y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente
un 50 por ciento superior. Los expertos en salud coinciden en que las adolescentes
embarazadas requieren atención física y psicológica especial durante el embarazo, el parto
y el puerperio para preservar su propia salud y la de sus bebes (James, 2009).
      Según la Organización Mundial de la Salud, el embarazo o gestación son los nueve
meses durante los cuales el feto se desarrolla en el útero de la mujer. Para la mayoría de
las mujeres un período de gran felicidad. Sin embargo, durante el embarazo, tanto la mujer
como su futuro hijo se enfrentan a diversos riesgos sanitarios. Por este motivo, es
importante que el seguimiento del embarazo sea realizado por personal sanitario cualificado
(Organización Mundial de la Salud, 2017).
      La gestación representa un periodo de tiempo difícil para la mujer, que tiene que
adaptarse a los cambios que experimenta y prepararse para asumir un nuevo papel como
madre de uno, do o más niños. Generalmente, este reto es aún mayor si la futura madre es
una adolescente. Por otra parte, dependiendo de su edad, puede que no haya completado
su desarrollo físico y las fases del desarrollo puberal. Debido a ello, tanto la madre como el
niño están expuestos a más riesgos (Aller y Pagés,1999; Ladewig, 2006)
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      El primer trimestre de la gestación se caracteriza porque la futura madre empieza a
mostrar algunos cambios característicos en su comportamiento. Puede volverse cada vez
más introspectiva y pasiva. Puede manifestar labilidad emocional, con fluctuaciones
anímicas características entre la alegría y la desesperación. Puede fantasear sobre un
posible aborto y sentirse culpable por estas fantasías. Puede preocuparle la posibilidad de
que estos pensamientos dañen al niño de alguna manera (Aller y Pagés, 1999; Hopkins,
2005; Ladewig, 2006).
      En el segundo trimestre empiezan los primeros movimientos fetales. Esta percepción
del movimiento fetal ayuda a la mujer a pensar en su hijo como una persona individual, y
generalmente empieza a ilusionarse con su embarazo, incluso si antes no lo estaba. La
mujer se vuelve cada vez más introspectiva al analizar su vida, sus planes y el futuro de su
niño (Ladewig, 2006).
      Esta introspección le ayuda a prepararse para su nuevo papel como madre. Persiste
la labilidad emocional, que puede ser muy inquietante para su compañero. En algunos
casos, el comportamiento puede experimentar una reacción de alejamiento. Este
alejamiento resulta especialmente angustioso para la mujer, ya que necesita más cariño y
afecto. Una vez que su compañero comprende que este comportamiento es característico
del embarazo, la pareja tiene menos problemas para afrontarlo adecuadamente, aunque
puede ser causa de un cierto estrés durante todo el embarazo (Ladewig, 2006).
      Cuando el embarazo empieza a notarse más, cambia la imagen corporal de la mujer.
Esta puede sentirse muy orgullosa, avergonzada o preocupada. Generalmente, las mujeres
se sienten mejor durante el segundo trimestre, que es un periodo relativamente tranquilo.
En el tercer trimestre, la mujer se siente orgullosa de su embarazo y está preocupada por
el parto y el nacimiento. Aumentan las molestias físicas y la mujer desea que acabe el
embarazo. Se siente cada vez más cansada, sus movimientos son más torpes y puede
disminuir su deseo sexual (Ladewig, 2006).
      Durante este periodo, la mujer suele preocuparse por la salud y la seguridad de su
hijo, y puede pensar que no lo hará bien durante el parto. Hacia el final de este periodo
suelen producirse arranques de energía cuando la mujer prepara el “nido” para el niño.
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Muchas mujeres comentan que experimentan arrebatos de energía, durante los cuales
limpian vigorosamente y organizan sus casas (Ladewig, 2006; Lowdermilk, 2016).
         Todos estos procesos se llevan a cabo de manera normal en la adultez, no siendo
así en la adolescencia. La adolescente embarazada es más vulnerable cuanto más cerca
esté su embarazo de la edad de la menarquia. Gran parte de los estudios que relacionan el
riesgo obstétrico con la edad de la mujer embarazada, encuentran relación inversamente
proporcional a la edad ginecológica, que es el número de años transcurridos entre la
menarquia y el embarazo. Cuando ésta es superior a cinco años el riesgo etario desaparece.
O, dicho en otras palabras, los embarazos que se inician en los primeros cinco años tras la
menarquia son más vulnerables a las complicaciones obstétricas derivadas de la inmadurez
biopsicosocial y de las carencias nutricionales que la acompañan (Hidalgo, 2013).
         También se relacionan las complicaciones obstétricas o los riesgos biológicos del
embarazo, parto y puerperio, no solo con la edad de la embarazada sino con el estado de
nutrición previo al embarazo y con los cuidados prenatales recibidos. Así, los riesgos
biológicos son más relevantes en mujeres menores o igual a 15 años en relación con las
embarazadas de 16 a 19 años, en las que son muchos los estudios que confirman que no
hay diferencias significativas en cuanto a complicaciones obstétricas y riesgos neonatales
comparadas con mujeres mayores de 20 años que se encuentren en las mismas
circunstancias y contextos sociales.
         A nivel mundial se reconoce que el embarazo en la adolescencia es un problema de
origen multifactorial que sobrepasa los problemas meramente biológicos por lo que se
precisa proporcionar una atención medica integral. De forma global se describe mayor
morbilidad para las gestantes de la adolescencia temprana y media, y solo para las mayores
de 16 años que tienen alteraciones en el peso, talla y en su estado de nutrición (Hidalgo,
2013).
         No hay discrepancias en los distintos estudios procedentes de todos los países en
cuanto a que los riesgos más frecuentes se cifran en torno al aumento de frecuencia del
parto pre término y del recién nacido de bajo peso. No obstante, es importante referir la
larga lista de complicaciones, aunque no todas son debidas a factores biológicos sino a la
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confluencia de diversos factores psicosociales que repercuten en la calidad de atención que
debe recibir la gestante adolescente (Hidalgo, 2013).
         Se ha descrito un mecanismo común que podría explicar los diferentes riesgos
biológicos propios del embarazo adolescente. Se trata de un fallo de los mecanismos
fisiológicos de adaptación circulatoria al embarazo, lo que se conoce como síndrome de
mala adaptación circulatoria, presente en la hipertensión arterial materna, en la
prematuridad, en el retraso en el crecimiento intrauterino y en el desprendimiento prematuro
de la placenta (Martinez y Martinez, 2013).
         A lo que hay que añadir la inmadurez de las estructuras pélvicas y del sistema
reproductor en general. La pelvis ósea crece a un menor ritmo que la estatura y requiere
mayor tiempo, al menos tres años desde la menarquia para alcanzar la madurez del canal
de parto. Esta deficiencia está en la base de la mayor frecuencia de alteraciones en la
presentación y en la posición del feto. Esta distocia puede ser la causa del mayor número
de partos operatorios, fórceps y cesáreas. La estrechez del canal blando del parto
predispone a las complicaciones traumáticas de la vagina, a los desgarros y aumenta el
riesgo de hemorragias e infecciones favorecidos por la desnutrición y la anemia previa
(Martinez y Martinez, 2013).
         Las adolescentes mayores de 15 años que reciben asistencia prenatal precoz a lo
largo del embarazo no corren más riesgos durante la gestación que las mayores de 20 años.
Desgraciadamente, muchas adolescentes no buscan asistencia prenatal precoz ni siguen
las recomendaciones que reciben. Debido a ello, las adolescentes embarazadas están
expuestas a riesgos como el parto prematuro, el nacimiento de niños de bajo peso, la
desproporción pelvicocefalica, la anemia ferropénica y la hipertensión inducida por la
gestación (HIG) y sus secuelas. La asistencia prenatal es el factor que más influye en el
resultado de la gestación en las adolescentes (Aller y Pagés, 1999; Hopkins, 2005; Ladewig,
2006).
         El cuidado pre natal que reciben las adolescentes embarazadas es proporcionado en
la mayoría de veces por familiares y amigos, sin embargo, estudios revelan que un
porcentaje de estas adolescentes acuden al control pre natal, en el cual reciben información
                                                                                         13
que incrementa su nivel de conocimientos y con ello, sus prácticas de autocuidado (Martinez
y Martinez, 2013).
      La palabra autocuidado, deriva del prefijo auto que se refiere al ser total, por lo tanto,
el autocuidado, lleva la connotación doble de “para uno mismo” y “dado por uno mismo”. El
que proporciona el autocuidado es el agente de cuidado (Orem, 1995).
      Dorothea Orem en su “Teoría General del Déficit de Autocuidado” define el
Autocuidado como “las acciones personales que emprende y realiza cada individuo con el
fin de mantener su vida, su salud y su bienestar; y responder de manera constante a sus
necesidades en materia de salud” (Matteelli, 2000; Taylor, Renpenning, Geden, Neuman, y
Hart, 2001; Taylor, 2007).
      Habitualmente los adultos cuidan de sí mismos de forma voluntaria, sin embargo, los
lactantes, niños y personas mayores precisan de cuidados completos o ayuda en la
realización de las actividades de autocuidado. Según este modelo de cuidados, el objetivo
de la Enfermería es ayudar al individuo, en el presente estudio a la primigesta adolescente,
a llevar a cabo y mantener por sí misma acciones de autocuidado para conservar la salud y
la vida, recuperarse de la enfermedad y/o afrontar las consecuencias de dicha enfermedad
(Orem, 1995; Taylor, 2007).
      Orem explica el concepto de autocuidado como una contribución constante del
individuo a su propia existencia: “el autocuidado es un conjunto de acciones aprendidas por
los individuos, orientadas hacia un objetivo. Es una conducta intencionada que existe en
situaciones concretas de la vida, dirigida por las personas sobre sí mismo, para regular los
factores internos o externos que ´pueden afectar su propio desarrollo y funcionamiento en
beneficio de su vida, salud o bienestar (Marriner, 1995).
      Uno de los supuestos que de aquí se desprenden, es que todos tenemos la capacidad
para cuidarnos y este autocuidado lo aprendemos a lo largo de nuestra vida; principalmente
mediante las comunicaciones que ocurren en las relaciones interpersonales. Por esta razón
no es extraño reconocer en nosotras mismas prácticas de autocuidado aprendidas en el
seno de la familia, la escuela y las amistades (Marriner, 1995).
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      En relación al ser humano, Orem (1995), refiere que es visto como un agente de
autocuidado, que emprende la acción, de acuerdo a las capacidades que posee para
realizar acciones de autocuidado en situaciones concretas de la vida como durante el
embarazo y que la persona dirige hacia sí misma o hacia el entorno para regular los factores
que afectan a su propio desarrollo y actividad, en beneficio de su vida, salud o bienestar.
      La capacidad humana de participar en el autocuidado llamada agencia de
autocuidado, se desarrolla en el curso de la vida diaria por medio de un proceso espontaneo
de aprendizaje; su desarrollo se complementa con la curiosidad intelectual, con la
instrucción, supervisión de otros y con la experiencia de llevar a cabo las medidas de
autocuidado, además está relacionada conceptos, como la acción específica de
autocuidado que representan habilidades; entre las cuales tenemos: la atención, el uso de
energía, el movimiento, el conocimiento, la toma de decisiones, el razonamiento y el
repertorio de habilidades. Así mismo, el autocuidado tiene forma y contenido. Su forma es
la acción intencional. El contenido procede de los propósitos a los que se dirige, de los
requisitos de autocuidado y que son eficaces para satisfacerlos (Marriner, 1995).
      La capacidad de participar en el autocuidado también se divide en forma y contenido.
La agencia de autocuidado toma la forma de un conjunto de capacidades humanas para la
acción intencional, entre ellas la capacidad de adquirir conocimientos. La agencia de
autocuidado, también se puede examinar en relación con las capacidades que tienen los
individuos, incluyendo sus repertorios de habilidades y los tipos de conocimiento que tienen
y usan (Marriner, 1995; Orem, 2001).
      El autocuidado puede examinarse en relación con las capacidades del individuo,
incluyendo su repertorio de habilidades y la clase de conocimiento que tienen y usan para
ocuparse de una gama de conductas específicas, lo cual afecta directamente la práctica del
autocuidado que influye en la vida, la salud, el bienestar y el desarrollo humano. El concepto
de capacidades de autocuidado se considera como habilidades que permiten a los
individuos maduros o en proceso de maduración cuidar de sí mismos y a su vez son
consideradas como habilidades que impulsan las acciones de autocuidado (Pereda, 2011).
      Las adolescentes embarazadas tienen características que las diferencian de las
mujeres adultas en la misma situación, y es un error pensar que van a evolucionar hacia la
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madurez por el simple hecho de que van a ser madres. Por eso es tan importante que, en
lo posible, quien atienda adolescentes embarazadas en una maternidad tenga el
entrenamiento en su atención. Se trata de una población específica y, como tal, hay que
enfocar las cosas de una manera distinta (Giurgiovich, 2015).
      Las adolescentes poseen poca información sobre todo el proceso de la maternidad,
salvo que pertenezcan a una familia en la que la madre y otras mujeres han tenido varios
hijos, desconocen casi por completo todo lo relacionado con el embarazo y el parto.
Convengamos que no es un tema de conversación habitual en un grupo de adolescentes;
tienen dificultad para asumir un autocuidado, cuidarse así mismo es un aprendizaje que se
lleva a cabo durante esta etapa, y no siempre se ha completado antes de la adultez
(Giurgiovich, 2015).
      Las adolescentes tienen mayor preocupación por lo que el embarazo les genera que
por cuidar de él. Si es un embarazo no planificado, al comienzo por la sorpresa, luego por
los temores sobre cómo encarar la situación frente a los familiares y la pareja, las dudas
sobre su capacidad para llevar adelante una crianza y otros factores hacen que este mucho
más preocupada por ello y descuide un aspecto que resulta muy importante: un control
prenatal que se inicie en el primer trimestre y que tenga una continuidad en el tiempo según
las normas (Giurgiovich, 2015).
      Orem enmarca a la primigesta adolescente como un “todo” integrado del cual hacen
parte la naturaleza, su psicología o medio internos, sus relaciones sociales y estabilidad
fisiológica; la primigesta adolescente es visto como un agente de autocuidado, la persona
que realiza la acción para sobrevivir y funcionar de acuerdo con las leyes de la naturaleza,
con la facultad de utilizar las ideas, las palabras y los símbolos para pensar, reflexionar
sobre su propio estado de salud, comunicar y guiar esfuerzos a fin de llevar a cabo acciones
de autocuidado y el cuidado dependiente (Rebolledo, 2010).
      Cavanagh (2009), en concordancia con la teoría de Orem, establece los siguientes
aspectos del autocuidado: La primigesta adolescente que no cuenta con las capacidades
de autocuidado necesarias para ocuparse de ella y del bebé, dependiendo de ciertas
circunstancias necesitará el apoyo y las acciones de autocuidado que realizará la primigesta
                                                                                         16
adolescente teniendo en cuenta lo antes ya mencionado sirve para asegurar que la
gestación sea saludable y evitar complicaciones.
      Dorothea Orem sostiene que la capacidad de autocuidado no es innata por lo
contrario se encuentra influenciada por las creencias, hábitos y prácticas que mantiene la
persona de acuerdo al grupo social al que pertenece. En este caso la capacidad de
autocuidado se relaciona con algunos requisitos, los cuales tiene como propósito promover
las condiciones necesarias para la vida y prevención de condiciones adversas o aplacarlas.
Orem plantea tres requisitos (Prado, González, Paz y Romero, 2014).
      Con relación a las capacidades individuales, Orem (1995), señala que se pueden
explicar en función del desarrollo, operatividad y adecuación. El desarrollo y operatividad,
se identifican en función de los tipos de operaciones de autocuidado que los individuos
pueden hacer continua y eficazmente; la adecuación se mide en función a la satisfacción de
una demanda de autocuidado terapéutico. Por lo tanto, es esencial determinar la educación
de la agencia de autocuidado si se van a emitir juicios sobre la presencia o ausencia de
déficit de autocuidado.
      Según Orem (1993), el concepto de capacidades de autocuidado comprende las
capacidades fundamentales básicas, los componentes de poder y las capacidades para las
operaciones de autocuidado. Así mismo, Reinke (2002), menciona que las capacidades de
autocuidado constituyen un prerrequisito necesario para las acciones de autocuidado, Orem
define las capacidades de autocuidado como la habilidad compleja, adquirida para
satisfacer los requerimientos continuos del cuidado de uno mismo que regulan los procesos
de vida, mantienen o promueven la integridad de la estructura humana, el funcionamiento y
desarrollo humano, promueven el bienestar.
      De otro lado, Orem señala que el autocuidado también comprende las acciones que
los seres humanos inician en su propio beneficio para mantener la vida, la salud y el
bienestar. Estas acciones están dirigidas a cumplir tres diferentes tipos de requisitos de
autocuidado: universales, de desarrollo y por desviación de la salud. Todas las personas
realizan el autocuidado para satisfacer los requisitos universales que incluyen:
mantenimiento de consumo suficiente de aire, agua y alimento, atención de la eliminación,
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mantenimiento del equilibrio entre la actividad y el descanso y entre la soledad y la
interacción social; evasión de riesgos para la vida; funcionamiento entre el bienestar y
promoción de la normalidad (Marriner y Alligood, 2007).
      El objetivo de las acciones de autocuidado es satisfacer los requisitos de autocuidado
por lo que se dice que el autocuidado tiene forma y contenido. La forma es la acción y el
contenido es la razón por la que se ejecuta dicha acción, es decir la satisfacción de cierto
factor que se conoce o se presuma que tiene la probabilidad de promover o interferir en el
funcionamiento y desarrollo del individuo. Es necesario que los individuos conozcan los
niveles apropiados de su funcionamiento y el nivel de desarrollo de todas sus esferas
(Reinke, 2002).
      La Organización Mundial de la Salud (2013) señala que las acciones de autocuidado
se refieren a las prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza, en este caso
la primigesta adolescente para cuidar de su salud, estas prácticas son de uso continuo, que
se emplean por libre decisión, con el propósito de fortalecer o restablecer la salud y prevenir
la enfermedad.
      El autocuidado se debe aprender y desarrollar de manera deliberada y continua. El
autocuidado no es innato, sino que se aprende a lo largo del crecimiento y desarrollo y de
las relaciones interpersonales. Para Orem el autocuidado es una acción intencionada que
se realiza de forma autónoma y controlada y que persigue un objetivo o fin que ha sido
identificado antes de iniciar la acción. (Roldan, 2011; Marriner y Alligood, 2007).
      Para Orem (1995), el hombre y el medio ambiente interactúan como un sistema de
cuidado propio o autocuidado. Así mismo, Orem establece que el funcionamiento del
hombre está ligado a su medio ambiente y juntos, hombre y medio ambiente forman un todo
o un sistema funcional, integrado.
      Orem define además tres requisitos de autocuidado, entre ellos tenemos los
requisitos de autocuidado universal los cuales son comunes a todos los individuos e
incluyen e incluyen la conservación del aire, agua, eliminación, actividad y descanso,
soledad e interacción de la actividad humana; los requisitos de autocuidado del desarrollo
que se refiere a promover las condiciones necesarias para la vida y la maduración, prevenir
                                                                                             18
la aparición de condiciones adversas o mitigar los efectos de dichas situaciones, en los
distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser humano; y por último, los
requisitos de autocuidado de conservación de la salud, los cuales van a surgir o están
vinculados a los estados de salud (Marriner y Alligood, 2007; Dueñas, 2011).
      La adolescente embarazada tiene que desarrollar ciertas capacidades y acciones de
autocuidado para lograr un embarazo sin complicaciones y un parto feliz, las cuales están
relacionadas directamente con los cambios anatomo - fisiológicos y psicosociales que
experimenta, así como con su preparación para la crianza del niño. Entre estas capacidades
y acciones de autocuidado tenemos aquellas relacionadas con la actividad diaria, reposo,
sueño, recreación, higiene, alimentación, entre otras.
      Las mujeres embarazadas se cansan con más facilidad. La naturaleza reduce de
manera normal su energía sin lesionar su salud. Más allá de este límite los síntomas de
fatiga se manifiestan con irritabilidad, aprehensión, tendencia a preocuparse, inquietud. Es
aconsejable que la mujer embarazada repose para evitar la fatiga (Reeder, 1995; Ladewig
2006; Lowdermilk, 2016).
      La embarazada, debe dormir lo suficiente para cubrir sus necesidades, puede ser
conveniente que tome una siesta por la mañana y por la tarde o periodos de reposo cortos
varias veces al día. Las técnicas de relajación son muy convenientes, incluyen ejercicios
respiratorios lo cual resulta revitalizante, proporciona energía y es eficaz para contrarrestar
la tensión (Reeder, 1995; Lowdermilk, 2016).
      En relación al ejercicio durante el embarazo suele ser benéfico, pero depende del
estado general y del avance del embarazo. Cuando el tiempo del embarazo es mayor con
frecuencia se limita el ejercicio. El ejercicio distrae, reduce la ansiedad y la tensión;
tranquiliza la mente, ayuda a dormir, a reducir el estreñimiento y estimula el apetito, todo lo
cual es de gran ayuda para la mujer embarazada. El mejor ejercicio durante el embarazo es
caminar porque estimula la actividad muscular de todo el cuerpo, pero debe combinarlo con
periodos de reposo (Reeder, 1995; Ladewig 2006).
      Por otro lado, no se recomienda que las mujeres embarazadas trabajen en empleos
donde estén por tiempo continuo y tampoco que trabajen en el turno nocturno. Los trabajos
                                                                                            19
que requieran que la persona este de pie por largos periodos, que se incline y doble la
espalda, que suba y baje escaleras y que levante cosas pesadas, producen mayor número
de infartos a la placenta y niños con bajo peso al nacer (Reeder, 1995; Ladewig, 2006).
         La diversión, también es necesaria durante el embarazo como en otros periodos de
la vida. Las actividades que distraen son saludables y relajan, ayudan a la embarazada a
mantener el embarazo durante una perspectiva positiva. También se aconseja que las
embarazadas eviten cualquier viaje que les produzca tensión (Reeder, 1995; Lowdermilk,
2016).
         Por otro lado, las glándulas de la piel tienen mayor actividad durante el embarazo y
la sudoración aumenta, lo que puede producir irritaciones o mal olor, por lo cual se
recomienda tomar un baño diario ya que resulta estimulante, refrescante y favorece la
relajación (Reeder, 1995; Ladewig, 2006).
         Una importante preparación para el amamantamiento es el cuidado especial de los
senos, los cuales durante el embarazo aumentan de tamaño y se hacen más pesados por
lo que es necesario usar un sostén que se adapte bien a los senos y los mantenga en una
buena posición. Al principio del embarazo los senos empiezan a secretar calostro y es
necesario lavarse a diario con agua tibia y secarse con una toalla limpia. Algunos estudios
demuestran que el uso de jabón o alcohol durante el periodo preparto deterioran la
integridad del pezón porque eliminan los aceites protectores de la piel (Reeder, 1995;
Lowdermilk, 2016).
         Así mismo, durante la gestación se debe usar ropa cómoda que no le apriete, algunas
se visten como acostumbran hasta que el aumento del abdomen es evidente, la
embarazada debe evitar cualquier tipo de ropa que impida el movimiento o la circulación,
como cinturones, medias, pantalones ajustados. Respecto al calzado, es fundamental que
las embarazadas usen zapatos cómodos y que se adapten bien de lo contrario pueden
causar dolor de espalda y fatiga. Por es la embarazada visite al dentista, porque los dientes
son importantes para la adecuada masticación de los alimentos.
         También es necesario que la embarazada mantenga un patrón intestinal regular, por
ejemplo, tomar grandes cantidades de líquido por día y consumir una dieta que contengan
                                                                                          20
porciones diarias de fruta fresca, vegetales crudos, cereales integrales y en particular con
salvado entero (Reeder, 1995; Ladewig 2006).
      Las primigestas adolescentes y sus familias no solo deben interesarse en aprender
acerca de los cuidados de maternidad, sino que deben considerar que estos conocimientos
forman parte de su derecho para mantener una vida saludable. Por lo tanto, una de las
tareas principales del equipo de salud es la enseñanza. La enfermera puede colaborar con
otros miembros del equipo de salud al proporcionar apoyo emocional, orientación y
enseñanza a la mujer embarazada respecto a conocimientos y destrezas relacionadas con
el cuidado durante el embarazo para garantizar el bienestar del niño y de ella misma
(Reeder, 1995).
      En un estudio realizado en México por Guevara (1997) de título “Autocuidado en
adolescentes embarazadas en un área urbano marginal de Apodaca, Nuevo León. Los
resultados fueron: promedios altos en las capacidades y acciones de autocuidado de las
adolescentes embarazadas, una relación positiva y significativa entre las capacidades y
acciones de autocuidado de las adolescentes embarazadas y las capacidades de
autocuidado fueron predictores significativos y positivos de las acciones de autocuidado.
      En otro estudio realizado por Rodríguez, Ruiz y Soplín (2014) titulado “Factores de
riesgo y Nivel de Conocimientos sobre el embarazo en adolescentes gestantes, Puesto de
salud I-2 Masusa Punchana, 2014”, encontraron que: Referente al nivel de conocimiento, el
56.3 por ciento de las adolescentes gestantes, presentan nivel de conocimiento inadecuado
y un 43.7 por ciento de ellas su nivel de conocimiento sobre el embarazo es adecuado.
      Litano (2015) también realizó un estudio en el Perú, de título “Prácticas de
Autocuidado en Adolescentes de la I.E. “Virgen del Carmen” N° 6014. Villa María del Triunfo
- Lima. 2014”. Las conclusiones fueron que la mitad de los adolescentes tienen prácticas de
autocuidado adecuadas en relación a su aspecto físico, un 54 por ciento de adolescentes
realizan prácticas de autocuidado adecuadas y un 46 por ciento de adolescentes realizan
prácticas de autocuidado inadecuadas respecto a la dimensión de su aspecto psicológico,
pues refieren no sentirse orgullosos de quienes son, poniéndolos en riesgo de imitar
modelos no saludables.
                                                                                         21
      Masabanda (2015) realizó en Ecuador un estudio de título “Nivel de Conocimientos
relacionados con los riesgos del embarazo en Adolescentes, alumnas de bachillerato
matriculadas en las Instituciones Educativas Fiscales para el curso académico 2014-2015
en el distrito 17D07 de Quitoparroquia Urbana Chillogallo” donde se encontró que la
mayoría de adolescentes se siente identificada con cada una de estas problemáticas
especialmente por el desconocimiento de los factores de riesgo que puedan dañar su
embarazo.
      Suarez y Gonzales (2012) de título “Cuidados de la etapa prenatal en Embarazadas
Primigestas atendidas en la “Clínica Hospital Cristo Redentor” del Cantón Santa Elena. 2011
– 2012” se constató que en la Clínica Hospital Cristo Redentor acude un número aproximado
de 720 pacientes entre las edades de 14 a 31 años, con la encuesta realizada se evidencio
que el 61% de las gestantes acuden a cinco consultas mínimas óptimas durante el periodo
prenatal, 45% de las primigestas tienen un moderado consumo de alimentos, mientras que
el 55% de las gestantes no conoce sobre el balance alimenticio que debe de tener en la
etapa prenatal y en cuanto a los cuidados y cambios prenatales, pero el 69% no conocen
los signos normales sobre los cambios fisiológicos haciendo relevancia en el déficit que
tienen sobre los cuidados y el conocimiento en la etapa prenatal.
      En la investigación realizada en Colombia por Alvares, Camargo, Herazo & Arévalo
(2014) de título “Evaluación del Autocuidado en las Gestantes Adolescentes que asisten al
control prenatal basados en el modelo de Dorothea Orem”, las conclusiones fueron en
cuanto al conocimiento las adolescentes gestantes poseen buena información sobre el
autocuidado en el embarazo, en los indicadores referidos a control prenatal, nutrición
materna, e higiene personal, pero a pesar de esto muchas de ellas no cumplen con los
controles prenatales y las adolescentes manejan una regular práctica de autocuidado en los
indicadores de higiene personal, nutrición materna, forma de alimentación, control de peso,
uso de calzado cómodo, y examen de pies y tobillos.
      En otro estudio realizado por Rojas, Salas y Vargas en el 2014, titulado “Prácticas de
autocuidado en mujeres embarazadas del Centro de Salud “Collique III Zona”, Comas –
Lima, 2014”. Se obtuvieron como resultado que el nivel de prácticas de autocuidado global
en las gestantes es bueno con un 69.16 por ciento. Teniendo en cuenta las dimensiones de
autocuidado, el nivel de prácticas en la dimensión de autocuidado general es bueno con un
87.85 por ciento; en desarrollo personal e interacción social es regular con un 60.75 por
                                                                                         22
ciento; y en conocimientos específicos de salud es regular con un 45.79 por ciento (Rojas,
Salas y Vargas, 2017).
JUSTIFICACIÓN
      Los índices de embarazos en adolescentes son elevados, y preocupa a la salud
pública, si se tiene en cuenta las complicaciones que pueden tener las primigestas
adolescentes durante la gestación. Por otro lado, es necesario enfatizar que las
complicaciones durante el embarazo en el Perú, son una de las principales causas de
morbimortalidad en primigestas adolescentes
      El distrito de la Esperanza – La Libertad, no escapa a esta realidad; sin embargo,
solo cuenta con 11 establecimientos de salud para atender a una población de 212 310
habitantes, de los cuales 17 000 aproximadamente son adolescentes de sexo femenino
(Ministerio de Salud, 2018).
      Así mismo, la oficina de estadística de la Micro Red de La esperanza reportó que
durante el año 2016, estos establecimientos de salud atendieron a un total de 236
primigestas adolescentes, sin contar con aquellas que recibieron atención en otras
instituciones de salud pública y privadas, los mismos que se encuentran en riesgo de sufrir
complicaciones durante su embarazo debido a que no cuentan con las capacidades
suficientes para realizar acciones de autocuidado apropiadas que garanticen un buen
estado de salud tanto para ella como para su futuro bebé (Oficina de Estadística de la Micro
Red La Esperanza, 2016).
      Por tal razón el propósito de la presente investigación es que los resultados sirven
para fortalecer los programas de atención a la gestante adolescente, enfocándose en el
autocuidado, lo cual requiere del estudio de la realidad actual de las primigestas
adolescentes, sus acciones, capacidades y recursos para afrontar los cambios y cuidados
durante la gestación y de esta manera prevenir complicaciones maternas y fetales.
      La información que se obtenga en la investigación también servirá de evidencia
científica, quedando como antecedente para la realización de otras investigaciones que se
realicen enfatizando en las capacidades y acciones de autocuidado de las primigestas
adolescentes.
                                                                                         23
      Así mismo, cabe destacar la importancia que juega el rol de la enfermera, en el
cuidado de la adolescente gestante debido a que es la profesional de salud que se encarga
de cuidar y velar por la salud de los pacientes, y con la gran responsabilidad que lo
caracteriza ve a la persona no solo de manera individual sino de manera holística.
               Se desea entonces, que la presente investigación aporte nuevos elementos
que den soporte para el replanteamiento y reconceptualización de las prácticas que el
personal de enfermería lleva a cabo en los servicios de salud en la actualidad con relación
a la promoción del desarrollo de capacidades y acciones de autocuidado de la gestante con
la finalidad de sugerir propuestas que impliquen una mejora en la salud de la primigesta
adolescente.
¿Qué relación existe entre el Nivel de capacidades y acciones de Autocuidado
durante la gestación en primigestas adolescentes - Distrito de La Esperanza, 2018?
                                                                                        24
OBJETIVOS:
  OBJETIVO GENERAL:
   Determinar la relación que existe entre el nivel de capacidades y acciones de
      Autocuidado durante la gestación en primigestas adolescentes – Distrito de la
      Esperanza, 2018.
  OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
   Identificar el nivel de capacidades de autocuidado durante la gestación en
      primigestas adolescentes - Distrito de La Esperanza, 2018.
   Identificar el nivel de acciones de autocuidado durante la gestación en primigestas
      adolescentes - Distrito de La Esperanza, 2018.
                                                                                    25
                             II. MATERIAL Y MÉTODO
2.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN
 La presente investigación es de tipo cuantitativo, correlacional y de corte transversal; y
 se desarrolló en primigestas adolescentes del Distrito de La Esperanza, 2018.
2.2. PROBLACIÓN
UNIVERSO MUESTRAL
El universo muestral estuvo conformado por todas las primigestas adolescentes que
acudieron para su control al Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro de Salud Materno –
Infantil “Wichanzao” durante los meses de mayo a octubre del 2018. Teniendo en cuenta
que la población de primigestas adolescentes atendidas en estos establecimientos de
salud de enero a diciembre del año 2017, según los registros estadísticos fueron 36 y 64
respectivamente, el universo muestral estuvo constituido por 50 primigestas adolescentes.
                                             Primigestas Adolescentes
                                       Atendidos
     Institución de Salud                                      Universo Muestral
                                          Año
                                                            estimado 2018 (6 meses)
                                   2017 (12 meses)
       Hospital Distrital
                                          36                           18
         “Jerusalén”
  Centro de Salud Materno
                                          64                           32
    – Infantil “Wichanzao”
           TOTAL                          100                          50
                                                                                        26
UNIDAD DE ANÁLISIS
La unidad de análisis fue cada una de las Primigestas Adolescentes que acuden al
Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro Materno – Infantil “Winchanzao”, Junio – Octubre
del 2018 que cumplieron con los criterios de inclusión.
CRITERIOS DE INCLUSIÓN
 Primigestas Adolescentes entre 12 a 17 años.
 Primigestas Adolescentes que sepan leer y escribir.
 Primigestas Adolescentes que acepten participar voluntariamente en la investigación.
2.3. INTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS
   Para la recolección de datos de la presente investigación se utilizó dos instrumentos:
  a)      Escala “Capacidades de Autocuidado durante el embarazo (ECADE) (Anexo
          1).
       Esta escala fue elaborada por Inserberg (1989) y modificada por los autores, teniendo
       en cuenta las bases conceptuales de Ladewig (2006) y Lowdermilk (2016). Consta
       de 18 ítems, cada uno de los cuales se calificó con una escala tipo Likert de tres
       niveles.
       Nunca = 1                   A veces = 2 Siempre = 3
       El puntaje máximo de la escala es 54 y el mínimo es 18. El puntaje obtenido permitió
       clasificar el nivel de capacidades de autocuidado en:
       -Bueno: Mayor o igual a 52 puntos.
       -Regular: 47 – 51 puntos.
       -Deficiente: Menor o igual a 46 puntos.
                                                                                         27
  b)      Escala “Acciones de Autocuidado durante el embarazo (KAADE)” (Anexo
          02).
       Esta escala fue elaborada por Inserberg (1989) y modificada por los autores, teniendo
       en cuenta las bases conceptuales de Ladewig (2006) y Lowdermilk (2016).
       Considera:
       A) Requisitos de autocuidado universales seleccionados.
       B) Requisitos de autocuidado de desarrollo.
       El instrumento consta de 23 reactivos cada uno de los cuales se calificó con una
       escala tipo Likert que toma valores de uno a tres.
       Nunca = 1                      A veces = 2               Siempre = 3
       El puntaje máximo de la escala es 69 y el mínimo 23. El puntaje obtenido permitió
       clasificar el nivel de acciones de autocuidado en:
       -Adecuado: Mayor o igual que 60 puntos.
       -Inadecuado: Menor o igual a 59 puntos.
2.4. CONTROL DE CALIDAD DE LOS DATOS
PRUEBA PILOTO
La prueba piloto se aplicó a 10 primigestas adolescentes que acudieron al Hospital Distrital
“Jerusalén” y Centro de Salud Materno – Infantil “Wichanzao”, 2017 y que no formaron
parte del universo muestral. La aplicación de esta prueba permitió evaluar la redacción de
los ítems, verificar la comprensión, practicidad y tiempo para la aplicación de los
instrumentos, asimismo proporcionó las bases necesarias para las pruebas de validez y
confiabilidad.
                                                                                         28
VALIDEZ
La validez de los instrumentos fue realizada a través del juicio de tres expertos: una
Licenciada en Enfermería, un Médico Gineco Obstetra y una Obstetriz, quienes
determinaron que los instrumentos son válidos y aptos para ser aplicados en la muestra
de estudio.
CONFIABILIDAD
Los instrumentos de recolección de datos sobre capacidades y acciones de autocuidado
durante la gestación en primigestas adolescentes, fueron sometidos a prueba de
confiabilidad utilizando el coeficiente Alfa de Cronbach (que sirve para establecer la
confiabilidad de una escala y se basa en la consistencia de la misma); éste permitió
asegurar que los instrumentos eran confiables y aptos para su aplicación a la muestra de
estudio.
                                     Número de      Valor de Alfa     Número de
           Título del instrumento
                                       casos        de Cronbach          ítems
       Escala “Capacidades de
        autocuidado durante el           10             0,761             18
                embarazo”
           Escala “Acciones de
        autocuidado durante el           10             0,741             23
                embarazo”.
2.5. PROCEDIMIENTO
Para la recolección de datos en la presente investigación se solicitó la autorización al
Director del Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro de Salud Materno – Infantil “Wichanzao”.
Posteriormente, se identificó a los sujetos de estudio, primigestas adolescentes entre 12
a 17 años que acuden al hospital, a quienes se les explicó los objetivos y fines de la
                                                                                          29
investigación y se procedió a leer la hoja de consentimiento informado solicitando su
aprobación.
Luego se procedió a entregar los instrumentos. Primero se entregó la escala sobre
capacidades de autocuidado durante el embarazo, una vez terminado de llenar ésta, se
les entregó la escala sobre acciones de autocuidado durante el embarazo. El tiempo
estimado para el desarrollo de cada escala fue de 15 minutos, sumando un total de 30
minutos. Posteriormente, se revisó que cada instrumento se haya llenado correctamente.
A las primigestas adolescentes que no acudieron a su control programado en el mes se
les aplicó los instrumentos en sus domicilios. Finalmente, se agradeció a las primigestas
adolescentes por su participación en el estudio. Concluido el trabajo se sustentó y se
entregó un ejemplar del informe a cada establecimiento de salud.
2.6. PROCESAMIENTO Y TABULACIÓN DE DATOS
Para el procesamiento de la información se contó con el apoyo de una hoja de cálculo y
del programa estadístico SPSS versión 24.0. Para la presentación de los datos se utilizó
tablas de distribución de frecuencias unidimensionales y bidimensionales con sus valores
absolutos y relativos. Para medir la relación entre las variables se utilizó la prueba no
paramétrica de independencia de criterios, chi2 y considerando un nivel de significación de
p<0.05.
2.7. CONSIDERACIONES ÉTICAS Y DE RIGOR
 Consentimiento informado: En el cual se documenta la decisión de participar de
   manera voluntaria después de haber recibido una explicación sobre la investigación se
   podrán aplicar las escalas sin afectar la credibilidad (Polit y Hungler, 2000).
 Intimidad: Derecho individual para determinar el momento, la cantidad y las
   circunstancias que permitirán que su información privada sea compartida por más
   gente. La información privada comprende la actitud personal, creencias,
   comportamientos, opiniones y documentos. La información privada del sujeto está
                                                                                        30
  protegida si se le ofrece la información necesaria, si da su consentimiento a participar
  y si comparte voluntariamente información privada con el investigador (Polit y Hungler,
  2000).
 Anonimato y confidencialidad: Basado en el derecho de la intimidad, el sujeto de
  investigación tiene derecho al anonimato y a que toda la información obtenida del
  estudio sea preservada de manera confidencial (Polit y Hungler, 2000).
 Dignidad humana: La persona es un ser único, diferente de todos los seres vivos,
  poseedores de características racionales y cualidades que lo hacen distinto de todos
  los entes de la naturaleza, lo cual justifica un trato acorde con su dignidad ontológica.
  Es decir, el verdadero sentido de la dignidad humana es hacer uso de su propia
  libertad. Expresión que el ser humano mantenga una disposición ética frente a sí
  mismo y frente a los demás (Polit y Hungler, 2000).
 Beneficencia: Por encima de todo, no hacer daño, se tomará en cuenta todas las
  precauciones necesarias para evitar daños físicos y psicológicos, protegerlos contra la
  utilización de su colaboración en la investigación para otros fines y procurar ofrecerles
  algún beneficio, como consejería (Polit y Hungler, 2000).
                                                                                        31
III. RESULTADOS
                  32
TABLA 1
NIVEL DE CAPACIDADES DE AUTOCUIDADO EN PRIMIGESTAS ADOLESCENTES. DISTRITO LA ESPERANZA, 2018
                 Nivel de capacidades de
                                                                            N°                                           %
                       autocuidado
                        Deficiente                                          18                                          36.0
                           Regular                                          18                                          36.0
                           Bueno                                            14                                          28.0
                             Total                                          50                                         100.0
          Nota: Datos obtenido de la escala aplicada a primigestas adolescentes en el Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro de Salud Materno
          – Infantil “Winchanzao”. La Esperanza, 2018.
                                                                                                                                                 33
TABLA 2
NIVEL DE ACCIONES DE AUTOCUIDADO EN PRIMIGESTAS ADOLESCENTES. DISTRITO LA ESPERANZA, 2018
           Nivel de Acciones de autocuidado                                N°                                             %
                        Inadecuado                                         30                                           60.0
                         Adecuado                                          20                                           40.0
                            Total                                          50                                           100.0
          Nota: Datos obtenidos de la escala aplicada a primigestas adolescentes en el Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro de Salud Materno
          – Infantil “Winchanzao”. La Esperanza, 2018.
                                                                                                                                                  34
TABLA 3
NIVEL DE ACCIONES Y DE CAPACIDADES DE AUTOCUIDADO EN PRIMIGESTAS ADOLESCENTES. DISTRITO LA ESPERANZA, 2018
                                                                Nivel de capacidades de autocuidado
                                                                                                                                               Total
Nivel de Acciones de autocuidado                  Deficiente                    Regular                       Bueno
                                            N°              %             N°              %             N°              %             N°                %
           Inadecuado                        13           72.2             13           72.2             4            28.6             30              60.0
               Adecuado                      5            27.8             5            27.8             10           71.4             20              40.0
                 Total                       18           100.0            18           100.0            14           100.0            50              100.0
  Nota: Datos obtenidos de la escala aplicada a primigestas adolescentes en el Hospital Distrital “Jerusalén” y Centro de Salud Materno – Infantil “Winchanzao”. La
  Esperanza, 2018.
  X2 = 8.000    p = 0.018 Significativo
                                                                                                                                                                      35
                           IV.     ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
         Según Orem, enmarca al individuo, en la presente investigación a la primigesta
adolescente, como un “todo” integrado del cual hacen parte la naturaleza, su psicología o
medio internos, sus relaciones sociales y estabilidad fisiológica; la primigesta adolescente
es vista como un agente de autocuidado, la persona que realiza la acción para sobrevivir y
funcionar de acuerdo con las leyes de la naturaleza, con la facultad de utilizar las ideas, las
palabras y los símbolos para pensar, reflexionar sobre su propio estado de salud, comunicar
y guiar esfuerzos a fin de llevar a cabo acciones de autocuidado y el cuidado dependiente
(Rebolledo, 2010).
         El autocuidado puede examinarse en relación con las capacidades del individuo,
incluyendo su repertorio de habilidades y la clase de conocimiento que tienen y usan para
ocuparse de una gama de conductas específicas, lo cual afecta directamente la práctica del
autocuidado que influye en la vida, la salud, el bienestar y el desarrollo humano (Pereda,
2011).
         En relación a las capacidades de autocuidado de las primigestas adolescentes
atendidas en el establecimiento de salud del Distrito de La Esperanza, la Tabla 1 muestra
que el 36 por ciento tienen un nivel deficiente de capacidades de autocuidado, el 36 por
ciento tienen regular nivel de capacidades de autocuidado y el 28 por ciento tienen un nivel
bueno. Es decir un 64 por ciento de las primigestas adolescentes tienen entre un nivel
regular y bueno sus capacidades de autocuidado, ello probablemente se debe a que las
capacidades son habilidades complejas de adquirir y su desarrollo se da a lo largo de su
existencia; sin embargo, las primigestas por ser adolescentes aún no tienen la suficiente
experiencia para satisfacer los requerimientos continuos de su propio cuidado y así poder
regular los procesos de vida; no obstante, el entorno a veces favorecedor permite que las
adolescentes a su corta edad, adquieran las capacidades de autocuidado necesarias para
poder sobrellevar la gestación.
         Un factor del entorno que favorece en mucho a la primigesta adolescente es que un
44 por ciento de las primigestas adolescentes son solteras, quiere decir que aún viven con
                                                                                            36
su familia. Por lo cual, ellos con las capacidades que adquirieron empíricamente o por
tradición, van continuando la transmisión de generación en generación; pero, muchas veces
estas capacidades no son las adecuadas y pueden generan algún riesgo tanto a la
primigesta adolescente como al producto en camino.
      En un estudio realizado por Rodríguez, Ruiz y Soplín (2014) titulado “Factores de
riesgo y Nivel de Conocimientos sobre el embarazo en adolescentes gestantes, Puesto de
salud I-2 Masusa Punchana, 2014”, encontraron que: Referente al nivel de conocimiento, el
56.3 por ciento de las adolescentes gestantes, presentaron un nivel de conocimiento
inadecuado y en un 43.7 por ciento, su nivel de conocimiento sobre el embarazo es
adecuado.
      Suarez y Gonzales (2012) realizaron un estudio sobre “Cuidados de la etapa prenatal
en embarazadas primigestas atendidas en la “Clínica Hospital Cristo Redentor” del Cantón
Santa Elena. 2011 – 2012” y encontraron que el 61% de las gestantes acuden a cinco
consultas mínimas óptimas durante el periodo prenatal, 45% de las primigestas tienen un
moderado consumo de alimentos, mientras que el 55% de las gestantes no conoce sobre
el balance alimenticio que debe de tener en la etapa prenatal y en cuanto a los cuidados y
cambios prenatales, pero el 69% no conocen los signos normales sobre los cambios
fisiológicos haciendo relevancia en el déficit que tienen sobre los conocimientos y cuidados
en la etapa prenatal.
      En la investigación realizada en Colombia por Alvares, Camargo, Herazo & Arévalo
(2014) de título “Evaluación del Autocuidado en las Gestantes Adolescentes que asisten al
control prenatal basados en el modelo de Dorothea Orem”, las conclusiones fueron que las
adolescentes gestantes poseen buena información sobre el autocuidado en el embarazo,
en los indicadores referidos a control prenatal, nutrición materna, e higiene personal, pero
a pesar de esto muchas de ellas no cumplen con los controles prenatales y las adolescentes
manejan una regular práctica de autocuidado en los indicadores de higiene personal,
nutrición materna, forma de alimentación, control de peso, uso de calzado cómodo, y
examen de pies y tobillos.
                                                                                         37
         La capacidad humana de participar en el autocuidado llamada agencia de
autocuidado, se desarrolla en el curso de la vida diaria por medio de un proceso espontáneo
de aprendizaje; su desarrollo se complementa con la curiosidad intelectual, con la
instrucción, supervisión de otros y con la experiencia de llevar a cabo las medidas de
autocuidado, además está relacionada a conceptos como la acción específica de
autocuidado que representa habilidades; entre las cuales tenemos: la atención, el uso de
energía, el movimiento, el conocimiento, la toma de decisiones, el razonamiento y el
repertorio de habilidades. Así mismo, el autocuidado tiene forma y contenido (Marriner,
1995).
         La capacidad de participar en el autocuidado tiene forma y contenido. El contenido
es un conjunto de capacidades humanas para la acción intencional, entre ellas la capacidad
de adquirir conocimientos. La agencia de autocuidado, también se puede examinar en
relación con las capacidades que tienen los individuos, incluyendo sus repertorios de
habilidades y los tipos de conocimiento que tienen y usan. El contenido procede de los
propósitos a los que se dirige, de los requisitos de autocuidado y que son eficaces para
satisfacerlos (Marriner, 1995; Orem, 2001).
         El nivel de capacidades de autocuidado de las primigestas adolescentes también se
relaciona a la corta edad que tienen, en esta etapa de la vida ellas cuentan con poca
formación educativa y poco conocimiento para que cuiden de su salud durante la gestación.
Además, la adolescente embarazada es más vulnerable a riesgos y complicaciones por la
inmadurez biopsicosocial y las carencias nutricionales que la acompañan (Hidalgo, 2012).
         Durante la etapa de la adolescencia el aprendizaje origina cambios relativamente
permanentes en el comportamiento o acciones de autocuidado. Asimismo, el cumplimiento
del autocuidado favorecerá su propio bienestar, ya que el autocuidado es una contribución
constante de la adolescente embarazada a su propia existencia, a su salud y a su bienestar
continuo (Orem, 1995).
         Cavanagh (2011), en concordancia con la teoría de Orem, establece los siguientes
aspectos del autocuidado: La primigesta adolescente que no cuenta con las capacidades
de autocuidado necesarias para ocuparse de ella y del bebé, dependiendo de ciertas
                                                                                        38
circunstancias necesitará apoyo y las acciones de autocuidado que realizará le sirve para
asegurar que la gestación sea saludable y evitar complicaciones.
      Las primigestas adolescentes que obtuvieron un buen y regular nivel de capacidades
de autocuidado, tienen una mayor posibilidad de desarrollar un embarazo sin
complicaciones y en consecuencia un parto y un puerperio normal, de igual maneras el
producto de la gestación nacerá en mejores condiciones; sin embargo, las primigestas
adolescentes con un nivel de capacidades de autocuidado deficiente posiblemente
desarrollen un embarazo con complicaciones, afectando así el parto, puerperio y por ende
la salud del producto de la gestación.
      En relación a las acciones de autocuidado de las primigestas adolescentes, la tabla
2 nos muestra que el 60 por ciento de las primigestas adolescentes tiene un nivel adecuado
de acciones de autocuidado, en tanto que el 40 por ciento, tiene un nivel inadecuado. Ello
probablemente se debe a que las acciones de autocuidado están determinadas por un
conjunto de pautas y hábitos comportamentales que se adquieren cotidianamente, y la
interacción entre ellos es la que hace que las acciones de autocuidado puedan ser definidas
como adecuadas o inadecuadas.
      Litano (2015) también realizó un estudio en el Perú, de título “Prácticas de
Autocuidado en Adolescentes de la I.E. “Virgen del Carmen” N° 6014. Villa María del Triunfo
- Lima. 2014”. Las conclusiones fueron que la mitad de los adolescentes tienen prácticas de
autocuidado adecuadas en relación a su aspecto físico, un 54 por ciento de adolescentes
realizan prácticas de autocuidado adecuadas y un 46 por ciento de adolescentes realizan
prácticas de autocuidado inadecuadas respecto a la dimensión de su aspecto psicológico,
pues refieren no sentirse orgullosos de quienes son, poniéndolos en riesgo de imitar
modelos no saludables.
      A nivel regional, en la investigación realizada por Cubas y Esquivel (2013) de título
“Factores Socioculturales y Prácticas de Autocuidado en gestantes adolescentes Hospital
de Especialidades Básicas la Noria. Trujillo. 2013”. Se obtuvo que el 50.9 por ciento de
gestantes adolescentes tiene prácticas de autocuidado inadecuadas y el 49.1 por ciento
presentó prácticas de autocuidado adecuadas.
                                                                                        39
      En otro estudio realizado por Rojas, Salas y Vargas en el 2014, titulado “Prácticas de
autocuidado en mujeres embarazadas del Centro de Salud “Collique III Zona”, Comas –
Lima, 2014”. Se encontró que el nivel de prácticas de autocuidado global en las gestantes
es bueno con un 69.16 por ciento. Teniendo en cuenta las dimensiones de autocuidado, el
nivel de prácticas en la dimensión de autocuidado general es bueno con un 87.85 por ciento;
en desarrollo personal e interacción social es regular con un 60.75 por ciento; y en
conocimientos específicos de salud es regular con un 45.79 por ciento (Rojas, Salas y
Vargas, 2017).
      De otro lado, Orem señala que el autocuidado también comprende las acciones que
los seres humanos inician en su propio beneficio para mantener la vida, la salud y el
bienestar. Estas acciones están dirigidas a cumplir tres diferentes tipos de requisitos de
autocuidado: universales, de desarrollo y por desviación de la salud. Todas las personas
realizan el autocuidado para satisfacer los requisitos universales que incluyen:
mantenimiento de consumo suficiente de aire, agua y alimento, atención de la eliminación,
mantenimiento del equilibrio entre la actividad y el descanso y entre la soledad y la
interacción social; evasión de riesgos para la vida; funcionamiento entre el bienestar y
promoción de la normalidad (Marriner y Alligood, 2007).
      Se menciona que el autocuidado tiene forma y contenido. La forma es la acción y el
contenido es la razón por la que se ejecuta dicha acción, es decir la satisfacción de cierto
factor que se conoce o se presuma que tiene la probabilidad de promover o interferir en el
funcionamiento y desarrollo del individuo. Es necesario que los individuos conozcan los
niveles apropiados de su funcionamiento y el nivel de desarrollo de todas sus esferas para
ejecutar acciones de autocuidado adecuadas (Reinke, 2002).
      De otro lado, la tabla 3 nos muestra que el 72.2 por ciento de las primigestas
adolescentes tienen deficientes capacidades e inadecuadas acciones de autocuidado, el
72.2 por ciento de las primigestas adolescentes tienen regular capacidades de autocuidado
e inadecuadas acciones de autocuidado y el 71.4            por ciento de las primigestas
adolescentes que tienen buenas capacidades de autocuidado y sus acciones de
autocuidado son adecuadas.
                                                                                         40
      De lo anterior se puede decir que a medida que el nivel de capacidades de
autocuidado de las primigestas adolescentes es mayor, su nivel prácticas de autocuidado
son adecuadas. Esta relación es confirmada por la prueba de Chi cuadrado (x 2=8.000) con
una probabilidad de 0.018 lo cual significa que la relación es significativa.
      Es fundamental comprender que el lugar de ejecución del presente estudio es un
Distrito emergente y donde se instalan muchos emigrantes (38%) de otros lugares del país,
principalmente de la sierra, si bien es cierto que muchos de ellos no tienen estudios
superiores (Anexo 5); sin embargo, la edad es un factor muy importante que se toma en
consideración para que las primigestas adolescentes tengan buenas capacidades y
acciones de autocuidado durante su gestación. Por otro lado, el profesional de enfermería
debe tener más acercamiento con este grupo poblacional, ya que con intervenciones a las
primigestas adolescentes estamos garantizando un buen producto y un parto sin riesgos.
      La verdadera esencia de enfermería se encuentra en cada una de las actividades con
las gestantes, considerando que enfermería tiene la oportunidad de compartir momentos
muy significativos con las primigestas adolescentes interactuando con ellas, compartiendo
su sentir, sufrimiento físico y emocional, que muchas veces no está cumpliendo el
profesional de enfermería, lo cual se ve reflejado en los resultados de la presente
investigación donde las acciones de autocuidado son inadecuadas en un porcentaje alto
(60%) y las capacidades de autocuidado tienen un nivel bueno en solo el 28% de las
primigestas adolescentes atendidas por el profesional de enfermería.
      En relación al ser humano, Orem (1995), refiere que es visto como un agente de
autocuidado, que emprende la acción, de acuerdo a las capacidades que posee para
realizar acciones de autocuidado en situaciones concretas de la vida como durante el
embarazo y que la persona dirige hacia sí misma o hacia el entorno para regular los factores
que afectan a su propio desarrollo y actividad, en beneficio de su vida, salud o bienestar.
      Dorothea Orem sostiene que la capacidad de autocuidado no es innata por lo
contrario se encuentra influenciada por las creencias, hábitos y prácticas que mantiene la
persona de acuerdo al grupo social al que pertenece. En este caso la capacidad de
autocuidado se relaciona con algunos requisitos, los cuales tiene como propósito promover
                                                                                          41
las condiciones necesarias para la vida y prevención de condiciones adversas o aplacarlas
(Prado, González, Paz y Romero, 2014).
      Las adolescentes poseen poca información sobre todo el proceso de la maternidad,
salvo que pertenezcan a una familia en la que la madre y otras mujeres han tenido varios
hijos, desconocen casi por completo todo lo relacionado con el embarazo y el parto.
Convengamos que no es un tema de conversación habitual en un grupo de adolescentes;
por lo tanto tienen dificultad para asumir su autocuidado, cuidarse así mismo es un
aprendizaje que se lleva a cabo durante esta etapa, y no siempre se ha completado antes
de la adultez (Giurgiovich, 2015).
      En el presente estudio se pretende profundizar más en la realidad de la adolescente
embarazada, principalmente para determinar la influencia de sus capacidades y acciones
de autocuidado durante su embarazo. Los hallazgos obtenidos muestran que existe gran
influencia de las capacidades en el nivel de acciones de autocuidado en el embarazo, por
lo que es de suma importancia que los profesionales de la salud utilicen a las primigestas
adolescentes estrategias efectivas para poder brindar una adecuada educación y por
consecuencia se fomenten acciones de autocuidado saludables durante el embarazo, que
contribuyen a reducir de manera significativa las complicaciones del embarazo adolescente,
tanto para la madre como para el recién nacido.
      Es por ello que los cuidados de los profesionales de enfermería deben ser orientados
a brindar una educación eficaz y eficiente a las primigestas adolescentes, para que ellas
puedan ejecutar acciones adecuadas para su gestación y evitar futuras complicaciones
durante el parto como en el bebé. Es decir, los profesionales de enfermería que laboran en
el primer nivel tienen una ardua labor con las primigestas adolescentes.
                                                                                       42
                           V. CONCLUSIONES
1.   El nivel de capacidades de autocuidado durante la gestación en primigestas
     adolescentes en el Distrito de la Esperanza es igualmente frecuente en los niveles
     regular y deficiente (36%). Se observa que un porcentaje menor (28%) cuenta con
     un nivel bueno de capacidades de autocuidado.
2.   En relación al nivel de acciones de autocuidado durante la gestación en
     primigestas adolescentes en el Distrito de la Esperanza se determinó que el 40
     por ciento tiene un nivel adecuado de acciones de autocuidado; el 60 por ciento
     tiene un nivel inadecuado.
3.   Existe una relación significativa, entre el nivel de capacidades y acciones de
     autocuidado durante la gestación en las primigestas adolescentes del Distrito de
     la Esperanza que participaron en el estudio.
                                                                                    43
                            VI. RECOMENDACIONES
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos y las conclusiones de la presente
investigación, se recomienda lo siguiente:
    1.   Difundir y dar a conocer los resultados de la presente investigación en el Hospital
         Distrital “Jerusalén” y Centro Materno – Infantil “Wichazao”, Distrito de La
         Esperanza.
    2.   En base a los resultados obtenidos, se tomen decisiones acertadas para el
         fortalecimiento de programas que ayuden a mejorar el nivel de las capacidades y
         de las acciones de autocuidado en primigestas adolescentes.
    3.   Continuar realizando investigaciones sobre las variables de estudio en otros
         contextos, sean éstas con enfoque cualitativo o cuantitativo.
    4.   A las casas de estudios superiores, formadoras de futuros profesionales de
         enfermería, que promuevan el desarrollo de competencias que les permitan
         brindar una atención óptima a las gestantes adolescentes en procura de su
         bienestar y el de sus futuros bebés.
                                                                                         44
                      VII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Aller, J. y Pagés, G. (1999). Obstetricia Moderna (3°ed.). Caracas, Venezuela: Editorial
      McGraw-Hill-Interamericana.
Alvares, E., Camargo, G., Herazo, M. & Arévalo, W. (2014). Evaluación del Autocuidado en
      las gestantes adolescentes que asisten al control prenatal basados en el modelo de
      Dorotea Orem. (Tesis para licenciatura). Corporación Universitaria Rafael Núñez,
      Colombia.
Belmartino, S. (2005). La atención médica argentina en el siglo XX. Instituciones y procesos.
      Buenos Aires, Argentina: Editorial Siglo XXI.
Blázquez, M. (2012, 12 de Agosto). Embarazo Adolescente. Revista Electrónica Medicina,
      Salud              y              Sociedad.               Recuperado                de
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Cavenagh, S. (2011). Modelo de Orem Aplicación Práctica (2°ed.). Ohio, EE.UU: Editorial
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ANEXOS
         53
                                                                 DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
    FACULTAD DE ENFERMERÍA                                      ENFERMERÍA DE LA MUJER, NIÑO Y
                                                                        ADOLESCENTE
                                           ANEXO 1
    ESCALA DE CAPACIDADES DE AUTOCUIDADO DURANTE EL EMBARAZO
                                                              Autora: Dra. Insenberg M. (1989)
                                            Modificado por: Teran, Julca y Villanueva (2018)
 I. Instrucciones: Las afirmaciones listadas a continuación son usadas, por algunas
     personas para describirse a sí mismo. Por favor en cada afirmación marque con una
     X la opción que corresponda al grado que mejor lo describe a usted. No hay
     respuestas correctas o incorrectas solo asegurarse de seleccionar el número que
     mejor corresponda su forma de ser.
                               ITEM                                 Nunca     A veces     Siempre
   1. Pienso que es necesario aplicar medidas para mantener
      limpio el medio que me rodea.
   2. Pienso que cuando es necesario, debo hacer cambios en
      mi forma de vida para mantenerme sana.
   3. Me siento capaz de practicar un estilo de vida saludable
      para cuidar de mí misma.
   4. Me siento capaz de realizar medidas para prevenir
      complicaciones del embarazo como: hipertensión,
      placenta previa, desprendimiento de placenta, embarazo
      ectópico, etc.
   5. Creo que las complicaciones en el embarazo se pueden
      prevenir.
   6. Pienso que el control pre natal es importante para prevenir
      complicaciones en el embarazo.
   7. Pienso que el consumir ácido fólico en la dieta previene
      complicaciones en mi bebe.
                                                                                           54
8. Soy capaz de ajustar la frecuencia con que me baño a fin
   de mantenerme limpia.
9. Conozco como alimentarme para mantenerme saludable
10. Pienso que debo realizar de 15 a 20 minutos de ejercicio
  moderado y descansar durante el día.
11. Pienso que debo dormir 8 horas diarias para sentirme
    bien descansada.
12. Pienso que debo palpar mi cuerpo regularmente, para
    ver si hay cambios.
13. Conozco que en las actividades de mi vida diaria debo
    brindarme el tiempo para cuidarme a mí misma.
14. Pienso que cuando mi salud se ve en peligro, debo
    buscar la ayuda necesaria.
15. Me siento bien con respecto a los cambios de mi cuerpo.
16. Soy consciente que el control pre natal es importante
    para tener un bebé sano.
17. Pienso que los alimentos muy condimentados pueden
    influir en mi digestión y embarazo de manera negativa.
18. Aprendí algunos cuidados del embarazo con el contacto
    con otras mujeres embarazadas.
                                                               55
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO                            DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE
    FACULTAD DE ENFERMERÍA                                 ENFERMERÍA DE LA MUJER, NIÑO Y
                                                                   ADOLESCENTE
                                         ANEXO 2
      ESCALA DE ACCIONES DE AUTOCUIDADO DURANTE EL EMBARAZO
                                                         Autora: Dra. Insenberg M. (1989)
                                          Modificado por: Teran, Julca y Villanueva (2018)
 I.       Instrucciones: Lea cada una de las afirmaciones, así como de las opciones
          posibles e identifique las respuestas apropiadas para usted:
                          ITEM                          Nunca      A veces       Siempre
  1. En mi alimentación incluyo frutas (3 unidades
      variadas diarias) y verduras (Un plato de
      verduras crudas).
  2. En mi alimentación incluyo cereales (2
      unidades de pan, 2 tazas de arroz cocido) y
      leguminosas (1 ½ taza de menestras cocidas).
  3. En mi alimentación incluyo leche (3 tazas),
      queso (Una tajada) y yogurt (Un vaso).
  4. En mi alimentación incluyo líquidos, como
      mínimo 8 vasos de agua al día.
  5. Desde mi embarazo, he cambiado la forma de
      alimentarme.
  6. Realizo control pre natal periódico de mi
      embarazo, acudiendo a las citas de la obstetra.
  7. Me hago los análisis de laboratorio indicados
      como: Hemoglobina, VIH, Sífilis, Glicemia,
      Urea y Creatinina, etc.
  8. Trato de identificar signos de alarma durante el
      embarazo como: sangrado excesivo, aumento
      de la temperatura, dolor de cabeza intenso,
      molestia general.
  9. Frecuentemente controlo mi peso.
                                                                                       56
10. Evito realizar ejercicios intensos y cargar peso
    en exceso.
11. Evito consumir alcohol.
12. Duermo al menos 8 horas diarias para
    sentirme descansada.
13. Realizo ejercicio moderado diariamente.
14. Realizo el baño corporal e higiene genital
    diariamente.
15. Tomo mis vitaminas, hierro y ácido fólico
    según indicación.
16. Evito tomar medicamentos que no estén
    indicados por el médico.
17. Busco ayuda cuando no logro cuidarme sola.
18. Tengo tiempo para mí regularmente.
19. Al hacer las cosas bien me siento orgullosa.
20. Al recibir información sobre mi salud,
    generalmente pido que me expliquen las
    palabras que no logro entender.
21. Cumplo con el control de mis vacunas contra
    el tétanos, influenza y hepatitis.
22. Controlo mi presión arterial mensualmente.
23. Acudo a mi control de examen de
    Papanicolaou.
                                                       57
                                                     ANEXO 3
                                UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
                                           FACULTAD DE ENFERMERÍA
                           “CONSENTIMIENTO LIBRE Y ESCLARECIDO”
                                    TITULO DE LA INVESTIGACIÓN:
        “Capacidades y Acciones de Autocuidado durante la gestación en primigestas
                                   adolescentes - Distrito la Esperanza”
OBJETIVOS DE LA INVESTIFACIÓN
I.        Identificar las Capacidades de autocuidado durante la gestación en primigestas
          adolescentes - Distrito de La Esperanza, 2018.
II.       Identificar las Acciones de autocuidado durante la gestación en primigestas
          adolescentes - Distrito de La Esperanza, 2018.
Yo:…………………………………......……….                                   Peruana,        con      DNI     Nº….....……………
de...................................años de edad, domiciliada en ...................................................del
Distrito de……………….., expreso mediante el siguiente documento tener conocimiento de
los fines, alcances y consecuencias de la investigación titulada: “Capacidades y Acciones
de Autocuidado durante la gestación en primigestas adolescentes - Distrito la Esperanza,
2018” conducida por los investigadores: Freddy Teran Ruiz y Felipe Julca Cóndor,
estudiantes de la Facultad Enfermería de la Universidad Nacional de Trujillo, habiendo sido
enterada de todos los pormenores, acepto participar en la investigación; con seguridad del
caso, que las informaciones serán confidenciales, mi identidad no será revelada y habrá la
libertad de participar o retirarme en cualquier momento de la investigación, doy mi
consentimiento además que firmo mi participación.
                                                  Trujillo,………… de……….………………… del 2018.
                                                                                            Firma del participante
                                                                                                                    58
                                            ANEXO 4
  PRUEBA DE CORRELACION DE SPEARMAN DE LAS 50 PRIMIGESTAS SEGÚN
  CAPACIDADES Y ACCIONES DE AUTOCUIDADO DURANTE LA GESTACIÓN EN
      PRIMIGESTAS ADOLESCENTES - DISTRITO LA ESPERANZA, 2018
                                  Desviación     Correlación de
    Variables      Promedio                                       Probabilidad     Significancia
                                   estándar        spearman
   Capacidades
       de             48              4.4
   autocuidado
                                                                                    Altamente
                                                      0.419          0.003
                                                                                   significativo
   Acciones de
                      58              5.8
   autocuidado
 Nota: Datos obtenido de la ECADE – KAADE
INTERPRETACIÓN:
El puntaje promedio de capacidades de autocuidado es de 48 puntos, con desviación
estándar de 4.4 puntos, el puntaje promedio de acciones de autocuidado es de 58 puntos
con desviación estándar de 5.8 puntos. El valor de la correlación de spearman es de 0.419
con probabilidad 0.003 siendo altamente significativa; observándose que existe correlación
positiva entre las capacidades y acciones de autocuidado.
                                                                                       59
ANEXO 5
          60
ANEXO 6
          61
ANEXO 7
          62
                                               ANEXO 8
DISTRIBUCION DE 50 PRIMIGESTAS ADOLESCENTES SEGÚN CARACTERISTICAS
                        GENERALES - DISTRITO LA ESPERANZA, 2018
                 Características generals                  no                    %
                                       15                   6                   12.0
            Edad                       16                  17                   34.0
                                       17                  27                   54.0
                              Primaria Completa             1                   2.0
           Nivel de
                             Secundaria Completa           19                   38.0
         Instrucción
                            Secundaria Incompleta          30                   60.0
                                     Soltera               22                   44.0
         Estado civil
                                   Conviviente             28                   56.0
                                   Cajabamba                1                   2.0
                                   Cajamarca               10                   20.0
                                     Cascas                 3                   6.0
                                   Huamachuco               1                   2.0
           Lugar de
                                     Iquitos                1                   2.0
         procedencia
                                     Julcán                 1                   2.0
                                     Otuzco                 1                   2.0
                                      Piura                 1                   2.0
                             La Esperanza -Trujillo        31                   62.0
                           Total                           50                  100.0
 Nota: Datos obtenido de la ECADE – KAADE
INTERPRETACIÓN:
En la tabla 5 podemos observar que un 54 por ciento de las primigestas adolescentes tienen
una edad de 17 años y el porcentaje restante una edad inferior. En cuanto a su nivel de
instrucción un 60 por ciento no completo la secundaria y porcentaje restante culmino la
secundaria y la primaria. Referente al estado civil de las primigestas adolescentes un 56 por
ciento es conviviente y el resto de porcentaje es soltera. En lo relacionado a su lugar de
procedencia, un 62 por ciento procede de La Esperanza - Trujillo y el resto de porcentaje de
diferentes partes del Perú.
                                                                                          63
                                         ANEXO 9
                        UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
                            FACULTAD DE ENFERMERÍA
                              CONSTANCIA DE ASESORÍA
Yo, MS. TOMASA BELINDA VILLANUEVA VALERIANO, Profesora Asociada a tiempo
completo del Departamento Académico de Enfermería de la Mujer, Niño y Adolescente de
la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Trujillo; hago constar mi
participación como Asesora de la presente investigación titulada “Capacidades y Acciones
de Autocuidado durante la gestación en primigestas adolescentes - Distrito la Esperanza,
2018” cuyos autores son los Bachilleres de enfermería: TERAN RUIZ, FREDDY JAVIER Y
JULCA CONDÓR, FELIPE EUSEBIO.
Expido la presente para los fines que los interesados crean conveniente.
Trujillo, 07 de Febrero del 2019.
                                     ________________________________
                                    Ms. Tomasa Belinda Villanueva Valeriano
                                                   Cód. 4196
                                                                                     64
ANEXO 10
           65
66
67