0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 59 vistas39 páginasDiálogos de Platón
Resumen sobre el libro diálogos de platón en
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Platon
Didlogos de Platén
Apologia de Sécrates. Fedro 0 del amor.
Simposio (Banquete) 0 de la erética.
Fedén o del alma. Protegoras o los sofistas. Critén o del deber.
lon o de la poesia. Menon o de la virtud.
Parménides o de las ideas. Cratilo o del lenguaje.
Prologo con resefia critica de la obra,
vida y obra del autor, y marco histérico
Edicion integra
=
COR To et ONC aay
Pe
Escaneado con CamScannerPROLOGO
— #
Marea histérico
Seconoce como Grecia ckisica 0 antigua al periodo comprendido por los
siglos vy 1v a. C. Atenas fue el centro de ese mundo antiguo, que se con-
virtié en cuna de la civilizacién, pero sobre todo, cuna de la democracia.
Platon vivis en esa época de duras guerras y cambios constantes, pero él
junto con su ciudad vivieron un magnifico tiempo de esplendor, debi-
do al desarrollo de la cultura y la politica, pero también de decadencia,
cuando Atenas fue derrotada por Esparta.
Se sabe que hacia comienzos del siglo v los jonios, seguidos por los
gtiegos, se sublevaron contra el dominio persa. Este periodo, conocido
como Guerras médicas, abarca alrededor de veinte afios, y concluye en
480 con la derrota de Jerjes, en la batalla de Salamina; tras lo cual, los
persas se retiraron definitivamente de Grecia.
Los cincuenta afios siguientes, de relativa paz, se conocen como la
Pentecontecia, periodo en el cual se engrandecié Atenas, y se dio el ver-
dadero auge de la democracia, gracias al buen gobierno de personajes
como Temistocles, Cimon y Pericles. Por otra parte, Aristides redacté los
estatutos de lo que se conoceria como la Liga de Delos, una asociacién
creada con el propésito de defenderse de futuros ataques persas, y que
Pronto se convirtié en el poder dominante del mar Egeo.
Se sabe que Platén nacié hacia el aiio 428, durante el periodo de
dicha estabilidad, Sin embargo,
ndo muy joven conocerfa los estragos
de la guerra, puesto que estallé la Primera Guerra del Peloponeso, en la
Cual se enfrenté Atenas, contra Esparta, puesto que ésta “temia que los
atenienses se hicieran mas poderosos, a
ver que la mayor parte de Hellas
Se encontraba bajo el control de Atenas”, como declara Tucidides.
Existe un periodo conocido como Paz de los treinta atios (que en
realidad s6lo duré tan sdlo trece), que consistié en un cratado firmado
Snure Esparta y Atenas, donde ponfan fin a la Primera Guerra del Pelo-
Poneso; pero dicho pacto no tuvo validez, luego de que Atenas atacara a
‘una ciudad que estaba bajo proteccién espartana, por lo cual se desaté
Escaneado con CamScannerla Guerra del Peloponeso (431-404 a. Cc). Atenas se vio seriamen-
a fectada durante el conflicto, en el afio 430 fue avotada por
ee jespués suffid graves derrotas, y varios de sus aliados se
ee , se cando que los atenienses S¢ debilitaran.
oad armada ateniense fue vencida
. i la
Finalmente, en el aftlo 405, la :
por los espartanos bajo el mando de Lisandro en Egospétamos.
Hacia el afo 404 a. C. Atenas pidid la paz, pero ya habia
perdido sus murallas, asi como su armada y todos sus bienes
Pese a un constante ambiente bélico, también la
ndes lujos, los atenienses
e basaba en el comercio
bién habia agricultores
en ultramar.
vida se desarrollaba, aunque sin gra
vivian con modestia, y su economia si
maritimo, principalmente, aunque tam
y artesanos.
En cuanto a la cultura, se sabe que los antiguos atenienses
no contaban con demasiados libros; recibian de viva voz las
poesias que recitaban los aedos, asi como las mismas ensefian-
zas de los filésofos. La escuela era la ciudad misma y la educa-
cién se confundia con la vida.
Los nifios se instruian en cinco asignaturas: musica, gim-
nasia, lectura, escritura y cdlculo. Siendo para los griegos, la
musica el mayor de los requerimientos para una buena vida. La
misica, el canto y la danza, aunado a los sacrificios ofrecidos
a los dioses y la practica del atletismo, eran para ellos el claro
ejemplo de una comunidad civilizada en tiempo de paz.
Un filésofo de su tiempo
Hijo de Ariston y de Perictione, de quien se dice que remontaba
su linaje hasta Soldn, el sabio fundador de la democracia ateniense.
Se le asigné el nombre de Aristocles, debido a sus grandes espaldas,
Pa es bien sabido que se le reconoce como Platén.
ora oe ante 428 a. C, Prdcticamente su ciudad, Atenas
aaaeyen ernie del mundo antiguo en cuanto a poli-
hee na \cr6polis lucia grandiosa, y la plaza publica,
artistas, poetas, oradores y fildsofos.
Escaneado con CamScannerSiendo muy joven y gracias a una buena educacién, Platén
ronto destacé como poeta dramatico; y se cree que quizd fue dis-
cipulo de Cratilo y alumno de Heréclito. :
Por el 409 a. C., cuando contaba con veinte afios, fue deter-
minante para su formacién el haber conocido a Sécrates, quien
tenfa sesenta y tres. Pero, diez aftos después, cuando la democracia
ateniense le impuso la sentencia de muerte a su maestro Sécrates,
Platén decidié abandonar su carrera como dramaturgo; quemé
todos sus escritos y se dedicé por completo a la filosofia
Este duro golpe repercute en la concepcién platénica, siendo de
este modo su sistema filoséfico quiz4 una oposicién a la democra-
cia. Después, al no encontrar ningtin sentido en la participacién
directa y activa en la politica bajo la democracia, decide viajar a
Megara, donde pasé un tiempo en compafia de Euclides, pero en
395, participé en el servicio militar durante la guerra de Corinto.
Mientras, en Atenas comienza la decadencia: la democracia de-
genera en demagogia, después en anarquia, y ésta en tiranfa. Y
Platén quiere frenar la caida de su ciudad. Para ello se vale de sus
dotes como poeta y escribe “didlogos”, género que extrajo de las
ensefianzas socraticas, en los cuales se recrean los encuentros de
su maestro con distintos personajes; en sus Didlogos, Platén crea
la duda tanto en poetas, como gedmetras, y sofistas, haciéndolos
vacilar, puesto que eran los hombres més competentes para res-
ponder.
Mediante la dialéctica (arte de enfrentar posiciones opuestas,
para alcanzar una verdad superior) pretende llegar a posiciones
més claras, sin dejar nada fijo ni definitivo; es Por eso que sus did-
logos se conocen como aporéticos, es decir, que no tienen salid:
Hacia el 388 comienza su viaj
s, primero hacia a Sicilia, donde
conoce a algunos pitagéricos como Arquitas y Timeo; pasanado
Por Siracusa, se encuentra con Dién y luego en Cirene entabla
Telacién con el matemitico ‘Teodoro; finalmente se cree que viajé
4 Egipto, De regreso a su ciudad, la nave en que viajaba fue captu-
ada y Platon fue hecho esclavos viajé bajo
esta circinstancia hasta
que llegé a Cirene, donde un amigo lo reconocié y pagé su rescate.
9
Escaneado con CamScannerTias estos hechos, Platén decide fundar en Atenas su ¢
denominada Ac ademia, nombre que le asignd debido a que
Cad .
blecié junto al rio Cétiso, donde s
neontraba la tumba del hétoc
Academo. En la Academia platénica, las matentaticas fueron fur
1
damentales, al grado de que habia una inscripcién sobre las puerta
Sradlh as
de entrada, que deefa: “nadie entre que no sepa geometrfa”, Cree
fama de Platon y su Academia y hacia el ato 367, ingress Aristéte
Jes, conocido como su mejor alumno, quien estudiard veinte aios
alli, para después fundar su propia cuela a la cual llamé el Liceo,
Finalmente la muerte llega a Platén en el ato 347, durante el perio-
do en el que escribia Las leyes (sobre la legislacién), Pero legé a la huma-
nidad el més alto pensamiento, expresado de la manera mis hermosa,
Se puede decir, como expresd Borges sobre Hericlito, que Platén “no
tiene ni ayer ni tiene ahora’.
Apologia de Sécrates
Pero ya es tiempo de que nos retiremos de aqui,
yo para moris, ustedes para viv
Bintre ustedes y yo, quién lleva la mejor parte?
Nadie sabe, solo los dioses lo saben.
SGcras, At. JURADO
Es la obra de Platn donde se da una versién del discutso que S6-
s, como defensa en
crates pronuncid, ante los tribunales de Atena
el juicio en que se Jo acusé de corromper a la juventud y no creet
en los dioses de la polis. Aunque se desconoce la fecha de su crea
laténico de las
, pertenece al ciclo pl
el fildsofo escribid en st
ra obra, Sdcrates CO”
cién, el texto, por su temiti
primeras obras Hamadas “socriti
juvencud, ¢ incluso se piensa que ¢ rh
mienza su discurso diciendo que no s ewe
convencidos por los que lo acusan, y queda para la posterida la .
most frase “solo sé que no sé nada”. Le pide al jurado ave hb E
juzgue por su manera de hablar sino por la verdad de sus pal i
ya que diré en vor alta lo que a cabeza. Paton 4
”, que
su primer
i los atenienses han
be
¢ le pase por k
Escaneado con CamScannerconocia profundamente a su maestro, reproduce fielmente el alegato
del acusado. Sabemos que Sécrates era un maestro de la retérica, por
lo tanto al hablar es convincente y ademds sabe jugar con el jurado,
A pesar de es
¢ discurso, que durante dos mil afios puso a los lectores
te, Sdcrates fue condenado a muerte, se nego a contravenir
las leyes de la ciudad y siempre fue admirado por la calma con la que
acepté su destino,
de su ps
Fedro 0 del amor
Si dudase como los sabios,
no me vera en conflicto...
Socrates a Fepro
“Fedro” presenta muchas afinidades tematicas con el “El banque-
te”. Es de la pentiltima fase de la obra de Platén, y fue escrito en
el afio 370 a. C. Es un didlogo permanente entre Fedro y Sécrates,
en el cual discuten diversos aspectos de la filosofia de Platén, como
el valor de la retética en conexién con la filosoffa, el tema del amor,
de la escritura y su relacién con la memoria, el alma y la belleza. Pla-
fa en dos. Una parte es la sensorial,
solamente se trata de cosas que surgen y mueren. La otra Parte son
las ideas, sobre la cual podemos Conseguir conocimientos ciertos, ver-
daderos, mediante la utilizacién de la razén, “Fedro” es considerado
uno de los didlogos més bellos Y potticos en la produccién de Platén,
“pecialmente por sus descripciones del enamoramiento.
Simposio (Banquete) 0 de la erbtica
Plats, ;
Platén retomael mito de Eros, en el que exponesu teorfa sobreelamor,
Un dios intermedio y el deseo de poseer lo absoluto, El argumento
Escaneado con CamScannerdela obra es sencillo, la complejidad de su contenido profundo, Aga-
t6n, cuando obtiene un premio por su primera tragedia organiza una
fiesta, un banquete, invita a sus amigos mds cercanos, entre ellos a
Sécrates. Entre comida y bebida los invitados deciden realizar ung
exposicién de lo que cada uno cree sobre el amor. Poco a poco la
fiesta se convierte en un debate filosdfico sobre el amor.
Cada invitado interviene y dice lo que considera més importan-
te del amor y la concepcién que tienen acerca del mismo. Ademés,
intervendran segun su importancia, cardcter y profesién. Por ejem-
plo: Fedro hablara como un joven cuyas pasiones se han purificado
con el estudio de la filosoffa; Aristéfanes tiene la elocuencia del poeta
cémico, ocultando bajo una forma festiva pensamientos profundos;
Agaton se expresa como poeta. A lo largo de todo el libro se van dan-
do distintas concepciones del Eros y de la belleza, pero la verdadera
idea que tiene Platén acerca del tema la vemos puesta en boca de
Socrates. Digamos que es Sécrates el intérprete directo de Platén y en
su discurso es donde expresamente debe buscarse la teoria platénica.
Fedén o del alma
«que los vivos nacen de los muertos; que las almas
de los muertos existen;
que las almas buenas libran bien, que las almas
malas libran mal.
Sécrares A FEDON
Fedén, de manera sensible y viva, relata la conversacién que mantuvo
Sécrates con sus amigos, en la prisién, el dia de su muerte, sobre la
inmortalidad del alma y el significado de la filosofia y la vida del fi-
J6sofo. En la escena estén presentes su esposa Jantipa y catorce de sus
amigos, los interlocutores principales de Sdcrates son Simmias y Ce-
bes. Entre otros temas, Sécrates les hal
de cémo no se debe ejercet
la violencia contra uno mismo, es decir el suicidio, de la integridad
del ser humano, y de la posicién que se debe tener ante fa muerte.
Platon emplea este cuadro para exponer sus ideas de madurez. Utiliza
Escaneado con CamScannerdos argumentos para demostrar la inmortalidad del alma, el de la
reminiscencia y cl de la simplicidad, basados en la teorfa de las Ideas,
Los otros dos, el de los contrarios y el del principio vit
- Fedén termina el relato en tono doloroso y posi-
tivo, Sécrates va a morir, sus amigos no lo abandonan y la impresién
que queda es que el filésofo ha sido el mis sabio y el inds justo de los
hombres.
ll, en creencias
propias de la épo
Protégoras 0 de los s
sofistas
Sin duda, Protdgoras, conocida con cl subtitulo 0 de los sofistas, es una
de las grandes obras de Platén, Encontramos dos ideas basicas en tor-
no a las cuales giran todas las demas: la idea del Sabio —del sofista—
y la idea de la Virtud, es decir que Protdgoras nos plantea el problema
socratico de la conexién entre la sabiduria y la virtud: ¢Sdlo al sabio es
virtuoso y solo el virtuoso es sabio? ;Sélo el malo cs ignorante y solo
el ignorante es malo? ;Bl sabio puede ensefiar la virtud? Protigoras
sostiene que si, y Sécrates la tesis contraria. Este debate contradicto-
rio esa forma del trayecto de este entiquecedor didlogo que despierta
curiosidad y debe ser leido con esmero.
Critén 0 del deber
Es uno de los didlogos més breves de Platén. ‘Tiene estrecha relacion
con la “Apologia de Sécrates”, y es también apologético. Describe a
Sécrates como un buen ciudadano que, a pesar de lo injusto de su
condena, obedecerd a las leyes del Estado aunque
|a vida. Critén, su amigo incondicional, acude a vis
¢ hecho le cueste
tarlo con dinero,
le sugieren la fuga, y trata de convencerlo de los datos que provocard
Su muerte, Sécrates, no cede, opone esta inevitable alternativa: gla fuga
& justa o injusta? Porque en todos los casos debe resolverse no por
Fazones de amistad, de interés personal; sino por razones de justicia. La
justicia le prohibe fugarse, porque seria desobedecer las leyes. Aunque
lleva su nombre, la figura de Critén no tiene mayor importancia por-
que mas que un didlogo parece un mondlogo de Sécrates con las Leyes.
Escaneado con CamScannerTon o de la poesia
s didlogos de juventud, “Ion” es un texto don-
nsiderado uno de sus didlogos de j > — :
; én parece que disfrutara al c ncradecir y ridiculizar las opi-
Je Platén parece que isfrutara al contradecir y ri ‘
t _ is de i dyersarios que al ofrecer alternativas convincentes, La
niones de sus adversarios qu al r it se
: én que esfa es tinicamente fuente de inspiracion, y no
afirmacién de que la poesia es inicament fuente d { i
rt ia, iva re baj oeta. Durante
iencia, es despectiva respecto del tra ajo del pi
dearte o ciencia, es despectiva : 1
gl te dial r Platén. e lo re-
el siglo x1x se dudé que este didlogo fuera de Platén. Goeth
az ba pi y por 6 de una m: co
chazaba por la necedad de Ion y por un Sdcrates j al ¢ lad pe
is rs tiene ferenci ‘tre las obras
usual. Sin embargo, Jon tiene un lugar prefe i 7 en! b:
platénicas por la célebre metéfora del iman y la vivacidad de su estilo.
C
Menén o de la virtud
Este didlogo esta directamente vinculado a “Protdgoras”. Platén
pone en boca de Menén —de visita en Atenas— y de Sécrates la
controversia de si es posible ensefiar la virtud. Menén argumen-
ta segin lo aprendido de su maestro, el sofista Gorgias. Sdcra-
tes desarma los argumentos y Menén, desengafiado, ya no quiere
responder. Para volverlo a la cuestién Sécrates le indica el método
de la indagacién y le expone la teorfa de la reminiscencia basada en
fa inmortalidad del alma y en la metempsicosis. Estas teorias se ligan
aqui hasta el punto de formar una: la del recuerdo, Para concluir,
Sécrates, utiliza el método de la duda razonable, a partir de que no
sabemos nada vamos a descubrir el cémo encontrar respuestas,
Parménides o de las ideas
Platén, a través de este didlogo, muestra una a
su teoria de las Ideas, teorfa que afirma la exister
inteligible, formado por las Ideas, yel sensible, formado por las cosas,
El “Parménides” ha desatado durante siglos discusiones filoséficas en
torno al cual era la verdadera intencidn de Platén, para unos el filéso-
fo se distanciaba de su teoria de las formas o ideas, para otros era una
ejercicio para afianzar su doctrina, Leer “
parente autocritica de
ncia de dos érdenes: el
Parménides” es un reto para
Escaneado con CamScannerdesenredar la. madeja y establecer una opinién personal que puede
coincidir con la de otros estudiosos,
Cratilo 0 del lenguaje
Sderates, en este didlogo, aparece juguetén y contradictorio. Plantea
tuna idea ¢ inmediaramente dice lo contrario, parece que a través de
estos cambios de postura, Platén nos va indicando los puntos que
considera importantes: la “correccién de los nombres” desde diferen-
tes angulos. “El que conoce los nombres conoce también las cosas”
~dice Cratilo; Hermégenes no esté de acuerdo. La discusién conti-
nua: Los nombres tienen una propiedad; es natural o de pura con-
venciéns si es natural, gen qué consiste? Platén nos sugiere que el
lenguaje mismo se puede prestar para defender una u otra postura,
es decir que el lenguaje seria un instrumento. Pero, Platén no quiere
damos una respuesta, quiere que reflexionemos.
Prego de Vicor Manet Mura.io Rewes, maestro en flosoia.
Escaneado con CamScannerAPOLOGIA DE SOCRATES
a no sé, atenienses, la impresién que habra hecho en ustedes el
fee de mis acusadores. Con respecto a mi, confieso ne me he
desconocido a mi mismo; tan persuasiva ha sido su manera de decir.
Sin embargo, puedo asegurarlo, no han dicho una sola palabra que
sea verdad.
~~ Pero de todas sus calumnias, la que mds me ha sorprendido es
la prevencién que les han hecho de que estén muy en guardia para
no set seducidos por mi elocuencia. Porque el no haber temido la
contradiccin vergonzosa que yo les voy a dar en este momento,
haciendo ver que no soy elocuente, es el colmo de la impudencia, a
menos que no Ilamen elocuente al que dice la verdad. Si es esto lo
gue pretenden, confieso que soy un gran orador, pero no lo soy asu
manera; porque, repito, no han dicho ni una sola palabra verdadera,
y ustedes van a saber de mi boca la pura verdad. No, jpor Zeus!,
€n una arenga vestida de sentencias brillantes y palabras escogidas,
como son los discursos de mis acusadores, sino en un lenguaje sen-
cillo y esponténeo; porque descanso en la confianza de que digo la
verdad, Yninguno de ustedes debe esperar otra cosa de mi. No serfa
Propio de mi edad, Venir, atenienses, ante vosotros como un joven
ue hubicra Preparado un discurso.
candy ks ‘ne gracia, atenienses, que les pido es que
nes, los isn ji mi defensa emplee términos y maneras comu-
oon ustedes en sa me he servido cuantas veces he conversado
lems sii nla plaza publica, en las casas de contratacién y en los
contra mi; cen que me han visto, no se sorprendan, ni se irriten
— ie es ésta la primera vez en mi vida que comparezco
hor, pun de Justicia, aunque cuento mas de cae at ast
come si a onto soy extrafio al lenguaje que paleser ae
™anera ese Youn extranjero, me disculparfan que a as
ty en el lenguaje de mi pais, en igual forma exijo de
Y creo justa mi peticién, que no hagan aprecio de mi manera
Escaneado con CamScannerhablar, buena o mala, y que miren solamente, con toda la atencién
ablar, bu ala,
j i igo cosas justas 0 NO,
i se a —— la tel orador: en decir la verdad.
a ie tue comience por responder a mis primeros acusadores,
ria primeras acusaciones, antes de llegar a las iltimas que
se han suscitado contra mi. Porque tengo muchos acusadores cerca de
ustedes hace muchos aftos, los cuales nada han dicho que no sea falso.
Temo mas a estos que a Anito y sus cOmplices,' aunque sean estos
tiltimos muy elocuentes, pero son aquellos mucho mis temibles, por
cuanto, compaiieros nuestros en su mayor parte desde la infancia, les
han dado de mi muy malas noticias, y les han dicho, que hay un cierto
Sécrates, hombre sabio que indaga lo que pasa en los cielos y en las
entrafias de la tierra y que sabe convertir en buena, una mala causa.
Los que han sembrado estos falsos rumores son mis mds peligrosos
acusadores, porque prestandoles ofdos, llegan los demas a persuadirse
que los hombres que se consagran a tales indagaciones no creen en la
existencia de los dioses. Por otra parte, estos acusadores son en gran
numero, y hace mucho tiempo que estén metidos en esta conspira-
cién. Les han prevenido contra mi en una edad, que ordinariamen-
te es muy crédula, porque eran nifios la mayor parte o muy jévenes
cuando me acusaban ante ustedes en plena libertad, sin que el acusado
los contradijera; y lo mds injusto es que no me es permitido conocer
ni nombrar a mis acusadores, a excepcién de un cierto autor de co-
medias. Todos aquellos que por envidia o por malicia les han transmi-
tido todas estas falsedades, y los que, persuadidos ellos mismos, han
persuadido a otros, quedan ocultos sin que pueda yo llamarlos ante
ustedes ni refutarlos; y por consiguiente, para defenderme, les preciso
que yo me golpee, como suele decirse, con una sombra, y que ataque
y me defienda sin que ningtin adversario aparezca. Consideren, ate-
nienses, que yo tengo que habérmelas con dos suertes de acusadores,
como les he dicho: los que me acusan desde hace mucho tiempo, y los
que ahora me citan ante el tribunal; y créanme, les suplico, es preciso
que yo responda a los primeros, porque son ellos a quienes han oido y
han producido en ustedes més profund:
porque en esto consiste toda la
y por refutar las
ja impresidn,
1 Los tiltimos acusadores de SGerates fueron :
Anito, que murié después lapidado en el Ponto,
icon, que sostuvo la acusacién, y Melita. Véase Enffion
Escaneado con CamScannerPues bien, atenienses, es preciso defenderse
ritu, en tan corto espacio de tiempo, una calumnia envejecida, y que
ha cchado en ustedes profundas raices. Descarfa con todo mi cora-
76n, que fuera en ventaja de ustedes y mia, y que mi apologia pudiera
servir para mi justificacién, Pero yo sé cuan dificil es esto
este punto pueda hacerme ilusién, Ven
preciso obedecer a la ley y defenderse,
Remontémonos
desacreditado y
y arrancar de su espi-
» Sin que en
ga lo que los dioses quieran, es
al origen de la acusacién, sobre la que he sido tan
que ha dado a Melito confianza Para arrastrarme ante
el tribunal. Qué decian mis primeros acusadores? Porque es preciso
presentar en forma su acusacién, como si apareciera escrita y con los
juramentos recibidos. “Sécrates es un irteligioso; por una curiosidad
criminal quiere penetrar lo que pasa en los cielos y la tierra; convierte
en buena una mala causa, y ensefia a los demas sus doctrinas”
He aqui la acusacién; ya la han visto en la comedia de Aristéfa-
hes, en la que se representa un cierto Sécrates, que dice que se pasea
por los aires y otras extravagancias semejantes, que yo ignoro abso-
Porque desprecie esta clase de conoci-
lutamente; y esto no lo digo,
mientos; si entre ustedes hay alguno entendido en ellos (que Melito
pudiendo poner Por testi
vex han odo, que yo me
¢s también otra falsedad,
No ¢s porque no tenga por muy bueno el poder instruir a los
hombres, como hacen Gorgias de Leoncio, Prédico de Ceos ¢ Hi-
Pias de Elea, Estos grandes personajes tienen el maravilloso talento,
donde quiera que vayan, de persuadir a los jévenes a que se unan a
clos, y abandonen @ sus conciudadanos, cuando podrian estos ser
Sus Maestros sin costarles un donativo,
¥ no solo les pa
deud:
hom|
ig0s ala mayor parte de ustedes. Y si alguna
dedicabaa la ensefianza, Y que exigia salario,
gan la ensefianza, sino que contraen con cles na
9 de agradecimiento infinito. He ofdo decir, que vino anu
bre de Paros, que es muy habil; porque abién coe ou
uno de estos dias en casa de Calias, hijo de Hiponico, how or dio
Gasta mds con los sofistas que todos los ciudadanos j
Escaneado con CamScanneri tuvieras por
s dos hijos: —Cali
tarfamos de poncrlos al cuida-
‘os bien, para hacerlos
hablando de
os, gno
aquien pagdram
to pudieran serlo,
¢ hombre entendido
ner? ZY est
ador? Y puesto que
de decitle,
hijos dos potros ° dos ternere
do de un hom!
hermosos, cuan
pre entendides
y les diera todas las
tan buenos Y
jidades que debieran te
no deberia ser un buen domador y
nor hijos hombres, gqué maestro has res
a capaz, de dar lecciones sobre los debe-
buenas cual
un buen labr
esuclto darles?
ui tienes
hombre conocemos que Se
res del hombre y del ciudadano? Porque no dudo que hayas pensa-
do en esto desde el acto que has tenido hijos, y gconoces @ alguno?
__si, me respondié Callas —Quign es, le repliqué, de dénde es, y
euinto lleva? —Es Fiveno, Sécrates, me dijo; es de Paros, y lleva cinco
ré a Eveno por muy dichoso, si es cierto
minas. Para lo sucesivo tend)
que tiene este talento y puede comunicarlo a los demas.
Por lo que a mi toca, atenienses, me llenaria de orgullo y me ten-
dria por afortunado, si tuviera esta cualidad, pero desgraciadamente
no la tengo. Alguno de ustedes incidiré quiza: —Pero Sécrates, equé
eslo que haces? ;De dénde nacen estas calumnias que se han propala-
do contra ti? Porque si te has limitado a hacer lo mismo que hacen los
demés ciudadanos, jamés debieron esparcirse tales rumores. Dinos,
pues, el hecho de verdad, para que no formemos un juicio temerario.
Esta objecién me parece justa. Voy a explicarles lo que tanto me ha
desacreditado yha hecho mi nombre tan famoso. Esctichenme, pues.
Quiz4 algunos de entre ustedes creeran que yo no hablo seriamente,
pero estén convencidos de que no les diré mas que la verdad.
la 4 ; a
reputacion que yo haya podido adquirir, no tiene otro origen
4 cae ; ,
a e una cierta sabidurfa que existe en mi. ;Cudl es esta sabiduria?
uizd e sabiduria
una sabidurfa puramente humana, y corto el riesgo de no
ser en otro concepto sabia so que los hombres de que acabo
p' » al pi
de hablarles, son sabios, de una
Nada tgp que devils de seen mucho més que humana.
es : esta Ultima sabiduria, porque no la
Sere eae a me la imputan, mienten, y sélo intentan
ae ee ee atenienses, si al parecer les hablo
mi, sino que lo nest clo ventajosamente; nada diré que proceda de
iguaré con una autoridad digna de confianza.
Escaneado con CamScannercana
Por testigo de mi sabiduria les daré al mismo dios de Delfos, que les
diré si la tengo, y en qué consiste. ‘Todos conocen a Querefon, mi
compafiero de la infancia, como lo fue de la mayor parte de ustedes,
y que fue desterrado con ustedes, y con ustedes volvid, Ya saben qué
hombre era Querefon, y cudn ardiente era en cuanto comenzaba. Un
dia, habiendo partido para Delfos, tuvo el atrevimiento de preguntar
al oriculo (les suplico que no se irriten de lo que voy a decir), si habia
en el mundo un hombre més sabio que yo; la Pythia le respondié,
que no haba ninguno. Querefon ha muerto, pero su hermano, que
estd presente, podré dar fe de ello. Tengan presente porque les refiero
todas estas cosas, pues es tinicamente para hacerles ver de dénde pro-
ceden esos falsos rumores, que han corrido contra mf.
Cuando supe la respuesta del oréculo, me dije: (Qué quiere decir
el dios? Qué sentido ocultan estas palabras? Porque yo sé sobrada-
mente que en mj no existe semejante sabiduria, ni pequefia, ni gran-
de. (Qué quiere decir al declararme el més sabio de los hombres? Por-
que él no miente. La divinidad no puede mentir. Dudé largo tiempo
del sentido del ordculo, hasta que por tiltimo, me propuse hacer la
prueba siguiente: —Fui a casa de uno de nuestros conciudadanos,
que pasa por uno de los més sabios de la ciudad. Yo crefa, que alli me-
jor que en otra parte, encontraria materiales para rebatir al ordculo,
y presentarle un hombre més sabio que yo, por més que me hubiera
declarado el ms sabio de los hombres. Examinando pues a este hom-
bre, de quien, baste decir, era uno de nuestros grandes politicos, sin
necesidad de descubrir su nombre, y conversando con él, me encon-
tré, con que todo el mundo lo crefa sabio, que él mismo se tenia por
tal, y que en realidad no lo era. Después de este descubrimiento me
esforcé en hacerle ver que de ninguna manera era lo que él crefa ser, y
he aqui ya lo que me hizo odioso a este hombre y a los amigos suyos
que asistieron a la conversaci6n,
Luego de separarme de él, razonaba conmigo mismo, y me decia:
—Yo soy mas sabio que este hombre. Puede muy bien suceder,
que ni él ni yo sepamos nada de lo que es bello y de lo que es bue-
no; pero hay esta diferencia, que él cree saberlo aunque no sepa
nada, y yo, no sabiendo nada, creo no saber, Me parece, pues, que
Escaneado con CamScanneroco mas, era mas sabio, porque no creia saber
en esto yo, aunque Pp
Jo que no sat
Desde alli me fu
encontré con lo mismo, y me granjeé nuevos
a de otro que se tenia por mas sabio
que el anterior; me ‘
enemigos. No por esto me desanimé; fui en busca de otros, cono-
ciendo bien que me hacia odioso, y haciéndome violencia, porque
temia los resultados, pero me parecfa que debia preferir a todas
las cosas la voz del dios, y para dar con el verdadero sentido del
oraculo, ir de puerta en puerta por las casas de todos aquellos que
gozaban de gran reputacidn; pero, joh, dios!, he aqui, atenienses,
el fruto que saqué de mis indagaciones, porque es preciso decirles
la verdad; todos aquellos que pasaban por ser los més sabios, me
parecieron no serlo, al paso que todos aquellos que no gozaban de
esta opinién, los encontré en mucha mejor disposicién para serlo.
Es preciso que les dé cuenta de todas mis tentativas, como otros
tantos trabajos que emprendi para conocer el sentido del ordculo.
Después de estos grandes hombres de Estado, me fui a los poe-
tas, tanto a los que hacen tragedias como a los poetas ditirambicos*
y otros, no dudando que con ellos se me cogeria in fraganti, como
suele decirse, encontrandome més ignorante que ellos. Para esto
examiné las obras suyas que me parecieron mejor trabajadas, y les
pregunté lo que querfan decir, y cual era su objeto, para que me
sirviera de instruccién. Pudor tengo, atenienses, en decir la verdad;
pero no hay remedio, es preciso decirla. No hubo uno de todos los
presentes, incluso los mismos autores, que supiera hablar ni dar
raz6n de sus poemas. Conoci que no es la sabiduria la que guia a
los poetas, sino ciertos movimientos de la naturaleza y un entusias-
mo semejante al de los profetas y adivinos; que todos dicen muy
buenas cosas, sin comprender nada de lo que dicen. Los poetas me
parecieron estar en este caso; y al mismo tiempo me convenci, que
a titulo de poetas se crefan los més sabios en todas materias, si bien
nada entendfan. Les dejé, pues, persuadido que era yo superior a
ellos, por la misma raz6n que lo habfa sido respecto a los hombres
politicos.
a
2. Se llamaban asi los poetas que hacfan himnos en honor de Dionisos
Escaneado con CamScannerEn tin, tut en busca de los artistas. Estaba bien convencido de
que yo nada entendia de su profesién, que los encontraria muy
capaces de hacer muy buenas cosas, y en esto no podia engafarme,
Sabian cosas que yo ignoraba, y en esto eran ellos més sabios que
yo. Pero los mas entendidos entre ellos me parecieron incurrir en
el mismo defecto que los poetas, porque no hallé uno que, a titulo
de ser buen artista, no se creyese muy capaz y muy instruido en
las mas grandes cosas; y esta extravagancia quitaba todo el mérito
asu habilidad.
Me pregunté a mi mismo, como si hablara por el ordculo, si que-
ria mas ser tal como soy sin la habilidad de estas gentes, e igualmente
sin su ignorancia, o bien tener la una y la otra y ser como ellos, y me
respondi a mi mismo y al ordculo, que era mejor para mi ser como
soy. De esta indagacién, atenienses, han ofdo contra mf todos estos
odios y enemistades peligrosas, que han producido todas las calum-
nias que saben, y me han hecho adquirir el nombre de sabio; pues
todos los que me escuchan creen que yo sé todas las cosas sobre las
que descubro la ignorancia de los demas. Me parece, atenienses, que
sdlo dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir por su
ordculo, haciendo entender que toda la sabidurfa humana no es
Cosa, 0 por mejor decir, que no es nada; y si el oréculo ha nombrado
a Socrates, sin duda se ha valido de mf nombre como un ejemplo,
y como si dijese a todos los hombres: “el més sabio entre ustedes es
aquel que reconoce, como Sécrates, que su sabiduria no es nada.”
Convencido de esta verdad, para asegurarme més y obedecer al
Dios, continué mis indagaciones, no sélo entre nuestros conciuda-
danos, sino entre los extranjeros, para ver si encontraba algtin verda-
deto sabio, y no habiéndolo encontrado tampoco, sirvo de intérpre-
teal ordculo, haciendo ver a todo el mundo, que ninguno es sabio.
Esto me preocupa tanto, que no tengo tiempo para dedicarme al
Servicio de la repuiblica ni al cuidado de mis cosas, y vivo en una gran
pobreza a causa de este culto que indo a Dios,
Por otra parte, muchos jévenes de las més ricas familias, en sus
Ocios, se unen a mi de buen grado, y se complacen tanto al ver emo
Pongo a prueba a todos aquellos que quieren imitarme con quienes
23
Escaneado con CamScannerencuentran; y no hay que dudar que encuentran una buena cosecha,
porque son muchos los que creen saberlo todo, aunque no sepan
nada o casi nada.
Todos aquellos a quienes convencen de su ignorancia la toman
conmigo y no contra ellos; y van diciendo que hay un cierto Sécra-
tes que es un malvado y un infame que corrompe a los jévenes; y
cuando les preguntan qué hace o qué ensefia, no tienen respuesta,
y para disimular su flaqueza se desatan con esos cargos triviales que
ordinariamente se dirigen contra los filésofos: que indaga lo que
pasa en los cielos y en las entrafias de la tierra, que no cree en los
dioses, que hace buenas las mas malas causas; y todo porque no se
atreven a decir la verdad, que es que Sécrates los coge in fraganti, y
descubre que figuran que saben, cuando no saben nada.
Intrigantes, activos y numerosos, hablando de mi con plan
combinado y con una elocuencia capaz de seducir, hace mucho
tiempo que les soplan al oido todas estas calumnias contra mi, y
hoy han destacado con este objeto a Melito, Anito y Licon. Me-
lito representa los poetas, Anito los politicos y artistas y Licon a
los oradores. Esta es la razén porque, como les dije al principio,
tendria por un gran milagro, si en tan poco espacio pudiera des-
truir una calumnia, que ha tenido tanto tiempo para echar raices y
fortificarse en su espiritu.
He aqui, atenienses, la verdad pura; no oculto ni disfrazo nada,
aun cuando no ignoro que cuanto digo no hace mds que envene-
nar la Ilaga; y esto prueba que digo la verdad, y tal es el origen de
estas calumnias, Cuantas veces quicran tomar el trabajo de profun-
dizarlas, sea ahora o més adelante, se convencerin de que es éste el
origen. Aqui tienen una apologia que considero suficiente contra
mis primeras acusaciones. Pasemos ahora a los tiltimos, y tratemos
de responder a Melito, a este hombre de bien, tan Ilevado, si he-
mos de creerle, por el amor a la patria. Repitamos esta wiltima
acusacién, como hemos enunciado la primera, Esta es, poco mas
a los jdvenes:
© menos: “Sécrates es culpable, porque corrompe
ar de éstos
porque no cree en los dioses del Estados y porque en lug:
pone divinidades nuevas bajo el nombre de demonios.
2A
Escaneado con CamScannerHe aqui Ia acusacién. La examinaremos punto por punto. Dice
que soy culpable porque corrompo la juventud; y yo, atenienses,
digo que el culpable es Melito, en cuanto, burlindose de las cows,
cetias, tiene la particular complacencia de arrastrar otros ante el
iribunal, quetiendo figurar que se desvela mucho por cosas por las
que jamis ha hecho ni el més pequetiosactificio y voy a probaiselos,
Ven act, Melito, dime: zha habido nada que te haya preocupado
mas que el hacer los jévenes lo mds virtuosos posible?
Meuro: Nada, indudablemente.
Socarts: Pues bien, di alos ueces cul seré el hombre que mejoraré
la condicién de los jévenes. Porque no puede dudarse que lo sabes,
Puesto que tanto te preocupa esto. En efecto, puesto que has encon-
trado al que los corrompe, y hasta lo has denunciado ante los jueces,
es preciso que digas quién los hard mejores. Habla; veamos quién es,
Lo ves ahora, Melito; tii callas; estas perplejo, y no sabes qué res-
ponder, ;No te parece vergonzoso? éNo es una prueba cierta de que
jamés ha sido objeto de tu cuidado la educacién de la juventud? Pero,
Tepito, excelente Melito, gquién puede hacer mejores a los jévenes?
Matrto: Las leyes.
Socrates: Melito, no es eso lo que pregunto. Yo te pregunto quién es
el hombre; porque es claro que la primer cosa que este hombre debe
saber son las leyes,
Mauro: Son, Sécrates, los jueces aqui reunidos.
Socearts: ;Cémo, Melito! ¢Estos jueces son capaces de instruir a los
jovenes y hacerlos mejores?
Maurro: Si, ciertamente,
Socnanes: ;Pero son todos estos jueces, o hay entre ellos unos que
Pueden y otros que no pueden?
Mattos ‘Todos pueden, .
OCRATES: Perfectamente, por Juno! Nos has dado un buen nimero
debuenos Preceptores. Pero pasemos adelante. Estos oyentes ee
Sscuchan, gpueden también hacer los jévenes mejores, 0 no pueden?
Muutros Pueden,
Rates: zY los senadores?
10: Los senadores lo mismo.
25
Escaneado con CamScannerSocratl :
asambleas del pueblo, corrompen igualmente a los jévenes 6 son
Pero, mi querido Melito, todos los que vienen a las
capaces de hacerlos mejores?
son capaces
sigue de aqui, que todos los atenienses pueden hacer
a los jévenes mejores, menos yo; sdlo yo los Corrompo; sno es esto
lo que dices?
Meutto: Lo mismo.
Socrates: Verdaderamente, jbuena desgracia es la mfa! Pero con-
tintia respondiéndome. {Te parece que sucederd lo mismo con los
caballos? ;Pueden todos los hombres hacerlos mejores, y que sdlo
uno tenga el secreto de echarlos a perder? ;O es todo lo contrario
lo que sucede? ;Es uno solo o hay un cierto ntimero de domadores
que puedan hacerlos mejores? ;Y el resto de los hombres, si se sir-
ven de ellos, no los echan a perder? No sucede esto mismo con to-
dos los animales? Si, sin duda; ya estén de acuerdo en ello Anito y
tio no lo estén. Porque seria una gran fortuna y gran ventaja para
la juventud, que sélo hubiera un hombre capaz de corromperla,
Y que todos los demés la pusieran en buen camino. Pero ti has
ptobado suficientemente, Melito, que la educacién de la juventud
no es cosa que te haya quitado el suefio, y tus discursos acreditan
claramente, que jamds te has ocupado de lo mismo que motiva tu
acusacin contra mi.
Por otra parte te suplico, jpor Zeus!, Melito, me respondas a
esto: Cudl es mejor, ¢habitar con hombres de bien o habitar con
picaros? Respéndeme, amigo mio; porque mi pregunta no puede
ofrecer dificultad. ;No es cierto que los picaros causan siempre
mal a los que los tratan, y que los hombres de bien producen a los
mismos un efecto contrario?
Mero: Sin duda.
Socrates: Hay alguno que prefiera recibir daiio de aquellos con
quienes trata a recibir utilidad. Respdndeme, porque la ley manda
que me respondas. ;Hay alguno que quiera més recibir mal que
bien?
Meutto: No, no hay nadie.
Escaneado con CamScannerSocratrs: Pero veamos; cuando me acusas de corromper a la juven-
tud y de hacerla mas mala, gsostienes que lo hago con conocimiento
o sin quererlo?
Meurto: Con conocimiento.
Socrates: Tii eres joven y yo anciano. ;Es posible que tu sabiduria
supere tanto a la mia, que sabiendo ti que el roce con los malos
causa mal, y el roce con los buenos causa bien, me supongas tan ig-
norante, que no sepa que si convierto en malos a quienes me rodean,
me expongo a recibir mal, y que a pesar de esto insista y persista,
queriéndolo y sabiéndolo? Melito, yo no te creo ni pienso que haya
en el mundo quien pueda creerte. Una de dos, 0 yo no corrompo a
los jévenes, 0 si los corrompo lo hago sin saberlo y a pesar mio, y de
cualquier manera que sea, eres un calumniador. Si corrompo a la ju-
ventud a pesar mio, la ley no permite citar a nadie ante el tribunal por
faltas involuntarias, sino lo que quiere es, que se llame aparte a los que
las cometen, se los reprenda, y se los instruya; porque es bien seguro,
que estando instruido cesaria de hacer lo que hago a pesar mio. Pero
ti, con intencién, lejos de verme e instruirme, me arrastras ante este
tribunal, donde la ley quiere que se cite a los que merecen castigos,
pero no a los que sdlo tienen necesidad de prevenciones. Asi, atenien-
ses, he aqui una prueba evidente, como les decia antes, de que Melito
jamés ha tenido cuidado de estas cosas, jamés ha pensado en elas.
Sin embargo, responde atin, y dinos como corrompo a los jéve-
nes. ¢Es segiin tu denuncia, ensefidndoles a no reconocer a los dioses
que reconoce la patria, y ensefiéndoles ademas a rendir culto, bajo el
nombre de demonios, a otras divinidades? éNo es esto lo que dices?
Musto: Si, es lo mismo,
Socrates: Melito, en nombre de esos mismos dioses de que ahora se
ata,
ata, explicate de una manera un Poco mas clara, por miy por estos
Jueces, porque no acabo de com prender, si me acusas de ensefiar que
hay muchos dioses, (yen este caso, si creo que hay dioses, no soy ateo,
y falta la materia Para que sea yo culpable) o si estos dioses no son
del Estado, De esto me acusas? 2 bien me acusas de que no admito
ningtin dios, y ensefio a los demas
Metro: ‘Te acuso de
4 que no reconozcan ninguno?
No reconocer ningtin dios.
Escaneado con CamScannerSocrates: ;Oh, maravilloso Melito! gPor qué dices eso? (Quel -¥,
no creo como los demas hombres que el sol y la luna son diosa
Meurto: No, jpor Zeus!, atenienses, no lo cree, porque dice que e
sol es una piedra y la luna una tierra.
Socrates: ;Pero acusas a Anaxagoras, mi querido Melito? Desprecias
alos jueces, porque los crees asaz.ignorantes, puesto que imaginas que
no saben que los libros de Anaxagoras y Clazémenes estan Ilenos de
estas afirmaciones. Y, qué necesidad tendrian los jovenes de aprender
de mi las cosas que podrfan ir a of todos los dias a la orquesta, por un
dracma a lo més? ;Magnifica ocasién se les presentaba para burlarse
de Sécrates, si Sécrates se atribuyera doctrinas que no son suyas y tan
extrafias y absurdas por otra parte! Pero dime, por Zeus, gpretendes
que yo no reconozco ningiin Dios?
Metro: Si, jpor Zeus!, tti no reconoces ninguno.
Socrares: Dices, Melito, cosas increfbles, ni estas tampoco de acuer-
do contigo mismo. A mi entender parece, atenienses, que Melito es
un insolente, que no ha intentado esta acusacién sino para insultar-
me, con toda la audacia de un imberbe, porque justamente sélo ha
venido aqui para tentarme y proponerme un enigma, diciéndose a si
mismo: —Veamos, si Sdcrates, este hombre que pasa por tan sabio,
reconoce que burlo y que digo cosas que se contradicen, 0 si consigo
engafiar, no sdlo a él, sino a todos los presentes. Efectivamente, se
contradice en su acusacién, porque es como si dijera: “Socrates ¢s
culpable en cuanto no reconoce dioses y en cuanto los reconoce”.
iNo es esto burlarse? Asi lo juzgo. Siganme, les suplico; y como les
dije al principio, no se irriten si les hablo a mi manera ordinaria.
Responde, Melito. ;Hay alguno en el mundo que crea que hay
cosas humanas y que no hay hombres? Jueces, manden que Tespon-
da, y que no haga tanto ruido. ;Hay quien crea que hay reglas par
ensefiar a los caballos, y que no hay caballos? ¢Que hay rocadores
de flauta, y que no hay aires de flauta? Nadie hay, excelente Melito-
Yo responderé por ti si no quieres. gHay alguno que crea en CON
propias de los demonios, y que, sin embargo, crea que NO hay de
monios?
MEutTo: No, sin duda.
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