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Patologías Sensoriales del Oído

El documento describe las partes del oído y cómo funciona la audición. Explica cómo las ondas sonoras viajan a través del oído externo, medio e interno y se convierten en señales eléctricas en el cerebro. También describe algunas patologías comunes como la hipoacusia y sus causas, síntomas y tratamientos.

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Patologías Sensoriales del Oído

El documento describe las partes del oído y cómo funciona la audición. Explica cómo las ondas sonoras viajan a través del oído externo, medio e interno y se convierten en señales eléctricas en el cerebro. También describe algunas patologías comunes como la hipoacusia y sus causas, síntomas y tratamientos.

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PATOLOGIAS

SENSORIALES

ALUMNAS:
●Abregú Laura
●Balero María del Valle
●Balero María Florencia
●Brito Reynaga Antonella

OIDO
El oído es el órgano de la audición y el equilibrio. Las partes del
oído incluyen:

El oído externo, formado por:

-El pabellón auricular o la aurícula. Parte externa del oído.

-El conducto auditivo externo. Conducto que conecta el oído externo


al oído interno u oído medio.

-La membrana timpánica (también llamada tímpano). Esta


membrana separa el oído externo del oído medio.

El oído medio (cavidad timpánica), formado por:

-Los huesecillos. Tres pequeños huesos conectados que transmiten


las ondas sonoras al oído interno. Los huesos se llaman:

Martillo

Yunque

Estribo

-La trompa de Eustaquio. Conducto que une el oído medio con la


parte posterior de la nariz. La trompa de Eustaquio ayuda a
equilibrar la presión en el oído medio. Se necesita de una presión
equilibrada para obtener una transferencia adecuada de las ondas
sonoras. La trompa de Eustaquio se encuentra recubierta por
mucosa, al igual que el interior de la nariz y la garganta.

Oído interno, formado por:

-La cóclea (que contiene los nervios de la audición).

-El vestíbulo (que contiene receptores para el equilibrio).

-Los conductos semicirculares (que contienen receptores para el


equilibrio).
¿Cómo oímos?

La audición comienza en el oído externo. Cuando se produce un


sonido fuera del oído externo, las ondas sonoras, o vibraciones,
viajan hasta el conducto auditivo externo y golpean el tímpano
(membrana timpánica). El tímpano vibra. Las vibraciones luego
pasan a los tres pequeños huesos del oído medio conocidos como
huesecillos. Los huesecillos amplifican el sonido y transmiten las
ondas sonoras al oído interno y en el órgano de la audición que
contiene líquido (cóclea).
Una vez que las ondas sonoras llegan al oído interno, que se
convierten en impulsos eléctricos que el nervio auditivo envía al
cerebro. Finalmente, el cerebro traduce estos impulsos en sonido.

¿Cómo funciona la audición?

La audición comienza con una fuente de sonido, como una voz, una
campana, el motor de un automóvil, un altavoz. Desde la fuente de
sonido, el sonido se propaga en ondas, el aire sirve como medio de
transporte. Sin ese medio de transmisión, no escucharíamos nada:
el sonido no se puede transmitir en el vacío. El sonido llega al oído
humano a través del aire, más precisamente al pabellón auricular
primero. A partir de aquí, avanza por el medio hasta el oído interno
y, en última instancia, el cerebro lo interpreta para poder reaccionar
adecuadamente.
El sonido se mide en dos unidades diferentes: en decibelios, que
indican el volumen, y en Hertz, que especifican la frecuencia (es
decir, el número de vibraciones dobles por minuto) y determinan el
tono. El campo auditivo, es decir, el rango de percepción, de un
adulto joven sano está entre 0 y 10 decibelios. El "límite de dolor"
generalmente es de alrededor de 120 decibelios, en este volumen
no escuchamos nada más, pero solo sentimos dolor. Sin embargo,
cierta precaución es una ventaja cuando los valores están incluso
por debajo de 120 decibeles, por ejemplo, de alrededor de 85
decibeles, la audición puede sufrir daños permanentes. Es por eso
que las protecciones auditivas, como los tapones para oídos, son
tan importantes.

Frecuencia de audición y decibelios

La frecuencia de tono describe las vibraciones que exhibe una onda


de sonido por segundo. La audición humana joven y saludable
percibe un rango de frecuencia de 20 a 20,000 hertzios. Eso es
mucho, y es fácil imaginar la avalancha de sonido que nos golpea.
Pero la audición humana es inteligente y está ordenada
previamente: es particularmente receptiva a un rango de frecuencia
entre 500 y 5,000 hertzios, el rango en el que también se mueve el
habla humana. Esto nos ahorra "ruido de fondo" innecesario. Si los
decibelios y el volumen aumentan demasiado, sin embargo, esto
representa un riesgo para la audición. Las personas que trabajan en
entornos ruidosos deben considerar la protección auditiva para
proteger su audición del ruido de decibelios altos.

Niveles de decibelios y oído humano

Cada especie animal y también los humanos perciben un rango


muy específico de frecuencias y tonos. Un oído humano encuentra
agradable el rango entre 500 y 4,000 Hertz. El volumen de un
sonido se mide en decibelios. Se dan cero decibelios como umbral
de audición. En este volumen, el oído humano puede percibir un
sonido. Tan pronto como los sonidos se vuelven demasiado fuertes,
alcanzan el umbral de dolor, lo que puede causar un daño
considerable al oído. Esto es 120 decibelios. El umbral de audición
cambia con la edad: sonidos que solían percibirse sin problemas
pueden ser percibidos como demasiado altos en personas mayores.
Alteraciones en la audición

Es uno de los problemas de salud crónicos mas comunes afectando


a personas de todas las edades la incidencia aumenta con la edad
esto puede ser hereditario o puede ser resultado de una
enfermedad traumatismo exposición a largo plazo el ruido o
medicamentos la perdida de la audición puede variar desde una
leve pero importante disminución de la sensibilidad auditivo o
perdida total.

Patologías comunes del oído

1) Hipoacusia

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno


sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos,
y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la
comunicación.
Puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo
oído, o ser bilateral cuando ambos oídos están afectados.

¿Cuáles son sus causas?

La pérdida de audición puede existir ya en el momento del


nacimiento (causas congénitas), y también puede suceder a
cualquier edad (causas adquiridas).
Entre las causas congénitas se encuentran:

-Factores hereditarios o no hereditarios.


-Complicaciones en el embarazo o en el parto. Por ejemplo, falta
de oxígeno en el momento de nacer, ictericia grave durante el
período neonatal, bajo peso en el nacimiento.

-Infecciones que haya sufrido la madre durante la gestación,


como la rubeola o la sífilis.

-El uso incorrecto de determinados fármacos durante el


embarazo (por ejemplo: aminoglucósidos, medicamentos
citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos).

Entre las “causas adquiridas”, se destacan las siguientes:

-El envejecimiento.

-Padecer infecciones crónicas del oído. En los niños,


la otitis media crónica -presencia de líquido en el oído- es una
causa frecuente.

-Sufrir enfermedades infecciosas como la meningitis,


el sarampión y la parotiditis.

-La obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos


extraños.

-Padecer traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.

El consumo de algunos medicamentos como los que se


prescriben en el tratamiento de infecciones neonatales, el
paludismo, algunos tipos de tuberculosis y algunos tipos de
cáncer.

Exponerse a un ruido excesivo (la OMS recomienda un límite de 65


decibeles). Esta circunstancia puede producirse en el puesto de
trabajo, si está relacionado con maquinaria ruidosa o explosiones, o
durante actividades y eventos recreativos en bares, discotecas o
conciertos, donde se alcanzan a veces los 110 decibelios. También
puede ser perjudicial usar los auriculares para escuchar música a
un volumen excesivamente alto.

¿Se puede prevenir?

Hay muchas maneras de prevenirla:

Realizar todos los controles prenatales durante el embarazo.

-Recibir todas las vacunas del Calendario Nacional.

-Pedir para los recién nacidos la Prueba de Pesquisa Neonatal


Auditiva antes de salir de la maternidad o dentro del primer mes de
vida. -Llevar a las niñas y niños al control periódico de salud,
aunque estén sanos.

-Limitar el volumen y el tiempo de uso de los auriculares, y evitar los


ambientes ruidosos.

¿Cuáles son sus síntomas?

En la etapa anterior al desarrollo del lenguaje, puede no haber


síntomas, pero sí algunas señales de alarma:
Falta de reacción del niño ante ruidos fuertes. El bebé no
balbucea o deja de hacerlo.

En otras etapas de la vida, la pérdida de audición se puede


manifestar con síntomas como:

-Problemas para seguir una conversación que se produce entre dos


o más personas.

-Dificultad para oír en ambientes con mucho ruido.

-Problemas para diferenciar sonidos agudos.

-A veces puede producirse sensación de falta de equilibrio o mareo,


sensación de presión en el oído o escucharse un zumbido.

¿Cómo se trata?

La detección e intervención oportuna son fundamentales para


disminuir las consecuencias de la pérdida de audición en edades
tempranas.
En cualquier caso y en función del tipo de hipoacusia, su grado y el
momento de aparición, existen varios tipos de tratamientos:

-La utilización de audífonos: amplifican el sonido hasta volverlo


audible para la persona.

-La intervención fonoaudiológica temprana y la


habilitación/rehabilitación auditiva.
Además, existen otras herramientas que pueden favorecer la
comunicación de estas personas: la lectura de los labios, los textos
escritos o el lenguaje de señas.

Por la vía quirúrgica, y de acuerdo a la clínica y patología del


paciente existen las siguientes opciones:

La cirugía de reparación del oído medio: puede consistir en la


colocación de una prótesis que reemplaza el estribo, en la
reparación de perforaciones del tímpano, etc.

El implante coclear: es un tratamiento muy común en caso de


hipoacusia profunda. Se trata de un dispositivo electrónico que
sustituye al oído externo, medio e interno, capaz de recoger los
sonidos, transformarlos en estímulos eléctricos para transmitirlos al
nervio auditivo y restablecer el flujo de información auditiva que
llega al cerebro.

El implante de tronco cerebral: es una técnica similar a la anterior,


pero los electrodos que se implantan estimulan directamente los
núcleos cocleares en el tronco cerebral.

El implante de conducción ósea: se coloca bajo la piel un dispositivo


que transmite al hueso del cráneo vibraciones, que el oído interno
percibirá como sonido.

2) Pérdida auditiva bilateral

Esta patología se produce cuando hay una pérdida auditiva en


ambos oídos a la vez y en el mismo grado. Puede producirse por
varios motivos, pero los más comunes son la exposición excesiva a
una fuente de sonido muy elevada, el paso de la edad o también
por factores genéticos.
En este caso, el tratamiento más frecuente es el uso de
audífonos en ambos oídos, dependiendo del grado de sordera. Otro
tratamiento común sería la cirugía.

El diagnóstico para la pérdida auditiva bilateral

Para poder implantar un audífono en el oído de la persona con


pérdida de audición, se hace necesario haber practicado una
revisión de oído previa para determinar el grado de pérdida. Si la
pérdida auditiva es muy severa, el otro tratamiento común a tener
en cuenta sería la cirugía.

3. Enfermedad de Ménière

Es razonablemente común. Se produce cuando el líquido de los


laberintos, situados en el oído interno, tiene una presión demasiado
alta. Estos laberintos, junto con otro nervio del cráneo ayudan al
cuerpo a mantener el equilibrio. Cuando aparece la enfermedad de
Maniere se sintomática de diversas maneras, pero la más común es
la pérdida de equilibrio o los molestos vértigos.
También es muy frecuente que se presente hipoacusia variable o
acufenos. Quizás el más molesto sea el vértigo, con los síntomas
que ello conlleva: náuseas, vómitos, sensación permanente de
mareo…
No se conoce un tratamiento eficaz para acabar con la Enfermedad
de Maniere pero, tal y como recomienda el portal Medtronic, se ha
comprobado que con la ingesta de diuréticos y alimentos bajos en
sal se pueden aliviar considerablemente los síntomas.

3) Timpanoesclerosis
Esta afección se debe a secuelas de periodos de inflamación en el
oído medio. Normalmente, con la timpanoesclerosis, se ve afectada
la membrana timpánica, pero también pueden verse involucrados la
ventana oval, la ventana redonda y los huesecillos.

Los síntomas pueden ir desde una hipoacusia leve a una hipoacusia


severa. Dependiendo de la gravedad de la misma habrá que aplicar
cirugía o no para tratarlo.

¿Cómo evitar la Timpanoesclerosis?

Si la Timpanoesclerosis ha sido tratada de forma tardía, los


audífonos son una de las soluciones auditivas más eficaces para
tratar esta enfermedad del oído y poder recuperar la capacidad
auditiva.

4) Perforación timpánica

Agujero o rotura en el tímpano, también conocido como membrana


timpánica que se produce por causas como un ruido muy fuerte
cerca de los oídos, un objeto dentro del mismo, una lesión…

Se manifiesta con leve dolor, secreción, acufenos y vértigos. Para


su tratamiento, la mayoría de las veces, si la perforación es
pequeña, puede cicatrizar solo. En caso de que la lesión sea más
grave habría que ayudarse de parches en la membrana timpánica o
colocando un gel en la misma. Cuando estas dolencias sean más
graves o comiencen a ser muy dolorosas, tendrá que acudir a
un especialista que pueda tratar más de cerca la patología en
cuestión.
La audición: conducción en aire y vía ósea
Audiometría: el test de la audición

Con la ayuda de la audiometría y del audiograma es posible


examinar la audición de una persona. Como regla general, este
examen lo realiza un otorrinolaringólogo. La persona a examinar
escucha palabras y números, oraciones completas o sílabas
individuales a través de auriculares. Luego dice lo que escuchó.
Para configurar de manera confiable un audífono, este examen es
absolutamente necesario. El audiólogo o un otorrinolaringólogo
evalúa la audiometría. Los resultados muestran si hay pérdida
auditiva u otros problemas de audición.
La audición: conducción en aire y vía ósea

Hay dos formas en que se transmite el sonido: a través del


conducto de aire o a través del conducto óseo. En el último caso, el
sonido llega al oído interno a través del hueso en lugar del aire. No
pasa por el canal auditivo y el oído medio. Este sonido se llama
sonido óseo. Este sonido normalmente juega un papel subordinado.
Sin embargo, es posible aprovecharlo, por ejemplo, con un audífono
de conducción ósea para la pérdida auditiva conductiva.

Audiometría: el test de la audición

Con la ayuda de la audiometría y del audiograma es posible


examinar la audición de una persona. Como regla general, este
examen lo realiza un otorrinolaringólogo. La persona a examinar
escucha palabras y números, oraciones completas o sílabas
individuales a través de auriculares. Luego dice lo que escuchó.
Para configurar de manera confiable un audífono, este examen es
absolutamente necesario. El audiólogo o un otorrinolaringólogo
evalúa la audiometría. Los resultados muestran si hay pérdida
auditiva u otros problemas de audición.
La audición: conducción en aire y vía ósea

Hay dos formas en que se transmite el sonido: a través del


conducto de aire o a través del conducto óseo. En el último caso, el
sonido llega al oído interno a través del hueso en lugar del aire. No
pasa por el canal auditivo y el oído medio. Este sonido se llama
sonido óseo. Este sonido normalmente juega un papel subordinado.
Sin embargo, es posible aprovecharlo, por ejemplo, con un audífono
de conducción ósea para la pérdida auditiva conductiva.

Audiometría: el test de la audición

Con la ayuda de la audiometría y del audiograma es posible


examinar la audición de una persona. Como regla general, este
examen lo realiza un otorrinolaringólogo. La persona a examinar
escucha palabras y números, oraciones completas o sílabas
individuales a través de auriculares. Luego dice lo que escuchó.
Para configurar de manera confiable un audífono, este examen es
absolutamente necesario. El audiólogo o un otorrinolaringólogo
evalúa la audiometría. Los resultados muestran si hay pérdida
auditiva u otros problemas de audición.

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