Un homenaje a Laura Perls
(El apoyo terapéutico en Terapia Gestalt)
Carmen VÁZQUEZ BANDÍN
Abstract
Laura Perls says:"Contact is possible only to the
extent that support for it is available". This phrase and other
paragraphs from "Living at the Boundary" by Laura Perls
provide the opportunity to relate the therapeutic support to
the process of contact according to
Perls/Hefferline/Goodman. This paper proposes that the
therapeutic support be considered as one function of the
field. Then, the author analizes the self-support not only in
the patient but in the therapist also. This is following by
some examples of case studies and finally the conclusions
are presented.
Mi homenaje a Laura
Fritz Perls ha sido y es la figura relevante con la que se identifica a la Gestalt. Pero no
hay duda de que la creación de la Terapia Gestalt se debe, con la misma intensidad, a Laura
(Lore) Perls y a Paul Goodman.
La aportación de Laura Perls no suele mencionarse, aunque desde un principio estuvo
implicada en el desarrollo de la Terapia Gestalt de un modo decisivo. Y no solo esto, Laura
Perls aporta un estilo muy concreto y totalmente distinto del de su marido.
Laura Perls se comprometió especialmente en tres aspectos de la Terapia Gestalt: el
"apoyo" (support), el "compromiso" (commitment) y la dimensión corporal desde la Terapia
Gestalt.
No voy a contar la vida de Laura Perls, no creo que esa sea la mejor manera de
rendirla homenaje, creo que, de estar aún entre nosotros, le hubiera gustado que ocupara este
tiempo compartido en hablar de alguno de los temas que fueron su fuerza. Voy a tratar del
apoyo, en concreto, del apoyo terapéutico
Pero antes de centrarme en el tema quiero resaltar la capacidad personal de Laura, la
"Grande Dâme de la Gestalt", como la llama Stella Resnick, para el "apoyo" y para el
"compromiso", su coherencia en vivir aquello que transmitía y no lo voy a hacer con mis
palabras, sino con algunos testimonios personales de quienes la conocieron.
"Me sentí bastante abrumado por esta personita que irradiaba una tremenda energía
especialmente a través de sus ojos. Sus ojos eran vivaces, atentos, indagadores, curiosos,
sonrientes, comunicadores, ..."
(Yaro Starak)
"Recuerdo su sensualidad y su chispeante y genuina manera de mostrar su entusiasmo.
Hablábamos de meditación, de su vida y cotilleábamos sobre algunas personas de la
comunidad gestáltica..."
(Steven Hendlin)
"Su interés por la vida y por los demás, su curiosidad casi infantil siempre me intrigaron".
(Zelda Schemaille)
"Laura Perls para mí, personifica lo que Buber describe como el punto álgido del Yo-Tú, el
que se refiere a 'la elegancia de su aparición y la solemne tristeza que deja su partida'".
(Eileen Abigail Wright)
"Laura era una mujer tierna y de movimientos armoniosos... con un discreto movimiento de
asentimiento de la cabeza, una mirada concreta o con un simple gesto, Laura apoyaba
nuestros más difíciles esfuerzos".
(Micki Balaban)
Gracias, Laura, por haber sido siempre un apoyo básico imprescindible para que la
Terapia Gestalt creciera y se desarrollara. De la teoría de la Terapia Gestalt he aprendido que
no es posible una figura si no existe un fondo para contenerla, para sostenerla, para apoyarla;
pero tú me has hecho vivir, experimentar esta verdad: tu vida ha sido el fondo, el apoyo
sostenido y continuado para que Fritz y la misma Terapia Gestalt pudieran llamarnos la
atención como figuras. Gracias por enseñarme la fuerza y la discreción del apoyo continuado.
Advertencia
Lo que viene a continuación es un borrador, un intento de pensar en voz alta como una
segunda fase de mi proceso de pensar y escribir sobre el apoyo terapéutico en Terapia
Gestalt.
Generalidades
El concepto de apoyo, implícita o explícitamente, parece que a todos nos resuena de
una manera especial. Es una de las palabras que, rápidamente evoca una respuesta emocional
cuando la oímos ("Me he sentido apoyado", "No me apoyas") e incluso es un término que
desencadena otras asociaciones de contenido fuertemente emocional ("Me he sentido
abandonado", "Necesito sentirte cercano", etc.).
Pero en mi opinión, es un concepto al que no hemos dedicado la atención que se
merece, ni en Terapia Gestalt ni en otras escuelas terapéuticas.
En una sociedad como la nuestra, en la que se fomenta y se valora la autonomía, la
fuerza, la independencia, el "hágalo usted mismo" parece que el concepto de apoyo va
cobrando fuerza como una figura que poco a poco se va imponiendo en la conciencia. Y
como ocurre con cualquier figura nítida y clara pone activa nuestras energías para reclamar
nuestra atención y buscar su resolución.
Quizás nuestras estructuras de personalidad, fuertemente narcisistas, están empezando
a resquebrajarse ante tanta autoexigencia, tanta fortaleza, tanto disimulo de las emociones.
Por todas partes se empieza a oír hablar de solidaridad, de hermandad, de equipo, de
compartir, ...y no deja de ser una forma velada de buscar apoyo.
Pero no es del apoyo en general de lo que quiero hablar sino de una forma concreta de
apoyo: el apoyo terapéutico. Y del apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt.
Laura Perls, en 1953, decía: "El contacto solo puede ser bueno y creativo cuando
existe el apoyo necesario para permitirlo".
Y en Pascua de 1986, seguía diciendo: "La orientación y la manipulación en el
contacto solo es posible cuando existe un buen apoyo disponible... Los conceptos más
importantes son frontera, contacto y apoyo. Pero el apoyo es el más urgente".
Efectivamente, Laura, estoy de acuerdo contigo, el apoyo es el más urgente de todos.
¿Qué es el apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt?
Generalmente, cuando, en Terapia Gestalt, hablamos del apoyo, nos estamos
refiriendo al apoyo a las interrupciones del contacto pero olvidamos que el apoyo terapéutico
es un requisito esencial en el campo.
Pero cuando trato de centrar el tema, para poder escribir con claridad, me aparecen
varios conceptos que me cuesta diferenciar: apoyo a las interrupciones del contacto,
autoapoyo por parte del paciente, autoapoyo del terapeuta, apoyo terapéutico, ... ¿dónde
empieza uno y acaba otro? ¿son todos lo mismo? ¿en que se diferencian?
Creo que el apoyo en general es el conjunto de todos ellos y estos, a su vez, son
matices del mismo.
Voy a poner un ejemplo desde la teoría de la Terapia Gestalt.
Si queremos plantar árboles, remolachas o flores o cualquier otra cosa que queramos
que germine y que crezca, es necesario que se cumplan unos requisitos básicos. Estos
requisitos formarían parte del campo y corresponderían a sus dos componentes principales: la
semilla y la tierra. La semilla debería cumplir sus propias funciones: estar viva, preparada
para germinar, esto sería el autoapoyo del propio paciente. La tierra, necesita estar abonada,
suelta, húmeda, aireada, con sol, etc...; esto correspondería al autoapoyo del terapeuta.
Juntas, tierra y semilla, forman el campo en donde la semilla crecerá. Son indispensables los
dos elementos para hacer posible el crecimiento y el cambio de la semilla; cada uno, debe de
reunir determinadas condiciones y cumplir determinadas funciones en el proceso. Como dice
el libro PHG: estos dos elementos se unen, a pesar de sus diferencias (eso es el contacto) para
que la semilla sobreviva y la consecuencia de ello es el crecimiento. Y Laura Perls expresa
esta misma idea cuando dice: "El contacto es reconocer y hacer frente al otro, a lo que es
diferente, nuevo o extraño... no es un estado... sino que es una actividad". Pero por muy viva
que esté la semilla, requiere de la tierra para poder germinar, la tierra debe acogerla para
poder hacer todo su desarrollo, ya que puede empezar a germinar por sí misma pero sin la
tierra no puede completar su proceso. Esta acogida de la tierra con unas condiciones
determinadas y una intencionalidad genuina es lo que yo considero, en la terapia, el apoyo
terapéutico.
Yo veo así el proceso terapéutico, el acogimiento genuino a la persona que es el
paciente; ser un "entorno privilegiado" donde el paciente pueda correr riesgos.
En el proceso terapéutico, la finalidad de la terapia es apoyar las interrupciones al
contacto, en el aquí y ahora de la sesión, para que este se restablezca pero, como dice Laura
Perls, "el objetivo de la terapia es crear el apoyo necesario para permitir que reorganicemos y
re-encaucemos nuestra energía". No es posible el contacto si no hay apoyo terapéutico.
Efectivamente, no se puede construir una casa, si no se cuenta con el suelo, con el terreno
para poderla construir.
Cada sesión terapéutica tendrá sus propias peculiaridades para permitir, potenciar y
restablecer el contacto pero es necesario, como paso primero, el apoyo, esto es, que tanto el
terapeuta como el paciente aporten al campo de interacción una serie de condiciones. El
apoyo en general son todas las condiciones del campo, todas las funciones del campo. Por lo
tanto, el apoyo terapéutico ES un requisito del campo, ES una función del campo. "El apoyo
es el fondo sobre el que se destaca (existe) y se forma una gestalt significativa: la experiencia
actual" Es algo compartido, es algo que el terapeuta debe aportar y algo, diferente, que el
paciente tiene que aportar por su parte.
Un paseo por el autoapoyo
Haciendo una división "didáctica" para poder continuar con mi explicación, ya que el
campo gestáltico es la "totalidad" y "es una abstracción", podemos hablar de tres matices en
el apoyo: el apoyo del paciente, el apoyo del terapeuta y el apoyo terapéutico.
¿Qué deben aportar paciente y terapeuta? A nivel general, el primer requisito por parte
del paciente es su necesidad de crecer, su motivación para "germinar", pero ambos, paciente
y terapeuta, deben "ser capaces de correr riesgos"; aunque en cada sesión, si seguimos a
Laura Perls, esta dice: "La función más importante del autoapoyo es la respiración", más
adelante, en el capítulo 12 dice: "El (auto)apoyo consiste en todo lo que fomenta un proceso
continuo de asimilación e integración por parte de una persona, una relación o una sociedad;
la fisiología primaria (la respiración, la digestión...), la postura erguida y la coordinación, la
sensibilidad y la movilidad, el lenguaje, los hábitos y las costumbres, los modales y las
relaciones sociales y cualquier otra cosa que hayamos aprendido y hayamos experimentado a
lo largo de la vida ".
Pero es obvio que, en esto, no hay una relación de igualdad, por regla general, el
paciente no es muy capaz de autoapoyarse, ni física ni psicológicamente
"Me pongo en tus manos"
Partimos de la base de que el motivo por el que un paciente acude a terapia es porque
tiene un problema. En mi opinión, ese no es el motivo principal. El paciente, efectivamente,
tiene un problema pero, lo que le hace acudir a terapia es que no es capaz de solucionarlo
por sí mismo. Busca aprender a resolver su conflicto. Ha agotado sus posibilidades y pide
ayuda. En este pedir ayuda y en cómo aprende a resolver su problema está la clave del
proceso terapéutico. Es la interacción de las relaciones entre paciente y terapeuta, en el aquí y
ahora de la situación, lo que le va a posibilitar, en primer lugar, desplegar con todo su
poderío, los recursos empleados hasta ese momento para resolver sus conflictos en sus
relaciones interpersonales cotidianas. (Recordemos que no existe ningún problema humano
ni personal que no se de en un campo organismo/entorno. "Recordemos que cuando
hablamos... siempre nos referimos al campo de interacción organismo/entorno, y no a un
animal aislado" ), va a mostrarle al terapeuta, cómo hace para relacionarse, cómo hace para
satisfacer sus necesidades, cómo hacer para conseguir de su entorno lo que necesita y, por lo
tanto, va a enseñarle cómo fracasa al hacerlo.
Pero cuando llega a terapia, de alguna manera, es consciente de su fracaso, es
consciente de su incapacidad para darse cuenta de qué quiere o para saber qué puede hacer
para conseguirlo, su autoestima está por los suelos. No solo sus introyectos, sino su
incapacidad diaria para satisfacer sus necesidades (necesidad de reconocimiento, de
intimidad, de valoración, ...) le han ido disminuyendo la confianza en sí mismo. Sus
insatisfacciones cotidianas, le han hecho dudar de sus capacidades, de sus recursos, en
definitiva, le han hecho dejar de creer en él. La función básica de la terapia es restablecer la
confianza en uno mismo, la confianza en la propia capacidad para conseguir satisfacer las
propias necesidades, en una palabra, confiar en la autorregulación del organismo. Luego, el
paciente irá aprendiendo cómo aprender, específicamente, a conseguir satisfacer estas
necesidades, aprenderá a mantenerse en contacto gracias al apoyo del terapeuta a cada
interrupción del contacto.
Recuperar la confianza en uno mismo, recuperar la fe en las propias capacidades solo
es posible con un buen apoyo terapéutico. El terapeuta necesita estar atento a cuidar los
"detalles" en el campo. No se trata de resolverle al paciente los problemas, no se trata de
aconsejarle o de decirle lo que tiene que hacer; esto, lo único que haría sería aumentarle más
su falta de confianza en sus propios recursos. En eso consiste la terapia, recordémoslo, en su
aprendizaje. Cuidar los "detalles" significa creer en la propia capacidad del paciente, valorar
el esfuerzo del paciente, disfrutar con su presencia, entusiasmarse con sus aportaciones, ver
siempre lo bueno y lo "creativo" de sus acciones, hayan sido acertadas o no. Apoyar al
paciente es hacerle sentir que, en ese aquí y ahora, de cada sesión, "él es único en el mundo
para ti y tú eres único en el mundo para él". Después, cada uno volverá a sus quehaceres
cotidianos, a sus relaciones interpersonales, sintiéndose pleno, sintiéndose que, después de
todo, merece la pena estar vivo y relacionarse, porque, en definitiva, uno se siente querido y
aceptado.
En el apoyo terapéutico apoyamos a la persona por lo que es, no por lo que hace, para
poder cumplir el propósito de la Terapia Gestalt "... ejercer el yo, con ayuda de las distintas
experiencias, para tomar consciencia de sus diferentes funciones hasta hacer revivir
espontáneamente la sensación de 'yo soy quien está pensando, sintiendo, haciendo'".
Sigue diciendo Laura: "reforzar y aumentar las funciones del apoyo, moviliza las
emociones alienadas y las posibilidades de establecer contacto, permite acceder fácilmente al
material del fondo que había sido reprimido".
El terapeuta es el apoyo terapéutico
¿Qué debe aportar, específicamente, el terapeuta al campo de la relación terapéutica?
Su propio autoapoyo, y la capacidad de brindarle al paciente la posibilidad de establecer un
contacto adecuado.
"El apoyo para entrar en contacto procede de todo lo que se ha asimilado e integrado".
Continua diciendo Laura: "... sólo lo que ha sido asimilado e integrado en el funcionamiento
del organismo se convierte en apoyo... la postura, los hábitos, las costumbres, el lenguaje, los
modales, etc."
El terapeuta, como "tierra" imprescindible para la posibilidad de establecer el contacto
debe, por un lado ser capaz de autoapoyarse, creer en él y ser capaz de dar y recibir.
"La sensación del propio valor se nos da cuando uno se siente competente en una
actividad en curso en la relajación que sigue al terminar la situación... ya que la sensación del
valor propio no puede conseguirse ni inventándose explicaciones, ni comparándose con un
valor externo".
Cuando Perls y Goodman en el capítulo V de Gestalt Therapy hablan de la oposición
inadecuada de "Infantil/Maduro" creo que están postulando de una manera contundente las
características personales que debe tener el terapeuta: "capacidad para 'esperar el momento
oportuno'", "capacidad para alucinar", esto es, vivir que "el centro de la realidad está en la
acción", y capacidad para cambiar la "responsabilidad" en "fascinación", teniendo en cuenta
que la fascinación goodmaniana "es la actividad en la que uno se compromete y le cuesta
abandonar, ya que el self, en su totalidad está implicado". Cito palabras textuales de Perls,
Hefferline y Goodman, que me parecen especialmente hermosas, "... la relación contractual
no se toma tanto como un deber sino como un desarrollo del sentido de la simetría... Y en la
etapa en la que se convierte él mismo en autoridad, en profesor, en padre, el campo se
modifica de nuevo: el individuo independiente lo es ahora menos, ya que otras personas se
encariñan espontáneamente de él o dependen de él simplemente por sus actitudes. Y estas
personas, a su vez, le ofrecen la ocasión de expresarse mediante otras acciones nuevas. Son
raras las personas que se vuelven maduras hasta el punto de aconsejar, guiar y cuidar, sin
avergonzar, sin dominar, etc., abandonando simplemente sus intereses 'independientes' como
si, en ese momento, fueran menos interesantes".
Y Laura vuelve a matizar estos conceptos y matiza esta "relación de simetría"
diciendo que, "dar y recibir ("Give and Take") comprende toda la gama de posibilidades del
proceso social, cuyo fin es mantener el equilibrio social mientras tiene lugar un crecimiento
continuo".
El terapeuta, si es serio, en el sentido goodmaniano, va a concentrar su atención en la
realidad del objeto y en su relación (la cursiva es mía) con él, lo que supone un movimiento
de crecimiento personal. Un irresponsable es alguien que no toma en serio lo que le es
necesario. Un diletante juega caprichosamente con su arte, disfruta, pero no se responsabiliza
de los resultados. El aficionado se ocupa seriamente de su arte, se siente responsable de él
pero no necesita comprometerse con ello. El artista toma su arte en serio y se compromete
con él".
¿Qué puede hacer, concretamente, el terapeuta?
1º.- Debe ser capaz de autoapoyarse, aceptarse y quererse, sin depender de la respuesta del
paciente. Que su autoestima esté a prueba de "sobornos".
2º.- Debe "dejarse impresionar" por lo genuino de cada ser humano.
3º.- Que sea educado: saludar cordialmente, saber agradecer, ...
4º.- Debe ser capaz de valorar al paciente y de contenerle, esto es, ponerle límites de una
manera adecuada.
5º.- Debe ser "detallista": dejar salir una sonrisa cálida, tener una palabra amable, hacer sentir
al otro cómodo y en confianza.
6º.- Su función personalidad debe ser rica y estar al servicio de la terapia (no la terapia al
servicio de su vanidad). Laura dice, "Una postura erguida es el principal soporte. Todo lo
adquirido, lo realmente aprendido es soporte. Todo lo indigestado, no lo es".
Tres peligros hay en esto, por parte del terapeuta:
1º.- Fingir; debido a una falta de apoyo personal, no ser capaz de aceptar genuinamente al
otro como un ser "único e irrepetible", fascinante y atractivo. Dice Laura: "la persona que
hace un sacrificio (al dar), le falta autoestima y acaba exagerando lo que da... ya que proyecta
su propia necesidad insatisfecha...".
2º.- Excederse y dejar de ser uno mismo. Como dice Laura: "El contacto supone reconocer al
'otro', supone estar consciente de que existen diferencias... estar en contacto se refiere a un
estado continuo que conduce poco a poco hacia la indiferencia (confluencia). Establecer
contacto es una función de la formación de la figura, supone estar consciente, atento, etc."
3º.- Ser excesivamente rígido, frío y autoritario, dando consejos y marcando constantemente
la distancia y las diferencias. Generando desigualdad y vergüenza.
Gordon Wheeler habla de que de que la falta de apoyo por parte del entorno, tiene
como consecuencia la vergüenza. En mí opinión, y siguiendo este razonamiento, podríamos
decir que cuando hay suficiente apoyo adecuado por parte del entorno, cualquier ser humano
obtiene como resultado la autoestima. La autoestima es el producto final de la estima, la
aceptación y la valoración, por parte del entorno. Sería una aplicación concreta del principio
gestáltico, de que "gracias al contacto sobrevivimos y la consecuencia de sobrevivir es el
crecimiento" (PHG)
"Me siento abandonado por ti"
Pero el apoyo, por encima de todo, es una relación de igualdad. Si no existe el suelo,
la tierra difícilmente me puedo sostener en pie, ni tampoco puedo caminar, pero si no tuviera
esqueleto, o me faltara el tono muscular... tampoco podría sostenerme ni caminar.
¿Qué es más importante, el suelo o mis recursos? Uno y otro son necesarios por igual.
El paciente, la mayor parte de las veces, ávido de apoyo y no creyendo en sus
recursos, reacciona aferrándose al terapeuta, trata de agarrarse a él como la única fuente de
apoyo disponible. Reproduce una forma arcaica de apoyo, la relación cuidador/niño.
Es el terapeuta quien debe fomentar el proceso de awareness del paciente hacerle
sentir su propia capacidad de autoapoyo.
Pero, lamentablemente, en muchas ocasiones, el terapeuta olvida esta función. Olvida
esta relación de igualdad, olvida la propia capacidad del paciente para autoapoyarse y
movido por sus propias necesidades insatisfechas, proyecta en él sus abandonos y fomenta la
relación de desigualdad. En ese momento, el paciente deja de ser persona para el terapeuta y
pasa a ser "su objeto". Se ha perdido la posibilidad de compartir y de crecer. Como una
"madre" posesiva le atiborra no ya de comida real sino de consejos, normas, sugerencias.
Algunos ejemplos
No resulta fácil poner ejemplos concretos de apoyo terapéutico ya que, la mayor parte
de las veces, son detalles no verbales difíciles de describir y que pierden su calidez fuera de
contexto pero quiero contar uno especialmente significativo ya que ha tenido lugar en una
planta de un Hospital Psiquiátrico y fuera de un marco específicamente terapéutico.
Pilar, auxiliar de clínica es, además, terapeuta gestáltica. Lleva dos semanas
trabajando en la planta de mujeres del Departamento de Psiquiatría de un gran hospital. Lleva
las cenas a las habitaciones de las pacientes. Entra en una de las habitaciones y despues de
dejar a la paciente la bandeja de la cena, le pregunta que cómo está y la habla con cariño. La
paciente la mira con asombro y después la dice: "No debes tratarme así, porque no estoy
acostumbrada a eso y ahora no sé que hacer con esto".
Otro ejemplo. En la primera cita, una paciente me cuenta que su hijo pequeño, Javier,
tiene la gripe. A la semana siguiente, cuando vuelve a su sesión, le pregunto por su hijo
Javier, me contesta que ya está bien y me sonríe. Tiempo después, me comenta que cuando
volvió la segunda vez y le pregunté por su hijo, recordando el nombre y preguntando con
tanto cariño, se sintió conmovida y pensó: "Si se acuerda de mi hijo y de su nombre y me
pregunta con tanto interés y cariño por él, también debe sentir interés y cariño por mí. Quiero
seguir viniendo con ella".
Conclusiones
Mucho más podría seguir escribiendo sobre el apoyo terapéutico y su utilidad
fundamental en el proceso terapéutico. Debo seguir estructurando y dando forma a las ideas
que me surgen cada día sobre este tema. Considero que es un tema básico y me siento
especialmente movida por el tema.
En esta ocasión me conformo con resaltar algunas ideas:
que el apoyo, en general, son todas las funciones del campo terapéutico;
que el apoyo terapéutico es una función del campo terapeuta-paciente;
que sin apoyo no hay contacto;
que la calidad del apoyo terapéutico depende de la calidad del terapeuta para ser
persona en el sentido goodmaniano.
Y no puedo, por menos que acabar este escrito, con unas palabras de Laura Perls como
colofón. "si queremos ayudar a nuestros pacientes a realizarse como seres realmente
humanos, nosotros también hemos de tener valor suficiente como para exponernos a los
peligros de ser humano".
Gracias a todos.
Referencias
SAINT-EXUPÈRY, Antoine: El Principito, Ed. Alianza, Madrid, 1965.
PERLS, F; HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality, The Gestalt Journal
Press, Hhighland, 1994 (en español, Terapia Gestalt: Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana, Col. Los Libros del CTP,
Madrid, 2002; en prensa).
PERLS, Laura: Viviendo en los límites, Ed. Promolibro, Valencia, 1994.
Laura Posner Perls: In Memoriam: Website from The Gestalt Journal Press.