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Trampas Vitales

Este documento describe 11 trampas vitales que son patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que se desarrollan en la infancia y persisten a lo largo de la vida. Las trampas vitales incluyen el abandono, la desconfianza, la dependencia, la vulnerabilidad, la privación emocional, la exclusión social, la imperfección, el fracaso, la subyugación, las normas inalcanzables y la grandiosidad. Estas trampas son auto-destructivas y resistentes al cambio. Para romper con ellas, se requi

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Mayra Mamani
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Trampas Vitales

Este documento describe 11 trampas vitales que son patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que se desarrollan en la infancia y persisten a lo largo de la vida. Las trampas vitales incluyen el abandono, la desconfianza, la dependencia, la vulnerabilidad, la privación emocional, la exclusión social, la imperfección, el fracaso, la subyugación, las normas inalcanzables y la grandiosidad. Estas trampas son auto-destructivas y resistentes al cambio. Para romper con ellas, se requi

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Trampas vitales

Una trampa vital es un patrón que se inicia en la infancia y se repite durante toda la vida.
Empieza como algo que nos transmiten nuestras familias u otros niños/as. Si alguna vez
fuimos abandonados, criticados, sobreprotegidos, maltratados o rechazados, en cierta
manera nos perjudicaron y la trampa vital conforma una parte de nosotros. Estas trampas
determinan cómo pensamos, sentimos, actuamos y nos relacionamos con los demás.
Conllevan sentimientos intensos tales como la ira, tristeza y ansiedad e incluso cuando ya
lo tenemos todo (matrimonio, posición social, éxito profesional) a menudo somos
incapaces de saborear la vida o de valorar nuestros éxitos.
Pero, ¿todas las trampas vitales son iguales y funcionan del mismo modo? Estos autores
identifican 11 trampas vitales.
Las dos primeras se relacionan con la inseguridad e indefensión familiar en tu infancia:
1) Abandono: “Creo que todas las personas me van a dejar y me voy a quedar solo. Esto
puede pasar porque las personas de mí alrededor se morirán, se marcharan para siempre
o me abandonaran. Como consecuencia, me aferro a las personas que me rodean y
finalmente termino forzando su distanciamiento”.
2) Desconfianza y abuso: “Tengo la expectativa de que las personas se burlarán de mí, me
mentirán, manipularán,humillarán, se aprovecharán o me harán daño físico. Siempre
tiendo a pensar lo peor de la gente. Evito relacionarme con los demás, y cuando lo hago
establezco uniones superficiales en las que no me abro o busco que me traten mal”.
Las siguientes trampas se basan en la habilidad de funcionar independientemente en el
mundo:
3) Dependencia: “Soy incapaz de enfrentarme a la vida cotidiana si no recibo ayuda de los
demás. Busco figuras fuertes de las que depender para que gobiernen en mi vida”.
4) Vulnerabilidad: “Vivo con el miedo de que en cualquier momento ocurrirá un desastre,
bien sea natural, delictivo,médico o financiero. No me siento seguro en el mundo. Mis
miedos excesivos controlan mi vida y gasto mi energía en sentir un poco de seguridad”.
Hay dos trampas vitales que se relacionan con la intensidad de tus relaciones emocionales
con los demás:
5) Privación emocional: “Mis parejas nunca me entienden, comprenden o quieren. Me
atraen las personas frías egoístas por lo que nunca termino de estar contenta/o con mis
relaciones. Me siento estafado y mi estado de ánimo fluctúa entre enfado por la
insatisfacción, dolor y soledad”.
6) Exclusión social: “Soy diferente a los demás y me siento aislado del mundo. Cuando era
pequeño no tenía un grupo de amigos con los que jugar. Ahora de mayor, evito
relacionarme en grupo y hacer nuevos amigos”.
Hay dos trampas vitales relacionadas con la autoestima:
7) Imperfección: “Soy internamente imperfecto y defectuoso. Si me conocieran tal y como
soy, no me podrían querer”.
8) fracaso: “Soy un inútil en la escuela, trabajo y deportes. En comparación a mis
amigos/as y familiares, soy un fracasado”.

Las siguientes dos trampas vitales tratan de la autoexpresión y de la habilidad para


manifestar lo que se desea:
9) Subyugación: “Sacrifico mis necesidades y deseos para agradar a los demás o para
satisfacerlos. Permito que me controlen para evitar la culpa y para huir del miedo”.
10) Las normas inalcanzables: “Me esfuerzo por satisfacer unas elevadas expectativas que
yo mismo me he impuesto. Suelo poner excesivo énfasis en la posición, dinero,
rendimiento, belleza, orden o reconocimiento, todo ellos a expensas de la felicidad, el
placer, la salud, la resolución de conflictos y de unas relaciones satisfactorias.
Además, a veces impongo normas rígidas y juzgas a las otras personas”.
La última trampa vital, se asocia a habilidad para aceptar los límites reales de la vida:
11) Grandiosidad: “Me siento especial. Tengo que hacer, decir o tener todo lo que quiero
inmediatamente. No suelo hacer caso a lo que los demás consideran razonable. Suelo
tener dificultades con la autodisciplina”.
Según los autores, las características fundamentales de las trampas vitales son: 1) son
patrones que se repiten durante toda la vida 2) son auto-destructivas y dañinas para la
persona 3) luchan por sobrevivir, son muy resistentes al cambio.
¿Cómo romper con las trampas vitales?
Ante dichas trampas es posible aceptarlas y mantenerlas, evitarlas o compensarlas
(pensar, sentir y actuar de manera contraria a la trampa, negando su existencia). Y por
tanto, el proceso de cambio supone, una ruptura con tales estilos de pensar, sentir y
actuar, lo que genera un malestar inicial, resultado de la natural resistencia a
desvincularse de aquello conocido, aunque insatisfactorio, y adentrarse en nuevas formas
de entender y comportarse. Este proceso requiere identificar las trampas existentes,
comprender el origen de las mismas, entrando en contacto con el dolor y sufrimiento
experimentado, rebatiendo la trampa vital, desahogando el dolor experimentado y
satisfaciendo las necesidades insatisfechas, modificando los patrones de conducta
personal e interpersonal asociados a dicha trampa, persistir en el cambio siendo paciente y
perdonarse por los errores que se hayan cometido. Gonzalez de la Garza M. (2014).

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