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Galileo

Galileo Galilei fue un científico italiano del siglo XVI que realizó importantes contribuciones a campos como la física, la astronomía, la ingeniería y las matemáticas. Perfeccionó el telescopio y utilizándolo descubrió los satélites de Júpiter, las montañas en la Luna y las manchas solares, lo que apoyó la teoría heliocéntrica de Copérnico frente a la geocéntrica de Aristóteles defendida por la Iglesia.

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Galileo

Galileo Galilei fue un científico italiano del siglo XVI que realizó importantes contribuciones a campos como la física, la astronomía, la ingeniería y las matemáticas. Perfeccionó el telescopio y utilizándolo descubrió los satélites de Júpiter, las montañas en la Luna y las manchas solares, lo que apoyó la teoría heliocéntrica de Copérnico frente a la geocéntrica de Aristóteles defendida por la Iglesia.

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Galileo Galilei

(1564-1642)

Fue un científico italiano del siglo XVI, muy vinculado


a la Revolución Científica vivida por Occidente
durante ese siglo, debido a sus aportaciones en los
campos de la física, la astronomía, la ingeniería y la
matemática. Por ejemplo: perfecciona el telescopio,
descubre los satélites de Júpiter, estudia las manchas
solares. También demostró interés por las artes
(música, pintura, literatura) y se le considera en
muchos sentidos el padre de la ciencia moderna.

ESTUDIOS

Hijo de una familia perteneciente a la baja


nobleza, estudió en la Universidad de Pisa,
Italia, en donde cursó estudios de medicina,
pero sobre todo de matemáticas y física,
haciéndose seguidor de Euclides, Pitágoras,
Platón y Arquímedes, alejándose así de las
posturas aristotélicas imperantes. Luego
ejercería de profesor universitario tanto en
Pisa como en Padua, en esta última mucho
más libremente, ya que pertenecía a la
República de Venecia en donde la Inquisición
no era tan poderosa.
Su carrera científica fue brillante y pródiga en
descubrimientos, así como en confirmaciones
teóricas que echaron por tierra mucho de lo
que se tenía por cierto respecto al mundo en
esos momentos. Esto motivó a la Santa
Inquisición de la Iglesia Católica a fijarse en sus
tratados y publicaciones, condenando la teoría
copernicana (heliocéntrica, opuesta al
geocentrismo) que Galilei tanto defendería
como una “insensatez, un absurdo en filosofía
y formalmente herética”.

aportaciones
Perfecciona el telescopio. A pesar de no haberlo
inventado propiamente, ya que en 1609 el propio
Galileo recibió la noticia de la aparición de un
artefacto que permitía ver objetos a enormes
distancias, es justo decir que Galileo contribuyó
decisivamente a la fabricación de los telescopios tal y
como los conocemos. Para 1610 el propio científico
reconocía haber construido más de 60 versiones del
mismo, de los cuales no todos funcionaban
adecuadamente y que, en alguna ocasión, lo
expusieron al bochorno frente a las autoridades. No
obstante, los suyos fueron los primeros en obtener
una imagen derecha de lo observado, gracias al uso
de lentes divergentes en el ocular.
Descubre la ley de isocronía de los péndulos.
Se llama así al principio rector de la dinámica del
péndulo, por lo que es justo decir que Galileo los
descubrió tal y como los entendemos hoy en día.
Formuló un principio que establece que la
oscilación de un péndulo de una longitud
determinada es independiente de la distancia
máxima en que se aleja del punto de equilibrio.
Dicho principio es el del isocronismo, e intentó
aplicarlo por primera vez en los mecanismos de
los relojes.

Construye el primer termoscopio de la


historia. Ideado en 1592 por Galileo, este tipo de
termómetro impreciso permitía distinguir las
subidas y las bajadas de la temperatura, aunque
no permitiera medirlas ni propusiera ningún tipo
de escala puntual. Aun así, era un avance enorme
para la época, y la base para
cualquier tecnología de medición de
la temperatura. Hoy en día se conservan, pero
como objetos decorativos.

Postula la ley del movimiento uniformemente


acelerado. Se conoce aún hoy con este nombre a
un tipo de movimiento que experimenta un
cuerpo, cuya velocidad incrementa en el tiempo
en intervalos regulares y en cantidades regulares.
Galileo llega a este descubrimiento a través de
una serie de teoremas e hipótesis matemáticas y
de, se dice, la observación de una piedra que cae,
y cuya velocidad aumenta de manera regular en
el tiempo.
Defendió y comprobó las teorías
copernicanas sobre las aristotélicas. Esto se
refiere, específicamente, a la visión geocéntrica
propuesta por Aristóteles trescientos años
antes de Cristo, y que era formalmente
aceptada por la Iglesia Católica, pues era
cónsona con sus preceptos creacionistas.
Galileo defendió en cambio la tesis de Nicolás
Copérnico, para quien el centro del universo no
podía ser la tierra, en torno a la cual giraran los
astros, sino el sol: la tesis heliocéntrica. Esta
defensa mediante diversas pruebas como la
observación de la luna, de las mareas, de otros
fenómenos del cosmos y del nacimiento de
nuevas estrellas (nova), le valdría a Galileo la
persecución por parte de las fuerzas de la
Iglesia y de sus numerosos rivales científicos.

Demuestra la existencia de montañas en la


luna. Esta comprobación, así como las demás
que acusan su interés por la astronomía, son
posteriores, claro, a la confección del telescopio,
aparato que revolucionó la vida del italiano. La
observación de las montañas de la luna
contradecía los preceptos aristotélicos de la
perfección del cielo, según las cuales la luna era
lisa e inmutable. Esto a pesar de que fue incapaz
de calcular correctamente sus dimensiones,
dada la imposibilidad de conocer la distancia
entre la tierra y la luna en aquella época.
Descubre los satélites de Júpiter. Quizá el
hallazgo más célebre de Galileo, tanto así que
a las lunas de Júpiter se las conoce hoy en día
como los “satélites galileanos”: Ío, Europa,
Calixto, Ganímedes. Esta observación fue
revolucionaria, ya que constatar que estas
cuatro lunas orbitaban en torno a otro planeta
demostraba que no todos los astros celestes
giraban alrededor del planeta Tierra, y ello
evidenciaba lo falso del modelo geocéntrico
combatido por Galileo.

Estudia las manchas solares. Este


descubrimiento también permitía refutar la
supuesta perfección de los cielos, a pesar de
que científicos de la época los atribuían a la
sombra de ciertos planetoides entre el sol y la
tierra. La demostración de estas manchas
permitía suponer la rotación del Sol, y por lo
tanto también la de la Tierra. Comprobar la
rotación terrestre era atentar contra la idea de
que el Sol estaba en movimiento alrededor
suyo.

Investiga la naturaleza de la Vía Láctea.


Galileo hace muchas otras observaciones sobre
las estrellas de nuestra galaxia, dentro del
alcance de su modesto telescopio. Observa
novas (estrellas nuevas), prueba que muchas
estrellas visibles del firmamento son en verdad
cúmulos de ellas, o vislumbra por vez primera
los anillos de Saturno.
.

Descubre las fases de Venus. Este otro


hallazgo, en 1610, reforzó en Galileo la fe
en el sistema copernicano, ya que podía
medirse el tamaño aparente de Venus y
explicarlo conforme a su paso alrededor
del sol, cosa que no tenía sentido
conforme al sistema de Ptolomeo
defendido por los jesuitas, en que todos
los astros giraban alrededor de la Tierra.
De cara a estas pruebas irrefutables,
muchos de sus rivales se acogieron en las
teorías de Tycho Brahe, en la que el Sol y
la Luna giraban en torno a la Tierra y el
resto de los planetas en torno al Sol.

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