Programa COMIII Rome - 2do Cuatri 2023
Programa COMIII Rome - 2do Cuatri 2023
EQUIPO DE CÁTEDRA
Titular: Natalia Romé / Adjunta: Carolina Collazo / JTP: Silvia Hernández y Carolina Ré
Docentes TP: Carlos Britos, Ramiro Parodi,
Martina Sosa, Leandro Viterbo, Mariana Zugarramurdi Ayudante: Adrián Negro
Co-ayudantes: Yamila Annacondia, Carolina Bongiovi, Mariano Caputo, Federico Lómez Neyssen, María Martin Sidras,
Ian Quiñones, Emanuel Rodriguez Ojeda, Paula Pucheta Wanderflit, Delfina Villa.
I. ¿QUÉ ES INVESTIGAR?
La idea que nos hacemos con respecto a la investigación suele estar atravesada por imágenes bastante rígidas: investigar
sería una práctica exquisita y rara, o elitista y aburrida, alejada de la vida cotidiana de la “gente común”, de la producción
de riqueza, del vértigo de la acción que reservan para sí otras prácticas sociales.
Algo de esto es cierto y algo de esto es falso. Es cierto que para investigar hay que “extrañarse” del sentido común,
encontrar modos, recursos, estrategias para arrancarse de la existencia inmediata en nuestro mundo de vida para abrir
otros modos de ver, de interrogar aquello que a simple vista se nos presenta como evidente.
Investigar es, en este sentido, el proceso práctico de producir una ruptura con respecto a lo que podríamos llamar “filosofía
espontánea”, es decir, el conjunto de saberes, ideas e imágenes acerca de lo que las cosas son, que portamos por el
sólo hecho de formar parte de un universo cultural. Si investigar es operar una ruptura de esa relación inmediata y
experiencial con el mundo, es también producir un desgarro en nuestros esquemas mentales de percepción y conciencia.
Así entendida, la investigación es antes que nada una práctica basada en una disposición: la práctica de interrogar(se)
partiendo de un estado de sospecha frente a lo dado. Luego vendrá toda la complejidad o la sistematización de ese
ejercicio, que puede echar mano de lo que ya ha sido pensado e interrogado: recursos conceptuales que nos permitirán
nombrar más ajustadamente (teorías), estrategias de exploración y reflexión (métodos), dispositivos técnicos que nos
ayudarán a sistematizar más eficazmente las estrategias de análisis. Es cierto, todo eso que ofrece el cuerpo de recursos
de lo que suele entenderse como “ciencia moderna” puede resultar inmenso e incluso insondable. Pero ninguno de esos
elementos hace al corazón de la experiencia de investigación. Investigar requiere, antes que nada y más que ninguna
otra cosa, una inquietud frente al mundo, una curiosidad que no se aquieta con respuestas superficiales, un deseo de
crear nuevas preguntas que abran caminos. Investigar es transformar nuestra relación con el mundo, producir algo nuevo,
nuevas preguntas que nos ayuden a mirar las cosas de otra manera y a elaborar nuevas explicaciones.
Entonces, ¿quiénes investigan? Lo primero que debemos notar es que investigan lxs disconformes. Lxs que no mantienen
una relación pasiva con el mundo, ni con lxs otrxs, ni consigo mismxs.
Entonces, si bien es cierto que investigar es separarse de lo cotidiano (o apreciarlo de otro modo), es falso que sólo
investigan lxs investigadorxs, si por ello nos referimos a aquellxs que han transitado una serie de peldaños
institucionales/académicos, que han sido “seleccionadxs” y “separadxs” del resto para ejercer unas prácticas socialmente
legitimadas como “investigación” profesional. Nadie investiga por el sólo hecho de portar una credencial de investigador/a,
por más sofisticadas que sean las tecnologías de que disponga ni por más prestigiosas que sean las instituciones que
financian sus prácticas.
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Investigar es producir conocimiento, y eso puede hacerlo cualquiera. Con una sola condición: la de mantener la
disposición de someter a sospecha las propias certezas. Digamos, entonces, que para investigar es más necesario el
coraje que la sabiduría.
Si todxs pensamos, todxs nos encontramos en condiciones de producir conocimiento. Sin embargo, por algún motivo,
este hecho no se nos presenta de este modo. Existen toda una serie de distinciones sociales que hacen suponer que
unxs pueden pensar y otrxs no. Pero subrayemos esto: esas distinciones son sociales y tienen que ver básicamente con
la separación de unos seres humanos respecto de otros, en función del rol que ocupan en la sociedad. No dependen de
nuestras capacidades, sino que resultan de una división social del trabajo, de un cierto reparto de “roles”, históricamente
producido.
Esas condiciones producen una doble separación entre los miembros de una sociedad. Por un lado, separan a las
mayorías de su capacidad de pensar: hacen que el pensamiento social se enajene, se presente a la mayoría de los
hombres y mujeres como pensamiento de otrxs, de un sector, de una minoría de “sabios”. Simultáneamente, al separar a
esa minoría y al conocimiento que ella produce, borrando las condiciones reales de la vida social, produce el efecto de
que su pensamiento es puro, incontaminado, dado en sí mismo, separado de la historia y de las determinaciones reales;
como si proviniera de una interioridad de la mente genial conectada con una luz trascendente supramundana. Ese
pensamiento cobra el efecto de autonomizarse de las mujeres y hombres reales. Parece producido por fuera de la
sociedad, de sus conflictos, jerarquías y desigualdades. Esta doble separación tiene consecuencias muy fuertes. Por un
lado, supone una desigualdad entre “sabios” y la mayoría, y acto seguido jerarquiza a lxs que piensan. Por el otro, hace
del pensamiento de los sabios el discurso verdadero de las cosas.
Así entendido, el saber se convierte en el discurso que consagra la desigualdad. Pero eso esconde una contradicción:
para poder presentar al saber como si fuera suprahistórico o supramundano, es necesario pasar por alto su función
histórica y mundana: la consagración de la desigualdad entre los hombres.
Esto quiere decir, entonces, que, en tanto el campo del saber está atravesado por esa contradicción: cuanta más fuerza
haga por mostrarse por encima de la realidad de los hombres y mujeres, más mezclado con ella estará.
Partimos de esa contradicción para elaborar el recorrido de la materia Teorías y prácticas de la Comunicación III.
Investigación en Comunicación, con la plena conciencia de que existen entre lxs estudiantes vocaciones y proyectos
vitales muy diversos, en muchos casos alejados de las llamadas “instituciones académicas”. Por eso, invitamos a un
abordaje de la investigación como aquel ejercicio compartido, creativo e igualador que busca abrir nuevos horizontes,
más allá de los “roles” que la sociedad nos asigne.
Creemos profundamente en la fuerza que proviene del deseo de pensar más claro y del coraje de abandonar certezas
que nos alejan de un mundo justo en el que valga la pena vivir juntxs. Confiamos en que muchxs de quienes pasamos
por la universidad compartimos ese rumbo, más allá de las trayectorias profesionales o laborales que encaremos.
En términos muy generales y quizás esquemáticos, podemos identificar dos tipos de componentes que convergen en lo
que consideramos procesos propios de la dimensión comunicacional: la transmisión de información y la producción de
significaciones.
En las últimas décadas, podríamos identificar un proceso de consolidación de un paradigma informacional en el campo
de las ciencias en general -y no sólo de la comunicación-, tributario de cierta deriva formalista del estructuralismo con
influencia de la cibernética, las teorías de los juegos y más recientemente, las neurociencias y los procesamientos
algorítmicos. En el marco de esa tendencia dominante, la información ha cobrado centralidad como objeto de los estudios
en ciencias sociales y en comunicación, en particular.
Desde luego, eso se encuentra fuertemente entramado con hondas transformaciones sociales que involucran aspectos
económicos, políticos, culturales y técnicos insoslayables. Sin embargo, restringir el objeto de los estudios en
comunicación a la información trae consigo el riesgo de dejar en las sombras una malla compleja de aspectos que hacen
a la riqueza de los fenómenos comunicacionales y que son irreductibles a ella. En términos generales,concebir a la
comunicación en términos informacionales supone entenderla como una relación simple de transmisión, es decir, de
codificación y decodificación o datificación, sin resto, exceso o ruido que desvíe su contenido ¿Qué se pierde de la
experiencia comunicacional en sus aspectos histórico-sociales y subjetivos si la reducimos a lo que el concepto de
información permite pensar?
Tomaremos esta cuestión como punto de partida problemático, cuya elucidación tiene efectos no sólo para
nuestro campo, sino para las ciencias en general y, en especial, para las ciencias sociales. Y, a partir de ello, en
esta materia nos propondremos abordar la comunicación entendida en un sentido amplio y complejo: como
producción social de significaciones, asumiendo que la información constituye un modo específico, pero no el
único, de modulación de esas significaciones.
El concepto de significación supone una relación compleja, es decir, afectada por otras relaciones o sobredeterminada,
entre todo “contenido” comunicacional y el proceso de su producción y las determinaciones históricas, materiales y
subjetivas que lo modulan, al punto de que ya no puede restituirse la idea de una relación de transmisión simple de
información, sino que se abre una intrincada malla de incidencias, desplazamientos, condensaciones y antagonismos que
hacen a la vida comunicacional misma y al carácter complejo del objeto en cuestión.
epistemológico, que concierne al campo científico general (el problema del estatuto discursivo o significante de las
prácticas de conocimiento): ¿cómo se conoce la comunicación? Y, sobre todo: ¿cómo lidiamos con el hecho de que toda
ciencia es comunicacional y por lo tanto, parte del objeto que nos interesa conocer en las ciencias de la comunicación?
Sobre esta base es posible desplegar un proceso de investigación crítica que permita caracterizar y comprender procesos
sociales, a partir de e la identificación de formas de pensamiento que, presentándose como “conocimientos”, no hacen
sino consolidar configuraciones simbólicas y afectivas de resignación ante la “evidencia” de un orden social que se
presenta a sus sujetos como el más lógico, natural y único posible. En este marco, proponemos un acercamiento a las
prácticas de investigación en comunicación a partir de un ejercicio orientado a reconocer y analizar la específica mediación
de lo ideológico entre las transformaciones histórico-sociales y el orden de la producción significante.
La condición crítica de un análisis de lo ideológico no es una operación abstracta. No se trata de producir disquisiciones
generales acerca de la verdad, el error o la falsedad; ni tampoco de pensar en La Ciencia, con mayúsculas y “en general”.
Desde una posición materialista, la producción de conocimiento consiste, en cambio, en una práctica concreta de
problematización de las relaciones significantes, sociales y subjetivas, efectivamente existentes y operantes en una
coyuntura. El trabajo crítico es un trabajo situado, que opera un trayecto desde problematizaciones abstractas hacia
formas concretas de análisis y lectura de procesos sociales y subjetivos determinados.
En este sentido, la materia tiene como horizonte alentar la realización de trabajos de investigación que tomen
como objeto algunas de las formaciones ideológicas singulares de la coyuntura presente caracterizada por lo
que, en términos aproximativos, podemos identificar como procesos de neoliberalización y que, entre otros
rasgos, suponen una mutación específica de la dimensión comunicacional de nuestra vida cultural que
caracterizamos como un tendencial “devenir informacional” de la producción social de significaciones y que
conlleva la consagración de una ideología de la comunicabilidad absoluta y transparente como principio rector
de los procesos colectivos, vinculares y subjetivos.
Cuando hablamos de ideología, hablamos de la función social y eficacia material de las creencias socialmente elaboradas
y sostenidas. No se trata entonces simplemente de dar cuenta de regularidades discursivas, sino de interrogar las
relaciones que conectan esas tendencias de superficie con las vivencias afectivas de los sujetos. De esta forma, el
concepto de ideología nos lleva a introducir el orden subjetivo de los procesos discursivos; es decir, la incidencia eficaz
de la práctica de los sujetos en la producción social de significaciones, sin por ello restaurar los supuestos psicologicistas
de la intencionalidad, el libre albedrío, la voluntad o la autonomía del hablante. La intrincación de las formaciones
discursivas en las formaciones ideológicas pasa necesariamente por el orden de lo subjetivo, toda vez que éste se modula
en lo histórico-social como un bucle que organiza imaginariamente la experiencia como “interioridad”, recortándola de un
espacio que se vive como dado externamente.
Esto quiere decir que detectar en los análisis de los discursos sociales a las mutaciones en el campo de las
representaciones -sean conceptuales o espontáneas-, nos obliga a indagar otro orden de transformaciones, acaso más
difusas y anteriores, no ya en las formas de “representar” a la sociedad desde ciertas “perspectivas”, sino en los regímenes
de visibilidad mismos que, en algún sentido, presentan a la sociedad como tal ante sí misma y según los cuales unos
ciertos rasgos toman forma permitiendo que la sociedad se vea y se imagine.
La instancia de lo imaginario cobrará entonces una especial atención. Porque es dando cuenta del registro
específico de lo imaginario que podemos comprender las conexiones complejas entre el nivel comunicacional y
las demás instancias materiales de la transformación histórica. Dicho registro se encuentra materialmente
articulado en la objetividad de las relaciones sociales como su constitutivo y necesario desajuste, y da cuenta
del modo en el que la afectación subjetiva participa, en su “distorsión” inherente, de la estructuración de la
realidad social. En el caso del capitalismo moderno, lo imaginario concierne a la doble alienación (económica y
jurídica) imbricada en el sujeto como persona libre y como propietario (de su fuerza de trabajo). En este sentido,
comprender la alienación propia de las relaciones de explotación exige un rodeo por las formas de sujeción
jurídicas en su eficacia imaginaria.
Esta conceptualización nos permite problematizar las relaciones de determinación simple que, a pesar de haber sido
vastamente criticadas por las tradiciones culturalistas del campo comunicacional y politológico, vuelven a colarse por la
ventana cuando la realidad social ofrece circunstancias donde la experiencia parece empobrecerse y revelarse en su
esqueleto más crudo, como triunfo estratégico del capital.
Contra esa suerte de péndulo que ha atravesado el campo de las ciencias sociales de las últimas décadas (que va del
entero rechazo de categorías como la de lucha de clases o determinación, hacia la restitución de una suerte de “razón
económica” omnipotente bajo formas de causalidad técnica o biopolítica) es posible sostener la existencia de una
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específica materialidad de lo imaginario basada no en la fuerza performativa del significante sino en la fuerza afectiva (e
inconsciente) de la identificación del sujeto con el orden simbólico como tal. Esa materialidad imaginaria constituye la
argamasa prediscursiva a partir de la cual toman forma ideológicamente seres, categorías, representaciones y
coordenadas de la vida política y cultural.
La apuesta teórica que organiza este programa y que se interroga por la eficacia específica de lo imaginario en su
diferencia e imbricación con lo ideológico, permite avanzar en la caracterización de un rasgo cultural de nuestra coyuntura
que atañe fuertemente a lo comunicacional interpelando a nuestro campo de estudios. Se trata de una serie muy compleja
de procesos que podemos caracterizar como una tendencial datificación de la experiencia y que involucra tanto
fenómenos más o menos obvios como los debates sobre los alcances y consecuencias de la masificación de la
inteligencia artificial, la incidencia de las nuevas tecnologías en los circuitos económicos, en la producción cultural, la
educación y las relaciones interpersonales, hasta otros aspectos menos evidentes como las mutaciones en las dinámicas
de identificación, el empobrecimiento de la fantasía, la consolidación de formas narcisistas de sociabilidad, la proliferación
de fantasmas de catástrofe, la melancolía y la depresión; el recrudecimiento de segregacionismos, discursos
conspiracionistas e intolerancia y diversas formas de violencia discursiva incorporadas al campo de lo públicamente
decible.
Propósitos de este sistema de evaluación. El sistema mixto propuesto apunta a evitar arbitrariedades vinculadas con
momentos de extrema tensión o inconvenientes circunstanciales que pudieran afectar el desempeño de lxs estudiantes
en alguna de las instancias. Además, ofrece una mayor variedad de formas evaluativas que permita a cada quien
desplegar distintos recursos y aprovechar más oportunidades.
Importante: La cátedra ofrece un espacio de consultas y apoyo para la preparación del examen final antes de cada mesa
de examen. Se recomienda especialmente aprovechar este espacio cuya efectividad ya hemos constatado.
Bibliografía complementaria
CHAUI, M., “La concepción marxista de la ideología”. Traducción, Carolina Collazo (selección, material de cátedra)
[Edición original: IV. “A concepção marxista de ideología”. En O que é Ideología, Brasiliense, San Pablo, 2012.]
SOSA, M. “La teoría de la ideología de Louis Althusser”. En, CALETTI, S. (coord.): Sujeto, política, psicoanálisis.
Discusiones althusserianas con Lacan, Foucault, Laclau, Butler y Žižek, Prometeo, Buenos Aires, 2011.
Núcleo 4: Teoría de la reproducción: debates sobre el fin del trabajo, la lucha de clases y desequilibrios del capital
La ideología en su eficacia histórica. Crítica del economicismo: el concepto de contradicción sobredeterminada y la
totalidad social compleja. Reproducción/transformación de una formación social. Los aportes de la teoría de la
reproducción a una concepción del capitalismo como un sistema en desequilibrio: el nivel de la reproducción como espacio
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contradictorio y abierto a las luchas. La política como contingencia inmanente a la objetividad histórica. La historia como
dialéctica de la necesidad y la excepción. El “punto de vista de la reproducción”: imbricación entre los conceptos de trabajo
y lucha en la teoría de la reproducción. La crítica de las teorías fatalistas o evolucionistas de la historia.
Bibliografía complementaria
RÉ, C. “Sobre la temporalidad diferencial o el advenimiento del desajuste”. En Collazo, C. y Romé, N. (eds.) Asedio del
tiempo. Estudios políticos althusserianos. IIGG-CLACSO.2020., pp.19-35
FREUD, S., La interpretación de los sueños, Cap. VI (“La elaboración onírica”), apartados: “El trabajo de condensación”
y “El trabajo de desplazamiento”. En Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu Editores.
NIEVAS, F. “ Apéndice A. Las relaciones sociales” y “ Cap. 15. Las clases sociales”. En, Lucha de clases. Una perspectiva
teórica-epistemológica. Bs.As.: Imago Mundi.2016., pp. 225-263, 321-330.
ROMÉ, N. “Prólogo” En, Romé, N. y Collazo, C. (comps.) Para una crítica de la neoliberalización. Aportes de la teoría de
la ideología a la investigación en comunicación. Bs.As.: Imago Mundi. 2021.
Núcleo 5: Un paso hacia atrás y un poco (más) de teoría: el capitalismo como una forma de organización del
tiempo
Un paso atrás, revisión de las fuentes. Marx, la teoría del valor como teoría de doble objetividad. El fetichismo de la
mercancía como materialidad de lo imaginario. La relación entre valor y tiempo. El modo de producción capitalista como
organización del tiempo.Tiempo abstracto, tiempo complejo y tiempo genético. Las posibles lecturas de la noción de
“acumulación originaria”: como pregunta por el comienzo y la temporalidad compleja o como evolucionismo teleológico.
Los aportes contemporáneos a la lectura de una teoría del tiempo en la obra de Marx.
Noticias de la Antigüedad ideológica: Marx-Eisenstein-El Capital, de Alexander Kluge, Alemania, 2008) Primera Parte.
(Fragmento sugerido: del minuto 7:18 al 10:53). https://www.youtube.com/watch?v=tXG9mtY3aHY&t=64s
FEDERICI, S. Cap. 2 “El Capital y el género” y Cap. 3 “La construcción del ama de casa a tiempo completo y del trabajo
doméstico en la Inglaterra de los siglos XIX y XX”, “Marx, el feminismo y la construcción de los comunes”. En El patriarcado
del salario. Críticas feministas al marxismo. Traficantes de sueños. 2018, pp. 47 - 109.
Bibliografía complementaria:
HERNANDEZ, S. “Crítica del sujeto, crítica del lenguaje: aportes del psicoanálisis a la teoría de la ideología”, en Para una
crítica de la neoliberalización. Aportes de la teoría de la ideología a la investigación crítica en comunicación, Romé, N. y
Collazo, C. (comps.), Imago Mundi. 2021, pp. 37 - 52.
Bibliografía complementaria:
ASSOUN, P-L. Cap. 1 “Del estadío del espejo a lo imaginario” (pp. 57 -65) y Cap. 2 “La teoría del significante” (pp. 67 -
79). En Lacan. Amorrortu. 2003
BRITOS, C. “En los bordes de lo visible” Actas Cuarto Coloquio Internacional Louis Althusser. Herencias porvenir en un
mundo incierto. 2022. IIGG-UBA/UNLP.
CALETTI, S. “Decir, autorrepresentación, sujetos. Tres notas para un debate sobre política y comunicación”. Revista
Versión, Núm. 17, UAM-X, 2006, pp.19-78.
COLLAZO, C. “Herencias y porvenires del marxismo. Derrida, Althusser y el legado de una lectura política”, en Romé, N.
y Collazo, C (comps.): Para una crítica de la neoliberalización. Aportes de la teoría de la ideología a la investigación crítica
en comunicación. Buenos Aires, Imago Mundi, 2021, pp. 71-96.
LUCHELLI, J.P. “La primacía de lo simbólico”, en Introducción al objeto a en Lacan. Bs.As.: Gramma, 2023, pp.23-54.
Bibliografía de discusión:
MENKE, C. “La posibilidad de la revolución” “Apéndice 1: ¿Se puede pensar la revolución?”; “Apéndice 2: El presente de
la revolución” En el día de la crisis. Bs.As.: UBU. 2020., pp.42-67
PÊCHEUX, M. “Delimitaciones, inversiones y desplazamientos” “Langage et révolution” Ed. Or. “Délimitations,
retournements et déplacements”. En L’Homme et la société, N° 63-64, 1982, pp. 53-69. Traducción: Carolina Collazo y
Natalia Romé.
RABOTNIKOF, N. “Tiempo, historia y política”. Desacatos, 55, septiembre-diciembre 2017, pp. 28-43
OSBORNE, P., “La política del tiempo”. Ed. Or.: “The politics of time”, Radical Philosophy 68, Autumn 1994, pp. 3-9.
Traducción: Ramiro Parodi.
ROMÉ, N. “La catástrofe mundana. Imperialismo, telescopios y otras fantasmagorías”. Jacobin Lat. Octubre 2022.
ZIZEK, S. “El legado ambiguo del 68” y “En vos más que a vos mismo”, en Chocolate sin grasa. Bs.As. Godot. 2021.
ZIZEK, S. “El ciberespacio o la insoportable clausura del ser”, en El acoso de las fantasías. Madrid: Akal. 2011, pp. 141-
184.
Documentos de Trabajo
La cátedra pone a disposición una serie de Documentos de Trabajo destinados a acompañar el abordaje de la bibliografía
en relación a los principales núcleos teóricos del campo de estudios de la ideología. Si bien su lectura no es obligatoria,
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se la recomienda especialmente para reforzar la comprensión de los textos principales del programa. Disponibles en:
Biblioteca Digital Comunicación III
El Trabajo Final (TF) de la cursada consiste en la elaboración de un ejercicio de investigación que incluye la confección
de un archivo de materiales discursivos heterogéneos, en los cuales pueden reconocerse algunos rasgos culturales
vinculados a lo que hemos denominado el “devenir informacional de la cultura”, en su el funcionamiento ideológico e
imaginario.
Se evaluarán:
a) los criterios para la elección y agrupamiento de materiales culturales, los cuales pueden estar disponibles en diferentes
soportes y formatos y recurrir a lenguajes diversos (artísticos, humorísticos, publicitarios, informativos, terapéuticos, entre
otros posibles). La cátedra provee un conjunto inicial de materiales posibles (disponibles aquí), que lxs estudiantes pueden
seleccionar si lo consideran pertinente. Se espera que, además, cada estudiante agregue al menos el 50% de materiales
obtenidos a partir de su propio relevamiento. No hay una cantidad recomendada pero se sugiere que haya una relación
entre extensión y cantidad. Por ejemplo, si se trabajan cuentos, films, manuales u otros materiales más o menos densos,
alrededor de 5 es suficiente como para mostrar cierta unidad en la variedad; si se trabaja en cambio con posteos, memes,
canciones, publicidades, u otros pequeños fragmentos de discurso, se sugiere reunir alrededor de 10 o 15. En cualquier
caso, el foco de la evaluación con relación al archivo, no estará puesto tanto en la extensión o cantidad de materiales,
como en la coherencia interna del conjunto y en la fuerza ilustrativa
b) la descripción analítica de esta constelación de materiales que componen el archivo, a partir de:
b.1) la identificación de una creencia que pueda reconocerse en ellos a través de un análisis,
b.2) la puesta en juego de conceptos y problemas abordados durante la cursada, que permitan explicar el funcionamiento
ideológico e imaginario de la creencia propuesta como eje de análisis.
Pasos a seguir
El Trabajo Final (TF) de la materia deberá apoyarse en unos materiales concretos para exponer algún aspecto de nuestra
vida cultural, por lo tanto, el primer paso para su realización es realizar un recorrido exploratorio por los materiales
documentales provistos por la cátedra, con el fin de detectar regularidades en algunos de ellos, hacer una primera
selección y generar coordenadas básicas para la búsqueda autónoma de nuevos materiales con los que completar un
archivo propio que ofrecerá la base documental del TF. Las piezas del archivo pueden pertenecer a registros y lenguajes
diversos (audiovisual, discurso oral o escrito, fotografía, pintura, teatro, etc.), y los aspectos donde se analicen
regularidades pueden ser también heterogéneos entre sí: guión, texto, ambientación, personajes, montaje, etc. Esto
quiere decir que el archivo de un TF puede contener algún film, un par de canciones o cuentos y una serie de posteos,
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por ejemplo. Los que los unifica no es un criterio a priori (género, soporte, lenguaje) sino un criterio inmanente al análisis
que se realiza (que en todxs ellxs se ve funcionando la misma creencia).
El criterio de selección de los materiales que compondrán el archivo del TF debe elaborarse sobre la base de una conjetura
de análisis que elaborará cada estudiante. Esta conjetura se refiere al modo en que la formación ideológica (FI) que
hemos reconocido como parte del “devenir informacional de la cultura” actúa, en determinada formación discursiva,
organizando las significaciones que funcionan en los materiales seleccionados. Partiendo de esa conjetura general que
propone el programa, y que es todavía demasiado abstracta para encontrarla en los materiales, deberá establecerse un
eje más específico que delimite un cierto campo semántico o, para decirlo en términos más rigurosos, una formación
discursiva (FD) que permita reconocer aspectos más concretos y huellas localizables en los materiales.
En este sentido, ofrecemos algunas sugerencias que permiten reconocer formaciones discursivas (FD) en las que actúa
esta configuración ideológica:
● Ilusión de comunicabilidad e
inteligibilidad plenas del lenguaje, de las prácticas, de los cuerpos y su gestualidad, etc.: La confianza en los datos como
relación inmediata con las “cosas del mundo” o como saber técnico neutral. La pretensiótraducibilidad de diferentes
aspectos de la vida social o natural en datos, códigos y lenguajes formalizados y/o cuantificables.
● Expresiones predominantes de la
vivencia de la temporalidad como un presente ampliado y sin horizonte: tiempo detenido, eterno retorno,
multiversos/simultaneidad, aceleración, catastrofismo, post-apocalipsis, fragilización del futuro, presentismo, el futuro
idéntico al pasado. Adelgazamiento de la historicidad del presente. Igualación de las memorias y de las experiencias.
Devenir de la cultura como batería de opciones disponibles para el consumo en el presente.
Una vez determinada la formación discursiva (FD) que funcionará orientando la selección de los materiales y composición
del archivo, se procederá a una nueva revisión, pero ahora con el objetivo de elaborar, a partir de ellos y considerando la FD,
una frase que que condense los diversos modos de aparición de esa formación discursiva. A esta frase la denominaremos
creencia. Ejemplos: “Ya no hay nada que hacer con este mundo, solo queda vivir el día” o “Los problemas sociales actuales
son demasiado complejos para que los resuelva la mente humana”, etc.
Con esa frase-creencia se conformará la conjetura que guiará el análisis. Esa conjetura, tendrá entonces, la siguiente
forma: Es posible reconocer las marcas del devenir informacional de la cultura contemporánea en una serie de materiales
culturales, cuyo funcionamiento ideológico se condensa en una creencia que puede expresarse del siguiente modo “...."
y que se encuentra apoyada en una formación discursiva que reúne las siguientes características: “…….”
Se valorará especialmente la elección de materiales que no tematicen directamente la cuestión de las tecnologías de la
comunicación y la información y su impacto en la vida social, sino que den cuenta de un proceso tendencial más amplio
por el cual las distintas facetas de la vida social devienen totalmente traducibles en términos de información o
comunicabilidad plena. Por lo tanto, se sugiere que al menos un 30% de los materiales respondan a esta característica.
La pre-entrega constará de dos páginas como máximo, en Times New Roman 12, interlineado 1,5, márgenes estándar.
Contará con los siguientes apartados:
2. Desarrollo preliminar de lo que se trabajará en el TF en el marco de una de las formaciones discursivas (FD) propuesta
por la cátedra (o de otras posibles, debidamente explicitadas por cada estudiante). Para lograr esto pueden ejercitarse
las siguientes preguntas-guía: ¿Qué declinaciones tiene esa formación, qué expresiones o decires entran en su campo?
¿Sobre qué campos del decir o expresiones se detendrá el análisis y qué elementos de esos campos aportan al estudio
de una coyuntura ideológica atravesada por el “devenir informacional de la cultura”? ¿Qué preguntas rectoras o conjeturas
guiarán la búsqueda?
4. Selección de conceptos teóricos (extraídos de la bibliografía discutida en las clases hasta el momento) que guiarán el
desarrollo de la investigación, señalando brevemente su contribución concreta al análisis.
5. Descripción preliminar de la base documental. Listado preliminar de los materiales discursivos que conformarán la base
documental en función del eje de análisis previsto.
6. Justificación general de la elección de esos materiales discursivos a partir de la explicitación del modo en que ellos
permiten dar cuenta de procesos ideológicos relacionados con el eje análisis propuesto por cada estudiante: ¿Por qué se
considera que la conjetura mencionada en el punto 3 puede abordarse a través de los materiales seleccionados?
7. Bibliografía (no se incluye dentro de las dos páginas del plan de trabajo).
El trabajo final se entregará en la semana indicada en el cronograma. No deberá exceder las ocho (8) carillas. Se realizará
en hoja tamaño A4, fuente Times New Roman 12, interlineado 1,5 y márgenes convencionales.
La exposición del informe podrá organizarse en base a los siguientes pasos orientativos:
1. Presentación del tema y conjetura que se habrá de abordar (explicitación de la creencia que condensa los elementos
ideológicos e imaginarios que se reconocen en los materiales). Explicitación de objetivos concretos del análisis.
3. Breve presentación teórica del enfoque de la investigación y de las principales categorías que se pondrán en juego en
el análisis (cómo se entiende la relación entre procesos históricos, ideológicos e imaginarios, determinaciones
coyunturales de los procesos discursivos, concepto de ideología, concepto de sujeto, principales rasgos de la coyuntura
ideológica). La presentación conceptual debe estar directamente relacionada con el modo en que se utilizarán los
conceptos, no alcanza con una transcripción de las definiciones que ofrece la bibliografía sino que es preciso desarrollar
el modo en que se la empleará en el análisis.
4. Descripción analítica de la base documental a través de estas posibles operaciones: reconstrucción de las operaciones
ideológicas que actúan en el material seleccionado; identificación de operaciones de interpelación y reconocimiento
ideológico; elementos discursivos destacados (efectos de articulación y preconstruido, marcas de interdiscursividad);
modos de trabajo sobre el lenguaje, las imágenes u otros elementos que resultan indicativos de un devenir informacional
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de la cultura y la comunicación; configuraciones del tiempo y sus formas de manifestación ideológicas e imaginarias;
aspectos afectivos y libidinales a partir de los aportes del psicoanálisis; marcas de espectralidad. El análisis estará
acompañado de fragmentos y ejemplos extraídos de la base documental que permitan ilustrar las operaciones que se
han reconocido en el material analizado.
Para elaborar este paso (4) se recomienda someter cada uno de los materiales seleccionados a las siguientes preguntas:
-¿En qué nivel de composición de esta pieza se sitúan los elementos que quiero analizar?¿Se trata de las expresiones
lingüísticas, de metáforas u otra forma de articulación significante, o se trata del nivel de las imágenes o de efectos
sonoros, climas producto de la iluminación o de la combinación de diferentes niveles, condensados en una escena o
personaje, etc?¿Cuáles son esos elementos, cómo los describo?
-¿Puedo reconocer ciertos sentidos cristalizados que funcionan como “evidencias”? ¿Cómo puedo describir
desnaturalizando ese funcionamiento como si no fuera evidente?¿Cuáles son las operaciones ideológicas que subyacen
a ese efecto de “evidencia”?¿En qué definiciones conceptuales me estoy apoyando para caracterizar estos
elementos?¿Me apoyo en la definición de un texto en particular o elaboro una definición a partir de mi comprensión
general y articulada de varios textos?
-¿Hay aspectos en la pieza que operan en un nivel menos cristalizado de significación y que configuran un campo de
presencia o visibilidad que no se encuentra representado plenamente? ¿Hay elementos que dan cuenta del
funcionamiento afectivo y fantasmático de las evidencias ideológicas? ¿Siguiendo qué definición los defino y reconozco
o caracterizo?
5. Conclusiones: Sintetizan qué nos dice lo hallado del funcionamiento de la cultura contemporánea: ¿Qué fenómenos o
procesos sociales y subjetivos resultan más comprensibles a la luz de los resultados de esta indagación? ¿Qué nuevas
preguntas se abren y cómo podrían ser respondidas?
6. Bibliografía.
7. Listado de la base documental completa. Cada documento deberá estar correctamente referenciado en una nómina al
final del TF, con título, autor o fuente, fecha y link, en caso que corresponda.
Nota. Si al llegar hasta aquí se ha leído detenidamente este programa, se advertirá que no se nos escapa que las
condiciones en las que se produce conocimiento actualmente se encuentran atravesadas por las mismas condiciones
que intentamos pensar. Esto significa que la propia elaboración de una investigación (la que da lugar al Trabajo Final, por
ejemplo) puede realizarse empleando recursos que nuestra cultura ofrece de forma prefabricada o semi-automatizada y,
por lo tanto, quedar capturada por las lógicas del devenir informacional que constituyen, en definitiva, nuestro objeto de
estudio. Ese problema no es nuevo: es y ha sido siempre el desafío de la crítica ideológica. Llegados a ese punto, la
decisión es ética y política. El desafío que tenemos por delante es plantearnos la pregunta de quién queremos que piense
por quién y al servicio de qué objetivos tomamos esa decisión.