Actividad: Realizar un cuadro comparativo con las
versiones diferentes de Caperucita Roja. Incluir datos
biográficos de autores/as.
Había una vez una niña…
Las primeras versiones del encuentro de
una niña con un lobo provienen de la
tradición oral y es el francés Charles
Perrault quien      las   convierte    en
escritura por primera vez, incluyendo la
historia en su libro Cuentos de mamá
Oca en 1695. En esta versión con final
trágico, donde el lobo se come a la
pequeña, el narrador introduce nuevos
elementos, que serán claves en la
permanencia e identificación del cuento,
como es la capa roja.
Por otro lado, tanto en los cuentos
orales, como en el relato de Perrault, se
mantiene la idea del lobo que le pide a la
niña que se desvista. Los estudiosos reconocen un mensaje de advertencia
para las jovencitas, sobre los peligros de encontrarse con un lobo, y aquí,
más allá de todo juego metafórico, se hace explícito el peligro real, teniendo
en cuenta que en el siglo XV circulaban versiones de pastorcillos que morían
por ataques de lobos.
115 años más tarde (en 1812), en Alemania, los hermanos Grimm (Jacob
y Wilheml) componen una nueva versión, adaptada al contexto cultural de
la época, donde aparece el final feliz, con la figura del cazador que salva a la
niña y a la abuela de la panza del lobo.
A partir de ahí, en el terreno de la literatura infantil y juvenil, se han
sucedido muchísimas ediciones de este cuento que originalmente fue
pensado para un público adulto.
 Autores contemporáneos de distintos países toman la historia, la reelaboran
haciendo que los personajes cambien los roles, tomen nuevas posiciones y en
otros escenarios. En las versiones modernas, resulta que Caperucita Roja no
es tan “buena”, ni tan “ingenua”, ni el lobo “tan feroz”; aparecen niñas
valientes, desafiantes, malas, rebeldes y lobos tímidos, inocentes.
Escenas donde Caperucita mata al lobo con un
revólver y se hace un abrigo con su piel (Caperucita
Roja y el Lobo de Roald Dahl), o un lobo tímido que
se enfrenta a una niña mala que busca lobos para
confeccionar capas (Lobo rojo, Caperucita feroz de
Elsa Bornemann); una Caperucita inteligente, que
hiere al lobo a través de la palabra, con dichos
negativos y éste huye deprimido (Pobre lobo de Ema Wolf); también cambios
en el escenario, como Caperucitas atravesando la ciudad (Cinthia Scoch y el
lobo de Ricardo Mariño) y otras adaptaciones que le dan la primera palabra
al lobo, para que limpie su imagen o cuente su versión de los hechos (Habla
el Lobo de Patricia Suárez), entre tantos otros.
Un relato que va cambiando, pero que se sustenta en la primera versión y
permite que los nuevos lectores conozcan a estos personajes entrañables y
disfruten de aventuras adaptadas a la época, con lenguajes y señas típicas
de estos tiempos.
https://www.youtube.com/watch?v=EhAd2cDUKH4
Canal Pakapaka
                 Cuento “POBRE LOBO”
                                                               Ema Wolf
   “Pobre Lobo” se encuentra en el libro Filotea y otros cuentos,
escrito por Ema Wolf e ilustrado por Matías Trillo. Ediciones Santillana
                                  S.A
Serían las cinco cuando Caperucita llegó a la casa de su abuela.
Por supuesto, adentro estaba el lobo.
—Pasa, nena, está abierto —le dijo cuando escuchó los golpes en
la puerta—. Y cerrá enseguida que hace un fresquete...
Caperucita puso la canasta sobre la mesa y se derrumbó en una
silla.
— ¡Qué voz ronca tenés, abuela! Ni que comieras tuercas. Al lobo
le molestó un poco el comentario.
—Es por mi catarro de pecho, querida.
—Te traje caramelos de miel, yogur casero y no sé cuántas cosas
más que metió la vieja en la canasta. Pesaba mil esta canasta.
Ladrillos habrá puesto. Algo pegajoso se volcó adentro. Ahora que
te miro bien: ¡qué boca enorme tenés! ¡Y qué dientes amarillos!
¿Siempre tuviste los dientes así de amarillos?
El lobo se incorporó en la cama para mirarse en el espejo. Tuvo que
reconocer que no era una hermosura.
—Son los años, tesoro.
—Serán. Además es la primera vez que te veo los ojos así de
colorados.
—Grandes, querrás decir.
—Sí, grandes también, pero yo digo colorados, colorados como los
de los conejos.
Eso fue muy fuerte para el lobo. Nunca lo habían comparado con un
conejo.
—Son para mirarte mejor, querida.
— ¿Te parece?
Los comentarios de Caperucita siguieron.
— ¡Qué orejas inmensas tenés abuela!
—Son para escucharte mejor.
—No me parece que hagan falta orejas así para escuchar bien. La
gente tiene orejas normales y escucha lo más bien. ¿Y por qué
tenés las uñas tan torcidas?
El lobo escondió las manos debajo de la frazada.
—Y decime, ¿cuánto calzas? Nunca vi unos pies tan grandes. Ni el
tío Cosme tiene los pies de ese tamaño.
El lobo escondió las patas.
Caperucita seguía.
—Ese camisón te queda chico. ¿Engordaste?
—Tenes el cuello como, como lanudo..., como estropajoso... ¡Y
bigotes!
—De las orejas te salen pelos negros.
—De la nariz también te salen pelos. Y te cuelgan unos m...
— ¡Basta! —aulló el lobo.
Lloraba.
Saltó de la cama, tiró la cofia al suelo y se fue sin cerrar la puerta,
de lo más deprimido.
                               Ema Wolf
                                        ● CAPERUCITA ROJA
                                      CONTADA POR EL LOBO (Lief
                                      Feharn) - Cuentos infantiles -
                                      CUENTACUENTOS Beatriz
                                      Montero
https://www.youtube.com/watch?v=Z9jAfV2SWf0
   ● “Caperucita” Hnos Grimm
http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/organismos/programa_para_el_ac
ompaniamiento_y_la_mejora_escolar/materiales_de_trabajo/doc/libro_c
aperucita.pdf
   ● “Caperucita” Charles Perrault
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/caperucita_roja_-_charle
s_perrault.pdf
   ● “Caperucita” ilustrada (C. Perrault)
https://www.maestromasmaestro.com.ar/wp-content/uploads/2020/07/Y
-MA%CC%81S-CUENTOS-CON-LOBOS.pdf
   ● “Caperucita Roja, versión del lobo”
https://www.7calderosmagicos.com.ar/Druida/Cuentos/Clasicos/caperucit
averlobo.htm