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Bushnell, Sistematización, Capítulo 9.

Este capítulo resume la época de violencia en Colombia entre 1946 y 1957. Después de un cambio de gobierno pacífico, continuaron los conflictos por la tierra entre liberales y conservadores, lo que llevó a una escalada de violencia. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 desató disturbios a nivel nacional conocidos como el Bogotazo. A pesar del crecimiento económico durante este período, la violencia política dejó entre 100,000 y 200,000 muertos y grandes áreas del país se vieron envu

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Bushnell, Sistematización, Capítulo 9.

Este capítulo resume la época de violencia en Colombia entre 1946 y 1957. Después de un cambio de gobierno pacífico, continuaron los conflictos por la tierra entre liberales y conservadores, lo que llevó a una escalada de violencia. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 desató disturbios a nivel nacional conocidos como el Bogotazo. A pesar del crecimiento económico durante este período, la violencia política dejó entre 100,000 y 200,000 muertos y grandes áreas del país se vieron envu

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Bushnell, David 2007 [1994]. Colombia, una nación a pesar de sí misma.

Nuestra nación desde


los tiempos precolombinos hasta hoy. Bogotá: Planeta, pp. 261-286. (capítulo 9, “La era
la Violencia, 1946-1957”, pp. 275-304 de la edición digital)

Capítulo 9: La era de la violencia (1946-1957)

Mariano Ospina Pérez inició su gestión formando un gobierno de coalición, en el cual los
liberales estuvieron representados en todos los niveles p.275

Al principio se puede decir que fue un cambio de mando de transición suave. No obstante,
después del cambio de mando en Bogotá siguieron existiendo los mismos conflictos por la
tierra. O en el peor de los casos, conservadores saliendo a cobrar deudas y ofensas que habían
acumulado durando los años de predominio liberal p.275

El 9 de abril

A pesar de las disputas internas dentro del partido liberal, no tuvieron otra alternativa que
aglutinarse alrededor de Jorge Eliécer Gaitán. Este, era la personalidad más carismática del
partido y también el menos afectado por la erosión general del prestigio del liderazgo liberal.
P276

Gaitán y otros copartidarios no carecían de argumentos para justificar su ruptura con el


régimen conservador, pero la consecuencia inevitable sería abandonar a las masas liberales a
merced del oficialismo conservador p.276.

Los incidentes violentos continuaron mientras que en Colombia se preparaba la Conferencia


Panamericana de abril de 1948, en la cual se gestaría la actual Organización de Estados
Americanos (OEA). El infierno se desató el 9 de abril, cuando Gaitán fue asesinado en las
calles de Bogotá al salir de su oficina p.276.

Lo que siguió fue el estallido de motines masivos de protesta, conocido fuera de Colombia
como el Bogotazo, al que los colombianos denominan simplemente el 9 de abril. Ya que el
estallido no se dio solo en Bogotá sino que en toda la nación p.276.

El gobierno de Ospina parecía a punto de ser derrocado. Se mantuvo porque el Ejército


conservó su lealtad, y tal vez también porque los dirigentes liberales tuvieron muchas dudas
o escrupulos legales para aprovechar su oportunidad. Los manifestantes liberales que
permanecían en la calle quedaron sin liderazgo y poco a poco los militares restauraron el
orden p.277.

El incidente era embarazoso por el gobierno, debido a que se encontraban representantes de


varios países por la Conferencia Panamericana. Así que el gobierno recurrió al discurso de que
las manifestaciones habían sido desatadas por comunistas, incluso, que habían sido apoyados
por el partido social demócrata venezolano Acción Democrática. La teoría de la conspiración
comunista se fortaleció años después cuando se dio a conocer que Fidel Castro había estado
en Bogotá el 9 de abril de 1948. No hay evidencia de que Castro hubiese desempeñado un
papel significativo en los sucesos de abril. p.277

En lo que respecta a los comunistas colombianos, estos intentaron, junto con otros activistas
de izquierda, influir en el curso de la protesta una vez iniciada, aunque con poco éxito p.278
Vale la pena repetir, sin embargo, que la ola de violencia que azotara al territorio
colombiano, conocida como la Violencia, no se inició el 9 de abril de 1948. Ya había
comenzado inmediatamente después del cambio de administración en 1946. En realidad, la
consecuencia inmediata del Bogotazo fue una disminución de la violencia, una cierta pausa
temporal, porque en el mediodía del 10 de abril el Partido Liberal aceptó volver a participar
en el gobierno, sobre la base de una coalición. Pero dicha coalición duró solo un año, pasado
el cual aumentó el número de incidentes violentos, hasta el punto de que grandes porciones
del país se vieron atrapadas en una guerra civil no declarada entre los seguidores de ambos
partidos, que duraría hasta comienzos de la década de 1960 p.278.

Pandemonium político y crecimiento económico

El progresivo deterioro del orden público estuvo íntimamente relacionado a las elecciones de
1949. En las presidenciales ganó sin oposición el candidato conservador Laureano Gómez, ya
que los liberales se retiraron aduciendo que el clima violento reinante en el país no había
seguridad para sus vidas al presentarse a las mesas de votación. Cuando Gómez se posesionó
al año siguiente la mayoría del liberalismo se negó a reconocerlo como gobernante legítimo,
hecho que paso a ser una justificación de cualquier acto de violencia emprendido contra la
nueva administración p.279-280

Esa violencia política se mantuvo en toda la administración de Gómez, desde 1950 hasta
1953. Ninguna región del país estuvo ajena a la confrontación aunque el fenómeno fue en su
mayoría rural y no urbano. En los llanos orientales y en algunos otros lugares surgieron
bandas organizadas de guerrilleros y liberales que acosaban a los agentes del gobierno y a sus
simpatizantes y protegían a los sitiados liberales. En el bando opuesto, grupos de vigilantes
gobiernistas con nombres como “chulavitas” y “pajaros” perpetraban asesinatos y asaltos en
serie con aparente impunidad. Se trata de una violencia que causó la muerte entre 100.000 y
200.000 colombianos p.280.

Las explicaciones con respecto al periodo de la violencia han sido variadas. Sin embargo, gran
parte de la violencia fue ocasionada por motivos económicos y no políticos. Incluso había
asesinatos entre campesinos, miembros de una misma clase social, pero de diferente partido
político. También los intereses de usurpar las tierras de sus victimas p.280

También estaban otras formas de motivación económica. Por ejemplo: muchas de las áreas
más afectadas habían sido anteriormente escenarios de descontento agrario, o tierras
recientemente colonizadas donde existía competencia por buenos terrenos para cultivo de
café, o donde los títulos de propiedad no estaban claramente definidos p.281.

Sin embargo, casi nunca se escuchó hablar de campesinos liberales contra terratenientes
liberales, ni de conservadores contra conservadores de clase social distinta. Generalmente, la
violencia enfrentó a campesinos de un partido contra campesinos del otro, mientras los
terratenientes y profesionales permanecían con relativa seguridad en las ciudades p.281

Pero, la dramática intensidad de la competencia entre los partidos colombianos habría sido
impensable si el nivel de desarrollo rural en términos sociales y económicos hubiera sido más
alto. El hecho es que la Violencia fue un fenómeno predominantemente rural. Las ciudades,
donde los niveles educacionales eran más altos y donde había mayor variedad de medios de
subsistencia, quedaron en gran medida a cubierto p.281.
El asesinato político no fue lo único que sucedió entre los 40 y 50. También hubo muchas
denuncias sobre una supuesta persecución de protestantes. La respuesta oficial a tales
reclamos fue doble. En primer lugar, los voceros del gobierno señalaron correctamente que
todos los protestantes colombianos eran liberales; por lo tanto, supuestamente, cualquier
ataque del que fueran víctimas era solo consecuencia desafortunada de la lucha política que
devastaba la nación. En segundo lugar, el gobierno alegaba que algunos protestantes, por su
vehemencia y ataques a la fe católica habían provocado esta reacción en sus adversarios
p.282.

Otro fenómeno de estos años, en cierto modo paradójico, fue el crecimiento económico.
Entre 1945 y 1955 el índice del producto interno bruto subió a un 5% anual. La producción
industrial creció aún más durante el período, a un 9% anual. Hubo cierto incremento de las
inversiones extranjeras en las manufacturas, aunque el sector industrial continuó siendo
predominantemente de propiedad colombiana p.283

Pero, el crecimiento colombiano equivalía al promedio de AL y estaba claramente influenciado


por circunstancias externas. En la era de la posguerra las condiciones para el comercio
colombiano fueron generalmente favorables. Los precios de los productos de exportación
nacionales se elevaron más rápidamente que los de importación, incluidos los bienes de
capital indispensables para la industrialización. P.284

Influyó el manejo político. Gómez era impecablemente ortodoxo en el manejo de las finanzas
del Estado, mantenía un estrecho control de los gastos e incluso había conseguido una ligera
deducción en la deuda pública. Trabajaba de la mano con la empresa privada. Así lo demuestra
la venta a bancos privados de las acciones que el gobierno poseía en el Banco de la República
en 1953. La política económica conservadora era por lo menos ligeramente más nacionalista
que la del anterior régimen liberal, incluso teniendo en cuenta el ímpetu que recibió la
sustitución de importaciones durante la depresión mundial. p.284

Tal como lo demostró Eduardo Sáenz en su innovador estudio de las políticas industriales,
fueron en realidad los conservadores, a finales de los años 40 y a comienzos de los 50, y no los
liberales en los años 30, los que se comprometieron definitivamente a Colombia con la
opción de la sustitución de importaciones p.285.

En la política petrolera también se reflejaba un cierto elemento nacionalista. La concesión


otrogada a la más importante de las compañías petroleras, la Tropical Oil, debía expirar en
1951. La empresa estaba preparada para negociar la renovación, pero Colombia dejó que la
concesión quedara en manos del gobierno, que procedió a crear su propia empresa petrolera,
Ecopetrol. Colombia, poseía ahora su propia firma petrolera, que asumiría una función
directriz en la industria p.286.

Pese a lo narrado en el párrafo anterior, no había ninguna hostilidad por parte del gobierno
hacia las invesiones extranjeras. Por el contrario, el régimen conservador hizo lo imposible por
conseguir que los inversionistas extranjeros se sintieran en casa. Las firmas extranjeras
recibían estímulos para continuar buscando depósitos del mineral y explotarlos: la entrada de
capitales y tecnología al sector manufacturero, independientes o en asociación con la empresa
privada nacional, era considerada como signo positivo de desarrollo tanto por el gobierno
como por la opinió pública en general, con excepción de ciertos reductos de la debilitada
izquierda colombiana. P.286
El impulso del nacionalismo económico continuó siendo más moderado y menos
explícitamente antiextranjero de lo que era usual en AL p.286.

Un crecimiento económico como el que tuvo lugar en el periodo hizo poco por corregil la mala
distribución de la riqueza en Colombia, y no sorprende que los reditos fueran a parar a manos
de los dueños de los medios de producción. P.286

Las huelgas laborales no recibieron aprobación alguna y la CTC fue prácticamente liquidada
como fuerza efectiva bajo el impacto de la represión gubernamental. Por los efectos de la
guerra fría, el Partido Liberal terminó expulsando definitivamente a sus cuadros comunistas.
Mientras tanto, una nueva organización laboral nacional, la Unión de Trabajadores de
Colombia (UTC) fundada en 1946 y favorecida por el gobierno, se expandía rápidamente. P.297

Aunque los conservadores desconfiaban de cualquier tipo de militancia laboral, practicaban


cierto paternalismo condescendiente hacia la clase trabajadora. Bajo Ospina Pérez, Colombia
adquirió un sistema de participación en las ganancias de la industria, a través de
bonificaciones anuales para los asalariados. Había un sistema rudimentario de seguridad
social, inicialmente limitado a brindar prestaciones por maternidad y enfermedad a grupos
reducios de trabajadores, también entró en vigencia a finales de la década. P.287

Hubo conflictos por el tema de la baja o el estancamiento de los salarios. El arribo a las
ciudades de refugiados rurales de la Violencia tuvo que ser un agravante, puesto que creó
nueva competencia en los trabajos no calificados, que para empezar eran muy mal retribuidos.
Los indicadores estadísticos, sin embargo, no muestran ningún declive general en los niveles
de los salarios reales. Además, los asalariados del moderno sector industrial estaban en
condiciones evidentemente superiores al resto de la población laboriosa p.288.

También es importante resaltar que el Gobierno de Laureano Gómez envió apoyo militar a
Corea, en la guerra que se libraba en ese país. La explicación más aceptada, de este fenómeno,
es que el presidente quería recobrar su imagen ante los EEUU ya que no había participado con
los aliados en la SGM, y también porque quería seguir teniendo apoyo económico y militar de
los EEUU en Colombia p.289-290

En lo que respecta a lo político, Gómez no era totalitario como pensaba. Al contrario, iba
más por el lado del Estado corporativo ya que proponía que el congreso fuese escogido por
los gremios de industriales y la misma Iglesia. Tenía que ver con el Estado corporativo del
fascismo europeo p.290-291.

Las proposiciones de Gómez, aunque no representaban la adopción absoluta del fascismo


europeo, provocaron amplia oposición en Colombia. Uno de sus opositores más fuertes fue
Ospina Pérez, de la mano de los conservadores. Los conservadores creían que la rigidez
partidaria de Gómer era en gran medida la continuación de la violencia y consideraban que
Gómez quería monopolizar el poder, por medio de la reforma constitucional y a expensas del
conservatismo p.291

Esta oposición se hizo más fuerte por que el comandante de las Fuerzas Armadas Rojas Pinilla
apoyó a los conservadores y finalmente terminó destituyendo a Gómez. De esta manera,
Laureano Gómez fue el primer Presidente colombiano depuesto por medio de un Golpe de
Estado desde 1900 cuando se derrocó a Manuel Antonio Sanclemente. p291.
Rojas Pinilla asumió el poder con apoyo casi total de liberales y conservadores, supuestamente
era el único que podría poner fin al derramamiento de sangre y reconstruir el país p.292.

Rojas Pinilla y el fracaso del populismo militar

El General Rojas no estaba tan preparado para el gobierno. En líneas generales no hizo mucho,
aparte de implantar la “regeneración moral del país” afiliados a la adhesión de los ideales de
Jesucristo y Simón Bolívar. Su propósito: la creación de un “Estado Cristiano y Bolivariano”.
Esta era su filosofía política básica p.292.

Rojas era bastante convecional y cristiano. Creía claramente en la colaboración estrecha entre
Estado e Iglesia para “la regeneración moral del país”. Prohibió actividades proselitistas,
cubierta por una estrecha interpretación de la garantía constitucional de tolerancia religiosa.
Las escuelas protestantes también sufrieron restricciones p.292-293

La parte bolivariana de la fórmula era mucho más vaga. “Bolivariano” significaba patriota,
leal y sincero, a lo cual nadie se podía oponer. También significaba la subordinación de
intereses de los partidos a los más elevados ideales de unión y reconciliación nacional . Llevó
procesos de paz y de desarme de guerrillas liberales p.293.

Rojas Pinilla no estableció un gobierno de transición, sino que al contrario su gabinete y cargos
diplomáticos estuvo lleno de miembros del partido conservador. No obstante, fue apoyado por
ambos partidos cuando una Asamblea Nacional Constituyente, instalada por mecanismos poco
democráticos lo eligió para un periodo de cuatro años que comenzó en 1954 p.294

La Asamblea debía terminar la labor inconclusa con la caíde de Gómez, sin embargo la revisión
de la carta no culminó. Sin embargó se adelantó una serie de reformas heterogéneas entre la
más importante la aprobación del voto femenino p.294

Pero pronto, y luego del posicionamiento oficial de Rojas Pinilla, su programa ya evidenciaba
su verdadero rostro. Un programa de reforma social y económica, así también el
recrudecimiento de la violencia. Para algunos críticos de Rojas, fueron precisamente sus
arbitrarias medidas las que provocaron la oposición y demoraron el proceso de pacificación,
mientras que sus reformas no pasaron de ser intentos poco sinceros de captar apoyo popular
contra el liderazgo político tradicional del país p.294.

Una de las acciones arbitarias del gobierno de rojas pinilla tiene que ver con el deterioro de
la libertad de prensa, que culminó en agosto de 1955 cuando se suspendió la publicación del
principal periódico del país: El Tiempo. También utilizó tácticas de mano dura contra sus
opositores, no solo en áreas rurales sino también en las ciudades. El ejemplo de este tipo de
acciones fue: la masacre en la plaza de torors, que tuvo lugar en Bogotá en febrero de 1956,
cuando piqutes de prosélitos rojistas, ofendidos por la negativa de la multitud a gritar vivas
al gobierno tomaron venganza agrediendo a los asistentes. Al menos ocho personas fueron a
asesinadas en el incidente. p.295

No obstante, y pese a toda la violencia, la dictadura de Rojas Pinilla se considera moderada en


términos generales. Demostró, una vez más, que Colombia es poco acogedora para las
dictaduras, por más sangre que se haya derramado en batallas políticas a lo largo de su historia
p.295.
Pese al apoyo que Rojas Pinilla recibió, en primera instancia, de los liberales, luego estos le
dieron la espalda al ver que necesitaban restaurar los procedimientos normales promulgados
en la Constitución, a través de los cuales podría eventualmente recuperar el poder p296.

Incluso los conservadores de los rangos más altos fueron alejándose de Rojas Pinilla. Para ellos
él era un aparecido que había llegado al poder solo por haber sido general de la República. Y
luego de no haber sido capaz de reinstaurar el orden de la sociedad, cosa que querían los
conservadores, ya no era de su agrado p.296.

Además de sus reclamos políticos contra Rojas, los dirigentes de las dos colectividades
desconfiaban de su política socioeconómica, mediante la cual el general buscaba aparecer
como el verdadero defensor de las masas populares frente a los egoístas oligarcas. Por una
parte, esta política implicaba el aumento de impuestos para los ciudadanos más pudientes,
así como la destinación de parte de los beneficios para inversión en programas de bienestar
social. El gobierno emprendió, así mismo, varios proyectos ambiciosos de obras públicas,
que incluyeron la construcción de carreteras, trabajos en el ferrocarril del Atlántico, la
construcción de hoteles turísticos y del aeropuesto el dorado. El alto precio que alcanzó el
café durante la primera parte del régimen ayudó a financiar estos proyectos. Por otra parte,
Rojas Pinilla no tenía reformas estructurales que proponer ni promover y sin duda no fue un
abanderado de la reforma agraria p.297

Uno de los aspectos más controvertidos de la política socioeconómica de Rojas Pinilla fue su
intento de convertir a las organizaciones de trabajadores en uno de los dos principales
puntales de su régimen. Tal como hizo Perón en Argentina. Pero ni la central obrera catolica la
UTC, ni la CTC apoyaron al régimen. Rojas Pinilla se apoyó en otra organización “La
Confederación Nacional de Trabajadores”. La CNT estaba afiliada a una confederación
latinoamericana de trabajadores que operaba bajo la sigla ATLAS y que a su vez era
patrocinada por el régimen peronista. p298.

Rojas Pinilla no intentaba crear en Colombia una copia del régimen de Perón, pero existían
semejanzas y hasta cierto punto el dictador argentino había ejercido influencia en el
colombiano. También se debe tener en cuenta que los trabajadores urbanos colombianos no
estaban tan organizados como los argentinos, y las realidades económicas eran otras. P.298

De fondo el programa de Rojas Pinilla era: olvidar los odios heredados entre liberales y
conservadores y ponerse a trabajar para resolver los problemas básicos del país a través de
una estrecha alianza entre el pueblo, el gobierno y las Fuerzas armadas. Desafortunadamente
las medidas que tomó no siempre etuvieron bien concebidas ni fueron aplicadas
sistemáticamente p.299.

También estuvo envuelto en casos de corrupción, y fue acusado de aprovechar su puesto en


la presidencia para recibir regalos y otros beneficios. . El tráfico de influencias y el dar o
recibir favores especiales por parte de otros miembros del régimen contribuyeron a
imprimirle a éste un tono ligeramente sombrío p.300.

Uno de los puntos débiles de su mandato fue el no poner fin a la violencia. Sin embargo, está
claro que siempre hubo un núcleo pertinaz de guerrilleros que no aceptó la amnistía de Rojas
Pinilla. El presidente mostró rechazo al negociar con guerrillas comunistas y, por el contrario,
con las guerrillas liberales si negociaba. P.300
Una nueva caída del precio del café se sumó a la insatisfacción. Rojas habría podido completar
el periodo de cuatro años para el cual había sido elegido por la Asamblea Constituyente que el
mismo había convocado, pero cuando inició los preparativos para ser elegidos por segunda
vez, sus enemigos políticos Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez organizaron un paro con
sindicales obreras en 1957 e hicieron renunciar a Rojas Pinilla p.301.

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