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Libre Albedrío: Filosofía y Religión

El documento explica el concepto de libre albedrío desde diferentes perspectivas como la filosófica, religiosa y legal. Discute cómo el libre albedrío implica que los humanos pueden elegir entre el bien y el mal, y son responsables por sus decisiones y acciones.
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Libre Albedrío: Filosofía y Religión

El documento explica el concepto de libre albedrío desde diferentes perspectivas como la filosófica, religiosa y legal. Discute cómo el libre albedrío implica que los humanos pueden elegir entre el bien y el mal, y son responsables por sus decisiones y acciones.
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Significado de Libre albedrío

Qué es Libre albedrío:

El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija. Esto
significa que las personas tienen naturalmente libertad para tomar sus propias decisiones, sin
estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones, o a una predeterminación divina.

El libre albedrío significa, en suma, que el ser humano tiene libertad tanto para hacer el bien
como para hacer el mal. Y esto, desde luego, tiene sus implicaciones éticas y morales, pues el
individuo que actúa según su libre albedrío es también responsable de sus acciones, tanto si
cuentan como aciertos o como sus errores.¿Cuál es la diferencia entre predestinación y libre
albedrío?

De allí que el libre albedrío se extienda a otros ámbitos de la vida del ser humano, como la
religión, la filosofía o el derecho.

Libre albedrío en la Biblia

Según la Biblia, Dios dio al hombre la facultad para obrar según desee, independientemente de
si sus decisiones son buenas o malas.

En este sentido, abundan pasajes bíblicos que apuntan a la libertad de los hombres para elegir
el camino que han de tomar: si el correcto, que es —desde el punto de vista de la doctrina
cristiana— el de Dios, o el incorrecto, que significa desviarse de Dios.

De allí esta afirmación hallada en Josué: “Escoged hoy vosotros a quien servir” (XXIV: 15).

Libre albedrío en filosofía

San Agustín de Hipona sostenía que el libre el libre albedrío supone la posibilidad que tiene el
hombre de elegir entre el bien y el mal.

En este sentido, es un concepto aplicado a la libertad del ser humano para obrar bien o mal. No
obstante, él distingue que lo que se considera como libre albedrío es el buen uso de esta
libertad.

Por otro lado, según el determinismo, toda conducta o elección humana tiene su raíz en una
causa, de modo que nuestras decisiones estarían determinadas indefinidamente por todas las
causas que las preexisten, lo cual significaría que no hay elección posible y que el libre albedrío
en realidad no existe.
No obstante, también existe la postura opuesta, esgrimida por los liberales, quienes no
reconocen la tesis de los deterministas y, por lo tanto, afirman que el libre albedrío sí existe.

Libre albedrío en derecho

Según el Derecho Penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los
delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para
decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o
castigo aplicado para dicho delito. Esto, desde luego, en caso de verse frustrada la impunidad.

El libre albedrío es tener la libertad de elegir hacer cualquier cosa que pase por tu conciencia.
La predeterminación es una serie de conductas y principios que rigen el entorno social para
mantener un ''orden''.

¿Qué significa la palabra predestinación?

La predestinación en este sentido toma un significado muy literal: pre- (antes) y destino, en una
manera muy recta que indica que algunos acontecimientos parecen sucederse
encadenadamente.

La Tierra es conocida como el planeta del "libre albedrío". Muchos estarían de acuerdo en que
es nuestro libre albedrío lo que nos convierte en una de las especies más interesantes y
creativas del universo. Pero también es cierto que muchas de las decisiones que pensamos que
son nuestras, son simplemente patrones de trauma y alegría capturados dentro de la mente
mayor. Aunque todo el universo está construido a partir de la mente casada con la intención y
el deseo, hay actores poco comprendidos dentro de la mente que pueden robarnos el
verdadero libre albedrío. ¿Cuáles son estos aspectos de la mente y cómo interactúan con la
mente mayor o superior? ¿Qué partes de nuestra conciencia sirven a la educación y el logro de
nuestra alma superior? ¿Cuáles nos alejan de nuestro destino?

En yoruba, Orí se traduce literalmente como “cabeza”, sin embargo, el significado espiritual de
la palabra Orí es mucho más profundo. Orí es la propia conciencia humana. Es nuestra
conexión directa con Olodumare, la Fuerza Suprema. Conceptualmente, es una parte de
Olodumare en cada uno de nosotros. Orí está estrechamente relacionado con el destino o el
sino que no es otra cosa que la señal o presagio que evoca la idea del destino escrito o
la predestinación.
Entiéndase predestinacion como conocer anticipadamente el destino de una persona o una
situación y poder modificar, influir o cambiar algunos elementos, dándonos la posibilidad de
acercarnos o alinearnos lo más posible anuestrodestino elegido.
La filosofía Yoruba plantea que todas y cada una de las personas que nacen en la Tierra, Ayé,
pasaron por el proceso de elegir su Orí y su Destino antes de viajar de Orun a la Tierra, de Orun
a Ayé. Cada ser humano tiene la tarea personal de seleccionar su propio Orí, su propia y
particular conciencia humana.
El Orisa Obatala es el Orísa responsable de moldear las cabezas humanas y, por lo tanto, la
conciencia humana. Esta labor la hace a mano y según la leyenda estas cabezas las moldea
primero con arcilla. No todos los Orí son iguales, son como las piedras en un río parecen
iguales pero todas tienen pequeñas diferencias. Cada Orí es diferente. Aquel que elija un buen
Orí o un Orí perfecto y un destino, le resultará fácil obtener las cosas buenas de la vida. Les
resultará más fácil tener un hogar tranquilo, un trabajo que realmente disfruten, una buena
relación con su pareja, buenos hijos, etc. además de la riqueza y la salud necesarias para
disfrutarlo todo. Conseguir o hacer uso de las cosas buenas les resultará fácil a aquellos que
elijan un buen Orí. Por otro lado, quien elige un Orí imperfecto experimentará muchas
dificultades en la vida. Descubrirán que las cosas buenas de la vida son difíciles de lograr y que
los tiempos difíciles siempre lo persiguen. Se necesitarán grandes cambios para mejorar las
cosas en estos casos. Potencialmente, pueden cambiar a través de la implementación de
rituales y sacrificios, vehículos para el cambio y la transformación, para reparar o perfeccionar
sus Orí y sus destinos reales, cambiando así sus vidas para mejor.
Ọ̀ rúnmìlà es quien ayuda a reparar o pulir ese Orí cuando este es imperfecto. Utilizando la
palabra imperfecto para denominar el estado contrario de un Orí perfecto y teniendo en
cuenta que al ser todos nosotros seguidores de Ọ̀ rúnmìlà estamos reparando nuestro Orí
contantemente para alinearnos lo más posible a nuestro destino.
Lo siguiente es un extracto de un antiguo Oríki, poema de oración, para Ọ̀ rúnmìlà:
Odudu ti ndu Orí emere
Atun Orí ti ko suhan se
A mo iku
Traducción:
El salvador que ayuda a aquellos que están predestinados a morir jóvenes a vivir mucho.
El que repara a uno con un mal Orí
A través de su conocimiento evitamos la muerte.

De hecho, hay tres partes distintas de nuestro ser interior que son importantes a medida que
profundizamos en el conocimiento y el estudio de Orí.
La primera de las partes de nuestro ser espiritual interior es lo que entendemos como destino.
Cada uno de nosotros antes de venir a la tierra eligió un destino mientras se arrodillaba ante
Olódùmarè.

Este destino que elegimos se llama Orí Alásìwàyé Idá y es lo que la mayoría conoce como el
Òrìsà Orí.
En el cuerpo físico es conocida como la glándula pineal y está ubicada en el epitálamo cerca del
centro del cerebro, entre los dos hemisferios, metida en un surco donde las dos mitades del
tálamo se unen, es como un grano de arroz de 5 a 8 milímetros de tamaño y de color gris
rojizo.
La elección o las elecciones que hacemos en Orun se entrelazan íntimamente y pasan a formar
parte de nuestra constelación interna. Llevamos esta constelación con nosotros en nuestro
viaje a la tierra, como un mapa que se convierte en la energía que nos guía en la vida. Esta guía
se manifiesta a través de sensaciones, emociones, encuentros, sueños, ilusiones, etc.
Orí es es una elección, y a la vez una deidad. Es en esta paradoja que nos damos cuenta de lo
importante que es es el viaje que elegimos, viaje que será guiado por un Òrìsà que se ha
creado de forma particular para cada individuo. Es el Òrìsà más importante en nuestra vida. Es
el que intenta recordarnos todo el tiempo las elecciones que hicimos en Orun para la vida que
vivimos aquí en la tierra. Y el único capaz de crear.
De hecho, el Orí de cada persona es considerado como su Òrìsà personal y es el que más
interesado está en nuestros asuntos personales y nuestras experiencias durante nuestra
estancia en la tierra. Orí pertenece solo al individuo pero a su vez ofrece la posibilidad de
vincularnos entre nosotros.
Volviendo atrás, antes de hacer nuestro viaje a la tierra, tuvimos que elegir una cabeza también
para contener nuestro Orí Alásìwàyé Ídá. Este componente también es parte de nuestro
destino y es el receptáculo de Orí Alásìwàyé Ídá que sería la cabeza física también conocida
como Orí.
La elección de la cabeza se realiza en la casa de Àjàlá esto os lo cuento en otra historia. Como
Orí, estará con nosotros para todo nuestro viaje aquí, afectará o influirá en nuestro destino de
muchas maneras.
Esta primera parte de nuestra constelación interna Orí y Orí Alásìwàyé Ídá son elecciones que
hacemos.
El segundo componente de la trilogía es el ser espiritual Orí Inú. Esta es nuestra cabeza interior
o si se entiende mejor nuestro ser interior. Mientras nuestro destino y nuestra cabeza son
elegidos, Orí Inú no lo es. Esta es la parte de nosotros que guarda toda la sabiduría heredada
de anteriores encarnaciones y se encuentra ubicada a la altura del ombligo. Para desarrollar a
plenitud nuestra vida nuestro Orí Inú debe estar alineado con nuestro Orí Alásìwàyé Ídá
Muchos de nosotros pasamos por nuestra vida no solo buscando el éxito sino también
buscando la felicidad. La búsqueda de la felicidad parece de naturaleza empírica o sea, todo
conocimiento o búsqueda empieza con la experiencia, pero no por eso todo el conocimiento
procede de la experiencia, hay cosas que traemos grabadas y que sólo debemos recordarlas.
Sin embargo, lo que escapa a muchos es la conexión íntima entre felicidad y destino. Si
entendemos un buen destino solo lleno de abundancia y facilidades, fallaríamos en entender la
conexión entre felicidad y destino. Es el viaje lo verdaderamente importante. No hay un fin,
solo hay un viaje, un destino a recorrer, experiencias a vivir. Ya que el final solo puede ser un
lugar entre los antepasados. O sea el final sería el regreso al principio y viceversa.
Lo anterior no implica que no debamos esforzarnos por una vida que tenga lo mejor para
nosotros pero la verdadera felicidad sólo ocurre cuando hay una alineación de nuestros
pensamientos con lo que nuestro Orí nos tiene reservado.
La vida se vuelve sin propósito cuando trabajamos contra nuestro destino, este es el punto
donde demostramos nuestra capacidad de recuperación cuando superamos los problemas que
enfrentamos en el día a día.
Podemos enfrentar la dificultad de la vida volviéndonos hacia adentro, mirando a nuestro Orí.
Cuando desconocemos nuestro destino es cuando la vida parece ser demasiado difícil de vivir.
Uno puede ser pobre y feliz, uno puede ser rico e infeliz. La felicidad no depende de la riqueza,
pero si podemos reconocer la infelicidad cuando vamos en contra de nuestro propio destino u
Orí.
El destino humano puede ser elegido en el cielo, pero luego nuestro cuerpo le da forma con las
decisiones aquí en la tierra. El éxito y la felicidad entonces se pueden medir por nuestra
capacidad de vivir. Como dice el Odu Ogunda Fun, cada uno es como Obatalá le hizo, pero cada
uno será como se haga a sí mismo.
Orùnmìlà es Elerí ìpín – testigo del destino y estaba presente cuando elegimos nuestros
destinos en el cielo. Por eso Orùnmìlà puede guiarnos en cuanto a los deseos de nuestro Orí.
Puede decirnos qué es satisfactorio a nuestro propio destino. Debe entenderse que no solo
debemos buscar el consejo de Ifá a través de un Babaláwo, también debemos realizar el ebo
que se prescribe, aplicar los cambios sugeridos por Orunmila en cuanto a la conducta y el
comportamiento y por último, siempre debemos actuar con buen carácter “lwà” (del cual
hablamos ya en otro entrada). Podemos tener un buen destino y una buena cabeza, pero sin
un buen carácter, todo quedará en nada. Aquellos de nosotros que hemos elegido destinos
difíciles y no hemos elegido las mejores cabezas podemos mejorar la suerte a través de ìwà. De
hecho, es solo actuando con buen carácter y mostrando generosidad a otros que podemos
actualizar o mejorar nuestro propio destino. Si bien esto parece ser lo más fácil de todos
nuestros esfuerzos, muchos de nosotros olvidamos actuar de esa manera. Ser compasivos,
humildes y pacientes puede llevarnos lejos en la vida y es el ingrediente que le da forma a todo
y que nos permitirá estar alineados a nuestro destino.
Y es aquí donde interviene el tercer elemento o lo que complementa esta trilogía. Iponri, que
será quien desarrolle nuestra dinámica de vida en la tierra y está representado en el dedo
gordo del pie izquierdo para las mujeres y en el dedo gordo del pie derecho para los hombres.
Aunque Iponri hace alusión a ambas piernas y a la conexión y los pasos que damos en la tierra.
Dentro de Iponri tenemos a su vez tres conceptos o componentes que son Akunleyan,
Akunlegba y Ayanmó.

Símbolo de la elección libre está siempre asociado con ORI. El destino de un hombre, su éxito o
fracaso en la vida, depende en gran medida del tipo de cabeza que eligió en el cielo.

Los YORUBA consideran el ORI INU como un ORISA, como una divinidad dentro del panteón
YORUBA. Y como el ORI de cada persona es su divinidad personal, se espera que esté más
interesado en sus asuntos personales que el resto de divinidades que se consideran
pertenecientes a cada uno.

Así, el ORI INU puede considerarse como la mayor divinidad de todas. Por esta razón se
propicia el ORI. Casi suena extraño a estas alturas de nuestra práctica de la religión decir que
nuestro cuerpo físico alberga el más poderoso de todos los ORISA, nuestro ORI. Según uno de
los versos en Ogunda Meji, ORUNMILA reunió a todos los ORISA y les preguntó: «TA LO TU
ALASAN BA R’OKUN?» (¿Quién puede acompañar a su devoto en un viaje allende los mares sin
abandonarlo en ningún momento?») Sango, el dios del trueno, y el más intrépido de todas las
divinidades respondió al reto diciendo que él podría ir con sus devotos a cualquier lugar sin
volverse atrás. ORUNMILA mostró a SANGO que ésta no era la respuesta y se puso a discutir
con las otras divinidades diciéndoles que sus respuestas no eran la solución de la parábola. En
su explicación ORUNMILA dijo que sólo ORI, la divinidad personal de cada uno, podría
acompañarles al lugar más lejano de la tierra sin volverse atrás.

«Sólo es el ORI

Quien puede acompañar a su devoto

A cualquier lugar sin volverse atrás

Si tengo dinero
Es a mi ORI a quien alabaré

Mi ORI, es a ti

Si tengo hijos en la tierra

Es a mi ORI a quien alabaré Mi ORI, eres tú

Todas las cosas que tengo en la tierra

Es el ORI a quien alabaré

Mi ORI, es a ti“

A ORUNMILA se le considera ELERI-IPIN (testigo de la elección del hombre de su destino). Se


cree que ORUNMILA estuvo presente cuando cada persona eligió su destino en el cielo. Por
esta razón no le resulta difícil a ORUNMILA, a través del sistema de adivinación IFA, decir a cada
persona aquí en la tierra los deseos de su ORI. Es por esto que los YORUBA creen en la
adivinación IFA como factor importante en la vida de todas las personas.

En general, cuando una persona busca consulta con un sacerdote IFA, lo que está es buscando
información sobre su ORI. IFA, por tanto, es el portavoz del ORI. IFA transmite el mensaje del
ORI y el ORISA al solicitante. El papel de los varios ORISA a los que rendimos culto es ayudar al
ORI a guiar a cada persona en su destino en la vida. Lo que el ORI de una persona deniega, no
puede ser otorgado por otra divinidad.

Otra parte de un verso de OGUNDA MEJI describe al ORI como teniendo mayor importancia
que otras divinidades porque tiene más que ver con los seres humanos. Es la propia divinidad
personal quien intercede por el hombre ante las otras divinidades y sin su concurso éste no
puede conseguir nada. De aquí la afirmación:

«ORI, te saludo

Tú que no olvidas a tus devotos


Que bendices a los devotos más rápidamente

Que otros dioses

Ningún Dios bendice a un hombre

Sin el consentimiento de su ORI“

Hay un proverbio YORUBA que describe la relación del ORI con el destino del hombre:

«El que es sabio

Lo es gracias a su ORI

El que no es sabio

Lo es más que un trozo de ñame

Debido a su ORI.»

La importancia del ORI se encuentra a través de los ODUS y los versos de ODU IFA. La mayor
parte de la prosa relacionada con ORI puede encontrarse en OGUNDA MEJI y OGBE GUNDA.
Sin embargo, no es sorprendente que dentro de cada ODU haya al menos un verso que se
refiera al ORI de una u otra manera.

Hay mitos que destacan la importancia del proceso de selección del ORI en el cielo. Estos
atribuyen a la selección del ORI el éxito o fracaso de cada individuo en la tierra. Hay otras
historias que sugieren rotundamente que el éxito en la vida también depende en gran parte del
buen uso por parte del individuo de su habilidad para realizar lo que ya ha sido predestinado
para él en el cielo por la elección de un buen ORI.

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