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Trentren o Tenten Vilu

La mitología mapuche cuenta la historia de las poderosas serpientes Trentren y Caicai, hijos de los espíritus Antu y Peripillán. Caicai provocó una inundación al enojarse con la ingratitud de los hombres hacia el mar, pero Trentren salvó a varias criaturas. Esto llevó a una batalla entre las serpientes que cambió la geografía del sur de Chile, creando numerosas islas y canales. Agotadas, las serpientes se durmieron, pero de vez en cuando se remueven en su sue

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Margot Gonzalez
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Trentren o Tenten Vilu

La mitología mapuche cuenta la historia de las poderosas serpientes Trentren y Caicai, hijos de los espíritus Antu y Peripillán. Caicai provocó una inundación al enojarse con la ingratitud de los hombres hacia el mar, pero Trentren salvó a varias criaturas. Esto llevó a una batalla entre las serpientes que cambió la geografía del sur de Chile, creando numerosas islas y canales. Agotadas, las serpientes se durmieron, pero de vez en cuando se remueven en su sue

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Trentren o Tenten Vilu 

(Serpiente terrestre) y Caicai Vilu (Serpiente marina) Son dos colosales y poderosas serpientes que tienen las habilidades de provocar
terremotos y erupciones volcánicas (Trentren) y Tsunamis e inundaciones (Caicai)

Según la mitología mapuche ambas serpientes son hijos de los pillanes más poderosos: Caicai siendo hijo de Peripillán y Trentren de Antu. Mientras que
Peripillán instruyó a Caicai a cuidar del mar y a los Ngen-ko (espíritus de las aguas), Antu ordenó a Trentren de cuidar la tierra y los Ngen (espíritus de la
naturaleza).

La leyenda dicta que un día Caicai despertó de su sueño y, al ver lo desagradecidos que eran los hombres con el mar que tanto recursos les daba, desató su furia
y usó su cola para provocar tsunamis e inundar la tierra como castigo. Trentren sin embargó salió en auxilio de las criaturas terrestres y salvó a los que pudo en
su lomo para depositárlos en los cerros, a los que no pudo salvar los convirtió en aves, peces y mamíferos marinos y los ahogados en sumpall. Caicai por su parte
no se detuvo y subió aún más las aguas, a lo que Trentren respondió elevando aún más los cerros.

Al ver este desafío, Caicai atacó a Trentren, comenzando así una titanica batalla que se extendió por mucho tiempo hasta que finalmente se quedaron sin fuerzas.

Al finalizar la batalla, la geografía había cambiado dando por resultado las numerosas islas y canales del sur de Chile.

Agotado y derrotado, Caicai volvió a dormir dejando como gobernante de los mares a Millalobo. Por su parte Trentren también se fue a dormir.

Sin embargo con el paso del tiempo los hombres volvieron a ser desagradecidos, provocando también el disgusto de Trentren, quien de vez en cuando se
remueve en su sueño provocando terremotos y erupciones, mientras que Caicai al mover su cola provoca los tsunamis.

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