El tiempo del Nacimiento
Gálatas 4:4 / Isaías 7:14
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley”.
INTRO:
La navidad ha venido a ser un tema controversial
últimamente. Podemos hablar al respecto en otra
ocasión.
Pero el nacimiento de Cristo Jesús es un hecho
histórico que no puede refutarse. Y en el
nacimiento de Cristo nos centraremos.
Estoy convencido que el nacimiento de Cristo
tiene un mensaje de esperanza, amor, fe y gozo
que merece ser compartido.
Hablemos de esperanza. Leamos Gálatas 4:4 e
Isaías 7:14
Contexto literario/histórico de Isaías 7
El anuncio del nacimiento de Cristo se dio como
una profecía en medio de un tiempo incierto en el
pueblo de Judá.
El pueblo de Dios se había dividido en 2 reinos,
llamados el reino de Sur, que era Judá, y el reino
del norte, que se llamaba Israel.
El reino del norte se había aliado con Siria y
vinieron contra su hermano Judá para combatirla.
El pueblo de Judá se estremeció de temor, pero
Dios mandó una palabra de consuelo y paz. Siria
e Israel dejarían de existir como pueblos. Eso se
cumplió un par de años más tarde, como fue la
profecía (vs16).
El profeta Isaías dijo las siguientes palabras:
“14 Por tanto, el mismo Señor les dará la señal: He aquí que
la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel. 15 Él comerá leche cuajada y miel, hasta que sepa
desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Ciertamente, antes
de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la
tierra de los dos reyes a quienes tienes miedo será
abandonada”.
Y esta profecía tenía doble cumplimiento.
• El cumplimiento inmediato: Samaria y Siria
fueron destruidos como naciones por Asiria,
otra nación más poderosa, al nacer el hijo del
profeta Isaías.
• El cumplimiento postergado, en el nacimiento
de Cristo, el Hijo de Dios, como fue entendido
por Mateo 1,23 y Lucas 1,31ss.
Si algo debemos resaltar en esta época de
navidad (más que una tradición) es que Dios vino
a vivir entre los seres humanos para mostrarles
su amor y darles esperanza y salvación.
Isaías declara: ”Y llamarás su nombre Emanuel”,
que Mateo nos traduce como “Dios con nosotros”.
Juan escribe magistralmente este evento en el
evangelio, capítulo 1:1-14
Cuando dice que el “Verbo fue hecho carne”, está
diciendo que Dios vino a estar con nosotros…
Primera gran verdad que debemos
recordar en ésta época de navidad: Dios está
con nosotros.
Ya sea que estés enfrentando situaciones que te
preocupan, o que te atemorizan, Dios está
contigo.
«Así que no temas, porque yo estoy contigo; no
te angusties, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi
diestra victoriosa.»
(Isaías 41:10).
Y no solo Dios está con nosotros, pero mira,
tienes una familia en la fe que te rodea, que te
apoya con sus oraciones, con sus recursos si
fuera necesario, con sus consejos y su amor
desinteresado.
Segunda gran verdad que se deriva de estos
textos: Dios nunca llega tarde.
Gálatas 4:4 dice “pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo” y Eclesiastés 3:1
también dice: “todo tiene su tiempo”.
Cuántos de nosotros, cuando estamos en medio
del fuego de la prueba, tenemos la impresión que
Dios se está tardando en respondernos, en
rescatarnos.
No eres el único que se ha sentido, o se siente
así.
David, el salmista, llegó a sentirse de esa
manera, según el Salmo 13:1ss
«¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para
siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de
mí? 2 ¿Hasta cuándo tendré conflicto
en mi alma y todo el día angustia en mi
corazón?»
El Padre Perfecto siempre está dispuesto a oir las
quejas de sus hijos
Salmo 142:1ss también dice
«Con mi voz clamo al SEÑOR; con mi voz pido al
SEÑOR misericordia. 2 Delante de él derramo mi
*lamento; delante de él expreso mi angustia.»
RVR2015. *RV60 dice “queja”.
Hey! Se vale quejarse delante del Señor. Es parte
de nuestro clamor ante él.
Pero cerremos el círculo. En el Salmo 142:5, el
salmista llega a decir: «A ti clamo, oh SEÑOR.
Digo: “Tú eres mi refugio y mi porción en la tierra
de los vivientes”.»
Estas palabras suenan a las que el apóstol Pablo
llegó a escuchar y hacer suyas cuando clamaba
ante el Señor, que le quitara ese “aguijón en la
carne”, ese “mensajero de satanás” que lo
molestaba: 2 Corintios 12:
«8 En cuanto a esto, tres veces he rogado al
Señor que lo quite de mí 9 y me ha dicho:
“Bástate mi gracia, porque mi poder se
perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena
gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que habite en mí el poder de Cristo.»
CONCLUSION
Venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a
su hijo… Emanuel, Dios con nosotros.
¿Qué te angustia? ¿Cuál es tu clamor ante el
Señor? Te invito a dejarlo todo en sus manos.
El nacimiento de Jesús debe recordarnos que en
Él tenemos esperanza. Que él siempre está
cerca. Que Él está con nosotros.
Altar abierto.