Revista Chagual 10
Revista Chagual 10
Diciembre 2012
10
Año X, número 10
Diciembre de 2012
Directora
Antonia Echenique Celis
Foto portada:
Editores Odontoglossum crinitum Rch.b.f
M. Victoria Legassa Classen y Andrés Moreira-Muñoz (Sergio Elórtegui Francioli)
Editor invitado
Sergio Elórtegui Francioli
Edición de estilo
Carolina Teillier Arredondo
Diseño y diagramación
Gabriel Valdés Echenique & Alejandra Norambuena Montiglio
Impresión
Andros Impresores
Santa Elena 1955, Santiago, Chile
www.chagual.cl
Conte nidos
EDITORIAL
Año X, número 10 / Antonia Echenique 3
Diciembre 2012
ACTUALIDAD
Jardines botánicos y conciencia medioambiental
10
/ Thomas Heyd 4
INTERNACIONAL
El Orquideario del Jardín Botánico de Quito
/ Sergio Elórtegui Francioli 17
GÉNEROS CHILENOS
Estado del conocimiento de las orquídeas chilenas
/ Patricio Novoa 24
DIVERSIDAD
Orquídeas del valle de Angol y la cordillera de Nahuelbuta
/ Christian Romero, Cristian Atala Bianchi & Guillermo Pereira Cancino 28
CONSERVACIÓN
Orquídeas, la efímera belleza de Torres del Paine
Proyecto “Las orquídeas del Parque Nacional Torres del Paine:
monitoreo y ecoturismo para la conservación de la biodiversidad”
/ Osvaldo J.Vidal, Viviana Bauk & Marcela Vásquez 32
EDUCACIÓN
Estudio fenológico de Bipinnula fimbriata en Dunas de Concón
(litoral de Chile central): Aportes científicos de la escuela para la puesta
en valor de un santuario de la naturaleza
/ Genoveva Medel Bravo, Maddalena Muzio Vitali & Bruce Swain Harrison 35
FLORICULTURA
Mejoramiento genético de orquídeas chilenas
Protocolo de micropropagación de Gavilea glandulifera
/ Ximena Calderón Baltierra 40
MICRODIVERSIDAD
Musgos, hepáticas y antocerotas:
un mundo de aplicaciones por conocer y conservar
/ Jorge Cuvertino-Santoni, Eduardo Olate & Gloria Montenegro 61
PROPAGACIÓN
Efecto de la temperatura de cultivo sobre la germinación de mericarpos
y semillas de Tarasa umbellata
/ Ángel Cabello & Daniela Suazo 69
LIBROS
Recomendados por la revista Chagual 78
Editorial
E n una perspectiva anual, durante este año 2012 el Jardín Botánico concentró parte de su esfuerzo en el desarrollo
y la consolidación de uno de sus tres objetivos estratégicos: la educación medioambiental y el conocimiento del
patrimonio vegetal de la zona central de Chile.
Trabajamos sistemáticamente con niños de colegios de la Región Metropolitana, en especial con colegios con certifica-
ción ambiental, SNCAE (Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales), establecimien-
tos que han sido evaluados por estándares ambientales en su currículum pedagógico, gestión y relaciones con el entorno.
Junto con la Fundación Sendero de Chile, aunando esfuerzos, capacidades y experiencias en el ámbito educacional
y medioambiental, desarrollamos un interesante programa de visitas guiadas que se caracterizaron por su naturaleza
lúdico-pedagógica, aplicada a estudiantes de la educación básica. Todo ello con el fin de sensibilizar a estas nuevas
generaciones sobre la importancia de ir desplegando una cultura para la sustentabilidad, la promoción de valores y la
conservación del medioambiente; y sobre todo para aprender a apreciar nuestro patrimonio natural mediante el cono-
cimiento empírico de las especies —sus nombres, sus formas y hábitos—, así como también para la familiarización con
sistemas simples de propagación de algunas especies nativas.
Al finalizar estas actividades nos propusimos que esta rica experiencia pedagógica se profundizara y sistematizara
durante el próximo año, y dimos a conocer esta voluntad de acción a esferas gubernamentales como el Ministerio de
Medioambiente.
En este contexto, visitaron el Jardín Botánico por primera vez tanto la ministra del Ministerio de Medioambiente,
Ignacia Benítez, como el subsecretario Ricardo Yrarrázabal, quienes con mucho interés conocieron in situ el quehacer
de la institución. Percibimos una genuina actitud de colaboración en el desarrollo de este proyecto, especialmente en
el área de manejo y propagación de especies vulnerables que forman parte de las colecciones del Jardín Botánico; e
igualmente, en el conocimiento que se deriva de la actividad investigativa que se realiza en el laboratorio, y que estará
a disposición de la ciudadanía a través de un renovado sitio web institucional.
Otro aspecto destacable en el quehacer del Jardín Botánico es la colaboración con la población escolar y docente
más allá de su propia área, pues se incorporaron a actividades lúdicas y medioambientales otras comunas de la Región
Metropolitana, como Maipú y áreas aledañas (Quebrada de la Plata). Para el Jardín Botánico, la difusión de los valores
medioambientales y el conocimiento del patrimonio natural más allá de sus fronteras es un reto necesario y de gran
potencial, que además promueve un cambio de actitud en niños demasiado acostumbrados a ambientes urbanos y muy
alejados del ámbito natural. Sin duda, esto enriquece la calidad de vida de los santiaguinos.
Todo ello augura, por primera vez, un interés de parte de instituciones de Gobierno relacionadas con nuestros
quehaceres, en pro del desarrollo de nuestra misión y del proyecto mismo en un mediano plazo.
Thomas Heyd
Departamento de Filosofía
Universidad de Victoria, Canadá
heydt@uvic.ca
1
Traducción de Marta Tafalla. Revisión de Carmen Rodríguez Cameselle.
2
Véase <http://www.jbotanicmarimurtra.org/>.
3
Véase <http://www.strybing.org/>.
4
En ese sentido comparten algo de las tensiones ontológicas que también se hallan, por ejemplo, en paisajes restaurados y en jardines
japoneses (véase Heyd 2002). El profesor Frank Felsenstein, de la Ball State University, señala que el “gabinete de curiosidades”, que “era
muy popular entre literatos y científicos en los siglos XVII y XVIII”, también podría “ser descrito como ‘artificios que no son artificiales’”
(carta de Frank Felsenstein a Thomas Heyd, 19 de mayo de 2005).
J a r d i n e s b otá n i co s y co n c i e n c i a m e d i oa m b i e n ta l • H e y d 5
Estas características desconcertantes nos conducen de la palabra para definirlo como un espacio cerrado o
a cuestionarnos qué es un jardín botánico, qué funciones vallado.6 Sin embargo, dado que existen muchos jardines
cumple y cuál es su significado en nuestras sociedades. A que no cumplen de manera clara con el requisito de
continuación comienzo por intentar responder qué es un estar cerrados, es necesario buscar otros criterios, como
jardín y qué distingue a un jardín botánico del resto de por ejemplo que el jardín es un espacio diseñado, o que
jardines; posteriormente propongo considerar los jardines contiene plantas vivas, o que se encuentra al aire libre.7
botánicos desde tres perspectivas distintas; y concluyo con No obstante, la facilidad con que pueden encontrarse
una discusión sobre las maneras en que los jardines botá- contraejemplos para cada una de estas propuestas plantea
nicos pueden contribuir a hacernos ver las plantas como la duda de que realmente sea posible hallar una definición.
sujetos, y no como simples objetos. Así que, finalmente, uno acaba por aceptar aquella con-
cepción inspirada en la teoría de los juegos de lenguaje
de Wittgenstein, según la cual un jardín debería tener
algunas de las características claves, pero sin que ninguna
Jardines y jardines botánicos de ellas sea necesaria ni suficiente.8 De esta manera, po-
demos definir los jardines como un tipo de espacio que
puede estar delimitado de maneras más o menos explícitas,
En qué consiste un jardín en tanto que jardín es una cues- puede tener plantas pero no es necesario que las tenga, puede
tión debatida.5 A menudo se recurre al origen etimológico estar explícitamente diseñado pero también puede haberse
5
Según la Gran Enciclopèdia Catalana (1988), el jardín es “Espacio de terreno delimitado, ordenado y plantado con plantas ornamentales
(a diferencia del jardín agrícola, que tiene plantas productivas) que se destina a esparcimiento de los usuarios de una vivienda (jardín
privado) o de todo el vecindario (jardín público)” (traducción del catalán por Carmen Rodríguez Cameselle).
6
Véase Van Erp-Houtepen 1986.
7
Véase, por ejemplo, Miller 1993, cap. 1; Ross 1988, cap. 2; y Hunt 1998. Véase también Leddy 1988. Igualmente, resulta de interés
Turner 2005 (debo esta sugerencia a Beverly Brown).
8
Ross (1993) argumenta de manera similar.
6 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 4 -16 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
9
Qué características son consideradas “clave” depende de las particularidades culturales de la sociedad que está implicada en la creación
de ese espacio en cuestión, así como de los propósitos de quienes están discutiendo el concepto. Dicho de manera breve, definir qué
cuenta y qué no cuenta como jardín depende de manera contundente de factores de interpretación.
10
Debo esta observación a John D. Ambrose (carta de John D. Ambrose a Thomas Heyd, 26 de mayo de 2005). Véanse también Pollan 1992.
11
Véase también el apéndice con una definición proveniente del PROA temática, Gran Enciclopèdia Catalana.
12
New Royal Horticultural Society Dictionary of Gardening 1992: 375, que cita Botanic Gardens Conservation Secretariat, Botanic Gardens
Conservation Strategy (International Union for the Conservation of Nature (IUCN) Botanic Gardens Conservation Secretariat, 1989).
Como señala Ambrose, la documentación sobre las colecciones de plantas en los jardines botánicos incluye información sobre la pro-
cedencia de los especímenes salvajes, la verificación de su identidad, cómo sobreviven los inviernos duros, etcétera. Estas características
ofrecen una importante “diferencia básica respecto a los jardines de muestra” de diseño (carta).
13
Hargrove argumenta que la introducción de especies exóticas en los jardines europeos obligó “a los entusiastas de la jardinería a aceptar
un nuevo estándar de belleza más salvaje” (1989: 83).
J a r d i n e s b otá n i co s y co n c i e n c i a m e d i oa m b i e n ta l • H e y d 7
Pero los jardines botánicos actuales tienen también mundo natural. A continuación hago una introducción
entre sus predecesores otras variedades de jardines que se más amplia de estas tres perspectivas.
desarrollaron posteriormente. Por ejemplo, se hacían jar-
dines en los que se reunía una gran diversidad de plantas
exóticas, y se mantenían como un almacén viviente, pen-
sados para abastecer a los poderes coloniales en expansión, Tres perspectivas
especialmente Gran Bretaña, de plantas productivas (como
el cacao o el té) para diseminarlas por los territorios que
habían ocupado por todo el mundo.14 Algunos jardines con a) Los jardines botánicos como exposiciones recreativas
plantas “exóticas” como los limoneros, instalados en puntos
cruciales (como el extremo más meridional de Sudáfrica) En la cultura europea, los jardines botánicos han desarrollado
jugaron un papel extremadamente importante al proteger una importante función recreativa; y lo han hecho de mane-
a los marinos británicos de los estragos del escorbuto. Aún ras muy diversas, incluso como fuente de inspiración para
más, tal como menciona Loren Russell, “muchos de los la poesía.18 Actualmente, debido al crecimiento urbanístico
grandes jardines botánicos actuales son descendientes direc- y la consecuente reducción de espacios naturales vírgenes,
tos de propiedades privadas, cuyas colecciones [resultaron ha ido ganando en popularidad, tanto entre el público en
de] una combinación de codicia (o consumo conspicuo) general como entre algunos expertos en jardinería, la idea de
y entusiasmo por la historia natural. [Eran] equivalentes a que las colecciones de plantas de los jardines botánicos sean
los ‘gabinetes’ de historia natural, que luego darían lugar consideradas como exposiciones con una función recreativa.
a los museos de historia natural”.15 Ya en 1956 se argumentaba en la American Journal
Eventualmente, algunos jardines que contenían of Botany que, debido a la pérdida de importancia de los
grandes colecciones de plantas se convirtieron en insta- jardines botánicos desde un punto de vista puramente
laciones de investigación asociadas a universidades. Sin científico, esos lugares deberían ser promovidos para que
embargo, con el giro hacia una investigación cada vez contribuyeran al bienestar humano por otras vías, inclusive
más dependiente de técnicas de laboratorio, mantener como “instalaciones […] para un recreo pasivo, educativo,
colecciones de plantas vivas se fue haciendo relativamente cultural y meditativo” (Seibert 1956: 738). La idea de que
irrelevante para la investigación botánica,16 con la conse- los jardines botánicos obedecen a propósitos recreativos
cuencia de que en muchos lugares los jardines botánicos encontró eco un año después en la misma revista, en un
vieron muy reducidas sus fuentes de financiación. 17 artículo que lamentaba que no se estaba haciendo lo su-
Recientemente ha tenido lugar un renacimiento de los ficiente para llegar al público. La sugerencia del autor era
jardines botánicos de dos maneras independientes: por desarrollar un programa de cursos para un público amplio,
una parte, como espacios de recreo, y por otra, para la abordando temas que iban desde técnicas de horticultura
conservación de especies en peligro de extinción. Aunque hasta el reconocimiento de especies de plantas, haciendo
los jardines botánicos pueden cumplir mejor o peor con así “la botánica socialmente útil y ampliamente interesante”
tales funciones, yo propongo un tercer tipo de función (Avery 1957: 271).
para estos espacios, la función de ser modelos para una Algunos directores de jardines llegan a defender la idea
relación de colaboración entre los seres humanos y el de “abrir las puertas de los jardines” no solo a los jardineros y
14
Véanse Drayton 2000 y Brockway 1979; pero véase Endersby 2000 para otras motivaciones de la creación de jardines botánicos. Véase
también Maldonado Polo 2000.
15
Carta de Loren Russell a Thomas Heyd, 24 de mayo de 2005.
16
Russell (carta) cree, sin embargo, que “es correcto decir que la investigación actual es MÁS dependiente del material vivo de lo que
lo fue en el pasado [cuando muchos de los trabajos publicados se basaban en herbarios de materiales secos]. No obstante, la investi-
gación actual es a menudo muy corta de miras, de manera que se adquieren o se cultivan materiales vivos para un proyecto y cuando
este finaliza se los elimina. La mayor facilidad para viajar ha hecho parecer ineficaz conservar materiales para investigaciones futuras. La
teoría es que cuando uno necesita algo simplemente sale al campo […]. En el pasado, la conservación de colecciones vivas se justificaba
más bien por un propósito educativo, especialmente en el nivel del estudio para la licenciatura. Además, normalmente solo requería
trabajadores baratos y poca inversión. Todo esto ha cambiado, y hoy es más difícil encontrar financiación”.
17
Hill (1915) contiene un relato de principios del siglo XX sobre la historia y las funciones atribuidas a los jardines botánicos. Para una
valoración más reciente véase O’Malley 1992.
18
Por ejemplo, véase Hassler 1973, cap. 2. Véase también Sterns 2002.
8 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 4 -16 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
Figura 3. Invernadero “Casa de las Palmeras” del Kew Gardens Londres © S. Elórtegui.
a los aficionados con intereses científicos, sino a una clientela tan alejada de su concepción original como re-creaciones
interesada en que allí haya “tiendas de regalos, puestos con del edén. En tanto que tales, sus colecciones de plantas eran
venta de comidas, celebraciones de boda, servicios funerarios, valoradas por razones externas, de inspiración religiosa: la
fiestas corporativas, programas infantiles y giras en autobu- reconstrucción del paraíso. Por supuesto, hay significativas
ses turísticos […]” (Robinson 1996: 20). Este enfoque se diferencias de actitud cuando pasamos de concebir los
defiende, en parte, porque se percibe la necesidad de atraer jardines botánicos como espacios diseñados para la recu-
a grandes cantidades de visitantes para cuadrar las cuentas peración completa de la flora edénica (prelapsariana),21 a
de los jardines, pero también, supuestamente, con el fin de percibirlos como enciclopedias botánicas vivas, o como
“dar relevancia” a los jardines botánicos. La consecuencia exposiciones con la función de entretener en parques
final de estas tendencias, dado el potencial inherente de temáticos calidoscópicos; y sin embargo, estos enfoques
tales jardines como atracciones turísticas, sería asimilarlos a comparten una misma concepción de esos espacios como
parques temáticos.19 Para bien o para mal, estas perspectivas códigos, archivos o museos vivientes.
reflejan la tendencia creciente, desde principios del siglo XX, El tema subyacente en tales enfoques de los jardines
a integrar todos los bienes (incluidos los bienes culturales) botánicos es que algunos seres humanos, en algún momento,
en una red global de consumo.20 recolectaron diversas especies exóticas y locales, las sacaron
Lo que resulta interesante es que la idea de que los de sus entornos salvajes y las introdujeron en espacios dise-
jardines botánicos pueden cumplir funciones recreativas, ñados para la exposición, y ahora los descendientes de esos
e incluso convertirse en parques temáticos, quizás no está especímenes se muestran a públicos académicos y legos como
19
Los jardines botánicos se diferencian claramente de los parques temáticos, como el paradigmático Disneylandia, que simulan el mundo
real con materiales falsos, pero tienen parecido en cuanto a su pretensión de entretener. Para una discusión sobre parques temáticos
tales como Disneylandia, véase Eco 1986; para una discusión sobre los términos simulacro y simulación, véase Baudrillard 1988. Baudri-
llard argumenta que nuestro mundo contemporáneo se está convirtiendo en gran medida en algo similar a un parque temático. Veáse
también Heyd 2000.
20
Russell (carta) menciona que “existe otro propósito para reunir plantas extrañas: la introducción comercial de plantas ornamentales [o
a veces incluso comestibles]”.
21
Es decir, la flora completa que suponemos existía en el Jardín del Edén antes de “la Caída” de la humanidad en el pecado.
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“exposiciones” de formas naturales útiles de algún modo, humanos, consiste en concebir los jardines botánicos como
o desde el punto de vista de la religión (reconstituyendo refugios de los estragos producidos por las actividades y la
el paraíso edénico), o para completar la historia natural, falta de escrúpulos del ser humano, que está diezmando
o para funciones recreativas o de entretenimiento. Desde la biodiversidad vegetal a una velocidad cada vez más
esos puntos de vista, la relación entre los seres humanos y alarmante. Sin embargo, el papel que puedan representar
las plantas que tiene lugar en los jardines es una relación de los jardines botánicos en la conservación de especies de
un sujeto con sus posesiones, es decir, de sujeto con objeto. plantas es un tema en discusión. Algunos argumentan
que la preservación de la diversidad genética solo es posi-
ble in situ, y que la preservación ex situ carece de sentido
b) Los jardines botánicos como lugares para la conservación por dos razones: 1) por la pérdida de diversidad genética
de plantas que se produce en la población relativamente reducida de
un jardín botánico, y 2) porque tal preservación resulta
La reducción de espacios naturales, en tanto que implica la inútil si el hábitat del que se ha extraído la planta ha sido
eliminación de los hábitats de especies salvajes, ha llevado a destruido.23 Otros, en cambio, aceptan que los jardines
proponer que los jardines botánicos podrían servir para la botánicos deberían ser partícipes activos en una estrategia
conservación ex situ de plantas.22 Esta segunda perspectiva, integral para la conservación de las plantas, pero intentan
claramente menos centrada en los intereses puramente reorientar la gestión de esos lugares.24
22
Tal como proponen la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y la Organización Mundial de Conservación
(WWF) en su Botanic Gardens Conservation Strategy.
23
Según el profesor Melzheimer (1996). Véase también Folsom 1996. Folsom se plantea si la conservación con el fin de la reintroducción
es una meta realista y éticamente defendible; también plantea preocupaciones éticas acerca de coleccionar plantas en general y espe-
cíficamente plantas de otros países.
24
Véase Maunder et al. 2001. John D. Ambrose señala que “una tercera concepción razonable es que ex situ solo debe ser vista como una meta
a corto plazo, en el contexto de la empresa mucho mayor que es restaurar los hábitats y devolver las especies en cuestión a la naturaleza
[…]. Si las plantas no regresan a la naturaleza, entonces son esencialmente ‘muertos vivientes’” (carta). Véase también Ambrose 1991.
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La estratégica inclusión de los jardines botánicos en los jardines botánicos, y podría abarcar desde una actitud
los planes para la conservación de la naturaleza de la IUCN que concibe las plantas como meros objetos, hasta otra que
(IUCN & WWF 1989) encaja bien con la idea, ya mencio- las trata como sujetos de pleno derecho.
nada, de re-crear en ciertos lugares la diversidad de especies
que, supuestamente, una vez poblaron el Jardín del Edén.
Ahora estarían reunidas y conservadas en lugares definidos, c) Los jardines botánicos como lugares de interacción entre
bajo la mirada protectora de sus guardianes humanos (los humanos y plantas
jardineros). Desde esta perspectiva, los jardines botánicos
funcionan como reservas de biodiversidad. Visto así, la Prosiguiendo con la gradación que sugerimos anterior-
relación que tiene lugar en los jardines entre seres humanos mente, podemos considerar una tercera perspectiva desde
y plantas es una relación entre sujetos, en tanto que tutores la que concebir los jardines botánicos. Si tomamos una
(stewards) y sus tutelados; es decir, esta relación podría de- perspectiva que lleva lo más lejos posible la noción de
nominarse como tutela (stewardship). Concebir los jardines que las plantas podrían ser sujetos,25 ¿cómo entendere-
botánicos como reservas de biodiversidad significa que las mos entonces la relación entre seres humanos y plantas
plantas preservadas en ellos se guardan para algún propó- en un jardín botánico? Ciertamente, no podemos dejar
sito, aunque indefinido. ¿Cuál podría ser este propósito? de vernos a nosotros mismos como sujetos, pero no
¿Regeneración de especies ex situ? ¿Exposición museística necesariamente tenemos que tratar a los no-humanos
para generaciones futuras? ¿O preservación como un fin como meros objetos. Existe la posibilidad de concebir a
en sí mismo? Todavía no resulta del todo claro cuál es la los otros, sean seres humanos o seres no-humanos, como
actitud hacia las plantas que representa esta concepción de compañeros, con los que poder relacionarse de forma
Pollan (2001) presenta una forma interesante de pensar en las plantas como sujetos. Katz (1997) ofrece una discusión sobre la naturaleza
25
cooperativa o colaboradora.26 De hecho, los jardines en Podría objetarse que los jardines no dependen necesa-
general han sido a veces descritos como tentativas de riamente de la cooperación con las plantas, ya que algunos
colaboración entre “naturaleza” y “cultura.”27 John Dixon de ellos, como los jardines japoneses secos, no contienen
Hunt, por ejemplo, habla del jardín como de un “lugar planta alguna. Los jardines botánicos, sin embargo, son
de conflicto o diálogo”, donde “lo más importante (de distintos en este aspecto, porque poseen un claro compro-
esos conflictos y diálogos) es que tienen cabida ambas, miso con su contenido botánico, es decir, con sus plantas.
naturaleza y cultura” (1998: 272). Donald Crawford ha Además, en contraste con otros jardines, por ejemplo los
elaborado, además, la noción de una relación dialéctica que incluyen topiarios, los jardines botánicos son espe-
en el contexto de naturaleza y arte, que podría aplicarse ciales porque presentan las especies botánicas como tales,
a los jardines.28 permitiendo una expresión más libre de la espontaneidad
Según Crawford, “En una relación dialéctica, los natural de su material: las plantas. (Esto resulta particu-
dos términos de la relación designan fuerzas en conflicto. larmente evidente en los invernaderos, donde el bienestar
Es común […] aplicar esta relación a casos en los que la de las plantas es claramente prioritario al bienestar de los
interacción conflictiva da lugar a un tercer objeto” (1983: seres humanos).31 En los términos de Crawford se podría
49).29 Normalmente, los seres humanos intentan tener bajo decir que (idealmente) en los jardines botánicos “se alcanza
su control las plantas de sus jardines, procurando eliminar una dialéctica de naturaleza y arte a través de una síntesis
ciertas especies, consideradas malas hierbas, y apoyan el de fuerzas opuestas, la artificial y la natural, pero sin que
crecimiento de otras, consideradas útiles o decorativas. Así, lo natural ni lo artificial pierdan su identidad como tales”
los jardines, en tanto que espacios híbridos surgidos de la (Crawfrod 1983: 57, cursivas mías).
interacción entre seres humanos y plantas, pueden ser vistos Así, mi propuesta es que los jardines botánicos, en
como el producto de fuerzas (relativamente) en conflicto, en tanto que son sitios creados para presentar las plantas como
la medida en que los seres humanos intentan imponer sus tales, pueden ser concebidos como lugares que explícita-
objetivos sobre las (más o menos resistentes) plantas que pue- mente ofrecen la posibilidad de una colaboración entre
blan un jardín. Sin embargo, hay diferencias entre diversos arte humano y espontaneidad natural. Desde esta tercera
jardines —igual que en los demás objetos manipulados por perspectiva, los jardines botánicos constituyen lugares
los humanos— en cuanto al grado en que se les permite la especialmente adecuados para reflexionar sobre la relación
libre expresión de sus características o rasgos específicos a sus entre los seres humanos y la naturaleza de las plantas;
‘materiales’ (las plantas). La colaboración, en cualquier caso, son sitios en los que los humanos y los no humanos son
ha de ser preponderante en la relación entre seres humanos y concebidos como sujetos que interactúan.32 En términos
plantas, porque esas colectividades que son los jardines solo aristotélicos, se podría decir que en los jardines botánicos
pueden existir si los jardineros trabajan con, y no en contra los seres humanos proporcionan (algunas de) las condicio-
de, la naturaleza de las plantas que las constituyen.30 nes medioambientales, que serían las “causas eficientes”,
26
Véase también Passmore (1974), especialmente el capítulo 2, donde discute una tradición en el pensamiento europeo que postula
la posibilidad de la “cooperación [humana] con la naturaleza”, perseguida para el bien conjunto de los seres humanos y la naturaleza
no humana. Passmore señala que “‘desarrollar’ la tierra, en este sentido de atender a la relación del ser humano con la naturaleza, es
actualizar sus potencialidades, dar a luz a lo que podía ser, y de este modo perfeccionarla” (1974: 32). En el capítulo 2 hace además un
balance histórico de la idea de cooperación con la naturaleza, señalando sus orígenes pelágicos, y se refiere a su posterior desarrollo
en los tiempos mod ernos por J. G. Fichte, P. Teilhard de Chardin y Herbert Marcuse.
27
Mi concepción es que la naturaleza debe ser contrastada con los objetos artificiales creados por el ser humano, más que con la cultura,
pero no puedo extenderme ahora sobre ello (véase Heyd 2005b). Véanse también Pollan 1992 y Ambrose & Kock 1993.
28
Las relaciones dialécticas generan soluciones nuevas, y posiblemente interesantes, a partir de la oposición de elementos contradictorios.
Por ejemplo, la simultánea necesidad de proteger los propios intereses, por una parte, y el deseo de unas buenas relaciones de vecindad,
por otra, pueden generar el impulso de aceptar compromisos que no habrían existido de otra manera.
29
Estoy en deuda con Tom Leddy por llamar mi atención sobre el artículo de Crawford como un punto de referencia para este texto.
30
Miller (1998: 279), advierte, sin embargo, que el término colaboración “solo resulta apropiado para el jardín si uno reconoce que implica
una respuesta o una interacción de un tipo muy distinto que la que se da entre colaboradores humanos”, debido a que las fuerzas
naturales que operan en el jardín carecen de intención y de juicio.
31
Véase, por ejemplo, Wright (2003), quien nos recuerda que “en un invernadero, las necesidades de las plantas tienen prioridad sobre
el confort de los visitantes humanos”.
32
Véase también Hargrove 1989. Este autor afirma del jardín no formal, resultante de la importación de especímenes botánicos a Europa,
que “las plantas fueron elevadas al estatus de entidades autocontenidas y autoorganizadas, que merecen admiración y estudio por sí
mismas” (Hargrove 1989: 83).
12 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 4 -16 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
mientras que las plantas proporcionan la especificidad de Además de referirse a los ensayos que son propios
sus especies, que serían las “causas formales”. de un proceso de investigación científica, el término ex-
perimentar también posee el significado de ‘actividad que
nos propicia una experiencia’. (Este significado también
era común en inglés en el siglo XVII, y se ha preservado
Colaboración con la naturaleza igualmente el término casi homónimo en francés expéri-
menter). En consecuencia, podríamos decir que los jardines
botánicos son lugares para la experimentación de una doble
En el estudio de los jardines existe una larga tradición que manera: en la medida en que se ensayan nuevas relaciones
tiene en cuenta la colaboración necesaria para su realiza- de las plantas con su entorno, y en la medida en que esas
ción. Dixon Hunt (2000) ha referido cómo dos humanistas combinaciones generan nuevas experiencias.
italianos, Bartolomeo Taegio y Jacopo Bonfadio, de manera Podemos especificar un poco más en qué consisten
aparentemente independiente, describieron el arte del jar- estos “experimentos”. Se puede suponer que en los jardines
dín como la creación de una “tercera naturaleza” a través de botánicos se realizan experimentos de colaboración a nivel
la cooperación activa entre los seres humanos y la naturale- de especies de plantas particulares, en la medida en que los
za. Se entendía que el arte del jardín era un rival tanto de la jardines botánicos permiten la expresión plena a sus diversos
naturaleza perteneciente a los dioses (la naturaleza salvaje, especímenes. Esto diferencia al jardín botánico de otros jar-
asumida como “primera naturaleza”), como de los paisajes dines, ya que en muchos jardines se imponen restricciones
creados por los seres humanos mediante la agricultura, el al desarrollo de las plantas para mantener el valor decorativo
urbanismo, etcétera (‘naturaleza artificial’, originalmente del jardín. Esto significa limitaciones en a) el grado en que
denominada “segunda naturaleza” por Cicerón).33 Prosigo cada planta puede expresarse, y b) la diversidad de especies
el análisis de la noción de colaboración con la naturaleza incluidas. (En los jardines no botánicos se restringe la plena
considerando los jardines botánicos como sitios para la expresión de las plantas mediante la poda y se limita la varie-
experimentación y como modelos. dad al permitir que se desarrolle solo una pequeña selección).
Los jardines, por supuesto, son algo más que colec-
ciones de plantas individuales: son creaciones de lugares
Sitios para la experimentación particulares en el espacio. Por ello, los jardines botánicos
también se pueden concebir como experimentos en la
Los jardines botánicos pueden ser considerados como sitios reproducción de comunidades de plantas (o ecosistemas)
para la experimentación en dos sentidos. Los jardines en distribuidos por el espacio de una determinada manera.
general son lugares donde ensayar y descubrir qué funciona Para cada tipo de ecosistema representado, se pueden ensa-
y qué no funciona. Michael Pollan escribe: “para la natura- yar particulares ordenaciones del espacio con el fin de crear
leza, tanto como para la gente, el jardín siempre ha sido una las mejores condiciones para la expresión y la interrelación
suerte de laboratorio al aire libre donde experimentar, donde de las especies, tal como normalmente tienen lugar en las
intentar crear nuevos híbridos y mutaciones” (Pollan 2001: comunidades de plantas que existen en la naturaleza, para
185). Esto es especialmente cierto de los jardines botánicos, así representarlas de manera adecuada. Por ejemplo, en el
ya que normalmente intentan acoger especies que, debido a Jardín Botánico de Barcelona, concebido por Joan Pedrola
las diferencias en el clima, la competencia entre plantas, la como una red de espacios triangulares (fitoepisodios), las
falta de progenitores en las proximidades, etcétera, nunca especies de los pantanos se muestran en el triángulo inferior,
habrían prosperado en las áreas donde los jardines se en- flanqueadas por dos espacios en los que se hallan las plantas
cuentran.34 Pero los jardines botánicos también se pueden más relacionadas, especies que necesitan mucha humedad,
ver como espacios experimentales de otro tipo. y así progresivamente.35
33
Véase también Cicerón, De natura deorum 2.152 (Venice, 1508; Paris, 1511; Basel, 1531).
34
Pero véase Robertson (1996), quien defiende la importancia de las plantas nativas en los jardines botánicos, incluidas las malas hierbas.
35
El sistema de parrillas triangulares de Joan Pedrola reúne, por un lado, estrictas consideraciones científicas de orden taxonómico, y
por el otro, modelos esquemáticos de la distribución geográfica de los ecosistemas de plantas, tal como se encuentran en los espacios
naturales originales. Véase Pedrola 1992; véase también Brown 2001. El sistema de parrillas triangulares del Jardí Botànic de Barcelona
fue concebido originalmente por Pedrola, y la arquitectura de paisaje fue realizada por Carlos Ferrater y José Luis Canosa.
J a r d i n e s b otá n i co s y co n c i e n c i a m e d i oa m b i e n ta l • H e y d 13
En cualquier caso, la experimentación en los jardines ‘experimentos’ más amplios fuera de ellos: por ejemplo, en
botánicos requiere un espíritu diferente del que promo- los jardines domésticos, en los parques de las ciudades, y
vía Francis Bacon, quien argumentaba que debemos quizás, hasta cierto punto, en las zonas agrícolas.
manipular la naturaleza para que nos revele sus secretos. Afortunadamente, la suposición de que habría que
Los experimentos en los jardines botánicos, en cambio, dar un papel educativo a las colecciones de los jardines
implican a las plantas y a los seres humanos en situaciones botánicos se ha difundido ampliamente y ha encontra-
de colaboración y convivencia: se ensayan nuevas fitoa- do eco en una variedad de programas, tanto para niños
daptaciones, mientras que se establecen nuevos espacios como para adultos.39 A la luz de lo discutido aquí, esos
experimentales para el encuentro entre seres humanos y programas deberían tomar en consideración cuestiones
especies vegetales. como las siguientes: ¿En qué deberíamos centrarnos
para percibir los jardines botánicos como lugares donde
humanos y plantas interactúan como sujetos? ¿Cómo
Modelos podemos evitar que los jardines botánicos se perciban
como meras exposiciones de colecciones de plantas para
Los jardines, entendidos como una “tercera naturale- el entretenimiento, o como meros depósitos de especies
za”, es decir, como lugares reales que son híbridos de de plantas? ¿Cómo deberíamos concebir el espacio en los
naturaleza y actividad humana, pueden ser vistos como jardines botánicos para que nos lleve a reflexionar sobre
representaciones,36 en sentido general, del potencial para la posibilidad de concebirnos como compañeros —a pesar
la colaboración entre seres humanos y plantas. Dado su de la diferencia entre reinos animales y vegetales— en la
contenido principalmente botánico, estos jardines resultan aventura de la vida, y no simplemente sus propietarios
ser representaciones especialmente paradigmáticas de esa o sus protectores?
potencialidad de colaboración (y menos de explotación).37
Además, estos jardines nos recuerdan, por la clara presen-
cia de la diferencia entre vegetal y humano, que los seres
humanos —por una parte— compartimos el atributo de Sumario y conclusión
la vida con otras especies, y —por otra parte— hemos de
reconocer la diversidad en que se presenta la vida.38 En este
sentido se puede afirmar que los jardines botánicos facilitan Las plantas de los jardines botánicos se pueden situar en
la percepción de las plantas como sujetos. un continuum en cuyos extremos se oponen los sujetos a
Tales ejemplos pueden, a su vez, facilitar nuestra los objetos. De acuerdo con la primera perspectiva, los seres
percepción de otros espacios en nuestro entorno, en los humanos son concebidos como sujetos que se relacionan
que se pueden establecer relaciones de colaboración, y con las plantas simplemente como objetos que existen para
no de mera explotación, con la naturaleza. Por lo tanto, ser conocidas y/o disfrutadas por nosotros. La segunda
aunque los ‘experimentos’ de percepción que nos facilitan perspectiva nos presenta a los seres humanos como sujetos
los jardines botánicos están limitados, naturalmente, en el que se ocupan de proteger a las plantas en cuanto seres con
tiempo y en el espacio, pueden servir como modelos para trayectoria propia pero sin capacidad de actuar y que, por
36
Al menos hasta la invención del jardín paisajista inglés, los jardines a menudo se construían con funciones explícitamente representa-
cionales; las áreas centrales debían representar las jerarquías presentes en la sociedad humana a través de diseños regulares y fáciles
de comprender, mientras que los laberintos, por ejemplo, representaban los bosques y, en general, lo salvaje. Véase Hunt 2000; véase
también Ross 1993.
37
Katahira (2003: passim y [¿, especialmente?] 83), ofrece una crítica de la apreciación de los jardines a través de la imposición de un código
externo, porque podría conducir a una pérdida de “especificidad”. El enfoque aquí propuesto no comete este error, ya que propone
un recorrido de lo específico a lo general, y no a la inversa.
38
Es posible argumentar que los jardines representan a sus componentes mediante lo que Nelson Goodman llama “ejemplificación”.
Véase la distinción de Goodman (1972) entre denotación y ejemplificación como dos modos de referencia o representación.
39
Véanse, por ejemplo, Bennett 1988 y Hammatt 2001. Beverly Brown (Carta de Beverly Brown a Thomas Heyd, 8 de junio de 2005)
me ha ofrecido estas observaciones procedentes de su experiencia educativa: “Yo les digo a mis estudiantes que cada planta tiene una
historia que contar. Muchos de nosotros no somos muy buenos ‘en el lenguaje de las plantas’ y no entendemos lo que intentan decirnos.
(¿Se trata de un clima seco o húmedo? ¿Buena nutrición? ¿Suficientes polinizadores o ninguno? ¿Frutos dispersos por el viento? ¿Por los
animales? ¿Un clima duro para vivir en él?, etc.)”.
14 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 4 -16 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
AGRADECIMIENTOS
40
Véase también Robertson, quien afirma que el jardín botánico es “un lugar especialmente apropiado para explorar […] nuestra relación
con la naturaleza” (1996: 17); véase, además, Shoemaker 1994.
41
Véase Leopold 1999 (texto original en Leopold 1981).
42
Resulta interesante que, según parece, el simple hecho de estar en un jardín botánico puede tener un efecto positivo en la reducción
del estrés. Véase, por ejemplo, Kohlleppel et al. 2002.
J a r d i n e s b otá n i co s y co n c i e n c i a m e d i oa m b i e n ta l • H e y d 15
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INTERNACIONAL 17
Figura 3. Orquídea litófita creciendo en la roca © S. Elórtegui. Figura 4. Laboratorio del Orquideario del Jardín Botánico de Quito © S. Elórtegui.
y absorbe el vapor húmedo de la atmósfera. Muchas tienen vación de la Flora Amazónica, con más de 350 especies
la forma típica con engrosamientos basales que contienen de orquídeas amazónicas; y en Zamora, el Orquideario
mucílagos apto para retener el agua y los elementos nutri- Palphinia, con otro centenar de especies.
tivos llamados pseudobulbos. La lección que nos deja la iniciativa quiteña a los
El Jardín Botánico de Quito cuenta además con jardines botánicos chilenos es muy simple: “las orquídeas
laboratorios para la propagación de orquídeas nativas con nativas son un tema serio” y que requiere toda nuestra
problemas de conservación, a cargo de Tatiana Jaramillo, atención. Ya hay iniciativas interesantes, de parte del Jardín
directora técnica del jardín. Actualmente el laboratorio Botánico Nacional de Viña del Mar, por ejemplo, pero
funciona en un proyecto conjunto con el Kew Gardens creo que aún estamos lejos de una cultura de valoración
de Londres y el programa Orchid Seed Stores for Sustai- de las orquídeas chilenas. No puede dejar de llamarnos la
nable Use (OSSSU), de cultivo de orquídeas a través de atención que la mayoría de los chilenos piensen que las
germoplasma (Figura 4). orquídeas son plantas que pertenecen a selvas tropicales
lejanas y desconozcan que hay orquídeas creciendo en la
periferia de nuestras ciudades. Por último, hay que decir
que el estudio y la conservación de estas especies beneficia
Proyecciones y se encadena con los ecosistemas de los que forman parte
incluidos nosotros.
Origen: género de América del Sur y América Central con más de 500 especies. Se encuentran distribuidas
desde el sur de México hasta el sur de Brasil, con las concentraciones más altas de especies en las sierras centrales
de Colombia, Ecuador (200 especies), Perú y Bolivia.
Etimología: su nombre, Masdevallia, se debe a José Masdeval, médico y botánico de la corte de Carlos III de
España.
La mayoría de las especies crecen en las selvas altas y montañosas. Estas orquídeas se forman en ramilletes desde
un corto rizoma del que aparecen diminutos pseudobulbos, cada uno con una hoja suave y carnosa hendida con
unos penachos; estas hojas, de verde intenso, son ovadas o lanceoladas. Se pueden encontrar entre las raíces de
algunas especies epífitas, colgando debajo de la planta. Las flores terminales, con largas espuelas, tienen básica-
mente una forma triangular, se desarrollan en unos pedicelos cortos y miden unos 6 cm de anchura.
Género Spilotantha y Alaticaulia (ex Masdevallia). En mayo de 2006, Carlyle Luer, estudioso de Pleurothallidi-
nae, publicó una revisión sustancial del grupo Masdevallia y elevó al rango de género a muchos de sus subgéneros.
Etimología: el nombre Phragmipedium (Phrag.), que procede de los términos griegos phragma = ‘valla’ o ‘división’
y pedilon = ‘zapatilla’, alude a las paredes de separación en el ovario, y a la forma del labelo.
Las especies del género Phragmipedium muestran un único estaminodio largo, parecido a una placa; pétalos
parecidos a bigotes y un ovario trilocular. El labelo con forma de saco está curvado hacia adentro en los márge-
nes. Las hojas son puntiagudas y miden alrededor de 80 cm de longitud. No presentan pseudobulbos. El tallo
llega a los 80 cm de altura, y presenta una inflorescencia de 2 a 3 flores.
Patricio Novoa
Jardín Botánico Nacional
pnovoa@jardin-botanico.cl
Figura 1. Tafel XVII, Epipactis froribus uno versu dispositis vulgo Nuil Figura 2. Tafel XVIII, Epipactis flore albo vulgo gavilu.
E s t a d o d e l c o n o c i m i e n t o d e l a s o r q u í d e a s ch i l e n a s • NO V O A 25
XX, Epipactis amplo flore luteo vulgo gavilu, que más tarde desde la primera revisión de la familia para Chile hecha por
daría origen a Chloraea gavilu (ver Figuras 1, 2, 3 y 4). Lindley en 1840, pero fundamentalmente por la destacada
Desgraciadamente estos dibujos de Feuillée fueron bióloga argentina Maevia Correa (1969), quien revisó el
usados por algunos botánicos europeos como tipos para género Chloraea para Chile y su país. La doctora Correa
describir otras especies de orquídeas chilenas, con lo cual sinonimizó fuertemente grupos enteros como la subsección
hicieron ilegales y superfluos sus nombres, de acuerdo con Alares sensu Reiche de Chloraea, donde pasó a la sinonimia
lo indicado actualmente por el Código de Nomenclatura de Chloraea galeata, C. cuneata y C. bidentata 14 especies.
Botánica. Entre esas especies están algunas de las más Asimismo, pasó otras 9 especies a la sinonimia de C. vires-
conspicuas y antiguas orquídeas del país. cens, 7 a la sinonimia de C. gavilu, 5 especies a la sinonimia
El notable naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck, de C. longipetala, 5 a la sinonimia de C. viridiflora, 5 a la
quien formuló la primera teoría de la evolución y acuñó el sinonimia de C. magellanica, 4 a la sinonimia de C. multi-
término biología para designar la ciencia de los seres vivos flora y 4 a la sinonimia de C. chrysantha, y otras especies que
(Lamark 1809), usó tres de los cuatro dibujos de Feuillée permanecieron válidas quedaron con 3 o menos sinónimos.
para designar sus Limodorum luteum, L. piquichen y L. Es probable que el principio que aplicó la doctora Correa
venosum (Lamark 1792). No obstante, más tarde estos mis- haya sido el de juntar grupos en una sola entidad o en un
mo dibujos los usaron Lindley para crear Chloraea gavilu pequeño número de especies, para que más tarde, con la
(Lindley 1827) y C. piquichen (Lindley 1840), y Poeppig ampliación del conocimiento, nuevas revisiones basadas
(1838) para crear Gavilea leucantha, esta última más tarde en el conocimiento de las plantas in situ permitieran una
considerada especie tipo del género Gavilea. Urge buscar rehabilitación de especies buenas. Por cierto, la doctora
una solución nomenclatural para estas importantes especies Correa revisó el material chileno basándose en colectas de
de nuestro catálogo. herbario, lo cual fomenta la tendencia a sinonimizar a causa
Hoy las especies válidas se reducen a 57. Esta signifi- de la pérdida del color de las orquídeas en las carpetas, así
cativa disminución ocurrió debido a una fuerte sinonimia como a la escasa información ecológica y fenológica que
Figura 3. Tafel XIX, Epipactis flore virescente et variegato vulgo piquichen. Figura 4. Tafel XX, Epipactis amplo flore luteo vulgo gavilu.
26 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 24 -27, 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
posee el material de herbario, por definición. Este criterio En esta especie y sus variedades coexisten individuos
ha sido usado por numerosos botánicos en las primeras de perigonio blanco, amarillo, otras de labelo subredondo o
revisiones de grupos complejos. subrombeo, que medran en diferentes hábitats y que poseen
La revisión de la doctora Correa dejó 49 especies distinta fenología, todas las cuales fueron vinculadas a la
válidas, las que han aumentado a 57 con las adiciones descripción de Chloraea multiflora por Lindley, generando
de Ormerod (2002), Nieuhuenhuizen (1993), Ravenna una suerte de complejo de especies en el que actualmente
(2001) y Chemisquy (2009), quien recientemente revisó está sumida Chloraea multiflora.
las especies chileno-argentinas del género Gavilea. Urge una nueva revisión de la familia para Chile (y
Una revisión general del catálogo da cuenta de que, eventualmente de la subtribu Chloraeinae para el Cono
de las 57 especies válidas actualmente, solo 43 (75%) no Sur de América), que reconozca las nuevas adiciones, espe-
poseen problemas nomenclaturales o ambigüedades en su cialmente aquellas hechas sobre la base del conocimiento
descripción. Trece especies (23%) son dudosas, problemáti- in situ de las plantas, y que, asimismo, rescate especies
cas o están insertas en complejos de especies, y una especie perdidas en la sinonimia. También es conveniente rehabi-
debe ser transferida de género. litar la separación de los géneros Chloraea y Gavilea en las
Originalmente, la descripción de muchas especies secciones, subsecciones y divisiones propuestas primero
fue muy ambigua o se hizo con base en caracteres poco por Kraenzlin y luego mejorada por Reiche, por supuesto
destacables o contrastantes. Esto coadyuvó a que las claves revisando la descripción de algunas subsecciones y tam-
resultaran ambiguas, especialmente en la separación de bién la división propuesta por M. Correa para el género
algunas subsecciones de Kraenzlin (1904) y Reiche (1910). Gavilea. Esta división de los géneros es más bien utilitaria,
Es el caso de las subsecciones Homoglossae y Heteroglossae pues es muy práctica al momento de determinar especies
de la sección Euchloraea, que se diferencian por la presencia en terreno por parte de aficionados y especialistas, y no
de apéndices en el dorso del labelo (Homoglossae) y en am- implica separaciones filogenéticas a menos que estas sean
bas caras del labelo (Heteroglossae), aunque con diferente en el futuro soportadas por análisis de ADN.
distribución. Esta característica es extraordinariamente
cambiante en numerosas especies de ambas subsecciones,
en las que están ubicadas algunas de las más conspicuas
especies chilenas (por supuesto, no es un atributo bueno REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
para separar).
En relación con la ambigüedad de la descripción
original, destaca el caso de Chloraea decipiens Poepp., cuyo Chemisquy A. 2009. Gavilea gladysiae (Chloraeeae: Orchida-
protólogo indica que la especie posee 5 variedades que se ceae), a new orchid from Southern Argentina and Chile.
indican a continuación (textual): Brittonia 61(3): 201-205, figs. 1-2.
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Variedad β: flores blancas, tercera parte más grande, labe- Pierre Giffart, Libraire, Graveur du Roy & de l’Académie
lo subredondo, crece en campos pedregosos subandinos. Royale de Peinture & de Sculpture.
Variedad γ: flores blancas; sépalos laterales poco engro- Kraenzlin F. 1904. Orchidacearum. Genera et species. Exposuit.
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Lamarck JB. 1809. Philosophie zoologique, ou Exposition des
Variedad δ: flores pálidas, magnitud similar a var. α, labelo
considérations relatives à l’histoire naturelle des animaux;
más anguloso, crestas elevadas por ambos lados, ápice
à la diversité de leur organisation et des facultés qu’ils on
erizado, quizás especie individual. Crece en lugares áridos
obtiennent; aux causes physiques qui maintiennent en eux
entre Valparaíso y Reñaca.
la vie et donnent lieu aux mouvemens qu’ils exécutent; en-
Variedad ε: flores sulfúreas magnitud similar a variedad fin, à celles qui produisent les unes le sentiment et les autres
β, labelo subredondo, obtuso, solo en la base con pelos
l’intelligence de ceux qui en sont doués, París, Dentu; 2
como cerdas y laminillas. Aquí ver icon citado de Feuillée.
volúmenes, in-8°, I volumen, 422 pp.; II volumen, 450 pp.
Crece en praderas de Valparaíso. Primavera.
Lamarck JB. 1792. Encycl. [J. Lamarck et al.] 3(2): 516.
E s t a d o d e l c o n o c i m i e n t o d e l a s o r q u í d e a s ch i l e n a s • NO V O A 27
Christian Romero
Laboratorio de Biotecnología de Hongos.
Departamento de Ciencias y Tecnología Vegetal.
Campus Los Ángeles. Universidad de Concepción.
Casilla 234, Los Ángeles, Chile.
Figura 2. Chloraea cuneata y Chloraea disoides. Ambas especies en peligro crítico de extinción se encuentran en la comuna de Angol © C. Romero.
de que muchas de estas plantas estuviesen dentro del territorio la línea temática de Gestión Ambiental Local, con el asilo
angolino (Novoa et al. 2006; van Nieuwenhuizen, comunica- de la Agrupación Medioambiental y Cultural de Angol, la
ción personal). La verdad es que nunca imaginamos el tesoro Ilustre Municipalidad de Angol y la Corporación Nacional
que descubriríamos conforme fueron pasando los meses.Así Forestal. El objetivo del proyecto, que incluía en el estudio el
se inició un proceso de investigación en terreno buscando los área silvestre protegida correspondiente al Parque Nacional
sitios donde crecen las orquídeas de Nahuel-buta, proceso Nahuelbuta, era determinar el número de especies de orquí-
encabezado por Christian Romero, quien recibió el apoyo de deas presentes en el territorio de Angol (Tabla 1).
la Municipalidad de Angol, mediante la Oficina de Informa- La temporada 2012 se pudo identificar 29 especies
ciones Turísticas del Municipio. Aun así se requería mayor de orquídeas, 3 de ellas nuevas, nunca antes registradas en
apoyo para seguir adelante con la investigación, por lo que nuestro país (Romero 2012). Entre los hallazgos destacan
se decidió recurrir a otras fuentes de financiamiento. El 24 las especies Chloraea cuneata y Chloraea disoides, ambas
de noviembre de 2011, la Secretaría Regional Ministerial catalogadas en Peligro Crítico de Extinción (Novoa et
(SEREMI) de Medioambiente comunicó la aprobación del al. 2006, Elórtegui & Novoa 2008); Chloraea cuneata
proyecto “Investigación, protección e información de la di- actualmente solo crece en la cordillera de Nahuelbuta y
versidad de orquídeas de Nahuelbuta, símbolo de la comuna se conocen 4 poblaciones, mientras que Chloraea disoides
de Angol”, postulado al Fondo de Protección Ambiental en es una especie completamente nueva en la cordillera de
Agradecimientos
Referencias bibliográficas
Osvaldo J.Vidal
Doctor en Ciencias Naturales
de la Facultad de Ciencias Forestales
y Medio Ambientales
de la Universidad de Friburgo, Alemania,
asesor científico del proyecto.
Marcela Vásquez osvaldo.vidal@me.com Viviana Bauk
Administradora Turístico-Cultural Ingeniera de Ejecución Agropecuaria
de la Universidad de Valparaíso, de la Universidad de Magallanes,
coordinadora en terreno del proyecto. coordinadora general del proyecto.
Referencias bibliográficas
1
Trabajo presentado por los alumnos, en formato póster, en el II Congreso de Flora Nativa, Valparaíso, Chile.
36 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 35 - 39, 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
3-4 cm de ancho. Inflorescencia terminal con 5-15 flores, rrollan una espiga floral con 20 o más flores, las cuales per-
racemosa; flores dispuestas en espigas sueltas, rodeadas manecen 22,8 ± 7,39 días (Cisternas & Lehnebach 2001).
por una bráctea foliosa de 2,5-2,8 cm de largo, sésiles,
resupinadas por torsión del ovario en 180°. Sépalos verdes,
los laterales de 1,8-2,0 cm de largo, prolongados en una
cinta angosta cuyos márgenes están provistos de fimbrias METODOLOGÍA Y RESULTADOS
gruesas de 0,8-0,9 cm de largo, a veces ramificadas. Pétalos
ovales anchos obtusos y cóncavos, de color verde en la
mitad basal y blancos con nervadura marcada de verde en Área de estudio y clima local
la mitad apical. Labelo blanco oval suborbicular, con ápice
truncado y margen ligeramente dentado; disco marcada- La vegetación del área de Concón forma parte del complejo
mente recorrido por 7 crestas verdes, continuas en la base de dunas litorales chilenas, compuesto por tres grandes
y luego interrumpidas hasta convertirse en dientes falcados. unidades regionales, esquema establecido por Kohler (1970)
Ginostemio blanco, ancho, curvo, ligeramente alado, [faltan los datos en la bibliog]. El área de Concón parece
con la entrada de las fosas de color amarillo intenso ribe- estar ubicada en la zona de transición entre las unidades
teado de rojo (Reiche 1910). regionales de dunas del norte y del centro de manera que
B. fimbriata, endémica de Chile, habita desde Co- probablemente presenta elementos florísticos de ambas y
quimbo hasta el Maule (VII Región). En Valparaíso se en- una mayor riqueza de plantas que otros sistemas de dunas.
cuentra exclusivamente en el borde litoral, preferentemente Las Dunas de Concón presentan un patrón de zonación
en terrenos arenosos estabilizados, asoleados y expuestos a característico (Luebert 2005); en él se distinguen cuatro uni-
la brisa marina, asociándose a Carpobrotus aequilaterus y dades morfológicas claramente diferenciadas de oeste a este.
Bahia ambrosioides (Elórtegui & Novoa 2009). Climatológicamente, esta zona se caracteriza por una
Es una de las primeras orquídeas en florecer en Chile tendencia mediterránea, que en términos simples se puede
(fines de julio a mediados de octubre). Los individuos desa- definir como una zona con meses secos y una marcada
E studio fenológico de B i p i nn u l a f i mbr i ata EN D U N A S DE … • M e d e l & M U ZIO 37
estacionalidad, es decir, con veranos secos e inviernos fríos estos son: alta humedad de origen advectivo que originan
y lluviosos (Di Castri & Hayek 1976). Para comprender el nieblas, vientos denominados de mar a tierra y relieve
clima local de las Dunas de Concón es necesaria la incorpo- abrupto que genera una barrera frente a las masas de aire
ración de elementos climáticos locales que la influencian; (Pliscoff 2005) (Figura 3).
400,0 30
350,0
25
300,0
20
250,0
200,0 15
150,0
10
100,0
5
50,0
0,0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Precipitaciones 0,7 1,7 6,1 17,8 19,2 125,2 80,5 62,1 38,6 12,5 5,5 1,8
Temperaturas 17,3 16,8 15,6 14 12,6 11,3 10,4 10,8 12 13,1 14,1 16,7
Figura 4. Remanente del Campo Dunar Las Dunas de Concón 2012. Área de trabajo de este estudio. Foto: Javiera Correa.
38 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 35 - 39, 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
Estudio fenológico
Resultados
40
35
30
25
Tamaño (cm)
20
15
10 Tamaño de varas
5 Tamaño de hojas
ma
y jun jun jul jul ag
o
ag
o
se
p
se
p oc
t
oc
t
no
v
28 12 27 12 27 11 26 10 25 10 25 09
Días de muestreo Figura 2. Crecimiento de hojas y varas.
70
60
50
Tamaño (cm)
40
30
20 Nº de flores
10 Nº de frutos
ma
y jun jun jul jul ag
o
ag
o
se
p
se
p oc
t
oc
t
no
v
28 12 27 12 27 11 26 10 25 10 25 09
Días de muestreo Figura 3. Cantidad de flores y frutos.
ciencia. Este tipo de conocimiento lleva consigo que cada es- Elórtegui S & P Novoa. 2009. Orquídeas de la región de Valpa-
tudiante implicado disfrute con la gestión y optimización de raíso. Taller La Era, Viña del Mar, Chile, 83 pp.
su aprendizaje, al desarrollar actitudes de gusto y disfrute en Luebert F. 2005. Comunidades vegetales de las Dunas de Con-
su proceso de aprendizaje (Vicente & De la Fuente 2004). cón, en Elórtegui S (ed.), Dunas de Concón: el desafío de
los espacios silvestres urbanos, pp. 22-27. Taller La Era,
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Santiago, 127 pp. de Investigación Psicoeducativa 2(1): 145-156.
40 F LO R I C U LT U R A
En Chile, el trabajo con especies nativas de la familia quien también, al dirigir varias tesis, generó conocimiento
Orchidaceae no ha sido grandemente desarrollado; por este sobre la fenología y el manejo en invernadero.
motivo, la investigación realizada en biología reproductiva En esa época éramos las únicas investigadoras na-
(Valdivia et al. 2010), biología (Verdugo et al. 2007) y cionales que trabajaban en generar conocimiento con
fisiología de la floración (Salinas et al. 2010) ha sido muy orquídeas chilenas.
importante —y lo seguirá siendo— para desarrollar un En un segundo proyecto FIA (PI-C-2003-1-A-081)
manejo sostenible de esta especie a nivel nacional. fui directora los dos primeros años (2003-2004), porque
El objetivo de este trabajo fue desarrollar un proto- luego renuncié a la Universidad de Talca. En ese período
colo de micropropagación a partir de semillas inmaduras desarrollamos la inmersión temporal con asesoría del
y maduras en condiciones asimbiótica in vitro. Se evaluó doctor Marcos DaQuinta (Vogel & Calderón 2007), ex-
su desarrollo en tres medios de cultivo: Gamborg et al. perto cubano, y dirigí varias unidades de investigación en
(1968), Lichter 1981 y Knudson (1946), que contenían criopreservación y encapsulación de embriones.
un mismo nivel de hormonas y micronutrientes. Las se- El primer FONDEF (D06i 1079) “Obtención de
millas se incubaron en condiciones de fotoperíodo 16/8 h variedades comerciales de orquídeas de climas fríos” (2007-
L/O. Los resultados permitieron desarrollar 11 estados 2012), ejecutado en Chile por la Universidad Arturo Prat
del desarrollo modificado por otros autores (Yamazaki & (UNAP), bajo mi dirección general, contó con la participa-
Miyoshi 2006). ción de una red de investigadores extranjeros: la doctora Jutta
El desarrollo de G. glandulifera en medio asimbiótico Lüdwig-Müller, de la Techcnischen Universitat, Dresden,
contribuirá a su futura conservación y propagación en los Alemania, para la determinación endógena de hormonas
suelos de Chile central-austral. por HPLC y GC-MS y transferencia tecnológica; el doctor
Dagoberto Castro Restrepo, de la Universidad Católica de
Oriente, Medellín, Colombia; el ingeniero Enrique Rondón,
del Centro de Bioplantas Cerro Ávila, de Cuba, para asesoría
La historia sobre inmersión temporal para garantizar la masificación del
producto final; y el doctor Mokio Aoyama, de la Universidad
de Hiroshima, Japón, para el desarrollo de técnicas cromo-
El proyecto FIA A 081-093 (1998-2001), de tres años de sómicas (Aoyama et al. 2013) y transferencia tecnológica.
duración, fue ejecutado por investigadores de la Universi-
dad de Talca (Ximena Calderón Baltierra), de la Univer-
sidad Católica de Valparaíso (Gabriela Verdugo), BTA de
PUC (Ximena Álvarez, Álvaro García) y el empresario En- Micropropagación de Gavilea
rique Matthei. Nos dedicamos a estudiar solamente la Chlo- glandulifera (Poepp.) M. N. Correa
raea crispa que crece entre pinos en Los Ríos de Yahuilo,
Yumbel. Todos los avances de investigación en laboratorio
estuvieron a mi cargo, como investigadora principal. Con Materiales y métodos
mi asistente de investigación, María Paz Jofré, y teniendo
numerosas tesis de pregrado a mi cargo, generamos pro- Los ensayos se realizaron en la Facultad de Recursos
tocolos de micropropagación de esta especie, crecimiento Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat, en
en invernadero, adaptación a su región de origen (donde el laboratorio de Biotecnología de Plantas Superiores,
florecieron a los 3 años en lugar de 5) y embriogénesis ubicado en Santiago.
somática. Presentamos algunos resultados en congresos Inicialmente se realizaron mediciones morfométricas
nacionales e internacionales, así como en actividades de (largo y ancho) de las cubiertas seminales y protocormos
difusión, pero no publicamos. En una gira tecnológica de semillas inmaduras y maduras de G. glandulifera prove-
a Perth, Australia, nos capacitamos en técnicas de aisla- nientes de la XI Región, cosecha 2009. Estas se observaron
miento, purificación y cultivo de micorrizas, y comenzó bajo microscopio óptico (Carl Zeiss, modelo Axiostar plus,
el desarrollo de una red de cooperación internacional con Alemania), usando una escala en µ.
expertos en orquídeas australianas. Los estudios a nivel de Las cápsulas inmaduras, lavadas en agua potable, se
invernadero y ensayos de campo estuvieron a cargo de la esterilizaron superficialmente con una solución de hipo-
investigadora de la Universidad Católica de Valparaíso, clorito de sodio al 30% (1% cloro activo) con adición de
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micras micras
700,0 800
600,0
500,0 600
400,0
400
300,0
200,0 200
100,0
0,0 0
LCS ACS LP AP LCS ACS LP AP
Parámetros morfológicos Parámetros morfológicos
Figura 1. Promedio de parámetros morfométricos de semillas inmaduras de Figura 2. Promedio de parámetros morfológicos de semillas maduras de G.
G. glandulifera. glandulifera.
LCS: Largo cubierta seminal; ACS: Ancho cubierta seminal; LP: Largo proto- LCS: Largo cubierta seminal; ACS: Ancho cubierta seminal; LP: Largo proto-
cormo; AP: Ancho protocormo. Los valores corresponden a un promedio cormo; AP: Ancho protocormo. Los valores corresponden a un promedio
de 100 mediciones. de 100 mediciones.
llegaron al estado 6 en la misma fecha; y entre el tercer mes y Al octavo mes las plántulas estuvieron listas para ser
el cuarto, en luz, llegaron al estado 6 en este mismo medio. transferidas a condiciones ex vitro (Figura 3). Las plántulas
Las semillas maduras llegaron mayoritariamente al crecieron en invernadero, completamente adaptadas a
estado 2 en el mismo tiempo de incubación y en mucho condiciones ex vitro (Figura 4).
menor grado al estado 4. Esto se debe a la heterogeneidad
del material de estudio cuando se realizan muestreos al azar.
Al quinto mes las semillas inmaduras incubadas en Análisis microscópico
medio B51 y condiciones de luz llegaron al estado 8, y en
oscuridad solo alcanzaron el estado 7. El análisis microscópico de semillas inmaduras al segundo
En el sexto y el séptimo mes las semillas inmaduras mes de incubación permitió ver la formación de rizoides
incubadas en condiciones de luz en medio B51 alcanzaron translúcidos, estado 6 (Figura 5), en el medio B51 y en
el estado 9. condiciones de oscuridad. A la misma fecha de incubación
3 4
5a 5b 5c
Figura 3. Plántula lista para ser transferida a condiciones ex-vitro. Figura 4. Plántulas adaptadas a condiciones de invernadero. Figura 5a. formación de rizoides
en extremo basal. Figura 5b. Desarrollo de rizoides, observe la formación de almidón en la zona cercana a la base. Figura 5c. Desarrollo inicial de pelos de
origen epidérmico y de una célula.
44 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 4 0 - 47, 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
6a 6b
7 8
Figuras 6a y 6b. Estado 4 de la germinación. Figura 7. Germinación en estado 7, medio K1. Figura 8. Plántula obtenida en medio B51, estado 10.
M e j o r a m i e n t o g e n é t i c o d e o r q u í d e a s ch i l e n a s • C a l d e r ó n & a l o n s o 45
DISCUSIÓN
manual; y solo se observó una mínima germinación con Figura 9a. Estado 6 de germinación en medio K1. Figura 9b. Germinación
semillas cosechadas 100-120 días después de la polini- de semillas inmaduras en estado 6, medio K1. Figura 10. Germinación de
semillas inmaduras estado 9, medio B51.
zación (Calderón 2012b). En este estudio las cosechas
se realizaron durante la preantesis floral; además, estos
autores determinaron que la alta frecuencia de formación
de protocormos, así como de rizoides y estado de vástago, ridad en la segunda semana de incubación; y los estados
se observaron solo en el medio ND (Dutra et al. 2008). 5 y 6 (Dutra et al. 2008) fueron bajos en este medio en
Sin embargo, se ha demostrado que Bletia purpurea, fotoperíodos 16/8 h L/O y 0/24 h L/O. Posteriormente
en el medio K1 con 0,1% de carbón activado, obtiene adicionamos carbón activado, puesto que se acorta el
relativamente altos porcentajes del estado 4 en luz y oscu- proceso de desarrollo a plántula.
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viaje de medio día en mula, bordeando algunos abismos gura 4) que fue la estación de trabajo y «casa» durante 25
y luego por lomajes cubiertos por un mar de helechos días. Clima del refugio desde el 28 de diciembre al 21 de
(con neblina y sin sendero, cualquier dirección es igual). enero: 4 días soleados, 7 con lluvia y el resto con neblina
Finalmente se llega a un pequeño refugio de madera (Fi- y vientos fuertes.
Figura 6. Interior de la
flor de Gavilea insularis.
Agradecimientos
Referencias bibliográficas
Tabla 1.
Expedición 1 8/10/1985-19/1/1986 Ollagüe (21°S), límite con Bolivia, a Isla Navarino (55°) al S de Isla Grande de Tierra del Fuego.
3/9/1989-11/1/1990 Chile central (30°-39°S).
Expedición 2 13/2/1990-20/2/1990 Norte Grande (18º-23ºS)
Expedición 3 2/10/1991-10/2/1992 Norte (18°S)-48°S para explorar la región de Aysén.
18/10/1993-14/3/1994 Entre Paposo (25°S) e Isla Picton (55°S).
Expedición 4 7/6/1994-14/6/1994 Altiplano (para Aa nervosa).
Expedición 5 18/10/1995-18/12/1995 Chile central (33°-38°S).
Expedición 6 9/1/1999-18/3/1999 Entre Santiago y Chiloé (las varias formas de Brachystele unilateralis).
1
En Chile lo llamamos Jósevin.
54 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 53 - 6 0 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
Figura 6. Arroyo de Tatio, fuertemente coloreado por algas y minerales. Foto 214-19 © GosewijnWJvN, 16-11-1991.
C o n o c i e n d o l a s o r q u í d e a s ch i l e n a s . E n t r e v i s t a c o n G o s e w i j n • Mu ñ o z 57
me encontré en una situación feroz con nadie en las calles, el intento por la noche. Sin haber qué beber, poco a poco
todas las puertas cerradas y los cierres metálicos bajados. pasó el cansancio. Bajando el próximo día, en una parte
Más allá solo vi policías en pares, que me ordenaron regresar rocosa tuve que abandonar mi mochila con todo mi equipo
a donde alojaba. Era una casa medio particular y felizmente fotográfico, faltándome la energía para bajar más por su
me dejaron entrar. Me aconsejaron con fuerza no viajar al peso. Más muerto que vivo llegué al pueblo, a salvo pero
día siguiente a Santiago como era mi plan, sería demasiado lejos de estar sano. Ya no tenía la salud para subir otra vez
peligroso: declararon dos días de paro nacional. No pude y recuperar mi cámara. Al otro día me fui por una semana
imaginarme mucho peligro e intenté viajar aun así; hasta a Santiago arreglando cualquier cosa hasta sentirme lo
enterarme de las noticias el próximo día: “QUEMARON suficientemente repuesto. Con más té que nunca (muy
2 VIVOS”, refiriéndose a la tripulación de un bus que sí pesado, pero sí tranquilizante) volví al sitio donde había
había salido a la calle… dejado mi mochila, y gracias a Dios ¡todavía estaba! Bajé
“Justo escapé a un gran incendio en 1999. Guiado a Los Queñes más rápido que nunca, mas mientras con-
por mi nuevo GPS, en aquel entonces todavía una rareza tinuaba a Santiago hubo un accidente en los trabajos al
con la cual no obstante había soñado por años, había pie de mi ruta, donde —me dio mucha pena— estaban
proyectado una ruta de varios días desde Los Queñes, construyendo un camino utilizando dinamita. Empezó un
en el río Teno, por los altos de la montaña, a Termas del incendio que destruyó toda la montaña, esa que me había
Flaco en el Tinguiririca. Ya conocía ambos lugares, sobre dado tanta felicidad por tantos años, encontrando una
todo los alrededores de Los Queñes, donde había subido multitud de orquídeas y en cada visita otras nuevamente.
la primera parte de la ruta muchas veces en casi quince Era el lugar más rico en cuanto a orquídeas que conocí en
años, sabiendo dónde encontrar agua, etcétera. Pero fue todo Chile. El incendio continuó por muchas semanas más,
un verano demasiado seco y la primera fuente resultó estar destruyendo la naturaleza en varios kilómetros cuadrados.
seca. Aun así continué, hasta donde siempre había habido Me di cuenta: volviendo más tarde habría perdido todo mi
una fuente corriente amplia, mucho más arriba. Llegué equipo; y bajando más tarde, mi vida.
poco antes del atardecer, demasiado agotado por el can- “En 1989 otro accidente más triste me impresionó
sancio, el calor y la sequía. Sin embargo, ya no había agua mucho. El dueño de la viña San Pedro de Molina se había
aquí tampoco, no más que unos musgos húmedos, ni una enterado de mis investigaciones y como gran aficionado a
gotita. La situación se había hecho seria, pues estaba con la naturaleza chilena me ofreció hacer algunas excursiones
mucha sed y apenas me quedaba té en mi cantimplora. Era juntos, utilizando su jeep. Gracias a él conocí varias partes
claro que ya no podía seguir más, pero por mi estado no de Chile por primera o única vez y encontramos una or-
podía bajar tampoco. Lo ensayé, pero tuve que abandonar quídea que no vi nunca más (Figura 7). El último día, a
Figura 7. Chloraea barbata: la escasa orquídea barbuda. Foto 190-36 © GosewijnWJvN, 11-11-1989.
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poca distancia después de despedirnos en la Panamericana, reponer baterías en faros, etcétera. La mayor oportunidad
murió en su jeep, me contaron más tarde en Curicó. Nunca fue visitar a solas la isla Picton, tierra interdicta a cualquier
perdí a un amigo nuevo tan pronto y tan horriblemente. persona desde el conflicto en los años setenta y ochenta
“Menos seria una vez vivida, pero más atemorizante con Argentina sobre la soberanía de ella, Lennox y Nueva.
en el momento mismo, fue una locura que cometí sobre En un Zodiac me llevaron a la ribera, prometiendo venir
las termas de Chillán también en 1989. Comencé bien el a buscarme nuevamente en la tarde. Un favor muy, muy
día observando orquídeas extrañas de flores enteramente amable, y efectivamente descubrí la orquídea más austral
verdes, que crecían entre las mismas fumarolas, al alcance del mundo, bien que es muy común en todo el sur de
de sus vapores sofocantes y calientes. ¡Qué plantas raras! Chile (nivel del mar en Magallanes, alta montaña en Talca).
Subí bastante por encima de las fumarolas, tratando de Solo olvidaron avisarme en cuanto a la presencia de minas
cruzar una pendiente fuerte de color café que resultó de explosivas… Probablemente ni siquiera lo sabían ellos mis-
material arcilloso. Sería muy peligroso pisarla, por el gran mos, ya hacía tanto tiempo… Fue por eso que las descubrí
riesgo de deslizarse causando una caída descontrolada de demasiado tarde, cuando ya me encontré en medio de un
cien metros o más. No obstante, en vez de buscar otro campo minado. De repente vi entre la mojada vegetación
camino, observé largo rato una serie de rocas en medio alta, de juncos, etcétera, un letrero caído y gastado, pero
de la arcilla, del mismo color más obscuro, como una aún se podía leer ¡¡MINAS!! Qué susto, seguramente ya
ruta de piedras que podía pasar saltando. En pendientes, había pasado otros… ¿¿¿Cómo escapar??? Apenas logré
a menudo voy así, más seguro que andar por material reconocer el camino que había hecho. Este debía ser seguro.
suelto. Dudé por la mayor inclinación y altura, pero De buena suerte nunca sentí una explosión. Supongo que
ganó la confianza en mi experiencia. Sin embargo, esta nunca lo habría sentido”.
vez las ‘rocas’ no resultaron piedras sino acumulaciones
de arcilla de color diferente… Se pulverizaron al mo-
mento de pisarlas. Tuve que parar de saltar: continuar era ¿Cuáles fueron, por el contrario, sus experiencias más
demasiado peligroso. Pero tampoco podía regresar por gratas?
las ‘piedras’ ya no existentes… Mientras contemplaba mi
situación imposible sentí cómo los restos de la ‘roca’ en Durante mi primer viaje, en 1985, traté de penetrar en
que me encontraba se deslizaban… Tenía mucho miedo. la cordillera de los Andes a varias partes, preguntando en
Lo calculé. La única opción que veía era correr lo más ciudades del Valle Central por la existencia de (micro) buses
rápido posible por las ‘rocas’ que quedaban, y pasarlas que entraran más lejos. De tal modo llegué a El Abanico,
antes del derrumbe completo. Así lo hice, causando una un pueblo en el río Laja llamado así por el abanico enorme
avalancha de arcilla... Todos los días se aprende algo. de tuberías que llevan aguas a una gran central hidroeléc-
”Otro gran susto tuve en el volcán Osorno, en 1985. trica. Sus alrededores resultaron ya extremamente ricos en
Subiendo (haciendo dedo) por el camino al refugio, ya me orquídeas, y me hablaron de la posibilidad de ir más allá,
había dado cuenta de un letrero de CONAF que adver- acompañando a trabajadores que cada mañana eran lleva-
tía de un estrecho pozo profundo volcánico, al lado del dos a un parque nacional, Laguna del Laja. Situado en la
camino. Volviendo a pie para estudiar la vegetación, no frontera con Argentina, para un extranjero no resultó tan
seguí el camino demasiado tortuoso sino busqué mi ruta evidente poder entrar. Tuvimos que pasar varias barreras y
propia por la lava relativamente fresca y por tanto muy yo mostrar mis documentos. Al final llegamos al parque,
pesada para pasar. Además me fijé en la escasa vegetación donde fui llevado al jefe para explicar a qué había venido.
de notros y tineos —no orquídeas, ya, aunque había más Conté de mi viaje por todo Chile y mi interés creciente por
arriba, en lava más corroída—. De repente me encontré las orquídeas: hasta la fecha había encontrado una decena
delante de un agujero de dos o tres metros de diámetro sin de especies. Le pregunté si había orquídeas en el parque.
fondo: apenas me salvé agarrando algunos notros (¡cómo Pero tuvo que negarlo: “orquídeas no hay”. Eso no obs-
me gusta este arbusto!). Sin duda, otro pozo volcánico tante, dijo que el parque era muy valioso con respecto a la
quizás no conocido. diversidad leñosa: en esta época el conocimiento de especies
”Creo que el momento más peligroso que viví fue productivas todavía era el mayor interés de la CONAF.
cuando la Armada de Chile en Magallanes me hizo un Ofreció que un joven guardaparque me acompañara como
gran favor. En 1994, gracias a buenos contactos, me au- guía. Me guió a un salto lindo e impresionante, sin notar
torizaron acompañarlos en viajes por el canal Beagle para las varias orquídeas que pasamos... Cambiamos los papeles,
C o n o c i e n d o l a s o r q u í d e a s ch i l e n a s . E n t r e v i s t a c o n G o s e w i j n • Mu ñ o z 59
1a 1b
Figuras 1a y 1b. Ilustraciones de musgos y hepáticas de Ernst Haeckel en su obra Kunstformen der Natur.
constituye la primera recopilación en español de casi 300 ción de Funaria hygrometrica (Hueñoquintúe) y Marchantia
especies de Briófitas chilenas con detalladas descripciones polymorpha (Paillahue) en la preparación de filtros amorosos.
botánicas. Otras fuentes de información más recientes, En cuanto a usos medicinales tradicionales, no existen ante-
generadas en Chile, han sido recopiladas por Ardiles et al. cedentes escritos en Chile. Sin embargo, Núñez (2011, Mu-
(2009) y Larraín (2012). seo Nacional de Historia Natural; comunicación personal)
En cuanto a la utilización de estas plantas, diversos constató en 1982 el uso de compresas de musgos secos entre
autores señalan usos tradicionales como especies de uso los habitantes de Piruquina, en las cercanías de Castro, para
medicinal y comercial en varias regiones del mundo aliviar heridas cuando estas comienzan a fupurar (supurar).
(Saxena & Harinder 2004, Frahm 2004, Glime 2007). La base química de estas propiedades se encuentra en
Frahm (2004) señala que actualmente el uso económico los compuestos del metabolismo secundario presentes en
de las Briófitas incluye la turba esfañosa y Sphagnum como este grupo de plantas (Tabla 1). Al respecto, Sabovljevic et al.
sustrato para cultivos hortícolas y para la limpieza de derra- (2009) consideran a las Briófitas como una importante reserva
mes de petróleo, entre otros. El mismo autor menciona el de productos naturales o compuestos secundarios nuevos, y
desarrollo comercial de productos basados en extractos para mencionan que muchas de estas plantas han mostrado una
el cuidado de los pies (refrescante y desodorizante), y una actividad biológica interesante. Asimismo Zhu et al. (2006)
crema antimicótica para caballos. Sphagnol, un producto sugieren que las Briófitas son una de las más significativas y
de la destilación de la turba esfañosa, es reconocido por su prometedoras fuentes de antibióticos y compuestos biológi-
utilidad en el tratamiento de afecciones cutáneas y también camente activos. Entre las actividades biológicas reconocidas
como producto benéfico para calmar la irritación producida en estas plantas es posible citar sus propiedades como repe-
por la picadura de insectos (Grieve1931). lente de insectos, insecticida, citotóxica, fitotóxica, alergénica
1b
Wilhem de Mosbach, en su Botánica indígena (1992), (dermatitis), neurotrófica, antiobesidad, relajante muscular,
menciona el uso de algunas especies de Briófitas chilenas antibacteriana, antimicótica, antitumoral y anti-VIH (Saxena
agregando su nombre en mapudungún. Reporta la utiliza- & Harinder 2004, Asakawa et al. 2009).
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En el Perú, Bolivia y Alemania, algunas experiencias sobre Artemia salina (Crustaceae) en una dosis inferior al
de invernadero y de campo han demostrado la eficacia de acaricida coumaphos (Labbé et al. 2007).
extractos de Briófitas en el control de patógenos de ciertas Extractos de Balantiopsis cancellata (Marchantio-
hortalizas y cultivos (Frahm 2004). Dicho autor describe phyta) han mostrado un fuerte efecto inhibitorio del
que en experiencias in vivo demostraron que la aplicación crecimiento de Cladosporium herbarum al utilizar incluso
de extractos de Briófitas sobre lechugas, a diferentes con- concentraciones más bajas que la recomendación de pro-
centraciones, actuaron como antialimentarios contra cara- ductos comerciales. También ha mostrado una acción letal
coles y babosas, y que la aplicación de extractos de hepáticas sobre Artemia salina similar a la conseguida con aplicacio-
sobre plantas de tomate, pimentón y trigo, antes y después nes de coumaphos (Labbé et al. 2005).
de su inoculación con Phytophtora infestans, Botrytis cinerea Las propiedades antibacterianas de Sphagnum mage-
y Erysiphe graminis, muestran variados efectos positivos llanicum (Bryophyta) han sido testeadas por Montenegro
dependiendo de las especies y de las concentraciones de et al. (2009), a través del extracto etanólico de plantas re-
extracto utilizadas. colectadas en la provincia de Llanquihue. Los resultados de
En Chile, los estudios en bioprospección y actividad este estudio muestran un efecto positivo sobre la inhibición
biológica en Briófitas han sido conducidos con relativo del crecimiento de algunas cepas bacterianas, pero a altas
éxito. Riccardia polyclada ha mostrado una actividad concentraciones de extracto. Del mismo modo, Wallach et
antialimentaria moderada contra Spodoptera littoralis al. (2010) obtuvieron resultados positivos contra bacterias
(Lepidoptera), así como también una inhibición sobre Gram (+), Gram (–) y hongos al utilizar extractos obtenidos
el crecimiento de Cladosporium herbarum (Fungi; As- con una mezcla de acetona y hexano a partir de plantas
comycota). Sin embargo, ha mostrado una acción letal frescas de Sph. magellanicum.
La Brioflora chilena, en particular aquella del ex-
tremo austral, posee valiosas peculiaridades. Entre ellas,
Tabla 1. la antigüedad de sus taxa, las fuertes afinidades con los
Principales clases de metabolitos secundarios
encontrados en Briófitas territorios gondwánicos y los notables grados de ende-
y actividades biológicas atribuidas mismo locales (Villagrán et al. 2003, Bell & Cuvertino
Fuente: adaptado de Chung-Fen y Hong-Xiang 2009.
2003, Cuvertino-Santoni 2005), incluso a nivel de géneros
Actividad biológica
monotípicos, tales como Vetaforma y Ombronesus. Por ello
atribuida este grupo de plantas representa un importante recurso del
Clase de Moléculas cual es necesario promover su conservación y protección,
Deterrente de insectos y moluscocida
compuesto descritas
químico (N.º aprox.) investigando sus potenciales aplicaciones mediante la
bioprospección, una de las estrategias reconocidas por el
Tolerancia al congelamiento
2a
2b 3
Figuras 2a y 2b. Protonema de musgo visto al microscopio y Polytrichaceae Figura 3. Musgo pinito ilustrado en la Historia física y política de Chile, de
en condiciones in vitro. Claudio Gay.
forma conferir un carácter vegetacional, como lo demuestran Network, cuyos objetivos son desarrollar técnicas, difundir
diversas clasificaciones de los humedales patagónicos resu- información, establecer las necesidades en capacitación y
midas en Promis (2010). En dicho artículo se mencionan promover colaboraciones en torno a la conservación de
por ejemplo las “turberas dominadas por musgos marrones”, Briófitas (Ebesconet 2011).
las “turberas esfañosas” y la “turberas de matosas dominadas El cultivo y propagación in vitro de Briófitas posee una
por Sphagnum spp., Dicranaceae (Bryophyta) y hepáticas”. historia de casi 100 años. En efecto, el cultivo de Marchantia
No obstante, las Briófitas sean un elemento constitutivo de polymorpha durante el primer cuarto del siglo XX parecía ser
estos ambientes, no existe un conocimiento acabado de la una técnica de rutina (Hohe & Reski 2005). Esta actividad
riqueza específica de comunidades briofíticas. Arroyo et al. plantea otras alternativas de innovación comercial en el ám-
(2005) resaltan la necesidad de incrementar el conocimiento bito del mercado ornamental de plantas de interior, cubiertas
de estas plantas, para evaluar así la biodiversidad de las zonas vegetales y muros vegetales, plantas de acuario y terrariums.
húmedas en el sur de Sudamérica. Al respecto, en el Departamento de Ciencias Vegetales de la
Una de las medidas frente a la pérdida de biodiversidad Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia
es la conservación ex situ, particularmente in vitro. Existen Universidad Católica de Chile se están llevando a cabo
numerosas iniciativas que incluyen este tipo de conservación pruebas con el objetivo de establecer protocolos de micro-
para Briófitas, en especial en Europa, lideradas por Kew propagación de Briófitas, ya sea con fines de conservación o
Gardens (Inglaterra), National Botanic Gardens (Irlanda), de producción intensiva sustentable. Actualmente se cuenta
The Museum of Natural History and Archaeology (Trondheim, con unas 20 especies, representativas de la flora de Tierra del
Noruega) y la Universidad de Belgrado (Serbia). Estas institu- Fuego y de la zona de los canales patagónicos, bajo condi-
ciones conforman la European Bryophyte Ex situ Conservation ciones asépticas de cultivo (Figura 2b); entre estas el musgo
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4a
explante para la iniciación del cultivo, que contrarresta las Figuras 4a y 4b. Niños participan en un taller de Microbosques. Obra de
teatro basada en las criptógamas.
dificultades debidas a agentes contaminantes (hongos, bac-
terias) cuando se utilizan fragmentos vegetativos. También
se ha concluido que la fase filamentosa (protonemática) del
ciclo de vida de este musgo representa un material adecuado Pintué (Paine, Región Metropolitana). El proyecto con-
para la propagación mediante el repique y la “siembra” en templó muestras fotográficas de estos organismos, una obra
medio líquido con bajos contenidos de nutrientes y sacarosa teatral, charlas y excursiones en el bosque esclerófilo de la
(Figura 2b). Reserva Privada Altos de Cantillana (Figura 4a y 4b), con el
Indispensable en la promoción de la conservación auxilio de microscopio óptico, lupa estereoscópica y lupas
de estas plantas y de otros organismos poco conspicuos, botánicas. Más de 200 participantes pudieron apreciar y
son las actividades de difusión científica y su uso como maravillarse con la diversidad de formas, colores, tramas,
elementos para la educación ambiental y el ecoturismo. Un aromas y seres vivos que encierran los microbosques, en
ejemplo de esto es el Proyecto Microbosques, financiado una experiencia inédita en la zona central de Chile.
por el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio del Experiencias similares se conducen desde inicios de
Medioambiente, que en el curso del año 2012 desarrolló este siglo en el Parque Etnobotánico Omora (Isla Navarino)
talleres de formación para guías y estudiantes de ecoturismo en colaboración con científicos chilenos, estadounidenses
de la Universidad Nacional Andrés Bello, focalizándose en y europeos. Dentro de los productos editoriales que se
Briófitas, Hongos y Líquenes, lo cual ha contribuido al han desarrollado en el parque y que resaltan el valor de
desarrollo de la conciencia ambiental entre los estudiantes las Briófitas y Líquenes de la región magallánica destacan,
de enseñanza básica de las escuelas rurales de Rangue y “Ecoturismo con Lupa en el Parque Omora” (Rozzi et al.
66 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 61- 6 8 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
5b
2012) y “Los Bosques en Miniatura del Cabo de Hornos” bioprospección es un instrumento válido que permite
(Goffinet et al. 2012). Recientemente, desde el año 2010 valorar nuestro patrimonio natural mediante la generación
y en la misma región, la empresa de navegación Cruceros de conocimiento y la búsqueda de aplicación en los cam-
Australis incluye, en sus recorridos en el Archipiélago pos farmacéutico, agronómico y biotecnológico. Existen
Fueguino y Parque Cabo de Hornos, momentos para la herramientas complementarias a la bioprospección para la
observación e información sobre las particularidades de conservación ex situ de estas plantas, tales como el cultivo
estos organismos (Fig. 5a y 5b). in vitro, que permite, además, el desarrollo de protocolos
para una producción intensiva sustentable, necesarios
para el mercado de plantas ornamentales de interior. Las
actividades de divulgación naturalística permiten ampliar
Conclusiones el conocimiento y el interés del público por este grupo de
plantas; ofreciendo oportunidades de desarrollo local al
incluir de modo atractivo la observación de las Briófitas
En términos de riqueza y abundancia en ciertos ecosis- entre los elementos de trabajo, particularmente en el ám-
temas de nuestro país (por ejemplo, extremo austral), bito del ecoturismo y del turismo de intereses especiales.
las Briófitas son un importante componente de la flora Finalmente, es necesario incrementar los esfuerzos dirigidos
y de la vegetación. Aún existe poco conocimiento sobre hacia el conocimiento taxonómico y ecológico de estas
la química de nuestras especies y tampoco se tiene in- plantas, evaluar sus posibles aplicaciones y promover su
formación de base sobre su estado de conservación. La adecuada protección.
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Agradecemos a Cruceros Australis-Cape Horn & Patago- Rizoide = estructura filamentosa con la que las Briófitas
nia, por proveer transporte y soporte logístico en Tierra se fijan al sustrato donde crecen.
del Fuego; a la Reserva Natural Altos de Cantillana, a la
Corporación de Desarrollo Cultural y Patrimonial Acu-
leufú (Aculeo) y al Fondo de Protección Ambiental del
Ministerio del Medio Ambiente. J. Cuvertino-Santoni es Referencias bibliográficas
becario de la Comisión Nacional de Investigación Cientí-
fica y Tecnológica de Chile (CONICYT).
Ardiles V, J Cuvertino-Santoni & F Osorio. 2009. Briófitas de los
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GLOSARIO Arroyo M, M Mihoc, M Pliscoff & M Arroyo-Kalin. 2005.
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Bell N & J Cuvertino-Santoni. 2003. Distribution and diversity
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Haploide = estado en el que las células contienen un solo Nacional Forestal (CONAF). 31 pp. Informe no publicado.
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multiplicar plantas sexual o asexualmente en forma rápida, Delgado M, M Cuba, P Hechenleitner & O Thiers. 2008.
eficiente y en grandes cantidades, en un ambiente aséptico Propagación vegetativa de taique (Desfontainia spinosa)
y controlado. y tepa (Laureliopsis philippiana) con fines ornamentales.
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Neurotrófico = sustancia que permite una mayor super- [consultado el 15 de abril de 2011].
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considerablemente de las condiciones hídricas del ambiente sponsored by Michigan Technological University and the
para desarrollarse. International Association of Bryologists. Disponible en
68 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 61- 6 8 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
MATERIAL Y MÉTODOS
Material
1
Esquizocarpo: fruto indehiscente originado por un gineceo de dos o más carpelos concrescentes que llegando a la madurez se des-
compone precisamente en monocarpos (Font Quer 2001). Fruto esquizocárpico: fruto originado en un ovario sincárpico que al llegar
a la madurez se descompone en porciones llamadas mericarpos, que pueden ser los carpelos o partes de los mismos (Weberling &
Schwantes 1987).
2
Mericarpo: cualquiera de los fragmentos en que se descompone un fruto esquizocárpico (por lo tanto, de dos o más carpelos), tanto
si el ovario del que procede es súpero como si es ínfero, y lo mismo si los fragmentos corresponden a sendos carpelos como si son
parte de ellos (Font Quer 2001).
E f e c t o d e l a t e m p e r a t u r a d e cu l t i v o s o b r e L A … • C a b e l l o & Sua z o 71
3
José Antonio Valdivieso Elissetche, ingeniero civil en Minas. Consultor ambiental.
72 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 69 -75 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
En cuanto a los valores máximos, variaron entre 2,21 En consecuencia, y de acuerdo con los resultados
(con un 30,79% de EG y 14 días de PE) y 7,74 (46,6 % obtenidos para el lote de semillas de T. umbellata empleado
EG y 6 días PE) para los mericarpos, y entre 7,87 (32,0 en esta investigación, la temperatura óptima de cultivo
% EG y 3,7 días PE) y 16,11 (53,33 % EG y 3,3 días PE) resultó ser 20 °C, que combina alta germinación con
para las semillas (Tabla 1). mayor velocidad. Con esta temperatura la germinación se
El análisis estadístico de los resultados obtenidos para inició a las 24 horas para las semillas y a las 48 horas para
los valores máximos mostró que no existe una interacción los mericarpos, y finalizó a los 8 y 14 días respectivamente.
entre el material de propagación (mericarpos y semillas) y La eliminación de las cubiertas para sembrar directa-
la temperatura de cultivo (Tabla 1). mente las semillas es lenta y difícil debido al escaso tamaño
Al analizar solamente el material de propagación se de los mericarpos y de las semillas. Por ello, probablemente,
observa que la velocidad de germinación de las semillas la siembra de mericarpos sería lo más aconsejable, aunque
es significativamente mayor que la de los mericarpos. En el término de la germinación se retrase una semana.
cuanto a las temperaturas de cultivo, a 20 °C la velocidad En el Jardín Botánico Chagual se sembraron semillas
de germinación es mayor y difiere significativamente del y mericarpos de T. umbellata en cajas de almácigos (Figura
resto de temperaturas (Tabla 1). 10), debido a su pequeño tamaño, y las plántulas emergidas
CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
A. Valdivieso E. la donación de dos plantas que actualmente Fabaceae (Senna-Zygia)-Zygophyllaceae, pp. 2463-2519.
se encuentran en el Jardín Botánico Chagual, de las cuales Monographs in Systematic Botany, Missouri Botanical
se obtendrán semillas esta temporada, lo que permitirá Garden, 3.888 pp.
continuar con la propagación de esta especie amenazada. Marticorena A, JA Valdivieso & C Baeza. 2007. Nuevo hallazgo
de Tarasa umbellata Krapov. (Malvaceae). Gayana Botánica
64(2): 211-216.
Tate J. 2002. Systematics and Evolution of Tarasa Philippi (Mal-
Referencias bibliográficas vaceae): an enigmatic Andean polyploid genus. Tesis para
optar el grado de doctor en Filosofía, Universidad de Texas.
Tate J & B Simpson. 2003. Paraphyly of Tarasa (Malvaceae) and
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Wissadula (Malvaceae, Malveae) de Argentina. Bonplandia 28(4): 723-737.
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Czabator FJ. 1962. Germination value: an index combining (Malvaceae) and selection for reduced pollen grain size in
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Font Quer P. 2001. Diccionario de Botánica. 2.ª ed. Ediciones Weberling F & HO Schwantes. 1987. Botánica sistemática. Ed.
Península. Barcelona. 1244 pp. Omega, Barcelona.
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F, O Morrone & M Belgrano (eds.). Catálogo de las plantas vasculares del Conosur (Argentina, sur de Brasil,
plantas vasculares del Conosur (Argentina, sur de Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Monographs in Systematic
Chile, Paraguay y Uruguay). Volumen 3: Dicotyledoneae: Botany, Missouri Botanical Garden, 3.888 pp.
76 SEMINARIOS Y ACTIVIDADES CHAGUAL
Seminario
Estela Cardeza
El Primer Seminario de Viveros Ornamentales “Innovar y compartir” dejó en evidencia que la producción y
comercialización de plantas ornamentales en Chile se perfila hoy como una industria dinámica y promisoria.
Aún así, el manejo de los viveros se realiza en forma bastante aislada; existe contactos e intercambio de infor-
mación en el ámbito privado y personal, pero no en forma regular ni institucionalizada. Una de las finalidades
del seminario fue propiciar la discusión sobre este punto, analizando si la creación de una instancia de este
tipo podría resultar provechosa.
La exposición del Dr. Mark Bridgen, profesor y director de la Universidad de Cornell (Nueva York), apun-
tó directamente a este tema destacando los beneficios que en Estados Unidos se han recogido mediante la
creación, en 1951, de la IPPS (International Plant Propagators’ Society, Sociedad Internacional de Propagadores
de Plantas), que agrupa a muy variados grupos de profesionales de la producción de plantas. La finalidad básica
de esta organización es fomentar la búsqueda de nuevas modalidades de producción, de comercialización y
otros aspectos que hacen al rubro, y a la vez favorecer el intercambio de información entre sus miembros.
Las otras presentaciones, a cargo de profesionales chilenos, versaron sobre los siguientes asuntos:
La industria de plantas ornamentales en Chile y los desafíos actuales y futuros de la industria ornamental
para el mercado masivo. Estos temas estuvieron a cargo, respectivamente, de Juan Carlos Puiggros, del Vivero
Multiplant, y de Claudio García, de Easy Chile.
La flora nativa en el mercado ornamental, desarrollo e introducción de nuevas especies, y su uso en
cubiertas vegetales. Abordaron estos temas Lysette Mersey, de Viveros Chile, y Eduardo Olate, de la Univer-
sidad Católica de Chile.
Aspectos relacionados con la producción, tales como el manejo de plantines de calidad y el control
de plagas en invernaderos y parrones, presentados por Dick Houter, del Vivero Dos Carilleras, y el asesor
Alejandro Duimovic.
Flavia Schiappacasse, ingeniera agrónoma de la Universidad de Talca, y el ingeniero forestal y paisajista
Cristóbal Elgueta, expusieron, respectivamente, sobre el manejo de las Proteas en el jardín, y sobre las nuevas
formas y caminos que está lentamente explorando y adoptando el paisajismo para incorporar variables que
le aseguren una mayor sostenibilidad.
El plenario final, con la participación de los expositores y de firmas comerciales como Ball Chi-
le e instituciones relevantes como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Instituto de Desarrollo
Agropecuario (INDAP), abordó nuevamente la eventual necesidad de contar con una institución que
congregue, apoye e integre a los distintos productores de plantas. En general las opiniones favorecie-
ron la iniciativa, y quedó planteada la inquietud para ser considerada nuevamente en un futuro próximo.
P rimer S eminario de V iveros O rnamentales “ I nnovar y compartir ” 77
El sábado 27 de octubre hubo visitas a dos viveros y un jardín: el Vivero Multiplant, de Juan Carlos Puiggros;
el Vivero Pocochay, de Annemarie Kamp; y el maravilloso jardín de Ignacio García, en las Salinas de Pullally,
excelentes ejemplos de un manejo profesional cuidadoso y eficiente.
La vinculación entre productores de plantas y servicios de jardinería en la Región Metropolitana y el
Jardín Botánico Chagual (JBCh) puede resultar muy beneficiosa. Ante la situación de fragilidad y amena-
za del patrimonio vegetal de la zona de clima mediterráneo del país, el proyecto JBCh viene trabajando,
en sus 10 años de existencia, en las áreas de difusión, propagación de plantas e investigación de la flora
nativa de la zona. Esto lo le posibilita hoy hacer aportes de interés para la comunidad de producto-
res, mientras que, su vez, podría beneficiarse ampliamente al recibir información sobre los avances que
vienen logrando otras instituciones abocadas también a la investigación para la producción de plantas.
78 LS EI BMRI O
N SA R I O S Y A C T I V I D A D E S C H A G U A L
LIBROS
ECOTOURISM WITH A HAND biodiversidad de altos de hábitos de nidificación de las aves del
LENS AT OMORA PARK. achibueno. Guía para identificar bosque templado andino de chile.
Ricardo Rozzi y varios autores. especies. Tomás Alberto Altamirano, José Tomás Ibarra,
Fotografías de Adam M. Wilson Pablo Bravo Monasterio, Gabriela Baeza Felipe Hernández, Isabel Rojas, Jerry Laker y
y colaboradores. 2012. Ediciones Horta, Gonzalo Gallardo Ramírez. 2011. Cristián Bonacic. 2012 FPA. MMA. Serie Fauna
Universidad de Magallanes. Chile. Impresora Linares. Australis. FAIF PUC.
ISBN: 978-956-9160-01-1 Reg. Prop. Int. 212.976
ecología y ciencias the nature principle. Los Bosques eN Miniatura humedales costeros de
naturales. Historia del Human restoration and del Cabo de Hornos. chile. Aportes científicos a su
conocimiento del patrimonio the end of nature-deficit Ecoturismo con lupa gestión sustentable.
biológico de Chile. disorder. Bernard Goffinet, Ricardo Rozzi, José Miguel Fariña y Andrés
Fabián M. Jaksic, Pablo Camus y Richard Louv. 2012. Algonquin Lily Lewis, William Buck, Francisca Camaño (Eds.). 2012. Ediciones
Sergio A. Castro. Book. Massardo. 2012. Ediciones Universidad Católica de Chile.
2012. Centro de Investigaciones ISBN-13: 978-1616201418 Universidad de Magallanes. Chile. ISBN: 978-956-14-1259-0
Diego Barros Arana, DIBAM, CASEB. ISBN: 978-956-9160-01-1
2a
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80 R E V I S TA C H AG UA L 10 : 79 - 8 0 , 2 012 , S A N T I AG O, C H I L E
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