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Género y Derecho

Este documento discute cómo la violencia de género, especialmente la violencia contra la mujer, se ha naturalizado en la sociedad. Señala que la violencia puede adoptar muchas formas sutiles en la vida cotidiana que culturalmente se aceptan como normales. También muestra datos de la OMS que indican que 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja, y que los ambientes con bajo nivel educativo y tolerancia a la desigualdad de género tienen mayores tasas de violencia. El documento conclu

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Este documento discute cómo la violencia de género, especialmente la violencia contra la mujer, se ha naturalizado en la sociedad. Señala que la violencia puede adoptar muchas formas sutiles en la vida cotidiana que culturalmente se aceptan como normales. También muestra datos de la OMS que indican que 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja, y que los ambientes con bajo nivel educativo y tolerancia a la desigualdad de género tienen mayores tasas de violencia. El documento conclu

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

Violencia de Género y Derechos Humanos


Isabela Condesa Silva
Ensayo Examen Parcial
Bogotá, jueves 31 de marzo de 2016

La naturalización de la violencia de género. Un problema invisible

1. Introducción

Como lo demuestran las incesantes noticias que aparecen en el transcurrir de los días la violencia
por razones de género se manifiesta de diversas maneras, siendo la violencia contra la mujer la
más reconocida por los medios y por la propia legislación colombiana. Esta omnipresencia de las
diferentes modalidades de violencia de género en nuestra sociedad, en especial la violencia contra
la mujer nos lleva a pensar si nos encontramos frente a un caso de naturalización de la misma, lo
que llevaría a preguntarse si es éste un problema de la cultura o de los imaginarios que se crean
dentro de la misma sociedad. En el presente texto, se pretende mostrar en qué medida podemos
responder afirmativamente a la primera pregunta y cómo existe en este momento una
aculturación de la violencia contra la mujer, como algo normal dentro de la sociedad.

2. Desarrollo

En primera medida, es importante ver cómo la legislación colombiana consagra y define en el


artículo 3° de la LEY 1257 DE 2008 el concepto de daño contra la mujer. Que no sería posible
entender, sin lo dispuesto en el artículo 2° de la misma ley que define qué es la violencia contra la
mujer de la siguiente forma:

“Por violencia contra la mujer se entiende cualquier acción u omisión, que le cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de
mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado.” (Ley 1258, 2008)1.

De lo anterior, podemos destacar que la violencia contra la mujer implica muchos más que el
maltrato físico, ya que el maltrato psicológico puede causar el mismo o mayor sufrimiento a una
persona. El problema es que esta clase de daño puede ser generado por muchos aspectos de la
vida cotidiana a los que cultural y socialmente estamos acostumbrados.

Basta echar un vistazo a la historia para darse cuenta que para la humanidad la violencia se ha
consagrado como una forma de imponerse y de alguna manera ganar territorio y éste visto no solo
como una unidad de tierra que hay que conquistar sino como un estatus que hay que mantener o
egos que hay que conservar, para lo cual las personas y en este caso particular las mujeres se han
convertido en instrumentos para llegar a ello. Tan simple como que la misma mujer se siente
gratificada con el hecho de que el hombre diga “las mujeres primero”, siendo esta costumbre una
derivación de la practica reiterada en la antigüedad, en donde los hombres hacían probar a las
mujeres primero todas las cosas que consumían o utilizaban para corroborar que ellos no
correrían un peligro. Con un ejemplo tan sencillo se hace más que evidente como nuestra sociedad
y la misma mujer han asumido de manera natural todas las manifestaciones de violencia en su
contra.

1
(Ley 1258, 2008)
El hecho de que desde la infancia se le diga a las mujeres que deben tener cuidado por donde
caminan en la noche o lo que llevan puesto cuando salen, o que simplemente sea objeto de
reproche contra la mujer frente a un acto abusivo de cualquier índole, lo que llevaba puesto o lo
provocativa que pudo ser o el cuidado que no tuvo. Como si fuera natural el comportamiento
violento y la mujer tuviese que tomar medidas preventivas para evitarlos, como cepillarse los
dientes como medida preventiva porque es natural que nos salgan caries.

Es relevante mostrar como las cifras a nivel mundial dan crédito de cómo nuestra sociedad ha
naturalizado la violencia contra la mujer, siendo los datos y las cifras una fuente que corrobora
esta situación. La Organización Mundial de la Salud publicó en su centro de prensa una serie de
datos y cifras sobre la violencia contra la mujer, en especial la ejercida por la misma pareja
sentimental o la violencia sexual, constituyendo esto un problema de salud pública y una violación
a los derechos humanos de la mujer.

Las cifras reveladas expresan que 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sido víctima de violencia
física por parte de su pareja o sexual por parte de terceros, adicionalmente el 30% de las mujeres
afirma haber sufrido en alguna relación de pareja, de violencia física o sexual, atribuyéndose el
38% de los asesinatos de mujeres a sus parejas sentimentales. Como lo explica la OMS estas
formas de violencia afectan de manera radical la salud física, mental, sexual y reproductiva de las
mujeres incrementando la probabilidad de padecer VIH. De estos importantes datos podemos
sacar además que la violencia física y sexual puede ser el paso más grave en temas de violencia
contra la mujer, ya que éstos implican necesariamente que la víctima sufra afectaciones
psicológicas fuertes, entonces podemos preguntarnos, si son tan altas las cifras de los casos más
fuertes ¿Cuántos casos existirán en el mundo sólo de violencia y afectaciones psicológicas aunque
no trasciendan a estos niveles de barbaridad? 2

Los datos corroboran, además, que los ambientes en que más violencia contra la mujer se sufre,
son aquellos donde existe un bajo nivel de instrucción, maltrato infantil o violencia en la familia,
uso nocivo del alcohol, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.
Adicionalmente las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la
violencia y dar lugar a formas adicionales de violencia contra las mujeres 3.

Con motivo de la evidente situación de violencia en la que la mujer se encuentra inmersa, las
autoridades internacionales y en particular los países como territorios soberanos, han intentado
por diferentes frentes combatir este problema que a todas luces necesita de sus intervenciones.
Empezando por la consagración legal de aquellos derechos y principios que pretenden proteger de
manera específica a la mujer o que pretenden extender a ella aquellos que no se le están
reconociendo, podemos destacar: Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes. Partiendo del poder factico de lo normativo, se podría decir que esta serie de textos
legales permiten de una u otra forma crear conciencia con respecto a la realidad de violencia

2
(Rico, 1996) En el documento se explica cómo es un problema de carácter epidemiológico por lo cual las
cifras oficiales siempre serán menores a la realidad. Pg. 5.
3
(OMS, 2016) CIFRAS.
contra la mujer que por la misma naturalización de la misma se vuelve difusa hasta para las
mismas mujeres. Donde cada una de estas prácticas abusivas impide la aplicación universal de los
derechos como la igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad 4.

De acuerdo con lo anterior, el documento presentado por la CEPAL en su unidad de mujer y


género, explica con mucha claridad por qué la violencia contra la mujer es siempre un tema de
género y las razones psico-sociales para esto así, su autora, Nieves Rico expone lo siguiente:

“Si bien las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a los hombres como las
mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. Los estudios sobre la
materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer tiene alguna
característica que permite identificarla como violencia de género. Esto significa que está
directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas
que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la
desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que diferencia a este
tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción es que el factor de riesgo o de
vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. La violencia de género puede adoptar diversas
formas, lo que permite clasificar el delito, de acuerdo con la relación en que ésta se
enmarca y el ejercicio de poder que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e
incesto, asedio sexual en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual
contra mujeres detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas,
tráfico de mujeres y violencia doméstica.” (Rico, 1996)5.

Esto permite aclarar que la evaluación de esta problemática no se reduce simplemente a una
cuestión feminista y caprichosa, si no que envuelve una problemática que termina vulnerando de
manera grave los derechos humanos considerados como pautas éticas, que permiten la protección
de la dignidad humana, como un pilar que cimienta la estructura de los Estados democráticos.
Siendo la causa de la violencia contra la mujer su condición de mujer, lo que hace de este tipo de
violencia algo mucho más reprochable hacia la sociedad.

3. Conclusión

Finalmente, recogiendo todo lo anterior se puede decir que el tema de la violencia contra mujer es
un real problema de género por cuanto su causa es el hecho de ser mujer y esto significa una
vulneración a los derechos humanos y fundamentales de las personas, tema que debe ser
protegido por todos los Estados y las distintas organizaciones a nivel mundial. Se concluye
entonces, que este problema es altamente incidido por la cultura de las sociedades modernas y el
desarrollo histórico que las precede, así se revalida la tesis de que existe una aculturación de la
violencia contra la mujer desde las cifras más crueles hasta las costumbres que se consideran
menos relevantes como el “dejar pasar primero a una dama”. Entonces se considera que es deber
de toda la sociedad combatir esos preceptos que se tienen y tener un cuidado real con la mujer, ya
que la igualdad debe reconocer también que a este momento la violencia de género es real y una
búsqueda verdadera de la igualdad debe contener un especial cuidado con los niveles de violencia
más cotidianos y de los cuales muchas veces no se cae en cuenta.

4
(NACIONES UNIDAS, 1993)
5
(Rico, 1996)Pg. 5.
Bibliografía
Estamateas, A. (2 de Diciembre de 2013). El Tribuno. Obtenido de El Tribuno:
http://www.eltribuno.info/alejandra-stamateas-debemos-desnaturalizar-la-violencia-
genero-n350047

Ley 1258, R. D. (2008). Ley 1257 de 2008.

Mujer, A. C. (2012). Lineamiento de la política pública nacional de equidad de género para la


mujer. Bogotá.

NACIONES UNIDAS, D. H. (1993). Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.

OMS. (Enero de 2016). Violencia contra la mujer. Datos y cifras. Obtenido de Violencia contra la
mujer. Datos y cifras.: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/

Rico, N. (1996). Violencia de género: un problema de derechos humanos. NU. CEPAL. Unidad Mujer
y Desarrollo.

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