La inteligencia emocional y los resultados organizacionales.
Lauren Karina Nobles Pérez
Especialización en Gerencia de Proyectos, Corporación universitaria Minuto de Dios
NRC: 294 Competencias Gerenciales Básicas.
Wilson Ernesto Sánchez Pantoja
Junio 2023
1. Introducción
En la actualidad las organizaciones se encuentran en una continua búsqueda de mejorar y
potencializar su desempeño laboral, con el único de fin, de alcanzar alta competencia en el
mercado, es por esto, que la Inteligencia Emocional (IE), juega un papel determinante en el
desarrollo organizacional, ya que permite adquirir destrezas que ayudan afrontar los diferentes
desafíos en las empresas.
La inteligencia emocional, mediante el manejo adecuado de factores como: las
habilidades sociales, la motivación, la empatía entre otros, ayudan al buen desempeño laboral.
Por lo anterior, el ambiente laboral ha venido atravesando una serie de transformación en
donde las estructuras emocionales se deben cultivar y fortalecer con la finalidad de aumentar la
productividad en las empresas, es decir, que las emociones de los trabajadores influyen sobre el
rendimiento de su trabajo.
En el presente documento se tuvo como propósito el análisis de la Inteligencia Emocional
en las Organizaciones, desde la perspectiva de diferentes autores con el fin de determinar la
importancia de la inteligencia emocional en el desempeño de las organizaciones.
2. Importancia de la inteligencia emocional en el desempeño de las organizaciones.
El termino inteligencia emocional es la capacidad de percibir y expresar emociones, de
asimilar las emociones en el pensamiento, de comprender y razonar con las emociones y de
regular las emociones en uno mismo y en los demás. (Mayer, Salovery y Caruso, 2000).
La inteligencia emocional juega un papel muy importante en la vida de todo ser humano,
es necesario que desarrollemos la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de
los demás, ya que muchas veces tenemos miedo de enfrentar nuestros sentimientos y
pensamiento y llevamos una vida inestable emocionalmente que refleja nuestras inseguridades en
todo lo que hacemos y que afecta todas las esferas de nuestras vidas.
En la actualidad la inteligencia emocional ha ido ganando cada vez más importancia en el
mundo laboral, ya que el manejo de las emociones puede optimizar el desempeño personal,
mejorar la comunicación del equipo de trabajo, que es un factor determinante para el éxito de las
organizaciones y por consiguiente el ambiente laboral será el adecuado.
Es por esto que las organizaciones vienen atravesando un cambio de paradigma donde lo
más importante no es la fuerza o capacidad de resistencia, sino las capacidades de
relacionamiento y de resolución de problemas mediante el aprovechamiento del conocimiento, lo
que ha hecho más evidente la necesidad de líderes capaces de aplicar la inteligencia emocional
que le permita dirigir y coordinar las actividades que se requieran para apoyar a los que toman
decisiones claves en la organización.
Vall (1997) menciona que hay quienes definen la IE así: “Simplemente, inteligencia
emocional, es el inteligente uso de las emociones, es decir, hacemos intencionalmente que
nuestras emociones trabajen por nosotros, utilizándolas de manera que nos ayuden a guiar
nuestras conductas y nuestros procesos de pensamiento, de manera que produzcan ,mejores
resultados”. (P.139).
Esto quiere decir, que tenemos la capacidad de mejorar o desarrollar habilidades y
competencias a lo largo de nuestra vida, teniendo en cuenta la dimensión interna y externa que
integran el autoconocimiento de los que somos y la forma en la que nos relacionamos con los
demás, siendo esto, lo que conocemos como inteligencia emocional, de tal forma que nos
permita adaptarnos a nuevas situaciones logrando tener coherencia entre lo que pensamos,
sentimos y hacemos.
El saber cómo cultivar aptitudes como iniciativa, adaptabilidad, empatía y persuasión
puede ser esencial para lograr el éxito laboral ya que las empresas actuales buscan que el clímax
laboral este regido por esas facultades lo que llevara a la organización a ser más eficiente y
productiva.
En este sentido, sin dejar de reconocer la importancia que tiene el Coeficiente Intelectual
para la consecución de los objetivos propuestos por una empresa Goleman (1995), señala que el
éxito en la empresa obedece a un 80% a la inteligencia emocional.
Por otro lado, para Gardner (2009), todas las inteligencias son igualmente importantes, lo
que implica que el éxito de toda lección radica en la utilización de diversas actividades que las
desenvuelvan y consoliden en los trabajadores.
Es importante aclarar, que estas inteligencias se pueden desarrollar dentro de las
organizaciones; de ahí la importancia de que la dirección y líderes en las empresas identifiquen
estas condiciones entre los empleados.
La madurez que las personas van adquiriendo a lo largo de la vida así como las
experiencias por las que han tenido que atravesar y sortear, les permitirán reconocer sus
emociones al enfrentarse a situaciones similares y hacerles frente desde otra perspectiva, lo que
demuestra un buen manejo de sus emociones, así como el desarrollo e incremento de su
inteligencia emocional.
Es aquí donde el argumento expresado por Maturrano (2015), cobra validez, ya que el
menciona que las personas exitosas no son necesariamente aquellas que sobresalieron en la escuela o
las que siempre obtenían las mejores calificaciones, las capacidades intelectuales que posea cada
persona, no garantizan que al final tengan un excelente desempeño laboral, ya que debemos, como
se ha mencionado anteriormente ser seres integrales que demuestren otras competencias personales
que son características propias de la inteligencia emocional.
Por otro lado Olvera et al. (2002), Menciona que el éxito dentro de una organización va
mucho más allá de solo la capacidad intelectual o técnica que pueda poseer una persona, es
necesario para sobrevivir y mantenerse dentro del mercado laboral, tener dominio de otra
habilidades, entre las cuales juega un papel muy importante el carácter, así como la personalidad
del colaborador, a la hora de enfrentarse a las distintas situaciones que se pueden presentar en el
desarrollo normal de sus actividades.
En otras palabras todo ser humano necesita conocer y fortalecer este aspecto en su vida,
ya que la inteligencia emocional crea en la persona la capacidad de auto motivarse, así mismo, va
adquiriendo la capacidad de regular sus emociones y comprender las emociones de las personas
que se encuentran a su alrededor, llevándolo a buscar alternativas que le permitan sentirse pleno
y feliz , confiando en sus decisiones ya que las toma desde la experiencia y el conocimiento,
mejorando su relacionamiento con los demás, sabiendo aprovechar sus cualidades, para afrontar
las adversidades.
Todo lo anterior refleja el que ha tenido que atravesar el ser humano desde tiempos antiguos,
en esa búsqueda por el autoconocimiento, autorregulación, conciencia de sí mismo y de sus propias
emociones.
3. Conclusión
Las personas somos seres íntegros que a lo largo de la vida vamos acumulamos experiencias
y emociones que debemos saber administrarlas y aprovechar.
En el ámbito del trabajo, resulta fundamental para tener un rendimiento eficaz, el manejo de
las emociones tanto a nivel individual como organizativo, siendo estos, los dos planos que abarca la
Inteligencia Emocional (individual y el relacional).
De acuerdo al análisis realizado en torno a la Inteligencia Emocional y el papel que
desempeña en las organizaciones para la consecución de los objetivos o metas propuestas, se
evidenció de acuerdo a los estudios y posturas de los diferentes autores, que las empresas que
buscan potencializar en su personal la inteligencia emocional, optimiza el desempeño personal
de sus colaboradores, lo que favorece la comunicación y por consiguiente el clímax laboral.
Por otro lado se genera mayor adaptabilidad a los procesos de cambio, ya que saben
cómo manejar el miedo y la incertidumbre enfocándose en la resolución de los problemas y en
cómo transformarlo en algo positivo.
Es importante mencionar, que la inteligencia emocional puede ser consideradas
complementaria, ya que como se mostró en el desarrollo del escrito, el conocimiento y las
emociones se interrelacionan lo que explica los diferentes niveles de éxito en cada una de las
esferas de la vida, entre ellas, sin duda, en el ámbito laboral.
4. Bibliografía
Fernández López, F. (2016). Comunicación efectiva y trabajo en equipo: UF0346.
Logroño, Spain: Editorial Tutor Formación. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/uniminuto/44223?page=116.
MAYER, J. D., CARUSO, D. & SALOVEY, P. (1999). “Emotional intelligence meets
traditional standards for an intelligence”. Intelligence, 27, 267-298.
Valls Roig, A. (1997). Inteligencia Emocional en la Empresa. España Gestión 2000.
Goleman, D. (1999). La Inteligencia Emocional en la Empresa. Argentina: Javier
Vergara.
GARDNER, Howard. Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Basic
Books. Nueva York. 1983. 440 p.
Maturrano, T. (2015). Inteligencia emocional y su relación con el desempeño laboral de
los docentes del nivel primario.
Olvera, Y., B. Domínguez, y A. Cruz. (2002). Inteligencia emocional, Manual para
profesionales en el ámbito industrial. Primera Edición. Editorial Plaza y Valdés, S.A. México.