ESPIRITUALIDAD DE
NAZARET
Docente: Dr. Domingo Garcete Aguilar
Estudiante: José Augusto Banegas Seas
Nivel: Primer nivel
Semestre: Segundo semestre
Intercongregacional Nazaret
2020
Espiritualidad de Nazaret
1) El hermano Charles de Foucauld:
Introducción:
“En lo cotidiano de ese pueblo sencillo, Jesús fue forjando y madurando su mirada
propia y su estilo peculiar de relacionarse con las personas y con Dios. Ahí descubre la
mirada amorosa que su Padre tiene hacia la humanidad. La espiritualidad de Nazaret
empieza con la contemplación de este misterio, en el compartir diario de las vivencias
de la gente sencilla, con sus luces y sombras, sus alegrías y sufrimientos”.
Con estas palabras me gustaría introducir mi investigación sobre la espiritualidad de
Nazaret, pues de esta manera quiero dar a entender que Dios no desprecia lo humano,
sino que el se hace hombre para redimir la humanidad, pues así vemos que el pecado
no es el único camino del humano, sino que la vivencia de la gracia se vive en lo
cotidiano y esta actúa en carne.
¿Quién fue el hermano Carlos?
Nace en Francia, en Estrasburgo, el 15 de septiembre 1858. Adolescente, pierde la fe.
Conocido por su gusto de la vida fácil él revela, no obstante, una voluntad fuerte y
constante en las dificultades. Emprende una peligrosa exploración a Marruecos (1883-
1884). El testimonio de fe de los musulmanes despierta en él un cuestionamiento
sobre Dios: «Dios mío, si existes, haz que te conozca».
Regresando a Francia, le emociona mucho la acogida discreta y cariñosa de su familia
profundamente cristiana, y comienza una búsqueda. «Yo me alejaba cada vez más de
Ti, Señor. Toda fe había desaparecido de mi vida.»
Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida
de Nazareth. Pasa 7 años en la Trapa, primero N.S. de las Nieves, después Akbes, en
Siria. Enseguida después, él vive solo en la oración y adoración cerca de las Clarisas de
Nazareth.
Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) parte al Sahara, primero Beni-Abbes,
después Tamanrasset en medio de los Tuaregs del Hoggar. «Continuar en el Sahara la
vida escondida de Jesús en Nazaret, no para predicar sino para vivir en la soledad, la
pobreza, el humilde trabajo de Jesús» Quiere ir al encuentro de los más alejados, «los
más olvidados y abandonados». Quiere que cada uno de los que lo visiten lo
consideren como un hermano, «el hermano universal». Él quiere «gritar el evangelio
con toda su vida» en un gran respeto de la cultura y la fe de aquellos en medio de los
cuales vive. «Mi apostolado debe ser el de la bondad. Que viéndome se pueda decir:
“Si tal es el servidor, ¿cómo entonces será el Maestro…”?
Así él mismo sintetiza su vida: “Yo perdí el corazón por Jesús de Nazaret…y paso mi
vida tratando de imitarlo. El que ama, quiere identificarse con el ser amado, ese es el
secreto de toda mi vida”.
Él viene de la alta burguesía francesa, y se formó en un ambiente intelectual y militar…
Su crisis, lo llevó a despilfarrar fortunas en fiestas y diversiones… Su conversión lo llevó
a ser monje en Siria, jardinero de las Clarisas en Nazaret, y después ermitaño en el
desierto del Sahara argelino, donde comparte su vida con la población nómada,
despreciada, marginada, temida…y allí vive solo, tratando con toda su vida hacer
amistad con ellos, los Tuareg.
Muere solo, en el atardecer del 1° de diciembre 1916, matado por una banda que
rodeó la casa.
Su legado:
Él había escrito: «Cuando el grano de trigo caído en tierra no muere, permanece solo.
Si muere, trae mucho fruto. Yo no he muerto, también yo estoy solo… Rogad por mi
conversión a fin de que muriendo traiga fruto.» Hoy hay 21 familias religiosas que lo
han tomado como inspirador de su vida, entre religiosas/os, laicos y movimientos…en
la Iglesia.
Es porque se ha enamorado de Jesús, que descubre que, en Él, Dios se pierde, se vacía,
se hace limitado como un hombre, y un hombre pobre. Su conversión lo lleva a buscar
incesantemente. Busca la Trapa, busca ser ermitaño, busca el desierto…
Esa búsqueda gira alrededor de una pregunta: ¿Qué quieres de mí? ¿Cómo responder?
¿Qué debo hacer? Y poco a poco fue descubriendo el absoluto de Dios en la carne
humana de Jesús de Nazaret.
Pero: ¿Cuál es el rostro de Dios, que lo seduce, y lo lleva a vivir como Él? ¿Cuál es la
página del Evangelio que trasformó y trastornó su vida? Él nos dice que es esta: “Lo
que hicieron al más pequeño de mi hermano, a mí me lo hicieron” ¿Cómo no
esforzarnos a amar a Jesús en los más pobres”?
Quiere vivir con ellos, relaciones de amistad, como hermano, como hermanito, ser
cercano, y se dedica a aprender ese difícil idioma para hablarle del Evangelio en su
propia lengua, a querer aprenderlo sobre todo para captar lo que ellos le tienen que
revelar de Dios…y los Tuareg, ¡¡¡son musulmanes!!! convencido de que el otro, vive y
dice de Dios, lo que a él le falta conocer.
No busca convertir a nadie, su tarea es convertirse él mismo a Jesús que vive en los
relegados y postergados y por ellos, dejarse evangelizar…Le gusta decir “los pobres son
nuestros maestros “Su conversión lo lleva a descubrir a Dios como absoluto. Dice:
“Apenas descubrí que existía un Dios, me di cuenta, que no podía hacer otra cosa que
vivir únicamente para Él”. Esto es lo que justifica la continua búsqueda de la voluntad
de Dios.
Pero su legado más influyente es la espiritualidad de Nazaret, pues a través de ella el
hermano Carlos nos muestra el camino del Dios hecho hombre, así que, partiendo
desde lo ordinario, de nuestras debilidades podemos alcanzar y merecer el cielo.
Espiritualidad de Nazaret:
Esta espiritualidad nos ayuda a vivir en Nazaret, pequeño pueblo de Galilea que Dios
eligió para abajarse y hacerse uno de tantos. Allí transcurrió casi toda la vida de Jesús.
Esa vida cotidiana de la Sagrada Familia, lejos de la imagen edulcorada que transmite
la iconografía clásica, no debió ser una vida fácil. Así de esta manera vemos que Dios
quiso ser uno de muchos para demostrar que en nuestra debilidad humana la gracia
nos da fortaleza.
El misterio de Jesús en Nazaret esclarece también nuestra vida cotidiana. Vida con
obligaciones y rutinas como la que pudo vivir Él. La palabra rutina comparte la raíz con
la palabra ruta, proceso. No es dejamos llevar por las inercias. En las rutinas, como
proceso, Jesús fue descubriendo un sentido, una presencia. Asumió nuestra vida tal
como es, con cansancios, obligaciones, alegrías, tristezas, costumbres.
Otra imagen de la espiritualidad de Nazaret como fuego que nos arropa y convoca sin
quemarnos, nos invita a arder en la misma pasión del Señor, en lo pequeño, sin hacer mucho
ruido, vida testimonial, consumiéndonos lentamente.
Influencia Teresiana:
Durante 10 años de su vida el hermano Carlos leyó y releyó las obras completas de Santa
Teresa de estos escritos fue donde el se enamoro mas del Jesús humano, pues santa teresa
dice que de Jesús hombre aprendemos que “la humanidad no es un impedimento para llegar a
ser santos mas al contrario Dios decide hacerse hombre para demostrar que la experiencia con
lo divino pasa por la humanidad y se vive en las fragilidades y fortaleza de lo cotidiano”.
Características de la Espiritualidad de Nazaret:
Nazaret es un modo de ser y de estar entre las personas y con las personas, sin hacer nada
espectacular, viviendo con los demás y como los demás, participando como uno más en sus
luchas de cada día. Es una vida sencilla de trabajo, encarnada en una realidad concreta, y
vivida día a día entre los más pobres y humildes de nuestros entornos cotidianos o donde la
realidad nos sitúa.
Nazaret significa el amor que traspasa todas las reglas y nos hace disponibles a todos los
hombres y mujeres de nuestro entorno, priorizando al mismo tiempo, a los más desheredados,
marginados, excluidos, de modo que ocupan un lugar privilegiado en nuestro corazón.
Tratamos de ir a, y, sobre todo, “estar con” los menos amados, los más pequeños, los que
siempre estorban, sabiendo que somos hermanos si caminamos juntos, compartiendo
nuestras luces, pero igualmente aprendiendo de ellos.
Nazaret es aceptar ser hombre/mujer con una familia, una cultura, unas relaciones. Es ser
compañero, amigo, hermano, que camina con los demás, que escucha y respeta al otro,
dando, recibiendo, buscando y aprendiendo juntos.
La divinidad encarnada:
La encarnación es valiosa para nuestro estudio de muchas maneras. En ella descubrimos a un
Dios que nos ama tanto que vino a la tierra y tomó forma humana por nuestro beneficio, en
última instancia, a renunciar a su vida para pagar por nuestros pecados y ofrecernos la vida
eterna con Él. Como declara Juan 3:16: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
La divinidad encarnada nos enseña que nuestra humanidad no es obstáculo para agradar a
Dios mas al contrario el decidió hacerse hombre para demostrar que desde la simplicidad y el
sufrimiento su gracia nos acompaña.
Conclusión:
A través de la espiritualidad de Nazaret el Señor nos llama a una vida muy sencilla,
compartiendo las condiciones de vida de mucha gente humilde. Valorar las cosas pequeñas de
cada día, de lo ordinario, que, vividas en el amor, toman valor de infinito, de eternidad. Nos
inspira la vida humilde de Jesús carpintero, que da sentido pleno a nuestro trabajar. Es toda
una aventura, es sentirnos creaturas de un Dios amoroso, que nos susurra al oído: “Eres mi
hijo querido, ¡tú vales para mí! El amor de la madre, la sonrisa del niño, el trabajo, el cariño, la
fiesta, la amistad, el abrazo fraterno, la mesa compartida, todo lo que es tu vida es precioso
para mí.”
Nos implica también activamente, desde una conversión profunda que intentamos cada día y a
través de la interiorización de este misterio de Nazaret, en la transformación de esta sociedad,
compartiendo los anhelos y luchas de tantas personas de buena voluntad, que se esfuerzan
por conseguir un mundo más digno para todos y donde, superadas las divisiones y las
diferencias, nos reconozcamos como hermanos y hermanas, libres de esclavitudes e injusticias.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_de_Foucauld
http://www.carlosdefoucauld.es/Familia/Actividades/Presencia-silenciosa.htm
Biografía Carlos de Foucauld “como un viajero en la noche” de Francisco Cerro Chaves
CARLOS DE FOUCAULD Y LA ESPIRITUALIDAD DE NAZARET de JOSE LUIS VAZQUEZ